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2.1. INTRODUCCIÓN
El inicio del proceso, se practica a iniciativa de una persona física o colectiva distinta al órgano
jurisdiccional (principio dispositivo), a través del acto de la demanda, que una vez examinada es admitida
por la autoridad judicial competente, y de forma posterior, comunicada a la parte demandada, con la
finalidad de conceder el derecho a la defensa.
Los actos que generan la relación procesal, son denominados de proposición o postulación, interpuestos
ante el órgano judicial de manera escrita, mediante memoriales. En materia civil y comercial, no existe
demanda verbal que dé origen al litigio.
El proceso ordinario, es el que acoge la mayor cantidad de actos de proposición; el actor con la demanda
y el demandado con la facultad de: oponerse a la pretensión (contestando), interponer excepciones y/o
reconviniendo; en otra clase de procesos, sólo puede contestar u oponer excepciones.
Los actos de proposición, comprenden la etapa introductiva del proceso, adoptan forma escrita y están
compuestos por: la demanda, contestación, excepciones y reconvención (según el tipo de proceso).
Empezaremos con el estudio de los actos que estructuran la fase inicial del proceso.
2.2. DEMANDA
La demanda, es el acto que da inicio al proceso, aunque con carácter previo y de acuerdo a la norma
procesal, la apertura puede generarse con actividades preliminares, que llegan a alcanzar la calidad de
proceso (conciliación previa, diligencias preparatorias o medidas cautelares).
En materia civil, en mérito al principio dispositivo, la demanda sólo puede ser interpuesta por el actor, y
no de oficio por el órgano jurisdiccional.
Es el acto procesal que apertura el proceso, promocionado por una persona distinta al órgano
jurisdiccional; constituye una manifestación de voluntad que intenta proteger derechos subjetivos.
La demanda es el acto procesal consistente en una declaración petitoria de voluntad, por medio del cual
se ejercita. Derecho de acción ante los tribunales, pudiendo también, Mediante ella, prepararse o
interponerse la pretensión procesal.
La demanda, a través de la acción y la petición, hace que el Estado actúe para tutelar derechos.
La acción es el poder público y jurídico que tiene todo individuo para acudir a los órganos jurisdiccionales
solicitando tutela jurídica; en cambio la petición, es el pedido de la pretensión, dirigida al juez para que se
pronuncie y solucione el conflicto.
La demanda como un acto de declaración de voluntad, introductivo y de postulación, que sirve de
instrumento para el ejercicio de la acción y la afirmación de la pretensión, con el fin de obtener la
aplicación de la voluntad concreta de la ley, por una sentencia favorable y mediante un juicio, en un caso
determinado.
La demanda, es el acto de voluntad que posibilita el derecho de acción, invocando una o varias
pretensiones contra una o varias personas, para que determinada autoridad judicial se pronuncie sobre
ellas, otorgando tutela jurídica; su contenido, se encuentra regulado por ley (Art. 110 NCPC).
Es interpuesto de acuerdo al tipo de proceso; según al o los sujetos que lo inician; y de acuerdo a la o las
pretensiones que se reclaman.
En cuanto al tipo de proceso, la demanda puede ser: preliminar, principal (ordinaria, extraordinaria,
monitoria, etc.), incidental o cautelar. De acuerdo a los sujetos, el acto Puede ser: con sujetos únicos
(actor y demandado) o con pluralidad de personas (litisconsorcio necesario).
Por la pretensión, la demanda soporta uno varios reclamos (acumulación objetiva), establecen la forma y
el contenido.
Los códigos adjetivos, a través de sus normas, de la demanda, con el propósito de resguardar la seguridad
jurídica de las partes, el derecho de defensa, el debido proceso, y el principio de congruencia.
Para surtir sus efectos jurídicos, la demanda debe cumplir una serie de formalidades previstas en el
Código Procesal Civil (Art. 110); requisitos controlados por la autoridad judicial; en su defecto, por la parte
demandada.
La demanda, debe ser un acto idóneo, para que el adverso ejerza su derecho a la defensa desde el inicio
del proceso.
El cumplimiento de las formalidades, facilita la actuación del juez y de la parte demandada; sobre los
parámetros de su contenido, se debatirá y decidirá el destino de la demanda.
2.3.1. Encabezamiento
Los requisitos subjetivos de la demanda, identifican a las partes que intervendrán en el proceso y a la
autoridad judicial competente (juez público).
Líneas arriba, se ha manifestado, que en materia civil y comercial la demanda es dirigida al juez
(encabezamiento de la demanda).
La redacción de la demanda, está siempre conducida hacia la autoridad judicial, con el objeto de hacerle
conocer con precisión y claridad los hechos y derechos que fundamentan la pretensión (cognición).
El juez, no es parte del proceso, es la autoridad judicial unipersonal que dirige y resuelve el conflicto.
2.3.2.2. Designación de las partes
Corresponde al actor, la individualización de las partes, describiendo las generales de ley: nombres,
apellidos, nacionalidad, profesión u ocupación, estado civil, domicilio real de la parte demandante y de
la demandada.
En primer lugar, la parte actora debe identificarse a sí mismo, ya que la jurisdicción, Precisa conocer con
certeza quién asume la posición de ofensiva, y no se deje duda sobre su identidad. La individualización y
personalización, dependerá de la calidad de persona (física o colectiva).
Si se trata de persona natural, se detallan nombres y apellidos completos (nombre civil), número
de cédula de identidad, nacionalidad, estado civil, oficio o profesión, domicilio real y procesal
(este último señalado en otrosí).
Si la parte actora es persona colectiva, describirá la razón social o denominación del ente, su
domicilio real, el nombre de su representante legal (adjuntando poder) y la existencia legal de la
persona jurídica, añadiendo al acto, el testimonio de personería jurídica (Art. 110 num. 3 NCPC).
La participación de la parte actora mediante representación (convencional, legal o sin mandato), precisa
la exhibición del poder especial, la designación judicial o los documentos que acrediten el vínculo familiar;
identificando al representado y representante; este último, debe identificarse con todas sus generales de
ley, requiriendo para su actuación capacidad de obrar.
En segundo lugar, la parte actora, individualiza a la parte demandada, señalando las generales de ley
(nombres, apellidos, número de cédula de identidad, profesión u oficio, estado civil y domicilio real).
Si el demandado es persona colectiva, se describe la razón social, el domicilio real, más el nombre y
apellido del representante legal (Art. 110 num. 4 NCPC).
El señalamiento del domicilio real de la parte demandada, adquiere suma importancia, es el lugar donde
debe ejercitarse la citación con la demanda; dicha diligencia, se refiere el debido proceso y genera la
relación procesal.
La fundamentación, comprende parte del cuerpo de la demanda, hace referencia a la relación precisa de
hechos y el alegato del derecho en que se funda la pretensión.
1) exposición (es la que presenta los acontecimientos de la acción: la época, el lugar y los personajes);
3) la conclusión (es el término de la acción, de donde la relación jurídica emerge lesionada y da lugar al
reclamo y funda la pretensión en la relación jurídica).
La fundamentación de hechos, será expuesta mediante oraciones completas y claras, sin ambigüedades,
tergiversaciones o indirectas que puedan distorsionar el contenido de los mismos; quien los lee, debe
imaginarse como si los estuviese viendo.
Los hechos en que se funda la demanda serán expuestos uno por uno, numerados si es posible y bien
especificado y concreto.
El cumplimiento de este requisito es de suma importancia para los efectos de la calificación del proceso y
de la recepción de la prueba, en especial de la testifical.
Se recuerda que los testigos serán interrogados sobre los hechos que hubiera indicado la parte
proponente. La narración no es de cualquier hecho, sino de sucesos trascendentes y relevantes el
conflicto; circunstancias que asumirán ser pronunciadas por la parte de la demandada, en su acto de
contestación; serán objeto de prueba, y si fueron demostrados durante la audiencia, se materializarán o
se subsumirán en una norma jurídica, para que de forma posterior sean el fundamento de la sentencia.
Es ineludible, que la demanda sea justificada con la concurrencia de uno o varios Preceptos legales; la
parte actora, pretende que de acuerdo a los hechos narrados, le asista un derecho previsto en una norma
de carácter sustantivo.
El derecho alegado en la demanda, debe provenir de los hechos expuestos con anticipación, dando lugar
al principio de: "DIME EL HECHO Y TE DIRÉ EL DERECHO". hechos se subsumen en normas
preestablecidas.
La fundamentación del derecho, facilita la valoración jurídica de la relación sustancial.' sin embargo, la
omisión o el error del señalamiento de una determinada norma no tiene consecuencias procesales, ya
que ella se desprende de los hechos invocados en la demanda.
Es evidente, que la omisión o el error de los fundamentos jurídicos' dificultan la actividad del juez y la
defensa del demandado; esta situación, no alcanza para objetar la excepción de demanda defectuosa.
El principio IURA NOVIT CURIA, establece que el juez conoce el derecho, no es necesario enseñar a los
administradores de justicia, las normas que deben aplicarse a un caso concreto; de todos modos, es
beneficioso que los preceptos legales sean enunciados después de concluir la narración de los hechos,
subsumiendo cada uno de ellos en normas sustantivas.
Esto es lo que hará de todos modos, cualquiera que fuese la calificación jurídica que le hayamos dado a la
relación. Sin embargo, es importante hablar sobre el derecho, pues puede constituir un buen elemento de
guía al juez, y su conocimiento por nuestra parte nos permite formular con precisión la pretensión que
queremos deducir, a la vez que aclara el marco de la relación jurídica.
Este fundamento, se apoya en una norma jurídica, no obstante, puede también hacerlo a base de
jurisprudencia nacional e inclusive extranjera, así como en la propia doctrina.
La jurisprudencia, comprenden fallos de los tribunales de justicia que sirven de precedente para un caso
similar; las sentencias, autos de vista y supremos, podrán ser el cimiento jurídico de la demanda o de las
propias resoluciones judiciales.
2.3.4. Peticiones
La parte actora, después de exponer sus hechos y alegar su derecho, dirigirá su petición al juez, quien una
vez convencido de los hechos probados, declare el reclamo vertido, pronunciando un fallo que otorgue
certeza sobre derechos inciertos; constituya derechos o relaciones jurídicas; o condene al demandado a
cumplir determinada obligación (dar, hacer o no hacer).
Es necesario, que el actor exhorte los fines a los que quiere llegar; por ello, la norma procesal exige que la
demanda contenga peticiones en términos claros, precisos y positivos (Art. 110 num. 9 NCPC).
Establecido el tipo de tutela, la parte actora lo vinculará con un bien determinado y debidamente
identificado (bien de la vida), que satisfaga el interés de la petición. Si el bien reclamado es inmueble, se
describe: ubicación, forma, limites, extensión, titularidad, tradición, posesión, registro en Derechos
Reales, etc.
Para los muebles, debe figurar: la clase, el valor, su peso, cantidad, calidad, ubicación, posesión, con
quien se encuentra, etc.
Si lo pedido es un monto de dinero, será fijado con precesión; si la suma no ,pudiera determinarse, la parte
actora, tratará de estimada e Manera aproximada (Art. 110 num. 8 NCPC).
AI respecto Falcón.3 ilustra, que el objetivo del monto tiene carácter fiscal y sirve para que la cosa
demandada se designe con toda exactitud; en su caso, el monto debe establecerse en los distintos rubros
y mostrarse los cálculos y operaciones por los que se llega a esos resultados.
En algunos casos, la determinación puede ser estimativa, pero en otros resulta imposible. Cuando es
estimativa o un aproximado, debe expresarse la suma reclamada y la frase (O LO QUE EN MÁS O EN
MENOS RESULTE DE LAS PROBANZAS DE AUTOS).
No toda demanda solicita derechos que puedan cuantificarse económicamente, no siendo indispensable
establecer el monto demandado (ejemplo, cambio de nombre; nulidad de testamento, declaratoria de
indignidad, etc.).
En otro sentido, el actor debe limitarse a pedir lo que se le debe, porque de lo contrario incurriría en plus
petitio. Los excesos en la petición pueden ser en razón al tiempo (cuando se demandare antes del
vencimiento del plazo o del cumplimiento de la obligación); por razón de cantidad (cuando se reclama
más de lo que se debe); por razón del lugar (cuando se demanda en un lugar distinto al convenido o al
indicado por ley); por razón de la causa o modo (cuando se ha prometido dar o hacer algo genéricamente
y se demanda una cosa determinada)
A todo ello, la demanda precisa también la indicación de otros requisitos: el domicilio procesal y la
determinación de honorarios de abogado, de acuerdo al Arancel o iguala profesional; dichas
manifestaciones, son expresadas mediante "otrosí". La demanda cerrará su contenido, describiendo el
lugar y la fecha de su suscripción, seguida de la firma de la parte actora o su representante; constancia
que implica la manifestación de voluntad de la persona.
De la misma manera, debe hacerlo la abogada o abogado patrocinante de la parte, imprimiendo su firma
junto al sello de ejercicio profesional.
2.4. PRUEBA CON LA DEMANDA
La demanda, ineludiblemente exige la formulación de todas las fuentes y medios de prueba, situaciones
que llevarán a demostrar la exposición de hechos que soporta la pretensión.
Los medios de prueba propuestos en la demanda, son desahogados en la audiencia. Diligencias que se
ejercitan dentro o fuera de la sede judicial. Sin embargo la prueba documental debe incorporarse de
manera inmediata , siempre que se encuentre en posición de la parte.
La parte actora y demandada, en sus actos de proposición, tienen la potestad de hacer valer todos los
medios de prueba, siempre que no estén prohibidos de manera expresa por ley (Art. 144 pars. I y III
NCPC).
Si posterior a la demanda o su contestación se producen hechos nuevos, las partes pueden proponer
otros medios que no fueron formulados en el acto (Art. 111 par. III NCPC).
Los documentos procesales que se añaden a la demanda, son aquellos que condicionan su admisibilidad,
exponen algunos presupuestos procesales y demuestra la jurisdicción territorial y competencia de la
autoridad a quien va dirigida la demanda; la capacidad de la parte actora y la representación
(convencional, legal o sin mandato).
Los documentos que demuestran la competencia de la autoridad judicial, derivan de los propios
instrumentos materiales (escritura pública, contrato, título, recibos testamento, etc.) que establezca el
fuero personal, real o sucesorio según las reglas de competencia (Art. 12 NCPN).
Para exponer la capacidad de las partes se consideran: certificados de nacimiento, cédulas de identidad,
certificaciones médicas, resoluciones judiciales sobre declaración de interdicción, etc.
Los documentos materiales, son relativos a la cuestión de fondo y por tanto operan como prueba
preconstituida en el proceso.
Consisten en documentos que emanan del derecho y justifican los hechos narrados; pueden ser: públicos,
privados, electrónicos o mercantiles.
Los documentos materiales que se incorporan a la demanda, son aquéllos que fundan o corroboran el
derecho a una sentencia favorable; es decir que se trata de la prueba instrumental preconstituida, que
representa el o los actos constitutivos de la relación que en la demanda se invoca y que motiva el
nacimiento del derecho material (ejemplo, contrato, negocio jurídico, testamento, etc.).
No hay razón alguna, para que el actor reserve ciertos documentos que sean decisivos para el litigio;
después de interpuesta la demanda, no se admitirá añadir documentos al proceso; a no ser que sean de
fecha posterior o anteriores, Pero desconocidos por el actor (Art. 112 NCPC).
Si la parte actora no tuviese en su poder algún documento que justifique la pretensión, indicará en la
demanda su contenido (si es que lo conoce), precisando que se encuentra en poder de la parte
demandada o de un tercero (persona física o colectiva).
los documentos a su disposición los mencionará con la individualidad posible, expresando lo que de ellos
resulta y designando el archivo, la oficina pública o el lugar donde se encuentren los originales.
Es necesario advertir, que la obligación no cesa por el hecho que el actor no tenga los documentos en su
poder, siempre que le hubiera sido posible adquirirlos por diligencias particulares o judiciales, haciendo
uso en su caso de la acción exhibitoria. Entonces, no basta que la parte actora lo individualice al
documento que se encuentra en poder ajeno, sino que debe intentar por todo medio idóneo, hacer
conocer su contenido y mejor si es añadido al expediente; relacionándolo con hechos relevantes objeto
del debate.
Si el tercero es persona colectiva (pública o privada) a petición de parte o de oficio, podrá solicitarse su
reproducción o transcripción mediante prueba por informe (Art. 204 NCPC).
El tercero poseedor del documento, puede oponerse a la exhibición, aduciendo propiedad exclusiva o
perjuicio por la divulgación, proponiendo pruebas que demuestren su derecho a la abstención.
2.4.4. Documentos nuevos o desconocidos
Los documentos con fecha posterior al acto de proposición o desconocidos por la parte a tiempo de
presentar la demanda, podrán integrarse al expediente de forma futura. Deben distinguirse, entre los que
tienen fecha posterior a la demanda y los que tienen fecha anterior, estos últimos, deben ser
desconocidos por la parte actora a momento de interponer la pretensión.
La primera excepción, se refiere a los documentos de fecha posterior a la demanda y se justifica con sólo
enunciarla, porque no habiendo existido al momento de la presentación de aquélla, no podía el actor
referirse a esos documentos ni acompañarlos.
La segunda excepción se establece a favor de los documentos de fecha anterior a la demanda, respecto
de los cuales el actor debe prestar juramento, de no haber tenido antes conocimiento de ellos.
La ignorancia del actor es disculpable si se tiene en cuenta que muchas veces se debe a maniobrar del
demandado como ocurre a menudo en los juicios sobre simulación de actos jurídicos, en que, el
demandante descubre durante la tramitación del proceso documentos que permanecían ignorados
porque aquél tenía interés en que continuaran ocultos.
Los documentos con fecha posterior a la demanda o reconvención, tienen la posibilidad de ser insertados
al proceso, hasta antes de dictarse sentencia, exhibiéndolos mediante memorial o en audiencia; en
cambio, los que tienen fecha anterior al acto de proposición (pero desconocidos por la parte), permiten
ser incorporados previo juramento de no haber tenido conocimiento de manera anticipada (Art. 112
NCPC).