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El holocausto fue el asesinato masivo de millones de personas a manos del régimen nazi

durante la Segunda Guerra Mundial, que se desarrolló entre 1939 y 1945. La población
judía fue el principal objetivo de los nazis, y se estima murieron aproximadamente seis
millones de judíos europeos durante esta campaña de exterminio. En 1933, el partido
Nacional Socialista alemán, o Nazi, llegó al poder en el país, a cabeza de Adolf Hitler, con
la promesa de llevar a cabo verdaderas transformaciones políticas y económicas en
Alemania, que se había visto severamente afectada tras el fin de la Primera Guerra Mundial
y con la firma del Tratado de Versalles, en 1918.
En medio de la crisis económica que atravesaba el país, las ideas políticas radicales y
extremistas permearon en la sociedad, y con la ayuda de una poderosa campaña de
propaganda que mostraba a Hitler y al partido nazi como la ‘esperanza’ para reestructurar a
Alemania, fueron adquiriendo terreno en la política de ese país, hasta que en 1932 ganaron
las elecciones y se convirtieron en el partido mayoritario en el Gobierno, que Hitler pasó a
liderar en enero de 1933.
El partido nazi se fundó bajo las bases ideológicas de que las personas estaban
determinadas por su raza, y como tal, existían unas razas superiores y otras inferiores. La
raza aria era considerada como la ‘raza dominante’, mientras que los judíos eran vistos
como ‘inferiores’.
Desde su llegada al poder, los nazis emprendieron una campaña de discriminación contra
los judíos que fue escalando progresivamente, y que en sus etapas tempranas (entre 1933 y
1939), se caracterizó por estrictas medidas económicas y un auge de la propaganda
antisemitista –que en sus términos básicos se resume en el odio hacia los judíos- con el
objetivo de aislar y segregar a esta población.
La llegada al poder de los nazis también marcó el comienzo de los campos de
concentración. El primer campo, destinado para los presos políticos, se llamó Dachau y se
estableció en Alemania en 1933. Los primeros campos de concentración se basaban en el
trabajo forzado, y no eran campos de exterminio, como sí lo eran los que llegarían después.
En 1939, los nazis invadieron el país vecino de Polonia, y con ese acto inició oficialmente
la Segunda Guerra Mundial. También inició una campaña de persecución mucho más
radical contra aquellos considerados como ‘inferiores’, un concepto que no solo abarcaba a
la población judía, sino a los gitanos, a los discapacitados, a los testigos de Jehová, a los
homosexuales y a los comunistas.
Fue en ese mismo año, en la zona invadida de Polonia, cuando se estableció el primer
gueto. Los guetos fueron barrios donde se confinaban a los judíos, con el objetivo de
incrementar su aislamiento y su segregación. El Museo Memorial del Holocausto en
Estados Unidos estima que al menos 800.000 personas murieron dentro de los guetos entre
1939 y 1945, debido a las pobres condiciones sanitarias y a la falta de alimentos.

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