Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ESTUDIANTES:
JAIRO LEON ACOSTA HERNANDEZ.
KAREN YESSENIA ACEVEDO PERDOMO.
YEIMI LIZETH BERNAL PARRA.
DOCENTE:
JHON JAIRO GARCIA LOPEZ.
● DEMANDA JUDICIAL:
Es aquel escrito que inicia la actuación ante el órgano jurisdiccional y que
proviene del demandante o la parte actora de determinada controversia, la
finalidad de dicho documento es relatar los hechos que dan lugar a que se
suscite una actuación ante el Estado, además de exponer determinadas
pretensiones debidamente sustentadas y de acuerdo a derecho, con la
finalidad de que le sea reconocido un derecho que considera que le
corresponde.
Entre los requisitos de la demanda judicial se encuentran:
■ Designación del juez al que se dirige: Se trata de dirigir la demanda
a aquel juez competente para proferir una decisión acorde a lo que se
pide, evitando de esta forma un posible conflicto de competencia.
■ Identificación de las partes y su apoderado: Es necesario que el
demandante y demandado sean identificados con el nombre, domicilio,
correo electronico, cedula o NIT (en tratándose de personas jurídicas).
■ Hechos: Se trata de aquellos hechos que con su ocurrencia dan razón
al conflicto y a su tutela ante los organismos jurisdiccionales.
■ Pretensiones: Son aquellas solicitudes respetuosas que se le hacen
al juez para que declare, constituya, extinga o imponga una situación
jurídica.
■ Fundamentos de derecho: Se trata de aquellas normas y/o preceptos
jurídicos que amparan el derecho o la petición invocada.
■ Pruebas: Pruebas documentales o testimoniales que se pretende
hacer valer.
■ Lugar de notificaciones: Se debe especificar el lugar de
notificaciones tanto de la parte actora como del demandado, la
dirección será tanto física como electrónica garantizando de este modo
la debida notificación.
■ Anexos: Estos anexos se deben adjuntar en la demanda y ejemplos
de estos son:
○ Copia del poder.
○ Pruebas documentales.
○ Copia de la demanda para el traslado.
● PRETENSIÓN PROCESAL:
Se trata de aquello que un sujeto solicita en relación con un derecho o con
una acción, es una definida declaración de voluntad presentada ante un juez
con la expectativa de que se reconozca una situación jurídica. Estas
pretensiones podrán hacerse exigibles por medio del derecho de acción, lo
cuál activa el órgano jurisdiccional para obtener un pronunciamiento al final
del proceso. Enunciada de esta forma Eduardo Cotere la define como “la
afirmación de un sujeto de derecho de merecer la tutela jurídica y por
supuesto, la aspiración concreta de que esta se haga efectiva”, lo que
permite dilucidar que esta manifestación de voluntad se basa en la auto-
atribución de un derecho material concreto y exigible, por lo que el sujeto se
empeña en obtener algo independientemente de que tenga derecho o no a
ello.
Los tres elementos que de acuerdo a Jaime Guasp integran cualquier realidad
jurídica son:
● SUBJETIVO:
Se trata de los entes personales que figuran como titulares, de las conductas
humanas significativas que lleva la pretensión procesal, entre estas es
distinguible el destinatario de la pretensión toda vez que es necesario que las
actuaciones se ejerzan frente a alguien, además del sujeto activo (que es
quien ejerce la actuación en contra de otro), el pasivo (es frente a quien se
efectúa la pretensión) y el destinatario (es ante quien se formula la
pretensión).
● OBJETIVO:
Se trata del objeto de la pretensión procesal que bien puede ser una cosa
corporal o una conducta de otra persona, en otras palabras se trata del
elemento transpersonal que debidamente constituido puede ser material o
ideológico, cosa que no lo hace menos constituible de una relación jurídica.
● DE ACTIVIDAD: En este caso se precisa una exteriorización de la conducta
humana, por tanto se liga esta pretensión a la completa voluntad que detenta
el ser humano, siendo en sí misma una declaración de esa misma voluntad,
por lo que se expone más claramente como la manifestación peculiar de una
petición o de una resolución. Definiendo el autor como la petición de un
sujeto activo ante un juez frente a un sujeto pasivo sobre un bien de la vida.
Únicamente las partes pueden aportarle al proceso los hechos, a fin de establecer
su objeto y el alcance del debate. Queda lógicamente el juez excluido de toda
facultad al respecto. Aparece, entonces, el concepto de pretensión, en su acepción
procesal, que consiste en una manifestación de voluntad de un sujeto de derecho
mediante la cual exige algo a otro sujeto a través de los órganos jurisdiccionales del
Estado.
La pretensión procesal es “el efecto jurídico concreto que el demandante (en los
procesos civiles, laborales y contencioso administrativos) o el querellante o
denunciante y el Estado a través del juez o del fiscal, según el sistema vigente (en
los procesos penales), persiguen con el proceso, efecto al cual se quiere vincular al
demandado (si lo hay) o al imputado y luego procesado”
El juez se le permite tomar decisiones más allá de lo pedido por partes, por tanto las
prensiones va más allá de la voluntad de los sujetos a ser la voluntad del juez.
El objeto del proceso lo determina la pretensión, que se integra por el peti- tum y la
causa de pedir, y que a su vez se conforma por lo hechos que sustentan la petición.
Esta formulación del principio dispositivo se basa en la idea de que son las partes
quienes tienen el interés y la responsabilidad de llevar adelante el proceso civil,
proponiendo sus pretensiones y defensas y aportando los antecedentes necesarios
para sustentar sus posiciones. El juez, por su parte, tiene la función de decidir sobre
las pretensiones y defensas propuestas por las partes, pero no puede actuar de
oficio, sino que debe limitarse a lo que las partes hayan alegado y probado.
Cabe señalar que esta formulación del principio dispositivo en Chile ha sido objeto
de críticas y cuestionamientos por parte de algunos sectores doctrinarios, que
argumentan que este principio puede dar lugar a desigualdades procesales y a una
concentración de poder en manos de las partes más poderosas. Sin embargo, por el
momento, esta es la formulación vigente del principio dispositivo en la dogmática
procesal civil en Chile.
Los efectos ad intra proceso de la prohibición de mutatio libelli son los siguientes:
El objeto de un proceso jurídico puede ser muy variado, ya que puede estar
relacionado con diferentes ámbitos del derecho, tales como el civil, el penal, el
laboral, el mercantil, entre otros. Asimismo, el objeto de un proceso puede ser
determinado por factores como los derechos o intereses en juego, los hechos que
dieron origen al conflicto, las normas legales aplicables, entre otros aspectos.
En el caso de un proceso civil, por ejemplo, el objeto puede ser una demanda por
incumplimiento de un contrato, una reclamación de derechos sobre una propiedad,
un juicio sucesorio, entre otros. En un proceso penal, el objeto puede ser una
acusación por la comisión de un delito y la correspondiente investigación y
enjuiciamiento del mismo.
El inicio y el final de un proceso judicial pueden variar dependiendo del país y del
tipo de proceso de que se trate. A continuación, se presentan algunas generalidades
que suelen aplicar en muchos sistemas judiciales:
● Inicio del proceso judicial: El proceso judicial inicia con la presentación de la
demanda o el escrito inicial por parte del demandante o actor. Este acto
procesal puede variar en su denominación y contenido dependiendo del país
y del tipo de proceso, pero en general, tiene como finalidad poner en
conocimiento del juez o tribunal el conflicto que se plantea y las pretensiones
que se persiguen.
● Terminación del proceso judicial: El proceso judicial puede terminar de
diferentes formas, entre las que se incluyen:
● Sentencia: Es el acto procesal mediante el cual el juez o tribunal resuelve el
conflicto y determina las consecuencias jurídicas correspondientes. La
sentencia puede ser favorable o desfavorable a una de las partes y puede
poner fin al proceso judicial.
● Desistimiento o allanamiento: En algunos casos, las partes pueden poner fin
al proceso judicial mediante el desistimiento de la demanda o la aceptación
de las pretensiones del demandante por parte del demandado (allanamiento).
● Caducidad o prescripción: Si una de las partes no realiza los actos
procesales necesarios en los plazos establecidos, el proceso puede caducar.
Por otro lado, si ha transcurrido el plazo para ejercer una acción, el proceso
puede ser declarado prescrito.
● Acuerdo entre las partes: En algunos casos, las partes pueden llegar a un
acuerdo antes de que se dicte sentencia, poniendo fin al proceso judicial.
Es importante señalar que existen otras situaciones que pueden influir en el inicio o
terminación del proceso judicial, como por ejemplo, las impugnaciones, recursos y
apelaciones, entre otros actos procesales que pueden prolongar el proceso hasta
que se agoten todas las instancias.