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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA, CIENCIAS SOCIALES Y POLÍTICAS

CARRERA DE DERECHO

SEXTO SEMESTRE

ALUMNO: LISBETH NATHALY CARPIO TRIVIÑO

DOCENTE: DR. ANGEL TAPIA VELEZ

ASIGNATURA: TEORÍA GENERAL DEL PROCESO

PERÍODO: 2020 – 2021 CII

CURSO: 6-8

JORNADA: NOCTURNA
ACCIÓN Y PRETENSIÓN

Proceda a determinar la parte conceptual y a realizar un análisis sobre la acción y la


pretensión; finalmente establezca la importancia de la pretensión al momento de
accionar, sea esta en justicia ordinaria como en justicia constitucional.

CONCEPTOS

ACCIÓN.- Es el poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho, consistente en la facultad
de acudir ante los órganos de jurisdicción, exponiendo sus pretensiones y formulando la
petición que afirma como correspondiente a su derecho vulnerado.

PRETENCIÓN.- Es la declaración de la voluntad, el acto mediante el que se reclama ante


una autoridad judicial, plasmada en una petición que permita que dicha autoridad la
conceda.

ANÁLISIS DE LA ACCIÓN Y PRETENCIÓN

Podríamos decir que la acción es la facultad de impulsar la actividad jurisdiccional, es


decir, al ser ejercitada, el Juzgador deberá resolver la pretensión que integra la demanda o
escrito jurídico que sea presentado, y la pretensión es lo que se pide, pretende o solicita a
otro sujeto. En la pretensión existen dos sujetos: Activo: Es el individuo que quiere obtener
algo. Pasivo: Es el individuo que debe realizar ese algo que el sujeto activo le solicita.

Referente a la acción podemos destacar características de la misma, como: Derecho o Poder


Jurídico: La Acción ha sido calificada de ambas maneras, compartiéndose la idea que él
mismo, consiste en una facultad de ejercer ciertas actuaciones. Público: En primer lugar
porque le pertenece a toda persona; incluso es calificado como un Derecho Humano. En
segundo término, debido a que se ejerce ante el Estado, representado por el órgano
jurisdiccional. En suma, deriva de su función pública de evitar la justicia privada y
garantizar el orden jurídico y social. Abstracto: Su existencia y ejercicio no está relacionado
a ningún hecho o derecho concreto; la Acción es propia e inherente a la persona, no
derivada de algún caso determinado. Autónomo: Relacionada en cierta forma con la
anterior, el derecho de Acción no está subordinado ni pertenece a ningún otro derecho,
mucho menos al derecho material reclamado. Bilateral: Algunos autores (y pareciera que
algunas legislaciones también) incluyen en la noción de Acción, el derecho que tiene la
contraparte material a defenderse, oponiéndose a la pretensión planteada. Metaderecho:
Este aspecto viene dado por la consagración del derecho a la jurisdicción como un Derecho
Humano amparado por Declaraciones Internacionales de este tipo, y en la mayoría de las
constituciones nacionales.

Por su parte la pretensión se caracteriza por que refiere a una afirmación, realizada por el
solicitante, en la cual va acompañada y fundamentada de los elementos de hecho y de
derecho, necesarios para instruir al juez sobre la referida afirmación; por ser en principio
una afirmación sobre la acreencia en relación a un derecho, ésta es decidida por una
persona distinta de quien la solicita, ya que, quien en definitiva reconocerá su procedencia
es el Estado a través del órgano jurisdiccional; jurídicamente, como expresa Couture, sólo
requiere la auto-atribución de un derecho, o la afirmación de tenerlo; aunado a la
afirmación de un derecho la pretensión, va acompañada de una petición, la cual se resume
en el requerimiento realizado por el demandante al órgano jurisdiccional, para que éste le
reconozca legalmente el derecho auto- atribuido.

La diferencia entre acción y pretensión consiste en que mientras en la acción tienes la


facultad de impulsar la actividad jurisdiccional para que un juzgador resuelva tu pretensión
relacionada con un derecho subjetivo que consideras te ha sido violado, la pretensión
únicamente consiste en lo que pide, solicita o pretende quien haya ejercitado la acción, es
decir, el sujeto activo.

Mientras que la pretensión es una conducta de hacer o no hacer valer un derecho subjetivo,
la acción consiste en la forma en cómo hacer valer una pretensión de un derecho subjetivo.

Como se mencionó previamente, resulta común confundir y otorgarle el mismo trato


jurídico, a la Acción y a la pretensión, cuando, a pesar de lo dificultoso que puede ser su
distinción, ambas figuras son diferentes. Partiendo de esta premisa se dice entonces, que la
pretensión es la declaración de voluntad efectuada por ante el juez, y es el acto por el cual
se busca que éste reconozca una circunstancia con respecto a una presunta relación jurídica.
La pretensión nace como una institución propia en el derecho procesal, en virtud del
desarrollo doctrinal de la Acción, y etimológicamente proviene de pretender, que significa
querer o desear.

Ante lo mencionado aparece la demanda la cual en el derecho privado, los procesos se


verifican, generalmente a instancia de una persona distinta del Órgano Jurisdiccional. Por
consiguiente, se requiere de la actividad de un sujeto procesal distinto del juzgador y este
acto de voluntad, se conoce como el libelo de la demanda. Por consiguiente, la demanda es
el evento de iniciación procesal, el cual da vida al proceso, característica esencial que sirve
para diferenciarla del resto de peticiones surgidas dentro de un proceso ya instaurado.

Para concluir podemos decir que el derecho de acción es uno solo, público, inviolable e
irrenunciable; sin embargo pueden existir un sin número de pretensiones, incluso llegar a
acumular varias en un mismo juicio, o en una demanda; la demanda es un instrumento, y es
una sola válida para cada parte del juicio; para el actor como el acto introductorio del
proceso, para el demandado en caso de reconvención y de ser el caso para los terceros, a
través de su intervención según los parámetros estipulados por la ley.
IMPORTANCIA DE LA PRETENSIÓN AL MOMENTO DE ACCIONAR
(JUSTICIA ORDINARIA)

Este procedimiento inicia con la presentación de la demanda, misma que debe contener los
requisitos establecidos en el Art. 142 del Código Orgánico General de Procesos, es decir:

1. La designación de la o del juzgador ante quien se la propone;

2. Los nombres y apellidos completos, número de cédula de identidad o ciudadanía,


pasaporte, estado civil, edad, profesión u ocupación, dirección domiciliaria y electrónica de
la o del actor, casillero judicial o electrónico de su defensora o defensor público o privado;
3. El número del Registro Único de Contribuyentes en los casos que así se requiera;

4. Los nombres completos y la designación del lugar en que debe citarse a la o al


demandado;

5. La narración de los hechos detallados y pormenorizados que sirven de fundamento a las


pretensiones, debidamente clasificados y numerados;

6. Los fundamentos de derecho que justifican el ejercicio de la acción, expuestos con


claridad y precisión;

7. El anuncio de los medios de prueba que se ofrece para acreditar los hechos;

8. La solicitud de acceso judicial a la prueba debidamente fundamentada, si es del caso;

9. La pretensión clara y precisa que se exige;

10. La cuantía del proceso cuando sea necesaria para determinar el procedimiento;

11. La especificación del procedimiento en que debe sustanciarse la causa;

12. Las firmas de la o del actor o de su procuradora o procurador y de la o del defensor.

Adicionalmente se deberá acompañar la nómina de testigos con indicación de los hechos


sobre los cuales declararán y la especificación de los objetos sobre los que versarán las
diligencias, tales como la inspección judicial, la exhibición, los informes de peritos y otras
similares. Si no tiene acceso a las pruebas documentales o periciales, se describirá su
contenido, con indicaciones precisas sobre el lugar en que se encuentran y la solicitud de
medidas pertinentes para su práctica.
Debiéndose acompañar además los siguientes documentos: 1. El poder para intervenir en el
proceso, cuando se actúe por medio de apoderada o apoderado o de procuradora o
procurador judicial; 2. Los habilitantes que acrediten la representación de la o del actor, si
se trata de persona incapaz; 3. Copia legible de la cédula de identidad o ciudadanía,
pasaporte o Registro Único de Contribuyentes de la o del actor; 4. La prueba de la calidad
de heredera o heredero, cónyuge, curadora o curador de bienes, administradora o
administrador de bienes comunes, albacea o de la condición con que actúe la parte actora,
salvo que tal calidad sea materia de la controversia; 5. Los medios probatorios de que se
disponga, destinados a sustentar la pretensión, precisando los datos y toda la información
que sea necesaria para su actuación; 6. En los casos de expropiación, la declaratoria de
utilidad pública, el certificado de propiedad y gravámenes emitido por el Registro de la
Propiedad, el certificado del catastro en el que conste el avalúo del predio.

La contestación a la demanda se presentará por escrito y cumplirá, en lo aplicable, los


requisitos formales previstos para la demanda, la parte demandada deberá pronunciarse en
forma expresa sobre cada una de las pretensiones de la parte actora, sobre la veracidad de
los hechos alegados en la demanda y sobre la autenticidad de la prueba documental que se
haya acompañado, con la indicación categórica de lo que admite y de lo que niega.

Deberá además deducir todas las excepciones de las que se crea asistida contra las
pretensiones de la parte actora, con expresión de su fundamento fáctico. Las excepciones
podrán reformarse hasta antes de la audiencia preliminar.

IMPORTANCIA DE LA PRETENSIÓN AL MOMENTO DE ACCIONAR


(JUSTICIA CONSTITUCIONAL)

El profesor Eduardo Aldunate señala sobre este tema que "si hoy se concibe la jurisdicción
como facultad a ser ejercida para el cumplimiento de la función jurisdiccional, y por ello
tiene por objeto agotar el componente jurídico de los conflictos, cabe preguntarse cuál es el
específico conflicto que habrá de manejar la jurisdicción constitucional. Básicamente
podría responderse que éste se refiere a las pretensiones encontradas de los sujetos políticos
sobre la aplicación de la Carta Fundamental. No hay un conflicto de fondo cuya aplicación
pase por la aplicación de las normas, sino que, dentro de un sistema constitucional, el
conflicto mismo (político, en su caso) se subsume en la pretensión de aplicación de la
norma constitucional, en el específico sentido sustentado por quien reclama. Pareciera ser
que la especialidad de la función jurídico-constitucional y de su concreción como facultad
(la respectiva jurisdicción) va a radicarse en otras características, a saber: la norma a operar,
la finalidad de la operación y el producto de la misma».

Pretensión constitucional. 1. Sobre la pretensión de naturaleza constitucional la Sala se ha


pronunciado, en términos generales, así: “Constitucionalmente, pretensión es el medio de
concreción o realización del derecho de acción, es decir, es la petición dirigida a un tribunal
y frente a un sujeto distinto de quien pretende, sobre un determinado bien jurídico,
reclamado con fundamento en unos específicos hechos.- La pretensión procesal cumple en
los procesos constitucionales la misma función que en otros tipos de procesos, pero se
distingue de otras por la especial referencia que en ella se hace, a la contradicción con las
disposiciones constitucionales del acto que se impugna; es decir, que el pretensor estima se
ha infringido la normativa constitucional, y es por dicha razón, que aquél solicita del
órgano jurisdiccional -para este caso la Sala de lo Constitucional- efectúe un análisis de
constitucionalidad.”

CONCLUSIÓN

La pretensión nace como una institución propia en el derecho procesal, en virtud del
desarrollo doctrinario de la acción, y etimológicamente proviene del término pretender, que
significa querer o desear. Su importancia, en el estudio del derecho procesal, radica en que
permite una correcta diferenciación del término acción al cual ya hemos estudiado
anteriormente.

La pretensión estudia el objeto del proceso, es decir, las razones por las que una persona se
presenta ante la justicia y plantea en su demanda un determinado conflicto de intereses.

La característica fundamental de las pretensiones meramente declarativas consiste en que


solo basta la declaración de certeza para satisfacer el interés de quien lo propone, y por lo
tanto, para agotar el cometido de la función jurisdiccional.

La pretensión procesal tiene por función generar un proceso, siendo su objeto el obtener
una sentencia puede ser esta de carácter de condena, declarativa, constitutiva o ejecutiva.

Como se ha señalado la pretensión constituye la manifestación de voluntad de un sujeto una


exigencia frente a otro, por ello esta debe estar contenida con los fundamentos de hecho o
razones fácticas que sustentan la pretensión (causa pretendi) y por la fundamentación
jurídica, que no es otra cosa que el derecho subjetivo en el cual se sustenta su petición (iuris
petitum iuris petitio). Los elementos de la pretensión son: los sujetos, el objeto y la causa.

La acción y la pretensión se diferencian de manera que en la acción los sujetos son el actor
(sujeto activo), y el juez quien encarna al Estado (sujeto pasivo); en tanto que la pretensión,
el sujeto es el actor o pretensionante (sujeto activo) y el demandado o pretensionado (sujeto
pasivo).

En la acción se busca una decisión, bien sea esta favorable o no; en tanto que en la
pretensión se busca una decisión favorable, que acoja el petitorio reclamad

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