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La demanda tiene una importancia capital en el proceso mercantil. Como consecuencia del
predominio del principio dispositivo, el objeto del proceso va a ser fijado por las partes en sus
escritos iniciales: La Demanda en la que el actor expresará su acción o sus acciones y la contestación
a la demanda, en la que el demandado hará valer sus excepciones y defensas.
La demanda es un acto fundamental para iniciar el proceso, con ella el actor plantea al juez
su versión del litigio y expone concretamente sus pretensiones.
La demanda es un acto básico del proceso, es quizá el acto más importante de la parte
actora, como la sentencia es el acto fundamental del tribunal.
Concepto de demanda: Es el acto procesal por medio del cual una persona (Física o moral)
convertida en demandante o actor, inicia el ejercicio de una acción contra otra llamada demandado
expresando una pretensión fundada y delimitada ante un órgano judicial supra ordenado a ambos
sobre una acción de dar, hacer o no hacer.
Acción: Facultad o derecho subjetivo procesal concedido a las personas para promover un proceso
ante el órgano judicial a fin de formular pretensiones.
Pretensión: es la reclamación hecha ante el órgano judicial en contra de otra persona sobre
determinado bien.
Demanda: Acto procesal por medio del cual un actor ejercita el derecho de fincar un proceso y
expresar su pretensión
REQUISITOS DE LA DEMANDA.
Toda contienda judicial comenzará con un escrito inicial de demanda, misma que deberá contener:
La demanda debe presentarse ante un juez competente. Para precisar cuál es el juez
competente deben tenerse en cuenta los diversos criterios que determinan la competencia
(territorio, materia, grado, cuantía, prevención, turno etc.) los cuales ya fueron estudiados en el
curso de Teoría general del proceso.
Cabe destacar aquí, que las demandas dirigidas al juez competente deberán de expresarse
de tal forma que solo indique el órgano jurisdiccional no así el nombre del titular de dicho despacho.
2.- El nombre del actor o personas que lo representen, y el domicilio que señale para oír
notificaciones.
La persona que asuma la posición de actora o demandante y comparezca por su propio derecho
debe tener capacidad procesal (un niño o una persona declarada en estado de interdicción no tienen
dicha capacidad) para poder realizar por si misma los distintos actos procesales; las personas sin
capacidad procesal solo pueden comparecer a juicio por medio de sus legítimos representantes
(patria potestad, tutela etc.).
Las personas físicas con capacidad procesal pueden a su vez nombrar apoderados jurídicos o
mandatarios que les representen en juicio.
Las personas jurídicas (morales o colectivas) también deben comparecer a juicio a través de sus
órganos de representación (apoderados jurídicos).
Tanto las personas físicas o morales que comparezcan a juicio a través de sus legítimos
representantes, deberán acreditar dicha personería al momento mismo de la presentación de la
demanda, con documento idóneo (poder general, acta constitutiva).
Dado que la acción es una instancia proyectiva, es decir, una acción que se dirige al Juez pero que
se proyecta al demandado, es obligación del actor mencionar el nombre en contra de quien se
intente dicha acción así como el lugar donde esta persona (física o moral) puede ser localizada con
el propósito de darle a conocer que existe una acción en su contra y así pueda contestarla y
defenderse. Lo anterior a fin de abonar al principio “Audiatur et altera pars” (se deben escuchar a
las partes).
En caso de que el actor olvide o no pueda proporcionar el domicilio del demandado, el juicio
se estancará, pues al no poder hacer notificación alguna (dado que esta primera notificación es
personalísima) no se avanzará hasta que esta omisión no sea subsanada
Aquí es donde se debe precisar la pretensión del actor: el dar, hacer o no hacer que reclame del
demandado, así como el bien sobre el que recae la conducta pretendida.
Es completamente necesario que el actor determine con precisión cada una de las prestaciones que
reclame en su demanda
Estos hechos se deben numerar y narrar sucintamente, con claridad, y precisión, de tal manera que
el demandado pueda preparar su contestación a la demanda.
En la demanda se pueden citar los preceptos legales o los principios jurídicos aplicables, esto no
quiere decir que el juzgador forzosamente deba observar esos preceptos legales invocados.
En base al principio Iura Novit Curia (El derecho es conocido por el tribunal) esto quiere decir que el
derecho invocado por las partes no vincula al juzgador pudiendo este tomar en cuenta dicho
derecho o no, o en su defecto fundar su sentencia en preceptos jurídicos no invocados por las partes.
Este requisito suele concretarse citando los números de los artículos y la ley o código al que
pertenezcan los cuales se consideren aplicables al asunto. De igual forma, puede invocarse también
jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de los Tribunales Colegiados de Circuito
expresando en ellas el rubro para su identificación.
De igual forma se debe estar a lo preceptuado por el principio general de derecho “dame los hechos
que yo te daré el derecho”.
De igual forma, es de vital importancia señalar que en el mismo escrito de demanda deberán
intentarse tantas acciones cuantas se tengan en contra del demandado, evitando por la misma
causa abrir varios procesos distintos.
Así, por ejemplo, no se puede demandar en una acción la recisión de un contrato, en otra
distinta la devolución de las prestaciones reclamadas, en otro proceso el pago de daños y perjuicios
por el incumplimiento y en un cuarto juicio el pago de gastos y costas generados.
Las acciones que pudieran versar sobre los mismos hechos y no hechas valer en la misma
demanda difícilmente procederán en el futuro como acciones en juicios distintos.
Esta regla sirve para determinar el juzgado que deba conocer del litigio en razón de la cuantía.
Requisitos diversos:
Pese a no encontrarse dentro de la ley procesal, los siguientes requisitos forman parte de la
conducta reiterada de los litigantes al momento de interponer una demanda:
a) Firma del Actor: Es una señal inequívoca de la manifestación de la voluntad de aquel que
actúa procesalmente y se hace responsable del contenido del escrito. De igual forma, le da
validez a todo lo actuado por escrito.
b) La vía procesal: Este indica la clase de juicio que se intenta (ordinario, ejecutivo, especial).
c) Puntos Petitorios: Estos son la síntesis de las pretensiones que se hacen al juez en relación
con la admisión de la demanda.
d) Protesto lo necesario: Es un uso forense de carácter formal cerrar una demanda con la frase
“protesto lo necesario” y que es una declaración jurada de litigar de buena fe.
Dado que la demanda es una petición de sentencia, esta encuentra íntima relación con aquella,
en donde el juez decide si la pretensión del actor resultó fundada o infundada.
DEMANDA SENTENCIA
PROEMIO PREÁMBULO
DERECHO CONSIDERANDOS