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60 Cirrosis hepática

Vanesa Bernal*, Jaume Bosch**

* Unidad de Gastroenterología y Hepatología. Hospital de San Jorge, Huesca


**Unidad de Hepatología. Instituto de Enfermedades Digestivas y Metabólicas IDIBAPS. CIBERehd
Hospital Clinic. Barcelona. Universidad de Barcelona

Introducción Objetivos de este capítulo


La cirrosis constituye la culminación de un largo ❱❱ Describir el origen de la hipertensión portal
proceso que aboca finalmente a la formación de en la cirrosis hepática y las consecuencias
septos fibrosos y nódulos de regeneración, que clínicas del shunt porto-sistémico.
representan el sustrato morfológico de esta en-
❱❱ Conocer el impacto de la cirrosis hepática
fermedad (figura 1). La fibrosis hepática juega
sobre otros órganos y sistemas.
un papel determinante en la evolución a cirrosis
a partir de diversas enfermedades hepáticas, y ❱❱ Proporcionar recursos para una
consiste en un aumento difuso de la matriz ex- aproximación al diagnóstico de la cirrosis
tracelular en respuesta a un daño persistente en hepática y recomendaciones para el
el hígado. manejo general de estos pacientes.

El alcohol y el virus de la hepatitis C siguen sien-


REFERENCIAS CLAVE
do los dos factores etiológicos más frecuente-
mente implicados en nuestro medio, seguidos 1. Bosch J, D’Amico G, García-Pagán JC.
de la enfermedad por depósito de grasa no al- Portal hypertension. En: Schiff ER, Sorrell
cohólica. Cuando no se logra identificar ninguna MF, Maddrey WC, eds. Schiff’s Diseases of
de estas causas, debe realizarse una minuciosa The Liver. Lippincott Williams & Wilkins.
investigación para descartar enfermedad auto- Philadelphia, 2002:429-86.
inmune, genética o metabólica, toxicidad por 2. Navasa M, Arroyo V. Ascites and Sponta-
fármacos, así como cirrosis de causa biliar o con- neous Bacterial Peritonitis. En: Schiff ER,
gestiva (tabla 1). Sorrel MF, Maddrey WC (eds). Diseases of
the liver (9th edition). Lippincot-Williams &
La historia natural de la cirrosis se caracteriza Wilkins. Philadelphia, 2003: 559-595.
por una fase asintomática, denominada cirrosis
3. De Franchis R. Revising consensus in portal
hepática compensada, seguida de una fase sin-
hypertension: Report of the Baveno V
tomática y rápidamente progresiva, en la que se
consensus workshop on methodology of
manifiestan complicaciones derivadas de la hi-
diagnosis and therapy in portal hyper-
pertensión portal y de la insuficiencia hepática.
tension. J Hepatol (2010),doi: 10.1016/j.
Esta última fase se conoce como cirrosis hepática
jhep.2010.06.004
descompensada. El fenómeno clave que marca
el paso de una fase a la siguiente, es el aumento
de la presión portal. A lo largo de este capítulo
analizaremos como acontece la progresión de la
cirrosis y sus principales consecuencias1.
rencia entre la presión portal y la presión en la vena
Hipertesión portal y vasodilatación cava inferior o en la vena suprahepática). Los valo-
res normales son de 1 a 5 mmHg. El método más
esplácnica utilizado para medir el gradiente de presión por-
La hipertensión portal se define como un incre- tal consiste en la determinación del gradiente de
mento del gradiente de presión portal (la dife- presión en la vena hepática (GPVH) definido como

H Í G A D O 867
Sección 6. Hígado

TABLA 1. Clasificación etiológica de la cirrosis.

❱❱ Alcohol
❱❱ Hepatitis vírica
❱❱ Obstrucción biliar
• Cirrosis biliar primaria
• Cirrosis biliar secundaria
ej., colangitis esclerosante primaria
❱❱ Enfermedad metabólica congénita Figura 1. Histología de la cirrosis hepática: la imagen muestra
las dos características más relevantes: nódulos de regenera-
• Hemocromatosis ción y septos fibrosos (Cortesía del Dr. Marigil).
• Enfermedad de Wilson
• Déficit de alfa-1-antitripsina
• Fibrosis quística
lar se debía exclusivamente a un factor mecánico,
• Galactosemia
ligado a la distorsión de la arquitectura vascular
• Glucogenosis tipos III y IV originada por la fibrosis, los nódulos de regene-
• Tirosinemia ración y fenómenos de microtrombosis u oclusión
• Intolerancia hereditaria a la fructosa vascular. Sin embargo, hoy sabemos que a este
• Telangiectasia hemorrágica hereditaria componente, relativamente fijo del incremento de
la resistencia vascular, se suma otro componente
❱❱ Enfermedad metabólica adquirida
dinámico, dependiente de la contracción activa
• Esteatohepatitis no alcohólica de las células estrelladas perisinusoidales, que se
❱❱ Causas vasculares activan en la cirrosis hepática y desarrollan capa-
• Hígado de estasis crónico. cidades contráctiles que les permiten funcionar
• Enfermedad veno-oclusiva del hígado como pericitos sinusoidales. También se incluyen
a los miofibroblastos periportales y las células del
❱❱ Hepatitis autoinmune
músculo liso de las vénulas portales.
❱❱ Drogas y toxinas
❱❱ Sífilis La activación de estos elementos contráctiles se
ve favorecida por un estado de disfunción endo-
❱❱ Sarcoidosis
telial en los sinusoides, que da lugar a una insu-
❱❱ Bypass yeyuno-ileal ficiente producción de factores vasodilatadores
❱❱ Hipervitaminosis A endógenos, como el óxido nítrico (ON), junto con
❱❱ Idiopática o criptogenética el aumento de factores vasoconstrictores, como el
tromboxano A2, la endotelina y el sistema renina-
angiotensina.
la diferencia entre la presión venosa hepática de
El conocimiento de estos mecanismos resulta de
enclavamiento (u ocluida) y la presión libre. Existe
gradiente de presion en la vena hepatica gran importancia, dado que el componente diná-
hipertensión portal cuando el GPVH está eleva-
mico de la resistencia vascular intrahepática es
do. Si la elevación es inferior a 10 mmHg, consi-
reversible y, por tanto, una diana terapéutica. De
deramos que la hipertensión portal es subclínica,
hecho, la mayoría de los tratamientos existentes
mientras que valores del GPVH mayores o iguales
para la hipertensión portal se centran en la correc-
a 10 mmHg definen lo que se denomina como “hi-
ción de las alteraciones hemodinámicas mediante
pertensión portal clínicamente significativa” pues a
fármacos vasoactivos (terlipresina, somatostati-
partir de estos valores pueden aparecer todas las
na, betabloqueantes no selectivos). A su vez, el
complicaciones de la hipertensión portal.
componente mecánico podría modificarse favora-
El factor inicial que conduce a la aparición de hi- blemente mediante tratamientos que mejoren la
pertensión portal en la cirrosis es el aumento de la enfermedad hepática subyacente (abstención de
resistencia vascular hepática. Tradicionalmente se alcohol, tratamiento antiviral, fármacos antifibró-
pensaba que este aumento de la resistencia vascu- ticos, etcétera).

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60. Cirrosis hepática

dilatadores con efectos paracrinos (VIP, calcitonina,


sustancia P) y/o la intervención de endocannabio-
Lesión tisular noides y de un reflejo neural sensorial que inhibe
el tono vascular, se conjugan para inducir un estado
de vasodilatación esplácnica. Este fenómeno con-
Sustrato Sustrato tribuye a explicar la disfunción circulatoria obser-
dinámico morfológico vada en la cirrosis hepática con hipertensión portal,
con repercusiones sobre el pulmón y la circulación
renal2. La vasodilatación esplácnica es responsable
Incremento de la de la circulación hiperdinámica, que se manifiesta
resitencia vascular por un descenso de la presión arterial y de la resis-
intrahepátia tencia vascular periférica, aumento del gasto car-
diaco y elevación del aflujo de sangre al territorio
portal. Este hiperaflujo contribuye a elevar y man-
tener la hipertensión portal en fases avanzadas de
HIPERTENSIÓN PORTAL
la cirrosis (figura 2)3. El estrés de rozamiento (shear
stress) provocado por la circulación hiperdinámica,
Aumento del a través de la inducción de eNOs (óxido nítrico sin-
flujo venoso tetasa endotelial), constituye otra fuente de produ-
portal ción de ON1.
Desarrollo
de colaterales En años recientes se ha comprobado asimismo que
portsistémicas en la cirrosis se activan fenómenos angiogénicos
Circulación
(Shunt p-s) dependientes del factor de crecimiento vascular de-
hiperdinámica
rivado de endotelio (VEGF) y de plaquetas (PDGF), y
que este fenómeno contribuye en gran medida a la
progresión de la cirrosis y de la hipertensión portal,
Figura 2. Factores implicados en la hipertensión portal del pues contribuyen a la activación de las celulas es-
enfermo con cirrosis hepática.. trelladas, a la fibrogénesis e inflamación hepáticas,
y a la vasodilatación esplácnica y formación de co-
laterales portosistémicas. De hecho, al antagonizar
El aumento de la presión portal determina la aper- la vía de señalización de VEGF/PDGF se disminuye
tura y desarrollo de una extensa red de colaterales muy significativamente la fibrosis hepática, la vaso-
portosistémicas, cuya finalidad es derivar una pro- dilatación esplácnica, la formación de colaterales y
porción significativa del flujo esplácnico hasta la cir- la presión portal, por lo que se han propuesto te-
culación general, sin pasar por el hígado. Ello com- rapias antiangiogénicas para el tratamiento de la
porta múltiples consecuencias relevantes, entre hipertensión portal y la cirrosis4,5.
las que destaca la formación de varices esofágicas,
evento clave en la historia natural de la cirrosis he- Historia natural de la cirrosis
pática. De otra parte el shunt portosistémico permi-
La historia natural de la cirrosis comprende dos
te que bacterias o productos bacterianos de proce-
períodos bien diferenciados. Durante el primer
dencia intestinal alcancen la circulación general, lo
período, el enfermo permanece asintomático
que favorece la liberación de citocinas (mediadoras
y, de hecho, la enfermedad puede permanecer
de la inflamación) que promueven tanto la síntesis
oculta durante años, de tal manera que su descu-
de óxido nítrico (ON), como de prostaciclina (PGI2)
brimiento ocurre de forma accidental, al detectar
en la circulación extrahepática, donde provocan
una intensa vasodilatación y atenúan la respuesta una hepatomegalia de borde duro y cortante o el
a estímulos vasoconstrictores. Finalmente, a través hallazgo de anomalías de laboratorio en el curso
del shunt circulan péptidos gastrointestinales con de una analítica rutinaria (cirrosis compensada). El
poder vasoactivo (por ejemplo, glucagón) que es- segundo período se caracteriza por una fase clínica
capan al catabolismo hepático ejerciendo efectos rápidamente progresiva marcada por el desarro-
vasodilatadores sistémicos. Éstos y otros mecanis- llo de complicaciones (cirrosis descompensada).
mos vinculados a la intervención de péptidos vaso- La progresión de la cirrosis va a depender direc-
tamente de la causa y de su posible tratamiento.

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Sección 6. Hígado

Por ejemplo, el desarrollo de complicaciones en un el desarrollo de varices esofágicas o episodios de


paciente con cirrosis hepática de etiología alcohó- descompensación.
lica que continúa consumiendo alcohol es rápido,
La prevalencia de varices en esta fase es del 44%,
como también puede serlo la estabilización de la
mientras que en la fase de cirrosis descompensada
enfermedad en el caso de que se mantenga la abs-
es del 73%. A partir de un gradiente de presión por-
tinencia alcohólica.
tal por encima de 10 mmHg, se pueden presentar
Recientemente, se ha propuesto un nuevo esque- varices y otras complicaciones de la hipertensión
ma en la historia natural de la cirrosis que describe portal.
cuatro fases con unas características clínicas y un
La mortalidad en esta fase es baja, estimándo-
pronóstico bien diferenciados6:
se en un 2-4% al año, siendo más importante en
acumulación de
líquido en el ❱❱ Estadio 1: ausencia de varices esofágicas y de el subgrupo de pacientes con varices esofágicas7.
espacio que existe
entre el ascitis: 1% de mortalidad al año. En ellos se incrementa la mortalidad a expensas
revestimiento del de la asociada a episodios de sangrado por varices,
abdomen y los ❱❱ Estadio 2: varices esofágicas sin antecedente de
órganos cuya mortalidad es de alrededor del 15% a las 6
hemorragia y sin ascitis: 3,4% de mortalidad al
abdominales
semanas.
año.
❱❱ Estadio 3: presencia de ascitis con o sin varices Eventos clave en el curso clínico
esofágicas: 20% de mortalidad al año. de la cirrosis hepática descompensada
❱❱ Estadio 4: hemorragia gastrointestinal por hi-
pertensión portal, con o sin ascitis: 57% de mor-
Ascitis e hidrotórax, hiponatremia
talidad al año. dilucional y síndrome hepatorrenal
Los estadios 1 y 2 corresponden a pacientes con la En una etapa inicial de la cirrosis, cuando la pre-
fase de cirrosis hepática compensada mientras que sión portal supera un umbral crítico y aumenta la
los estadios 3 y 4 corresponden con la fase de cirro- concentración de óxido nítrico, se produce una
sis hepática descompensada (figura 3). vasodilatación sistémica y, como consecuencia,
una disminución de la volemia efectiva que acti-
La incidencia de hepatocarcinoma celular es del 3% va los mecanismos de compensación, como el eje
al año independientemente del estadio de la cirro- renina-angiotensina-aldosterona (RAA), el sistema
sis. Su presencia se asocia a una progresión más rá- nervioso simpático y la secreción no osmótica de
pida de un estadio a otro y, por lo tanto, a un peor ADH (vasopresina). Estos sistemas favorecen la re-
pronóstico. Aunque las complicaciones propias de tención de Na y H2O, a la vez que tienden a evitar
la fase descompensada se describen con mayor una disminución adicional de la resistencia perifé-
minuciosidad en otras secciones de esta obra, el rica, normalizando la homeostasis circulatoria. En
lector puede encontrar en este capítulo una des- tal situación, la retención de Na se desactiva y el
cripción somera de la fisiopatología de la cirrosis enfermo no desarrolla ascitis.
hepática y su interrelación con la evolución natural
de la cirrosis, incluyendo los eventos claves de las En una fase más avanzada, la disfunción circulatoria
diferentes fases de esta enfermedad. se acentúa, bien sea por la propia evolución natural
de la enfermedad o por la intervención de un factor
Eventos clave en el curso clínico intercurrente (transgresión enólica, intervención
quirúrgica, sepsis, hemorragia). En cualquiera de
de la cirrosis hepática compensada estas circunstancias, el trastorno hemodinámico
En el momento del diagnóstico de la cirrosis hepá- se agrava, de manera que los mecanismos mencio-
tica, aproximadamente la mitad de los pacientes se nados resultan inadecuados para mantener la ho-
encuentran en una fase compensada. El acúmulo meostasis circulatoria. Ello provoca una exacerbada
de fibrosis es un proceso lento y asintomático re- retención de Na y H2O, fenómeno que, unido a la
lacionado con la actividad inflamatoria de la enfer- trasudación linfática secundaria a la hipertensión
medad de base. La formación de septos fibrosos y portal, explica la formación de ascitis (figura. 4).
pequeños nódulos se asocia significativamente con Un tiempo después, la disminución del aclaramien-
un aumento de la presión portal. La progresión de to de agua libre inducido por la ADH determina
la fibrosis y de la hipertensión portal condicionan una desproporcionada retención de agua, supe-

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60. Cirrosis hepática

1%
No varices
Estadio 1
No ascitis
Cirrosis hepática 7% 7%
compensada 3,4%
Estadio 2 Varices
No ascitis
6,6% Éxitus
Varices ± 20%
Estadio 3
Ascitis
Cirrosis hepática 7,6% 4%
descompensada
57%
Estadio 4 HDV ±
Ascitis

HDV: Hemoragia digestiva varicosa

Figura 3. Historial natural de la cirrosis hepática: probabilidad de progresión al año según el estadio clínico..

La vasoconstricción arteriolar renal inducida por las


sustancias vasoactivas descritas provoca isquemia
renal. Durante un tiempo, el riñón es capaz de com-
pensar esta situación, incrementando la producción
de sustancias vasodilatadoras (prostaglandinas, óxi-
do nítrico, péptidos natriuréticos), lo que permite
mantener el estado de la función renal. Sin embar-
go, a medida que se agrava el trastorno hemodiná-
mico, aumenta la producción de sustancias vaso-
constrictoras, provocando intensa vasoconstricción
arteriolar, descenso del filtrado glomerular y fallo
prerrenal. Este esquema fisiopatológico explica
cómo la administración de AINEs, en el paciente
con cirrosis y ascitis, puede precipitar un fallo renal,
al inhibir la producción local de prostaglandinas y
romper el equilibrio existente entre elementos va-
sodilatadores y vasoconstrictores (figura 5). El capí-
tulo 62 explica con detalle las distintas fases evolu-
tivas de la ascitis y de los trastornos de la función
renal en el enfermo con cirrosis hepática.
El hidrotórax hepático consiste en la acumulación de
Figura 4. Descompensación ascítica en un paciente con líquido en la cavidad pleural y puede llegar a afectar
cirrosis hepática de etiología enólica. Obsérvese la circulación al 10% de los pacientes con cirrosis y ascitis (figura
colateral en el flanco derecho del abdomen.
6). Aunque el mecanismo fisiopatológico exacto se
desconoce, diversas observaciones indican que la
rior a la de Na, lo que explica la coexistencia de una causa más probable es el paso de ascitis a la cavidad
baja concentración plasmática de aquél, en pre- pleural a través de pequeños defectos diafragmáti-
sencia de un pool sistémico elevado (hiponatremia cos. Este paso de una cavidad a otra es favorecido
dilucional)2. por la presión intratorácica negativa. Se pueden ob-

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Sección 6. Hígado

Vasodilatación esplácnica

Infrallenado del compartimiento vascular

Eje renina-angiotensina- Sistema nervioso simpático ADH


aldosterona (norepinefrina) (vasopresina)

Retención de NA Aclaramiento de agua libre


1
(hiponatremia dilucional)
Vasoconstricción
arteriolar renal
Predominio de
Producción adecuada de elementos vasoconstrictores
vasodilatadores (PGS, NO) (adenosina, endotelina,
angiotensina II)

Función renal Insuficiencia renal


3
conservada funcional

Figura 5. Fisiopatología de los trastornos de la función renal del cirrótico con hipertensión portal.

servar casos de hidrotórax sin ascitis concomitante o intravaricosa supera el límite elástico de su pared, se
con ascitis grado I. Ello acontece cuando el trasvase genera una tensión excesiva que produce su rotura
de líquido al espacio pleural ocurre en una tasa equi- (teoría de la explosión). El riesgo es más alto entre
valente a su producción en el abdomen8. los pacientes con mala función hepática y varices
de gran tamaño o con signos de color rojo (estrías
Hemorragia por varices longitudinales o manchas de color rojo cereza sobre
esofagogástricas la superficie de la variz) (figura 7). Por ejemplo, un
paciente con un grado Child C, ascitis a tensión y
El incremento de la presión portal y los fenómenos varices de gran tamaño con signos endoscópicos de
de angiogénesis asociados promueven la apertura riesgo, presenta una probabilidad de sangrado del
de colaterales y la consiguiente formación de va- 76%. La tabla 2 muestra los parámetros de Child-
rices esofagogástricas, que desvían una parte del Pugh para evaluar la función del hígado10.
flujo sanguíneo hacia la vena cava. Globalmente, la
probabilidad de que un enfermo con cirrosis hepá- Cualquier circunstancia que conduce a un deterioro
tica desarrolle varices esofágicas es del 5% al año de significativo de la función hepática o a un agrava-
establecer el diagnóstico y del 12% a los tres años. miento de la hipertensión portal puede ser el de-
Este hecho no es probable que ocurra sin un gra- tonante de un episodio de sangrado. Es el caso de
diente de presión portal superior a 10 mm Hg9. Con una transgresión enólica, una cirugía mayor recien-
el tiempo, el aumento de la presión portal produce te, una infección bacteriana (especialmente la pe-
una dilatación progresiva de la variz y un adelgaza- ritonitis bacteriana espontánea) o una transfusión
miento de su pared. Cuando la presión hidrostática de hemoderivados.

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60. Cirrosis hepática

de la función cerebral, responsable de un conjun-


to de síntomas y signos neuropsiquiátricos (figura
8). Los factores que contribuyen al desarrollo de
este síndrome no han sido totalmente aclarados,
existiendo diversas hipótesis no excluyentes entre
sí11-13. El hígado es capaz de aclarar la mayoría de
toxinas que son conducidas desde el intestino a
través de la vena porta, evitando con ello su incor-
poración a la circulación sistémica. En fases avanza-
das de la enfermedad, el shunt portosistémico y el
deterioro de la función hepática permiten la incor-
poración de elevadas concentraciones de toxinas,
Figura 6. Imagen de un hidrotórax en un caso de cirrosis
hepática. principalmente amonio, de procedencia intestinal
a la circulación general. Como consecuencia se
puede producir edema cerebral y encefalopatía. A
La mortalidad de la HDA por hipertensión portal os- este fenómeno también contribuye la emaciación
cila entre un 10-15% para cada episodio y depende, muscular característica del enfermo con cirrosis
no solamente del carácter exanguinante del san- avanzada debido a que el músculo también inter-
grado, sino de otros factores, como la magnitud del viene en la conversión del amonio en glutamina.
incremento del GPVH (GPVH mayor de 20 mmHg),
El amonio circulante sensibiliza al cerebro frente a
la coexistencia de otra patología (fallo renal, hetitis
alcohólica, hepatocarcinoma, trombosis portal) y la posibles daños e interfiere con su normal funcio-
aparición de recidiva precoz (mayor frecuente en namiento, contribuyendo al desarrollo de encefa-
las primeras 48 horas) o el fallo multiorgánico que lopatía (el lector puede ampliar información sobre
conlleva el deterioro de la función hepática. la patogénesis de la encefalopatía hepática en el
capítulo 63). Cuando un paciente cirrótico con hi-
Encefalopatía hepática pertensión portal desarrolla un cuadro de encefa-
lopatía, con frecuencia logra identificarse un factor
El shunt portosistémico y la insuficiencia hepática precipitante. Éste puede provocar encefalopatía,
explican, en gran medida, la aparición de este sín- bien por deteriorar la función hepatocelular, bien
drome caracterizado por una disfunción reversible por incrementar la carga proteíca en la luz intestinal

TABLA 2. Clasificación de Child-Pugh modificada para evaluar el estado de la función hepática. Fuente: Arun J Sanyal.
Prediction of variceal hemorrhage in patients with cirrhosis. Uptodate, 2006.

Puntuación asignada

Parámetro 1 2 3
Bilirrubina (mg/dl) ≤2 2-3 >3
Albúmina (g/dl) > 3,5 2,8-3,5 > 3,5
Tiempo de protrombina
• Segundos sobre el control 1-3 4-6 >6
• INR < 1,7 1.8-2.3 > 2,3
Ascitis Ausente Leve Moderada
Encefalopatía No Grado I-II Grado III-IV

Grado A (5-6 puntos): enfermedad bien compensada;


Grado B (7-9 puntos): el compromiso de la función del hígado empieza a ser significativo;
Grado C (10-15): enfermedad gravemente descompensada.

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Sección 6. Hígado

Figura 7. Signos endoscópicos de riesgo para la hemorragia por varices esofágicas: a) varices esofágicas de gran tamaño; b)
manchas rojas sobre la superficie de la variz; c) “red wale marks” (estrías longitudinales y sinuosas de color rojo sobre la superfi-
cie de la variz) sobre unas varices de gran tamaño..

o por inducir cambios en el tono gabaérgico inhibi-


TABLA 3. Factores precipitantes de encefalopatía dor de la transmisión cerebral (tabla 4). Por ejem-
hepática plo, una hipopotasemia puede explicar la aparición
de una encefalopatía hepática en un paciente que
❱❱ 1. Drogas ha presentado vómitos, diarreas o un tratamiento
• Benzodiazepinas
con diuréticos. Se aduce que, en estas circunstan-
efectos sedantes, hipnóticos y ansioliíicos cias, se produce una salida del potasio intracelular
• Narcóticos
para replecionar los depósitos extracelulares. Para
• Alcohol garantizar una carga neutral en el interior celular,
❱❱ 2. Incremento en la producción de amonio el K+ intracelular es sustituido por H+. La acido-
• Ingesta excesiva de proteínas sis tubular renal consiguiente genera una síntesis
• Estreñimiento compensadora de amonio por parte del riñón. La
• Hemorragia gastrointestinal
alcalosis metabólica, que a menudo acompaña a
los estados de hipopotasemia, determina, además,
• Infección
que el ion amonio (NH4) –que no atraviesa la ba-
• Trastornos hidroelectrolíticos (hipopotasemia) rrera hematoencefálica–, sea convertido en amo-
• Alcalosis metabólica níaco (NH3), que sí puede penetrar en el cerebro.
❱❱ 3. Deshidratación Son distintos ejemplos que subrayan la necesidad
• Vómitos de que el clínico sea capaz de identificar qué factor
• Diarrea
ha podido desencadenar un estado de encefalopa-
tía, dado que su rápida corrección es esencial para
• Hemorragia
resolver este cuadro. La tabla 3 muestra un listado
• Diuréticos de los factores que pueden precipitar un estado de
• Paracentesis de gran volumen encefalopatía14.
❱❱ 4. Shunt portosistémico
• TIPS (DPPI) Infecciones
• Derivación porto-cava (quirúrgica) Las infecciones bacterianas constituyen una ma-
• Espontáneo nifestación común en la cirrosis hepática. Compa-
❱❱ 5. Oclusión vascular (isquemia) rado con el 5-7% de tasa de infección nosocomial
• Trombosis de vena porta
descrita en la población general, los pacientes con
cirrosis presentan una tasa del 30-40%. Los factores
• Trombosis de arteria hepática
de riesgo más importantes para el desarrollo de in-
❱❱ 6. Hepatocarcinoma fecciones son la hemorragia gastrointestinal y el de-
terioro avanzado de la función hepática. Las infec-
ciones más frecuentes son la peritonitis bacteriana

874
60. Cirrosis hepática

Conducta inapropiada
Trastornos del sueño
Somnolencia
Euforia/depresión
Confusión
Desorientación
Inconsciencia

Psiquiátricos

Síntomas neurológicos

Nistagmus Coma
movimiento involuntario, rápido, constante y
repetitivo de los ojos
Grado de EH Asterixis Ataxia Reflejos alterados Pérdida de reflejos
aparición Pérdida de
O I involuntaria de II coordinación de los III IV
interrupciones movimientos
rítmicas musculares Uptodate 2006 (ref 11)
voluntarios.

Figura 8. Evolución de la encefalopatía hepática.

espontánea (25%), infecciones del tracto urinario meabilidad intestinal y alteraciones del sistema in-
(20%), neumonía (15%) y bacteriemia espontánea mune. Todo ello favorece la migración de bacterias
(12%). La mortalidad en pacientes cirróticos que procedentes de la luz intestinal hasta los ganglios
desarrollan infecciones bacterianas es alta, entre el linfáticos y, desde allí, hasta la circulación general.
25-50%15. Este hecho se conoce como traslocación bacteriana
y se considera el principal mecanismo en la pato-
La secuencia de hechos fisiopatológicos que favo-
génesis de la infección en la cirrosis. Los factores
recen el desarrollo de infecciones en los pacientes
que predisponen al sobrecrecimiento bacteriano
con cirrosis comienza en la luz intestinal, donde se
ha comprobado una elevada incidencia de sobre- son la hipomotilidad intestinal y probablemente el
crecimiento bacteriano, un aumento de la per- consumo de inhibidores de la bomba de protones.
El aumento de la permeabilidad intestinal se debe
a alteraciones estructurales del intestino, principal-
TABLA 4. Síntomas que permiten sospechar
mente congestión vascular, edema, aumento de los
el padecimiento de un hepatocarcinoma espacios intracelulares e inflamación. Finalmente,
en el curso evolutivo de la cirrosis hepática en el paciente con cirrosis se han descrito diversas
alteraciones inmunes tanto a nivel local (intestinal)
como sistémico que favorecen la traslocación bac-
❱❱ Dolor continuo y gravativo en el hipocondrio
teriana. La principal defensa frente a las infeccio-
derecho
nes hematógenas es el sistema reticuloendotelial,
❱❱ Pérdida progresiva de peso
localizado en el hígado y encargado de eliminar
❱❱ Fiebre de origen no aclarado las bacterias y sus productos. Este objetivo está
❱❱ Hemoperitoneo agudo comprometido en los pacientes con cirrosis debido
❱❱ Crisis paroxísticas de disnea (microembolismos a la existencia de shunts portosistémicos y a una
pulmonares) disfunción de las células de Kupffer. También se ha
❱❱ Dolores óseos generalizados (metástasis) descrito una reducción en la actividad bactericida
❱❱ Poliglobulia (eritropoyetín dependiente)
de las células fagocíticas, de la capacidad de opso-
nización y de los niveles de complemento. Todo ello
❱❱ Hipocalcemia (parathormona dependiente)
explica por qué los pacientes con niveles bajos de
❱❱ Hipoglucemia (insulín-dependiente) proteínas en el líquido ascítico (menor de 1 g/dl)
❱❱ Diarrea crónica presentan un mayor riesgo de peritonitis bacteria-
na espontánea (véase capítulo 64).

875
Sección 6. Hígado

TABLA 5. Signos que pueden encontrarse en la exploración son complejos, habiéndose observado alteraciones
física del enfermo con cirrosis hepática. en los receptores beta-adrenérgicos y en el ECG y
ecocardiografía, así como un aumento de sustan-
cias cardiodepresoras y vasodilatadoras, como el
❱❱ Arañas vasculares óxido nítrico.
❱❱ Telangiectasias Las principales características de la miocardiopatía
❱❱ Eritema palmar del cirrótico son:
❱❱ Estrías ungueales
❱❱ Función sistólica normal en reposo, pero que se
❱❱ Enrojecimiento del 1/3 distal de las uñas puede convertir en patológica cuando el pacien-
❱❱ Dedos en palillo de tambor te es sometido a un estrés, ya sea fisiológico o
❱❱ Contractura de Dupuytren farmacológico.
❱❱ Ginecomastia ❱❱ Disfunción diastólica en reposo y bajo estrés.
❱❱ Atrofia testicular
❱❱ Alteraciones electrofisiológicas como la presen-
❱❱ Distribución feminoide del vello pubiano cia en el electrocardiograma de un intervalo QT
❱❱ Hepatomegalia prolongado.
❱❱ Esplenomegalia
❱❱ Alteraciones estructurales y posibles cambios
❱❱ Circulación colateral en los flancos del abdomen histológicos en el corazón.
❱❱ Circulación periumbilical en “cabeza de medusa”
❱❱ Niveles elevados de marcadores séricos suges-
❱❱ Signo de Cruveilhier-Baumgarten
tivos de disfunción cardiaca.
❱❱ Abdomen distendido (“en batracio”)
❱❱ Foetor hepático
Estas características deben estar presentes en
ausencia de enfermedad cardiaca conocida e inde-
❱❱ Ictericia
pendientemente de la etiología de su enfermedad
❱❱ Asterixis hepática.
❱❱ Equimosis y hematomas
La verdadera importancia de la miocardiopatía ci-
❱❱ Lesiones por rascado
rrótica es desconocida y puede haber sido subesti-
❱❱ Hiperpigmentación 1 mada ya que en la práctica clínica no es frecuente
observar en estos enfermos síntomas de insufiencia
1
En hemocromatosis y cirrosis biliar primaria. cardiaca. Ello guarda relación con el patrón hemo-
dinámico mencionado previamente (disminución
de la postcarga y aumento del gasto cardiaco) que
explica que el corazón funcione aparentemente con
normalidad y que esta entidad habitualmente pase
Miocardiopatía cirrótica inadvertida. Sin embargo, estudios electrofisiológi-
Como consecuencia de la hipertensión portal, el cos han permitido documentar alteraciones en el
paciente con cirrosis hepática presenta una circula- comportamiento cardiaco 40-60% de pacientes con
ción hiperdinámica caracterizada por un aumento cirrosis. En esta fase de la enfermedad, cualquier
del gasto cardiaco y un descenso de la resistencia evento clínico que exija mayor rendimiento al siste-
vascular sistémica. Este fenómeno nace como un ma cardiocirculatorio (trasplante hepático, PBE, co-
mecanismo compensatorio del sistema nervioso locación de una DPPI, etc.) puede desencadenar un
central frente a la disminución de la volemia efec- cuadro de insuficiencia cardiaca descompensada
tiva y a la hipoxia tisular producida por la vasodila- así como un síndrome hepatorrenal. Sin embargo,
tación esplácnica y el shunt portosistémico. Con la ello contrasta con la evidencia clínica de ausencia
progresión del fallo hepático, la circulación hiper- de episodios de insuficiencia cardiaca en la inmen-
dinámica se agrava, los mecanismos de compensa- sa mayoría de pacientes tratados con DPPI, incluso
ción se tornan insuficientes y se ha propuesto que en el contexto de complicaciones agudas o de asci-
en determinadas circunstancias, como la sepsis y tis refractaria y síndrome hepatorrenal. Obviamen-
el síndrome hepatorrenal tipo 1, el gasto cardiaco te, son precisos datos más estrictos que cambios
puede llegar a disminuir (“miocardiopatía“del cirró- electrocardiográficos no específicos para definir
tico). Los mecanismos etiopatogénicos implicados una alteración como una real miocardiopatía, por

876
60. Cirrosis hepática

Pulmón
Hematíes

Arteria pulmonar Vena pulmonar

O2

Shunt derecha-izquierda

Reducción en la capacidad Alteración


Hipoxemia
de difusión pulmonar ventilación-perfusión

Figura 9. Fisiopatología del síndrome hepatopulmonar: los hematíes tienden a circular por el centro de los capilares. Cuando el
lecho arteriolo-capilar está dilatado, los hematíes se alejan del alvéolo, lo que explica su menor saturación de O2 a su paso por el
pulmón (shunt dcha.-izqda.).

las implicaciones pronósticas que este diagnóstico siste en el descenso de la PaO2 mayor de 10%, al
lleva aparejadas. incorporarse desde la posición de decúbito. La pla-
tipnea expresa el acortamiento de los movimientos
Se ha sugerido que complicaciones como la perito-
respiratorios al adoptar la sedestación, momento
nitis bacteriana espontánea y la traslocación bacte-
en que el desplazamiento de la sangre a las porcio-
riana estén relacionadas con la miocardiopatía del
nes más declives acentúa el deterioro en la relación
cirrótico16. ventilación/perfusión. En fases más avanzadas, el
síndrome hepatopulmonar provoca disnea de mo-
Síndrome hepatopulmonar
derados esfuerzos, cianosis y acropaquia, síntomas
e hipertensión portopulmonar que generalmente revierten tras el trasplante17.
El síndrome hepatopulmonar se produce por la va- La hipertensión portal es una de las causas recono-
sodilatación del lecho arteriolo-capilar pulmonar, cidas de hipertensión arterial pulmonar. La hiper-
así como la aparición de anastomosis arteriove- tensión portopulmonar se define por la presencia
nosas, predominantemente localizadas en las por- de una presión arterial pulmonar media superior a
ciones más declives del pulmón, condicionando un 25 mmHg junto con una presión capilar pulmonar
efecto shunt derecha-izquierda. En estas circuns- enclavada inferior a 15 mmHg, en un paciente con
tancias, un porcentaje de la sangre dependiente del hipertensión portal. El mecanismo fisiopatológi-
flujo de la arteria pulmonar no se satura suficien- co de esta entidad no se conoce con exactitud. El
temente de oxígeno (O2) a su paso por el pulmón desarrollo de hipertensión portal y la circulación
(figura 9). Estos pacientes presentan alteraciones hiperdinámica son elementos claves que pueden
en la relación ventilación/perfusión, así como una contribuir a los cambios vasculares observados
reducción en la capacidad de difusión pulmonar y en la hipertensión portopulmonar (hipertrofia del
una desaturación de oxígeno (síndrome hepatopul- músculo liso vascular, fibrosis concéntrica de la
monar). No es infrecuente, por consiguiente, en- capa íntima, arteriopatía plexogénica y vasculitis
contrar a enfermos con cirrosis hepática y una PaO2 necrotizante). El hecho de que esta complicación
en el rango de 60-70 mmHg (figura 10). Existen dos pueda aparecer en el mismo contexto clínico que
signos que permiten sospechar el padecimiento de el síndrome hepatopulmonar, sugiere que ambas
un síndrome hepatopulmonar. La ortodeoxia con- entidades pueden compartir un mismo origen sien-

877
Sección 6. Hígado

do el grado de disfunción endotelial el que deter-


mine el desarrollo de una u otra (una descripción
más detallada de ambos síndromes se expone en
el capítulo 65)18.

Expresión de la enfermedad por órganos


y sistemas
Síntomas y signos constitucionales
La cirrosis hepática se acompaña frecuentemen-
te de desnutrición proteinocalórica. Su incidencia
y gravedad varía en función de la etiología de la
cirrosis, siendo más frecuente en la cirrosis alco-
hólica y en la cirrosis biliar primaria avanzada. Los
mecanismos que producen la desnutrición son
múltiples e interrelacionados entre sí, destacando
la disminución de la ingesta, la malabsorción gas-
trointestinal, el aumento del gasto energético y la
presencia de un estado hipercatabólico persistente.
La anorexia es más frecuente en la hepatopatía de
origen enólico. No en vano, la ingesta de alcohol
aporta 7 calorías por cada gramo consumido. Este
hecho contribuye a la malnutrición característica
de estos pacientes, al disminuir la necesidad de Figura 5. Angiografía pulmonar que muestra la presencia de
ingerir una dieta equilibrada. El alcohol produce dilataciones del lecho vascular en las porciones más declives
malabsorción intestinal y maldigestión debido a del pulmón (reproducida con permiso de Michael J. Krowka,
su efecto tóxico directo. Una colestasis prolonga- M.D [ref 6]).
da también produce una malabsorción de lípidos
y favorece la hiporexia. Por último, en la cirrosis
existe un estado hipermetabólico que produce un fección bacteriana, debiendo obtenerse muestras
aumento del gasto energético en reposo y que para el análisis bacteriológico de sangre, orina y
se relaciona con el aumento de la actividad beta- líquido ascítico (capítulo 64). Otras causas implica-
adrenérgica y del TNF-a19. Como consecuencia de la das en la etiología de una fiebre de bajo grado son
desnutrición calórico-proteica se produce pérdida la endotoxinemia circulante, el déficit en el catabo-
de peso, astenia, osteoporosis y atrofia muscular. lismo hepático de pirógenos esteroideos (etiocola-
Todo esto repercute notablemente en la calidad de nolona) o la presencia de un hepatocarcinoma.
vida del paciente y en su pronóstico vital. De hecho,
tradicionalmente se pensaba que la ingesta de una Síntomas gastrointestinales
dieta hiperproteica podía precipitar un episodio de
encefalopatía hepática aconsejando por este moti- La hipertrofia de parótida es un hallazgo frecuente,
vo dietas muy restrictivas. Sin embargo, el consu- especialmente en la cirrosis alcohólica (50%).
mo prolongado de una dieta hipoproteica puede En otra sección de este capítulo se ha informado
empeorar el estado nutricional, favorecer la atrofia sobre la importancia del desarrollo de colaterales
muscular y precipitar o empeorar la encefalopatía gastroesofágicas en la patogénesis de la hemorra-
hepática. gia digestiva por hipertensión portal. La endoscopia
La febrícula es un signo constitucional frecuente en permite detectar la presencia de varices esofago-
la cirrosis avanzada. Su origen podría relacionarse gástricas antes de que éstas originen complicacio-
con la liberación de sustancias pirógenas produci- nes. Ello es muy importante, pues disponemos en
das por la necrosis hepatocelular. Este hecho ocu- la actualidad de tratamientos eficaces para reducir
rre con mayor probabilidad en el paciente enólico, el riesgo de sangrado. Una proporción significativa
coincidiendo con un brote de hepatitis alcohólica. de estos pacientes desarrollan, además, varices
Siempre debe considerarse la posibilidad de una in- rectales, que es preciso distinguir de las hemorroi-

878
60. Cirrosis hepática

des. La hemorragia por rotura de varices rectales es periférica y signos característicos de degeneración
menos amenazante para la vida, pero se han descri- hepatolenticular. Se han descrito casos de mielopa-
to casos de hemorragia grave o persistente que re- tía portosistémica, expresados como una mielitis
quieren la colocación de un balón, escleroterapia e transversa con signos de paraplejía espástica.
incluso procedimientos de derivación portosistémi-
Otras manifestaciones se relacionan con el consu-
ca20. En algunos pacientes la endoscopia puede re-
mo crónico de alcohol y la desnutrición, y no con
velar signos de ectasia vascular (gastropatía portal
hipertensiva). Su importancia radica en la frecuen- la hepatopatía crónica propiamente dicha. Tal es el
cia con que provoca anemización consecutiva a caso de la encefalopatía de Wernicke o la neuro-
pérdidas de sangre oculta o a verdaderos episodios patía periférica, que puede observarse hasta en el
de hemorragia digestiva. Ésta puede venir precipi- 40% de los pacientes con cirrosis de etiología alco-
tada por fenómenos de vasocongestión, isquemia hólica.
e hipoxia tisular. Igualmente, se ha documentado
una mayor prevalencia de hernia hiatal, así como Alteraciones hematológicas
de gastropatía por alcohol y úlcera péptica. Los trastornos en la hemostasia constituyen la
La diarrea es un síntoma frecuente entre los en- manifestación hematológica fundamental en la ci-
fermos con cirrosis hepática. Su patogenia podría rrosis hepática. No en vano, todos los factores de
relacionarse con fenómenos de malabsorción aso- la coagulación, excepto el factor VIII, son sintetiza-
ciados a la ingesta crónica de alcohol, sobrecreci- dos en el hígado. Este hecho se había considerado
miento bacteriano intestinal y, en ocasiones, el como un factor de riesgo para fenómenos hemo-
propio tratamiento de la encefalopatía hepática rrágicos, si bien esto se limita a los enfermos con
con disacáridos no absorbibles (lactulosa, lactitol). trombocitopenia extrema (menor de 25.000 por
mm3), alteraciones en la función plaquetaria o es-
Finalmente, en la cirrosis es característico el de- tados de fibrinólisis. La coagulopatía intravascular
sarrollo de cálculos biliares pigmentarios. Su pa- diseminada no es frecuente en la cirrosis hepática,
togenia se relaciona con una hiperproducción de salvo en casos de sepsis sobreañadida o en los por-
bilirrubina (hiperesplenismo). Los cálculos de bili- tadores de un shunt de Le Veen. Recientemente, se
rrubinato cálcico son más amorfos que los de coles- ha descrito un aumento del riesgo de trombosis en
terol. Por tanto, los episodios de impactación biliar los pacientes con cirrosis hepática. Los principales
son menos frecuentes. La pancreatitis crónica es anticoagulantes endógenos (proteína C, proteína S
más común cuando el alcohol ha sido la causa de y antitrombina III) también se sintetizan en el híga-
la enfermedad20. do y en los pacientes con cirrosis se ha observado
una disminución de su producción favoreciendo un
Síntomas neurológicos estado de hipercoagulabilidad.
Ya se ha mencionado la importancia de la ence- La anemia es un rasgo comúnmente observado
falopatía portosistémica en el origen de los sínto- en los enfermos con cirrosis. Su patrón puede ser
mas neuropsiquiátricos típicos de la enfermedad microcítico, debido a pérdidas gastrointestinales,
avanzada. El flapping tremor o asterixis es un signo macrocítico, por déficit de folato (alcohol) o mixto.
característico que aparece en relación con una su- Con frecuencia, la anemia se asocia a leucopenia
presión del sistema reticular descendente. Su inhi- o trombocitopenia, como una manifestación de hi-
bición conduce a estados de rigidez, anormalidades peresplenismo. En otras ocasiones, la hemólisis se
en los reflejos piramidales y flapping20. Este último,
ve enmascarada por un incremento de la síntesis
sin embargo, no es específico de la encefalopatía
eritrocitaria y sólo puede sospecharse por la pre-
hepática. De hecho, se ha descrito en otras anoma-
sencia de reticulocitosis, hiperbilirrubinemia no
lías metabólicas, como en la uremia, hipoglucemia,
conjugada o un aumento de la LDH. Ello ocurre con
intoxicación por barbitúricos y narcosis por dióxido
frecuencia en pacientes portadores de una DPPI.
de carbono. Se trata de un fenómeno bilateral y re-
Otros pacientes muestran acantocitosis, debido a
versible, directamente relacionado con los niveles
la acumulación de colesterol libre en la membrana
de amonio en sangre.
de los hematíes. Ello resulta más frecuente cuando
En estados avanzados de la cirrosis puede apreciar- la hemólisis va asociada a hipercolesterolemia e in-
se exageración de los reflejos tendinosos profun- filtración masiva de grasa por alcohol (síndrome de
dos con signo de Babinski, rigidez de la musculatura Zieve). El alcohol provoca, a su vez, hemosiderosis,

879
Sección 6. Hígado

rasgo comúnmente observado en la cirrosis de este hallazgo inespecífico que puede aparecer en otras
origen. entidades, como el embarazo, el hipertiroidismo y
la artritis reumatoidea. Otros signos característicos
Sistema musculoesquelético son los cambios observados en las uñas. A menu-
do se aprecian unas bandas o estrías horizontales
Es bien conocida la osteopenia dependiente de una
blanquecinas separadas entre sí por otras zonas de
malabsorción de vitaminas liposolubles en la cirro-
color normal (uñas de Muehrcke). Su patogenia se
sis biliar primaria. Algunos pacientes con cirrosis de
ha relacionado con estados de hipoalbuminemia.
etiología alcohólica desarrollan osteoporosis. Su
De hecho, también se observan en el síndrome
mecanismo no es bien conocido, pero puede tener
nefrótico. Es también característica la desaparición
relación con un deterioro de la función osteoblásti-
de las lúnulas ungueales y el enrojecimiento de la
ca o un aumento de la resorción ósea. El sedenta-
porción distal de las uñas.
rismo, frecuente en los pacientes con enfermedad
hepática avanzada, también favorece la amioatro-
fia y la osteopenia. Éste es un aspecto importante,
Sistema endocrino
porque la pérdida de masa ósea puede acelerarse El fallo hepático en el catabolismo de algunas hor-
en el postrasplante, debido a los esteroides y otros monas condiciona la aparición de algunas anoma-
factores que conducen a una mayor incidencia de lías endocrinológicas en la cirrosis hepática21. El
fracturas y colapsos vertebrales. En raras ocasio- alcoholismo, por ejemplo, origina una sobrepro-
nes, se ha documentado la presencia de periostitis, ducción de débiles esteroides andrógenos que son
dedos en palillo de tambor y sinovitis. La contrac- transformados en estrógenos en los tejidos perifé-
tura de Dupuytren es el resultado de un engrosa- ricos (piel, tejido adiposo, músculo y hueso). El hi-
miento y acortamiento de la fascia palmar (figura perestrogenismo contribuye a la formación de spi-
11) y se atribuye a una proliferación de fibroblastos ders, y eritema palmar, así como a los cambios en la
y a un anormal depósito de colágeno en la fascia. distribución del vello corporal. La ginecomastia es
Su prevalencia es superior entre la cirrosis alcohóli- un signo típico, agravado por el uso de espirolacto-
ca, pero también se ha observado en personas con na, y consiste en la proliferación de tejido glandular
hábito tabáquico y enólico, diabetes, algodistrofia y en la mama del varón.
en la enfermedad de Peyronie.
El hipogonadismo representa un efecto directo del
consumo de alcohol y menos de la cirrosis en sí20.
Sistema dermatológico De hecho, no es habitual en otro tipo de cirrosis,
En la cirrosis hepática son característicos algunos salvo en la hemocromatosis donde existe un de-
estigmas cutáneos. Aisladamente poseen poca es- pósito de hierro, tanto en la hipófisis, como en los
pecificidad, pero la confluencia de varios de ellos testículos. Ambos sexos son afectados por eleva-
en un mismo paciente resulta orientativa para das tasas de infertilidad, cambios en los caracteres
sospechar el padecimiento de la enfermedad. En- sexuales secundarios y pérdida de la líbido. En el
tre ellos destacan, por su prevalencia, los spiders varón se ha documentado atrofia testicular, impo-
o arañas vasculares, consistentes en lesiones vas- tencia y oligospermia. En la mujer son caracterís-
culares con una pequeña arteriola central rodeada ticas la oligomenorrea y una disminución en los
de pequeños vasos (figura 11). Pueden apreciarse niveles de estradiol y progesterona. No obstante,
predominantemente en la cara, tronco y extremi- el embarazo es posible y puede culminar con éxito.
dades superiores. Las arañas vasculares no son es-
La prevalencia de diabetes es superior entre los
pecíficas de la cirrosis hepática. De hecho, pueden
pacientes con cirrosis hepática. Suele manifestarse
verse también en el embarazo, los estados de mal-
por hiperglucemia, leve glucosuria e intolerancia
nutrición e incluso en personas normales. Aunque
a la glucosa. Su origen debe relacionarse con una
su patogenia es desconocida, se aduce que guar-
resistencia periférica a la acción de la insulina. No
da relación con una alteración en el metabolismo
son habituales, sin embargo, las lesiones vasculares
de las hormonas sexuales, habiéndose observado
o la cetoacidosis.
un aumento en la relación estradiol/testosterona
libre. Su número y tamaño guardan relación con Los pacientes críticos, principalmente aquellos en
la probabilidad de presentar una hemorragia di- shock séptico, pueden presentar una insuficiencia,
gestiva por varices y síndrome hepatopulmonar. El funcional o relativa, del eje hipotálamo-hipófisis-
eritema de las eminencias tenar e hipotenar es un adrenal que disminuye la respuesta cardiovascular

880
60. Cirrosis hepática

Figura 11. Signos frecuentemente encontrados en la ci-


rrosis hepática. A la izquierda superior: una araña vascular
(obsérvese la arteriola central). En la derecha superior:
arañas vasculares y telangiectasias en la región pectoral.
En la inferior: contractura bilateral de Dupytren.

al estímulo del sistema renina-angiotensina-aldos- inductores de enzimas microsomales, capaces de


terona y del sistema nervioso simpático, y aumenta activar procarcinógenos y de deteriorar la repara-
la mortalidad. En los pacientes con cirrosis hepática ción del DNA. Así, se ha documentado una mayor
se ha descrito una alta incidencia de insuficiencia prevalencia de cáncer de páncreas, cardias, colon y
adrenal relativa, independientemente de la presen- del propio hígado.
cia de sepsis o inestabilidad hemodinámica, que se
El hepatocarcinoma es un fenómeno ligado a la
relaciona con la gravedad de la enfermedad. Sin
historia natural de la cirrosis, particularmente si su
embargo, la administración de dosis bajas de hidro-
etiología guarda relación con el alcohol, el virus de
cortisona en los pacientes cirróticos críticos, no ha
las hepatitis B y C, la hemocromatosis o la porfiria
demostrado beneficio en cuanto a disminución de
hepatocutánea tarda. Aunque el espectro de posi-
la mortalidad22.
bilidades sintomáticas de este tumor es amplio (ta-
Ya se ha mencionado la importancia del hiperal- bla 4), algunos hepatomas pueden diagnosticarse
dosteronismo secundario en la patogénesis de la en pacientes asintomáticos, en una fase en la que
retención de sodio en el cirrótico con hipertensión la cirugía de exéresis, el propio trasplante o la alco-
portal. Finalmente, se han documentado niveles re- holización del tumor, pueden llegar a ser curativas.
ducidos de hormonas tiroideas, fiel reflejo de una Ello se consigue cuando se efectúan programas de
disminución de su síntesis hepática, así como eleva- cribado basados en la realización de ecografías de
ciones de los niveles plasmáticos de PTH, relaciona- control23.
dos con hipovitaminosis D. Esta última anomalía es
más frecuente en la cirrosis biliar primaria. Diagnóstico
El proceso diagnóstico de una cirrosis hepática in-
Asociaciones oncológicas cluye cuatro fases primordialmente:
Algunas neoplasias inciden con mayor frecuencia
❱❱ Sospechar la enfermedad.
en el enfermo cirrótico. Ello puede guardar relación
con la mayor prevalencia de determinados hábitos ❱❱ Confirmar el diagnóstico.
tóxicos, como el consumo de tabaco y alcohol, lo
❱❱ Establecer la etiología.
que justifica una mayor frecuencia de cáncer orofa-
ríngeo o de esófago, o con mecanismos complejos ❱❱ Estratificar el riesgo.

881
Sección 6. Hígado

Sospechar la enfermedad patente al incrementar la presión con la maniobra


de Valsalva. El descubrimiento de cualquiera de es-
El descubrimiento de una cirrosis hepática puede tos signos debe alertar al clínico acerca del pade-
llevarse a cabo por distintas circunstancias24: cimiento de una enfermedad hepática avanzada y
❱❱ El hallazgo de estigmas característicos de una ordenar una investigación.
enfermedad crónica del hígado en el examen
físico.
Anomalías de laboratorio

❱❱ El descubrimiento de anomalías de laboratorio No es infrecuente que el diagnóstico de una cirrosis


en el curso de una analítica rutinaria. hepática venga sugerido por la detección de ciertas
anomalías de laboratorio que aparecen al indicar
❱❱ La aparición de signos de descompensación de una analítica rutinaria, a menudo en el contexto
la enfermedad. de un screening de salud laboral. Es muy habitual
❱❱ El hallazgo de cirrosis hepática en el curso de que un enfermo con una hepatopatía crónica sea
una laparotomía o de una necropsia indicadas derivado a un medio especializado por haberse
por otra causa. detectado alteraciones en las “pruebas de función
hepática”, término a menudo utilizado de forma
Hallazgos en el examen físico incorrecta, dado que esta nomenclatura debería
Como ya se ha mencionado, los enfermos con cirro- ceñirse únicamente a las pruebas que exploran la
sis hepática presentan a menudo una serie de es- capacidad biosintética del hígado (concentración
tigmas característicos cuya mera presencia permite de albúmina y tiempo de protrombina, básicamen-
despertar la sospecha clínica (tabla 5). Algunos de te). Otras alteraciones, como el nivel de amino-
los signos se descubren al palpar el abdomen del transferasas (transaminasas) o de fosfatasa alcalina
enfermo en el curso de una exploración rutinaria. o GGT, expresan otro tipo de alteraciones (daño
La exploración del abdomen en los enfermos con ci- necroinflamatorio o colestasis, respectivamente). A
rrosis hepática permite descubrir en muchos casos continuación se desglosan las anomalías de labora-
una hepatomegalia de borde duro, cortante o no- torio más frecuentemente observadas en la cirrosis
dular. La ausencia de hepatomegalia, sin embargo, hepática.
no excluye la enfermedad e incluso puede sugerir
un peor pronóstico (la atrofia del hígado es un sig- ❱❱ Aminotransferasas (AST/ALT). El aumento
no de enfermedad avanzada). La esplenomegalia es de la actividad aminotransferasa refleja daño
un hallazgo igualmente frecuente. Aunque su pre- necroinflamatorio en mayor o menor grado.
sencia se ha relacionado con la hipertensión portal, Usualmente los niveles de AST y ALT están leve-
no existe una correlación clara entre el tamaño del mente elevados en la cirrosis hepática, aunque
bazo y el grado de hipertensión portal, por lo que es frecuente que sean normales. Aunque la re-
es probable que en su patogenia intervengan otros lación AST/ALT suele ser inferior a 1 (salvo en las
factores. La presencia de ascitis viene sugerida por hepatopatías de origen enólico) en realidad, a
la presencia de matidez en ambos flancos. Sin em- medida que una enfermedad hepática crónica
bargo, se requiere una acumulación de al menos progresa hacia cirrosis, esta relación puede in-
1.500 cc de líquido en la cavidad peritoneal para vertirse. Una elevación marcada de las transa-
que este signo sea evidente en la exploración físi- minasas en el contexto de una cirrosis hepática
ca. Aunque la vena umbilical suele obliterarse en debe sugerir una agresión de origen tóxico (fár-
el momento del nacimiento, en los casos de hiper- macos o alcohol), una hepatitis vírica injertada o
tensión portal avanzada llega a repermeabilizarse un daño isquémico inducido por shock o colap-
permitiendo que la sangre del sistema venoso por- so cardiovascular.
tal pueda drenar a través de las venas de la pared
abdominal determinando la aparición de una típica ❱❱ Fosfatasa alcalina. Esta enzima suele estar ele-
“cabeza de medusa” en la parte anterosuperior vada pero menos de dos o tres veces el rango
del abdomen. En algunos casos se identifica un normal. Elevaciones más altas deben sugerir
murmullo o zumbido venoso a la auscultación que una cirrosis de origen biliar (colangitis esclero-
refleja el paso rápido de la sangre desde el terri- sante primaria o cirrosis biliar primaria). Tam-
torio venoso portal hasta la vena umbilical (signo bién se observa elevación de la fosfatasa alcali-
de Cruveilhier-Baumgarten). Este signo se hace más na en casos de hepatocarcinoma.

882
60. Cirrosis hepática

❱❱ Gammaglutamiltranspeptidasa. La elevación ❱❱ K sérico. La elevación de los niveles del potasio


de la GGT en la cirrosis hepática es un hecho sérico suele ocurrir en enfermos cirróticos trata-
inespecífico. Cuando existe un componente co- dos con diuréticos de acción distal (espirolacto-
lestásico, su elevación ocurre de forma paralela na, triamterene, amiloride). La hipopotasemia
a la de la fosfatasa alcalina. Una elevación signi- puede ser el resultado de pérdidas relacionadas
ficativa aislada debe sugerir alcoholismo activo con el uso de diuréticos del asa, vómitos o dia-
o inducción enzimática por fármacos. rrea. Puede ser un factor inductor de encefalo-
patía (véase más arriba).
❱❱ Bilirrubina. Los niveles de bilirrubina pueden
ser normales en la cirrosis compensada pero, a ❱❱ Alteraciones hematológicas. En la cirrosis he-
medida que la enfermedad progresa, se elevan pática es común observar diversas alteraciones
de un modo gradual. De hecho, la bilirrubina es hematológicas, incluyendo trastornos de la coa-
uno de los parámetros utilizados en la clasifica- gulación y diversos grados de citopenia.
ción de Child-Pugh para evaluar el estado de la
■■ nemia. Puede tener un origen multifacto-
A
función hepática. En los pacientes con cirrosis
rial e incluye pérdidas crónicas de sangre por
biliar primaria, la elevación de los niveles de bi-
el tubo digestivo, déficit de ácido fólico, toxi-
lirrubina constituye un indicador de mal pronós-
cidad directa por alcohol, hiperesplenismo y
tico y una indicación para plantear el trasplante
supresión de la médula ósea.
de hígado.
■■ T rombocitopenia. La plaquetopenia es un
❱❱ Albúmina. La albúmina es sintetizada exclusi-
fenómeno común atribuido a la hipertensión
vamente por el hígado. De ahí que sus niveles
portal y a la esplenomegalia congestiva. El
desciendan a medida que la función hepática
bazo puede llegar a secuestrar el 90% de las
se deteriora. Debe considerarse que una tasa
plaquetas circulantes, aunque es raro obser-
baja de albúmina puede verse también en la in-
var niveles de plaquetas inferiores a 50.000
suficiencia cardiaca congestiva, en el síndrome
cc.
nefrótico y en la enteropatía pierdeproteínas
(capítulo 26). ■■ L eucopenia y neutropenia. Son también una
consecuencia del hiperesplenismo.
❱❱ Tiempo de protrombina. El hígado interviene
en la síntesis de la mayoría de las proteínas im- ■■ Alteraciones de la hemostasia. La cirrosis he-
plicadas en los mecanismos de la coagulación. pática conduce a la aparición de numerosas
Por lo tanto, el tiempo de protrombina refleja alteraciones hemocoagulativas, asociadas al
con gran precisión el estado de la función hepá- deterioro de la función del hígado. Éstas inclu-
tica y aumenta gradualmente en la medida que yen, no solamente un descenso de las proteí-
ésta se deteriora. nas que intervienen en los mecanismos de la
coagulación, sino fenómenos de coagulación
❱❱ Globulinas. Las gammaglobulinas pueden estar
intravascular diseminada, deficiencia de Vit
incrementadas en la cirrosis hepática con hiper-
K, estados de disfibrinogenemia y fibrinolisis
tensión portal. De hecho, sus niveles constitu-
que, unidos a la trombocitopenia ya mencio-
yen, en gran medida, un marcador indirecto del nada, contribuyen a la diátesis hemorrágica
grado de shunt portosistémico. Ello obedece a característica de la cirrosis.
que las bacterias de procedencia intestinal no
fagocitadas por las células de Kupffer estimulan Signos de descompensación
al sistema inmunocompetente incrementando
En algunos pacientes, la cirrosis hepática no se
los niveles séricos de Igs. Una marcada eleva-
descubre hasta que aparece una descompensación
ción de IgG debe de sugerir una posible etiolo-
(figura 3). Ésta puede ocurrir de forma espontánea
gía inmune. La IgM está elevada en más del 90%
o relacionarse con un factor precipitante1,14,24. No
de los pacientes con cirrosis biliar primaria.
es infrecuente, por ejemplo, que una infección bac-
❱❱ Na sérico. La hiponatremia es común en los teriana sea el detonante de un primer episodio de
pacientes con cirrosis hepática con ascitis y se ascitis o de encefalopatía (capítulo 64). Otras cir-
relaciona con la incapacidad del riñón para ex- cunstancias que pueden ser determinantes de los
cretar agua libre, debido a un incremento de los primeros síntomas son: una transgresión enólica
niveles de ADH (capítulo 62). (a menudo asociada a una exacerbación del daño

883
Sección 6. Hígado

necroinflamatorio), una cirugía mayor reciente o cortante y nodular, con signos de hiperesplenismo,
la propia hemorragia por varices esofagogástricas. alteraciones evidentes de la función hepática y una
marcada hipergammaglobulinemia. Un paciente de
Ante un primer episodio de hemorragia digestiva
estas características probablemente pueda evitar la
por hipertensión portal, en una cirrosis hepática
biopsia hepática y con ello soslayar el riesgo poten-
hasta entonces inadvertida, debe considerarse la
cial de complicaciones asociadas al procedimiento.
posibilidad de una trombosis portal que complica
la evolución de un hepatocarcinoma insospechado. Los datos que proporciona una prueba de imagen
De hecho, no es excepcional que las primeras ma- como la ecografía pueden ser suficientes, al de-
nifestaciones de la cirrosis guarden relación con la mostrar la presencia de un hígado de ecoestructura
aparición de un hepatoma injertado sobre la enfer- heterogénea, borde festoneado y signos indirec-
medad de base23. En este caso, el paciente puede tos de hipertensión portal. Distinta es la situación
presentarse con dolor sordo y continuo en el hipo- de un paciente que presenta episodios de ascitis
condrio derecho, pérdida de peso, fiebre inexplica- recurrente sin apenas alteraciones de la función
ble o un hemoperitoneo agudo (tabla 4). hepática, y sin otras alteraciones biológicas suges-
tivas (hiperesplenismo, hipergammaglobulinemia),
Laparotomía o necropsia
máxime cuando no existe una etiología sugestiva
Finalmente, no es inhabitual que una cirrosis hepá- (alcoholismo, infección por el virus de la hepatitis
tica sea descubierta en el curso de una laparotomía C, etc.). Establecer un diagnóstico de cirrosis hepá-
indicada por otra causa o durante el examen post tica en un caso de estas características puede ser
mortem de un paciente fallecido por otra enferme- muy arriesgado e incluso pasar por alto un cuadro
dad. De hecho, en algunas series históricas, hasta de hipertensión portal de otro origen (por ejem-
un 30-40% de los casos de cirrosis eran diagnostica- plo, un síndrome de Budd-Chiari o una pericarditis
dos en el curso de una autopsia25. constrictiva).

Confirmar el diagnóstico Recientemente, se ha incorporado una nueva téc-


nica para evaluar el grado de fibrosis, la cirrosis e
El patrón oro para el diagnóstico de la cirrosis hepá- incluso la hipertensión portal. Se trata de la elas-
tica es el examen histológico del hígado24. Éste pue- tografía hepática, una técnica incruenta, sencilla y
de ser obtenido por medio de una biopsia hepática rápida, que utiliza una onda de vibración pulsátil
transcutánea dirigida por ultrasonidos (técnica más y otra de ultrasonidos que se transmiten al tejido
habitual) o por otros procedimientos, incluyendo la hepático (evalúa un volumen 100 veces superior
biopsia hepática obtenida por laparoscopia o por al de la biopsia). La velocidad de propagación de la
vía transyugular. En otras ocasiones la biopsia se onda de ultrasonidos se correlaciona con la dure-
obtiene en el curso de una laparotomía (incluyendo za del tejido e, indirectamente, con el estadio de
el momento del trasplante hepático). fibrosis hepática. Valores de elastografía de transi-
La biopsia hepática posee una sensibilidad del 80- ción superiores a 13,6 KPa en un paciente con una
100% para el diagnóstico, en dependencia del pro- infección por virus C de la hepatitis o a 20 KPa en un
cedimiento utilizado y del tamaño y número de las paciente alcohólico son fuertemente sugestivos de
muestras obtenidas. En algunas ocasiones, el exa- la existencia de cirrosis hepática.
men histológico puede incluso sugerir la causa de la
enfermedad, especialmente en los casos de estea- Determinar la causa de la cirrosis
tohepatitis no alcohólica y en algunas enfermeda- Una vez establecido el diagnóstico de cirrosis hepá-
des de causa metabólica, incluyendo la hemocro- tica, es obligado llevar a cabo una investigación para
matosis hereditaria, la enfermedad de Wilson y el determinar la causa de la enfermedad. Las dos cau-
déficit de a-1-antitripsina.
sas más frecuentes en el mundo occidental son el
En la práctica clínica habitual, sin embargo, habi- alcoholismo y el virus de la hepatitis C. Hoy en día,
tualmente se establece el diagnóstico de cirrosis el diagnóstico de cirrosis criptogenética representa
hepática de acuerdo con criterios clínicos, bio- menos del 15% de los casos, debido probablemen-
lógicos y de imagen, especialmente si existe una te al creciente reconocimiento de la esteatohepati-
etiología clara. Un ejemplo sería un paciente con tis no alcohólica (EHNA) como causa de enferme-
alcoholismo inveterado que presenta estigmas de dad hepática crónica (capítulo 56). En cualquier
hepatopatía crónica, ascitis y un hígado de borde caso, es importante disponer de información clara

884
60. Cirrosis hepática

sobre la etiología de la cirrosis, dado que ello puede Recomendaciones generales en el manejo
ser esencial para adoptar determinadas decisiones
terapéuticas, proporcionar consejo genético a los de la cirrosis hepática
familiares y predecir ciertas complicaciones. Ejem- Una vez establecido el diagnóstico de cirrosis he-
plos claros son las cirrosis de origen autoinmune, pática, el enfermo debe ser controlado en un me-
que pueden obtener un beneficio tangible con la dio especializado. La periodicidad de los controles
administración de corticosteroides e inmunosu- depende, en gran medida, de la condición clínica
presores; la hemocromatosis, que puede mejorar del enfermo. Es importante que el paciente sea
de forma espectacular tras iniciar un programa de evaluado por un mismo facultativo en las visitas
flebotomías, o la cirrosis secundaria al virus de la sucesivas. De hecho, en pocas enfermedades cró-
hepatitis B, indicación firme de tratamiento anti- nicas resulta tan necesario un “especialista de ca-
viral con un análogo de nucleótidos/nucleósidos becera”. Este concepto no está en contraposición
potente, rápido y con un perfil de resistencias ópti- con la intervención, a menudo crucial, de un médi-
mo, como son entecavir y tenofovir. Determinadas co de familia bien preparado que, sin duda, forma
causas de cirrosis como las producidas por virus o parte del equipo que atiende a estos pacientes.
la propia hemocromatosis suponen un riesgo ma- Los enfermos deben ser informados de la natura-
yor de hepatocarcinoma que otras entidades, como leza de su enfermedad y de los recursos disponi-
la hepatitis autoinmune o la EHNA y requieren, por bles para su tratamiento, incluyendo el trasplante
tanto, un programa de vigilancia más exhaustivo. hepático. Aunque esta información puede y debe
Las tablas 6 y 7 muestran las claves clínicas y los ser proporcionada por su propio médico, existen
procedimientos esenciales para alcanzar un diag- páginas informativas dirigidas a pacientes con
nóstico etiológico en la cirrosis hepática24. cirrosis hepática en numerosas fuentes de reco-
nocida solvencia científica (www.uptodate.com),
Estratificar el riesgo incluyendo asociaciones nacionales (www.aeeh.
Actualmente, el riesgo de mortalidad en los pacien- org) e internacionales (www.easl.ch; www.aaasld.
tes con cirrosis se estratifica de acuerdo con el es- org) dedicadas al estudio de las enfermedades del
tadío en el que se incluye el paciente basado en el hígado y fundaciones que proporcionan numero-
sistema propuesto en la Conferencia de Consenso sos recursos a los pacientes con enfermedades del
de Baveno IV (figura 3)6. Sin embargo, la mayoría hígado (www.liverfoundation.org). El tratamiento
de los pacientes con cirrosis hepática compensada de estos pacientes incluye una serie de recomen-
desarrollarán un episodio de descompensación o daciones generales, la prevención de complicacio-
un hepatocarcinoma antes de morir. Es por ello que nes y el manejo de las descompensaciones26.
en la práctica clínica resulta más interesante estra-
tificar a los pacientes en fase compensada según el Recomendaciones generales
riesgo de desarrollo de estos eventos. Ello permite
implantar estrategias de cribado o medidas preven- Dieta
tivas. Ambos acontecimientos, el episodio de des- Los enfermos con enfermedad compensada no re-
compensación o el desarrollo de hepatocarcinoma, quiren una dieta específica. Es más, hoy en día, exis-
están íntimamente relacionados con la presencia
ten claras evidencias que apoyan la necesidad de no
de hipertensión portal clínicamente significativa y
restringir ninguno de los principios inmediatos esen-
el grado de insuficiencia hepática, valorado por el
ciales (incluyendo las proteínas) dado que el estado
índice MELD, un índice pronóstico que incluye en
de nutrición es esencial en estos pacientes14,19. Por
una fórmula matemática compleja, la bilirrubina, el
supuesto, deben evitarse todas aquellas sustancias
INR y la creatinina.
que pueden contribuir a exacerbar el daño hepático,
En los pacientes en fase descompensada, la pun- especialmente el alcohol y algunos remedios her-
tuación total en la clasificación de Child-Pugh (tabla barios, que pueden resultar hepatotóxicos. Sin em-
2) o el antecedente de hemorragia digestiva, insu- bargo, se debe recomendar la ingesta de alimentos
ficiencia renal o hepatocarcinoma, son los factores como fruta, verdura fresca y chocolate negro, que
predictivos independientes más importantes rela- por su alto contenido en antioxidantes pueden favo-
cionados con el riesgo de muerte. recer un descenso de la presión portal27.

885
TABLA 6. Claves clínicas y procedimientos esenciales para el diagnóstico etiológico de la cirrosis hepática.

886
Laboratorio/
Causa Datos epidemiológicos Manifestaciones clínicas Pruebas complementarias Histología Implicaciones terapéuticas

Alcohol > 40-60 g de alcohol/día > 15 Desde casos asintomáticos hasta Elevación desproporcionada de Necrosis centrolobulillar. Abandono del hábito enólico.
años (> 20-30 g en la mujer) formas graves de hepatitis alcohólica AST en relación a la ALT (> 2). Hialina de Mallory. Complejo B.
Sección 6. Hígado

con anorexia marcada, ictericia, Niveles de AST y ALT generalmente Infiltración por PMN.
fiebre, hepatomegalia y ascitis. inferiores a 300 UI/l. Fibrosis perivenular.
VCM aumentado. Extensión de la fibrosis al resto del
Elevación significativa de GGT si lobulillo si persiste el hábito enólico.
enolismo activo.
VHC Antecedentes de transfusión de Desde casos asintomáticos hasta ALT > AST Permite evaluar severidad histológica Es posible plantear tratamiento
sangre o hemoderivados. formas severas de descompensación. Anti-VHC (+) y estimar la influencia de otros antiviral en casos seleccionados de
Adicción a drogas por vía Coexistencia de manifestaciones RNA-VHC (+) factores concomitantes (ej.: alcohol). cirrosis compensada.
parenteral. extrahepáticas sugestivas:
Exposición nosocomial. - Crioglobulinemia
Otros: acupuntura, tatuajes... - Aplasia medular…
VHB Antecedentes de transfusión de Desde casos asintomáticos ALT > AST Presencia de HbcAg en el núcleo de Posibilidad de indicar
sangre o hemoderivados. hasta formas severas de HbsAg (+) los hepatocitos. antivirales específicos
Adicción a drogas por vía parenteral. descompensación. HbeAg y DNA-v (+) Presencia de HbsAg en citoplasma. (lamivudina, adefovir, entecavir) +
Contacto con pareja HbsAg (+). Anti-Hbe (+) y DNA-v (+) Permite evaluar severidad histológica gammaglobulina anti-VHB en caso
Transmisión vertical. (formas mutantes) y estimar la influencia de otros de trasplante.
Otros: acupuntura, tatuajes… factores concomitantes (ej.: alcohol).
EHNA Coexistencia de sobrepeso, Obesidad. Coexistencia frecuente de: Alteraciones indistinguibles de la Control de los factores metabólicos
diabetes o dislipemia, bypass Dismetabolismo (síndrome X). - Hiperglucemia hepatopatía por alcohol. asociados a la patogenia de la
digestivo para el tratamiento de la Síntomas precedidos de un largo - Hipercolesterolemia. EHNA, incluyendo el sobrepeso.
obesidad, entre otros factores de período asintomático.
riesgo (capítulo 49).
Ausencia de un consumo significativo
de alcohol.
Cirrosis Predominio franco en la mujer Asintomática. Astenia, prurito e Fosfatasa alcalina (≥ 3 veces). Obliteración y posterior destrucción Reposición de vitaminas
biliar (> 90%) hiperpigmentación. Hepatomegalia Aumento de colesterol. y desaparición de los ductos biliares liposolubles (A,D,K,E).
primaria (< frecuente esplenomegalia). Elevación de IgM y de AMA. precedida de cambios inflamatorios. Ácido ursodesoxicólico.
Elevación tardía de los niveles de
bilirrubina plasmática.
TABLA 7. Claves clínicas y procedimientos esenciales para el diagnóstico etiológico de la cirrosis hepática.

Laboratorio/
Causa Datos epidemiológicos Manifestaciones clínicas Pruebas complementarias Histología Implicaciones terapéuticas

Colangitis Predominio en el varón (> 90%). Prurito. Elevación de fosfatasa alcalina Ductopenia progresiva. Reposición de vitaminas
esclerosante Coexistencia con enfermedad Esteatorrea. y GGT con AMA (-). Cambios inflamatorios menos liposolubles (A,D,K,E).
primaria inflamatoria intestinal, Malabsorción de vitaminas Ig M elevados (50%). prominentes que en la cirrosis Ácido ursodesoxicólico.
especialmente colitis ulcerosa (90% liposolubles (A, D, K, E). P-Ancas positivos. biliar primaria. Metronidazol.
cuando se efectúa biopsia rectal). Osteopenia y osteoporosis. Haplotipo DRw52 del HLA (50-100%)
Colangitis de repetición. CPRE/CRMN: áreas de estenosis
Puede debutar con colangiocarcinoma multifocales con dilataciones saculares
o con cáncer de colon. de los conductos biliares.
Ausencia de cirugía previa. VIH (-)
Hepatitis Predominio en la mujer. Episodios fluctuantes de remisión Hipergammaglobulina marcada. Infiltrado de células mononucleares Corticoesteroides.
autoinmune Coexistencia con otros y exacerbación. ANA, ASMA, anti-actina, anti-LSP/LP portales y periportales. Inmunosupresores
fenómenos autoinmunes. o ANCA (tipo 1). Presencia de células plasmáticas. (azatioprina,
Anti-LKM-1 o anti-ALC (citosol) (tipo 2). Formación de rosetas. mercaptopurina).
Considerar síndrome “overlap”
(AMA +) y colangiopatía
autoinmune (ANA, ASMA +).
Hemocromatosis Historia familiar de cirrosis. Diabetes, hiperpigmentación, Saturación de transferrina > 60% Índice hepático de hierro > 1,9 Flebotomías.
hereditaria Comorbilidades asociadas. seudogota, miocardiopatía, (> 50% en la mujer) en más del 90% de sugiere un estado homocigótico. Especial vigilancia para el
Los estados heterocigóticos no hipogonadismo. los estados homocigóticos. IHH: cribado de hepatoma.
suelen desarrollar cirrosis, salvo Ferritina > 300 ng/mL (> 200 ng/ml en (μmol/g / edad en años).
que existan otros factores asociados: mujer) sugieren sobrecarga de hierro.
-Hepatitis viral Test genético de hemocromatosis.
-EHNA.
Enfermedad de < 45 años. Síntomas extrapiramidales. Ceruloplasmina: < 20 mg/dl Concentración de Cu tisular: D-penicilamina.
Wilson Historia familiar. Anillo de Kayser Fleischer. (>85% de los casos). > 250 mcg/g de tejido seco. Trientina.
Hepatitis fulminante. Cu sérico no unido a ceruloplasmina Trasplante hepático.
> 25 mcg/dl.
Cupruria ≥100 mcg (1,6 mmol).
Déficit de alfa- Niños. Enfisema pulmonar. Niveles de alfa-1-AT < 11μmol Inclusiones globulares PAS Trasplante hepático.
1-antitripsina Adultos con enfermedad Paniculitis necrotizante. (80 mg/dl) son compatibles positivas en el citoplasma.
pulmonar obstructiva Glomerulonefritis con un déficit severo.

887
60. Cirrosis hepática

crónica (2-3%). membranoproliferativa.


Sección 6. Hígado

Ejercicio pueden tener efectos impredecibles, por lo que


no pueden recomendarse, debiendo recurrir a
En general, el ejercicio regular y moderado es bien otras alternativas.
tolerado por los pacientes que presentan una en-
fermedad bien compensada. Debe conocerse, sin Profilaxis de infecciones
embargo, que, en pacientes con enfermedad avan-
zada, especialmente si han desarrollado ascitis o En los enfermos con cirrosis hepática debería cono-
presentan varices esofágicas, el ejercicio puede cerse su estado de inmunización frente a los virus
incrementar la presión intravaricosa y precipitar de las hepatitis A y B y, en su caso, proceder a la va-
una hemorragia digestiva. Este riesgo desaparece cunación frente a éstos, dado que la exacerbación
en pacientes que reciben tratamiento con betablo- del daño necroinflamatorio que produce la infec-
queantes no selectivos. ción aguda puede tener consecuencias fatales en
un enfermo con una cirrosis subyacente. Igualmen-
Medicaciones te debe considerarse la vacunación anual frente a
El médico debe tener conocimiento de los medi- gripe, neumococo y el virus influenza.
camentos que el paciente toma regularmente y
aconsejar al enfermo sobre el riesgo potencial de Familiares
complicaciones asociadas a su consumo. Como regla Los familiares de un paciente con cirrosis hepática
general, los pacientes con una disfunción hepática deben conocer la naturaleza de la enfermedad y,
leve o moderada pueden tomar las medicaciones en algunos casos, ser informados de la convenien-
prescritas habitualmente en el resto de las personas cia de ser investigados para detectar precozmente
sanas. Sin embargo, a medida que la función hepáti- alguna de las causas de enfermedad crónica del
ca empeora, la susceptibilidad a padecer efectos ad- hígado de carácter hereditario (por ejemplo, la en-
versos aumenta debido a cambios en la farmacociné- fermedad de Wilson y la hemocromatosis).
tica. Un problema de creciente interés es el manejo
del dolor en la cirrosis hepática. Algunas recomenda- Prevención de complicaciones
ciones deben llevarse a cabo en este contexto.
❱❱ El paracetamol sigue siendo el fármaco de elec- Hemorragia por varices
ción en primera instancia. Debe considerarse, Es esencial indicar una endoscopia en el momen-
no obstante, que, en el enfermo con alcoho- to del diagnóstico para comprobar si el paciente
lismo activo, el riesgo de hepatotoxicidad por ha desarrollado varices esofágicas. Si no es así, es
paracetamol aumenta considerablemente, de-
razonable verificar este punto cada 2 años. Si el
biendo limitarse a un máximo de 2 g/día.
enfermo desarrolla varices esofagogástricas, espe-
❱❱ El uso de AINE va asociado a un riesgo incre- cialmente si no son pequeñas (grado I) o presentan
mentado de hemorragia por varices, insuficien- signos de riesgo, debe recibir tratamiento con beta-
cia renal y resistencia al tratamiento diurético bloqueantes o ligadura endoscópica para disminuir
en el enfermo con ascitis. el riesgo del primer episodio de sangrado (véase
capítulo 61).
❱❱ El consumo de inhibidores de la COX-2 implica
menos riesgo de estos efectos adversos, pero Detección precoz de encefalopatía
incrementa el riesgo de accidentes cardiovascu-
lares. Se carece de experiencia contrastada de hepática
su utilización en el enfermo con cirrosis por lo En las visitas de control es importante investigar la
que su recomendación no puede ser sustentada presencia de cualquier síntoma o signo sugestivo
en evidencias. de encefalopatía. A menudo, los primeros síntomas
❱❱ Los opiáceos deben ser utilizados con precau- consisten en dificultad para conciliar el sueño o una
ción en el enfermo con cirrosis hepática. Tanto somnolencia inapropiada. Este punto es importan-
el fentanilo (frecuentemente utilizado como te, por cuanto el enfermo puede decidir tomar me-
sedoanalgesia en endoscopia), como la meta- dicaciones sedantes que pueden agravar un estado
dona, parecen seguros. La morfina puede ser de encefalopatía incipiente o poner en peligro la
utilizada a dosis más reducidas y en intervalos vida del paciente y la de otras personas (al propiciar
más prolongados. La codeína y el tramadol un accidente de circulación, por ejemplo).

888
60. Cirrosis hepática

Cribado del hepatocarcinoma ❱❱ Los nuevos conceptos sobre el manejo de la


encefalopatía hepática, donde se subraya la
El riesgo de desarrollar un hepatocarcinoma es importancia de garantizar el estado nutricional
más alto entre los pacientes con cirrosis hepática, del enfermo, haciendo prevalecer este aspecto
especialmente aquellas producidas por virus, la sobre las restricciones en el aporte de proteínas
hemocromatosis y la porfiria hepatocutánea tarda. en la dieta, uno de los enfoques más clásicos en
Es pertinente, por lo tanto, efectuar un cribado de el manejo de este síndrome11,14,19.
esta complicación potencialmente letal, mediante
la determinación periódica de los niveles plasmá- ❱❱ Finalmente, el concepto de que el enfermo con
ticos de alfafetoproteína y un examen ecográfico cirrosis hepática puede beneficiarse de un tras-
cada 6 meses. plante hepático (TH), cuando las expectativas de
un tratamiento conservador son inferiores a las
Manejo de las descompensaciones que ofrece esta modalidad terapéutica en tér-
minos de supervivencia31.
El tratamiento de la ascitis y de los trastornos de la
función renal, así como las medidas para el control Evaluación del riesgo quirúrgico
y prevención de la hemorragia por hipertensión
Con relativa frecuencia se plantea la necesidad
portal, las infecciones bacterianas y la encefalopa-
de una cirugía (electiva o urgente) en un enfer-
tía, han quedado expuestos en los capítulos de-
mo con cirrosis hepática. El riesgo de mortalidad
dicados específicamente a estas complicaciones.
y de complicaciones en estos pacientes es mayor
No obstante y a modo de glosario, merecen ser
y su magnitud depende de la gravedad de la en-
comentados algunos de los avances más signifi-
fermedad hepática, del procedimiento quirúrgico
cativos de las últimas décadas, por el impacto
y del tipo de anestesia. Las tablas 8 y 9 describen
que han tenido sobre la supervivencia de estos
los factores comúnmente asociados a un mayor
pacientes28-31:
riesgo y las contraindicaciones formales para la
❱❱ La detección precoz de la peritonitis bacteriana cirugía, respectivamente. Las intervenciones que
espontánea (infección espontánea del líquido requieren una laparotomía, incluyendo la colecis-
ascítico) mediante el análisis del líquido ascítico tectomía, la gastrectomía y la colectomía, así como
obtenido tras una paracentesis. La administra- la cirugía cardiovascular comportan, en general,
ción iv de cefalosporinas de 3.ª generación y peor pronóstico. Globalmente, la estimación del
la expansión plasmática con seroalbúmina han riesgo quirúrgico puede llevarse a cabo con una
mejorado de forma significativa el pronóstico de razonable aproximación mediante la clasificación
estos pacientes32. de Child-Pugh. Varios estudios cifran el riesgo de
mortalidad postoperatoria en un 10, 31 y 76% para
❱❱ El advenimiento de nuevos métodos farmaco- los pacientes pertenecientes a los estadios A, B y
lógicos y endoscópicos para el control y pre- C, respectivamente. Por otro lado, en los pacien-
vención de la hemorragia digestiva por varices tes con un grado A de Child, pero con hipertensión
esofágicas, incluyendo la colocación de bandas portal significativa, el riesgo de desarrollar ictericia,
elásticas, que logran interrumpir el flujo sanguí- ascitis o encefalopatía en el postoperatorio es alto.
neo a través de la variz29. El sistema de puntuación de MELD, un modelo es-
❱❱ El papel decisivo de nuevos métodos no quirúr- tadístico que permite predecir la supervivencia en
gicos para derivar la corriente sanguínea desde pacientes en diferentes estadios de la enfermedad,
el territorio portal hasta la circulación sistémica, ha demostrado una buena correlación con la clasi-
mediante la implantación de un shunt portosis- ficación de Child-Pugh, en la predicción de supervi-
témico transyugular (DPPI o TIPS). Este procedi- vencia, especialmente en situaciones de cirugía de
emergencia.
miento ha resultado eficaz, tanto para el rescate
de los pacientes con hemorragia digestiva no Existen excelentes revisiones acerca de las reco-
respondedores a los fármacos vasoactivos y al mendaciones a seguir para optimizar los resultados
tratamiento endoscópico, como para aquellos de la cirugía en los enfermos con cirrosis hepática
pacientes considerados de alto riesgo (Child B donde el lector puede ampliar la información. Estas
con hemorragia activa en el momento de la en- recomendaciones incluyen medidas para mejorar
doscopia y Child C)28. las condiciones hemocoagulativas (vit. K, plasma

889
Sección 6. Hígado

TABLA 8. Factores predictivos de morbimortalidad en los TABLA 9. Contraindicaciones a la cirugía electiva en


pacientes con cirrosis hepática sometidos a cirugía. pacientes con hepatopatía.

❱❱ Asociados al tipo de cirugía ❱❱ Hepatitis alcohólica aguda


• Abdominal ❱❱ Hepatitis viral aguda
a) Colecistectomía ❱❱ Cirrosis hepática (Child C)
b) Gastrectomía ❱❱ Hepatitis fulminante
c) Colectomía ❱❱ Hepatitis crónica grave
• Hepatectomía ❱❱ Alteración grave de la coagulación:
• Cirugía cardiaca • > 3 segundos a pesar tras administración de vit. K
• Cirugía de emergencia • Plaquetas < 50.000 mm3
❱❱ Asociados al tipo de paciente ❱❱ Complicaciones extrahepáticas:
• Ictericia • Insuficiencia renal aguda
• Ascitis • Cardiomiopatía
• Encefalopatía • Hipoxemia
• Infección
• Hipertensión portal avanzada Fuente: Friedman, LS. The risk of surgery in patients
• Child-Pugh BC with liver disease. Hepatology 1999;26-1617.
• Anemia
• Hipoxemia
• Hipoalbuminemia dental. El abuso de alcohol y la infección por el VHC
• Tiempo de protrombina (> 2,5“ por encima constituyen las causas más frecuentes en nuestro
del control que no se corrige tras vit. K iv). medio. La mayoría de las manifestaciones clínicas
y biológicas de esta enfermedad tienen su origen
en el deterioro progresivo de la función hepática y
en las consecuencias del shunt portosistémico aso-
fresco, factor VIIA recombinante), un tratamiento ciado a la hipertensión portal. El diagnóstico viene
agresivo de la ascitis (dado que aumenta el riesgo sugerido por el hallazgo de estigmas característicos
de dehiscencia de suturas y de eventración posto- en el examen físico, el descubrimiento de anoma-
peratoria), así como de los trastornos electrolíticos lías de laboratorio en el curso de una analítica ru-
y de la función renal. La presencia de hipokaliemia tinaria o por la aparición de signos de descompen-
y/o alcalosis metabólica, por ejemplo, aumentan sación de la enfermedad. Aunque el manejo de la
el riesgo de arritmias. Igualmente se aconseja un cirrosis y de sus complicaciones requiere de un me-
control estricto de todos los factores que pueden dio especializado, el médico de atención primaria
precipitar una encefalopatía hepática. Aunque la puede desempeñar un papel primordial, si conoce
cirugía, por sí misma, no representa un factor de los principios básicos que ayudan a prevenir y tratar
riesgo de hemorragia por hipertensión portal, se las complicaciones.
aconseja prudencia en la reposición de líquidos
para evitar una sobreexpansión plasmática exce- Bibliografía
siva. Finalmente, y puesto que los pacientes con
cirrosis hepática a menudo están malnutridos, se 1. Bosch J, D’Amico G, García-Pagán JC. Portal hy-
recomienda un soporte nutricional perioperatorio, pertension. En: Schiff ER, Sorrell MF, Maddrey
WC, eds. Schiff’s Diseases of The Liver. Lippin-
dado que éste reduce las complicaciones postope-
cott Williams & Wilkins. Philadelphia, 2002:
ratorias y la mortalidad a corto plazo33.
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Resumen 2. García-Pagán JC, Bosch J. The Splanchnic Circu-
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