Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Comunicacin GarcaySeplveda
Comunicacin GarcaySeplveda
net/publication/342215075
CITATION READS
1 1,555
2 authors:
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
All content following this page was uploaded by Elena García-Vila on 16 June 2020.
CAPÍTULO 13.
EL DOCENTE COMO GUÍA Y FACILITADOR DEL APRENDIZAJE
REFLEXIVO Y CRÍTICO DEL ALUMNADO
1. INTRODUCCIÓN
El primer año de formación universitaria constituye una oportunidad única para
generar en el alumnado una nueva concepción de lo que significa formarse, la cual supone
un mayor grado de compromiso, responsabilidad e implicación por parte de los y las
estudiantes en su propio proceso de aprendizaje (Pérez Gómez, 2012). Esta reorientación
conlleva modificar el enfoque de enseñanza y aprendizaje desarrollado en gran parte de
las ocasiones y promover un aprendizaje activo, relevante, reflexivo, colaborativo y
crítico (Canabal, García y Margalef, 2017). El alumnado universitario tiene que
comprender que formarse supone adquirir herramientas conceptuales, actitudinales y
procedimentales que le posibiliten crear y construir su conocimiento teórico y práctico,
aprender a ser competente en su ámbito profesional, mejorar su capacidad decisiva, de
análisis crítico, de reflexión para analizar el contexto social y profesional en el que tenga
que desenvolverse y dar respuesta a situaciones que acontecen en el día a día (Imbernón,
2017; Lobato y Ilvento, 2013). Una figura clave en esta orientación de la formación, más
centrada en la capacitación de profesionales críticos y reflexivos, es el docente y
concretamente la labor de tutorización que ejerce dicho profesional tanto dentro como
fuera del aula, así como la responsabilidad que asume en la creación de espacios de
aprendizaje que permiten enriquecer su conocimiento, reelaborarlo a partir del análisis y
la reflexión realizada, así como reconstruir los esquemas y teorías previas (Diaz y Bastías,
2013; Guzmán, 2009, Kane y Francis, 2013).
De la necesidad de reorientar dicha formación surge la experiencia que aquí
presentamos y que se inicia cuando un grupo de docentes dedicados a la formación inicial
del profesorado y comprometidos con la mejora de la formación inicial de sus estudiantes,
se involucran para responder a algunas de las necesidades detectadas en el primer año de
formación del Grado de Maestro en Educación Primaria, y que están relacionadas con:
• Facilitar la adquisición de competencias propias del título
2.1. Procedimiento
Con el objeto de promover un espacio de trabajo compartido el equipo docente
consideró necesario compartir actividades, los criterios de evaluación y el peso que
tendría en la calificación del estudiante. Una de esas actividades consistía en el diseño
por parte del alumnado de un proyecto compartido y elaborado en equipo y al que se le
denominó “Reimaginando mi escuela: un espacio para crear, convivir y desarrollarse
Editorial Dykinson | ISBN: 978-84-1324-491-4 168
Inclusión, Tecnología y Sociedad: investigación e innovación en educación
todos y todas”. La valoración de este proyecto supone el 50% de la calificación final del
estudiante, el cual deberá ser expuesto públicamente ante el equipo docente y resto de
compañeros/as. Dicho proyecto constituye la actividad central de las 4 asignaturas,
aunque también se comparten otras como: el visionado de películas, visitas a centros
educativos innovadores, lectura de artículos de gran relevancia, agregador de noticas
FLIPBOARD, participación en la Jornada Educativa “Atención educativa al alumnado
enfermo” entre otras.
Desde el primer día de clase se expone al alumnado las claves para la elaboración del
proyecto y el trabajo coordinado del equipo docente. Se expone la necesidad de apoyarse
en los contenidos teóricos-prácticos de las cuatro asignaturas implicadas en el proyecto
además de los contenidos trabajados en las asignaturas del primer cuatrimestre. Para ello,
tal y como se puede ver en la Figura 1 el alumnado a partir de su propia experiencia
escolar como alumnos y alumnas de Educación Primaria y asumiendo en este caso el rol
de equipo directivo diseña una propuesta de mejora de la organización, los procesos
educativos y los recursos existentes en una escuela. Para afrontar el diseño de este
proyecto el alumnado tiene que analizar individualmente su contexto escolar, exponerlo
al grupo, seleccionar grupalmente uno de ellos en función de las necesidades detectadas
y las posibilidades de mejora.
El proyecto elaborado de modo cooperativo es tutorizado por todos los miembros del
equipo docente, utilizando diferentes estrategias para realizar el seguimiento y llevar a
cabo la retroalimentación necesaria para que el alumnado siga avanzando, se cuestione
determinados planteamientos, argumente sus decisiones, reconsidere las lecturas de
referencia, reelabore las propuestas realizadas hasta ese momento, etc. Estas estrategias
han sido la tutoría personalizada y grupal, los agrupamientos reducidos, la utilización de
nuevas tecnologías como el correo electrónico o la wiki (herramienta que permite
modificar y crear contenido de manera rápida y sencilla e integrada en el Campus Virtual),
aunque cada docente ha utilizado las estrategias que ha considerado más adecuadas para
retroalimentar en ese caso y conocer el proceso seguido grupalmente.
El equipo docente ha tratado de desarrollar durante el segundo cuatrimestre un
proceso de tutorización centrada en favorecer el análisis, el cuestionamiento reflexivo y
crítico por parte del alumnado, facilitadora de la capacidad para indagar y construir
propuestas educativas que tengan en cuenta la realidad escolar y la responsabilidad como
maestros y maestras en la transformación de los contextos. La tutorización desarrollada
ha tenido presente en todo momento el estado emocional del grupo a la hora de devolver
información, de cuestionar los planteamientos y de expresar los errores conceptuales. El
sentido de esta labor ha estado encaminada a posibilitar que el alumnado llegue al máximo
de sus posibilidades, construya y reconstruya sus conocimientos y comprenda que para
entender la realidad educativa no se puede fragmentar los contenidos.
Finalmente, como hemos comentado a lo largo del documento, el equipo docente
comparte los criterios y el sistema de evaluación y, para ello diseña una rúbrica (Tabla 1)
la cual ha orientado el proceso de aprendizaje del alumnado y la obtención de una
evaluación favorable. Entre los estándares generales de calidad establecidos hay que
destacar: los trabajos deben estar bien argumentados, ser originales y creativos,
organizados de modo crítico, cumplir con la normativa APA última versión, etc.
Tabla 1
Rúbrica de evaluación
Argumentación: Los enfoques teóricos, los Los enfoques teóricos, los Los enfoques teóricos, los
argumentos expuestos y las argumentos expuestos y argumentos expuestos y las
Grado de solidez
fuentes bibliográficas las fuentes bibliográficas fuentes bibliográficas que
utilizadas son muy escasas, que se utiliza son se utiliza son muy variados,
con baja coherencia o diversos, coherentes y contrastados, muy
resultan poco pertinentes pertinentes con parte de lo coherentes y pertinentes
con lo expresado. expresado. con el conjunto de lo
expresado.
3. RESULTADOS
Para valorar el desarrollo y resultados de esta experiencia, analizar las debilidades y
fortalezas se elaboró un breve cuestionario anónimo on-line que permitió conocer el grado
de satisfacción del alumnado en relación con el proyecto interdisciplinar y la tutorización
realizada por el equipo docente durante el proceso educativo.
El cuestionario, administrado a través de la plataforma LimeSurvey (plataforma web
para la administración de encuestas), está compuesto por preguntas abiertas y cerradas
que permiten que el alumnado se exprese con respecto tanto a su experiencia como a la
gradación de opiniones.
Participaron 63 estudiantes (46 mujeres y 17 varones) sobre una matricula de 66, los
datos estadísticos se han tratado con el programa de software abierto PSPP y los
resultados se enviaron al alumnado a través de la plataforma Moodle.
En primer lugar, queremos destacar que casi el 100% de los participantes han
considerado que el trabajo interdisciplinar ha contribuido positivamente a su aprendizaje
y que las tutorías desarrolladas han sido de utilidad para resolver sus dudas, tal y como se
puede apreciar en la Tabla 2.
Tabla 2
Preguntas dicotómicas con respecto a la tutorización y el trabajo interdisciplinar
Si No
¿Crees que el trabajo interdisciplinar del segundo cuatrimestre ha 98% 2%
De esta tabla destacamos el ítem que hace referencia al número de tutorías, pues
aunque el 76% del alumnado considera que el número de tutorías ha sido adecuado existe
un número de estudiantes, concretamente 2 de cada 10 que no comparten esta valoración.
Este dato refleja el grado de dependencia del grupo de trabajo para tomar decisiones y
avanzar en su proyecto. El alumnado menos autónomo ha reclamado a lo largo del
proceso de tutorización una revisión permanente de todo lo elaborado y mayor
intervención del equipo docente al carecer de herramientas para tomar decisiones.
En relación con las cuestiones anteriormente planteadas se animaba a los estudiantes
a añadir sus comentarios, los cuales se han agrupado en función de las cuestiones
principales tal y como se puede ver en la Tabla 3.
Tabla 3
Preguntas abiertas, agrupaciones y número de estudiantes que dejan comentarios
Número
Preguntas abiertas Cuestiones principales agrupadas
estudiantes
Mayoría favorable.
¿Qué opinas del trabajo en
Diversidad de opiniones, si...pero no 35
grupo?
todos se esfuerzan por igual.
Mejor organización y distribución del
¿Cómo crees que se puede
tiempo en los grupos 51
mejorar la tutorización?
Mas tutorías en clase
La mayoría se han sentido
¿Has recibido información
suficientemente informados 35
adecuada para realizarlo?
Dependía del docente.
El agobio, el estrés, la presión y la
tensión.
¿Qué te ha gustado menos? 60
La organización y tareas dentro del
grupo.
¿Qué te ha gustado más? El trabajo en grupo. 61
La coordinación de materias y su
aplicabilidad.
Tabla 4
Características del proceso
Disponibilidad del profesorado para atender dudas 34.92% 44.44% 15.87% 4.76%
Tabla 5
Características del proceso
Muy favorable (6) (5) (4) (3) (2) Nada favorable (1)
4. DISCUSIÓN
Para comprender mejor los datos obtenidos es necesario tener en cuenta dos
circunstancias relevantes:
I. Son estudiantes que están realizando el primer año del Grado en Maestro de
Educación Primaria, que en el año anterior cursaron bachiller y que se enfrentan
por primera vez a dinámicas de trabajo que implican actividades y actitudes que
no han sido trabajadas ni fomentadas con anterioridad.
II. El trabajo en grupo exige crear relaciones entre personas desconocidas y en
algunas ocasiones con poca participación de todos los miembros integrantes del
grupo cooperativo.
Los resultados obtenidos nos muestran la necesidad de superar la visión fragmentada
del conocimiento y aprender a trabajar en equipos cooperativos (Rué, 2007). A pesar de
que no es posible asegurar que se logre el 100% en el proceso, el trabajo en grupo es
aceptado por la mayoría de los/as participantes, no obstante, existen criticas a la puesta
en marcha de este que evidentemente el equipo docente tiene que retomar para mejorar la
coordinación entre el profesorado (Bolarín, Moreno y Martín, 2015; Viejo, García y
Canabal, 2012), así como las orientaciones y herramientas que pone al alcance del
alumnado.
Dos terceras partes del alumnado valoran la experiencia como positiva y la tercera
restante se aleja de la apreciación de la mayoría. Esta consideración menos positiva está
relacionada con el grado de implicación de los diferentes miembros del equipo de trabajo
en la tarea grupal, lo cual pueda ser debido a una mala experiencia de trabajo en grupo o
a la trayectoria individualista de la enseñanza durante su etapa escolar previa.
Un 75% del grupo realiza una valoración positiva de la diferentes actividades
realizadas y la modalidad de trabajo utilizada, así mismo los/as estudiantes que valoran
menos positivamente la experiencia puntúan a la baja las visitas a los centros, el trabajo
en grupo y el tiempo disponible para la realización del trabajo.
Los resultados analizados muestran que el alumnado tiene dificultades para integrar
contenidos de distintas áreas, los estilos de aprendizaje asimilados durante la trayectoria
escolar obligatoria no facilitan la integración de diferentes saberes y superación de la
fragmentación que se propone en el proyecto multidisciplinar que aquí se expone. Este
modo de enfocar el aprendizaje en la Universidad supone una apuesta por el desarrollo
de la autonomía del alumnado, superando de este modo la relación de dependencia hacia
el profesorado, dato que se puede apreciar en la necesidad de que el trabajo esté
permanente tutorizado, (Imbernón y Prats, 2016; Domínguez, López y Cobos, 2012)
necesitando muchos grupos un mayor número de horas.
5. CONCLUSIONES
La respuesta general que transmiten los datos es de aceptación de la experiencia por
parte del grupo del alumnado y la mejora de su aprendizaje competencial a pesar de los
problemas surgidos en grupo colaborativo para afrontar la elaboración del proyecto
interdisciplinar.
Es importante recordar que, todo proyecto que implica una metodología desde la
reflexión y que aglutina diversas asignaturas y profesorado supone un trabajo extra tanto
para el alumnado como para el equipo docente que propone dicho trabajo. Los docentes
tienen que implicarse decididamente en el proceso de coordinación para que fluyan los
aprendizajes tanto del alumnado como del profesorado. Solo mejorando la coordinación
es posible transformar la cultura colaborativa institucional del centro así como desarrollar
las competencias transversales y las propias de las asignaturas implicadas.
El equipo docente a la luz del análisis de las aportaciones realizadas por el alumnado
estudiará la inclusión de una serie de propuestas de mejora en relación a las actividades
compartidas y estrategias para facilitar el aprendizaje en grupos cooperativos. Entre las
propuestas a mejorar caben destacar: aumentar el número de visitas a los centros, reducir
la demanda de actividades extras e implementar dinámicas de grupo que reduzcan las
tensiones en el trabajo en grupo y ayuden a asumir la responsabilidad y asunción de tareas.
Consideramos que estas sugerencias pueden ayudar en la construcción de la identidad
profesional del alumnado así como aprender a compartir responsabilidades educativas.
En conclusión, la experiencia vivida nos anima a seguir trabajando en esta línea y
proponer el proyecto interdisciplinar como tarea compartida, continuar mejorando la
coordinación existente en el equipo docente para superar la fragmentación y organizar los
contenidos y materiales de modo interdisciplinar, además de fomentar la tutorización
individual y grupal. Desde el punto de vista del equipo docente entendemos que esta
experiencia ha contribuido a la mejora de la formación inicial de los y las profesionales
que un día estarán al frente de un aula.
REFERENCIAS
Aguilar, N., Cedillo, M. y Valenzuela, J.R. (2015). Logro de aprendizajes significativos
a través de la competencia transversal “trabajo colaborativo” en educación superior.
Voces y Silencios: Revista Latinoamericana de Educación, 6(1), 22-32.
Bolarín, M.J., Moreno, M.A. y Martín, C. (2015). De la coordinación docente e
interdisciplinariedad: voces del alumnado. Docencia e Investigación: revista de la
Escuela Universitaria de Magisterio de Toledo, 25(2), 105-123.
Canabal, C., García, M.D. y Margalef, L. (2017). La reflexión dialógica en la formación
inicial del profesorado: construyendo un marco conceptual. Perspectiva
Educacional, 56 (2), 28-50.
Diaz, C. y Bastías, C. (2013). Los procesos de mentoría en la formación inicial docente.
Revista Internacional de Investigación en Ciencias Sociales, 9 (2), 301-315.
Domínguez, G., López, A. y Cobos, D. (2012). La tutoría como valor añadido de la
práctica docente. Una experiencia de Innovación Universitaria en el marco
burocrático de Bolonia. Revista d’innovació educativa. Monográfico: experiencias
pedagógicas, innovación e investigación en ámbitos educativos universitarios, 61-71.
Gairín, J. (2000). Cambio de cultura y organizaciones que aprenden. Educar, 27, 31-85.
Gómez, M., Escofet, A. y Freixa, M. (2014). Los equipos docentes en la educación
superior ¿Utopía o realidad? Revista española de pedagogía, 259, 509-523.