Programa en Innovación

y Gestión Educativa

Generación de Ambientes
de Aprendizaje
Sesión 5. Modelos
pedagógicos centrados en
el aprendizaje
Bienvenido a la quinta sesión de la materia Generación de Ambientes de Aprendizaje del
Programa en Innovación y Gestión Educativa.

En esta sesión abordaremos los modelos pedagógicos centrados en el aprendizaje.

Para ello, desarrollaremos cuatro subtemas: el aprendizaje por proyectos, aprendizaje
basado en casos de enseñanza, aprendizaje basado en problemas y, finalmente, el
aprendizaje en el servicio. A través de ellos, podremos analizar, comprender y reconocer
los modelos pedagógicos que se enfocan en el desarrollo de un aprendizaje significativo,
mediante la identificación de sus características específicas, para realizar una adecuada y
pertinente implementación a distintos ambientes de aprendizaje.

En este sentido, debemos asegurar la transición de un paradigma centrado en la

enseñanza y la transmisión de conocimientos a otro enfocado en el aprendizaje y
desarrollo de competencias transferibles a diferentes contextos.

En primer lugar, hablemos del aprendizaje por proyectos. Este es un modelo en el

que los alumnos trabajan activamente, planean, implementan y evalúan proyectos que
tienen una aplicación práctica, más allá del salón de clases.

Constituye una categoría de aprendizaje que pretende atender a un problema

específico, aunque también suele utilizarse en condiciones no problemáticas. Se centra en
realizar una tarea que resuelva una situación real para que, de esta manera, se integre a
la experiencia del alumno. Su característica distintiva es que se encuentra orientado a la
acción.

Asimismo, es posible analizarlo desde dos puntos de vista: la del estudiante y la del
docente. Desde la postura del docente, el aprendizaje basado en proyectos posee un
objetivo y contenidos auténticos que pueden ser evaluados con base en la aplicación de los
conocimientos adquiridos. Su rol es el de orientador y guía del proceso de aprendizaje, lo
cual le permite establecer metas educativas explícitas que afianzan su práctica docente
dentro del constructivismo. También, apoya su aprendizaje gracias a la interacción que
tiene con los alumnos.
 Ahora bien, desde el rol del estudiante, desafía y favorece las habilidades de orden
cognitivo superior. Además, promueve la motivación intrínseca al ser el centro del proceso,
lo que permite la mejora continua en los resultados de las actividades asignadas. Por último,
lo compromete de manera activa con la resolución de las tareas y estimula el trabajo
colaborativo.

De esta manera, encontramos que este modelo mejora las habilidades para
resolver problemas y realizar tareas complejas, al mismo tiempo que promueve el trabajo
colaborativo, desarrolla capacidades mentales de orden superior, promueve el
autoaprendizaje e incrementa la destreza en el uso de las Tecnologías de la Información y
Comunicación.

Por otra parte, tenemos el aprendizaje basado en casos de enseñanza, también

conocido como análisis o estudio de casos. Éste puede aplicarse en todos los niveles
educativos, pues favorece el aprendizaje por descubrimiento, motivando al alumno para
hacer preguntas y formular sus propias respuestas, ya que le permite deducir principios de
ejemplos prácticos o experiencias.

Y, ¿en qué consiste? El modelo parte de la descripción narrativa de una situación

de la vida real. Ésta debe plantear el caso e incluir información básica que conduzca a la
toma de decisiones para dar una solución eficiente al hecho planteado.

Por lo tanto, su funcionalidad radica en aproximar al alumno a las condiciones de su

medio ambiente real para desarrollar talentos como la comunicación, el liderazgo, la
confrontación asertiva, la comunicación efectiva y el procesamiento de la información.

Así, el aprendizaje basado en casos de enseñanza permite la aplicación de

conceptos teórico-técnicos probados en la vida real. También, favorece el desarrollo de
competencias para la resolución de problemas y la toma de decisiones. Posibilita la réplica
de situaciones críticas, de riesgo o incertidumbre que son propias de la vida. Contribuye a
un enfoque práctico y pragmático en situaciones diversas y estimula la motivación, al
mismo tiempo que despierta el interés.
 Ahora bien, el aprendizaje basado en problemas es un modelo didáctico del
dominio de la pedagogía activa. Está enfocado en el aprendizaje por descubrimiento y la
construcción. En él, el alumno se apropia del proceso, indaga en diversas fuentes de
información, selecciona, organiza e intenta resolver problemáticas.

Se integra por metaobjetivos, pues va más allá de los objetivos instruccionales, por
ejemplo: el desarrollo de habilidades del pensamiento, la activación de procesos cognitivos
y, sobre todo, la transferencia de metodologías de acción intelectual.

Pero, ¿qué podemos hacer para diseñar estrategias de descubrimiento y

construcción dentro de un ambiente de aprendizaje? En primer lugar, debemos permitir
que los alumnos utilicen sus propias ideas y, con ello, generen un vínculo entre la nueva
información y los conocimientos previos para construir relaciones de mediación cognitiva.
Por ello es importante mantener una comunicación clara en todo el proceso y realizar
constantes comparaciones y contrastes entre las diversas actividades, que permitan
formular hipótesis y tratar de probarlas para identificar el nuevo conocimiento.

Finalmente, hablemos del aprendizaje en el servicio, que se refiere a las

experiencias o programas específicos desarrollados como propuestas pedagógicas para
intervenir en el ámbito social. Se define como un proyecto protagonizado por los alumnos,
el cual tiene como objetivo atender una necesidad de la comunidad al mismo tiempo que
se planifican y mejoran sus aprendizajes.

Se compone por dos elementos: el aprendizaje y el servicio comunitario, que no se

remite únicamente a tareas de voluntariado para sensibilizar a los alumnos. Éste fomenta
la construcción del conocimiento mediante experiencias realizadas en la comunidad,
gracias a un proyecto estructurado e intencionado. Su metodología permite que el alumno
se implique con los destinatarios del servicio, reconociendo sus necesidades y entorno.

Por ende, se caracteriza por ser apropiado para la educación formal y no formal al
ser válido para todas las edades y aplicable en distintos espacios temporales. Busca dar un
servicio auténtico a la comunidad que impacte favorablemente en el desarrollo personal,
en las instituciones educativas y sociales al impulsar mejoras en el entorno comunitario.
Por último, potencia procesos sistemáticos de adquisición de conocimientos y
competencias para la vida al promover una pedagogía experiencial y reflexiva que permita
aprender y colaborar en un marco de empatía y reciprocidad.

Como has podido observar, estos modelos te permitirán generar ambientes

dinámicos de aprendizaje en los que podrás afianzar los conocimientos de tus alumnos,
quienes encontrarán en ellos un significado verdaderamente útil.

¡Muy bien, has dado un paso más!

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