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1- Inspiración

“La Biblia es "palabra de Dios", "escritura sagrada", o un "libro inspirado". Esto último
significa que es una pequeña biblioteca escrita por hombres, sí, pero sometidos a una acción
muy particular del Espíritu Santo. Por ello, Dios es, con ellos, su autor. Este influjo divino
sobre sus redactores recibe el nombre de "inspiración"(Cox pág 42).
¿Cómo nos damos cuenta de que un libro es inspirado?
A través de la lectura de los mismos libros bíblicos se trató de buscar el sentido de su
inspiración. En el siglo I, el sínodo de Jamnia fijó el cuerpo de las Sagradas Escrituras, sin
embargó se tuvo en cuenta que aquellos libros que generaban discusión se tuvieran en
cuenta algunos criterios:

- El sentido religioso
- Conformidad con la Torah

Los libros de Ezequiel, el Cántico y Ester fueron puestos en tela de juicio


En el Antiguo Testamento
No es fácil dar una precisión exacta de los criterios judíos para formar la lista de los libros
sagrados.
En el pueblo judío fueron escritos, conservados, traducidos, reunidos los libros que
constituyen las tres colecciones: ley, profetas, otros libros o hagiógrafos.
“Pero acerca de muchos libros, tratados, sin embargo, con el mismo respeto, no se
reivindicó nunca origen tan ilustre. Así, las Crónicas no se asocian, como los libros de los
Reyes, al grupo de los escritos proféticos” (Fevillet pág 76).
En el Nuevo testamento
“Éstos nacen después de la muerte de Jesucristo, cierto número de ellos fueron dirigidos a
comunidades restringidas y algunos, como las dos últimas cartas de san Juan, lo fueron con
fines muy determinados” (Fevillet pág 77).
“El padre Lagrange1 estima que el origen apostólico fue para los padres el criterio de
aceptación de un libro con rango de Escritura inspirada. Los mismos apóstoles, dice, tenían
conciencia de poseer, en materia normativa, doctrinal y moral, una autoridad igual a la de
los antiguos profetas, y por razón de su unión con Cristo, incluso superior a la de ellos. Los
cristianos, por su parte, reconocieron esta autoridad” (Fevillet pág 77).
Los libros de los apóstoles fueron recibidos con un gran valor religioso y en ellos no había
error.
1
Marie Joseph Lagrange fue un teólogo francés de la orden de los dominicos, y fundador de la escuela
bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén.
La inspiración está en toda la Biblia
El Concilio de Trento se apone a amputar una parte de la Biblia como los protestantes. Los
deuterocanónicos también son libros inspirados.
“En efecto, la tradición ha visto siempre en los libros sagrados y en cada uno de sus textos
la palabra de Dios. Esta expresión equivale a esta otra: Dios es autor de toda la Escritura.
Esto no quiere decir que cada palabra del libro sagrado sea una revelación de Dios; cada
palabra, objeto del dictado del Espíritu Santo, cada enunciación, una verdad divina: esto
sería una exageración de la que no siempre se guardaron los antiguos. De ahí una idolatría
de la letra que vino a parar en la cábala2 o, con más discreción, pero no sin ciertas
apariencias de superstición, en un alegorismo literal demasiado propenso a hacer de la
Biblia un libro cifrado” (Fevillet 81).
La Biblia conserva las intervenciones hechas por Dios a los profetas y así escritas en un
libro, o explícitamente al autor sagrado.
2- Revelación
la revelación culmina en el misterio de Cristo el cual se revela en la historia de la
humanidad; sin embargo, desde los comienzos este misterio ya estaba presente.
La revelación se fue desarrollando con el tiempo.
“En el Antiguo Testamento sigue velada la presencia del misterio de Cristo. Informa
estructuras que sólo son preparatorias de las estructuras cristianas. Aquí se inserta la
tipología bíblica. En efecto, reconocer que las realidades laten ya en las cosas del Antiguo
Testamento, es ya afirmar que estas cosas son signos de aquéllas, signos todavía
enigmáticos, pero colmados ya de sentido, suficientemente ligados con las realidades
futuras para permitir al pueblo de Dios participar en ellas secretamente” (Fevillet pág 203).
Todas las partes de la revelación son coherentes. Todos los textos bíblicos se relacionan, no
se pueden aislar.
La Biblia es la revelada
el mensaje central de Biblia esencialmente parte de la revelación. Esta revelación Dios la
expresó y escenificó con palabras.
“Lo escenificó en los grandes acontecimientos de la historia bíblica: el Éxodo, la entrega de
la ley a Moisés, la liberación del cautiverio asirio en el siglo VIII A.C., el regreso del exilio
babilónico, y especialmente en su Hijo Jesucristo que vivió, murió, resucitó y ascendió al
Padre para ser nuestro Mediador” (Demaray pág 23).

2
Cábala es una interpretación mística y alegórica del Antiguo testamento propia de la tradición judía que
pretender revelar un saber oculto acerca de Dios y del mundo.
Entre todos estos actos también hubo palabras proféticas. Recordamos que Moisés fue
quien sirvió de portavoz de Dios, en el Éxodo, la tabla de la ley y los mandamientos; los
profetas hablaron en nombre de Dios durante las amenazas y amonestaciones.
“Dios reveló su propósito y voluntad para provocar en el hombre una respuesta. La Biblia,
especialmente el Antiguo Testamento, registra no solamente los actos de Dios sino también
las reacciones del hombre. Es posible rastrear los altibajos en las reacciones de los hebreos.
Eran obedientes, pero muy a menudo desobedecían (el libro de los Jueces es especialmente
gráfico al respecto)” (Demaray pág 23).

3- Verdad
En el Antiguo Testamento:
“El verbo hebreo `aman (cf el amén litúrgico: 2Cor 1,20), del cual se formó `emet (verdad),
significa fundamentalmente ser sólido, seguro, digno de confianza; por tanto, la verdad es
la cualidad de lo que es estable, probado, aquello en lo que podemos apoyarnos. Una paz de
verdad (Jer 14,13) es una paz sólida, duradera; un camino de verdad (Gén 24,48) es un
camino que conduce seguramente a la meta; "en verdad" significa a veces (Is 16,3): de
modo estable, para siempre. Aplicada a Dios y a los hombres, habrá que traducir
frecuentemente la palabra por "fidelidad": la fidelidad de alguien nos invita a confiar
plenamente en él” (Diccionario teológico Bíblico).
La verdad en Dios está unida a su intervención en la historia en favor de su pueblo.
En el Nuevo testamento
en San Pablo se encuentra en varias ocasiones la noción de verdad (alétheia), el apóstol la
utiliza en varias ocasiones haciendo referencia a la sinceridad.
En el Evangelio encontramos lo que es la verdad cristiana. Los judíos creían tener en su ley
la expresión de la verdad, en la cual estaba la voluntad de Dios.
En San Juan, se interpreta la verdad en un sentido dualista, platónico gnóstico, de ser
subsistente y eterno; juan no llama a Dios como la verdad. Para Juan la verdad no es Dios
sino la palabra del Padre.
4- Canon
“Originalmente, el término "canon" designaba a una barrita que empleaban los
constructores y carpinteros para tomar medidas. De allí pasó a significar la medida o
modelo a lo que algo tiene que acomodarse para ser bueno, bello o verdadero.
Posteriormente pasó a ser un catálogo, una lista, un registro en donde están inscritos
personajes o libros que sirven de modelo, de norma de pensamiento y de conducta” (Cox
pág 42).
En la Sagrada Escritura, el Canon es la lista de los libros inspirados por la Iglesia.
En el Antiguo Testamento
el canon judío queda fijado en el siglo II d.C. los criterios que son usados son los
siguientes:

- Que sea conforme a la ley


- Compuesto en hebreo y en Palestina
- Contemporáneo a la época de Esdras

Antes en la traducción de los LXX integra no sólo los libros en hebreo sino también
algunos en griego los cuales son posteriores a Esdras.
El canon hebreo y el listado de los LXX se diferencian en los llamados deuterocanónicos.
En el Nuevo Testamento
Los libros del Nuevo Testamento no se realizaron con la intención de formar parte de la
Escritura; en principio sólo los del Antiguo Testamento tienen este carácter. Las cartas de
Pablo tienen la función de responder a los problemas de las comunidades, así mismo con
los evangelios; no pretenden ser textos sagrados. Sin embargo, más adelante por ser un
mensaje divino, empiezan a formar parte de la Escrituras.

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