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índice.
Introducción. ........................................................................................................................................... 4
Toma de muestra sanguínea. .................................................................................................................. 5
Toma de muestra Sanguínea en pacientes pediátricos. ........................................................................ 5
Toma de muestra Sanguínea en Adultos............................................................................................. 14
Recolección de muestra de orina. ......................................................................................................... 22
Toma de recolección de orina en pacientes pediátricos. ..................................................................... 22
Toma de recolección de orina en adultos. .......................................................................................... 26
Examen General de Orina...................................................................................................................... 27
Fundamento. ..................................................................................................................................... 27
Técnica............................................................................................................................................... 28
Examen Físico. ................................................................................................................................... 30
Examen Químico. ............................................................................................................................... 32
Examen Microscópico. ....................................................................................................................... 35
Resultados. ........................................................................................................................................ 43
Pruebas de laboratorio.......................................................................................................................... 47
Determinación de HCG en suero (PIE) ................................................................................................ 47
Biometría Hemática Manual. .............................................................................................................. 52
Biometría Hemática Semiautomática. ................................................................................................ 63
Biometría Hemática automatizada. .................................................................................................... 67
Frotis Manual. .................................................................................................................................... 69
Frotis semi y automatizada................................................................................................................. 75
Velocidad de Sedimentación Globular (VSG) Manual. ......................................................................... 81
VSG semi y automatizada. .................................................................................................................. 88
Reticulocitos Manual. ......................................................................................................................... 90
Reticulocitos (Automatizada) ............................................................................................................. 93
Células LE. .......................................................................................................................................... 95
TP y TPT. ............................................................................................................................................ 96
Gpo RH (Placa, Tubo, Tarjeta). ............................................................................................................ 98
Reacciones Febriles. ......................................................................................................................... 102
VIH 1 Y 2. ......................................................................................................................................... 105
Hepatitis A, B y C. ............................................................................................................................. 112
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Hepatitis A. ...................................................................................................................................... 112
Hepatitis B. ...................................................................................................................................... 114
Hepatitis C. ...................................................................................................................................... 120
VDLR. ............................................................................................................................................... 123
Coombs Directo. .............................................................................................................................. 124
Coombs Indirecto. ............................................................................................................................ 126
Pruebas de Compatibilidad Sanguínea.............................................................................................. 128
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Introducción.
En el transcurso del semestre el Químico Carlos Alberto Reyes Arnulfo nos ha impartido y explicado temas
en cada clase de las cuales de manera personal considero de vital importancia, los errores preanalíticos
pueden presentarse al instante de hacer una toma de muestra inadecuada, de hecho algo del contenido
visto en clases es hacer uso de la técnica apropiada para realizar la toma de muestra al paciente y
claramente de esa manera poder descartar ciertos errores que pudieran ocurrir; y que en cierto punto
podrían presentar algún problema al realizarse las pruebas de laboratorio correspondientes ya que ciertos
errores pudieran afectar los resultados de ciertos parámetros a analizar y dar resultados poco confiables
y que no serian de gran ayuda para el diagnóstico de ciertas patologías que pudiera presentar el paciente.
Puede sonar sencillo pero es algo muy relevante de conocer, cada uno de los temas serán explicados a
fondo en el presente trabajo; ya que conociendo de manera teórica cada uno podremos llevarlos a la
práctica de manera idónea y de esa manera realizar un buen trabajo como químicos, todo esto va desde
algo simple como conocer y platicar con el paciente, explicarles el procedimiento que se les va a realizar y
lo que deben o no deben de hacer o ingerir antes de las tomas de muestras que se le hagan; y
posteriormente tomar la muestra y todo el proceso tan importante que tiene y luego realizar las pruebas
de laboratorio con los equipos que se tengan a la disposición según el laboratorio en el que se encuentran
y poder realizar pruebas como biometrías hemáticas, donde podemos ver que se analizan distintos
parámetros como los leucocitos, plaquetas, hemoglobina etc. Todo esto para llegar a un fin que es poder
ayudar al médico con el diagnostico y confirmar o no si presenta una patología, todo esto basándonos en
los resultados que se puedan obtener.
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La extracción de muestras de sangre puede ser utilizada para determinaciones de diversos laboratorios y
especialidades médicas, ya sea de hematología, bioquímica, inmunología, microbiología o
gastroenterología, teniendo cada una de ellas características especiales para su extracción o su recogida
referidas éstas a cantidades, tipo de recipiente, medio de conservación, etc.
Material Necesario,
Lancetas manuales y agujas de diferentes tamaños. Tanto unas como otras van empaquetadas
individualmente y son estériles. Las lancetas se usan para la punción cutánea. Las agujas son
utilizadas para la técnica de punción arterial según la edad del niño, y son las denominadas
butterfly o “mariposas”, las empleadas en recién nacidos.
Lancetas automáticas. Artefactos con mecanismo de gatillo, preparados para activar una lanceta
estéril en cada uso. Menos traumáticas que las manuales.
Tubos capilares. Llenado por acción capilar. Pueden ser de dos tamaños, con o sin heparina, según
se necesite sangre o suero. Los pequeños suelen usarse para microhematocrito. Los de mayor
calibre suelen usarse en serie para pruebas de bioquímica y de banco de sangre.
Tubos para la recogida de sangre capilar. Pueden contener o no aditivos (toda sustancia que se
añade a la muestra para prepararla para el análisis). La sangre extraída se introduce fácilmente a
través de una amplia boca. Deben evitarse las extracciones traumáticas para prevenir la hemólisis
de la muestra.
Calentadores de talón. Usados en neonatos para aumentar el flujo de sangre antes de hacer la
punción cutánea en el talón. Están comercializados. También se puede mojar una toallita en agua
a 39-44 °C.
Jeringas. Usadas para la punción venosa. Las de pequeño calibre y/o de perfusión continua son
las idóneas para las extracciones pediátricas, y permiten la recogida de tres formas diferentes:
Tubos para contener la muestra. Pueden contener aditivos. Tienen hecho el vacío, por lo que la
cantidad de sangre está predeterminada. Los tapones de goma que los protegen tienen diferente
color según el contenido.
Tubos pediátricos. Contienen aditivos y anticoagulantes y tienen hecho el vacío. Sólo permiten la
obtención de una muestra de 4 cm3 como máximo, lo que evita que las venas de los niños se
colapsen.
Adaptador. Consta de jeringa de punta doble y tubo de recogida. Suelen tener dos tamaños, que
deben encajar perfectamente con los tubos de recogida.
Compresor o torniquete. Generalmente se usan tubos de goma o bandas de goma suave y flexible
con una longitud de unos 15 cm y 2,5 cm de ancho. Es necesario cuidar la limpieza de este material,
así como su renovación, por ser vehículo potencial de gérmenes.
Guantes desechables. Suelen ser de goma o de látex. Su finalidad es la de proteger durante todo
el procedimiento a el químico que realiza la técnica y al propio paciente.
Algodón o gasas. Impregnadas en alcohol de 70º para la desinfección de la zona de punción.
Rotulador. Para identificar las muestras.
Contenedor de residuos. Para introducir en él todo el material utilizado: guantes, lancetas,
jeringas, etc.
Procedimiento y técnica.
Antes de realizar la técnica, el químico deberá tener en cuenta los siguientes requisitos:
Son impresos de la propia institución, que pueden tener diferente color según los diferentes servicios a los
que se realice la petición: hematología, bioquímica, etc., pero todos ellos deben tener el nombre y los
apellidos del paciente, el número de historia clínica, el lugar de procedencia de la muestra, la fecha en que
se solicita, la hora de extracción de la sangre, las pruebas solicitadas, el nombre legible y la firma del
médico que solicita la extracción y de la persona que la realiza. En algunas ocasiones se requiere que la
enfermera que realiza la extracción anote en la misma petición de analítica si la muestra ha sido obtenida
por punción cutánea cuando lo habitual es obtenerla de rutina por punción venosa, por las variaciones
que puedan existir, o viceversa.
• Las características que debe tener la muestra según la petición que se ha solicitado.
En niños menores de 1 año, que aún no caminan, se utiliza la punción cutánea del talón. No se aconseja
usar los dedos de la mano para la punción en niños tan pequeños por el riesgo de lesionar el hueso con la
lanceta, ni extraer sangre por punción venosa, porque al riesgo se le añade la dificultad para su realización.
En niños de estas edades, la extracción de venas profundas podría ocasionar problemas graves, tales como
trombosis venosa, hemorragia, etc.
En niños con edades comprendidas entre el año y medio y los dos años, que normalmente ya caminan, se
utiliza la punción cutánea de los dedos de la mano sin ningún riesgo (Ver Imagen 1). No se recomienda la
punción venosa por el grado de dificultad que puede ofrecer el tejido adiposo en la zona antecubital para
la localización de la vena. El motivo de la elección por punción cutánea está fundamentado en que se
pueden realizar microtécnicas, con lo cual se necesitan volúmenes pequeños de sangre. Por una parte,
esto evita problemas en cuanto al volumen de la muestra, sobre todo cuando el paciente necesitado de la
analítica es un prematuro al que la extracción de volúmenes mayores puede producir una anemia, y por
otra, las venas quedan en reserva para terapia
parenteral o para usarlas ante la incapacidad de
obtención de una muestra correcta por punción
cutánea. Si las peticiones que firma el médico son
varias, es importante que las enfermeras conozcan el
orden en el que la extracción debe ser realizada para
garantizar la calidad de la muestra. Toda muestra de
sangre obtenida por punción cutánea, a diferencia de
la obtenida por punción venosa, presenta un acopio
de plaquetas; para evitarlo, en lo posible, la primera
muestra de sangre será la destinada al servicio de
hematología.
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Extracción de calidad en una punción cutánea (Capilar)
Revisar las lancetas antes de su utilización, así como el gatillo si la lanceta es automática. Utilizar
siempre lancetas de 2,4 mm para la técnica, ya que la complicación más seria de la punción del
talón en un lactante es la osteocondritis necrotizante por la penetración de la lanceta en el
calcáneo. No usar nunca agujas ni hojas de bisturí y no pinchar más de dos veces el mismo talón
del bebé para la obtención de la muestra.
Esperar a que el alcohol utilizado para la limpieza de la zona se haya secado, ya que de lo contrario
se puede mezclar con la muestra y obligar a una nueva extracción, o limpiar con una gasa seca la
primera gota de sangre: esto evitará la contaminación de la muestra.
No apretar continuamente la zona de punción, ya que puede provocar rotura de hematíes y
producir hemólisis. Seguir un orden correcto en la recogida de sangre cuando se deba hacer más
de una toma:
– 1ª toma, para la determinación en el servicio de hematología.
– 2ª toma, para el servicio de bioquímica.
– 3ª toma, para el servicio de banco de sangre.
Agitar varias veces y suavemente los tubos si éstos tienen heparina o algún aditivo con el fin de
evitar que se coagule la muestra.
Rotular los tubos convenientemente, ya que las equivocaciones en las muestras pueden tener
graves repercusiones en el paciente. Anotar en la hoja de solicitud la hora de la extracción y el sitio
de punción, firmarlo y hacer constar con claridad en la petición que la extracción está hecha por
punción cutánea, ya que pueden darse algunas diferencias clínicamente significativas en los
resultados relativos al potasio, el calcio, las proteínas totales y la glucosa extraídos por punción
venosa o arterial.
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3. Aplicar calor local en el talón, limpiar el lugar de punción con alcohol y dejar secar. Pinchar con la
lanceta en el talón, en la cara externa. Limpiar la primera gota
4. Presionar delicadamente el sitio de punción para recoger la muestra, y utilizar los tubos según el
orden previsto. Hay que recordar que los tubos con anticoagulante o aditivo deben invertirse con sumo
cuidado. Etiquetar las muestras. Anotar en la petición “Muestra obtenida de punción cutánea” y firmar
5. Inmovilizar la vena. Introducir con cuidado la mariposa o aguja con el bisel hacia arriba. Cerrar las alitas
del dispositivo de perfusión continua para mantener la aguja en la posición correcta. Retirar el compresor,
abrir con cuidado las alitas del dispositivo de perfusión venosa y retirar la mariposa o palomita
6. Extraer la sangre con la jeringa. Si ofrece alguna dificultad, mover con sumo cuidado la posición de la
aguja
7. Presionar la zona con gasa estéril una vez recogida la muestra. Observar el sitio de punción
8. Repartir y mover con suavidad la sangre en los tubos varias veces. Etiquetarlos
Punción Arterial.
Es una técnica más especializada, mediante la cual se pretende obtener una muestra de sangre arterial en
los niños. La sangre arterial es la idónea para tener unos datos fiables sobre el pH y los gases sanguíneos
para la determinación de los cuales no se necesitan cantidades grandes de sangre, pero al mismo tiempo
las arterias suelen ser los vasos de elección cuando es necesaria una extracción de gran cantidad de sangre
para la analítica. Los vasos elegidos son la arteria temporal, la humeral, la radial y la femoral (evítese en lo
posible esta arteria ya que se puede producir un espasmo).
Procedimiento y técnica
En caso de niños mayores, la enfermera debe explicar al niño y a los padres lo que se le va a hacer
y pedir su colaboración.
Si la muestra es para gases tiene que evitarse la entrada de aire a las jeringas, puesto que alteraría
los resultados de estos. Esto se consigue conectando bien las agujas con las jeringas mientras se
realiza la extracción.
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La elección del sitio de punción es vital en el procedimiento. Existen diversos lugares que pueden ser
elegidos para la venopunción; la zona más propicia es la fosa antecubital localizada entre el brazo y
antebrazo en la cara ventral del miembro superior, lugar donde se localiza un gran número de venas
superficiales. Las venas de esta zona tienen
una distribución anatómica que puede
variar de un individuo a otro,
distinguiéndose dos tipos comunes: uno en
forma de H dado por las venas cefálica,
cubital mediana y basílica (70% de casos) y
otro en forma de M dada por la
distribución de las venas más prominentes:
cefálica, cefálica mediana, basílica mediana
y basílica.
Las venas cubital, mediana y cefálica son utilizadas con más frecuencia para el procedimiento de punción.
La vena cefálica es más susceptible de presentar hematomas y tiene la mayor sensación dolorosa al
punzarla. Cuando las venas de esta región no están disponibles o no son accesibles, las venas del dorso de
la mano pueden ser usadas para la venopunción. Las venas localizadas en la parte distal del antebrazo, en
la cara ventral no se recomienda puncionarlas por la proximidad de varias estructuras anatómicas como
tendones y nervios que pueden ser lesionados accidentalmente durante el procedimiento. El arco venoso
dorsal de la mano y la vena dorsal del metacarpo son más usados para el procedimiento de punción por
ser venas de mayor calibre. No deben ser
puncionadas las venas de las extremidades
inferiores, especialmente a nivel de los
tobillos, por el alto riesgo de provocar
flebitis, trombosis o necrosis tisular. La
punción arterial no debe considerarse una
alternativa para punción, debido a la
dificultad de la canalización y posibles
complicaciones; si debe realizarse la
punción será previa autorización médica.
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Zonas donde debe evitarse la venopunción
De preferencia, las muestras de sangre deben extraerse de miembros en los que no se hayan colocado vías
intravenosas. Se recomienda evitar:
• En caso de mastectomía, se debe consultar al médico antes de extraer sangre de zonas cercana a la
misma, para evitar potenciales complicaciones derivadas de la linfostasis.
• La extracción de sangre en zonas con hematoma, puede dar resultados erróneos en las pruebas de
laboratorio; si no existiera otra opción, la muestra se debe extraer distalmente al mismo.
• Áreas con fístulas arteriovenosas, injertos o cánulas vasculares; no deben ser manipuladas para extraer
sangre porpersonal no autorizado.
• Evitar puncionar venas trombosadas por ser poco elásticas y tener paredes endurecidas.
La toma de la muestra define al procedimiento que permite obtener tejido líquido o sólido, secreción o
excreción de una persona, para su estudio en un laboratorio; cuando dicha obtención se efectúa con un
método invasivo se denomina extracción. Es importante diferenciar entre espécimen y muestra.
Espécimen es la parte del sistema biológico que se obtiene para estudio y la muestra es la parte del
espécimen que debidamente tratada, se utiliza para analizar; en algunos casos espécimen y muestra
coinciden, en otros no.
Por ejemplo, para un hemograma el espécimen es sangre total y la muestra también; en cambio, para una
prueba de coagulación, el espécimen es sangre total y la muestra es el plasma. Las muestras que se
requieren para los estudios hematológicos son:
Se sugiere realizar las extracciones sanguíneas con sistema de vacío, ya que aportan seguridad al
profesional evitando exposición accidental por autoinoculación y dos de los errores preanalíticos
frecuentes: a) hemólisis de las células y b) incorrecto llenado del tubo.
Identificar al paciente antes de realizar la extracción: verificar nombre, edad y motivo por el que
se realiza los exámenes. De ser necesario pedir identificación. En caso de que el paciente se
encuentra inconsciente, preguntar al personal de enfermería o a los familiares.
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Identificar el pedido y las muestras con el mismo código de barras; se extremarán las precauciones
en este paso porque un error en esta etapa es indetectable en la fase analítica.
Colocar el torniquete entre 7 y 10 cm por encima del lugar elegido para la venopunción, soltarlo
inmediatamente después de canalizar la vena. Nunca debe permanecer más de dos minutos
ajustado, pues altera el equilibrio entre el líquido y los elementos formes de la sangre (aumenta
10% el valor del hematocrito y 15% el valor de la coagulación).
Realizar una punción lo menos traumática posible, sobre todo si incluye estudio de coagulación;
cuanto más limpia sea la punción menos factores tisulares se liberarán.
− Evitar las causas de hemólisis de la muestra que son: a) uso de jeringuilla y aguja para la extracción, b)
tirar con excesiva fuerza del émbolo, c) usar una llave de tres vías, d) forzar el paso de sangre por la aguja
y e) llenar el tubo sin dejar deslizar la sangre por la pared interna del mismo.
− No destapar tubos al vacío ya que, al volver a cerrarlos, puede producirse un exceso de presión en el
interior del tubo que provoca la brusca salida del tapón durante el transporte.
− Llenar los tubos dejando resbalar la sangre por la cara interna de los mismos, no dejarla caer
directamente al fondo, ni forzar el paso de la sangre por la aguja.
Respetar el orden de extracción de los tubos, este variará en función del sistema utilizado para
realizar la extracción.
Es la recolección de sangre de una vena. En la mayoría de los casos, se realiza para análisis de laboratorio.
Forma en que se realiza el examen La mayoría de las veces, la sangre se extrae de una vena localizada en
la parte interior del codo el dorso de la mano.
Las medidas que usted necesita tomar antes del examen dependen del tipo de examen de sangre que le
vayan a hacer. Muchos exámenes no requieren medidas especiales. En algunos casos, su proveedor de
atención médica le dirá si necesita dejar de tomar algunos medicamentos antes de realizar este examen o
si necesita presentarse en ayuno. No suspenda ni cambie sus medicamentos sin hablar primero con su
proveedor. Razones por las que se realiza el examen
El plasma es la parte líquida de la sangre en el torrente sanguíneo que contiene substancias como glucosa,
electrólitos, proteínas y agua. El suero es la parte líquida que queda después de que la sangre se deja
coagular en un tubo de ensayo. Las células de la sangre abarcan glóbulos rojos, glóbulos blancos y
plaquetas. La sangre ayuda a movilizar el oxígeno, los nutrientes, los residuos y otros materiales por el
cuerpo. Asimismo, ayuda a controlar la temperatura corporal, el equilibrio de líquidos y el equilibrio acido-
básico del cuerpo. Los exámenes hechos en la sangre o en partes de esta le pueden suministrar claves
importantes acerca de su salud a su proveedor.
4. Tubos para suero con activador de coágulo, con o sin gel separador (tapa amarilla).
5. Tubos con heparina con o sin gel separador de plasma (tapa verde).
La punción de la piel se realiza con una aguja o con lanceta. El uso de agujas hipodérmicas o intravenosas
es totalmente desaconsejado por ser causa de pinchazos accidentales. En adultos y niños mayores, se
obtiene la muestra de sangre de la falange distal del tercer o cuarto dedos, en un sitio ubicado entre 3 a 5
mm del lecho ungueal. Antiguamente se obtenía sangre capilar luego de puncionar el lóbulo auricular;
actualmente su uso no se recomienda debido a que el flujo sanguíneo que se obtiene es tan reducido que
no es representativo de la sangre circulante. El área plantar central y la curvatura posterior no deben
puncionarse en lactantes pequeños, para evitar el riesgo de lesión y posible infección de los huesos del
tarso subyacentes, sobre todo en los recién nacidos.
Evite extraer sangre del brazo donde exista una vía de perfusión ya que la muestra obtenida estará
diluida. Si no hubiera otra opción por estar canalizados los dos brazos, cierre la perfusión y espere
al menos dos minutos para realizar la extracción.
La extracción de sangre de un catéter debe asegurar que la solución perfundida o el uso de
heparina interfieran en el resultado del análisis. Siempre debe desecharse un equivalente en
volumen a 2 o 3 veces el contenido de la luz del catéter; si la extracción es para un estudio de
coagulación no debe usarse este método, a menos que se lo realice en el momento de la
implantación de la vía.
Se recomienda utilizar un adaptador de vacío para el llenado de los tubos.
La obtención de sangre arterial para realizar estudios hematológicos no está aconsejada.
Debe tenerse en cuenta que las jeringuillas de extracción arterial están heparinizadas, por lo que
no pueden usarse para los estudios de coagulación.
En la práctica diaria, pueden presentarse situaciones en las que no es posible usar otra opción
que las descritas anteriormente, en estos casos, debe informarse al laboratorio las características
de la extracción y de la imposibilidad de realizarla de otra forma.
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La recogida de la muestra de orina del bebé debe ser por la mañana. De esta forma, las bacterias se
multiplican a lo largo de la noche.
Bolsa perineal
Maniobras de estimulación vesical en neonatos.
¿Cómo se realiza?
En ocasiones el médico puede necesitar verificar la orina de su hijo en busca de bacterias (gérmenes que
causan infecciones). Para realizar este análisis, se debe recolectar una muestra de la orina de su hijo. A
veces, una enfermera o un auxiliar de enfermería recogen la muestra. En otras ocasiones, se le puede pedir
a usted que recoja la muestra. Se le enseñará cómo hacerlo, y esta guía puede ayudarle a recordar todos
los pasos. Los pacientes adolescentes por lo general pueden seguir estos pasos por sí mismos.
Siempre hay bacterias en la zona genital. Estas bacterias pueden contaminar (ensuciar) la muestra de
orina, lo que puede ocasionar resultados falsos. Por este motivo, es muy importante limpiar bien esta zona
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antes de recoger una muestra de orina. Los siguientes pasos le ayudarán a recoger una muestra limpia de
orina.
Objetos necesarios
• Agua estéril
• Guantes no estériles
1. Con palabras que su hija pueda entender, dígale lo que va a hacer (limpiar su “parte íntima” y recoger
una muestra).
2. Lávese las manos con jabón antibacteriano (cualquier jabón que indique que es desodorante o
antimicrobiano). Séquese bien las manos. Lea la guía “Usted sabe… Lavado de manos” para obtener
información.
4. Haga que su hija se acueste boca arriba con las piernas separadas. Ofrézcale toda la privacidad que sea
necesaria.
5. Limpie la zona genital externa con las gasas estériles 4x4 humedecidas con pHisoHex®. Lave primero
cada lado de la vulva (cada pliegue). Luego limpie la zona periuretral (por donde sale la orina). ¾ Limpie
desde adelante hacia atrás, nunca al revés. ¾ Use cada gasa sólo para una (1) pasada.
6. Con gasas nuevas y agua estéril, enjuague el pHisoHex® de la vulva empleando el mismo procedimiento
anterior.
7. Seque la vulva con una (1) gasa, limpiando desde adelante hacia atrás.
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8. Ahora deje que su hija se siente o se pare sobre el retrete o el recipiente de recolección (pelela) para
orinar. Deje que un poco de la orina se vaya por el retrete (o pelela). Luego, recoja el resto de la orina en
el recipiente estéril. A esto se le llama una muestra de media micción. (No toque el interior del recipiente).
11. Dé le la muestra de orina a la enfermera o auxiliar de enfermería de su hija lo antes posible. La muestra
debe enviarse al laboratorio dentro de los 30 minutos de recolectada, o se deberá desechar y recoger una
nueva muestra
1. Con palabras que su hijo pueda entender, dígale lo que va a hacer (limpiar su “parte íntima” y recoger
una muestra).
2. Lávese las manos con jabón antibacteriano (cualquier jabón que indique que es desodorante o
antimicrobiano). Séquese bien las manos. Lea la guía “Usted sabe… Lavado de manos” para obtener
información.
4. Haga que su hijo se acueste boca arriba o se pare con las piernas separadas. Ofrézcale toda la privacidad
que sea necesaria.
5. Tire el prepucio hacia atrás (si tiene) de modo que pueda limpiar bien la superficie del pene con las gasas
estériles 4x4 humedecidas en pHisoHex®. Limpie la zona al menos 4 veces usando una nueva gasa cada
vez.
8. Ahora deje que su hijo se siente o pare sobre el retrete o el recipiente de recolección (pelela) para orinar.
Deje que un poco de la orina se vaya por el retrete (o pelela). Luego, recoja el resto de la orina en el
recipiente estéril. A esto se le llama una muestra de media micción. (No toque el interior del recipiente.)
11. Dé le la muestra de orina a la enfermera o auxiliar de enfermería de su hijo lo antes posible. La muestra
debe enviarse al laboratorio dentro de los 30 minutos de recolectada, o se deberá desechar y recoger una
nueva muestra
De ser posible, recolecte la muestra cuando la orina haya estado en su vejiga durante 2 a 3 horas.
Usted usará un equipo especial para recolectar la orina, el cual muy probablemente tendrá un recipiente
con una tapa y toallitas desinfectantes.
NIÑAS Y MUJERES
NIÑOS Y HOMBRES
También denominado uroanálisis es una de las pruebas de gabinete más importante en la determinación
del estado de salud de un paciente, ya que mediante este análisis se pueden determinar muchas
características de funcionamiento en varios órganos internos.
El Uroanálisis es una parte integral de los exámenes rutinarios en todo Laboratorio Clínico. Su utilidad en
la obtención de importante información como el diagnóstico de enfermedades de los riñones y el tracto
urinario, el hígado, desordenes metabólicos, así como el monitoreo de la efectividad en el tratamiento de
problemas crónicos y en la investigación de condiciones asintomáticas, son capacidades y características
que le dan un valor incalculable en el cuidado de la salud.
Para satisfacer tales objetivos requiere del cumplimento de dos condiciones generales:
a) La adecuada obtención de una muestra, proveniente de un paciente con una indicación médica bien
dirigida para la realización del examen. Las indicaciones para la realización del Uroanálisis son las
siguientes:
• Sospecha o seguimiento de síntomas que sugieran infección del tracto urinario
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• Sospecha o seguimiento de enfermedad renal no infecciosa, primaria o secundaria a enfermedad crónica
(reumática, hipertensión, toxemia por embarazo, efectos adversos a medicamentos)
• Sospecha o seguimiento de enfermedad post-renal no infecciosa
• Detección de glucosuria
• Seguimiento de pacientes con diabetes
• Detección o seguimiento de estados metabólicos como: vómito o diarrea, acidosis/ alcalosis, cetosis o
litiasis
b) Un Uroanálisis con procedimientos estandarizados y bien realizados
Técnica.
Desde el punto de vista de los procedimientos médicos, la orina se ha descrito como una biopsia líquida,
obtenida de forma indolora, y para muchos, la mejor herramienta de diagnóstico no invasiva de las que
dispone el médico. Es de vital importancia partir de una muestra con una concentración adecuada y un
contenido de elementos formes provenientes de la vía urinaria, evitando la contaminación externa con
microorganismos y elementos celulares de la piel y los genitales externos. El éxito inicia con unas
instrucciones claras y concretas en un lenguaje comprensible por el paciente, en forma oral, escrita y de
preferencia acompañadas por dibujos demostrativos.
Se recomienda que las instrucciones que se proporcionan al paciente ambulatorio incluyan los siguientes
puntos como mínimo:
Limpie sus genitales externos, de adelante hacia atrás, con tres toallas húmedas
Seque con una toalla seca
Deje salir un primer chorro a la taza del baño
Deposite la siguiente porción en el frasco
Elimine el resto en la taza del baño
Tape el frasco evitando tocar el interior y entregarlo en el laboratorio lo antes posible
MÉTODO DE RECOLECCIÓN
i. Orina Espontánea. Es aquella muestra de orina que el paciente puede emitir sin necesidad de
ninguna asistencia ni dispositivo externo y se pueden obtener las siguientes:
ii. Chorro Medio. Es el más utilizado por su buena representatividad microbiológica para el cultivo
y un contenido adecuado de elementos formes. Se elimina la primera porción de orina para
eliminar la contaminación con bacterias comensales de la uretra y con células sanguíneas o
epiteliales de los genitales externos.
iii. Primer Chorro. Es la primera porción de orina emitida. Es la de elección para la búsqueda de
Chlamydia trachomatis por técnicas de amplificación de ácidos nucleicos. También es útil cuando
se requiere de confirmar una sospecha de la presencia de células anormales u otros elementos
patológicos escasos en una previa muestra de chorro medio.
iv. Orina por Sonda. Se obtiene con una sonda introducida por la uretra hasta la vejiga. La muestra
por sonda es útil en pacientes que se encuentren inhabilitados para obtener una muestra
espontánea. Es una muestra limpia de contaminación por los genitales externos y la uretra, pero
debe ser colectada en una bolsa nueva y de preferencia con una sonda nueva, para evitar la
contaminación de la muestra.
v. Punción Suprapúbica. Se obtiene por punción de la pared abdominal directo a una vejiga
distendida (llena). La ventaja sobre la muestra por sonda es que en la punción no hay riesgo de
introducir bacterias a la vejiga y es la muestra de elección para la decisión final sobre la sospecha
de infección. La desventaja es la necesidad de material especial y la complejidad de la técnica.
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Muestra de Neonatos.
La muestra de orina en neonatos y bebes que todavía no pueden obtener una muestra espontánea se
obtiene con el uso de bolsas especiales. Para obtener buenos resultados se deben cuidar los siguientes
detalles:
• Requiere una completa limpieza a los genitales externos y la piel circundante con abundante agua estéril.
No se recomienda el uso de jabones para evitar la contaminación de la muestra, ya que afecta los
resultados del examen químico y la viabilidad de las bacterias en caso de un cultivo.
• La permanencia de la bolsa debe ser de una a dos horas máximo, una permanencia mayor provoca
contaminación de la muestra con flora bacteriana de la piel.
• En el retiro de la bolsa una vez colectada la muestra se realiza por dos adultos para evitar la pérdida de
muestra, que puede ser muy escasa y valiosa. Mientras un adulto suspende al neonato del tórax, mirando
al otro adulto, éste retira la bolsa cuidadosamente para no lastimar la piel del niño con el adhesivo de la
bolsa y para no perder muestra.
Examen Físico.
Es la fase del examen que evalúa las características del espécimen que se pueden captar por medio de los
sentidos, como son el color y el aspecto. Se realiza comúnmente por la observación directa de la muestra
de orina. Es recomendable que se tomen en cuenta algunos cuidados para una correcta realización como
observar la muestra en un tubo de ensayo limpio y sin raspaduras, además de contar con iluminación
suficiente de color blanco (o frío).
Valores normales:
31
- color: de paja a amarillo, pálido a oscuro.
- aspecto: transparente o ligeramente turbio.
Trascendencia clínica:
El color de la orina se puede desviar del normal por concentración de esta, ya sea por deshidratación, falta
de ingestión de agua o por aumento en el índice metabólico (fiebre o hipertiroidismo). También puede
contener cromógenos por ingesta de determinados alimentos o medicamentos, en casos normales o,
puede contener pigmentos como bilirrubina o hemoglobina en casos patológicos.
El aspecto se puede alterar en casos normales por la precipitación de fosfatos, uratos u oxalato al enfriarse
la orina al ser emitida o por la presencia de abundantes células epiteliales. En casos patológicos puede
contener eritrocitos, leucocitos, bacterias o grasa.
Es importante considerar que las alícuotas de orina en el tubo de ensayo deben estar homogéneas al
momento de la observación macroscópica y el examen químico. Si no se cuenta con equipo estandarizado,
que incluye tubos con tapón para homogeneizar en cada paso, se recomienda vaciar y analizar un número
limitado de muestra de orina o contar con papel parafinado para tapar y mezclar por inversión suave antes
de cada paso.
32
Examen Químico.
Si las reacciones son incompletas la concentración obtenida será menor a la normal y se registrará como
un falso negativo. En el caso contrario hay zonas reactivas que desarrollan color pasado el tiempo
adecuado de lectura generando falsos positivos (ejemplo: proteínas)
Valores normales:
Las tiras reactivas cuentan actualmente con 10 parámetros, con los siguientes valores normales:
Interpretar los resultados de la tira reactiva y extrapolarlos al estado de salud del paciente requiere ciertos
cuidados y experiencia. Cualquier resultado positivo debe comprobarse por algún método definitivo o al
menos, uno más exacto, ya que es inevitable la presencia de falsos positivos para que la prueba sirva como
filtro (tamiz o criba), como ejemplo: una proteinuria patológica baja, 0.4 /día, en un paciente que orinó 2
L / día, se puede confundir con una proteinuria fisiológica en un sujeto sano que orinó 0.5 L / día, en ambos
casos la tira “ve” 0.2 g/ L.
Normalmente no conocemos el flujo de orina del paciente, pero la gravedad específica nos puede dar una
buena pauta a cerca del flujo urinario del paciente. En este punto es importante mencionar que de los
35
métodos para medirla que son el Higrómetro, la tira reactiva y el refractómetro, es este último el ideal,
recomendado por los lineamientos, por ser el único cuyo fundamento de medición realmente se basa en
la cantidad de partículas disueltas y por consiguiente refleja la capacidad de concentración renal.
Examen Microscópico.
El proceso es el siguiente:
Existen todavía en este tiempo muchos laboratorios que no cuentan con ninguna de las opciones de
estandarización para el examen microscópico que existen en el mercado. Cuando se trabaja con
procedimientos basados en la “tradición oral y la mitología” se pueden obtener resultados, sobre todo en
la cuenta de partículas, verdaderamente caóticos, especialmente en cuanto a la reproducibilidad. Se
recomienda que la cuenta se informe por unidad de volumen para estandarizarla. Si además de seguir
informando por campo microscópico, el volumen de orina contenido en los campos es variable, también
será variable el resultado obtenido, incluso con la misma muestra.
Existen algunos vicios en el procedimiento que deben corregirse para mejorar los resultados, como los
siguientes:
• El volumen de orina que se puede trabajar en tubos de ensayo de medida 13 x 100 mm es un 30% menor
que el recomendado de 10 mL, con el que se han obtenido los intervalos de referencia
• Además de la capacidad reducida en los tubos de 13 x 100, es común que no se controle el volumen de
orina al llenarlos
• La fuerza y el tiempo de centrifugación descontrolados
• El volumen en que se resuspende el sedimento
• La homogeneización del sedimento raspando el tubo de ensayo en la gradilla
• Vaciar más sedimento para contar con una gota pequeña y que no se derrame al colocar el cubreobjetos
• Observar el sedimento únicamente en objetivo de 40 x, un área muy reducida de la preparación
8. Se coloca el tubo en posición vertical nuevamente y se le regresa el mililitro de orina que se había
retirado para resuspender el sedimento en un volumen constante de la misma orina para evitar
alteraciones en la composición.
9. Para resuspender el sedimento es suficiente una agitación manual
10. . Se agregan dos gotas de colorante para sedimento urinario en el tubo de ensayo
11. Se aspiran 30 microlitros de sedimento teñido, se transfieren a un portaobjetos y se cubren con
un cubreobjetos de 22 x 22
40
12. Se observa en el microscopio.
La recomendación en todos los lineamientos es utilizar microscopio con contraste de fases, que permite
contrastar las estructuras microscópicas sin ningún tipo de interferencia por las características químicas
de la muestra. Si no se cuenta con la técnica se puede recurrir al uso de colorante para sedimento urinario
(Sternheimer – Malbin). El contraste de las estructuras por cualquiera de las dos técnicas permite tipificar
las células sanguíneas y epiteliales, observar el contenido de los cilindros y observar panorámicamente las
preparaciones con un menor esfuerzo y mejor sensibilidad y especificidad.
El Grupo Europeo para el Uroanálisis propone la clasificación de los Laboratorios Clínicos en Básicos y
Avanzados según su capacidad y por consiguiente su responsabilidad identificando las estructuras
microscópicas y sus detalles morfológicos para establecer el diagnóstico. La responsabilidad de los dos
niveles se resume en la siguiente tabla.
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Queda claro en esta clasificación europea de los laboratorios por su capacidad, que el conocimiento
necesario para identificar partículas como en el nivel avanzado no se encuentra al alcance de todos los
profesionales del laboratorio, así como nos queda claro que desearíamos que nuestra propia muestra de
orina fuera analizada en un laboratorio avanzado. Continuando con el propósito central del presente
documento, la estandarización del uroanálisis, planteo la siguiente reflexión haciendo referencia a la tabla
de clasificación: un análisis básico (columna de la izquierda), tiene poca sensibilidad y especificidad, ahora,
si una muestra patológica es analizada por un laboratorio básico, tiene “permiso” para informar resultados
parciales, por consiguiente, falsos negativos. Si la misma muestra es analizada simultáneamente en un
laboratorio avanzado, el resultado es diferente y puede tener un significado y provocar una orientación
diagnóstica y terapéutica totalmente distinta, como en el ejemplo que se expone en la siguiente tabla:
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Reconocimiento de células La principal deficiencia en la enseñanza en las escuelas y los Hospitales está en
el reconocimiento de células epiteliales. A continuación, voy a hacer una revisión breve de los conceptos
básicos para ubicarse en la morfología de las células separadas de sus tejidos de origen.
Debemos empezar por recordar que todos los organismos pluricelulares, formados por una infinidad de
células, de unos 200 tipos diferentes, con funciones, tamaños y estructuras tan diferentes entre sí,
empezaron su existencia en una sola célula huevo. Inicialmente esa célula solo tiene la capacidad de
dividirse y su morfología al paso de la multiplicación se mantiene con un núcleo prominente y una banda
estrecha de citoplasma basófilo que lo rodea.
Mas adelante comienzan a diferenciarse desarrollando citoplasmas diferentes a partir del mensaje
genético en el DNA: información para formar secuencias de aminoácidos, proteínas que van a dar
estructura al citoesqueleto y a adquirir funciones enzimáticas. Estas enzimas van a sintetizar otras
moléculas orgánicas y a desarrollar los organelos que necesite la célula en conjunto para “aprender”
alguna función cooperativa con más células semejantes y formar así un tejido.
• Las células jóvenes o indiferenciadas: tienen una morfología en común: núcleo con cromatina activa (no
condensado), y citoplasma escaso, condensado y basófilo.
• Núcleo: en células con una fisiología activa en la que se requiere mantener un núcleo funcional,
encontramos núcleos de tamaño mediano, de cromatina activa. En células con renovación continua, con
un periodo corto de vida y funciones localizadas en un citoplasma que no necesita más la presencia del
núcleo, este involuciona y se hace “picnótico” o llega a desaparecer como en el eritrocito.
Resultados.
El informe de resultados del Uroanálisis debe tener la capacidad de reunir todos los detalles que se pueden
detectar en las diferentes fases del examen, en un formato compacto, claro y fácil de detectar e
interpretar.
Examen Macroscópico.
Examen Químico.
Los equipos analizadores de tiras reactivas cuentan con impresoras de resultados e incluso son capaces de
conectarse a interfases para transmitir la información por vía electrónica.
Si se trabaja con método manual y lectura visual, el formato debe contar con suficiente espacio para
escribir los resultados en forma legible y clara. El Laboratorio puede elegir la opción de un formato que
incluya las opciones de resultados de la tira reactiva y señalar el que se observó.
eumórficos: eritrocitos íntegros, con morfología totalmente normal en una orina con una osmolaridad
semejante a la del plasma sanguíneo, crenocitos en una orina hipertónica, y en una orina hipotónica,
esferocitos o “fantasmas” que son membranas celulares de eritrocito que han perdido su contenido. En
este caso se recomienda informar simplemente: “orina hipotónica” u “orina hipertónica”
dismórficos: son fragmentos de eritrocito que ha pasado por un glomérulo dañado, forzado por la presión
sanguínea. Los reportes bibliográficos coinciden en informar la presencia de eritrocitos dismórficos cuando
más del 60% de los eritrocitos presentes en la muestra son dismórficos y en porcentaje cuando lo solicita
el médico.
Instrucciones:
Se hace un barrido panorámico de la preparación en objetivo de 10x y se marca con una cruz en el
paréntesis la opción, según se encuentre la cantidad de células. Se identifica si se presenta un solo tipo de
epitelio, si es así se marca con una cruz en la línea que le corresponde. Si se identifican células de mas de
un epitelio, se indica en la línea de cada epitelio si es escaso, moderado, abundante o “predomina” Se
anota en el renglón de observaciones cualquier anomalía que se presente en la morfología o la asociación
y presentación de las células. Explicación y ventajas. Se cambia: “células epiteliales” por Celularidad para
que inicialmente se dé un panorama de cómo se encuentra semicuantitativamente la presencia de células
en la muestra. En el segundo renglón se especifica si hay un tipo celular o más y da la oportunidad de
presentar el panorama real de la muestra con solo colocar una cruz, o dos o tres palabras en que se exprese
si hay uno de ellos abundante y otro escaso, o alguno de los epitelios predomina, independientemente de
cómo se encuentre en abundancia la celularidad total de la muestra
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Cilindros: se informa su cuenta por unidad de volumen o por campo y se debe distinguir su contenido. Para
favorecer el significado clínico se sugiere la siguiente forma de reportarlos:
-De bilirrubina
-Si son cristales “siempre significativos” (2,8-Dihidroxi-adenina, cistina, tirosina, leucina, estruvita o
“fosfato triple”, urato amónico, xantina, carbonato cálcico) su simple presencia es significativa.
-Si son potencialmente litógenos (oxalatos, ácido úrico y sus sales, fosfato cálcico, apatitas y sulfamidas),
se debe informar si presentan los parámetros que los hacen litógenos:
Tamaño
Espesor
Núcmero
Tasa de maclación
Tasa de agregación
Microorganismos: se identifican y se informan.
Otros: como espermatozoides, gotas de grasa etcétera.
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Pruebas de laboratorio.
Determinación de HCG en suero (PIE)
Prueba rápida para la detección cualitativa de gonadotropina coriónica humana en orina, suero o plasma.
La Gonadotropina Coriónica humana (hCG) es una hormona glucoproteica producida por la placenta en
desarrollo poco después de la fertilización. En un embarazo normal, el hCG ya puede ser detectado en
orina y suero o plasma entre 7 y 10 días después de la concepción.1,2,3,4 Los niveles de hCG continúan
aumentando muy rápidamente, superando las 100 mIU/ml tras la primera falta,2,3,4 La aparición de hCG
tanto en orina y suero o plasma inmediatamente después de la concepción, y el incremento rápido de su
concentración durante el crecimiento temprano gestacional, la hacen un excelente marcador para la
detección del embarazo. La Prueba Rápida de Embarazo hCG en placa MonlabTest® es una prueba rápida
que detecta cualitativamente la presencia de hCG en muestras de orina, suero o plasma con una
sensibilidad de 10 mIU/mL. La prueba utiliza una combinación de anticuerpos monoclonales y policlonales
para detectar selectivamente los niveles de hCG en orina, suero o plasma. Con el nivel de sensibilidad
mencionado, la Prueba Rápida de Embarazo hCG en placa MonlabTest® (Suero/Plasma/Orina) no muestra
interferencias cruzadas con otras hormonas glucoproteicas estructuralmente relacionadas, FSH, LH y TSH,
en niveles fisiológicos altos.
PRINCIPIO
REACTIVOS
ALMACENAMIENTO Y ESTABILIDAD
Almacenar tal como está empaquetado en la bolsa sellada a temperatura ambiente o refrigerado (2-30ºC).
La placa se mantendrá en la bolsa sellada hasta su uso. NO CONGELAR. No utilizar después de la fecha de
caducidad
Ensayo en Suero o Plasma La sangre se extraerá asépticamente en un tubo limpio sin anticoagulantes
(Suero) o con anticoagulantes (plasma). Separar el suero o plasma de la sangre tan pronto como sea
posible para evitar la hemólisis. Utilice muestras claras no hemolizadas.
Almacenamiento de la muestra Las muestras de orina, suero o plasma pueden ser almacenadas a 2-8ºC
durante 48 horas antes de la prueba.
PROCEDIMIENTO DE LA PRUEBA
1. Dejar estabilizar la bolsa sellada a temperatura ambiente antes de abrirla. Extraiga la placa de la bolsa
sellada y utilícela en cuanto sea posible.
2. Ponga la placa en una superficie limpia y nivelada. Sostenga el gotero verticalmente y transfiera 3 gotas
llenas de orina, suero o plasma (aproximadamente 120ul) al pozo de la muestra de la placa, y luego
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empezar a contar el tiempo. Evite las burbujas de aire atrapadas en el pozo de la placa. Véase la siguiente
ilustración.
3. Espere hasta que aparezcan una o dos líneas coloreadas. Lea los resultados a los 3 minutos cuando haga
la prueba en orina, a los 5 minutos cuando sea en suero o plasma.
NOTA: Una concentración baja de hCG podría dar lugar, después de un periodo de tiempo prolongado, a
la aparición de una línea débil en la zona de la prueba (T); por tanto, no interprete el resultado después de
10 minutos
POSITIVO*: Aparecen dos líneas coloreadas distintas. Una línea quedará en la zona de control (C) y otra
línea quedará en la zona de la prueba (T). *NOTA: La intensidad del color de la línea de la zona de la prueba
(T) puede variar dependiendo de la concentración de hCG presente en la muestra. Por lo tanto, cualquier
coloración, por muy débil que sea ésta, en la línea de la zona de la prueba (T) deberá considerarse positiva.
NEGATIVO: Una línea coloreada aparece en la zona de control (C). No aparece ninguna línea coloreada en
la zona de la prueba (T).
CONTROL DE CALIDAD
En la prueba se incluye un control interno. La línea roja que aparece en la zona de control (C) se considera
como un procedimiento de control interno; que confirma que el volumen de muestra es suficiente y que
el procedimiento es correcto. Un fondo claro es un control interno negativo del procedimiento. Si aparece
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un color de fondo en la ventana de resultados que interfiere con la capacidad de leer el resultado de la
prueba, el resultado puede ser no válido. Se recomienda un control positivo de hCG (que contenga 10-250
mIU/mL hCG) y un control hCG negativo (con "0" mIU/ml de hCG) para verificar el comportamiento
adecuado de la prueba cuando se recibe un nuevo envío de pruebas
1. La Prueba Rápida de Embarazo hCG en placa MonlabTest® es una prueba cualitativa preliminar,
por lo tanto, no se puede determinar ni el valor cuantitativo ni la tasa de incremento de hCG con
este método.
2. Las muestras muy diluidas, indicadas por una densidad específica baja, pueden no contener
niveles representativos de hCG. Si se sigue sospechando un embarazo, se recogerá la primera orina
de la mañana 48 horas después, y se repetirá la prueba.
3. Niveles muy bajos de hCG (menos de 50 mlU/mL) están presentes en muestras de orina y suero o
plasma inmediatamente después de la implantación. Sin embargo, debido a que un número
significativo de embarazos de primer trimestre finalizaron por razones naturales, un resultado de
prueba que es débilmente positivo debe ser confirmado rehaciendo la prueba con una muestra
matutina de la primera orina, suero o plasma recogida 48 horas después.
4. Esta prueba puede producir resultados falsos positivos. Hay varias situaciones, además del
embarazo, que dan lugar a niveles altos de hCG,6,7 como son la enfermedad trofoblástica y ciertas
neoplasias no trofoblásticas, como tumores testiculares, cáncer de próstata, cáncer de mama y
cáncer de pulmón. Por tanto, la presencia de hCG en muestras de orina, suero o plasma no deben
ser usadas para diagnosticar un embarazo a menos que estas condiciones hayan sido descartadas.
5. Esta prueba puede producir resultados falsos negativos cuando los niveles de hCG se encuentren
por debajo del nivel de sensibilidad de la prueba. Si se sigue sospechando un embarazo, se
recogerá la primera orina de la mañana o una muestra de suero 48 horas después, y se repetirá la
prueba. En caso de sospecha de embarazo y continuos resultados negativos, el facultativo
confirmará el diagnóstico con resultados clínicos y analíticos.
6. Como en cualquier ensayo que emplee anticuerpos de ratón, existe la posibilidad de interferencias
con anticuerpos anti-ratón humanos (HAMA) presentes en la muestra. Las muestras de pacientes
que hayan recibido preparados con anticuerpos monoclonales para diagnóstico o terapia pueden
contener HAMA. Tales muestras pueden dar lugar a resultados falsos positivos o falsos negativos.
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7. Esta prueba proporciona un diagnóstico de presunción del embarazo. El médico sólo establecerá
un diagnóstico confirmado del embarazo después de evaluar todos los resultados clínicos y
analíticos.
Exactitud
Una evaluación clínica multi-centro fue realizada comparando los resultados obtenidos utilizando la
Prueba Rápida de Embarazo hCG en placa MonlabTest® con otra Prueba Rápida hCG en orina y suero o
plasma comercialmente disponible. El estudio de orina incluyó 413 muestras, y ambos ensayos
identificaron 296 resultados negativos y 117 positivos. El estudio del suero incluyó 200 muestras, y ambos
ensayos identificaron 141 resultados negativos y 59 positivos. El estudio del plasma incluyó 200 muestras,
y ambos ensayos identificaron 141 resultados negativos y 59 positivos. Los resultados demostraron un
>99% sobre la precisión de la Prueba Rápida de Embarazo hCG en placa MonlabTest® cuando se
compararon con otra Prueba Rápida hCG en orina y suero o plasma.
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Serie leucocitaria
Los leucocitos son las células nucleadas de la sangre; incluyen a los neutrófilos segmentados y en banda,
monocitos, eosinófilos y basófilos que forman parte de la inmunidad innata de cada individuo. Los
linfocitos corresponden a las células que participan en la inmunidad adaptativa. En el niño la distribución
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de los leucocitos varía con la edad, pero es importante recordar que más que el porcentaje en la biometría
hemática, deben tomarse en cuenta los valores absolutos de cada uno de ellos; así, los neutrófilos
absolutos en los primeros seis meses de vida deben ser superiores a 1,000/mm 3, mientras que posterior a
esta edad los deberemos encontrar por arriba de 1,500/ mm 3. En cuanto a los linfocitos en la circulación
encontraremos un mínimo de 1,000/mm3, que corresponden a linfocitos B y T, aunque morfológicamente
es imposible distinguirlos.
Los procesos infecciosos locales o sistémicos son la causa principal de modificaciones en el número total
y diferencial de leucocitos. La leucocitosis es la elevación de leucocitos totales en la circulación; una cuenta
total por arriba de 30 × 103 se conoce como reacción leucemoide, en la que sólo se identifican formas
maduras en la circulación. Cuando la leucocitosis es secundaria a infecciones bacterianas el predominio es
de neutrófilo y puede haber un incremento de bandas; en cambio, ante la presencia de infecciones virales
tiende a aparecer un marcado incremento de linfocitos. La mononucleosis infecciosa es el ejemplo típico
de reacción leucemoide con incremento de linfocitos y aparición de linfocitos atípicos. En forma
paradójica, algunas infecciones pueden asociarse a leucopenia; la bacteria más frecuentemente asociada
con neutropenia es la causada por Salmonella. Las enfermedades hematológicas malignas son una causa
frecuente de leucocitosis/leucopenia. En estos casos es necesaria una revisión cuidadosa del frotis de
sangre periférica en donde se demostrará neutropenia y con frecuencia podemos encontrar células
inmaduras, blastos, asociado a disminución de la hemoglobina y de las plaquetas. Deficiencias
nutricionales, estrés, drogas, etc., son problemas médicos que pueden causar modificaciones en el número
de neutrófilos
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Serie plaquetaria
La tercera línea celular evaluada en la
biometría hemática es la de
plaquetas. A diferencia de lo que
sucede con eritrocitos y leucocitos,
las plaquetas tienen un número
constante a lo largo de la vida que
varía entre 150-450 × 109/L, miden
de 1-3 mm/L; los equipos
automatizados utilizados en la
actualidad proporcionan además el
volumen plaquetario medio que va de 5-12 fentolitros (fL). Las plaquetas circulantes simulan un disco
oblongo; son fragmentos anucleados del citoplasma de los megacariocitos presentes en la médula ósea,
que sólo contienen algunas mitocondrias, glucógeno y gránulos específicos importantes para la
coagulación. Las alteraciones numéricas de las plaquetas se pueden evaluar considerando el volumen
plaquetario medio: uno elevado traduce una proliferación acelerada en la médula ósea (anemias
hemolíticas, aumento de destrucción en la circulación) mientras uno disminuido se asocia con reducción
en la trombopoyesis.
Esta prueba se realiza en sangre fresca; se prefiere el ácido etilendiaminotetraacético debido a que no
afecta la morfología de las células ni modifica la sedimentación globular. Aunque se puede utilizar citrato
de sodio, éste se usa sólo cuando se sospecha pseudotrombocitopenia, o heparina que no evita la
agregación plaquetaria en su totalidad además de que produce una tinción azulosa a las células cuando
son teñidas con Wright
La sangre hace de 6-8% del peso corporal, la cual está compuesta de células (eritrocitos, leucocitos,
plaquetas) que circulan en un líquido denominado plasma. Los eritrocitos o glóbulos rojos son los más
numerosos, habiendo varios millones/mm3 de sangre; dependiendo de la especie, los eritrocitos pueden
representar de un cuarto hasta la mitad del volumen sanguíneo total. Las plaquetas son el segundo tipo
celular más numeroso con valores desde 100,000/mm3 en caballos a varios cientos de miles por mm3 en
otras especies. El número total de leucocitos o glóbulos blancos es muy inferior a los de los eritrocitos o
plaquetas, variando de 5,000/mm3 a aproximadamente 20,000/mm3; la proporción de tipos de leucocitos
56
puede variar dependiendo de la especie, siendo los neutrófilos el tipo de leucocito más numeroso en los
carnívoros y los linfocitos el más numeroso en los rumiantes
El plasma consiste principalmente en agua que contiene aproximadamente 6-88 g/dl de proteínas
plasmáticas y 1,5 g/dl de sales inorgánicas, lípidos, carbohidratos, hormonas y vitaminas. El plasma se
obtiene tomando la sangre con anticoagulante, seguido de una centrifugación; si se toma la muestra sin
anticoagulante, el líquido que se obtiene tras la centrifugación se denomina suero.
Formula Roja
Determina los parámetros relacionados con el eritrocito. Se compone de los siguientes parámetros:
a. Hematocrito (Ht): Es el porcentaje de la sangre que está compuesta por eritrocitos.
b. Hemoglobina (Hb): Es determinada la cantidad de esta proteína expresada en g. /dL.
c. Conteo eritrocítico (Eri): Es la cantidad total de eritrocitos circulantes por microlitro de sangre.
Formula Blanca
Determina los parámetros relacionados con los leucocitos.
Cambios que inciden directamente en la circulación de eritrocitos
Valor disminuido: Se denomina anemia, los tres parámetros disminuyen, aunque este decremento puede
ser desproporcionado cuando existen cambios en el tamaño eritrocítico y/o la cantidad de hemoglobina
contenida en ellos.
Valor aumentado: Denominado policitemia, donde aumenta el número de eritrocitos circulantes
denominado policitemia absoluta, también puede darse un aumento transitorio en los eritrocitos
circulantes denominado policitemia relativa.
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Cambios en el volumen plasmático
Valor aumentado: Se presenta en estados de deshidratación.
Valor disminuido: Se presentan en sobrehidratación con fluidos administrados parenteralmente dando
una lectura que simula anemia.
Índices eritrocíticos Determinados mediante cálculos matemáticos
Volumen Globular Medio (VGM): (Ht. x 10 / Eri). Es el tamaño eritrocíticos expresado en femtolitros y se
comporta de la siguiente forma:
Valor aumentado: Se presenta en anemia macrocítica en la que la interferencia en la síntesis del ADN
causa inhibición de la división celular y la resultante es la aparición de eritrocitos de gran tamaño (como
ocurre en los casos de deficiencia de vitamina B12 y ácido fólico). También aumenta transitoriamente en
los casos de reticulocitosis (anemia regenerativa).
Valor disminuido: Se presenta en casos de deficiencia de hierro
Valor aumentado: En los casos de hemolisis tanto in vivo como in vitro; la hemoglobina extracelular
también está implícita, aunque el índice asume que toda la hemoglobina es intracelular por lo que se debe
interpretar con reservas. Durante la reticulocitosis permanece normal o ligeramente elevado.
(Hb x 100 / Ht) Es la cantidad de hemoglobina que está relacionada directamente con el eritrocito. Es el
índice más preciso, ya que no requiere del conteo total de eritrocitos circulantes.
Valor aumentado: En los casos de hemolisis tanto in vivo como in vitro, así mismo puede incrementarse
en los casos de esferocitosis marcada.
Son estructuras producidas por los megacariocitos en la médula ósea mediante el proceso de
fragmentación citoplasmática, juegan un papel muy importante en la hemostasis, su variación puede ser:
Procedimiento
Material
Jeringas de 3 ml - 5 ml
Tubo con EDTA (tapón morado)
Torniquete
Desinfectante
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Desarrollo de la práctica
1 cámara de Neubauer
1 pipeta para glóbulos rojos
1 pipeta para glóbulos blancos
4 portaobjetos
2 tubos capilares
1 pipeta Pasteur
Solución salina isotónica
Solución buffer
Colorante de Wright
Aceite de inmersión
1 boquilla
Diluyentes para conteo de glóbulos rojos y blancos.
1 microscopio
1 microcentrífuga
Muestra Biológica: 5 ml de sangre venosa
Descripción de metodología
1. Fotografía que muestra los tubos con muestra
sanguínea colocados en una gradilla.
2. Fotografía donde se observa la forma correcta
de tomar con una pipeta Pasteur una gota de
sangre para realizar el frotis sanguíneo.
3. Fotografía que muestra los frotis sanguíneos
que se hicieron como se describe a continuación.
Una vez homogenizada la muestra, se toma
sangre con una pipeta pasteur.
Se deposita una gota pequeña sobre un
extremo del portaobjetos para, el cual debe
descansar en una superficie plana.
Se apoya el extremo del portaobjeto extensor
sobre la superficie del portaobjetos para frotis, y
por delante de la gota de sangre.
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Se hace retroceder el portaobjetos extensor hacia la gota de sangre, sin separarlo de la superficie del
portaobjetos para frotis.
Una vez el portaobjetos extensor haya hecho contacto con la sangre, se inclinará, de modo que ambos
formen un ángulo de 30-45 grados.
Cuando la sangre haya corrido por capilaridad, se procede a la extensión.
Con un movimiento rápido continuo y uniforme, se extiende el portaobjetos
extensor hacia delante, cubriendo 2/3 del portaobjetos para frotis.
Séquese rápidamente moviéndolo en el aire.
4. Fotografía de los hematocritos ya con la muestra de sangre que se realizó como se describe a
continuación.
Homogenizar la muestra en el tubo de ensayo suave y uniformemente.
Tomar la muestra con el capilar azul, la cual entrara por simple capilaridad; llenando aproximadamente
el 80% o ¾ partes del capilar.
Ocluir un extremo del capilar con la flama del mechero. Centrifugar a 2000-2500 r.p.m. durante 10
minutos.
5. Fotografía de la Microcentrifuga para hematocito.
6. Líquidos de Turk y Hayem diluyentes utilizados para el llenado de pipetas de glóbulos blancos y
rojos. respectivamente.
7. Fotografía que muestra la forma correcta del llenado de las pipetas de glóbulos blancos y rojos.
cómo se describe a continuación.
Para globulosos rojos. Se trabaja con una dilución de sangre 1:200, para lo cual se toma sangre hasta la
marca 0,5 y de Sol. de Hayem hasta la marca 101 de la Pipeta de Thomas para Glóbulos Rojos.
Limpiar la punta de la pipeta después de aspirar cada líquido; así como también, evitar la formación de
burbujas.
Agitar vigorosamente la pipeta, en posición horizontal, ocluyendo ambos extremos, durante al menos 2
minutos.
Se llevará la cámara al microscopio y se esperará de 2-3 minutos para que se produzca la sedimentación
de las células y llevar a cabo el conteo
Limpiar la punta de la pipeta después de aspirar cada líquido; así como también, evitar la formación de
burbujas.
Agitar vigorosamente la pipeta, en posición horizontal, ocluyendo ambos extremos, durante al menos 2
minutos.
8. Cámara de Neubauer que se utiliza para hacer el conteo de glóbulos blancos y rojos., se describe
a continuación como llenar la cámara
9. Se procede al llenado de la cámara de neubauer descartando las primeras 2-3 gotas; tras ello
secamos la punta de la pipeta y se coloca la pipeta en un ángulo de 45º grados, controlando la
salida de líquido, dejando que el líquido llene el espacio entre el cubre y la cámara, por capilaridad
del líquido. Microscopio compuesto con el que se realiza el conteo de los glóbulos blancos y rojos,
así como del conteo diferencial de glóbulos blancos.
10. Fotografía que muestra la tinción del frotis sanguíneo con el colorante de Wright para realizar el
conteo diferencial de glóbulos blancos.
Cálculo de Resultados
Determinación del hematocrito Indica la relación entre el volumen de los
eritrocitos y el de la sangre total. Es la prueba orientativa más valiosa en las
situaciones de anemia, sencilla de realizar; y debe hacerse en las primeras 5
horas después de recogida la sangre. Existen 2 métodos, el Macrométodo
(Método de Wintrobe) y el Micrométodo (Microhematocrito); de los cuales
el Microhematocrito es el que se utiliza en la actualidad, por su facilidad y
rapidez (Messeguer et al. 1992).
Volumen Corpuscular Medio (V.C.M.)
Expresa el promedio de los volúmenes individuales de los
eritrocitos, se mide en Femtolitros (Fl) y se calcula según la
fórmula siguiente:
El Frotis Sanguíneo
Permite el estudio cualitativo de los diferentes componentes sanguíneos, ya sea por cambios morfológicos
(eritrocitos, leucocitos y/o plaquetas), inclusiones intra o extracelular de parásitos o bacterias sanguíneas;
así como también la estimación de recuentos indirecto de las plaquetas, y la valoración de la formula
diferencial de leucocitos.
Comprobar el Recuento Diferencial de Leucocitos.
Evaluar la presencia de Anormalidades Morfológicas en los Leucocitos.
Estimar el número de Plaquetas promedio en sangre, a través de los Métodos Indirectos.
Evaluar la presencia de Anormalidades en la Morfología Plaquetar.
Evaluar la Morfología de los Eritrocitos, en cuanto a: Tamaño, Color, Forma, Aparición de Hematíes
Inmaduros, Presencia de Inclusiones en los Hematíes, entre otros.
63
HEMOGLOBINA
HEMATOCRITO
PLAQUETAS
En un análisis que diferencia y cuantifica las diferentes células de la sangre y algunos de sus componentes,
además de valorar el estado general de la
médula ósea por medio de un equipo
electrónico automatizado con doble control de
calidad.
¿Para qué sirve esta prueba?
Frotis Manual.
Aunque algunos analizadores automatizados preparan y tiñen los frotis de sangre de acuerdo con los
criterios establecidos, en muchos lugares se sigue utilizando la preparación manual del frotis. La
preparación en cuña es una técnica conveniente y de uso común para realizar los frotis de sangre
periférica. Esta técnica requiere al menos el uso de dos portaobjetos limpios de 75 25 mm (3 1 pulgadas).
Se recomienda el empleo de dos portaobjetos de alta calidad con bordes biselados: uno como soporte del
frotis de sangre y el otro como portaobjetos extensor. Después, se pueden invertir para preparar un
segundo frotis. En un extremo del portaobjetos se coloca una gota de sangre anticoagulada con ácido
etilendiaminotetraacético (EDTA) de alrededor de 3 mm de diámetro. Una alternativa aceptable es colocar
una gota de sangre de tamaño similar que directamente de la punción de un dedo o del talón. El tamaño
de la gota de sangre es importante. Si la gota es demasiado grande, crea un frotis largo o grueso y, si es
demasiado pequeña, el frotis resultante es corto o delgado. En la preparación del frotis, el técnico debe
sostener el portaobjetos extensor frente a la gota de sangre en un ángulo de 30 a 45 grados sobre el
portaobjetos en el que se va a realizar el frotis (Fig. 1-1, A). El extensor se desliza hacia atrás dentro de la
gota y se mantiene en esa posición hasta que la sangre se esparce por toda la super- cie de contacto entre
los portaobjetos (Fig. 1-1, B). Es entonces cuando el extensor se desliza con rapidez y suavidad hasta el
extremo libre del portaobjetos; se crea así un frotis en cuña (Fig., 1-1, C). Es importante que se tome y se
extienda la totalidad de la gota de sangre. Si el movimiento deslizante del extensor hacia el extremo libre
del portaobjetos es muy lento se acentúa la mala distribución de los leucocitos ya que las células más
grandes, como monocitos y granulocitos, se desplazan hacia el extremo y los lados de la preparación. Es
esencial mantener un ángulo uniforme entre ambos portaobjetos, así como aplicar una presión suave y
continua. Con frecuencia es necesario ajustar el ángulo para producir un frotis satisfactorio. En caso de
hematocritos más altos que los normales, el ángulo entre los portaobjetos debe disminuirse de modo que
el frotis no sea demasiado corto ni grueso. En caso de hematocritos en extremo bajos, el ángulo debe
aumentarse. Un frotis de sangre periférica bien preparado tiene las siguientes características
1. El frotis cubre cerca de las dos terceras a tres cuartas partes de la longitud del portaobjetos.
2. Es ligeramente redondeado en el borde en pluma (porción delgada); no en forma de proyectil.
3. Deben visualizarse los bordes laterales del frotis. El uso de portaobjetos con ángulos biselados puede
facilitar este aspecto.
4. Es liso, sin irregularidades, zonas claras ni vetas.
70
5. Cuando el portaobjetos se observa a la luz, el borde en pluma del frotis debe adoptar un aspecto en
“arco iris”.
6. Se toma y se extiende la totalidad de la gota.
El examen del frotis de sangre periférica es un proceso que se realiza en varios pasos. El examen comienza
con el barrido de lectura del portaobjetos con el objetivo 10 ο de bajo aumento (aumento total = 100).
Este paso es necesario para evaluar la calidad global de la preparación, como distribución anormal de los
eritrocitos, lo que sugiere la presencia de rouleaux (eritrocitos en “pilas de monedas”) o auto aglutinación
y la presencia de números desproporcionados de células nucleadas grandes, como monocitos o
neutrófilos, en los bordes del frotis. Si esto último sucede, debe prepararse otro frotis. Además, el examen
con objetivo 10 permite la detección rápida de células anormales grandes, como blastos, linfocitos
reactivos y parásitos.
72
EXAMEN CON OBJETIVO 40 o 50 x
El paso siguiente en la evaluación es realizar la fórmula diferencial de leucocitos, que se lleva a cabo en la
misma zona del frotis en la que se estiman los leucocitos, pero con el empleo del objetivo de inmersión en
aceite 100 (aumento total 1.000). Cuando se observa la zona correcta del frotis de un paciente con un
recuento normal de eritrocitos, se observan alrededor de 200 a 250 eritrocitos por campo de inmersión
en aceite (véase Fig. 1-4). De manera característica, la fórmula diferencial incluye el recuento y la
clasificación de 100 leucocitos consecutivos y el informe de los tipos se expresa como porcentajes. El
recuento diferencial se realiza de manera sistemática con el patrón en serpentina, guarda griega o
“almena” (Fig. 1-6), que minimiza los errores de distribución de los leucocitos. Los resultados se presentan
como porcentajes de cada tipo de leucocitos observado. Un ejemplo de fórmula diferencial de leucocitos
73
es el que presenta 3% de formas en banda, 55% de neutrófilos segmentados, 30% de linfocitos, 6% de
monocitos, 4% de eosinófilos y 2% de basó- los (Cuadro 1-1). Deben informarse también todas las
alteraciones de los leucocitos, como cambios tóxicos, cuerpos de Döhle, linfocitos reactivos y bastones de
Aüer. Cuando están presentes, se cuentan los eritrocitos nucleados y se registran como número de
eritrocitos nucleados por cada 100 leucocitos. La evaluación de la morfología de los eritrocitos, los
leucocitos y las plaquetas, así como las estimaciones de estas, se realizan también con el objetivo de
inmersión en aceite 100. Con este aumento también se pueden ver las inclusiones de eritrocitos, como los
cuerpos de Howell-Jolly, y las inclusiones de leucocitos, como los cuerpos de Döhle. Cada laboratorio debe
establecer protocolos para la estandarización de los informes de las alteraciones. La evaluación de la
morfología de los eritrocitos es un aspecto importante de la valoración del frotis y se utiliza junto con los
índices hematimétricos para describir las células como normales o anormales en cuanto al tamaño, la
forma y el color. Cada laboratorio debe establecer un protocolo estándar de informes. La mayoría de los
laboratorios utiliza enunciaciones concisas que describen la morfología general de los eritrocitos
coincidente con los índices hematimétricos. La evaluación microscópica de la morfología de los eritrocitos
debe ser congruente con la información proporcionada por el analizador hematológico automatizado. De
lo contrario, las discrepancias se deben resolver antes de informar los resultados del paciente. El paso final
del recuento diferencial es la estimación del número de plaquetas. Esto se realiza con el objetivo de
inmersión en aceite 100. En un área del frotis en el que los eritrocitos apenas toman contacto, se cuenta
el número de plaquetas en 5 a 10 campos de inmersión en aceite. El número promedio de plaquetas se
multiplica por 20.000 para proporcionar una estimación del número total de plaquetas por milímetro
cúbico. Esta cifra estimativa se informa como adecuada si la estimación coincide con un recuento
plaquetario normal, disminuida si está por debajo del límite inferior de la normalidad para ese laboratorio
y aumentada si se encuentra por encima del límite superior de la normalidad. Un intervalo de referencia
general es de 150.000 a 450.000/mm 3 (150 a 450 109 /L). Cuando un paciente presenta anemia muy
marcada o eritrocitosis, se puede utilizar una fórmula que refleja mejor la estimación de las plaquetas:
La estimación puede compararse con el recuento automatizado de plaquetas como una medida de control
de calidad adicional. Si la estimación del número de plaquetas y el recuento automatizado no concuerdan,
deben resolverse las discrepancias. Algunas de las causas incluyen la presencia de plaquetas gigantes,
muchos esquistocitos y el satelitismo de plaquetas. Cabe destacar que el técnico con experiencia puede
74
utilizar objetivos de inmersión en aceite 40 o 50 de alta calidad para realizar el análisis diferencial del frotis
de sangre. Sin embargo, todos los hallazgos anormales deben constatarse con el objetivo 100x
75
Los contadores de sangre automatizados, como cualquier otro instrumental de laboratorio, deben ser
manejados de manera apropiada. Esto requiere que sean totalmente calibrados y que el desempeño sea
monitoreado tanto por el control de calidad interno como por los PEEC. Por último, debido a que el
mercado evoluciona muy rápido, es necesario entender cómo se evalúan los nuevos instrumentos o, al
menos, entender críticamente las evaluaciones emprendidas por otros usuarios. Este aspecto no será
tratado en esta revisión, pero el lector puede remitirse MA Fernández Alberti y col4. El desarrollo
automatizado del recuento y la medición del tamaño de las células sanguíneas parte de técnicas de
recuento simple, que fueron descriptas en la segunda mitad del siglo XIX y que fueron usadas durante
mucho tiempo. Estas eran muy inexactas y, hasta la década de 1950, se habían hecho pocos avances
tecnológicos. Se hicieron intentos iniciales y complejos para automatizar el recuento de células en cámaras
cuenta glóbulos, pero aún con técnicas que fueron perfeccionadas, todavía era difícil automatizar la
dilución de la sangre y la carga de la cámara. También resultaba imposible contar las células con exactitud
mediante los métodos de estudio de las propiedades eléctricas u ópticas de las células en suspensión. Para
permitir que el recuento celular fuera automatizado, tuvieron que diseñarse métodos de dilución de la
sangre e ingresar cantidades relativamente pequeñas de células dentro y fuera de una zona conocida como
zona sensorial. Así, las células podían ser contadas con exactitud a medida que pasaban a través de esa
zona sensible, siempre y cuando la misma fuera lo suficientemente pequeña como para hacer factible el
recuento2, 6. Los primeros contadores hematológicos fueron semiautomatizados; esto era así porque la
preparación de una dilución adecuada era una operación manual y el instrumento entonces, aspiraba la
dilución ya preparada. Sin embargo, a fines de la década del 60 se dispuso de instrumentos totalmente
76
automatizados, que aspiraban muestras de
sangre entera y llevaban a cabo los pasos
necesarios para diluir y aislar las células a ser
contadas. Nos ocuparemos en el presente
trabajo sólo de los instrumentos totalmente
automatizados. Los instrumentos
semiautomatizados, si bien se fabrican
todavía, se utilizan casi con exclusividad en
laboratorios pequeños porque la preparación
de diluciones manuales a partir de una gran
cantidad de muestras sanguíneas demanda mucho tiempo además de ser poco precisa. Los primeros
contadores fueron descriptos por Coulter7 y Crosland-Taylor8, quienes adoptaron diferentes enfoques
para limitar el volumen en la zona sensorial y realizar el recuento.
En la práctica, para hacer el recuento celular tanto los sistemas de apertura-impedancia como los de
dispersión de luz son adecuados para contar eritrocitos, plaquetas o leucocitos totales. Sin embargo, es
necesario tener en cuenta cuáles son los requerimientos básicos para un recuento exacto de cualquier tipo
de célula: - La sangre entera debe ser homogeneizada, medida y diluida con exactitud. - Debe pasarse un
volumen conocido de esa dilución a través de la zona sensora. - Las células de interés deben contarse una
vez y sólo una vez y ninguna otra célula, resto celular o ruido electrónico debe contribuir al recuento. El
primer requisito es fácil de alcanzar, procurando que la sangre esté bien mezclada antes del análisis. En la
actualidad, la mayoría de los instrumentos hacen esto en forma automática y luego hacen las diluciones
con exactitud, generalmente por medio de sistemas basados en jeringas calibradas. El segundo
requerimiento es más difícil de lograr en un instrumento automatizado. La mayoría de los fabricantes han
elegido medir los recuentos por unidad de tiempo en lugar de la unidad de volumen de dilución. Por lo
tanto, tales sistemas tienen que ser calibrados para convertir los recuentos por unidad de tiempo a
recuentos por unidad de volumen. El tercer
requerimiento es de dificultad intermedia. Puede
parecer excesivo afirmar que las células deben ser
contadas una vez, pero el problema es que en el
recuento pueden subestimarse si van a través de la zona
sensora, casi al mismo tiempo, que otra célula. Este
problema, que se denomina coincidencia (Fig. 5), surge
del tiempo muerto en la electrónica del instrumento y
77
por lo general puede ser corregido con un algoritmo matemático adecuado, construido dentro del
microprocesador del contador hematológico.
En relación con el almacenamiento de muestras de sangre para hacer los frotis preparados con sangre
anticoagulada por EDTA, conservados durante no más de 60 minutos a temperatura ambiente, muestran
pocos cambios comparados con los que se preparan inmediatamente después de obtener la sangre. Se
pueden discernir cambios tres horas después, y entre 6 y 8 horas posteriores a la extracción, los cambios
son notorios. Los leucocitos se vacuolan y muchos muestran cambios nucleares degenerativos, mientras
que las concentraciones de leucocitos y de plaquetas disminuyen. Todo esto ocurre a mayor velocidad si
la temperatura ambiente es más alta y se retrasa si la sangre se mantiene a 4ºC1. Para el recuento
diferencial visual de leucocitos, las células individuales se clasifican adecuadamente cuando se estudian
en las etapas más maduras. Sin embargo, es difícil medirlas adecuadamente en frotis sanguíneos debido a
la gran variación en las fracciones numéricas de poblaciones celulares. Los recuentos diferenciales visuales
se realizan de modo rutinario en 100-200 células nucleadas. El coeficiente de variación al contar los
leucocitos más frecuentes (es decir, linfocitos y neutrófilos) puede ser mayor al 25%, pero el de las células
que ocurren en fracciones numéricas menores al 10% (es decir, eosinófilos y monocitos) puede ser de
hasta del 100%. La obtención de resultados exactos de células que se presentan en fracciones numéricas
menores al 1% (es decir, eritrocitos nucleados o basófilos) es prácticamente imposible ya que el total de
células evaluadas es de 100-200 (Tabla 4). A pesar de estas limitaciones, el recuento diferencial visual
constituye el estándar para comparar resultados obtenidos con analizadores hematológicos
automatizados. El papel del examen
visual de frotis sanguíneos sigue
siendo importante en el laboratorio
clínico, ya que los analizadores
hematológicos automáticos pueden
rechazar un alto porcentaje de
muestras consideradas como
anormales que deben evaluarse
visualmente.
Los glóbulos blancos totales no pueden contarse en diluciones simples de sangre entera porque el número
proporcionalmente elevado de eritrocitos los enmascararían. Deben agregarse, por lo tanto, reactivos
adecuados para lisar los eritrocitos de modo que los leucocitos remanentes puedan ser discriminados de
cualquier resto de eritrocitos. En los sistemas de dispersión de luz también puede ser necesario añadir
78
compuestos para filtrar el resto, causante de interferencia óptica. Con los primeros sistemas, se usaban
agentes líticos muy fuertes, que removían la mayoría del citoplasma del leucocito, de modo que en
realidad lo que se evaluaba eran los núcleos. Más recientemente, sin embargo, se utiliza una lisis más
suave para proteger tanto como sea posible la arquitectura celular, de modo que pueda ser usada como
base para el recuento diferencial de leucocitos. En el caso del recuento diferencial, los primeros sistemas
se basaban en diferencias en el volumen de leucocitos medido por apertura-impedancia12. Sin embargo,
tales sistemas no son los más adecuados para discriminar entre células mono y polinucleares,
particularmente entre linfocitos y granulocitos. Los intentos para clasificar otros tipos celulares en tres
poblaciones diferenciales son menos satisfactorios. La dispersión de luz sola no es de valor para el recuento
diferencial de leucocitos. Resulta interesante que el índice de refracción interna de los leucocitos, que está
determinado por sus gránulos, sea tan importante como el volumen, cuando se determina por dispersión
de luz, el volumen aparente de leucocitos. De este modo, debido a sus gránulos, los neutrófilos aparecen
más grandes que los eosinófilos, aunque realmente tienen el mismo volumen cuando son medidos por
apertura-impedancia13. A pesar de la limitada utilidad de la dispersión de luz sola para el recuento
diferencial de leucocitos, puede usarse en conjunto con la absorción de luz, cuando se estudian los
leucocitos teñidos en suspensión. Los primeros trabajos fueron hechos con leucocitos teñidos por su
actividad de peroxidasa y cuando la dispersión y la absorción de luz se midieron simultáneamente célula
por célula se hizo posible discriminar con exactitud cuatro clases de leucocitos, es decir neutrófilos,
linfocitos, monocitos y eosinófilos junto con una categoría conocida como células grandes no coloreadas
(Fig. 6). Esta propuesta se describió como medición multiparamétrica simultánea, es decir los dos
parámetros de
dispersión y absorción
resueltos en un único
canal. El término canal
en este contexto, se
refería al sistema para
dilución de sangre,
lisante de eritrocitos,
donde se hacía la
reacción de peroxidasa
y luego se medía la
dispersión y la
absorción de luz. El
79
empleo de un canal de peroxidasa hizo una contribución mayor al recuento diferencial leucocitario, pero
no resultó adecuado para el recuento diferencial de basófilos. Por lo tanto, los fabricantes tuvieron que
agregar un canal adicional para contar estas células. Tales instrumentos multicanales de recuento
diferencial de leucocitos han sido desarrollados y tienen actualmente un uso difundido. Otro aspecto es
que se incluyen parámetros como los blastos, eritrocitos nucleados y granulocitos inmaduros, aunque
todavía existen algunas discrepancias en la identificación de los polimorfonucleares (PMN) en bandas. En
paralelo con el desarrollo de los instrumentos multicanales, también ha habido una tendencia a realizar
más y más mediciones simultáneas, usando con frecuencia un único canal. Por ejemplo, los sistemas de
apertura-impedancia pueden ser mejorados para proporcionar información sobre la composición interna
de los leucocitos, mediante el uso de una sonda electromagnética de alta frecuencia al mismo tiempo que
se medía el volumen. Los sistemas de dispersión de luz también pueden ser enriquecidos examinando la
dispersión en diferentes ángulos. Finalmente, ahora es posible combinar tanto la tecnología de apertura-
impedancia como la dispersión de luz, con sus varios refinamientos, dentro de un canal único. A modo de
resumen, en la Tabla 3 se indican las distintas características del recuento total de blancos y distintos
aspectos del diferencial leucocitario, que tradicionalmente fue hecho en forma manual por revisión
microscópica de extendidos. Las ventajas del método automatizado son: - Disminución del error aleatorio
por el gran número de células contadas. - Disminución del tiempo de retorno por la velocidad con que el
instrumento hace la cuantificación. Para el recuento diferencial de leucocitos automático, el análisis de
imágenes tiene una aplicación muy limitada y de comercialización reducida. En principio, el análisis de
imagen automatiza y reproduce el recuento diferencial visual. Los frotis sanguíneos se analizan con óptica
de alta velocidad en una plataforma controlada por computadora. Se simulan los criterios del diferencial
visual con algoritmos, enumerando las subpoblaciones celulares en forma más reproducible y cuantitativa.
Varios contadores de leucocitos por análisis de imagen fueron producidos durante los años 70 y al principio
de los 80 (Lara de Corning Medical Instruments, Hematrak de Geometric Data, Dic 4 de Coulter Electronics,
ADC-500 de Abbott Diagnostics). Fueron desplazados del mercado por contadores más rápidos y
completos. En los sistemas comerciales disponibles actualmente, se hacen recuentos de células
sanguíneas automáticos incluyendo al menos un recuento diferencial de blancos de cinco subclases. Estos
analizadores usan tecnología sofisticada y constituyen un equipamiento de última generación que se
integra a los laboratorios de rutina. Las muestras sanguíneas son procesadas en sistemas de muestreo
cerrados, usan sistemas automáticos de lectura para la identificación por código de barras y tienen
interfases con el sistema de información del laboratorio para introducir las pruebas requeridas, los datos
identificatorios del paciente y la obtención de resultados. Procesan grandes cantidades de muestras (más
de 100 por hora), se pueden seleccionar variantes que cubren un rango amplio de opciones informatizadas
80
como es el establecimiento de alarmas, acumulación de datos de control interno y producción de
resultados gráficos de materiales de control interno y de muestras de pacientes.
81
La medición de la velocidad de sedimentación globular (VSG) es una prueba para evaluar la respuesta
inflamatoria durante la fase aguda de diversos padecimientos infecciosos y no infecciosos. Su historia se
remonta a la observación de Fahraeus en 1918, de una rápida sedimentación de los eritrocitos en el plasma
de una mujer gestante que no ocurría en otra mujer no embarazada.1 Sin embargo, fue hasta 1941 cuando
MacLeod describió la VSG como reactante de fase aguda.
Aunque los métodos de Wintrobe y Westergreen están validados y tienen un alto grado de confiabilidad,
en ocasiones presentan algunas desventajas: 1) requieren la toma de un poco más de un mililitro de sangre
del paciente, lo cual es un problema en algunos recién nacidos pretérmino; 2) se requieren tubos
83
diseñados específicamente para tal propósito (se carece de ellos en muchos países en vías de desarrollo)
y el resultado con frecuencia demora varias horas; y 3) es una prueba no disponible las 24 horas del día en
muchos hospitales de países en vías de desarrollo.
La determinación de la VSG mediante capilares con heparina es un método simple, económico y rápido
que puede realizarse en la cabecera del paciente pediátrico a cualquier hora. Sin embargo, se necesita la
punción del paciente sólo para ese propósito, se utiliza un anticoagulante distinto (heparina) al de la
técnica de Wintrobe (EDTA) y aún no se valida.8, 9,10 Hasta donde sabemos, la VSG no ha sido evaluada
por microtécnicas con capilares sin anticoagulante a partir de la misma muestra que se emplea tanto para
la biometría hemática, como para la técnica estándar de Wintrobe (ambas con EDTA). El objetivo del
presente estudio fue comparar de manera simultánea la VSG, tanto con el uso de un capilar no
heparinizado como con la técnica estándar de Wintrobe.
Material y métodos
Método de Wintrobe
De manera simultánea a la colocación de cada muestra en los tubos de Wintrobe, se tomó una pequeña
muestra de la misma sangre con capilares de 75 mm de longitud y diámetro interno de 1.1 mm (Propper®,
Long Island, EUA) sin heparina. Se selló el tubo en su borde inferior con plastilina y se colocó en posición
vertical a 90q sobre un soporte. La medición de la microeritrosedimentación se llevó a cabo con una regla
milimétrica desde el borde superior del plasma hasta el inicio de la columna de eritrocitos. Los resultados
se expresaron como mm/hora y no se corrigieron de acuerdo con el hematocrito.
84
¿Qué indican los valores altos o elevados de la VSG en un análisis de sangre?
La VSG es la velocidad a la que los glóbulos rojos sedimentan en una muestra de sangre anticoagulada en
un tubo vertical al cabo de 1 hora.
La VSG elevada es poco específica, lo que significa que puede ocurrir en numerosas enfermedades. Una
elevación de forma aislada tiene poco valor clínico y se debe asociar a otros estudios para poder orientar
un diagnóstico.
Un valor elevado de la VSG elevada suele corresponderse en la mayoría de las ocasiones con un proceso
inflamatorio o infeccioso. También se eleva en algunos tipos de cáncer (linfoma, mieloma múltiple) o en
enfermedades autoinmunes (artritis, lupus).
La VSG elevada no proporciona información significativa en pacientes asintomáticos ya que en numerosas
ocasiones no se puede determinar la causa que produce la elevación.
Cuando existen síntomas asociados se considera un parámetro de diagnóstico relevante en las siguientes
enfermedades:
Polimialgia reumática
Artritis reumatoide
Arteritis de la temporal
En el embarazo o en ancianos de edad avanza los niveles de VSG son más elevados de lo normal.
Niveles ligeramente elevados (15 - 50 mm/h en hombres adultos y 20 - 50 mm/h en mujeres adultas):
Los niveles de VSG son ligeramente elevados pero no suelen ser motivo de preocupación.
Aunque puede deberse a múltiples causas las más comunes son la anemia, inflamaciones o infecciones de
tipo bacteriano.
Si no tiene ningún síntoma asociado no debe preocuparse en exceso ya que lo más probable es que en los
próximos análisis los valores de VSG vuelvan a la normalidad.
A partir de los 50 años se consideran valores normales hasta 20 mm/h en hombres y 30 mm/h en mujeres.
Niveles moderadamente elevados (50 - 100 mm/h en adultos):
Los valores de VSG son moderadamente elevados y aunque aún no son preocupantes conviene que los
comente con su médico ya que puede deberse a múltiples motivos como infecciones, enfermedades
autoinmunes (artritis), problemas renales o diversos tipos de cáncer.
Si usted tiene más de 50 años y sufre rigidez muscular es posible que se trate de polimialgia reumática. Si
sufre inflamación o dolor en las articulaciones puede deberse a artritis reumatoide. Consúltelo ambas
posibilidades con su médico.
85
En cualquier caso, la VSG puede ser alta (hasta 60 mm/h) en mujeres aparentemente sanas de 70 a 89
años.
Niveles excesivamente elevados (> 100 mm/h en adultos):
Estos niveles son muy elevados y debe consultarlos con su médico para tratar de conocer las causas que
lo están produciendo.
Las causas más frecuentes son:
Enfermedades autoinmunes (lupus, artritis reumatoide, etc.)
Infecciones (fiebre reumática, sífilis etc.)
Cáncer (linfoma, mieloma múltiple, Macroglobulinemia de Waldenström, cáncer de colon, cáncer de
mama, etc.)
Una VSG superior a 100 mm/h debe hacer sospechar por orden de frecuencia de una infección, un cáncer
o una enfermedad autoinmune.
Si usted tiene más de 50 años y presenta cefaleas y problemas de visión puede tratarse también de una
enfermedad denominada arteritis de la temporal.
¿Qué puede producir un aumento de la VSG?
Determinados procesos y medicamentos pueden elevar los valores del VPM en un análisis:
Embarazo
Infecciones
Menstruación
Medicamentos
Antiarrítmicos
Procainamida
Quinidina
Anticoagulantes
Heparina
Anticonceptivos orales
Antiepilépticos
Aspirina
Corticosteroides
Dexametasona
86
Dextrán
Inmunosupresores
Ciclosporina
¿Qué enfermedades pueden producir un valor elevado de VSG?
Los niveles aumentados de VSG en un análisis de sangre pueden indicar principalmente:
Anemia
Artritis reumatoide
Lupus
Polimialgia reumática
Arteritis de la temporal
Tuberculosis
Sífilis
Fiebre reumática
Vasculitis
Infarto de miocardio
Insuficiencia renal
Linfoma
Mieloma múltiple
Macroglobulinemia de Waldenström
Síndrome de Kawasaki
Neumonía
Enfermedad inflamatoria pélvica
Síndrome nefrótico
Gota
Cáncer de mama
Cáncer de colon
Hiperfibrinogenemia
Artritis séptica
Osteomielitis
¿Qué puedo hacer para disminuir los valores de VSG?
En general no hay ninguna manera de hacer descender este parámetro salvo tratar de reducir la
inflamación o la infección que lo está produciendo.
87
La VSG sólo es un parámetro indirecto y valores elevados sugieren posibles enfermedades subyacentes,
pero no provocan ningún síntoma por sí solo.
88
Nueva era
Las nuevas tecnologías aplicadas al campo del diagnóstico clínico han realizado diversas mejoras a esta
técnica. La utilización de equipos automatizados ha mejorado notablemente esta determinación. La
posibilidad de ahorrar tiempo utilizando algoritmos matemáticos que permiten predecir caídas, la
determinación simultanea de varias muestras o la estandarización de múltiples factores que afectan la
89
determinación, como la temperatura, el tiempo o la limpieza del material de vidrio, posibilitan la
estandarización de la técnica y aumenta el potencial de esta para ser utilizada como un método de
despistaje más certero. Además, se utilizan tubos al vacío, calibrados, lo que mejora la manipulación de
muestra al hacerla más segura para el operador. Otra posibilidad es la de generar reportes estadísticos
con información como la desviación estándar, coeficiente de variación (CV%), media, resultado más alto y
bajo.
Otra de las ventajas que ofrecen los equipos automatizados, es la menor utilización de muestra, el uso de
un software de análisis y respaldo, que permite realizar un seguimiento de los pacientes, y la posibilidad
de comparar los resultados de la técnica con la historia clínica de cada paciente. Esto permite asociar la
determinación con diferentes patologías y hacer un historial de la técnica para mejorar su valor predictivo.
La utilización de equipos POC al pie de la cama del paciente también es una mejora importante a la hora
de realizar diagnósticos rápidos.
Actualmente algunos equipos permiten una comunicación activa con la web y el almacenamiento de datos
en forma remota para su análisis posterior. Esto permite descubrir nuevos horizontes para esta técnica.
Durante los últimos años, si bien la eritrosedimentación como prueba de rutina se sigue aplicando, su
utilidad clínica ha ido decayendo. Actualmente con las nuevas tecnologías quizás se está viendo una
reconversión de la técnica para que pueda ser considerada como una prueba de diagnóstico más robusta.
La acumulación de datos relevantes, y la velocidad y automatización de esta serán el juez final para
determinar si resurge la técnica o es cada vez más relegada dentro del diagnóstico clínico.
90
Reticulocitos Manual.
La tinción de los reticulocitos es una tinción supravital porque se hace mientras las células están aún
vivas.
Materiales utilizados:
-Gradilla.
-Lanceta.
-Gasas.
-Matraz aforado de 100 ml. -Probeta.
-Tubos de hemólisis.
-Pipetas Pasteur.
-Baño de agua.
-Vidrio de reloj.
-Portas.
-Filtro hecho con papel de filtro.
-Microscopio óptico.
-Frasco lavador.
-Capilar con EDTA.
-Balanza.
-Embudo.
-Parafilm.
Reactivos empleados:
91
-Alcohol o lejía para limpiar los portas.
-Azul de cresil brillante en polvo.
-Solución salina al 0,9%.
-Citrato sódico al 3%.
-Agua destilada.
-Aceite de inmersión.
Muestra:
Para esta práctica lo más aconsejable es utilizar sangre fresca anticoagulada con EDTA , para ello
pinchamos con una lanceta la cara lateral del tercer o cuarto dedo de una mano (previamente
desinfectado con alcohol y dejado secar para que se evapore), desechamos la primera gota de sangre y
recogemos con el capilar con EDTA la sangre de la zona.
Desarrollo de la práctica:
1.Primero se debe preparar el colorante:
2.A continuación en un tubo de hemólisis echamos 3 gotas de la solución colorante y otras 3 gotas de
sangre total previamente homogeneizada. Mezclamos suavemente y tapamos con parafilm.
Las extensiones salieron muy cortas y no se extendían bien por el porta, por lo que decidimos disolver un
poco más la solución colorante.
Tras realizar varias extensiones, la que dimos por válida para observar al microscopio fue la número 3
porque en la número 1 la gota fue muy gruesa y la número 2 se nos quedó muy corta.
5.Observar al microscopio con el objetivo de 100 x con ayuda del aceite de inmersión.
Al observar al microscopio se deben contar 2.000 hematíes en total, para calcular el porcentaje de
reticulocitos tenemos que emplear la siguiente fórmula:
RECUENTO DE RETICULOCITOS:
Son eritrocitos no nucleados inmaduros, que contienen RNA y que continúan sintetizando hemoglobina
después de la pérdida del núcleo.
Se mezcla en un tubo tres gotas de azul de cresil brillante y tres gotas de sangre, se incuban durante 15
minutos a 37 grados, se hacen dos extendidos en lámina y se miran con objetivo de 100 X. Se cuentan
aproximadamente 1.000 hematíes y se saca el promedio de reticulocitos.
Valor Normal:
Neonatos: Hasta 2.6 %
Adultos : Hasta 2.0 %
Aumenta en anemias regenerativas,
hemolíticas, hemorragias internas o
externas.
Disminuyen frente a una médula ósea no
respondedora como en una anemia
aplasica en leucemias.
En casos en que el hematocrito sea bajo se
debe corregir el número
total de reticulocitos así :
Reticulocitos = % de
Reticulocitos X Hto del
paciente / 45 (Hto ideal)
93
Reticulocitos (Automatizada)
Los analizadores hematológicos actuales ofrecen los resultados del recuento reticulocitario y una serie de
parámetros derivados, además de diagramas de distribución (citogramas e histogramas) que se
construyen a partir de la integración y procesamiento electrónico de las señales de fluorescencia,
dispersión o absorción de la luz láser que reciben los detectores al pasar las células por la zona censora del
dispositivo. Hoy en día, el proceso de automatización se manifiesta en todas las líneas diagnósticas del
Laboratorio Clínico. Los equipos del área de hematología (auto analizadores), son considerados de cuarta
generación, ya que han incorporado dentro de los parámetros constitutivos del hemograma, el recuento
de reticulocitos y los parámetros relacionados con las subpoblaciones de acuerdo con la fluorescencia
(elevada, media y baja) que
corresponden al grado de maduración de
los reticulocitos (Figura2), en donde los
primeros son los reticulocitos más
jóvenes o inmaduros, en tanto que los
últimos representan los reticulocitos más
maduros y cercanos al eritrocito adulto
Una herramienta tecnológica que puede ayudar a disminuir la problemática que se presenta, es el software
de Matlab que, gracias a sus algoritmos integrados, brinda un sistema de procesamiento digital de
imágenes con el cual será más accesible y rápido el conteo de reticulocitos en una muestra sanguínea
(Fernández, 2016).
Matlab ofrece un lenguaje de programación que permite expresar directamente matrices matemáticas y
arreglos vectoriales. Lo mismo ocurre con el análisis de datos, procesamiento de señales e imágenes,
diseño de control y otras aplicaciones. Los principales desafíos de ingeniería requieren una amplia
coordinación entre los equipos para llevar las ideas a la implementación.
95
Células LE.
Introducción:
El Lupus Eritematoso Sistémico es una enfermedad autoinmune,que afecta a muchos tejidos y órganos
como articulaciones, piel, sistema nervioso, riñón, corazón, pulmón, sangre, hígado, bazo y ojos. Las
células LE son polimorfonucleares que fagocitaron restos nucleares alterado, proveniente de la
destrucción del núcleo de otros leucocitos, por el llamado Factor LE (factor nuclear). Este es Ig G-anti
ADN que se fija a la superficie del núcleo y determina alteraciones en la cromatina; y entonces al ser
recubierto por anticuerpos, es fagocitado por los neutrófilos. El objetivo es hallar neutrofilos que tengan
adherido a su superficie restos nucleares, o bien que los restos estén en su interior.
A)
Método sin coágulo:
1-Sacar sangre al paciente, y colocar en tubos de hemólisis con las perlas que posean 1 gota de heparina.
2- Dejarlo rotar en el agitador por 30 minutos, o bien agitar vigorosamente por 5 a 10 minutos para
generar la lisis deleucocitos.
3- Llevar la muestra a estufa de 37 ºC entre 1 a 4 horas, para darle tiempo a los leucocitos enteros a
fagocitar los restos de los lisados y que decanten los glóbulos del plasma.
4- Con la jeringa de aguja larga aspirar la capa de leucocitos, en la interface plasma-glóbulos rojos y
descargar dentro de 2 a 4tubos de macrohematocrito.
5- Centrifugar a muy baja velocidad (500-1000 rpm), por
5minutos.
6- Aspirar nuevamente con la jeringa la capa de leucocitos de
los tubos, y descargar en los portas, y realizar los extendido
conextensor.
7- Colorear por el método de May Grunwald - Giemsa y ver con
microscopio
96
TP y TPT.
La prueba de TPT, tiempo parcial de tromboplastina, mide el tiempo que tarda en formarse un coágulo de
sangre. Normalmente, cuando una persona se corta o sufre una herida que causa sangrado, unas proteínas
de la sangre llamadas factores de la coagulación actúan en forma coordinada para formar un coágulo de
sangre. El coágulo evita la pérdida de una cantidad excesiva de sangre.
En la sangre hay varios factores de la coagulación. Si algún factor falta o es defectuoso, la sangre puede
tardar más de lo normal en coagularse. A veces, esto causa sangrado abundante y descontrolado. La
prueba de TPT comprueba el funcionamiento de factores de coagulación específicos. Estos incluyen
factores conocidos como factor VIII, factor IX, factor X1 y factor XII.
1.En tubo de ensayo agregar 300ul de plasma problema a más y en otro 200 ul de reactivos de suero
plastin.
2.Incubar 3 min a 37°C, ambos tubos (uno con plasma problema y otro con reactivo).
3.Al os 3 min exactos agregar 100 ul plasma incubado al tubo con reactivo.
4. Y cuantificar el tiempo que demora en formar el coagulo en incubación.
El factor Rhesus (Rh) es una proteína heredada que se encuentra en la superficie de los glóbulos rojos. Si
tu sangre contiene esta proteína, eres Rh positivo. Si tu sangre carece de esta proteína, eres Rh negativo.
Rh positivo es el grupo sanguíneo más frecuente.
La determinación del Rh usa un método similar a la tipificación ABO. Cuando se realiza la determinación
del tipo de sangre para ver si usted posee el factor Rh en la superficie de sus glóbulos rojos, los resultados
serán uno de estos: Rh+ (positivo), si usted tiene proteínas de la superficie celular.
Se necesita una muestra de sangre. El examen para determinar el grupo sanguíneo se denomina
tipificación ABO. Su muestra de sangre se mezcla con anticuerpos contra sangre tipo A y tipo B. Entonces,
la muestra se revisa para ver si los glóbulos sanguíneos se pegan o no. Si los glóbulos permanecen juntos,
eso significa que la sangre reaccionó con uno de los anticuerpos.
El segundo paso se llama prueba inversa. La parte líquida de la sangre sin células (suero) se mezcla con
sangre que se sabe que pertenece al tipo A o al tipo B. Las personas con sangre tipo A tienen anticuerpos
anti-B. Las personas que tienen sangre tipo B tienen anticuerpos anti-A. El tipo de sangre O contiene ambos
tipos de anticuerpos.
Se denomina Du al mismo antígeno D cuando se expresa de forma tan débil que únicamente es detectable
por la prueba de la antiglobulina indirecta. Se trata de una cuestión simplemente cuantitativa. El número
de lugares antigénicos D en la superficie de los hematíes Du es tan pequeño que no permite la aglutinación
de estos al enfrentarlos a sueros anti-D, por lo que debe recurrirse a métodos indirectos para detectarlos.
Las personas Du positivas deben considerarse Rh (D) positivas a todos los efectos. Todas las sangres que
den resultado negativo en la determinación del antígeno D por cualquier técnica directa (placa, tubo,
microplaca o gel) deben ser confirmadas mediante una prueba de antiglobulina indirecta (investigación
del Du). En caso de receptores de transfusión, cuando la urgencia no permita entretenerse en la
investigación del Du, puede prescindirse de esta confirmación, transfundiendo sangre Rh-negativa. De
todas formas, se recomienda efectuarla siempre, aunque sea posteriormente. La incidencia de este tipo
del Rh débil (Du) en la raza blanca es del 0.6 % y en la raza negra del 3.6 %.
MATERIAL:
MUESTRA:
REACTIVOS:
PROCEDIMIENTO
Se inicia como una prueba de determinación en tubo del antígeno D, continuando después con la prueba
de la antiglobulina indirecta en caso de resultado inicialmente negativo.
1. Rotular un tubo de hemólisis con “D” y otro con “C” (de Control). Identificar con el nombre del paciente.
2. Colocar una gota de anti-D monoclonal en el tubo “D” Colocar una gota del control o la albúmina en el
tubo “C”
3. Añadir a cada tubo una gota de la suspensión de hematíes al 5%. Mezclar.
4. Incubar 15 minutos a 37ºC.
5. Centrifugar 1 minuto.
6. Resuspender suavemente el botón celular y observar la presencia o no de aglutinación. Si hay
aglutinación en el tubo “D” y no en el “C” la muestra debe considerarse Rh positivo y no hace falta
continuar.
7. Si no hay aglutinación, lavar tres veces con abundante solución salina isotónica, centrifugando cada vez
2 minutos. Decantar totalmente la solución salina del último lavado.
8. Añadir a cada tubo 2 gotas de antiglobulina
9. Centrifugar 1 minuto.
10. Resuspender suavemente el botón celular y observar la posible presencia de aglutinación.
11. Si la reacción es negativa añadir al tubo “DU” una gota de hematíes control Coombs, recentrifugar y
leer. La lectura debe ser positiva.
2 técnica en gel:
MATERIAL:
o tubo de hemólisis (12 x 75 mm)
o Pipeta automática de 50 y 10 lambdas.
o Incubador para tarjetas de gel. Centrífuga para tarjetas de gel.
MUESTRA:
o sangre recogida en EDTA (Suspensión de hematíes al 0,8% en solución liss)
REACTIVOS:
o tarjetas DiaMed ID (Coombs Anti-Ig G)
o Diluyente 2 DiaMed (liss modificado)
o Anti-D monoclonal (debe contener anticuerpos IgG)
101
1. En un tubo de hemólisis, previamente rotulado con el nombre del paciente, depositar 0,5 ml del
DILUYENTE 2 (liss modificado)
2. Añadir al tubo 10 lambdas de sangre previamente
homogenizada. Mezclar
3. Destapar dos pocillos de la tarjeta Dia Med ID
(Coombs Anti-Ig G). Rotular uno con la letra “D” y el otro
con la letra “C” (de Control). Anotar el nombre del
paciente.
4. Añadir a cada uno de los pocillos 50 lambdas (1 gota)
de la suspensión de hematíes.
5. Añadir al pocillo “D” 50 lambdas del reactivo anti-D
(apoyar la punta de la pipeta en la pared lateral del
pocillo).
6. Incubar durante 15 minutos a 37ºC en el incubador
DiaMed.
7. Centrifugar durante 10 minutos
8. Leer los resultados y anotarlos en la Hoja de Trabajo.
(ver ficha de lectura de resultados en tarjetas DiaMed)
INTERPRETACIÓN
1. Una aglutinación positiva en el microtubo “DU” y negativa en el “C” indica que se trata de una sangre
Du , y por lo tanto Rh-positiva.
2. Una aglutinación positiva en ambos microtubos invalida la prueba. Los hematíes estaban sensibilizados
previamente por auto o aloanticuerpos (Coombs directo positivo)
102
Reacciones Febriles.
I. OBJETIVO.
II. INTRODUCCIÓN.
Clínicamente en las infecciones por Salmonella se presentan tres síndromes principales: gastroenteritis (la
forma más común), fiebre tifoidea y septicemia. La brucelosis es una enfermedad aguda o crónica que se
manifiesta principalmente por fiebre, escalofríos y debilidad, ocasionalmente los episodios febriles son
ondulatorios por lo que la enfermedad ha recibido el nombre de fiebre ondulante. En el caso de tifo
epidémico los agentes etiológicos muestran predilección por las células endoteliales, lo que da lugar a la
característica lesión cutánea primaria y la vasculitis, esta enfermedad puede ocasionar recaídas a largo
plazo de 10 a 20 años después de una aparente recuperación (enfermedad de Brili Zinsser).
IV. MÉTODO.
Toma de muestra:
1. Extraer 5.0 ml de sangre venosa del paciente, retirar aguja y colocarla en un tubo con anticoagulante.
2. Dejar coagular a temperatura ambiente (aprox. 10 min.) y centrifugar a 2000 r.p.m. /5 minutos.
3. Separar el suero con ayuda de la pipeta Pasteur en otro tubo (suero no hemolizado ni lipémico).
Proceder de la siguiente manera:
A) Prueba cualitativa
1. En la placa excavada marcar o anotar el antígeno correspondiente en cada círculo.
2. Medir 0.04 ml de suero del paciente y colocar en cada uno de los círculos de la placa.
3. Adicionar en cada círculo 1 gota de los diferentes antígenos. Mezclar con un aplicador y mover la placa
en forma rotatoria durante 2 min. Observar frente a una fuente de luz directa la presencia de aglutinación
en cada uno de los círculos.
4. En los antígenos en los que se presente la aglutinación deberá realizarse la prueba cuantitativa
(cuantificación del título de anticuerpos o de aglutininas).
B) Prueba cuantitativa
1. En la placa excavada marcar o anotar las diluciones del suero correspondientes a cada
104
2. Medir y colocar en el siguiente orden las cantidades de suero del paciente 0.08, 0.04, 0.02, 0.01 y 0.005
ml respectivamente.
3. Adicionar en cada círculo 1 gota del antígeno a cuantificar. Mezclar con un aplicador y mover la placa
en forma rotatoria durante 2 min. Observar frente a una fuente de luz directa la presencia de aglutinación
en cada uno de los círculos.
Interpretación:
El título de aglutininas corresponde a la máxima dilución donde se presente aglutinación. Resultado
negativo: títulos menores o igual de 1:40. Dudoso: título de 1:80. Resultado positivo: títulos mayores o
igual de 1:160.
Nota: como en sueros normales puede haber aglutininas de tipo variable, la reacción de aglutinación
positiva tiene poco valor, para que los resultados adquieran significado se desea' repetir varias veces la
prueba para demostrar un aumento del título durante el curso de a infección:
105
VIH 1 Y 2.
La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) puede llegar a producir el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Las pruebas de cribado del VIH detectan el antígeno del VIH (p24) o
los anticuerpos presentes en la sangre que se hayan producido en respuesta a la infección. Algunas
pruebas permiten detectar los anticuerpos frente al VIH en la saliva.
Al inicio, la infección por VIH puede no ocasionar ningún síntoma, o que sean similares a los de una gripe
y se resuelvan al cabo de una o dos semanas. Solo se puede tener la certeza de que se ha contraído la
infección realizando alguna de las pruebas para detectar la infección por VIH.
Sin tratamiento, la infección reduce progresivamente la capacidad del organismo de luchar contra las
infecciones y contra ciertos tipos de cáncer. Este virus debilita el sistema inmunitario, infectando y
destruyendo los linfocitos T, un tipo de célula de la sangre que interviene en la defensa frente a las
infecciones.
Durante las primeras semanas después de la infección, el virus empieza a replicarse en el interior de los
linfocitos T, produciendo un elevado número de copias. Durante las primeras semanas de la infección, la
cantidad de virus (carga viral) y la concentración del antígeno p24 pueden ser bastante elevados. Las
pruebas que detectan el antígeno p24 se suelen utilizar para detectar las infecciones recientes, antes de
que aparezcan los anticuerpos.
Una infección por VIH sin tratamiento no ocasiona apenas síntomas durante una década o más. Sin
embargo, tras este período de tiempo pueden empezar a aparecer signos y síntomas de SIDA, que se irán
agravando progresivamente. Finalmente, la infección por VIH destruye el sistema inmunitario dejando al
individuo totalmente vulnerable frente a diversas infecciones.
Para más información, consultar el artículo sobre Infección por VIH y SIDA.
Es muy importante detectar y diagnosticar la infección por VIH lo antes posible por los siguientes motivos:
Si se trata de una mujer embarazada, se puede administrar un tratamiento que impida que la infección se
transmita al hijo.
Se han descrito dos tipos de VIH, el tipo 1 y el 2. El tipo más común en el hemisferio norte es el VIH-1,
mientras que el VIH-2 presenta mayor prevalencia en determinadas áreas de África.
Las pruebas del VIH se utilizan para detectar y diagnosticar una infección por el virus de la
inmunodeficiencia humana.
Cribado
Antígeno p24: la concentración del antígeno p24 y la cantidad de virus (carga viral) aumentan de manera
significativa poco después de la infección inicial. La prueba del antígeno p24 permite detectar las
infecciones recientes, antes de que se hayan podido producir los anticuerpos.
Anticuerpos frente a VIH-1 y VIH-2: al cabo de unas semanas de la exposición al virus, el organismo produce
anticuerpos frente al VIH como respuesta a la infección y que pueden detectarse en sangre a partir de
entonces.
Detección de anticuerpos frente a VIH: la mayoría de las pruebas comercializadas detectan los anticuerpos
del VIH-1, y se han desarrollado algunas que detectan también los del VIH-2. Se pueden realizar en sangre
o en saliva. Estas pruebas permiten detectar la infección entre las semanas 3 y 12 después de la exposición
en la mayoría de los individuos.
El diagnóstico serológico del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) trasciende en importancia a otros
diagnósticos de laboratorio por la gravedad de la enfermedad que este virus produce, la existencia hoy en
107
día de tratamientos mucho más eficaces que los iniciales y el conocimiento que tienen los médicos y
sanitarios sobre esta infección. Además, buena parte de ese conocimiento ha tenido una gran difusión
entre la población general, sobre todo el referido a los mecanismos de transmisión y a las posibilidades
diagnósticas. El cribado de anticuerpos en muestras de suero es el método más comúnmente empleado
para el diagnóstico de laboratorio de la infección por VIH. Las pruebas están basadas en distintos principios
técnicos que han ido evolucionando con el tiempo, la experiencia adquirida y las recomendaciones
nacionales e internacionales. A pesar de los avances logrados en el desarrollo de estas pruebas, se siguen
produciendo casos de falsos positivos y, con menor frecuencia, falsos negativos. Estos errores son
atribuibles, en parte, al enorme crecimiento de esta demanda analítica dentro de la asistencia clínica
hospitalaria y extrahospitalaria. La importancia de estos errores es obvia, pudiendo provocar situaciones
que generan ansiedad en los pacientes y desconcierto en los profesionales encargados de dicho
diagnóstico. En este artículo se pretende dar orientaciones conceptuales, sugerencias y recomendaciones
prácticas sobre los métodos de detección serológica de la infección por VIH, con el fin de evitar o reducir
al mínimo los errores en la determinación de anticuerpos frente al VIH.
Los laboratorios que realicen el diagnóstico de los anticuerpos anti-VIH en suero deben observar las
normas de seguridad de nivel 2. Todas las muestras deberán considerarse como potencialmente
infecciosas, para evitar la manipulación de algunos sueros con precauciones menos estrictas. Esto supone
trabajar con guantes en todos los procesos, pipeteado mecánico, utilización de contenedores de seguridad
biológica para los desechos, así como la observación de aquellas normas y precauciones consideradas
como de buena práctica. Las superficies de trabajo deberán ser descontaminadas con desinfectantes
activos contra el VIH, tales como ciertos detergentes, incluido el jabón, alcohol-acetona al 70% v/v, lejía
diluida, etc. Los sueros se deben recoger en la forma habitual y evitar mantenerlos más de 24 horas a
temperatura ambiente. Para minimizar las contaminaciones microbianas que podrían alterar las muestras,
se recomienda usar tubos estériles y no conservarlos a +4ºC más allá de 72 h. Para períodos de
conservación más prolongados, hay que utilizar temperaturas de –20º y –70ºC, sobre todo si se prevé la
necesidad de detectar el antígeno p24 u otros componentes estructurales del VIH, ya que estos últimos se
desnaturalizan paulatinamente a temperaturas superiores a –70ºC. Los sueros no deberían ser inactivados
con calor, por las razones expuestas. Existen centros que realizan la extracción de sangre en el mismo
laboratorio por personal entrenado para ello; en otros se confía dicha tarea a equipos de extracción
comunes para todos los laboratorios y, en casi todos, se reciben muestras que han sido obtenidas sin que
el laboratorio que realiza las pruebas diagnósticas del VIH tenga posibilidad de supervisar los métodos y
108
pautas de extracción, la conservación o el tratamiento previo de los sueros. A este respecto, cabe señalar
la importancia de una correcta y cuidadosa identificación de los pacientes que son objeto del análisis y de
su correspondiente suero. La relación de confianza entre los pacientes y el personal sanitario hace que, en
ocasiones, no se verifique de forma fehaciente la identidad de la persona que acude a realizarse el análisis.
Este proceder cuando se refiere a las pruebas de diagnóstico de VIH, basadas en el consentimiento
informado por parte del paciente, tiene gran trascendencia para evitar lo que denominamos errores en la
extracción e identificación de sueros y pacientes. Los laboratorios que reciben y almacenan gran número
de sueros para realizar determinaciones de anticuerpos anti-VIH deben asegurarse de tener un sistema de
registro que evite coincidencias y confusiones. Todas estas condiciones y precauciones, observadas de
forma sistemática, constituyen el primer peldaño para evitar errores en la ejecución de las pruebas para
el diagnóstico de la infección por el VIH.
La sensibilidad y la especificidad son los parámetros más importantes para valorar una prueba y, en el caso
de la aplicación clínica de las pruebas VIH, son muy importantes el valor predictivo positivo (VPP) y el valor
predictivo negativo (VPN). La sensibilidad de los equipos actuales ha alcanzado límites máximos; es
frecuente leer artículos en los que se mencionan sensibilidades de un 99-100% para el conjunto de
muestras ensayadas. Conviene señalar, sin embargo, las dificultades de alcanzar una sensibilidad real del
100% en una infección en la que la seroconversión ocurre en un lapso de 2 a 4 semanas en la mayoría de
los casos y, a veces, hasta varios meses (período ventana). Cabe recordar a este respecto la posibilidad de
encontrar individuos infectados por el VIH que son seronegativos debido a causas orgánicas o defectos
inmunes (falsos negativos). Es bien conocido que el incremento de la sensibilidad lleva aparejado un
descenso de la especificidad (falsos positivos); aunque las técnicas actuales ofrecen cifras de especificidad
en torno al 99%, el aumento espectacular que ha experimentado la demanda analítica posibilita que los
resultados falsos positivos sean más frecuentes, a pesar de las mejoras técnicas introducidas en las
pruebas primarias de detección de anticuerpos frente al VIH. Otro aspecto importante a la hora de valorar
las características operacionales de una prueba diagnóstica para el VIH es la prevalencia de la infección
entre la población estudiada. A menor prevalencia, el VPP disminuye o, dicho de otra manera, mayor es la
probabilidad de que se produzcan resultados positivos falsos en una población con tasas de infección VIH
bajas. En muchos hospitales o laboratorios en los que se realizan las pruebas del VIH el porcentaje de
sueros positivos ha descendido en los últimos años hasta 2 y 4 veces respecto a los encontrados hace 12
ó 14 años cuando se inició el diagnóstico de este virus. Las causas de este fenómeno son variadas y cabría
citar la mayor sensibilización respecto de la infección por parte de los sanitarios y la existencia de
109
protocolos específicos de cribado serológico en los enfermos renales, hemodializados, exposición
accidental, control de la gestante e, incluso, en las pruebas analíticas preoperatorias, estrategia esta última
de cuestionable utilidad. Todas estas situaciones clínicas han propiciado un aumento sustancial de la
demanda analítica de estas pruebas y un descenso en la tasa de positividad total, por lo que el riesgo de
tener resultados falsos positivos en el escalón primario del diagnóstico del VIH es más elevado que antes.
Por ello, cualquier laboratorio que ponga en marcha este tipo de técnicas deberá contar entre sus
procedimientos de laboratorio con una estrategia o estrategias de confirmación.
Las pruebas de detección habituales han experimentado un considerable desarrollo y mejoras desde su
desarrollo inicial. Básicamente las mejoras han afectado, principalmente, al antígeno o antígenos
utilizados en el ensayo y al principio técnico en el que se fundamentan dichas reacciones. La mayoría de
las primeras técnicas utilizaron antígenos virales crudos más o menos purificados, denominados lisados
virales. Estos antígenos contenían gran cantidad de proteínas procedentes del sistema celular en el que se
había cultivado el virus. La posibilidad de una reacción inespecífica del suero con algunos de estos
componentes constituyó un problema que hizo obligado el empleo de pruebas de confirmación. En la tabla
2 aparece la evolución de los antígenos que se han ido incorporando a los equipos de detección de
anticuerpos VIH
La evolución de los antígenos incluidos en las pruebas de detección ha permitido, por una parte,
incrementar la sensibilidad sin merma de la especificidad y, por otra, ha hecho posible la detección de
anticuerpos frente a tipos y subtipos del VIH que escapaban a los equipos de diagnóstico habituales. A
pesar de las mejoras introducidas en los equipos actuales, debe tenerse en cuenta la posibilidad real de
encontrar sueros de infectados por subtipos inusuales del VIH, sobre todo en pacientes africanos o en
personas con estancias prolongadas en ese continente. Respecto al principio técnico que emplean, cabe
mencionar que la gran mayoría están basados en las distintas modalidades del enzimoinmunoanálisis
(EIA): indirecto, en sandwich y de captura. Existen EIA competitivos que tienen una gran especificidad,
110
aunque adolecen de cierta falta de sensibilidad en algunos momentos de la infección por el VIH, como al
inicio de la seroconversión y en los pacientes que se encuentran en estadios terminales. Sin embargo,
combinadas con otras pruebas de mayor sensibilidad en forma secuencial, pueden proporcionar
excelentes resultados en la estrategia diagnóstica. Estos tipos de pruebas han sufrido también variaciones
tecnológicas, siendo una de las más empleadas la utilización de substratos fluorescentes que han dado
lugar a las pruebas denominadas ELFA (enzyme-linked fluorescent assay). La última aportación ha sido la
detección simultánea del antígeno p24 y de anticuerpos, lo que acorta el período ventana. Diversos
trabajos publicados y nuestra propia experiencia ponen de manifiesto un adelanto entre una a dos
semanas en la detección serológica de la infección, aspecto a considerar si tenemos en cuenta que en ese
período la infectividad es más elevada. Existen pruebas basadas en la técnica de aglutinación pasiva que
ofrecen ventajas por su sencillez y simplicidad de ejecución, así como por la posibilidad de realizar
titulaciones de forma sencilla. La dificultad de automatización las hace poco adecuadas para procesar gran
número de sueros, estando menos extendidas. Estas técnicas permiten detectar tanto anticuerpos de la
clase IgG como IgM. Entre las pruebas de cribado de anticuerpos VIH, las denominadas pruebas rápidas
han experimentado un desarrollo importante; los antígenos que emplean son similares a los EIA y ELFA y
el tiempo en el que se puede obtener un resultado oscila entre 5 y 20 minutos. Aunque las características
operacionales son inferiores a los EIA y ELFA, deben tenerse en cuenta para situaciones de urgencia.
Combinadas con otras pruebas de detección de anticuerpos constituyen una estrategia que mejora la
especificidad de los resultados de forma asequible en términos de costes laborales y de tiempo. En la tabla
3 se exponen algunas de la más utilizadas; son preferibles aquellas que permiten detectar anticuerpos
frente al VIH-1 y VIH-2 de forma separada. Su mayor inconveniente reside en la lectura, que siempre es
subjetiva, lo que puede generar dudas de interpretación de la reactividad de ciertos sueros. En los últimos
años, han aparecido pruebas rápidas basadas en el principio de la inmunocromatografía capilar que han
mejorado de forma importante la sensibilidad y la especificidad de éstas respecto a las de Dot-EIA. Se
deben elegir aquéllas que tengan controles internos que verifiquen el correcto funcionamiento de la
reacción.
111
112
Hepatitis A, B y C.
Hepatitis A.
Laboratorio
El perfil bioquímico de la hepatitis aguda es común a todas las hepatitis. Las pruebas de laboratorio
iniciales para confirmar la hepatitis deben incluir un perfil hepático completo; es decir, transaminasas (AST
o aspartato aminotransferasa y ALT o alanino aminotransferasa), bilirrubinas, fosfatasa alcalina, albúmina
y proteínas totales, además de un hemoleucograma completo, un uroanálisis y un tiempo de protrombina
[15]. Se puede incluir también la determinación de lactato deshidrogenasa (LDH) y gamma glutamil
transferasa (GGT). Las transaminasas son unos indicadores muy sensibles del daño hepatocelular.
Usualmente en la hepatitis aguda se caracteriza por unos niveles de ALT significativamente mayores que
los de AST, en una relación ALT:AST >1,4. Por su parte, la bilirrubina total durante la fase ictérica
generalmente permanece con unos niveles 12.000/mL puede ser un indicador de una complicación
posterior. La hemoglobina y el hematocrito por lo general no se afectan
Diagnóstico serológico
Debido a que la hepatitis aguda causada por el virus de la hepatitis A es prácticamente indistinguible de
la causada por cualquier otro virus hepatotropo, para el diagnóstico serológico de la hepatitis A se utilizó
previamente la demostración del virus en la materia fecal de los infectados, procedimiento que no es
costo-efectivo y que sólo se utiliza actualmente con fines de investigación epidemiológica o de vacunas.
113
Hoy en día la sospecha de una hepatitis causada por virus de la hepatitis A se confirma con la medición de
los anticuerpos del tipo IgM contra el virus de la hepatitis A (IgM-VHA), el cual es un marcador de infección
aguda que permite la detección, aunque no precoz, del enfermo investigado con cuadro agudo. Este
anticuerpo aparece aproximadamente desde la segunda semana de la infección (ver figura 5), antes de
que se aumenten las aminotransferasas y aparezcan los signos clínicos, y siguen siendo detectables por
varios meses. Su presencia entonces es indicadora de infección actual o reciente [38]. Posterior al
desarrollo de los anticuerpos del tipo IgM-VHA se desarrollan los del tipo IgG (IgG-VHA). Estos últimos,
aunque aparecen en algunos casos simultáneamente con los del tipo IgM-VHA, persisten en el tiempo y
son marcadores de infección antigua y de inmunidad contra el virus. Estos anticuerpos también son
positivos en las personas vacunadas contra el virus
Los dos marcadores serológicos habitualmente utilizados son: 4.1.1 VHA-IgM. Se utiliza para el diagnóstico
de infección aguda, pues siempre es positivo en el inicio de la sintomatología clínica, manteniéndose hasta
los 3-6 meses. El antígeno vírico se detecta solamente en el hígado y no se utiliza con fines diagnósticos.
4.1.2 VHA-IgG. Su presencia demuestra contacto previo con el virus y se determina para estudios de
prevacunación y seroprevalencia. Se mantiene positivo durante períodos de tiempo muy largos. 4.1.3
Detección del VHA. La detección de virus en heces o en sangre mediante técnicas de microscopía
electrónica o de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) no se realiza rutinariamente y sólo se emplea
en estudios de investigación.
El virus de la hepatitis A (VHA) es virus desnudo de simetría icosaédrica, de pequeño tamaño (27 nm),
clasificado dentro de género Hepatovirus de la familia Picornaviridae. Desde el punto de vista estructural
el virión está constituido desde dentro afuera por un genoma de ARNmc lineal de polaridad positiva de
7.438 nucleótidos, que codifica una proteína de 2.227 aminoácidos de la que se derivan proteínas
funcionales y cuatro proteínas estructurales (VP1 a VP4) que forman el nucleocápside. La cápside se sitúa
más externamente al ácido nucleico y posee simetría isosaédrica y en él se identifica el denominado
antígeno VHA (Ag VHA); careciendo de membrana de envoltura 7. Esta cualidad dota al virus de una
considerable resistencia a los agentes externos y a las condiciones ambientales naturales superior a
cualquier otro picornavirus, lo que explica su capacidad infecciosa. Las cepas son indistinguibles
serológicamente y se integran en un mismo serotipo, a pesar de ello existe una variación de hasta el 20%
en la secuencia de aminoácidos entre diferentes aislados víricos. En las cepas humanas se han descrito
cuatro genotipos (I, II, III y VII), siendo los restantes genotipos simios.
114
La estrategia de diagnóstico virológico habitual asienta en la detección de marcadores serológicos de
infección por VHA, cuya cronología se ilustra en la figura 1. Los individuos infectados desarrollan de forma
precoz y en el contexto del primer mes anticuerpos de la clase IgM frente al Ag VHA, que pueden ser
detectables durante los 3 a 12 meses posteriores a la curación de la enfermedad. En segundo término, se
elevan los anticuerpos de la clase IgG frente al Ag VHA, que persisten indefinidamente y confieren una
inmunidad permanente 8. En el momento actual las técnicas de enzimoinmunoanálisis (EIA) se han
consolidado como las de mayor implantación, por su
versatilidad en cuanto a su rendimiento e integración
en protocolos eficientes de diagnóstico. En general el
diagnóstico de hepatitis A se establece por la
presencia de inmunoglobulina (IgM) anti-Ag VHA,
que coincide con los síntomas clínicos de la hepatitis
y tiende a declinar e incluso a desaparecer a partir de
los 3 a 6 meses posteriores. La presencia de IgG
perdura toda la vida y no distingue entre infección
actual o pasada.
El VHA se puede detectar en las heces de los pacientes hasta 10 días antes de la aparición de la ictericia,
persistiendo en ellas hasta 3 meses después; incluso tras la normalización de la bioquímica hepática,
habiéndose empleado para ello la microscopia electrónica. La detección de Ag VHA o de viriones en
materia fecal al inicio del cuadro clínico, si bien es posible, tiene poco interés práctico y su implantación
casi nula en nuestro entorno. La búsqueda de ARN genómico se reserva a laboratorios de investigación y
se efectúa mediante técnicas de amplificación basadas en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en
distintas versiones o en hibridación 9. En función de su transmisión enteral estos métodos diagnósticos se
han aplicado con éxito a la documentación de la circulación del VHA en alimentos y muestras del medio
ambiente
Hepatitis B.
El VHB es un virus ADN, envuelto y con cápside de simetría icosaédrica. Su genoma está formado por ADN
bicatenario circular y asimétrico (L o cadena negativa con 3.200 nucleótidos y S o cadena positiva con una
longitud variable de unos 2.000 nucleótidos) 17. Ambas cadenas están ancladas entre sí por las llamadas
regiones de cohesión (DR1 y DR2). Las características genómicas de este virus son únicas dentro de los
116
virus ADN, puesto que a la asimetría de sus cadenas se une el que adquiere una forma circular y el que los
genes que codifican para sus proteínas son parcialmente solapantes entre sí. De hecho podemos distinguir
4 regiones abiertas de transcripción: S, C, P y X solapándose en los 3.200 nucleótidos del genoma que
codifican 7 proteínas, de las cuales cuatro son estructurales (antígeno del core del virus de la hepatitis B
[HBcAg] antígeno de superficie del virus de la hepatitis B [HBsAg], gp36 y gp42) y tres no estructurales
(ADN polimerasa, antígeno X del virus de la hepatitis B [HBxAg] y antígeno e del virus de la hepatitis B
[HBeAg]). El HBxAg se considera actualmente involucrado en los procesos de replicación y transcripción
viral. Además, la replicación viral es mediada por ARN, gracias a la actividad retrotranscriptasa de su ADN
polimerasa. Todas estas circunstancias contribuyen a la gran variabilidad genómica del virus, que a
menudo presenta no sólo mutaciones puntuales, sino también deleciones e inserciones a lo largo de su
genoma. La variabilidad se considera del orden del 10% y se traduce en la existencia de una gran variedad
de genotipos, subtipos antigénicos y otras variantes estables 18. Hasta la fecha se han descrito 8 genotipos
diferentes: A, B, C, D, E, F, G y H distribuidos por todo el mundo generados a partir de una misma estirpe,
probablemente debido entre otros a fenómenos de recombinación 19. Además se definen diferentes
subtipos antigénicos dependiendo de la combinación de los siguientes determinantes: el determinante
"a", común para todos, y los determinantes mutuamente excluyentes d/y y w/r. En España, todos estos
subtipos y genotipos están representados, aunque predominan las asociaciones D/ayw2 (30,1%), D/ayw3
(28,6%) y A/adw2 (21,2%) 20. Se han descrito variantes estables de las 4 regiones abiertas de transcripción,
sin embargo entre ellas algunas tienen más relevancia para la salud pública, como son los mutantes del
HBsAg (sobre todo mutantes de la región denominada determinante "a"), las variantes pre-core defectivas
y las variantes del gen X. La proporción de estas variantes en la población de pacientes infectados no se
conoce con exactitud, aunque algunos estudios apuntan a frecuencias altas y crecientes de los mutantes
del HBsAg 21-24. La explicación de por qué estas variantes van en aumento, parece estar en el uso creciente
de tratamientos antivirales cuya diana es la polimerasa 25. Los genes que codifican para la polimerasa viral
y para la proteína del HBsAg están parcialmente superpuestos, con distintas fases de lectura, lo que motiva
que presión biológica sobre uno de ellos provoque alteraciones sobre el otro.
El efecto de los mutantes en la evolución clínica y en el diagnóstico de la infección debe ser considerado.
La progresión de la enfermedad es variable dependiendo de factores virales y factores del huésped. Entre
los primeros destaca la variabilidad del curso clínico para los diferentes genotipos, así como variantes
genéticas más agresivas, como las variantes pre-core defectivas o los mutantes del gen X17. El diagnóstico
de VHB se centra fundamentalmente en la identificación de casos agudos de infección primaria,
persistencia e infección crónica y la existencia de patrones atípicos.
117
Como norma que se debe tener en cuenta los distintos antígenos y componentes estructurales del VHB
(excepto el HBcAg) aparecen en el suero o plasma del paciente durante la infección aguda y algunos en los
estados de cronicidad; los anticuerpos contra ellos generados forman parte de la respuesta natural del
huésped en el intento natural de eliminar la infección, por ello su aparición secuencial obliga a un
seguimiento en el tiempo.
Infección primaria. Después de un período de incubación, que puede llegar hasta las 10 semanas, se
desarrolla la infección aguda sintomática o no, que puede resolverse o bien cronificar. Durante el período
de incubación, puede detectarse el genoma del VHB como única manifestación viral. La caracterización del
estado de la infección se realiza mediante el seguimiento de parámetros virales referidos a la expresión o
no de sus antígenos, fundamentalmente el HBsAg y el antígeno "e" (HBeAg) o la detección y cuantificación
del ADN viral. Los ensayos para detección de HBsAg pueden ser confirmados mediante ensayos de
neutralización en los que se produce una reducción de la señal superior al 50% entre muestras duplicadas
ensayadas en paralelo, utilizando en una de ellas un suero que contiene HBsAc. La sensibilidad de los
ensayos de HBsAg se aproxima hasta menos de 0,1 ng/ml en los más recientes, sin merma de la
especificidad, aunque dada la gran cantidad de dicho antígeno que aparece en el suero y plasma de los
individuos infectados, el cambio de test antiguos por alguno de los modernos no se traduce
necesariamente en un aumento de la detección de individuos HBsAg positivos.
Además, también debe valorarse la respuesta del huésped de anticuerpos específicos, como son los
generados frente a los antígenos HBsAg, HBeAg y HBcAg denominados respectivamente HBsAc, HBeAc y
HBcAc. El diagnóstico del estadio de la enfermedad se completa mediante la puesta en evidencia de la
lesión hepática con pruebas de laboratorio como la transaminemia y anatomopatológicas.
En la infección primaria aparecen los marcadores HBsAg, HBeAg e IgM-HBc, en los casos en que no
aparezca IgM-HBc puede ser de ayuda la detección de ADN y en todo caso la obtención de sueros
posteriores para verificar el diagnóstico (fig. 3). En
este momento diagnóstico se debe descartar la
presencia de coinfección VHD como será expuesto
más adelante. Las distintas combinaciones de estos
marcadores durante el período de incubación precoz
y tardío aparecen reflejadas en la tabla 1. La
resolución clínica condiciona de una parte la
desaparición de HBsAg y de otra la aparición de
HBcAc y HBsAc.
118
Infección persistente y crónica. En el caso de que no se produjese seroconversión de HBsAc y se
mantuviese el HBsAg durante más de 6 meses se establece un estado de persistencia crónica del VHB. En
este contexto la monitorización virológica se verá beneficiada por la determinación del ADN vírico y de los
marcadores del sistema HBeAg y HBeAc, tal y como se recoge en la referida tabla. Los pacientes con
variantes pre-core defectivas mostrarán presencia de HBeAc y de viremia. Justamente la realización de
determinaciones cuantitativas de esta última puede lograrse mediante métodos de hibridación molecular
directa; más reproducibles y precisos o bien con técnicas de amplificación genómica dotadas de mayor
sensibilidad. No obstante, cualquier método con sensibilidad superior a 10 3 copias/ml es adecuado para
identificar este estadio clínico en casos de infección persistente con replicación activa del virus.
Existen patrones serológicos (resumidos en la fig. 4), que se relacionan con otros estadios de la infección,
además de la infección primaria (aguda o de forma asintomática) y de la hepatitis crónica con replicación
viral o sin ella.
Figura 4. Cronología de los marcadores virológicos en patrones de infección por VHB. (1) Podría ser
negativo en el caso de mutaciones en el determinante "a" del HBsAg. (2) Podría ser negativo en el caso de
mutantes pre-core defectivas. (3) Niveles bajos.
A pesar de ello los patrones a veces son incompletos y, por tanto, difíciles de interpretar. En el origen de
estos patrones incompletos se encuentran distintos factores como son, títulos de anticuerpos bajos, el
fenómeno conocido como VHB tipo 2, que parece estar relacionado con mutaciones en el gen X26 o la
existencia de variantes virales en las regiones C o S generadas como consecuencia de la alta variabilidad
genómica del virus 24. Las variantes que principalmente influyen en defectos en los parámetros
diagnósticos son las siguientes: a) variantes pre-core defectivas: que dan lugar a proteínas truncadas
debido a codones de parada a distintos niveles del gen y por tanto déficit de expresión del
HBeAg; b) mutantes del gen X: dan lugar a un HBxAg mutado, por lo que el virus se replica y expresa de
manera anómala dando lugar a débil expresión del resto de los antígenos y estimulación inmune
insuficiente; c) mutantes del HBsAg: que producen déficit de expresión del mismo 27 o bien, expresándose
en cantidad teóricamente detectable, las mutaciones producen alteración de las proteínas del virión, que
escapan a los tests diagnósticos diseñados 28-33. Comisiones de expertos reunidas recientemente aconsejan
identificar la frecuencia de estas variantes así como su impacto real en los tests diagnósticos 34. En España
se ha evaluado la frecuencia y se ha estimado que el 12,5% de los portadores crónicos están infectados
con alguna de dichas variantes 24. Sin embargo, el impacto real sobre los tests diagnósticos actuales parece
ser mucho menos dramático, y sobre todo asociado con algunos cambios como los que involucran a las
posiciones 120 (Pro120Gln), 126 (THr/Ile126Ser), 143 (Thr/Ser143Leu), 144 (Asp144Ala) o 145
(Gly145Arg/Ala), o con los virus que tienen acumulación de cambios de aminoácido a lo largo del
determinante "a". Otro hecho relevante es en qué proporción está representado el mutante en el contexto
de toda la población viral. Muestras en las que predomina un determinado mutante, pueden ser
perfectamente detectadas gracias a la población minoritaria de virus no mutados. También se conoce la
distinta capacidad de los diferentes tests comerciales para detectar cada uno de los mutantes 24,35.
La vacunación frente a VHB incluida desde hace unos años en los calendarios vacunales de España influirá
en la presencia de HBsAc de forma aislada en gran número de personas. El uso del sistema de HBsAc se ha
extendido para verificar la protección alcanzada tras la vacunación, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) han aceptado que un nivel de estos
anticuerpos de 10 mU/ml tiene carácter protector. Existen distintas aproximaciones para la cuantificación
de estos anticuerpos basadas en paneles de sueros estándar que generan una curva y otros que calibran
un umbral situado en las 10 mU/ml.
120
Hepatitis C.
Es un virus ARN de polaridad positiva cuyo genoma contiene 9.600 nucleótidos, rodeado de un cápside
proteico y una membrana de envoltura y un tamaño que oscila entre 55-65 nm. Desde el punto de vista
taxonómico se clasifica dentro de la familia Flaviviridae en el género Hepacivirus 55. El genoma contiene
un gran marco de lectura abierto de unos 3.000 aminoácidos, flanqueado por 2 regiones no codificantes,
5'y 3'UTR, altamente conservadas. De ellas la región 5' y la porción inicial del gen del core viral son las más
conservadas entre diferentes cepas, contienen unos 340 aminoácidos y su principal segmento está
constituido por 300 aminoácidos, y confirman el dominio de entrada al ribosoma en el inicio de la
replicación. Ésta puede ser la razón por la cual el VHC inicia la traducción de sus proteínas mediante un
mecanismo único y parecido al de los procariotas 56. La región 3' consta de varios segmentos, de ellos el
más conservado es el final que se corresponde con el sitio de reconocimiento de la replicasa durante la
iniciación de la síntesis de la cadena negativa del ARN.
El genoma se traduce en un único marco de lectura que codifica una gran poliproteína de 3.000
aminoácidos que es hidrolizada por proteasas del huésped inducidas por UHC en proteínas estructurales
(E) y no estructurales (NS). Dichas proteínas incluyen la del nucleocápside viral (p21), las 2 proteínas de
envoltura E1 (gp31) y E2 (gp70) y una proteína transmembranaria (p7). Entre los genes E1 y E2 se sitúan
unas regiones denominadas hipervariables (HVR1 y HVR2) que permiten al VHC establecer un sistema de
escape al sistema inmunitario y condiciona la aparición de infecciones persistentes 57. La región no
estructural, codifica 6 proteínas implicadas en la replicación de ARN viral que se asimilan a diferentes
enzimas entre los que destacan proteasas, helicasa, nucleotidotrifosfatasa, ARN polimerasa dependiente
de ARN (tabla 2).
VDLR.
La sífilis es una enfermedad infecciosa aguda o crónica cuyo agente causal es Treponema pallidum
perteneciente, junto con otras treponemas, borrelias y leptospiras, a la familia Treponemataceae. Es un
microorganismo móvil que, dadas sus dimensiones, 5-15 m de largo por 0,2 m de diámetro, se encuentra
en el límite de resolución óptica de los microscopios convencionales; por ello no es posible
visualizarlo mediante tinciones normales y sí por contraste de fases o tinciones de plata que "engruesan
la bacteria". Tampoco es cultivable según el concepto tradicional. Su movilidad se debe a 10 flagelos
periplásmicos. Su tiempo de generación en los tejidos humanos es de unas 8 horas, por lo que su
multiplicación es lenta.
infección. En el paciente no tratado, el segundo estadio comienza con la aparición de una de las
manifestaciones sistémicas de la enfermedad: una erupción en piel, palmas y plantas, la roseola sifilítica,
acompañada de síntomas generales y, frecuentemente, de otros signos localizados (condilomas genitales).
Las lesiones abiertas de este período son muy contagiosas. Tras la primera desaparición espontánea de la
misma y durante el primer y segundo año, pueden aparecen brotes similares cada vez de menor intensidad
(fases de latencia precoz) hasta que desaparecen totalmente todos los signos y síntomas (fase de latencia
tardía). El tercer estadio de la enfermedad, que solo se presenta en unos pocos pacientes, se caracteriza
por la formación de lesiones granulomatosas destructivas (gummas) que, curiosamente, tienen escasa
124
carga treponémica. En este período pueden aparecer sintomas y signos de focalización de la enfermedad:
neurosífilis, sífilis cardiovascular, etc.
La treponema también puede traspasar la barrera placentaria con suma facilidad a partir del tercer o
cuarto mes de la gestación y producir enfermedad fetal. Por ello, en la mayoría de los países, se realiza un
estudio de anticuerpos frente a este patógeno para instaurar medidas preventivas.
En los estudios de evolución natural de la enfermedad se ha visto que aproximadamente un 33% de los
pacientes curan de forma espontánea con negativización de las pruebas reagínicas. Otro 33% no desarrolla
síntomas de progresión de la enfermedad, aunque las pruebas no treponémicas permanecen positivas y
otro 33% desarrolla una enfermedad tardía más o menos grave (17% sífilis tardía benigna, 8% neurosífilis
y 8% sífilis cardiovascular).
DIAGNOSTICO INDIRECTO
La experiencia nos dice que, en la mayoría de las ocasiones, existen dificultades o no es posible realizar el
diagnóstico directo, por lo que el diagnóstico indirecto - serológico- de la enfermedad se ha convertido en
el procedimiento más frecuente. Estos marcadores necesitan, aproximadamente, de unos 14 a 20 días
para hacerse reactivos.
Coombs Directo.
La prueba de Coombs Directo (TCD) es una técnica muy utilizada en el laboratorio de inmunohematología
del área de Banco de Sangre. Esta prueba analítica recibe otros nombres como Prueba de la Antiglobulina
Humana (PAH) directa o Test de la Antiglobulina Humana (TAH) directa.
Se utiliza de forma individual o como parte de otras técnicas. En estos casos forma parte del paso final, el
cual es conocido como “llevar a Coombs “. Existe otra variante de esta técnica denominada Test de Coombs
Indirecto (TCI).
Orígenes del Test de Coombs Directo
El origen del Test de Coombs data de 1945, año en que fue descrita por Robert Russell Race, Arthur
Morant y Robin Coombs. De éste último, precisamente, tomó el nombre la técnica.
Cuenta la leyenda que Robin Coombs diseñó mentalmente el Test de Coombs Directo mientras realizaba
un viaje en tren. Imaginó a los hematíes recubiertos de anticuerpos e ideó la utilización de una
antiglobulina para aglutinarlos y demostrar, de este modo, la existencia de dichos anticuerpos adheridos
a la membrana de los hematíes.
El diagnóstico de la Enfermedad Hemolítica del Recién Nacido (EHRN). Esta enfermedad también
es conocida como Eritroblastosis Fetal y como Enfermedad Hemolítica Feto-Neonatal (EHFN).
El diagnóstico de la Anemia Hemolítica Autoinmune (AHAI).
La investigación de hematíes sensibilizados por medicamentos.
La investigación de reacciones transfusionales.
También es muy útil en situaciones dispares como unas pruebas cruzadas incompatibles en un paciente
con Escrutinio de Anticuerpos Irregulares (EAI) negativo. Es relativamente común realizar un Test de
Coombs Directo a un Concentrado de Hematíes Filtrados (CHF) y que sus hematíes den positivo,
desvelando así la causa de la incompatibilidad.
Tubos de centrífuga, de ensayo o de vidrio con las medidas necesarias para su uso en una
centrifugadora-lavadora
Centrífuga
Pipetas pasteur
Suero salino fisiológico (SSF) al 0,9% NaCl
Suero de Coombs poliespecífico y/o Suero de Coombs monoespecífico (Anti-IgG, Anti-IgM, Anti-
IgA y Anti-Complemento)
Muestra de sangre anticoagulada con EDTA
La técnica es idéntica si se utiliza un Suero de Coombs monoespecífico en lugar del poliespecífico. De este
modo se puede identificar si la sangre problema está sensibilizada por la fracción C3D del complemento o
por un anticuerpo de clase IgG, IgA o IgM. Si alguno de los monoespecíficos es positivo, es muy probable
que sea necesario, además, titular tanto del poliespecífico como el monoespecífico si han dado positivo.
Los antisueros monoespecíficos son Anti-IgA, Anti-C3D, Anti-IgM y Anti-IgG.
126
Test de Coombs Directo en autoanalizador
Debido a la sensibilidad de los autoanalizadores, muchos laboratorios optan por realizar un Test de
Coombs Directo en tubo si el TCD del autoanalizador da positivo. Si la prueba es positiva en autoanalizador
pero negativa en tubo, la prueba se cataloga como negativa. En cualquier caso, hablando en términos de
la prueba a un Recién Nacido (RN), si la prueba es positiva en autoanalizador se debe avisar al Nido, aunque
posteriormente la prueba en tubo sea negativa y se transfiera este resultado informáticamente.
Coombs Indirecto.