Antes que nada, debemos entender y enfatizar en que el ser humano se

encuentra por encima del capital, es decir que no es un recurso más sino el
activo más valioso dentro de la empresa siendo este el elemento diferencial y la
principal ventaja competitiva de cada compañía y es quien más atención y
motivación necesita, siendo lo más importante el poder fortalecer la lealtad de
los trabajadores hacia la empresa y esto se consigue a través de la ética que en
gran medida depende de las decisiones que toma un directivo.

La ética básicamente son las normas y valores que se promueven para mejorar
el desarrollo de las actividades laborales y se convierte en la columna vertebral
ayudando a mantener el orden dentro de todos los procesos, mejora la
interacción entre el personal y también ayuda a que los clientes tengan una
mejor percepción como empresa socialmente responsable. Además, debemos
entender que las estrategias que se promuevan en la organización vayan de la
mano con los valores de la misma.

Después de tener un mejor concepto de lo que abarca ser una empresa

socialmente responsable podemos decir que una de las propuestas más claras
es que se respeten los derechos humanos, los derechos del trabajador y se
creen climas laborables adecuados para que cada individuo pueda desarrollarse
y formarse en todos los aspectos, una vía de mejora es el ofrecer planes de
carrera, planes de sucesión, beneficios sociales y la conciliación entre la vida
laboral y personal tomando en cuenta varios lineamientos como son: prohibición
de trabajo forzado, promoción de la salud y seguridad en el trabajo, prohibición
de la discriminación, claridad en las medidas disciplinarias, respeto en el horario
de trabajo, remuneración justa y calidad en los sistemas de gestión.

Otro factor importante es el crear cultura de dialogo es decir una relación más
humana entre los ejecutivos y altos mandos quienes deben llegar a entender y
esforzarse en descubrir las necesidades de su equipo y que estas sean
valoradas creando confianza entre sus trabajadores. Un equipo de trabajo
motivado y valorado mejora su desempeño y productividad, hay menos rotación
y en puestos de cara al cliente esto significa mejor atención y la pérdida de
clientes es mucho menor.

Básicamente la responsabilidad social y la ética desde la empresa confirma que

los colaboradores que se encuentran en espacios laborales favorables no son
solamente más productivos sino que se involucran mucho más en la empresa,
dejando de lado el individualismo y trabajando en pro del equipo.