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Azul y la navidad, franca evocación

Una tragicomedia que expone por igual los problemas sociales clásicos y actuales

Las fiestas de fin de año, los reencuentros familiares y lo difícil de aceptar lo diferente son
participes del inicio de la nueva comedia de Lorena Romanin. Como siempre esta buena
escritora, diestra en teñir su pluma con ternura y la creatividad justa para delinear
fabulosos personajes. Vuelve a acertar en una historia que brinda la chance de
reflexionar sobre la injustica social sobre la identidad sexual. La cultura patriarcal difícil de
roer en el interior del país y la incertidumbre dentro del seno familiar, dan marco a este
cuento de una joven trans que regresa a visitar a su tía.

A pesar que la obra en un inicio priorice la temática de cambio de identidad. Hay otro
conflicto verdadero que se potencia durante la trama. Un distanciamiento entre hermanas
que no tiene una sólida razón. Como a partir de mínimas diferencias se construye un
enorme conflicto que puede lograr que dos personas que se amen pierdan años de su
vida sin verse. Y la obra presenta sus momentos más logrados cuando estas hermanas
vuelven a hallar la manera de reconstruir la confianza y ceder un poco en sus juicios de
valores propios.

El surtido elenco es otro acierto por parte de la autora, ya que lucen naturales a la mirada
de los espectadores en cada una de sus labores interpretativas. Mayra Homar despliega
toda la potencia que tiene como actriz como Virginia, una ingenua y emocional madre.
Eugenia Guerty juega con el humor como quiere en su rico personaje como Checha, la
otra mama y hermana de la anterior. Acompañadas muy bien por Guido Botto Fiora, muy
natural en el rol del hijo que luce más seguro en el momento en el que todos pierden el
norte. Marco Gianoli, se juega con un personaje más fuerte y frontal, es quien suma más
rebeldía a los conflictos. Luciana Grasso en sintonía con la comicidad se luce en una
ocurrente interpretación. Completan el equipo Pablo Finamore, como un peculiar padre de
familia. Y Carolina Unrein como Luz, una joven que ya dejo en el pasado su crisis de
identidad, el tierno personaje que da título a la obra.

A veces el escenario es el espacio indicado para plasmar y marcar la diferencia, en la


dura batalla que aún se lucha para romper paradigmas. La pieza tiene un inicio de
comedia, pero muta y dan el presente rápidamente la culpa, el dolor, y el tabú tanto dentro
como fuera de esta familia prófuga a lo distinto. Pero por suerte también la autora brinda
un espacio para que afloren el perdón, la honestidad, la aceptación y la comunicación
individual y colectiva, en un cierre de fuerte reflexión.

Dramaturgia y dirección: Lorena Romanin.

Elenco: Eugenia Guerty, Mayra Homar, Pablo Finamore, Guido Botto Fiora, Marco
Gianoli, Mauro Cappellacci, Luciana Grasso y Carolina Unrein.
Escenografía y vestuario: Gabriella Gerdelics.

Sala: El Galpón de Guevara, Guevara 326, CABA.

Funciones: lunes, a las 20hs

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