Está en la página 1de 1

UN DÍA EN EL FESTIVAL DEL PUEBLO

En una ocasión se realizó en mi pueblo un Festival. Habían pasado ya varios años desde
la última vez que se realizó. Nunca participé de las anteriores versiones. Sin embargo, en
esta ocasión me animé a ir.

Aquel día por la mañana me desperté temprano, y luego de pasar por la cocina a tomar mi
acostumbrado café como de costumbre me encontré con mi Madre. Luego de nuestro
habitual saludo, le hablé que como de costumbre, hace dos días había comenzado el
Festival de la cometa en el pueblo, y que después de no asistir a él por mucho tiempo, en
esta ocasión estaba animado para ir. Le pregunté si quería acompañarme. ¡Este será un
buen momento para estar juntos y disfrutar de los espectáculos! Además, le dije: “hace un
espléndido día”. Sin dudarlo, me acerqué al jardín, corté una Rosa. La que más sobresalía
entre tantas que mi Madre trataba con mucho amor, y se la entregué. Quería reforzarle con
aquella Rosa mi afecto y mi deseo de animarla a compartir conmigo este día maravilloso.
Luego de guardar silencio y mirarme a los ojos sonrío. Aquello era una respuesta. Y así
consentía con ternura a mis solicitudes. De inmediato limpiamos un poco la cocina y
terminamos de alistarnos. A las diez ya nos dirigíamos al que sería nuestro primer día juntos
después de tantos meses.

Mientras mi Madre y yo nos acercábamos al Festival, veíamos pasar las nubes blancas
sobre el imponente cielo azul. Las casas solitarias. Parecía que todos tenían cita con el
Festival. Cuando ya nos acercábamos vimos que mucha gente se agolpaba entorno a algo
que no alcanzábamos a distinguir bien. De repente vimos que una persona que estaba entre
la gente corre desesperada. Vimos cuando echa mano de una Bicicleta, que parecía, a
decir por sus formas, a una de las usadas por los acróbatas de uno de los espectáculos.
De un brinco se montó sobre ella mientras pedaleaba con toda su fuerza. Parecía
desesperado por escapar del infortunio que se le avecinaba. Pero las personas de
inmediato corrieron detrás de él a gran velocidad. Y aunque aquella gente corría
velozmente, el hombre de la Bicicleta corría más. De repente el sonido de un carro se
escuchó. Era la Policía que venía a evitar que aquel hombre de la Bicicleta se escapara.
Todo esto parecía muy Gracioso. Si no es por lo que nos contaron luego, aquella escena
parecía parte del espectáculo del Festival. Ya en este Clímax de este espectáculo, el
hombre de la Bicicleta en medio de la multitud y la policía no tuvo otra alternativa que parar
y entregarse. La policía se acercó a él, lo puso lo que serían unas esposas, lo introdujo
dentro del carro y se lo llevó para lo que podría ser la Cárcel.

Como todavía mi Madre y yo no alcanzábamos a comprender lo ocurrido, y en medio de


nuestra sorpresa por el desconocimiento preguntamos a una persona que se acercaba a
nosotros sobre lo sucedido. Nos dijo que aquel hombre de la Bicicleta era un Mercernario
que intentó hacerle daño a otra persona muy conocida en el pueblo. Y que por eso todos
intentando evitarle daño se abalanzaron sobre el mercenario.

También podría gustarte