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BASES TEÓRICAS:

Autoestima:

Alcántara (1993) define la autoestima como los pensamientos, sentimientos y apreciación de una
persona por sí misma. Es decir, es una percepción valorativa formada por el individuo y dirigida
hacia él.

Domenech (2004), la autoestima se refiere al aspecto valorativo y evaluativo del conocimiento que
los niños tienen sobre sí mismos (autoimagen o autopercepción)

Handabaka (2008), sobre la autoestima, afirma que todos tenemos alguna percepción de nuestros
rasgos positivos y negativos. Y en base a ellos, hacemos juicios de valor. Nos gustamos o nos
despreciamos, nos valoramos o nos devaluamos. El componente afectivo y valorativo que
acompaña a la opinión que tenemos sobre nosotros mismos se denomina autoestima.

Rice (2000), la autoestima de una persona es la consideración que se da a sí misma. Señala este
autor que se le ha llamado el remanente del alma y que es el ingrediente que da dignidad a la
existencia humana.

Niveles de Autoestima

González y otros (1992): considera tres niveles de autoestima

 Autoestima Positiva o Alta


 Autoestima Media o Relativa
 Autoestima Baja

a) Autoestima positiva o alta

Esta autoestima se basa en las dos percepciones que la persona tiene de sí misma: la competencia y
la valía. Las personas con autoestima positiva cuentan con un conjunto de técnicas internas e
interpersonales que les permiten afrontar los retos a los que se enfrentan de forma positiva.

Tienden a adoptar una actitud respetuosa no sólo hacia sí mismos sino también hacia los demás.
Por otro lado, los sujetos con alta autoestima son menos propensos a ser autocríticos que aquellos
con otra autoestima.

Coopersmith (1981), se refiere a que las personas con autoestima alta mantienen una imagen
regular de sus capacidades y/o habilidades, desempeñan un papel activo en sus grupos sociales,
expresan sus opiniones con frecuencia y cariño. Tienen alta autoestima, cometen errores, pero
tienden a aprender de ellos.

Sheeman (2000), una persona con autoestima óptima, posee las siguientes cualidades:

• Previsión sobre sí mismo y sus capacidades, realista y positivo.

• No necesitas la aprobación de los demás, no te crees mejor o peor que los demás.

• Expresa libremente tus sentimientos y emociones.

• Afronta los nuevos retos con optimismo, trata de superar los miedos y asume la responsabilidad.
• Se comunica con facilidad y está satisfecho con las relaciones sociales, valora las amistades y
muestra iniciativa en el acercamiento a las personas.

• Saber aceptar las decepciones, aprender del fracaso, crear e innovar, disfrutar del desarrollo de
proyectos y perseverar en los objetivos.

• Mayor aceptación de uno mismo y de los demás.

• Menos estrés y mejor postura para el manejo del estrés.

• Una visión más optimista y positiva de la vida.

• Aceptar bien la responsabilidad y sentirse más en control.

• Mayor independencia.

• Equilibrio emocional.

b) Autoestima media o relativa

González y otros (1992) Las personas con autoestima media se caracterizan por un nivel aceptable
de autoconfianza. Sin embargo, puede disminuir de vez en cuando, bajo la influencia del aviso de
las personas restantes. Es decir, este tipo de persona muestra confianza frente a los demás, aunque
internamente no lo sea. De esta manera, sus actitudes fluctuaron entre momentos de alta
autoestima (debido al apoyo externo) y momentos de baja autoestima (debido a ciertas críticas).

c) Baja autoestima

Este término se refiere a las personas en las que prevalecen sentimientos de inseguridad e
incapacidad de sí mismo. Carecen de dos elementos básicos de competencia y valor, por un lado, y
Coopersmith (1981), por otro lado, afirma que este nivel de autoestima implica sentimientos de
insatisfacción y falta de respeto por uno mismo. Presentan una imagen de desánimo, depresión y
aislamiento, incapacidad para expresarse e incapacidad para defenderse. También se observan
debilidades para enfrentar y superar debilidades. En situaciones grupales, el individuo tiene miedo
de provocar la ira de los demás, y es pasivo y sensible a las críticas. Además, se observan
sentimientos de inferioridad e inseguridad, generando envidia y celos hacia los demás,
manifestándose en actitudes de rechazo hacia los demás, actitud defensiva, resignación, depresión
o agresividad.

Sheeman (2000) argumenta que una persona con baja autoestima es generalmente insegura,
dudosa de sus propias habilidades y poco dispuesta a tomar decisiones por miedo a cometer
errores. Además, necesita la aprobación de los demás porque tiene muchas complicaciones. A
menudo tiene una imagen distorsionada de sí mismo, tanto en términos de sus características
físicas como de su autoestima o personalidad. Todo esto crea sentimientos de inferioridad y timidez
frente a los demás. Le cuesta hacer nuevos amigos y está pendiente de lo que dirán o pensarán de
él, porque tiene un miedo abrumador a que lo rechacen, lo juzguen mal o lo abandonen. La
dependencia emocional que tiene es el resultado de su necesidad de aprobación, ya que no se
quiere lo suficiente como para calificarse a sí mismo positivamente. Otro problema que provoca la
baja autoestima es la inhibición de la expresión emocional por miedo a no ser correspondido. Si
algo sale mal en una relación o amistad, las personas con baja autoestima creerán que es su culpa,
a menudo malinterpretan los hechos y se comunican entre los dos. Sentirse deprimido ante
cualquier desilusión, melancolía cuando fracasa en sus esfuerzos y, por lo tanto, evita proyectos o
los abandona ante la gran dificultad o el pequeño fracaso.

Áreas del Autoestima

Espejo (2000), cita a Coopersmith, las personas desarrollan sus nociones de sí mismas en dominios
específicos que nos permiten identificar diversos grados de evaluación”.

Dentro de ellas las siguientes son muy significativas en edad escolar:

a) Área del Yo Común: Se refiere a la valoración que cada uno de nosotros tiene de sí mismo. Con
conocimiento y respeto, el niño percibe las cualidades o atributos que lo hacen especial y diferente,
ayudado por la aprobación que el niño recibe por sus cualidades. Además, se refiere a la
autopercepción de rasgos de personalidad, como sentirse: simpático o desagradable, estable o
inestable, valiente o temeroso, tímido o asertivo, tranquilo o inquieto, generoso y tacaño,
equilibrado o desequilibrado. Esta área es la base para conocer y reconocer tanto lo positivo como
lo negativo de los rasgos de nuestra persona.

b) Espacio social entre compañeros: Consecuencias de la satisfacción que obtiene el niño al


establecer relaciones sociales importantes para él y reconocidas como importantes por los demás.
Incluye el sentimiento de ser aceptado o rechazado por un colega y el sentimiento de pertenencia,
es decir, el sentimiento de ser parte de un grupo.

También está relacionado con el hecho de que te sientas capaz de afrontar con éxito diversas
situaciones sociales; Por ejemplo, puede ser proactivo, puede relacionarse con personas del sexo
opuesto y resolver fácilmente conflictos interpersonales; incluyendo un sentido de solidaridad.
Como nos dicen Haussler y Milicic (1995, p. 76)

“Una de las variables más importantes para una autoestima positiva es la experiencia de conocerse
a uno mismo y sentirse competente en varios aspectos”.

La aceptación o el rechazo del grupo es crucial para su desarrollo personal.

c) Dominio académico: Relativo a la sensación de poder afrontar con éxito situaciones de la vida
escolar y más concretamente la capacidad de desenvolverse bien y adaptarse a las necesidades
académicas. También incluye la autoevaluación de las habilidades intelectuales, como sentirse
inteligente, creativo e intelectualmente consistente.

Diversos estudios han podido demostrar la existencia de una fuerte relación entre la autoestima y
el rendimiento escolar.

Chapman citado en Haeussler y Milicic (1995) señala que “el fracaso crea sentimientos de
incompetencia, que a su vez crea una expectativa de fracaso, lo que reduce los esfuerzos de los
niños por tener éxito académico. Por supuesto, esto afecta negativamente su aprendizaje.

Entonces, durante la escolarización, los estudiantes que rinden bien en la escuela generalmente no
tienen problemas de autoestima, debido a su éxito académico y la importancia de sentirse bien con
ellos mismos.” Haeussler y Milicic (1995).
Actitudes o posturas en los niños que habitualmente indican una baja autoestima.

Pisco (2007), se refiere a actitudes o posturas que suelen mostrar los niños que indican baja
autoestima como:

a. Una actitud excesivamente crítica deja a la persona en un constante estado de insatisfacción


consigo misma. A través de sus críticas, buscan la atención y la simpatía de los demás.

b. Vacilación crónica, por miedo a cometer errores excesivos. Estos son niños que carecen de
confianza y, por lo tanto, tienen dificultades para expresarse.

c. El deseo de ser satisfecho, pero no se atreven a decir NO por miedo a ofender y perder la
simpatía de los demás. Expresan necesidad de aprobación (son niños y niñas que quieren ser
aprobados por la gente). Dependen de la aprobación externa para su juicio personal.

d. Una actitud perfeccionista, exigiéndose a sí mismos hacer todo lo que se esfuerzan "a la
perfección", conduce a la decepción cuando las cosas no salen a la perfección. Rara vez están
satisfechos con lo que hacen. A menudo no se enorgullecen de su trabajo escolar y muestran una
marcada resistencia a su enseñanza. Tienen un miedo indebido a cometer errores.

e. Actitud provocativa y agresiva. Muestran irritabilidad, siempre dispuestos a explotar hasta por las
cosas pequeñas, propio de las personas súper estrictas a las que todo apesta, todo le agrada, todo
le decepciona, espero que nada le agrade. La mayoría de los niños esconden su frustración y
tristeza como sentimientos de ira. Compensan su miedo a la falta de aprobación convirtiendo sus
inseguridades en un comportamiento agresivo.

f. espíritu triste. Expresan sentimientos generales de tristeza, sonríen con dificultad, no están
motivados por las actividades que se les ofrecen.

g. Actitudes inhibitorias y discordantes. En la medida en que tienen poca autoestima, tienen mucho
miedo de ser expuestos.

Les cuesta hacer amigos. Los compañeros tienden a ignorarlos y buscan niños que estén más
comprometidos y entusiasmados con su juego.

Debemos originar la autoestima pueril teniendo en bolita estos tres criterios:

• Vínculos interpersonales cálidos que ofrecen tesón y aprobación inmutable que favorecen en el
niño, el sentimiento de genuino valor. Componentes del vínculo: el afecto, la comunicación, el
tesón en lo que le sucede, actividades compartidas y los cuidados personales.

• Obtención de logros y su reconocimiento. Cada recorrido de expansión propone diferentes metas


que demandan recompensas. Cada etapa requiere alegría, orgullo compartido por los padres y
profesores que aumenta el abecé de energía del niño.

• El reconocimiento y la aprobación de las características personales del niño.


Factores que reducen la autoestima en los niños Avalos (2005), muchas veces observamos que los
docentes y familiares muestran actitudes negativas hacia los niños, estas acciones contribuyen a
que disminuya la autoestima de los estudiantes.

Por tanto, debemos evitar lo siguiente:


• Bromear o insultar.
• Castigar por expresar emociones “inaceptables” (llanto, ira, etc.).
• Comunicar la idea de que es un incompetente.
• Deja claro que tus pensamientos y sentimientos no tienen valor ni importancia.
• Trata de controlarlo con vergüenza o culpa.
• Educarlo sin asertividad ni empatía.
• Abuso moral de él.
• Utilizar el miedo como fuente de disciplina.

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