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¿Por qué y cómo educar?

Paideía y
política en Aristóteles.

- Autor: Calvo Martínez, Tomás.

Instituto Superior de Formación Docente y Técnica n° 134.

- Carrera: Profesorado de matemática en educación secundaria.


- Año: 3° año.
- Estudiantes: Bonetti, Fiamma; Cáceres, M. Luz; Lopardo, Naiara.
- Materia: Filosofía y educación.
- Profesor a cargo de la materia: Arruabarrena, Juan Cruz.
Calvo Martínez, Tomas.
- Doctor en Filosofía, Catedrático de Filosofía Griega en la Universidad
Complutense. Madrid, España.
El profesor Tomas Calvo nació el 22 de mayo de 1942 en Ávila, España. Estudió en
Madrid donde obtuvo su Doctorado en la Universidad Complutense, en 1969.
Trabajó durante varios años en EE. UU, pero regresó a España a la Universidad de
Granada en 1976, donde obtuvo la Cátedra de Filosofía en 1981.
Fue nombrado Catedrático de la Universidad Complutense en 1995. Está
especialmente interesado en la Filosofía Griega, así como en los Movimientos
Filosóficos Contemporáneos, de los cuales ha escrito números libros y artículos sobre
el tema, como el artículo analizado.

La elección de este texto está basada en su fácil comprensión y sobe todo, el hilo
conductor concreto que se desarrolla en el transcurso de la lectura. Nos resultó
completo y acorde a lo leído en las clases sobre el libro I y II de Aristóteles, lo cual nos
permite englobar lo que allí se plantea.
En el artículo se trata la propuesta educativa de Aristóteles encaminada a educar para
la vida lo cual no es otra cosa que educar para la felicidad. 
Para este gran filósofo griego la educación no es otra cosa que la formación integral
del individuo humano en el seno de una comunidad política, en todas sus
dimensiones. 
El hilo conductor del artículo está constituido por cuatro preguntas: ¿Para qué se ha
de educar?, ¿Por qué se tiene que educar?, ¿Cómo se ha de educar?, ¿A quién
corresponde educar?

● ¿Para qué se ha de educar?


En base a lo que postula Aristóteles, se ha de educar para la vida. Educar es enseñar
a vivir, pero no cualquier forma de vida, sino una vida digna de un ser humano; ya que
el problema de la educación radica en el ámbito de la ética. 
Bajo la concepción aristotélica de la educación se conforman los siguientes principios
fundamentales sobre la teoría ética: en primer lugar; la vida es fundamentalmente
actividad, quehacer (la vida es praxis), en segundo lugar, el fin último que todos
perseguimos con nuestras acciones no es otro que la felicidad. En tercer y cuarto lugar
se habla de un concepto inconcreto sobre felicidad, lo cual dificulta su fin absoluto. Es
posible juzgar si su vida ha sido realmente feliz solo después de la muerte. 
Para finalizar, en quinto lugar, la felicidad consistirá en el modo de vivir digno y a gusto
según las individualidades de cada persona.
Los griegos entendían que la felicidad se refiere a la totalidad de la vida (la vida
entera). 
Como conclusión el modo de vida más adecuado para el ser humano es el equilibrio
entre la parte racional e irracional que poseemos. Entonces, la finalidad última de la
educación es educar a los individuos para una vida digna y satisfactoria, educar para
la felicidad. 

● ¿Por qué hay que educar? 


Según Calvo, es una necesidad educar a los seres humanos porque nuestra dotación
natural es muy escasa, pese a que la experiencia muestra que desde la infancia se
debe enseñar sucesiva y progresivamente saberes y conocimientos; ya que es
necesario desarrollar nuestra parte racional (intelectual - cognitiva) para efectuar
actividades irracionales (emociones - pasiones - placeres - dolor). 
Para explicar la deficiencia de la parte irracional, Calvo incluye el tratado zoológico
titulado Acerca del Movimiento de los Animales (AMA), en la cual Aristóteles plantea
los principios y causas de los movimientos de los animales (y del ser humano): el
conocimiento y el deseo. A ese complejo mundo del deseo están asociados factores
importantes como son las pasiones y las afecciones de las reacciones emotivo -
conductuales, escala del placer y dolor, y la escala del bien. 
El ajuste entre la escala del bien ha de ser determinada por la razón y las escalas de
las emociones y de los placeres y dolores han de ser ajustadas a aquellas por la
educación moral mediante la formación de los hábitos correspondientes. 
El esquema elemental de acción que se propone es el circuito de conocimiento -
deseo - acción. Este proceso es donde el conocimiento hace que se actualice el
deseo, el deseo moviliza a las pasiones y con las pasiones se disparan las
reacciones consiguientes. 
Aristóteles diferencia a los hombres de los animales en base a la racionalidad que
contienen los primeros.

● ¿Cómo se ha de educar? 
Según Aristóteles, atendiendo a la propia naturaleza del ser humano, señala tres
factores fundamentales que inciden en la educación: 
● La naturaleza: el temperamento, dotes e inclinaciones naturales de los
educandos. 
● El hábito: la formación de hábitos.
● La razón: instrucción a la docencia.
Insiste en que los hábitos y la razón deben estar en perfecta armonía entre sí; siendo
el desarrollo natural del ser humano el que determina el sentido de la educación, de
manera doble. En primer lugar, establece una ordenación jerárquica en cuanto a los
objetivos de la educación -el cuidado del cuerpo debe ser anterior al del alma, y a de ir
seguido de la educación de los deseos (irracional); en segundo lugar, las partes del
alma son dos -lo irracional y la dotada de razón-, la educación se dará por la formación
de los hábitos (cuando nacemos) para luego ser reforzados por la razón (podemos
razonar y entender).

● ¿A quién corresponde educar? 


Para Aristóteles, la educación es la formación integral del individuo en el seno de la
comunidad política, bajo leyes, definiendo algunos principios:
● Educación pública e igual para todos, el estado tiene un único fin: la vida
buena de sus habitantes. 
● Educar con vistas a la constitución: el estado debe educar en base a sus
ideales de formación territorial. 
● Educación orientada a la paz y el ocio: acciones necesarias y útiles, y honrosas
(educar en sentido amplio, para la vida) 
Bajo estas implicaciones comprendió la idea de educar para la vida. 

Concluimos en que el artículo desarrolla el significado de paideia y nos remonta al


origen de la educación, centrada en la felicidad de los ciudadanos (fin de la
educación); permitiéndonos reflexionar acerca de nuestro sistema educativo y las
deficiencias que éste presenta.

Bibliografía.
¿Por qué y cómo educar? Paideia y política en Aristóteles. –Tomás Calvo.

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