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Nutrigenética y Nutrigenómica
Nutrigenética y Nutrigenómica
2.
Nutrigenética
y
Nutrigenómica.
La homeostasis del peso corporal está bajo el control de influencias nutritivas y
metabólicas, así como por procesos y mecanismos relacionados con la utilización
energética y la adiposidad como el apetito, la diferenciación de los adipocitos, la
adipogénesis, las funciones mitocondriales, la utilización de los lípidos, la termogénesis
y eficiencia celular, todas ellas reguladas genéticamente.
En este contexto, los polimorfismos de un único nucleótido, las variaciones del número
de copias, las repeticiones de nucleótidos, los procesos de inserción o eliminación de un
nucleótido, los cambios en la longitud de los telómeros y las marcas epigenéticas son
variaciones genéticas que pueden influir en la respuesta individual a la dieta, afectando
a la absorción, biotransformación, metabolismo, distribución o excreción de nutrientes y
componentes alimentarios, con efectos sobre los perfiles transcriptómicos,
epigenómicos, proteómicos y metabolómicos.
Nutrición personalizada
Los avances en la investigación nutricional, así como los progresos en las tecnologías
moleculares y las "ómicas" están permitiendo combinar la investigación de nuevos
genes candidatos y la identificación de nuevos polimorfismos supuestamente
implicados en las interacciones genes-nutrientes con un papel en la prescripción de
dietas personalizadas en función del genotipo. De hecho, esta es un área científica con
un enorme potencial, que requiere de continuas adaptaciones a los desafíos asociados a
la ingente cantidad de información genética disponible con las nuevas herramientas y
equipos de vanguardia, además de las consideraciones éticas correspondientes.
En este contexto, diversos estudios se han centrado en los genes que regulan la ingesta
de energía (por ejemplo: MC3R, POMC, LEP, LEPLR, FTO), el metabolismo de los
lípidos y la adipogénesis (por ejemplo: PLIN, APOA5, CFIG, FABP2), la termogénesis
(por ejemplo: ADBRs, UCP) y la síntesis de adipoquinas (por ejemplo ADIPOQ, IL6),
y con importantes factores de transcripción (PPARG , TCF7L2, CLOCK), cuyas
funciones pueden afectar a la respuesta de la restricción energética y la ingesta de
alimentos y, por lo tanto, pueden tener un impacto en la obesidad y en la pérdida de
peso corporal.
Los polimorfismos de los genes LEP y LEPR, que median en el apetito y en otras
funciones metabólicas, se han asociado a diferencias significativas en la respuesta de
pérdida de peso a una dieta restringida en los portadores del alelo A-2549 en el caso de
LEP , así como en el pentanucleótido 3'UTR de inserción para el LEPR para el alelo
Lys en la posición 656 de LEPR, aunque no se han encontrado diferencias en el
genotipo Lys109Arg.
Las mutaciones en genes relacionados con funciones orexigénicas tales como MC3R,
MC4R o POMC, que participan a nivel hipotalámico en el control del apetito y la
saciedad, pueden modificar específicamente la respuesta a los tratamientos para bajar de
peso. Estos resultados se han demostrado para 2 variantes relativas al gen MC3R (CI7A
y 6241A), que afectan a la pérdida de peso tras aplicar un programa de restricción
calórica, pero no para la sustitución R236G en el gen de POMC. Otros estudios con
variantes adicionales del gen MC4R en adultos y niños o en el gen MC3R mostraron
tendencias similares en la pérdida de peso después de seguir los distintos programas de
control de peso, con diferencias atribuibles al genotipo. Otros investigadores
encontraron varios polimorfismos del gen MC4R que modifican los efectos de la
intervención nutricional, mientras que el impacto del gen FTO no era evidente. El
receptor de la serotonina 5-HT (2C) (HTR2C) gen que regula el apetito y el peso
corporal y una variación en el promotor de HTR2C (-759C / T) pueden ser factores de
riesgo, a través de la heterosis, con influencia en la pérdida ponderal en mujeres obesas.
subsiguiente a una dieta hipocalórica prescrita para perder peso. Mientras que los
portadores PLIN11482A son aparentemente resistentes a la pérdida de peso. La
ejecución de varios planes nutricionales diseñados para adelgazar también demostró que
otros polimorfismos y haplotipos del gen PLIN1 están relacionados con la respuesta
dietética diseñada para la reducción de peso. Los estudios que han analizado los genes
APOE y APOA1 no apoyan una intervención nutrigenética relativa a la pérdida de peso,
ni las asociadas a APOB48 en niños. Sin embargo, la reducción de peso fue mayor en
los portadores del alelo C del polimorfismo APOA5 1131T > C cuando se sometieron a
la restricción de grasas a corto plazo, mientras que los portadores del alelo 360His del
gen de apoA-IV parecen aumentar la pérdida de peso. Una mutación en el gen que
codifica para la proteína FABP interactúa con el proceso de pérdida de grasa corporal,
ya que los portadores del alelo Thr tuvieron una mayor disminución de la masa de tejido
adiposo que los homocigotos Ala54Ala.
Bajo una restricción calórica, mutaciones en el gen de otro factor de transcripción como
TFAP2B pueden modificar el impacto de la ingesta de lípidos en la reducción de peso.
Por otro lado, un polimorfismo funcional del promotor GNAS se asoció con un cierto
impedimento a la pérdida de peso durante un ayuno a corto plazo.
Una fuerte asociación entre el polimorfismo rs2419621 (C> T) en el gen (ACSL5) y una
pérdida rápida de peso en las mujeres caucásicas obesas después de una restricción de
energía ha sido descrita, en la que las portadoras del alelo T se relacionó con una
pérdida más rápida de peso inducida por la dieta. Un posible vínculo entre genotipos de
PPARG2 y ACSL5 y la respuesta al tratamiento dietético también ha sido publicado.
Dos grupos de genes vinculados con los procesos de rendimiento energético se han
implicado en varias ocasiones en las interacciones de pérdida de peso entre los genes y
la ingesta dietética: ADRB3 (receptor adrenérgico beta-3) y UCPs (proteínas
desacoplantes 1,2 y 3). Como ejemplos, se ha visto que los portadores del alelo Arg64
perdieron menos peso que los homocigotos para el gen Trp64Trp ADRB3 cuando se
sometieron a una dieta muy baja en calorías combinada con ejercicio, mientras que la
UCP2-866G > A y el principal haplotipo tenían una significativa reducción de la masa
grasa en los obesos que siguen una dieta muy restringida de energía. Uno de los efectos
de haplotipos de UCP3 en fenotipos de obesidad fue dependiente de las dietas muy
bajas en calorías. Curiosamente, se evidenció una acción sinérgica de 2 polimorfismos
diferentes sobre el promotor UCP3 y el gen ADBR3, ya que un cierto efecto se encontró
sólo en la distribución de la grasa para los homocigotos bajo la misma dieta baja en
calorías. Esta interacción se encontró también para UCP1 y ADBR3 en mujeres
premenopáusicas, pero no para una población con un IMC > 27kg/m2. Curiosamente, el
polimorfismo en el gen Trp64Arg de ADRB3 puede afectar a la distribución regional de
la pérdida de grasa, así como un deterioro en la capacidad para perder el tejido adiposo
visceral en respuesta a la restricción calórica prolongada.
Por otro lado, los adolescentes con sobrepeso u obesidad fueron analizados respecto a 9
polimorfismos de un solo nucleótido relacionados con la obesidad en los genes FTO,
MC4R, TMEM18, IL6, PPARG y ADIPQ y los resultados se estimaron con una
puntuación de riesgo genético (GPS), que mostró una asociación significativa después
de 3 meses de la intervención con la variación de las mediciones antropométricas. Los
adolescentes obesos y con sobrepeso con un menor GPS tienen una mayor pérdida de
peso después de 3 meses de una intervención multidisciplinar de estilo de vida.
Otro estudio examinó las asociaciones genéticas generales con la pérdida de peso en el
Programa de Prevención de la Diabetes, en los que independientemente del tratamiento,
el alelo Ala12 en PPARG se encontró relacionado con la pérdida de peso a corto y
largo plazo, mientras que se observaron otras interacciones gen-tratamiento a corto
plazo (LYPLAL1, GNPDA2 y MTCH2) y a largo plazo (NEGR1, FTO y pérdida de
peso). Tres de los 16 SNPs se asociaron con la recuperación del peso (NEGR1, BDNF y
PPARG), independientemente del tratamiento, lo que sugiere que la información
genética puede ayudar a identificar a las personas que necesitan apoyo adicional para
mantener la reducción de peso después de la intervención clínica.
A los pacientes con una historia de fracasos en la pérdida de peso se les ofreció una
prueba de cribado nutrigenético que analizaba 24 variantes en 19 genes implicados en el
Por último, en relación con el estudio de los efectos de las variantes genéticas de
MC4R, PPARG y FTO, y sus interacciones con la ingesta de la dieta , la actividad física
o la administración de fármacos en el control del peso corporal, que confirmaron que se
espera que los avances en este campo pueden abrir nuevas vías en relación con dietas
adaptadas al genoma para la prevención de la obesidad y su terapia a través de enfoques
personalizados.