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LA FORMACIÓN DOCENTE.

La formación docente debe proporcionar una serie de herramientas que permitan


al futuro maestro desenvolverse y así proporcionar a los alumnos mediante
estrategias y tomando en cuenta los intereses del niño, la adquisición del
aprendizaje.
Así pues, se considera importante reconocer que desde su formación, el docente
no da la debida importancia al juego, es decir, se dice que se debe partir del
interés de los niños ubicándolos en su contexto; pero no se brindan las bases
sustentables de por qué con la utilización del juego, además de despertar el
interés, el alumno desarrolla actitudes, conocimientos, aptitudes entre otros
aspectos.
Al decir: se debe partir del interés de los alumnos, viene a la mente
inmediatamente la utilización del juego como técnica, pero por experiencia propia
puede decirse que no se ve al juego desde la óptica educativa: pues desde la
formación del docente de educación primaria, no se analizan y menos reflexionan
las ventajas que conlleva su utilización, y por ende no se le da la importancia que
tiene.
Si desde su formación el docente tomara actitudes positivas hacia el juego. Otra
cosa sería pues le llevaría precisamente a inculcar con el ejemplo el gusto por el
juego a sus alumnos; ya que no basta con incorporar un gran número de obras en
las bibliotecas para saturar a los futuros docentes, sino se debe despertar en ellos
el deseo de jugar y las aptitudes para hacer jugar; esto último es lo que se
considera más importante debido a que conforme pasan los años los maestros al
generar antigüedad de servicio, se van olvidando de las prácticas aprendidas en
la escuela normal, pues lo que en aquella época se consideraba importante al
contrastarlo con la práctica real, se adquieren conocimientos y experiencias que
modifican la práctica docente. Pero como maestros, hay que tomar en cuenta que
la utilización del juego debe llevar una finalidad, la cual se debe tener presente a
pesar de los años de antigüedad que se tengan: “la búsqueda de creatividad y
espontaneidad puede ser favorecida por los juegos, que se amparan de la
enseñanza didáctica y cuyo objetivo esencial no será ya llenar la mente.” 1
Además, el juego permite mediante la observación, una mejor relación maestro-
alumno ya que es un medio para conocerlos bien y lograr una auténtica relación.
Sería importante entonces mencionar que dentro de la formación como docente
deben analizarse tanto el juego como el juguete para que en un sentido freudiano
los futuros docentes estén advertidos de que siempre se debe hacer prevalecer el
juego sobre el juguete; es decir, darle más importancia a lo que despierta el juego:
emociones, sentimientos y brinda experiencias interiores que en basarse en el
simple objeto como tal.
Dentro de la práctica cotidiana del maestro el juego pasa a segundo plano debido
a que hay momentos en la jornada escolar que las responsabilidades del maestro
son muchas; tal es el caso del recreo donde la mayoría de los maestros lo toman
como un intervalo vacío de toda preocupación educativa, ya que durante este
lapso, el niño da libre curso a su necesidad de movimiento y el maestro por lo
tanto lo toma también como un descanso; o el caso en que la presión por cumplir
con los contenidos que marca el currículum que deben ser cumplidos en cierto
tiempo; como puede verse existen muchas excusas para abandonar al juego.
Ahora bien, el recreo puede ser el espacio en que el alumno se reúne, organiza,
se ayuda recíprocamente, se controla y supera; por lo tanto el lugar propicio para
jugar.

1
“LA FORMACIÓN DOCENTE”. J. Leif y L. Brunelle. ANTOLOGÍA: “EL JUEGO”. UPN. Pp.319
INTRODUCCIÓN

El presente ensayo aborda el tema de la formación docente, en el cual se hace un


pequeño análisis sobre cómo al futuro docente de educación primaria no se le
brindan las herramientas que realmente necesita poseer para encarar a un grupo
de alumnos en la práctica cotidiana, refiriéndose a la utilización del juego como
técnica importante dentro de ésta.
Se menciona en el presente trabajo que rara vez desde la formación docente de
educación primaria, el juego carece de importancia debido a que por lo regular el
juego es importante para la educación preescolar, ya que todo gira en torno a él y
cuando el niño llega a la escuela primaria, el maestro se encarga de inculcar otro
tipo de aprendizaje en el que el juego no tiene ya la misma importancia y donde el
niño comprende que el juego puede ser no divertido.
Se considera necesario retomar ideas sobre cómo sería el docente de educación
primaria si desde su formación se le diera auge al juego como herramienta
indispensable en su práctica.
CONCLUSIÓN.

Si desde su formación al futuro docente de educación primaria se le diera la


oportunidad de conocer, practicar y analizar las diversas teorías que se
desprenden del juego; su práctica en la realidad sería otra. Puede decirse que las
maestras de preescolar hacen girar su práctica en torno al juego, el cual les brinda
muy buenos resultados.
Por lo tanto y no por ser excusas, es conveniente mencionar que existen varias
desventajas tan sólo por el hecho de ser maestro de primaria, ya que se está
sujeto al cumplimiento de contenidos del currículum en cierto tiempo debido a los
exámenes, a que la propia maduración del niño lleva implícito a que en la primaria
ya no debe jugar tanto como en preescolar; lo cual hasta cierto aspecto conlleva el
aspecto familiar.
Así pues, puede concluirse que poner en práctica el juego en el aspecto educativo
genera más ventajas que desventajas; y es por lo tanto, una tarea difícil de llevar,
pero no imposible.

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