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Introducción

El juego es considerado por muchos una de las actividades más agradables. Los niños
y hasta los adultos juegan desde tiempos remotos con la intención de entretenerse y
socializar. Sin embargo, dentro de un aula el juego posee una connotación de trabajo
la cual involucra esfuerzo, tiempo, concentración y expectativa. También, le brinda al
maestro la oportunidad de estimular su creatividad y cambiar un poco la rutina,
haciendo el proceso de aprendizaje ameno para los alumnos.

A través de los años, el juego ha ganado popularidad como estrategia de aprendizaje.


Aunque, existen algunos maestros conservadores que se niegan a agregarlo a su
metodología de trabajo porque no están convencidos de sus beneficios. El presente
trabajo tiene como intención probar la efectividad del juego guiado para la adquisición
de conocimientos haciendo uso del método científico. Así, más maestros se abrirán a
la posibilidad de implementarlo durante sus clases.
El Aprendizaje Durante el Juego
Las maestras asistentes tienden a cubrir a las maestras titulares cuando ellas se
ausentan en el trabajo. La primera vez que yo me vi obligada a impartir una clase,
experimenté muchas dificultades porque mis estudiantes (6 años) se distraen con
facilidad y se perdían en las instrucciones. A pesar de que desde ese día intento
evitarlo, se me han presentado más oportunidades para enseñar sin una maestra titular
presente. Durante su hora de receso me propuse a observarlos jugar y me di cuenta de
que se esforzaban por expresar sus ideas sobre los juegos. También prestaban atención
a las ideas de los demás.

Entonces me hice a mi misma las siguientes preguntas:


● ¿Se puede aprender a través del juego?
● ¿Qué se necesita para llevar a cabo un juego guiado exitoso?

A mi parecer si se puede aprender durante el juego porque es un momento en el que


estamos relajados, por ende abiertos a recibir información, en especial cuando esta es
presentada de forma digerible. Para lograr que el aprendizaje mediante el juego se dé
de forma exitosa el juego debe de despertar el interés del estudiante, presentandoles un
reto que puedan manejar. En cuanto a las instrucciones, creo que deben ser rápidas y
sencillas para evitar confusiones.

Pensé en que tema del currículum podría adaptarse a un juego. En primero de primaria
se le hace mucho énfasis al desarrollo de la lecto escritura. Invitamos a los estudiantes
a que suenen las palabras para crear oraciones completas. nuestra esperanza es que
más adelante puedan llegar a escribir historias cortas. Sin embargo, muchas veces los
niños se frustran porque confunden una letra por otra o se les dificulta separar las
palabras (por ejemplo, quieren escribir ‘Me gusta el queso’ pero en cambio escriben
‘Megusta el keso’). Por eso, elegí crear un juego para trabajar las habilidades
fonéticas.

El juego cuenta con tres partes y se puede realizar tanto con grupos grandes como con
grupos pequeños. No se requieren más materiales que un papel con instrucciones
previamente anotadas para que el maestro pueda guiarse.

Parte 1 del juego


La maestra maestra dice una palabra (trabajo en un colegio bilingüe, por eso las
palabras seran en ingles): Pillowcase
Los estudiantes deben de repetir la palabra. Luego la maestra les pide a los estudiantes
que quiten ‘pillow’ y les diga con qué parte de la palabra les quedó (case).
Es importante que se les dé un ejemplo de lo que deben de hacer, después de decirles
las instrucciones para que puedan entenderlo mejor. La idea con este juego es que
comprendan las palabras ‘grandes’ que no saben escribir con frecuencia están
compuestas por palabras más ‘pequeñas’ y que logran reconocerlas podrán escribir
mejor las complejas.

Parte 2 del juego


La maestra dice una palabra que los estudiantes deben repetir 2 veces. la primera debe
de ser de forma normal y en la segunda deben hacer un énfasis exagerado en los
sonidos de las letras que escuchen. Esto le ayuda al estudiante a sonar las palabras
cuando esté escribiendo de forma independiente.

Parte 3 del juego


La maestra les dice una oración y, al igual que en la parte dos, los estudiantes deben
de repetir la oración 2 veces. La primera justo como la escuchan y la segunda
contando las palabras que escuchan. Cuando terminen de contar deben de levantar sus
manos representando cuántas palabras escucharon. La idea con este juego es que
aprendan a separar las palabras en la oración, así cuando escriban las suya lo hagan de
forma organizada y dejando espacios.
Al crear los juegos me aseguré de que cumplieran con los siguientes requisitos: El
conocimiento que intente enseñarle eran temas que domino. Contaban con varias
partes para mantener el interés de los estudiantes y el objetivo de cada una de las
partes del juego era claro.

Jugué con mis estudiantes todas las mañanas por tres semanas seguidas para ver si se
daba alguna mejora en su escritura. Debido a que el tiempo de prueba fue corto, debo
de admitir que los resultados no son evidentes a simple vista. Muchos siguen
escribiendo saltándose letras y sin dejar espacios, pero se han vuelto más conscientes
de cuando lo hacen y ahora se autocorrigen.
Conclusión

Las estrategias mostradas a lo largo de esta investigación, exponen el proceso de


gamificación desde un punto de vista epistemológico, lo cual nos permite ver el
proceso de aprendizaje desde un marco teórico distinto a lo que era acostumbrado en
siglos pasados, siendo el juego, un mecanismo tanto practico como objetivo durante el
proceso de enseñanza, el cual garantiza de manera significativa el desarrollo
sociobiológico de lo estudiantes durante su ciclo vital.

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