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ANTIBIÓTICOS Y SU USO RACIONAL

ORIGEN:
El origen de la palabra antibiótico proviene del griego: anti
significa contra, y bios significa vida, así que literalmente quiere
decir “contra la vida”. La función de los antibióticos es inhibir el
crecimiento de otros microorganismos o matarlos.

Las enfermedades infecciosas supusieron la muerte de miles de


personas a lo largo de la historia de la humanidad. Con el
descubrimiento de los antibióticos se ganó una batalla contra
las infecciones por  microorganismos.

Desde la antigüedad el ser humano ha utilizado compuestos


orgánicos para el tratamiento de enfermedades infecciosas,
como el extracto de algunas plantas y hongos de algunos
quesos.

En el siglo XIX, el prestigioso francés Louis Pasteur descubrió


que algunas bacterias podían destruir la bacteria del ántrax.

En 1900, el bacteriólogo alemán Rudolf von Emmerich aisló una


sustancia que podía destruir los microbios causantes del cólera
y la difteria en un tubo de ensayo, pero no pudo aplicarlo en el
tratamiento de las enfermedades.

Se puede decir que la historia de los antibióticos como tal


comienza en 1928, cuando un científico británico llamado
Alexander Fleming, descubrió accidentalmente la penicilina
cuando realizaba investigaciones sobre la gripe.

Fleming notó que un moho que contaminaba una de sus placas


de cultivo había destruido la bacteria cultivada en ella.

No obstante, transcurrieron diez años hasta que pudo ser


concentrada y estudiada gracias al trabajo de otros científicos.

El descubrimiento de la penicilina marcó un antes y un después


en el tratamiento de las enfermedades infecciosas. Se describió
como un hecho casual y fortuito. Muy pocas personas como
Fleming tenían los conocimientos necesarios para interpretar la
actividad biológica del hongo y la curiosidad científica e interés
práctico para profundizar en el tema.

Actualmente, la penicilina de Fleming es el antibiótico más


conocido que ha sido empleado para tratar múltiples
enfermedades infecciosas.

A Fleming le siguieron numerosos científicos, como Dubos o


Waksman, que descubrieron otros antibióticos de gran
importancia, como la tirotricina, la actinomicina, la
estreptomicina y la neomicina.

¿QUE SON?

Los antibióticos son un tipo de medicamentos que se utilizan


para el tratamiento y prevención de enfermedades producidas
por bacterias. Existen diferentes tipos de bacterias con
características específicas, de ahí que existan diferentes tipos de
antibióticos. Hay que tener en cuenta que los virus son otro tipo
de microorganismos diferentes y que los antibióticos no son
eficaces en las enfermedades producidas por estos agentes.

¿COMO ACTUAN?

Los antibióticos tienen una función selectiva, es decir, son


tóxicos para los organismos invasores pero no para las personas
y animales a los que se le suministra.

Fundamentalmente los antibióticos se utilizan para matar


bacterias, hongos y ciertos parásitos dañinos o impedir su
multiplicación. Aunque nunca se deben de usar para curar
enfermedades producidas por virus, como por ejemplo la gripe
no sirven de nada y pueden ser perjudiciales para el cuerpo,
matando algunas bacterias que sirven para el buen
funcionamiento del cuerpo e incluso haciendo que ciertas
bacterias se hagan inmunes a los antibióticos, si los tomamos
con mucha frecuencia.
Ni la gripe ni el resfriado se cura con antibióticos. Tampoco la
tos, la bronquitis y el dolor de garganta a no ser que fuera
producido por una bacteria (estreptococo por ejemplo).

Unos antibióticos lo que hacen es matar la capa protectora que


tienen las bacterias hasta que revientan y acaban
desapareciendo.

Otros en cambio actúan de forma que impiden que las bacterias


produzcan las proteínas que producen su alimento, por lo que
al dejarlas sin alimento acaban muriendo.

TIPOS
La clasificación de los antibióticos se realiza en función de cuál
es su ámbito de actuación.

Por un lado están los antibióticos de bajo espectro, que son los
que solo atacan a un tipo de bacteria.

Y por otro lado están los de amplio espectro, los cuales atacan a
bacterias de diferentes tipos.

También se pueden clasificar en función de su poder de


actuación frente a las bacterias.

Así tendríamos los bactericidas que son capaces de eliminar a la


bacteria.

Y los bacteriostáticos que bloquean el crecimiento y la


multiplicación de la bacteria dañina.

La mala utilización de los antibióticos puede llevar consigo


algunos problemas, siendo el principal las resistencias que
crean determinadas bacterias ante estos medicamentos.

Esto significa que bacterias que son sensibles a la acción de un


antibiótico, con el paso del tiempo dejan de serlo, es decir, estas
bacterias se protegen frente a la acción del antibiótico y se
vuelven resistentes a él. En estos casos hay que buscar otro
antibiótico y volver a empezar el tratamiento, lo que retrasará la
curación de la enfermedad.

¿QUÉ ENFERMEDADES PUEDEN SER TRATADAS CON


ANTIBIÓTICOS?
Las infecciones producidas por bacterias.
Será el médico quien valore la existencia de un foco séptico que
indique infección bacteriana.
Por ejemplo, el dolor de garganta suele producirse por la
existencia de una faringoamigdalitis, pero si no hay placas
bacterianas no están indicados los antibióticos para su
tratamiento.
La presencia de pus en una herida es otro signo que nos puede
hace pensar que existe una infección bacteriana.
¿QUÉ OCURRE SI SE TOMAN ANTIBIÓTICOS CUANDO NO
SON NECESARIOS?
Nuestro organismo está repleto de bacterias beneficiosas para
nuestra salud. Cuando tomamos antibióticos, estamos matando
las bacterias patógenas, pero también nuestras propias
bacterias beneficiosas, facilitando de esta manera la aparición
de infecciones oportunistas.
Pero el mayor peligro de tomar antibióticos cuando no es
necesario o de tomarlos de forma inadecuada es que algunas
bacterias logren mutar y hacerse resistentes al antibiótico y que
el fármaco ya no sea eficaz contra ellas. Este es un problema
que se ve con mucha preocupación: la existencia de infecciones
producidas por bacterias resistentes a todos los antibióticos con
resultados catastróficos.
¿CÓMO SE DEBEN TOMAR LOS ANTIBIÓTICOS?
Siguiendo estrictamente las instrucciones del médico que los ha
prescrito, en cuanto a dosis y duración del tratamiento,
respetando las horas entre las tomas.
Para evitar resistencias bacterianas es muy importante tomarlos
como los haya pautado el médico, aunque eso suponga
despertar a un paciente para la toma. Y se debe continuar el
tratamiento hasta su finalización, aunque la enfermedad haya
remitido antes.
¿PUEDEN LOS ANTIBIÓTICOS PROVOCAR EFECTOS
SECUNDARIOS?
Ningún fármaco está exento de efectos secundarios, incluidos
los antibióticos. Por ejemplo, manifestaciones alérgicas,
erupciones cutáneas no alérgicas, diarrea, mareos, anemia,
disminución de defensas o neutropenia, destrucción de
plaquetas, alteración de sales minerales, convulsiones, etc.
USO RACIONAL DE ANTIBIOTICOS
Para obtener el máximo de efectividad de los antibióticos
depende de consideraciones farmacocinéticas y
farmacodinámicas. La resistencia potencial a los antibióticos,
que es una característica antibiótica inherente, es
independiente de la clase del antibiótico.
Dentro de cada clase de antibióticos hay agentes de bajo y alto
potencial de resistencia. Las consideraciones farmacocinéticas y
farmacodinámicas optimizan la efectividad, ya que la selección
de un antibiótico de bajo potencial de resistencia minimiza el
potencial de resistencia.
Los antibióticos con un bajo potencial de resistencia tienen poca
o ninguna resistencia, por ejemplo, la ceftriaxona.
Entre las cefalosporinas de tercera generación, solo la
ceftazidima, un antibiótico con un potencial de resistencia
elevado.
RESISTENCIA ANTIBIÓTICA
La resistencia a los antibióticos es un concepto complejo. No
hay acuerdo internacional sobre los puntos de corte estándar
que definen cuáles son los patógenos resistentes y los sensibles
a agentes específicos.
Las pruebas de sensibilidad se basan en las concentraciones
séricas alcanzables mediante el uso de las dosis habituales de
los antibióticos recomendados.

Las pruebas de sensibilidad se utilizan para los organismos en


crecimiento y, por esta razón, estas pruebas no se realizan para
los organismos de crecimiento rápido. La sensibilidad de
aislados cultivados de sitios no sanguíneos requiere
interpretación y extrapolación.

TIPOS DE RESISTENCIA CLINICAMENTE PERTINENTES

Resistencia natural o inherente:

La resistencia antibiótica inherente es la resistencia natural de


ciertos organismos, por ejemplo, los enterococos son
intrínsecamente resistentes a las cefalosporinas, la P.
Aeruginosa demuestra una resistencia inherente a la nafacilina,
y así otros.

Resistencia adquirida:

Lo opuesto a la resistencia natural es la resistencia adquirida,


que se refiere a los organismos que antes eran sensibles a
varios antibióticos pero se han vuelto resistentes. La resistencia
adquirida puede ser absoluta o relativa, de nivel alto o bajo.

La resistencia de nivel alto/absoluta no se puede


superar aumentando la dosis de antibióticos, es decir, la
resistencia es independiente de las concentraciones séricas.
Ante un elevado nivel de resistencia se debe seleccionar un
antibiótico alternativo que sea efectivo contra el organismo.

La resistencia adquirida brinda al clínico la oportunidad de


aplicar los principios de farmacocinética para tratar las
infecciones en diferentes sitios corporales. Estas estimaciones
están basadas en principios farmacocinéticos perol os datos son
limitados o no están disponibles para lograr un tratamiento
individualizado.
Resistencia de clase:

La resistencia también puede considerarse dentro de una clase


de antibióticos. Por ejemplo, P. aeruginosa resistente a la
ciprofloxacina también puede ser resistente a la levofloxacina.
Esta es una realidad clínica comúnmente reconocida, pero hay
excepciones importantes, como los aminoglucósidos.

Por ejemplo, no es infrecuente que P. aeruginosa sea  resistente


a la gentamicina y la tobramicina, pero sensible a la amikacina.
La gentamicina y la tobramicina tienen 6 loci en su estructura
que las hace sensibles a las enzimas que inactivan a los
aminoglucósidos, mediadoras de la resistencia clínica.

Al contrario, la amikacina tiene uno solo  de esos loci. Por esta


razón, la amikacina es el aminoglucósido que tiene más
posibilidad de actuar contra P. aeruginosa  resistente a la
gentamicina y la tobramicina.

Resistencia cruzada:

La resistencia cruzada se refiere a la resistencia a los


antibióticos de diferentes clases. Por razones que no son del
todo claras, un antibiótico puede inducir resistencia en otra
clase de antibiótico, con ≥1 organismos que se manifiestan por
un aumento de las CIM, es decir, la “CIM con arrastre”.

Estos problemas a menudo están relacionados con mutantes de


permeabilidad o con la presencia de bombas inespecíficas de
eflujo que expulsan múltiples clases de antibióticos fuera de la
célula.

Por ejemplo, el uso de ciprofloxacina para P. aeruginosa puede


inducir CIM con arrastre, que afecta a otros fármacos
antipseudomonas dentro de la misma clase, por ejemplo, la
levofloxacina, así como a otras clases de antibióticos, (imipenem
ceftazidima).

Potencial de resistencia:

Los antibióticos pueden ser clasificados en los que tienen un


alto potencial de resistencia o un bajo potencial de resistencia.
Históricamente, un antibiótico con bajo potencial de
resistencia puede definirse como el que tiene poca propensión al
desarrollo de resistencia, independientemente del volumen y
duración de su uso, por ejemplo, doxiciclina, minociclina,
amikacina o cefepima.

En contraste, es probable que los antibióticos de alto potencial


de resistencia se asocien con problemas de resistencia, incluso
con un volumen limitado de uso. No se sabe por qué, dentro de
cada clases de antibióticos, hay algunos con alto potencial de
resistencia. Y otros con bajo potencial de resistencia. Algunos
miembros de cada clase de antibióticos no han causado
resistencia, mientras que otros sí.

LOS PRINCIPALES CONCEPTOS EXPRESADOS HASTA AQUÍ


SON:

 Usar antibióticos en altas dosis, de bajo potencial de


resistencia y de la duración más corta posible que consiga
resultados clínicos.
 Eliminar la infección. La primera dosis de antibiótico es
crítica y se debe tener cuidado de alcanzar un nivel
adecuado en la sangre y los tejidos, que inhiba al
microorganismo infectante y limite el potencial de
resistencia.

 Usar medidas complementarias cuando sea necesario, es


decir, drenaje de abscesos, desobstrucción o eliminación
de dispositivos infectados.

 Usar la dosis más eleva de un antibiótico sin toxicidad,


con el cual la resistencia sea relativamente probable.
 Evitar la tentación de iniciar el tratamiento para
aislamientos cultivados de sitios colonizados. Los
organismos colonizadores son más difíciles de erradicar
que los de las infecciones, y el tratamiento de la
colonización suele ser prolongado. Esta es una fuente
común de desarrollo in vivo de resistencia a los
antibióticos por organismos ya relativamente resistentes.

 La terapia con antibióticos no debe usarse para tratar la


fiebre y la leucocitosis inexplicables o que resultan de
cuadros seudoinfecciosos.

 La terapia innecesaria es costosa y puede dar lugar a


efectos secundarios potenciales del fármaco, C. difficile o
aumento de la antimicrobianos a los resistencia.

 Al seleccionar un antibiótico empírico para el paciente con


sepsis, los médicos deben considerar el espectro
(apropiado para el sitio de la infección), grado de actividad
contra el patógeno hallado en el sitio (habiendo
demostrado efectividad clínica), y el potencial de
resistencia.

 Cuando sea posible, seleccionar un antibiótico de bajo


potencial de resistencia, con el espectro correcto y un
elevado grado de actividad frente al patógeno.

 Hacer todo lo posible para optimizar la dosificación, luego


de considerar la relación farmacocinética/farmacodinamia
(usar la dosis más elevada, no tóxica, bien tolerada y
durante el lapso más corta que erradique la infección.
Problemática del uso racional de Antibióticos
Uso racional
Para definir la problemática del uso de antibióticos, primero hay definir un buen
uso de estos medicamentos, y para esto la OMS lo define cuando el paciente
recibe la medicación adecuada frente a sus padecimientos actuales, con dosis y
tiempos adecuados y requeridos para el tratamiento de dicha patología
garantizando su seguridad y además ofreciendo costos cómodos para cada uno
de ellos, ajustándose a sus necesidades.
La OMS promueve el buen uso de estos, haciendo que sean consumidos cuando
sean requeridos y suministrados por el personal autorizado para formular y
dosificar, guiándolo en las consecuencias que tendría usarlos inadecuadamente,
pero aún existe varia desinformación entre la población frente al consumo de los
antibióticos consumiéndolos cuanto estos los necesiten incluso si estos no se
almacenan correctamente.
Problema al usar antibióticos
La sociedad ocurre hoy en día a la automedicación, haciendo esto un problema
grave, al diagnóstico de enfermedades causadas por bacterias, ya que por la
medicación propia se hace que estas bacterias generen resistencia. La OMS
describe que la automedicación está generando que el combate de las bacterias
sea aún más difícil, un ejemplo de esto son neumonía, tuberculosis y gonorrea
sean una de las enfermedades bacterianas difíciles de tratar cada vez más, ya que
estas fueron generando resistencia a los antibióticos y estos sean menos eficaces.
La resistencia de los antibióticos está generando altos costos médicos, por el
combate de bacterias que fueron generando resistencia generando que estos no
sean tratables fuera de un hospital aumentado la probabilidad de mortalidad del
paciente. La resistencia a los antibióticos aumenta en los países donde las normas
y directrices son ineficientes para la regulación de venta de antibióticos sin
preinscripción médica, o incluso, el mismo personal sanitario los preinscribe sin
normas, generando un alto consumo en la sociedad y generando las
consecuencias de la automedicación.
La Automedicación de los antibióticos está generando en todo el mundo que
lesiones simples o enfermedades comunes sean las próximas causas de muertes
mortales por su difícil tratamiento, para prevenir esto las autoridades sanitarias
tienen que tomar medidas para para el uno inadecuado de los antibióticos, como:
La población debe:
 Tomar antibióticos cuando un profesional lo preinscriba
 No pedir y tomar antibióticos sin la preinscripción de un médico.
 No utilizar antibióticos que hubieran sobrado de otros.
 Seguir las instrucciones del medicamento

El costo médico y hospitalario


La crisis por bacterias que resiste a los antibióticos crece cada vez más haciendo
que se invierta para el combate de estos mismos, utilizando moléculas cada vez
más costosas o de alto espectro, pero esto también ha generado que estos
lleguen a fallar y aumento a sus vez el fracasos de estos y la muerte de los
pacientes, generando que los pacientes que padecen enfermedades asociadas a
las bacterias acudan a un centro de salud y generando colapso por el aumento de
estos, impidiendo la buena atención en salud.

Uso inadecuado de Antibióticos


El uso indiscriminado de los antimicrobianos está generando grandes problemas
para la salud de las personas, las OMS ha dicho uno de sus informes que para el
año 2050 habrá más muertes por resistencia a los antibióticos que por cáncer,
generando preocupación y la baja probabilidad del tiempo de vida de las personas.
La falta de respuesta por arte de los antibióticos ha generado como consecuencia
la muerte de 25.000 personas al año, haciendo que se genere una de las
principales causas de muerte de las personas, y formando como consecuencia
que la medicina antimicrobiana de pasos hacia atrás regresando a la era de
preantibotica en la medicina humana. La lucha contra la imprudencia de estos
medicamentos, cada vez es difícil dada a la desinformación de la sociedades.

Se están utilizando mal


Los antibióticos son medicamentos de importancia para preservar la salud de las
personas, utilizado únicamente para combatir las bacterias cuando sea necesario,
resolver males leves o graves dependiendo de la gravedad de la enfermedad. Uno
de estos es la Penicilina y amplio uso gran benéfico, destrucción de bacterias y
producción de energía a pacientes faltantes de ella.
Pero su uso excesivo ha llevado que varios de estos dejen de funcionar
eficientemente y provocando la resistencia bacteriana, provocando la
multiplicación excesiva y produciendo las nuevas que salgan la resistencia de
antibióticos, aunque este proseo de resistencia ya está previsto por los químicos
farmacéuticos, ya que es normal que varias bacterias pueden desarrollar
resistencia, solo con la primera dosis del antibiótico
Aunque el uso excesivo de los antibióticos es un problema que fortalece la
probabilidad de resistencia bacteriana, tomados para la recuperación de las
bacterias, tomados un tercio o la mitad de estos innecesariamente con el
pensamiento de la sociedad que detienen y previenen las enfermedades, estos
solo pueden tratar infeccione bacterianas como la amigdalitis estreptotica, pero no
puede tratar enfermedades de tipo viral como lo son:
 Resfriado
 Gripe (influenza)
 Bronquitis
 Varios casos de tos
 Infecciones de oído
 Infecciones de senos parentales
 Gastroenteritis viral

Tomarlos en estos casos de males solo puede


 No curar las infecciones
 No puede evitar el contagio de otras personas
 No ayuda a los familiares a mejorarse
 Puede provocar efectos segundaros
 Provoca la resistencia de las bacterias

Si tomas un antibiótico cuando tienes una infección viral, este atacará las bacterias
presentes en tu cuerpo, incluso las bacterias beneficiosas o las que no están
causando la enfermedad. Este tratamiento mal dirigido puede hacer que las
bacterias inofensivas desarrollen propiedades resistentes a los antibióticos que
pueden traspasar a otras bacterias, o que sean reemplazadas por bacterias
potencialmente dañinas

LA AUTOMEDICACION CON ANTIBIOTICOS

¿Qué es la automedicación?
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la automedicación es un componente del
autocuidado, el cual es definido como “el propio tratamiento de los signos y síntomas de
enfermedad que las personas padecen, ha sido la forma más utilizada para el mantenimiento
de la salud”.1 Es también “el cuidado que los individuos hacen de su propia salud y
bienestar, incluyendo el que hacen a los miembros de su familia y a otros fuera de este
ámbito”.2 Se considera la primera etapa o nivel de la atención en salud y se estima que
resuelve cerca de 80-90% de los problemas de salud
La automedicación es parte del autocuidado realizado por los seres humanos desde el inicio
del uso de medicamentos en la atención de la salud. En el pasado dicha acción se llevaba a
cabo a través de cuidados personales, uso de hierbas u otro tipo de terapéuticas con el fin de
aliviar síntomas o de curar ciertas patologías. Tal conocimiento empírico se transmitía
verbalmente de una generación a otra.

Actualmente la automedicación es un acertijo para el sistema de salud y sus miembros,


debido a que su origen y resolución son complejos, al igual que los beneficios y perjuicios
que esta práctica diaria genera.

Diversas organizaciones alrededor del mundo intentan posicionar a la automedicación


como el primer paso en la atención primaria, sin embargo, el puente entre la seguridad y la
presencia de eventos adversos es muy frágil. Con el objetivo de promoverla se han creado
programas de educación, lineamientos para definir los fármacos que puedan ser expendidos
sin receta y se han publicado los costos económicos de su práctica a los sistemas de salud.

En un sentido amplio, la automedicación implica el consumo de cualquier tipo de


medicamento, sin importar su origen (sintético, herbolario u homeopático), pero el acto de
la automedicación abarca todo aquello que afecte la prescripción hecha por un médico, es
decir, la adquisición, uso de medicamentos de casa u otro lugar, interrupción o
prolongación de un tratamiento o el incremento y disminución de las dosis. Desde esa
óptica la automedicación es un problema social practicado por un alto porcentaje de la
población cada día, en todo el mundo y a veces incluso con la ayuda de un profesional de la
salud.

 Automedicación con antibióticos

Con gran frecuencia, muchas personas consumen o sugieren remedios sin tener
conocimientos médicos, tomando responsabilidad sobre su propia salud o la de
sus allegados y sin considerar las consecuencias que esto puede implicar. Los
medicamentos de venta libre, por tener esa cualidad no se convierten en
inofensivos e inocuos. Ahora bien, la automedicación podría considerarse
responsable cuando consiste en administrarse por los propios medios un
determinado fármaco con el único objetivo de tratar síntomas menores como la
fiebre, pero únicamente por un tiempo muy limitado.

Las bacterias capaces de resistir al efecto de los antibióticos son un peligro para toda la
población, ya que pueden provocar afecciones difíciles de controlar. En este sentido, la falta
de adherencia o cumplimiento con el esquema de administración del medicamento (dosis,
el intervalo entre cada dosis y la duración del tratamiento) compromete la efectividad del
fármaco, es decir, que el mismo logre el propósito de paliar o curar la enfermedad. Es por
eso que los antibióticos sólo pueden ser recetados por un médico y deben ser ingeridos
según las indicaciones del profesional.
Hacer un uso irracional de los antibióticos puede generar uno de los problemas de salud
más preocupantes en el mundo. Al tornar efímera su eficacia, es posible que, además de
aumentar el gasto en salud y crear la necesidad de usar antimicrobianos más costosos, los
pacientes se vean expuestos a efectos adversos crecientes, y, si bien muchas
enfermedades pueden tener los mismos síntomas, no todas requieren el mismo tratamiento,
Los antibióticos no son analgésicos y no pueden curar todas las enfermedades. No
alivian el dolor de cabeza, el malestar o la fiebre, y sólo son eficaces contra infecciones
bacterianas. Tampoco son de ayuda ante un cuadro de resfrío o gripes importante recordar
que la mayoría de las infecciones respiratorias diagnosticadas en invierno que afectan a
la nariz, los oídos, la garganta y los pulmones son de origen vírico, por lo que tomar
antibióticos no mejorará el estado de salud del paciente, sino todo lo contrario: podría
ocasionar reacciones adversas como náuseas, diarreas y erupciones cutáneas, entre otras.
Lo ideal es dar la oportunidad a nuestro sistema inmunitario de actuar y defenderse por sí
mismo antes que recurrir a productos farmacéuticos.

 Uso responsable

 No tomar ningún medicamento que necesite receta, sin que haya sido prescrito por el
médico.  Es el médico el que debe diagnosticar la enfermedad e indicar al paciente el
tratamiento que considere más indicado. Colaborando, así, con el hecho de que el paciente
tome consciencia de los perjuicios para la salud que puede ocasionar la toma de
medicamentos sin supervisión médica.
 En el caso de los medicamentos publicitarios pedir siempre consejo al farmacéutico.
 El tiempo de uso de los medicamentos que no requieren receta debe ser razonable. Si los
síntomas continúan o el estado empeora hay que dirigirse al centro sanitario.
 Informar al médico de todos los medicamentos que se toman o se han tomado, sobre todo si
han sido prescritos por otro profesional (también plantas medicinales, complementos
alimentosos, homeopatía, etc.).
 Evitar el consumo de alcohol cuando se están tomando medicamentos.

¿Por qué decidimos automedicarnos?


Muchas personas toman la responsabilidad de su propia salud, sin tener ningún
conocimiento en medicina y comienzan a recetarse tabletas, sin reparar en que este tipo de
comportamiento, les puede traer problemas a su salud en el futuro. Actualmente la ingesta
de medicamentos para tratar trastornos o síntomas auto reconocidos es una actitud bastante
común, sobre todo en lo que respecta a remedios herbales.
Hacemos hincapié en esto porque, aunque muchas personas los consideran inocuos, pero
éstos pueden producir interacciones con otros medicamentos y descompensar patologías.
Razones por la que una persona comienza a automedicarse
Una persona empieza a automedicarse por varios motivos: poco tiempo para ir a médico;
consejos de terceros que pueden haber presentado los síntomas de la persona, por lo que
utilizan los mismos medicamentos que les indicó un médico a ellos.
Porque creen que tienen algo leve, sin un diagnóstico previo. No tienen confianza en el
sistema de salud. Presentan una patología crónica, para la cual tienen indicada medicación
permanente, pero creen que al sentirse bien pueden disminuir o suspender las dosis.
Confianza en un tratamiento conocido. Flojera de iniciar una nueva evaluación médica. No
tienen ganas de realizarse exámenes en general o a veces miedo al doctor.
La automedicación, una práctica peligrosa
Se debe tener en cuenta que la automedicación responsable o no (entendiéndose como
automedicación no responsable al consumo de medicamentos de venta bajo formula médica
sin la prescripción de un médico o profesional de la salud autorizado), es una práctica de
múltiples orígenes, dentro de los cuales está la deficiente atención médica por parte de las
entidades prestadoras de salud, obligando al paciente a tomar decisiones en pro de su
condición.
Lamentablemente se estima que más del 50% de los antibióticos se compran sin receta
médica, y sumado a esto, se reportan casos en donde los pacientes toman dosis
inadecuadas, intercambian medicamentos con otros pacientes y disminuyen de manera
abrupta la duración del tratamiento, justo cuando se obtiene una mejora de los síntomas de
la enfermedad.

Estas conductas de los pacientes son bastante peligrosas y se agravan por el proceder
inadecuado de empleados de farmacias, quienes en muchas ocasiones recetan de manera
irresponsable medicamentos de acuerdo a las dolencias descritas por el comprador en
función de experiencias empíricas que no poseen sustento científico.  Otro factor
importante de riesgo es la proliferación masiva de tiendas naturistas abarrotadas de
productos de dudosa calidad, pero que prometen tratamientos eficaces y sin efectos
adversos bajo el supuesto de sustancias naturales. Vale la pena aclarar que natural no
implica libre de peligro para la salud. La medicina denominada natural, a base de plantas
medicinales, administradas sin recomendación médica, en ocasiones termina siendo igual o
más peligrosa que los medicamentos, debido a que las plantas contienen un gran número de
sustancias, que, de acuerdo a la dosis, pueden resultar beneficiosos o nocivos para la salud. 

En sí, los entes gubernamentales están en mora de establecer políticas claras para el control
de esta práctica, puesto que debido a las consecuencias ya mencionadas el costo de
tratamiento de un individuo para el sistema de salud se incrementa incidiendo de manera
directa en la sostenibilidad del sistema. Por ende, si bien como se mencionó, la
automedicación puede ser una alternativa para evitar que muchos pacientes con patologías
menores como resfriados, dolores musculares por golpes leves o actividad física, acudan
directamente al médico, evitando así, el colapso de las entidades prestadoras de salud y
disminuyendo costos de tratamiento para el sistema o en su efecto se trasforme en un
problema de salud pública insostenible.

¿Cuáles son las causas de la resistencia a los antimicrobianos?

La resistencia a los antimicrobianos es un fenómeno biológico natural que puede ser


incrementado o acelerado por una variedad de factores, entre ellos las prácticas humanas.
Uno de los más importantes es el uso inadecuado de los antibióticos que incluye su
consumo para el tratamiento de enfermedades de origen no bacteriano como las infecciones
virales (gripe), la administración inadecuada (un período demasiado breve, en una dosis
muy baja o la suspensión del tratamiento ante la mejoría de los síntomas), la
automedicación y el abuso de estos medicamentos. Existen otros factores que influyen en la
generación de resistencia como son el uso irracional de antibióticos en la industria
alimentaria y agropecuaria, y las prácticas inadecuadas de higiene al interior de
instituciones hospitalarias.
¿Cuáles son los fármacos mas comunes de la automedicación?
El desarrollo de medicamentos ha mejorado la calidad de vida de las personas, sin embargo,
muchos de ellos son de venta libre y están al alcance de todos, propiciando su uso
indiscriminado y desconociendo los posibles efectos adversos asociados a su consumo.
 ANTIDEARREICOS: Dirigidos a eliminar o aliviar la diarrea, caracterizada por la
eliminación frecuente de heces acuosas o blandas. Es un medicamento habitual en el
botiquín de los hogares; y aunque genera una mejoría de la sintomatología, el agente
causal de la diarrea puede persistir en el organismo.
 ANALGÉSICOS: Alivian o disminuyen el dolor de diferentes etiologías. Existen varios
tipos principales de analgésicos, algunos de los cuales pueden conseguirse sin fórmula
médica. Los analgésicos más potentes son aquellos derivados de la morfina y los opiáceos
que, aunque son muy efectivos, pueden causar efectos secundarios graves; razón por la
cual se deben tomar bajo supervisión médica. Así mismo, la automedicación con
analgésicos puede enmascarar una enfermedad de base que requiera tratamiento.
 ANTIBIÓTICOS: Son herramientas terapéuticas indispensables para el
tratamiento de las enfermedades infecciosas, dirigidos a eliminar o inhibir el
crecimiento de las bacterias. Sin embargo, una alta proporción de antibióticos se
prescribe, dispensa y consume de manera inadecuada, lo que se representa la causa
principal de la resistencia bacteriana, fenómeno clasificado por la Organización
Mundial de la Salud como un problema global de salud pública
 ANTIGRIPALES: Empleados para disminuir la sintomatología asociada al
resfriado común, este tipo de medicamentos no son recomendables para todos los
pacientes debido a sus posibles interacciones con algún otro medicamento, e incluso
tienen efectos secundarios por si solos como molestias gastrointestinales,
somnolencia, sequedad de boca y estreñimiento.

La automedicación un problema de la salud publica


Los países en vía de desarrollo, como Colombia, involucran comportamientos no
contralados en los consumidores de fármacos de forma indiscriminada. Este problema
ocasiona daños en la salud a nivel individual, familiar y colectivo
Influencias de esta conducta:
 Presión del entorno en el que nos rodeamos, especialmente de los padres de familia.
 Ofreciéndonos alternativas rápidas, basadas en sus experiencias.
 Información inadecuada sobre el uso de fármacos.
 Desempleo o bajos ingresos económicos.
En todo el mundo, más del 50% de todos los medicamentos se recetan, se dispensan o se
venden de forma inadecuada y el 50% de los pacientes los toman de forma incorrecta.
Causas principales:
 Publicidad inadecuada del uso de medicamentos
 Problemas para la población al momento de acceder al sistema de salud.
 Practica asistencial incorrecta por parte del personal de las farmacias
Conclusiones
 La automedicación comporta riesgos para la salud si no se realiza de forma correcta. Por
eso antes de utilizar cualquier medicamento que no haya sido prescrito por un médico hay
que informarse de cómo tomar-lo correctamente (posología, duración del tratamiento, etc.)
consultando con un Farmacéutico/a.
 No aconsejar el uso de medicamentos ya que lo que funciona a una persona puede no
serle útil a otra e incluso provocarle efectos adversos.

EFECTOS ADVERSOS
Efectos adversos

Antes de ser comercializados, los medicamentos pasan largos procesos de


autorizaciones y ensayos clínicos para estudiar sus efectos, tanto los beneficiosos
como los adversos; sin embargo, cuando los utiliza la población general se pueden
detectar efectos poco frecuentes o los que aparecen después de un uso
continuado.

Los efectos adversos son efectos nocivos y no intencionados que se presentan


cuando se toma un medicamento en las dosis ajustadas a las características
personales (edad, peso, sexo, etc.). Cuando se sospecha que un medicamento
nos puede estar produciendo una reacción adversa, debe comunicarse al médico
que nos lo ha recetado o bien al farmacéutico; ellos serán los responsables de
notificarlo al centro autonómico de Farmacovigilància.

NO SE DEBEN UTILIZAR ANTIBIÓTICOS SIN ESTAR PRESCRITOS


POR UN MÉDICO

Otros medicamentos también utilizados como automedicación


son:
 Antisépticos tópicos
 Suplementos vitamínicos y minerales
 Antigripales y antitusígenos
 Digestivos, laxantes, antiácidos y antiflatulentos

Debemos recordar  que aunque los medicamentos de venta libre o


EFP tienen menos riesgos, no están exentos de ellos y hay que
utilizarlos con precaución.

La automedicación sin control médico o farmacéutico comporta


una serie de riesgos para la salud que en la mayoría de los casos
son desconocidos por los ciudadanos:

 Toxicidad: efectos secundarios, reacciones adversas y en algún


caso intoxicación.
 Falta de efectividad, porque se utilizan en situaciones no
indicadas. Por ejemplo, la toma de antibióticos para tratar
procesos víricos contra los cuales estos medicamentos no son
efectivos.
 Dependencia o adicción.
 Enmascaramiento de procesos clínicos graves y
consecuentemente retraso en el diagnóstico y tratamiento.
 Interacciones con otros medicamentos o alimentos que la
persona esté tomando. Puede haber una potenciación o una
disminución del efecto del medicamento.
 Resistencias a los antibióticos. El uso excesivo de antibióticos
puede hacer que los microorganismos desarrollen mecanismos
de defensa delante de estos medicamentos de manera que
dejan de ser eficaces.

Estos riesgos se pueden evitar siguiendo unos consejos básicos


sobre la automedicación:

 No tome ningún medicamento CON RECETA, sin que haya sido


prescrito por un médico.
 En el caso de los medicamentos EFP, pida consejo a su
farmacéutico.
 En caso de embarazo, lactancia materna, presencia de
enfermedades crónicas o bien si se trata de niños, consulte
siempre al médico antes de tomar ningún medicamento, aunque
que sea una EFP.
 La duración de la automedicación con EFP tiene que ser
razonable. Si los síntomas continúan o su estado empeora
consulte a su médico.
 Informe a su médico/s de todos los medicamentos que toma o ha
tomado (también hierbas medicinales, vitaminas, suplementos
dietéticos, homeopatía, etc.).
 Lea y conserve el prospecto de todos los medicamentos. Es
importante saber que se toma, para que se lo toma, como y
cuando se lo toma.
 Conserve los medicamentos en su embalaje original. Éste
contiene información importante como la caducidad, el lote, si se
debe guardar en nevera, etc. Además el embalaje protege el
medicamento y garantiza su adecuada conservación.
 Evite el consumo de alcohol cuando esté tomando
medicamentos porque puede afectar a su capacidad de reacción
por ejemplo en la conducción de vehículos o en la realización de
otras actividades peligrosas.

10 razones para no automedicarse

1. Los medicamentos no sólo actúan de acuerdo a sus


componentes, sino también según las características particulares
de la persona que los ingiere: si alguien está recién operado, por
ejemplo, una simple aspirina puede ocasionarle una hemorragia,
por sus propiedades anticoagulantes. Y si se toma a diario
puede causar úlcera. En niños menores de 15 años, el mismo
medicamento puede provocar un trastorno neurológico
potencialmente grave llamado Síndrome de Reye.
2. Los fármacos pueden tener efectos colaterales: aunque sirvan
para curar la enfermedad para la cual se administran, algunos
fármacos tienen efectos colaterales esperables, como sequedad
en la boca o insomnio, que deben ser informados al paciente
antes de recetarse.

3. Independientemente de la dosis, y aunque no ocurra en todas


las personas, los medicamentos pueden tener efectos adversos
o indeseados: los corticoesteroides, por ejemplo, pueden originar
úlcera péptica secundaria; los estrógenos, náuseas, cefalea y
mareos; la eritromicina, dolor de estómago y diarrea; antibióticos
como la amoxicilina, erupciones cutáneas e incluso shock
anafiláctico, que pone en peligro la vida del paciente; y la
dipirona usada como analgésico, puede ocasionar problemas en
la médula ósea e interferir en la producción de células
sanguíneas. El médico debe verificar en qué situación los
beneficios de un medicamento son mayores que sus riesgos
potenciales.

4. Algunos fármacos pueden provocar adicción: las


benzodiacepinas, que inhiben el sistema nervioso central, o los
antitusivos con codeína pueden originar cuadros adictivos sin
que la persona se percate: su uso debe ser estrictamente
vigilado por el médico.

5. Al aliviar los síntomas, algunos medicamentos dificultan el


diagnóstico: entre ellos, los antipiréticos (que bajan la fiebre), los
antieméticos (que impiden el vómito) o los antiespasmódicos
(que alivian los dolores abdominales). Al disminuir la motilidad
intestinal, estos últimos, además, bloquean la eliminación del
agente patógeno. No los administre sin preguntar al médico.

6. Algunos fármacos pueden provocar intoxicación por sobredosis:


según la cantidad ingerida, las benzodiacepinas, por ejemplo,
pueden causar desde somnolencia hasta paro respiratorio. En
exceso, los antidepresivos ocasionan intoxicaciones graves con
alteración del ritmo cardiaco y convulsiones, mientras que los
antiinflamatorios pueden causar molestias gástricas y falla renal.

7. La intoxicación por paracetamol es un cuadro grave que puede


llevar a la falla hepática: los adultos se intoxican con más de 7,5
gramos al día (15 comprimidos de 500 mg), y los niños, con más
de 150 mg por kilo. Por ello, es el pediatra quien debe indicar la
dosis según el peso del paciente.

8. Si se administran dosis inferiores a las requeridas, los


medicamentos no logran el efecto deseado: ello es
especialmente cierto en el caso de los niños, pues las madres
tienden a administrar los fármacos en función de la edad y no del
peso de sus hijos, o bien acostumbran seguir las indicaciones
del envase sin conocer el peso del niño. Mantenga un riguroso
cuaderno de control sano, en el cual figura el peso actualizado
del menor. Allí anote, luego de preguntarle al pediatra, los
medicamentos que se le pueden dar al niño para las
enfermedades más frecuentes. Aun así, deberá consultar si los
síntomas no ceden en el plazo indicado por el médico.

9. Algunos fármacos producen resistencia: si se administran en


forma incorrecta y sin consultar al médico, algunos fármacos
fortalecen los agentes infecciosos en vez de debilitarlos. Es el
caso de los antibióticos, que por ello sólo se venden con receta:
al tomarlos, siga estrictamente las instrucciones del especialista,
no se salte dosis y complete el tratamiento aunque ya se sienta
mejor.

10. Algunos medicamentos tienen efecto de rebote: al tomarlos


sin que sean recetados por el médico, generan una respuesta
cada vez peor. Es el caso de los antijaquecosos con ergotamina,
por ejemplo, que pueden aumentar el dolor en vez de
disminuirlo. Lo mismo puede ocurrir en casos de psoriasis al
usar cremas y ungüentos elaborados con corticoide (dato que no
siempre aparece en la rotulación).
Numerosos medicamentos interactúan entre sí, provocando efectos
negativos: los descongestionantes con pseudoefedrina, por ejemplo,
disminuyen el efecto de los medicamentos utilizados para tratar la
presión alta; y la aspirina interactúa negativamente con algunos
medicamentos contra la diabetes, como la insulina, aumentando su
efecto.
¿A qué se llama automedicación?
Por definición, se refiere al uso de medicamentos por iniciativa propia,
sin que exista ningún tipo de intervención por parte del médico en el
diagnóstico, en la prescripción ni en la supervisión del tratamiento.
La automedicación podría considerarse responsable cuando consiste
en administrarse por los propios medios un determinado fármaco con
el único objetivo de tratar síntomas menores como pueden ser el dolor
o la fiebre, pero únicamente por un tiempo muy limitado.
También hay que considerar el hecho de contar con antecedentes
exitosos respecto a la utilización de esa medicación, que además no
debe haber sido ingerida de manera sistémica sino esporádica.
Los medicamentos de venta libre no se convierten por eso en seguros
e inocuos, dado que “ningún medicamento lo es cuando se lo toma
fuera del contexto y del propósito para el que fue fabricado”. La
publicidad masiva del rápido alivio hace correr el riesgo de caer en la
automedicación no responsable. La automedicación es un hábito muy
frecuente y está muy extendido en la población.
Los riesgos de la automedicación
 La automedicación es un riesgo
 Múltiples factores confluyen en este hábito peligroso y que
puede tener consecuencias negativas
 Numerosos medicamentos pueden interactuar entre sí
 Si se administran dosis inferiores a las adecuadas pueden no
producir el efecto deseado
 Algunos medicamentos pueden causar intoxicación por
sobredosis
 Algunos fármacos pueden provocar adicción
 Los fármacos pueden tener efectos colaterales
 Los medicamentos no sólo actúan de acuerdo a sus
componentes sino también según las características particulares
de las personas que las ingieren
Sin tener conocimientos médicos, muchas personas toman la
responsabilidad de su propia salud y la de sus amigos o familiares en
sus manos. Sin ningún reparo, sugieren remedios contra toda clase de
dolencias sin tener en cuenta las consecuencias que pueden
ocasionar. 

CYBERGRAFIA

 https://accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?bookid=1489&sectionid=96952696
 http://www.help.cl/por-que-usted-decide-automedicarse/
 https://www.ucc.edu.co/prensa/2016/Paginas/la-automedicacion-una-posible-ventaja-
para-el-sistema-de-salud.aspx
 http://www.grupogermen.org/comunidad-en-general/cuales-son-las-causas-de-la-
resistencia-bacteriana.html
 http://www.grupogermen.org/comunidad-en-general/que-son-los-antibioticos.html
Links
1. https://www.minsal.cl/portal/url/item/
8da19e5eac7b8164e04001011e012993.pdf
2. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/resistencia-a-los-antibi
%C3%B3ticos
3. https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-
10182017000300001
4. https://www.gob.mx/salud%7Cseguropopular/articulos/uso-indiscriminado-
de-antibioticos-uno-de-los-grandes-retos-a-nivel-internacional
5. https://www.engenerico.com/consecuencias-del-uso-inadecuado-de-los-
antibioticos/

Referencias

Uso racional de antibiótico, estrategias para reducir resistencia,


8 enero 2019, Dra. Marta Papponetti, Link:
https://www.intramed.net/contenidover.asp?
contenidoid=93414.

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