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ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE 15

EVIDENCIA 4: LOS DERECHOS HUMANOS EN EL MARCO PERSONAL Y EN


EL EJERCICIO DE MI PROFESIÓN

MARCOS TULIO JIMÉNEZ BARRIGA

ALEIDA MANCIPE MARTIN

GESTION LOGISTICA
SERVICIOS FINANCIEROS
2022
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE 15
EVIDENCIA 4: LOS DERECHOS HUMANOS EN EL MARCO PERSONAL Y EN
EL EJERCICIO DE MI PROFESIÓN

• LOS DERECHOS HUMANOS: son elementos esenciales en la vida de cualquier


persona, pues fomenta su amplio desarrollo, brindándonos así garantías ante la
justicia, libertad de religión, de vivir en un ambiente sano, de forma igualitaria;
de vivir saludables y plenos.

• LOS DERECHOS DE PRIMERA GENERACIÓN: abarcan los derechos civiles


y políticos, que consagran las así llamadas libertades fundamentales, como
el derecho a la vida, la libertad de movimiento, de expresión, de reunión, o
religiosa, así como los derechos políticos al voto, a ser elegido, a agruparse
políticamente.
• LOS DERECHOS HUMANOS DE LA SEGUNDA GENERACIÓN: están
relacionados con la equidad y la igualdad y comenzaron a ser reconocidos por
los Estados Nacionales y gobiernos de distintas ideologías después de
la Segunda Guerra Mundial. Son fundamentalmente sociales, económicos y
culturales en su naturaleza. Aseguran a los diferentes miembros de la
ciudadanía igualdad de condiciones y de trato. Incluyen el derecho a ser
empleados, más específicamente los derechos relacionados con la protección
del trabajo, en todos sus aspectos. Los derechos a vivienda, a la educación y a
la salud, así como la seguridad social y las prestaciones por desempleo. Al igual
que los derechos de primera generación, también fueron incluidos en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos en los artículos 22 al 27 y,
además, incorporados en el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales. En Estados Unidos, el presidente Franklin D.
Roosevelt propuso una segunda Carta de Derechos, que abarcaba gran parte
de este tipo de derechos, en su discurso del Estado de la Unión el 11 de
enero de 1944. La siguiente tabla recoge los derechos humanos plasmados en
cada artículo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales.

• LOS DERECHOS HUMANOS LA TERCERA GENERACIÓN: surgida en el siglo


XX, se vincula con la solidaridad. Los unifica su incidencia en la vida de todos, a
escala universal, por lo que precisan para su realización de una serie de
esfuerzos y cooperaciones en un nivel planetario. Normalmente se incluyen en
ella derechos heterogéneos como el derecho a la paz, a la calidad de vida o las
garantías frente a la manipulación genética, aunque diferentes juristas asocian
estos derechos a otras generaciones: por ejemplo, mientras que para la
protección contra la manipulación genética sería un derecho de cuarta
generación, para Cristian Camilo García es una manifestación, ante nuevas
amenazas, de derechos de primera generación como el derecho a la vida, la
libertad y la integridad física y cultural. Este grupo fue promovido a partir de los
ochenta para incentivar el progreso social y elevar el nivel de vida de todos los
pueblos. Entre otros, destacan los relacionados con:

• El uso de los avances de las ciencias y la tecnología.


• La solución de los problemas
alimenticios, demográficos, educativos y ecológicos
• El ambiente.
• Los derechos del consumidor.
• El desarrollo que permita una vida digna.
• El libre desarrollo de la personalidad.

• LOS DERECHOS INDIVIDUALES O CIVILES: son aquellos derechos de los


que gozan los individuos como particulares y que no pueden ser restringidos
por los gobernantes, siendo por tanto inalienables, inmanentes e
imprescriptibles. Es un concepto perteneciente al Derecho constitucional,
nacido de la concepción liberal que surgió de la Ilustración.

Los derechos individuales son garantías constitucionales reconocidas en


favor de todos los habitantes del Estado. Estas garantías deben cumplirse y
respetarse y no se puede privar al individuo de las mismas, salvo en casos
excepcionales, y con arreglo a ley expresa. Entre los derechos individuales
están: la libertad del individuo y libertad de practicar libremente cualquier
religión o culto. Dichas libertades son fundamentales para el desarrollo de
cada ser humano como persona y deben respetarse; tanto, que son garantías
constitucionales y también en el Código Penal se encuentran normas que
tipifican los delitos que van en contra de estos derechos de libertad.

Aunque los derechos considerados como individuales o fundamentales


varían en función de cada país, según lo expresado por cada Constitución, el
derecho internacional de los derechos humanos ha ido consensuando
aquellos de mayor entidad, por ejemplo, en la Declaración Universal de
Derechos Humanos o en los Pactos internacionales de derechos humanos.

Bien por su evolución histórica o por estar recogidos en dos convenciones


internacionales distintas es por lo que se suelen clasificar los derechos
individuales (o fundamentales) en dos grandes grupos:

derechos de primera generación, como el derecho a la vida, a la integridad


personal, a la libertad individual, a la libertad de expresión, a la libertad de
reunión, a la igualdad ante la ley, derecho a la Propiedad, etc.
derechos de segunda generación, así llamados porque reciben
reconocimiento constitucional después de la Primera Guerra Mundial y que
se refieren sobre todo a los derechos sociales, como derecho al trabajo,
derecho a la salud, derecho a la educación, derecho a la seguridad social,
etc.
Existe una incompatibilidad de naturaleza entre los derechos de primera y
segunda generación. Así como los primeros son derechos negativos, que
obligan al resto de la sociedad (o a los gobernantes) a no atacar o coartar
dichas libertades, los de segunda generación son derechos positivos que
imponen una carga y obligación sobre toda la sociedad de proporcionar unos
bienes materiales a sus beneficiarios. Esto se muestra patente a la hora de
aplicarlos: el derecho a la vida o a la propiedad obliga a no arrebatarlas, sin
embargo el derecho al trabajo obliga a proporcionarlo.

La Declaración Universal de Derechos Humanos constituye un compendio de


derechos individuales y colectivos.

• LOS DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES (SIGLAS


DESC): son los derechos humanos socioeconómicos relacionados con el
lugar de trabajo, la seguridad social, la vida en familia, la participación en la
vida cultural y el acceso a la vivienda, la alimentación, el agua, la atención de
la salud y la educación. Que se diferencian de los derechos civiles y políticos.
Los derechos económicos, sociales y culturales se incluyen en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948 (DUDH) y se desarrolla su
protección en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (PIDESC) de 1966. Ejemplos de estos derechos incluyen el
derecho a la alimentación, el derecho a la vivienda, y el derecho a la salud.
El Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales permite la reclamación por incumplimiento de
cualquiera de estos derechos ante el Comité DESC con sede en Ginebra.

La declaración americana de los derechos y deberes del hombre incluye el


reconocimiento explícito de varios de estos derechos, como, por ejemplo,
protección a la familia, maternidad, infancia, salud, educación, cultura,
trabajo, descanso, aprovechamiento del tiempo libre, seguridad social entre
otros. Según la teoría de Karel Vasak acerca de las tres generaciones de
derechos humanos, estos derechos se consideran como derechos de
segunda generación, y la teoría de los derechos negativos y positivos
considera que los DESC son derechos positivos en la vida del ser humano.

Philip Alston, relator especial de la ONU para la pobreza extrema, critica a


las organizaciones de derechos humanos -Amnistía Internacional, Human
Rights Watch y FIDH, entre otras- por aceptar la idea de que el pleno disfrute
de derechos civiles y políticos garantiza automáticamente el disfrute de
derechos económicos y sociales. Para Alston la sostenibilidad del capitalismo
a medio plazo solo es posible con una estructura de bienestar social que
respalde a los que inevitablemente ha abandonado.

• LOS DERECHOS DE SOLIDARIDAD: También llamados derechos de los


pueblos, son las exigencias más recientes en el tiempo, surgidos en los años
1980. Son llamados así porque son derechos que intentan superar el marco
de los derechos individuales para centrarse en conceptos colectivos, como
la comunidad o el pueblo. Según la clasificación de las se los denomina como
derechos de tercera generación.

La aparición de esta nueva generación de derechos no ha sido pacífica. Su


nacimiento ha provocado sentimientos encontrados dentro de la doctrina
jurídica. Si bien la mayoría de los analistas han considerado los nuevos
derechos como una buena oportunidad de continuar avanzando en la
defensa de la dignidad humana, otros analistas los han visto como un artificio
de efectos claramente perniciosos. Entre los motivos para ello se destacan:
un peligro para los derechos existentes, una falta de homogeneidad absoluta
y una carencia completa de una base jurídica imprescindible.

Características generales: Son caracterizados porque se vinculan con la


solidaridad, cubren a pueblos o la humanidad entera y no meramente a
individuos, contemplan al ser humano en su universalidad y buscan garantías
para la humanidad como un todo.

Los principales derechos de este tipo son los siguientes:

• Derecho al desarrollo sostenible: modelos y estructuras económicas que


no solo generan beneficios propios, sino que además permitan el acceso a
servicios básicos y garanticen la sostenibilidad del planeta.
• Derecho a la autodeterminación de los pueblos: las naciones tienen la
posibilidad de determinar libremente su condición política y su modelo social
y económico.
• Derecho a la paz: entendido no solo como ausencia de guerra, sino también
como la puesta en marcha de procesos que fomenten la participación, el
diálogo, la inclusión, la cooperación y la superación de conflictos.
• Derecho a la protección de los datos personales: llama la atención sobre
los eventuales peligros y abusos a los que se exponen las personas ante
procesos de informatización.
• Derecho al patrimonio común de la humanidad: acceso a los bienes
materiales e inmateriales que constituyen un legado de especial relevancia
para comprender la evolución humana.
• Derecho a gozar de un medio ambiente sano: disfrutar de ambientes
sanos, limpios y sostenibles.
El valor de la responsabilidad
La responsabilidad es considerada un valor del ser humano. A través de ella, los
individuos toman decisiones de manera consciente y se hacen cargo de las
consecuencias que puedan derivar de ellas.

Este valor, además, supone el compromiso de cumplir acuerdos, promesas y


obligaciones. Una persona responsable es aquella que cumple con lo que
prometió y es fiel a sus obligaciones.

La responsabilidad se expresa en muchos ámbitos. Por ejemplo: Un alumno es


responsable cuando estudia para los exámenes, un padre es responsable
cuando cuida de su hijo.

Aunque suele ser un rasgo de la personalidad, la responsabilidad puede


trabajarse y ser incorporada como hábito. Está ligada a otros valores y
cualidades como la honestidad, la justicia, el compromiso y la libertad. Es un
valor que permite la consolidación de ciudadanos comprometidos y sociedades
más justas y ordenadas.

Tipos de responsabilidades
La responsabilidad se puede manifestar en diversos campos en los que actúa el
individuo, algunos tipos de responsabilidades son:

• Responsabilidad social: Compromiso que tiene todo individuo hacia los


otros y hacia la sociedad en su conjunto.
• Responsabilidad civil: Responsabilidad que tiene un individuo de resarcir a
otra persona por el daño causado de manera accidental o intencional.
• Responsabilidad ambiental: Compromiso de todo individuo hacia el medio
ambiente que lo rodea y la naturaleza.
• Responsabilidad moral: Compromiso de un individuo a responder frente a
los actos personales y asumir los castigos, penas o reconocimientos que
traigan.
• Responsabilidad laboral: Compromiso que asume todo empleador de
garantizar condiciones laborales óptimas a los trabajadores a cargo.
• Responsabilidad penal: Responsabilidad que debe asumir un individuo
frente a un accionar penado por ley.
• Responsabilidades de los niños: La responsabilidad es un valor que debe
ser inculcado a todos los ciudadanos ya que mejora las relaciones
interpersonales y contribuye a la armonía en una sociedad.

Según la etapa de la vida del individuo, asumirá responsabilidades que


respondan a su capacidad de hacer frente a problemas, circunstancias o
decisiones. Al hablar de la responsabilidad de los niños, es importante que se
tengan en cuenta las características propias de ellos, se respeten sus derechos
y se les atribuyan responsabilidades que puedan asumir y cumplir.

Algunas responsabilidades que es importante inculcarles a los niños son:

• El cuidado del medio ambiente.


• La importancia de asistir a la escuela.
• El cuidado de la salud.
• El respeto por el prójimo.
• El cuidado de los bienes propios y ajenos.
• El cumplimiento de los deberes escolares.
• El cumplimiento de algunas tareas del hogar.
• La importancia de la higiene bucal.
• La importancia del cumplimiento de las promesas y compromisos.
• El respeto por las opiniones diferentes.
• Responsabilidad social empresarial
• Seguridad laboral - Responsabilidad
• Toda empresa debe cuidar las condiciones laborales de los trabajadores.

Dentro del ámbito empresario se habla de responsabilidad social empresarial o


corporativa cuando las empresas u organizaciones contribuyen voluntaria y
activamente en mejoras ambientales, económicas y sociales.

La responsabilidad social empresarial: incluye acciones que intentan


contribuir con los entornos y el medio ambiente en el que se desempeña la
organización. Suele incluir proyectos o campañas para contribuir al cuidado del
medio ambiente y a grupos sociales determinados.

Algunos ejemplos son:

• Tomar medidas que fomenten el cuidado del medioambiente.


• Trabajar en contra de la corrupción.
• Apoyar a ONG o fundaciones.
• Evitar la contaminación y la generación excesiva de residuos.
• Ahorrar energía.
• Usar responsablemente los recursos naturales.
• Perseguir la continuidad de la empresa.
• Chequear las condiciones de salud y laborales de los trabajadores.
• Implementar formas de colaboración y asociación de empresas.

Responsabilidad y libertad: El valor de la responsabilidad está muy


emparentado con el concepto de libertad, porque actuar con libertad implica
necesariamente asumir con responsabilidad las consecuencias de los actos. El
individuo debe conocer y tener en cuenta el impacto que los actos personales
tienen sobre sí mismo y sobre su entorno.

A su vez, la responsabilidad supone siempre el accionar libre y consciente de un


individuo.

VALOR HONESTIDAD U HONRADEZ A UNA VIRTUD HUMANA: consistente


en el amor a la justicia y la verdad por encima del beneficio personal o de la
conveniencia. De las personas honestas u honradas se espera que digan ante
todo la verdad, que sean justos y razonables, que obren de manera íntegra o
sean transparentes en sus motivaciones.

Según un punto de vista más filosófico, la honestidad consistiría en actuar y


hablar conforme a lo que se siente o se piensa, y no a lo que resulta más
conveniente hacer o decir a los demás.

Se trata, entonces, de una forma de coherencia entre pensamiento y acción,


pero también entre el individuo y las normas que son consideradas correctas por
la comunidad en que se desenvuelve.

Por el contrario, la deshonestidad es la falta de compromiso con la verdad y la


justicia, por lo que las personas deshonestas suelen ser propensas a la mentira,
al robo, al engaño, a la falsedad o al fingimiento.

Diversos pensadores de la antigüedad humana valoraron la honestidad como


una de las máximas virtudes del ser humano. Desde Marco Tulio Cicerón, en la
Roma antigua, hasta el chino Confucio, los códigos de conducta propuestos para
la fundación de las sociedades humanas incluyen en alguna medida la
honestidad como valor incluso divino, premiado con la elevación y sus faltas en
cambio sancionadas con el castigo.

Ejemplos de honestidad
Algunos ejemplos cotidianos de honestidad son los siguientes:

• A una persona en la calle se le caen unos cuántos billetes. A pesar de que


significa una ganancia económica para sí, el individuo honesto lo devolverá
a su legítimo dueño.
• Los testigos honestos de un acontecimiento o un crimen, informan con la
verdad a la policía o a los jueces, para que prevalezcan los hechos por
encima de las opiniones o las conveniencias.
• Los políticos honestos, de existir, serían aquellos cuyo compromiso con el
bien común y cuyo respeto por su pueblo les impidan aceptar coimas o
sobornos, y por ende no salgan del cargo público convertidos en millonarios.
• Cuando un comerciante se equivoca en el vuelto a nuestro favor, le
indicaremos el error cometido si somos personas honestas.
• Los estudiantes honestos son aquellos que no se copian de sus compañeros,
ni del libro, ni hacen artimañas para engañar al profesor, pues están
comprometidos con su verdad y su conocimiento: si no saben la respuesta,
pues no la saben.
• Las personas honestas no les echan a terceros la culpa de sus errores
cometidos, sino que los enfrentan y se atienen a las consecuencias.
• Un individuo honesto no acepta compromisos (laborales, afectivos, del tipo
que sea) a sabiendas de que no podrá o no tiene intención alguna de
cumplirlos.
• Una pareja honesta le dice a su media naranja la verdad de lo que siente,
incluso si eso significa quedarse solo.
• La honestidad de un vendedor se pone a prueba cuando tiene que ofrecer un
producto. Si es una persona honrada, no exagerará las bondades de su
producto, ni mentirá respecto a su uso o su calidad, sin por ello intentar
concretar la venta.
• Un trabajador honesto no intenta que los demás le hagan su trabajo, sino que
sabe hasta dónde llegan sus responsabilidades.

Valor tolerancia: puede tener múltiples significados, que poseen en común un


mismo aspecto: el de admitir y soportar las diferencias, esto es, lo contrario a las
reacciones extremas, violentas, intolerantes.

Por ejemplo, se llama tolerancia a la capacidad del cuerpo humano de lidiar con
ciertas sustancias sin desencadenar una respuesta inmunitaria, o también al
margen de error que, a la hora de fabricar un producto, se considera aceptable
o natural del mismo proceso.

Sin embargo, el sentido más común e importante de este término es el de la


tolerancia social, que es la capacidad de una sociedad o un gobierno para
respetar las ideas, preferencias y comportamientos de los demás, especialmente
de quienes tienen un trasfondo cultural, étnico o político diferente.

Este último uso de la palabra tuvo su origen en la Francia de finales del siglo
XVI, en el marco de las Guerras de religión en las que se enfrentaron los
católicos y los protestantes. Inicialmente, tuvo un significado negativo o
peyorativo, ya que expresaba la obligación de los bandos de admitir la existencia
del otro, al ser incapaces de erradicarlo por la fuerza.

Sin embargo, en el siglo XVIII el movimiento ilustrado le dio un sentido mucho


más positivo a la aceptación de las creencias ajenas, y la tolerancia pasó a ser
uno de los valores fundamentales del movimiento.
Hoy en día, la tolerancia se comprende como la capacidad para vivir
armónicamente entre personas que provienen de contextos culturales o étnicos
distintos, o que profesan religiones e ideologías políticas diferentes. Es uno de
los valores más promovidos mundialmente, en especial en las naciones
multiculturales que reciben importantes oleadas migratorias o de refugiados.

Tipos de tolerancia: Podemos hablar de varios tipos de tolerancia, de acuerdo


al ámbito específico al que aplique cada uno:

• Tolerancia religiosa: Aquella que se refiere a la permisividad del Estado


respecto a la práctica de religiones diferentes a la oficial, o bien a la
aceptación de una sociedad de los valores propios de una tradición mística
o religiosa minoritaria. Es un rasgo propio de las naciones que separaron
exitosamente iglesia y Estado, no así de las teocracias ni de los regímenes
fundamentalistas.
• Tolerancia civil: Se refiere en este caso a la aceptación de prácticas y
conductas consideradas contrarias a la ética o la moral de la comunidad
mayoritaria, o sea, de la que detenta y administra el control social.
Fundamentalmente, se trata de una conducta que es vista con malos ojos,
pero que se acepta porque no existe una alternativa viable.
• Tolerancia política: La tolerancia política tiene que ver con la convivencia
de distintas fuerzas ideológicas en el seno de un mismo Estado, algunas
ejerciendo el gobierno y otras la oposición, sin que ello conduzca a
enfrentamientos violentos, a la persecución o la ilegalización, especialmente,
de mano de quienes detentan el poder político.

Importancia de la tolerancia: Un filósofo de la Ilustración como John Locke


(1632-1704), defendía en su Carta sobre la tolerancia la importancia de la
diversidad de ideas y del espíritu crítico, alejado de todo fanatismo, como un
elemento necesario para el progreso. La Ilustración buscó la tolerancia como
opuesto al fanatismo religioso y el oscurantismo extendidos por la Europa
medieval.

Otro filósofo de importancia en occidente, Claude Levi-Strauss (1908-2009),


advertía que el progreso no es exclusivo de ninguna cultura, sino que es fruto
justamente del intercambio y el florecimiento de las diferentes culturas. De este
modo, la tolerancia es un valor que nos permite lograr una apertura hacia el otro,
comprender y valorar sus posiciones, sin pensarlas como una amenaza a las
propias.

Levi-Strauss, sin embargo, se mostró pesimista en la materia, ya que el roce y


la fricción intercultural también genera enormes conflictos y enfrentamientos,
que hasta cierto punto parecen ser inevitables en el ser humano. Sin embargo,
apelar a la razón es el único método que puede encauzar dichos conflictos y
tornarlos, de algún modo, a nuestro favor.

En el mundo intercultural y global de inicios del siglo XXI, por un lado la tolerancia
se encuentra tanto exaltada insistentemente. Por otro lado, está bajo ataque de
los sectores más radicales del nacionalismo, especialmente en las naciones que
han acogido grandes cantidades de refugiados de otras latitudes, como los
provenientes de Oriente Medio a raíz de la seguidilla de cruentas guerras que
desde finales del siglo XX experimenta la región.

Ejemplos de tolerancia
Integrantes de diferentes religiones pueden tolerarse y aceptar sus diferencias.
Como se verá a continuación, no todos los casos de tolerancia son moralmente
admirables, al menos según los estándares de hoy. Algunos ejemplos históricos
de tolerancia son:

• La tolerancia de la esclavitud. La esclavitud tiene una larga y triste presencia


en la historia, pero al mismo tiempo han existido desde siempre sus críticos:
voces que se oponían a ella y la consideraban inmoral, que eventualmente
acabaron triunfando. Pero la esclavitud pudo sobrevivir durante tantos siglos
por la tolerancia de parte de quienes estaban al tanto de que era una práctica
cuestionable, pero soportaban que fuera una actividad económica como
cualquier otra.
• El diálogo interreligioso. Se sabe que las religiones predican la verdad divina,
y que en su mayoría se muestran intolerantes respecto a los demás credos.
Esto motivó guerras y enfrentamientos a lo largo de la historia. Sin embargo,
ha habido épocas en que la tolerancia ha reinado y se ha producido un
enriquecedor diálogo entre tradiciones religiosas: entre el islam y el
cristianismo, entre protestantismo y catolicismo, etc. Esto es posible sólo si
se respeta el derecho del otro a pensar que maneja la verdad.
• El funcionamiento democrático pleno. Cuando una democracia es saludable,
en su ejercicio político reina siempre la tolerancia política: no hay persecución
de la disidencia, ni criminalización de la protesta, ni prohibición de militancias,
en general. Ello, no obstante, implica una cierta reciprocidad: no se puede
ser tolerante con quienes promueven la radicalización y la intolerancia, ni con
quienes aspiran a llegar al poder para vulnerar, justamente, la tolerancia
democrática.

Tolerancia e intolerancia: Lo contrario a la tolerancia es, lógicamente, la


intolerancia. Es decir, la oposición feroz y violenta a todo aquello que se
considera ajeno, equivocado o antinatural, a niveles variables que pueden ir
desde la oposición activa, hasta la persecución y el exterminio, dependiendo del
caso.

Un claro ejemplo de intolerancia fue el puesto en práctica por los totalitarismos


del siglo XX: fascismos y algunas formas de comunismo. Eran regímenes en los
que se perseguía a la disidencia, se la encarcelaba en campos de concentración,
y la sola acusación ideológica era suficiente para meter a alguien en problemas.

Otro ejemplo de intolerancia lo constituyen los colectivos religiosos y


fundamentalistas que se oponen a medidas civiles como el matrimonio entre
personas del mismo sexo o la legalización del aborto.

Tolerancia y respeto: Aunque estos dos términos suelen emplearse de manera


indistinta, no significan lo mismo. Por un lado, la tolerancia implica la aceptación
del otro, o sea, adoptar una actitud ajena respecto a la conducta de terceros, a
pesar de que en el fondo no la consideremos correcta o apropiada.

Por otro lado, el respeto implica una actitud más interesada y comprensiva, más
dispuesta a entender por qué el otro hace lo que hace o dice lo que dice, y en
lugar de tolerar que lo haga, empatizar con él, considerar sus motivaciones tan
válidas como las de cualquiera.

Valor respeto: surge cuando pasamos de la simple tolerancia, al reconocimiento


del otro, dando y a la vez exigiendo una postura más empática, más humana, y,
por ende, más igualitaria.

El respeto es una cualidad o valor que consiste en la consideración y valoración


que tiene un individuo hacia las otras personas, hacia una idea o una institución.
El respeto incluye actitudes como acatar ciertos códigos de protocolo o de
conducta, mostrar tolerancia hacia las opiniones o el accionar diferente,
adherirse a ciertos lineamientos éticos o morales y valorar los intereses ajenos.

Es uno de los valores fundamentales. Debe darse entre las personas para
garantizar la armonía social y suele estar relacionado con el concepto de
reciprocidad, es decir, es algo que debe entregarse de manera mutua.

El respeto implica un trato cordial y respetuoso entre las personas y supone


aceptar y comprender las similitudes y las diferencias con los demás individuos,
sus comportamientos, creencias, opiniones y actitudes.

Es un concepto importante en asuntos jurídicos, filosóficos y antropológicos, que


asume diversas formas, pero que tiene como objetivo principal mantener entre
los seres humanos una convivencia pacífica y cordial. Lo contrario a este valor
es la irreverencia, la grosería o la violencia.

Por otro lado, el respeto también se da hacia ideas, costumbres, normas,


símbolos o instituciones. Frente a estas situaciones el individuo debe actuar de
forma cortés y tolerante. En muchos contextos, es posible que una falta de
respeto a estos principios genere una sanción.

Tipos de respeto
Algunos tipos de respeto son:

• Respeto al prójimo: Consiste en comprender y aceptar a los demás


individuos, tanto su forma de ser como sus opiniones, creencias y actitudes.
El respeto al prójimo debe darse entre todas las personas y es una de las
bases que garantiza la convivencia y la armonía social.
• Respeto por las normas sociales: Consiste en conocer, aceptar y cumplir
las normas que rigen en una determinada sociedad. Estas normas se
formulan para mantener el bien común y se basan en valores como la
tolerancia, la amabilidad y la solidaridad. El no cumplimiento de las normas
sociales no suele ser motivo de sanción, aunque en muchos casos puede
acarrear una sanción social.
• Respeto por las leyes: Consiste en conocer, aceptar y respetar las leyes
dictadas por el organismo competente de un determinado territorio. Las leyes
están presentes en muchos ámbitos de desarrollo del individuo y se formulan
para que se respeten los derechos y deberes, y para garantizar la paz social.
En caso de no cumplir las leyes, el individuo recibirá una sanción.
• Respeto a la autoridad: Consiste en aceptar y respetar a determinadas
figuras de autoridad que se desempeñan en un cargo determinado. Tal es el
caso de profesores, padres, presidentes, entre muchos otros.
• Respeto a los símbolos patrios: Consiste en conocer, aceptar y respetar
los símbolos que representan a una determinada nación o territorio. Los
símbolos patrios son el reflejo de los valores principales de un pueblo, por lo
que se los debe tratar con seriedad y respeto. Algunos de los símbolos
patrios más representativos son la bandera, el himno y el escudo.
• Respeto a las costumbres y tradiciones: Consiste en aceptar y respetar
las tradiciones, costumbres y creencias de un determinado pueblo o territorio.
Las tradiciones de un grupo son el reflejo de su historia y de su forma de
entender el mundo, por lo que son una creación humana que debe ser
aceptada y tolerada.
• Respeto por la naturaleza: Consiste en respetar los espacios naturales y a
todos los individuos que viven en los distintos ecosistemas. El respeto por el
medio ambiente es fundamental para mantener la vida en el planeta Tierra.
• Respeto por las creencias: Consiste en aceptar y respetar las creencias o
religiones de todos los individuos. Al ser la persona un ser libre, tiene la
capacidad de elegir sus propios ritos y manifestaciones espirituales (siempre
y cuando no perjudiquen la integridad de terceros) y estas deben ser
toleradas.
• Respeto a la diversidad: Consiste en aceptar y tolerar las diferentes
creencias, opiniones, ideas, puntos de vista, actitudes, gustos, elecciones o
acciones, aunque difieran de las propias. Así, el ser humano es capaz de
ejercer libertades como la libertad de expresión, de elección, de culto, entre
otras.
• Respeto por la vida: Consiste en aceptar y respetar la vida ajena e implica
no poner en riesgo, bajo ninguna circunstancia, la integridad física o
psicológica de los demás individuos.

Ejemplos de respeto
Algunos ejemplos de situaciones que ilustran una relación de respeto pueden
ser:

• Cuando el profesor ingresa al aula, los alumnos callan y se ponen de pie.


• Los niños deben prestar atención cuando sus padres o representantes
hablan.
• En las culturas orientales, los ancianos y personas mayores son
reverenciados, sus opiniones escuchadas y sus prioridades atendidas.
• Los vecinos en un edificio se adhieren a un código de normas que garantiza
el respeto mutuo y así evitar los enfrentamientos: hasta qué hora poner
música, cómo manejar la basura, etc.
• Cuando se respeta la ley de tránsito, se acepta conducir de una determinada
manera, común a todos los habitantes del país.
• El respeto por la naturaleza puede darse en la medida en que no ensuciamos
los paisajes, no violentamos a la vida silvestre más de lo debido y no cazamos
ni talamos indiscriminadamente.
• El respeto por las creencias se da cuando no interferimos en los ritos y las
manifestaciones espirituales de terceros, ni les impedimos llevarlas a cabo
por ser distintas a las nuestras.
• El respeto por la vida implica no matar.
• El respeto como valor y su importancia
• El respeto es uno de los valores más destacados en las relaciones humanas,
porque es el que permite que los individuos se traten entre sí de forma
amable, tolerante y respetuosa. Este valor implica aceptar y comprender al
prójimo más allá de las diferencias y pone a todos los individuos en un plano
de igualdad.
Es una cualidad que se espera que guíe las actitudes y los comportamientos de
todos los individuos, para generar entornos cordiales y amables en los que se
respeten los derechos y las diferencias. El respeto como valor tiene diferentes
manifestaciones y es la base de estructuras como la ley, las religiones y las
normas sociales y morales, que guían el comportamiento de los individuos en
los entornos sociales.

Fomentar el respeto es fundamental para la construcción de sociedades


armoniosas y plurales. Una sociedad basada en el respeto es una sociedad con
riqueza, en la que conviven distintas creencias, cultos, elecciones, y en la que
existe tolerancia hacia todas las manifestaciones del ser humano. El respeto
debe ser inculcado desde la primera infancia, en entornos como la familia y la
escuela. A los niños y niñas se les enseña a respetar a sus padres, a sus pares,
a sus maestros, a la diversidad de opiniones y características de cada individuo
y a las instituciones, celebraciones, símbolos, entre otros.

Por otra parte, se conoce como “falta de respeto” a aquellas actitudes o


comportamientos que atentan contra algo o alguien. Se designa con el término
“irrespetuoso/a” a aquella persona que falta el respeto a otra u otros. Al faltar el
respeto se actúa con intolerancia o se trata de forma descortés o se vulneran los
derechos de otros individuos. Se es irrespetuoso cuando no se aceptan normas
o no se rinde el respeto esperado a símbolos, autoridades, ceremonias, ritos,
entre otros.
Bibliografía:

https://dhpedia.wikis.cc/wiki/Derechos_sociales

https://es.wikipedia.org/wiki/Tres_generaciones_de_derechos_humanos

https://concepto.de/responsabilidad/

https://concepto.de/tolerancia/

https://concepto.de/honestidad/

https://concepto.de/respeto/

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