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CENTRO UNIVERSITARIO

SIGLO XXI

MAESTRÍA EN JUICIOS ORALES

TEMA: TAREAS

ASIGNATURA: TEORÍA GENERAL DE LOS


DERECHOS FUNDAMENTALES

ASESOR: MTRO. JUAN CARLOS GARCÍA SÁNCHEZ.

ALUMNO: CESAR ESTEBAN CORDOVA VÁZQUEZ

CUNDUACÁN, TABASCO, MARZO DEL 2024

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LOS DERECHOS HUMANOS Y SUS GENERACIONES.

El reconocimiento legal de los derechos humanos ha tenido una larga historia.


Algunos derechos han sido incluidos en las leyes mucho antes que otros, que sólo
han sido aceptados después de largas luchas sociales. Por eso podemos clasificar
los derechos en grupos, a los que se suele denominar las tres generaciones de los
derechos humanos.

La primera generación incluye los derechos civiles y políticos. Estos derechos


fueron los primeros en ser reconocidos legalmente a finales del siglo XVIII, en la
Independencia de Estados Unidos y en la Revolución Francesa. Se trata de
derechos que tratan de garantizar la libertad de las personas. Su función principal
consiste en limitar la intervención del poder en la vida privada de las personas, así
como garantizar la participación de todos en los asuntos públicos. Los derechos
civiles más importantes son: el derecho a la vida, el derecho a la libertad
ideológica y religiosa, el derecho a la libre expresión o el derecho a la propiedad.
Algunos derechos políticos fundamentales son: el derecho al voto, el derecho a la
huelga, el derecho a asociarse libremente para formar un partido político o un
sindicato, etc.

La segunda generación recoge los derechos económicos, sociales y culturales.


Estos derechos fueron incorporados poco a poco en la legislación a finales del
siglo XIX y durante el siglo XX. Tratan de fomentar la igualdad real entre las
personas, ofreciendo a todos las mismas oportunidades para que puedan
desarrollar una vida digna. Su función consiste en promover la acción del Estado
para garantizar el acceso de todos a unas condiciones de vida adecuadas.
Algunos derechos de segunda generación son: el derecho a la educación, el
derecho a la salud, el derecho al trabajo, el derecho a una vivienda digna, etc.

La tercera generación de derechos ha ido incorporándose a las leyes a finales del


siglo XX y comienzos del siglo XXI. Pretenden fomentar la solidaridad entre los
pueblos y las personas de todo el mundo. Su función es la de promover unas
relaciones pacíficas y constructivas que nos permitan afrontar los nuevos retos a
los que se enfrenta la Humanidad. Entre los derechos de tercera generación
podemos destacar los siguientes: el derecho a la paz, el derecho al desarrollo y el
derecho a un medio ambiente limpio que todos podamos disfrutar.

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Las generaciones de los derechos humanos son etapas no estrictas de la
evolución que tienen los derechos humanos. Entre los teóricos que estudian estas
etapas no existe un encuentro uniforme de la existencia y características de las
etapas.

Recordemos que los derechos humanos son progresivos y un jurista llamado karel
Vasak fue de los primeros en sostener que existen generaciones de derechos
humanos. Karel Vasak estudió la evolución que tuvieron los DDHH en Europa y
determinó que existen tres generaciones de derechos humanos, sin embargo no
hay una teoría consensuada en el número de generaciones, sus alcances y sus
límites. Incluso muchos autores hablan de la existencia de una cuarta generación.

Primera generación

Los derechos humanos de primera generación son los derechos civiles y políticos,
los cuales surgieron durante la ilustración con influencia de la independencia de
las trece colonias y la revolución francesa.

Surgen para proteger a las personas de los excesos del estado en el siglo XVIII,
Se incluyen derechos como la libertad de expresión, la libertad de asociación, la
libertad religiosa, la seguridad jurídica, el voto, la igualdad entre el hombre y la
mujer, a la prohibición de las torturas, la nacionalidad, entre otros.

Características de la primera generación:

Implican una obligación del estado a respetarlos, con causa excepcional de no


observancia.

Los derechos civiles corresponden para todos los seres humanos.

Les corresponde a los individuos su reclamo.

Los derechos políticos corresponden a todos los ciudadanos.

Ejemplos:

Libertad de circular dentro del país.

Derecho a ocupar cargos de elección popular.

Libertad de reunión y asociación

Derecho al voto libre y secreto.

Libertad de elegir un nombre, domicilio y estado civil.

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Segunda generación de los Derechos Humanos.

Segunda generación

La segunda generación de derechos humanos empieza al finalizar la segunda


guerra mundial (1948), incluidos en la declaración universal de los Derechos
humanos, así como en el pacto internacional de derechos económicos sociales y
culturales.

En esta segunda generación se incluyen derechos económicos, sociales y


culturales. Los derechos relacionados son la seguridad social, el trabajo en
buenas condiciones, la libertad de asociación laboral, la salud, alimentación,
vestido, vivienda, asistencia médica tanto para la persona, como para la familia, la
salud mental, la maternidad, la educación.

Características de la segunda generación:

El estado tiene corresponsabilidad en la promoción y protección de los derechos


humanos.

Las colectividades están formadas por individuos, por lo que se reconocen


derechos colectivos.

Puede ser reclamada de forma directa e indirecta para la protección de los


derechos humanos por parte de los estados.

Corresponden a legítimas aspiraciones de la sociedad.

Ejemplos:

Derecho a la seguridad social.

Libertad de las personas para elegir su profesión.

Derecho a un salario justo

Las personas gozan de condiciones equitativas y satisfactorias.

Derecho a formar sindicatos.

La educación inicial será garantizada por los estados.

Derecho a gozar de la vida cultural.

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Tercera generación

La tercera generación de Derechos Humanos surge en el siglo XX, hacen


referencia derechos colectivos y de mayor libertad para la autodeterminación
personal así como comunal. La tercera generación incentiva el progreso de la
sociedad y la unificación de los esfuerzos internacionales por incrementar la
calidad de vida.

Características de la tercera generación de los Derechos humanos:

Maduran los derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales.

Se incorporan derechos de cooperación entre los pueblos.

Pertenecen a grupos imprecisos con un interés legítimo.

El estado y la comunidad internacional son garantes de su protección.

Ejemplos:

La autodeterminación de los pueblos.

El establecimiento del patrimonio cultura de la humanidad.

La independencia económica y política de los pueblos.

La identidad nacional y cultural.

Derecho a la paz y a la sana convivencia.

La coexistencia de diferentes formas de pensar.

Derecho a la justicia social internacional.

Cuarta de las generaciones de los derechos humanos

Como vimos no existe una clasificación de las generaciones de los derechos


humanos universal. Para ver la evolución de los DDHH hay que analizar la
evolución de los derechos en cada sociedad, sin embargo, la clasificación
propuesta por Vasak es la más difundida.

La clasificación de Vasak incluye únicamente tres generaciones. Algunos autores


incluyen una cuarta generación para clasificar a los derechos que surgen con la
creación de la tecnología.

Ejemplos:

El derecho a existir digitalmente.

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El derecho al olvido.

Los derechos del consumidor digital.

El derecho al honor digital.

El derecho a la identidad digital.

Derecho a la propiedad espacial.

Derecho a la información universal.

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SUSPENSION DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS DE LOS
INTERNOS DE LOS CENTROS DE REINSERCIÓN SOCIAL.

Los derechos políticos son considerados como un sector de los derechos


humanos; ese conjunto de prerrogativas o libertades que se reconocen al hombre
en cuanto tal. Conforme a estos derechos, el individuo participa en la construcción
de la estructura estatal ejerciendo su derecho al voto. Los derechos políticos
presuponen sin embargo conforme a la propia Constitución Mexicana, a la
ciudadanía.

Una de las nobles características de los derechos humanos consiste en que se


reconocen a todos los seres humanos sin distinción de origen, credo,
nacionalidad, orientación sexual, ni ningún otro criterio que le discrimine. En ese
sentido los derechos políticos no se acomodan muy bien al concepto en razón de
que estos son ejercidos sólo por los ciudadanos de un estado y vedados a quienes
no lo son, lo que se desprende del propio texto del artículo 33 Constitucional, que
prohíbe tajantemente a los extranjeros tomar parte en los asuntos políticos del
país.

Pese a esta limitación, que se impone al menos por ahora (y que podría variar
según el grado de globalización que se alcance a nivel mundial, sobre todo con la
formación de comunidades continentales que poco a poco abracen a varios
países); es posible observar que los llamados derechos políticos como parte de
los derechos humanos, toman carta de naturalización a escala mundial, basta ver
el contenido por ejemplo de los artículos 21 de la propia Declaración Universal de
los Derechos Humanos, el artículo 25 del pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos o el artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

La idea fundamental que en ellos se establece es que estos derechos deben


asegurarse y protegerse contra restricciones o suspensiones indebidas aún por
motivos de edad, residencia, nacionalidad, capacidad civil o psíquica y a causa de
una condena penal. Es justamente este último aspecto sobre el que versan las
siguientes reflexiones.

Casi la cuarta parte de los postulados constitucionales se refieren a los derechos


humanos que básicamente aparecen divididos según su naturaleza en civiles,
políticos y sociales, pero su profusa regulacion constitucional y legal no garantiza

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necesariamente que esta sea adecuada, tal como ha ocurrido con otros aspectos
normativos.

En la normatividad Constitucional y legal en torno a la suspensión de los derechos


políticos se observa una sistematización confusa y un uso que puede resultar
excesivo y por lo tanto contrario a los ideales democráticos que inspiran su
existencia.

Ya adelantábamos que a nivel constitucional, los artículos 34 y 38 regulan los


requisitos para ser ciudadano de la república, los derechos ciudadanos o políticos
como el votar o ser votado y las obligaciones inherentes, así como las causas que
motivan la pérdida o suspensión de tales derechos.

Dispone el artículo 34 Constitucional básicamente que son ciudadanos los


mexicanos que cuenten con 18 años cumplidos y tengan un "modo honesto de
vivir", este último requisito además de que en rigor no es reconocido entre los
criterios democráticos universales, donde por ejemplo, según el texto del artículo
23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (en vigor desde marzo
de 1981), los Estados quedan autorizados para reglamentar los derechos políticos;
precisa que será "exclusivamente por razones de edad, nacionalidad, residencia,
idioma, instrucción, capacidad civil o mental o condena, por juez competente en
proceso penal", luego es claro que aun considerando el rango de esta disposición,
tal requisito resulta como mínimo cuestionable y más aún si se toma en cuenta
que la expresión puede dar lugar a interpretaciones subjetivas que aparejen un
trato desigual a los iguales.

Pero aun soslayando éstos aspectos, se aprecia que el artículo 35 Constitucional


como la primera de las prerrogativas que otorga al ciudadano, dispone su derecho
a votar en las elecciones populares (fracción I) y en la fracción Il su derecho a ser
votado para cualquier cargo de elección popular. Sin embargo, el numeral 36
fracción III estima que el voto es una obligación ciudadana de modo que también
en México y desde la Constitución se plantea el antiguo debate en torno al cuál es
la naturaleza del voto, ya lo debatían los franceses en su Asamblea Constituyente
de 1791 y aquí en México y tal vez para no prolongar la polémica, se estableció en
el artículo 4° del COFIPE, que votar constituye al mismo tiempo un derecho y una
obligación.

No es nuestro propósito participar en una polémica que además de compleja,


resulta ajena al área del derecho penal, sin embargo, es claro que para los efectos
de la suspensión de los derechos políticos como sanción resultaría al menos

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importante conocer su naturaleza, pues es bastante claro que como pena no es lo
mismo que a una persona "se le prive de un derecho" a que "se le releve de una
obligación".

Entre las teorías que intentan explicar la naturaleza del voto, figura la llamada
voto-prerrogativa que bajo esta expresión intenta englobar al voto como un
derecho y como una obligación. Otra es el voto derecho natural del individuo y una
tercera es la del voto-función pública sostenida por Carré de Malberg, para quien
si la función de votar se deduce de la soberanía estatal, luego antes del Estado no
hay soberanía y en consecuencia tampoco hay derecho de votar, posteriormente
este autor se muestra más conciliador y admite con Jellineck que "el derecho de
elección es sucesivamente un derecho individual y una función estatal; es ésta la
teoría del voto-derecho función.

Desde luego, que igual que ocurre con la idea del libre albedrío como fundamento
de la culpabilidad, en este tema podríamos estimar que aunque no sea posible (al
menos en este momento), determinar plenamente la naturaleza del voto, la idea
que mejor se acomoda a las bases democráticas es la que lo estima como un
derecho natural del individuo ciudadano, y en realidad, sólo con tal criterio se
puede entender que su privación sea considerada como una pena.

Esta concepción toma forma con J. J. Rousseau y por lo tanto, es sin duda un
producto más del iluminismo, según Rousseau, los miembros del Estado al ser
origen del poder público, poseen una parte de soberanía, de ahí que luego tienen
el derecho de ejercerla, consecuentemente, se trata de un derecho natural
inherente a la persona ciudadana e incluso anterior al acto constitutivo mismo.
Rousseau defiende con tanto calor esta idea que dice "Tendría que hacer aquí
muchas reflexiones sobre el simple derecho de voto... derecho que nadie puede
quitar a los ciudadanos, así como sobre el de opinar, proponer... discutir...30

Tal vez parezca una exageración comparar el derecho de votar con el derecho de
expresión o mejor, que el Estado como parte del ius puniendi pudiera llegar a
cancelar el derecho de alguno a opinar, proponer o discutir como lo hace y con
mucha facilidad con los derechos políticos, no obstante, es claro que ésta forma
de proceder es contraria a la tendencia democrática de incluir al voto como un
derecho humano tal como ocurre en los diversos tratados internacionales suscrito
por nuestro país, ya reseñados.

En suma, si se considera que los derechos políticos (y concretamente, el derecho


de votar y ser votado), son justamente derechos, más que obligaciones, y que se

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trata de derechos humanos del ciudadano; sería manifiesto el exceso en que
incurre el Estado mexicano al disponer por lo menos su suspensión en casi
cualquier supuesto y no reservar su uso a situaciones concretas y excepcionales,
esto redunda en perjuicio de diversos instrumentos internacionales como la propia
Convención Americana sobre Derechos Humanos que en su artículo 23 autoriza a
los estados firmantes a reglamentar y por tanto restringir los derechos políticos,
pero textualmente -dice-, por razón de una condena por juez competente y no
simplemente por la existencia de una causa penal contra un ciudadano.

De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 38 Constitucional los derechos


ciudadanos o políticos se suspenden (en materia penal) cuando el individuo está
prófugo de la justicia al dictarse una orden de aprehensión (fracción V).
Evidentemente se trata de un supuesto que cubre momentos previos a la
iniciación del proceso.

También se suspenden los derechos políticos por estar sujeto el individuo a un


proceso criminal por delito que merezca pena corporal a partir de que se dicta el
auto de formal prisión (fracción 11). Ocurre pues que se produce la suspensión
invariablemente durante el desarrollo del proceso, cualquiera que sea la
naturaleza del delito con tal que apareje pena corporal.

Igualmente se suspenden estos derechos cuando en la sentencia se impone como


pena (fracción VI). Cabría esperar que esto ocurriera sólo en los casos en que la
ley lo estableciera para esos delitos. Empero, sucede que conforme a la fracción
Ill, también se suspenden los derechos durante la extinción de una (cualquier)
pena. En conclusión, desde el nivel constitucional está echada la suerte sobre el
uso de esta estrategia, que casi bajo cualquier criterio resulta como mínimo,
generoso.

El Código de Procedimientos Federales en el inciso 12 del artículo 24, establece


en carácter de pena la suspensión de derechos y en el artículo 45, precisa que la
suspensión de derechos puede ser de dos clases a saber; la que por sentencia se
impone como sanción (fracción Il) y la que por ministerio de la ley resulta de una
sanción como consecuencia necesaria de ésta, en cuyo caso dice, tal suspensión,
comienza y concluye con la propia sanción de que es consecuencia. En este
supuesto cabría preguntarse si conserva su calidad de pena o se trata de una
diversa consecuencia jurídica del delito que presupone a una pena. El artículo 46
reitera que la pena de prisión produce la suspensión de los derechos políticos,
entre otros.

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De las anteriores disposiciones se aprecian numerosos supuestos de suspensión
de los derechos políticos, quizá, con mejor técnica legislativa y sólo desde el plano
formal, resultaría mejor y sobre todo, más económico, señalar en que casos no se
suspenden estos derechos. A nivel constitucional casi en cualquier etapa del
procedimiento es posible su suspensión, incluso antes de que se dicte un auto de
formal prisión pues basta que se emita un mandamiento de captura para que el
individuo sea considerado un prófugo de la justicia y en esas condiciones, procede
la suspensión de derechos políticos. No se distingue si se trata de delitos
considerados como graves o no graves o si se trata de un delito doloso o culposo
o si se trata de un delito electoral o no, quizá el único requisito es que se trate de
una pena corporal, y si la ley no distingue desde luego no lo hacen los juzgadores.

La naturaleza del delito con tal que prevea pena corporal. En estos dos supuestos
(en caso de órdenes de aprehensión o del dictado de auto de formal prisión), sin
embargo, resulta evidente que la suspensión de derechos políticos no posee la
naturaleza o mejor, la denominación de sanción penal formal, no podría
denominársele así supuesto que aún no existe una sentencia del caso pero por
supuesto que sus dramáticos efectos son los mismos. Es claro no obstante que
materialmente causa exactamente los mismos efectos, al menos para el votante-
votado.

El que una consecuencia jurídica delictiva sea al mismo tiempo utilizada con otros
propósitos no es un asunto nuevo, sucede lo mismo por ejemplo con la pena de
prisión a lo que se le llama prisión preventiva y es usada antes de que exista una
sentencia condenatoria, sólo que al menos en este caso su utilización se justifica
bajo el argumento de que se trata de una medida cautelar para asegurar la
presencia del justiciable durante el proceso. Esto no podría decirse por ejemplo
tratándose de la suspensión de derechos políticos. En otras palabras, para los
efectos de un proceso penal ¿que sería lo que intentáramos garantizar o afianzar
con la suspensión de los derechos ciudadanos de voto? Y es que resulta evidente
que las medidas cautelares son instrumentos jurídicos que se utilizan (debida o
indebidamente) para los efectos o finalidades procedimentales, pero la suspensión
de derechos en definitiva no tiene esa utilidad.

Otro aspecto que debe considerarse es el principio de presunción de inocencia


que rige en todo proceso penal, ahora recogido expresamente en el artículo 20 de
la Constitución. Una consecuencia natural de este principio es la imposibilidad
estatal para imponer una pena, cualquiera que esta sea, a un individuo a quien no

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se ha definido su situación jurídica en definitiva, es decir, en una sentencia
ejecutoria.

Sin embargo, si intentamos aplicar este principio al tema de los derechos políticos,
su elusiva naturaleza y su opacidad conceptual (la de los derechos políticos
propiamente y la de la suspensión) generada por la normatividad mexicana
representan el primer obstáculo, uno que parece insuperable a menos se
modifiquen los términos de la propia norma fundamental y se logre congruencia
con la reglamentación secundaria.

En efecto, si alguien argumentara que durante el proceso no es posible y sobre


todo no es legal, suspender sus derechos políticos en virtud de que eso
contravendría el principio de presunción de inocencia, bastaría con hacerle notar
que esa suspensión no se le impone en vía de pena sino como una especie de
medida cautelar o para decirlo en los términos resueltos por la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación "...no debe confundirse la suspensión que
se concretiza con la emisión de dicho auto (formal prisión) con las diversas
suspensiones que como pena prevé el numeral 46 aludido (del Código Penal
federal) como consecuencia de la sentencia condenatoria...".

Arguye la Corte que la primera suspensión tiene efectos sólo temporales -y


podríamos agregar mientras se dicta la sentencia- y que en el segundo caso son
definitivos. Así que -como lo solicita la Corte-, no nos confundamos, pues no se
trata de lo mismo, de ahí que no sea posible que prospere el criterio de la
ampliación de garantías.

Sin duda alguna que una farragosa o al menos complicada e inconexa regulación
normativa, impide dar vigencia adecuada a los principios y garantías de derecho
penal, pero no por ello debe olvidarse que una es la ley legislada, con toda su
carga de errores y virtudes y otra la ley interpretada la que para bien o para mal,
puede alejarse de su texto literal. Desde luego que lo deseable sería que estas
interpretaciones resultaran en fortalezas para los derechos del hombre y no en su
desdoro y para ello lo aconsejable es que en forma sistemática se intente ajustar
los textos, a los principios de derecho penal y desairar las interpretaciones
letrísticas o aún peor, aquellas en las que se puede dar cabida a una opinión de
conveniencia momentánea.

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Registro digital: 2020171

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Décima Época

Materia(s): Común, Constitucional

Tesis:II.3o.A.1 CS (10a.)

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Tipo: Tesis Aislada

COMUNIDADES INDÍGENAS. ASPECTOS A CONSIDERAR POR EL


JUZGADOR PARA TENER POR ACREDITADA SU REPRESENTACIÓN EN EL
JUICIO DE AMPARO INDIRECTO, CUANDO EXISTA DISCREPANCIA EN LAS
ACTAS DE ASAMBLEA EN CUANTO A QUIÉN CORRESPONDE.

Los pueblos indígenas tienen derecho a regirse por sus propias normas
consuetudinarias, de conformidad con el artículo 2o. de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, en relación con el diverso 8 del Convenio 169
sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, de la Organización
Internacional del Trabajo; de ahí que cuando exista un conflicto interno en cuanto
a quién corresponde la representación de las comunidades indígenas, por existir
diversas actas de asamblea celebradas bajo sus usos y costumbres, pero que
discrepan en cuanto a ese aspecto, el juzgador, para tenerla por acreditada en el
juicio de amparo indirecto, debe ponderar los elementos que permitan, a partir de
la existencia de informes y pruebas, tener mayor conocimiento de los usos y
costumbres de las referidas comunidades, así como de las facultades para
convocar a las asambleas, en lo relativo a la revocación y nombramiento de las
autoridades que los representan; además, es válido considerar, entre otros, los
elementos citados en la jurisprudencia 1a./J. 59/2013 (10a.), emitida por la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de título y subtítulo:
"PERSONAS INDÍGENAS. SU PROTECCIÓN ESPECIAL A CARGO DEL
ESTADO SURGE A PARTIR DE LA AUTOADSCRIPCIÓN DEL SUJETO A UNA
COMUNIDAD INDÍGENA O DE LA EVALUACIÓN OFICIOSA DE LA AUTORIDAD
MINISTERIAL O JUDICIAL ANTE LA SOSPECHA FUNDADA DE QUE EL
INCULPADO PERTENECE A AQUÉLLA.", los cuales son: 1) constancias de la
autoridad comunitaria; 2) prueba pericial antropológica; 3) testimonios; 4) criterios

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etnolingüísticos; y/o 5) cualquier otro medio que permita acreditar la pertenencia,
arraigo, la identidad y/o asentamiento físico a la comunidad indígena, pues ello
permitirá tener mayor claridad para valorar correctamente las actas de asamblea y
determinar a quién corresponde la representación de la comunidad indígena, la
calidad de sus integrantes y de los miembros del consejo que se hubiera formado
a partir del reconocimiento que tuvieran como indígenas.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL


SEGUNDO CIRCUITO.

Queja 195/2018. Juan Villegas Mejía. 4 de abril de 2019. Unanimidad de votos.


Ponente: María del Pilar Bolaños Rebollo. Secretaria: Claudia Rodríguez
Villaverde.

Nota: La tesis de jurisprudencia 1a./J. 59/2013 (10a.) citada, aparece publicada en


el Semanario Judicial de la Federación del viernes 6 de diciembre de 2013 a las
6:00 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima
Época, Libro 1, Tomo I, diciembre de 2013, página 287.

Esta tesis se publicó el viernes 28 de junio de 2019 a las 10:34 horas en el


Semanario Judicial de la Federación.

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LOS TRATADOS Y CONVENCIONES INTERNACIONALES SUSCRITAS
POR MÉXICO

1. Declaraciones Internacionales De Derechos Humanos Firmadas Por México

1.1 Declaración Americana De Los Derechos Y Deberes Del Hombre (2 De mayo


De 1948)

1.2 Declaración Universal De Derechos Humanos (10 De diciembre De 1948)

1.3 Reglas Mínimas Para El Tratamiento De Los Reclusos (30 De agosto De 1955)

1.4 Declaración De Los Derechos Del Niño (20 De noviembre De 1959)

1.5 Declaración Sobre La Concesión De La Independencia A Los Países Y


Pueblos Coloniales (14 De diciembre De 1960)

1.6 Declaración De Las Naciones Unidas Sobre La Eliminación De Todas Las


Formas De Discriminación Racial (20 De noviembre De 1963)

1.7 Declaración Sobre El Fomento Entre La Juventud De Los Ideales De Paz,


Respeto Mutuo Y Comprensión Entre Los Pueblos (7 De diciembre De 1965)

1.8 Declaración Sobre La Eliminación De La Discriminación Contra La Mujer (7 De


noviembre De 1967)

1.9 Declaración Sobre El Asilo Territorial (14 De diciembre De 1967)

1.10 Declaración Sobre El Progreso Y Desarrollo En Lo Social (11 De diciembre


De 1969)

1.11 Declaración De Los Derechos Del Retrasado Mental (20 De diciembre De


1971)

1.12 Declaración De Estocolmo Sobre El Medio Ambiente Humano (16 De junio


De 1972)

1.13 Declaración Universal Sobre La Erradicación Del Hambre Y La Malnutrición


(16 De noviembre De 1974)

1.14 Declaración Sobre La Protección De La Mujer Y El Niño En Estados De


Emergencia O De Conflicto Armado (14 De diciembre De 1974)

16
1.15 Declaración Sobre La Utilización Del Progreso Científico Y Tecnológico En
Interés De La Paz Y En Beneficio De La Humanidad (10 De noviembre De 1975)

1.16 Declaración Sobre La Protección De Todas Las Personas Contra La Tortura


Y Otros Tratos O Penas Crueles, Inhumanos O Degradantes (9 De diciembre De
1975)

1.17 Declaración De Los Derechos De Los Impedidos (9 De diciembre De 1975)

1.18 Declaración Sobre La Raza Y Los Prejuicios Raciales (27 De noviembre De


1978)

1.19 Declaración Sobre Los Principios Fundamentales Relativos A La Contribución


De Los Medios De Comunicación De Masas Al Fortalecimiento De La Paz Y La
Comprensión Internacional, A La Promoción De Los Derechos Humanos Y A La
Lucha Contra El Racismo, El Apartheid Y La Incitación A La Guerra (28 De
noviembre De 1978)

1.20 Código De Conducta Para Funcionarios Encargados De Hacer Cumplir La


Ley (17 De diciembre De 1979)

1.21 Declaración Sobre La Eliminación De Todas Las Formas De Intolerancia Y


Discriminación Fundadas En La Religión O Las Convicciones (25 De noviembre
De 1981)

1.22 Declaración Sobre El Derecho De Los Pueblos A La Paz (12 De noviembre


De 1984)

1.23 Declaración Sobre Los Principios Fundamentales De Justicia Para Las


Víctimas De Delitos Y Del Abuso De Poder (29 De noviembre De 1985)

1.24 Declaración Sobre El Derecho Al Desarrollo (4 De diciembre De 1986)

1.25 Conjunto De Principios Para La Protección De Todas Las Personas


Sometidas A Cualquier Forma De Detención O Prisión (9 De diciembre De 1988)

1.26 Principios Básicos Sobre La Función De Los Abogados (7 De septiembre De


1990)

1.27 Principios Básicos Para El Tratamiento De Los Reclusos (14 De diciembre De


1990)

1.28 Declaración Sobre La Protección De Todas Las Personas Contra Las


Desapariciones Forzadas (18 De diciembre 1992)

17
1.29 Declaración Universal Sobre El Genoma Humano Y Los Derechos Humanos
(11 De noviembre De 1997)

1.30 Declaración Sobre El Derecho Y El Deber De Los Individuos, Los Grupos Y


Las Instituciones De Promover Y Proteger Los Derechos Humanos Y Las
Libertades Fundamentales Universalmente Reconocidos (9 De diciembre De
1998)

1.31 Convención Americana Sobre Derechos Humanos “Pacto De San José De


Costa Rica” - OEA, San José De Costa Rica, 22 De noviembre De 1969

Tratados Internacionales De Derechos Humanos Firmados Y Ratificados Por


México

A. Derechos Civiles Y Políticos

A.1 Convención Sobre Extradición - OEA, Montevideo, Uruguay, 26 De diciembre


De 1933

A.2 Pacto Internacional De Derechos Civiles Y Políticos - ONU, Nueva York, E. U.


A., 16 De diciembre De 1966

A.3 Primer Protocolo Facultativo Del Pacto Internacional De Derechos Civiles Y


Políticos - ONU, Nueva York, E. U. A., 16 diciembre De 1966

A.4 Protocolo A La Convención Americana Sobre Derechos Humanos Relativo A


La Abolición De La Pena De Muerte - OEA, Asunción, Paraguay, 6 De agosto De
1990

A.5 Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y


Políticos, Destinado a Abolir la Pena de Muerte - ONU, Nueva York, E. U. A., 15
De diciembre De 1989

B. Derechos Económicos, Sociales Y Culturales

B.1 Convenio Sobre Protección De Instituciones Artísticas Y Científicas Y


Monumentos Históricos - OEA, Washington D. C., E. U. A., 15 De abril De 1935

B.2 Pacto Internacional De Derechos Económicos, Sociales Y Culturales - ONU,


Nueva York, E. U. A., 16 De diciembre De 1966

B.3 Convención Sobre Las Medidas Que Deben Adoptarse Para Prohibir E
Impedir La Importación, La Exportación Y La Transferencia De Propiedad Ilícitas
De Bienes Culturales - Unesco, París, Francia, 14 De noviembre De 1970

18
B.4 Protocolo Adicional A La Convención Americana Sobre Derechos Humanos
En Materia De Derechos Económicos, Sociales Y Culturales “Protocolo De San
Salvador” - OEA, San Salvador, El Salvador, 17 De noviembre De 1988

B.5 Convenio Sobre La Diversidad Biológica - ONU, Río De Janeiro, Brasil, 5 De


junio De 1992

C. Tortura

C.1 Convención Contra La Tortura Y Otros Tratos O Penas Crueles Inhumanos o


Degradantes - ONU, Nueva York, E. U. A., 10 De diciembre De 1984

C.2 Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura -OEA,


Cartagena de Indias, Colombia, 9 de diciembre de 1985

C.3 Protocolo facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o


Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes

D. Erradicación de la Esclavitud, Servidumbre y Trabajo Forzoso

D.1 Convención Internacional Para La Supresión De La Trata De Mujeres Y


Menores -ONU, Ginebra, Suiza, 30 De septiembre De 1921

D.2 Convención Relativa A La Esclavitud -ONU, Ginebra, Suiza, 25 De septiembre


De 1926

D.3 Convenio Internacional Del Trabajo (Núm. 29) Relativo Al Trabajo Forzoso U
Obligatorio -OIT, Ginebra, Suiza, 28 De junio De 1930

D.4 Convención Internacional Relativa A La Represión De La Trata De Mujeres


Mayores De Edad -ONU, Ginebra, Suiza, 11 De octubre De 1933

D.5 Protocolo Que Modifica El Convenio Para La Represión De La Trata De


Mujeres Y Menores Concluido En Ginebra El 30 De septiembre De 1921 Y El
Convenio Para La Represión De La Trata De Mujeres Mayores De Edad,
Concluido En La Misma Ciudad El 11 De octubre De 1933 - ONU, Lake Success,
Nueva York, E. U. A., 12 De noviembre De 1947

D.6 Convenio Para La Represión De La Trata De Personas Y De La Explotación


De La Prostitución Ajena Y Protocolo Final - ONU, Lake Success, Nueva York, E.
U. A., 21 De marzo De 1950

19
D.7 Protocolo Para Modificar La Convención Relativa A La Esclavitud Firmada En
Ginebra El 25 De septiembre De 1926 - ONU, Nueva York, E. U. A., 7 De
diciembre De 1953

D.8 Convención Suplementaria Sobre La Abolición De La Esclavitud, La Trata De


Esclavos Y Las Instituciones Y Prácticas Análogas A La Esclavitud - ONU,
Ginebra, Suiza, 7 De septiembre De 1956

D.9 Convenio Internacional Del Trabajo (Núm. 105) Relativo A La Abolición Del
Trabajo Forzoso - OIT, Ginebra, Suiza, 25 De junio De 1957

D.10 Acuerdo Internacional Para La Supresión Del Tráfico De Trata De Blancas,


Firmado En París El 18 De mayo De 1904, Enmendado Por El Protocolo Firmado
En Lake Success, Nueva York, El 4 De Mayo De 1949

D.11 Convenio Internacional Para La Supresión Del Tráfico De Trata De Blancas*

E. Derecho de Asilo

E.1 Convención Sobre Asilo - OEA, La Habana, Cuba, 20 De febrero De 1928

E.2 Convención Sobre Asilo Político - OEA, Montevideo, Uruguay, 26 De


diciembre De 1933

E.3 Convención Sobre El Estatuto De Los Refugiados -ONU, Ginebra, Suiza, 28


De Julio De 1951

E.4 Convenio Sobre Asilo Territorial -OEA, Caracas, Venezuela, 28 De marzo De


1954

E.5 Convenio Sobre Asilo Diplomático -OEA, Caracas, Venezuela, 28 De marzo


De 1954

E.6 Convención Sobre el Estatuto de Los Apátridas -ONU, Nueva York, E. U. A.,
28 De septiembre De 1954

E.7 Protocolo Sobre el Estatuto de los Refugiados -ONU, Nueva York, E. U. A., 31
de enero de 1967

F. Derechos De La Mujer

F.1 Convención Sobre Nacionalidad De La Mujer - OEA, Montevideo, Uruguay, 26


De diciembre De 1933

20
F.2 Convención Interamericana Sobre Concesión De Los Derechos Civiles A La
Mujer - OEA, Bogotá, Colombia, 30 De abril De 1948

F.3 Convención Interamericana Sobre Concesión De Los Derechos Políticos A La


Mujer OEA, Bogotá, Colombia, 2 De mayo De 1948

F.4 Convención Sobre Los Derechos Políticos De La Mujer - ONU, Nueva York, E.
U. A., 20 De diciembre De 1953

F.5 Convención Sobre La Nacionalidad De La Mujer Casada - ONU, Nueva York,


E. U. A., 20 De febrero De 1957

F.6 Convención Sobre La Eliminación De Todas Las Formas De Discriminación


Contra La Mujer - ONU, Nueva York, E. U. A., 18 De diciembre De 1979

F.7 Convención Interamericana Para Prevenir, Sancionar Y Erradicar La Violencia


Contra La Mujer “Convención De Belém Do Pará” -OEA, Belém Do Pará, Brasil, 9
De junio De 1994

F.8 Protocolo Facultativo De La Convención Sobre La Eliminación De Todas Las


Formas De Discriminación Contra La Mujer - ONU, Nueva York, E. U. A., 6 De
octubre De 1999

G. Derechos Del Niño

G.1 Convenio Internacional Del Trabajo (Núm. 58) Por El Que Se Fija La Edad
Mínima De Admisión De Los Niños Al Trabajo Marítimo - OIT, Ginebra, Suiza, 24
De octubre De 1936

G.2 Convenio (Núm. 90) Relativo Al Trabajo Nocturno De Los Menores En La


Industria - OIT, San Francisco California, E. U. A., 10 De julio De 1948

G.3 Convención Sobre Los Aspectos Civiles De La Sustracción Internacional De


Menores La Haya, Países Bajos, 25 De octubre De 1980

G.4 Convención Interamericana Sobre Conflictos De Leyes En Materia De


Adopción De Menores - OEA, La Paz, Bolivia, 24 De mayo De 1984

G.5 Convención Interamericana Sobre Restitución Internacional De Menores -


OEA Montevideo, Uruguay, 15 De Julio De 1989

G.6 Convención Sobre Los Derechos Del Niño - ONU, Nueva York, E. U. A., 20 De
noviembre De 1989

21
G.7 Convención Sobre La Protección De Menores Y La Cooperación En Materia
De Adopción Internacional - La Haya, Países Bajos, 29 De mayo De 1993

G.8 Convención Interamericana Sobre Tráfico Internacional De Menores - OEA,


México, D. F., 18 De marzo De 1994

G.9 Convenio (Núm. 182) Sobre La Prohibición De Las Peores Formas De Trabajo
Infantil Y La Acción Inmediata Para Su Eliminación - OIT, Ginebra, Suiza, 17 De
junio De 1999

G.10 Protocolo Facultativo De La Convención Sobre Los Derechos Del Niño,


Relativo A La Participación De Niños En Los Conflictos Armados - ONU, Nueva
York, E. U. A., 25 De mayo De 2000

G.11 Protocolo Facultativo De La Convención Sobre Los Derechos Del Niño


Relativo A La Venta De Niños, La Prostitución Infantil Y La Utilización De Los
Niños En La Pornografía - ONU, Nueva York, E. U. A., 25 De mayo De 2000

H. Derechos De Los Pueblos Indígenas

H.1 Convenio Internacional Del Trabajo (Núm. 107) Sobre Poblaciones Indígenas
Y Tribales - OIT, Ginebra, Suiza, 26 De junio De 1957

H.2 Convenio (Núm. 169) Sobre Pueblos Indígenas Y Tribales En Países


Independientes - OIT Ginebra, Suiza, 27 De junio De 1989

H.3 Convenio Constitutivo Del Fondo Para El Desarrollo De Los Pueblos


Indígenas De América Latina Y El Caribe - ONU, Madrid, España, 24 De Julio De
1992

I. Matrimonio Y Familia

I.1 Convención Sobre El Consentimiento Para El Matrimonio, La Edad Mínima


Para Contraer Matrimonio Y El Registro De Los Matrimonios - ONU, Nueva York,
E. U. A., 10 De diciembre De 1962

J. Discriminación

J.1 Convención Internacional Sobre La Eliminación De Todas Las Formas De


Discriminación Racial - ONU, Nueva York, E. U. A., 7 De marzo De 1966

J.2 Convención Internacional Sobre La Represión Y El Castigo Del Crimen De


Apartheid - ONU, Nueva York, E. U. A., 30 De noviembre De 1973

22
J.3 Convención Internacional Contra El Apartheid En Los Deportes - ONU, Nueva
York, E. U. A., 10 De diciembre De 1985

J.4 Convención Interamericana Para La Eliminación De Todas Las Formas De


Discriminación Contra Las Personas Con Discapacidad - OEA, Guatemala, 7 De
junio De 1999

J.5 Convención Sobre Los Derechos De Las Personas Con Discapacidad Y


Protocolo Facultativo

K. Derechos Laborales

K.1 Convenio Internacional Del Trabajo (Núm. 87) Relativo A La Libertad Sindical
Y La Protección Al Derecho Sindical - OIT, San Francisco California, E. U. A., 9 De
Julio De 1948

K.2 Convenio Número 95 De La Organización Internacional Del Trabajo Sobre La


Protección Del Salario - OIT, Ginebra, Suiza, 1 De Julio De 1949

K.3 Convenio (Núm. 100) Relativo A La Igualdad De Remuneración Entre La Mano


De Obra Masculina Y Femenina Por Un Trabajo De Igual Valor - OIT, Ginebra,
Suiza, 29 De junio De 1951

K.4 Convenio Número 102 De La Organización Internacional Del Trabajo Sobre La


Seguridad Social (Norma Mínima) - OIT, Ginebra, Suiza, 28 De junio De 1952

K.5 Convenio (Núm. 111) Relativo A La Discriminación En Materia De Empleo Y


Ocupación - OIT, Ginebra, Suiza, 25 De junio De 1958

K.6 Convenio Internacional Del Trabajo (Núm. 135) Relativo A La Protección Y


Facilidades Que Deben Otorgarse A Los Representantes De Los Trabajadores En
La Empresa - OIT, Ginebra, Suiza, 23 De junio De 1971

K.7 Convenio (159) Sobre La Readaptación Profesional Y El Empleo De Personas


Inválidas - OIT, Ginebra, Suiza, 20 De junio De 1983

L. Derecho Internacional Humanitario

L.1 Convención Para La Prevención Y La Sanción Del Delito De Genocidio - ONU,


Nueva York, E. U. A., 9 De diciembre De 1948

L.2 Convenio I De Ginebra Para Aliviar La Suerte Que Corren Los Heridos Y Los
Enfermos De Las Fuerzas Armadas En Campaña - Ginebra, Suiza, 12 De agosto
De 1949

23
L.3 Convenio II De Ginebra Para Aliviar La Suerte Que Corren Los Heridos, Los
Enfermos Y Los Náufragos De Las Fuerzas Armadas En El Mar - Ginebra, Suiza,
12 De agosto De 1949

L.4 Convenio III De Ginebra Relativo Al Trato Debido A Los Prisioneros De Guerra
- Ginebra, Suiza, 12 De agosto De 1949

L.5 Convenio IV De Ginebra Relativo A La Protección Debida A Las Personas


Civiles En Tiempo De Guerra - Ginebra, Suiza, 12 De agosto De 1949

L.6 Convención Sobre La Imprescriptibilidad De Los Crímenes De Guerra Y De


Los Crímenes De Lesa Humanidad - ONU, Nueva York, E. U. A., 26 De noviembre
De 1968

L.7 Protocolo Adicional A Los Convenios De Ginebra Relativo A La Protección De


Las Víctimas De Los Conflictos Armados Internacionales - Ginebra, Suiza, 8 De
junio De 1977

L.8 Convención Interamericana Sobre Desaparición Forzada De Personas - OEA,


Belém, Brasil, 4 De junio De 1994

L.9 Convención Para La Protección De Todas Las Personas Contra Las


Desapariciones Forzadas

M. Derechos De Los Migrantes

M.1 Convenio Internacional Del Trabajo Núm. 19 Relativo A La Igualdad De Trato


Entre Los Trabajadores Extranjeros Y Nacionales En Materia De Indemnización
Por Accidentes De Trabajo - OIT, Ginebra, Suiza, 5 De junio De 1925

M.2 Convención Sobre La Condición De Los Extranjeros - OEA, La Habana, Cuba,


20 De febrero De 1928

M.3 Convención De Viena Sobre Relaciones Consulares - ONU, Viena, Austria, 24


De Abril De 1963

M.4 Convención Internacional Sobre La Protección De Los Derechos De Todos


Los Trabajadores Migratorios Y De Sus Familiares - ONU, Nueva York, E. U. A.,
18 De diciembre De 1990.

24
CASOS EN QUE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS
HUMANOS HA SANCIONADO A MÉXICO.

Caso 1.

Caso Alfonso Martín del Campo Dodd Vs. México. Excepciones Preliminares.
Sentencia de 3 de septiembre de 2004. Serie C No. 113.

HECHOS EXPUESTOS EN LA DEMANDA

"Martín del Campo" o "la presunta víctima") se hallaba arbitrariamente privado de


libertad y seguía en la misma condición hasta la interposición de la demanda.

La Comisión señaló que la presunta víctima "fue detenid[a] ilegalmente el 30 de


mayo de 1992 y sometid[a] a torturas por agentes de la Policía Judicial del Distrito
Federal de México [,] con el fin de hacerle confesar su autoría del doble homicidio
de su hermana[,] Patricia Martín del Campo Dodd[,] y de su cuñado[,] Gerardo
Zamudio Aldaba".

La Comisión manifestó que "dicha confesión es el único sustento de la condena a


50 años de prisión que le fue impuesta por el Poder Judicial de México".

Asimismo, la Comisión Interamericana señaló que la presunta víctima planteó la


ilegalidad de su detención ante los tribunales mexicanos después de que México
había reconocido la jurisdicción contenciosa de la Corte Interamericana, pero que
los recursos fueron "manifiestamente inefectivos".

En este sentido, la Comisión indicó que el 5 de abril de 1999 el señor Martín del
Campo presentó ante el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal un
incidente de reconocimiento de inocencia "fundado, entre otros elementos
contundentes, en un informe de la propia Contraloría Interna de la Procuraduría
General de Justicia del Distrito Federal [...] de México, que establec[ió] la
responsabilidad por la detención ilegal y la tortura cometida por uno de los policías
que intervino en los hechos mencionados".

Al respecto, la Comisión expresó que "los tribunales no respondieron [...] al


reclamo de[| señor Alfonso Martín del Campo] con la debida diligencia, ni con la
efectividad que imponen las obligaciones derivadas de la Convención Americana";
que "[ell Poder Judicial nunca inició una investigación completa para identificar a
todos los agentes que infligieron la tortura"; que "nadie ha sido procesado ni

25
castigado judicialmente por tales violaciones"; y que "los tribunales mexicanos [no]
anularon la confesión obtenida bajo tortura, ni las sentencias que se sustentan
sobre este grave hecho, como lo requieren las normas del sistema interamericano
de derechos humanos".

La Comisión solicitó a la Corte que establezca la responsabilidad internacional del


Estado y declare que éste violó los artículos 5 (Derecho a la Integridad Personal),
7 (Derecho a la Libertad Personal), 8 (Garantías Judiciales) y 25 (Protección
Judicial) de la Convención Americana, así como el incumplimiento de las
disposiciones del artículo 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) de dicho
tratado, en perjuicio del señor Alfonso Martín del Campo.

Asimismo, la Comisión solicitó al Tribunal que declare que el Estado es


responsable por la violación de los artículos 6, 8 y 10 de la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura (en adelante "Convención
Interamericana contra la Tortura"), en perjuicio de la presunta víctima.

Caso 2.

Caso Castañeda Gutman Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo,


Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de agosto de 2008. Serie C No. 184.

1. El 21 de marzo de 2007, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 51 y


61 de la Convención Americana, la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (en demanda en contra de los Estados Unidos Mexicanos (en adelante
"el Estado" o "México"), la cual se originó en la petición presentada el 12 de
octubre de 2005 por Jorge Castañeda Gutman. El 26 de octubre de 2006 la
Comisión aprobó el Informe de admisibilidad y fondo No. 113/06, en los términos
del artículo 50 de la Convención, el cual contenía determinadas recomendaciones
para el Estado.

Este informe notificado al Estado el 21 de diciembre de 2006 y se le concedió un


plazo de dos meses para que informara sobre las acciones emprendidas con el
propósito de implementar las recomendaciones de la Comisión. Tras "considerar el
[escrito] estatal implementación de las recomendaciones contenidas en el informe
de fondo y la falta de avances en el efectivo cumplimiento de las mismas", la
Comisión decidió someter el caso a la jurisdicción de la Corte. La Comisión
designó como delegados a los señores Florentín Meléndez, Comisionado y
Santiago A. Canton, Secretario Ejecutivo, y como asesores legales a los abogados
Ariel E. Dulitzky, Elizabeth Abi-Mershed, Juan Pablo Albán Alencastro y Mario
López Garelli.

26
Según indicó la Comisión, la demanda "se relaciona con la inexistencia en el
ámbito interno de un recurso sencillo y efectivo para el reclamo de la
constitucionalidad de los derechos políticos y el consecuente impedimento para
que el señor Jorge Castañeda Gutman [...] inscribiera su candidatura
independiente a la Presidencia de México" para las elecciones que se celebraron
en julio de 2006.

En la demanda la Comisión solicitó a la Corte que declare que "México es


responsable por la violación en perjuicio de Jorge Castañeda Gutman, del derecho
a la protección judicial consagrado en el artículo 25 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, en relación con las obligaciones generales de respetar
y garantizar los derechos humanos y de adoptar las medidas legislativas o de otro
carácter que fueren necesarias para hacer efectivos los derechos protegidos, de
conformidad con los artículos 1.1 y 2 de la Convención". La Comisión solicitó a la
Corte que ordene al Estado que adopte determinadas medidas de reparación y
que reintegre las costas y gastos.

El 5 de junio de 2007 Jorge Castañeda Gutman, presunta víctima en el presente


caso, y sus representantes, los señores Fabián M. Aguinaco, Gonzalo Aguilar
Zínser y Santiago Corcuera (en adelante "la presunta víctima" o, indistintamente,
"los representantes"), presentaron su escrito de solicitudes y argumentos (en
adelante "escrito de solicitudes y argumentos") en los términos del artículo 23 del
Reglamento.

En dicho escrito solicitaron a la Corte que en virtud de los hechos relatados por la
Comisión en su demanda declare la violación de los derechos a la participación
política, a la igualdad ante la ley y a la protección judicial previstos en los artículos
23, 24 y 25 de la Convención Americana, todos ellos en relación con los artículos
1.1 y 2 de dicho tratado. El señor Castañeda Gutman indicó además que en caso
de que la Corte considerase que en su escrito se hubieren omitido "posibles
violaciones a otros derechos consagrados en la Convención [...] como los
previstos en los artículos 1, 2, 8.1, 13, 16, 29 y 30 del Pacto emita un
pronunciamiento al respecto". Finalmente, solicitó al Tribunal que ordene medidas
de reparación por la violación a sus derechos.

Caso 3

Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción Preliminar,


Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C
No. 205.

27
El 4 de noviembre de 2007 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(en adelante "la Comisión" o "la Comisión Interamericana") presentó, de
conformidad con los artículos 51 y 61 de la Convención, una demanda contra los
Estados Unidos Mexicanos (en adelante "el Estado" o "México"), a partir de la cual
se inició el presente caso. La petición inicial fue presentada ante la Comisión el 6
de marzo de 2002. El 24 de febrero de 2005 la Comisión aprobó los Informes No.
16/05, 17/05 y 18/05, mediante los cuales declaró admisibles las respectivas
peticiones.

El 30 de enero de 2007 la Comisión notificó a las partes su decisión de acumular


los tres 160s.

Posteriormente, el 9 de marzo de 2007 aprobó el Informe de fondo No. 28/07, en


los términos del artículo 501 la Convención, cual contenía determinadas
recomendaciones para el Estado. Este informe fue notificado al Estado el 4 de
abril de 2007. Tras considerar que México no habia adoptado sus
recomendaciones, la Comisión decidió someter el presente caso a la jurisdicción
de la Corte. La Comisión designó como delegados a los señores Florentín
Meléndez, Comisionado, Santiago A. Canton, Secretario Ejecutivo, y como
asesores legales a Elizabeth Abi-Mershed, Secretaria Ejecutiva Adjunta, y Juan
Pablo Albán, Marisol Blanchard, Rosa Celorio y Fiorella Melzi, especialistas de la
Secretaría Ejecutiva.

La demanda se relaciona con la supuesta responsabilidad internacional del Estado


por "la desaparición y ulterior muerte" de las jóvenes Claudia Ivette González,
Esmeralda Herrera Monreal y Laura Berenice Ramos Monárrez (en adelante "las
jóvenes González, Herrera y Ramos"), cuyos cuerpos fueron encontrados en un
campo algodonero de Ciudad Juárez el día 6 de noviembre de 2001. Se
responsabiliza al Estado por "la falta de medidas de protección a las víctimas, dos
de las cuales eran menores de edad; la falta de prevención de estos crimenes,
pese al pleno conocimiento de la existencia de un patrón de violencia de género
que había dejado centenares de mujeres y niñas asesinadas; la falta de respuesta
de las autoridades frente a la desaparición [...]; la falta de debida diligencia en la
investigación de los asesinatos [...], así como la denegación de justicia y la falta de
reparación adecuada".

La Comisión solicitó a la Corte que declare al Estado responsable por la violación


de los derechos consagrados en los artículos 4 (Derecho a la Vida), 5 (Derecho a
la Integridad Personal), 8 (Garantías Judiciales), 19 (Derechos del Niño) y 25
(Protección Judicial) de la Convención, en relación con las obligaciones

28
establecidas en los artículos 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) y 2 (Deber
de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno) de la misma, obligaciones que
derivan del artículo 7 de la Convención Para Prevenir Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer (en adelante "Convención Belém do Pará"). La demanda
fue notificada al Estado el 21 de diciembre de 2007 y a los representantes el

2 de enero de 2008.

4. El 23 de febrero de 2008 las organizaciones Asociación Nacional de Abogados


Democráticos A. C., Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los
Derechos de la Mujer, Red Ciudadana de No Violencia y por la Dignidad Humana
y Centro para el Desarrollo Integral de la Mujer A. C., representantes de las
presuntas víctimas? (en adelante "los representantes"), presentaron su escrito de
solicitudes, argumentos y pruebas (en adelante "escrito de solicitudes y
argumentos"). Además de los alegatos presentados por la Comisión, los
representantes solicitaron ampliar el número de víctimas a once mujeres y que la
Corte se pronuncie sobre la supuesta detención arbitraria, tortura y violaciones al
debido proceso de tres personas más.

Adicionalmente a los artículos invocados por la Comisión, los representantes


solicitaron a la Corte que declare que el Estado es responsable por la violación de
los derechos consagrados en los artículos 7 (Derecho a la Libertad Personal) y 11
(Derecho a la Dignidad y a la Honra) de la Convención, todos ellos en relación con
las obligaciones generales que se derivan de los artículos 1.1 y 2 de la misma, así
como el artículo 7 de la Convención Belém do Pará, en conexión con los artículos
8 y 9 del mismo instrumento. Además, solicitaron la violación del derecho
consagrado en el artículo 5 de la Convención Americana, en perjuicio de las tres
presuntas víctimas identificadas por la Comisión.

5. El 26 de mayo de 2008 el Estado presentó su escrito de contestación de la


demanda y observaciones al escrito de solicitudes y argumentos (en adelante
"contestación de la demanda"). Dicho escrito cuestionó la competencia de la Corte
para conocer sobre las presuntas violaciones a la Convención Belém do Pará.

Adicionalmente, objetó la ampliación de las víctimas propuesta por los


representantes, y reconoció parcialmente su responsabilidad internacional. El
Estado designó al señor Juan Manuel Gómez-Robledo Verduzco como Agente y a
Patricia González Rodriguez, Joel Antonio Hernández García, María Carmen

29
Oñate Muñoz, Alejandro Negrin Muñoz y Armando Vivanco Castellanos como
Agentes Alternos.

6. El 16 de julio de 2008 la Presidenta de la Corte (en adelante "la Presidenta"),


luego de la revisión de la contestación de la demanda, informó al Estado que los
alegatos referidos a la Convención Belém do Pará constituían una excepción
preliminar.

En razón de ello, de conformidad con el artículo 37.4 del Reglamento, otorgó a la


Comisión y a los representantes un plazo de 30 días para presentar alegatos
escritos.

Dichos alegatos fueron presentados el 20 de agosto de 2008 y el 6 de septiembre


de 2008, respectivamente.

Caso 4.

Caso Radilla Pacheco Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo,


Reparaciones y Costas.Sentencia de 23 de Noviembre de 2009. Serie C No. 209.

El 15 de marzo de 2008, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 51 y 61


de la Convención Americana, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(en adelante "la Comisión" o "la Comisión Interamericana") sometió a la Corte una
demanda en contra de los Estados Unidos Mexicanos (en adelante "el Estado" o
"México"), la cual se originó en la denuncia presentada el 15 de noviembre de
2001 por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos
Humanos y por la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos y
Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (en adelante "los
representantes"). El 12 de octubre de 2005 la Comisión aprobó el Informe de
Admisibilidad No. 65/052, mediante el cual declaró admisible la petición.
Posteriormente, el 27 de julio de 2007 la Comisión adoptó el Informe de Fondo No.
60/073, en los términos del artículo 50 de la Convención, en el cual formuló
determinadas recomendaciones para el Estado. Este informe fue notificado al
Estado el 15 de agosto de 2007. El 13 de marzo de 2008, tras haber recibido la
información aportada por las partes con posterioridad a la adopción del Informe de
Fondo, y al considerar que "el Estado no había cumplido plenamente con sus
recomendaciones", la Comisión decidió someter el presente caso a la jurisdicción
de la Corte. La Comisión designó como delegados a los señores Florentín
Meléndez, Comisionado, y Santiago A. Canton, Secretario Ejecutivo, y como
asesores legales a las abogadas Elizabeth Abi-Mershed, Secretaria Ejecutiva

30
Adjunta, María Claudia Pulido, Marisol Blanchard y Manuela Cuvi Rodríguez,
especialistas de la Secretaria Ejecutiva de la Comisión.

2. Los hechos del presente caso se refieren a la presunta desaparición forzada del
señor Rosendo Radilla Pacheco, que habría tenido lugar desde el 25 de agosto de
1974, a manos de efectivos del Ejército en el Estado de Guerrero, México. Según
la Comisión Interamericana, las alegadas violaciones derivadas de este hecho "se
prolongan hasta la fecha, por cuanto el Estado mexicano no ha establecido el
paradero de la [presunta] víctima ni se han encontrado sus restos". De acuerdo a
lo alegado por la Comisión, "[a] más de 33 años de los hechos, existe total
impunidad ya que el Estado no ha sancionado penalmente a los responsables, ni
ha asegurado a los familiares una adecuada reparación".

Por lo anterior, la Comisión solicitó a la Corte que declare la responsabilidad


internacional del Estado por la alegada violación de los derechos consagrados en
los artículos 3 (Derecho al

Reconocimiento de la Personalidad Jurídica), 4 (Derecho a la Vida), 5 (Derecho a


la Integridad Personal), 7 (Derecho a la Libertad Personal), 8 (Garantías
Judiciales) y 25 (Protección Judicial) de la Convención Americana, en relación con
el artículo 1.1 del mismo tratado, en perjuicio de Rosendo Radilla Pacheco.
Asimismo, solicitó a la Corte declarar la responsabilidad internacional del Estado
por la alegada violación de los artículos 5 (Derecho a la Integridad Personal), 8
(Garantías Judiciales) y 25 (Protección Judicial) de la Convención Americana, en
perjuicio de los siguientes familiares del señor Radilla Pacheco: Victoria Martínez
Nerí (fallecida), Tita, Andrea, Rosendo, Romana, Evelina, Rosa, Agustina, Ana
María, Carmen, Pilar, Victoria y Judith, todos de apellido Radilla Martínez. De otro
lado, solicitó que se declare el incumplimiento por parte del Estado del artículo 2
de la Convención Americana (Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho
Interno). Por último, la Comisión solicitó a la Corte que ordenara al Estado la
adopción de determinadas medidas de reparación, pecuniarias y no pecuniarias.

El 19 de junio de 2008 los señores Mario Solórzano Betancourt, Humberto


Guerrero Rosales y María Sirvent Bravo-Ahuja, de la Comisión Mexicana de
Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, la señora Tita Radilla Martínez y
el señor Julio Mata Montiel, de la Asociación de Familiares de Detenidos-
Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México,
representantes de las presuntas víctimas, presentaron su escrito de solicitudes,
argumentos y pruebas (en adelante "escrito de solicitudes y argumentos"), en los
términos del artículo 24 del Reglamento. En dicho escrito coincidieron con lo

31
alegado por la Comisión Interamericana en la demanda y, además, alegaron la
presunta violación de otros derechos consagrados en la Convención Americana y
en la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas (en
adelante, "Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada" o "CIDFP").

5. Los representantes solicitaron a la Corte que declare al Estado responsable por


la violación de los derechos consagrados en los artículos 4 (Derecho a la Vida), 5
(Derecho a la Integridad Personal) y 7 (Derecho a la Libertad Personal) de la
Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 del mismo tratado, en
concordancia con los artículos II y XI de la CIDFP, en perjuicio del señor Rosendo
Radilla Pacheco. Asimismo, alegaron que el Estado es responsable por la
violación del artículo 5 (Derecho a la Integridad Personal) de la Convención
Americana, en relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento, en perjuicio de
los siguientes familiares del señor Radilla Pacheco: Victoria Martínez Neri y Tita,
Andrea, Romana, Evelina, Rosa, Ana, Agustina, María del Carmen, María del
Pilar, Judith, Victoria y Rosendo, todos de apellido Radilla Martínez, así como de
la "comunidad" a la que pertenecía el señor Rosendo Radilla Pacheco. Por otra
parte, solicitaron declarar al Estado responsable por la violación de los artículos 8
(Garantías Judiciales) y 25 (Protección Judicial) de la Convención Americana, en
relación con el artículo 1.1 de dicho tratado, en concordancia con los artículos I,
inciso b), y IX de la CIDFP, en perjuicio del señor Rosendo Radilla y "de sus
familiares". Además, solicitaron al Tribunal que declarara la violación del artículo
13 (Libertad de Pensamiento y de Expresión), en relación con los artículos 8
(Garantías Judiciales), 25 (Protección Judicial) y 1.1 (Obligación de Respetar los
Derechos), todos de la Convención Americana, en concordancia con el artículo I,
del señor Rosendo Radilla Pacheco y la sociedad mexicana en su conjunto.

Finalmente, solicitaron a la Corte que declare que "[e]| Estado mexicano es


responsable por no adoptar las medidas legislativas o de otro carácter necesarias
para la obtención de justicia y verdad, violando el artículo 2 de la Convención
Americana, en concordancia con el artículo III de la [CIDFP]", y que "[sjea
declarada nula la reserva interpuesta por el Estado mexicano al artículo IX de la
[CIDFP] por ir en contra del objeto y fin de [la misma]".

El 21 de septiembre de 2008 el Estado presentó un escrito mediante el cual


interpuso cuatro excepciones preliminares, contestó la demanda y formuló
observaciones al escrito, debido a la fecha de depósito de su instrumento de
adhesión a la Convención Americana; ii) incompetencia ratione temporis para
aplicar la CIDFP debido a la fecha de depósito del instrumento de adhesión de

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México; iii) incompetencia ratione materiae para utilizar la Carta de la Organización
de Estados Americanos como fundamento para conocer del

reconoció parcialmente su responsabilidad internacional por la violación de los


derechos reconocidos en los artículos 8 (Garantías Judiciales) y 25 (Protección
Judicial) de la Convención Americana, en perjuicio del señor Radilla Pacheco y
sus "familiares". Asimismo, el Estado reconoció su responsabilidad por la violación
a los derechos reconocidos en los artículos 5 (Derecho a la Integridad Personal) y
7 (Derecho a la Libertad Personal) de la Convención Americana, en perjuicio del
señor Radilla Pacheco. De igual modo, se allanó a la alegada violación del artículo
5 (Derecho a la Integridad Personal) de la Convención, en perjuicio de "los
familiares" del señor Radilla Pacheco. Por otro lado, México negó la violación de
los derechos reconocidos en los artículos 3 (Derecho al Reconocimiento de la
Personalidad Jurídica), en perjuicio de Rosendo Radilla Pacheco; 5 (Derecho a la
Integridad Personal), en perjuicio de la comunidad donde habitó el señor Radilla
Pacheco; 13 (Libertad de Pensamiento y de Expresión) en perjuicio de sus
familiares, y 2 (Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno), todos ellos
de la Convención Americana. Finalmente, el Estado indicó estar dispuesto a la
propuesta de reparación que había realizado durante el trámite ante la Comisión
Interamericana. El Estado designó a la señora María Carmen Oñate Muñoz,
Embajadora de México en Costa Rica, como Agente en el presente caso,
designación que fue posteriormente sustituida por la de la señora Zadalinda
González y Reynero, Embajadora de México en Costa Rica al momento de
emitirse la presente Sentencia.

Caso 5.

Caso Fernández Ortega y otros. Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,


Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de agosto de 2010 Serie C No. 215.

El 7 de mayo de 2009, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 51 y 61 de


la Convención Americana, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en
adelante "la Comisión Interamericana" o "la Comisión") sometió a la Corte una
demanda en contra de los Estados Unidos Mexicanos (en adelante "el Estado"

"México"), originada en la petición presentada el 14 de junio de 2004 por Inés


Fernández Ortega (en adelante "la señora Fernández Ortega" o "la presunta
víctima"), la Organización Indígena de Pueblos Tlapanecos A.C. y el Centro de
Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan A.C. (en adelante también

33
"Tlachinollan"). El 21 de octubre de 2006 la Comisión Interamericana emitió el
Informe de Admisibilidad No.

94/062 y el 30 de octubre de 2008 aprobó el Informe de Fondo No. 89/08, en los


términos del artículo 50 de la Convención, en el cual realizó una serie
recomendaciones para el Estado. De este último Informe fue notificado a México el
7 de noviembre de 2008 y se le concedió un plazo de dos meses para comunicar
las acciones emprendidas para implementar las recomendaciones. El 12 de
diciembre de 2008 el Estado presentó un informe preliminar y solicitó una prórroga
para cumplir con las recomendaciones señaladas. El 5 de febrero de 2009 la
Comisión informó al Estado que concedió la prórroga solicitada por el plazo de tres
meses. El 20 de abril de 2009 México presentó un informe final sobre el estado de
cumplimiento de las recomendaciones. La Comisión Interamericana sometió el
caso al Tribunal, "[t]ras considerar la información aportada por las partes en
relación con la implementación de las recomendaciones contenidas en el informe
de [Fondo, y tomando en consideración la falta de avances sustantivos en el
efectivo cumplimiento de las mismas". La Comisión designó como delegados al
entonces Comisionado Florentín Meléndez y a su Secretario Ejecutivo, Santiago
A. Canton, y como asesores legales a la Secretaria Ejecutiva Adjunta, Elizabeth
Abi-Mershed, y a los abogados Isabel Madariaga, Juan Pablo Albán Alencastro,
Rosa Celorio y Fiorella Melzi, especialistas de la Secretaría.

En debida diligencia en la investigación y sanción de los responsables" de esos


hechos, por "la falta de reparación adecuada a favor de la [presunta] víctima y sus
familiares; la utilización del fuero militar para la investigación y juzgamiento de
violaciones a Por lo anterior, la Comisión Interamericana solicitó al Tribunal que
declare que el Estado es responsable por la violación de los artículos 5 (Integridad
Personal), 8 (Garantías Judiciales) y 25 (Protección Judicial) de la Convención
Americana, relación con la obligación general de respeto y garantía de los
derechos humanos establecida en el artículo 1.1 del mismo instrumento, en
perjuicio de la señora Fernández Ortega y de los siguientes familiares: Fortunato
Prisciliano Sierra (esposo), Noemí, Ana Luz, Colosio, Nélida y Neftalí Prisciliano
Fernández (hijos), María Lídia Ortega (madre), Lorenzo y Ocotlán Fernández
Ortega (hermanos). Adicionalmente, señaló que México es responsable por la
violación del artículo 11 (Protección de la Honra y de la Dignidad) de la
Convención Americana, en relación con la obligación general de respeto y
garantía de los derechos humanos establecida en el artículo 1.1 del mismo
instrumento, y del artículo 7 de la Convención Interamericana para Prevenir,

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Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (en adelante también "la
Convención de Belém do Pará"), en perjuicio de la señora Fernández Ortega.

Finalmente, consideró que el Estado incumplió las obligaciones emanadas de los


artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la
Tortura (en adelante también "la Convención contra la Tortura"). Con base en lo
anterior, la Comisión Interamericana solicitó al Tribunal que ordene al Estado
determinadas medidas de reparación. En agosto de 2009 la Organización del
Pueblo Indígena Tlapaneco/Me'phaa*, el Centro de Derechos Humanos de la
Montaña Tlachinollan A.C. y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional
(en adelante también "CEJIL" todos ellos en adelante "los representantes")
remitieron su escrito de solicitudes, argumentos y pruebas (en adelante "escrito de
solicitudes y argumentos"), en los términos del artículo 24 del Reglamento. Los
representantes coincidieron, sustancialmente, con las violaciones alegadas por la
Comisión Interamericana y añadieron el supuesto incumplimiento de la obligación
de adoptar disposiciones de derecho interno (artículo 2 de la Convención), así
como las supuestas violaciones a la libertad de asociación y a la igualdad ante la
ley (artículos 16 y 24 de la Convención, respectivamente). Finalmente, solicitaron
al Tribunal que ordenara al Estado la adopción de diversas medidas de
reparación, así como el pago de determinadas costas y gastos.

El 13 de Diciembre de 2003 el estado interpuso un escrito con una excepción


preliminar, e hizo observaciones al escrito de: solicitudes y argumentos (en
adelante "contestación de la demanda"). México requirió a la Corte que considere
fundada la excepción preliminar y declare la "incompetencia ratione materiae" para
determinar violaciones a la Convención de Belém do Pará.

Asimismo, solicitó al Tribunal que declare la inexistencia de violaciones a los


derechos reconocidos en la Convención Americana u otro instrumento
interamericano alegados por la Comisión y los representantes y, en consecuencia,
se rechacen sus pretensiones y reparaciones. El Estado designó como Agente a la
señora Zadalinda González y Segatos a excepción preliminar expuesta por el
estado, de conformidad con su artículo 38.4 del Reglamento.

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