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Clase:
Enfermería en salud y familiar III
Tema:
Insuficiencia renal aguda, crónica y cálculos renales.
Docente:
Licda. Marcia Briones.
Integrantes:
Grupo 6
Kayline Mena 20162030082
Suany Canales 20153002051
Kathya Sarmiento 20153002052
Niza Ruíz 20153002170
Lugar y Fecha:
La Ceiba, Atlántida, 3 de Febrero de 2022
Introducción
Los sistemas renal y urinario están constituidos por un grupo complejo de órganos que
en conjunto se encargan de filtrar los productos residuales de la sangre y de fabricar,
almacenar y eliminar la orina. Estos órganos son esenciales para la hemostasia, ya que
mantienen el equilibrio hídrico, el equilibrio acido-básico y la presión arterial. Los
órganos fundamentales del sistema nefrourinario son los dos riñones y la vejiga
urinaria.
Los problemas que causan daños en los riñones pueden ser prerrenales (afectan al
aporte sanguíneo a los riñones), renales (afectan al propio riñón) o pos-renales (afectan
a cualquier punto de la ruta que sigue la orina desde el riñón hasta la salida de la uretra
o el pene).
Los problemas pos-renales suelen ser de tipo obstructivo; un punto de obstrucción muy
frecuente es la próstata, que se encuentra entre la vejiga y la uretra. Cualquier
trastorno preexistente de la próstata, la vejiga o los uréteres, en particular las
infecciones, las obstrucciones o los cuerpos extraños (como los cálculos), puede
comprometer la función renal y aumentar la sensibilidad a los defectos adquiridos o
genéticos
Objetivo general:
Explicar lo que es el sistema renal, como está formado y que enfermedades pueden
producirse en los órganos pertenecientes a dicho sistema.
Objetivos específicos:
Identificar la anatomía de los órganos pertenecientes el sistema renal en este
caso riñón, vejiga, uréteres etc.
Brindar información valida sobre las enfermedades que pueden causarse dentro
del sistema renal, así como sus causas, factores de riesgo, manifestaciones
clínicas, complicaciones, diagnósticos, tratamientos.
Informar sobre los cuidados primarios, secundarios y terciarios que estas
patologías presentan.
Anatomía del riñón
El riñón humano es un órgano complejo cuya función consiste en filtrar los productos
residuales de la sangre y producir orina. Además, otras funciones vitales, como el
mantenimiento de la homeostasia y la regulación de la presión arterial, la presión
osmótica y el equilibrio acido básico.
Los riñones se sitúan a ambos lados de la columna vertebral en la parte inferior de la
espalda. Cada uno de ellos pesa unos 150 g y tiene aproximadamente el tamaño de
una naranja.
El riñón consta de tres capas: la corteza (capa exterior), la médula y la pelvis renal. La
sangre fluye a la corteza y la médula a través de la arteria renal, que se ramifica en
arterias cada vez más pequeñas.
Cada una de las arterias termina en una unidad de filtración sanguínea denominada
nefrona. Un riñón sano contiene aproximadamente 1.200.000 nefronas,
estratégicamente situadas dentro de la corteza y la médula. Una nefrona está formada
por el glomérulo (un grupo de vasos sanguíneos muy finos), rodeado por la cápsula de
Bowman (una membrana de dos capas), que desemboca en un túbulo contorneado.
Las nefronas realizan la función primaria de los riñones: regular la concentración de
agua y otras sustancias en el cuerpo. Filtran la sangre, reabsorben lo que el cuerpo
necesita y excretan el resto en forma de orina. La orina fluye por tubos llamados
uréteres, llegando a la vejiga, que almacena la orina hasta que usted va al baño.
La mayoría de las enfermedades renales atacan los nefrones. Este daño causa que los
riñones no puedan eliminar desechos. Las causas incluyen problemas genéticos,
lesiones o medicamentos. Usted puede correr mayor riesgo de padecer una
enfermedad renal si tiene diabetes, presión alta o un familiar cercano con algún
problema de los riñones.
Enfermedades de los riñones:
Cáncer de riñón
Los tubos que se encuentran dentro de los riñones filtran y limpian la sangre
eliminando los productos de desecho y produciendo orina. El cáncer de riñón se forma
en la membrana que recubre los tubos diminutos que están dentro de los riñones.
Este cáncer se hace más común a medida que envejecemos.
Los factores de riesgo incluyen fumar, algunas enfermedades genéticas y el mal uso
de analgésicos por períodos prolongados.
Es probable que las personas con cáncer de riñón no tengan síntomas al principio de
la enfermedad, pero van apareciendo a medida que el cáncer crece.
Sangre en la orina
Un bulto en el abdomen
Pérdida de peso sin razón
Dolor en el costado que no desaparece
Pérdida del apetito
Las pruebas para detectar cáncer de riñón incluyen exámenes de sangre, orina y de
imagen. Usted también puede necesitar una biopsia.
El tratamiento depende de la edad, el estado general de salud y de cuán avanzado
esté el cáncer. Podría incluir cirugía, quimioterapia o radiación, terapia biológica o
dirigida. La terapia biológica estimula la capacidad del cuerpo para combatir el cáncer.
La terapia dirigida usa medicamentos u otras sustancias para combatir células
cancerosas específicas y que causan menos daños a las células normales
Quistes renales
Un quiste es un saco lleno de líquido. Existen dos tipos de quistes renales. Usted
puede tener quistes renales simples a medida que envejece, los que usualmente son
benignos (no cancerosos). También hay algunas enfermedades que causan quistes
renales. Un tipo es la poliquistosis renal, que es hereditaria. En ésta, varios quistes
crecen en los riñones. Estos pueden agrandar los riñones y hacer que funcionen mal.
Cerca de la mitad de las personas con poliquistosis renal termina con una insuficiencia
renal. También causa quistes en otras partes del cuerpo, como en el hígado.
En general, no se presentan síntomas al principio. Luego, los síntomas incluyen:
Dolor de espalda y a los costados bajos de la espalda
Dolores de cabeza
Sangre en la orina
Los médicos diagnostican la poliquistosis renal con pruebas de imágenes y su historia
familiar.
Los tratamientos pueden ayudar con los síntomas y las complicaciones. Estos incluyen
medicamentos, cambios en el estilo de vida y, cuando las personas con riñones
poliquísticos desarrollan insuficiencia renal, diálisis o un trasplante de riñón.
En general, los quistes son inofensivos y no necesitan tratamiento. Si estos causan
complicaciones, el tratamiento incluye medicinas, drenar los quistes o cirugía.
La litiasis renal se define por la presencia en las vías urinarias de cálculos que se
forman a consecuencia de la precipitación de las sustancias químicas contenidas en la
orina, cuando su concentración excede el límite de solubilidad. Los principales factores
que favorecen la formación de cálculos son:
2) estasis de la orina
La mayoría de los cálculos están constituidos por oxalato cálcico, con menor frecuencia
por fosfato de calcio, ácido úrico, estruvita y cistina.
– Litiasis que cursa con diarrea crónica: la diarrea crónica con pérdida de las
bases conduce a acidosis, puede también causar hipopotasemia
Los cálculos se pueden formar a cualquier nivel en las vías urinarias, si bien son más
frecuentes en la pelvis renal o en los cálices y desde allí pueden migrar hasta el uréter
y la vejiga urinaria, donde pueden crecer o ser expulsados con la orina. A veces
alcanzan tamaños considerables ocupando la pelvis y cálices por completo (cálculos
coraliformes) causando daño renal.
Una piedra o un cálculo renal es una pieza sólida de material que se forma en el riñón
debido a sustancias presentes en la orina. Puede ser tan pequeña como un grano de
arena o tan grande como una perla. La mayoría de las piedras renales se eliminan del
cuerpo sin ayuda médica. Pero algunas veces una piedra no es fácil de eliminar. Puede
atorarse en las vías urinarias, bloquear el flujo de orina y causar un gran dolor.
Los siguientes signos pueden indicar la existencia de cálculos renales que necesitan
atención médica:
Dolor extremo en la espalda o un costado que no desaparece
Sangre en la orina
Fiebre y escalofríos
Vómitos
Orina con mal olor o con apariencia turbia
Sensación de ardor al orinar
Los doctores diagnostican las piedras en los riñones a través de análisis de orina, de
sangre y de diagnósticos por imagen.
Si una piedra no pasa por sí sola, es posible que se necesite tratamiento. Este puede
ser a través de ondas de choque (un endoscopio insertado a través del tubo que lleva
la orina fuera del cuerpo, llamada uretra) o con cirugía.
Otros como ser:
Tratamiento:
Cuidados de enfermería:
Causas de la IRC
La insuficiencia renal crónica se puede producir por que fallen algunos o todos los
mecanismos que intervienen en la filtración glomerular.
Puede producirse un descenso del filtrado al disminuir la presión de filtración por una
reducción de la presión arterial o una hipovolemia importante (absoluta por hemorragia
o deshidratación, o relativa por mala distribución de la volemia vascular como ocurre en
los cuadros sépticos, ascitis, oclusiones intestinales).
Puede producirse esa insuficiencia renal crónica por pérdida de unidades funcionales,
como sucede en las glomerulonefritis o bien por la acción de tóxicos como algunos
medicamentos (incluyendo el contraste intravenoso).
Otras causas de insuficiencia renal crónica son las que se presentan cuando se
produce un cuadro obstructivo que no permite la eliminación del filtrado, como ocurre
cuando hay una obstrucción prostática o por compresión ureteral por masas o ganglios.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la insuficiencia renal crónica se basa en las manifestaciones clínicas
que presenta el paciente, así como en las alteraciones que se pueden apreciar la
analítica.
Cuando se sospecha esta enfermedad, debe realizarse un análisis de sangre y orina.
Las alteraciones que pueden aparecer son: disminución del volumen de orina (menos
de 500 mililitros), aumento en sangre de la urea y creatinina y electrolitos elevados
como el potasio.
En la ecografía se aprecia que el riñón ha disminuido de tamaño y presenta una
alteración en su estructura habitual.
Es importante iniciar el tratamiento de la insuficiencia renal precozmente con el fin
de evitar complicaciones, prever secuelas a largo plazo y ralentizar en la medida de lo
posible la progresión de la enfermedad (protegiendo la función renal residual).
Control dietético:
Restricción del consumo de sal, proteínas, alimentos ricos en fósforo y en
potasio.
Fármacos:
Protectores de la función renal: inhibidores de la enzima de conversión de la
angiotensina
Correctores electrolíticos:
Quelantes del fósforo.
Quelantes del potasio que se emplean en fases muy terminales de la
insuficiencia renal crónica.
Correctores hormonales:
Vitamina D: ayuda a controlar el aumento en la hormona paratiroidea y favorece
la absorción de calcio y la mineralización ósea.
Eritropoyetina: estimula la producción de células de la serie roja.
Factores de riesgo:
La insuficiencia renal aguda casi siempre ocurre junto con otra enfermedad o cuadro
médico. Los factores que pueden aumentar el riesgo de insuficiencia renal aguda
incluyen los siguientes:
Estar hospitalizado, sobre todo por una enfermedad grave que requiere de
cuidados intensivos
Edad avanzada
Obstrucciones en los vasos sanguíneos de los brazos y las piernas (enfermedad
arterial periférica)
Diabetes
Presión arterial alta
Insuficiencia cardíaca
Enfermedades renales
Enfermedades hepáticas
Algunos tipos de cáncer y sus tratamientos
Complicaciones:
Estas son algunas posibles complicaciones de la insuficiencia renal aguda:
Acumulación de líquido. La insuficiencia renal aguda puede desarrollar
acumulación de líquido en los pulmones, lo que puede provocar dificultad para
respirar.
Dolor en el pecho. Si se inflama la capa que cubre al corazón (pericardio), es
posible que sientas dolor en el pecho.
Debilidad muscular. Cuando los fluidos corporales y los electrolitos (la química
de la sangre de tu cuerpo) están desequilibrados, puede desarrollarse debilidad
muscular.
Lesión permanente de riñón. A veces, la insuficiencia renal aguda provoca la
pérdida permanente de las funciones del riñón, o la enfermedad renal terminal.
Las personas con la enfermedad renal terminal requieren tanto de diálisis
permanente (proceso mecánico de filtración usado para eliminar del cuerpo
toxinas y deshechos) como de un trasplante de riñón para sobrevivir.
Muerte. La insuficiencia renal aguda puede provocar la pérdida de las funciones
del riñón y, en última instancia, la muerte.
Diagnostico
Control del volumen de excreción de orina. La medición de la cantidad de
orina que produces en 24 horas puede ayudar al médico a determinar la causa
de la insuficiencia renal.
Análisis de orina. El análisis de una muestra de orina, (urianálisis) puede
revelar anomalías que sugieran insuficiencia renal.
Análisis de sangre. Una muestra de sangre puede revelar un aumento
acelerado de los niveles de urea y creatinina, dos sustancias usadas para medir
el funcionamiento renal.
Estudios de diagnóstico por imágenes. Los estudios de diagnóstico por
imágenes como ultrasonido y tomografía computarizada pueden ser usados para
ayudar a tu médico a ver tus riñones.
Extirpación de una muestra de tejido de riñón para realizar pruebas. En
algunas ocasiones, puede que tu médico te recomiende una biopsia para extraer
una pequeña muestra del tejido de tu riñón para analizarla en el laboratorio. El
médico inserta a través de la piel una aguja en el riñón para extraer una
muestra.
Tratamiento
El tratamiento para la insuficiencia renal aguda normalmente requiere hospitalización.
La mayoría de las personas ya están hospitalizadas cuando desarrollan insuficiencia
renal aguda. El tiempo de hospitalización depende del motivo de la insuficiencia renal
aguda y de la rapidez con la que los riñones se recuperen.
En algunos casos, puede que realices el proceso de recuperación en tu casa.
Tratamiento para la causa de base de la lesión renal
El tratamiento para la insuficiencia renal aguda implica identificar la enfermedad o la
lesión que originalmente dañó los riñones. Las opciones de tratamiento dependen de lo
que esté causando la insuficiencia renal.
El tratamiento de las complicaciones hasta que tus riñones se recuperen
El médico también trabajará para prevenir complicaciones y darle tiempo a que tus
riñones sanen. Los tratamientos que ayudan a prevenir complicaciones incluyen:
Tratamientos para equilibrar la cantidad de líquidos en sangre. Si la
insuficiencia renal aguda es provocada por falta de líquidos en sangre, puede
que tu médico recomiende líquidos por administración intravenosa (IV). En otros
casos, la insuficiencia renal aguda puede hacer que retengas demasiado líquido,
lo que te puede provocar hinchazón en los brazos y las piernas. En estos casos,
puede que tu médico te recomiende medicamentos (diuréticos) para hacer que
tu cuerpo elimine el exceso de líquido.
Medicamentos para controlar el potasio en sangre Si tus riñones no están
filtrando adecuadamente el potasio de tu sangre, es posible que el médico te
recete calcio, glucosa o sulfonato de poliestireno sódico (Kionex) para evitar que
se acumulen altos niveles de potasio en la sangre. El exceso de potasio en la
sangre puede causar latidos cardíacos peligrosamente irregulares (arritmias) y
debilidad muscular.
Medicamentos para restablecer los niveles de calcio en sangre. Si los
niveles de calcio en sangre son demasiado bajos, es posible que tu médico te
recete una infusión de calcio.
Diálisis para eliminar toxinas de la sangre. Si se acumulan toxinas en tu
sangre, es posible que necesites hemodiálisis temporal, a menudo conocida
simplemente como diálisis, para ayudar a eliminar de tu cuerpo las toxinas y el
exceso de líquido mientras el estado de tus riñones mejora. La diálisis puede
ayudar también a eliminar el exceso de potasio de tu cuerpo. Durante la diálisis,
una máquina bombea sangre fuera del cuerpo a través de un riñón artificial
(dializador) que filtra los deshechos. Luego, se regresa la sangre al cuerpo.
Cuidados generales:
Realización de anamnesis (recogida de datos del paciente).
Monitorización de constantes vitales y control de las mismas invasivas y no
invasivas (ECG, FC,TA, SatO2).
Vigilancia del patrón respiratorio y uso de musculatura accesoria.
Control de la temperatura y coloración de la piel con frecuencia, vigilar
sequedad y aparición de prurito.
Valoración física del paciente.
Proteger la piel proporcionando cambios posturales cada 3-4 horas y vigilar
la aparición de heridas por rascado.
Colocación de sonda vesical para control diurético horario.
Control estricto del balance hídrico evitando la sobrecarga, manteniendo
registro exacto de la ingesta y la eliminación.
Valorar el estado de líquidos del paciente y vigilar la aparición de edemas y
la administración de volumen por vía intravenosa.
Toma de muestra de orina lo más precozmente posible (antes de iniciar
terapia con diuréticos y fluidoterapia para no falsear los resultados) que
incluya iones, urea, creatinina, osmolaridad, densidad y sedimento.
Vigilar la respuesta ante la administración de diuréticos.
Control de la ingesta oral. Dieta pobre en sodio, potasio y proteínas y rica
en hidratos de carbono. Administrar antieméticos para aliviar las náuseas.
Vigilancia continua del nivel de conciencia, tendencia a la somnolencia o
estadios de agitación psicomotriz.
Canalizaremos una vía venosa (18 G) y obtención de muestras
sanguíneas: Bioquímica: Urea, creatinina, glucosa, sodio, potasio, calcio,
proteínas totales, CK y AST. La hiperpotasemia es frecuente en
insuficiencia renal aguda con oliguria. La hiponatremia suele deberse a
hiperhidratación por exceso de agua. La elevación de CK de origen
muscular orienta a la rabdomiólisis.
Cuidados primarios(prevención):
Elija alimentos saludables
Escoja los alimentos que son saludables para su corazón y todo su cuerpo: frutas
frescas, vegetales frescos o congelados, granos enteros y derivados lácteos
semidescremados o descremados. Coma comidas saludables y disminuya la sal y
azúcar añadidos. Ingiera menos de 2300 miligramos de sodio diarios. Trate de que
menos del 10 por ciento de sus calorías diarias provengan de azúcares añadidos.
Haga de la actividad física parte de su rutina
Tenga actividad por 30 minutos o más la mayoría de los días.
Aspire tener un peso saludable
Si tiene sobrepeso o es obeso, trabaje con su médico o dietista para crear un plan de
pérdida de peso realista.
Duerma suficiente
Aspire dormir 7 a 8 horas cada noche. Si tiene problemas para dormir, tome estas
medidas para mejorar sus hábitos de sueño.
Deje de fumar
Si fuma o usa otros productos de tabaco, suspéndalo.
Limite la ingesta de alcohol
Tomar demasiado alcohol puede aumentar su presión arterial y añadir calorías
adicionales, que lo llevan a ganar peso.
Explore actividades para reducir el estrés
Aprender cómo manejar el estrés, relajarse y enfrentar los problemas puede mejorar la
salud física y emocional. La actividad física puede ayudar a disminuir el estrés, así
como las prácticas que involucran la mente y el cuerpo, tales como la meditación, el
yoga o el tai chi.
Control de la diabetes, la presión arterial alta y la enfermedad cardíaca
Si sufre de diabetes, presión arterial alta, o enfermedad cardíaca, la mejor manera de
proteger sus riñones del daño es:
- Mantener las cifras de glucemia cerca de su meta.
- Mantener sus cifras de presión arterial cerca de su meta.
- Tomar todas sus medicinas como se le prescriben.
Conclusión
La mayoría de las enfermedades renales atacan los nefrones. Este daño causa que los
riñones no puedan eliminar desechos. Las causas incluyen problemas genéticos,
lesiones o medicamentos. Usted puede correr mayor riesgo de padecer una
enfermedad renal si tiene diabetes, presión alta o un familiar cercano con algún
problema de los riñones. La enfermedad renal crónica va dañando los nefrones de a
poco con el transcurso del tiempo. Otras enfermedades de los riñones pueden incluir:
Cáncer
Quistes
Piedras
Infecciones
El sistema urinario a pesar de no ser un sistema muy complejo es uno de los más
importantes, no solo vía de excreción de desechos sino también como un importante
regulador de la homeostasis del medio interno.
Cada riñón filtra 700 litros de sangre y elimina desde 1 a 3 litros diariamente y elabora
sustancias que ayudan al control de la presión arterial y que regulan la formación de
glóbulos rojos.
Anexos
Bibliografías:
Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Salud Familiar de Mayo Clinic) 5.ª edición
Consejo nacional de investigación. 1995. Marcadores biológicos en Toxicología urinaria.
Washington, DC: Nacional. Prensa de la Academia.
Tarloff, JB y RS Goldstein. 1994. Bioquímica mecanismos de toxicidad renal. Es
Introducción a Toxicología bioquímica, dirigido por E Hodgson y PE Leví. E. Norwalk,
Connecticut: Appleton and Lange.