Está en la página 1de 3

ABSORCIÓN Y DISTRIBUCIÓN

La mayoría de los fármacos de esta clase se absorbe bien cuando se toma por vía oral, pero la
morfina, hidromorfona y oximorfona experimentan un extenso metabolismo de primer paso. Los
opioides se distribuyen ampliamente a los tejidos corporales, incluido el sistema nervioso central
(CNS, central nervous system); atraviesan la barrera placentaria y ejercen efectos sobre el feto que
tal vez resulten tanto en depresión respiratoria como dependencia física (ésta con la exposición
continua) en recién nacidos

Metabolismo

Con pocas excepciones, las enzimas hepáticas metabolizan los opioides, en general a conjugados
glucurónidos inactivos, antes de su eliminación por el riñón. Sin embargo, la morfina-6-
glucurónido tiene una actividad analgésica equivalente a la de la morfina, y la morfina-3-
glucurónido (el metabolito principal) es neuroexcitador. El citocromo CYP2D6, una isoenzima que
presenta variabilidad genotípica, se encarga de metabolizar la codeína, oxicodona e hidrocodona.
En el caso de la codeína, esta variabilidad podría explicar las diferencias en la respuesta analgésica,
porque el fármaco es desmetilado por el CYP2D6 para formar el metabolito activo, la morfina. La
ingestión de alcohol provoca aumentos importantes en los niveles séricos máximos de varios
opioides, incluida la hidromorfona y la oximorfona. La meperidina se metaboliza a normeperidina,
lo que tiene el potencial de causar convulsiones a concentraciones plasmáticas elevadas. Según el
fármaco específico, la duración de sus efectos analgésicos varía de 1–2 horas (p. ej., fentanilo,
sufentanilo) a 6–8 horas (p. ej., buprenorfina); sin embargo, las formulaciones de acción
prolongada de algunos fármacos proporcionan analgesia durante 24 horas o más. La vida media de
eliminación de los opioides aumenta en pacientes con enfermedad hepática o renal; el
remifentanilo (un éster) y el alfentanilo, congéneres del fentanilo, se metabolizan muy rápido y
tienen vida media muy corta (de minutos a decenas de minutos).

Efectos adversos: CV: bochornos, desmayos, colapso circulatorio periférico, taquicardia,


bradicardia, arritmias, palpitaciones, rigidez de pared costal, hipertensión, hipotensión,
hipotensión ortostática, síncope, paro cardiaco, bloqueo de conducción cardiaca, extrasístoles.
Cambios en el ECG por isquemia de miocardio. Fentanilo en hipercarbia asistólica y flebitis en el
sitio de administración IV. Hidromorfona en IV rápida depresión circulatoria, colapso periférico
circulatorio y paro cardiaco. SNC: euforia, disforia, delirio, insomnio, agitación, ansiedad, miedo,
alucinaciones, desorientación, somnolencia, sedación, letargia, alteraciones mentales y físicas,
movimientos incoordinados de ME, cambios en la conducta, debilidad, cefalea, obnubilación
mental, visión borrosa, diplopía, miosis, temblor, convulsiones, dependencia física, psicosis tóxica,
depresión, aumento de la presión intracraneal, hiperestesia, nistagmus, amnesia, reacción
paranoica, alteraciones en el habla, apatía. Coma. GI: náuseas, vómito, estreñimiento, íleo, boca
seca, dolor abdominal, espasmo de tracto biliar, anorexia, elevación de amilasa, reflujo
gastroesofágico. GU: retención urinaria, aumento o disminución de la libido, espasmo de
esfínteres ureteral y vesical, falla renal, dificultad para la micción, disuria, incontinencia urinaria.
Hipersensibilidad: prurito, urticaria, inflamación facial, comezón, edema laríngeo, broncoespasmo,
edema, rash, laringoespasmo, anafilaxia, urticaria hemorrágica (raro). Otros: alteración de las
pruebas de función hepática con propoxifeno. Se ha descrito trombocitopenia reversible en
adictos a narcóticos con hepatitis crónica. Depresión del reflejo tusígeno, interferencia con la
regulación térmica, exacerbación del asma, miastenia, rinitis, cianosis, artralgias, bochornos, hipo,
hemoptisis, faringitis, ronquidos, congestión nasal, efusión pleural, edema pulmonar, bronquitis,
broncoconstricción, rinorrea, hiperglucemia, alteraciones de electrólitos, aumento de CPK,
anemia, linfopenia, leucocitosis, trombocitopenia, ictericia reversible, ictericia colestásica
(propoxifeno

Interacciones:

 Anestésicos barbitúricos ↑ depresión respiratoria y de SNC por efecto adictivo.


 Analgésicos narcóticos y clorpromazina: potencia efecto analgésico de narcóticos con alto
riesgo de toxicidad.
 Analgésicos narcóticos y cimetidina se pueden presentar: toxicidad al SNC por confusión,
desorientación, depresión respiratoria, apnea, convulsiones. No se ha establecido la
relación de causa-efecto.
 Fentanilo o alfentanilo con óxido nitroso o diazepam: en altas dosis de diazepam se puede
presentar depresión cardiovascular con hipotensión secundaria a vasodilatación con
recuperación prolongada.
 Fentanilo y droperidol: puede producir hipotensión y disminución de la presión pulmonar
arterial.
 Meperidina y metadona con hidantoínas: disminuye el efecto farmacológico de
meperidina y metadona por aumento en su metabolismo.
 Meperidina o metadona con IMAO: reacciones fatales con o en los siguientes 14 días de la
administración de IMAO por coma, depresión respiratoria, cianosis e hipotensión. En otros
se ha presentado hiperexcitabilidad, convulsiones, taquicardia, hiperexia e hipertensión.
 Metadona con rifampicina: puede disminuir niveles de metadona y síntomas de supresión
por aumento en el metabolismo de metadona.
 Propoxifeno: aumenta efecto anticoagulante de warfarina.
 Propoxifeno y carbamazepina: aumentan niveles de carbamazepina. Determinar niveles de
carbamazepina para evitar toxicidad.
 Tramadol con carbamazepina: aumentan la velocidad del metabolismo de tramadol.
 Tramadol con depresores de SNC: efectos adictivos. IMAO y neurolépticos aumentan el
riesgo de crisis convulsivas.

USOS CLÍNICOS

- ANALGESIA. El tratamiento del dolor relativamente constante de moderado a intenso (p.


ej., fracturas, dolor por cáncer, etc.) es la principal indicación. Aunque las formulaciones
parenteral y oral se utilizan con mayor frecuencia, se encuentran disponibles formas
orales y supositorios de algunos fármacos. En situaciones agudas, los agonistas fuertes se
administran por vía parenteral. Es posible lograr una analgesia prolongada, con cierta
reducción de los efectos adversos, por medio de la administración epidural de algunos
fármacos agonistas fuerte
- SUPRESIÓN DE LA TOS. Los fármacos antitusivos orales útiles incluyen codeína y
dextrometorfano. Grandes dosis de dextrometorfano pueden causar alucinaciones,
confusión, excitación, aumento o disminución del tamaño de la pupila, nistagmo,
convulsiones, coma y reducción de la ventilación; estos efectos se deben a que el
dextrometorfano actúa en una multitud de sitios adicionales, como los receptores de
glutamato y los receptores sigma, e inhibe la recaptación de serotonina y norepinefrin.
- TRATAMIENTO DE LA DIARREA. pioides antidiarreicos selectivos incluyen difenoxilato y
loperamida.
- TRATAMIENTO DEL EDEMA PULMONAR AGUDO. La morfina (parenteral) es útil en
el edema pulmonar agudo debido a sus acciones hemodinámicas; es probable que sus
efectos calmantes también contribuyan al alivio de los síntomas pulmonares.
- ANESTESIA. Los opioides se utilizan como medicamentos preoperatorios y agentes
adyuvantes intraoperatorios en protocolos de anestesia equilibrada. Los opioides
intravenosos en dosis altas (p. ej., morfina, fentanilo) suelen ser el componente principal
de la anestesia para la cirugía cardiaca.
- Dependencia de opioides
- La metadona, uno de los opioides de acción más prolongada, así como la suboxona, una
mezcla de buprenorfina y naloxona, se utilizan en el tratamiento de los estados de
abstinencia de opioides y en programas de mantenimiento para adictos. En estados de
abstinencia, la metadona permite una disminución gradual del efecto opioide que reduce,
a su vez, la intensidad de los síntomas de abstinencia.

También podría gustarte