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(13) Soler, S., ob. cit., t. 1, págs. 191 y 182. (14) Soler, S., ob. cit., t. 2, págs. 510 y slgs.
de la pena, ya que el juez, en virtud de los garantía del Derecho penal, Bs. Aires. 1950. — Pa-
artículos 40 y 41 del Código penal, dicta una rlnaccll, P., Variarum quaestionum e communium
opinionum criminalium, Sumptibus lacobi Car-
pena más severa si lo considera un índice dón & Petrl Cauellat, MDCXXXI. (Obtenido por
eficaz. deferencia especial del señor Felipe Zamorano, del
59) Libertad bajo caución. El delito rei- Colegio de Abogados de Buenos Aires.) — Gó-
terado puede ser óbice para que se conceda mez, E., "Delito continuado y reiteración de deli-
tos", en Revista de Derecho Penal, Bs. Aires, año
la libertad bajo caución a los procesados. 1950, Iiúm. 3, págs. 201-214. — Jiménez de Asúa,
Ello está dispuesto por el artículo 377 de) L., Defensas penales, t. 1, págs. 415-426, Bs. Aires,
Código de procedimientos en lo criminal de 1943. — Jiménez de Asúa, L., £1 criminalista, t. 4,
la Capital Federal, modificado por la ley Bs. Aires, 1944. — Mittermaier, C. J. A., "Della dif-
ferenza ira In dellttl continuati e reiterati", en
12.583, que estatuye: "No podrá, sin embar- Scrittl Germanici di Diritto Crimínale, Mor!, F. A.,
go, decretarse la libertad bajo caución: Ñapóles, 1846. — Moreno, B. (h.), El Código penal
1?) Cuando el procesado fuera reinci- y sus antecedentes, Bs. Aires, 1923. — OJeda Gó-
dente. mez, J. A., "Delito continuado", en Jurisprudencia
Argentina, 1948-IV, pág. 15. — Pessina, E., Ele-
2?) Cuando mediare reiteración o con- mentos de Derecho penal, Ñapóles, 1882. — Ra-
curso real de delitos, salvo que, prima facie, mos, J. P., Curso de Derecho penal, Bs. Aires, 1942.
pudiera corresponder condena de ejecución — Sáiz Delgado, L. R., "El delito continuado", en
Jurisprudencia Argentina, 1943-1, págs. 374-389. —
condicional". Soler, S., Derecho penal argentino, Bs. Aires, 1945,
En esta disposición no estaría incluido el y "La prescripción de !a acción penal en el con-
delito continuado (15) , por lo cual éste no curso de delitos", en Jurisprudencia Argentina, to-
estaría subordinado a la posible aplicación mo 70, sec. doct. — Taranco, P. R., "Delito con-
tinuado", Seminario de la Facultad de Derecha
de la condena de ejecución condicional para de Buenos Aires, La Reforma Penal Argentina, di-
que se concediera la libertad bajo caución. rigido por el doctor Eusebia Gómez, año 1937. —
Von Liszt, F., Tratado de Derecho penal, trad. de
A. — Competencia: J. A., t. 31, pá- Luis Jiménez de Asúa, Madrid. 191V.
gina 50; 1951-III. pág. 310. Prescripción: J. A.,
t. 44, pág. 85; t. 39, pág. 355: t. 47. pág. 750;
t. 50, pág. 988; t. 50, pág. 1002; t. 53, pág. 274; DELITO TENTADO. (V. DELITO FRUSTRA-
t. 57, pág. 28; t. 58. págs. 707, 603 y 372. Existe de- DO. TENTATIVA DE DELITO.)
lito continuado: J. A., t. 36, pág. 1315 (el fallo ha-
bla de delito continuo, debe leerse continuado, ya
que el delito continuo obedece a un concepto dis- DELITOS ANTISOCIALES. (V. TERRO-
tinto); t. 49, pág. 197 (habla de delito continuo, RISMO.)
pero debe leerse delito continuado); 1945-IV, pá-
gina 532; 1947-IV, pág. 842; 1948-III, pág. 452;
1948-IV, pág. 15; 1949-IV, pág. 583. Existe delito DELITOS COMETIDOS A BORDO DE
reiterado: J. A., t. 11, pág. 1145; t. 35, pág. 1507;
t. 42, pág. 63; t. 38. pág. 616; t. 42, pág. 63; t. 58, BUQUES. El problema, que se plantea
pág. 02; t. 53, pág. 386; 1943-11, pág. 130; 1943-III, aquí es el de conocer la ley aplicable y la
pág. 834; 1944-III, pág. 683; 1944-11, pág. 29; autoridad con poder jurisdiccional, en los
1948-1. pág. 485; 1948-1, pág. 213; 1948-IV, pá- casos de delitos cometidos a bordo de los
gina 47; 1949-IV, pág. 717; 1951-1, pág. 408; 1952-1,
pág. 460. Agravantes: J. A., t. 34, pág. 600; 1952-1, buques mercantes. Debemos considerar pa-
pág. 460; 1953-IV, pág. 280. Libertad bajo caución: ra ello tres situaciones diferentes: 1) Cuan-
J. A., t. 32, pág. 117; t. 35, pág. 1184; t. 39, pá- do el delito se comete a bordo de un buque
gina 57; t. 42, pág. 448: t. 53, pág. 574. (Hay que mientras navega por el mar libre o por
tener en cuenta que algunos de estos fallos son
anteriores a la ley 12.583.) Reiteración y concurso: aguas' neutrales; 2) cuando ello ocurre en
J. A., t. 10. pág. 632. aguas que forman parte del mar territorial
BIBLIOGRAFÍA. — Camano Rosa, A., "Delito con-
de un Estado extranjero: 3) finalmente,
tinuado", en Revista de Derecho Penal, Bs. Aires, en caso de estar el buque surto en un puer-
1951, ts. 3 y 4. pág. 311. — Carrara, F., Pragramma to de otro Estado.
iel corso di Diritto crimínale, 1924. — Cuello Ca- 1) Mientras la nave surca el mar libre o
16n, E, Derecho penal, t. 1, Barcelona, 1948. — De aguas neutrales se encuentra sometida a la
Benedettl, I., "El delito continuado", en Jurispru-
dencia Argentina, 1943-IV, pág. 724. — De Vedia ley del pabellón. La jurisdicción que com-
y Mitre, M., Historia general de las ideas políticas, pete al Estado cuyo pabellón enarbola, es
Bs. Aires. 1946. — Ponían Balestra. C., Misión de en este caso exclusiva y absoluta cuando se
trata de ofensas inferidas a sus propias le-
(15) Para fijar el Hmlte de seis años de la yes. No ocurre lo mismo cuando se trata de
ley 12.583, presupuesto de la libertad bajo cau- atentados contra el Derecho de gentes, por
ción, debe tenerse cuidado de no incurrir en con-
fusión, derivada de la lectura de la legislación ejemplo, la piratería, que puede ser juz-
comparada, la. cual se divide en cuatro sistemas gada por las autoridades del país donde se
con relación ¿ la fijación de la pena del delito encuentran los acusados, siempre que el
continuado; a saber: a) cúmulo material; b) cú-
mulo Jurídico: c) absorción; d) pena única pro- proceso no pueda ser instruido por las au-
gresiva. La ausencia de reglas expresas en nues- toridades del país ofendido.
tro Código penal trae dificultades, pero no inso- Los delitos cometidos a bordo pueden ser:
lubles. De todas maneras, la solución debe extraer-
se de nuestro Derecho. o bien un delito contra o entre las personas
que se hallan en el buque, o bien contra la metido entre individuos de la tripulación o
persona del que lo comanda. En el primer por o en contra de personas ajenas a la
supuesto debe el capitán adoptar cuantas tripulación. En el último supuesto quedan
emergencias sean necesarias para asegurar sometidos a la jurisdicción del Estado a que
al culpable y poder entregarlo a las autori- pertenece el puerto. E igual criterio se apli-
dades del país cuya bandera enarbola el ca en caso de que el delito hubiera alterado
buque. la tranquilidad del puerto o se hubiera soli-
Este sometimiento a la ley del pabellón citado la cooperación de las autoridades
es consecuencia lógica del indiscutido prin- locales. En todos los casos el procedimiento
cipio de la libertad de los mares (V. MAR se realiza con aviso al cónsul del país del
LIBRE), sobre los que no ejerce jurisdicción buque, para que presencie la diligencia.
Estado alguno de la tierra. Por otra parte, (H. Ch.)
si se acordara jurisdicción para entender
de estos delitos a las autoridades del país DELITOS COMETIDOS EN AVIONES.*
del primer puerto de arribada, sería conce- SUMARIO: I. Soberanía del Estado. II. Ley
derles una jurisdicción que no tenían al del Pabellón. III. Ley del lugar del aterri-
zaje. IV. Doctrina de La Pradelle. V. Doc-
momento de cometerse el crimen. trina de De Wischer. VI. Conclusión.
El artículo 8° del Tratado de Derecho in-
ternacional privado de Montevideo dice al I. Soberanía del Estado. Crear la norma
respecto: "Los crímenes y delitos cometidos jurídica destinada a organizar la potencia
en alta mar o en aguas neutrales son juz- nacional es hacer la defensa de la Nación,
gados y penados por las leyes del Estado a cuyo patrimonio puede ser deseado y ata-
que pertenece el buque de guerra o mer- cado por otras, lo que de por sí entraña
cante en el cual se perpetran". una gravísima amenaza para el bien pú-
2) Puede ocurrir también que el delito se blico y el bienestar de los ciudadanos e in-
hubiera-cometido a bordo estando el buque dividuos que la pueblan.
en aguas pertenecientes al mar territorial En Derecho aeronáutico, los principios
de otro Estado. La regla general es que ta- rectores han sido incorporados a las legis-
les hechos queden sometidos a la jurisdic- laciones particulares y ratificados en Con-
ción del Estado soberano cuyas aguas te- gresos posteriores. Son los del Tratado de
rritoriales surca la nave. Expresamente lo Versalles, firmado en París en 13 de octubre
dispone así la Territorial Waters Jurisdic- de 1919, por 24 Estados, entre ellos, Estados
tion Act" del año 1878, en Inglaterra. Y el Unidos de Norteamérica, Inglaterra, Fran-
articulo 11 del citado Tratado de Derecho cia, Japón e Italia, cuyas normas esenciales
internacional privado de Montevideo esta- pueden resumirse así:
blece lo siguiente: "Los delitos cometidos a a) Todo Estado goza de soberanía plena
bordo de buques mercantes son juzgados y y exclusiva sobre la zona aérea que se ex-
penados por la ley del Estado en cuyas tiende por encima de su territorio y zona
aguas jurisdiccionales se encontraba el bu- marítima jurisdiccional.
que al tiempo de perpetrarse la infracción". b) Todo Estado está obligado a permi-
No obstante, en opinión de los autores tir en tiempo de paz el libre tránsito de
(Bluntschli-Perel-Phillimore), del Instituto los demás Estados sobre su zona aérea,
de Derecho Internacional y de la Asocia- con exclusión de las zonas que designe,
ción de Derecho Internacional, el 'sistema dentro de las cuales puede prohibir el trán-
es inadmisible, por cuanto la soberanía sito aéreo, por razones de índole militar y
que el Estado ejerce sobre el mar territo- de orden público.
rial debe limitarse a medidas de seguridad De ahí que todos los Estados se declaren
del mismo (policía), que deben ser respe- competentes para conocer y juzgar las in-
tadas por los buques que surcan dichas fracciones a leyes y reglamentos que rigen
aguas, pero no existe norma que justifique la circulación aérea de su cielo. Es el fun-
la intervención de dicho Estado por delitos damento jurídico de la soberanía territo-
cometidos a bordo de un buque extranjero, rial; el derecho de soberanía completa y
por el solo hecho de atravesar esa porción exclusiva que cada Estado tiene sobre el
de mar. espacio atmosférico que se halla arriba de
3) Por último, si el delito cometido a bor- su territorio y aguas jurisdiccionales.
do ocurre estando la nave anclada en un En materia penal no cabe hacer distin-
puerto extranjero, quedan de hecho some- gos, como dice Oay de Montellá, "entre
tidos a la ley del país donde se encuentran. infracciones a las cuales la aeronave sirte
Tal es la norma general, pero a fin de evi- de instrumento y las cometidas por las
tar conflictos, se ha adoptado un criterio personas que viajan o conducen la aerona-
ecléctico preconizado por Fiore, distinguien-
do según el hecho delictuoso se hubiera co- * Por el Dr. JUAN ANTONIO UADKAZO.
ve. Todas quedan sometidas, según los términos, la autonomía e independencia
principios del Derecho internacional que del Estado, adquirió rápida difusión entre
rige esta materia, a la competencia del los maestros de Derecho internacional.
Estado sobrevolado. Las discusiones han Niemeyer la aprobó con fundamentos di-
podido entablarse respecto a la calificación fíciles de rebatir: "Las especiales circuns-
de los crímenes y delitos que interesan a tancias de la navegación aérea, la rapidez
la seguridad del Estado y que dependen de con que las aeronaves surcan los espa-
sus leyes. Por esto, el articulo 2"? del Proyec- cios sometidos a una soberanía extranjera,
to sobre competencia penal disponía que la ajenas como son a los intereses que afec-
violación, a bordo de una aeronave en cur- tan al país atravesado por los aires, son
so de vuelo, de leyes y reglamentos dicta- otras tantas circunstancias que sustraen
dos por un Estado para ordenar los vuelos al Estado sobrevolado todo motivo de in-
sobre su territorio, cae bajo la competencia tervención con ocasión de los actos delic-
de este". tivos, robos y maniobras dolosas, cometi-
Durante el viaje sobre países lejanos, el das en perjuicio de pasajeros no naciona-
Estado sigue a sus aviones. Traza, con ello, les a bordo de una aeronave en vuelo. El
la órbita de su más alta competencia para hecho de no estar-el Estado sobrevolado
regular su propia capacidad jurídica como afectado por tales actos, justifica la fic-
sujeto de relaciones internacionales, con ción según la cual el delito se considera
derechos y deberes, determinando, en con- cometido en el territorio del Estado del
secuencia, su aptitud para llevar a actos cual la aeronave lleva las marcas de la
de Derecho internacional, y legislar sobre nacionalidad".
preceptos e instituciones por la vía del re- En respuesta a objeciones que ponen de
cíproco consentimiento, con lo cual, al de- relieve el punto débil del sistema, Nieme-
cir de Von Liszt, queda esbozado el pro- yer reconoce que la ley del pabellón cede
blema del "poder ejecutivo supraestatal" •cuando el derecho de reprimir corresponde
en la comunidad de los pueblos. Por otro al Estado subyacente, en cuyo caso, y co-
lado, reprime la violación de leyes y re- mo único perjudicado, es también el único
glamentos cometida en sus máquinas fue- que puede tener algún interés en sancio-
ra de su espacio atmosférico, en virtud de nar la infracción y obtener la reparación
lo convenido en París (1919), Madrid (1926) civil del daño ocasionado a su patrimonio.
y Chicago (1944). El Código del Comité Jurídico Interna-
Tal principio fue tomado en considera- cional de Aviación, artículos 23, 24 y 30, na
ción por el instituto de Derecho Interna- recogido la doctrina de Fauchille. Dicho
cional en el proyecto de 1937 (art. 3), al texto ha inspirado el Proyecto de Conven-
decir que "la violación, a bordo de una ción Internacional de 13 de octubre de
aeronave en curso de vuelo, de las leyes y 1919, pero no ha integrado su redacción
reglamentos dictados por el Estado, del definitiva.
cual la aeronave posee la nacionalidad, en Las legislaciones particulares sostienen
relación a la navegación aérea fuera de el imperio de la ley del pabellón cuando se
su territorio, depende de la corripetencia trata de hechos punibles cometidos a bor-
penal de este Estado. Esta regla no repre- do de sus aeronaves. Sin embargo, permi-
senta perjuicio a la competencia del Es- ten que el tribunal del Estado competente
tado subyacente, reconocida en el presente decline la tramitación del sumario cuando
artículo". los actos delictuosos se hayan perpetrado
Veamos ahora el cuerpo de doctrina que en una aeronave extranjera en vuelo sobre
se ha ido formando en torno a las infrac- el Estado que reclama el derecho de juz-
ciones penales de la locomoción aérea. garlos, o en una aeronave de este Estado,
II. Ley del pabellón.. Pertenece a Fau- mientras surca el espacio de un territorio
chllle, quien en 1902 expresaba su pensa- extranjero.
miento diciendo que: "los crímenes y deli- No obstante la calidad de esta teoría,
tos cometidos a bordo de un aeróstato en plasmada en la idea de que el signo de la
cualquier parte del espacio, por componen- nacionalidad del avión es el símbolo de
tes de la tripulación, o por cualquier otra la soberanía del Estado, lo que explica su
persona que se halle a bordo, caen bajo universal aceptación, es imposible adoptar-
la competencia de los tribunales de la na- la en forma absoluta o excluyente, porque
ción a la cual pertenece el aeróstato, y la seguridad jurídica reclama un derecho
serán juzgados según la ley de ésta, sea positivo más elástico y exento de lagunas,
cual fuere la nacionalidad de los autores para conciliario con la Justicia que, al de-
o de las víctimas..." cir de Radbruch, es la pauta axiológica y
Esta doctrina, destinada a salvaguardar meta del legislador.
la soberanía Interior y exterior, o, en otros III. Ley del lugar de aterrizaje. Los jus-
tincados reparos que ha merecido la doc- en forma de proyecto al Comité Jurídico
trina de Fauchille frente al desarrollo de Internacional de Aviación, en la sesión cele-
la técnica aviatoria, se fundan en el limi- brada en Budapest, en 1930, y se basa en
tado cuadro de posibilidades que su apli- la competencia territorial, sin excluir el
cación oírece al Estado para capturar al derecho de represión que emana de las
delincuente que ha violado sus leyes a circunstancias personales del delincuente,
bordo del avión, y cuenta con las mejores de la víctima y de las características de la
perspectivas para burlar la acción de la figura delictiva que ha motivado la forma-
justicia, con sólo descender en la escala ción de la causa.
intermedia que la máquina realice en el Para este autor, la competencia en De-
país que más convenga a su condición de recho penal aéreo es doble. Coexisten la
prófugo. de la ley del pabellón y la del Estado sub-
La efectividad de la represión se obtiene yacente, sin perjuicio de conceder prece-
mediante la aplicación de la ley del lugar dencia a la del Estado en cuyo poder se
del aterrizaje. Pholien destaca que "la pri- encuentra el reo. Si interviene un tercer
mera ventaja que vemos en la aplicación Estado, prevalece la ley del pabellón sobre
de este principio es que descarta las dudas la del Estado sobrevolado, exceptuando el
y, por consiguiente, las discusiones acerca caso de que este último haya padecido la
de la competencia. Existe aún una segunda acción dolosa en las personas Q bienes de
ventaja, muy interesante, en el campo su propio territorio. Pero si las autorida-
moral. Es la de que el delito será siempre des del país donde el culpable ha sido
castigado. El autor de la infracción caerá capturado se niegan a entregarlo, invo-
en manos de la justicia, yllos magistrados, cando el socorrido principio de que la
al mismo tiempo que tendían en sus ma- competencia penal se rige por la ley del
nos al delincuente, poseerán igualmente lugar del hecho, entonces cabe aplicar la
los elementos de hecho, las piezas de con- ley del pabellón.
vicción, etcétera, necesarias para el suma- V. Doctrina de De Wischer. Considera
rio". De Wischer —coincidiendo en esto con La
La teoría de Pholien —seguida por Mor- Pradelle y la mayoría de los tratadistas-
purge y Lortsch— tiene fuerza ética y es- que la competencia penal pertenece al Es-
píritu de justicia represiva, observa Cay tado de la nacionalidad del avión y al
de Montellá con toda exactitud. Pero es Estado que ha sufrido las consecuencias
forzoso reconocer que resulta inoperante del hecho. En ciertas situaciones excepcio-
en el terreno de la práctica, porque lejos nales, y ante la concurrencia de leyes que
de asegurar el castigo de los delitos come- reclaman sus respectivas competencias, de-
tidos a bordo de la máquina, pafece desti- be prescindirse de esta norma general, es-
nada a consagrar la impunidad del agente. tableciendo un orden de prelación desti-
Basta suponer, en efecto, que el hecho pu- nado a obviar los innumerables conflictos
nible no sea tenido por tal en el país de surgidos del prodigioso desarrollo que en los
aterrizaje, para advertir que los magistra- tiempos modernos ha alcanzado el trans-
dos locales no podrían, sin incurrir en una porte internacional por vía aérea. Romero
verdadera aberración, privar de libertad y del Prado sintetiza el orden aconsejado por
condenar a un hombre sin norma jurídica De Wischer: "1) Competencia del Estado
ni precedente judicial que legitime el pro- en la zona atmosférica del cual se encon-
cedimiento y la sentencia. traba la aeronave en el momento de la
Quedaría la solución — propuesta por infracción; 2) Competencia del Estado de
Pholien— de permitir al Estado del último la nacionalidad de la aeronave; 3) Com-
despegue reprimir los hechos que siendo petencia del Estado en el territorio del
delictuosos para su legislación, no lo sean cual la infracción ha producido sus efec-
para la estatuida en el sitio del aterrizaje. tos. Cuando los efectos consisten en un
Pero en el supuesto siempre probable de daño físico, debe tener preferencia sobre
que la matrícula d.el avión no pertenezca la de la nacionalidad de la aeronave, y
al país que podría apresar y juzgar al sobre la del Estado en cuya zona aérea se
infractor, es evidente que éste carecería de encontraba la aeronave en el momento de
todo derecho a intervenir, con lo cual se la infracción; 4) Competencia del lugar del
demuestra la irremediable fragilidad de aterrizaje; ella es subsidiaria a la compe-
una construcción teórica, cuyos rasgos la tencia, del Estad~o en el cual la infracción
vuelven de espalda a la genuina realidad ha producido sus efectos, y a la de la na-
de una buena política. cionalidad de la aeronave".
IV. Doctrina de La Pradelle. El amplio VI. Conclusión. En síntesis, cuando un
punto de vista de La Pradelle sobr.e com- hecho delictuoso crea estos conflictos le-
petencia penal aeronáutica fue presentado gislativos derivados de la coexistencia de
diversas soberanías, aquellos se resuelven DELITOS CONTRA LA ADMINISTRA-
aplicando la ley nacional que corresponda CIÓN PUBLICA. (V. ABUSO DE AUTORIDAD.
a la relación jurídica emergente. ATENTADO A LA AUTORIDAD. COHECHO. DENEGA-
En Derecho penal aéreo conviene no CIÓN Y RETARDO DE JUSTICIA. DESACATO. ENCU-
apartarse de la ruta desbrozada por la ex- BRIMIENTO. EVASIÓN. EXACCIONES ILEGALES.
periencia, como cuando un delito come- FALSO TESTIMONIO. MALVERSACIÓN DE CAUDALES
tido en tierra, afecta a dos o más Esta- PÚBLICOS. NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON
dos. EL EJERCICIO DE FUNCIONES PÚBLICAS. PREVA-
En principio, la preferencia debe darse, RICATO. RESISTENCIA A LA AUTORIDAD. USURPA-
como es lógico, a la justicia del país donde CIÓN DE AUTORIDAD, TÍTULOS U HONORES. VIO-
se haya consumado el delito. Pero si la LACIÓN DE DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO.
acción delictuosa se hubiere ejecutado en VIOLACIÓN DE SELLOS Y DOCUMENTOS.)
más de un país, serán competentes los tri-
bunales y se aplicarán las 'leyes del Estado DELITOS CONTRA LA FE PUBLICA. (V.
que en primer término haya tomado co- FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTOS EN GENERAL.
nocimiento judicial del hecho. Y si se trata FALSIFICACIÓN DE MONEDA, BILLETES DE BANCO,
de delitos conexos, el lugar de comisión del TÍTULOS AL PORTADOR Y DOCUMENTOS DE CRÉ-
más grave determinará la competencia del DITO. FALSIFICACIÓN DE SELLOS, TIMBRES Y MAR-
tribunal y la legislación pertinente. Tales CAS. PAGO CON CHEQUES SIN PROVISIÓN DE
son las soluciones del Tratado de Derecho FONDOS.)
penal internacional sancionado por el Se-
gundo Congreso de Derecho internacional DELITOS CONTRA LA HONESTIDAD.*
privado de Montevideo, de 1940, artículos SUMARIO: Los delitos contra la honestidad.
1, 2 y 3, y que Romero del Prado considera Concepto de honestidad. Crítica a la deno-
minación del título tercero del Código pe-
más convenientes, tesis que comparto, por nal. Antecedentes legislativos y proyectos
estimar que bajo el lóbrego panorama del de Coll-Qómez y Peco.
mundo contemporáneo poco propicio, por
cierto, a la política de codificación del Bajo el único y general epígrafe de
Derecho internacional, no se vislumbra la "Delitos contra la honestidad", nuestro
posibilidad de superarla. Código penal agrupa diversas figuras cu-
ya inclusión ha originado no pocas críticas,
BIBLIOGRAFÍA. — Ambroslnl, A., Corso di Diritto motivadas por la diversidad de los bienes
aeronáutico, Boma, 1933, e Instituciones de Dere- jurídicos lesionados por esas figuras, que
cho de la aviación, Ed .Arayú, Be. Aires, 1949. —
Coüannler, H. A., Elementos creadores del Derecho no pueden ser comprendidas dentro del
aéreo, trad. española, Madrid, 1929. — De la Co- concepto, a la vez amplio y estrecho para
lina, B., Política aeronáutica comercial argentina. el caso, de honestidad.
Córdoba, 1946. — Ferreira, E. A., Doctrina argen- Honestidad es, idiomáticamente, sinóni-
tina en Derecho internacional aéreo, 1» y 2» par-
te, Córdoba, 1946-1948, y El problema de la capa- mo de pudor, recato, compostura, decencia
cidad en la doctrina argentina de Derecho inter- y moderación en la persona, acciones y
nacional aéreo. Córdoba, 1950. — Fauchille, P., palabras; urbanidad, decoro, modestia.
Traite de Droit International public, París, 1922. Partiendo de este concepto de hones-
— Gay de Montellá, B., Principios de Derecho
aerpnáutico, Bs. Aires, 1850. — Kroell, J., Traite tidad, la denominación del Código peca,
¿e Droit international public aerien. París, 1934. como bien señala Soler, por exceso en al-
— Lemoine, M., Traite de Droit aerien, París, gunos aspectos y por defecto en otros.. De
1947. — Le Golf, M., Traite théortque et pratiqve los sentidos generales de la palabra hones-
te Droit aerien, París, 1934-1939. — Tapia Sali-
nas, L. Manual de Derecho aeronáutico, Barcelo- tidad sólo han sido tomados los que se
na, 1944. — Vldela Escalada, F. N., El Derecho refieren a la vida sexual, más concreta-
aeronáutico, rama autónoma de las ciencia» jurí- mente a la moralidad sexual. Este criterio
dicas. Es. Aires, 1948. reconoce la influencia religiosa que lleva
a confundir peligrosamente lo inmoral con
DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL lo decididamente delictuoso, el pecado coií
DE LAS PERSONAS. (V. MATRIMONIOS ILE- el delito. Criterio evidentemente peligroso,
GALES. SUPRESIÓN Y SUPOSICIÓN DE ESTADO CI- puesto que sin mayor dificultad, podría
VIL.) llevar a calificar de deshonesta y, en con-
secuencia, delictiva toda relación sexual
DELITOS CONTRA EL HONOR. (V. CA- fuera del matrimonio. En un sentido más
LUMNIA. INJURIA. DIFAMACIÓN.) restringido, añade el mismo Soler, hones-
tidad es una exigencia de corrección y res-
DELITOS CONTRA EL ORDEN PUBLI- peto impuesta por las buenas costumbres
CO. (V. APOLOGÍA DEL CRIMEN. ASOCIACIÓN en las relaciones sexuales.
ILÍCITA. INSTIGACIÓN A COMETER DELITOS. IN-
TIMIDACIÓN PUBLICA.) • Por el Dr. JUAN ANTONIO VETULLO.
La denominación peca también por de- del penalista italiano, No es, por tanto,
lecto, ya que algunos de ios delitos agru- genux dclictorum (-').
pados en el título tercero del Código lesio- En algunas épocas —y sobre todo en la
nan intereses que escapan a la idea estric- ascética Edad Media—, la influencia del
ta de honestidad, como el adulterio, que Derecho canónico hizo que la ley penara
viola el orden familiar, o la violación, que actos que si bien pueden calificarse de
afecta la libertad sexual ( ' ) . degradantes y repudiarse como crímenes
La opinión del eminente tratadista refle- morales, no pueden concebirse como lesio-
ja el poco acierto del Código en la deno- nes de derecho. Los actos obscenos que
minación del título tercero y en la reunión se producen por impulso de la libido, cuan-
en ese solo título de figuras que como el do no se acompañan de violencia, cuando
adulterio, la violación, el estupro, la co- no lesionan por sí mismos el derecho de
rrupción, los ultrajes al pudor y el raptoi la sociedad doméstica, no pueden ser ma-
se relacionan entre si muy remotamente teria de incriminación, porque se reducen
desde el punto de vista de la honestidad. a faltas puramente éticas ( 3 ).
Las críticas que se han hecho al Código Cabe destacar, igualmente, que las accio-
no son simples disquisiciones teóricas de nes que no se exteriorizan no pueden caer
importancia práctica relativa. Muy por el jamás bajo el imperio de la ley positiva.
contrario, es de sumo interés establecer No afectando el pudor individual ni el so-
con claridad qué debe ser considerado de- cial, no lesionando en forma más o menos
lito y el porqué de la incriminación. La directa a los particulares o a la sociedad,
dificultad estriba en que no en todos los mal puede penarse acto alguno. No obs-
tiempos los legisladres han apreciado del tante ello, algunas legislaciones han exce-
mismo modo la situación planteada por dido los limites justos incriminando hechos
los actos que en una u otra forma aten- como la prostitución ordinaria, el aman-
tan contra ei bien jurídico de la honesti- cebamiento común, la bestialidad, etcétera,
dad. que cuando no exceden las fronteras de
A través del tiempo las leyes han osci- la esfera privada y no lesionan derecho
lado entre la más franca tolerancia —como alguno, deben excluirse de los Códigos pe-
consecuencia de la liberalidad de las cos- nales, tanto más que su represión sería
tumbres— y la más firme intolerancia, motivo de escándalo, mucho más contra-
cuando el predominio de las ideas religio- producente, a veces, que el efecto produ-
sas se ha dejado sentir en el espíritu del cido por el hecho mismo.
legislador. También Carrara se manifiesta en aná-
Indudablemente no puede desconocerse logo sentido: "No puede castigarse un
el peligro que representan los actos que pecado como delito salvo cuando se exte-
atenían contra la pureza y rigidez de las riorice en una lesión de derecho. Es feísi-
costumbres, pero es necesario distinguir mo pecado la incontinencia, pero las legis-
aquellos que deben ser objeto de la ley po- laciones excederían los poderes que les
sitiva de los que no pueden sino quedar corresponden, si castigaran la incontinen-
reservados al dominio de la moral. cia sólo en cuanto es incontinencia, sin
,La moralidad, señala Pessina, libre como buscar a tal fin, la resultante de un dere-
es de toda coerción, es confiada a la cus- cho violado". No es posible mantener hoy
todia del individuo mismo, que es respon- una clase especial de delitos intitulada de-
sable ante Dios, su conciencia y la opinión litos de carne, sino que se debían declarar
pública, dado que es libre de cumplir o delitos únicamente aquellos hechos impú-
transgredir los dictados de lo honesto. La dicos que lesionan el derecho de alguien,
castidad de las personas es una de las clasificando esos hechos conforme a
principales manifestaciones de la vida versidad del derecho violado ( • ' ) .
moral. La castidad puede ser ofendida por En resumen, la denominación de hones-
hechos que tengan por fin la satisfacción tidad es de una amplitud excesiva que pi
de la concupiscencia carnal, de la incon- de acarrear dificultades si no se circ
tinencia. Esta atenta —destruye, dice Pes- cribe su concepto a los límites justos.
sina— contra el pudor de la persona, pero Por otra parte, como lo señalé más ar;
por sí no constituye delito ni puede formar siguiendo a Soler, la denominación "
una categoría aparte on un Código, ya que
no significa la violación dr un mandato (2) Pessina, E., Elcmcnti di tfiriito
jurídico, sino de un mandato moral, viola vol. 2, sec. 2'. págs. 90 y 91, Ñapóles. 1883.
l'onesto e non el. giusto. según expresión (3) Id.
(4) Carrara, P., Programa del curso de Dere.cho
criminal dictado en la Real Universidad de Pisa
(1) Soler. S., Derecho penal argentino, t. 3. pá- trad. de S. Soler. "Parte esppo'al", vn!. 2, pág. 165.
giiiO.'j 327-329. Bs. Aires. 1945. Bs. Aires. 1945. ..^
tos contra la honestidad" al par que por de nuestro Código, que exige como requi-
exceso, peca también por defecto. Los bie- sito las miras deshonestas.
nes jurídicos lesionados por los delitos Con respecto a los demás delitos que in-
incluidos en el título, escapan a la simple tegran el título tercero del Código, más
denominación de honestidad. que la honestidad o pudor de los sujetos
El adulterio, por ejemplo, no afecta la pasivos, violan la honestidad o el pudor
moralidad del cónyuge ofendido. En cam- de la sociedad, la moral y las buenas cos-
bio, representa una lesión del honor, de tumbres.
la pública consideración del ofendido y Los antecedentes legislativos de nuestro
más indirectamente del orden de la fami- Código traen análogas clasificaciones de
lia y de la moral y buenas costumbres pú- los delitos contra la honestidad.
blicas. Representa, como dice Pessina, una El Proyecto de Tejedor, en su título ter-
violación del derecho doméstico. cero (parte segunda, libro I"?), incluye el
En cuanto a la violación, representa un adulterio, la violación, el estupro y la
atentado a la libertad sexual, coartada por corrupción de menores y el rapto. Por su
la actitud del sujeto activo o violador. De parte, el Proyecto de 1898, de Pinero, Riva-
ningún modo puede pensarse que la ley rola y Matienzo, agrega los ultrajes al pudor
quiera proteger especialmente la honesti- y suprime el adulterio, mientras que el
dad o que ésta sea la condición necesaria Proyecto de 1906 comprende el adulterio,
para que el delito se configure, dado que la violación y el estupro, la corrupción y
aún una prostituta puede ser sujeto pasi- los ultrajes al pudor y el rapto.
vo de violación. Se protege la libertad de Coll y Gómez en su Proyecto de Código
elegir o aceptar relaciones de índole se- penal, no consideran —como lo hacía Te-
xual. jedor— el adulterio como delito contra la
Con respecto al caso de estupro, la ley honestidad.
requiere la honestidad de la victima. Gon- Es interesante recordar, para concluir,
zález Roura señala que el estupro y el el Proyecto de Código penal del doctor
rapto consentido son los únicos delitos José Peco, que hace una clasificación es-
que exigen como condición la honestidad tricta y detallada de los delitos que nos
del sujeto pasivo («). ocupan. En la sección primera, se refiere
Con respecto al rapto, la doctrina no a los delitos contra los bienes jurídicos de
coincide en considerarlo como un delito los particulares, y en el título quinto, que
contra la moralidad individual. Tal el cri- denomina "Delitos contra las buenas cos-
terio carrariano, que en su Programa hace tumbres" comprende en el capítulo I, los
una crítica a Pessina, que considera este "delitos contra la libertad sexual" (viola-
delito entre los que lesionan el pudor in- ción, actos libidinosos violentos, sustitución
dividual o la castidad de la persona, con- de persona, con acceso carnal o actos libi-
juntamente con el estupro y el lenocinio. dinosos y estupro); en el capítulo II, los
Carrara sostiene que el rapto puede ser "delitos contra el pudor sexual" (ultraje
seguido o no por el acto impúdico. En el público al pudor: actos obscenos, publica-
primer caso se habría violado el derecho ciones y espectáculos obscenos); y en el
de la moralidad individual de la mujer capítulo III, los "delitos contra la libertad
raptada y el derecho de la libertad per- y dignidad de las personas" (corrupción de
wnal. Agrega que si el delito tuviese como menores de quince años, corrupción y pros-
contenido necesario la violación de ambos titución de menores de edad y enfermos o
derechos, podría ser indiferente que se lo deficientes psíquicos, corrupción y prosti-
refiriese a la clase de los que afectan la tución de mayores de edad, lucro con la
moral individual o la libertad personal, su- prostitución ajena y trata de mujeres y
peditando la decisión a la teoría de la pre- menores).
valencia. Pero, según la opinión del mismo En la sección segunda, al referirse a los
autor, la violación de la pudicia individual delitos "contra los bienes jurídicos de la
no es un contenido necesario de la figura familia", en un título único, que denomina
del rapto (*). "Delitos contra la familia", incluye un ca-
Por supuesto, hay que tener en cuenta pítulo I, "Delitos contra la pureza familiar"
que Carrara parte de la definición que de (incesto), y un capítulo U, "Delitos contra
rapto da el Código toscano: "abducción co- el matrimonio (bigamia y poligamia).
metida tanto con el fin de libídine, como Evidentemente, el Código penal debió te-
con el fin del matrimonio, a diferencia ner en cuenta razones como las preceden-
temente anotadas para clasificar, de un
modo más exacto, los delitos que abarca
(5) González Roura, O., Derecho peñol, "Parte
especial", t. 3, tít. 3, pág. 77. Bs. Aires, 1922. el título tercero, bajo el rubro de "Delitos
(8) Carrara, ob. clt.. págs. 166 y 167. contra la honestidad" y responder, como
consecuencia, a un criterio jurídico más trabajo. Pero, después, al extenderse los re-
estricto. gímenes absolutistas, coetáneamente dismi-
nuyó el respeto por la libertad individual
BIBLIOGRAFÍA. — Carrara, V., Programa de Dere-
cho criminal, trad de Soler, Gavier, Núñez, Bs. Ai- para dejar paso al arbitrio del príncipe, de
res, 1945. — Gómez, E., Tratado de Derecho penal, lo que fueron ejemplo inolvidable las te-
Bs. Aires, 1940. — González Roura, O., Derecho pe- ttres de cachet. Pero, también coetáneamen-
nal, Bs. Aires, 1922. — Pessina, E., Elementi di Di- te, en múltiples pensadores germinaba una
ritto pénale. Ñapóles, 1883. — Ríos, N., "Delitos
contra la honestidad" (tesis), Bs. Aires, 1895. — nueva doctrina que reconocía en el ser hu-
Soler, S., Derecho penal argentino, Bs. Aires, 1945. mano, el derecho natural a la libertad, co-
— Proyectos de Código penal: Tejedor, C., 1867; mo lo postularan, con diferencias de ma-
Pinero, N., Rivarola, R., Matienzo, N., 1898; Comi- tices que escapan a la índole de este tra-
sión de Reformas Legislativas, 1906; Coll-Qómez,
1937; Peco, J., 1940. bajo, Grozio, Puffendorf, Blackstone y el
abad Spedalieri.
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD* El Paralelamente a este movimiento filosó-
Código penal argentino reserva uno de sus fico, los escritores que en el siglo xvm en-
títulos, el quinto de su Parte Especial, a carnan, con más nítidos caracteres, el pa-
los delitos contra la libertad, agrupando en pel de apóstoles de la reforma penal, re-
seis capítulos infracciones harto heterogé- calcan la necesidad de construir un siste-
neas. En el capítulo I, los delitos contra la ma de delitos contra la libertad o, por lo
libertad individual (arts. 140 a 149); en el menos, de afianzar, la tutela penal de la
II, la violación de domicilio (arts. 150 a libertad. Los nombres ilustres de Montes-
152); en el III, la violación de secretos quieu, Beccaria, Filangieri, Blackstone, no
(arts. 153 a 157); en el IV, los delitos con- pueden dejar de mencionarse en tal sen-
tra la, libertad de trabajo y asociación (ar- tido. Tales ideas, encuentran concreción a
tículos 158 y 159); en el V, contra la liber- raíz de los acontecimientos políticos que
tad de reunión (art. 160); y en el VI, con- tienen por escenario, en el ultimo cuarto
tra la libertad de la prensa (art. 161). de aquel siglo, a Estados Unidos y a Fran-
Es preciso dejar sentado, como primera cia, materializándose legislativamente en
aseveración, que la dificultad encontrada la "Declaración de los derechos del hom-
en la sistematización de estos delitos ra- bre y del ciudadano", al par que en la le-
dica, fundamentalmente, en que la liber- gislación inglesa. En la declaración aludi-
tad, en alguna de sus fases, aparece siem- da, de la Asamblea Nacional francesa de
pre vulnerada cada vez que el hombre de- 1789, se consagra el principio de que la li-
linque. Porque, come afirma Soler, ella pre- bertad es un derecho natural; de que sólo
senta la particularísima situación de ser, encuentra su límite en la ley; de que na-
además de un posible bien jurídico en sí, die puede ser acusado, arrestado o deteni-
un presupuesto necesario de toda norma do sino en los casos determinados por las
Jurídica. leyes; de que nadie puede ser penado sino
1. ¿os delitos contra la libertad en la en virtud de ley anterior; de que nadie
historia. No es multisecular el reconoci- puede ser inquietado por sus opiniones; de
miento de los derechos individuales en la que es libre el pensamiento y su transmi-
historia del mundo. Y fue progresiva la sión; de que los funcionarios públicos son
formación en la historia penal de las di- responsables.
versas infracciones que integran el grupo Desde entonces al presente, casi
de delitos contra la libertad. dictaron constituciones en el mundo, en las
En el Derecho romano no aparecen, ni que no aparezcan reconocidos los derechos
de lejos, sistematizados. Pero se conocieron a la libertad individual, a la inviolabilidad
ciertos delitos en los que era característi- del domicilio y de la correspondencia, a la
ca sustancial la lesión a la libertad. Así, libertad de reunión y de expresión, etcéte-
el crimen vis, el plagium, el carcer priva- ra. Las Constituciones argentinas de 1853
tüs, los delitos contra la religión y el am- y de 1949 no fueron, por cierto, excepción.
bitus. Y ya en el campo menos genérico o
La libertad individual se ve tutelada en clarativo, del Derecho penal y de los
el Derecho germano bárbaro y constituyen gos pertinentes, se van delineando el:
delitos del tipo de los que nos ocupan, la mente distintos delitos contra la 111
venta de un hombre libre, el secuestro de que Florián agrupa en cuatro grandes
personas, 'el impedir el tránsito,'la viola- visiones: los delitos contra los derechos
ción de domicilio. Uticos de los ciudadanos, contra la libertad
En la Edad Media cabe agregar el pla- individual, contra la libertad de concien-
gio y los delitos referentes a la libertad de cia y de culto, y contra la libertad del tra-
bajo y la industria.
* Por el Dr. ALFREDO NOCETTI PASOUNO. 2. Los delitos contra la libertad en
É
doctrina. Tratadistas hubo que no consi- Y, de acuerdo al mismo autor italiano,
deraron a la libertad como objeto especial diremos que entre todas las clasificaciones
del delito: Carmignani, Giuliani, stephen, de los derechos del individuo que se formu-
Seymour-Harris. laran, optamos por la que distingue los de-
La autonomía de los delitos contra la li- rechos políticos y los derechos de libertad.
bertad individual reconoce origen germa- Mientras los políticos corresponden sola-,
no, por obra, principalmente, de Feuer- mente a los ciudadanos, los segundos per-
bach, Grolman y Tittmann. Un segundo tenecen a todos los hombres.
paso alcanza a la inviolabilidad de los do- Frente a quienes opinan que existen tan-
micilios y de la correspondencia, por labor tos derechos —ya en la esfera que nos in-
de autores itálicos. Más adelante, y por ha- teresa— cuantas sean las manifestaciones
berse expandido exageradamente la órbi- de la libertad, creemos con el mismo Flo-
ta de acción de los delitos contra la li- rián que los diversos derechos de libertad
bertad, habrá de darse marcha atrás con constituyen una unidad sustancial y no una
algunos y así desaparecerán en el rol, la serie indefinida de derechos independien-
huelga de obreros, la instigación a delin- tes. Los derechos a la libertad protejen la
quir, el rapto, la violación, el estupro, el personalidad humana en sus variadísimas
ultraje al pudor. actitudes y de este modo, convergen todos
Históricamente hablando, después de los a un concepto sustancial, que puede deri-
delitos contra la libertad individual apare- nirse con el viejo nombre de libertad indi-
cen los delitos contra los derechos cívicos, vidual. Ahí desembocarán, como ríos a la
o dicho de otra manera, contra la libertad mar, el derecho de decidir autónomamente,
política, entre los que es típico el delito la propia voluntad, la libertad de movi-
electoral. miento físico, la de obrar según los pro-
Se perfilan más adelante los delitos con- pios deseos, de ser amo en su casa, la In-
tra la libertad religiosa, contra la libertad violabilidad de la correspondencia, la liber-
de conciencia y contra la libertad de cul- tad de palabra, de conciencia, de culto, de-
tos. Aquí caben los vestigios de los delitos prensa, de reunión, la libertad comercial e
contra la divinidad, otrora importantes, industrial, etcétera. Hacer de cada una de
como la blasfemia, y los cometidos contra estas manifestaciones de la libertad indi-
el ejercicio del culto, o contra los objetos vidual otros tantos derechos autónomos,
religiosos o sus ministros, o contra los ca- sería desconocer el vínculo de su común
dáveres, tumbas, cementerios. origen y finalidad, contrariando la funda-
Desaparecido el delito de huelga nacen mental identidad de sus contenidos.
los delitos contra la libertad de trabajo, Claro está que existirán derechos que po-
modernamente acogidos en la doctrina. drán asumir características de derecho po-
Cabe señalar que estas someras indica- lítico o de derecho de libertad, según su fi-
ciones, no han de interpretarse como en- nalidad. Así por ejemplo, el derecho de
marcando a series o tipos de delitos sobre reunión será político cuando se ejercite con.
los que no haya opiniones diversas y hasta motivo de un mitin en época de elecciones,
contradictorias, pues sólo aspiran a servir y en cambio será de libertad si la reunión
de esquema o guía en esta sistematización, tenga una finalidad religiosa o científica.
en plena dinámica, de los delitos contra la ¿Cuál es la función de la ley penal res-
libertad. pecto a la tutela de tales derechos? Ya
3. La libertad como bien jurídico tute- Montesquieu, en Esprit des lois, había es-
lado por el Derecho penal. La libertad ha crito que de la bondad de las leyes pena-
sido definida de maneras diversas y no es les depende principalmente la libertad de
del caso entrar aquí en referencias al res- los ciudadanos, porque cuando la Inocencia
pecto. Pero sí recordar.que nos interesa en de éstos no aparece asegurada, tampoco lo
cuanto sea objeto del delito. En cuanto está la libertad. La primer condición para
constituya un derecho o un bien jurídico una eficaz tutela de las libertades indivi-
que sea pasible de verse vulnerado por una duales ha de hallarse, pues, en leyes claras
infracción penal. y justas.
Siguiendo en esto a Florián, debemos con- La ley penal ejercita, frente a los dere-
siderar la libertad como objeto del delito, chos políticos y de libertad, una función de
sólo en cuanto la persona física sea el su- protección inmediata y específica. En pri-
jeto. Las lesiones al derecho de libertad, en mer lugar, determina las ocasiones y la ma-
cuanto pertenezca al Estado, a sus entes nera, en que los individuos pueden verse
autárquicos, a la colectividad, no corres- limitados o privados de su libertad, me-
ponde a esta clase de delitos. Y respecto diante normas objetivas. En segundo tér-
a la persona física, cualquiera sea el sexo, mino, el Derecho penal proclama la im-
la raza, la edad, la condición social. punidad de la resistencia a las órdenes y
actos ilegales de los funcionarios estatales, Cosa que ya ocurría en el Proyecto de Có-
encontrando en el arbitrio de éstos la ra- digo penal de 1881, que con igual título al
zón que justifica la resistencia. En tercer escogido por Tejedor, sólo mantenía los ca-
lugar, la ley penal tutela la libertad me- pítulos referentes a la detención privada,
diante la incriminación de diversos hechos, violación del domicilio y descubrimiento y
los llamados delitos contra la libertad. revelación de secretos. Sin embargo el Có-
Como ya insinuáramos, todos, o la ma- digo de 1886 estaba calcado en aquel pri-
yor parte de los delitos, lesionan de algu- mitivo proyecto de Carlos Tejedor, y la
na manera la libertad. O a veces la viola- ley 4189 (Jue lo modificara, sólo reemplaza
ción de la libertad no es más que un me- las amenazas y coacciones por la extorsión.
dio para la consumación de otro delito. No Los autores del Proyecto de Código penal
es a ellos a los que queremos referirnos de 1891, señalando que Tejedor había dis-
cuando hablamos de delitos contra la li- tribuido en otros títulos figuras que corres-
bertad. Sí, en cambio, a aquellos en que el pondía agrupar conjuntamente, y que igual
objeto de la lesión sea, directamente, la li- temperamento había adoptado el Código de
bertad del individuo como tal y en que la 1886, efectúan un reajuste y tras denomi-
restricción a la libertad sea autónoma y nar al título "Delitos contra la libertad".
no medio, necesario o eventual, o conse- dedican el capítulo I a los delitos contra la
cuencia, o accesorio, de otro delito. libertad individual, el II a la violación de
Para que un delito sea "contra la liber- domicilio, el ni a la violación de secretos,
tad", será necesario por lo tanto, que le- el IV a los delitos contra la libertad de tra-
sione o ponga en peligro un bien jurídi- bajo, el V contra la libertad de cultos,
co, colocado en la esfera del concepto ju- el VI contra la libertad de reunión y el VH
rídico de la libertad, y que tal bien jurí- contra la libertad política.
dico pertenezca al individuo y se refiera a El proyecto de 1908 incorpora los delitos
la persona. Por eso no caben, entre ellos, contra la libertad de prensa y contra el
las violaciones a los derechos políticos, que ejercicio de una industria.
no tienen por objeto un bien jurídico de Ya en vigencia el Código penal actual, el
naturaleza individual. Proyecto Coll-Gómez innova, con respecto
En el primer párrafo enumeramos las al mismo, en cuanto dedica un capítulo por
infracciones que la ley penal argentina ha separado a la violación de la corresponden-
estimado que hallan cabida entre los deli- cia y papeles privados y se legisla sobre los
tos contra la libertad. delitos contra el sentimiento de respeto a
4. Evolución de los delitos contra la li- los muertos.
bertad en la legislación argentina. La Cons- El Proyecto Peco introduce modificacio-
titución Nacional sancionada en 1853 de- nes importantes en la terminología, desde
dica diversos artículos a sentar principios que el título "Delitos contra la libertad"
fundamentales en cuanto al tema que nos comprende capítulos sobre delitos contra la
ocupa. Así enumera en el artículo 14 los personalidad individual, la libertad física,
derechos de todos los habitantes; suprime la libertad psíquica, la libertad doméstica
la esclavitud en el artículo 15; no admite y la inviolabilidad de los secretos.
prerrogativas en el artículo 16; sanciona el Por fin, el Proyecto del Poder Ejecutivo
principio de reserva, la necesidad de orden de 1951, en igual título hace referencia en
escrita para ser arrestado y la inviolabili- el capítulo I a los delitos contra el estado
dad de la correspondencia y del domicilio individual de libertad, en el II contra la li-
en el artículo 18; reserva al juicio de Dios bertad personal física, en el III contra la
las acciones privadas de los hombres en el libertad psíquica, en el IV sontra la invio-
artículo 19; etcétera. Similares preceptos labilidad del domicilio, en el V contra la
contenía la Constitución. dictada en 1949, inviolabilidad de secretos, en el VI contra
reemplazada hoy, nuevamente, por la la libertad de reunión y en el VII contra
de 1853. la libertad de prensa. (V. DELITOS CONTRA
El Proyecto Tejedor^ dedicaba un título LA LIBERTAD DE PRENSA. DELITOS CONTRA LA LI-
a los "Delitos contra las garantías indivi- BERTAD DE REUNIÓN. DELITOS CONTRA LA LIBER-
duales", y dentro del mismo, el capítulo I a TAD DE TRABAJO Y ASOCIACIÓN. VIOLACIÓN DE
la Detención privada, el II a la Sustracción DOMICILIO. VIOLACIÓN DE SECRETOS.)
de menores, el III al Abandono de niños, BIBLIOGRAFÍA.—Carrafa. P.. Programa, jj§ 1558
el IV a la Violación del domicilio, el V a a 1701; Plorlán. E., Delltti contra il sentimento re-
las Amenazas y coacciones, y el VI al Des- ligioso e la pictá dei difunti. Delitti contra la li-
cubrimiento y revelación de secretos. Como berta individúale, págs. 5 a 178. — Gómez, E.,
se ve, comparativamente, algunas infraccio- Tratado de Derecho penal argentino, 3» parte, pá-
ginas 307 y slgs. — Hungría, N., Comentarios, t. 6,
nes ocupan, en el Código vigente, otro, lu- págs. 123 y Bigs. — Mollnarlo, A., Derecho penal.
gar, y algunas han desaparecido. págs. 339 y slgs. — Negri, "Delltti contra la líber-
tt", en Cogliolo, Completo trattato teórico e pro- es franco, no exista ni la libertad de ex-
tico di Diritto pénale, t. 2, págs. 379 y sigs. — No- presión, ni el derecho de publicar en la
secia, "Del delittl contro la liberta", en Enciclope-
dia, Pessina, t. 6, págs. 223 y sigs. — Peratoner, C., prensa sin censura previa, ni el derecho de
Dei delitti contro la liberta. — Soler. 8., Derecho evitar que las- autoridados detentadoras
penal argentino, t. 4, págs. 10 y sigs. del poder, impidan u obstaculicen la cir-
culación de libros y periódicos, ya que, a
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD DE lo sumo, el delito se entenderá en rela-
PRENSA.* El titulo V del Código penal ción a los rarísimos casos en que el agente
argentino comprende, en sus diversos ca- sea un particular; y en los regímenes de
pítulos, los delitos contra la libertad, o sea disimulada tendencia dictatorial, aun man-
todos aquellos que afectan a la libertad teniéndose las apariencias formales de la
individual, a la inviolabilidad del domici- libertad de publicar las ideas en libros y
lio y de los secretos, a la libertad de tra- periódicos, sin censura previa, se atenta
bajo, de asociación y de reunión, cada uno impunemente contra esa libertad mediante
de los cuales ha de ser objeto de estudio ardides de tipo fiscal, de reparto de cupos
independiente en esta Enciclopedia. Pero, de papel, etcétera. Y conste bien que esta
además, se refiere, en último lugar, a los apreciación —no aplicable a un país o a
delitos contra la libertad de prensa. En un tiempo determinado, sino a muchos— no
efecto, el artículo 161 de dicho Código ex- se sale para nada del terreno estricta-
presa: "Sufrirá prisión de uno a seis me- mente jurídico, porque si lo que la Cons-
ses el que impidiere o estorbase la libre titución y el Código tratan de proteger es
circulación de un libro o periódico". un derecho político-individual, resultarán
Evidentemente, el precepto copiado guar- antijurídicos los métodos —cualesquiera
da intima relación con el artículo 14 de la sean ellos— que se empleen para burlar
Constitución Nacional en aquella parte el derecho protegido.
encaminada a garantizar a "todos los habi- Sebastián Soler (') nos recuerda —y el
tantes de la Nación" el derecho, entre recuerdo es muy oportuno— que la dispo-
otros, "de publicar sus ideas por la prensa sición comentada tiene su antecedente en
sin censura previa". La precaución cons- el Proyecto de 1906, si bien con una impor-
titucional resultaría letra muerta si no hu- tante corrección, pues aquél se refería al
biese una norma legal que castigase a libro o periódico que no contenga escritos
quienes impidan a cualquier habitante la ilícitos, frase que fue suprimida por la
publicación de sus ideas en libros o pe- Comisión de 1917, "porque eso implicaría
riódicos, y no hay duda de que una forma establecer la censura previa". Y en la Ex-
de obstaculización —posiblemente la más posición de Motivos se dice: "Nadie sino
eficaz y perjudicial para la victima del de- la autoridad competente puede determinar
lito— consiste en impedir o estorbar la el carácter ilícito de una publicación. SI
circulación del impreso que contenga aque- ésta constituye un delito, el caso está le-
llas ideas. El tema ofrece primordial im- gislado en la sección respectiva de este
portancia: de una parte, porque en una Código, pero a nadie le está permitido im-
democracia tal vez el derecho politice más pedir la circulación de un libro, con ese
trascendental sea el de autodeterminación pretexto, porque si no la libertad de pren-
de' los ciudadanos para darse su propia sa, autorizada por nuestra carta funda-
forma de gobierno, lo que no sería posible, mental, estaría vulnerada en una de sus
al menos conscientemente, sin que la li- manifestaciones públicas más importantes:
bertad de expresión, oral o escrita, estu- la libre circulación de la palabra escrita".
viese debidamente garantizada; y de otra De la aclaración contenida en los con-
parte, porque en el delito a que se refiere ceptos copiados, deduce Soler, también con
el artículo 161, lo que más se ha de temer acierto, que en el derecho de libre circu-
no es la acción obstaculizadora de los par- lación de la palabra escrita, contrariamen-
ticulares, sino los excesos y los abusos de te a lo que sucede con otros derechos, cual,
poder de los gobernantes y aún de ciertos por ejemplo, el de reunión, "no se ad-
organismos del Estado. Especialmente en mite la intervención de la autoridad con
los regímenes totalitarios y en los de ten- pretextos preventivos, porque se estima que
dencia dictatorial, esa propensión a impe- de ello derivarían más inconvenientes que
dir la circulación de libros y periódicos, los que pueden derivar de la libre circula-
es muy característica y de aplicación, como ción, aun con el peligro de abuso". A jui-
es lógico, a aquellos impresos que contienen cio del autor comentado, "se trata de una
Ideas contrarias al gobierno. De ahí que solución política, en la cual se elige el pe-
en los regímenes en que el sistema tiránico
(1) Derecho penal argentino, t. 4, págs. 170
• Por el Dr. MANUEL OSSORIO Y FLORIT. y sigs.
ligro menor, a fin de salvaguardar en la existencia del delito que la traba de la
máxima medida posible un bien jurídico circulación sea total y definitiva,,bastando
fundamental, no ya solamente desde el con que sea estorbada, como sucedería si
punto de vista estrictamente político, sino se actuase sobre los distribuidores, espe-
también partiendo de la consideración del cialmente los de diarios, a fin de retrasar
interés meramente cultural". la distribución que deba ser hecha en un
Claramente se deduce de las palabras día determinado; e) que el sujeto activo
de Soler que la autoridad gubernativa no de la infracción puede ser cualquier perso-
tiene facultades para impedir la circulación na; f) que si lo es un funcionario público,
de libros y periódicos. Ahora bien, como que pretenda ejercer autoridad, "el even-
en esa clase de impresos pueden reflejarse tual abuso concurre con este hecho mate-
conceptos delictivos o contrarios a la mo- terialmente"; g) que el sujeto pasivo puede
ral, es lógico que su circulación se pueda ser cualquier persona interesada en la
prohibir; pero la determinación de la ili- circulación, aunque corrientemente lo sean
citud ha de hacerse por la autoridad judi- el autor Q el editor, porque lo que la ley
cial, exactamente igual que corresponde tutela en el precepto de que se trata, no
exclusivamente a ésta autorizar para el es la expresión escrita de ideas, sino úni-
allanamiento del domicilio. En éste, como camente su circulación; h) que quedan
en todos los casos, ha de partirse de la fuera de esta protección otros hechos gra-
base de que los tribunales de justicia re- ves, como sería el de impedir la impresión,
presentan la garantía única de los derechos no obstante que ello constituiría la forma
individuales y políticos. De otro modo, se más eficaz de impedir la circulación, pues
caería en el grave riesgo, señalado por lo cierto es que si la ley se refiere a libros
Soler, de que la autoridad gubernativa, a o periódicos, debe entenderse que se trata
pretexto de aplicar medidas preventivas, de papeles ya impresos; i) que en el con-
no sólo cohibiese la libre expresión del cepto de libro debe comprenderse cual-
pensamiento, sino que hiciese tabla rasa del quier impreso de varias páginas, incluso
artículo 161 del Código penal. los de formato más pequeño y aun el folio j
Mario M. Mallo (2) señala que debe en- doblado, pero no un simple volante u j
tenderse que la libertad de circulación de hoja suelta; j) que para la consumaciónI
libros y periódicos deriva de la licitud de del delito se necesita que la circulación J
los mismos, debiendo observarse "que no sea efectivamente impedida o estorbada,!
corresponde al resorte privado determinar no bastando los hechos de intentar ese I
si xa circulación de un periódico o libro resultado, si bien por tratarse de delito del
es o no libre, ya que tal función está en- resultado independiente, admite la puni-
cuadrada en la potestad del Estado a este bilidad de la tentativa; k) que la ley no
respecto". Debemos suponer que al refe- define la figura sobre la base de exigir el
rirse a la potestad del Estado, se está re- empleo de algún medio determinado; 1) y,
firiendo en este caso a las facultades en fin, que subjetivamente el hecho es
judiciales, en cuyo caso entendemos que perfecto sin que concurra ningún propó-
estaría coincidiendo con Soler, mas no en sito especial, pues basta querer emplear el
el supuesto contrario. medio impeditivo o turbatorio con conoci-
De* la exégesis que hace Soler del ar- miento de su idoneidad para ese fin.
tículo 161, se deducen las siguientes con- Mallo opina también que el artículo 161
clusiones: a) que el delito consiste en no especifica medios para llevar a cabo el 1
impedir o estorbar la libre circulación; b) hecho, y afirma que es suficiente con que j
que para la consumación del delito no es ellos sean idóneos para conseguir el ílnj
preciso el secuestro de la totalidad de la propuesto de impedir o estorbar la circula-]
edición, siendo suficiente que se impida la ción, pues el dolo específico de este tlj
circulación de ejemplares en cualquiera de penal consiste en la intención voluntar!
los momentos de la operación de distri- puesta de manifiesto mediante actos o 1
buirlos; e) que cuando el libro ha salido chos violentos, fraudulentos, morales, et-
dej -mercado para entrar en posesión de cétera. Difiere su opinión de la de Solí
un particular, su secuestro o destrucción porque cree que en el acto punible
no son constitutivos ya de esta infracción, precepto comentado queda también comj
pues para que el delito se consume es prendido el hecho de impedir la imp
necesario que el libro esté listo para la sión o confección de un periódico,
circulación o se encuentre en circulación; diendo en este punto de vista con el
d) que tampoco es indispensable para la terio sustentado por González RouraO]
También parece discrepar de Soler, en
(3) Código penal argentino comentado, p&gl-
na 377. (3) Derecho penal, t. 3, pág. 166.
sentido de que eí ámbito de la ley alcanza Por ello no ha de extrañar que el Có-
en materia de extensión de prensa "a todo digo penal argentino dedique un artículo
lo que está impreso, cuaquiera sea la for- expreso a legislar sobre el delito que come-
ma, modo y tiempo de circulación". Es de- ten quienes perjudiquen la libertad de re-,
cir, que incluye también a los volantes y unión. Pues si" por reunión habremos de
hojas sueltas, rechazados por Soler. entender la congregación de personas agru-
Eusebio Gómez (*) advierte que el artícu- padas momentáneamente y de manera
lo 161 sólo ampara la libertad de prensa en pacifica, por un motivo lícito cualquiera,
el aspecto de la circulación de libros y habrá que concluir en que ella está pro-
periódicos, tratando de evitar que esa cir- tegida por la propia Constitución Nacio-
culación sea impedida o estorbada "por nal.
cualquier medio que sea, porque el texto En la Constitución argentina de 1853,
no hace referencia a ninguno". Este mis- reimplantada al presente, está contenida,
mo autor (») discrepa de Soler en el sentido implícitamente, en su Preámbulo y en los
de que, a su juicio, únicamente el autor y artículos 14 y 19. En la derogada Consti-
el editor pueden ser los sujetos pasivos de tución de 1949 lo estaba, expresamente en
este delito. su artículo 26. Y no podía ser de otra
JURISPRUDENCIA. — No comete el delito del ar-
manera, por sus características republica-
ticulo 161 por no impedir ni estorbar la Ubre cir- nas y democráticas.
culación, si los empleados de policía que detienen Adelantémonos a decir que la redacción
a distribuidores de folletos y se incautan de és- del texto legal citado (art. 160 del Cód.
tos no han tenido la intención de proceder en tal pen.) restringe excesivamente las posibili-
forma, sino que han actuado por entender que los
distribuidores violaban el edicto policial que repri- dades de que el delito se configure, con
me el desorden (1» Instancia Cap., 4-11-938, L. L., lo que deja sin sanción hechos que debie-
t. 12, pag. 659). ran acriminarse. El andar del tiempo, la
BwjooRArh. — La indicada en las notas. adquisición en nuestro país y en el mundo
entero de la conciencia de sus derechos
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD DE por las grandes masas que lo pueblan y
REUNIÓN.* El Código penal argentino el progreso cultural, científico, politico,
sanciona los delitos contra la libertad de religioso, etcétera, al multiplicar asocia-
reunión en el título V del libro segundo, ciones y reuniones, obligará en un futuro
capítulo V, artículo 160, diciendo: "Será a defender mejor la libertad de reunión.
reprimido con prisión de quince días a tres El Código penal reprime a quien impi-
meses, el que impidiere materialmente o diere materialmente o turbare una reunión
turbare una reunión lícita, con insultos o lícita. Plantea, pues, dos supuestos diver-
amenazas al orador o a la institución or- sos: impedir o turbar. El Proyecto de 1917
ganizadora del acto". Disposiciones seme- introdujo la voz materialmente para refor-
jantes no son unánimes en la legislación zar el verbo impedir, que no aparecía en
penal mundial. los Proyectos de 1891 y 1906, ni en la ley
Se incluye, pues, a este tipo de delitos 4189 (art. 30, inc. 2°).
dentro de los que vulneran, como bien ju- Por impedir una reunión habrá de en-
rídico principalmente tutelado, a la liber- tenderse imposibilitarla, antes de su ini-
tad, o sea, aquella facultad inherente al ciación o durante su realización. Pero con-
hombre de obrar como mejor le parezca, y forme a lo requerido por la ley, ello deberá
por la cual es dueño y responsable de sus ocurrir mediante la utilización de medios
actos. (Para un mejor desarrollo del con- materiales. Por "turbar", alterarla, per-
cepto, ver: Alfredo Nocetti Fasolino, "De- turbarla, promover disturbios o desórde-
litos contra la libertad", en esta misma nes.
Enciclopedia.) A su turno, por reunión lícita, condición
En función política, de tal libertad se que integra el tipo de este delito, ha de
disfruta en las naciones civilizadas (o de- significarse toda aquella que no constitu-
biera disfrutarse), par.a hacer y decir cuan- ya en sí misma un delito, como sería el
to no se oponga a la libertad de los demás, caso de quienes se congregan para incurrir
a las leyes y a las buenas costumbres, y en rebelión o sedición, o para constituir
de usar de los derechos civiles y políticos una asociación ilícita. No debe olvidarse,
con arreglo a la Constitución del Estado. además, que "conforme a las leyes que re-
glamenten su ejercicio", todos los derechos
(4) Leyes penales anotadas, t. 2, pág. 440. pueden, de alguna manera, restringirse,
(5) Gómez, E., Tratado de Derecho penal, t. 3, aunque sin ser alterados (arts. 14 y 28 de
pág. 517. la Constitución Nacional).
El edicto policial del 26 de julio de 1941,
Por el Dr. ALFRIDO NOCETTI FASOLINO. sobre reuniones públicas, determina cuáles
son las reuniones o manií estaciones que se- este derecho guarda con la libertad de cul-
rán permitidas o prohibidas. La ley 14.400, tos y de asociación. Los actos de culto son,
sobre actos o reuniones públicas, aparecida para la ley penal, manifestaciones del de-
en el Boletín Oficial del 29 de abril de recho de reunión; las asociaciones exterio-
1955, que era manifiestamente inconstitu- rizarán su vida también con una serie de
cional, trajo consecuencias respecto a la actos de reunión de personas. Todo ello
libertad de reunión, señaladamente en lo muestra a un tiempo la íntima relación
que se refiere a las manifestaciones del de este derecho no enumerado con otros
culto católico, cuyo comentario no corres- específicamente mencionados por la Cons-
ponde a un estudio de naturaleza estricta- titución, muchos de los cuales realmente
mente jurídica. A poco de producirse la dejarían de existir, si no estuviese garanti-
revolución de septiembre de 1955,' fue de- da la forma en que habitualmente se tra-
rogada dicha ley. ducen".
Pero, dentro de los límites constitucio- Sin embargo, no parece defendida exito-
nales, puede "el Presidente de la Repú- samente la libertad de cultos con el agre-
blica expedir disposiciones que reglamen- gado debido a la Comisión Especial de Le-
ten, restrinjan o prohiban, aunque sea gislación Penal y Carcelaria de la Cámara
accidentalmente, el derecho de reunión, de Diputados de la Nación, en 1917, ya ex-
cuando resultare cierta o probablemente puesto, en virtud del cual ha de impedirse
comprometido el orden público, la paz so- materialmente la reunión. Las prohibicio-
cial o las instituciones estatales" (Cámara nes por vía policial, por ejemplo, no caben
en lo Criminal y Correccional de la Ca- en el precepto. Aquellas manifestaciones de
pital Federal, "Jurisprudencia Argentina", que "la Comisión cree que debe dejar sen-
tomo 29, página 547). tado, para honor de todos, que la libertad
Sin embargo, y aquí estriba el error del de cultos es observada en nuestro país de
precepto que comentamos, para que el una manera amplia y efectiva por los ciu-
impedimento o turbación de la reunión dadanos, en lo que se refiere a la seguri-
licita constituya delito, deberán manifes- dad que los ministros y fieles de cada culto
tarse mediante "insultos o amenazas al tienen para practicar sus ceremonias. No
orador (esté o no en uso de la palabra), o se registra un solo caso de que a ninguna
a la institución organizadora del acto", iglesia ni grupo religioso se le haya impe-
agregando que a los textos de los Proyectos dido materialmente la celebración de una
de 1891 y 1906 incorporó el Proyecto de función o ceremonia, ni perturbado en la
1917. exteriorización de sus doctrinas", conteni-
Quiere decir que, cualquiera otra activi- das en la Exposición de Motivos, se han vis-
dad que no se concrete en "Insultos o to desvirtuadas en la Argentina, con las
amenazas al orador o a la institución or- restricciones impuestas al culto católi-
ganizadora del acto", tales como gritos, co durante varios meses de los años 1954
silbidos, carcajadas, arrojar volantes, pa- y 1955.
peles, bombas de mal olor, insultos a ame- La pena fijada para quienes infrinjan el
nazas a los circunstantes, etcétera, aun- articulo 160, de quince días a tres meses
que se logre igualmente el propósito de de prisión, ubica este delito entre los de
impedir o turbar la reunión, no constitu- índole correccional y permite la aplicación,
yen infracción delictiva. Configurarán, a si es el caso, de la condena de ejecución con-
lo sumo, una contravención. dicional.
La interpretación de que los "insultos o El tratamiento dado a los delitos contn
amenazas al orador o a la institución or- la libertad de reunión, en los proyectos
ganizadora del acto" sólo se refieren a los aparecidos con posterioridad & la sanción
casos de turbación, pero no alcanza a los del Código penal vigente, mejora sensible-
de impedimento material, no nos parece mente la redacción que hemos comentado,
correcta gramaticalmente vista. Cabe ob- En el Proyecto Peco se lee: "Al que impi-
servar, además, que. los insultos o ame- diere o perturbare una reunión lícita, con
nazas deben ser de tal magnitud que sean violencia o intimidación o manifestaciones
idóneos para el logro de la finalidad bus- hostiles, se le aplicará pena privativa de
cada. libertad de un mes a un año o multa de 100
Bien señala Soler que "desde el punto a 1000 pesos" (lib. II, sec. III, "Delitos con-
de vista penal, el derecho de reunión tiene tra los bienes jurídicos de la sociedad";
considerable amplitud, y está tutelado en tít. V, "Delitos contra la paz pública"; ar-
sí mismo, de manera Independiente de tículo 285, "Impedir o perturbar una re-
otros derechos con los cuales se puede pre- unión lícita"). El Proyecto Coll-Oómez dice:
sentar vinculado. En este sentido es par- "Se impondrá prisión de un mes a un año
ticularmente importante, la relación que al que con violencia o intimidación, maní-
testaciones hostiles o ruidosas,, impidiere o policía como condición indispensable para ejercer
perturbare una reunión lícita. Se impondrá el derecho de reunión (Sup. Corte Nac., 5-11-929,
J. A., t. 31, pág. 733). Son inconstitucionales: las
prisión de tres meses a dos años si para resoluciones policiales que vulneran el derecho de
cometer el delito previsto en el artículo an- reunión; las resoluciones policiales en cuya vir-
terior se emplearan armas o explosivos; si tud se prohibe una reunión cuando su objeto sea
resultaren una o más personas muertas o la censura de los actos de los funcionarios públi-
cos, o la aplace indefinidamente, o limite su nú-
con lesiones; o si el hecho se cometiere con mero, o se le fije una duración arbitraria, o se la
el concurso de dos o más personas" (lib. II, autorice eri un lugar apartado en los suburbios,
"De los delitos"; tít. IV, "Delitos contra la cuando se solicitara uno céntrico y adecuado.
libertad", cap. VII, "Delitos contra la li- Pero no es inconstitucional la resolución de la
policía que deniega, con carácter general y por
bertad de reunión; arts. 203 y 204). Por su razones atendibles vinculadas al tráfico y a la co-
parte el Proyecto del Poder Ejecutivo de modidad de los transeúntes, el uso de determina-
1951 expresaba: "Al que impidiere o per- da calle para celebrar una reunión pública; ni la
turbare una reunión lícita, se impondrá que modifica, por fundados motivos de seguridad
o de orden, el itinerario de una manifestación; ni
multa de 200 a 20.000 pesos. Cuando se em- la resolución policial que señala razonables mo-
pleare violencias o amenazas o se obrare dalidades en el ejercicio del derecho de reunión
tumultuariamente se impondrá prisión de (Sup. Corte Nac., 5-11-929, J. A., t. 31, pág. 733).
uno a dos años" (lib. II, tít. III, "De los de- El derecho de reunión es una garantía constitucio-
nal acordada al "habitante" de la provincia, por
litos contra la libertad", cap. VI, "Delitos lo que un ciudadano de ésta tiene personería y es
contra la libertad de reunión"; art. 230). parte Interesada para promover queja de incons-
Esta corriente marcadamente definida en tltuclonalldad contra un edicto policial reglamen-
tarlo de aquel derecho (Sup. Corte Bs. Aires. 29-
los proyectos posteriores al Código, cuyos 12-933, J. A., t. 44, pág. 883). Las disposiciones de
preceptos pertinentes acabamos de trans- un edicto, en cuanto autorizan a la policía para
cribir literalmente, permite asegurar para impedir o disolver toda reunión pública que se
una ley penal futura una redacción más celebrase en contravención a las disposiciones del
mismo, sólo serían inconstitucionales sí se preten-
clara y que permita amparar aún más el diera ejercer esa facultad a favor de normas del
derecho de reunión en nuestra patria. edicto declaradas inconstitucionales (Sup. Corte
Bs. Aires, 29-12-933, J. A., t. 44, pág. 883). Las dis-
JTJÍISPUUDENCIA.* — El poder federal sólo es posiciones reglamentarlas del derecho de reunión
competente para entender en el recurso de am- imponen la obligación del previo "aviso" o "co-
paro del derecho de reunión cuando la orden que municación", a la autoridad policial, con una an-
lo motiva emana de una autoridad nacional, o ticipación de 5 días, para las reuniones públicas al
cuando una autoridad provincial ha puesto preso aire libre y de 48 horas para las reuniones en local
a un miembro del Congreso o cualquier otro Indi- cerrado, no constituyen limitaciones o restriccio-
viduo que obre en comisión del gobierno nacional nes de la garantía consagrada por el art. 12 de la
(Cám. Ped. Cap., 30-4-928, J. A., t. 27, pág. 464). Constitución de la provincia de Buenos Aires, des-
El presidente de la Nación tiene, en su calidad de de que ellas tienen por objeto permitir la vigilan-
¡efe Inmediato y local de la Capital y encargado cia policial necesaria a fin de prevenir o reprimir
de hacer cumplir las leyes nacionales, la facul- la alteración del orden en las reuniones públicas
tad de expedir disposiciones relacionadas con (Sup. Corte Bs. Aires, 29-12-933, J. A., t. 44, pá-
las reuniones populares que pueden llegar has- gina 883). La prevención contenida en un edicto
ta su prohibición accidental cuando entienda reglamentario del derecho de reunión respecto a
que ellas comprometen el orden público o son que en las reuniones públicas o manifestaciones
una amenaza para el imperio de las institucio- no se permitirán amenazas ni expresiones deni-
nes [Cám. Crim. Corr. Cap., 26-4-929, J. A., grantes o injuriosas, es contraria a la garantía del
t. 29, pág. 547). La facultad ejercida por el go- art. 12 de la Constitución y a la del libre uso de
bierno al negar el permiso a ur partido político la palabra del art. 11 de la misma (Sup. Corte Bs.
para celebrar una reunión, es la emanante del Aires, 29-12-933. J. A., t. 44, pág. 883). El derecho
poder de policía comprendido en los arts. 14, 67. de reunión tiene existencia constitucional y nace
Inc. 28, y 86, incs. 1", 2v y 3o de la Constitución de la soberanía del pueblo y de la forma republi-
nacional (Sup. Corte Nac., 25-2-929, J. A., t. 29. cana de gobierno (Corte Sup. Nac., 17-11-941, J. A.,
pág. 23). La circunstancia de que haya pasado la t. 76. pág. 739). Las limitaciones reglamentarias al
fecha señalada para la celebración de un mitin derecho de reunión, no pueden lesionar los princi-
conmemorativo, no es óbice para la consideración pios de razonabilidad y de uniformidad, según los
de un recurso interpuesto con motivo de una reso- cuales debe ejercerse el poder de policía (Corte
lución que cambió el itinerario de tal mitin, pro- Sup. Nac., 17-11-941, J. A., t. 76. pág. 739). El Jefe
vocando por este cambio su aplazamiento (J. A., de policía de la Capital, atenta la omisión del
fallo cit. en nota. t. 29, pág. 28). Corresponde a legislador, puede sancionar edictos que reglen y
las provincias, por medio de leyes y decretos, re- limiten el ejercicio del derecho de reunión, siem-
glamentar las funciones policiales y. entre ellas, pre que no se alteren los mencionados principios
la de acordar o denegar permisos para ejercitar el (Corte Sup. Nac., 17-11-941. J. A., t. 76, pág. 739).
derecho de reunión, sin que de las decisiones to- Es ilegitima la exigencia del edicto policial, del
madas por las autoridades locales sobre ese par- previo permiso para realizar una reunión, si ha de
ticular se pueda recurrir directamente a los tri- verificarse fuera de la vía pública, en lugares ce-
bunales federales (Sup. Corte Bs. Aires, 25-2-929. rrados, siendo escaso el número de los concurren-
J. A., t. 29, pág. 23). No hay ley ni decreto del Po- tes, que no tienen propósitos subversivos ni con-
der Ejecutivo, ni reglamentación conocida que ha- trarios id orden público (Corte Sup. Nac., 17-11-
ya establecido el registro de las asociaciones en la 941, J. A., t. 76, pág. 739). El derecho de reunión
presupone la existencia de una causa licita como
• Esta referencia Jurisprudencial no está indi- requisito indispensable para su ejercicio, faltando
ctda. por el autor, sino por la Redacción. esa causa en toda actividad conjunta que contra-
diga las normas de la moral social o personal, o la el alcance de reservar para el gobierno la facultad
que intente suprimir las libertades individuales de suspender o disolver las reuniones que se cele-
aseguradas en la Constitución sin cuyo ejercicio bren con propósitos o causas ilegitimas o que íue-
efectivo el hombre estaría Inhabilitado para cum- ran ilegales, peligrosas o turbulentas por razón del
plir con dignidad su misión terrenal; o la que tiempo, del lugar o modo de realizarla (Sup. Corte
conspire contra la libertad política, porque ha- Santa Fe, 15-5-851, L. L., t. 63, pág. 78). No pue-
biéndose otorgado esta como único medio de ase- den prohibirse las reuniones que no tengan flnei
gurar la libertad civil, a, la larga la desaparición contrarios a la Constitución, a las leyes, a la mo-
de aquélla acarrearla el avasallamiento de la li- ral y buenas costumbres (Corte Sup. Nac., 13-9-
bertad civil, peligro bien previsto por el art. 29 de 951, í-oZios, t. 220, pág. 1410).-El art. 33 de la
la Constitución nacional (Corte Sup. Nac., 10-12- ley 13.998 introduce un recurso inexistente en la
941, J. A., t. 76, pág. 753). El art. 29 de la Cons- legislación anteriormente en vigencia, para some-
titución nacional consigna implícitamente la ne- ter en definitiva a la revisión de la Cám. Nac.
gación del derecho de reunión cuando ésta tenga de Apels. en lo civil, comercial y penal especial
por objeto recomendar o proponer a la considera- y en lo contencioso administrativo de la Cap. Ped.
ción de otros hombres cualquier sistema político sin las restricciones propias del recurso extraordi-
mediante el cual se coloque a merced de algún go- nario, las resoluciones de la policía que versen so-
bierno o persona la vida, el honor o la fortuna de bre los pedidos tendientes a ejercer el derecho de
los argentinos o de los extranjeros domiciliados reunirse; pero no modifica las disposiciones del li-
en el país, como ocurre con la practica del siste- bro IV, tít. n del Cód. de proced. en lo criminal
ma comunista, de la que han resultado privados referentes a los juicios sobre faltas, conforme a loe
de la libertad no sólo él hombre de la llamada cuales las resoluciones dictadas por la policía SOD
cla~e media, sino los intelectuales, los peritos y los apelables ante el juez correccional respectivo
técnicos, como asi también, y esto es lo más grave, (Corte Sup. Nac., 13-9-951, Fallos, t. 220, pagl-
el mismo proletariado: por lo que resultarla con- na 1407). Para que la autoridad policial y en ira
tradictorio que el derecho de reunión se emplease caso, la Cám. Nac. de Apels., por vía del recurso
en destruir lo que con tanto trabajo edificaron autorizado por el art. 33 de la ley 13.998, pueai
nuestros constituyentes, amasando el sufrimiento establecer si la reunión proyectada por el recu-
y el esfuerzo de varias generaciones de argentinos rrente tiene una finalidad licita, o si no es aten-
(Corte Sup. Nac., 10-12-941, J. A., t. 76, pág. 753). tatoria de las prudentes prohibiciones contenida
Carece de fin licito toda reunión que se proponga en el edicto vigente sobre reuniones públicas (re-
suplantar el régimen de llbertac1 reglamentada glamentario del derecho de reunión, art. 26 Coa-
consagrado en la Constitución, por el de dictadura tituclón nac.), es indispensable que se indique
o tiranía que representa su negación; y en tal sen- concreta y claramente el objeto del acto o reunid
tido el Jefe de policía esta facultada para disolver a celebrarse, sin que baste indicar que la reunión
las reuniones del partido comunista cuyo objeto tiene por objeto dictar una conferencia «obre et
es instaurar un orden social que signifique impo- tema "Interpretaciones sobre un viaje por Europa
ner por la violencia la dictadura del proletariado y Oriente" (Cám. Nac. Apels. Clv., Com. y Fen,
(Corte Sup. Nac., 10-12-941, J. A., t. 76, pág. 753). Esp. Cap., 10-10-951, J. A., 1952-1, pág. 338).
No puede calificarse de reunión pública la de tre-
ce estudiantes universitarios, efectuada en local BIBLIOGRAFÍA. — Blelsa, B., "Función tutelar del
cerrado y sin que pueda razonablemente Inferirse derecho de reunión por el poder de policía", <n
que el objeto sea Ilícito o atente al orden público Jurisprudencia Argentina, t. 29, pág. 28. — Gó-
(Juez corree. Cap. 3-9-943, L. L., t. 38, pág. 772). mez, E., Tratado de Derecho penal, t. 3, pagi. Wl
Los derechos de propiedad, reunión y asociación y 513. — González, Roura, C., Derecho penal, t. í,
con fines útiles deben ceder ante los poderes de pág. 194. — Jotré, T., £2 Código penal ae 19B,
guerra que la Constitución acuerda al gobierno pág. 356. — Mallo, M. M., Código penal argentino,
nacional, cuando se trata del resguardo de la so- t. 2, pág, 873. — Moreno. B., £1 Código penal f
beranía nacional y del cumplimiento de pactos siu antecedentes, t. 5, pág. 61. — Oderigo, I!,
Internacionales (Cám. Ped. Rosarlo., 4-11-947, Código penal anotado, pág. 198. — Pacheco, J. F,
L. L.. t. 49, pág. 26). Por vía de /tabeas carpía no Código penal concordado, t. 2. pág. 223. — Pin-
pueden discutirse las facultades legales del Jefe to Bouquet, H. M., Código penal concordato, 1.1,
policía para dictar el edicto de reunión y aplicar pág. 44. — Soler, B., Derecho penal argentino, 1.1
las penas ahí previstas (Cám. Crlm. Corr. Cap., pág. 165.
22-11-949, L. L., t. 57. pág. 517). Las reuniones no
pueden prohibirse ni son Ilegítimas en ratón de DEIJTOS CONTRA LA LIBERTAD DE
las ideas, opiniones o doctrinas de sus promoto- TRABAJO Y ASOCIACIÓN.» El Código pe-
res, sino en razón de los fines con que han sido
convocadas (Sup. Corte Santa Fe, 15-5-951, L. L., nal argentino dedica dos artículos (158 7
t. 63, pág. 79). Si bien es difícil dar una defini- 159) a tratar los delitos contra la libertad
ción Jurídica rigurosa de la reunión pública, he de trabajo y asociación, los que integran
de entenderse por tal la que se realiza en un lugar el capitulo IV, ubicado dentro del título 7
público o en un lugar privado con Ubre acceso
para el público o cuando son convocadas median- ("Delitos contra la libertad") de su libro n
te propaganda, aunque sólo se trate de una cierta ("De los delitos").
-categoría de ciudadanos (Sup. Corte Santa Fe, 15- El artículo 158 dice: "Será reprimido fon
6-951, L. L., t. 63, pág. 79). El derecho de reunión,
como todos los derechos, debe ser reglamentado prisión de un mes a, un año, el obrero que
por la autoridad competente; reglamentación que ejerciere violencia sobre otro para compe-
Incumbe a las provincias o al gobierno local de la lerlo a tomar parte en una huelga o boy-
Capital y territorios federales en vlrtucV de los po- cot. La misma pena sufrirá el patrón, em-
deres de policía que a aquéllas y a éstos pertene-
cen (Sup. Corte San Fe, 15-5-951, L. L., t. 63, presario o empleado que, por si o por cuen-
pág. 78). El adjetivo "pacífica" que califica el de- ta de alguien, ejerciere coacción para obli-
recho de reunión en el art. 12 de la Constitución gar a otro a tomar parte en un lock-out j
de Santa Fe en concordancia con el art. 26 de la
Constitución nacional y que también se encuentra
en la de los Estados Unidos de Norteamérica, tiene * Por el Dr. AUKEPO Nocrrri
a abandonar o ingresar a una sociedad mente diversa ("el que ejerciere violencia
obrera o patronal determinada". o amenazas sobre otro, para compelerlo a
Y el artículo 159 expresa: "Será reprimi- tomar parte en una huelga") fue la del
do con multa de mil a cuatro mil pesos, el Proyecto de 1906 (art. 165).
que por maquinaciones fraudulentas, sos- La ley 7029 del año 1910 (art. 25) agravó
pechas malévolas o cualquier medio de pro- no sólo la pena, sino la tipificación del de-
paganda desleal, tratare de desviar, en su lito según la ley entonces vigente (ley 4189),
provecho, la clientela de un establecimiento puesto que sancionaba a quien "por medio
comercial o industrial". de insultos, amenazas o violencias trate de
Todo lo contenido en la primera parte inducir a- una persona a tomar parte de
del artículo 158 pretranscripto, hasta el una huelga o boycot".
vocablo lock-out, constituye delitos contra El criterio de la Comisión Especial de
la libertad de trabajo. La frase final del Legislación Penal y Carcelaria de la Cá-
mismo precepto —"y a abandonar o ingre- mara de Diputados de la Nación, en 1917,
sar a una sociedad obrera o patronal de- resulta ser el antecedente más directo del
terminada"— configura delito contra la actual precepto. Dijo en la Exposición de
libertad de asociación. En cuanto al delito Motivos:
previsto en el artículo 159, es el común- "La Comisión cree que es necesario, en
mente denominado "competencia o concu- esta materia, después de las críticas y difi-
rrencia desleal". A él no nos referiremos cultades de todo género que ha provocado
aquí, pues lo hemos hecho con anterioridad. la ley 7029, volver al régimen anterior, me-
(V. Alfredo Nocetti Fasolino, COMPETENCIA jorándolo. En ese sentido opina que debe
DESLEAL, en esta misma Enciclopedia, t. III, punirse como delito el acto de obligar ma-
pág. 490). terialmente a alguien a tomar parte de
Al igual que en las infracciones que nues- una huelga, por medio de violencia física,
tro Código determina como delitos contra forma de coacción que, por otra parte, se
la libertad individual, violación de domi- traduce en la generalidad de los casos en
cilio, violación de secretos, delitos contra lesiones. Mantiene el máximum de la pe-
la libertad de reunión y delitos contra la nalidad establecida en el Código, un año,
libertad de prensa, el bien jurídico prote- pero reduce el mínimum a un mes... Al
gido en los delitos que nos ocupan es, con- proceder así, la Comisión entiende que esa
cretamente, la libertad. No nos referiremos disposición no responde a ningún concepto
tampoco a ello en esta emergencia porque especial de represión, sino a la protección
lo hacemos en la voz DELITOS CONTRA LA LI- de la libertad individual. Por eso ha com-
BERTAD, en este mismo tomo. pletado el artículo con una segunda parte,
Pero sí cabe manifestar que el derecho a que extiende ese concepto a la protección
trabajar y a asociarse con fines útiles, es- de la libertad de trabajo y asociación de los
tuvo siempre reconocido de manera expresa obreros contra los patrones o empresarios
en las leyes supremas argentinas (art. 14 y de estos mismos entre sí. Es frecuente el
de la Constitución de 1853 hoy vigente y caso de patrones que hacen coacción en for-
art. 28 de la derogada Constitución de 1949). ma pública sobre sus obreros o empleados
Nada más lógico, pues, que incriminar de- para que abandonen la sociedad gremial a
lictivamente aquello que tienda a pertur- la cual pertenecen voluntariamente o para
bar o anular tales derechos. Tanto más si que ingresen a otra; y también sobre sus
se considera la formidable evolución que propios colegas de industria o comercio pa-
los problemas laborales y sindicales han su- ra que secunden un cierre o lock-out decre-
frido en los últimos años, lo que induce a tado con propósitos de resistencia. Esas
pensar que la legislación futura habrá de formas de coacción lesionan la libertad de
dar un toque de modernismo a estas cues- industria y de asociación que tiene toda
tiones, en su vinculación con la norma persona. Es indispensable, por lo tanto, ha-
penal. cerlas entrar en el cuadro de la legislación
Antecedentes históricos. Históricamente, penal positiva, hasta con fines de solidari-
el actual artículo 158 halla antecedente, si dad social".
bien no muy preciso, en el artículo 171 del Delitos contra la libertad de trabajo co-
Código pena'l de 1S86, pero ya en la modifi- metidos por obreros. Dice la primera parte
cación que le introduce la ley 4189 del del artículo 158 del Código penal que "será
año 1903 (art. 30, inc. 19) se sanciona cla- reprimido con prisión de un mes a un año,
ramente a quien "obligare a un obrero, con el obrero que ejerciere violencia sobre otro
violencia o amenazas, a tomar parte de una para compelerlo a tomar parte en una
huelga". huelga o boycot".
Idéntica redacción se leía en el proyecto El delito estriba, pues, en compeler a la
de Código penal de 1891 (art. 187), y leve- huelga o al boycot y solamente los obreros
podrán ser sujetos activo y pasivo del mis- minentes, para los cuales se procure adhe-
mo. Constituye, por tanto, una defensa pa- sión compulsiva con violencia".
ra la libertad de trabajo del obrero. Delitos contra la libertad de trabajo co-
El sujeto obrero es sinónimo de operario, metidos por patrones, empresarios o em-
trabajador, jornalero. Una estricta inter- pleados. La segunda parte del artículo ;£8
pretación gramatical dejaría fuera de la del Código penal reprime ai "patrón, em-
esfera de acción de este delito a los emplea- presario o empleado que, por sí o por cuen-
dos (públicos, de comercio, etc.), o a cual- ta de alguien, ejerciere coacción para obli-
quier otra persona extraña, quien también gar a otro a tomar parte en un lock-out".
pueden compeler a la huelga o al boycot. Sujeto activo es ahora el patrón, empre-
Ello asi puesto que "obrero" parece ser vo- sario o empleado. Patrón es quien se haüa
cablo que alcanza sólo a los trabajadores al frente de un establecimiento comercial.
manuales. Empresario es quien lleva u cabo una em-
El obrero (sujeto activo) que compele a presa mercantil y la dirige, o tiene poríe
otro obrero (sujeto pasivo) debe hacerlo en ella, contribuyendo a sostenerla y par-
ejercitando violencia. La mayoría de los ticipando de utilidades y pérdida. Empleado
autores nacionales requieren que dicha vio- es quien desempeña un cargo o puesto per-
lencia sea física. La crítica a tal exigencia cibiendo por ello un sueldo.
la recoge Moreno, de tan preponderante Generalmente, cuando quien actúa es el
labor en la redacción del Código, afirman- patrón obrará por sí y cuando quien lo
do que con ella se busca evitar que simples hace es un empleado lo hará por cuenta de
manifestaciones verbales, corrientes en las alguien. De allí las expresiones contenidas
luchas sindicales, puedan configurar el de- en el precepto que comentamos.
lito de marras. Pero si por la violencia se El sujeto activo, para delinquir, debe
consuma otro delito (ejemplo, lesiones! co- ejercer coacción contra otro. La Comisión
bran vida las normas sobre concurso. de la Cámara de Diputados, en 1917, con-
La compulsión aludida debe ir dirigida a sideró que este agregado que introducía,
llevar a tomar parte en huelgas o boycots, significaba un equilibrio con la primera
y aquí radica el dolo específico. Por ello parte del articulo, pues en tanto que para
opina Gómez que la violencia ejercitada en el obrero se requiere la existencia de rio-
venganza por un obrero contra otro que se lencias, ahora basta la simple coacción. El
hubiere negado a participar de la huelga o sujeto pasivo podrá ser, lógicamente, el
del boycot, no configura este delito. propietario del establecimiento o cualquier
Obsérvese que no se abre juicio sobre la otra persona con atribuciones para adhe-
licitud o ilicitud de las huelgas que, para rirse a un lock-out.
muchos, constituyen un derecho obrero. A lograr esta adhesión debe ir dirigida la
Pero aunque se la estime licita en un caso coacción. Lock-out es sinónimo de huelga,
concreto, es atribución de los obreros tomar pero ahora encarada desde un punto de
parte en ella o no hacerlo, con lo que se vista patronal, por lo que el cierre de los
garantiza la libertad de trabajo y se de- establecimientos y fábricas no es producido
fiende la personalidad de los trabajadores. por los obreros, sino por los principales.
Huelga es la cesación colectiva del tra- <V. LOCK-OUT.)
bajo con finalidades determinadas, de ca- Quiere decir que, en ambos supuestos
rácter generalmente laboral. El boycot, en (obreros: huelga o boycot; patronos, em-
su aspecto colectivo, "se caracteriza por la presarios o empleados: lock-out), constitu-
decisión de un sindicato o federación obre- yen elemento del delito la restricción o im-
ra, qué prohibe a sus afiliados realizar el pedimento del trabajo. Si se piensa que ello
trabajo más insignificante que se relacione puede traer aparejado grave inconveniente
con una casa a la cual el sindicato o fede- a la economía y riqueza nacionales, a la
ración ha condenado". (V. voz BOICOT, por producción, al consumo, al comercio inter-
Wesley De Benedetti, en esta misma Enci- nacional, al par que lesionar el ordena-
clopedia, t. II, pág. 361; V. asimismo la voz miento del Estado, que interviene cada dia
HUELGA.) más en las controversias serias entra el
Es indiferente, a los efectos del artícu- capital y el trabajo, ha de hallarse nuevo
lo 158 del Código penal, que la huelga o argumento justificativo del interés del le-
boycot estuvieren generándose o se encon- gislador por acriminar estos delitos.'
traren ya en marcha. Sostiene Sebastián Los fines tenidos en mira para holgar,
Soler que "para la existencia del delito, no boycotear o declarar lock-outs, ya fueren
es necesario el efectivo logro de la adhe- ellos políticos, sociales, gremiales, económi-
sión de la víctima, ni que la huelga o boy- cos, etcétera, no hacen al caso.
cot estén ya declarados o en curso de eje- Ante el auge tomado en nuestro país por
cución. Bastará que se trate de hechos in- los sindicatos, no parece ocioso destacar que
la sindicación no es exigencia de Ir. ley como condición para evitar la inminencia
penal por lo que el delito puede ser co- del daño amenazado".
metido por obreros o patronos, federados Sanción. La pena aplicable a los delitoa
o no. contra la libertad de trabajo y asociación
Cuando quien coaccionare (patrón) fue- previstos en el artículo 158 del Código penal
re una persona jurídica, la responsabilidad oscila entre un mes y un año de prisión.
penal ha de recaer sobre las personas físi- Por lo tanto permite, si fuera el caso, la
cas (socios, directores, gerentes, etc.) que condena de ejecución condicional (art. 26
ejecutan la acción delictiva. Cód. penj y constituye delito correccional.
En la coacción —violencia física o mo- Tentativa. Siendo un delito material es
ral— cabe también el medio económico, tan susceptible de tentativa.
posible en este tipo de situaciones, tal co- Ley 12.713. El 3 de octubre de 1941 fue
mo: reglamentaciones modificadas en per- sancionada esta ley, que en su articulado
juicio del sujeto pasivo, disminución de jor- tiene conexión con los delitos que tratamos.
nales o viáticos, etcétera. En ella se reglamenta el trabajo a domici-
Delitos contra la libertad de asociación. lio y se reprime al empresario, intermedia-
La última parte del artículo 158 del Código rio o tallerista que por violencia, intimida-
penal está referida a este delito. Lo comete ción, dádiva o promesa, realice actos que
"el patrón, empresario o empleado que, por importen abonar salarios menores que los
sí o por cuenta de alguien, ejerciere coac- establecidos o que para eludir su pago o
ción para obligar a otro., a abandonar o abonarlos en menos, destruya o adultere
ingresar a una sociedad obrera o patronal registros o documentos integrantes del sis-
determinada". tema de contralor del trabajo a domicilio.
La conjunción que debe separarlo del de- Proyectos posteriores al Código penal vi-
lito anteriormente comentado es la letra "o" gente. En el Proyecto Coll-Gómez de 1936
y no la "y", como aparece redactado el se trata de los delitos contra la libertad de
precepto, puesto que se trata de figuras di- trabajo y asociación de manera mucho más
i'erentea. detallada que en la ley en vigor, puesto que
Todo lo dicho ya sobre sujeto activo áel en el artículo 201 se reprime con un mes a
delito y ejercicio de coacción para consu- dos años de prisión "al que empleare violen-
marlo, vale también aquí. cia o intimidación para compeler a otro:
Cabe agregar que la infracción la comete 1? A ejercer o no ejercer una industria, ar-
quien dirige la coacción para obligar a otro te, oficio o profesión; 29 A suspender las
a abandonar o ingresar a una sociedad —y actividades de su establecimiento comercial
en esto estriba el dolo especifico—, con lo o industrial, a abrirlo o a cerrarlo; 39 A tra-
que se vulneraría el derecho inalienable de ba jar o dejar de hacerlo durante un cierto
todos los habitantes del país de asociarse período o en determinados días; 49 A to-
libremente con fines útiles. Pero dada la mar parte en una huelga, boycot o cierre de
intima relación existente entre este delito fábricas o comercios; 59 A ingresar a una
y los que atacan la libertad de trabajo, di- sociedad obrera o patronal determinada o
chas sociedades deberán ser obreros o pa- a dejar de pertenecer a ella".
tronales, con lo que se diseña también al En el Proyecto Peco de 19^1, se hacía re-
sujeto pasivo que, ahora, no podrá ser sino ferencia a ellos en el articulo 178, cuya
un obrero o un patrón. redacción es similar a la del artículo 158
El caso más frecuente parece ser el que del Código vigente, hasta en el error de
explica Soler cuando dice que "algunos pa- emplear la conjunción "y" donde debe ser
trones, a objeto de evitarse complicaciones "o" Aumenta levemente la sanción, pues lo
inconvenientes a sus intereses, se resisten reprime con pena de tres meses a dos años
a tomar obreros pertenecientes a determi- de privación de libertad y crea el delito ca-
nadas sociedades o exigen a sus trabajado- lificado, que sanciona con seis meses a cua-
res cierta afiliación.. Mientras la coacción tro años de igual pena, si se empleare un
se reduce al simple ejercicio de un derecho arma.
no constitutivo de una lesión injusta, no JURISPRUDENCIA.»— Es indiferente para que con-
habrá delito: no tomar un obrero nuevo curran ¡os elementos del delito previsto por el
porque no está afiliado. Pero tan pronto art. 25 de la Ity 7029 que la violencia se ejercite
como la coacción se base en una lesión in- induciendo u tomar parte directamente en la huel-
ga, o que se ejercite sobre el que no ha querido
merecida, el delito existe: amenaza de des- plegarse a ella y realiza gestiones para hacerla
pedir al obrero-que no se afilia; amenaza cesar. La ley reprime también el hecho de proce-
de boycot contra el industrial no afiliado. der por intimidación sobre el resto de los intere-
sados (Cám. Crim. Corr. Cap., 8-8-919, J. A., t. 3
Lo importante es que el medio coactivo se
emplee para lograr la afiliación o la des- * La referencia Jurisprudencial no es del autor
afiliación, teniendo este hecho como fin y •sum de la Redacción.
pág. 753). La huelga y el boycot no constituyen Pero, antiguamente, los delitos lioy in-
delito si no consta que se haya ejercido o Inten- volucrados bajo el título "contra la salud
tado ejercer violencia física sobre terceros (Cám. pública" se confundían con otros, como la
Crim. Corr. Cap.. 11-12-923, J. A., t. 11, pág. 1378).
La realización de actos de fuerza para mantener violación y profanación de sepulcros, o el
una huelga cuya llegalilad era conocida por el incendio, por ejemplo, que actualmente son
acusado. Importa la comisión del delito previsto legislados dentro de otra clase de infrac-
por el art. 35 del decreto 536/45 (Cám. Nac. Men-
doza, 23-5-951. L. L., t. 64, pág. 460). ciones, conforme ai bien jurídico prote-
gido.
BIBLIOGRAFÍA. — Battagllnl, E., "La tutela pénale
del lavoro" en Rivista del Lavoro, XIII; Berenínl. Características. Habiendo, la ley argén-,
A.. Delitti contra ¡'economía publica, ¡'industria tina, ubicado los delitos contra la salud
e U comtnercio. — Carrara, II boicottaggio. — pública, dentro del título "delitos contra la
Gatti, Diritto pénale del lavoro. _— Gómez, E., Tra- seguridad pública", y siendo característica
tado de Derecho penal, III. — González Roura. O..
Derecho penal. III. — Goyet. P., Précis de Droit de éstos su vinculación con la idea del pe-
penal spécial. — Grolzard, El Código español de ligro común e indeterminado creado con su
1870, VII. — Longo, M., Commento al Códice pé- consumación, daño potencial que se apre-
nale italiano, I. — Magg'ore, J., Derecho penal, IV. cia en la redacción de los artículos 200 y
— Majno, L., Commento al Códice pénale italia-
no. II. — Mallo, M. M., Código penal argentino co- siguientes del Código penal, no ha de ex-
mentado, II .— Moreno, R., El Código penal y sus trañar que señalemos tal característica co-
antecedentes, V. — Oderigo, M. A., Código penal mo ínsita a los delitos que nos ocupan. La
anotado. — Soler, S., Derecho penal argentino. IV. indicación precedente no posee un solo
Spinelli, / reati contra l'ordine del lavoro.
valor doctrinario, sino que adquiere marca-
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD INDI- da relevancia práctica a poco que se apre-
VIDUAL. (V. CÁRCEL PRIVADA. DETENCIÓN cie que tal elemento —el peligro común—
ILEGAL. SECUESTRO DE PERSONAS.) habrá de servir para diferenciar los delitos
contra la salud pública de los atentados
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD. (V.
contra la vida (homicidio, lesiones).
DAÑO [DELITO DE]. DEFRAUDACIÓN. DEUDA PU- Peligro es el estado de posibilidad concre-
NIBLE. ESTAFA. EXTORSIÓN. HURTO. QIEBRA ta de un mal o de un evento dañoso (Zer-
FRAUDULENTA. ROBO.) boglio). Claro está que fuera de los delitos
que nos ocupan, también hallaremos mu-
DELITOS CONTRA LA SALUD PUBLI- chos más, en el rol enunciado en la parte
CA.* Definición. Delitos contra la salud especial del Código, que constituyen delitos
pública —al decir de Carrara— son todos de peligro. Por eso pudo afirmar Florián
los actos en virtud de los cuales, ciertas que el concepto del peligro en el Derecho
substancias útiles a la nutrición, al mante- pena! es, en su acepción más general, tan
nimiento de la vida de un conjunto de vasto como el concepto del delito. De hecho
hombres y, en general, a sus necesidades el peligro puede, en un sentido amplio, con-
cotidianas, resulten corrompidas, infectadas siderarse característica propia de cualquier
y convertidas en causa de enfermedades, delito: peligro frente a cad^ uno, a la so-
pestes o muerte de un número indefinido ciedad, al Estado.
de vecinos de un lugar. Lo que aquí queremos significar es que
Para nuestra ley penal, tal definición po- el delito se consuma aunque en la realidad
dría no ser completa, pues dejaría fuera el daño no haya alcanzado a producirse.
de sus límites a diversas figuras delictivas, Por el solo hecho de haberse adulterado o
como se comprobará párrafos abajo, cuan- envenenado o vendido o propagado o anun-
do nos refiramos al Código argentino. ciado o prescripto (verbos utilizados por la
Su origen. Los delitos contra la salud ley argentina), etcétera. Por eso es también,
pública, incriminados en los códigos, nacen que cuando ocurre, de sus resultas, la
del interés de los individuos en salvaguar- muerte o enfermedad de alguna persona,
dar la salud corporal, que puede verse per- la penalidad se agrava.
judicada, no solamente por vía de violencias El peligro común da a entender una idea
de terceros, sino también por la transfor- de cantidad en los presuntos dañados. Pero
mación de ciertas substancias que consti- no es imprescindible que el peligro se co-
tuyen elementos necesarios para la vida rra efectivamente por muchos, desde que,
(agua, alimentos), o que han sido creadas el requisito fundamental de estos delitos,
para resguardarla (medicinas!. Posterior- es que el peligro sea, en cuanto a las perso-
mente, ello se ha transformado en un in- nas expuestas a correrlo, indeterminado,
terés social y estatal, porque también al aunque en concreto, sólo una lo sufra. Lo
Estado interesa la salud física de sus ha- que va a caracterizar el peligro común es
bitantes. el medio utilizado para delinquir.
Su sanción en el Código. El Código penal
* Por el Dr. ALFREDO NOCETTI FASOLINO. argentino agrupa, bajo el común denomi-
nador de "Delitos contra la salud pública" segundo del Código penal argentino, con
(libro segundo, título VII, "Delitos contra excepción de la forma culposa prevista en
la seguridad pública", capítulo IV), una el artículo 203, la intención criminal, el
serie de figuras delictivas de indudable in- dolo del agente. Y también lo es —salvo el
dependencia entre ellas. , caso de contagio a que alude el artículo
Así, el artículo 200 reprime con tres a 202— que, en todos ellos, se consuman
diez años de reclusión o prisión el envene- substancias o se utilicen servicios por una
namiento o adulteración de aguas, alimen- colectividad, o exista la posbilidad de que
tos o medicinas, agravando la penalidad ello acaezca.
(diez a veinticinco años de reclusión o Algunas críticas formales caben a la ley
prisión) si de ello resultare la muerte de argentina. Así, no tiene razón de ser el
una persona. El artículo 201, con iguales agregado de "envenenar o adulterar aguas
penas, la venta o entrega de medicamentos potables o alimentos o medicinas", como
o mercaderías, peligrosos para la salud. El resumen del capítulo, puesto que ello sólo
articulo 202, con reclusión o prisión de tres cabe para el artículo 200, pues todos los
a quince años, la propagación de enferme- demás que lo integran (arts. 201 al 208), se
dad peligrosa y contagiosa. El artículo 203, refieren a figuras delictivas distintas.
con multa de quinientos a dos mil pesos, la Es equivocada la ubicación del artículo
forma culposa de los tres artículos ante- 207, pues parece no abarcar también al
riores, agravando la sanción (prisión de artículo 208, cuando en rigor de verdad lo
seis meses a dos años) si resultare enfer- alcanza. Cabe destacar que, en general, no
medad o muerte. El artículo 204, con seis es muy feliz la redacción gramatical es-
meses a dos años de prisión la venta o re- cogida para los distintos preceptos que com-
cetación indebidas de alcaloides o narcó- ponen el capítulo.
ticos, con tres meses a un año de prisión la En otro orden, tal vez algunas de las
venta por persona no autorizada o la te- penas indicadas para cada caso no con-
nencia indebida de tales drogas, y con sulten, por su lenidad, la gravedad de ca-
quinientos a dos mil pesos de multa la si todos los delitos en él contenidos. El
venta indebida de substancias medicinales, auge de infracciones de esta especie, en los
agravándose las penas (tres a quince años últimos tiempos, pareciera dar razón a
de prisión) en todos los casos, si resultare quienes entienden que tal blandura en la
enfermedad o muerte. El artículo 205, con represión, dista de cumplir una eficaz labor
seis meses a dos años de prisión, la violación preventiva. En efecto, la falsificación o
de medidas destinadas a impedir una epi- adulteración, con miras a la obtención de
demia y la introducción clandestina de un lucro mayor, de artículos de consumo
alcaloides o narcóticos. El artículo 206, con para la población, se trasunta en la crónica
uno a seis meses de prisión, la violación de periodística cotidiana, como si los benefi-
leyes de policía sanitaria animal. El ar- cios materiales logrados con el fraude com-
tículo 207, con inhabilitación especial por pensaran las pequeñas multas o breves
tiempo doble al de la condena (por un mes prisiones a soportarse, cuando la ilicitud es
a un año si la pena aplicada fuere multa) descubierta. Y nada se diga del tráfico de
que se les impusiere, cuando los culpables estupefacientes, con su consiguiente secue-
fueren funcionarios públicos o ejercieren la de miseria y degeneración.
profesión o arte. Y, por fin, el artículo 208, La redacción actual de los artículos 204
con quince días a un año de prisión, el y 205 del Código penal, señalemos, no es
curanderismo y el ejercicio ilegal de la a la fecha, íntegramente, la misma de la
medicina. época de su sanción. Entonces sólo integra-
Remisión. Para el conocimiento amplio y ban el artículo 204 sus actuales dos últimos
detallado de las diversas infracciones que párrafos, y el artículo 205 el primer párra-
Integran el capítulo "Delitos contra la sa- fo. Los agregados pertenecen a las leyes
lud pública", del Código penal, véanse las 11.309 del 2 de julio de 1924 y 11.331 del 29
voces: Curanderismo. Enfermedades vené- de julio de 1926. Tal "manoseo" no ha re-
reas (contagio de). Envenenamiento o adul- dundado, por cierto, en claridad de la nor-
teración de aguas, alimentos o medicinas. ma, amén de los evidentes errores de téc-
Introducción clandestina de alcaloides y nica legislativa en que se ha incurrido.
narcóticos. Propagación de enfermedades Antecedentes argentinos. Daremos rápida
contagiosas. Venta, entrega o distribución visión de los antecedentes argentinos (có-
de medicamentos o mercaderías nocivos. digos y proyectos) hasta la elaboración del
Violación de reglas de policía sanitaria. Código penal vigente, que legisla sobre los
Acotaciones a la ley argentina. Es ele- delitos contra la salud pública, de la ma-
mento común de todos los delitos agrupa- nera anteriormente destacada.
dos en el capítulo IV del título VII del libro El proyecto, y a la vez Código, de Carlos
Tejedor, se refería a los "crímenes y delitos dicos de la sociedad, en el título 1?, "Deli-
contra la salud pública", en el título 5° de tos de peligro común contra personas o
la sección segunda del libro segundo. Re- bienes indeterminados", en el capítulo III.
primía la elaboración y expendio de subs- Presenta bastante similitud con el Código
tancias nocivas a la salud (art. 444); la penal, pero es digno de destacar la directa
mezcla de substancias nocivas en bebidas o referencia que formula en el título, al
comestibles (art. 445); la venta de medi- "peligro común" que, como destacáramos,
camentos adulterados (art. 446); el abuso es característica fundamental de estas In-
de la profesión de médicos, cirujanos, far- fracciones.
macéuticos y flebótomos (art. 448); y el El proyecto del Poder Ejecutivo de 1951,
rehusar prestar un médico o cirujano los en su libro II, vuelve a ubicarlos siempre
servicios de su profesión (art. 449). en capítulo independiente, el III, pero den-
El proyecto de 1881, en el libro segundo, tro del título IX, "Delitos contra la segu-
dentro del título 1°, "Delitos contra el or- ridad pública". A las figuras conocidas,
den público", dedicaba el capítulo IV a los agrega la venta sin receta de ciertos me-
delitos contra la salud pública. No intro- dicamentos, y la omisión de denuncias de
ducía modificaciones mayores al Código enfermedades por quienes tienen obligación
Tejedor, salvo en que incorporaba la vio- de hacerlo.
lación de cuarentenas en tiempos de epi- BIBLIOGRAFÍA. — Carrara, P., Programma del cor-
demia (art. 129). so di Diritto crimínale, t. 6, §§ 3170 a 3179. -
El Código penal de 1886 era similar al Crlvellari, II Códice pénale, t. 7, págs. 448 y sigs.
proyecto de 1881, legislando sobre estos de- — Díaz, E. C., El Código penal para la República
Argentina, págs. 131 y sigs. — Florlán, E.. "De¡
litos en el título IV de la sección segunda delitti contro la pubblica incolumita", en Enciclo-
del libro II. La ley 4189, que introdujera pedia del Diritto Pénale Italiano, t. 6, pág. 169.-
tan importantes modificaciones a ese Có- Oómez, E., Tratado de Derecho penal, t. 5, págs. 99
digo, no altera para nada el título de los y sigs. — González Boura, Derecho penal, t. 3, págs.
316 y sigs. — Manzlnl, V., Trattato di Diritto pénale
delitos contra la salud pública. . italiano, t. 6. págs. 330 y sigs. — Peco, J., Proyec'o
El proyecto de 1891, nos interesa porque de Código penal, págs. 393 y sigs. — Prack, E. B
es el primero cuya directa influencia sobre Los delitos contra la vida, la integridad orgánica
la ley penal vigente es marcada. Así com- y la salud ante la legislación argentina, págs. 116
y sigs. — Soler, S., Derecho penal argentino, t 4,
probamos que su artículo 239 es similar al págs, 590 y sigs. — Zerbogllo, A., Delitti contro
200 del Código vigente; el 240 al 201; el l'ordine pubblico. Delitti contro l'incolumltí jmb-
241 al 204 en sus dos últimos párrafos; el blica, págs. 83 y sigs.
242 al 203; el 243 a la primera parte del 205;
y el 244 al 207. Alude a estos delitos en el DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE
libro II, título VI, "Delitos contra la segu- LA NACIÓN. (V. DELITOS QUE COMPROMETEN
ridad pública", capitulo III, "Delitos con- LA PA2 Y DIGNIDAD DE LA NACIÓN. TRAICIÓN.)
tra la salud pública".
El proyecto de 1906, que lo hace con DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE
Iguales referencias en el libro II, título VII, LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Y COMU-
capítulo IV, presenta aún mayor similitud NICACIONES.* La ley penal argentina re-
cojí el Código en vigencia. Podemos decir úne, en el capítulo que titula "Delitos con-
que, con excepción de los agregados a éste tra la seguridad de los medios de transpor-
realizados en sus artículos 204 y 205, por te y comunicación", un grupo variado de
obra de las leyes 11.309 y 11,331, el resto infracciones de no lejana aparición en ni
es idéntico, por lo que no puede negarse que campo de la legislación penal mundial. El
fue tenido, preferentemente, en vista, por desarrollo extraordinario del transporte, en
los redactores del Código, cuyas modifica- cualquiera de sus vías (tierra, agua, aire),
ciones hacen más a las penalidades que a acaecido en los últimos tiempos, ha traído
la tipificación de las distintas figuras. aparejado, como lógica consecuencia, la
Proyectos posteriores a 1922. Los delitos necesidad de contemplar en la legislación
contra la salud pública también aparecen los diversos problemas que tal desenvolvi-
tratados en los proyectos aparecidos después miento ha creado. La faz penal no ha sido,
de la sanción del Código penal actual. por cierto, la menos importante.
El proyecto Coll-Gómez es muy semejan- Ello así, porque los delitos que puedan
te a él, aunque en su artículo 259 reprime cometerse en detrimento de los medios de
a quienes provocaren una epidemia, y le- transporte y de las comunicaciones son re-
gisla con mayor detención y minuciosidad primidos, no solamente por el daño efectivo
lo referente a alcaloides y narcóticos. y real que producen, sino también por el
El proyecto Peco se refiere a ellos en el daño potencial a que dan lugar, por cons-
libro II, dentro de la sección tercera, quo
dedica a los delitos contra los bienes jurí- • Por el Dr. ALFRKDO NOCETTI FASOLINO.
titutr verdaderos delitos de pelero. Una común de los medios de transporte y co-
catástrofe ferroviaria, el naufragio de un municaciones, y, asimismo, la seguridad de
paquebote, el accidente de una aeronave, la comunicación. Este aspecto ha tenido su
afectan, de ordinario, a un número consi- importancia en la jurisprudencia nacional,
derable de personas, o porque realmente pues según se entienda una u otra cosa,
resultan muertas o lesionadas, o porque ciertos hechos, tales como la incomunica-
han estado al borde de resultarlo. ción de un abonado telefónico por haber
Ese progreso ininterrumpido de los me- otro abonado dejado descolgado el tubo de
dios de transporte que, en pocos años, nos su receptor, caerán o no dentro de las pres-
hace contemplar como piezas de museo, cripciones de la ley. En el ejemplo, no se
barcos, trenes o aviones que fueron la úl- alcanza a comprender que la actitud del
tima palabra de la técnica no hace muchos abonado desconsiderado pueda causar un
años, va más deprisa que la legislación. Por peligro común (característica de los delitos
ello encontramos, en el Código penal ar- contra la seguridad pública), pero sí se
gentino sin ir más lejos, a pesar de que comprende que su represión se hace con
cuenta sólo treinta y cinco años de vigen- miras a la tutela jurídica de la seguridad
cia, omisiones destacadas en la previsión en las comunicaciones.
legislativa, tales como toda referencia a la Pero, a pesar de esta digresión, lo evi-
comunicación por el aire, o a la radiofonía dente es que si algunos delitos pueden ser
y televisión. citados como típicos o representativos de
El origen de este tipo de delitos habrá alarma o de peligro, son estos llamados
que buscarle, pues, modernamente, en ese delitos contra los medios de transporte y
desenvolvimiento apresurado de los medios comunicaciones, que pueden afectar la in-
de transporte y de las comunicaciones. tegridad personal de muchas personas y
Características. El Código argentino si- suscitar el espanto de poblaciones enteras.
túa estos delitos dentro del título genérico Con justeza pudo escribir Florián que son
"Delitos contra la seguridad pública", por importantes las razones que justifican la
lo que les alcanza aquella característica a tutela penal de los caminos y de los me-
que hacíamos referencia en otro lugar (V. dios de comunicación en general, que re-
DELITOS CONTRA LA SALUD PÚBLICA) , que es la presentan parte fundamental de la vida
noción del peligro común campeando so- nacional e internacional. La seguridad de
berana en todas las infracciones que com- las personas y de las cosas; la integridad
ponen el capítulo. material de los instrumentos utilizables pa-
La simple lectura de los artículos que lo ra el desarrollo de las comunicaciones; el
Integran (190 a 197) nos convence de tal desenvolvimiento normal del comercio; la
cosa, y, cabe recordar una vez más, que, seguridad y rapidez de la correspondencia,
íuera del interés doctrinario que tal carac- etcétera, son algunas de tales razones.
terística posee, ha de sumarse su practici- Y es también Florián quien sostiene que,
dad, pues ello permitirá distinguir sin te- en verdad, aquí están en juego, no tanto
mor a errores esta clase de delitos de otros la vida, la propiedad o la salud, sino los
en los cuales, aunque se use de lo's medios intereses económicos, políticos e intelectua-
de transporte para su consumación, deben les de la sociedad entera. El antiguo y ori-
ser enrolados en otras figuras, como ocurri- ginario concepto del peligro común re-
ría con ciertos homicidios o lesiones en los sulta aquí insuficiente. Es la función so-
que se utilicen, para cometerlos, medios de cial de los medios de transporte la que
transporte. deviene fundamentalmente ofendida.
Esta noción de peligro es la que explicará Su sanción en el Código. El Código penal
por qué se reprime y sanciona con pena el argentino legisla sobre los "Delitos contra
simple descarrilamiento, aunque no apa- la seguridad de los medios de transporte
reje consecuencias, o el arrojar proyectiles y de comunicación", en el capítulo II del
contra un vehículo, aunque no se produzca título VII (Delitos contra la seguridad pú-
daño alguno, o el abandono de sus puestos blica), del libro II (De los delitos).
por ciertos empleados, aunque el transpor- En verdad no existe total parentesco en-
te no sufra entorpecimiento alguno. tre todas las infracciones que enuncia en
Carrara explica la represión de este tipo su articulado. Así. el artículo 190 reprime
de delitos porque la opinión de la seguri- con seis meses a dos años de prisión, la
dad es indispensable para el libre y com- inutilización de vías u obras destinadas a
pleto desenvolvimiento de la actividad hu- la comunicación pública, agravando la pe-
mana. Y los llama delitos contra la tran- nalidad (máximo elevado a seis años) si
quilidad pública. resultare peligro para alguien o (tres a
Sin embargo, el bien jurídico tutelado, a quince años de prisión o reclusión) la
través de nuestra ley, es el de la seguridad muerte de alguna persona. El artículo 191
sanciona a quien entorpezca la marcha de integraba el título "De los delitos contra la
un tren, penándolo con seis meses a tres propiedad particular", no legislando sobre
años de prisión, si no se produjere acciden- la materia la ley reformadora número 4189.
te, con dos a seis años de prisión si se El Proyecto de Código penal de 1891 es el
produjere, coa tres a diez años de reclusión más importante en este aspecto, no sólo
o prisión si resultare lesionada alguna per- por ser el primero que se refiere a estas
sona, y con diez a veinticinco años de igua- infracciones en el capítulo II del título VI
les penas si se ocasionare alguna muerte. (Delitos contra la seguridad pública) del
El artículo 192, con las mismas penas del libro II, sino también porque lo hace de
articulo anterior, según los casos, a quien manera casi idéntica al Código vigente,
interrumpiere el funcionamiento de un te- cuya fuente nacional ha sido a través del
légrafo o teléfono destinado al servicio fe- posterior proyecto del año 1906. Las princi-
rroviario. El artículo 193, con prisión de un pales fuentes extranjeras han sido los Có-
mes a un año, a quien arrojare proyectiles digos italiano y holandés.
contra un tren o tranvía. El artículo 194, Al sancionarse el actual Código en 1921
con uno a seis años de prisión a quien en- se reproduce, pues, con solas modificacio-
torpeciere la navegación, agravándose la nes leves en las penalidades, los articula-
pena (tres a doce años de reclusión o pri- dos de los dos proyectos anteriores nom-
sión) si se produce naufragio, avería o va- brados.
ramiento; o (tres a quince años de iguales Con posterioridad al mismo, el Proyecto
penas) si sobreviniere lesión a alguna per- Coll-Gómez, que los trata en el capítulo II
sona; o (diez a veinticinco años de las (Delitos contra la seguridad de los medios
mismas penas privativas de libertad) si se de transporte y comunicación y de otros
produjere la muerte de alguien. El artículo servicios públicos), dentro del título VII
195. con un mes a un año de prisión a (Delitos contra la seguridad pública) del
ciertos empleados de tren o buque que hi- libro II, lo hace de manera muy semejante
cieren abandono de sus puestos. El artículo al Código, aunque agrega al entorpeci-
196. con seis meses a dos años de prisión a miento de comunicaciones telegráficas igual
quien causare accidente, naufragio o des- trastorno a las transmisiones radiotelefó-
carrilamiento, en forma culposa, agraván- nicas y crea una nueva figura, pues repri-
dose la pena de uno a cuatro años'de pri- me a quien cause perjuicio a establecimien-
sión si resultare lesionada o muerta alguna tos o instalaciones destinados a un servicio
persona. El artículo 197, con seis meses a público, tales como agua, luz, fuerza o ca-
dos años de prisión a quien entorpeciere las lor.
comunicaciones telegráficas. José Peco, en su conocido Proyecto de
Remisión. Para un detallado conocimien- Código penal, se refiere en ellos, en e) libro
to de las diversas figuras delictivas con- II, sección tercera (Delitos contra los bie-
tenidas en el capítulo "Delitos contra la nes jurídicos de la sociedad), título 1?
seguridad de los medios de transporte y de (Delitos de peligro común contra personas
comunicación", en el Código penal argen- o bienes indeterminados), capítulo II (De-
tino, véanse las voces DESCARRILAMIENTO. litos contra la seguridad de los medios de
ENTORPECIMIENTO DE LA NAVEGACIÓN. INUTILI- transporte y comunicación y de algunos
ZACIÓN DE TELÉGRAFO Y TELÉFONO. INUTILIZA- servicios públicos). En sólo cuatro precep-
CIÓN DE VÍAS Y OBRAS PARA LA COMUNICACIÓN tos de redacción muy superior a la de la
PÚBLICA. LANZAMIENTO DE CUERPOS CONTUN- ley vigente contempla todos los supuestos,
DENTES O PROYECTILES CONTRA UN TREN EN haciendo también directa referencia a los
MARCHA. NAUFRAGIO. servicios aéreos. También reprime a quien
Antecedentes argentinos. Por las razones perjudique la seguridad de los servicios pú-
anotadas párrafos arriba, no viene desde blicos (luz, agua, fuerza, calor). En su ex-
las primeras codificaciones argentinas el posición de motivos, se'ñala que "no se hace
tratamiento específico de estos delitos. mención de los medios para cometer el de-
Por ello, si bien es' cierto que el 30 de lito, por la complejidad de los hechos y por
septiembre de 1865 se sanciona la ley nú- la variabilidad de los mismos, confiriendo
mero 750 y medio, de telégrafos nacionales, al juez el arbitrio más amplio para apre-
que contiene disposiciones penales, no apa- ciar la influencia de la acción o de la omi-
rece referencia alguna a los mismos ni en sión en el peligro para la seguridad de los
el Proyecto Tejedor (que fue Código en la transportes".
mayoría de las provincias), ni en el Pro- Por fin, el Proyecto del Poder Ejecutivo
yecto del año 1881. Nacional de 1951 vuelve a considerarlos de-
En el Código penal de 1886 aparecen ya litos contra la seguridad pública (libro n,
algunas disposiciones sueltas en el capítulo título IX, capítulo 29), y les da un trata-
V (De los incendios y otros estragos), que miento semejante al del actual Código pe-
nal, pero agrega los delitos de inutilización de falta que de delito; igualmente pue-
de señales; construcción, venta y repara- de no acarrear daño ninguno, pero su con-
ción de naves y aeronaves que impliquen figuración típica delictiva y su punición
peligro; transporte de objetos peligrosos; han sido impuestas con los propósitos de
actos peligrosos para la aeronavegación; proveer de una sanción penal a las dispo-
utilización ilícita de las telecomunicaciones; siciones legislativas que determinan el
piratería; y reprime a los conductores sin manejo de los caudales públicos y su apli-
título habilitante y oíros hechos punibles cación a los fines determinados.
que menciona en siete incisos. Las formas especiales y los caracteres de
BIBLIOGRAFÍA. — Carrara, P., Programma del cor-
este delito están fijados en las normas pe-
so di Dirítto crimínale, t. 6, §§ 3014 a 3024. — nales y financieras de los distintos Esta-
Díaz, E. C., El Código penal para la República Ar- dos. Asi en la Argentina, hasta la ley de
gentina, pág. 382. — Gómez, E., Tratado de Dere- régimen financiero de 1947, no se permitía
cho penal, í. 5, págs. 51 y sigs. — González Boura, la compensación de partidas del presu-
Derecho penal, i. 3, págs. 308 y sigs. — Malvagni,
"Delitos contra la seguridad de los medios de puesto; tal procedimiento se consideraba
transporte y comunicación", en La Ley, t. 60, pá- configurativo de este delito; la ley antes
gina 29. — Manzlnl, V., Traítato di Dirítto pénale citada levantó esa prohibición para otorgar
italiano, t. O, págs. 434 y sigs. — Molinario, A., mayor flexibilidad a los resortes financie-
Derecho penal, págs. 216 y sigs. — Peco, J.. Pro-
yecto de Código penal, págs. 396 y sigs. — Soler, S., ros. Hasta el año 1867, en este mismo país
Derecho penal argentino, t. 4, págs. 553 y sigs. — se exigía a los efectos de este delito que
Zerboglio, A., Delitti contra l'ordine pubbítco. De- la alteración del destino de los caudales
litti contra l'incolumitá puoblica, págs. 83 y sigs. fuese contrariando una expresa disposición
legal; en una palabra, que el primitivo
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PU- destino de los caudales malversados estu-
BLICA. (V. DEUTOS CONTRA LA SALUD PÚBLICA. viera fijado por la ley. La ley de reformas
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LOS MEDIOS 4189 eliminó esa disposición para extender
BE TRANPORTE Y COMUNICACIONES. INCENDIO Y la figura delictiva a los casos en que el
OTROS ESTRAGOS. PIRATERÍA.) destino dé los fondos está fijado por dis-
posiciones públicas de carácter general o
DELITOS CONTRA LA VIDA. (V. ABOR- referidas para el caso.
TO. HOMICIDIO. INSTIGACIÓN Y AYUDA AL SUI- Se ha hecho la observación que en la al-
CIDIO.) teración del destino de los caudales éstos
deben ser aplicados a urgencias igualmente
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS. (V. públicas; lo contrario importaría una nue-
ABANDONO DE PERSONAS. ABUSO DE ARMAS. DE- va figura constituida por el delito de sus-
LITOS CONTRA LA VIDA. DUELO. LESIONES.) tracción de caudales o peculado.
Peculado: El peculado consiste, en con-
DELITOS CONTRA LOS BIENES DE LA secuencia, en la apropiación indebida, pa-
NACIÓN. Los delitos contra los bienes del ra fines particulares, de fondos públicos;
Estado son aquellos que importan una le- es igualmente un delito especial, por cuan-
sión a los intereses públicos, representa- to sólo puede ser cometido por un funcio-
dos por objetos o caudales de los que es nario público en razón de las tareas deri-
titular el Estado. vadas de su función o cargo. Como en todos
Sus formas típicas están constituidas por los delitos, en éste se encuentra también el
los delitos de malversación de fondos públi- animus, constituido por la intención de
cos y por el de peculado, delito éste espe- substraer en beneficio propio o de un
cial que tiene siempre como sujeto acti- tercero los caudales que les hubieran sido
vo a un funcionario público al que la ley confiados; en este delito el elemento ma-
ha atribuido responsabilidades determina- terial está dado por la efectiva substrac-
das. ción.
Por malversación se entiende la aplica- El Código penal de la Argentina sancio-
ción de caudales públicos a un destino di- na el peculado con reclusión o prisión en-
ferante de aquél que le hubiera sido fijado; tre dos y diez años e inhabilitación ab-
su materialidad consiste, por lo tanto, en soluta perpetua; la jurisprudencia, 'por su
un cambio en la finalidad de la aplicación parte, ha establecido que para entrar en
de ¡os caudales y en algunas formas puede el juzgamiento de este delito es necesario
no representar una lesión al patrimonio que previamente la contaduría general de la
del Estado, sino más bien, constituir una nación, órgano que des.de la ley 423 tiene a
violación del orden económico de sus bie- su cargo el examen, liquidación y juicic
nes, es decir, puede asumir la forma de de todas las cuentas de la administración
una desviación de las reglas de la admi- constate el delito y lo comunique al Pode'
nistración financiera, con más caracteres Ejecutivo, para que los autores y cómplice
del hecho sean Juzgados por la autoridad de la legislación menor, cuya distinción
competente. (F. V.) conviene hacer respecto de la norma penal,
BIBLIOGRAFÍA. — VéMe U Indicada en la voz DE-
y que se resuelve en los códigos de faltas
LITO COMÚN. o reglamentación de contravenciones.
Quiere esto decir que el primer esfuerzo
DELITOS CONTRA LOS PODERES PÚ- para encarar sistemáticamente la noción de
BLICOS Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL. la culpa debo dirigirse a su esencia social.
(V. REBELIÓN. SEDICIÓN.) Es el orden social el que involucra aquel
deber de conducta prudente, destinada al
DELITOS CULPOSOS.» I. Ante el catálo- individuo miembro. De acuerdo a esa obli-
go de la Parte Especial que enumera los di- gación, los propios actos han de ser enton-
ferentes tipos legales, se está a su vez ces tales que la comunidad no se sienta
frente a fórmulas penales que consagran perturbada por el peligro que significan el
la protección de ciertos valores de primera negligente y el imprudente o el remiso en
linea sin los cuales la sociedad no podría cumplir las normas de precaución, por todo
desarrollar adecuadamente una vida de or- lo cual es bien notorio ahora que los daños
den y seguridad. De estos propios preceptos a que da lugar esa falta de solidaridad con
surgen con la más clara evidencia deberes el prójimo deben de ir compensadas con
que cobran a su vez significado práctico de sanciones de cuño penal, porque si bien la
otras tantas abstenciones, y a veces accio- voluntad del actor no se ha dirigido con-
nes a desenvolver en campo ético y jurí- cretamente al hecho acaecido como finali-
dico. dad, al menos ha dado en cierto modo su
A medida que la sensibilidad social se asentimiento a él al asentir y realizar el
agudiza surgen nuevas y más estrechas exi- acto, a despecho de la probabilidad (even-
gencias de interés colectivo, lo que soli- to dañoso) que se representó (impruden-
cita a su vez la concreción que le brindan cia) o que debió de representarse (negli-
las normas, e implican la creación de re- gencia) .
novadas figuras jurídico-penales que es- La explicación con que se quiere fundar
tructuran el sistema punitorio de las comu- la aparición del concepto jurídico de culpa
nidades cultas. es perfectamente justificable en la teoría
Dentro de este juego de razonamientos, general, y de ningún modo puede significar
pero en una esfera penal de mayor radio, un aditamiento extraño a la ciencia del
del simple hecho de la convivencia surgen Derecho, en tanto ésta postule una reali-
otros deberes que militan en orden a la dad efectivamente social acuñada en ins-
prudencia y a la diligencia con que debe tituciones jurídicas. La culpa solicita mas
de encararse el desenvolvimiento de la vida que los otros conceptos elaborados, la aten-
solidaria a que está constreñido el hombre ción del especialista orientado a una revi-
civilizado, el ciudadano en la significación sión de base, puesto que si bien la literatura
comunitaria y política de la expresión (i). va reconociendo trabajosamente el funda-
Estos deberes involucran, en caso de des- mento axiológico del delito, pocas veces
conocimiento por parte del subdito sancio- ha tratado de imponerse igual tarea onto-
nes de Índole penal, aunque proporcionadas lógica respecto de aquélla, más bien se han
al contenido substancial del precepto des- conformado los escritores con involucrar el
obedecido que no ofrecen, valga la repeti- problema juntamente con el dolo, surgien-
ción, los caracteres de absoluta contrarie- do de la raíz común de la culpabilidad.
dad al valor cuanto ocurre en la realidad Esto da lugar por cierto a seguir la linea
propiamente delictual. teórica trazada para elaborar el concepto
II. Los deberes de convivencia son im- del dolo aprovechando lo aplicado en esta
plícitos ( 2 ), pero a veces la ley reglamenta materia en punto a voluntad y represen-
directivas de conducta para evitar situa- tación. Sin embargo, y en este sentido
ciones de peligro que, en su caso, podrían puede recordarse que el dolo está funda-
dar lugar al hecho dañoso. Es el ejemplo mentalmente adscripto al valor que repre-
senta la tutela de la' norma, esto es que
• Por el Dr. CARLOS M. A. DE KLÍA. lo que hace que el dolo sea dolo, es la
voluntad agresiva que significa para el
(1) Cfr., en cuanto la índole social de los de- bien jurídico tutelado, y que con la culpa
beres de convivencia, Antollsel, Manuale, pág. 199;
»er esp. Von Llszt. t. 2, pág. 420. Madrid. no sucede otro tanto idéntico, puesto que
(2) Asi la doctrina tradicional que gloaa Ca- si bien integra en ciertos supuestos las
rrara. Cfr. Magglore, Derecho penal, t. 1, pág. 602. figuras penales y aún si no existe diferencia
Al comentar las doctrinas objetivas sobre la culpa ontológica con el primero, ocurre que la cul-
hace hincapié en la generalidad de los drbcr< :> de
la convivencia para fundar la esencia de ella en la pa supone una actitud contraria a otros
prevlslblüdad como contenido subjetivo. valores de la comunidad, diversos y menas
importantes que Jas hipótesis dolosas del y más bien aún, de los deberes propias de
delito concreto. esa situación, la esencia de la culpa, bueno
En el delito propio doloso, supongamos será ahora exponer las razones de esta di-
con ejemplo clásico, el homicidio, existe de rección en la búsqueda, explicitación que
parte del autor, una actitud contraria al por otra parte lleva como de la mano a
valor vida humana, que viene aquí como aquellas cuestiones en torno a la validez
en primera linea, no sólo porque así lo des- de las limitaciones obligatorias del hombre
taca la norma en su significación, sino por- en sociedad.
que lo vive la ética como intuición emo- Con el desenvolvimiento de la organiza-
cional, le siguen en rango otros valores ción de los centros humanos aparecen con-
a los que también vulnera el hecho en comitantes fenómenos de progreso técnico,
cuestión, así orden, seguridad, justicia, et- de densidad de población, de urbanismo,
cétera. En oí caso, esta conducta se colorea etcétera, que a su vez son índices objetivos
casi exclusivamente con el signo axiológico do lo primero. A raíz de estos procesos, los
de la vida humana, a cuya ofensa se ha serss humanos tienden a aproximarse físi-
dirigido conscientemente como intención. camente, se estrechan si cabe decirlo, los
Este desconocer de valores como acto, tiene unos con los otros y ocurre, valga el símil,
una dirección telcológica definida y una lo que en las grandes arterias urbanas, en
magnitud preferencial. El fnismo delito en que el tráfico es naturalmente cauto, por
su variación culposa contiene en sí la in- lógica oposición a las vías de comunicación
curia y tiene signo negativo con respecto, más o menos expeditas en que, como es
por tanto, a otro valor que la vida humana, evidente, los contenidos psíquicos que de-
si bien el autor fue causa fisica de la terminan frenos y potencias destinadas al
pérdida de una vida, no lo fue causa es- cuidado por los demás, decaen proporcio-
piritual o humana del suceso, y como con- nalmente. En las arterias de tránsito las
secuencia de esta dualidad, la responsabi- normas son más severas y la responsabi-
lidad viene de otra norma que el "no ma- lidad se agrava. En la vida de la comunidad
tar", le viene más bien de una regla de ocurre otro tanto análogo, la responsabili-
convivencia que le obliga a extremar la dad por los demás se agudiza y cada uno
curia, el cuidado para con sus semejantes, se debe con más ahinco a la previsión que
y al desoír ese llamado de la coexistencia, cabe por el posible resultado de los propios
se agravia uno de los valores que supone actos.
la organización jurídica, de ese convivir- Por otra parte, y esto es un fenómeno
con-otros, el designado como seguridad, que que reconoce siempre una misma raíz, la
implica acuñar los actos de cada uno con técnica faculta a ciertos individuos muni-
la conciencia de solidaridad hacia los que dos de los conocimientos que de ella ha-
son los coasociados. cen parte, para utilizar elementos de pro-
Volviendo al aspecto central del tema, si ducción, científicos y aún de simple como-
bien no es de fundamentar un divorcio didad, para fines propios, lo que implica, a
substancial entre el dolo y la culpa, ambas su vez, como contrapartida, acrecentar si es
categorías, en base a las respectivas regio- dable la responsabilidad genérica y ensan-
nes axiológicas a que están adscriptas, de- char también el campo de la culposidad
ben de venir al examen con independencia derivada del provecho de la técnica.
metódica, para no aplicar principios que Estas consideraciones no insumen sólo la
puedan parecer comunes y que no lo sean perspectiva penal por cierto, el Derecho ín
en rigor de verdad. Esto también significa genere se ha visto conmovido por la apari-
que no se puede partir de una definición ge- ción de supuestos vitales nuevos, se han
neral del dolo, para, como con material so- multiplicado las normas ( 3 ), la vida ha
brante Iniciar una construcción más mo- debido moldearse a ellas, el hombre ha
dista de la culpa, porque la coherencia de tenido que estrechar el campo de su acti-
los institutos está lejos de ser perfecta, la vidad libre y absoluta en tributo a la ci-
última tiene un panorama propio y repre- vilización y sus naturales implicancias.
senta en tanto consecuencia jurídica de Nuevas ramas jurídicas recogen relaciones
ciertas acciones la tutela de preceptos ju- entre sujetos determinados y grupos con
rídicos dol más amplio alcance, normas ju- autonomía social. Estas relaciones, a su vez,
rídicas de resguardo y previsión éstas, que implican la responsabilidad emergente de
incriminan no ya un proceso anímico di- actividades propias de los grupos, responsa-
recto, orientado al resultado de hecho, sino bilidad, por otra parte, -susceptible de des-
antes bien la falta de cuidado y diligencia embocar por proceso de agudización en el
que llevó al desenlace efectivo de aquél. Derecho punitorlo. Así, la vida en proxlmi-
III. Si se ha buscado entonces en las
normas de seguridad o de la convivencia, (3) Maggiore. ttp. cit.. pAg.
dad tiende de todas maneras y en manos de tido de reparación personal para el caso
cada uno, a crear peligros por actitudes fal- de incumplimiento culpable hasta rematar
tan ae precaución o ligeras, de allí la noción en la intervención estatal cuando la res-
común de culpa cuyos elementos constituti- ponsabilidad hecha fuere adentro del sec-
vos clásicos se han moldeado en el derecho tor regional del peligro de daño o daño
troncal, para transvasar a nuestra materia público, esto es, cuando de la relación civil
especial de Derecho penal, acomodando, cla- se pasa a la penal. (V. Chironi G., La culpa
ro está, su estructura a la función que debe en el Derecho civil moderno: culpa extra-
desempeñar en este sector jurídico. En un contractual, Madrid, 1909, Reus; Colombo,
ejemplo puede solicitarse la mejor claridad L., Culpa aquiliana, Bs. As., T. E. A., 1947.)
para derivar consecuencias en materia de Fundamento jurídico de la culpa
responsabilidad y por ende del atributo I. La culpa ha aparecido hasta ahora
psíquico que a ella corresponde en la con- como la consecuencia de una necesidad
ducía para esta particular noción de pro- jurídica, consecuencia ésta que a su vez
ximidad; en un despoblado rural, verbi- también proviene de deberes que hacen a la
gracia, habrá actitudes como la de abrir vida organizada sobre bases de orden y de
un pozo ciego o dejar animales bravos fuera seguridad. (V. art. 1107, Cód. civ. argen-
de recinto, o dejar un cable a la altura del tino.)
hombre, que no pueden considerarse en sí Falta, ya que hasta el momento se trata-
como anormales, un accidente en estos casos ba de fundar las razones generales por las
deja abierto el juicio de caso fortuito o que la responsabilidad a título de culpa,
imprudencia de la víctima. A medida que aparece como institución en cuadro de las
semejantes hechos fueran ubicándose en discipilnas legales, incorporarla sistemáti-
centros de mayor densidad habitada, las camente en la estructura del delito.
hipótesis tomarían otro cariz subjetivo y En la esfera penal propiamente dicha, es
en una ciudad constituirían negligencia también necesario fundar el porqué de la
grave, permitiendo el más amplio juego de imputación a título culposo, en función de
la imputación a título de culposidad. razones naturales de la Instancia. Se verá,
De esta manera, y todavía en campo del en su momento que la base de los deberes
Derecho común, se abre una progresión de de convivencia, recién expuestos, resultan
la responsabilidad, y se coloca en línea con apropiados para ensamblar la necesidad
los valores sociales de mayor envergadu- jurídica del concepto, como expresión siem-
ra a la seguridad. Ella misma viene en- pre más refinada de la cultura legal, con
tonces como exigencia de la vifla en comu- las bases personales y subjetivas de esta
nidad, y se extiende respecto de todos sus responsabilidad penal a título menor.
bienes, reclamando fronteras de modera- De todas maneras, con ser significado de
ción y cuidado a la conducta personal. una situación subjetiva, la culpa es, norma-
Las normas, entonces, que reciben ins- tivamente, una creación jurídica, se incluye
piración en este tipo de valor, existen im- en la Teoría de la Parte General, sobre los
plícitas la mayoría de las veces en los res- presupuestos que le son dados, por los ins-
pectivos ordenamientos de fondo, tal- cual, titutos que les anteceden y le subsiguen,
por otra parte ocurre con el artículo 1109 en orden a la sistemática de esta región
del Código civil argentino, y explícitas en particular de las disciplinas jurídicas.
los casos en que la autoridad reglamenta La culpa se inserta mediatamente en la
de manera específica ciertas formas de ac- teoría de la culpabilidd en general, donde,
tividad que requieren un mejor cuidado de acuerdo a la estructura de nuestra ley
(reglamentos, ordenanzas, códigos de fal- de fondo, informa las excepciones expresas
tas). Si de cualquier desobediencia a estos de la imputación a titulo de dolo directo.
preceptos se precipitan hechos que confi- Por bajo el límite del dolo, en sus expresas
guren daños típicos del Derecho penal, se formas de conciencia y volición, aparece
habla de delitos culposos. Esto que no pue- esta fórmula menor entonces, de la culpa
'de ser otra cosa que evidente, viene, por culposa, más allá de la cual el derecho
otra parte, sostenido por la mayoría de represivo encuentra fronteras con los tér-
aquella literatura que ha investigado pre- minos resarcitorios del fuero común. Allen-
ferentemente la genética de la institución, de la culpa, se extiende lo penalmente irre-
su evolución histórico jurídica, partiendo levante, toda vez que esta responsabilidad
del supuesto de la "lesión de derecho aje- por la vida y la seguridad comunes, siendo
no", esa propia literatura reconoce que el la vanguardia del sistema coercitivo del
supuesto romano de la culpa aquiliana, va ordenamiento, es también el último reclamo
estructurando pausadamente los elementos penal al subdito; por ello, a diferencia de
que se dan en toda relación jurídica como los delitos dolosos, éstos no se presumen,
prestación bivalente aequitas, hacia un sen- la ley los determina caso por caso y sólo
se concreta la imputación a titulo culposo dejar un remanente culposo por falta de
cuando el precepto lo impone de manera excusabilidad del mismo; es el caso, por
expresa. La construcción de estas formas, ejemplo, del error que recae en cuanto al
subyacentes a determinados tipos penales, objeto de la acción: A cree tirar sobre un
se da en cuanto ciertos atributos, que las blanco figurado, y resulta ser una persona
leyes en general particularizan como im- a quien alcanza mortalmente. Si se admite
prudencia, inobservancia de deberes (o re- la preclusión del tipo del artículo 79 del
glas), impericia, negligencia, etcétera.. Código penal por error esencial, la subsi-
Con agudas razones postula R. Núñez (La guiente actitud analítica siempre en la es-
culpa en el Código penal), cjue las formas fera de la culpabilidad, obliga a considerar
dé la culpa pueden, en resumen, reducirse como segundo paso frente al error diri-
substancialmente en los términos de negli- mente, si el mismo es excusable o no, según
gencia o imprudencia, que son los signos lo cual subsista una franja culposa que
concretos de su aparición subjetiva. Por lo remita al artículo 84 del Código penal. En
general, la imputación culposa.se levanta todo caso, estas hipótesis normativas de-
sobre una cierta actitud del sujeto, quien penden de la construcción de las respecti-
haciendo más de lo que debia hacer, u vas figuras penales, sobre las cuales se
omitiendo aquello que no debía omitir, fue analiza el hecho, pero determinan la natu-
la activa causa de un daño, evitable me- ral conexión que existe entre las categorías
diante una mayor diligencia, consecuente- de la culpabilidad sobre la hipótesis del
mente exigida por la norma. error en la esencia del hecho.
II. Si la negligencia y la imprudencia Fundamento psíquico de la culpa
son las situaciones psíquicas reprochables
desde el punto de vista jurídico penal, dog- Se ha argumentado variadamente la pre-
máticamente la culpa se asienta en un valencia en el defecto culposo, sea de la
momento que es consecuencia objetiva de inteligencia, sea de la voluntad, es decir, se
aquellas formas espiritules de la categoría, disputa teóricamente si el reproche legal
y así, su primera orientación metodológica lleva por razón aquella falta de previsión
ha de buscarse en la líneas de la Teoría que responde a la incapacidad intelectual
del error, que en el caso, contrariamente propiamente dicha, o el defecto permanece
con la cara inversa del dolo, se proyecta en la esfera de la voluntad que presidió el
sobre el denominado, no excusable. De esta acto y naturalmente el entuerto culposo.
manera, así como el error sobre ciertas Parece en este punto que, como en mu-,
circunstancias fácticas, podía ser conside- chos otros aspectos de la Teoría General,
rado el ángulo negativo de las situaciones la querella, más aparente que efectiva, no
dolosas (V. DELITO DOLOSO) , cuando ese error contribuya a conducir los casos prácticos a
no excusa, es decir, no es causal de preteri- buen término, por lo unilateral, y hasta
ción de la culpabilidad in totum, da lugar dogmático de las propias posiciones anta-
a la culpa culposa en los casos en que la gónicas. Si la base objetiva de la culpa se
propia ley así lo demanda. ha buscado en una errónea composición de
De esta manera, y en ciertas hipótesis, lo circundante, el sustento psíquico de ese
todavía desde el punto de vista dogmático, error causal no se da en una esfera unita-
el error puede tomarse como módulo, para ria de. los fenómenos del espíritu, sino en
regular el término subjetivo de la impu- la totalidad de cada fenómeno, en tanto
tación jurídico-penal, mediante un pro- estructura armónica de potencias con que
cedimiento de exclusión sobre la línea de psíquicamente se enfrenta al mundo real.
la culpabilidad genérica. El título de la Si es necesario hallar un fundamento
imputación variará entonces en función anímico a la categoría, hay que comenzar
de la graduación del error, según las dife- por dejar de lado cualquier intento de su-
rentes consecuencias con que aparece res- perposición, y remitirse a una solución ge-
pecto de la figura que admita la variante nérica que abarque todo el proceso.
subsidiaria culposa. Así. de tal forma, el La menor atención o la indifirencia que
error sobre un elemento esencial de la mis- involucra una serie causal, por la cual se es
ma ( 4 ), excluye el dolo directo, pero puede responsable penalmente, no proponen un
síntoma simple atribuíble a la falta de ac-
(4) Esta cuestión suele tratarse en la doctrina tividad intelectual o la omisión de una vo-
del frror; asi, Soler, t. 2, pág. 490: Núñez. La cul- luntad encaminada al cuidado, sino una
pa en el Código penal, pág. 187, Depalma. Bs. Ai- estructura compleja de elementos psíquicos,
res, 1946; Maggiore, op. cit.. pá^. 519. TJOS autores
germanos la estudian al abocarse al dolo; Mezger. que en la vida común y en el lenguaje
Tratado, t. 2, págs. 42 y sigs.; Beling (Esquema del popular tienen particular denominación,
delito-tipo. trad. de Soler, | 24, Depalma, Bs. Ai-
res, 1944) está por la construcción de la ley ale- tema de la culpa, en tanto lo que denomina "cul-
mana; Antolisei (op. cit. núm. 131) lo hace en pa Impropia".
así. equivocarse, olvidarse, distraerse, creer, teria de defecto general del acto concreto,
etcétera, que son sinónimos de especiales implica sintéticamente no sólo el error cau-
falacias del espíritu, momentáneas faltas sal en la dinámica de los hechos, sino el
de apreciación, memoria, atención, intelec- vicio psíquico que presidió el contexto ma-
ción para las que, por cierto, no puedan terial del resultado; por eso puede decirse
darse íórmulas empíricas a priorí y adecua- despojada la noción de prejuicios unilate-
das a todos los casos. rales, en sentido de la voluntad o la inte-
La base subjetiva sobre la que debe des- ligencia.
cansar la culpa, es la tradicional noción La previsión apunta conceptualmetite a
de la previsibilidad, que reconoce vieja im- una cierta actitud personal en el autor
pronta romana a través de las lecciones frente a la situación circunstanciada, su
del Digesto, y es aceptada por una litera- ausencia implica la falta de volición con-
tura vasta y consagrada (•*>). El principio creta del resultado, pero todavía el ámbito
de la previsibilidad —la que puede y debe subjetivo donde debe de radicar la culpa-
razonablemente preverse, por la responsa- bilidad del hecho conserva el nexo activo
bilidad social de las propias acciones—, de una postura espiritualmente contraria
siendo un dispositivo personal en cabeza al deber por parte del sujeto. Concuerda
del autor, puede reconstruirse objetivamen- con esto Mezger < 7 ) , cuando dice que "de
te por las circunstancias de hecho, en lo la misma manera que el conocimiento tra-
que respecta al juzgador, y es precisamente za los límites del dolo, así la posibilidad
el supuesto lógico que —como obligación de conocer establece los de la culpa". Por
civil— emerge de los principios sociales y olio es que esa posibilidad —que es previ-
jurídicos, de donde la culpabilidad a título sibilidad— debe de tomarse como la situa-
cuploso se inserta en cuanto institución en ción anímica ante la cual el Derecho res-
el Derecho. ponsabiliza, por las consecuencias indirec-
Por su parte, este criterio representa una tas del acto.
valla concreta a las intentonas de concebir La noción de esta manera concebida, no
a la culpa como un caso de responsabilidad queda dentro de los escuetos límites de un
por la pura acción, en el sentido de que, puro concepto objetivado, de tipo estadís-
habiendo nexo causal entre el acto y el tico, respecto a la punibilidad del hecho,
resultado dañoso, sea innecesario que exis- sino antes bien, cobra su lugar en tanto
ta a su vez, un ligamen psíquico entre actitud mental del autor. La previsibilidad
ambos (''•). Es suficiente querer la acción como deber, es una composición de lugar
para que se responda por el resultado, que necesaria en la vida en comunidad, un
no entró en el campo volitivo del sujeto, verdadero estado de ánimo que comprende
precisamente por negligencia o impruden- la voluntad y la inteligencia, en la totalidad
cia. de la conducta en lo que significa como
Tal cosa como va sin decirlo, llevaría a fin querido y paralelamente representado.
la culpa a una situación de responsabilidad Si ese fin importa un daño criminal, el
objetiva, desvinculando la categoría del sujeto queda correlativamente en el ámbito
principio general de responsabilidad per- del dolo, si la sola representación debió
sonal, que la ley impone en los casos de abarcar la posibilidad dañosa, aunque el fin
imputación más grave a título doloso. El en sí fuere lícito, el error en la disposición
ligamen subjetivo de la previsibilidad, im- del mecanismo de la actividad deja sub-
porta de esta manera mantener la impu- sistente la responsabilidad culposa de los
tación dentro del círculo común de los acontecimientos.
principios del Derecho penal, en lo que sig- Es ahora bien indudable que pese a las
nifica responder por los hechos cometidos a críticas severas que se han lanzado contra
sabiendas, y dentro del alcance mental el criterio subjetivo de la previsibilidad (así
normal de los resultados inmediatos. Manzini), y la actitud más conciliadora de
La falta de previsión debida, es asi ma- aquellos que le consideran en función de
"criterio objetivo de apreciación del hecho"
(6) En especial Carrara. Programa, núms. 80
a 93. Muchos autores siguen al sumo maestro; (Antolisei, Vannini), la categoría reviste la
Florlán, "Parte general", t. 1. núm. 475; Magglore. necesaria flexibilidad conceptual, como para
op. cit., pág. 503. con abundante bibliografía. adecuarse a las necesidades legítimas de
También entre los clásicos Romagnosli Génesis del una fundamentación psicológica del error
Derecho penal, ed. 1844, núm. 587. Modernamente,
ver Mezger, Tratado, t. 2, pág. 186, con biblio- inexcusable, que conduce a la culpa, e in-
grafía. clusive si no se hace dogmatismo excesivo
(6) Este tipo de posiciones objetivas tiene su desde el punta de vista subjetivo, puede re-
expresión en la teoría debida a Stoppato. de la solverse en la práctica de los casos, como
causalidad voluntarla eficiente expuesta en su
obra U evento punlbile; la reseña y la critica
Magglore. op. y loe. dt. Í7) Op. di., t. 2. pág. 187.
valiosa contribución para orientar la acti- ante la representación efectiva, aunque
tud imputada frente a las dos situaciones lejana o no del todo mediata del resultado,
que se considera básicas en lo que hace al lleve a cabo su obra, solicitado por el exclu-
tratamiento dogmático de la culpa, o sea sivo móvil personal. Aquí la especie confina
la negligencia y la imprudencia. con el dolo eventual, porque si bien el daño
causado no fue el punto de mira del sujeto,
II. Negligencia éste lo tuvo particularmente en cuenta, pe-
De las dos fórmulas preanunciadas. la ro actuó con la esperanza fundada de que
negligencia hace a la consideración que no sobreviniera, y precisamente en esto
podría llamarse más benigna de la culpa. radica la imprudencia del gesto. En el dolo
En efecto, se trata aquí de un actuar des- eventual, el autor se manifiesta contraria-
cuidadamente o sin atención y, por lo tan- mente al valor, el resultado de daño no le
to, vacua de intención. Se obra de esta arredra, aún en el caso de aguda posibili-
manera, en vista de la acción en si, sin dad, por el contenido egoísta de la voluntad
mayor preocupación por los resulta.dos po- del fin, él se ha dicho: "veremos lo que
sibles, que no entran en el campo volitivo ocurre: yo actúo"; por esto la imputación
del sujeto. Claro está, sin embargo que, en excede la culpa corriente, en donde la es-
los casos es importante detenerse taxativa- peranza de la evitación juega un papel de
mente, porque los limites <ie la negligencia mucha mayor preponderancia.
y la imprudencia suelen ser borrosos, es En cambio, la conducta imprudente pue-
factible obrar como imprudentemente ne- de destacarse del supuesto de negligencia
gligente, depende mucho de la posición por la inclusión del riesgo, en el campo
circunstancial del sujeto activo, hay hechos propicio de la resolución que, en vez de
que para el profano pueden ser el fortuito gravitar como contramotivo del acto, se
Incalculable, o de simple ligereza de ánimo, lleva a cabo afrontando el peligro, en un
y para el profesional o el técnico, teme- grado más que el de la simple volición de
rarios. la causa, porque se le ha sumado la pre-
Precisamente es en las hipótesis de negli- visión de lo posible sobreviviente.
gencia donde la aplicación de la previsibi- Sobre la dualidad de error-previsibilidacl,
lidad puede cobrar interesante aspecto se inordinan en las tres categorías fronte-
práctico; ha insistido Gómez ( 8 ) en carac- rizas que se están comparando, en una
terizarla como un no tener en cuenta la relación inversamente proporcional: el error
probabilidad del resultado, siendo que la que afecta todo el campo causal del acto,
acción emprendida se definía como nexo con su contrapartida de falta de previsión
causal eficiente para producir el resultado, absoluta del resultado, remite a la culpa
que efectivamente sobrevino. El criterio de inconsciente; la previsión del resultado y
la previsibilidad como aquello que general- la esperanza errónea de la evitación, a la
mente ocurre en circunstancias análogas, culpa consciente; y el menor territorio de-
es un proceso causal que coloca otra vez a jado al error, en provecho de una previsión
la Teoría en el territorio de la causalidad indiferente, al dolo eventual. Son cuestiones
eficiente, fórmula esta última utilizada por de hecho aplicables sobre el caso, que nin-
Stopatto, juntamente con la antijuridicidad guna fórmula conceptual -puede- aprisionar
de los medios, para arribar a una caracte- a priori, por lo que resulta bizantino dife-
rización objetiva y material de la culpa, renciar las hipótesis en función de la an-
pero con ello se destruye precisamente toda tijuridicidad del medio empleado (viola-
posibilidad de imputación a la actitud asu- ción de reglamentos u ordenanzas), como
mida por el sujeto, y por ello también esa lo expresan los partidarios de la condición
falta de adecuación causal debe colocarse objetiva o normativa de la culpa (Stop-
en cabeza de éste, para que sea la negli- pato) .
gencia aquello que fundamente, y sustente En resumen: las hipótesis de imprudencia
en la práctica, el error que no era dable son las mayoritarias, de acontecimiento
admitir para eliminar la responsabilidad, culposo, aquellos casos debidos al manejo
toda vez que "el proceso dinámico condu- irreflexivo de elementos mecánicos o in-
cente al hecho fuere medianamente inteli- dustriales, en los que la costumbre deviene
gible y previsible, imprudencia, pero en los cuales también
i
III. Imprudencia el Derecho y la convivencia, exigen mayor
pericia, cuidado y disposición atenta del
La imprudencia coloca ya al sujeto ac- ánimo para evitar los resultados de daño.
tivo en una actitud más definida desde el Inclusive y por estas razones, para algu-
punto de vista antisocial, toda vez que aún na literatura la culpa penal se da sólo en
(8) Gómez, E., Tratado de Derecho penal, t. 2. estos casos, mientras que los supuestos de
iág. 118, C.A.E., Bs. Aires, 1936. negligencia (culpa consciente), serían ex-
ponentes de ligereza punible a título disci- salidad, lo que rechazan los principios ge-
plinario o policial, pero fuera, en todo caso, nerales.
de la órbita del Derecho penal propiamen- Las exigencias de los deberes de pruden-
te dicho (Vannini). Sin embargo, debe de cia deben de adecuarse concretamente a
observarse que no es ésta una distinción la comprensión, la capacidad y el estado
que pueda basarse en la ley, sin contar los del autor, en lo que esos deberes, objetiva-
inconvenientes para una clara delimitación mente concebidos, se tamizan en función
conceptual, en sectores que son estricta- de la situación subjetiva, por sobre la cual
mente subjetivos y que suelen presentarse se los toma en cuenta ( 10 ). En los casos de
ea la casuística como formando la uni- ilícito culposo, siempre hay, pues, un en-
dad del panorama mental imputable, en su juiciamiento que, aunque unívoco, conside-
raíz genérica de falta de previsibilidad o ra puntos de vista diferenciales a partir
construcción circunstancial errónea. de las normas de la convivencia, para reca-
bar su última ratio, en las condiciones
IV. Formas de la imputación culposa particulares del sujeto en el momento del
Lo que importa en la hipótesis del delito hecho. (V. CONTRAVENCIONES. CONTRAVENCIO-
culposo es, en substancia, la conducta per- NES ADMINISTRATIVAS. DELITOS DOLOSOS.)
sonal del sujeto. No puede disponerse de BIBLIOGRAFÍA. — La Indicada en el texto y nota».
una regla abstracta para adecuar in genere,
las situaciones de culpa, inclusive partien- DELITOS DE ACCIÓN PRIVADA, ll
do del viejo criterio general de "lo que ACCIÓN PENAL. ACCIÓN PRIVADA Y PÚBLICA.
puede y es dable esperar de un individuo ACUSACIÓN.)
común", porque es éste un esquema inicial
de las cosas, pero sólo la situación circuns- DELITOS DE ACCIÓN PUBLICA.
tancial puede justificar el reproche, so color ACCIÓN PENAL. ACCIÓN PRIVADA Y PÚBLICA.
de imprudencia o negligencia del sujeto. ACUSACIÓN.)
De esto se sigue que tanto la manera como
se han dado los acontecimientos cuanto DELITOS DE GUERRA O LESA HUMA-
las condiciones particulares del autor, pue- NIDAD. (V. DELITOS DE LOS ESTADOS. DELITOS
den aportar los datos reales sobre los que INTERNACIONALES. GENOCIDIO )
se asienta cada problema, y sólo ellos dan
lugar al juicio formulable de acuerdo a DELITOS DE IMPRENTA. (V. IMPRENTA
Derecho. [DELITOS DE.].)
Lo que interesa al Derecho frente a la
lesión de un bien jurídico, por causas que DELITOS DE INSTANCIA PRIVADA.
no son del resorte efectivo de una voluntad (V. ACCIÓN PENAL. ACCIÓN PRIVADA Y PÚBLICA.
ilícitamente orientada, es una situación ACUSACIÓN.)
propia que el actor, como responsable en
la comunidad, debía controlar. La cone- DELITOS DE LOS ESTADOS.* SUMAMO:
xión entre la conducta, y el resultado de Cap. I. El delito colectivo: 1. Sus móviles.
daño, es así un juicio referido a la persona 2. Esquema histórico. 3. Delitos colectivo»
del autor, y a las circunstancias, como por motivos religiosos. 4. Reglas para el en-
juiciamiento. Cap. II. Delitos internaciona-
reconstrucción causal de un "poder repre- les: -. ¿Qué es el delito? 2. El Derecho in-
sentar el resultado" (»). Aquí entran tam- ternacional y los delitos. 3. Delitos interna.
bién elementos psíquicos y físicos que clónales: A) La trata de esclavos; B) lea
rinden diferentes medidas de apreciación, trata de blancas; C) Protección de los obre-
ros; D) Piratería Internacional. Cap. ni.
defectos o ventajas de una u otra índole Delitos de los Estados: crímenes de guerra
que imponen posibilidades nunca idénticas y genocidio: 1. Nuevas concepciones sobre
en los casos aún similares, es que el sim- los crímenes de los Estados. 2. Naturaleza de
ple resultado típico no resuelve el problema los actos que constituyen "crímenes de gue-
rra". 3. Antecedentes de la guerra 1914-
de la culpabilidad culposa, so pena —se 1918. 4. Responsabilidades de los Jefes de
lo recordaba antes— de tratar estos hechos Estado. 5. La segunda guerra mundial:
como formas específicas de versare in re a) Delitos internacionales; b) Clasificación
de Jiménez de Asúa. 6. Sistematización de
iUicita, reemplazando culpabilidad por cau- los "crímenes contra la humanidad". 7 El
genocidio. 8. Rasgos y caracterización de
(9) En especial Mezgev, op. cit., pags. 187 y este crimen. 9. Una Corte internacional del
crimen: a) Fundamentos; b) Antecedentes
slgs. Entiende que e' criterio de la general expe- históricos. 9. Otros problemas: la responsa-
riencia (tesis objetiva) significa renunciar "a la
culpa como forma de culpabilidad personal" con (10) Mezger. op. cí*., con apoyo de un sector
acoplo de ejemplos del Tribunal del Reich. Tam- amplio de la bibliografía.
bién Magglore en sus criticas a las tesis objetivas
en general y a la de Boceo (L'ogge.tto del reato)
en particular. • Por el Dr. MATEO GOLDSTEIN.
bUidad de los subordinados. Cap. IV. Algu- y por extraña contradicción, en mayor
nos crímenes internacionales según la ley
argentina: 1. Proyectos del Código penal: grado, en los últimos tiempos— frente a
A) La esclavitud; B) La piratería; C) El ge- esta forma criminal que Concepción Arenal
nocidio en la doctrina y en los proyectos de caracteriza como delitos colectivos. Más
reforma a la ley penal; D) En Proyecto del movidos por la pasión y el odio, que por
Código y los delitos Internacionales. 1. Pro- incitación de la razón y de los nobles im-
yecto del Poder Ejecutivo Nacional (1953).
2. El Proyecto Peco. 3. Juicio critico. pulsos, en el doloroso proceso que se de-
nomina la civilización, pese a los enormes
Capítulo / progresos'de la técnica y de los recursos de
EL DELITO COLECTIVO la ciencia, que han llegado a insuperables
revelaciones, y aún pese al adelanto de las
1. Sus móviles. Un espíritu de jurista doctrinas sociales y jurídicas enderezadas
extraordinariamente dotado —Concepción a frenar los instintos, los crímenes contra
Arenal— ha dicho que: el delito colectivo, las colectividades, promovidos también por
como su nombre lo indica, es aquel en que colectividades y por el propio Estado, han
toma parte una colectividad, sin que esta ido en dramático ascenso, llegando a alcan-
sola condición le caracterice: hay asocia- zar declives subhumanos. que bien hacen
ciones numerosas de asesinos, monederos desesperar en los destinos de la criatura
falsos, estafadores, etcétera, cuyos delitos viviente y racional.
no llamaremos colectivos, aunque para co- Superando la edad de piedra y las horas
meterlos se asocien gran número de perso- primigenias en que la historia del hombre
nas. Lo característico del delito colectivo se pierde en la noche de los tiempos ne-
es oue el objeto que se promete el delin- bulosos, ningún pueblo ha sido amigo fra-
cuente, no sea personal; que la idea que le terno de otro pueblo, y solamente el interés
guía, el sentimiento o la pasión que le de la especulación, o la necesidad o el mie-
impulsa, guíen o impulsen a otras muchas do, han contenido, han puesto valla a los
personas para un fin que no sea exclusiva- Irreprimibles impulsos cesarísíos de unos,
mente egoísta; que tenga no una empresa, con respecto a otros. Las naciones más dé-
sino una causa (causa en el sentido de biles han venido siendo pasto de la concu-
/in, no de principio determinante indis- piscencia y del apetito de las más fuertes,
pensable), buena o mala, razonable o ab- y cuando las primeras se tornaron fuertes,
surda, pero común a todos los que la defien- convirtieron a su dominador de la víspera,
den: a ella sacrifican unos el sosiego, en esclavo de su prepotencia. La historia de
otros la hacienda o la vida, y es ocasión la humanidad se ha convertido asi, obje-
para que muchos realicen cálculos intere- tivamente, mirada en una historia de las
sados o den suelta a malos instintos; pero guerras de la humanidad. ¿Para qué men-
las diferencias en el modo de servirla o cionar los instantes iniciales en la existen-
desacreditarla, no prueban que deje de cia de los más antiguos pueblos, que vivie-
existir la idea, el sentimiento, la pasión ron al acecho de la debilidad y del descuido
que inspira a los autores o cómplices del del vecino? ¿Y de aquéllos, que edificaron
delito colectivo, y quitándole el carácter sus imperios sobre la esclavitud y el ham-
personal esencialmente egoísta, le diferen- bre, llegando a dominar más de medio globo
cia del delito común;. difiere también de terráqueo, merced al poderlo de sus má-
•él. no sólo por el fin, sino por los medios quinas de guerra? Y en los casos más in-
que, aun cuando lleguen a ser violentos, frecuentes, el sojuzgador se avenía a que los
no están envilecidos por el egoísmo. (Ex- nuevos subditos adorasen su Dios, cultiva-
cíntuando los casos en que el delincuente ren su lengua y experimentaren los fenóme-
colectivo no lo es más que en el nombre, nos cósmicos en su sensibilidad propia. Lo
siendo en el fondo y por sus procederes normal, lo tradicional, fue imponer dioses
un criminal común.) (i) Y estableciendo y lenguas y creencias al pueblo domeñado
las condiciones del delito coZecfiuo, dice la que, o se sometía, o era convertido a la
ilustre penalista española, que ellas son: más ignominiosa de las servidumbres.
Vn medio social propio para que sea inevi- El síntoma es tan viejo como el mundo
table, o al menos posible; una idea, que es y basta hojear cualquier capitulo de la his-
su núcleo y su impulso, aunque no siempre toria, más o menos documentada, de la
sea su ley; una colectividad que pretende humanidad, para advertirla roja y tinta en
realizar la idea y la convierte en causa. sangre. Y los delincuentes, los culpables de
2. Esquema histórico. La historia y el estos crímenes, no eran precisamente los
desenvolvimiento de la humanidad nos po- asesinos y ladrones solitarios, que espían a
nen frecuentemente, en todas las edades— su victima en algún recodo del camino,
empeñando su propia vida y su integridad,
¡1) Arenal, C., SI ieltto colectivo, paga. 28 y 29. confiada al azar de las armas. Los culpa-
bles de atroces crímenes de lesa humanidad 3. Delitos colectivos por motivos reli(
fueron colectividades enteras, naciones y sos. Pero no es éste el único episodio cr
aún Estados, que son naciones jurídica- delísimo, en nombre de no sabemos qu
mente organizadas. Estos últimos, bajo los causas, acontecido en los tiempos. La ,
más fútiles pretextos, han acometido con- Media, oscura y caótica en ciertos
tra núcleos inermes, minorías injertadas, tos, pero luminosa y profunda en la
nacionalidades esclavizadas, cautivos de centración del pensamiento filosófico, es \
guerra, o clases socialmente desampara- espejo de iniquidades que se enarbolaroñ*
dos, que dieron motivo para el hartazgo en el asta bandera de la fe. Las Cruza-
de los más fuertes y menos escrupulo- dos, las Vísperas Sicilianas, la inolvida-
sos. Los delitos colectivos han llegado asi ble noche de San Bartolomé, la inhu
a colmar los anaqueles de las literaturas destrucción de miles y miles de ind
de la mayoría de las naciones históricas en los países del Descubrimiento y de 1
y algunas contemporáneas, y si esta suerte Conquista; el exterminio de pueblos enti
de delitos se han particularizado con de- ros por la saña religiosa amparados
terminados grupos raciales —por razón de estandartes de piedad y fe; la noche
circunstancias, o de extremada barbarie— gica de la Inquisición; las masacres de ]
no es menos cierto que los victimarios blaciones inermes por el solo delito del
fueron a buscar sus presas entre hermanos color de su piel o de su creencia, son
e hijos de su propia carne, o entre los otros tantos eslabones de la cadena de ¡ni-,
extranjeros que habitaban el territorio, o quidades, fríamente labrada, eslabón a i
en la población desarmada por efectos de labón, ya no por bandidos o por
una cruenta guerra. Un autor argentino, de delincuentes, por asociaciones del
que se ocupa de un tema vinculado al que men, sino por colectividades presuntl
tratamos, refiriéndose a esta irresistible mente civilizadas y por los Estados. Fui'
tendencia sanguinaria que ha hecho explo- no citar más que uno, el más destacado
sión en todos los tiempos y con cualquier frecuente, remitámonos una vez más a li
pretexto, dice: "Bastaría rememorar el palabras de Concepción Arenal: Se retía
martirologio de los cristianos en Roma, des- a los elementos sociales de los delito o
de Nerón hasta Constantino. Pero todavía lectivos por causa de religión y mencta
pueden mencionarse casos menos notorios. que los elementos sociales de estos delito
Distribuidos en algunos lugares de los Pi- son:
rineos —tanto del lado español como del 1) Dogmas que pretenden encerrar en
francés—, existen todavía los restos de un la verdad absoluta;
pueblo maldito: los agotes, también llama- 2) Hombres que pretenden ser intérp»
dos gafos, gafetos, christiaas, cagots, etcé- tes infalibles de estos dogmas;
tera. El origen y las vicisitudes de estos pa- 3) Multitudes que tienen fe viva en **
rias de la civilizada Europa, están rodeados tos dogmas y en la infalibilidad de so In-
de impenetrable misterio. Serian godos o terpretación;
cristianos, que purgan todavía una derrota 4) Poderes que dan el apoyo delafttr-
o una traición que remontan a los tiempos za pública a las prácticas religiosas yw
de Carlomagno; serían descendientes de de estos dogmas se derivan a juicio de ni
cruzados leprosos, o de musulmanes, judíos, intérpretes;
gitanos o albigenses... Pero ninguna de 5) Ignorancia general;
estas contradictorias hipótesis tiene fun- 6) Hábitos de despotismo y de obtdlm-
damento de relativa seriedad. Lo cierto es tía servil;
que se los obligó a vivir apartados de la 7) Moral extraviada y sensibilidad ob-
sociedad, con prohibición penal de ejercer tusa (3).
otros oficios que no fueran los más bajos y 4. Reglas para el enjuiciamiento. Es e!
rudos, sin derechos civiles ni políticos, y momento de preguntarse: ¿Hánse elabora-
marcados con una infamante pata de gan- do normas, aproximativamente cientiflcu,
so en tela roja, sobrecosida en sus mi- para juzgar a los autores y cómplices de
serables investiduras. La execración social los crímenes colectivos? ¿Existen medida»
puede no ser mortífera por sí sola; mas para aplicarles, explicaciones que dar a m
conduce a resultados similares, porque a respecto? La criminología moderna ha In-
veces es preferible la muerte física e ins- tentado sentar algunos principios. "La cri- I
tantánea a la interminable agonía de con- minalidad de un pueblo, afirma Exner, a 1
llevar en vida el cadáver de la propia per- la suma de los delitos de cada uno de la
sonalidad humana" (2). individuos que lo componen. Ahora bien;
si, dentro de ciertos limites, la disposición
(2) Laplaza. P. P., El delito de genocidio o gen-
ticidio, págs. 30 y 31. (3) Arenal, C., ob. clt., p¿g. 35.
determina el querer y el hacer, y con ello, En regímenes legales delictivos, como el
también los hechos que ejecuta un indivi- fascismo, agrega, se ha intentado eliminar
duo, considerado como delincuente, vemos, el formalismo protector y se ha marcado
por tanto, que en cierta manera, es con- como delito todo lo que pueda ir en detri-
dicionado biológicamente, con lo cual llega- mento del Estado o del bienestar de la
mos fácilmente a la siguiente conclusión: Nación. La criminología no puede aceptar
también el número de delitos de todo mi esta extensión. Muchos actos lesivos para
pueblo está en dependencia de su esencia el Estado, la sociedad y la nación, no son
biológica" i 4 ) . Stumpel sostiene, en la mis- delitos simplemente, porque han sido de-
ma orientación: "La cifra de criminalidad clarados tales. Entre los innumerables pro-
de un grupo de población y )a clase de fal- cederes humanos, señalados como incorrec-
tas inherentes a ella, contra el orden ju- tos o perjudiciales socialmentc por la mo-
rídico, es comparable a un reactivo muy fi- ral, la religión, las costumbres, los usos
no y sensible que nos informa de la con- populares y otros controles sociales sólo
dición del carácter de.las personas r de que unos pocos son seleccionados y sanciona-
esta compuesta dicha población" ( > ) . Lo dos por un fallo moral y positivo de la
cuai comporta decir que cada nación tiene sociedad organizada. Fuera ció este estre-
su determinado delito característico a ella, cho círculo de reforzadas prohibiciones,
y de ser ello exacto, y si los 'crímenes co- muchas cosas no están permitidas o apro-
lectivos pueden ser o no la suma de los badas, pero no son delitos. No son objetos
productos de la vocación hacia el crimen inmediatos de la criminología, aunque po-
de cada uno de los individuos que partici- dríamos considerarlos en la etiología del
pan en el delito, tal Estado no puede ser delito" («). En una asamblea celebrada en
sino expresión, la más alta, el summum y Munich (Alemania), el 25 de febrero de
la síntesis de este apego colectivo. El delito 1920, se aprobaron los "25 puntos" del
individual, o de asociacion.se traslada hacia programa de un partido que gozó del po-
el "orden jurídico" y es el Estado el mayor der de uno de los Estados más poderosos
responsable, en tales casos. de Europa —a la que condujo al abismo—,
Fueron los Estados, civiles o eclesiásticos donde se lee: "4) Nadie fuera de los miem-
de !a Edad Media, los que desencadenaron bros de la nación, podrá ser ciudadano del
las guerras religiosas. Lo fueron aquellos Estado. Nadie, fuera de aquellos por cuyas
que sojuzgaron a pueblos, sometiéndolos a venas circula la sangre alemana, sea cual
ignominiosa esclavitud. Agentes directos o fuere su credo religioso, podrá ser miem-
amparadores y cómplices, fueron los Esta- bro de la nación. Por consiguiente, ningún
dos quienes miraban complacientemente la judío podrá ser miembro de la nación. 5)
piratería y el bandidaje de sus nacionales, Quien no sea ciudadano del Estado, sólo
contra otros nacionales de otros Estados. residirá en Alemania como huésped y será
Por esto podemos hablar hoy —aunque considerado como sujeto a leyes extranje-
el fenómeno dista mucho de ser nuevo— ras". Quien, después que el partido se en-
de los "crímenes de los Estados" y confi- caramó en el poder y "gobernó" al país, no
gurar algunos de los más atroces que la his- estuviere de acuerdo con estos "principios
toria, remota o cercana, ha recogido. Y, por básicos", sería considerado un delincuente
cierto, repudiado. y su vida, honra y bienes no valdrían un
marco de papel... He aquí las dificultades
Capitulo II para definir el delito y la absurda relativi-
DELITOS INTERNACIONALES dad del concepto. Un afamado penalista
1. ¿Qué es el delito? El delito del Estado. británico ha dado este cuadro de la per-
El viejo problema criminalista sigue aún secución de la hechicería: "Que hubo bru-
sin solución. Algunos autores definen el jas y hechiceros en la antigüedad está fue-
delito como una violación u omisión de la ra de duda. El que hayan existido o exis-
obligación legal, para la cual la ley, ya sea tan brujos y hechiceros en el presente, es
la. común o la estatuida, ha previsto una, casi igualmente seguro. El delito es recono-
disciplina legal. Pero hay opiniones discre- cido por la Biblia, por todas las ramas de
pantes: "Siempre que sucede algo repulsi- la Iglesia, por la filosofía, por la ciencia
vo, dice un tratadista, se oye el grito: Eso natural, por la facultad de medicina, por
es un crimen. Hablamos de crímenes contra la ley de Inglaterra. Oponerse a esa ilu-
la humanidad y de crímenes contra el buen sión colectiva es "un delito. Para juriscon-
gusto... Criminales son las intenciones y sultos, sacerdotes, eruditos, y para el pue-
proyectos de nuestros adversarios políticos. blo, que representaba la vox Dei, en los
(i) Erar. F., Biología criminal, pág. 74. (6) Hentlg. Hans von. Criminología, págs. 18
1
(61 trtantanae unA Verltrcchen, 1935. y 19.
procesos es ateísmo. El reverendo Mr. Bu- En cuanto a la existencia, a todo lo lar-
rroughts, de Wells, Nueva Inglaterra, de- go de la historia, de infracciones y deliíos
claró en 1692 que ni hay ni hubo jamás de orden internacional, no existe ninguna
brujas. Fue condenado y ahorcado..." duda. Pero el problema surge cuando se
Y si estos problemas surgen y subsisten fundamenta el derecho de las naciones
en la esfera privada, ¿qué dificultades no —una por separado, o una asociación de
aparecerán si Intentamos definir el delito naciones— para castigar las infracciones
con relación al Estado? o delitos que se cometen en un Estado
2. El Derecho penal internacional y los soberano contra la población extranje
delitos de los Estados. Conforme a la doc- o contra grupos extraños de la
trina más difundida, el Derecho interna- clon.
cional puede clasificarse en dos grandes El tema es tan arduo como la fundamen-
ramas: a) Derecho internacional público, taclón misma del Derecho internacional
y b) Derecho internacional privado. público, que divide a la doctrina, aunque
Algunos opinan que el Derecho penal in- los tratadistas y las legislaciones de los
ternacional es una subrama de una u otra diversos países se hayan puesto de acuer-
de las grandes ramas; otros llegan a la do en puntos esenciales y básicos.
conclusión de que se trata de una materia 3. Delitos internacionales. Desde los pri-
independíente del Derecho internacional meros cultores de la patética disciplina de
en general, susceptible de un estudio es- los delitos y de las penas, hasta los funda-
pecial. (Flore, Meill, Travers, Diena). El dores del Derecho internacional, fluye inin-
último, define el Derecho penal interna- terrumpidamente el curso del pensamiento
cional —del que pasamos a ocuparnos— jurídico en torno a lo que ha dado en de-
como la parte del Derecho Internacional nominarse, con muy diversas acepciones,
general que comprende las nomas, que Derecho penal internacional. Preocupan,
determinan la competencia judicial y le- en comienzo, los argumentos concernientes
gislativa de los distintos Estados en la re- a la aplicación territorial o extraterritorial
presión de los delitos y regulan los proce- de las leyes penales y de los estatutos. De-
dimientos, que tienen lugar entre ellos, tiénense en ellos, a fin de esclarecerlos
para ayudarse mutuamente, en la adminis- Bartolo de Sassoferrato, el más grande de
tración de la justicia en materia penal. los juristas anteriores a la edad moderna.
El punto que nos Interesa —si bien no y los penalistas motejados de prdc/icoj:
responde a esta definición, puesto que los Alberto de Oandino, Julio Claro, Benedicto
crímenes de los Estados exceden la jurisdic- Carpzow, Próspero Farlnaceio, lodoc Dam-
ción y la competencia del propio Estado—, houder, Guy Rousseaud de la Combe, Da-
se halla, sin embargo, regido por el Derecho nuel Jousse, etcétera. Más tarde, el célebre
penal internacional. En tanto cuanto puede dominicano Francisco de Vitoria, sobre la
ser objeto de la sanción internacional apro- teoría de la guerra justa, echó las bases
bada en asambleas de naciones, aplicado del Derecho de la guerra e hizo el primer
por jueces internacionales y de acuerdo a análisis de sus usos lícitos e ilícitos. Al
las formalidades y procedimientos fijados par que hay quien afirma que la noción de
también por convenio entre naciones, y los delitos contra la humanidatr «e remon-
destinado a castigar delitos internaciona- ta hasta Groólo. Blackstone, Cremant. Fl-
les (7). langieri y Carmignani, entre otros, cumplen
ya cY examen de los delitos contra el de-
(7) Una nueva escuela, a la que esta unido bri- recho de gentes. Y Jeremías Bentham mu-
llantemente el nombre del profesor Quintlllano dó el nombre del antiguo jus gentium por
Saldafia, se propone Internacionalizar realmente el el de Derecho internacional insinuando, ti
Derecho penal, creando para él leyes, tribunales
y castigos internacionales en todas las materias
que no están encerradas completamente dentro de jefe de ese Estado, su'gobierno o sus agentes di-
los limites territoriales de una soberanía determi- plomáticos que lo representan (crímenes contra tí
nada. Es la Idea de la defensa social universal. Derecho internacional, llamado en otro tiempo
Para el señor Saldaña, la criminalidad Internacio- contra Derecho de gentes) y los criminales políti-
nal tiene tres formas temibles: a) El crimen co- cos o al servicio de un país, que han cometlde
metido fuera de los limites geográficos de los Es- estos crímenes. Agrega los crímenes cometido! pr
tados, en el mar o en el aire libre (crimen extra- los mismos Estados, y entre ellos, la guerra ii
nacional) y los criminales sin patria; b) El cri- agresión, todo lo cual constituye para él ¡a crimi-
men que ha sido preparado, proseguido o reali- nalidad internacional esencial y propia. Para ell«
zado sobre el territorio de diferentes Estados o pide respectivamente la represión internaclontl
Jurisdicciones (crimen internacional propiamente directa y la Indirecta, que deben corresponder i k
dicho), o por criminales que, al amparo de una Sociedad de las Naciones, y la representación In-
nacionalidad, se dedican habltualmente a prepa- ternacional delegada, atribuida al Estado que tlt-
rar, ayudar o encubrir estos crímenes (criminales ne el delincuente en su poder (Sánchez de Bi»
Internacionales), y c) Los crímenes cometidos por tamante y Sirven, A., Derecho internacional prt-
particulares contra un Estado extranjero, contra el vado. t. 3, pég. 71).
mismo tiempo, la posibilidad de un Derecho ternacional, con la participación de 17 Es-
internacional penal ( 8 ). tados, inclusive la Unión, que suscribió un
Hubieron tendencias de asimilar, en el acta general, creándose un aparato inter-
decurso de los tiempos, algunos delitos, a nacional, con dos sedes, una en Bruselas
otros ya existentes: verbigracia, el régimen y una en Zanzíbar, a objeto de fortalecer
penal de la trata de negros, al de la pi- las medidas aprobadas y hacer más rígido
ratería, etcétera. Mas es auténtico que des- el contralor. Recién en el año 1919 (fecha
de remotos tiempos, y a pesar de la re- en que se firmó el tratado de paz con
sistencia a reconocerlos, por parte de algu- Austria, por parte de las potencias ven-
nos tratadistas, hubieron delitos interna- cedoras) , se suscribió en Saint Germain un
cionales. convenio especial para revisar el acta ge-
Enumeraremos algunos de ellos, y en pri- neral de Berlín, de 1885, y el de Bruselas,
mer término, la trata de esclavos. de 1890, ampliándose los alcances de los
A) La trata de esclavos. Fue una ins- convenios anteriores al compromiso de las
titución que los Estados de la antigüedad partes contratantes, para reprimir la es-
no solamente toleraban, sino que fomen- clavitud en el interior de cada una de
taban, y ellos mismos se constituyeron en ellas.
tratantes muchas veces. Compartimos con B) La trata de blancas. Trátase tam-
Diena la diferenciación que debe intro- bién de un delito atroz contra la dignidad
ducirse entre la esclavitud, propiamente de la criatura humana, consumado a des-
dicha —régimen de so juzgamiento de cier- pecho de tratados y policías, aún en nues-
tos elementos sociales que la totalidad de tros días. Se refiere al comercio que indi-
los paises del mundo antiguo, y algunos viduos de la más baja calidad moral reali-
modernos, ejercitan— con la trata de es- zan mediante la contratación directa, el
clavos, que supone el transporte violento engaño o la coacción, en determinados cen-
de un país a otro de individuos despojados tros del viejo mundo, con mujeres jóvenes,
de su libertad, para someterlos a trabajos a las que transportan al exterior, para so-
forzados en favor del Estado, o para po- meterlas a un comercio infame. El comer-
nerlos en venta, sin cortapisas. Hasta los cio de la trata de blancas suele estar pu-
finales del siglo xvm, e?te vergonzoso co- nido severamente en la legislación penal
mercio era desempeñado, con mayor o me- de los Estados, pero como se trata de deli-
nor magnitud, aunque con idéntica cruel- tos, con derivaciones internacionales, han
dad, a la vista y paciencia de los pueblos movido la preocupación de los Estados para
libres. Recuérdase que en el Congreso de reprimirlos.
Viena (1815), por primera vez, surgió la En vista de los estragos que ocasionaba
iniciativa de adoptar alguna medida in- su expansión creciente, en una Conferen-
ternacional con el fin de hacer cesar el cia Internacional de París, celebrada en
negociado de carne humana. En 1842, en el 1902, se elaboró un proyecto de acuerdo
Congreso de Verona, Gran Bretaña pro- para establecer determinadas medidas de
puso asimilar la trata de esclavos a la pi- alcance internacional y en una segunda
ratería, sin éxito, y veinte años más tarde, Conferencia reunida en París, en 1910, se
concluyóse en Londres un tratado colectivo acordó entre numerosos Estados un ver-
entre las grandes potencias (que Francia dadero convenio sobre la materia. Si bien
no suscribió), autorizándose las visitas a los el terna no es referido a los crímenes que
barcos negreros, y otrasB medidas de repre- Estado alguno de la tierra puede estimular,
sión de este comercio ( ). Veinte años más no caben dudas acerca del ancho campo de
tarde se firmó un análogo convenio entre acción en que la represión de este comercio
Inglaterra y los Estados Unidos de América puede adoptarse, por parte de los gobier-
(7 de abril de 1862), con carácter restrin- nos y la situación de complicidad en que
gido. En el acta general de la Conferencia pueden llegar a incurrir, si se muestran
de Berlín, de 1885, se incluyeron algunas demasiado tolerantes, con esta innoble
cláusulas represivas, que resultaron a todas actividad internacional. (V. TRATA DE BLAN-
luces insuficientes, y en 1888 .hubo necesi- CAS.)
dad de acudir a un bloqueo de las costas C) Protección de los obreros. Desde la
africanas, por parte de Gran Bretaña, Ita- Conferencia de Berlín (1890) hasta el pre-
lia, Holanda y Francia. Al siguiente año sente, el derecho. obrero internacional ha
reunióse en Bruselas una conferencia in- dado pasos gigantescos. Tratados, conven-
ciones, cartas del trabajo, la Liga de Na-
(8) Laplaza, F. P., ot>. cit., pags. 36 y 38. ciones y la UN, asi como poderosos sindica-
(9) Recuérdese que la trata de negros y la tos internacionales, se preocupan de ali-
trata de esclavos fueron asimilados por Oran Bro-
tada y otras naciones, desde que se inició la cam- viar la suerte de la clase proletaria, en lo
ptfl» otlclal para abolir la esclavitud africana. interno de los Estados y en el orden Ínter-
nacional, mereciendo destacarse que esta sumamente diversas al proyecto presenta-
rama es la que mejores logros ha obtenido do. La cuestión fue abordada más tarde,
en el Derecho internacional público y aún por la 4* Conferencia internacional para la
privado. Mas no ha sido análogo el camino unificación del Derecho penal (París, di-
recorrido —mejor dicho, que debía reco- ciembre de 1931, que adoptó un voto rela-
rrerse—, en otro aspecto, que constituye tivo al castigo de los actos de piratería
un verdadero crimen internacional y recla- (apoderamiento de un navio o de una aero-
ma la punición de los Estados culpables: nave o de los bienes a bordo de ellos; des-
nos referimos a los trabajos forzados im- trucción de navio o de aeronave; captar,
puestos por ciertos países, a sus propias matar o lesionar a sus tripulantes o pasaje-
minorías nacionales, o a prisioneros de ros) , cometidos desde naves o aeronaves
guerra, que son sometidos a la más inicua contra naves o aeronaves. (Eugenio Cuello
y agotadora explotación, de manera tal» Calón, Derecho penal, t. II, Parte esp.,
que en pocos años han sucumbido millones gina21).
de hombres en Europa y en Asia, como Los autores y aún las legislaciones,
consecuencia del tratamiento de los respec- divididas en cuanto a la naturaleza de este
tivos Estados. No es necesario abrir de nue- delito internacional, que Wharton (Ele-
vo las páginas de la historia sangrante de ments de Droit International, pág. 141),
los totalitarismos en el mundo que, ya co- define cómo el acto que realizan los ?ue
mo conquistadores de naciones más pe- de propia autoridad recorrer los mares pa-
queñas, o como invasores y raptores de ra cometer, actos de depredación, despojan-
enormes masas de hombres, han delinquido do a mano armada, ora en tiempo de paz,
ante las leyes nacionales e internacionales, o en tiempo de guerra, los navios de todas
sin que hasta el presente las Naciones las naciones sin más distinción que la gut
Unidas se hayan dignado levantar siquiera les conviene para asegurar la impunidad
la amenaza de una sanción. de los hechos. La mayoría de los trata-
Zonas desérticas e inhóspitas del Asia, distas opina que la piratería está integrada
o "campos de trabajo" en pleno corazón por actos de violencia (física o moral).
de Europa, han exhibido el degradante es- Wharton y Ortolan consideran —al igual
pectáculo de esta trata de seres humanos que el Derecho inglés y norteamericano—
—entre ellos la flor y nata de la intelectua- que sólo hay piratería en los actos de la-
lidad de algunas naciones—, dirigida por trocinio', mientras que Liszt y nuestro
ciertos Estados, que han gozado y gozan de Calvo, asi como las legislaciones france-
la más absoluta y decepcionante impuni- sa, italiana, portuguesa y holandesa, pre-
dad. vén también como posible contenido de
D) La piratería internacional. Se trata este delito los ataques contra la honesti-
de un delito antiquísimo, perteneciente al dad.
grupo de los delitos que se han llamado Mas cualquiera que fuere la acepción j
infracciones comunes a las naciones, por- el contenido que se le asigne, no caben
que su represión debe considerarse como dudas acerca de la. delictuosldad de los ac-
un tíeber de todos los países. Los Códigos tos involucrados en el vocablo de piratería,
penales de la actualidad lo castigan, por y todas las leyes penales los reprimen. Pero
su cuenta, si bien siguiendo distintos cri- no debe olvidarse que este delito, en caso
terios. Así, para los Códigos alemán, sueco de guerra, suele convertirse en ocupación
y polaco, se trata de una modalidad del de ciertos Estados poco escrupulosos de las
robo. El Código portugués lo reprime como normas. Y cuando naves mercantes fuerte-
un delito contra los intereses del Estado. mente equipadas, atacan o apresan a otras
En Francia rige una legislación especial, y naves, usando algunas veces los procederes
en Italia está incluido en el Código de la de los piratas de leyenda, o hunden barcos
marina mercante. Un comité de peritos, de países neutrales (como en la primera
creado por iniciativa de la extinta Socie-
dad de las Naciones, en el año 1924. para conflagración europea, un barco argentino),
elaborar una lista de materias de Derecho no puede menos que calificarse estos actos
internacional cuya solución fuera factible como piráticos, aunque las leyes no los
por medio de leyes internacionales, propu- califique de tal modo. Por otra parte, no
so, entre dichas materias, la celebración de cabe olvidar que salvando ciertas analogías,
una convención para represión de la pira- no son más dignas de consideración, las
tería. Un subcomité preparó una comuni- patentes de corso que los gobiernos auto-
cación que fue radiada a los gobiernos, en rizan. Escrlche ha pretendido establecer
29 de enero de 1926; la mayor parte de una diferencia entre corsario y pirata, di-
ellos, reconociendo la utilidad de un acuer- ciendo: "El pirata es por mar lo que por
do internacional, hicieron observaciones tierra el salteador de caminos, miento
el corsario es por mar lo que por tierra el líos que, sin embargo, suponen que un Es-
guerrillero". La expresión, literalmente, es tado está libre para ignorar, por exigen-
hermosa, pero dista de la realidad. "A la cias del momento, cualquier compromiso
manera que el guerrillero y el salteador que haya suscripto, caen en un enorme
se han confundido mutuamente, así el cor- error de razonamiento y son anárquicos
sario y el pirata han sido con frecuencia en sus sentimientos. Las leyes de la gue-
una sola cosa. Por donde, desde la más rra han sido hechas para ser cumplidas,
remota antigüedad, llamábanse piratae, no para ser puestas a un lado y a capri-
praedones, corsariae, las naves mercan- cho". Pocos años transcurrieron desde la
tes armadas. Todavía, en la actualidad, profecía del eminente maestro de Derecho
entre el verdadero corsario y el pirata ver- internacional, hasta que se materializaron
dadero, hay una especie intermedia: la del ambas predicciones: la de la nación o Es-
falso corsario, o corsario no autorizado de- tado, que se suponía Ubre para ignorar las
bidamente; especie penal también, como leyes más elementales dictadas por la con-
la del corsario, aunque no reprimida con ciencia humana, y la reacción de ésta en
tanta pena" O"). (V. PIRATERÍA.) forma de una desesperada concentración
de esfuerzos de todos los pueblos libres pa-
Capítulo III ra contrarrestar el peligro no potencial.
DELITOS DE LOS ESTADOS: CRÍMENES DE GUE- ¡Lástima que el esfuerzo de represión no
RRA Y GENOCIDIO fue suficientemente poderoso para resu-
1. Nuevas concepciones sobre los críme- citar a casi ocho millones de victimas sa-
nes de los Estados. Hemos analizado, en la crificadas, no en los campos de batalla,
primera parte de este trabajo, las formas y sino en los de concentración y en los cre-
naturaleza de los delitos colectivos y de la matorios!
responsabilidad de los Estados frente a los 2. Naturaleza de los actos que constitu-
crímenes que pueden calificarse de inter- yen "crímenes de guerra". Si bien no son
nacionales, frente a los que, si no se puede originales ni novedosos, cabe señalar que
castigar a los Estados, que son entes incor- en lo que va del siglo, han aflorado al cam-
póreos, sus dirigentes y agentes, asi como po de la observación de la criminología mo-
sus estadistas, deben ser sometidos a la derna y del Derecho penal internacional
sanción penal. El destacado autor y juris- una serie de trasgresiones a los principios
consulto Lawrence (") se hace eco de la de la moral y la licitud —admitidos por la
conducta observada últimamente por cier- mayoría de los países civilizados— que re-
tos entes jurídicos, que, por su propia na- quieren nuevas formulaciones y un estudio
turaleza son sujetos del Derecho interna- analítico de la doctrina, antes que del le-
cional, con relación a los principios afirma- gislador y de la jurisprudencia internacio-
dos por el orden jurídico de las nacionales: nal. Sheldon Glueck, profesor de Derecho
"...Lo que me preocupa, dice el autor criminal y criminología de la Universidad
nombrado, es el- caso de una consciente y de Harvard, deseoso de sistematizar las nor-
deliberada violación de las leyes de la gue- mas que deben aplicarse a las nuevas si-
rra como un recurso de política estatal. tuaciones sobrevenidas, que atañen ya no
Ahora que estas leyes han sido claramente a individuos privados, sino incluso a jerar-
definidas y solemnemente aceptadas por cas y jefes de Estado, en la comisión de
todos los Estados, la nación que cometiera crímenes colectivos, expresa que, para pla-
tal acto debe tener indudablemente una near un programa específico, sobre la ma-
inescrupulosidad wrfrema y un enorme teria, es menester adoptar como base algu-
poder. Es muy posible que ahora y de nue- nas cuestiones vitales —varias de ellas im-
vo tal combinación pueda darse. Un domi- plicando puntos de partida técnicos de
nador embriagado con la conciencia de un naturaleza legal; otras concernientes a
poder abrumador, puede aventurarse a más profundas cuestiones de política pú-
desafiar el sentimiento moral de la huma- blica—; y señala que deben ser considerados
nidad, pero sólo para descubrir de paso los puntos siguientes: 1) ¿Qué clase de
que la humanidad ultrajada se venga a actos pueden denominarse legítimamente
si misma por caminos inesperados.,. Aque- "crímenes de guerra?" 2) Suponiendo la
violación de las leyes y usos de la guerra
permisible o del Derecho críminal de las
(10) Enciclopedia Jurídica Española, colabora- naciones civilizadas, ¿qué puede hacer a su
ción de B. C. Bernaldo de Quirós, t. 9, págs. 713
y 714. Por acuerdo del Congreso de París, de 1856. respecto un Estado beligerante injuríado?
tué abolido el corso, con la aquiescencia de casi Como agregado a la acción que pueda cum-
todas las naciones; la piratería fue asimilada fre- plirse contra el Estado agresor, ¿está le-
cuentemente al corso, en algunos Códigos.
(11) Lawrence, T. J., Los principios de la ley galmente justificada la nación dañada pa-
internacional, 1923, pág. 374. ra castigar a ciudadanos particulares de
ese Estado? Y si así fuere, ¿debe hacerlo moderna, y que pueden considerarse comí
de acuerdo a su propio Derecho interno, en la ejecución de un sistema de terrorismi
relación con el Derecho del país acusado o cuidadosamente planeado y llevado a si
del Derecho internacional? 3) ¿Puede so- total cumplimiento. Ni prisioneros, ni be
meterse legítimamente a jefes de Estado al ridos, ni mujeres, ni niños han sido total
proceso y castigo de las Naciones Unidas mente respetados por beligerantes que, de
y tales malhechores Hitamente ubicados es- liberadamente, tratan de infundir ei má
tán exentos de la responsabilidad legal y feroz terror en todos los corazones, con i
del enjuiciamiento en una jurisdicción ex- propósito de reprimir cualquien resisten
tranjera? 4) ¿Cuál es, si hay alguna, la cia" i").
culpabilidad de los subordinados y cómo 4. Responsabilidad de los jefes de Sita
debe tratarse la defensa de un soldado que do. La comisión aconsejó el estableclnüen
ha cometido atrocidades únicamente obe- to de una comisión especial para recoge
deciendo órdenes de su gobierno o de su sistemáticamente todas las pruebas de lo
superior jerárquico? 5) Como asunto de delitos. Al propio tiempo, el citado organis
alta política, ¿ante qué tribunal deben com- mo fue de opinión que, en la jerarquía d
parecer los acusados? ¿Es recomendable personas con autoridad, no hay cuestione
juzgar a los principales culpables en un de rango, por muy alto que -sea, que pue
tribunal internacional? Y si así fuere, ¿có- dan eximir a su poseedor, de la responsabil
mo se organizará y funcionará tal tribunal dad, cuando la responsabilidad ha sid
y qué sistema jurídico pondrá en práctica? establecida ante un tribunal correctament
6) ¿Cuándo debería ser perdonado el acu- constituido. E insiste expresamente en 411
sado? 7) ¿Cómo se castigaría al culpable? todas las personas pertenecientes a los peí
¿Habrá medidas de carácter correctivo y ses enemigos, por muy altas que hayan su
terapéutico en el programa penal? O 2 ). sus posiciones, sin distinción de rango, in
El planteo es de riguroso orden científico cluídos los jejes de Estado, que se hay<u
y abarca todas las facetas de uno de los hecho culpables de delitos contra las teyt
más engorrosos problemas del Derecho de y costumbres de la guerra o las leyes i,
las naciones, y, en cierto modo, del castigo humanidad, deben someterse al juicio ai
o de la impunidad de quienes pueden re- minal. ¡Como se recordará, el ex empe
sultar ser los criminales más grandes de la rador alemán Guillermo II de Hohenzo-
historia. llern, fue públicamente citado para com
3. Antecedentes de la guerra de 1914/1918. parecer a rendir cuentas por un delito mí
Ya con motivo de la primera conflagra- ximo contra la moralidad internacional¡
gación mundial, se encaró el problema de la santidad de los tratados, con el objet
las responsabilidades de las cabezas visibles de ser sometido a un tribunal especial
de los Estados que resultaron culpables de mente constituido, pero el gobierno de lo
crímenes de guerra. En el mes de enero de Países Bajos, donde aquel se había re-'
1919, la Conferencia preliminar de la paz fugiado, se negó a entregarlo, arguyen-
designó una "Comisión de los Quince" para do que el delito imputado no figuraba en
investigar e informar sobre las violaciones sus tratados de extradición con los alia-
al Derecho internacional cometidas por dos y que el crimen imputado es consi-
Alemania y sus aliados. La Comisión, pre- derado como delito político, no de extra-
via una abundante labor, dio cuenta de dición. A fin de materializar el castigo de
los diversos informes y memorias, que le quienes fueron considerados criminales de
fueron elevados por los gobiernos, acerca guerra, por cuatro tipos de delitos, la Co-
de las violaciones cometidas en las largas misión de Versalles recomendó la consti-
listas de Infracciones a las leyes y costum- tución de un alto tribunal integrado por
bres de la guerra, realizadas por las fuer- tres miembros, designados por cada uno
zas del Imperio germano y sus aliados, en de los cinco principales gobiernos aliados,
el aire, mar y tierra". Después de su exor- y uno por cada gobierno de las potencial
dio, la Comisión denunció que "es imposible menores. La función de este tribunal O
imaginar una lista de casos tan diversa y Corte, consistiría en aplicar los princípioi
penosa. Violaciones de los derechos de los del Derecho internacional, tules como resul-
combatientes, de los derechos de los civiles tan de los usos establecidos entre los pt«-
y de los derechos de unos y otros, se mul- blos civilizados, de las leyes humanitarias
tiplican en esta lista de las más crueles y de los dictados de la conciencia púbfa.
prácticas de barbarie primitiva, fomenta- La iniciativa no fue aprobada, y el resal-
das por todos los recursos de la ciencia
(13) Informe de la Comisión para establecerla
(12) Glueck, 8., Criminales de guerra. Su pro- Responsabilidad de los Autores de la Güeña y lu
ceso y ¿astigo, pág. 25. Penalidades, págs. 95 y slgs.
tado de las recomendaciones se concretó cer sus cosechas. La sensación de que ha-
solamente en las cláusulas impuestas a los bían sido aventados para siempre la impu-
vencidos por el Tratado de Versalles, que nidad y el desenfado, con que los portaes-
conlenia algunas exigencias en consonancia tandartes de los "regímenes fuertes" ha-
con la opinión de sus asesores. Por el ar- bían actuado; la noción de que los dere-
ticulo 2Ü01 ei gobierno alemán reconocía chos de los hombres, colectivamente o
el derecho de las Potencias Aliadas y Aso- aislados, no podían ser conculcados a la
ciadas a someter a tribunales militares las vista y paciencia de los pueblos sedicentes
personas acusadas de haber cometido actos democráticos y solidarios en los ideales de
en violación de las leyes y costumbres de la civilización, crearon una nueva convi-
la guerra. El gobierno alemán debía entre- vencia y auras frescas de esperanzas co-
gar a una o todas las Potencias Aliadas y rrieron sobre la faz del planeta. Si bien esos
Asociadas, todos aquellos acusados que de- anhelos de purificación y esas esperanzas
bían especificarse por el nombre, rango o no duraron demasiado, — pues que después
empleo que poseían bajo las autoridades de la sangrienta victoria de los aliados,
alemanas y los culpables debían ser conde- sobrevino una división colosal de ios países
nados a penas fijadas por Derecho. - en dos bloques impenetrables e irreducti-
Pese a los convenios, triunfó una vez más bles—, no puede ignorarse que en ciertos
la doctrina del Canciller de Hierro, cuando aspectos se dieron algunos pasos al frente.
proclamó que los tratados son simples ti- Las controversias acerca de los delitos in-
ras cíe papel. Pero el principio sobrevivió. ternacionales comenzaron a cejar y hubo
Surgió un precedente y, en el correr de una tregua por la que se admitió una sis-
los años, ante nuevas atrocidades multi- tematización de figuras delictivas que an-
plicadas hasta el infinito, se levantaron tes aparecían con caracteres muy nebulo-
las sombras de las horcas para dar fin a la sos. Los delitos internacionales —afirma
existencia de los jerarcas más responsa- un autor—, propios o impropios, tienden a
bles de la segunda aventura sangrienta, ser configurados con mayor exactitud téc-
aprendida por los conductores del Reich. nica, y las sanciones mismas han cobrado
alemán ("). eficacia, siquiera sea en virtud de hechos
5. La segunda guerra mundial. Delitos in- normativos como en los tiempos de la re-
ternacionales. En lo que va de la primera a presión de la piratería y de los negreros.
la segunda guerra, el Derecho internacio- "Acaso, porque los delitos internaciona-
nal no permaneció estacionario. les han surgido evocando principios supe-
Los cauces abiertos por la doctrina, y riores de justicia, más como expresión de
algunas normas legislativas, a pesar de su necesidades e intereses reales, y concretos,
lenidad en la práctica, no dejaron de ofre- resulta tarea ardua la de definirlos y agru-
parlos de acuerdo con un criterio cientí-
(14) Alemania presentó a las potencias aliadas fico.
una lista de solamente 900 personas, lista que los 6. Clasificación de Jiménez de Asúa. El
germanos denominaron pronto "Libro del Odio". distinguido penalista español, ocupándose
Francia había reclamado la entiega de 334 perso- de la materia ha intentado clasificar a esta
nas entre ellas el general Strenger, comandante
de la brigada 58» y autor de la siguiente orden, clase de delitos en cuatro puntos; a) deli-
techada el 26 de agosto de 1914: "A) A partir de tos de persecución cosmopolita; b) delitos
hoy, no deberán tomarse prisioneros. Todos los pri- tos internacionales en sentido estricto, sin
sioneros, heridos o no, deberán ser aniquilados; contenido político; c) delitos propiamente
B) Todos los prisioneros deben ser liquidados; los
heridos, armados o no, destruidos; incluso los internacionales de contenido político; d)
hombres capturados en amplias unidades organi- delitos contra la humanidad, entre los cua-
zadas deben ser muertos. En nuestro poder no les el más característico sería el genoci-
pueden quedar enemigos con vida". Gran Bretaña dio i"). Es a este último al que hemos de
reclamó 97 alemanes para ser sometidos a pro-
ceso, entre ellos al almirante Von Tirpitz y al al- referirnos, puesto que configura, a no du-
mirante Scheer, por haber ordenado la guerra sub- darlo, uno de los más atroces que han.
marina sin restricciones y, entre otros, a Von der sido enfocados por la ley internacional y
Lancken, por haber fusilado a la famosa enfer- por la de los Estados que a ella .se han
mera británica Edlth Cavell. Bélgica reclamó a
334 alemanes, incluso al ex canciller Von Bethman- adherido.
Hollweg. Otros países presentaron también sus 7. Sistematización de los "crímenes con-
Uitaí, pero apenas la potencia Imperial derrotada tra la humanidad". Puede afirmarse, qué
firmó la paz, Inició una gestión que finalizó con el primer antecedente de la intención de
éxito, para no entregar los sindicados por atroces
crímenes de guerra y crímenes contra la humani- castigar los crímenes contra la humanidad,
dad. El argumento fue expuesto por un destacado
dirigente alemán, en estos términos: "La simple (15) Jiménez de Asúa, L., "Los delitos interna-
propuesta de una orden de esta Índole crearla tal cionales. Medidas para combatirlos", en Revista
tormento de indignación que la entera estructura de Derecho Penal, Bs. Aires, año 7, núm. 4, pági-
le la paz se verla afectada gravemente". nas 332 y slgs.
a los que se refiere Jiménez de Asúa, en su 4. El delito de genocidio. Su caracteriza-
mencionada clasificación, se encuentra en ción. Pero la palabra "genocidio" no sur-
una cláusula del Tratado de Sevres (1920), gió de este tratado, ni de las leyes inter-
suscripto por los aliados contra las po- nas, dictadas por algunos países, entre ellos
tencias que acompañaron a Alemania, por el denominado "Pequeño código penal", de
la que se obliga a Turquía a entregar a los Polonia, sancionado el 13 de junio de 1946,
responsables de las inhumanas percusiones que sanciona los atentados al honor o a la
y aniquilamiento de millones subditos ar- inviolabilidad corporal de un grupo de per-
menios. Los firmantes del documento, die- sonas o de un individuo, a causa de su
ron a conocer, entonces, una declaración nacionalidad, religión o raza; una ley aus-
conjunta, donde por primera vez se trata, tríaca de 16 de junio de 1945, que con-
aunque sin nombrarlo, del delito de genoci- sidera culpable Cil crimen de barbarie y
dio: "En presencia de estos nuevos críme- brutalidad a quien hubiere puesto a otro en
nes de Turquía contra la humanidad y la situación atroz o lo hubiere maltratado por
civilización —decía el texto de la declara- odio político y abusando de su autoridad.
ción— los gobiernos aliados hacen saber La palabra que ha sido adoptada y ha cir-
públicamente que harán personalmente res- culado rápidamente hasta en las páginas
ponsables de dichos crímenes a todos los de los periódicos de todos los países, fue
miembros del gobierno que se encuentren inventada por el penalista judeopolaco,
implicados en semejantes matanzas". profesor Rafael Lemkin, incorporado luego a
Si bien no se trataba de un delito nuevo, un organismo de Naciones Unidas, quien la
en su ejecución, el concepto del genocidio sugirió conceptualmente en la V Conferen-
no nació sino después de un período de cia internacional para la Unificación del
controversia entre los jurisconsultos, y de Derecho penal, celebrada en Madrid (1933),
maduración. Finalizada la terrible matan- preconizando la declaración, como delito
za que los alemanes habían consumado, no juris gentium, la destrucción de colectivi-
ya en los campos de batalla, sino en los dades raciales, religiosas o sociales. En 1945,
campos de concentración y en el diabólico Lemkin se empeñó en una verdadera cam-
invento de las cámaras de gases letales, paña para difundir la calificación que é!
la humanidad, sobrecogida de espanto, no había ideado y obrando en contacto íntimo
pensó en otra cosa que en buscar el casti- con los ilustres penalistas Donnedieu de
go condigno para los responsables. Vabres y Vespasiano Pella, consiguió que
En 8 de agosto de 1945, finalizado el la Secretaría General de la UN y el Consejo
"baño de sangre", y derrotados los ejérci- Económico y Social, dispusieran la prepa-
tos germánicos, por segunda vez en me- ración de un proyecto de convención inter-
nos de un cuarto de siglo, concluyóse en nacional sobre el genocidio, en el que co-
Londres un acuerdo entre los Estados Uni- laboraron los tres juristas nombrados Ela-
dos de América, Rusia, Gran Bretaña y borado el proyecto, fue radiado hacia la
Francia, en cumplimiento de las negocia- Comisión especial del Genocidio y aprobado
ciones de Yalta —realizadas ese mismo año en la Asamblea General de las Naciones
entre Roosevelt, Churchill y Stalin—, por Unidas, celebrada el 9 de diciembre de
el que se creaba un tribunal internacional 1948. La Convención para prevenir y re-
destinado a enjuiciar a los grandes delin- primir el delito de genocidio fue suscripta
cuentes de guerra que cometieron delitos por 48 Estados, y entró en vigor el 12 de
carentes de localización geográfica; Los crí- enero de 1951 (i«).
menes que dicho Tribunal debía juzgar, se
clasificaron en tres categorías: a) crímenes (16) Afirma el penalista argentino doctor
contra la paz (guerra de agresión o vio- Franc'sco P. Laplaza que existió una honda dis-
latoria de tratados internacionales); b) paridad, en la doctrina mundial, sobro la verda-
dera terminología del delito. El profesor Lemkin,
crímenes de guerra (violación de las leyes cuyo aporte a la materia y a la denominación está
y usos de la guerra) y, c) crímenes contra fuera de todo encomio, se decidió por el término
la humanidad. Según el acuerdo de Lon- genocidio, cuya etimología halló en e! vocablo
dres, se extendían baje este último rubro, priego genos (raza, nación o tribu) y en el sufijo
latino e«íto (matar). En la prestigiosa publicación
los siguientes: asesinato, exterminio, con- The American Journal of International Late, t*
sentimiento a esclavitud, deportación y otros utilizó la expresión "Genoctde as a crimc uncter
actos inhumanos cometidos contra cual- International War". Los autores, M. A., Boissarlf
("Raport sur la définltlon du crime contra l'hu-
quier población civil, antes o durante la manité", en Revue International de Droit Penal]
guerra, o persecuciones de orden político, y José Agustín Martínez ("El nuevo delito de
racial o religioso, en ejecución o conexión genocidio", en Revista de Derecho penal. Bs. Aires.
con los delitos de competencia del tribunal, 1947, núm. 3, pags. 251 y 252) se decidieron por
este vocablo. Dice el doctor Lapla/a que con ti
sean o no violatoríos de la ley interna dcl_ profesor Alfredo Mollnarlo —que participó con-
país donde se perpetraron... juntamente con el primero y un grupo de proíe-
9. Rasgos jurídicos de la jigura delictiva. habría caso de genocidio; aunque el crite-
19) Por de pronto se trata de un delito de rio no puede ser tomado en absoluto: la
índole internacional: así se le consideró en consumación de un solo acto antijudio,
el histórico proceso de Nuremberg y hasta pongamos por ejemplo, fundamentado en
la Convención internacional de 1948, don- el "Programa" de Nüremberg ( 17 ), digamos,
de se calificó expresamente la naturaleza puede convertirse en genocidio, y como tal
del delito, reservando para el Derecho in- debe ser enfocado por la justicia.
terno de cada país contratante, el estable- No es necesario esperar que comience la
cimiento de las penas y el juzgamiento de destrucción, cuando la amenaza ya ha sido
los hechos. 29) La oposición de la Unión materializada, aunque fuere en una sola
Soviética a la creación de la Corte de Jus- víctima. Creemos aún más: que hay geno-
ticia internacional, crea un problema: cidio en la simple "programación" orgá-
¿quién ha de juzgar a los criminales, cul- nica y sistemática de la matanza; si no
pables de genocidio? La alternativa que se es rigurosamente reprimida, puede ser el
plantea es la siguiente: relegar al Derecho mejor fomento de la acción antihumana.
interno y a los procedimientos de cada 5°) Conforme a la Convención de Lon-
pais el juzgamiento de esta clase de críme- dres (1948), .el genocidio puede cometerse
nes, o apelar al recurso de crear tribunales en- tiempo de guerra y en épocas de paz. 6°)
internacionales, como en el caso de Nurem- El propósito de aniquilamiento o- destruc-
berg. La solución no es la ideal, pero en las ción debe dirigirse a grupos nacionales,
circunstancias actuales, mientras no surja raciales o religiosos. 7°) ¿Cuáles son los
la Corte penal internacional, no queda otro actos que entran en la figura penal?
recurso. Cabe aclarar que, en mira de tal El autor del vocablo y de la represión de
omisión, los países han ido acomodando este delito, ha sistematizado los actos que
sus Códigos y dictando leyes especiales, que integran el genocidio, en los siguientes sub-
reprimen este delito y lo sancionan de tipos: a) El genocidio físico: asesinato y
acuerdo con sus propias leyes. 3°) Confor- actos que ocasionan la muerte; b) El ge-
me a la opinión de los autores, para juz- nocidio biológico: esterilización; separa-
gar el delito se debe tomar en cuenta la ción deliberada y sistemática de los cón-
intención que guió al agente: si el geno- yuges; c) El genocidio cultural: destruc-
cidio se cometió contra determinado in- ción de conductores o dirigentes espiri-
dividuo o núcleo, solamente por tratarse tuales: ministros de culto, profesores, do-
de tal: contra el hebreo por ser hebreo ex- centes, artistas; destrucción de iglesias,
clusivamente, no puede existir dudas de de obras artísticas y culturales. Los dos
}ue se trata de un caso de delito contra la primeros subgrupos fueron incorporados a
humanidad. 4° ¿Puede un hecho aislado, la Convención; el tercero fue desechado,
supongamos, la muerte de un individuo per- en base a que la destrucción de valores
teneciente a determinado grupo racial, cul- culturales, que son productos del genio y
tural o religioso, ser suficiente para con- del ingenio humano, no lleva las caracte-
figurar el genocidio, o es preciso que los rísticas de gravedad que comporta la des-
casos sean múltiples? Como se trata de ac- trucción de la vida humana. 8° Ya hemos
tos delictuosos, tendientes a destruir todo señalado que los Estados, como personas
o parte de una comunidad, júzgase que no morales, meras creaciones de la ley, no son
sores de la Facultad de Derecho y Ciencias Socia-
les, de Buenos Aires, en la redacción del titulo res- (17) "El 15 de septiembre de 1935, el Reichstag
pectivo del Proyecto de Código penal de 1951— alemán, a propuesta del canciller Hitler, aprobó
hablan llegado a la conclusión de que la denomi- varías leyes restrictivas contra los judíos... La
nación más adecuada es la de gcnticidio, que de- más importante de ellas privaba a los judíos de
riva de gens (raza, estirpe, pais, pueblo, familia) la ciudadanía alemana, que tan poco valor tenia
y de su genitivo plural gentis. "Creemos, expresa, para ellos bajo el dominio nazi, y los designaba en
que la formación del neologlsmoo no suscitaría cambio subditos o "huéspedes" del Estado teu-
así reparos serios, y que expresaría cabalmente tónico. Otra ley prohibüa el matrimonio entre
el sentido técnico atribuido a la palabra. Indica, arios y judíos y semijudíos, y declaraba esos ma-
en efecto, el grupo o pluralidad de personas vin- trimonios nulos si se contraían fuera de Alemania.
culadas por pertenecer a una misma raza, estirpe Establecíanse severas penalidades por esos enla-
o pueblo, y ln acción de darles muerte con el íin ces, como también por las relaciones ilícitas entre
de extormlnar la colectividad, ya que lo que se arios y no arios. Finalmente, revivióse en versión
mata es la gens a través de todos y cada uno de moderna una antigua disposición visigoda: se pro-
sus Integrantes. La voz evoca, además, los inte- hibió a los judíos emplear para el servicio domés-
rese? fundamentales de la humanidad que de una tico mujeres arias menores de cuarenta y cinco
u otra manera están comprometidos por el delito, años de edad, ya sea para proteger a las de más
como cuando se dice gens humana, o sea el gé- tierna edad de la influencia Judia o para añadir
nero humano". Pero la tentativa no tuvo éxito, simplemente el vejamen al perjuicio grav? de Ins
y tanto en el orden legislativo mundial como en restantes ordenanzas" (Lee J. Levingcr. Anti-Se-
el Proyecto de Código penal de 1953 se ha consn- milsm: Yesterday and Tomarrow, págs. 110. 111
la voz propugnada por LemKin: genocidio. y sigs.).
punibles, sino sus representantes y perso- fundamentales en el camino de la creación
neros. Tanto si se apoyan las bases del de un tribunal con una jurisdicción crimi-
Derecho penal sobre la culpabilidad, como nal extra-nacional, merecen atención es-
si se lo edifica sobre la peligrosidad dei pecial: 1) Cuando el Comité consultivo de
delixicuente, trátase siempre de la conducta juristas distinguidos que plantearon el es-
de personas naturales, y no de las creados tatuto de la Corte Permanente de Justicia
por el Derecho, que sólo pueden realizarse Internacional, dio a conocer sus labores,
como existentes en el ámbito jurídico. Se una proposición para una corte interna-
sigue de ello que ni el Estado ni sus órga- cional fue hecha por el barón Descamps,
nos, ni las demás personas de Derecho de Bélgica, presidente del Comité. El Pro-
público o de Derecho privado, son pasibles yecto fracasó. 2) Anteriormente, se plan-
de responsabilidad penal en sentido estric- teó el punto, en conexión con el informe
to. Lo que subsiste, con toda su plenitud y de la Comisión de los Quince, establecida
eficacia, es la responsabilidad criminal de por la Conferencia Preliminar de la Paz,
los autores materiales, de los instigadores a fines de la primera guerra mundial, para
y, en general, de todos los que participaron investigar e informar respecto a las viola-
en los actos punibles. ciones de la ley internacional imputables a
6. Una Corte internacional del crimen. los alemanes y sus aliados. La proposición
a) Sus fundamentos. No son pocos los paí- fue resistida por los delegados americano y
ses y los hombres de Derecho, que se resisten japonés, y no fue incorporada a los trata-
a la creación de una Corte internacional, dos de paz; 3) Con posterioridad al asesi-
encargada de enjuiciar a los delincuentes nato del rey Alejandro I de Yugoeslava
de carácter internacional. Dicha Corte po- (1934), un Comité de la Liga de las Nacio-
dría tener en su competencia no solamen- nes redactó una convención para la pre-
te los delitos de esta índole: crímenes de vención y el castigo del "terrorismo", y otra
guerra, genocidio, etcétera; sino otros tipos para el establecimiento de un tribunal in-
también, tales como actos de terrorismo ternacional. Tampoco fue aceptada.
político, amenaza de guerra de agresión en El tratadista Glueck, partidario de la
violación de obligaciones convenidas, cons- creación de una Corte, plantea una serie
trucción de materiales de guerra prohibi- de interrogantes jurídicos al respecto: En
dos por acuerdo internacional, delitos con- primer término —dice—, ¿qué ley aplicará
tra un miembro de la familia de naciones; la Corte Internacional del Crimen?; y su-
trata de blancas internacional, tráfico de giere, a renglón seguido, que existen varias
drogas, piratería y actos afines, crímenes soluciones: a) El Derecho penal establecido
tales contra "el orden público internacio- del Estado enjuiciador, vale decir, de la
nal", como violaciones a las providencias de nación cuyos subditos fueron más seria-
una "carta internacional de Derecho" (i«). mente dañados por los actos de ilegalidad
b) Antecedentes históricos. Kl concepto cometidos por el acusado, y cuya nación
d¿ un tribunal criminal internacional no inicia, por consiguiente, el enjuiciamiento.
carece de presentes. El autor citado se hace cargo de las obje-
Tres de las más significativas piedras ciones que pueden surgir debido a la cir-
cunstancia de que un tribuanl multina-
(18) "La internaclonalización del delito cional juzgara, aplicando leyes domésticas
tiene el magistrado del Tribunal Permanente de de un Estado, pero conviene en que ten-
Justicia Internacional, A. Sánchez de Bustamame dría una ventaja insuperable: al acudir, la
y Sirven— requiere ante todo una separación ex-
plícita y clara entre los que sólo tienen interés Corte, al sistema legal doméstico de un
nacional y por su Índole o la cuantía de la pena Estado particular cuyas leyes hayan sido
trascienden tan poco al exterior que están gene- violadas, tendría un gran beneficio, en
ralmente excluidos 9e los tratados de extradición, que no sería posible ver a dicha nación
y los que por el contrario afectan, bien a un con-
cepto humano de la vida social, bien o los dere- como aplicando leyes que no existían an-
chos de las colectividades que con la denominación tes de su violación (legislación ex post jac-
de Estados organizan politicamente las socieda- to) y, por consiguiente, ningún argumento
des particulares. Esa distinción tendría que lo- válido podría presentarse para decir que
grarse mediante tratados colectivos casi universa-
les, que la señalaran claramente en principio o la obra de la Corte internacional trans-
que definieran de modo técnico los actos punibles grediría la norma común y máxima de !a
que habría de alcanzar la represión. En otros justicia criminal civilizada: No hay crimen
términos, la internacionalización del delito sólo ni castigo, sin una ley preestablecida, b)
puede concretarse en un Código penal internacio-
nal, aceptado por la comunidad Jurídica. Su com- La Corte podría aplicar la ley del Estado
plemento tiene que buscarse en los tribunales in- acusado, lo cual hace arriesgar la serie-
ternacionales, y su ley común de procedimientos dad de los procedimientos; y que el Es
que ofrezca todas las garantías necesarias al in-
culpado" (Derecho internacional privado, t.-3. p¡;- tado tendría interés evidente en amino-
gina 71). rar las penas y las responsabilidades, d
La Corte debe también aplicar la ley inter- berán ser declarados responsables ante
nacional escrita ("positiva"), dentro de la ninguna soberanía... Los delegados japo-
forma de las convenciones de La Haya y neses, presumiblemente augures de su pro-
Ginebra, d) La Corte debería aplicar un pio destino imperial, apoyaban este punto
nuevo Código penal internacional, e) La de vista, enteramente dogmático.
Corte podrá aplicar, antes de la fijación y Desde luego, la concepción estrecha de
adopción de un Código especial detallado, los americanos, se aferraba a la vieja doc-
el derecho ordinario, consuetudinario de trina de la soberanía de Bodin y al criterio
las naciones. Glueck finaliza diciendo que de la infalibilidad de los conductores de los
la fórmula adoptada como artículo 38, del pueblos. Los tiempos han venido cambian-
Estatuto de la Corte Permanente Interna- do y la experiencia que acarrean ciertos
cional de Justicia, puede, con ligeras mo- jefes de Estado, que son los responsables
dificaciones, ser utilizada como fuente del máximos de la agresión y la violencia, han
Derecho para el Tribunal propuesto: 1<? modificado esta posición, siendo presumi-
Contenciones internacionales, tanto gene- ble que haya influido en su ánimo el re-
rales como particulares, estableciendo nor- medo de juicios que los mismos alemanes
mas expresamente reconocidas por los Es- organizaron para castigar a sus propios cri-
tados contendientes; 29 La costumbre in- minales de guerra.
ternacional, como evidencia de una práctica Es lo cierto que la lógica y el sentido
general aceptada como ley; 3<? Los princi- común se han ido abriendo camino y la
pios generales del Derecho reconocido por terrible experiencia de la última contien-
las naciones civilizadas; 4<? Decisiones ju- da, demuestra que el más temible de los
diciales y la enseñanza de los más califica- capitanes de bandidos, puede ser un santo
dos publicistas de las distintas naciones, en relación al propio jefe de Estado, en
como medios subsidiarios para la determi- la tarea de destruir y aniquilar. La doctri-
nación de las normas legales" ( ltt ). na de los autores y la moral internacional
c) ¿Son responsables de "crímenes de tienen, por tanto, decidido el punto. Falta
guerra" y de otros crímenes los jefes de saber si la política, "la alta política" de
Estado'? El problema ha sido planteado los estadistas y de los políticos, se hará
después de la primera guerra y después de eco de un problema que ya ha dejado de
la última. La alternativa, en la doctrina, ser tal, cuando se trata de enjuiciar a je-
no consiste en que unos se pronuncian a fes de Estado, que tienen las manos tintas
favor del temperamento de enjuiciar a los de sangre y de rapiña.
jefes de Estado, y otros en contra. La di- d) Otros problemas: la responsabilidad
ferencia estriba en que algunos tratadistas de los subordinados. En la doctrina —y
sostienen que los jefes de Estado sólo pue- sobre todo en la práctica— existe una
den ser juzgados por los tribunales de su tendencia a liberar de toda culpabilidad,
propio país. Recuérdase que. en ocasión de en la comisión de hechos bárbaros e inhu-
la tentativa de enjuiciar al Kaiser Gui- manos, según la cual todo acto provenien-
llermo II, los americanos sostenían enér- te de un 'soldado que le haya sido ordenado
gicamente que el ex emperador sólo podía o confirtnado, y efectuado por él mismo,
ser llevado ante los tribunales alemanes, no puede ser legalmente castigado: la res-
para responder por actos cometidos en ponsabilidad, se arguye, si la hay, está li-
transgresión de las leyes, incluso, en cuan- mitada al Estado del cual el soldado es
to a su propio país, las leyes y costumbres subdito. El segundo argumento en favor de
de guerra; además, insistieron los miem- la indemnidad de los funcionarios, es que
bros norteamericano de la Comisión de si el acto ha sido ordenado o confirmado
responsabilidades, en que, aunque desde el por un superior jerárquico, en virtud de
punió de vista moral, el jefe del Estado, asi la confortable muletilla de la "obediencia
fuere denominado emperador, rey o jefe debida", deja impune el delito. Sin entrar
del Poder Ejecutivo, es responsable ante la en disquisiciones jurídico-filosóficas, cabe
humanidad... desde el punto de vista legal discriminar acerca de la naturaleza de los
se manifestaron incapaces de concebir co- actos que se conceptúan delictivos con re-
no un miembro de lo Comisión podía sos- ferencia a la categoría del culpable. Cuan-
tener que un jefe de Estado en ejercicio do un soldado analfabeto e inculto, ha
de derechos soberanos, podía ser responsa- cometido un atropello y alega una orden
ble ante otros que no fuesen aquéllos que superior, puede considerarse como un de-
k confiaron esos derechos, mediante un lincuente común, por incapaz de discrimi-
consentimiento expreso o implícito. Los nar entre el bien y el mal; entre servir a
jefes de Estado, decían, no son y... no de- la patria y servir a sus propios impulsos.
Pero cuando los altos jerarcas —militares
t (19) Olueck, 8.. ob. clt, pág. 137. o civiles— acuden a esta clase de paliati-
vos, para justificar sus atrocidades, deben Constitución Nacional cuando expresa: "El
ser sometidos a la ley penal internacional, la Nación Argentina no hay esclavos. Lo
desde que se han colocado, espontánea y que de cualquier modo se introduzcan, que
voluntariamente, en la condición de delin- dan libres por el solo hecho de pisar el te
cuentes internacionales. rritorio de la República", el Código pena
Esto reza para los oficiales como para reprime este delito contra la humanidaí
los jefes; para los subsecretarios de un en diversas disposiciones. La materia est
ministerio o de un departamento de Esta- regida por los artículos 140 y 141 de 1
do, como para los ministros y jefes del go- ley de fondo. El primero de los precep
bierno. Todo lo demás es un conjunto de tos establece: "Serán reprimidos con re
ficciones jurídicas, que los alemanes utili- clusión o prisión de tres a quince año¡
zaron inmediatamente después del ajus- el que redujere a una persona a servi
ticiamiento de las principales figuras del dumbre o a otra condición análoga, y <
nazismo, aunque no siempre, sin éxito. que la recibiere en tal condición par
mantenerla en ella". La doctrina nación;
Capitulo IV interpreta que es un delito material y peí
ALGUNOS CRÍMENES INTERNACIONALES, SEGÚN LA manentc, cuya tentativa es posible. Sol
LEY ARGENTINA consiste en la voluntad y conciencia de n
1. Preceptos del Código penal. A pesar ducir a otro a la esclavitud o a otra co?;
de que nuestro Código penal, sancionado diciún análoga, siendo indiferente el móv
en 1922, no es un modelo de las legislacio- y el medio empleado. Asimismo, que sei
nes modernas de la materia y, por consi- vidumbre equivale a esclavitud y consisl
guiente, no abarca nuevas esferas del De- en el sometimiento de una persona al podi
recho penal y de la criminología, que es- y a la propiedad de otra, como situacic
tán captadas en otros derechos, no puede de hecho, pues la institución no puede exi¡
negarse que ha recogido en sus páginas tir en la República, de acuerdo con el tex'
algunos de los crímenes internacionales, constitucional. Se ha interpretado, por I
a los que acabamos de referirnos. Y es autores y la jurisprudencia, que la refere]
particularmente penoso que no se hayan cia de la ley a "otra condición análoga
adaptado nuestros preceptos, a los nume- importa todas aquellas en las cuales ui
rosos planes y proyectos de reformas fun- persona se encuentra, como consecuenc
damentales, que han surgido en los últimos de- una relación de servicio gratuito o r
años y que reflejan el estado de la doctrina tribuido, diferente de la locación de ob
extranjera y especialmente el estado de voluntaria, o de la prestación de obra
conciencia de los pueblos sacudidos profun- otros servicios debidos; situación de alg
damente, a raíz de las últimas hecatombes ñas mujeres con relación a los traficant
mundiales. No podemos decir lo mismo de de la prostitución; retención en un har¿
los penalistas de nuestro pais, cuyos nom- etcétera; y agregan que es requisito del d
bres figuran en primera fila y que han lito, el propósito de mantener al sujeto p
traído interesantes aportaciones a mate- sivo en la esclavitud u otra condición an
rias de novísima factura. Bastaría citar los loga, lo que integra el elemento psicológi
nombres prestigiosos de Rodolfo Moreno, a título de dolo específico, en el según
autor del proyecto de Código penal de 1917; supuesto del artículo (recepción del suj<
de Eusebio Gómez, profesor y magistrado; pasivo en tal condición); así, el hecho
de Sebastián Soler, figura rectora de las seria punible si la recepción se hiciere c
disciplinas penales; de José Peco, profesor el propósito de liberar (-°). Los subsiguií
y publicista; de Juan P. Ramos, profesor tes artículos (141 a 149) se refieren es]
y autor de innumerables trabajos enco- cíficamente a los delitos contra la liberi
miables; de Luis Jiménez de Asúa, residen- individual, que no corresponden a este '
te en el país y catedrático que está colo- tudio.
cado en un plano de incuestionable jerar- B) La piratería. El artículo 198 del m
quía científica e intelectual; de Alfredo mo Código reprime con reclusión o pris
MoM.iario y Francisco Laplaza, entre los de tres a quince años. !•? al que practic
más jóvenes y brillantes expositores de la en el mar o en los ríos de la República
ciencia penal y de la investigación. gwi acto de depredación o violencia con
Analizaremos algunas formas cío los crí- un buque o contra personas o cosas que
menes de los Estados que la legislación na- él se encuentren, sm estar aiitorizado
cional ha recogido, sin perjuicio de los alguna potencia bcligcrcnie o sin que
compromisos internacional'.^ que ha con- buque, por medio del cual ejecute el ai
traído, para prevenirlos y reprimirlos.
A) La esclavitud. Si no fuera suficien- ) Oilorip,<.. M. A.. Códigv penal ano/arfo.
temente claro el texto del artículo 15 de la 173 y 174.
pertenezca a la marina de guerra de alguna extensiones de costas poco defendidas, don-
potencia reconocida; 2"? El que, abusando de el enemigo puede tener fácil acceso.
de una patente de corso legítimamente Equipar por cuenta propia o ajena un
concedida, practicare algún acto de depre- buque destinado a la piratería, traficar con
dación o cualquier hostilidad contra bu- piratas o suministrarles auxilios, navega-
ques de la República o de otra nación, para ción por buque armado con dos o más pa-
hostilizar a la cual no estuviese autorizado; tentes de diversas potencias todos estos he-
39 El que se apodere de algún buque o de chos caen bajo ia sanción ya referida. He-
lo que perteneciere a su equipaje, por me- mos suprimido ci delito de navegar sin do-
dio de fraude o violencia cometida contra cumentos, expresan los redactores del pro-
su comandante; 4? El que entregare a pi- yecto de 1891. No basta que una embarca-
ratas un buque, su carga o lo que pertene- ción armada navegue sin pasaporte, sin
ciere a su tripulación; 5"? El que, con ame- matrícula del equipaje u otra documenta-
nazas o violencias, se opusiere a que el co- ción que pruebe la legitimidad de su viaje,
mandante de la tripulación defienda el para que se la considere pirática; pues la
buque atacado por piratas; 6<? El que, por falta de estos documentos pueden provenir
cuenta propia o ajena, equipare un buque de pérdida, de extravío o de cualquier cau-
destinado a la piratería; 7"? El argentino o sa, sin que por eso haya culpa de parte
extranjero residente en la República que del comandante, ni de la tripulación. Pero,
traficare con piratas o les suministrare au- si no se justificara la falta de documentos,
xilios; 8? El comandante de un buque ni la legitimidad del viaje de la embarca-
armado, que navegare con dos o más pa- ción, entonces ésta se consideraría como
tentes de diversas potencias. un buque equipado con destino a la pirate-
El subsiguiente artículo dispone que si ría (-'»).
¡os ocios de violencia u hostilidad men- Con referencia a las patentes de corso,
cionados en el articulo anterior fueren se- que menciona la ley, y que constituyen,
guidos de la muerte de alguna persona que prácticamente, una piratería autorizada
se encontrare en el buque atacado, la pena por el gobierno de un país, para que pueda
será de diez a veinticinco años de reclusión ejercerse la violenta depredación y el ne-
o prisión. cesario asalto contra los buques del país
La reserva del texto legal, en los dos con el cual se está en guerra, facultad que
artículos reproducidos, en cuya virtud des- la Constitución Nacional confiere .al Con-
aparece la ilegitimidad de los hechos, se greso, es quien también debe reglamentar
funda en situaciones especiales, como son las presas que es como se llama el bo-
las que emanan de un estado de guerra y tín (--), cabe destacar, en honor de la dig-
se relacionan con las hostilidades. En -este nidad de la República, que nunca se han
orden, tiene atribución el Congreso de la concedido tales patentes de corso, ni jamás
Nación para conceder patentes de corsos y el Congreso Nacional se dispuso a regla-
de represalias, y establecer reglamentos mentar las presas, ni tampoco ha dictado
para las presas. Estas palabras designan la ley, autorizando al Poder Ejecutivo a
medios o recursos auxiliares de 'guerra u conceder tales patentes.
hostilidad, y la concesión para emplearlos C) El genocidio en la doctrina y los pro-
debe mirarse como consecuencia del poder yectos penales. Ni el Código penal, que no
para declarar la guerra. Ninguna persona es uno de los más antiguos, y que ha sido
particular, señala el mismo tratadista, pue- sancionado cuando ya en el mundo circu-
de armar un buque y lanzarse a los mares, laban nuevas ideas acerca de ciertos crí-
a ejecutar por su sola autoridad actos de menes contra la humanidad, recogidos en
persecución contra personas o cosas de un otras legislaciones, o en leyes internacio-
beligerante, sin caer en la calificación de nales, ni en los proyectos de reformas, en-
pirata, y para que tales actos sean consi- tre ellos el muy completo, elevado al Con-
derados como hechos de guerra y puestos greso de la Nación por el doctor José Peco,
bajo la protección de un Estado, se requiere en el año 1941, hacen la menor referencia
que éste conceda la patente de corso, que a estos problemas que inquietaban a los
significa autorizar al corsario a trasponer autores, a los legisladores y estadistas de
los límites de la Nación para hostilizar al los paísees más evolucionados.
enemigo fuera de ellos, o en sus propias Las numerosas leyes complementarias del
aguas. Muchos esfuerzos se han realizado, Código penal, que forman parte integrante
concluye, para abolir esta costumbre, pero del mismo y son posteriores a su sanción,
algunas naciones de América la han con-
servado, ya como un medio de contrarrestar (21) Díaz. E. C., El Código penal para la Repú-
blica Argentina, págs. 385 y 386.
lis ventajas de una gran marina mercante (22) Malagarrlga. C., Derecho penal argentino.
contraria, ya en atención a las inmensas t. 3, pág. 39.
asi como los proyectos orgánicos que se un Estado americano, la pena será de dos
elevaron a la consideración de nuestas Cá- a cuatro años". El artículo denuncia como
maras, entre ellos, el de los doctores Coll y íuente la Carta de las Naciones Unidas,
Eusebio Gómez (1937), tampoco mencionan capítulo VII, artículo 2^, inciso 7"?; Proyec-
estos crímenes, si bien no pueden desco- to-de delitos contra la paz y la seguridad
nocerse las nobles tentativas de actualizar de la Humanidad, aprobado por la Comi-
el Código que nos rige desde 1922, exte- sión de Derecho Internacional de las Na-
riorizadas en el mejoramiento de algunos ciones Unidas, Informe de la Comisión de
capítulos, introducción de instituciones in- Derecho internacional. Asamblea general.
existentes, etcétera. Algunos escasos tra- Sexto período de sesiones. Suplemento nue-
tadistas, con un sentido adaptado a las vo. Nueva York, 1951; C. D. S. C., articu-
nuevas tendencias criminológicas, no han lo 163 A; P. P., art. 379.
cejado en su empeño de esclarecer ciertos El subsiguiente artículo expresa: "Al que
problemas vinculados con nuevas figuras cometiere actos hostiles, violentos o ultra-
deli-ytuosfis, que aún carecen de eco en jantes, o difundiere informaciones falsas
nuestra legislación, pero solamente en los o tendenciosas de los que resultare una
últimos tiempos se ha advertido una ten- guerra que ponga en peligro la paz uni-
der.fia de incorporar reglas penales para versal, se le impondrá prisión de tres a
los culpables de crímenes contra la huma- diez años".
nidad. 5n el Proyecto de Código penal, El Título II legisla sobre el genocidio, j
sometido a la consideración del Congreso, prescribe: "Artículo 423. Al que con pro-
en el año 1953, en substitución del que se pósito de destruir, total o parcialmente
había elevado en agosto de 1951, se intro- comunidades nacionales o de carácter re-
dujo una Sección que se refiere a los de- ligioso, racial o político, cometiere delito
litos contra la comunidad de las naciones, contra la vida de sus miembros en cuantc
dividida en cinco títulos, que se refieren a tales, se le impondrá prisión de veinticin-
los delitos contra la paz universal, geno- co a treinta años o perpetua. Si con igua!
cidio, delitos internacionales de peligro co- propósito se dañare gravemente la inte-
mún, delitos internacionales contra la < ridad corporal o la salud, la pena será d(
moralidad pública y delitos internacionales cinco a quince años de prisión".
contra la personalidad individual.' En el La fuente de esta prescripción es el Pro-
Mensaje del Poder Ejecutivo se explican yecto de convención sobre genocidio, apiu
estas innovaciones en la legislación penal, bado por la Asamblea General de las Na-
diciendo: "En los artículos 421 y 422, con- ciones el 9 de diciembre de 1948.
forme a la Carta de las Naciones Unidas y En el Proyecto anterior de reforma de
varios proyectos anteriores, se declara pu- Código penal (año 1951), habían colaborad!
nible la conducta de quienes hicieren pú- los profesores de la materia, en el Instituti
blica propaganda para emprender una gue- c'e Derecho penal y Criminología de la Fa
rra de agresión y la realización de actos cuitad de Derecho y Ciencias Sociales di
que pongan en peligro la paz universal. El Buenos Aires, además de los tratadista
delito de genocidio es el descripto en el doctores Alfredo Molinario, Francisco La
artículo 423, conforme al Proyecto de Con- plaza y del doctor Héctor Conté Grand
vención aprobado por la Asamblea General concretándose "un texto que suministre uní
de las Naciones Unidas en 1948. Como de- solución legislativa adecuada a la realidaí
litos internacionales de peligro común, se nacional e internacional, y que se apoy
establece la piratería en el artículo 424, el en la teoría sin desoír a la experiencli
dnño o la destrucción de instalaciones de práctica". Bajo este criterio, elaboróse ui
servicio. público ¿le telecomunicaciones in- artículo que decía así: Genticidio. "Al qu
ternacionales, que incluye la defensa de con el propósito de destruir, total o par
los cables submarinos, en el artículo 425, cialmente, comunidades nacionales o di
y el tráfico internacional de estupefacien- carácter religioso, racial o político, perpe
tes, nn el'articulo 426". trare, por cualquier medio, delitos contri
I,a Sección quinta del mencionado Pro- la vida de miembros de aquélla, se le Im
yecto, bajo la intitulación general de "De- pondrá prisión de veinte a treinta años i
litos contra la Comunidad de las Na- prisión perpetua. Si con igual propósito ¡
ciones", título I, "Delitos contra la paz por cualquier medio, se los dañare grave
universal", artículo 421, se dice: "Al que mente en su integridad corporal o en si
públicamente hiciere propaganda para que salud, la pena será de cinco a quince año
se emprenda una guerra de agresión, de de prisión".
modo que ponga en peligro la paz univer- "Por este recto camino, afirma uno di
sal, se le impondrá prisión de uno a cuatro los autores del texto, sin declinar un ápici
años. Si el hecho estuviere dirigido contra de nuestra soberanía en el terreno jurídico
se da cabal cumplimiento al generoso pre- el buque o aeronave atacados por piratas;
cepto que contiene el preámbulo de la 49 Al que equipare o hiciere equipar un
Constitución Nacional: afianzar la justicia buque o aeronave destinado a la piratería,
para nosotros, para nuestra posteridad y por cuenta propia o ajena, y al que sumi-
para iodos ios hombres del mundo que quie- nistrare auxilio a piratas o traficare con
ran habitar el suelo argentino. ellos; 5<? Al que cometiese actos de depre-
"Decía Francisco de Vitoria que el dere- dación o violencia contra un buque o aero-
cho de gentes reúne todas las condiciones nave de cualquier nación, o contra las
necesarias para obligar como ley, porque personas o cosas que se encontraran en
el orbe es, en cierto modo, una República, ellos, sin estar autorizado por alguna po-
y que pecan mortalmente quienes violan tencia beligerante; 61? Al que, con abuso
aquel derecho, tanto en la paz como en de una patente de corso o carta de represa-
la guerra, y mucho más si se trata de lia, realizare actos de hostilidad no auto-
materias trascendentales". (Laplaza, págs. rizados contra un buque o aeronave de
88 y 89.) Y agrega: "Pero mientras el De- cualquier nación, o comandare un buque o
recho internacional no tenga plena efica- aeronave armados con patentes de corso o
cia en materia criminal, mientras carezca cartas de represalia de diferentes países.
de leyes penales y de tribunales en sentido Cuando resultare la muerte de alguna per-
propio, los más altos valores de la comu- sona que se encontrara en el buque o aero-
nidad de las naciones deben ser tutelados nave atacados, la pena será de diez a vein-
por la República Argentina, en la medida ticinco años de prisión".
que le corresponde, sin acudir a interven- 2. En el Proyecto de Peco. Estas disposi-
ciones humanitatis causa ni a jueces espe- ciones, relacionadas con la piratería, como
ciales, o sea, poniéndose en verdad al ser- crimen contra la humanidad, que involucra
vicio de la justicia y del derecho" (23). al propio tiempo y en muchas circunstan-
A pesar de que el artículo 423, del Pro- cias la culpabilidad del Estado, el que no
yecto del Poder Ejecutivo es el mismo que siempre reprime estos delitos con suficiente
ha figurado en el Proyecto de 1951, lo he- energía, cuando la piratería le favorece y
mos mencionado para adjudicar los honores normalmente lo estimula, tiene su antece-
que se merecen, a los distinguidos penalis- dente en el Proyecto del Código penal,
tas y profesores de la Universidad de Bue- presentado a la Cámara de Diputados de
nos Aires, que han introducido el concepto la Nación por el doctor José Peco, en 25
en nuestro Derecho positivo, evidenciando de septiembre de 1941, que no ha siao
un espíritu permeable a las innovaciones tratado.
del Derecho, siendo de lamentar que el En efecto, la Sección quinta, dedicada a
Congreso de la Nación no haya rematado los Delitos contra los bienes jurídicos de
su magnífica labor, dando valor legal a la comunidad de los Estados, título único,
materias tan importantes y trascendenta- Delitos contra la comunidad de los Estados,
les. capítulo I, Delitos contra la paz internacio-
D) En los Proyectos de Reforma del Có- nal, artículo 379, bajo el acápite Instigación
digo penal. 1. Proyecto del Poder Ejecutivo pública a la guerra de agresión, expresa:
(1953). Veamos ahora otros aspectos del "Al que en cualquier país instigare públi-
Proyecto de 1953, que se relacionan con camente a emprender una guerra de agre-
otros crímenes contra la humanidad. El sión, se le aplicará privación de libertad
título III está consagrado a los "Delitos de un mes a tres años. Si el hecho recayere
internacionales de peligro común", y legisla contra un Estado americano, la sanción
el tema de la piratería con criterio moder- será de uno a cinco años. No existe delito
no. Expresa el articulo 424, bajo la intitu- si el hecho ha sido determinado por una
lación de Piratería: "Se impondrá prisión provocación suficiente procedente del ex-
de tres a quince años: 1? Al que. por tranjero. Las disposiciones de este ar-
violencia, intimidación o engaño, usurpare tículo se aplicarán siempre que la ley
la autoridad de un buque o aeronave de extranjera del Estado contra el que se di-
cualquier nación a fin de apoderarse de rige la instigación pública sanciona este
éstos, de su carga o de lo que perteneciese delito". En su comentario a esta disposi-
a sus tripulantes o pasajeros; 2"? Al que ción, expresa el doctor Peco que "los pri-
entregare a piratas un buque o aeronave, meros antecedentes doctrinarios del ar-
su carpa o lo que perteneciese a sus tri- tículo 279 se hallan en la obra de Pella,
pulantes o pasajeros; 39 Al que se opusiere intitulada Criminante collective des Etats
con violencia, intimidación o engaño, a que et le Droit penal de l'avenir y en la Moción
el comandante de la tripulación defienda Rappoport, presentada a la primera Con-
ferencia para la Unificación del Derecho
(23) Laplaza, P. P.. ob. clt.. págs. 89 y 90. penal, celebrada en Varsovia, en 1927". El
propio autor manifiesta que el principio ha dichos, en que pueden incurrir los Estados,
sido incorporado al Código de Defensa So- o sus ejércitos, en tiempos de guerra; asi
cial de Cuba y al Código de Polonia, y aña- como sus gobernantes de la más alta je-
de que la "incorporación de este delito a rarquía, en tiempo de paz y guerra, que es-
los Códigos penales ha motivado aplausos y tán contemplados y reprimidos en conven-
criticas apasionadas". ciones y leyes internacionales, pero,- por
El artículo 380 del Proyecto de Peco, en- desgracia, carecen del tribunal que los san-
cuadrado en el capitulo II de la misma cione. Con todo, algo se ha' adelantado en
sección, bajo la intitulación de Delitos de materia de doctrina y legislación, y pese a
peligro común indeterminado. Piratería, las marchas y contramarchas de la política
internacional, establece: "Al que rigiendo de las potencias, hoy aparecen delitos y
o tripulando un buque, o una aeronave, crímenes que hasta ayer estaban sujetos a
con mira privada y bajo su responsabilidad, la mera sanción de la conciencia mundial
cometiere en alta mar, en el aire libre o y hoy han recibido la consagración de
en territorios no organizados aún en Es- acuerdos internacionales y de represiones
tados, actos violentos o fraudulentos con- diversas. Y lo que no pesa menos, en el
tra un buque o una aeronave, con el pro- camino de la consolidación de las normas
pósito de apoderarse de ellos o de los jurídicas y legales, es que el "tabú" de las
bienes, se le aplicará privación de libertad soberanías. estatales y del no intervencio-
de cinco a quince años". El Proyecto con- nismo —principio este último que ha sido
sidera la piratería como delito que afecta aprovechado para la rapiña y para la de-
la comunidad de los Estados; análoga ubi- rrota de la democracia— van cediendo su
cación se le asigna en el Proyecto del Poder lugar a la punición de actos que aparecen
Ejecutivo, de 1953, con lo cual se da un como de resorte interno de los Estados,
paso adelante en materia de la solidaridad pero que, sin embargo, afectan a la huma-
internacional. Con respecto al último de nidad toda. La "lucha por el derecho" se va
los proyectos mencionados, el doctor Peco tornando así, en algo más que una hermosa
introduce una clasificación entre la pira- doctrina científica, en una esplendente rea-
tería internacional (regida por el artículo lidad, que augura mejores días para la exis-
380) y la piratería interna, que regla el tencia de las naciones y de la civilización.
mismo delito cometido en el mar territo- En cuanto a nuestro propio país que, di-
rial o ríos de la República, mencionando chosamente, está al margen de las discu-
como fuentes de la sección, a la declaración siones que promueve la calidad de actores
de la IV Conferencia internacional para la y partes en los graves conflictos que han
unificación del Derecho penal y el Código ensangrentado al mundo, no puede desco-
de Derecho internacional privado de Sán- nocerse que, a través de reformas y proyec-
chez de Bustamante. _ tos, váse colocando en el pedestal de los
3, Juicio critico. Hemos procurado re- pueblos que aman la paz y se guían por el
flejar, a lo largo del presente trabajo, los itinerario infalible, que marcan la justicia
más calificados y graves delitos interna- internacional y el Derecho.
cionales, respecto a los cuales, si los Es- BIBI.ICXJRAFÍA. — La indicada en el texto y notas.
tados no son los culpables directos, tienen
enorme gravitación para que sean reprimi- DELITOS DE OPINIÓN.* La opinión es
dos y prevenidos; por lo menos, mientras un concepto o parecer que en ningún caso
surgen la Corte internacional del crimen constituye delito, pues las ideas no son pu-
y el Código penal internacional, que in- nibles. Un Estado democrático no puede
defectiblemente han de castigar a los cul- declarar fuera de la ley a los que preconi-
pables. cen ideas sociales o doctrinas filosóficas
La inclusión de hechos criminosos, tan contrarias a la democracia.
dispares entre si, aunque todos afectan por Hay quienes opinan que las profundas
igual a la comunidad de naciones y consti- transformaciones sociales no se podrán rea-
tuyen en el fondo, crímenes contra la lizar sino apoderándose del poder violenta-
humanidad, como la esclavitud, la trata de mente. Así lo creen comunistas y fascistas.
blancas, el cuidado del trabajo y de los Mientras no se trate más que de un con-
trabajadores, el genocidio, la instigación a cepto o de un parecer, no cometen delito.
la guerra y la piratería, no es arbitraria El delito aparece con el acto, no con la
y responde a la realidad evidente e histó- idea. Surge cuando se incita a otros a üfl
ricamente comprobada, de que los Estados derarse con violencia del poder.
modernos pueden ser declarados incursos Incitar determinadamente es mover o |
en ellos, ya sea por acción, o por omisión. timu'.ar a uno para que ejecute un
Va sin decir que existe una escala infinita
de otros crímenes de guerra propiamente * Por el Dr. ALFREDO L. PALACIOS.
La opinión, por sí sola no incita. Por eso del Estado, superior a la del individuo, pre-
es absurdo crear un delito fascista o comu- tendiendo así destruir el espíritu liberal de-
nista. mocrático.
El Estado democrático dejaría de serlo El criminalista español Cuello Calón, en
si persiguiera a las ideas, pues él expresa el Derecho penal de las Dictaduras, se re-
una relación entre hombres, entre fuerzas, fiere al pensamiento de Kerrl, ministro de
una coordinación que regula esas relacio- Justicia de Prusia, y al de sus colaborado-
nes. No puede, pues, poner valladares al res, consignado en una publicación atinen-
pensamiento. Al hacerlo destruiría sus pro- le a la ideología penal del nacioíial-socia-
pios fundamentos para crear una sociedad lismo, que creó delitos que van desde la
abstracta y ficticia que no podría vivir. ofensa a la raza hasta las ofensas al honor
Los regímenes totalitarios, en cambio, y a la tranquilidad popular, extendiendo
dictan leyes penales inspiradas en un es- desmesuradamente el ámbito de la tenta-
píritu estatal antiindividualista. Para sub- tiva.
sistir es necesario que no admitan disiden- Ya no se trata sólo de castigar el co-
cias. Consideran que las ideas son sólo mienzo de la ejecución, sirio la intención
disfraces de una voluntad irracional; cons- exteriorizada, cuando se supone que ella
tituyen la expresión de una fuerza biológi- pone en peligro un bien jurídico.
ca, nunca una manifestación de Derecho. Es propio de las dictaduras que avasallan
De ahi que sin respetar la persona humana todas las libertades, crear el delito de
castiguen a las oposiciones. El partido único opinión. Mas el Estado democrático debe
—expresión carente de lógica— es facción mantener el equilibrio de las fuerzas so-
armada, dominadora —sea comunista o ciales y controlar la lucha incesante de las
fascista—, suprime al adversario y no to- ideas, permitiendo el libre ejercicio del
lera la más leve disconformidad. pensamiento.
El Código penal —dice con expresión No es un agente de opresión, es un poder
exacta el criminalista José Peco— es el de coordinación; afirma las garantías de
termómetro político de las libertades. existencia, de orden, de civilización comu-
El Estado teocrático castigaba la propa- nes a todas las razas. Por eso, Jaurés decía
gación del "error", la apostasía, la herejía. que el Estado democrático no era un bloque
Los Estados totalitarios suprimen los de- homogéneo de un solo metal, ni un ídolo
rechos individuales y oprimen a la persona monstruoso e impenetrable que con su peso
humana. oprimiera hasta el momento en que, al le-
En Rusia se promulga una legislación vantarse los posternados, lo derribaran vio-
penal de clase, bajo un régimen mal lla- lentamente.
mado de dictadura del proletariado, que Un delito de opinión o de propaganda
desconoce el principio nullum crimen nulla contribuiría a exaltar las ideas falsas. Ya
poena sine lege. Basta que una acción o se ha dicho con razón que el error crece en
una omisión, o la simple expresión de un la sombra, y que bastaría acercarlo a la luz
pensamiento se i considerada peligrosa o para destruirlo. Las ideas no deben com-
contraria a la estructura del Estado, o le- batirse sino con otras ideas.
sione el orden jurídico creado por el régi- Un delito de propaganda está en contra
men del Soviet (art. 6"? del Cód, pen.) para de las enseñanzas de los teóricos y de las
que constituya delito. soluciones de los Códigos.
Desaparecen las garantías individuales Es un lugar común sancionado con el
tradicionales. Se trata de proteger al Esta- testimonio de la historia que las ideas se
do, no al hombre. El hombre es simplemen- imponen más fácilmente cuando se las
te un medio que debe.sacrificarse en holo- persigue Hay un instinto eri el alma que
causto del Estado nuevo.. inclina a los hombres a simpatizar con los
En Italia, el Código fascista divinizó al perseguidos. De ahí que la punición de las
Estado, estructuró la defensa del régimen ideas resulte contraproducente.
en forma tal que los hombres resultaban Si la regresión impusiera el delito de
meros instrumento para el cumplimiento propaganda, o de las incitaciones indeter-
de los fines del Estado. La jiena de muerte minadas, de carácter doctrinario, a cambiar
se aplicaba, como en Rusia, más a los de- el régimen social, se habría condenado
litos políticos que a los comunes. Había legalmente a Aiiatole France, en franela, a
que proteger el orden político establecido. Haya, de la Torre en Perú y a Leopoldo
De manera que toda idea expresada, toda Lugones en la Argentina, tres grandes y
opinión que contrariara el principio de nobles espíritus. Anatole Franee, hablando
autoridad era juzgada delictuosa. en un mitin celebrado en París el 10 'o
En la Alemania del nazismo la ley inspi- diciembre de 1905, denunció los crímrws
rábase en el mismo concepto de finalidad del zarismo, exaltó al pueblo ruso masa-
erado por la tiranía, pidió la solidaridad zación del país y cooperativismo agrario
del proletariado francés con los trabajado- mostraban que el eminente hombre pú-
res víctimas de un régimen brutal y pro- blico procesado, no sólo no se propuso
clamó la revolución violenta, someter al Perú o mutilar su territoro, sino
"En el momento en que hablo —dijo—, antes bien, tendía a exaltarlo, salvaguar-
todos los partidos de reacción nos anun- dando con su integridad territorial su pa-
cian un pequeño zarismo y nos prometen trimonio económico. Ninguna pregunta del
un pequeño zar, proporcionados a la me- fiscal se dirigió á averiguar si procuraba
diocridad burguesa. Compran votos para cooperar con el enemigo, revelar secretos,
sus candidatos a la presidencia de la Re- expiar hechos, fomentar la deserción, violar
pública, y meditan introducir al Elíseo, con- inmunidades. Existía, pues, fragranté con-
juntamente con el corruptor, a los corrom- tradicción entre la demanda fiscal y el in-
pidos; con el politicastro a los intrigan- terrogatorio de la instrucción. No había
tes; con su aclamado Doumer, a los Cor- vestigios de rebelión; faltaba el alzamiento
nier renacientes y a los Jaluzot rehabili- de armas. El documento aún fraguado los
tados. excluía. No concurría el recaudo de cam-
"Nos prometen una República de gentes biar la forma de gobierno o deponer las
honestas, una República de patriotas que autoridades. Las faramallas de las pregun-
trabajarán en los armamentos y en los tas y el fárrago del sumario ocultaban no
aprovisionamientos militares; una Repúbli- un proceso por traición o rebelión, sino
ca de hombres de orden y de buenos ciu- un proceso al pensamiento. (La Reforma
dadanos que irán a la iglesia y que librarán Penal, Buenos Aires, 1936. Instituto de Cri-
a la sociedad del peligro socialista. ¡Que minología, Universidad Nacional de La Pla-
lleven, pues, al Elíseo —agregó el escritor ta, Facultad de Ciencias Jurídicas y Socia-
en apostrofe altanero— que lleven su pre- les, pgs. 529 y 530.)
sidente de tradición y de corrupción, que Se trataba de un proceso teórico y po-
le lleven en triunfo sobre los hombres de lítico. Teórico en cuanto se señalaban los
bolsa, entre las aclamaciones de los sin- puntos de vista del aprismo acerca del pro-
dicatos amarillos!... Eso no durará mucho; blema de la lucha de clases; político, en
de un empellón, el proletariado hará saltar cuanto se procuraba desbaratar la estrate-
muy pronto al presidente y a su banda" gia aprista para captar las fuerzas popu-
(France, Hacia mejores tiempos, Montevi- les. En una palabra, persecución y punl-
deo. La Facultad, págs. 201 y 202). bilidad de las ideas.
El autor de las maravillosas páginas de Hubiera sido condenado también, en
El jardín de Epicuro aplaudía los prolegó- 1919, Leopoldo Lugones, nuestro poeta má-
menos de la revolución rusa, que conside- ximo. Cuando la Revolución rusa agitaba
raba ya de carácter universal y precursora los espíritus, cuando los jóvenes no adver-
de la gran transformación social por la que tían que copiar los métodos seguidos en
él combatía. Felizmente, Francia, con su aquel país, para traerlos al nuestro era
tradición revolucionaria, no podía conde- absurdo, porque nucstr' características
nar al glorioso artista y pensador. psicológicas y sociales ertuí fund^mental-
La consagración en los Códigos, del deli- mente distintas de las rusas, Leopoldo Lu-
to de opinión permitía procesos como el gones, el extraordinario autor de Las mon-
iniciado en el Perú contra Raúl Haya dé la tañas del oro, preparó un programa para
Torre. ser aplicado inmediatamente con inigualada
La denuncia del fiscal, del 1<? de marzo violencia verbal:
de 1932, acusó al líder aprista de delitos Proponía:
contra el Estado y sus poderes. Argüía que 1<? La disolución del ejército y de la po-
un documento secreto que le sirvió de base licía, y formación de una guardia roja vo-
para la acusación, "contenia declaraciones luntaria. Concentración de todos los oficia-
de principios comunistas e incitación a la les de servicio activo, desde el grado de
acción revolucionaria, para cambiar la for- mayor inclusive en los campamentos y
ma de gobierno, reformar las instituciones presidios que se determinaría.
en vigor por medios violentos y someter la 2° Destitución y arresto de los miembros
República a la autoridad de un Comité in- del Poder Ejecutivo y del Congreso, y pro-
ternacional, en desmedro de su indepen- cesamiento inmediato de los primeros por
dencia y soberanía". los jurados populares.
El criminalista argentino Peco examinó 3P Responsabilidad pecuniaria personal
el proceso y expresó que las cuestiones a de los gobernantes, ex gobernantes y sus
que se refería el fiscal: lucha entre el ca- herederos por toda deuda que se haya con-
pital y el trabajo, problema del indígena traído en nombre del país sin autorización
sobre la base del colectivismo, industriali- pública del Congreso y, por todo déficit del
presupuesto anual que haya exigido con- éstos se hallan en el estado de peligro mo-
traer deudas públicas. ral que prevé la ley de amparo. Aceptar
49 Suspensión del gobierno unipersonal otra solución implicaría imponer al Estado
y"administración del país, mientras se re- la obligación de disponer de todos los hijos
úna la convención nacional que designará de Jas personas que piensan y sostienen la
los comités populares. necesidad de reformar el actual orden de
5? Disolución de 'las municipalidades y la sociedad, lo que, por razones obvias que
sustitución de las intendencias y concejos hacen al régimen constitucional de la na-
deliberantes por comisiones de obreros. ción, no es posible admitir.
6? Municipalización y expropiación, sin Un año antes, en 1941, la policía detuvo
indemnización, de los mercados, fábricas y a un grupo de ciudadanos que se habían
comercios de todos los artículos de primera reunido en un centro comunista.
necesidad para la alimentación, vestido, La Suprema Corte de Justicia, revocando
calefacción y medicamentos. la sentencia del juez de primera instancia,
79 Recondcimiento del derecho de cual- que condenó a esos ciudadanos, expresó
quier personal asalariado para apoderarse que la existencia del derecho de reunión
de la fábrica, almacén, estancia o explota- nacía de la soberanía del pueblo y de la
ción cualquiera donde trabaje con el fin de forma republicana de gobierno, agregando
seguir explotándolos. que las reuniones no pueden prohibirse en
89 Comunización de la tierra pública y razón de las ideas, opiniones o doctrinas
de toda propiedad rural que no esté explo- de sus promotores, sino en razón de los fi-
tada por su poseedor. nes con que han sido convocadas; que no
99 Convocatoria de un Congreso interna- siendo el fin de la reunión contrario a la
cional de trabajadores de los países limí- Constitución Nacional, a las leyes, a la mo-
trofes para suprimir el capitalismo y el ral o a las buenas costumbres, o no siendo
militarismo, etcétera. por circunstancias de oportunidad o de
Pero sólo se trataba de violencia verbal hechos, peligrosos para el orden y la tran-
determinada por la sugestión de la revo- quilidad públicos, no podían ser prohibidas.
lución rusa, que conmovió a la juventud de El fallo terminaba con esta afirmación
todos los países del mundo. categórica: Las ideas, doctrinas u opiniones
En 1943, el penalista español Luis Jimé- están fuera del contralor de la policía.
nez de Asúa, en el prólogo al libro de Jorge En 1933 y 1936, el Congreso de la Repú-
Frías Caballero, El proceso ejecutivo del blica Argentina discutió durante varías
delito, expresa que "hasta ahora, la Re- sesiones un proyecto que no obtuvo sanción
pública Argentina, con el buen sentido de y en virtud del cual, según las propias pa-
sus gentes, fue defendiéndose de ciertos ex- labras del autor, se creaba un nuevo delito,
cesos que al amparo de la persecución de el delito de la propaganda comunista. (Dia-
comunistas, se pudo cometer en perjuicio rio de Sesiones del Senado Argentino, 22
de la libertad ideológica". de diciembre de 1936.)
En apoyo de esta afirmación pueden ci- La Comisión de Códigos, que estudió el
tarse diversos fallos de los Tribunales, re- proyecto y de la que formaba parte el
pudiando el delito de opinión. profesor Ramón Castillo —después presi-
La Cámara de Apelaciones de la Capital, dente de la República, depuesto por un
en su sentencia del 10 de marzo de 1942, pronunciamiento— declaró, en su informe,
revocó la resolución de un juez, que pri- que no podía aceptar una ley especial para
vaba de la patria potestad al padre de dos el comunismo ni admitir la represión de
menores afiliados al Partido Comunista. lo que el proyecto llamaba delito comu-
El hecho de que en el hogar se profesara nista.
el credo comunista —dijo la Cámara— ca- Para la comisión, los teóricos de esa
rece de trascendencia frente a la compro- doctrina deben quedar exentos de las san-
bación de la honestidad y el cuidado que ciones legales, porque no puede castigarse
en la casa se observa con relación a los la libertad de pensar, mientras no se pro-
hijos. duzca el delito o la incitación a delinquir,
La preconización de ideas sociales y de o no se efectúe la asociación ilícita o la
doctrinas filosóficas, la adopción de deter- apología del crimen, que están .perfecta-
minadas ideas religiosas o el rechazo de mente deslindadas como figuras jurídicas.
todas ellas, no son —agregaba el Tribunal— No podía crearse un delito comunista per
hechos prohibidos por nuestras leyes, y es se, especial, es decir, no se podía enfocar
lógico, por consiguiente, que los padres que al comunismo indefectiblemente dentro del
sostienen tales principios, sean ellos con- concepto de la ley penal mientras el co-
venientes o erróneos, los inculquen a sus munista no la infringiera.
s, sin que por ello deba concluirse que Por utópicas, absurdas o inmorales que
consideráramos las teorías, nada correspon- a decir que todo ciudadano argentino que
día hacer mientras se mantuvieran en el encontrara un anarquista, tenía el derecho
terreno del orden. de matarlo. Tal cosa significaba retroceder
Garraud respaldaba esa tesis. Para el a la barbarie. Rectifiquemos. Los bárbaros
ilustre criminalista, la responsabilidad fi- tenían una cultura y normas a las que se
losófica de aquel que expresa una doctrina sujetaban. En la gens del derecho materno,
no podía transformarse en responsabilidad antes de llegar a la gens del derecho pa-
penal. Los derechos del pensamiento hu- terno por evolución de la propiedad, es
mano son superiores a las necesidades de decir, en pleno período del salvajismo, se-
la prevención social, porque la lucha de las gún la clasificación de Morgan, ya había
opiniones son condiciones mismas de pro- orden jurídico y, por lo tanto, normas sin
greso. las cuales hubiera sido 'imposible la con-
Las sociedades han renunciado a salva- vivencia social.
guardar, por sanciones represivas, los dog- Muchos años después, al considerarse el
mas científicos, filosóficos o religiosos Han proyecto de represión del comunismo, su
borrado de sus Códigos el delito de herejía. autor, hombre de gran cultura, afirmaba
No podrían.-tener la pretensión de emplear que esa doctrina exigía instintos de fiera,
el apremio penal en defensa de dogmas clima de fiera, y que el comunismo era el
políticos y aún sociales. Las condiciones de delito por antonomasia. Se presentía una
la existencia de las sociedades deben estar seria perturbación poco propicia para le-
libradas a las discusiones como las condi- gislar.
ciones mismas de la existencia moral del Las ideas sólo se combaten con ideas,
hombre. con la difusión de los conocimientos, las
Es cierto que la tendencia de la idea, reformas sociales para la dignificación del
buena o mala, es a realizarse en hechos, por hombre y la política honesta de la clase
lo que la idea es una fuerza, a veces la más dirigente.
enérgica de las fuerzas. Elevando moral y materialmente al hom-
Pero la idea es incontenible; se burla de bre, se pondrán valladares insalvables a las
todos los obstáculos, nadie puede imponerle doctrinas agresivas. Esta es la más noble
obediencia o silencio; nadie puede detener tarea del Estado democrático.
la expresión y la propagación de una opi- La fuerza sin el ejemplo de la conducta
nión tratando como delincuente al que tra- recta es estéril y contraproducente. El des-
te de propagarla y hacerla compartir. A interés y el patriotismo se han exigido des-
opiniones y doctrinas no se responde con de arriba, pero no se han practicado sino
violencia. Seria absurdo volver a poner en excepcionalmente en las altas esferas socia-
vigor las leyes que condenaban la herejía. les y políticas. Si el patriotismo y el des-
En aquellos debates memorables de 1933 interés se revela en la clase dirigente, no
y 1936, en que intervinieron senadores de podrán con facilidad conseguir prosélitos
alta jerarquía intelectual, como Lisandro de los sectarios.
la Torre, José Nicolás Matienzo, Héctor Carlos Octavio Bunge, magistrado a la
González Iramain, Mario Bravo y Arancibia vez que filósofo del Derecho, afirma en uno
Rodríguez, el autor de esta nota, que ocu- de sus dictámenes más notables que sí las
paba eVitonces una banca de senador, com- altas clases sociales dan la norma de im-
batió el proyecto, defendiendo la libertad previsión y sensualidad, especialmente en el
de propaganda. manejo de la cosa pública, no podrán que-
La protesta airada, la prédica violenta, jarse del ataque sectario,
la doctrina característica de países donde El Senado argentino rechazó el proyecto
la angustia, la miseria y la injusticia arrai- de represión del comunismo el 20 de julio
gaban, desaparecían, no por virtud del Có- de 1933.
digo penal, sino por el tratamiento causal. En 1936, su autor lo reprodujo, expre-
La enunciación de ideas y su prédica no sando claramente que no quería penar las
constituían delito, sino el ejercicio de un acciones que podríamos Humar de hecho del
derecho reconocido por todas las Constitu- comunismo, pues esa clase de actos estaba
ciones de los países libres. La fuerza podía castigada en el Código penal, cualesquiera
acallarlos momentáneamente, pero para re- que sean los partidos o los hombres que loa
nacer después con mayor vigor. realizaran.
Había precedentes dolorosos en los anales El pioyecto. aseveró, pena la propaganda
parlamentarios de leyes dictadas bajo la de una andrina considerada subversiva. i.Era
ura
influencia de una alteración violenta de los necesario, pues, discutir esa doctrina.
espíritus, como cuándo se discutió la mal El artículo 1"? del proyecto consideraeralH
llamada ley de seguridad social. En el apa-
sionamiento del debate, un legislador llegó
delictuosa la doctrina que auspicia el
crimen df la propiedad colectiva.
i
Serían considerados comunistas, y pena- su verdadero sentido de transformador
dos con dos años de prisión, entre otros, de la más íntima estructura.
tos que enseñen o propaguen un sistema Cuando un fenómeno marcha hacia si
basado sobre la propiedad colectiva y la destrucción, es porque algo nuevo se esté
abolición de la propiedad privada; asi como formando para reemplazarle. A objeto di
todos los que estén afiliados a cualquier suprimir la contradicción entre el modc
organización o empresa que tenga ese ob- de producción de las mercancías y el modc
jeto. de distribución, deben emplearse medios
Eran, pues, considerados comunistas to- revolucionarios, respecto de los cuales has
dos los partidarios de la socialización de la interpretaciones distintas. Hombres de la
propiedad de los medios de producción, extrema izquierda y de la extrema derecha
anhelo que constituye un ideal y tiene su partidarios de la violencia, creen que la ac-
fundamento en una hipótesis fecunda que ción revolucionarla sólo comienza cuando
no se aparta de la justicia. se desacatan las leyes, con la sublevación o
Por la democracia se va hacia el socialis- la rebelión. Mas, una acción puede ser
mo, que quiere la cooperación dentro de revolucionaria aun cuando no tenga ni la
una sociedad basada sobre la propiedad más lejana semejanza con la sublevación
colectiva y se mueve por el camino de la o la rebelión. Y la sublevación y la rebelión
legalidad, del imperio de la Constitución y es siempre anturevolucionaria, cuando en
el ejercicio libre del sufragio. vez de acercar al ideal de transformación
Las grandes transformaciones no se efec- social, nos aleja de ella.
túan sino después de una prolongada evo- Sin descartar en absoluto la posibilidad
lución histórica. Fue menester que trans- de la violencia en el período critico de la
currieran siglos para destruir el régimen evolución, puede afirmarse que en el orden
feudal. Sólo cuando se ha cumplido un lar- económico se llega a proclamar fórmulas
go proceso, a veces, es necesaria una sacu- jurídicas revolucionarias que surgiendo de
dida violenta para que el sistema desapa- la acción de los trabajadores cristalizan
rezca. Sólo entonces, pues, la catástrofe en un nuevo derecho las ventajas obteni-
puede producirse en su sentido de desen- das por los obreros en su lucha incesante,
lace que altera el orden de las cosas. La revolución se producirá por la fuerza
Las declaraciones de principios de los de los trabajadores conscientes. Mas la
partidos socialistas de todo el mundo, al- fuerza no es la violencia, y aun cuando
gunos de los cuales han llegado al gobierno fuera necesario emplear ésta alguna vez
de las naciones más poderosas, expresan de acuerdo a las circunstancias, lo que se-
en síntesis que la libertad económica no ria absolutamente necesario es la fuerza.
será alcanzada mientras los trabajadores Un famoso escritor ha dicho que no hay
no sean dueños de los medios de producción, un militar de mediana cultura que ignore
que la evolución económica determina la la diferencia que existe entre la fuerza de
formación de organismos de producción y un ejército y los medios violentos que em-
de cambio cada vez mayores en que gran- plea, y que no sepa además que los actos de
des masas de trabajadores se habitúan a la violencia usados fuera de tiempo son per-
división del trabajo y a la cooperación; que judiciales para la fuerza de los que la eje-
así. al mismo tiempo que se aleja para los cutan.
trabajadores toda posibilidad de propiedad Los partidarios del delito de opinión, al
privada de sus medios de producción, se proponer penas para los que enseñen o
forman los elementos materiales y las propaguen la doctrina que auspicia el ré-
ideas necesarias para sustituir el actual gimen de propiedad colectiva, incurren en
régimen capitalista con una sociedad en el error lamentable de creer en la inmo-
que la propiedad de los medios de produc- vilidad de la propiedad como institución.
ción sea colectiva o social, en que cada Ignoran las modificaciones que ha sufri-
uno sea dueño del producto de su trabajo do desde la prehistoria, estudiada magis-
y a la anarquía económica y al bajo tralmente por Morgan. Ignoran las trans-
egoísmo sucedan una organización cientí- formaciones desde la propiedad quiritaría;
fica de la producción y una elevada moral desde antes, desde el jubileo bíblico hasta
social. Esta revolución será llevada a cabo el mayorazgo inglés. Ignoran las agitacio-
por el proletariado organizado, quien, mien- nes de la plebe romana, que pedía la par-
tras se respeten sus derechos y se amplíen ticipación en el ager publico, patrimonio de
por el sufragio universal, emplearán como la República.
medio de agitación y propaganda el ejer- Hubo una unión indisoluble del poder y
cicio de esos derechos y la organización de la propiedad para establecer el feudalismo.
resistencia. Fueron después abolidos los derechos seño-
Se trata, sin duda, de una revolución en riales y los bienes del clero, cuya propiedad
era sagrada para la ley, invocándose sólo toda tentativa de expropiación, sino hasta
el interés colectivo. de impedir el rescate obligatorio de las ser-
Los Constituyentes en Francia incorpo- vidumbres feudales. ¿Se dejaría vencer la
raron como derecho natural la propiedad burguesía por sus propios principios? ¿En-
en el artículo 2<? de la Declaración de los traría el enemigo en su campamento y se
Derechos del Hombre, según la cual, el ob- apoderaría del santo y seña?, se pregunta
jeto de toda asociación política es la con- Jaurés. Y estudia la osada maniobra con
servación de los derechos naturales e im- que se salvó. Demuestra cómo invocó el
prescriptibles, y ellos son: la libertad, la Derecho natural y el histórico y proclamó
propiedad, la seguridad y la resistencia a que la propiedad de los nobles, contraria al
la opresión. Derecho natural o incapaz de responder a
¡La propiedad! He ahí la palabra sagrada su primitivo objeto, nunca había sido pro-
que origina todos los conflictos sociales. piedad o había dejado de serlo. La propie-
Pero la expresión propiedad es imprecisa; dad burguesa se oponía a la feudal porque
adopta formas diversas, y las que antaño estaba conforme con el Derecho natural,
fueran legítimas, hogaño son repudiadas. pues procedía de la libre actividad humana
Jaurés, que ha estudiado magistralmente y respondía a un objeto que consistía en
la gran revolución, explica cómo se incor- dar una forma concreta y una garantía a
poró la propiedad a los derechos naturales. la libertad individual.
La revolución significaba el triunfo reso- La burguesía invocaba el Derecho natu-
nante de la burguesía, que entonces dig- ral para justificar y fundar la propiedad.
nificaba el trabajo. Antes había sido per- Sin duda trasponía en el orden del Derecho
seguida con saña, porque pretendía abatir un periodo de la historia humana. Por una
los privilegios que entonces, como ahora, ilusión singular —dice Jaurés— creía que
parecían sagrados. su propiedad iba a ser eterna. Pero aquella
La burguesía revolucionaria para comba- ilusión dio a los revolucionarios fuerza pa-
tir desde lo alto —dice el gran tribuno— ra abolir la propiedad feudal, separada de
tenía que elevarse hasta la humanidad a la propiedad burguesa por toda la distancia
riesgo de rebasar su propio derecho y lla- que media entre la fuerza bárbara y el De-
mar en lontananza la atención de derechos recho natural.
nuevos. Aquella intrepidez de clase,, aquella El socialismo estaba en la Revolución
audacia para forjar armas poderosas aun- francesa, pero sin condensarse. La demo-
que la historia las volviera, algún día, con- cracia forjaba las armas para luchar por él.
tra el vencedor, constituyeron la grandeza Los más grandes actores de la Revolu-
de la burguesía revolucionaria. Por eso fue ción iban a fundar sus reivindicaciones de
universal. igualdad social en la autoridad de los dere-
Los revolucionarios quisieron relacionar chos del hombre e interpretaron la Decla-
su Constitución con una idea eterna. Eso ración en lo que se refiere a la propiedad
no es metafísica —dice Jaurés—, sino tác- en el sentido de que poseyendo todos igua-
tica elevada de pensamiento y precaución les derechos a la tierra común, esta pro-
vital para dar a la obra revolucionaria una piedad debía ser la misma para todos. No
señal de eternidad oponiendo al Derecho concebían el derecho patrimonial como in-
real y feudal, fundado en la tradición, un herente a la naturaleza humana, sino que
Derecho más antiguo todavía. sancionaban la propiedad de todos a los
A quienes reclamaban para cubrir sus medios necesarios para una vida digna.
privilegios la autoridad de los siglos, opo- La propiedad privada no ha existido
ne el estado llano el Derecho humano con- siempre.
temporáneo de la misma humanidad, 2a Las condiciones de la propiedad no están
más antigua de las instituciones. Y así se determinadas por leyes eternas de la natu-
expulsaba el privilegio de la fortaleza don- raleza ni de la razón. Han sido originadas
de pretendía atrincherarse y transferia a históricamente. La legitimidad de su con-
la libertad nueva la fuerza de los siglos. cepto es discutida por todos los publicistas.
El estado llano garantizó el respeto a la La forma que debe adoptar es materia de
nueva propiedad, y con razón, pues la fuer- debate en todos los parlamento? y dentro
za de la propiedad burguesa preparaba la de la legislación la prosperidad individual
revolución. Asi, se rechazó la arbitrariedad está a merced del poder publicó en virtud
real que decretando impuestos expropiaba de la noción de utilidad social.
violentamente a las clases productoras. En la encíclica Rerum novarum, el Papa
Los privilegiados con sus capítulos exi- León XIII niega el derecho de propiedad
gían el reconocimiento de todas las propie- privada si no está basado en el derecho a
dades, y en nombre de su "derecho" no sólo la vida.
pretendían conservar el privilegio contra Un ilustrado sacerdote argentino ha
presado que si se quiere comprender el pro- una fortuna cuyo verdadero propietario no
blema de la propiedad privada es necesario ha sido aún concebido.
comprender antes el uso común de los bie- La propiedad resultaría así familiar. Hay
nes, o lo que es lo mismo el derecho a la un derecho preexistente del hijo de la fa-
existencia que cabe a todo miembro de la milia. Y ampliando la propiedad familiar
familia humana. hasta la propiedad colectiva, ese derecho
Considera que no se puede evitar eficaz- —se ha afirmado valientemente— pasará
mente el liberalismo económico, por el cual a todo hijo del hombre como derecho y so-
se proclama la omnipotencia del derecho de bre el conjunto de los medios de vida y de
propiedad, si no se hace derivar a ésta del trabajo, proclamándose así y afirmándose,
uso común de los bienes en el sentido de de esta manera, la justicia, base de la fu-
que a nadie le ha de faltar lo necesario tura organización social.
para vivir. En esta tesis se funda la áoc-> No se concibe el derecho patrimonial co-
írina de los teólogos y juristas católicos so- mo inherente a la naturaleza humana si
bre el derecho que tiene todo aquel que se se consagra el poder de unos pocos; no
encuentra en extrema necesidad de tomar puede admitirse como inmanente a la per-
lo que necesita para sí y su familia. sonalidad si no sanciona la propiedad de
"Entonces —dice Tomás de Aquino en su todos los medios de existencia.
obra famosa (II, II, 66, VID— pueda cual- Un senador argentino sostuvo en el de-
quiera licitamente socorrer su necesidad bate memorable sobre el delito de opinión
con las cosas ajenas, quitándolas, ya mani- que ese concepto está en la esencia de la
fiesta, ya ocultamente; y esto no tiene pro- argentinidad, como lo demostró con su ac-
piamente carácter de hurto ni de rapiña". ción y su pensamiento Rivadavia, quien ha-
Toda forma de propiedad es precaria. La ciendo sancionar la enfiteusis abolió el ré-
propiedad colectiva de las épocas primiti- gimen de la propiedad privada de la tierra.
vas desapareció porque no permitía enton- El jurista y repúblico español Ángel
ces la expansión de la personalidad huma- Ossorio y Gallardo, para quien los elemen-
na; la propiedad feudal fue abolida porque tos de la naturaleza no deben ser objeto de
no respondía ni a la justicia ni a las exi- apropiación privada, escribió un libro sobre
gencias del modo de producir. Será también Rivadavia, calificándolo de estadista genial.
abatida la forma actual para dar paso a La revolución española, en su Congreso
otra que encarne mejor el interés colectivo. Constituyente, debatió la cuestión siempre
Parece ser ésa la ley de la historia. apasionante de la propiedad. El proyecto
Lo anunciaba claramente la Constitu- constitucional auspiciaba la socialización
ción alemana —la de Weimar— cuando de la propiedad y consignaba en el artícu-
afirmaba que "la propiedad obliga", que su lo 36 que la propiedad de las fuentes na-
uso tiene que ser servicio de bien común, turales de riqueza existente dentro del te-
que el trabajo y la utilización del suelo es rritorio de la Nación pertenece al Estado
una obligación del propietario con relación en nombre de la Nación. Y agregaba: El
a la comunidad; y por último que las ex- Estado que reconoce actualmente en la pro-
propiaciones en beneficio de aquélla pue- piedad privada la razón directa de la fun-
den efectuarse sin indemnización cuando ción útil que en ella desempeña el pro-
lo disponga la ley. pietario, procederá de un modo gradual a
En los Códigos civiles aparece ya el ger- su socialización. El Estado tendrá en todo
men de descomposición de la propiedad pri- tiempo el derecho de imponer a la propie-
vada. dad privada las transformaciones que con-
Se ha considerado que la prescripción del vengan al interés público.
artículo 960 del Código francés implica la La propiedad de toda clase de bienes po-
proclamación del derecho del hijo, preludio drá ser objeto de expropiación forzosa por
de la magnífica proclamación colectivista. causa de utilidad social que la ley definirá,
Antes de nacer o antes de ser concebido; determinando, asimismo, la forma de in-
antes de que el matrimonio de que ha de demnización. Y en los casos en que la ne-
nacer esté contratado, el hijo —dicen los co- cesidad social lo exigiera, el parlamento
mentaristas— tiene el derecho preexistente podrá acordar la procedencia de una ex-
y superior a todo otro, sobre la propiedad propiación, sin indemnización.
de aquel de quien un día ha de nacer, y to- La Constitución sancionada, en su artícu-
dos los actos por los cuales aun antes de su lo 14, dispuso: "Toda la riqueza del país,
nacimiento ha sido cedida la propiedad, sea cual fuere el dueño, está subordinada
son nulos. El hijo al nacer rompe la volun- a los intereses de la economía nacional y
tad de aquel que todavía no era su padre afecta al sostenimiento de las cargas pú-
y que queda reducido de repente al papel blicas con arreglo a la Constitución y las
extraño de administrador desaprobado de leyes. La propiedad de toda clase de bienes
podrá ser objeto de expropiación forzosa formará en propiedad colectiva, son inno-
por causa de utilidad social mediante ade- vadores subversivos que desconocen las
cuada indemnización, a menos que dispon- condiciones eternas de toda sociedad.
ga otra cosa una ley aprobada por los votos Thiers, en su libro La Propiedad, publi-
de la mayoría absoluta de las cortes". "Con cado en 1848, admite como- evidente que la
los mismos requisitos —agregaba—, la pro- humanidad ha pensado siempre sobre este
piedad podrá ser socializada". asunto de igual manera que él, y que las
Para los españoles de la República, la ideas socialistas son opuestas al sentido
propiedad privada tal como existía antes común universal, lo que es absurdo.
de la reforma, no era un derecho natural Jurisconsultos, filósofos, teólogos, comba-
inherente a la persona humana; era un tieron la propiedad privada desde el co-
privilegio que no podía admitirse como sa- mienzo de la historia. Y en el siglo xvín
grado. Por eso declararon que el Estado, no fueron sólo Mably y Rousseau quienes
tendría en todo tiempo el derecho de im- alabaran a las repúblicas antiguas con su
poner a la propiedad privada las transfor- desprecio al derecho de propiedad, sino que
maciones que convinieran al interés públi- Montesquieu admiraba las instituciones co-
co, es decir, que el Estado sería quien munistas de Creta y Lacedemonia.
tendría el poder de coordinación armónica Sobre las ruinas del régimen feudal sur-
para la obra de producción. Así, la econo- gió el imperio económico y político de la
mía privada quedaba sujeta a las exigen- burguesía revolucionaria. Hoy se realiza un
cias de la sociedad. proceso análogo. Luchan las fuerzas pro-
Un escritor francés —el ex ministro de ductivas que aumentan incesantemente, y
Hacienda Caillaux—, hablando de Julio Fe- el régimen de propiedad resulta estrecho
rry, dice que carecía de todo prejuicio me- para contenerlas. Aquéllas encuentran en
tafísico y dogmático sobre la propiedad. éste un valladar, y por eso aparece el des-
Asistió a una breve controversia entre él y orden que se pretende evitar con el ani-
Allein Targe. Este expresaba que la propie- quilamiento de una parte de las fuerzas
dad es una institución social, y con ello productivas y con la conquista de nuevos
quería significar que no era posible sino mercados.
por la sociedad; que ésta tenía el derecho La solución a la que nos orienta la jus-
de regular y disciplinar por la ley una ticia, está en un nuevo régimen de propie-
fuerza que procedía de la sociedad misma. dad, en la socialización de los medios de
Es ante todo, respondió Julio Ferry, una producción y de cambio.
institución política, es decir, un medio de Asi el hombre dejará de estar dominado
prevenir entre los hombres la competencia por la máquina; no será ya un medio, sino
que nacería de la indeterminación de la un fin, "un fin en si", según la fórmula
vida económica y también un medio de kantiana, y será respetada la dignidad hu-
constituir una clase dirigente capaz de co- mana. En una democracia es inadmisible
municar a la vida pública la estabilidad de la sanción de una ley que crea el delito
los intereses consolidados. de opinión. Sólo las dictaduras temen a
Julio Ferry —observaba Caillaux— se de- las ideas. Las medidas coercitivas injustas
tenía bajo los dinteles del edificio social sin constituyen el caldo de cultivo en que pue-
plantearse la cuestión de saber si habrá den germinar las malas ideas. Para los
llegado la hora de que la propiedad privada apóstoles de la violencia no hay mejor de-
se convirtiera en una de las tantas ins- mostración de la inutilidad de marchar por
tituciones que quedan a lo largo de la el camino de la evolución, que las arbitra-
ruta del pasado. riedades de los gobernantes y las restric-
Muchos autores creen que el derecho de ciones a la libertad.
propiedad privada no ha sido fundado por Se empequeñecerían las Repúblicas de
el Estado, sino que es preexistente al Esta- nuestra América si cortáramos las alas al
do, lo que sería en verdad si la propiedad pensamiento para que no pudiera volar.
individual no constituyera un privilegio
como ya lo hemos expresado. Afirman que DELITOS DE TOTALITARISMO.* SDK«-
el Estado no puede hacer más que recono- KIO: I) Orígenes de las Declaraciones, De-
rechos y Garantías de las modernas Consti-
cerlo, garantizarlo, demandarle cierto sacri- tuciones: a) Momento histórico de su apa-
ficio en interés colectivo, sin que le sea per- rición, b) Carácter y fundamento. La Revo-
mitido organizar ni distribuir la propiedad. lución Francesa de 1789.. La teoría de lo>
Janet dice que tan extendida está esta Ciclos Políticos. II) Ataque a los regímenes
democráticos: a) El derecho a la Revolu-
doctrina, que muchos se sienten impulsados ción, b) Defensa de las Constituciones, c) la
m
a creer que ha sido reconocida siempre y técnica totalitaria. III) Medidas de repre-
que los que la niegan y, admiten la seguri-
dad de que la propiedad privada se trans- * Por el Dr. DANIEL IGNACIO PARODI.
sión: a) Medidas legislativas, b) Adminis- Para no menoscabar la autoridad del
trativas pseudo- judiciales, c) Legislativas pueblo, y conformar una idea tan profun-
pseudo-judlclales. d) De tipo popular.
IV) Inconstitucionalidad de tales medidas: damente arraigada, se ideó la fórmula de
a) Inconstitucionalidad de las medidas le- que los actos de autoridad de un funciona-
gislativas, b) Inconstltucionalidad de las rio se ejercitaban por delegación del pue-
medidas administrativas pseudo-judiciales. blo.
legislativas pseudo-judiciales y de tipo po-
pular. V) La Octava Conferencia Interame- Por esa razón, Octavio, para construir
ricana de Abogados. VI) Movimiento cons- su imperio, conservó celosamente las for-
titucional. VII) La cuestión en la República mas republicanas; pero introduciendo en
Argentina. VIII) Conclusión. ellas la plenitud de substancia imperial <').
I) ORÍGENES DE LAS DECLARACIONES, DERECHOS Llegó así a ser magistrado múltiple y jefe
Y GARANTÍAS DE LAS MODERNAS CONSTITUCIONES
supremo de todos los asuntos del Estado,
por delegación de la autoridad popular.
Existe un error, casi unánime, en las ex- Los poderes del pueblo se concretaban en
posiciones de los autores de la materia al asambleas populares, en contraposición al
relatar los orígenes de las declaraciones, Senado y a las funciones ejecutivas y ju-
derechos y garantías consignados en las diciales desenvueltas en diversos institu-
modernas Constituciones, relativo al mo- tos.
mento histórico de la aparición de tales Lógicamente, la base del funcionamiento
derechos y garantías, asi como al carácter de tales asambleas era la libertad de ex-
y fundamento filosófico que les dio vida. presión.
a) Momento histórico de su aparición. Se Desde el punto de vista particular de los
sitúa, generalmente, su aparición en Ingla- diversos derechos y garantías, es dable ob-
terra, en el documento firmado por Juan servar numerosos antecedentes, pujando
Sin Tierra, en el año 1215, que luego ad- por alcanzar desarrollos variados.
quirió la denominación de Carta Magna; Incriminación previa. Dice Fontán Pa-
a la que siguieron La Petición de Derechos, lestra que "el Derecho penal ha entrado
de 1628; el Acta de Habeos Corpus, de en una fase decididamente técnica, como
1679; el Bill of Rights, de 1689. consecuencia de la necesidad de asegurar
De ahí pasaron a la América del Norte las libertades individuales en los Estados
con los emigrados puritanos. Declarada la de Derecho. En esa misión de garantía, que
independencia, se concretaron en la Cons- ya le asignara Francesco Carrara, el Dere-
titución de Virginia de 1776, más tarde en cho penal ha encontrado uno de los mo-
las Constituciones de varios otros Estados tivos fundamentales de su propia existen-
y, finalmente, en la Constitución Federal cia" (2).
de 1787. La misión de garantía consiste en que la
Como fruto de la intervención francesa conducta punible esté recortada, por ley
en la guerra de la independencia de Amé- previa al hecho, en figura delictiva de mo-
rica del Norte, surgió la Déclaration des do que solamente esa conducta y no otra se
Droits de l'Homme e du Citoyen del año castigue.
1789. El Código de Hammurabi, si bien no con-
El análisis de los antecedentes históricos tiene el principio, hace aplicación de él al
demuestra lo contrario. Ellos constituyen enumerar los diversos delitos, estableciendo
la proyección más notable de la cultura el respectivo castigo para cada uno de ellos
humana y del derecho como producto de y las indemnizaciones que deben pagarse
esa cultura. La proyección se engarza y sej para Compensar los daños.
pierde en el fondo de la historia y evolu La enunciación expresa del principio la
clona en función de un constante perfeccio- encontramos en el Derecho romano (Fr.
namiento, cuyas últimas etapas, al parecer, 131, párr. 1, D., 50, 16): "nullum crimen
no han sido todavía alcanzadas. nulla poena sine lege". Las propias dispo-
Desde el punto de vista general de la siciones romanas desdibujaban la conquista
estructura de las sociedades, griegos y ro- cuando se refieren a la pena de multa;
manos llegaron a modelar organizaciones pero ello no quita importancia al enuncia-
democráticas altamente sorprendentes. do, que ha pasado al Derecho moderno
Griegos y romanos otorgaron relevante exactamente con las mismas palabras del
importancia a la voluntad del individuo, y antecedente romano.
opinaron que la mejor forma de asegurar Como hecho que_ robustece lo expuesto,
sus libertades era la directa intervención cabe acotar que la ley de las XII Tablas se
popular en la elaboración de las leyes. Pa-
ra ellos, todo el derecho, toda autoridad, (1) Wllson, w., El Estado, págs. 150 y 152, Ed.
Americana. Bs. Aires.
derivaba de la voluntad individual o co- (2) Pontán Balestra. C.. Misión de garantía del
lectiva del pueblo. Derecho penal, pág. 9, Bs. Aires, 1950.
dictó debido a exigencias de los plebeyos, templo era inviolable, en consecuencia, por
quienes amenazaron fundar otra ciudad, motivos religiosos, el domicilio también era
retirándose al Monte Sacro, refirmando con inviolable.
tal acción su reiterado reclamo de "codifi- Inviolabilidad de la persona,. Es de inne-
cación y publicación de las leyes", de suer- gable valor la referencia de Tito Livio so-
te que cada cual pudiera saber cuáles eran bre las leyes Valeria y Porcia, destinadas
sus privilegios, y "qué penas se imponían a proteger la inviolabilidad de los ciuda-
por este o aquel crimen" (»). danos romanos. La primera fue presentada
Jueces naturales. Como la anterior, cons- por el cónsul M. Valérius, y prohibía golpear
tituye una garantía destinada a evitar que, con látigo o vara, o dar muerte a un ciu-
so pretexto de la represión de acciones dadano romano.
nocivas a la sociedad, se persigan acciones La ley Porcia, de protección más avan-
inconvenientes o antipáticas personalmente zada, creó severas sanciones para el que
al gobernante. O sea, es garantía de im- cometiera tales acciones O).
parcialidad y complemento del funciona- Garantía de la libertad personal. La li-
miento de las figuras delictivas. bertad personal puede verse amenazada
Son jueces naturales los que, antes del por la realización de actos materiales que
hecho de la causa, han sido creados por la la restrinjan o la supriman, o, hallarse
ley, la cual los ha provisto de la respectiva afectada por'la ejecución de, la amenaza
competencia. misma.
No serían inútiles otros antecedentes; El estigma que acompaña los actos ma-
pero en honor a la brevedad, nos conten- teriales violatorios de la libertad personal
tamos, por lo gráfico, con el que trae Es- es la arbitrariedad ( 8 ).
trada, quien nos refiere que Nerón, en el La garantía contra ellos es el habeos
afán de seducir a Roma, prometía ante el corpus, nombre que nace del comienzo de
Senado, al enunciar sus planes de gobierno, la fórmula con que el juez inglés se dirigía
el juzgamiento por los jueces designados a quienes tenían en su poder el cuerpo de
por ley antes del hecho de la causa ( 4 ). los detenidos ( 9 ).
Defensa en juicio. Significa que nadie La detención arbitraria puede venir de
puede ser condenado sin ser oído y sin la autoridad o de un particular.
haber tenido oportunidad de producir la En cuanto a la arbitrariedad del magis-
prueba de su inocencia o de su derecho. trado, en Roma, los afectados por sus me-
Couture cita la frase del poeta Esquilo didas ilegales podían acogerse al ampa-
en Las Euménides, en boca de Palas Ate- ro de la casa o persona del tribuno. No
nea: "Aquí hay dos partes; 5 hasta ahora era un sistema exactamente igual al mo-
no he oído más que a una" ( ). derno, pero cumplía sus mismas finalida-
En Egipto el magistrado no dictaba nin- des.
guna resolución sin antes escuchar al ac- El mismo sistema se usó en España en
tor y al demandado, quienes- debían pre- el siglo xii. Para dirimir las diferencias
sentar un alegato escrito cada uno, con ex- surgidas de la aplicación de los fueros, se
clusión de toda exposición oral, para evitar elegía, de común acuerdo, por el rey y el
la fascinación de la elocuencia. Dictada la pueblo, un magistrado denominado Justicia
resolución, se apoyaba sobre el vencedor la Mayor de Aragón, quien podía amparar a
medalla de la Verdad (6). cualquier subdito contra toda orden ilegal,
En tiempos de la República en Roma, el aunque la orden fuera emitida por el mis-
procedimiento formulario ofrecía excelen- mo rey.
tes garantías para la defensa de los dere- Para remediar la restricción de la liber-
chos de los individuos. tad proveniente de un particular, en Boma
Inviolabilidad del domicilio. Ei domicilió se creó el interdicto Homine Libero Exhi-
es atributo de la personalidad; por lo tan- bendo (párr. 1, ley 3^, tít. XXIX, lib. XLHI
to, es inviolable como ésta. En todos los del Digesto).
pueblos de la edad antigua el hogar era, Sus caracteres eran:
al mismo tiempo, el templo en que se ado- a) Se interponía ante el pretor.
raba a los antepasados muertos. Todo b) Se daba a todo individuo libre, es-
tando, por lo tanto, excluidos los escla-
(3) Wllson, W.. ob. cit., págs. 125 y 132. vos.
(4) Estrada, J. M., Curso de Derecho constitu-
cional, t. 1, pag. 166, Bs. Aires.
(5) Couture, E. J., "El debido proceso como (7) Tito Llvlo, Historio romana, t. 1, pftg. 445,
tutela de los derechos humanos", en La Ley, 34- lib. 10, Colección de Autores Latinos, París.
11-953. (8) Fayt, C. S., Z,os derechos del hombre y sus
(6) Sicilia, D. de, Biblioteca histórica, lib. 1, garantías constitucionales, págs. 151 y 162, Bs.
{ 75; Cantil, C., Historia, universal, t. 2, pag. 33, Aires.
Barcelona. (9) Fayt, C. S., ob. clt., pag. 162.
c) Procedía contra quien retuviera ile- nes, en última instancia, siempre subvertían
galmente a otro con dolo malo. cualquier decisión adversa a los intereses
d) El detentor debía presentar el cuerpo patricios, con el pretexto de augurados dis-
del detenido al pretor. favores de los dioses.
Inconstitucionalidad de las leyes. Los Por otra parte, los magistrados patricios
ataques a las libertades humanas no sólo y los sacerdotes conservaban celosamente
pueden ser materiales; sino también for- el conocimiento del Derecho, fuera de ellos
males. El estigma de arbitrariedad puede nadie sabía aplicarlo ni difundirlo. Las
tener por vehículo leyes, decretos, ordenan- aplicaciones arbitrarias de las disposiciones
zas, reglamentos, actos creadores de nor- legales distorsionaron la justicia en desme-
mas jurídicas, que pretendan cubrir con el dro de la plebe.
manto de la legalidad la violación proyec- La pujanza de los plebeyos ya se había
tada. hecho sentir durante la monarquía. En el
Contra ellos se utiliza la garantía de in- año 494, a. C., teniendo conciencia de su
constitucionalidad. número y certidumbre de la substancial
Implícito en el sistema inglés, adquirió ecuanimidad de sus pretensiones, y anima-
fundamento legal y formulación jurispru- dos por el retorno victorioso de la gtoerra
dencial expresa en el sistema norteameri- contra los volscos, exigieron importantes
cano (10). reformas, bajo amenaza de fundar una
La circunstancia de haber contemplado nueva ciudad rival en el Monte Sacro.
sus elementos exteriores y formales, olvi- Aquí nacieron los tribunos, a quienes se
dando su substancia, ha hecho que se atri- dotó del poder de suspender toda sentencia
buya a los Estados Unidos de Norte Amé- dictada contra un plebeyo por cualquier
rica el mérito de haber descubierto y es- magistrado, aunque fuera el cónsul. Este
tructurado defensa tan formidable. derecho de veto alteró por un tiempo el
Los que así opinan desenfocan el objetivo equilibrio de la balanza.
del nervio medular de la institución, cons- En manos de los patricios, la función ju-
tituido por dos elementos principales: risdiccional fue instrumento político.
a) División de los poderes. Con el veto, esa finalidad quedó neutra-
b) Ejercicio per parte del poder judicial zada.
de funciones políticas. No obstante, el efecto no fue total. Las
En cuanto a lo primero, está suficiente- magistraturas permanecieron en poder de
mente sabido que la división de los poderes los patricios, y el conocimiento de la ley
estaba en embrión en las instituciones era ajeno a la plebe.
griegas y romanas, traduciéndose también En tren de incesantes porgresos, la plebe
en las obras de los doctrinarios. bregaba por desempeñar, por lo menos, el
En relación a lo segundo, Roma hizo per- cargo de uno de los cónsules.
manente aplicación del principio. Importantísimo es para nuestro tema el
Instalada la República en el año 509 a. C., momento histórico que tratamos: en el año
los patricios ocuparon todas las magistra- 386 a. C., el Senado accedió a la pretensión
turas. Los reyes fueron reemplazados por plebeya. Pero, siendo para ellos tan valiosa
dos cónsules, a quienes se atribuyeron fun- la función política que ejercía el poder
ciones militares y civiles. Entre las civiles, jurisdiccional, desgajaron de las atribucio-
figuraba la jurisdicción, inclusive la com- nes del cónsul la administración de justi-
petencia criminal. Esta última se despren- cia, creándose el cargo de pretor, al cual
dió, siendo desempeñada por los queestores se dispuso, solamente tendrían acceso los
parricida, pero estos funcionarios eran patricios. Posteriormente, los plebeyos tam-
nombrados al principio por los mismos -cón- bién llegaron a ser pretores.
sules. A poco andar, se estableció un recurso El pueblo también llegó al conocimiento
de apelación para ante los comitia centu- del Derecho con la publicación de la ley
riata, que elegían los cónsules, contra toda de las XII Tablas, el impulso de Apio
sentencia que éstos dictaran relativa a la Claudio y el acceso al sacerdocio.
vida o al status civil de los ciudadanos. Igualdad civil. Las luchas por establecer-
Sin embargo, los efectos de la apelación la jalonan la historia de la humanidad.
para la plebe eran innocuos, ya que los Las referencias constituyen uno de los
comitia centuríata eran dominados por los principales capítulos de los tratados y nos
patricios. eximen de mayoreg desarrollos.
Todos los negocios del Estado, inclusive Tampoco la doctrina ha permanecido
los judiciales, estaban, además, subordina- ajína: budistas, estoicos, las doctrinas del
dos a los pareceres de los sacerdotes, quie- Derecho natural, etcétera, efectuaron sus
aportes altamente estimados.
(10) Fayt, O. S., ob. clt., paga. 190 y 191. Hoy día continúa siendo un problema
candente de doctrina, legislación y juris- mentos guardados en el hogar doméstico,
prudencia. la casa donde vivía, continuaron, a pesar
Podríamos seguir colacionando otros an- de todas sus medidos de defensa particu-
tecedentes. No lo seguimos haciendo para lares, sujetas a violencias y depredaciones.
limitarnos a los que se refieren o tienen Busco afanosamente protección.
más contactos con nuestro tema. Unió sus esfuerzos con los otros hombres,
Ello no obstante, los autores, en general, fundó clanes, tribus, grupos cada vez más
hablan de carácter tiránico de la Repúbli- perfectos, con el fin de satisfacer el mayor
ca romana. Se fundan en la identificación número posible de necesidades comunes.
de los intereses generales del Estado con Estos grupos primitivos fueron absoluta-
los particulares de los individuos. Aun así, mente religiosos. La solución la halló en la
consideramos exagerado el término. El as- religión. El hogar doméstico fue un tem-
pecto no escapó tampoco a la iluminada plo, y, como todo templo, el domicilio, in-
mente romana, "los juristas se empeñaron violable.
en separar al Estado de los individuos y en Aunque imprecisa, allí tuvo la primera
señalar los deberes y los derechos de cada noción de lo que hoy denominamos liber-
uno"(»s). tad política.
Esa, y no otra, era la finalidad de la La libertad política es protección y ga-
distinción perfecta, que los juristas reali- rantía de la libertad civil. Sin la libertad
zaron, entre el Derecho público y el Dere- política, la civil no puede subsistir.
cho privado. Les corresponde el galardón Encontrada la vía de la libertad política,
de ser los primeros pensadores que dieron siguió su constante avance por ella. El gru-
a luz una concepción semejante. po político tomó en sus manos las funciones
b) Carácter y fundamento. Las indaga- legislativas y jurisdiccionales, en aras de la
ciones históricas nos enseñan que este paz.
largo y penoso proceso histórico es el pro- Cuando el individuo sufrió las consecuen-
ducto de las reacciones instintivas y ra- cias de leyes injustas, pretendió intervenir
cionales del hombre. en su elaboración para evitarlas.
El instinto de conservación lo impulsa Percibió la imperfección de sus faculta-
a alimentarse. Para ello, aplica sus cifali- des mentales y, como cuando tuvo que le-
dades con el fin de arrancar a la naturaleza vantar la piedra, buscó a sus semejantes,
sus riquezas. Determinado día, al dirigirse cambiando, discutiendo, comparando ideas,
a la naturaleza para pedirle sus tributos, buscando llegar a la verdad, animado de
halló que ésta estaba recogida sobre sí mis- un solo propósito: obtener la disposición
ma, almacenando sus misteriosas energías legal más sabia.
para rendir sazonados frutos en primavera Hubo que garantizar que ese proceso
y verano; era el invierno y pasó hambre. elaborativo, que lleva a la verdad, se des-
En el próximo verano, recogió reservas su- arrollara en todos los casos. He aquí la ga-
ficientes en previsión de iguales contin- rantía de libertad de palabra oral y escrita.
gencias. Esto lo llevó a comprender que no No estaba completo el cuadro. Las leyes
le iba a ser posible la vida sin trabajar, en fueron sabias. Sin embargo, en la aplica-
consecuencia, era indispensable que nadie ción jurisdiccional se retorcieron sus prin-
turbara su acción, que nadie violara su cipios. La judicatura no lo escuchaba, ni
derecho a trabajar, de modo que le fuera le daba oportunidad de ser escuchado. Se
factible obtener su fin. Cuando reservó los protegió con la garantía de la defensa en
frutos de sus esfuerzos, cuyo destino era juicio.
la subsistencia, observó que no era justo La potestad jurisdiccional criminal cas-
que los vecinos le arrebataran sus reservas tigó las acciones nocivas para la sociedad.
sin compensación y contra su voluntad; Pero la represión llegó a utilizarse con fi-
había nacido el derecho de propiedad. La nes de venganza personales, satisfizo bajas
pesada piedra que había elegido para le- pasiones. El tirano, con el pretexto de con-
vantar su casa, le demandó la ayuda de ducta nociva, castigó cualquier oposición
sus congéneres, vislumbrando, entonces, su a sus imperativos.
mente la necesidad de asociar sus fuerzas La garantía contrapuesta consistió en
con las de sus semejantes. recortar las conductas penales en figuras
En síntesis, se vislumbran una serie de delictivas, tipificando las posibilidades de
derechos que en el lenguaje constitucional sanciones, surgiendo el nullum crimen nu-
moderno se llama libertad civil, lla poena sine lege.
Pero su persona, la de sus hijos, sus ali- Pues bien, la reacción de la tiranía se
produjo nuevamente. Tomó prisioneros a
(11) Vedia y Mitre, M. de. Historia general de sus opositores' y los hizo víctimas de las
las ideas políticas, t. 3, pág. 131, Bs. Aires. más crueles torturas, haciéndoles confesar
la comisión de algún hecho incluido en las retiene el medio de consecuencia eficaz,
especificaciones legales. El hombre buscó desechándose lo anodino. El hombre se
una nueva garantía: nadie está obligado a aferra a la viga salvadora, puliendo sus
declarar en contra de si mismo. perfiles a medida que las reacciones tirá-
Como vemos, se trata de un proceso evo- nicas van pretendiendo aniquilar sus de-
lutivo cuya íuerza de expansión nos ha fensas.
llegado por intermedio de la Magna Carta Actualmente,'la preocupación de los ju-
de 1215 y la Constitución de Estados Uni- ristas consiste en llegar a concretar cada
dos de América del Norte de 1787. vez más la efectivación de las garantios
A primera vista, • podría pensarse que individuales. La obra de perfeccionamiento
negamos, en gran parte, valor a estos dos no ha terminado.
últimos cuerpos constitucionales. Nos adelantamos, para refutarlas con las
Nada de eso, la Magna Carta y la Cons- pruebas adecuadas, a dos objeciones que se
titución norteamericana representan la plantearán a los caracteres que dejamos
culminación de la linea evolutiva de la enumerados. Decimos se plantearán, afir-
historia de los derechos individuales. Su mando con tanta certidumbre, porque la
gran mérito consiste en haber realizado un mayor parte de los autores que conocemos
notable e inigualable esfuerzo de sistema- han dado fundamento racional a las de-
tización científica de los principios desti- claraciones, derechos y garantías; unos po-
nados a garantizar las libertades indivi- cos, han intuido alguno de los caracteres;
duales y el gobierno propio. pero sin darle la relevancia que les co-
Ellas han organizado el Estado de ma- rresponde y, sin tampoco, intentar agru-
nera que: parlos.
a) La autodeterminación de cada uno Lo grave es que el fundamento racional,
sea la regla de la vida privada. que les atribuyen, lo apoyan también sobre
b) El gobierno sea agente del pueblo y hechos históricos.
el derecho proteja contra los desvíos de Las objeciones más peligrosas que desea-
los gobernantes en la vida pública. mos eliminar son: >
Ese proceso evolutivo, objeto de nuestro a) Fracaso de la Revolución Francesa de
estudio, está animado por los siguientes 1789.
caracteres, inducidos de los acontecimien- b) La teoría de los ciclos políticos.
tos históricos. Postulamos que los tratadistas que pue-
19) Son verdades de experiencia. La den sostenerlas han efectuado una inter-
moderna sistematización de las declaracio- pretación interesada o equivocada de los
nes, derechos y garantías, no es proyección datos históricos, o abrevado sus conoci-
hacia el exterior de principios creados por mientos en fuentes carentes de imparcia-
la pura razón. No es punto de partida, sino lidad.
de llegada de una larga experiencia de la a) Revolución Francesa de 1789. El
vida. ejemplo de los Estados Unidos fue, como
29) Necesidad de vigencia. No se fundan dijimos, transportado a la Revolución Fran-
en utopías, sino en la manera de satisfa- cesa del año 1789, dictándose la célebre
cer las finalidades particulares y colectivas, Déclaration des Droits de l'Homme e du Ci-
del modo y en la forma que una dolorosa toyen. El área de expansión de los princi-
experiencia, a través de los siglos, ha indi- pios de la Revolución Francesa fue mucho
cado como la imprescindible. más amplia durante mucho tiempo, que el
39) Sistematización y perfeccionamiento de la Constitución norteamericana de 1787.
creciente. La necesidad de protección im- Con escondido afán patriotero, los autores
pulsa a la experiencia. Los institutos utili- latinos magnificaron su importancia.
zados para obtener la garantía no siempre Pero cuando se contempla el cuadro de
rindieron el resultado apetecido. Cuando la salvadora Revolución Francesa, el pano-
los griegos idearon el ostracismo para eli- rama nos aplasta por lo desolador.
minar los peligros de que surgiera un nuevo La Déclaration des Droits de l'Homme e
tirano como Pisistrato, observaron que los du Citoyen fue letra muerta. Caído el rey,
perjuicios eran superiores a los beneficios se pasó de la dictadura de uno solo a la
que rendía el medio utilizado. Ninguna tiranía de las asambleas representativas
democracia volvió a utilizar procedimiento del pueblo. La mayor" parte de los autores
semejante. Cuando los romanos observa- que precedieron y dotaron de doctrina al
ron los buenos efectos del nullum crimen movimiento, laboraron desde plano racio-
mulla poena sine lege, lo adoptaron con nal, sus prédicas no se' tradujeron a la rea-
fervor de permanencia. O sea, en el curso lidad, la libertad no era como ellas la ha-
de las sucesivas experiencias, guiadas por bían prometido.
las afanosas búsquedas de protección, se La enorme trascendencia de la Revolución
Francesa, la inocuidad de la declaración teamericana es el principio de la división
citada, el despotismo de sus asambleas re- de los poderes, su armonía y contralor re-
presentativas, la literatura social y jurídica cíprocos.
que la precedió, crearon el difundido error La Revolución Francesa desatendió la
de motejar a las declaraciones, derechos y división de los poderes, precipitándose en
garantías de racionalista y utópica, y de la tiranía de las asambleas populares.
atribuirles el carácter de un desiderátum Con relación al maqumismo, nuevo fe-
imposible de alcanzar en la realidad de la nómeno, produjo consecuencias inesperadas.
vida. Ese error de concepto se difundió La democracia y el industrialismo consti-
hasta el cansancio,-y dio bases a acerbas tuyeron dos fuerzas dinámicas que se pu-
críticas y proyectos de reducción y supre- sieron en movimiento contemporáneamen-
sión de las libertades humanas. te (13).
La tendencia reaccionaria se acentuó con La máquina desplazó al hombre, au-
motivo de los graves problemas económicos mentándose la desocupación y con ello
que el maqumismo creó entre la clase la demanda de plazas de trabajo. Este y
obrera. Se atribuyó el hambre de los obre- otros factores produjeron condiciones de
ros a la libertad. vida miserables para el obrero. Sin embar-
Hemos afirmado que la Constitución de go, la injusticia fue limándose paulatina-
Estados Unidos de Norteamérica del año mente a medida que los obreros crearon
1787 fue el antecedente inmediato de las sus asociaciones profesionales con la fina-
declaraciones formales de la Revolución lidad de defender sus derechos.
Francesa. Lógicamente, en Francia estaba El industrialismo produjo también la su-
formado el clima adecuado para la recep- pervivencia de la esclavitud en el sur de
ción del sistema. Es más, la literatura ju- los Estados Unidos ( 14 ). La esclavitud ter-
rídica y social se había explayado alrede- minó con el desenvolvimiento de la demo-
dor del tema, generalmente, con el defecto cracia, pero el esclavo era el elemento que
ya señalado. Salvo poquísimos autores, cosechaba el algodón, cuya demanda fue
que habían comprendido la totalidad del estimulada formidablemente por el desarro-
esquema a través del estudio del gobierno llo de las industrias inglesas, y la Sociedad
inglés, los restantes adolecían de falta de Occidental debió soportar la vergonzosa
comprensión en la integridad del problema subsistencia de ese antiguo mal social, por
i desarrollar y del funcionamiento de su el estímulo y efecto del industrialismo.
uecanismo. Ello no obstante, la democracia abatió el
El vehículo de la recepción del sistema monstruo, y en 1863, la esclavitud15quedaba
lorteamericano en Francia fue la interven- abolida en los Estados Unidos ( ).
:ión francesa en la independencia de Es- Queremos significar que la democracia
tados Unidos. superó el obstáculo del industrialismo, y
En consecuencia, se unieron dos facto- en su avance de continuo perfeccionamien-
res: una sistematización excelente del go- to ha de elevarse aún más, sin dejar de
bierno democrático (Constitución de 1787, mantener los caracteres de una democra-
Norteamericana) y un clima revoluciona- cia.
rio (Francia), que no había comprendido Hemos visto que la asociación es instru-
la importancia de algunos elementos de mento de defensa de los trabajadores. La
aquél. reacción contra las corporaciones de ofi-
El desacierto de la Revolución France- cios determinó a la Revolución Francesa
sa derivó de no proveer a la creación de a prohibir no solamente las asociaciones,
instrumentos que aseguraran el ejerci- sino también la simple coalición. El 14 de
cio de las declaraciones, derechos y ga- junio de 1791 se dictó en tal sentido la
rantías. célebre ley Chapelier, modelo de la mayor
Esta circunstancia fue comprendida des- parte de países europeos.
de el primer momento por los barones que La celeridad de los acontecimientos, tal
impusieron la Magna Carta. Ellos se crea- vez, no permitió distinguir los caracteres
ron la obligación de garantizar con sus de las antiguas corporaciones de oficios y
fuerzas el imperio de los derechos con- las finalidades de la simple asociación de
quistados. Ruda y tosca garantía, pero ga- trabajadores.
rantía al fin, que luego encontró mejores Los gremios eran organizaciones inte-
desenvolvimientos ("). gradas por patronos y obreros, por lo tanto,
Por otra parte, uno de los más apreciados muy distintos de una asociación que abo-
cimientos del éxito de la Constitución nor-
S i g u i e n t e (13)P Toynbee,
á g iA.n J., aEstudio de la historia
(12) EncyclopeMa Britannica, vol. 14, págs. 630- (compendio), pág. 291, Emecé, Bs. Aires.
634, Chicago, 1947. (14) y (15) Toynbee, ob. clt., pág. 302. '