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SENTENCIA CONSTITUCIONAL 0078/2010-R

Sucre, 3 de mayo de 2010  


 
Expediente:                 2007-16868-34-RHC
Distrito:                       La Paz
Magistrado Relator:    Dr. Juan Lanchipa Ponce
En revisión la Resolución 37/07 de 15 de octubre de 2007, cursante a fs. 10 y vta.,
pronunciada por la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La
Paz, dentro del recurso de hábeas corpus ahora acción de libertad, interpuesto por
Rubén Quisbert Apaza contra Rolando Sarmiento Torrez, Juez Noveno de
Instrucción en lo Penal del mismo Distrito Judicial, alegando la vulneración de su
derecho a la libertad, sin citar la norma constitucional respectiva.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
I.1.1. Hechos que la motivan
El recurrente en el memorial presentado el 12 de octubre de 2007, cursante de fs. 3 a 6
vta., señala que a consecuencia de una denuncia interpuesta en su contra por la supuesta
comisión del delito de violación, se procedió al inicio de investigación, informándose al
Juez Noveno de Instrucción en lo Penal, quien por “Resolución 68 'A' /07 de 6 de julio
de 2007”, dispuso su detención preventiva; y para lograr su libertad, solicitó la cesación
de la medida cautelar el 14 de septiembre del mismo año, fijándose audiencia para el 24
del mismo mes y año, la que por negligencia de los funcionarios policiales que le
condujeron a la sala de audiencias con cinco minutos de retraso, el Juez recurrido la
suspendió pese a encontrarse presentes todas las partes. Reiterando nuevamente su
petición de audiencia, se fijó otra para el 5 de octubre de ese año, en la cual la
representante del Ministerio Público pidió por segunda vez suspensión, aduciendo que a
la misma hora tenía otra audiencia de juicio oral en el Juzgado Sexto de Sentencia,
acreditando esa situación con una certificación otorgada por la Secretaria del Juzgado en
fotocopia simple, a partir de lo cual se demuestran las acciones ilegales de la autoridad
recurrida, pues lejos de analizar si correspondía el justificativo suspendió la audiencia,
vulnerando así su derecho a la libertad, la igualdad de partes en el proceso y otros
derechos que le asisten como imputado, considerando suficiente el documento y
suspendiendo la audiencia, ante lo cual interpuso recurso de reposición, que fue
rechazado sin argumentos; al contrario, vulnerando la celeridad exigida por el Tribunal
Constitucional para el tratamiento de solicitudes de cesación de la detención preventiva,
el Juez señaló, nueva audiencia para el 16 de octubre de 2007, dilatando por once días
más, la consideración de su solicitud.
I.1.2. Derecho supuestamente vulnerado
El recurrente alega la vulneración de su derecho a la libertad, sin citar la norma
constitucional respectiva.
 
I.1.3. Autoridad recurrida y petitorio
El recurso está dirigido contra Rolando Sarmiento Torrez, Juez Noveno de Instrucción
en lo Penal del Distrito Judicial de la Paz, solicitando sea declarada procedente y se
conmine a la autoridad demandada a considerar a la brevedad posible su solicitud de
cesación de la detención preventiva.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de hábeas cospus
La audiencia se llevó a cabo el 15 de octubre de 2008, tal cual consta en el acta que
cursa de fs. 8 a 9 vta., suscitándose los siguientes hechos:
I.2.1. Ratificación y ampliación del recurso
El recurrente por medio de su abogado ratificó íntegramente su recurso.
I.2.2. Informe de la autoridad demandada
El Juez Noveno de Instrucción en lo Penal del Distrito Judicial de La Paz, en audiencia
informó lo siguiente: a) La suspensión de la primera audiencia no fue por negligencia de
su autoridad, sino y como reconoce el recurrente, porque sus custodios no llegaron a
tiempo a la audiencia, ya que la incomparecencia del imputado constituye causal de
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nulidad; b) Tomando en cuenta que la Fiscal hizo presente su imposibilidad de asistir a
la audiencia por cuanto a la misma hora tendría otro juicio oral y de haber continuado la
audiencia sin su presencia, podría haberse creado susceptibilidad por tratarse de un
delito de violación; c) El recurrente debió en su caso acudir al juzgado del juicio oral y
obtener una certificación de si evidentemente había o no la señalada audiencia; y, d) El
recurrente no es el único que se encuentra en esa situación; sin embargo, tomando en
cuenta su calidad de detenido se dio prioridad, señalando audiencia para el día de
mañana a horas 14:30, en consecuencia, sí se procedió a apreciar todos los datos del
control jurisdiccional, sometiendo sus actos a lo que establece el ordenamiento procesal
penal.
I.2.3. Resolución
La Resolución 37/07 de 15 de octubre de 2007, cursante a fs. 10 y vta., pronunciada por
la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, declaró
improcedente el “recurso”, con el fundamento de que la autoridad demandada ha
señalado audiencia dentro de los términos prudentes, tomando en cuenta la enorme
carga procesal existente en el Distrito Judicial.
I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional
Por Acuerdo Jurisdiccional 001/2010 de 8 de marzo, se señala el reinicio de las labores
jurisdiccionales, a cuya consecuencia se procedió al sorteo de la presente causa el 5 de
abril de 2010, estando prevista como fecha de vencimiento el 3 de mayo de 2010, por lo
que, la presente Sentencia Constitucional es pronunciada dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en el cuaderno procesal, se
establece lo siguiente:
II.1.  De acuerdo a lo señalado por el recurrente y lo manifestado en audiencia por la
autoridad recurrida, pues no cursa prueba documental alguna en el cuaderno procesal, se
establece que,el 14 de septiembre de 2007, el denunciante solicitó la cesación de su
detención preventiva, señalándose audiencia para el 24 del mismo mes y año, la que se
suspendió porque el imputado llegó con retraso, señalándose otra audiencia para el 24
de septiembre de 2007, que se volvió a suspender porque la Fiscal tenía otra audiencia a
la misma hora, señalándose nuevamente para el 16 de octubre de 2007 (once días
después).
II.2.  Habiendo sido interpuesto el “recurso de hábeas corpus” que hoy se revisa el 12
de octubre de 2007 (fs. 6 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El recurrente alega la vulneración de su derecho a la libertad, señalando que la autoridad
judicial recurrida dilata injustificadamente su solicitud de cesación de la detención
preventiva, pues suspendió la primera audiencia por un simple retraso atribuible a los
funcionarios policiales, pese a que se encontraban presentes todas las partes; la segunda
fue suspendida porque la Fiscal adujo que, a la misma hora tenía otra audiencia, lo que
acreditó con una simple fotocopia, que fue considerada por el Juez con suficiente valor
para suspenderla, rechazando sin argumentos su recurso de reposición que planteó, para
finalmente señalar una nueva audiencia dentro de once días, sin reparar en la celeridad
procesal a la que se encuentra obligado por encontrarse privado de libertad. En
consecuencia, corresponde determinar en revisión, si se debe otorgar o no la tutela
solicitada.
 
III.1. Sujeción de la actuación del Tribunal Constitucional a la Constitución    
Política del Estado vigente desde el 7 de febrero de 2009
        
Es preciso señalar que de conformidad a lo establecido en la Disposición Abrogatoria y
Disposición Final de la Constitución Política del Estado vigente (CPE), a partir de su
publicación en la Gaceta Oficial el 7 de febrero de 2009, de manera expresa se ha
abrogado la Constitución Política del Estado de 1967 y sus reformas posteriores; en
concordancia con ello el art 6 de la Ley 003 de 13 de febrero de 2010 “Ley de
Necesidad de Transición a los Nuevos Entes del Órgano Judicial y Ministerio Público”,
establece que en la labor de resolución y liquidación de causas ingresadas hasta el 6 de
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febrero de 2009, el Tribunal Constitucional debe hacer prevalecer la primacía de la
Constitución Política del Estado vigente.
En consecuencia; y de conformidad a lo establecido en el art. 410.I y II de la  CPE, al
ser la Constitución la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y gozar de
primacía frente a cualquier otra disposición normativa, toda actuación de este Tribunal a
objeto de cumplir el mandato constitucional y las funciones establecidas por los arts. 1 y
7 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC) y el art. 4 de la Ley 003,  deben ser
acorde al nuevo orden constitucional en observancia y coherencia con los Tratados y
Convenios Internacionales en materia de Derechos Humanos ratificados por el país y
que forman parte del bloque de constitucionalidad.
Con dicha aclaración, corresponde ingresar al análisis del presente caso conforme a los
fundamentos siguientes.
III.2. Armonización de términos procesales en la acción de libertad
La Constitución Política del Estado dentro de las acciones de defensa de derechos
fundamentales, en el art. 125 prevé la acción de libertad, en cuyo procedimiento en el
art. 126.I establece que: “La autoridad judicial señalará de inmediato, día y hora de la
audiencia pública, la cual tendrá lugar dentro de las veinticuatro horas de interpuesta la
acción, y dispondrá que la persona accionante, sea conducida a su presencia, o acudirá
al lugar de la detención. Con dicha orden se practicará la citación, personal o por cédula,
a la autoridad o la persona denunciada, orden que será obedecida sin observación ni
excusa, tanto por la autoridad o por la persona denunciada, como por los encargados
del as cárceles o lugares de detención, sin que estos una vez citados, puedan
desobedecer”. Por su parte, el art. 89.II de la LTC en actual vigencia señala que: “Si la
autoridad demandada fuere judicial, el recuso deberá ser interpuesto ante un Juez o
tribunal de igual o mayor jerarquía”.
En consecuencia la terminología a utilizarse para referirse a la persona que interpone
esta acción tutelar será “accionante”, y con relación a la autoridad o persona contra
quien se dirige esta acción corresponderá el término “denunciado” o “demandado”
indistintamente.
Asimismo, en cuanto a la terminología con referencia la parte dispositiva, en mérito a la
configuración procesal prevista por el art. 126.III cuando en lo pertinente señala: “… la
sentencia podrá ordenar la tutela de la vida, la restitución del derecho a la libertad, la
reparación de los defectos legales, el cese de la persecución indebida o la remisión del
caso al juez competente…”; a fin de guardar coherencia en caso de otorgar la tutela se
utilizará el término “conceder” y en caso contrario “denegar” la tutela.
Como antecede inmediato, cabe señalar que en las SC 0007/2010-R y 0011/2010-R se
empezó a utilizar estos términos, no obstante a fin de unificar y armonizar criterios de
orden procesal, se deja constancia, que a partir de la presente resolución, corresponde
utilizar la terminología precedentemente explicada, la cual será de carácter vinculante,
conforme disponen los arts. 4 y 44 de la LTC, para todas las autoridades judiciales que
actúen como tribunal de garantías constitucionales, como para este Tribunal.
III.3. La acción de libertad como medio de defensa constitucional idóneo ante la
dilación indebida que lesiona el derecho a la libertad física: caso de la fecha lejana
para considerar la cesación a la detención preventiva
La acción de libertad, es una acción jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad
proteger y/o restablecer el derecho a la libertad física o humana, y también el derecho a
la vida, si es que se halla en peligro a raíz de la supresión o restricción a la libertad
personal, sea disponiendo el cese de la persecución indebida, el restablecimiento de las
formalidades legales y/o la remisión del caso al juez competente, la restitución del
derecho a la libertad física, o la protección de la vida misma, motivo por el cual se
constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y reparadora de trascendental
importancia que garantiza como su nombre lo indica, la libertad, derecho consagrado
por los arts. 22 y 23.I de la CPE, así se tiene establecido en la SC 0011/2010-R.
Si bien la naturaleza jurídica de esta acción de defensa, es no subsidiaria, es decir, que
no es necesario el agotamiento previo de medios o recursos para acudir a su tutela,
tratándose de materia penal y al contar el país con un sistema judicial y procesal penal
que pone al alcance de los ciudadanos, medios idóneos y oportunos para que se respeten
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y restablezcan sus derechos en la misma vía, de manera excepcional, se han establecido
subreglas de subsidiariedad; empero, las mismas no son aplicables si es que existe una
evidente dilación, así la SC 008/2010, ha señalado: “…cuando exista privación efectiva
de libertad, por ser esta una causal grave, se entenderá que la vía procesal existente no
es idónea, cuando se pruebe que una vez activados estos mecanismos procesales, su
resolución y efectiva protección serán dilatadas, por ejemplo, por ser irrazonables los
plazos de resolución; por existir excesiva carga procesal para una rápida decisión o
ejecución de la decisión o por no cumplirse con los plazos para emisión de
resoluciones establecidos por la ley”. Uno de esos casos es cuando en el trámite de una
solicitud del peticionante privado de libertad, preventivamente o no, debe existir
celeridad en su atención positiva o negativa, pues de no ser así, se activa la acción de 
defensa específica que es la acción de libertad.
La solicitud de cesación de detención preventiva prevista por el art. 239 del CPP,
está regida por el principio de celeridad procesal
Bajo la égida que el derecho a la libertad ocupa un lugar importante, junto a la dignidad
humana en el catálogo de derechos civiles como parte integrante a su vez de los
derechos fundamentales, tal cual lo establece el art. 22 de la CPE al señalar que: “La
dignidad y la libertad de la persona son inviolables. Respetarlas y protegerlas es deber
primordial del Estado”, norma que debe ser interpretada en base a los valores de la
misma Constitución, la cual en el art. 8.II establece que el Estado se sustenta en los
valores de dignidad y libertad, entre muchos otros; se debe tener en cuenta que la
restricción o límite al derecho a la libertad física en materia penal, con carácter
provisional o cautelar, conforme a los requisitos constitucionales y legales, tienen
naturaleza instrumental y por ende modificable.
De acuerdo al sistema procesal penal vigente, plasmado en la Ley 1970 o Código de
Procedimiento Penal, el art. 239, establece los casos en que procede la cesación de la
detención preventiva, empero, el presente análisis no se aboca a los casos
particulares, a ninguno de los incisos del art. 239 del CPP, ni a los aspectos
positivos o negativos, legales o doctrinales, o a su interpretación o efectos, sino sólo
y exclusivamente a aspectos generales como es la celeridad en su trámite una vez
efectuada la solicitud.
En ese sentido, es preciso puntualizar que la detención preventiva, no tiene por finalidad
la condena prematura, por cuanto la presunción de inocencia, sólo es desvirtuada ante
un fallo condenatorio con calidad de cosa juzgada, por ello su imposición como medida
precautoria está sujeta a reglas, como también su cesación, lo cual implica el trámite a
seguir; y si bien no existe una norma procesal legal que expresamente disponga un plazo
máximo en el cual debe realizarse la audiencia de consideración, corresponde aplicar los
valores y principios constitucionales, previstos en el ya citado art. 8.II de la CPE,
referido al valor libertad complementado por el art. 180.I de la misma norma
constitucional, que establece que la jurisdicción ordinaria se fundamenta en el principio
procesal de celeridad entre otros; motivo por el cual toda autoridad jurisdiccional que
conozca una solicitud de un detenido o privado de libertad, debe tramitar la misma, con
la mayor celeridad posible, y dentro de los plazos legales si están fijados, y en un plazo
razonable, si no está establecido por ley. De no ser así, tal actuación procesal provocaría
efectos dilatorios sobre los derechos del detenido y en consecuencia repercute o afecta a
su libertad que de hecho ya está disminuida por la sola privación de libertad en que se
encuentra, sin que este razonamiento implique que necesariamente se deba deferir a su
petición, sino, se refiere a que sea escuchado oportunamente a fin de que obtenga una
respuesta positiva o negativa.
En consecuencia, se considera acto dilatorio en el trámite de la cesación de la detención
preventiva, cuando:
a)  En lugar de fijar directamente la fecha y hora de la audiencia y notificar a las partes,
se dispongan traslados previos e innecesarios no previstos por ley.
b)  Se fije la audiencia en una fecha alejada, más allá de lo razonable o prudencial.
Plazo que puede ser en un límite de tres o cinco días máximo, dependiendo de la
particularidad de cada caso, cuando por ejemplo existan varias partes imputadas o
víctimas múltiples que tengan que ser notificadas, o por la distancia donde se deba
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efectuar un determinado acto previo y esencial -como sucede con algunas
notificaciones-, o que el juzgado esté de turno, etc. Con la excepción única y exclusiva
en los casos que exista complejidad por la naturaleza propia y la relevancia del proceso,
como los derechos e intereses comprometidos y relacionados a la petición; situación que
deberá ser justificada por la autoridad judicial competente a momento de señalar la
fecha de audiencia, teniendo en cuenta la razonabilidad.
c) Se suspende la audiencia de consideración, por causas o motivos que no justifican la
suspensión, ni son causales de nulidad. Tal el caso de la inasistencia del representante
del Ministerio Público o de la víctima y/o querellante, si es que han sido notificadas
legalmente y no comparecen a la audiencia. En el caso del Ministerio Público al estar
regido por el principio de unidad tiene los medios para asistir a través de otro fiscal, y
en cuanto al querellante al ser coadyuvante y estar notificado, su participación es
potestativa en dicho acto, y por ende, su inasistencia no vincula a la autoridad
jurisdiccional al estar cumplida la formalidad. No obstante, en caso de que la suspensión
se deba a la falta de notificación o a la inasistencia del propio imputado, no existe
dilación indebida ni afectación a derecho alguno, en cuyo caso deberá fijarse nueva
fecha de audiencia conforme a las directrices expuestas.
III.4. Análisis del caso concreto
En la problemática planteada, dentro del proceso penal seguido en contra del accionante
por el delito de violación, éste en dos oportunidades impetró a la autoridad
jurisdiccional para que fije día y hora de audiencia, para la consideración de la cesación
de su detención preventiva; sin embargo, sus solicitudes no fueron atendidas con la
prontitud y diligencia debida ocasionando dilación en su tramitación y consideración.
Así por ejemplo, la primera audiencia fue señalada luego de diez días de que fuera
solicitada.
En cuanto a la suspensión de las audiencias, se tiene que la primera, según lo
aseverado por el propio accionante, éste llegó retrazado por negligencia de los
funcionarios policiales encargados de conducirlo, demora que determinó que el Juez
demandado suspenda la audiencia, actuación en la que no se advierte ilegalidad
atribuible a la autoridad judicial, pues, ante la ausencia del imputado solicitante de la
cesación de detención preventiva, la audiencia no podía ser instalada ya que no podía
celebrarse sin su presencia en resguardo del derecho a la defensa y la garantía del
debido proceso. No obstante, por la situación de privación de libertad en la que se
encontraba el accionante, la autoridad demandada debió señalar nueva audiencia con la
diligencia del caso y no como lo hizo, recién para dentro de once días después, sin
exponer justificativo alguno.
En cambio la segunda audiencia, fue suspendida sin fundamento jurídico válido,
primero, porque no consideró que como anteriormente se había suspendido una primera
audiencia, el imputado ya fue objeto de una lesión a su derecho a la libertad; y en
segundo lugar, porque si bien existió solicitud expresa de la Fiscal; sin embargo, ello no
ameritaba suspensión alguna de la audiencia, ya que la ausencia de esta autoridad a la
audiencia de consideración de la cesación de la detención preventiva, no impedía la
realización del acto procesal. Este entendimiento ya fue asumido por este Tribunal en la
SC 0224/2004-R, que sobre el particular señaló: ”el juez encargado del control
jurisdiccional, deberá fijar la audiencia dentro de un plazo razonable; empero, para el
caso de ser imposible su realización por cuestiones no sólo de orden formal sino que
involucren posibles lesiones a derechos fundamentales de la parte acusadora
particular y del Ministerio Público, deberá asegurar que estén notificados con el acto,
y si pese a dicha notificación no se hacen presentes a la celebración deberá
desarrollarla indefectiblemente, pues la ausencia de los mismos importará su
aceptación a la solicitud”. Interpretación que no contraviene el orden constitucional,
como se tiene explicado en los puntos precedentes y por ende es aplicable conforme
previene el art. 4.II de la Ley 003.
En consecuencia, el Juez cautelar de la causa, una vez recibida la solicitud de
suspensión de la Fiscal, sea justificada o no, debió celebrar la audiencia de
consideración de la cesación de la detención preventiva del accionante, pues la
inasistencia del Ministerio Público, a contrario de la del imputado, no constituye una
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causal de suspensión, y en base a las pruebas presentadas por el imputado debió resolver
sobre la pertinencia o no de la solicitud, por lo que, con su actuación ha vulnerado el
derecho a la libertad del hoy accionante, correspondiendo sobre este punto otorgar la
tutela solicitada.
Asimismo, la autoridad judicial incurrió en otra actuación indebida al señalar audiencia
para once días después, cuando estaba en la obligación de tramitar las reiteradas
solicitudes con la celeridad del caso, sin que haya presentado justificativo alguno para
fijar la audiencia en ese plazo, y lo alegado recién en la audiencia de consideración de la
acción de defensa respecto a su excesiva carga procesal, no lo exime de la
responsabilidad, puesto que tampoco acreditó dicho extremo, como por ejemplo sucede
en otros casos donde han presentado el rol de audiencias, incurriendo en el mismo acto
lesivo en dos veces consecutivas; por lo que respecto a esta parte de la denuncia,
también corresponde otorgar la tutela solicitada.
Por lo precedentemente señalado, el caso se encuentra dentro de las previsiones y
alcances del hábeas corpus, por lo que el Tribunal de garantías constitucionales al
haberlo declarado “improcedente” en el entonces “recurso”, no ha efectuado una
adecuada compulsa de los antecedentes procesales ni ha aplicado debidamente los
alcances de esta acción tutelar.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional en virtud de la jurisdicción y competencia que le confieren
los arts. 4 y 6 de la Ley 003 de 13 de febrero de 2010 denominada Ley  de Necesidad de
Transición a los Nuevos Entes del Órgano Judicial y  Ministerio Publico; 7 inc. 8) y 93
de la LTC, en revisión resuelve:
1.- REVOCAR la Resolución 37/07 de 15 de octubre de 2007, cursante a fs. 10 y vta.,
pronunciada por la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La
Paz; y en consecuencia CONCEDE la tutela solicitada.
2.- Se exhorta a la autoridad judicial denunciada, Rolando Sarmiento Torrez, Juez
Noveno de Instrucción en lo Penal del Distrito Judicial de La Paz, a que en el futuro
adecúe sus actos conforme a derecho y a la Constitución.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta  Constitucional.
Fdo. Dr. Juan Lanchipa Ponce
PRESIDENTE
Fdo. Dr. Abigael Burgoa Ordóñez
DECANO
Fdo. Dr. Ernesto Félix Mur
MAGISTRADO
Corresponde a la SC 0078/2010-R.
Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Marco Antonio Baldivieso Jinéz
MAGISTRADO

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