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Estrés calórico en ganado lechero II: Consecuencias,

indicadores de riesgo y cómo minimizar su efecto


 Grupo Nutec  Grupo Nutec  Septiembre 28, 2020

Autor: Luis Ricardo Pérez García

Saúl Salgado

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El ganado sometido a estrés calórico (EC) sufre cambios fisiológicos, metabólicos y de comportamiento como un
mecanismo de adaptación, buscando mantener el balance térmico y mantener la temperatura corporal constante.
Como consecuencia, estos cambios reducen funciones metabólicas como la producción de leche, la reproducción
y el crecimiento.

CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS CALÓRICO

Disminución de la condición corporal y pérdida de peso

El animal pierde peso debido al desbalance energético ocasionado por el bajo consumo de alimento y de energía,
acompañado de la reducción de la absorción de nutrientes y el incremento en el gasto energético para
mantenimiento. La intensidad de la pérdida de la condición dependerá de la condición corporal al momento de
ser sometido a EC, de la intensidad y duración del EC, de la etapa de producción y la edad del animal.
Disminución de la producción y calidad de
leche

La eficiencia en la utilización de la energía para la producción


de leche se reduce 30 - 50%. La cantidad de la disminución
de la producción está relacionada con el nivel de producción
y el consumo de materia seca antes del EC y la etapa de la
lactancia.

En promedio, la producción disminuye 10 - 15% al inicio de la


lactancia, mientras que a media lactancia disminuye 35 - 38%
y dependiendo de la intensidad del EC puede llegar hasta el 50%. Al inicio de la lactancia la producción no
depende totalmente del consumo de alimento y la vaca utiliza su reserva corporal para mantener la producción,
mientras que la producción en el resto de la lactancia depende de la energía que consume en el alimento. La
utilización de las reservas corporales es más eficiente que la utilización del alimento, por lo que al inicio de la
lactancia se produce menos calor metabólico por kilo de leche producido que a media lactancia. Además, a media
lactancia se alcanza el pico de lactancia que demanda una mayor cantidad de energía. Si el acceso a agua es
limitado la producción de leche disminuye aún más, debido a que el animal redirecciona el agua disponible hacia
el mantenimiento de la termorregulación.

El EC afecta la calidad de la leche: disminuye la concentración de grasa (8 - 40%), proteína  (4 - 17%), y sólidos no
grasos (SNG, 4 - 19%). El nivel de NEFA y glucosa hepática disminuyen reduciendo la cantidad de glucosa que llega
a la glándula mamaria restringiendo la síntesis de lactosa disponible para producción de leche.

Disminución de la eficiencia reproductiva

El EC altera la dinámica del ciclo estral y la secreción de progesterona (P4), hormona luteinizante (LH) y hormona
folículo estimulante (FSH) afectando el desarrollo de los ovocitos. Suprime la ovulación,  induce anestros, reduce la
duración y la intensidad del estro y aumenta la presentación de estros silenciosos debido al incremento de la
hormona Adrenocorticotrópica (ACTH) que estimula la secreción de cortisol y a la reducción en la secreción de
estradiol.

Afecta el desarrollo embrionario y ocasiona mortalidad y pérdida embrionaria al interferir con la síntesis proteica,
inducir estrés oxidativo y daño celular, reduce la producción de Interferón - tau interfiriendo con el mecanismo de
reconocimiento temprano de la gestación y ocasiona el incremento en la secreción de PGF2? endometrial.

Reduce el flujo sanguíneo hacia el útero disminuyendo la tasa de implantación, alterando el funcionamiento
placentario, reduciendo el crecimiento y desarrollo fetal y puede ocasionar pérdida fetal.

Efecto sobre la inmunidad

Se incrementa la producción de glucocorticoides y catecolaminas, que alteran la respuesta del sistema inmune y
deprimen la respuesta de los sistemas inmune innato y adaptativo. Niveles elevados de corticosteroides limitan la
quimiotaxis, la capacidad de adhesión, la actividad de receptores, la fagocitosis y la replicación de los neutrófilos
disminuyendo la capacidad de defensa del organismo.
Efecto sobre la ubre y la incidencia de mastitis

El estrés oxidativo generado por EC ocasiona alteraciones en la glándula mamaria: modifica la interacción entre el
epitelio mamario y el tejido estromal que regulan la apoptosis, remodelación de tejido y el grado de inflamación,
disminuyendo la regeneración glandular y la proliferación de células epiteliales. Desencadena además una
respuesta inflamatoria descontrolada y ocasiona daño tisular reduciendo el lumen alveolar, ocasiona fibrosis y la
destrucción del parénquima. Durante el periodo seco afecta el desarrollo de la glándula mamaria, induce la
involución de la ubre y ocasiona apoptosis celular afectando la capacidad de producción de leche subsecuente al
parto.

El EC deprime el sistema inmune ocasionando baja eficiencia del sistema de defensa y la ubre queda expuesta a
patógenos que ocasionan mastitis, como coliformes, Mycoplasma, Staphylococcus y Streptococcus. Elevadas
temperaturas y humedad favorecen el crecimiento de patógenos en las superficies con las que el animal entra en
contacto y en el medio ambiente aumentan la carga bacteriana, incrementando el conteo de células somáticas
(SSC) y la incidencia de mastitis; un valor de 66 en el ITH es el umbral en el cual podemos esperar que inicie el
incremento de SSC.

INDICADORES DE MEDICIÓN DEL RIESGO POR ESTRÉS CALÓRICO

Se han desarrollado diferentes índices para identificar condiciones de riesgo de estrés calórico correlacionando
datos ambientales y que intentan cuantificar el efecto del medio ambiente sobre el ganado y la producción. El
Índice de Temperatura - Humedad (ITH), propuesto por Thom (1959) y posteriormente adaptado por Berry (1964)
sigue vigente y es el índice más utilizado. Determina un valor numérico para la intensidad del EC en función de la
temperatura y la humedad relativa, determina el umbral en el cual el animal experimenta estrés calórico y la
producción empieza a verse afectada. A partir de un valor de 68 en el ITH es el punto en el cual el animal
comienza a presentar estrés calórico y la producción disminuye.

A medida que el valor del ITH se incrementa la intensidad del estrés también se incrementa; un valor de ITH
mayor a 98 se considera letal.
El incremento de ITH de 68 a 78 ocasiona que el consumo de materia seca disminuya 1.73kg y la reducción en la
producción de leche en 4.1kg. Esto indica que el incremento de una unidad de ITH a partir de 68 representa la
reducción de 0.41 kg de leche/día por cada unidad de incremento del valor de ITH (Figura 1).

Debido a que la respiración y el jadeo son un indicador fácilmente detectable y sencillo de monitorear se han
determinado escalas para estimar la intensidad del EC asignando valores numéricos en función de la intensidad y
el número de respiraciones por minuto (RPM). Estas escalas de la tasa respiratoria se han relacionado con los
valores del ITH. Una frecuencia respiratoria de 20 a 60 respiraciones por minuto se considera normal; tasas
respiratorias mayores indican temperaturas superiores al umbral de confort y estrés calórico, pudiendo llegar a
200 respiraciones por minuto dependiendo de la intensidad del calor y la humedad relativa del ambiente (Figura
2).

MEDIDAS PARA CONTRARRESTAR LOS EFECTOS NEGATIVOS DEL ESTRÉS CALÓRICO

Para disminuir el efecto del EC se deben adoptar medidas relacionadas con la alimentación y el manejo general
dirigidas a minimizar la producción de calor metabólico, reducir la absorción de calor ambiental y maximizar la
disipación calórica del ganado.

ALIMENTACIÓN

a) Incremento en la frecuencia de alimentación. Distribuye el incremento de calor sobre un periodo de tiempo


más largo disminuyendo la carga calórica y facilita la disipación de calor. Permite una fermentación ruminal
uniforme, una tasa de absorción de nutrientes más eficiente y un mayor consumo de materia seca sin disminuir el
pH ruminal. Mantiene además alimento fresco disponible estimulando el consumo.

b) Uniformidad de la mezcla, distribución y tamaño de las partículas de alimento. Una mezcla y tamaño de
partícula adecuados evita la selección por el ganado, promueve un consumo uniforme y permite una
fermentación adecuada en rumen.

c) Proteína de la dieta. El EC ocasiona balance negativo de nitrógeno (N). Dietas deficientes en proteína
ocasionan la utilización de proteína tisular aumentando la producción de calor metabólico y la carga calórica.
Debe evitarse también el exceso de proteína en la dieta, minimizarse el contenido de proteína soluble (PS) y
proteína degradable en rumen (PDR, < 61%) que reducen la energía disponible debido al gasto energético
necesario para metabolizarla y eliminar el exceso de N como urea. La suplementación de proteína y aminoácidos
de sobrepaso proporcionan proteína y aminoácidos digestibles sin incrementar la carga calórica.
d) Fibra de la dieta. Una adecuada cantidad de fibra efectiva mejora el funcionamiento ruminal; cantidades
elevadas de fibra reducen el consumo e incrementan la carga calórica debido a que el metabolismo del acetato
producido en dietas con alta concentración de fibra produce una mayor cantidad de calor endógeno que el
metabolismo del propionato, producido en dietas con mayor proporción de concentrado.

Reducir el nivel de fibra, especialmente FDN, ayuda a minimizar la disminución del consumo de materia seca; sin
embargo, los niveles de FDA y de FDN no deben ser inferiores al 18% y al 28% de la materia seca,
respectivamente.

e) Almidón como fuente de glucosa. El elevado requerimiento de glucosa puede ser cubierto con fuentes de
almidón de lenta fermentación; disminuye la carga calórica al reducir la fermentación del almidón en el rumen,
permite la formación de glucosa en el hígado sin reducir el pH ruminal y minimiza el riesgo de acidosis. El almidón
que no es fermentado en rumen es absorbido en el intestino y utilizado para la formación de glucosa.

f) Grasa de sobrepaso. Incrementa el consumo de energía neta debido a su elevada densidad energética y a su
baja producción de calor metabólico. Ayuda a reducir la producción de calor producido por la fermentación
ruminal y el metabolismo tisular al reemplazar carbohidratos de rápida fermentación, reduciendo la carga
calórica. Sin embargo, la inclusión de grasa no debe exceder el 5% de la materia seca de la dieta total.

g) Vitaminas y minerales traza. La suplementación de Vitaminas A, C y E en combinación con minerales traza Cu,
Mn, Se y Zn es muy importante; participan en numerosas funciones metabólicas, fisiológicas y forman parte de
sistemas de protección antioxidantes (enzimas SOD, GHS y CAT) que reducen el efecto del estrés oxidativo
ocasionado por el EC. El Cromo mejora el metabolismo de carbohidratos, grasa y proteínas; incrementa la
actividad de la insulina facilitando el transporte de glucosa mejorando el metabolismo de carbohidratos y reduce
la cantidad de NEFA circulantes. La Niacina ayuda a incrementar la vasodilatación aumentando la disipación
calórica por evaporación y reduce el efecto del EC a nivel celular. Biotina y Colina mejoran la eficiencia del
metabolismo hepático y favorecen la producción de glucosa.

h) Macro minerales. La pérdida de minerales se incrementa mediante la orina, heces y sudor, por lo que es
necesario el incremento de las concentraciones de Sodio, Potasio y Magnesio de la dieta y ajustar la
suplementación de minerales en función del consumo. La inclusión de minerales catiónicos en las dietas del
ganado en producción para elevar el DCAD favorece el consumo de alimento, incrementa la digestibilidad de la
materia seca (3.5%), incrementa la digestibilidad de NDF (7.5%), e incrementa la producción y el contenido de
grasa en leche. Para mantener un DCAD adecuado es importante limitar el consumo de Cloro por su efecto
acidogénico.

i) Aditivos en la dieta.

Buferizantes y levadura viva minimizan la fluctuación del pH ruminal, mantienen el ambiente ruminal sano
e incrementan la digestibilidad de la fibra estimulando el consumo de materia seca, especialmente con
dietas bajas en fibra o con fibra de mala calidad.

Flavonoides: incrementan la concentración de Catalasa (CAT) intracelular y son capaces de eliminar


radicales libres disminuyendo la intensidad del estrés oxidativo ocasionado por EC. Además, son capaces de
regular la actividad de células relacionadas con la inflamación, inhiben la liberación de histamina e inhiben
la proliferación de linfocitos T, actuando como antiinflamatorios.
Polifenoles como la Capsaicina, el Cinemaldehido y la Diosgenina inducen vasodilatación de los vasos
periféricos y cutáneos incrementando el intercambio calórico, disminuyen el consumo de oxígeno
reduciendo la producción calórica, incrementan la salivación, estimulan la producción enzimática intestinal
y pancreática mejorando la digestión intestinal, y a nivel de nervios vagales inhiben el centro de la saciedad
incrementando el consumo de materia seca.
j) Agua. El ganado debe contar con acceso ilimitado a agua fresca y limpia. El bebedero debe permitir que el 15 -
20% de los animales beban al mismo tiempo, y el flujo de agua del bebedero debe mantener el bebedero lleno,
considerando que una vaca puede beber 10 - 20 litros por minuto. Durante estrés calórico la pérdida de agua a
través de la piel se incrementa 59% y a través de la respiración 50%, por lo que el consumo de agua puede ser el
doble del consumo normal.

MANEJO

a) Áreas sombreadas que eviten la exposición a radiación solar directa, especialmente durante las horas más
calientes del día, pueden reducir la carga calórica 30 - 50%. Vacas en producción con áreas sombreadas presentan
menor tasa respiratoria (- 28 respiraciones/min), menor temperatura rectal (- 0.5°C), mayor tasa de concepción (+
57%), mayor producción de leche (+ 10 - 12%) y menor presentación de mastitis (- 47%). Vacas en periodo seco
que tienen acceso a sombra paren becerros más pesados (+ 3 kg) y producen 13.6% más leche. Sombra sobre los
comederos evita que el alimento se caliente, se deshidrate y se fermente rápidamente; sombra sobre lo
bebederos evita el calentamiento del agua manteniéndola fresca, estimulando el consumo de agua.

b) Aislamiento térmico en techos y paredes reduce el flujo de calor manteniendo el ambiente del área debajo del
techo y entre las paredes más fresco; puede reducir el ITH 1 - 1.5 unidades.

c) Aumentar el flujo de aire en corrales e instalaciones facilita el enfriamiento por convección y evaporación.

d) Sistemas de Enfriamiento Artificial, con aspersores y ventiladores. El objetivo es enfriar al ganado facilitando la
transpiración humedeciendo la piel y aumentar la pérdida de calor por convección mediante corrientes de aire
forzado suministrado por ventiladores. En general, la instalación de sistemas de enfriamiento disminuye el ITH 1 -
5 unidades; reduce la temperatura rectal (0.5 a 1°C), reduce la tasa respiratoria (17.5 - 40.5%), incrementa el
consumo de alimento (7 - 9%) e incrementa la producción (10 - 15%).

e) Limitar el manejo del ganado a las horas más frescas del día, evitando cualquier manejo en las horas pico de
calor y minimizar el tiempo que permanece el ganado en el área de espera.

f) Evitar la sobrepoblación en los corrales: el contacto estrecho entre animales dificulta la disipación del calor,
incrementa la cantidad de calor que debe eliminarse y disminuye el efecto de los sombreaderos. La
sobrepoblación reduce la disponibilidad de espacios de comedero y de bebedero limitando el consumo de agua y
alimento; disminuye el tiempo que el animal dedica a comer 14 - 24%, el ganado come 25% más rápido y dedica 1
hora menos a la rumia.

Adicionalmente, la carga de patógenos es mayor en corrales con sobrepoblación, lo que incrementa la exposición
de la ubre a infecciones.

g) Establecer programas de control de moscas e insectos; actúan como vectores de enfermedades y mastitis,
además de producir estrés en el ganado disminuyendo la cantidad de energía disponible para producción.
CONCLUSIÓN

El ganado tendrá como prioridad la termorregulación durante EC, por lo que reducirá funciones metabólicas
como la producción de leche, la reproducción y el crecimiento. Los efectos del estrés calórico pueden tener una
duración prolongada, afectar la rentabilidad del establo a corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, el efecto del
EC puede ser disminuido adoptando estrategias de manejo y alimentación dirigidas a facilitar los mecanismos de
termorregulación del ganado que le permitan adaptarse rápidamente al incremento de humedad y temperatura,
mantener en lo posible el balance térmico y minimizar los cambios metabólicos.

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