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FICHA TECNICA DE INTERVENCIÓN NUTRICIONAL

Tratamiento de la Obesidad.

Definición: El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o


excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. (OMS, 2015)
Diagnostico:
Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso.
Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad grado I
Un IMC igual o superior a 35 determina obesidad grado II
Un IMC igual o superior a 40 determina obesidad grado III
Mecanismo Fisiopatológico: La generación de un balance energético positivo
relacionado por un aumento de la ingesta y/o una disminución del gasto, la saturación de
rutas glucolíticas por un exceso de consumo de carbohidratos y la reducción del gasto
calórico debido al desarrollo de prácticas sedentarias originan un aumento en la
generación del tejido adiposo que almacena en forma de triglicéridos la energía. En la
obesidad existe un incremento de la lipolisis que da como resultados una liberación
excesiva de ácidos grasos no esterificados. El incremento intracelular de ácidos grasos y
diacilgliceroles (DAG) activan a la proteína quinasa C (PKC), proteína involucrada en la
inhibición de las señales intracelulares de la insulina, por medio de la fosforilación del
receptor del sustrato de insulina tipo 1 y 2 (IRS1/2). Además PKC activa la enzima NADH
oxidasa, que incrementa la producción de especies reactivas de oxigeno e inhibe la
producción de óxido nítrico (NO). Estos cambios son dañinos para las células
endoteliales ya que disminuye la vasodilatación e incrementa la hipertensión. Además,
los ácidos grasos intracelulares permiten la activación de vías de señalización intracelular
relacionadas con la inflamación. Por ejemplo la activación de NFKB y cJUn N-terminal
quinasa del tipo 1 (JNK-1), tienen un papel importante en la producción sostenida de las
citosinas pro-inflamatorias.
Objetivos:
 conseguir la pérdida de un 10% del peso inicial.
 procurar pérdidas entre 0,5 y 1 kg a la semana atendiendo al resto de
necesidades nutricionales del paciente.
 La educar en cambios en el estilo de vida al paciente procurando
Intervención nutricional:
Energia: Es suficiente un déficit energético de entre 500 y 1.000 kcal diarias sobre las
necesidades energéticas del paciente obeso adulto para producir una pérdida de peso
del 8% en los primeros 6 meses de tratamiento (recomendación de grado A). La
disminución del tamaño de las raciones consumidas y/o de la densidad energética de la
dieta son medidas estratégicas efectivas para disminuir peso en pacientes obesos a
través del tratamiento dietético.
Carbohidratos: Se recomienda que sean concentración de carbohidratos del 40 al 60%
del Valor Calórico Total (VCT). Si se harán restricciones debajo del 40% se denominan
dietas bajas en carbohidratos (DBHC por sus siglas en ingles), no deben mantenerse por
mucho tiempo debido a que se han asociado con una alta tasa de mortalidad. los
suplementos de fibra (fundamentalmente glucomanano) pueden aumentar la eficacia de
la dieta en la pérdida de peso, en las cantidades de 14 gr/1000kcal del VCT. No se puede
recomendar la disminución de IG y CG como estrategia específica en el tratamiento
dietético de la obesidad debido a no tener la evidencia suficiente para mantener la
pérdida de peso.
Proteína: Para garantizar el mantenimiento o incremento de la masa magra, durante una
dieta hipocalórica, resulta eficaz aumentar el contenido de proteínas de la dieta por
encima de 1,05 g/kg. Si se prescribe una dieta hiperproteica se debe limitar el aporte de
proteína de origen animal para prevenir un mayor riesgo de mortalidad a muy largo plazo.
Lípidos: 20-30% del VCT. La restricción de las grasas está justificada por su elevado
aporte calórico, menor gasto de almacenamiento y menor efecto termogénico. También
por el efecto beneficioso de su restricción sobre el riesgo CV.
Micronutrientes: Las necesidades de micronutrientes (vitaminas y minerales) quedan
cubiertas con este tipo de dietas, siempre que se respete la selección variada de
alimentos con alta densidad de nutrientes. En caso de utilizar dietas bajas en calorías o
muy bajas en calorías utilizar suplementos por vía oral.
Distribución y tiempos de comida: Evitar largos periodos de ayuno, distribuyendo los
alimentos en pequeñas tomas frecuentes a lo largo del día. De este modo se previene el
aumento del apetito/ansiedad por la comida y del picoteo de alimentos calóricos.
Normalmente se aconseja realizar cinco comidas al día, respetando el horario para cada
una de ellas:
– Desayuno: 20-25% kcal.
– Media mañana: 5-10% kcal.
– Comida: 30-35% kcal.
– Merienda: 5-10% kcal.
– Cena: 20-25% kcal
Monitoreo:
Antropometría: Se realizan evaluaciones antropométricas cada semana, quincena o
mes, esperando tener pérdidas de 1,2 o 4 kg aproximadamente. Evaluar la composición
corporal para evidenciar que la pérdida de peso se de grasa respectivamente.
Bioquímica: Estar monitoreando los parámetros relacionados con las comorbilidades de
la obesidad glucosa, triglicéridos, colesterol, HDL, LDL.
Clinica: Interrogatorio y exploración dirigido a comorbilidades de la obesidad Monitoreo
de la presión arterial, frecuencia respiratoria, frecuencia cardiaca, preguntar sobre posible
desgaste articular, exploración dirigida a buscar acantosis nigricans.
Dietetica: Evaluación del apago al tratamiento. % de aduación y educación sobre grupos
de alimentos, raciones o equivalentes.

Bibliografía
BASILIO MORENO, E., IZQUIERDO, J. Q., & LOBO, M. I. (2011). Nutrición y Enfermedad . En K.
Company. Kellogs.
Hernandez Fernandez, M. (2008). Temas de Nutrición, Dietoterapia. La Habana: Editorial de
Ciencias Medicas.

Irecta Najera, C. A., & Gordillo, G. d. (2016). Mecanismos moleculares de la obesidad y el rol de las
adipocinas en las enfermedades metabólicas. Rev Cubana de Investigaciones Biomédicas,
174-183 .

Sociedad Española de Obesidad. (2011). La dieta en el tratamiento de la obesidad . Revista


Española de Obesidad, 4-78.

Salud, O. M. (2015). Nota Descriptiva N°311: Obesidad y Sobrepeso.

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