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El término Filosofía proviene del griego: PHILOS= amor y SOPHYA= sabiduría. Asimismo, el verbo
PHILEO no sólo significa amor, sino también tender, aspirar, tener vocación a... saber.
Pero la siguiente pregunta que nos formulamos para saber qué es la Filosofía del Derecho es:
¿Qué es el Derecho? Acá ya nos formulamos una pregunta de carácter universal, nos preguntamos
sobre los rasgos propios y genuinos del derecho.
La Filosofía del Derecho pretende sacar a la luz los cimientos del Derecho, sus bases y
fundamentos profundos, trascendiendo las fronteras políticas.
En la solución de un caso concreto la sola respuesta del Derecho Positivo puede ser lapidaria, es
menester recurrir a la filosofía, planteándose qué significado tiene el Derecho en la existencia
humana.
Antes de la llegada del hombre estaban los planetas, las estrellas, después las plantas, los
animales. La llegada del hombre es posterior.
El hombre trajo consigo la incorporación del PRINCIPIO DE LIBERTAD. El Ser Humano posee una
libre aptitud transformadora. Hasta su llegada todo respondía a las leyes de la causalidad, en las
que la causa y el efecto se comprometen recíprocamente. Las series causales son siempre
idénticas.
Con la llegada del hombre y de la libertad aparece la esperanza porque en un mundo de causa y
efecto no hay esperanza. En un mundo de seres personales, la esperanza es lo que nos sostiene a
todas las personas que estamos aquí, esperamos la persona amada, el hijo, la amiga, el perdón, la
comprensión. Aparece la ética, el sentido de lo bueno y de lo malo. Por ello la modificación es
cualitativa. Sucede también que el hombre está modificando con su actividad libre, lo que estaba,
es decir que el hombre es un gran transformador..
Etimológicamente la palabra cultura proviene del latin, y su significado es alusivo al cuidado de los
campos. Significa cultivo, crianza. El vocablo recibió una interesante evolución porque se la utilizó
para nombrar a la tierra sembrada, a la acción de cultivar la tierra, pero más tarde al cultivo de una
facultad intelectual, el espíritu. Se entiende por cultura el estado de un espíritu cultivado. Pero
después, la cultura va evolucionando más y el hombre empieza a transformar no solo a la
naturaleza sino sus propias obras culturales. Es decir, el hombre comienza a hacer
transformaciones de sus propios productos culturales.
Existen creaciones culturales que se valoran desde lo que en filosofía llamamos la ambigüedad de
los valores que uno no sabría en que columna ponerlo, ej. La creación de los medios de transporte
ha reducido las distancias a nivel mundial, pero por otra parte son la principal causa de muertes
por dia.
Esto nos pone frente a la realidad de tener que medir en qué proporción se cumplen las finalidades
de cada transformación cultural y cuál es el riesgo de sus consecuencias no deseadas. A veces es
necesario que transcurra un largo tiempo para conocer si un producto cultural es bueno o malo.
No dudamos en valorarlo como un producto cultural bueno, pero no podemos negar sus
consecuencias favorables y desfavorables, traducidas en vidas y muertes. Pero desde el deseo no
resistimos la idea de dar prioridad a sus matices buenos y lo mentamos como un esfuerzo
constante por acercar el SER al DEBER SER, para así finalmente reencauzar el principio de libertad
en dirección a la realización efectiva de uno de los valores más supremos: LA JUSTICIA. En tanto y
en cuanto el derecho contribuya a la protección y promoción de la libertad para la realización de la
dignidad humana, la cual dejará de ser una noción abstracta o un anhelo inalcanzable y se
presentará como una realidad de márgenes definidas.