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EL PASO DEL MITOS AL LOGOS

Para poder comprender qué fue lo que hizo posible el paso del pensamiento mítico-
religioso al pensamiento racional es necesario empezar por analizar brevemente lo
que en tiempos bastante arcaicos dio origen a los mitos. ¿Por qué existieron
los mitos? ¿Qué es un mito?
Antiguamente los mitos fueron una forma de explicar cómo es que surgieron todas las
cosas. ¿Por qué llueve? ¿Por qué hay amor? ¿De dónde venimos?
Y LOS DIFERENTES DIOSES RESPONDÍAN A CADA UNA DE ESTAS
PREGUNTAS.
Estos mitos eran considerados sagrados porque sus explicaciones se basaban en la
intervención de los dioses en la creación de todas las cosas. En la antigüedad
podemos observar que cada cultura tiene sus propios mitos, y en todas, éstos tienen la
misma función: dar una explicación sobre el origen de todas las cosas por medio de
deidades y seres sobrenaturales.
Además, las personas no cuestionaban sus mitos, pues los consideraban como
verdades absolutas e incuestionables y estaban seguras de que lo que narraban es
cierto. La realidad es que los mitos eran la única forma que tenían las personas de ese
tiempo para poder expresar verdades profundas.
Sin embargo, los antiguos Griegos fueron la excepción: ellos trataron de responder de
forma racional y no religiosa a la pregunta sobre el origen de todas las cosas: ¿Cuál es
el origen del mundo y del hombre? Este es el paso del mito al logos: el paso de la fe a
la razón.
Pero ¿qué es el logos? Es una primera aproximación debemos afirmar que la
palabra “logos”, que en un principio significó también narrar y que se remonta en
su raíz indoeuropea hasta la idea de juntar o poner a la visa, acabará
queriendo decir, en el naciente contexto filosófico, dar razón de algo; en términos
griegos, logos didonai. Más exactamente, lo que esto expresa es que cada cosa
tiene su razón y que cada uno ha de aportar las razones que convenga a aquello
de lo que está hablando. Así, si me refiero a la moral y afirmo que la dignidad me
impide mentir. Estoy ofreciendo una razón de por qué tengo ese tipo de conducta en
mis relaciones con los demás. Y si, por el contrario, afirmo que el agua es la
causa de todo lo que existe (afirmación que, en los primeros filósofos, no hacía
sino continuar la mitología religiosa en la que el agua, a modo de envolvente,
domina la tierra), debo estar dispuesto a dar una razón a la altura de la física,
no de la moral. Así pues, la razón o el logos, es proporción y, también el
desvelamiento de lo que las cosas, en sus distintas manifestaciones, son.
Cuando Aristóteles intenta codificar las diversas formas de lo existente, no hará
sino señalar (“acusar” sería la traducción exacta) lo que de hecho se da en la
realidad. El logos, como lenguaje articulado y que se desenvuelve en
argumentación, es la nueva criatura; una criatura que es fruto de los primeros
filósofos. (…) ¿Cuál es ese mensaje que nos quisieron transmitir los primeros
filósofos griegos? Que la razón ha de ser adecuada a lo que en cada caso
estemos dispuestos a expresar. La razón, en este sentido, viene exigida por el
propio lenguaje.

La filosofía nació en el siglo VI a.c. en Mileto, Jonia, una colonia griega ubicada en
Asia Menor. (Actualmente Turquía) ¿Qué tenía en especial este lugar para que allí
naciera el pensamiento filosófico?
Podemos decir que existen 3 razones principales que explican por qué la filosofía
nació en Grecia:
1. La Tolerancia Religiosa
2. El Ambiente Multicultural
3. La Economía

1. Tolerancia Religiosa:
La religión griega carecía de dogmas, no había un grupo de representantes religiosos
amenazándote si decías algo que no estuviera de acuerdo con las creencias
religiosas. Gracias a la tolerancia religiosa, había mucha libertad de pensamiento. La
religión griega era muy abierta a ideas nuevas.
2. Ambiente Multicultural:
En este lugar y tiempo se producen muchos movimientos migratorios, se vivía en un
ambiente donde coexistían diferentes culturas, y el conocer a gente con culturas y
formas de pensar diferentes les ayudó a ser personas con una mente abierta.
Los griegos se acostumbraron oír muchas ideas y puntos de vista
3. La Economía:
Gracias al comercio, algunos ciudadanos eran suficientemente ricos, pudiendo
disponer de tiempo de ocio, esto les permitió poderse dedicar a pensar. Esto quiere
decir que Grecia era lo suficientemente estable económicamente y que existían
muchas personas que se podrían dedicar a estudiar y a pensar sin tener la necesidad
de buscar un trabajo. Actualmente podemos ver cómo países considerados más
desarrollados económicamente son los que producen más avances científicos,
literarios y filosóficos. Al contrario de países pobres económicamente en los que la
principal preocupación de la población es subsistir y alimentarse; la gente se tiene que
dedicar a actividades como la agricultura y la ganadería. No hay espacio para pensar
cuando no se tienen

Por estas 3 razones, Grecia fue un lugar propicio para que surgiera la filosofía. Por lo
tanto, las respuestas a las inquietudes humanas, ya no serían más respondidas por la
fe religiosa, ni por fenómenos sobrenaturales, sino por medio de la razón.
Recordemos que la fe implica creer que algo es cierto, aunque no tengamos pruebas
de ello ni evidencia. Los dogmas son verdades recibidas o reveladas por Dios que no
se pueden poner en cuestión.
A diferencia de la religión, la filosofía es un saber que analiza críticamente cada
creencia. No da nada por válido si no está debidamente justificado.

¿Quiere decir esto que la filosofía y la religión no tienen nada que ver?
En realidad, sí tienen algunas características en común:
Las dos quieren resolver preguntas sobre el ser humano.
A las dos les interesa esclarecer cómo es que debemos comportarnos.

Diferencias:
La moral cristiana, por ejemplo, afirma que matar es algo prohibido y hacerlo significa
un pecado, lo cual aleja al hombre de Dios y de su voluntad. ¿Por qué? Pues porque
así nos lo ha transmitido Dios. Así lo dice la biblia. Desde la filosofía se podría llegar a
la misma conclusión, pero siempre apelando a la razón y a razones lógicas, y no a una
tradición o a una “revelación”.

Mientras que la religión es un saber “estático”, pues cree los mismos dogmas desde su
fundación, la filosofía se replantea todo y se reinventa si es necesario. La filosofía no
se acaba de hacer nunca: no existe un final de la filosofía. La filosofía se va
actualizando, ya que en cada época se pueden dar diferentes respuestas a los mismos
problemas. Mientras que la religión siempre da las mismas respuestas.
Introducción: ¿Qué es la physis?
Lo consideran como naturaleza, de ahí que Aristóteles los llames físicos. La naturaleza
es considerada como la totalidad de lo real, todo cuando existe (el cosmos), incluidos
el hombre y sus artificios. Esto último choca con la concepción ‘lo natural’, que
se contrapone a lo ‘artificial’, pero hay que tener en cuenta que la materia
última de los artefactos, su sustrato ultimo (insumos), es siempre natural,
aunque se trate naturaleza trabajada.
La naturaleza es para ellos como una fuerza poderosa y apabullante de la que
procede todo. Por otra parte, physis procede de la raíz indoeuropea bhú que
en sánscrito significa nacer, producirse algo, brotar. Lo que brota o nace no
estaba antes o estaba oculto, o en preparación antes de parecer, en este
sentido, la naturaleza no es algo estático o inerte, sino una fuerza espontánea y
viva que cambia, se desarrolla y se mueve, surge y desaparece.
¿Qué es hylozoismo?
Viene del griego hylé, ‘materia’ y zoé, ‘vida’; y consiste en la creencia de que la
totalidad de la physis es como un ser viviente dotado de alma, es decir
que todos los objetos inanimados poseen alma.

¿Qué es el arje?
Es el principio de las cosas, lo consideran el inicio del universo o el génesis de
todas las cosas. El término proviene de la lengua griega (Grecia antigua)
y significa origen o principio. También es aquello que no necesita de ninguna
otra cosa para existir.
PRESOCRÁTICOS
Es tarea de la filosofía presocrática rastrear y reconocer, más allá de las apariencias
múltiples y continuamente mudables de la naturaleza, la unidad que hace de ésta un
mundo: la única sustancia que constituye su ser, la ley única que regula su devenir. La
sustancia es para los presocráticos la materia de que todas las cosas se componen;
pero es también la fuerza que explica su composición, su nacimiento y su muerte, su
perpetua mutación. Es su principio no sólo en el sentido de que explica su origen sino
también y sobre todo en el sentido de que hace inteligible y reunifica aquella
multiplicidad y mutabilidad de las cosas que parece, a primera vista, tan rebelde a
cualquier consideración unitaria. De ahí se desprende el carácter activo y dinámico
que la naturaleza, la fysis, tiene para los presocráticos: no es una sustancia inmóvil,
sino la sustancia como principio de acción y de inteligibilidad de todo lo que es múltiple
y deviene.
TALES DE MILETO (624 – 546 a. c.)
El arché, que en apariencia se nos presenta de manera variada y mudable. Es
un principio natural que se debe tomar como elemento inicial.
Su elemento primario es el agua y lo señala como el principio o arje del
cosmos.
Gran erudito, filósofo y matemático originario de Grecia y fundador de la
famosa Escuela de Mileto.
el agua es el elemento primordial para la vida. Por ejemplo, un ser humano
está compuesto en un 75% de agua, mientras que una lechuga lo está en un
90%. También fue importante su estancia en Egipto, donde las periódicas
inundaciones del río Nilo y la formación del delta permitieron el desarrollo de la
cultura egipcia.
A pesar de que han pasado muchos siglos desde Tales hasta hoy, la ciencia
moderna en muchos sentidos le da la razón a Tales: tres cuartas parte del
planeta es agua, sin agua no hay vida en la tierra y hasta en el momento no se
ha descubierto otro planeta que contenga agua para albergar la vida como en
nuestro.

"Tales dice que el principio es el agua, por la cual afirmaba también que la tierra se
sostiene sobre el agua; quizá sus razones fueran el ver que el alimento de todas las
cosas es húmedo y que lo cálido se engendra y vive en la humedad; pues aquello de
que todo se engendra es el principio de todo. Por eso siguió tales conjeturas y también
porque las semillas de todas las cosas son de naturaleza húmeda y el agua es para lo
húmedo el principio de su naturaleza." . Tales argumentaba que la tierra se sostiene
sobre el agua: el agua es aquí sustancia en el más simple de los significados, como lo
que está debajo (subiectum) y sostiene. El otro argumento (la generación de lo
húmedo) es aducido solo como probable; quizás es una conjetura de Aristóteles. Tales
creía unida al agua una fuerza activa, vivificante y transformadora: tal vez en este
sentido decía que "todo está lleno de dioses" y que el imán tiene alma porque atrae al
hierro.
ANAXIMANDRO (610 – 545 a. C.)
Es el primer autor de escritos filosóficos de Grecia; su obra en prosa Acerca de la
naturaleza señala una etapa notable de la especulación cosmológica entre los jonios.
Usó por primera vez el nombre de principio (arché) para referirse a la sustancia única;
y encontró tal principio no en el agua o en el aire o en otro elemento determinado, sino
en el infinito (ápeiron) o sea en la cantidad infinita de materia, de la cual se originan
todas las cosas y en la cual todas se disuelven, EL APEIRÓN es inmortal e
indestructible y, por lo tanto, divino. EL APEIRÓN no lo considera como una mezcla de
los distintos elementos, sino más bien como materia indefinida.
Anaximandro considera tambien al aperion como infinito espacial. Tal magnitud es
infinita y, como tal, lo abarca y lo gobierna todo.
Para Anaximandro las cosas se derivan de la sustancia primordial. Tal proceso es la
separación. La sustancia infinita está animada por un movimiento eterno, en virtud del
cual se separan de ella los contrarios: cálido y frío, seco y húmedo, etc. Por medio de
esta separación se engendran infinitos mundos, que se suceden según un ciclo eterno.
Cada uno de ellos tiene señalado el tiempo de su nacimiento, de su duración y de su
fin. "Todos los seres deben pagarse unos a otros la pena de su injusticia según el
orden del tiempo" (fr. 1, Diels).
ANAXIMENES (585 – 524 a. C.)
Para Anaxímenes el aire es la primera causa y la primera substancia de todas
las cosas, las cuales no son más que modificaciones y transformaciones de
esta substancia.
Así, por ejemplo, el fuego no es más que el aire enrarecido o dilatado; el agua y
sus varios estados y derivaciones, como la nieve, las nubes, el hielo, etc., son
el aire en diferentes grados de condensación; y esta misma condensación,
llevada a determinados grados, da origen y explica la formación de la tierra, de
las piedras y metales.

El alma humana no es más que una modificación o transformación del aire;


como substancia y causa primera de todas las cosas; porque uno de los
caracteres de la escuela jónica en su primera época es el materialismo
psicológico, consecuencia inevitable de su monismo material e hylozoista.

HERÁCLITO (544 – 484 a. C.)


1.º La substancia común y el elemento primordial de todas las cosas es el
fuego, o una substancia etérea, ígnea y sutil, substancia que, a juzgar por las
propiedades y efectos que le atribuye, es principio, medio y fin de las cosas.
Bajo este punto de vista, la doctrina del filósofo de Éfeso coincide con la
general de la escuela jónica.
2.º Todos los seres deben considerarse, y son en el fondo, meras
transformaciones y derivaciones de este fuego primitivo, y, a su vez, estos
mismos seres o substancias se convierten en fuego etéreo, por medio de
combinaciones varias y de transformaciones, ya depurativas, ya
descendentes.
3.º Estas transformaciones son fatales y universales: fatales, porque están
sujetas al Destino, o sea a una ley fatal e indeclinable, la cual es independiente
de los dioses y de los hombres; son universales, por cuanto se extienden a
todos los seres sin excepción. El universo puede, por lo tanto, considerarse
como el resultado de dos grandes corrientes; una cuyo proceso es de arriba
abajo (transformación del fuego primitivo en aire, en vapor, en agua, tierra,
etc.), y otra cuyo proceso es de abajo arriba (transformación de las piedras y
metales en agua, de ésta en vapor, de éste en aire, de éste en fuego, etc.); de
manera que todas las cosas salen del fuego o éter primitivo, y vuelven a él en
períodos determinados.
4.º El éter o fuego, que es Dios mismo, y que constituye el fondo esencial y la
substancia primera del mundo, permanece eternamente, pero la colección o
conjunto de los seres que constituyen el universo aparece y desaparece
periódicamente; desde este punto de vista, el mundo nace y muere, comienza y
acaba a intervalos determinados y periódicos.
5.º Así como en el momento que concebimos pro priori a la primera derivación,
o sea al desarrollo del primer mundo, sólo existía el fuego primitivo, eterno y
divino (Dios), así cada vez que un mundo desaparece por medio de la
combustión, una vez terminada su evolución periódica (Estoicos), sólo queda
Dios, o sea el fuego divino y eterno en su estado primitivo, en el cual y por
medio del cual comienza la formación del mundo segundo, al cual sucederá un
tercero, y así sucesivamente desde la eternidad y hasta la eternidad. De aquí
se infiere que la esencia de las cosas, en cuanto distintas del fuego primitivo, el
ser del Universo, en cuanto conjunto de naturalezas finitas, determinadas y
especiales, consiste en el flujo y reflujo perpetuo, en el movimiento continuo de
las mismas; es un ser-movimiento, fluens semper, como escribe Aristóteles.
EMPÉDOCLES (495 – 435 a. C.)
Para Empédocles los elementos básicos eran cuatro y cada uno de ellos tenía
el nombre de un
dios: Zeus era fuego, Hera era aire, Aidoneo era tierra y agua de Nestis.
Llamaba al amor con el término de alegría, y lo vinculaba estrechamente con la
diosa Afrodita. Sin embargo, ningún dios era de ningún modo humano. Con
respecto a su pensamiento poético, el cual consideraba como una llamarada
por la magnificencia, la de la naturaleza y la de sí mismo, Empédocles vio en
este intercambio eterno entre el amor y la lucha, entre la unión y
la separación, una belleza que era muy sencilla de apreciar. Para
Empédocles, el nacimiento y la muerte eran considerados como simples
ilusiones, como un grupo de conceptos equivocados de lo que era la mezcla y
el cambio que se basaban en el amor y la lucha. Por esta razón,
su pensamiento decía que el alma pasaba de un cuerpo a otro, que este
cuerpo podía ser a veces humano, a veces de otra especie. Con respecto a su
pensamiento de las almas relacionadas a través de los límites de las especies,
lo llevó a oponerse firmemente al sacrificio de los animales, así como a comer
su carne, para él, esto no era más que canibalismo, el comer de los animales
propios o de los hermanos de los animales era un acto reprochable.

ANAXÁGORAS DE CLAZÓMENAS (500 - 428 a. C. )


La homeomerías son partículas de ínfima magnitud, invisibles, inalterables,
increadas y eternas. Como los elementos de Empédocles, y como
posteriormente los átomos de Leucipo y Demócrito, poseen como rasgo la
inmutabilidad (el atomismo, sin embargo, postularía átomos sustancialmente
iguales, no un tipo de átomo para cada ser). Para Anaxágoras, curiosamente,
las cosas no se componen únicamente de las homeomerías que le son propias
(la sangre no está formada únicamente por homeomerías de sangre), sino que
también contienen, aunque en mucha menor proporción, homeomerías de
todos los seres restantes.El pan que ingerimos es pan porque está formado en
su mayoría por homeomerías de pan (las cosas tienen el aspecto exterior de la
semilla que más abunda en ellas), pero contiene también, aunque en menor
proporción, homeomerías de oro, de mármol, de sangre y de todos los seres;
en el proceso de digestión, asimilamos las homeomerías de pelo, sangre,
etcétera y desechamos las demás. Por este camino llega
Anaxágoras a la formulación de su famoso principio: «Todo está en todo».
Para Anaxágoras, las homeomerías son el principio material de todas las cosas
(arjé o arché), como lo había sido el agua para Tales de Mileto o el aire
para Anaxímenes. Sin embargo, en el origen del universo, esta multiplicidad
infinita de homeomerías de todos los seres no era más que una masa caótica e
inerte. Era preciso que un impulso o fuerza inicial desencadenase una serie de
torbellinos que agruparan a las homeomerías de un mismo tipo para dar lugar a
los distintos seres; esta fuerza motriz encargada de imprimir orden al caos
original es el nous (inteligencia o espíritu).
El mérito de Anaxágoras, comparado con los filósofos anteriores, fue el de
llegar a una concepción dualista de la naturaleza, a la distinción entre la razón
ordenadora (aunque material) y la materia ordenada, dualidad que más tarde
sería desarrollada orgánicamente en los sistemas de Platóny de Aristóteles.

LEUCIPO Y EL ÁTOMO: (480-420 a. C.)


Es muy poco lo que se sabe acerca de Leucipo. Hay autores que ubican su
lugar de origen en Elea, Mileto, y otros en Abdera.12 Por razones didácticas,
nos inclinamos a aceptar la información ofrecida por Diógenes Laercio,
asumiendo que Leucipo (480-420 a. C.) era natal de las tierras jónicas de
Mileto. Asimismo, en el presente trabajo lo ubicamos inmediatamente después
de Zenón, ya que hay noticias que nos advierten de la influencia directa entre
filósofos. “Leucipo siguió la filosofía de Parménides, aprendida en las lecciones
del principal discípulo de éste, Zenón de Elea.” 13 En cuanto a la obra y las
ideas del filósofo es escaso lo que ha perdurado en el tiempo. Con dificultad
Teofrasto le atribuye un tratado que lleva por título “[…] Gran sistema del
mundo (Μέϒας διάκοσμος) que contendría las líneas fundamentales del
atomismo […]” 14 En este sentido, es Leucipo el iniciador de una nueva
corriente de investigación de la naturaleza, a saber, el “atomismo”, ya que es a
él a quien la tradición le otorga la patente de una suerte de descubrimiento de
“partículas primeras”, las cuales denominará “átomos”, que en complicidad con
el “vacío” serán la causa primera de todo lo que existe. El único fragmento –
cita– de Leucipo que nos es transmitido, era parte fundamental de una obra del
autor que llevaría el título Sobre el espíritu, el cual reza de la siguiente manera:
“Ninguna cosa ocurre en vano, sino todo con razón y necesidad”15 Dicho
fragmento será hilo conductor de primordial importancia para la
fundamentación del “atomismo” como “filosofía causal”. En este sentido, lo que
Leucipo está haciendo es recoger, de alguna manera, las nociones de los
primeros filósofos de la naturaleza al proponer un “ente” como “physis” primera
del origen del cosmos. Todo lo que hay y habrá debe provenir de algún lado, o
mejor aún, debe ser “efecto” de algún principio que precede a la formación del
mundo. El “todo” es con “causa”. Leucipo al declarar que “todo ocurre con
razón”, lo que está expresando es que hay o debe haber una causa originaria,
un elemento primordial fuente de todas las cosas, pues sin ese germen no hay
acontecer del mundo, de ahí la necesidad de una “razón de ser primigenia”.
“Nada puede causarse a sí mismo, e incluso ontológicamente la causa está en
un nivel superior, ya que todo efecto la supone. Si una realidad no origina nada,
no es ‘causa’, pero existe; si un efecto no tiene causa, ni siquiera se llama
efecto, y, además, no existe.”

De aquí nace la oposición de Leucipo hacia los argumentos de Zenón, puesto


que se plantea la exigencia lógica de una causa originaria para el mundo, y
como se ha dicho con anterioridad, esa primera causa que se propone son los
“átomos” en complicidad con el “vacío”. Por tanto, lo que hace Leucipo es
frenar la división, haciendo surgir al “átomo” como “partícula primera” del
universo, que encontrará su opuesto y complementario en el “espacio-vacío”,
“dualidad” de quien se formará todo lo que existe en el cosmos. De esta
manera se rebate la divisibilidad al infinito del filósofo de Elea, haciendo de ese
corpúsculo un ente material, in-partible, infinito en cantidad, que en conexión
con el espacio vacío, son razón de ser de todas las cosas. 1. Átomo: “Physis”
del cosmos Es importante entender cómo los atomistas, –en este caso
Leucipo– detienen la divisibilidad infinita sugerida por Zenón de Elea, y
postulan que hay una pequeña porción, una migaja de materia que no puede
ser fraccionada. El término que va a describir con gran exactitud esta pizca de
materia en que la división se apaga es el de “átomo”, visto como la causa
primera, “physis” o “arkhé” de todo lo que hay. “Átomos […] Significa indivisible,
insecable, es decir, sin cortes, sin fisuras, y por eso es sólido y pleno, es decir,
impenetrable. La impenetrabilidad es la característica definitoria del ser,
entendido por los atomistas corpóreamente.”
El concepto de “átomo” es central para entender la filosofía de la naturaleza
que propone Leucipo, a saber, como una filosofía material y en oposición a las
premisas zenonianas de la división, ya que para el eleata, toda materia es en
sentido estricto divisible por el evidente hecho de ser una sustancia “física”,
pero para el atomista, su partícula “átomo”, es una suerte de materia –por ende
de cierto tamaño– impenetrable, que en la constitución misma del término lleva
la imposibilidad lógica y concreta de ser fraccionable. Cada átomo tiene una
pequeñísima masa. Esta admisión, por parte de los atomistas, juega el papel
de un auténtico axioma: no se demuestra, se postula. Sin él, la teoría en su
conjunto se desmorona […] La postulación del ‘tamaño mínimo’ -pero tamaño
al fin- del átomo es el precio que el atomismo tuvo que pagar para proponer la
explicación de la realidad más coherente que un sistema presentó hasta
entonces. Los átomos son los cuerpos primeros e indivisibles, pues dicha
característica obedece al término mismo, a ellos cabe entonces la
particularidad de ser entes de naturaleza originaria. “Átomo, inmortal,
indestructible, invisible, no es “cosa”, sino por debajo de las cosas, fundamento
de las cosas.” En este sentido, los átomos son la “physis” de todas las cosas,
ya que comparten las propiedades que poseían los principios postulados por
los primeros filósofos de la naturaleza como Tales, Anaximandro, Anaxímenes
etc., a saber, la indestructibilidad, infinitud e inmutabilidad, siendo inherente a
los mismos la cualidad de ser “inteligibles” y no perceptibles. Entonces, los
átomos son diminutos e imperceptibles núcleos de materia que funcionan como
“cimiento” de las cosas. Pero para que “algo” sea el fundamento de “algo”, este
primer “algo” debe tener una esencia que lo haga ser distinto de lo que va a ser
fundamento, es decir, la “causa” debe ser de una realidad distinta al “efecto”
para que pueda servir como fuente real y efectiva. Una de esas cualidades es
la perduración desde el infinito, pues si los átomos no fueran de una realidad
sensible, la materia de los cuerpos percibidos se desvanecería a la nada, y por
tanto no habría ningún soporte que le diera realidad a todo lo que hay21. De
aquí una vez más la exigencia lógica de la existencia de esas partículas de
“materia-inteligible” como “physis” del cosmos. Materia inteligible, no sensible,
esa es la “esencia” del átomo. Y es precisamente su naturaleza de “ser
intangible”, lo que lo hace un ente invisible, por tanto, in-partible, no obstante
poseedor de materia –en la lógica atomista– que se encuentra en la base de
todos los cuerpos del cosmos, además es en estos cuerpos compuestos donde
los átomos adqu
eren una especie de objetividad que los arranca de lo inteligible hacia lo
manifiesto para los sentidos.Por lo tanto, este es el argumento que coloca a los
átomos al nivel de naturaleza primera, o mejor aún, como “physis” originaria de
todas las cosas al aceptar su “materialidad”, y al propio tiempo, su “idealidad”.
Las cosas pueden segmentarse en trozos cada vez más pequeños, incluso
más allá de donde alcanza la percepción sensible, pero finalmente se llega a
un extremo en el que es imposible toda partición: nos hallamos entonces en
presencia de los “átomos”, partículas últimas de la materia que son indivisibles,
insecables (άτομα, atoma).
Universo con plantación universal el pensamiento de aquí no No obstante es
mucho más rico y va más allá de la preocupación tradicional por el Ángel por
ejemplo parece ser que defendió la existencia de un logos universal que no
gobernaba todo es una tesis que luego desarrollarán los estoicos cómo se
explique mira tonto dijo además que la base de la armonía que encontramos en
el mundo es la lucha de los contrarios que siempre está ahí nunca desaparece
No obstante la doctrina por la que es más conocido es aquella acerca del
cambio universal de todas las cosas todo fluye, pero hay que ir con
ojo porque, aunque eran los posteriores y en concreto uno que se
llamaba Crátilo desarrollaron esta idea hasta el extremo diciendo que lo único
real era el cambio y que nada en absoluto permanece no parece que esta haya
sido la idea original de aquí hola permanencia porque debajo de todos los
cambios están pues la lucha de los operación era Quito es muy discutida y
tiene muchos matices super es profundizar de nuevo en la lista de foto de la
Sofía presocrática para mí a todo el esquema mental de los filósofos que han
venido antes que si tales animal relleno ximenes han estado argumentando que
todo lo que vemos oímos y experimentamos proviene de la transformación de
un principio único.

Parménides viene a negar que esto sea en absoluto posible para que la gente
se transforme en todas las cosas razona Parménides tendría que poder darse
el cambio a cambio de su posible porque implica un paso del 12 al ser por
ejemplo cuando se supone que un vaso de agua se calienta el calor del agua
que antes no existía que era no existente ahora empieza a existir, es decir ha
pasado por no ser al ser, pero este es un paso imposible porque de la nada del
no ser nada sale lo que no es dice Parménides no puede ser y dice versa lo
que es no puede no ser así que eso del cambio es una patraña para allá no lo
has entendido mal lo único que existe es el ser esto nos fuerza a reconocer que
lo único que existe es el ser uno perfecto y esférico todo lo demás que vemos
experimentamos quedar demasiado a una ilusión a una apariencia una
opinión con engaño un espejismo generado por los sentidos es la primera vez
en la historia de la filosofía que encontramos esta oposición tan tajante entre
razón y sentidos que tanto juego le va a dar posteriormente a Platón la filosofía
de Parménides inicia un acalorado debate acerca de cómo explicar el
cambio otras son contra solución satisfactoria en Aristóteles y su doctrina del
acto y la potencia si quieres saber de qué va la respuesta aristotélica puedes
verla en detalle en este vídeo aquí pero ahora sólo vamos a explicarla
reacciones de los presocráticos podemos decir que Parménides representa el
callejón sin salida del monismo que queda obsoleto viene a demostrar que de
un principio o Argel único no puede generarse una realidad Parménides tuvo
varios discípulos y entre ellos el más famoso de la que intentó reforzar su tesis
acerca de la imposibilidad del cambio con diversas paradojas, pero en su
mayoría los filósofos posteriores intentaron solucionar este lío pero sin rechazar
sus intuiciones fundamentales por tanto con el objetivo de reconciliar razón y
sentidos es decir te explicara realmente la movilidad en la que estamos
inmersos
Los pitagóricos basaron su filosofía y su modo de vida en el culto a los
números llevándolo hasta el paroxismo. Para los pitagóricos todo era una
encarnación del número.
La fuente primaria más cualificada sobre la Filosofía pitagórica es, sin duda
alguna, el capítulo V del libro I de la Metafísica de Aristóteles –que tiene por
título «Los pitagóricos y su doctrina de los números.
Este texto de Aristóteles resume el núcleo de la metafísica pitagórica. El
entusiasmo ante el descubrimiento pitagórico de la base numérica de los
intervalos musicales –los intervalos básicos de la música griega podían
representarse mediante las razones 1/2, 3/2 y 4/3– encendió un chispazo de
inspirada intuición hacia una fórmula de aplicación universal: «si los números
son la clave de los sonidos musicales, ¿no serán también la clave de toda la
naturaleza?». Los pitagóricos vivieron imbuidos de un efervescente entusiasmo
místico hacia los números, hasta el punto de que Filolao (el pitagórico favorito
de Aristóteles) llegó a afirmar:
«Todo lo cognoscible tiene un número, pues no es posible que sin número
nada pueda ser concebido ni conocido.»

Cuando los pitagóricos decían, como médula de su metafísica, que todos los
objetos estaban compuestos de números, que «los números son la esencia del
universo», o que el número es el arjé, el principio elemental –como para otros
filósofos presocráticos era el agua, el aire, la tierra, el fuego– lo entenderían en
sentido literal, porque los números eran para ellos como los átomos para
Demócrito, pero átomos con magnitud y extensión.
Para los pitagóricos el gran sistema del mundo reposa sobre ciertas bases de
las que el ser, la forma y la acción de todas las cosas, tanto las particulares
como las generales, son una consecuencia natural de la consideración de los
números. Quien conoce sus propiedades y sus mutuas relaciones, conoce las
leyes merced a las cuales la naturaleza existe. Los números determinan el
nexo de unión de todas las cosas y la mecánica del universo entero, son la
base del espíritu y el único medio por el cual se manifiesta la realidad. Según el
neoplatónico Porfirio:
«Para Pitágoras los números eran símbolos jeroglíficos mediante los cuales
explicaba las ideas relacionadas con la naturaleza de las cosas.»
El Número 10 es el de mayor carga simbólica y el más sagrado de todos los
números. Puesto que los cuatro primeros números contienen el secreto de la
escala musical, su suma (1+2+3+4=10), el número diez, la década, puede
«parecer que abarca», como dice Aristóteles, «la naturaleza toda del número»,
sería en sí «algo perfecto», y representa el número del universo, la suma de
todas las posibles dimensiones geométricas. Para Filolao la Década era
«grande, todopoderosa y generadora de todo, comienzo y guía tanto de la vida
divina como de la terrestre» y para Sexto Empírico «la razón de la composición
de todas las cosas.»
El número diez, cuya veneración, no es tributaria, paradójicamente, de la
anatomía de la mano del hombre, es la quintaesencia del misticismo pitagórico.
Los pitagóricos lo representaban mediante 10 puntos, piedrecillas o alfas
dispuestos bajo la forma de un triángulo equilátero. A este anagrama,
representación visual y geométrica del hecho de que 10=1+2+3+4, le llamaron
la Tetractys de la Década. Tenía, para ellos tanta significación esotérica como
el Pentagrama místico, y su importancia simbólica deriva de que por él juraban
en sus ceremonias más solemnes.
REFERENCIAS
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