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I. PETITORIO:
Que, al amparo de mi derecho constitucional a la defensa, principio de
legalidad, principio de imputación necesaria, y garantías del debido proceso,
consagrados en el literal d), numeral 24, del artículo 2º, y numeral 3 y 14 del artículo
139º de la Constitución Política del Estado, en concordancia con el artículo 8º y 25º
de la Convención Americana sobre Derecho Humanos, “Pacto de San José de Costa
Rica”, y el artículo 14 del Pacto Internacional de los Derecho Civiles y Políticos; y
en aplicación de lo dispuesto en el artículo 150, literal d), del Código Procesal Penal,
DEDUZCO LA NULIDAD DE LA ACUSACIÓN FORMULADO POR EL
MINISTERIO PÚBLICO, de fecha 24/05/2022. DEBIENDO VUESTRA
JUDICATURA, EJERCER CONTROL DE LA LEGALIDAD DE LOS
ACTOS DEL FISCAL; al haberse vulnerado de forma flagrante mis derechos
constitucionales señalados en la Carta fundamental, y Tratados Internacionales;
sustentando nuestropedido en los siguientes fundamentos:
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pueda inferirse un actuar doloso que pueda atribuirse a mi persona; iv) de qué manera
tales hechos se relacionarían con las funciones, ejercicio de la entidad estatal; v) de qué
manera el actuar de mi persona incrementaría el riesgo permitido.
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pública por transeúntes del lugar, a la altura de la acequia, ubicada entre el límite de la Asociación Los Ángeles y el
Fundo Nieveria de la Av. Colectora, del distrito de Lurigancho-Chosica”.
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a. Es un delito común, que puede ser cometido por cualquier persona y se realiza al
margen del ejercicio de toda función pública en que concurran razones particulares
del autor. Es posible su comisión por un funcionario o servidor público siempre
que actúe al margen de la ley y por razones personales ajenas a su ejercicio funcional
y/o al interés público.
b. Su comisión únicamente se produce a título doloso, y ello demandará constatar en
el agente una especial intencionalidad personal dirigida hacia la privación o
restricción de la libertad ambulatoria del agraviado.
c. Protege la libertad personal, comprendida como la capacidad de toda persona para
desplazarse de un lugar a otro sin restricción alguna y conforme a su voluntad, sin
importar las alteraciones o adicciones que padezca para justificar su restricción,
dado que el respeto a la dignidad humana subyace a cualquier consideración
personal o institucional.
d. El derecho, motivo o facultad al que se refiere el tipo penal permite prever que
existen supuestos en los que se produciría la configuración típica objetiva de
secuestro; empero, ella estaría justificada por el ejercicio de las mencionadas
prerrogativas, que deben estar previamente reconocidas en una norma positivizada.
Ello habilitará las bases necesarias para determinar cuándo una conducta se
cometió a título personal o bajo alcances justificados normativamente en el mismo
tipo.
e. El periodo de restricción no es cuantificable a efectos de determinar la
configuración típica; por ello, no serán amparables las alegaciones que minimicen
tiempos para alegar atipicidad o lapsos prolongados para aseverar mayor reproche
de antijuridicidad respecto a la conducta básica.
f. La carencia de móvil, propósito, modalidad o circunstancia por la que el agraviado
ha sido privado de su libertad debe ser comprendida junto con las facultades
mencionadas inicialmente, esto es, que la persona que restringe la libertad de otra,
además de no tener derecho, motivo o facultad, actúa sin un propósito razonable
a las condiciones descritas y ello permitirá diferenciar el afán o propósito criminal de
secuestro, en función de las causas de la resolución criminal que determinaron al
agente delictivo a obrar en un modo específico en desmedro de la libertad de
otra persona.
3.3. En virtud de lo mencionado, los jueces penales deben diferenciar por la ratio essendi
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cuándo una conducta, más allá de su objetividad normativa, constituye un supuesto
típico de secuestro u otro tipo penal propio o impropio, y efectuar el control de
legalidad a la imputación que formula el representante del Ministerio Público.
3.4. No toda restricción a la libertad deberá ser calificada y sentenciada como
secuestro. Así, por ejemplo, surgirían los siguientes supuestos: (…)”
3.14. En cuanto a la agravante de subsecuente de muerte, se tiene que en los
recaudos no obran medios probatorios que acrediten que el fatal desenlace
obedece a la restricción a la libertad que padeció el agraviado. El
representante del Ministerio Público no acredito la relación causal, por lo cual
se presenta un supuesto de insuficiencia vinculado con el secuestro”.
3.16. La mencionada conclusión se emitió con las siguientes características:
a. Los magistrados no evaluaron el motivo de intervención de los imputados
alagraviado.
b. No interpretaron sistemáticamente, por comparación interna, el tipo
penalde secuestro con los injustos de abuso de autoridad y/o detención
ilegal, ni el de exposición de personas a peligro.
c. No interpretaron ontológica y teleológicamente las razones por las que el
legislador tipificó el injusto de secuestro, que en esencia constituye un
medio para proteger la seguridad ciudadana y reprimir el afianzamiento de
la criminalidad violenta que, sin respeto, priva arbitrariamente a una
persona de su libertad, lo cual no fue el caso del presente juzgamiento.
Por tanto, hubo una interpretación errónea del artículo 152 del Código
Penal, y así se declara. El subrayado y negrita es nuestro.
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capacidad física de moverse por parte del sujeto pasivo, sino la de decidir el lugar
donde quiere o no quiere estar”. El subrayado y negrita es nuestro.
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Junín con la intersección de la calle Palermo, en la zona de Jicamarca, lugar
donde se encontraban dos automóviles (uno plateado y el otro color negro);
es ahí que el acusado Roberto Carlos Meza Flores abrió la puerta del auto
plateado de placa de rodaje B8Y-660 que esperaba a pocos metros y era
conducido por el acusado Juan Lester Uriol Orihuela y subieron a la fuerza a
Carlos Iván Duende Vargas, cerrando la puerta; para luego llevárselo con
rumbo desconocido, posteriormente, con su moto lineal siguió a dicho
vehículo con una moto lineal color blanco con negro y otros dos sujetos más
que también estaban con sus motos lineales, entre ellos el acusado Cesar
Benito Ocaña quien estuvo abordo de la moto lineal de placa de rodaje
65944C.
Que, sin embargo, NO HA VALORADO que el occiso en mención, fue Tío del
adolescente Pedro Javier Duende Sajani (16), él mismo que según la tesis del Fiscal:
“habría acabado con la vida de la menor Ariana Sandy Meza Flores, por una
supuesta violación sexual”; quien es hermana del procesado Roberto Carlos Meza
Flores, y cuñada de Katherine Rivera Espinoza; toda vez, según el relato del Ministerio
Público:
“La familia de la occisa, sindicó al adolescente Pedro Javier Duende Sajami (16), como autor del delito,
siendo el acusado Roberto Carlos Meza Flores (hermano de la víctima), quien llegó al lugar de los hechos muy
alterado a bordo de una moto lineal color blanco con negro, solicitando a la señora Rosa Luz Martina Blancas
Concha, encargada de la seguridad de la Asociación Rinconada Villa Sol, que por favor dejen entrar a
su familia, por lo que, en coordinación con la señora Rita Paola Galindo Manuel, responsable de la tranquera
del Sector Rinconada Villa Sol permitió el ingreso del acusado Roberto Carlos Meza Flores, a bordo de
una moto lineal, acompañado de tres motos lineales y un vehículo color plateado, ingresando a toda velocidad con
dirección hacia la parte alta de la Rinconada Villa Sol. Es ahí que, estando en la vivienda de quien sindicaban
como responsable de la muerte de la niña Ariana (se sindicaba el adolescente Pedro Javier Duende Sajami),
los familiares de la mencionada niña se encontraron con el agraviado Carlos Iván Duendes Vargas, quien se
había acercado al lugar pensando que estaban invadiendo el terreno de su familiar, por lo que, al identificarse
como el tío del adolescente Pedro Javier Duende Sajami (16), la acusada Katherine Rivera Espinoza lo
amenaza de muerte, diciéndole: "que iba a matar a toda su familia uno por uno, si en caso no entregaba
a su sobrino Pedro", momentos en que llamo por teléfono y dijo (según el testigo con clave 02-2021
1D2FPPC): "hermano mándame dos motos, acá estoy con su tío, que a Pedro le entregaremos su familia por
pedazos"; para luego irse con el agraviado Carlos Iván Duendes Vargas caminando hacia la parte alta de la
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Asociación Las Vegas Rinconada Villa Sol donde se encontraba el cadáver de la niña Ariana”.
De lo que se infiere la ausencia de móvil por parte de Juan Lester Uriol Orihuela,
para acabar con la vida de Carlos Iván Duende Vargas. Contrario sensu, el ahora
occiso, es Tío del adolescente Pedro Javier Duende Sajani (16), el mismo que según la
tesis del Ministerio Público, “ habría acabado con la vida de la menor Ariana Sandy
Meza Flores”; (occisa), quien es hermana del procesado Roberto Carlos Meza Flores,
y cuñada de Katherine Rivera Espinoza. Además, no se ha acreditado que Juan Lester
Uriol Orihuela, haya tenido vínculos personales previos con el ahora occiso ó sus
familiares para imputar razones personalísimas, como se deduce del escrito de acusación
fiscal.
Que, lo señalado, debe ser evaluado de forma objetiva por parte del Juez; toda vez, que
lo que está imputando el Ministerio Público, es delito de secuestro seguido muerte.
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teleológicamente las razones por las que el legislador tipificó el injusto de secuestro, que
en esencia constituye un medio para proteger la seguridad ciudadana y reprimir el
afianzamiento de la criminalidad violenta que, sin respeto, priva arbitrariamente a una
persona de su libertad, lo cual no ocurrió en el presente caso. Por lo tanto, hubo una
interpretación errónea del artículo 152 del Código Penal.
Que, la Corte IDH ha sido enfática al señalar que "el debido proceso legal es un
derecho que debe ser garantizado a toda persona”, por igual,
"independientemente de su condición como parte acusadora," o acusado, o
incluso tercero en el marco de un proceso. Fue en el año 1997, en la sentencia del caso
Genie Lacayo vs. Nicaragua, que la Corte IDH estableció de manera expresa que "para
determinar la violación de articulo 8 era preciso, en primer término, establecer si
en el proceso para determinar la responsabilidad de los posibles autores de la
muerte del joven Genie Lacayo se respetaron las garantías procesales de la parte
acusadora". De acuerdo con la jueza Medina, en dicha sentencia, sin mayor
fundamentación, "(…) dio (...) una modalidad que introdujo el tema de terceros
que podían tomar parte en el proceso penal y se asoció este derecho al derecho
ala verdad que tienen ciertos familiares de las víctimas y a una manera de reparar
a las víctimas". A criterio de la jueza Medina, al analizar el derecho a las garantías
judiciales respecto del acusador y no del acusado, atendiendo a la redacción literal del
artículo 8 de la CADH, la Corte IDH debió fundamentar "las razones jurídicas de la
fuente internacional de la que se podía desprender [dicho] derecho que tenía
elafectado padre de la víctima). para ser oído ante el tribunal".
En el Caso Cantoral Benavides vs. Perú, se alegó que la presunta víctima fue
condenada por el delito de traición a la patria sin existir pruebas suficientes para
determinar su responsabilidad. En este asunto, la Corte dio mayores luces en relación
con el contenido de este principio, al señalar que este exige que una persona no pueda
ser condenada mientras no exista prueba plena de su responsabilidad penal. Si obra
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contra ella prueba incompleta o insuficiente, no es procedente condenarla, sino
absolverla.
Esto fue matizado por la Corte al reconocer que, si bien con la presentación
definitiva de los cargos el procesado conocería con certeza el contenido de la acusación,
antes de ello debería conocer con el mayor detalle posible los hechos que se le atribuyen.
POR LO TANTO:
Solicito a usted, señor juez, sírvase a actuar conforme
a ley, para los efectos que no se vulnere los derechos fundamentales en nuestro agravio.
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