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Experiencia consciente
¿Qué es la conciencia de vigilia? La conciencia es el conocimiento de varios
procesos cognoscitivos que operan en nuestra vida diaria: tomar decisiones,
recordar, tener ensoñaciones, concentrarse, reflexionar, dormir y soñar, entre
otros. Los psicólogos dividen la conciencia en dos amplias áreas: conciencia de
vigilia, que incluye los pensamientos, sentimientos y percepciones que surgen
cuando estamos despiertos y razonablemente alerta; y estados alterados de
conciencia, durante los cuales nuestro estado mental difiere notablemente de la
conciencia normal de vigilia.
Para dar sentido a nuestro ambiente complejo, decidimos qué absorber de la
miríada de sucesos que nos rodean y filtramos el resto. Esto se aplica lo mismo a
los estímulos externos como sonidos, vistas y olores que a las sensaciones
internas como el calor, frío, presión y dolor. Incluso nuestros pensamientos,
recuerdos, emociones y necesidades pasan por este proceso selectivo. También
realizamos tareas familiares, como firmar con nuestro nombre, sin atención
deliberada. Muchos psicólogos creen que importantes procesos mentales suceden
fuera de la conciencia normal de vigilia, quizá como una forma de procesamiento
automático.
Explicación de la conciencia. Se ha explicado la conciencia como una corriente de
información que es resultado de la actividad del tálamo, el cual analiza e interpreta
piezas individuales de datos recibidos de las diversas modalidades sensoriales.
Otra opinión es que la conciencia representa sólo una pequeña parte de la
actividad del encéfalo, la cual ocurre en su mayor parte a nivel inconsciente.
Desde esta óptica, sólo son conscientes los pensamientos a los que prestamos
atención en un momento dado. Una tercera explicación sostiene que la conciencia
es una adaptación evolutiva al hecho de que los seres humanos son lentos y
débiles en comparación con otros animales. La conciencia permite a los humanos
hacer uso de su inteligencia, conocimiento cultural y organizaciones sociales.
Sueño
Ciclos circadianos: El reloj biológico Como muchas otras funciones biológicas, el
sueño y la vigilia siguen un ciclo diario o circadiano. El ritmo circadiano es un
ritmo biológico regular con un periodo aproximado de 24 horas. El reloj biológico
humano está gobernado en gran medida por un pequeño racimo de neuronas
localizadas en la región inferior del hipotálamo conocida como núcleo
supraquiasmático (NSQ) y que recibe señales de la retina concernientes a los
ciclos de luz y oscuridad y participa en la regulación del reloj biológico. El NSQ
secreta neurotransmisores específicos en regiones del encéfalo que a su vez
controlan la temperatura del cuerpo, el metabolismo, la presión sanguínea, los
niveles de hormonas y el hambre, los cuales varían en el curso del día. La gente
que trabaja turnos nocturnos o que viaja a través de varias zonas horarias a
menudo experimenta una perturbación de los ritmos circadianos: la
desincronización, que se caracteriza por el hecho de que las funciones del cuerpo
están fuera de sincronía.
Los ritmos del sueño. La investigación sobre los patrones de sueño demuestra que
el sueño normal consta de varias etapas. Luego del estado “crepuscular” inicial,
que se caracteriza por ondas alfa irregulares de bajo voltaje y por un estado de
vigilia relajada, el durmiente entra en la etapa 1 del sueño. Esta etapa, que está
caracterizada por un pulso más lento, relajación muscular y movimientos en que
los ojos ruedan de lado a lado, dura apenas unos momentos. Es fácil despertar al
durmiente de la etapa 1 del sueño.
Las etapas 2 y 3 se caracterizan por un sueño progresivamente más profundo. En
esas etapas, es difícil despertar al durmiente, quien no responde al ruido ni a la
luz. El ritmo cardiaco, la presión sanguínea y la temperatura siguen disminuyendo.
Durante la etapa 4 del sueño, cuando el encéfalo emite ondas delta muy lenta, las
tasas cardiaca y respiratoria, la presión sanguínea y la temperatura del cuerpo
llegan al punto más bajo que alcanzarán durante la noche. Aproximadamente una
hora después de quedarse dormido, el durmiente comienza a ascender a través
de las etapas hasta regresar a la etapa 1, un proceso que se lleva alrededor de 40
minutos. En esta etapa del ciclo de sueño se incrementan el ritmo cardiaco y la
presión sanguínea, los músculos se relajan más que en cualquier otro momento
del ciclo y los ojos se mueven con rapidez debajo de los párpados cerrados. Éste
es el movimiento ocular rápido (MOR) que da su nombre a esta etapa del sueño.
El sueño MOR también se llama sueño paradójico porque, aunque la actividad
del encéfalo y otros síntomas fisiológicos se parecen a los registrados durante la
conciencia de vigilia, el durmiente parece estar profundamente dormido y es
incapaz de moverse debido a la parálisis de los músculos voluntarios del cuerpo.
El sueño no MOR se refiere a las etapas del sueño sin movimientos oculares
rápidos que se alternan con las etapas MOR durante el ciclo de sueño.
Trastornos del sueño. Los trastornos del sueño incluyen el sonambulismo y el
hablar dormido, los terrores nocturnos, el insomnio, la apnea y la narcolepsia. La
mayor parte de los episodios de sonambulismo y de hablar dormido ocurren
durante el sueño delta. A diferencia de las pesadillas, es difícil despertar a la
persona de los terrores nocturnos, que son más comunes entre los niños que
en los adultos, y rara vez se recuerdan a la mañana siguiente. El insomnio se
define como la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido durante la
noche. La apnea se caracteriza por dificultades para respirar durante la noche y
sentimientos de agotamiento durante el día. La narcolepsia es un trastorno
hereditario del sueño que se caracteriza por quedarse dormido de repente durante
el día y por la pérdida repentina de tono muscular luego de momentos de
excitación emocional.
Sueños
¿Qué soñamos? Los sueños son experiencias visuales o auditivas que ocurren
principalmente durante los periodos MOR del sueño. Experiencias menos vívidas
que se parecen al pensamiento consciente tienden a ocurrir durante el sueño no
MOR.
Una teoría para explicar por qué los sueños MOR son tan vívidos menciona el
nivel de activación encefálica durante el sueño MOR. La actividad del encéfalo se
parece mucho a la de la conciencia normal de vigilia, pero a causa de su relativa
insensibilidad a las entradas sensoriales exteriores, sólo se basa en imágenes
internas de la memoria.
Los niños muy pequeños suelen tener sueños breves que incluyen animales; los
sueños narrativos con argumento aparecen entre los cinco y nueve años. En los
sueños de los adultos las narrativas siguen argumentos bien desarrollados y otras
personas juegan papeles importantes. Los hombres sueñan a menudo con armas
e interacciones agresivas, mientras que las mujeres tienen mayor probabilidad de
soñar que son víctimas de una agresión.
¿Por qué soñamos? Se han desarrollado varias teorías para explicar la
naturaleza y contenido de los sueños. De acuerdo con Freud, los sueños tienen
dos tipos de contenido: manifiesto (el contenido superficial del sueño) y latente (el
significado disfrazado e inconsciente del sueño). Una hipótesis reciente sugiere
que lo sueños surgen del reprocesamiento que hace la mente de la información
obtenida durante el día, información que es importante para la supervivencia del
organismo. Por esa razón, soñar fortalece nuestro recuerdo de la información
importante. Otra propuesta es que los sueños son el resultado de la descarga
aleatoria de las neuronas, las cuales envían señales a los centros encefálicos
superiores en un intento de tejer una historia coherente. Otra teoría es que los
sueños son una extensión de las preocupaciones conscientes de la vida diaria.
¿Necesitamos soñar? Si se priva a la gente de sueño MOR a menudo se vuelve
ansiosa, irritable y malhumorada, y cuando se le permite volver a experimentarlo,
casi se duplica la cantidad de sueño MOR que registra, un efecto conocido como
rebote MOR. No queda claro si esto indica que en realidad necesitamos soñar.