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 En este capítulo presentaremos las variedades de la conciencia humana,

empezando por la conciencia de vigilia. A continuación revisamos la


forma en que los psicólogos estudian e intentan explicar un estado natural
de conciencia alterada: dormir y soñar. Luego hablaremos de las formas
en que la gente busca alterar los estados de conciencia. Empezaremos con
las drogas psicoactivas, de la cafeína al crack, poniendo atención
especial al abuso del alcohol. ¿Qué le hacen esas drogas a la gente? ¿Qué
hacen por la gente? Por último, consideraremos la meditación y la
hipnosis desde una perspectiva científica.
Estados de la Conciencia
La conciencia es el conocimiento de varios procesos cognoscitivos que operan en
nuestra vida diaria: tomar decisiones, recordar, tener ensoñaciones,
concentrarse, reflexionar, dormir y soñar, entre otros.
Conciencia de vigilia: Estado mental que abarca pensamientos, sentimientos y
percepciones que ocurren cuando estamos despiertos y razonablemente alerta.
Estado alterado de conciencia: Estado mental que difiere considerablemente de la
conciencia normal de vigilia. Algunos son inducidos por drogas que alteran la
mente, como el alcohol; y otros se generan a través de la meditación y la
hipnosis.

Experiencia consciente
¿Qué es la conciencia de vigilia? La conciencia es el conocimiento de varios
procesos cognoscitivos que operan en nuestra vida diaria: tomar decisiones,
recordar, tener ensoñaciones, concentrarse, reflexionar, dormir y soñar, entre
otros. Los psicólogos dividen la conciencia en dos amplias áreas: conciencia de
vigilia, que incluye los pensamientos, sentimientos y percepciones que surgen
cuando estamos despiertos y razonablemente alerta; y estados alterados de
conciencia, durante los cuales nuestro estado mental difiere notablemente de la
conciencia normal de vigilia.
Para dar sentido a nuestro ambiente complejo, decidimos qué absorber de la
miríada de sucesos que nos rodean y filtramos el resto. Esto se aplica lo mismo a
los estímulos externos como sonidos, vistas y olores que a las sensaciones
internas como el calor, frío, presión y dolor. Incluso nuestros pensamientos,
recuerdos, emociones y necesidades pasan por este proceso selectivo. También
realizamos tareas familiares, como firmar con nuestro nombre, sin atención
deliberada. Muchos psicólogos creen que importantes procesos mentales suceden
fuera de la conciencia normal de vigilia, quizá como una forma de procesamiento
automático.
Explicación de la conciencia. Se ha explicado la conciencia como una corriente de
información que es resultado de la actividad del tálamo, el cual analiza e interpreta
piezas individuales de datos recibidos de las diversas modalidades sensoriales.
Otra opinión es que la conciencia representa sólo una pequeña parte de la
actividad del encéfalo, la cual ocurre en su mayor parte a nivel inconsciente.
Desde esta óptica, sólo son conscientes los pensamientos a los que prestamos
atención en un momento dado. Una tercera explicación sostiene que la conciencia
es una adaptación evolutiva al hecho de que los seres humanos son lentos y
débiles en comparación con otros animales. La conciencia permite a los humanos
hacer uso de su inteligencia, conocimiento cultural y organizaciones sociales.

Ensoñación y fantasía. La ensoñación ocurre sin esfuerzo, a menudo cuando


buscamos escapar brevemente de las demandas del mundo real. Algunos
psicólogos no le reconocen ningún valor positivo o práctico a la ensoñación. Otros
afirman que las ensoñaciones y fantasías nos permiten expresar y lidiar con los
deseos ocultos sin culpa o ansiedad. Otros más creen que las ensoñaciones
desarrollan habilidades cognoscitivas y creativas que nos ayudan a sobrevivir a
situaciones difíciles, que sirven como sustitutos útiles de la realidad o como una
forma benéfica de aliviar la tensión. Por último están los que ven a la ensoñación
como un mecanismo para procesar la vasta información que recibimos durante el
día, permitiéndonos recuperar pensamientos dejados de lado para hacer una
revisión posterior y transformarlos en formas nuevas y más útiles.

Sueño
Ciclos circadianos: El reloj biológico Como muchas otras funciones biológicas, el
sueño y la vigilia siguen un ciclo diario o circadiano. El ritmo circadiano es un
ritmo biológico regular con un periodo aproximado de 24 horas. El reloj biológico
humano está gobernado en gran medida por un pequeño racimo de neuronas
localizadas en la región inferior del hipotálamo conocida como núcleo
supraquiasmático (NSQ) y que recibe señales de la retina concernientes a los
ciclos de luz y oscuridad y participa en la regulación del reloj biológico. El NSQ
secreta neurotransmisores específicos en regiones del encéfalo que a su vez
controlan la temperatura del cuerpo, el metabolismo, la presión sanguínea, los
niveles de hormonas y el hambre, los cuales varían en el curso del día. La gente
que trabaja turnos nocturnos o que viaja a través de varias zonas horarias a
menudo experimenta una perturbación de los ritmos circadianos: la
desincronización, que se caracteriza por el hecho de que las funciones del cuerpo
están fuera de sincronía.
Los ritmos del sueño. La investigación sobre los patrones de sueño demuestra que
el sueño normal consta de varias etapas. Luego del estado “crepuscular” inicial,
que se caracteriza por ondas alfa irregulares de bajo voltaje y por un estado de
vigilia relajada, el durmiente entra en la etapa 1 del sueño. Esta etapa, que está
caracterizada por un pulso más lento, relajación muscular y movimientos en que
los ojos ruedan de lado a lado, dura apenas unos momentos. Es fácil despertar al
durmiente de la etapa 1 del sueño.
Las etapas 2 y 3 se caracterizan por un sueño progresivamente más profundo. En
esas etapas, es difícil despertar al durmiente, quien no responde al ruido ni a la
luz. El ritmo cardiaco, la presión sanguínea y la temperatura siguen disminuyendo.
Durante la etapa 4 del sueño, cuando el encéfalo emite ondas delta muy lenta, las
tasas cardiaca y respiratoria, la presión sanguínea y la temperatura del cuerpo
llegan al punto más bajo que alcanzarán durante la noche. Aproximadamente una
hora después de quedarse dormido, el durmiente comienza a ascender a través
de las etapas hasta regresar a la etapa 1, un proceso que se lleva alrededor de 40
minutos. En esta etapa del ciclo de sueño se incrementan el ritmo cardiaco y la
presión sanguínea, los músculos se relajan más que en cualquier otro momento
del ciclo y los ojos se mueven con rapidez debajo de los párpados cerrados. Éste
es el movimiento ocular rápido (MOR) que da su nombre a esta etapa del sueño.
El sueño MOR también se llama sueño paradójico porque, aunque la actividad
del encéfalo y otros síntomas fisiológicos se parecen a los registrados durante la
conciencia de vigilia, el durmiente parece estar profundamente dormido y es
incapaz de moverse debido a la parálisis de los músculos voluntarios del cuerpo.
El sueño no MOR se refiere a las etapas del sueño sin movimientos oculares
rápidos que se alternan con las etapas MOR durante el ciclo de sueño.
Trastornos del sueño. Los trastornos del sueño incluyen el sonambulismo y el
hablar dormido, los terrores nocturnos, el insomnio, la apnea y la narcolepsia. La
mayor parte de los episodios de sonambulismo y de hablar dormido ocurren
durante el sueño delta. A diferencia de las pesadillas, es difícil despertar a la
persona de los terrores nocturnos, que son más comunes entre los niños que
en los adultos, y rara vez se recuerdan a la mañana siguiente. El insomnio se
define como la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido durante la
noche. La apnea se caracteriza por dificultades para respirar durante la noche y
sentimientos de agotamiento durante el día. La narcolepsia es un trastorno
hereditario del sueño que se caracteriza por quedarse dormido de repente durante
el día y por la pérdida repentina de tono muscular luego de momentos de
excitación emocional.
Sueños
¿Qué soñamos? Los sueños son experiencias visuales o auditivas que ocurren
principalmente durante los periodos MOR del sueño. Experiencias menos vívidas
que se parecen al pensamiento consciente tienden a ocurrir durante el sueño no
MOR.
Una teoría para explicar por qué los sueños MOR son tan vívidos menciona el
nivel de activación encefálica durante el sueño MOR. La actividad del encéfalo se
parece mucho a la de la conciencia normal de vigilia, pero a causa de su relativa
insensibilidad a las entradas sensoriales exteriores, sólo se basa en imágenes
internas de la memoria.
Los niños muy pequeños suelen tener sueños breves que incluyen animales; los
sueños narrativos con argumento aparecen entre los cinco y nueve años. En los
sueños de los adultos las narrativas siguen argumentos bien desarrollados y otras
personas juegan papeles importantes. Los hombres sueñan a menudo con armas
e interacciones agresivas, mientras que las mujeres tienen mayor probabilidad de
soñar que son víctimas de una agresión.
¿Por qué soñamos? Se han desarrollado varias teorías para explicar la
naturaleza y contenido de los sueños. De acuerdo con Freud, los sueños tienen
dos tipos de contenido: manifiesto (el contenido superficial del sueño) y latente (el
significado disfrazado e inconsciente del sueño). Una hipótesis reciente sugiere
que lo sueños surgen del reprocesamiento que hace la mente de la información
obtenida durante el día, información que es importante para la supervivencia del
organismo. Por esa razón, soñar fortalece nuestro recuerdo de la información
importante. Otra propuesta es que los sueños son el resultado de la descarga
aleatoria de las neuronas, las cuales envían señales a los centros encefálicos
superiores en un intento de tejer una historia coherente. Otra teoría es que los
sueños son una extensión de las preocupaciones conscientes de la vida diaria.
¿Necesitamos soñar? Si se priva a la gente de sueño MOR a menudo se vuelve
ansiosa, irritable y malhumorada, y cuando se le permite volver a experimentarlo,
casi se duplica la cantidad de sueño MOR que registra, un efecto conocido como
rebote MOR. No queda claro si esto indica que en realidad necesitamos soñar.

Estados alterados de conciencia provocados por drogas


Consumo, abuso y dependencia de sustancias. Algunos estados alterados de
conciencia son inducidos con la ayuda de drogas psicoactivas, sustancias que
cambian el estado de ánimo, las percepciones, el funcionamiento mental o la
conducta de la gente. Es importante distinguir entre el consumo y el abuso de
sustancias. El consumo de sustancias en ocasiones es esencial por razones
médicas y puede ser culturalmente aprobado y valorado.
En contraste, el abuso de sustancias es un patrón de consumo de drogas que
disminuye la capacidad de la persona para cumplir sus responsabilidades en el
hogar, el trabajo o la escuela, lo que deriva en el uso repetido de la droga en
situaciones peligrosas o que conduce a dificultades legales relacionadas con su
consumo.
El abuso continuado a lo largo del tiempo puede derivar en una dependencia de
sustancias, un patrón de consumo compulsivo de la droga que es mucho más
grave que el abuso de la sustancia. A menudo se caracteriza por tolerancia, la
necesidad de consumir dosis más altas de la droga para producir sus efectos
originales o para prevenir los síntomas de abstinencia. Los síntomas de
abstinencia son los desagradables efectos físicos o psicológicos que se presentan
al descontinuar el consumo de la sustancia psicoactiva.
Depresores: Alcohol, barbitúricos y opiáceo. Las drogas que alteran la conciencia
se agrupan en tres categorías amplias: depresores, estimulantes y alucinógenos.
Los depresores son sustancias químicas que hacen más lenta la conducta o los
procesos cognoscitivos. El alcohol, un depresor, es el ingrediente intoxicante en
el whisky, cerveza, vino y otros licores fermentados o destilados. Cada año es
responsable de decenas de miles de muertes y contribuye a una gran cantidad de
delitos y violencia doméstica. A pesar de los peligros que entraña, el alcohol sigue
siendo una droga popular por sus efectos a corto plazo. Como depresor, calma al
sistema nervioso al operar como un anestésico general. A menudo se experimenta
subjetivamente como un estimulante porque inhibe los centros del encéfalo que
rigen el juicio crítico y la conducta impulsiva.
Los barbitúricos son depresores potencialmente letales. Se utilizaron inicialmente
por sus propiedades sedantes y anticonvulsivas, pero en la actualidad su uso está
limitado al tratamiento de condiciones como la epilepsia y la artritis.
Los opiáceos son drogas altamente adictivas como el opio, la morfina y la
heroína, los cuales entorpecen los sentidos e inducen sentimientos de euforia,
bienestar y relajación. La morfina y la heroína son derivados del opio.
Estimulantes: Cafeína, nicotina, anfetaminas y cocaína. Los estimulantes son
drogas, como la cafeína, la nicotina, las anfetaminas Capítulo 4 Estados de
conciencia 189 y la cocaína, que estimulan el sistema nervioso simpático y
producen sentimientos de optimismo y energía ilimitada, lo que hace significativo
el potencial para su abuso.
La cafeína se encuentra de manera natural en el café, té y cocoa; la nicotina sólo
está de manera natural en el tabaco. La cafeína se considera una droga benigna,
pero en grandes dosis provoca ansiedad, insomnio y otras condiciones
desagradables. Aunque la nicotina es un estimulante, actúa como depresor
cuando se consume en dosis grandes.
Las anfetaminas son estimulantes que al principio producen “accesos” de euforia,
seguidos a menudo por “caídas” súbitas y en ocasiones por depresión. La cocaína
produce una sensación de euforia al estimular el sistema nervioso simpático, pero
también puede causar ansiedad, depresión y anhelos adictivos. Su forma cristalina
o crack es altamente adictiva.
Alucinógenos y marihuana. Los alucinógenos son drogas, como el LSD, la
psilocibina y la mezcalina, que distorsionan la percepción visual y auditiva.
Muchos de los alucinógenos se encuentran de manera natural en las setas u otros
hongos. En esa forma, comparten una historia antigua con otras drogas de origen
natural que alteran la conciencia. En contraste, la dietilamida del ácido lisérgico
(LSD) es un alucinógeno artificial sintetizado en el laboratorio que produce
alucinaciones y delirios similares a los que ocurren en un estado psicótico.
La marihuana es un alucinógeno moderado que produce sentimientos de euforia,
una sensación de bienestar y cambios en el estado de ánimo que van del regocijo
a la relajación y a la paranoia. Actualmente, la marihuana es la droga que ocupa el
cuarto lugar de popularidad entre los estudiantes, después del alcohol, la cafeína y
la nicotina. Aunque es similar a los alucinógenos en ciertos aspectos, la marihuana
es mucho menos potente y sus efectos sobre la conciencia son mucho menos
profundos.
Explicación del abuso y la adicción. Varios factores hacen más probable que una
persona abuse de las drogas. Éstos incluyen una posible predisposición genética,
las expectativas de la persona, el escenario social, así como las creencias y
valores culturales. En el ambiente del laboratorio algunos participantes que
recibieron placebos (marihuana de la que se había eliminado el ingrediente activo
o café descafeinado) actuaban como si hubieran ingerido marihuana o cafeína.
Meditación e hipnosis
Meditación. La meditación se refiere a cualquiera de varios métodos para
concentrarse, reflexionar o enfocar los pensamientos dirigidos a suprimir la
actividad del sistema nervioso simpático. La meditación no sólo disminuye la tasa
del metabolismo sino que también reduce las tasas cardiaca y respiratoria. La
actividad encefálica durante la meditación se parece a la que se experimenta
durante la vigilia relajada, y la disminución acompañante en los niveles del lactato
en la sangre reduce el estrés.
Hipnosis. La hipnosis es un estado similar a un trance en el que la persona
responde con facilidad a las sugestiones. Una medida de la susceptibilidad es si la
gente responde a la sugestión hipnótica. La hipnosis tiene varias aplicaciones
prácticas; por ejemplo, disminuye el dolor de ciertas condiciones médicas y puede
ayudar a la gente a dejar de fumar y a romper otros hábitos.

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