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Derecho Civil
9 de mar. de 18
(CLASE)
Derecho público y derecho privado
¿cuál es el criterio que permite distinguir entre normas de dºpublico y dºprivado? ¿cuál es su utilidad?
tendencialmente, cuando quienes se relacionan son particulares (o el estado sin usar su poder) las
normas que se utilizan son de derecho privado. Están en situación de igualdad.
Dº publico
Dº privado
Cuando distinguimos es porque tiene una utilidad, en el derecho tiene utilidad porque tratamos de
forma distinta a las reglas de dº público y a las dº privado.
En el derecho privado se puede hacer todo lo que el derecho no prohíbe. Las reglas de derecho privado
tienden a ser más flexibles o disponibles.
En el derecho público, las reglas están establecidas de manera indisponible, no se pueden cambiar.
Tienden a ser más rígidas, porque tienen que ver con el estado.
Dentro del derecho privado, nos ocupamos del derecho civil (género-especie). El derecho civil es lo más
general en la vida de las personas, además es supletorio respecto de otras reglas del derecho privado,
como lo es el derecho comercial. Ej: compra-venta entre comerciantes, si no está en reglas especiales,
el código civil (más general) sirve supletorio.
El principal continente normativo es el código civil.
La codificación es un proceso situado históricamente de fijación del derecho. Este proceso tiene lugar
en Europa a partir de fines del siglo XVIII, siendo su principal exponente el cc francés, este tiene una
gran importancia en América.
Ciertas circunstancias explican esto:
Políticas: la independencia de Chile, requieren sus propias reglas ya que no se sienten dueños de las
leyes creadas por los españoles.
Chile: tenía un derecho complejo (dº español, 7 partidas). Se necesitaba un derecho propio. Hay una
idea de autonomía, se instala rápidamente las ideas del liberalismo económico. Se usó como modelo el
cc francés.
Contenido del código:
Espíritu o ideología hacia el individuo:
-libertad (cada uno es soberano de su propia vida)
-Igualdad: merecemos una cierta consideración y que nadie merece privilegio. En cierta
manera el código aspira a esto.
-Voluntad: las personas libres se organizan entorno a la voluntad.
Económico: libertad económica y escaza intervención del estado. Los principales agentes de la
economía son las personas.
El código se comienza a pensar en 1822 y comienza a regir en 1857.
Andrés Bello logró influir en la discusión de cómo debía realizarse el proceso. Optó por mezclar las
cosas, en ciertas cuestiones como personas o contratos encontramos ideas del CC francés
Art. 582 cc propiedad se ve como una cosa en la que yo quiera arbitrariamente. La propiedad es del
sujeto (idea liberal e individualista)
Bello nota que chile aún no está preparado para el transito completo, era imposible apartarse
completamente de la iglesia.
Organización del Código civil
-Libro preliminar acerca de la ley
-Libros: están divididos en párrafos y estos están divididos en artículos, los artículos están divididos en
incisos, los cuales están divididos en números
Las reglas del código buscan ser abstractas y generales, están destinadas a disciplinar un número
importante de casos.
El código está plagado de ejemplos, ya que es el primer código de Chile.
Materias del CC
1. Libro I: sobre las personas.
Se preocupa de quienes son personas, cuándo surgen y cuándo se extinguen, los atributos de
las personas.
2. Libro II: De los bienes, dominio, posesión, uso y goce.
Indica sobre qué se puede tener titularidad, qué son las cosas, cuáles titularidades podemos
tener, cómo se accede a la titularidad
3. Libro III: sobre la sucesión por causa de muerte
Cómo se transfieren los activos y pasivos al momento de la muerte
4. Libro IV: De las obligaciones y contratos en particular
Cómo una persona queda obligada frente a otra, cómo puede ser que una persona pueda
disponer de la fuerza del estado para que otra pueda hacer algún tipo de prestación, qué es
una obligación (donde se enlaza un derecho personal con un deber), qué significa estar
obligado.
El código se refiere a los delitos y cuasidelitos
Texto clase 3: Teoría general y clasificaciones, Daniel Peñailillo
2. Determinación del tema: Derecho real y Derecho personal
Dentro del ámbito de los derechos privados se han distinguido dos categorías: los derechos
patrimoniales y los extra patrimoniales y, con esa distinción se han ido construyendo toda una serie de
subclasificaciones, conceptos, características, etc.
EXTRAPATRIMONIALES: suelen distinguirse entre los que se refieren a la persona aisladamente
considerada y los que tratan como miembro de una familia.
Esta división se ha ido debilitando al observarse que en la realidad la pretendida diferencia no es tan
nítida. Surgen derechos de difícil clasificación y por otro lado, no es difícil observar perturbadoras
vinculaciones.
Es muy frecuente percatarse de derechos calificados extra patrimoniales con importantes
6consecuencias económicas y derechos patrimoniales de los que se derivan consecuencias morales.
Es preferible enunciar una distinción entre los derechos de contenido predominantemente
patrimonial y los de contenido predominantemente extra patrimonial (o moral).
Avanzando en la formación del sistema por la vía de derechos patrimoniales, en ella se ha formulado
otra conocida clasificación: derechos personales y derechos reales.
Estos conceptos conforman dos categorías contrapuestas, irreductibles y cada una con sus propias
características.
Se estima que la distinción se formula atendiendo a la relación existente entre el sujeto y las cosas, al
aprovecharse aquél de éstas.
Derecho real: aquel en el cual el sujeto utiliza directamente la cosa.
Art. 577 CC: “Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de
servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos derechos nacen las acciones reales.”
De modo que el derecho real se concibe como una relación entre una persona y una cosa
Derecho personal: es aquel en el cual sólo puede haber una utilización indirecta de la cosa, a través
de otra persona, la cual ha quedado en la situación de tener que efectuar, para el primero, cierta
prestación
Art. 578 CC: “Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de ciertas personas,
que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído las obligaciones correlativas;
como el que tiene el prestamista contra su deudor por el dinero prestado, o el hijo contra el padre por
alimentos. De estos derechos nacen las acciones personales.”
De modo que el derecho personal se concibe como una relación entre personas.
1. En cuanto a los sujetos: solo hay 1. En cuanto a los sujetos: existe un
sujeto activo, el titular, carece de un sujeto activo (el acreedor) y uno
sujeto pasivo. Hay solo dos pasivo (deudor). Hay tres elemenos:
elementos: titular y cosa. acreedor, deudor y prestación
2. Objeto: recae directamente sobre 2. Objeto: el objeto directo es la
la cosa, determinada en especie prestacion del deudor, que puede
3. poder que atribuyen al titular: referirse a una cosa, a un hecho o a
confiere un poder juridico inmediato una abstencion
sobre la cosa 3. Poder que atribuyen al titular:
4. Tutela del titular o la eficacia: es confiere un poder o facultad contra
Derecho real
Derecho personal
del orden publico, regulandolo la ley 5. Ejercicio: la presencia del deudor
estrictamente. Se impone un numero importa una limitacion fundamental
cerrado o enumeracion taxativa, de en su ejercicio; su ejercicio, en
modo que el texto legal establece cuanto logra el cumplimiento o pago,
ciertos tipos de derechos reales trae consigo su extinción, es más
bien transitorio.
7. Fuente: se requiere la
concurrencia dual de un título y un 6. Influencia que la voluntad y la ley
modo de adquirir (generalmente la tienen en su ordenamiento: tiene
tradición) más cabida la autonomia de la
libertad, rige el numero abierto; la
8. Se le confiere al derecho real, ley tipifica algunos solo muy
cuando es garantía (prenda, inicialmente (ej: regular contratos),
hipoteca, etc), una preferencia para pudiendo los particulares configurar
su pago los que estimen, en amplia
autonomia. Limitaciones generales.
7. Fuente: basta el título (para la
tranferencia por parte del acreedor a
un tercero es necesaria la tradición)
8. Los derechos personales de
garantía (como la fianza) por regla
general no se les concede
preferencia.
12 de mar. de 18
NEGOCIO JURIDICO
Una sociedad para desarrollarse requiere de lo suficiente para que todos sobrevivan.
Cuando se vive en sociedad se convive y para hacerlo se debe responder dos preguntas:
-Una condición necesaria para negociar es saber para quien pertenece cada cosa (titularidad)
derechos reales
-Cómo se transfiere, cómo se desplaza del patrimonio de A al patrimonio de B
1
Las obligaciones que se contraen sin convención, nacen o de la ley, o del hecho voluntario de una de las
partes. Las que nacen de la ley se expresan en ella.
Si el hecho de que nacen es lícito, constituye un cuasicontrato.
Si el hecho es ilícito, y cometido con intención de dañar, constituye un delito.
Si el hecho es culpable, pero cometido sin intención de dañar, constituye un cuasidelito. En este título se trata
solamente de los cuasicontratos.
Contrato compra-venta (Art. 1793) “a” compra a “b” derecho personal: surge a propósito de los
contratos. Cuando se forma un contrato surgen derechos y obligaciones. Se ejerce intermediado por
una persona.
Su contenido es distinto y exigen cosas distintas
Diferencias:
1. El derecho real recae directamente sobre una cosa; el derecho personal recae sobre la
conducta de una persona.
2. El contenido del derecho real, en términos de exigibilidad, consiste en una omisión; El
contenido de los derechos personales es extremadamente amplio, puede consistir en
abstenerse o hacer cualquier otro tipo de conducta (depende de lo que la parte quiera).
3. Tiene que ver con el sujeto pasivo, en los derechos reales no está determinado, hay un sujeto
pasivo universal; en los derechos personales el deudor está siempre determinado.
4. La fuente de los derechos reales (Art. 588) provienen de algo denominado “modos de adquirir
el dominio” y esos modos están determinados por la ley; la fuente de los derechos personales
son los acuerdos, accidente y también pueden surgir de la ley (ej: pensión alimenticia) (art.
578, 1437 y 2284)
5. El legislador es más inflexible con los derechos reales, puedo hacer con él lo que el legislador
me permita; en cambio en el derecho personal son las partes las que determinan lo que son
los derechos personales.
Un derecho real significa que nadie puede usar, gozar o disponer de mi reloj
6. Los derechos reales están identificados en el código: propiedad, uso, goce; los derechos
personales son los que se quiera
7. Las tutelas de los derechos reales están protegidos por acciones reales operan respecto de
todos, conceden una preferencia que los personales no dan; los derechos personales están
protegidos por acciones personales
Art. 578
Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de ciertas personas, que, por un
hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído las obligaciones correlativas; como el que
tiene el prestamista contra su deudor por el dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos.
De estos derechos nacen las acciones personales.
siempre son relacionales, el derecho personal se le exige a la persona que contrajo la obligación.
Sentencia 1
Hechos: hechos que la sentencia tiene por acreditados.
Contrato entre Horus – Bridger
Horus tenia una deuda con bridger, le podía pagar con minerales. Horus era la dueña de la minera
Horus no pagó las patentes, por lo que fue rematada la mina. La compró Tomatsu.
La propiedad de la minera de desvinculó de Horus, pasó a ser de Meridian
Caso es entre Bridget como demandante y Meridian como demandada.
Historia procesal: como las partes traducen el conflicto a un lenguaje jurídico
Comienza con una demanda
Bridget cobra la entrega de frutos, ya que se reconocía la calidad de usufructuario para Bridget
afirmaban tener un derecho real, y este se tiene sin respecto a otras personas
Art. 764 “El derecho de usufructo es un derecho real que consiste en la facultad de gozar de una cosa
con cargo de conservar su forma y substancia, y de restituirla a su dueño, si la cosa no es fungible; o
con cargo de volver igual cantidad y calidad del mismo género, o de pagar su valor, si la cosa es
fungible.
Contesta Meridian: ¿Qué dice? ¿por qué lo dice?
Dice que surgió un crédito (derecho personal) y esto le pertenece a Horus.
14 de mar. de 18
Negocio jurídico
¿De dónde surge la idea de Negocio Jurídico?
La idea de negocio jurídico es del siglo XIX, lo desarrollan juristas alemanes que forman parte del
movimiento de la “pandectistica”. Parte de lo que hacen los pandectistas es tratar de sistematizar (de
teorías particulares a generales).
Los pandectistas creen detectar ciertas características generales que se pueden englobar bajo la noción
de negocio jurídico. ¿Qué es lo que tienen en común una herencia, compra venta, etc? Es un acto
voluntario destinado a producir un efecto jurídico
Def: Manifestación de la voluntad destinada a producir efectos jurídicos que pueden consistir en crear,
modificar o extinguir relaciones jurídicas
Claro ejemplo es el art. 1793 (compra-venta)
Hechos naturales y hechos jurídicos se diferencian de si del hecho se extraen consecuencias jurídicas
El origen del hecho jurídico está en la naturaleza o en una persona. Los hechos jurídicos de una
persona pueden ser voluntarios o involuntarios, para que sea un negocio jurídico debe ser voluntario.
acto
Persona voluntario
Más comúnmente, una parte está formada por una sola persona, pero esto es únicamente una
constatación de la práctica y no una exigencia jurídica. El art. 1438 expresa “cada parte puede ser una
o muchas personas”. Hay casos en que la ley admite únicamente la voluntad de una sola persona. Tal
ocurre con los negocios unilaterales subjetivamente simples, como el testamento.
Puede producirse, la concurrencia de varias personas en un mismo negocio unilateral, porque lo hacen
en vista de un mismo interés.
La ley es, generalmente, más exigente para el modo de expresión de la voluntad en el negocio
unilateral que en el bilateral, ya que en este último se trata de voluntades diferentes. La ley no impone,
salvo excepción, la ocurrencia de solemnidades. Bastará el acuerdo de voluntades para que el negocio
quede perfecto. Pero cuando se trata de un negocio unilateral, debe tenerse más cuidado.
El régimen de los vicios del consentimiento es también distinto, en especial cuando se trata de dolo y
de ciertas especies de error.
Los negocios unilaterales son en principio irrevocables y no pueden dejarse sin efecto.
Contratos y convenciones
Los negocios jurídicos bilaterales son denominados también y más corrientemente como convenciones.
Es decir, todo negocio jurídico bilateral es una convención y la convención, tendrá como objeto crear,
modificar y extinguir derechos y obligaciones.
Cuando la convención tiene por objeto crear derechos y obligaciones, se llama contrato. El contrato es
una especie de convención; no todas las convenciones son contratos, sino solo las que están destinadas
a crear derechos y obligaciones.
El pago, definido como “el cumplimiento efectivo de lo que se debe” (art. 1598), es una convención,
pero no un contrato. Su propósito es extinguir las obligaciones creadas de un contrato anterior.
La Corte Suprema ha dicho que “si bien el art. 1438 asimila la convención al contrato, estas voces
tienen significación propia. La primera es todo acuerdo de voluntades que tenga por objeto crear,
modificar o extinguir derechos u obligaciones” y que “la convención es el género y el contrato la
especie. Convención es el acuerdo de dos o más partes sobre un objeto de interés jurídico. Ella no
envuelve necesariamente la obligación de una de las partes a favor de la otra de dar, hacer o no hacer
alguna cosa”
No deberá confundirse el contrato bilateral o unilateral con el negocio unilateral o bilateral. La primera
es una clasificación de los contratos, que por definición, son bilaterales.
Atendiendo a la distinción de la obligación creada, podemos clasificar los contratos en:
Contratos unilaterales: cuando una parte se obliga para con otra, que no contrae obligación alguna”
(art. 1439)
Contratos bilaterales: “cuando las partes contratantes se obligan recíprocamente” (art. 1439)
Todo contrato es una convención y para formarse requiere de dos o más voluntades.
En Chile, un contrato solo genera obligaciones y derechos personales correlativos, pero jamás tendrá
un efecto real.
Negocios entre vivos y por causa de muerte
La muerte puede intervenir desde diversos puntos de vista y con distintos efectos en los negocios.
-Por causa de muerte se llama al negocio en el cual la muerte es evento esencial para que se produzcan
los efectos propios del negocio. No producirá sus efectos sino después de la muerte.
El testamento (art. 999) es el típico negocio mortis causa. Los efectos del testamento quedan, entre
tanto, en suspenso. El testamento se hace irrevocable sólo con la muerte de su autor. La voluntad
eventual expresada en el testamento, se vuelve voluntad definitiva solo al morir el testador.
-Entre vivo será aquel negocio en que los efectos pueden producirse sin necesidad de que acontezca la
muerte.
FORMACIÓN DE LA VOLUNTAD
Existen diversas formas de formarse la voluntad jurídica.
En el negocio unilateral requiere solamente de la decisión de una o de varias personas, la conciencia de
lo que hacen y la intención de proyectar su querer. Lograda la formación, viene su emisión, es decir,
llevarla al conocimiento de terceros. Basta con la emisión de la voluntad para que el negocio tome
existencia jurídica. Cuando se trata de un negocio unilateral solemne, dicha emisión debe contenerse
en ciertas formas, sin las cuales el derecho no las considera. El tercero a quien se dirige la voluntad la
considere o no, es cuestión que interesa al efecto, a la eficacia del negocio, no a su existencia.
El testamento existe desde antes de la aceptación y tendrá solamente interés para decidir si tal acto
testamentario producirá o no lo efectos queridos.
En el negocio bilateral, no basta la sola emisión de la voluntad de una parte y ni siquiera la de las dos
partes en forma aislada e independiente. Se requiere un concurso de voluntades, un acuerdo de
voluntades de ambas partes en torno al objetivo y elementos del negocio en cuestión. Cuando ambas
voluntades coincidan, la manifestación de voluntad toma el nombre de consentimiento.
¿Cómo se forma y en qué momento existe el consentimiento?
La formación del consentimiento no resulta siempre instantánea y existe un variable periodo de
tratativas negóciales que también requieren de examen jurídico.
En principio, el consentimiento solo es requerido esencialmente para convenir la celebración del
contrato
I. Las reglas clásicas de formación del consentimiento
a) Oferta y aceptación:
El consentimiento se forma cuando concurren dos manifestaciones de voluntad: la de oferta y la de
aceptación. Existen conversaciones previas, pero esencialmente en último análisis el negocio se forma
cuando concurren oferta y aceptación
b) Reglamentación jurídica
El CC solo establece que el consentimiento es imprescindible para que exista el negocio, pero no
contiene las reglas de su formación. Ellas están contenidas en el código del comercio, art 97 al 108.
c) Características de la oferta
La oferta es una declaración de voluntad en que el oferente manifiesta su voluntad de concluir el
negocio y las condiciones que este debe contener. Se entiende como un negocio unilateral autónomo,
pero son la aceptación no tiene consecuencias jurídicas y de ella ni surge obligación ni derecho para
aquel a quien ella se dirige.
Atribuirle el carácter de negocio unilateral, significaría que por ella el destinatario adquiriría el derecho
potestativo de aceptación. Esto es difícil de aceptar ya que la aceptación no es el ejercicio de un
derecho, sino un acto de decisión privado.
La oferta debe ser firme, debe expresar una voluntad decidida de concluir el negocio, en caso de ser
aceptada. Esta condición no se cumple con aquellas ofertas destinadas a incitar a otros a negociar.
Tales son las ofertas a personas indeterminadas (referidas en el art. 105 del código de comercio), estas
no obligan verdaderamente al que las hace y no se dirigen a una persona especifica o si lo hacen, no
contienen todos los requisitos.
La oferta debe ser precisa y completa, debe comprender todos los elementos del negocio que se va a
concluir, para que la aceptación pueda darse pura y simplemente.
d) Efectos de la oferta antes de su aceptación
Algunas legislaciones, como la alemana, dan a la oferta un efecto obligatorio, de modo que el oferente
queda obligado a mantenerla por un periodo de tiempo, aunque no se acepte de inmediato.
La posición adoptada por nuestra legislación es la que la oferta no tiene carácter obligatorio antes de la
aceptación. Resulta que es esencialmente revocable, puede caducar, es decir, perder toda eficacia y
dejar de existir automáticamente, en caso de muerte o de incapacidad sobreviniente del solicitante
antes de la aceptación. Esto queda evidenciado en el art. 101 del c de c al establecer la posibilidad de
retracción.
21 de mar. de 18
CLASE
Negocio jurídico pretende agrupar un conjunto importante de fenómenos bajo un solo rotulo
Para que se originen los efectos que estoy buscando a través de un negocio jurídico, en principio hay
voluntad, hay alguien que quiere que haya efectos jurídicos. La voluntad está al centro del negocio
jurídico.
-Declaración de voluntad: Es necesario que la voluntad se exteriorice de cierta manera. Es posible que
la “voluntad interna” (lo que realmente quería) coincida con lo que se declaró, pero también puede no
ocurrir. Se puede manifestar la voluntad de comprar un automóvil, pero la voluntad interna no quería
comprar ese automóvil.
¿Qué pasa cuando lo declaro no termina completamente de adecuarse con la voluntad interna? No
siempre se protege la voluntad interna, no siempre se protege a quien se equivoca.
La voluntad explicaría algunos de los derechos y obligaciones del negocio jurídico, usualmente la ley la
que determina el contenido de las obligaciones.
Hay ciertos negocios jurídicos donde la voluntad se necesita siempre para que surja el negocio, pero la
voluntad es irrelevante para el contenido.
Ej: el matrimonio negocio condición: donde las partes están limitadas para modificar el contenido.
La compra venta Negocio jurídico propiamente tal: las partes no están limitadas para modificar el
contenido
-Efectos jurídicos: la declaración de la voluntad está destinada a producir efectos jurídicos. No basta
con que haya una declaración de voluntad, tiene que ser el caso de que el tipo de declaración se
destine a producir efectos jurídicos. Los efectos jurídicos son los que las partes reconocen y la ley
reconoce.
Contratos
Definición de Contrato (art. 1438): contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga
para con otra dar
Criterio: el número de partes que resultan obligadas (unilateral: donación). Importancia de distinguir
entre contrato unilateral y bilateral: lo que pasa con una obligación repercute sobre la otra
Contratos unilaterales: resulta obligada solo una parte.
*Comodato préstamo de uso (art.2174 y 2194) 2
Contratos bilaterales: resultan obligadas más de una parte. Para estar frente a un contrato
bilateral, no basta que del contrato resulten obligaciones para más de dos partes, también es
necesario que sean obligaciones interdependientes.
El contrato necesita de ciertas solemnidades que si no se cumplen no llegará a perfeccionarse.
contractos colectivos: los vicios del consentimiento funcionan de manera diversa, para
perfeccionarse no requieren de todas las voluntades. Son voluntades que confluyen hacia el mismo fin.
negocios jurídicos entre vivos y por causa de muerte
Los negocios por causa de muerte tienen la exigencia de la muerte, en cambio los negocios entre vivos
no tienen esta condición.
El legislador suele ser más estricto con los negocios jurídicos por causa de muerte
negocios con contenido patrimonial y negocios con contenido de familia
Los negocios con contenido patrimonial incluyen bienes; los negocios con contenido de familia
(matrimonio, adopción) disciplina cuestiones que tienen que ver con el afecto.
Los distingue el tipo de relación, en una se manejan “afectos” más próximos (horizontales y verticales)
y en otro se administran cuestiones que tienen que ver con activos y pasivos.
El legislador no los trata de la misma manera, es más cauto en cuanto a la autonomía privada, es más
limitado.
Negocios típicos y atípicos o nominados e innominados
En los negocios típicos el legislador ha regulado su estructura (compra-venta, matrimonio, etc); Un
contrato es atípico cuando en virtud de la autonomía privada las partes han acordado (franquicia).
2
Es un contrato unilateral porque una vez que se perfecciona una sola de las partes queda obligado a
restituir
Teoría general del negocio jurídico
Ramón Domínguez
3
art. 1699 “Instrumento público o auténtico es el autorizado con las solemnidades legales por el
competente funcionario.
Otorgado ante escribano e incorporado en un protocolo o registro público, se llama escritura pública.”
4 Art. 1015 a 1018 (testamento abierto)
El art. 14435 dice que el contrato es consensual cuando se perfecciona por el solo consentimiento.
La regla no es el negocio consensual, sino la ausencia de formalidades predispuestas, es decir, la
libertad de formas, siendo incluso admisible, el negocio meramente consensual.
El derecho contemporáneo tiende a volver en número cada vez mayor a exigencias de la forma,
aunque con propósitos diversos a las del formalismo antiguo y en especial al del Derecho Romano.
Contrato real: El negocio real es cuando requiere para quedar perfecto, además del consentimiento,
la entrega de la cosa que es su objeto.
El art. 1443 menciona el contrato real, concibiéndolo como aquel que, para ser perfecto requiere de la
“tradición de la cosa a que se refiere”.
Son contratos reales el comodato (art. 2174)6, el mutuo (art. 2196)7, el deposito (2211 y 2212) y la
prenda civil.
A veces no basta una simple entrega, sino se requiere que ella implique una tradición (mutuo); pero en
otras basta una simple entrega, desde que no hay transferencia del dominio y el que recibe la cosa lo
hace a título de mero tenedor.
Esta categoría negocial es discutida por la doctrina contemporánea, que no ve en ella sino una
supervivencia del Derecho Romano, sin mayor utilidad y sin que nada impida considerarlos como
negocios no formales y aun consensuales, que generan obligaciones reciprocas (la de entregar y la de
restituir).
Entre nosotros lo vemos en la Ley nº18.010 respecto de las operaciones de crédito de dinero.
A diferencia del mutuo del Código, la convención puede existir desde que se conviene el préstamo y no
desde que se realiza la entrega por el que se presta siendo esa entrega el cumplimiento de su
obligación
12. Negocios gratuitos y onerosos
El CC se refiere a estos diciendo que (art. 1440):
Los contratos gratuitos o de beneficencia son los que tiene por objeto “la utilidad de una de las partes,
sufriendo la otra el gravamen”; y los onerosos aquellos que tienen por objeto “la utilidad de ambos
contratantes, gravando cada uno a beneficio del otro”.
La distinción entre el título de gratuito y oneroso es una de las cuestiones más debatidas en el derecho
civil. El debate puede resumirse en dos concepciones:
a) Subjetiva: atiende al móvil o intención, de forma que serán gratuitos aquellos negocios
realizados con el propósito de beneficiar a otro aunque este no reciba, efectivamente,
beneficio alguno.
b) Objetiva: pretendo que sólo hay negocio jurídico gratuito cuando una persona recibe un
beneficio tangible, efecto, de modo que en términos concretos podría realizarse una operación
aritmético; si no hay beneficio para el gratificado, el negocio no es gratuito.
Hay una cierta relación entre el contrato unilateral y el gratuito, aunque no se trata de categorías
equivalentes pues hay contratos unilaterales que no son gratuitos, como ocurre con el préstamo de
interés.
5
art. 1443 “El contrato es real cuando, para que sea perfecto, es necesaria la tradición de la cosa a que
se refiere; es solemne cuando está sujeto a la observancia de ciertas formalidades especiales, de
manera que sin ellas no produce ningún efecto civil; y es consensual cuando se perfecciona por el solo
consentimiento.”
6 Art. 2174: “El comodato o préstamo de uso es un contrato en que una de las partes entrega a la otra
gratuitamente una especie, mueble o raíz, para que haga uso de ella, y con cargo de restituir la misma
especie después de terminado el uso.
Este contrato no se perfecciona sino por la tradición de la cosa.”
7 Art. 2196: “El mutuo o préstamo de consumo es un contrato en que una de las partes entrega a la otra
cierta cantidad de cosas fungibles con cargo de restituir otras tantas del mismo género y calidad.”
Es posible indicar que para algunos de ellos las condiciones de validez son más estrictas en razón del
peligro que presentan para el que hace el beneficio. La ley permite también que los terceros tengan
mayores medios para controlar a las partes y su intención en tales negocios, porque con éstos es más
fácil lesionar los intereses de aquellos.
El derecho demuestra una desconfianza hacia los negocios gratuitos, porque no es el ánimo liberal,
sino el de lucro el más común.
13. Negocios típicos o nominados y atípicos o innominados.
La clasificación deriva de la consagración de la autonomía de la voluntad.
Negocios típicos: tienen una reglamentación estructurada por la ley. Lo importante para calificar a un
negocio de nominado o típico es el hecho de que esté tipificado en la ley, reglamentado, aunque a
veces sea supletoriamente a la voluntad de las partes.
Negocios atípicos: son los que crean las partes en uso de su libertad negocial y conforme a sus
necesidades, incluso en cuanto a su reglamentación. Lo esencial es que carezcan de reglamentación
legal específica, porque tampoco es efectivo que por esa circunstancia queden sometidos únicamente
a las normas que se den las partes. Las partes no crean negocios jurídicos por entero originales, sino
que utilizan la técnica proveniente de contratos usuales o nominados para adaptarla a sus especiales
requerimientos.
14. Negocios principales, negocios accesorios y negocios dependientes.
Art. 1442 define contratos principales y accesorios, pero la clasificación es general para los negocios
jurídicos.
Será principal el negocio que subsiste sin necesidad de otro, por sí nacerá y producirá efectos. Esta es la
regla general.
El accesorio vale en función de uno principal y por sí solo no tiene razón de ser. Está destinado a servir,
modo de garantizar el cumplimiento o de servir los propósitos de otro.
El negocio accesorio por aplicación de un principio general, según el cual lo que es accesorio sigue la
suerte de lo principal, verá unida su suerte a la del negocio para cuyo cumplimiento se ha contraído.
todo lo que pase con el negocio principal le afecta a lo accesorio
El negocio principal se constituye en un elemento esencial del negocio accesorio en cuanto a la
subsistencia de este y de allí la aplicación a estos de la denominada nulidad refleja. Ello no significa que
el negocio accesorio haya de nacer después del principal, porque es posible concebir, por ejemplo, una
caución de una obligación futura (art. 2339). Para la hipoteca (art. 2413 inc. Final) establece
expresamente que podrá otorgarse “antes o después de los contratos a que acceda”.
El negocio es dependiente cuando existe por sí solo, pero sus efectos no se producen sino cuando
existe otro negocio determinado. Su objeto es, en cierto modo, independiente; pero como dice
relación con otro negocio, no tendrá eficacia sino en virtud de la existencia de este.
16. Los elementos del negocio jurídico.
Es necesario que se examine su estructura en relación con la declaración de voluntad, en cuanto a su
objeto y, según cierta doctrina, en cuanto a su causa.
No solo será menester que exista una voluntad con un contenido u objeto y con una causa, si esta es
admitida como elemento del negocio. Es necesario para que el negocio exista, pero no es suficiente
para que es valga plenamente. Una voluntad manifestada por error o a la fuerza no tiene validez
jurídica, pues el negocia se destina a producir efecto que las partes libres y consciente desean producir.
Un objeto que no es tolerado por la ley (sea por ilicitud u otra causa semejante) no es tomado en
consideración por el derecho. Una causa que caiga también en lo ilícito no es tutelada por el derecho.
De ahí que es necesario clasificar los elementos del negocio:
-Esencia: son aquellos sin los cuales el negocio no puede formarse. Aquellos sin los cuales el negocio no
produce efecto alguno o degenera en otro diferente; si no concurren, lo que ha de afirmarse
propiamente es que el negocio no llega a existir.
Pueden ser generales, es decir, los propios a todos los negocios jurídicos
Pueden ser específicos o especiales, es decir, propios a cierto tipo, clase o especie de negocio.
Son requisitos de existencia generales la manifestación de voluntad, el objeto y la causa.
CLASE
26 de mar. de 18
un contrato es principal cuando subsiste por sí mismo, el contrato accesorio no tiene ningún sentido
por si solo. El contrato accesorio tiene por objeto garantizar el principal
art. 1442: “El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo sin necesidad de otra convención, y
accesorio, cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una obligación principal, de manera
que no pueda subsistir sin ella”
Ej: matrimonio y separación de bienes.
Tener un casco de moto porque tengo una moto.
Si x le paga a y, la obligación de pago se extingue y lo accesorio también
“Lo principal contagia a lo accesorio”
La manifestación de la voluntad
17. El rol de la voluntad en el negocio jurídico
La concepción del negocio jurídico es la proyección de la voluntad al campo jurídico.
La concepción filosófica que imperó en el siglo XIX: “la voluntad es la causa primera del Derecho”.
Voluntad y negocio jurídico son dos ideas que se identifican. La voluntad humana aparece como factor
esencial en la creación, modificación y extinción de los derechos y obligaciones.
*Windcheid: “El acto jurídico es la manifestación del poder creador que pertenece a la voluntad
privada en el campo jurídico”
Se critica la idea que hace del negocio jurídico una dependencia de la voluntad, atribuyéndole el efecto
creador de derechos y obligaciones.
La concepción voluntarista, según la doctrina tradicional que de ella se ha hecho, inspiró las
legislaciones napoleónicas y las que de ella derivan, y que han sido luego sometida a fuerte critica. El
fundamento voluntarista en que se basaría la doctrina del contrato, ha sido objeto de controversia en
Francia, parece ser de una lectura a posteriori de las reglas de CC influenciadas por concepciones
políticas liberales.
El cc recoge las ideas del derecho natural fundando en la razón y no adopta la concepción voluntarista,
introducida por la filosofía liberal en época posterior.
El CC chileno que en materia de contratos sigue fielmente a Pothier y al código francés y en cuyas
reglas no parece consagrarse filosofía voluntarista particular y la voluntad aparece limitad por las
necesidades del orden público, las buenas costumbres y la ley (Art. 1545)*. La interpretación de las
reglas contractuales ha seguido el mismo camino que en Francia para atribuir al Código de Bello una
inspiración liberal que está en él.
La manifestación de voluntad sigue siendo un elemento esencial del negocio, aunque no pueda dársele
toda la importancia que antes se le asignó, al hacer sinónimas la idea de negocio jurídico con el de
manifestación de voluntad. El derecho debe reconocer al individuo su poder de acción.
Es también cierto que el Derecho no puede aceptar que todo lo querido por el individuo haya de ser
respetado por los demás, pues ello significaría permitir que los demás fuertes se impongan a los más
débiles. En palabras de Ihering “sostener que el acuerdo de voluntades es necesariamente justo, es
entregar un permiso de caza a los piratas y a los bandidos, con derecho de presa sobre todos los que
caigan entre sus manos”
Es imprescindible reconocer a la ley, como emanación del interés general, una labor de regulación y de
contención de sus excesos.
Se observa así un renacimiento del rol de la voluntad, unida a una intervención de la norma objetiva
que permita el mejor ejercicio de la libertad mediante el resguardo de una efectiva libre concurrencia.
8
“No vale disposición alguna testamentaria que el testador no haya dado a conocer de otro modo que
por sí o no, o por una señal de afirmación o negación, contestando a una pregunta.”
9 “Sobre las reglas dadas en este título acerca de la inteligencia y efecto de las disposiciones
testamentarias, prevalecerá la voluntad del testador claramente manifestada, con tal que no se oponga
a los requisitos o prohibiciones legales.
Para conocer la voluntad del testador se estará más a la substancia de las disposiciones que a las
palabras de que se haya servido.”
La voluntad puede exteriorizarse de diversas maneras y algunas se prestan a dificultades al distinguir
una simple intención de una real manifestación de voluntad formada.
Manifestación
expresa tácita
explicita directa
10
“Las personas que por su profesión u oficio se encargan de negocios ajenos, están obligadas a
declarar lo más pronto posible si aceptan o no el encargo que una persona ausente les hace; y
transcurrido un término razonable, su silencio se mirará como aceptación.
Aun cuando se excusen del encargo, deberán tomar las providencias conservativas urgentes que
requiera el negocio que se les encomienda.”
11Con todo, si la cosa fuere raíz y el arrendatario con el beneplácito del arrendador hubiere pagado la
Cuando se dictó nuestro código, predominaba la primera teoría. La autonomía de la voluntad fue
considerada por los filósofos de la Revolución como una reafirmación del individuo frente al poder real
y al señorío de las clases dominantes.
Es en razón de ello que en la interpretación de los contratos de estarse a la “intención de los
contratantes…más que a lo literal de las palabras”. Por eso la teoría de os vicios de la voluntad
consagrada entre nosotros atiende a la preservación de la voluntad interna. De allí también que en la
teoría de la causa deban tenerse en cuenta los móviles de las partes, o al menos algunos de ellos.
En nuestra legislación, se ponen límites al predominio de la intención y hay normas que tutelan el
interés de terceros, quienes pueden atenerse solo a los que conocen, a la manifestación.
22. Casos en que no existe voluntad.
Desde el punto de vista jurídico, no hay voluntad si la persona no tiene facultades para comprender el
sentido de su manifestación (Ej: los absolutamente incapaces)
En el caso de error esencial, es decir, cuando las partes se equivocan en cuanto a la naturaleza del acto
que celebran o en cuanto a la identidad especifica de la cosa de que se trata o, cuando se equivocan en
la causa de la obligación.
28 de Mar. de 18
La voluntad
Ante todo, el código parte de la base de que las personas son libres y dueñas de su propia vida. Para
que surtan efectos jurídicos estas personas tienen que aceptarlo.
Las consecuencias jurídicas deben ser exigibles porque la persona así lo quiso. En principio se puede
decir que las personas únicamente quedan en el ámbito del negocio jurídico cuando esa fue su
voluntad.
Mientras la voluntad permanezca en el fuero interno, no tiene ninguna relevancia para el negocio
jurídico. Debe exteriorizarse la voluntad.
Existen distintas maneras de exteriorizar la voluntad:
a) Expresa levantar la mano en una subasta.
No hay otro significado posible que se pueda atribuir.
b) Tacita heredero que hace actos que sólo un heredero podría realizar.
Mandato (Relación mandante y mandatario. Ambos deben estar de acuerdo) 2124. Debe
ejecutar el acto.
No hay un acto absolutamente univoco.
Hay un problema de prueba de cómo se formó.
El solo hecho de no manifestar una conducta no permite inferir una respuesta positiva o negativa. Por
regla general no se le reconoce un valor al silencio.
Art. 2125 se refiere a un caso donde “no hay acción” no obstante el contrato se perfecciona. Le
reconoce valor al silencio (ej. Abogado, corredor de propiedades). Esa persona crea una cierta imagen
(administrar los negocios de otro).
Silencio circunstanciado hay un conjunto de circunstancias que nos permiten confiar.
Art. 1956 arrendamiento.
Las mismas partes pueden darle valor al silencio “si las partes nada dicen…”
Voluntad y consentimiento
Consentimiento es el encuentro de voluntades (negocios bilaterales)
2 de Apr. de 18
Clase 10 y 11
Las exigencias particulares para la exteriorización de la voluntad
La voluntad es un elemento esencial del negocio jurídico y esta debe estar libre de vicios para que este
sea válido. Sin embargo, para que su exteriorización sea válida el derecho exige ciertas condiciones:
- Que la persona sea capaz
- Que la persona tenga los poderes necesarios para negociar
- Solemnidades (*)
(*) Solo se presenta cuando la ley exige que se exprese de una determinada manera.
La capacidad y el poder negocial
Desde un punto de vista teórico:
- Capacidad: elemento intelectual propio del individuo.
- Poder: reglas de administración de los bienes. Habilitación para realizar un negocio jurídico.
Ejemplo: un niño no puede realizar actos válidos sobre sus bienes porque carece de capacidad. Un
gerente de una sociedad no puede vender los bienes de esta sin autorización, pues carece de poder para
hacerlo sin previa autorización pertinente. Podemos decir que el gerente es capaz, pero carece de poder
respecto a esos bienes.
Conceptualmente hablando:
Capacidad: aptitud de la persona para adquirir, gozar y hacer valer por sí mismo un derecho en la vida
jurídica.
En el Derecho, la capacidad es regla general y la ausencia de esta es la excepción. Por esto es que el
negocio, más que requerir capacidad, requiere que haya ausencia de incapacidad.
Reglamentación: el CC no ha consagrado una parte especial para la teoría general de las incapacidades,
por tanto, es necesario construir una teoría general de la capacidad.
Capacidad de goce y capacidad de ejercicio
Dada la definición conceptual más arriba, hay 2 dimensiones de capacidad:
- Adquirir y gozar de un derecho: aptitud para ser sujeto de derechos y obligaciones (situaciones
jurídicas subjetivas).
- Hacer valer por sí mismo un derecho: aptitud para ejercer un derecho de que se es titular.
Hacerlo valer por sí mismo en la vida jurídica. Aptitud para obrar en el ámbito jurídico mediante
la propia voluntad.
Ambas constituyen situaciones diferentes y separables. Si bien la segunda supone la primera, no existe
necesariamente reciprocidad, puesto que una persona puede tener capacidad de adquirir un derecho,
pero no de hacerlo valer por sí misma. Por tanto, la primera alude a una capacidad de goce y la segunda
a una capacidad de ejercicio.
La incapacidad de goce es irremediable. Quien no puede adquirir un derecho, no tiene cómo acceder a
él.
La incapacidad de ejercicio supone la posibilidad de ejercer el derecho por medio de un representante
(persona hábil para hacer valer el derecho en nombre y por el incapaz, o para autorizarlo a ejercer por sí
mismo ese derecho).
No hay incapacidad de goce general
En Chile no existen incapaces de goce generales, ya que la capacidad de goce se identifica con la noción
de sujeto de derecho (que acompaña al sujeto durante toda su existencia y es una cualidad uniforme de
este). Aunque existen incapacidades especiales de goce, por ejemplo: la de testar (art. 1005) y a suceder
(art. 963 a 965). En estos ejemplos, el individuo queda privado por regla legal de un cierto derecho y es
siempre especial.
Incapacidad de ejercicio
Aquí sí hay incapacidades generales. Aquí se priva al sujeto la posibilidad de hacer valer por sí mismo su
derecho, cautelando así los intereses del incapaz. Si actuase, sería una voluntad viciada y por ende, sin
valor. Será el representante quien ejerza el derecho por el incapaz o lo autorice a ejercerlo
personalmente. Cuando los supuestos de hecho que dan pie a la incapacidad desaparecen, el sujeto pasa
a tener aptitud para proveer él mismo de sus intereses, prescindiendo del representante. Así como en
su calidad de idóneo, al sujeto le puede ocurrir algo en particular que lo deje incapacitado.
Ejemplo: art. 1447 soy menor de edad (incapaz) > cumplo 18 años (ahora soy capaz) > caigo en una
demencia (soy incapaz otra vez).
** A partir de ahora, cuando se hable de incapacidad se refiere a la de ejercicio.
Incapacidad absoluta y relativa
- Absoluta: se impide la celebración de un negocio bajo todo respecto. Art. 1447 inc. 2°. El acto
realizado por un incapaz absoluto no genera derechos ni obligaciones, por tanto, no existe. El
absolutamente incapaz solo puede celebrar negocios válidos representado por una persona
capaz, que actúa por él, llámese tutor o curador (art. 338 CC).
No son aptos para ejercer de ninguna manera sus derechos.
Los actos son nulos absolutamente
Art. 338: las tutelas y las curadurias o curatelas son cargos impuestos a ciertas personas a favor
de aquellos
- Relativa: el incapaz relativo tiene cierto ámbito de acción. Art. 1447 inc. 3° dice sus actos pueden
tener valor bajo ciertas circunstancias y bajo ciertos respectos determinados por las leyes. El
incapaz relativo puede actuar por sí mismo en la vida jurídica bajo ciertos respectos. Puede
actuar por sí mismo autorizado por las personas a quienes la ley da esa facultad. Su actuar es
válido si se observan las formalidades habilitantes. Podemos decir que, a diferencia de los
absolutos, tienen facultad intelectual suficiente, pero no plena.
Incapaces absolutos
Art. 1447 inc. 1°
- Dementes: también se les llama locos. Todos aquellos que padecen locura o demencia, que son
ciertas formas de alteración de la mente. La ley se refiere a gente privada de razón.
No es un juez el que determina que una persona está demente. Se debe declarar la “interdicción”
declaración judicial, respaldada por expertos. Esto da noticia de que la persona es incapaz.
Comprende fenomenos de carácter permanente o transitorio. ¿cómo se distribuye la carga
probatoria de la ausencia de razón? Quien quiere dejar sin efecto es quien debe probar la
incapacidad medicamente.
- Impúberes: son los varones menores de 14 años y las mujeres menores de doce (art. 26 CC).
- Sordomudos que no pueden darse a entender claramente: alude simplemente a la claridad de
darse a entender. Por tanto, sordos, mudos e inclusive sordomudos que se den a entender bien,
no son considerados incapaces absolutos.
No se tiene cómo saber su voluntad.
Alguien debe ir a nombre de él
¿Cuál es la consecuencia cuando participan de un negocio juridico? La nulidad absoluta (1682).
La capacidad es un requisito para que el acto sea válido, no para que exista.
Incapaces relativos
Art. 1447 inc. 3°
- Menores adultos: todos los púberes menores de edad, o sea, varones mayores de 14 y mujeres
mayores de 12 pero menores de 18 (art. 26 CC). Estos pueden actuar en la vida jurídica, pero
bajo la autoridad de una persona hábil (representante legal).
- Disipadores interdictos: aquellas personas que por uso inmedido que hacen de su fortuna, han
sido puestas bajo interdicción de administrar por sí mismas sus bienes. Quien lo administrará se
llama guardador (arts. 442 y siguientes).
Su incapacidad está limitada a su enfermedad, es decir el ambito patrimonial
Sin interdicción no hay nulidad
La interdiccion tiene que estar declarada por un juez con anterioridad o si no se presume que
antes era capaz . Lo tiene que solitar quien lo alega
CLASE
No cualquier voluntad exteriorizada produce efectos jurídicos.
Al examinar la voluntad, se llega a otro elemento del negocio: la capacidad.
La capacidad siempre se predica de algo. Hay algo de lo que se es capaz.
Capacidad: aptitud de la persona para adquirir, gozar y hacer valer por sí mismo un derecho en la
vida jurídica. definición estándar, pero pareciese dejar afuera las obligaciones.
No hay tratamiento sistemático de la capacidad en el código. Si tuviesen que encontrarse reglas de
capacidad, deberían estar en el título I que trata de las personas.
Se encuentran reglas de capacidad en casi todos los libros.
El art 1446 se refiere a negocio jurídico, no se aplica a accidentes. Estas reglas se aplican cuando no
existen otras que sean más específicas (como por ejemplo el testamento)
¿Cómo establecer reglas de capacidad?
En general se exige que las personas sepan lo que están haciendo.
Reasibilidad formal el negocio jurídico para establecer una capacidad fija una norma.
“discernimiento” la técnica es estándar, involucra que los jueces deban realizar si hay o no.
Las reglas de capacidad se pueden fijar de dos maneras:
REGLA: decisión es binaria. Se cumple o incumple.
En el negocio jurídico se usa
estándar: es más flexible o mucho más incierto
Se usa respecto de accidentes.
GOCE: aptitud de adquirir derechos. La idea de adquirir derechos se confunde con la idea de
persona. Goce se predica de todos los seres humanos
Alguien no puede no adquirir derechos, no sería alguien, sino que algo.
La regla general es que la capacidad de goce la tenemos todos y todas con respecto a algo.
El estudio de la capacidad es respecto a la capacidad ejercicio.
Hay casos en que las personas pueden adquirir derechos, pero no los pueden ejercer.
Ej: niño de 4 años con una herencia alguien debe comparecer en nombre de este niño para ejercer
este derecho.
Las reglas sobre incapacidad de ejercicio, son reglas cuyo objetivo es proteger a los incapaces, porque
son considerados “incapaces” porque no pueden discernir lo que es adecuado o no. La expresión
“incapaz” engloba distintos fenómenos.
Se debe distinguir entre aquellos que son absolutamente incapaces y los relativamente incapaces.
También encontramos las incapacidades especiales que no tienen nada que ver con el discernimiento
de las personas (art. 1795 -1800). Un ejemplo es la compraventa entre cónyuges. Deberían ser
considerados como “contratos prohibidos” porque no tienen que ver con el discernimiento de las
personas.
No cualquier voluntad exteriorizada produce efectos jurídicos.
Al examinar la voluntad, se llega a otro elemento del negocio: la capacidad.
La capacidad siempre se predica de algo. Hay algo de lo que se es capaz.
Capacidad: aptitud de la persona para adquirir, gozar y hacer valer por sí mismo un derecho en la
vida jurídica. definición estándar, pero pareciese dejar afuera las obligaciones.
No hay tratamiento sistemático de la capacidad en el código. Si tuviesen que encontrarse reglas de
capacidad, deberían estar en el título I que trata de las personas.
Se encuentran reglas de capacidad en casi todos los libros.
El art 1446 se refiere a negocio jurídico, no se aplica a accidentes. Estas reglas se aplican cuando no
existen otras que sean más específicas (como por ejemplo el testamento)
¿Cómo establecer reglas de capacidad?
En general se exige que las personas sepan lo que están haciendo.
Reasibilidad formal el negocio jurídico para establecer una capacidad fija una norma.
“discernimiento” la técnica es estándar, involucra que los jueces deban realizar si hay o no.
Las reglas de capacidad se pueden fijar de dos maneras:
REGLA: decisión es binaria. Se cumple o incumple.
En el negocio jurídico se usa
estándar: es más flexible o mucho más incierto
Se usa respecto de accidentes.
GOCE: aptitud de adquirir derechos. La idea de adquirir derechos se confunde con la idea de
persona. Goce se predica de todos los seres humanos
Alguien no puede no adquirir derechos, no sería alguien, sino que algo.
La regla general es que la capacidad de goce la tenemos todos y todas con respecto a algo.
El estudio de la capacidad es respecto a la capacidad ejercicio.
Hay casos en que las personas pueden adquirir derechos, pero no los pueden ejercer.
Ej: niño de 4 años con una herencia alguien debe comparecer en nombre de este niño para ejercer
este derecho.
Las reglas sobre incapacidad de ejercicio, son reglas cuyo objetivo es proteger a los incapaces, porque
son considerados “incapaces” porque no pueden discernir lo que es adecuado o no. La expresión
“incapaz” engloba distintos fenómenos.
Se debe distinguir entre aquellos que son absolutamente incapaces y los relativamente incapaces.
También encontramos las incapacidades especiales que no tienen nada que ver con el discernimiento
de las personas (art. 1795 -1800). Un ejemplo es la compraventa entre cónyuges. Deberían ser
considerados como “contratos prohibidos” porque no tienen que ver con el discernimiento de las
personas.
Consentimiento
Consentimiento: voluntad de las partes que se encuentran en el negocio jurídico
La formación de consentimiento no está regulada en el código civil, sino que en el código del comercio
(art. 97-105), estas valen como derecho común (en el mensaje de código del comercio dice que viene a
llenar un vacío).
La ley 19.496 sobre protección de los derechos de los consumidores disciplina la formación del
consentimiento tiene reglas que aplicamos con consumidores involucrados
La convención de Viena de 1980 sobre compraventa internacional de mercaderías se utiliza para la
compraventa internacional.
El periodo precontractual: lo que sucede antes de que se forme el contrato. Comienza cuando
podemos afirmar que las partes manifestaron sus voluntades de negociar. Antes de negociar, para el
derecho las partes son “extrañas”. Una vez comenzada la negociación surge un cierto deber, que es el
deber de comportarse de buena fe. Este periodo termina con la formación del contrato.
¿Cuándo se perfecciona un contrato? Depende del tipo de contrato (consensual, solemne o real) Puede
ser a través de la entrega de algo, la solemnidad, etc.
¿cómo se perfecciona el consentimiento en el código del comercio? Se entiende formado cuando se
acepta la oferta se refiere únicamente a los consensuales.
*buena fe en la sentencia: no puede crearse apariencias que luego contradigan lo que se ha creado.
En los negocios jurídicos bilaterales deben encontrarse las voluntades y una vez que se encuentran hay
consentimiento.
En algunas situaciones, cuando se trata de un negocio unilateral solemne, dicha emisión debe
contenerse en ciertas formas, sin las cuales el derecho no la considera.
Poco importará que la voluntad vaya dirigida a un tercero (negocios recepticios) o no (negocios no
recepticios).
Negocio recepticios: que el tercero a quien se dirige la voluntad la considere o no, tiene que ver con
el efecto, la eficacia del negocio, no a interesa para su existencia.
Ej: testamento (art. 1011 y siguientes) para su existencia basta con que la voluntad de designar a un
tercero como sucesor, se contenga en alguna de las formas prescritas por la ley. Si lo quiere, deberá
aceptar.
El testamento existe desde antes de la aceptación y esta tendrá solamente interés para decidir si tal
acto testamentario producirá o no los efectos queridos.
En el negocio bilateral, no basta la sola emisión de la voluntad de una parte y ni siquiera la de las dos
partes en forma aislada e independiente.
Concurso de voluntades
acuerdo de voluntades de ambas partes en torno al objetivo y elementos del negocio en
cuestión
coincidencia de voluntades
van a concluir, en cuanto a su contenido, alcace y efectos.
Consentimiento
Es el asentimiento que cada cual presta a la voluntad contraria. El negocio se forma si se logra
una coincidencia entre las declaraciones de voluntad de cada parte
Las normas que trataremos se refieren a los negocios bilaterales y apuntan a: Cómo se forma y en qué
momento existe el consentimiento.
La formación del consentimiento no resulta siempre instantánea y existe una variable periodo de
tratativas negóciales, ellas implican exigencias jurídicas a quienes participan de las mismas.
En principio, el consentimiento solo es requerido esencialmente para convenir la celebración del
contrato, ya que nuestro sistema jurídico propone a las partes la reglamentación del contenido, de
modo que en caso del silencio de las partes implica adoptar la reglamentación supletoria propuesta por
la ley.
Las reglas clásicas de formación del consentimiento
24. Oferta y aceptación
El consentimiento se forma cuando concurren dos manifestaciones de voluntad: la oferta y la
aceptación. Una parte propone la celebración y la otra acepta o adhiere a la propuesta.
Es evidente que la obligación de reparar tiene su origen fuera del negocio mismo. Se trataría de una
responsabilidad extracontractual (art. 2334 y siguientes), y cuya fuente seria la ley, pero hay quienes
han sostenido que se regiría por las normas de la responsabilidad contractual, en cuanto se atribuya a
esta el carácter de general y, por tanto, aplicable a responsabilidades legales.
art. 99 del C de C señala que la facultad de retractarse no existe cuando proponente se ha
comprometido a esperar contestación, o a no disponer del objeto del negocio sino después de
desechado o de transcurrido cierto plazo- CARÁCTER OBLIGATORIO A CIERTAS OFERTAS.
1314
12
“Si se estipula que se vende a prueba, se entiende no haber contrato mientras el comprador no declara
que le agrada la cosa de que se trata, y la pérdida, deterioro o mejora pertenece entre tanto al vendedor.
Sin necesidad de estipulación expresa se entiende hacerse a prueba la venta de todas las cosas que se
acostumbra vender de ese modo”
13 “Por regla general, ningún acto o contrato en que directa o indirectamente tenga interés el tutor o
por él cualquiera otra persona en que se convinieren los contratantes; en caso de no convenirse, no habrá
venta.
No podrá dejarse el precio al arbitrio de uno de los contratantes.”
Debe tenerse en cuenta, la existencia de numerosos contratos o negocios preparatorios, cuya finalidad
es precisamente fijar las bases o elementos del negocio definitivo, que las partes se obligan a celebrar.
La doctrina clásica chilena solo había puesto acento en la promesa de celebrar un contrato, desde que
era el único negocio preparatorio que la ley civil había tipificado (art. 1554)
La doctrina actual, teniendo presente el principio de la autonomía privada, ha aceptado la existencia de
otros negocios preparatorios, como la opción, que tiene incluso actual reconocimiento en el código de
minería15
Es frecuente la formación del negocio por medio de:
subasta: hay subasta si el negocio se forma con aquel que ofrezca la mejor postura
Ej: venta en pública subasta judicial y forzosa en el juicio ejecutivo de obligaciones de dar.
Concurso: una parte llama a concurso público para recibir ofertas fijando las bases generales
del futuro negocio para luego escoger a quien presente las mejores condiciones o detente
determinados caracteres personales y otros. En este caso el concurso puede confundirse con
una oferta, es más bien una invitación apara que se hagan ofertas.
15
Art. 169 inc. Final: “Lo dispuesto en los incisos segundo y tercero se aplicará también al contrato de
promesa de compraventa y al contrato de opción de compra de los bienes a que se refiere el inciso primero.
Respecto de este último contrato, bastará la sola aceptación de la oferta irrevocable para que quede
perfeccionada la compraventa propuesta, pero tanto la oferta como la aceptación deberán, en todo caso,
constar en escritura pública.”
A) Que sea completa: quiere decir que contenga todos los elementos indispensables del negocio
(cosa y precio, en el caso de la compra venta)
B) Que sea dirigida a persona determinada (art. 97 a 105 c de c). regla del derecho común
La oferta dirigida a persona indeterminada, no es técnicamente una oferta, es más bien una
invitación a ofrecer. (ej: ofrecer mi casa en el diario y que llegue alguien y me diga que está
interesado por 200.000)
C) La proposición de celebrar el contrato debe ser seria (firme): quiere decir que fue realizada con
el ánimo de que la aceptación perfeccione el contrato. (ej: tener una condición para que se
celebre el contrato). Es seria cuando UNICAMENTE es necesaria la aceptación.
La oferta es una declaración unilateral de la voluntad, ¿qué efectos produce esa declaración unilateral
de voluntad antes de que sea aceptada?
Esto debe ser pensando con la revocación de un contrato. La revocación consiste en dejar sin efecto la
declaración de una voluntad unilateral. La revocación tiene lugar entre la oferta y la aceptación. Se
debe distinguir entre si la oferta es revocable o irrevocable. La oferta irrevocable produce el efecto de
que una vez aceptada no se puede revocar.
Art. 100 C de C “retractación tempestiva”, es tempestiva mientras no se ha dado la aceptación. (ej:
vengo a comprar desde concepción a Santiago por una oferta, y se cancela mientras vengo. Debería
indemnizarse si prueba los daños).
Art. 100: “La retractación tempestiva impone al proponente la obligación de indemnizar los
gastos que la persona a quien fue encaminada la propuesta hubiere hecho, y los daños y
perjuicios que hubiere sufrido.
Sin embargo, el proponente podrá exonerarse de la obligación de indemnizar, cumpliendo el
contrato propuesto.”
La oferta se puede obligar a esperar, a través de la sola voluntad del oferente, generando derechos
para el aceptante y una obligación para el oferente (art. 99)
Art. 99: “El proponente puede arrepentirse en el tiempo medio entre el envío de la propuesta y la
aceptación, salvo que al hacerla se hubiere comprometido a esperar contestación o a no disponer
del objeto del contrato, sino después de desechada o de transcurrido un determinado plazo.
El arrepentimiento no se presume.”
En este caso existe un derecho del destinatario de la oferta para exigir que no se revoque, no es
necesaria su aceptación.
¿por qué se produce la caducidad de la oferta? Periodo entre oferta y declaración de voluntad de la
otra parte. El oferente antes de la aceptación se inhabilita o muere.
*BUSCAR ARTICULO
10 de abril 2018
CLASE
La aceptación
Declaración de voluntad a través de la cual el destinatario de la oferta manifiesta su voluntad con los
términos de aquella.
Requisitos:
a) No está sujeta a condición. Art. 26 dice que cuando hay pequeñas alteraciones que no afectan
al contrato, la aceptación igualmente se perfecciona. La aceptación debe reflejar
completamente la oferta. Debe ser pura y simple.
b) Debe ser tempestiva, esto quiere decir que debe darse de un cierto periodo de tiempo. Los
plazos se darán según: el lugar y la escrituración o no.
oral
lugar
Tespestiva escrita
(art. 97 y 99)
error de hecho
acerca de la
persona
16
“La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios legítimos, exentos de
fraude y de todo otro vicio.
Así en los títulos translaticios de dominio la buena fe supone la persuasión de haberse recibido la cosa de
quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber habido fraude ni otro vicio en el acto o contrato.
Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe.
Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no admite prueba en
contrario.”
17 “Del que da lo que no debe, no se presume que lo dona, a menos de probarse que tuvo perfecto
CLASE 11 de Apr. de 18
Si la función de los vicios fuese defender la voluntad siempre habría nulidad.
El error: la idea de error implica una ignorancia o falso concepto de algo. Esa ignorancia o
falso concepto podría recaer (según el código) sobre acerca del estado de cosas o del
derecho.
No todo error puede producir la nulidad del negocio jurídico. Al derecho le interesan solo aquellas
equivocaciones a las cuales el derecho les confiere la aptitud de privar de eficacia de un negocio
jurídico. No todo error vicia el consentimiento, sólo de manera excepcional vicia el consentimiento. Por
regla general, quien se equivoca es quien soporta el costo del error.
¿Cuáles son los requisitos que debe satisfacer el error para viciar el consentimiento?
1. Tipo de equivocación en que se incurrió
Se debe distinguir entre errores de derecho y errores de hecho.
Los errores de derecho, en chile, son inocuos. Es un error acerca de las reglas jurídicas. Esa
ignorancia no vicia el consentimiento: esto lo podemos encontrar en el art. 1452 y el art. 8 del CC.
Hoy en día, pretender que se conozca el derecho es totalmente absurdo.
Un error de derecho tiene problemas de Excusabilidad.
Que algo vicie el consentimiento quiere decir que ese negocio jurídico puede ser anulado.
La doctrina admite que hay una excepción a esta regla
El art. 2299 es una excepción: “del que da lo que no debe, no se presume que lo dona, a menos de
probarse que tuvo perfecto conocimiento de lo que hacía, tanto en el hecho como en el derecho”
el error de derecho produce efectos, no es inocuo, no es inofensivo. No produce la nulidad, sino la
restitución.
Los errores de hecho: falsa apreciación de la realidad.
Son pocos los casos en que la voluntad se ve viciada
El error debe ser susceptible a subsumirse a los tipos de error de hecho (art. 1453, 1454, 1455):
a. Obstáculo o impediente (art. 1453)una entiende un empréstito y otra donación. Recae sobre
la identidad de la cosa. El error en la identidad de la cosa tiene lugar cuando las partes
designan o entienden cosas distintas.
Ej: Yolanda tiene dos polerones, ambos del mismo color, pero de distintas marcas. El profe le
dice que está interesado en el polerón, y ella entiende que le está vendiendo el GAP y él
entiende que es el TG. Se están designando cosas distintas
Ej2: Querer el reloj de Gabriel, y él cree que es de otra marca, pero lo ve. Están designando la
misma cosa, no hay un error obstáculo
*NULIDAD ABSOLUTA TIENE UN PLAZO DE PRESCRIPCION DE 10 AÑOS
b. Sustancial (art. 1454) las partes están de acuerdo en la sustancia, pero no acerca de ciertas
cualidades esenciales de la cosa.
ej: compro un auto y pienso que tiene encendido con botón, pero es con llave.
Tiene que ser en general importante. Es lo que en general a las personas le importaría
c. Accidentales: no basta que sea determinante para la persona, sino que también sea conocido
para la contra parte
¿cómo se determina qué es sustancial? El hecho de que sea esencial para una persona no significa que
sea determinante para todas las personas. Se pueden asumir dos posturas:
-Carácter subjetivo: se pregunta para la persona que padeció el error ¿era esencial la cualidad? No
parece sensato asumir esta postura, porque la otra parte no tiene cómo saber que es determinante
para la persona.
-carácter objetivo: Tiene que ser importante en general, no para alguien en especial.
ej: manuela compra un Toyota del 2018 y cuando llega a su casa se da cuenta de que no tiene sello
verde, no puede circular en Santiago. En la automotora le dicen que ella no preguntó.
Es distinto a lo del auto hibrido, el problema tiene que ver con quién está en mejores condiciones de
evitar el error.
Consecuencias jurídicas del error
2. Excusabilidad del error
42. Error sobre las cualidades accidentales. Error sobre la cantidad o valor.
El código chileno adopta una particular técnica respecto del error que vicia la voluntad y que implica
consagrar positivamente soluciones que en el derecho comparado se han logrado
jurisprudencialmente. Aquellas particularidades del objeto sobre que versa el negocio y que no tienen
el carácter de sustanciales objetivamente no son consideradas para determinar la existencia del error
propiamente sustancial. Con o sin ellas, normalmente el negocio se lleva a efecto, porque lo que
interesa son aquellas cualidades que hacen que el objeto sea lo que es, ya que son ellas las que le
permiten lograr la función económica.
Las concepciones subjetivistas y voluntaristas del negocio jurídico llevan al legislador a dar relevancia al
error sobre calidades objetivamente intrascendentes, cuando ellas son precisamente las que han
motivado una manifestación de voluntad.
El inc. 2 se establece que el error sobre las cualidades secundarias u objetivamente intrascendentes
produce, no obstante, la nulidad del negocio, cuando han sido el motivo determinante de las o de una
de las partes para concluir el negocio.
Se protege así el motivo individual. La motivación de la voluntad es protegida en cuanto haya sido
exteriorizada y haya asi podido ser conocida por la contraparte. De ahí que la disposición agregue que
el error sobre calidades objetivamente accidentales vicia el consentimiento cuando ellas han sido el
principal motivo para negociar.
La ley no exige una comunicación efectiva de ese motivo. Normalmente es evidente que, en razón de
los deberes de información que pesan sobre las partes en la parte prenegocial. Pero basta con que de
cualquier modo haya existido conocimiento de la contraparte.
La existencia de un impedimento para hacerlo y que era desconocida para ella podrá constituir un error
vicio, aunque tal motivo no haya sido comunicado efectivamente a la contraparte, pues habrá de
entenderse que, atendidas las condiciones del negocio, esta no ha podido sino conocer el carácter
determinante de aquella cualidad para la compradora.
Todo dependerá entonces del negocio celebrado, de sus particulares condiciones y de quienes lo
celebren, pues una cualidad que en un caso puede no ser determinante, en otro puede serlo. Lo
importante es que aquella cualidad haya “entrado en el ámbito contractual” por ser conocida de la
otra.
El art. 1454 inc.2 exige que la calidad objetivamente no esencial haya sido el motivo determinante de
una de las partes para contratar y que exista además conocimiento del contratante. Nada impide que
las partes introduzcan en su negocio jurídico cláusulas que impidan la alegación de diferentes calidades
previstas, como ocurre con las llamadas cláusulas de no garantía, las que, por lo demás, pueden ser
controladas en su validez por el juez, como ocurre de acuerdo con las normas de la ley 19.496 sobre
protección al consumidor.
La calidad de la cosa que ha motivado a una de las partes, es requisito de los negocios bilaterales.
43. Error sobre la persona
Los negocios patrimoniales son celebrados con el fin de satisfacer necesidades de la o de las partes.
Son medios para obtener satisfacción de necesidades. Generalmente, no se celebran en consideración
a la persona de la otra parte, o de la persona a quien se destina la manifestación de voluntad, sino en
función de la utilidad económica o social que revisten.
Pero tal cosa no sucede con algunos negocios en que la consideración de una cierta persona es
justamente lo que motiva la manifestación de la voluntad. Tal sucede en los llamados negocios intuito
personae o celebrados en consideración de la persona. En ellos la identidad de la persona con quien se
celebra el negocio o a quien se dirige o afecta, el principal motivo que lleva a manifestar la voluntad,
este error vicia la voluntad.
De tal especie son algunos negocios bilaterales no patrimoniales, como el matrimonio y gran parte de
los negocios unilaterales en los que es la consideración de que los resultados del negocio van a
beneficiar o afectar a una cierta persona, lo que motiva la voluntad (ej. Testamento)
Lo mismo acontece con los negocios gratuitos en general, porque la liberalidad se hace en
consideración a la persona beneficiada.
Todos los contratos, en cierta medida, una vez celebrados adquieren un cierto carácter de intuito
personae, puesto que su cumplimiento ha de hacerse respecto de quien es el acreedor (quien paga mal
paga dos veces) conforme a las normas de los arts. 1576 y siguientes. Ese carácter intuito personae
puede darse en cualquier contrato.
El error sobre la persona en su técnica y fundamentos, no dista del error sobre la substancia. En efecto,
si en los negocios intuito personae el error sobre la persona aparece como consecuencia indudable de
la estructura misma de ellos, nada impide que un negocio patrimonial cualquiera se celebre en
consideración a la persona, por ser ese uno de los motivos determinantes que integra el ámbito
negocial.
Las partes son también libres de privar a un negocio de su carácter intuito personae, y ello conduce a
tener que investigarse, por parte del juez, cual ha sido la voluntad de partes, de forma que el carácter
personalísimo del negocio no siempre resultará de un carácter propio del negocio.
La ley de matrimonio civil ordena que la “falta de consentimiento libre y espontaneo en los sgts casos:
1. Si ha habido error acerca de la identidad de la persona del otro contrayente; 2. Si ha habido error
acerca de alguna de sus cualidades personales que, atendida la naturaleza o los fines del matrimonio,
ha de ser estimada como determinante para otorgar consentimiento”.
El art. 1057, para el testamento dispone: “el error en el nombre o calidad del asignatario no vicia la
disposición, si no hubiera duda acerca de la persona”
Podrá recaer en la identidad física de la persona, como si desea contraer matrimonio con una persona
y en realidad se contrae con otra.
44. Error sobre los motivos
Es posible que exista error en cuanto a las razones que se ha tenido para celebrar el negocio. Se trata
aquí de un error sobre los motivos propiamente tales, porque recae sobre aquellas razones personales
y que no versan sobre la estructura misma del negocio o sobre aquello a lo que él se refiere.
El error sobre los motivos, en general, no afecta la validez del negocio. Tratándose de negocios
bilaterales (especialmente contratos) por determinante que sea un motivo para una de las partes, la
otra no está en condiciones de conocerlo y, por tanto, no entra en el campo contractual.
Pero el motivo puede haber sido manifestado y, en tal caso, desaparece la justificación anterior. Sin
embargo, ni aun así es suficiente para viciar la voluntad, es menester todavía que sea considerado por
las partes como integrante del ámbito contractual. El error en los motivos no vicia el consentimiento
en los negocios bilaterales, sino cuando se traduce en un error sobre la causa.
Hay quienes exigen que para ser considerados han de ser contenidos de modo expreso, si no se quiere
fragilizar el contrato admitiendo la alegación posterior de error sobre motivos determinantes. El art.
1445 existe que los actos y declaraciones de voluntad tengan una causa licita y el art. 1467 insiste en la
misma exigencia, por lo cual, si una parte se equivoca en cuanto a dicha causa y en atención a su
creencia celebra el negocio, no ha manifestado su voluntad respecto a la causa real y esta, por lo tanto,
no existe.
En otros negocios jurídicos, particularmente los unilaterales, la consideración el motivo es más amplia.
Lo que protege es directamente la correcta motivación de la voluntad y no se limita a los motivos sobre
los que puede recaer el error.
45. CONCLUSIÓN
46. La máxima nemo auditur y el error. La exigencia de la Excusabilidad del error.
“nemo auditor propiam turpitudinem allegans” nadie puede ser oído sobre su propia torpeza. En
otros términos, nadie puede alegar, en su propio beneficio, daños o efectos perjudiciales, cuando estos
son debidos a la propia falta o cuidado del que hace la alegación. También se hace alusión a “non
vigilantibus non curat praetor”: la ley no protege a los no cuidadosos
2. Función de la nulidad: la nulidad absoluta tiene por objeto tutelar el bienestar del colectivo, en
cambio la nulidad relativa busca limitar los intereses de las partes, y el error parece estar en el
último.
Hay quienes consideran que con el error obstáculo hay inexistencia; otros creen que la consecuencia
más severa es la nulidad absoluta; Avelino león pensaba que la consecuencia debía ser la nulidad
relativa
Al menos, en el 1455 hay responsabilidad, es decir la responsabilidad de indemnizar.
•La intención de dañar debe manifestarse por hechos suficientes. Es necesario que se
traduzca en hechos concretos, o sea, que se materialice. Es una cuestión de hecho que
resuleven soberanamente los jueces del fundo y cuya apreciacion no puede ser
revisada por la Corte Suprema.
EL DOLO (CLASE)
El error se provoca por la otra parte.
*Callar no siempre equivale a dolo por omisión
Art. 44: el dolo consiste en la intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro.
El dolo es un vicio de la voluntad, pero además es un agravante en el ámbito contractual
Ámbitos del dolo: los vicios del consentimiento (art. 1458-1459), agravante de responsabilidad
contractual, responsabilidad extracontractual.
incumplimiento contractual
El dolo también se manifiesta a propósito del incumplimiento del contrato, el legislador toma la
decisión de que el contrato, en cierta medida protege al que incumple y le exige a pagar los costos que
eran previsibles (si no es doloso), cuando el incumplimiento es doloso la indemnización se extiende a
los costos imprevisibles.
responsabilidad extracontractual
El dolo es un factor de atribución de responsabilidad. (art. 2314 y 2329 inc. primero).
¿cuándo hay un deber de informar? En el código civil no hay una ley que diga cuando informar. El
deber de información lo determinan los principios generales de buena fe, deben verse las
circunstancias de cada caso. Se debe suministrar aquella información que dice si va a poder cumplirse
el contracto que se está pactando.
Para que haya dolo por omisión, la parte que calló tiene que haber tenido el deber de suministrarla.
No siempre se tiene el deber de suministrar toda la información que puede ser relevante. Únicamente
se tiene ese deber cuando la buena fe lo exige.
¿cuándo lo exige la buena fe (art. 1546)? No hay una respuesta detallada, hay más bien criterios.
1. La importancia de la información para la otra parte
2. La situación de cada una de las partes respecto a la información ¿era fácil o difícil conseguir
esta información?
3. Si la información que se da haría que el contrato no se celebre en los términos acordados.
Hay una intención del deceptor, esa intención en el art. 44 dice “inferir injuria” esto se denomina
“animus nosendi (¿)” (intención de dañar) es lo que probablemente haya determinado que en Chile no
haya muchas sentencias de dolo.
La corte utiliza la noción del ánimo de capturar la voluntad de otro a través del engaño, no la de dañar.
Esto es lo que los penalistas llaman “dolo eventual”, sabe que recibirá un daño y aunque no lo quiere,
lo acepta. En la intención se acepta el dolo eventual.
El dolo puede ser directo o eventual.
Toda la doctrina y las sentencias optan por el dolo eventual.
El dolo debe capturar la voluntad de la otra parte, esto quiere decir que el dolo determina la voluntad
negocial.
Dolo incidental: no determina completamente la voluntad sino las condiciones en que hubiera
contratado.
Art. 1458 y 1459:
No siempre vicia el consentimiento, debe ser determinante y es obra de una de las partes dolo
principal
El dolo no es solo un vicio del consentimiento, además es un presupuesto de responsabilidad
precontractual (en la medida que constituye un daño).
¿a que acciones da lugar el dolo? Depende de si estamos frente a un dolo principal o accidental. En el
principal hay lugar a la nulidad e indemnización de daños; en el accidental da lugar a acción de daños.
La acción de daño es contra la persona o personas que han fraguado o que se han aprovechado del
dolo.
Quien fue dañado tiene una acción restitutoria con respecto a quien se aprovechó del dolo.
Acción de nulidad relativa (art.1682) contra quien fraguó el dolo y responsabilidad contra quién
fraguo el dolo
Requisitos: que sea determinante, que lo haga la parte
Texto 18: La fuerza como vicio de la voluntad
61. Noción
(Art. 1451) la violencia puede ser concebida como el constreñimiento ejercido sobre el autor de la
declaración y con el propósito de obtener de él la manifestación de voluntad. Lo que le da carácter es
el temor que provoca en una persona, haciéndola concluir un negocio que de otro modo no habría
concluido. Puede lograrse con actos físicos: forzando la mano a firmar, empleando golpes, etc. Se
califica de fuerza física y en ese caso más que vicio de voluntad, esta no existe propiamente.
También puede obtenerse una manifestación mediante amenazas de que un mal será inferido a una
persona en caso de no consentir, esta fuerza moral constituye propiamente un vicio de la voluntad.
Existe una manifestación de voluntad, pero ella no ha sido libre y no se habría producido sin presión.
Se obra por intimidación y en ella el negocio celebrado no es sino el medio de la víctima para evitar el
mal con que se le amenaza. Esta fuerza es prevista en el art. 1451 según la doctrina clásica.
El mal puede ser físico, pero también moral o patrimonial. Cualquiera sea el bien que se amenaza, la
fuerza constituye como vicio de la voluntad.
La fuerza tiene doble aspecto: uno como vicio de voluntad y otro de carácter delictual, lo que se
traducirá en condición de su ilegitimidad. En tanto delito civil da lugar a una indemnización de
perjuicios (art. 2314) y en tanto vicio de la voluntad, conduce a la nulidad relativa del negocio (art.
1682).
La fuerza no opera en el aspecto intelectual de la voluntad, sino impide su libre expresión. La victima
sabe que celebra un negocio inconveniente y aun perjudicial; pero no tiene otra alternativa para
escapar de otro mal más grave.
62. Reglamentación
arts. 1456 y 1457 el código civil se refieren a convenciones
art. 1007 testamento
Las reglas dadas a propósito de las convenciones establecen una reglamentación aplicable a todo
negocio. (el art. 8 n3 de la ley de matrimonio civil se remite a ellas).
62.1 Condiciones de la fuerza para viciar la voluntad.
Grave
Determinante
Injusta
63. Gravedad de la fuerza
según el art. 1466 la fuerza no vicia el consentimiento, sino cuando es capaz de producir una impresión
fuerte en la persona que hace la manifestación
La amenaza puede tener carácter físico, como el de muerte, goles y otros de la misma especie, o bien
moral, como amenazas contra el honor, la vida privada, la situación profesional o familiar. Poco
importa su naturaleza si es bastante para producir temor grave
Nuestra legislación introduce una calificación de tendencia más bien subjetiva, la gravedad se mide
atendiendo a los caracteres que presenta la víctima. Se tiene en cuenta la edad, sexo y la condición de
la persona intimidada.
El mal con que se amenaza no tiene que producirse en ese momento, puede tratarse de una amenaza
de un mal futuro. El art. 1456 no pone como requisito de la fuerza que el mal sea inminente.
La fuerza será personal en el sentido que el temor debe producirse en la persona que va a manifestar
su voluntad; pero el mal mismo con que se amenaza puede recaer en otra persona (Art. 1456 inc.1)
Evidentemente, siempre que la fuerza reúna los demás caracteres exigidos, podrá viciar la voluntad,
aunque la amenaza se refiera a persona no mencionadas en la ley. No hay una enumeración taxativa.
64. Temor reverencial
art. 1456 inc.2, temor a desagradar a los padres, profesores y otras personas a quienes se debe
sumisión y respeto no constituye fuerza grave.
El temor reverencial entra mas bien en el proceso de formación psicológica de la voluntad.
En el derecho canónico, es aceptado como causal de nulidad del matrimonio religioso; pero no es así
en la ley de matrimonio civil.
El Common law acepta la influencia indebida. La presión aun involuntaria de quien tiene una gran
autoridad moral o espiritual sobre otro sujeto determina una suerte de ausencia de libertad volitiva.
Pero exige una relación particular entre dos sujetos.
65. Determinante
La fuerza debe estar encaminada a obtener la manifestación. Este debe ser su objeto, si lo que se
pretende es diferente, no hay vicio de la voluntad.
66. Injusta
debe tener un carácter injusto o ilegitimo. Aquí se observa el origen delictual de este vicio. En relación
con la responsabilidad penal, se observa que en esta requiere un elemento de “injusticia”, de acto
“contrario a derecho”, de “ilicitud”.
En ciertos casos, la regla jurídica acepta que se usen procedimientos constitutivos de fuerza; pero
desde el momento en que están reconocidos y autorizados por el orden jurídico, pierden su carácter
ilícito
Aun en el ejercicio de un derecho podrá constituir una fuerza que vicia la voluntad, si se ha ejercido
con abuso.
67. Fuerza ejercida por terceros.
Se exige que sea grave y que su objeto sea obtener la manifestación de voluntad, quienquiera sea el
haya ejecutado los actos de presión (expreso art. 1457). La regla parece justificada si se toma en cuenta
sólo el interés de la víctima, sea que la fuerza proviene de la contraparte o un tercero. Pero es más bien
injusta si se ve el interés de la otra parte, pues se afectada con la nulidad, no obstante, no haber tenido
intervención ni a lo mejor conocimiento del vicio.
68. Presión por circunstancias externas. Estado de necesidad
69. Sanción
Nulidad relativa del negocio (art. 1682)
70. Prueba
Puede recurrirse a todos los medios de prueba admitidos por la ley.
La existencia de la fuerza constituye una cuestión de hecho que no está sujeta a la revisión de los
jueces de la Corte Suprema por la vía de casación.
20 de abril 2018.
(clase)
por qué el dolo vicia el consentimiento? No es porque la maniobra sea reprochable, sino porque logra
capturar la voluntad de la otra parte, si no lo hace no hay dolo.
Prueba de daños
Quien alegue el dolo debe probarlo (art. 1459) el dolo no se presume. La buena fe es lo que se
presume. Se debe estar seguro de que es capaz de probar que la intención del otro era engañarlo. Es
más fácil probar el error, sólo es necesario probar que la persona que equivocó.
La Fuerza
Por regla general, la fuerza no vicia el consentimiento (se ve en los artículos cuando habla en negativo
con “sino”)
¿De qué hablamos cuando hablamos de fuerza?
fuerza física: no vicia el consentimiento, se suprime el consentimiento
Fuerza moral: es una amenaza, pero es una amenaza que logra su cometido. El vicio no está en la
amenaza exactamente, hay vicio cuando la amenaza logra el cometido. El vicio está en el temor que
provoca. Esta es la que le interesa al códugio
¿Bajo qué condiciones la amenaza puede privar de eficacia un contrato?
La amenaza debe ser grave, injusta y determinante.
La fuerza, a diferencia del dolo, puede ser obra de cualquiera. La amenaza puede provenir de cualquier
parte, no es necesaria la conexión.
-Grave: la fuerza disciplinada es la moral, la impresión grave es lo que vicia el consentimiento. La fuerza
se modula respecto de la persona que va dirigido, se considera: edad, sexo y condición (estos deben
tomarse como ejemplos volubles de qué tan frágil puede resultar la persona.) La gravedad no es lo
mismo para todos y para todas, se debe prestar atención a la persona a quién va dirigida. El límite
entre la fuerza que es grave y no es grave es bastante alto. Injusta quiere decir contra derecho, todo
aquello que se apega a derecho no es fuerza.
-Injusta: aquello que debe ser injusto es el mal con que amenazo a la otra persona. No es exactamente
contra la ley, es un concepto que debe modelarse caso a caso. Se encuentra algo que repugna al
derecho.
-Determinante: si la fuerza no determina el consentimiento, no hay vicio.
El temor reverencial no vicia el consentimiento (art. 1456 inc. Final) es el sólo temor de desagradar.
A diferencia del dolo la fuerza puede provenir de cualquier persona, pero se debe ser cuidadoso
respecto de la persona; pero esa cualquier persona debe haber empleado la amenaza con el objeto de
obtener el consentimiento para un contrato.
Ej donde no habría vicio: c amenaza a x diciéndole que debe estar en malta en 6 meses, x contrata un
crucero para llegar a malta. No hay vicio porque no lo obligó a contratar el crucero, solo lo amenaza
para que esté ahí.
Hay una limitación implícita en el código, no parece sensato que la amenaza provenga solo de una
persona, cuando un tercero tiene un aprovechamiento injusto pareciese haber un uso de la fuerza.
Para el código la fuerza se limita a amenazas que vengan de otras personas, pero en la realidad no es
así. Una cierta coherencia entre el derecho penal y el derecho civil debería aceptar lo que se denomina
“estado de necesidad”
La fuerza tiene como consecuencia la nulidad relativa del negocio.
a) Lícita e ilícita
-Lícita: no persiguen el perjuicio de terceros. Si bien existe el animo de inducir a error o de engañar a
terceros, no existe la intención de perjudicarlos.
-Ilícita: tiene como móvil el perjuicio de terceros o la violación de la ley, ese el motivo que inspira a las
partes
b) Absoluta y relativa.
-Absoluta: se celebra un acto jurídico que no tiene nada de real y que es ficticio en su totalidad. Ej:
aparecen las partes celebrando una compra-venta cuando en realidad no han celebrado ni querido
celebrar contrato alguno
-Relativa: se ha querido realizar un acto diferente del manifestado, sea en su totalidad (ej: donación
disfrazada de compraventa) o sea parcialmente (ej: insertar una clausula diferente de la convenida en
realidad)
Formas de simulación
Tres formas principales atendiendo a:
-La existencia de un acto jurídico: las partes dan apariencia de realidad a un acto que no existe
-Su naturaleza: las partes celebran un acto que sirve para esconder o disimular otro, que es realmente
querido por ellas.
-A las personas de los contratantes: las partes celebran un acto real, en cuanto a su existencia y
contenido. Sin embargo, atribuyen la calidad de las partes a personas que, realmente, no la tienen.
Desde qué momento existe la simulación
Existe discusión al respecto. Ferrara señala que, en el momento mismo de la celebración del contrato
simulado, que produce la situación ilusoria, no se exige más y la simulación queda perfecta.
Simulación y reserva mental
Reserva mental: consiste en no aceptar en el fuero interno lo que se manifiesta como la voluntad
real.
Se asemejan en que ambas suponen una declaración de lo que no se quiere con el propósito de
engañar.
La reserva mental existe sólo en una de las La simulación es compartida por ambas partes.
partes: el declarante.
En la reserva mental la intención es engañar a la En la simulación la intención es el engaño de
contraparte terceros
La reserva mental no atenta contra la validez de La simulación sí atenta contra la validez en
los actos jurídicos algunos casos y condiciones.
23 de Apr. de 18
(CLASE)
Anomalías en la voluntad, en las que sin que haya error, dolo o fuerza la voluntad se
presenta de forma anómala.
Hay tres tipos:
-Simulación
Decimos que hay simulación cuando hay un acuerdo de voluntades destinado a crear una apariencia
falsa que consiste en negocio jurídico tras el cual no hay nada o hay otro negocio jurídico, con la
intención de engañar a terceros.
Hay un acuerdo que consiste en crear una apariencia falsa para engañar a terceros.
Elementos:
1. Que exista un acuerdo (acuerdo simulatorio)
2. Tras el acuerdo se crea una apariencia falsa que consiste: en una parte se crea un negocio
jurídico cuyos efectos las partes no desean.
Ej: caso del profesor con ayudantes (no desea que lo ayuden realmente), quiere eludir
impuestos. detrás de esta simulación no hay algo
Esa apariencia falsa puede consistir en ocultar lo que realmente deseamos. Ej: compra-venta
con donación
3. Engañar a otros
No es necesario probarlo porque se presume (Peñailillo)
Ej: soquimic
La apariencia falsa puede manifestarse de dos formas:
a) como un negocio jurídico detrás del cual no hay nada
b) como un negocio jurídico detrás del cual hay otro negocio jurídico que las partes realmente
desean
Esta apariencia se crea con la intención de engañar a terceros.
Simular equivale a ocultar, ocultar en un sentido amplio, es decir, producir un engaño. Simulamos una
apariencia engañosa, en el sentido que no se comparece con la realidad. A la vez se disimula: lo
disimulado es aquello oculto (nada u otro negocio jurídico). En cualquiera de las situaciones (que haya
nada o un negocio jurídico) puede ser licito o ilícito
Las simulaciones se pueden clasificar en:
-absolutas: si bien hay un acto simulado, no existe otro disimulado.
-relativas: hay un acto simulado y también uno disimulado
26 de abril 2018
la simulación no está legalmente o no hay ningún artículo que de una definición
1. debe haber una voluntad real disconforme con la voluntad declarada.
2. Tiene que haber conocimiento de las partes de esta disociación.
3. Las partes se ponen de acuerdo.
4. Existe el ánimo de engañar a terceros.
Con todo, el cuarto requisito no es necesario porque el hecho de simular, en sí, es causa del engaño. La
simulación de por sí ya es un engaño (teoría de Peñailillo)
*Peñailillo está pensado en la idea de que las cosas hablan por sí mismas. No es que no se requiera la
intención de engañar, sino que una vez probada las otras cuestiones, la intención se encuentra ahí.
*Art. 2467 y 24168 acción que tendría un tercero para recuperar un patrimonio
-licita: no repudiado por el derecho
-ilícita: repudiado por el derecho (boletas falsas). Hay una intención de perjudicar a un tercero o de
violar la ley. (para Peñailillo debe materializarse la intención). Tiene que ver con defraudar derechos de
terceros o violar la ley.
También en si hay acto simulado con disimulación o sólo simulación:
-absoluta: hay un acto simulado (es lo que se muestra a terceros) pero no hay ningún acto que se
esconde. Ej: profesor con los ayudantes para reducir los impuestos
-relativa: hay un acto simulado (es lo que se muestra a terceros) y disimulado (lo que se esconde). Ej:
donación (disimulado) disfrazada de compra venta (simulado)
hay otras clasificaciones:
-la naturaleza: se parece a la simulación relativa
-interposición de personas: es parecido a un mandato. Una persona comparece por otra (ej: para
venderse entre cónyuges, va la hermana de uno de ellos porque no pueden venderse entre ellos). Se
cambia el nombre.
-en cuanto al contenido del contrato: se modifican cláusulas del contrato, que no tiene que ser una
parte esencial, se modifica en parte lo que se dice en el contrato (ej: cambio en la fecha del contrato;
en compra venta se dice que se pagó al contado, pero en verdad hay un pago mensual, se simula el
pago del precio)
Efectos de la simulación
Debemos distinguir entre las partes y terceros:
-Entre las partes: prevalece la voluntad real. (art. 1560) entre las partes prima la voluntad real porque
las partes saben. Las contraescrituras no son válidas contra terceros, pero si entre las partes. (art.
1707)
-efectos con terceros: se debe distinguir en qué quiere el tercero. Depende del interés que tiene el
tercero
A) El tercero quiere que la voluntad real prime: alegará que el acto simulado no es válido, sino que la
parte disimulada es la válido
Ej: A es deudor de C, pero lo que hace es una “compra-venta” a B, que en realidad es una donación.
B) El tercero quiere que prime la voluntad declarada: el tercero se quedará tranquilo porque quiere la
voluntad declarada.
La contraescritura es oponible a terceros si está escrita al margen de la escritura publica
Si un tercero alega la voluntad real, no afecta a otros terceros de buena fe, pero si está en el negocio
de mala fe, si lo afecta
Se puede simular un negocio para disimular un negocio que realmente se quiere o se puede simular un
negocio solamente
Acciones
simulación absoluta: sanción es nulidad absoluta, porque nunca hubo consentimiento. restitución
simulación relativa: hay una acción de simulación, esto es una acción donde hay una parte que
quiere que prime la voluntad real. En un segundo paso se tiene que ver si hay o no un acto disimulado.
La acción de simulación permite la nulidad del negocio y con esto la acción de restituir.
27 de abril 2018
*La contraescritura: las partes dan noticia que el contrato no tiene ningún efecto
¿Sobre qué pue recaer la simulación?
-Existencia: caso radical de simulación, no se quiere realmente el negocio
-Naturaleza:
-Aspectos del negocio: se cambian algunos aspectos (ej: la fecha)
-La persona: simulación por interpósita persona (ej. De vender a otro cuando quiero venderle al
cónyuge sería ilícita)
¿Cuáles son los efectos de la simulación?
Se debe distinguir si son efectos respecto de las partes o terceros
-Entre las partes: lo que importa es la voluntad real (art. 1707 y 1560). Entre ellos siempre prima la
voluntad real. En este punto se debe distinguir si es simulación absoluta y simulación relativa
Siempre el que tiene que probar es el que alega la simulación.
-En los terceros: respecto de los terceros en principio prima lo simulado.
*los acreedores son generalmente los más interesados en la simulación
Terceros que les interesa la apariencia: art. 1707
Parece ser que una persona no puede aprovecharse del engaño con respecto de los terceros.
Terceros que les interesa la realidad: tienen interés de que se declare la simulación. Puede prevalerse
la realidad. Son titulares de la acción de nulidad absoluta y acción de declaración.
En caso de que existan dos terceros, no hay una regla o respuesta evidente. Prima el principio de la
seguridad jurídica, es decir, que se confíe en las apariencias (siempre que ambos hayan obrado de
buena fe)
La consecuencia es en general la ineficacia de los negocios.
-Reserva mental
Una persona deliberadamente declara su voluntad como si quisiera los efectos jurídicos, pero en
verdad no los quiere. A diferencia del error, es deliberado.
“Consiste en no aceptar en el fuero interno lo que se manifiesta como la voluntad real”
No se protege a la persona con la reserva mental, la seguridad jurídica nos lleva a proteger a la otra
parte. No se puede anular el negocio
Son infrecuentes.
CLASE 14 de mayo 2018
-Representación
la anomalía es que los efectos jurídicos se radican en un patrimonio distinto de aquel que declaró la
voluntad
Por regla general aquella persona que emite la declaración de voluntad contrae derechos y obligaciones
Esto hace que se disocie la voluntad con el patrimonio en el cual se radican los derechos y obligaciones. Los
efectos jurídicos se radican en una persona distinta a la que emitió la voluntad.
El mandatario entra y sale.
La anomalía está en que los efectos jurídicos que aparejamos a la declaración de voluntad se radica en
alguien distinto a quién emitió la declaración de voluntad.
*hay cierta semejanza entre las personas jurídicas y los incapaces en el caso de la representación.
* El representante legal es cuando alguien no puede comparecer en el derecho.
Hay distintos casos de representación: representante legal y voluntaria. El representante se explica por la
voluntad o por disposición legal
Art. 1448 trata la representación por dos motivos: porque la ley así lo indica o por la voluntad:
Representación legal: Tiene su justificación en la ley (art. 43 y 671 inc.3). Pueden ser los padres o madres,
tutor o curador; pero también, se pone al juez como representante legal del deudor. A veces es para tutelar
a los incapaces o a veces por motivos pragmáticos (caso de los deudores)
Incorpora riesgos porque hay una persona que está “jugando” con algo que es de otra persona, el
representante puede abusar.
Representación convencional: se da cuando es por voluntad del representado. Se afirma que tiene lugar
porque el representado ha conferido un poder al representante.
La voluntad se exterioriza a través de un negocio jurídico que denominaremos “poder”, este es un negocio
jurídico unilateral (para que se forme requiere de una sola voluntad). La firma del poder debe ser ante
notario, no es necesario que a quien se le concede el poder concurra al notario, porque es unilateral (basta
con que otra persona exteriorice su voluntad). Desde el momento en que se firma, surge el poder o
apoderamiento. El poder sirve para constituir a la persona como representante.
¿Cómo puede exigirse el comportamiento? Que exista un contrato
¿se puede rechazar el poder? No basta con que se de poder para que la otra parte quede obligada. Para que
la otra parte quede obligada, debe manifestar su voluntad. Para que la otra parte quede obligada a ejecutar
las tareas es necesario que haya un mandato (art. 2.116), es necesario que exista un contrato jurídico
bilateral.
*el mandato no es solemne
IV. Influencia de las circunstancias personales del representante o del representado en el acto
jurídico
212. Conceptos generales
Las teorías sobre la naturaleza jurídica procuran determinar a quién corresponde atribuir la
manifestación de voluntad.
Lo anterior tiene importancia practica
Por ejemplo: cuando la ley requiere para la plena validez de un acto que el consentimiento no esté
viciado: ¿A qué consentimiento se refiere?; cuando la ley exige capacidad ¿quién debe ser capaz?
La doctrina tampoco contempla un principio general, lo que hace necesario el análisis caso a caso.
Hupka propone: “el conocimiento del representante no perjudica al principal más que cuando un
interés preferente de la otra parte o de un tercer participe lo exige; mientras que, su propio
conocimiento sólo deja de perjudicarle cuando por razones de hecho o de derecho no estuviere en
condiciones de impedir al apoderado la conclusión del negocio”
213. En relación con la capacidad
De seguirse la teoría de Savigny, habría que concluir que sólo el representado debe ser capaz.
Si se estimara que la manifestación de la voluntad relevante no es la del representado, sino que la del
representante, este debe ser capaz.
Ninguna de estas interpretaciones soluciona el problema cabalmente. Se hace necesario formular
algunas distinciones:
a) Capacidad del representado
Para esto debemos distinguir entre: la representación legal y la representación voluntaria.
En la representación legal: el representado es, normalmente, un incapaz absoluto o relativo.
Representación voluntaria: el representado es una persona capaz, pues la capacidad es un requisito
para la plena eficacia del apoderamiento. SI FUESE INCAPAZ, EL PODER SERÍA INVALIDO.
b) Capacidad del representante
Distinguir entre la representación legal y la voluntaria.
Representación legal: debe ser una persona capaz
Representación voluntaria: el representante que tiene la calidad de mandatario puede ser incapaz.
Basta que tenga juicio y discernimiento suficiente.
El art. 212818 faculta al menor adulto para ser mandatario aun sin la autorización de representante
legal.
La situación es inversa en lo que respecta a as obligaciones que contraiga el mandatario incapaz con el
mandante o con terceros, pues en relación con dichas obligaciones se siguen las reglas generales en
materia de capacidad.
214. En relación con las formalidades que exige la ley para los actos de ciertas personas
La ley exige el cumplimiento de ciertas formalidades, como es la autorización judicial para la
enajenación de los bienes raíces del hijo de familia.
215. En relación con los vicios del consentimiento
La teoría de la ficción o la del nuncio o mensajero llevaría a concluir que el error, la fuerza o el dolo
tendrían relevancia sólo en el caso de que el vicio se manifestara en la voluntad del representado.
Para los seguidores de Hupka o de la teoría de la modalidad, sólo serían relevantes si viciara la voluntad
del representante.
Antes de proponer una solución, deben formularse ciertas distinciones:
a) El error del representante vicia el consentimiento siempre que dicho error sea también
relevante para el representado.
18
Art. 2128: Si se constituye mandatario a un menor adulto, los actos ejecutados por el mandatario
serán válidos respecto de terceros en cuanto obliguen a éstos y al mandante; pero las obligaciones del
mandatario para con el mandante y terceros no podrán tener efecto sino según las reglas relativas a los
menores.
b) La fuerza o dolo determinante que se ejerciera sobre el representante y que vicia el
consentimiento, permite que el representado solicite la rescisión* del contrato.
c) La doctrina considera que el vicio de la voluntad del representado hace anulable el poder y “a
través de éste, socava también el acto representativo”
El problema se presenta con el dolo en un acto jurídico bilateral, pues éste para viciar el
consentimiento de la víctima requiere que sea obra de una de las partes, lo que hace necesario
determinar si para estos efectos debe considerarse que es obra de una de las partes solamente el dolo
del representado o también el dolo del representante.
Creemos que el dolo, provenga del representante o representado, vicia el consentimiento si para la
otra parte es determinante
El dolo o mala de del representante afecta al representado. Por la inversa, si el dolo o mala fe existe en
el representado, “este deberá soportar todas las consecuencias la ley establece para el caso, aun
cuando el representante actúe de buena fe”
216. En relación con la buena o mala fe del sujeto
El problema se presenta con la mala fe del representante, que no es compartida por el representado.
La opinión más generalizada es que la mala fe del representante afecta al representado; aunque éste
se encuentre de buena fe. Habida consideración de que en el representado se radica la posesión con
las mismas calidades y vicios con que la adquirió el representante, cabría concluir que la mala fe de
éste se transmite al adquiriente representado
217. En relación con la disposición legal que impide demandar la nulidad absoluta al que sabía o debía
saber el vicio que invalidaba al acto y con aquella que impide repetir lo pagado por objeto o causa
ilícita a sabiendas.
Es indudable que el representado que sabía o debía saber del vicio que invalidaba el contrato o que
tuvo la calidad de parte a sabiendas del objeto o causa ilícita, no puede alegar la nulidad absoluta o
repetir lo pagado*
El problema surge en la situación contraria, cuando el representante es quien sabía o debía saber del
vicio
En general, la doctrina se inclina por restar relevancia a la mala fe del representante.
En Chile, hay opiniones encontradas, pudiendo citarse el fallo de la CS que sigue el criterio de la
doctrina: “el dolo, que es lo que la ley castiga negando la acción de nulidad, es un acto personalísimo”
218. En relación con las impugnaciones de las enajenaciones del deudor.
V. Requisitos de la representación
219. Enumeración de los requisitos
a) Que el representante declare su propia voluntad;
b) Que dicha declaración la haga a nombre de otro, y
c) Que el representante tenga poder de representación
220. El representante debe declarar su propia voluntad
El representante, para dar vida al acto jurídico que celebra a nombre de otro, debe manifestar su
propia voluntad.
Especial claridad en la representación legal
también en la representación voluntaria el representante es quien da vida al acto jurídico con su
voluntad “ello se da, en todo caso, aunque haya de atenerse a las instrucciones recibidas” y “por
minuciosas que sean las instrucciones recibidas, el representante tiene siempre cierta libertad para
decidir si consiente o no, para establecer las clausulas particulares del acto, y si no fuere así, se limitaría
lo mismo que el nuncio a repetir la voluntad ajena”
221. El representante debe actuar a nombre del representado: Contemplatio domini
Esto significa que tiene que manifestar, de alguna manera, que su declaración se refiera a otra persona,
a nombre de la cual está obrando.
Si falta la Contemplatio domini, el acto jurídico va a surtir efectos para el representante y no para el
representado.
La manifestación de la Contemplatio domini, no está sujeta a formalidades especiales, por lo que debe
aplicarse, a su respecto, la reglamentación general en lo relativo a la manifestación de voluntad.
Stolfi: “esta intención se manifiesta expresamente cuando se dice o se escribe que se “actúa a
nombre de…”; “por cuenta de…”; “como representante de…”; etc.; O cuando al firmar un documento a
la firma propia preceden las palabras “por medio” o “Por mandato de...”
Se manifiesta tácitamente la misma intención cuando se obra de manera tal que se da a entender que
uno no quiere obligarse por sí, sino por otro. Ej: cuando una persona toma el documento dirigido a otro
y al firmarlo hace constar que es encargado, mandatario o procurados. Por el contrario, de nada
serviría que el representante firmase con el nombre del representado, ya que así podría dar lugar a
un acto bajo falso nombre que no obligaría a nadie.
Es precisamente la contemplio domini, que constituye un requisito esencial de la representación, lo
que no existe en el mandato sin representación.
El mandatario sin representación o el comisionista, si bien actúa en interés de otra persona, lo hace a
nombre propio. Para que el mandante obtenga la cosa que encargó comprar a B será necesario que
éste se la entregue cumpliendo el mandato.
En cambio, si B hubiera contratado a nombre y en representación de A, los efectos de la compraventa
se habían radicado en forma directa en A y C.
222. El representante debe tener poder de representación
La autorización para actuar a nombre del representado, que es lo que constituye en esencia el poder
de representación, debe ser anterior a la celebración del acto en que se ejerce dicho poder.
Existen dos excepciones en que, aunque no exista el poder de representación, es posible que los
efectos ejecutados por una persona se radiquen en otra:
a) Cuando el A.J ha sido celebrado por un agente oficioso o gestor de negocios ajenos, se
entiende que, si la gestión ha sido útil para el interesado, éste la ha autorizado. Por el hecho
de ser útil, la ley la entiende autorizada.
b) Con posterioridad el interesado ratifica la celebración del acto jurídico.
La extinción del poder de representación, de acuerdo a la doctrina, es un acto unilateral del
poderdante, tiene causales como:
a) muerte del representado
b) muerte del representante
c) incapacidad sobreviniente del representante
19 Para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad es necesario: 1º que
sea legalmente capaz; 2º que consienta en dicho acto o declaración y su consentimiento no adolezca de
vicio; 3º que recaiga sobre un objeto lícito; 4º que tenga una causa lícita.
Otro autor, más recientemente, señala que “en realidad, el objeto del contrato se confunde con su
efecto” y también que “la formula misma del objeto del contrato es impropia. El contrato en sí no
tiene objeto. Tiene efectos: creación de una o varias obligaciones; y son estas las que tienen objeto”
Esa concepción tradicional define el objeto con un sentido patrimonial, puesto que se refiere a las
cosas o prestaciones sobre que recae el negocio, excluyendo su carácter de elemento esencial para los
demás.
Doctrina contemporánea:
Para algunos autores, si el objeto del negocio y el objeto de la prestación tienen iguales requisitos, son
entidades completamente separables y no deben confundirse. Objeto del negocio es la prestación
debida, es la operación jurídica prevista por las partes. Tiene un fin, un propósito creador de
obligaciones; concepción que permitiría analizar con mayor exactitud la licitud del negocio, desde que
las cosas que se pretende dar, hacer o no hacer pueden ser licitas; pero no la operación en su conjunto
(como ocurre con las obligaciones consideradas separadamente). Esta doctrina no es precia, la noción
de “operación jurídica prevista” no lo es y solo hace referencia a la visión del contrato en su conjunto y
conduce además a un absurdo, pues lleva a entender que el objeto del negocio es el negocio mismo.
“La operación jurídica prevista por las partes en el contrato de transporte es el desplazamiento, pero
este es también el objeto de la obligación del transportista”. Se ha sostenido que el objeto es la
finalidad, el objeto querido.
Otros autores: el objeto como la materia del negocio, los intereses regulados por el negocio. Betti
señala “el objeto o materia del negocio son los intereses que, según la organización social, consienten
en ser regulados directamente por obra de los mismos interesados en sus relaciones reciprocas”.
Otros autores: “un aspecto material y externo del negocio, consistente en la materia, los bienes, las
utilidades o las relaciones que las partes someten a su voluntad”. De esta forma el objeto adquiere un
sentido diferente al del resto de los elementos del negocio y una vida propia, alcanzando incluso a los
negocios no patrimoniales. El objeto no se confunde con la prestación o comportamiento al que está
obligado el deudor, puesta esta permite justamente obtener lo que espera el acreedor, es el objeto de
esa prestación.
Da al objeto un sentido propio, desligándola de la idea de prestación y obligación.
No es posible confundir el objeto del negocio con su contenido. El cometido es la reglamentación
negocial, el conjunto de las clausulas y disposiciones que componen el negocio, es un concepto más
amplio que el de objeto. El contenido comprende el objeto, pero también estipulaciones que no
forman parte de este.
101. Requisitos del objeto
Arts. 1460 y sgts.
De acuerdo con la doctrina:
Determinado o determinable
Posible y licito o moral
La regulación del código está referida a los negocios de contenido patrimonial y, en especial, a los
contratos, de modo que las explicaciones deben ser adecuadas al caso cuando se trata de otros
negocios. El objeto debe ser deducido de las normas legales.
La determinación del objeto
102. El objeto debe ser determinado o determinable
En el derecho romano de ello dependía la acción que podía intentarse por las partes. De allí proviene la
distinción entre la prestación cierta o incierta.
Es cierta si las partes señalan el quid (en qué cosiste la cosa), su quale (cualidad) y su quantum
(cantidad). La práctica llevó a entender que bastaba con que la cosa fuese determinable si los
elementos esenciales ya estaban fijados en la convención.
El código recoge la herencia romana en la materia y exige que el hecho o abstención que obliga el
negocio deba ser determinado, o, al menos, posible de determinar.
El derecho no exige tal determinación al instante mismo de la declaración de la voluntad. Admite que,
si el negocio suministra suficientes indicaciones, la determinación puede hacerse más adelante, al
tiempo del cumplimiento.
En ciertos casos, puede un tercero completar la voluntad inicial, determinando el objeto. Tal situación
solo es posible en los negocios inter vivos, en los negocios por causa de muerte (particularmente
testamento), no se admite la interferencia de voluntades ajenas en el negocio y la determinación debe
hacerla el testador.
El código hace aplicación de estos principios, cuando se trata de una prestación que consiste en dar
una cosa. Art. 146120 indica que las cosas que son objeto de la prestación deben estar determinadas a
lo menos en cuanto a su género. Es posible completar la determinación más tarde con la cantidad. En
la compraventa, se indica que el precio, que es el objeto de una de las prestaciones (comprador) debe
ser determinado por los contratantes; pero puede quedar entregado en ello a la voluntad de un
tercero (art. 180921) y no puede quedar al arbitrio de una sola de las partes, ya que si así fuese, no
habría obligación.
La ley admite que la fijación pueda hacerse con referencia a otros elementos, como por ej, “al corriente
de plaza” (art. 1808 inc. Final)22. Nada impediría que el precio en su determinación dependa de
convenciones complementarias. Y si se encarga su fijación a un tercero, este obrará como mandatario
de las partes; en este caso habría un contrato condicional (su existencia queda determinada en un
elemento esencial a lo que decida y cuando decida ese tercero)
La determinación depende, en su eficacia práctica, de una recta interpretación del negocio y de la
posibilidad de hacerlo eficazmente exigible, no es propio de este requisito una rigurosidad extrema
con que a veces se entiende.
103. Determinación genérica y determinación especifica
La determinación puede hacerse dirigiendo la voluntad hacia un objeto determinado en forma
individual, precisando cuál de todos los objetos, de entre los similares que existen (ej: tal vehículo, con
tal inscripción y características). Se designa de un modo preciso, con sus particularidades que sirvan
para distinguirla de las demás, esto es una determinación específica, la cosa constituye una especie o
cuerpo cierto. Pero también tenemos la Determinación genérica, donde la voluntad recae sobre
individuos o cosas de un género determinado, interesando ese género y la cantidad, pero no la
individualidad.
La voluntad se dirige hacia un género de cosas y objetos, pero limitando su cantidad, sin particularizar,
siendo todos ellos intercambiables, solo interesa precisar su cantidad. Se admite que dicha cantidad
pueda determinarse más tarde (art. 1461).
El uso de una u otra forma de determinación depende de los propósitos perseguidos por la voluntad.
20
“No sólo las cosas que existen pueden ser objetos de una declaración de voluntad, sino las que se espera
que existan; pero es menester que las unas y las otras sean comerciables, y que estén determinadas, a lo
menos, en cuanto a su género.
La cantidad puede ser incierta con tal que el acto o contrato fije reglas o contenga datos que sirvan para
determinarla.
Si el objeto es un hecho, es necesario que sea física y moralmente posible. Es físicamente imposible el que es
contrario a la naturaleza, y moralmente imposible el prohibido por las leyes, o contrario a las buenas
costumbres o al orden público.”
21 “Podrá asimismo dejarse el precio al arbitrio de un tercero; y si el tercero no lo determinare, podrá hacerlo
por él cualquiera otra persona en que se convinieren los contratantes; en caso de no convenirse, no habrá
venta.
No podrá dejarse el precio al arbitrio de uno de los contratantes.”
22 El precio de la venta debe ser determinado por los contratantes.
Podrá hacerse esta determinación por cualesquiera medios o indicaciones que lo fijen.
Si se trata de cosas fungibles y se vende al corriente de plaza, se entenderá el del día de la entrega, a menos
de expresarse otra cosa
Posibilidad del objeto
104. El objeto debe ser posible
El objeto debe poder llevarse a efecto. “A lo imposible nadie está obligado”, un negocio jurídico cuyo
objeto sea imposible no tiene validez, porque la declaración de voluntad no tendría verdaderamente
objeto practico. Esta exigencia tiene relación con el hecho de que la obligación que se genere debe
poder producir un resultado efectivo. La venta de cosas inexistentes (Art. 1813)23 clásico ejemplo de
un objeto imposible. El derecho pone al negocio jurídico al servicio de la satisfacción de necesidades
económicas y sociales y, por ello, permite adaptar su contenido a las contingencias de la vida
económica. El derecho impide negocios jurídicos cuyo objeto sea absolutamente imposible.
Cosas que no existan al momento de la declaración de voluntad, pero que se espera razonablemente
que existan pueden ser objeto de negociación (art. 1461 inc.124 y art. 1813). Una cosa futura puede ser
materia de negociación y aun puede serlo la sola expectativa de que llegue a existir. Ej: “ventas en
verde”.
imposibilidad respecto a las cosas: han de poder existir.
imposibilidad servicio: ha de poder efectuarse.
“La pretensión de recibir una prestación queda excluida en tanto esta sea imposible para el deudor o
para cualquiera otra persona” (Art. 275 C. Alemán). Es posible que, por sucesos posteriores el objeto
venga a ser imposible para una de las partes. Ello impide la validez del negocio a menos que el hecho
de que la prestación sea cumplida por el deudor sea esencial al negocio (¿), como en los intuito
personae, o que se celebran en consideración a la cualidad del deudor, en tal caso la imposibilidad para
este se transforma en una imposibilidad absoluta. Ej: encargar una pintura y el artista pierde la vista.
Una simple imposibilidad económica para una parte no tiene trascendencia.
La imposibilidad tanto puede provenir de causas naturales como causas jurídicas.
La imposibilidad puede ser también perpetua (le quita valor al negocio) o temporal (puede ser
válido el negocio a menos que la prestación requiera ser cumplida en el acto o el tiempo determinado
expira antes de hacerse posible)
La tendencia es tener en cuenta no una imposibilidad inicial del objeto, sino la de ejecución. El fin de
esto es impedir compromisos que no puedan ejecutarse, es razonable no detenerse en una simple
imposibilidad al tiempo de la celebración del negocio. “Un contrato no es invalido por el solo hecho
que, al tiempo de su conclusión, la ejecución de la obligación era imposible o que una de las partes no
estaba en derecho de disponer de los bienes que forman su objeto (principios Unidroit y principios
europeos de los contratos).
No considerar una imposibilidad al tiempo de la celebración del negocio como causal de nulidad, sino
sancionarla a posteriori si ella se mantiene al ejecutarlo. Lo que importa para que el negocio sea
válido es que el objeto sea posible al tiempo en que el negocio sea eficaz.
Art. 1461 inc. Final25 contiene, como especie de imposibilidad, la ilicitud del objeto. Esta cuestión
forma parte de otro requisito del objeto.
Cuando el objeto del negocio recae sobre una cosa que no existe, pero se espera que exista, se habla
de negocio sobre cosa futura. Este puede revestir de dos formas:
23 “La venta de cosas que no existen, pero se espera que existan, se entenderá hecha bajo la condición de
existir, salvo que se exprese lo contrario, o que por la naturaleza del contrato aparezca que se compró la
suerte.”
24 “No sólo las cosas que existen pueden ser objetos de una declaración de voluntad, sino las que se espera
que existan; pero es menester que las unas y las otras sean comerciables, y que estén determinadas, a lo
menos, en cuanto a su género (…)”
25 (…)Si el objeto es un hecho, es necesario que sea física y moralmente posible. Es físicamente imposible el
que es contrario a la naturaleza, y moralmente imposible el prohibido por las leyes, o contrario a las buenas
costumbres o al orden público.
1. Condicional: se concluye bajo la condición de que la cosa exista, la eficacia del negocio queda
remitida al momento en que la condición deba cumplir. Si en esa oportunidad la cosa no
existe, el negocio deja de tener eficacia y perece. No es nulo, sino ineficaz.
2. Puro y simple: El objeto es precisado en el momento de la declaración de la voluntad y las
partes se atienen a lo que el futuro les depare.
Ej: venta de la cosecha de trigo del año próximo, el resultado dependerá de cómo llegue a
existir la cosa en el futuro, se trata de un negocio aleatorio (art. 1441), el vendedor entregará
lo que llegue a producir y el comprador adquirirá lo que llegue a cosecharse.
La imposibilidad más frecuente es la jurídica. Tiene una íntima relación la idea de ilicitud del objeto
(art. 1461 inc. Final). A través de la noción de objeto prohibido por la ley puede la autoridad
introducirse en las negociaciones privadas, con fines sociales o de ordenamiento económico,
determinado sobre qué objetos pueden los particulares referir sus negociaciones y sobre cuales les
está vedado el comercio. La imposibilidad jurídica o la ilicitud es un ámbito variable y sensible a las
orientaciones económicas y sociales del momento.
Es moralmente (art. 1461 inc. Final) imposible el negocio contrario al orden público, a las buenas
costumbres, a lo que Carbonnier denomina “civilismo contractual”
Es menester que el negocio se conforme a las exigencias sociales que respondan al orden regulador de
la sociedad. La autoridad se infiltra en el negocio privado, exigiendo respeto por sus ordenaciones
esenciales y que velan por la estructura social misma.
Domat: “(…) todo compromiso no es licito sino en la proporción en que está de acuerdo con el orden
de la sociedad. Las promesas o convenciones que violan las leyes o las buenas costumbres no obligan a
nada”
La cuestión es particularmente importante en los contratos. La intervención de la autoridad en el
negocio jurídico por ese medio reduce el alcance de los no acabados debates sobre el rol de la voluntad
privada en la regulación de intereses.
Art. 1461 inc final no determina qué debe entender por “orden público”. El orden público no es
sinónimo de derecho público. Las leyes de derecho público son, generalmente, de orden público.
El orden público comprende, en general, las normas imperativas y las prohibitivas; dice relación con las
normas que aseguran el respeto de un mínimo de orden juzgado como indispensable para el
mantenimiento de la organización social. Su contenido varía con el tiempo, con las concepciones
filosóficas, políticas y económicas. Se manifiesta:
Orden público económico
Orden público familiar
Orden público profesional
Con la noción de imposibilidad moral, la validez de muchos negocios queda descartada, limitando la
esfera de actuación de la autonomía privada.
La noción de buenas costumbres hace entrar en la concepción de “objeto imposible moralmente”. Se
trata de una noción cambiante y no siempre está ligada a una formulación positiva.
Aquí se entra al juez un mayor poder discrecional, puede lograr una dinámica de la teoría del negocio
jurídico que refleje las ideas morales y sociales del momento. Al juez se encarga la misión de captar el
sentimiento general y verterlo en el negocio jurídico, dándole mayor o menor eficacia, o negándole
totalmente validez.
La ilicitud del objeto
105. Concepto
Se mezcla con la de la imposibilidad moral, pero también evoca las de la incomerciabilidad y la del
negocio contrario al orden público.
Las concepciones son extremadamente variables.
Hay ciertos autores que hablan de idoneidad del objeto, esto es, la “aptitud de los intereses sobre los
que el negocio vierte para recibir el orden o reglamentación práctica que aquel se propone”. El
problema queda referido a la precisión de las situaciones en que el orden positivo excluye un interés
de la negociación privada. Nuestro código señala las situaciones en que hay objeto ilícito. Esta cuestión
impone en nuestro ordenamiento el análisis de cada una de esas situaciones, con advertencia que
varias de ellas dicen relación con las particularidades técnicas de nuestro sistema y no pueden
extrapolarse a otros derechos.
106. Actos contrarios al derecho público
Por el art. 146226 hay un objeto ilícito en todo lo que contraviene al derecho público chileno.
El derecho público es, generalmente, imperativo. Todo lo que contraríe a las normas de ese derecho
es nulo. Un negocio jurídico que se refiera a intereses o prestaciones no admitidos será nulo por tener
objeto ilícito.
Ej: es nula la cláusula contractual que exige a una de las partes la obligación de abstenerse a
perpetuidad de desarrollar determinado negocio, porque vulnera las normas constitucionales (art. 16
nº16 y 21).
No es nula la cláusula de un contrato en que se entrega competencia a tribunales extranjeros, hay
numerosas normas que aceptan tales pactos (DL 2.349) se reconoce las jurisdicciones extranjeras (art.
242 y sgts del CPC), lo que el art. 1462 acepta es someterse a una jurisdicción no reconocida por la ley
chilena.
107. Derecho a suceder por causa de muerte.
Art. 146327 inc. 1. Se trata de una prohibición que es el resultado del sistema sucesorio admitido entre
nosotros. En Chile, la sucesión en los bienes de una persona solo puede ser regulada por la ley o por el
causante mismo en su testamento (art. 95228) y se ha eliminado y prohibido la llamada “sucesión
contractual”. La suerte de los bienes de una persona difunta es dispuesta por el sistema de sucesión
legal, y el causante no puede alterarla sino mediante un negocio unilateral (testamento art. 999). La ley
chilena establece la prohibición de cualquier pacto sobre la sucesión de una persona que no ha
fallecido. Se mantiene la revocabilidad esencial del testamento, porque al permitirse la intervención de
terceros, sería un acto bilateral y podrá así hacerse inmutable la voluntad del disponente sin el acuerdo
de terceros.
En nuestros días, entendemos que esa justificación es técnica, para mantener la integridad del
mecanismo sucesoral adoptado por el código. Históricamente se ha aludido a la inmoralidad que
significa especular sobre la vida ajena, el peligro que tiene al hacer depender la esperanza de ganancia
de la muerte de un tercero (volum mortis).
26Hay un objeto ilícito en todo lo que contraviene al derecho público chileno. Así la promesa de someterse en
Chile a una jurisdicción no reconocida por las leyes chilenas, es nula por el vicio del objeto.
27
“El derecho de suceder por causa de muerte a una persona viva no puede ser objeto de una donación o
contrato, aun cuando intervenga el consentimiento de la misma persona.
Las convenciones entre la persona que debe una legítima y el legitimario, relativas a la misma legítima o a
mejoras, están sujetas a las reglas especiales contenidas en el título De las asignaciones forzosas.”
28 “Si se sucede en virtud de un testamento, la sucesión se llama testamentaria, y si en virtud de la ley,
intestada o abintestato.
La sucesión en los bienes de una persona difunta puede ser parte testamentaria, y parte intestada”
La prohibición tiene ciertos límites, Se admite el llamado “pacto de no mejorar” (art. 120429), que
implica convenir en vida una limitación a la libertad del testador para disponer de la asignación
forzosa constituida por la cuarta de mejoras30 (¿).
La regla del art. 1463, ha sido entendida por la jurisprudencia no en forma amplia, sino referida a
negocios que recaen sobre el derecho mismo a suceder por causa de muerte, es decir, sobre el derecho
a ser heredero o legatario. La prohibición se refiere al derecho a suceder a una persona viva, es decir,
anula el negocio jurídico que tiene como objeto la regulación de derechos sucesorios futuros. El
código regula la llamada “cesión de derechos hereditarios” (Art. 1909 y sgts), que es un negocio
jurídico perfectamente válido. La muerte de una persona puede ser condición para que opere cierto
negocio (Ej: seguro de vida o seguro de gravamen)
108. Condonación del dolo futuro
Es nulo, por ilicitud de su objeto, el nj que contenga una renuncia a la acción persecutoria de un
posible dolo. Es cierto que el dolo puede ser perdonado por el ofendido, pero una vez que este tome
conocimiento de su existencia y siempre que lo haga expresamente.
El legislador no puede admitir que una persona permita a otra fraguar libremente maniobras dolosas,
diciendo que perdonará la maquinación futura. De ahí que el art. 1465 diga “la condonación del dolo
futuro no vale” y que el dolo pasado, la condonación o perdón deba hacerse de forma expresa.
Su fundamento son claramente razones de moralidad. En razón de la regla de la asimilación de la culpa
grave al dolo (art. 44), habrá de extenderse la disposición también a la condonación de esa culpa
futura.
Art. 1465 contiende una segunda hipótesis, según “el pacto de no pedir más en razón de una cuenta
aprobada no vale en cuanto al dolo contenido en ella, si no se ha condonado expresamente”. Esta
parte de la regla es vista como una simple aplicación del principio general que le sigue (no vale la
condonación futura)
109. Casos del art. 1466
Hay objeto ilícito en las deudas contraídas en juegos de azar.
El sistema admitido por el código es semejante al Derecho Romano: en principio, el juego es ilícito,
siempre que se trate de alguno en que la suerte designe al ganador (art. 2258 inc.1 y 1466). Pero se
admiten cuando interviene la fuerza o la destreza (art. 2263). “Los juegos ilícitos son los de azar, o sea,
aquellos en que el acontecimiento incierto depende exclusivamente, o en forma decisiva, de la
casualidad o caso fortuito (…) las obligaciones son nulas de pleno derecho y pueden producir acción;
pero podría repetirse lo pagado”.
El legislador debe velar por la subsistencia de un espíritu sano entre la población y no puede permitir
lucros obtenidos en base a pasiones y vicios.
El legislador ha permitido expresamente ciertas modalidades de juegos de azar. (Ej: Lotería de
Concepción). Para ello se ha requerido de una ley especial que autoriza. La constitucion señala que es
materia de ley “las que regulen el funcionamiento de loterías, hipódromos y apuestas en general” (Art.
63 nº19).
El art. 1466 extiende también la calificación de ilícito al objeto de negocios tales como la venta de libros
cuya circulación es prohibida por la autoridad, de láminas, puntos y estatuas obscenas y de impresos
condenados como abusivos de la libertad de prensa.
29
Si el difunto hubiere prometido por escritura pública entre vivos a su cónyuge o a alguno de sus
descendientes o ascendientes, que a la sazón era legitimario, no donar, ni asignar por testamento parte
alguna de la cuarta de mejoras, y después contraviniere a su promesa, el favorecido con ésta tendrá derecho
a que los asignatarios de esa cuarta le enteren lo que le habría valido el cumplimiento de la promesa, a
prorrata de lo que su infracción les aprovechare.
Cualesquiera otras estipulaciones sobre la sucesión futura, entre un legitimario y el que le debe la legítima,
serán nulas y de ningún valor.
30 La cuarta de mejoras se compone del 25% de los bienes y con ella se puede favorecer la cuota de
31 (550). Cuando la acción del segundo acreedor se deduzca ante diverso tribunal, podrá pedir se dirija oficio
al que esté conociendo de la primera ejecución para que retenga de los bienes realizados la cuota que
proporcionalmente corresponda a dicho acreedor.
Si existe depositario en la primera ejecución, no valdrá el nombramiento en las otras ejecuciones. El
ejecutante que a sabiendas de existir depositario, o no pudiendo menos de saberlo, hace retirar las especies
embargadas en la segunda ejecución por el nuevo depositario, será sancionado con las penas asignadas al
delito de estafa.
Texto 24 y 25.1: La causa en el NJ
125. El problema de la causa
El art. 1445 nº4 señala en las condiciones esenciales la causa licita. El art. 1467 insiste indicando que
“no puede haber obligación sin una causa real y lícita. La causa ha sido reglamentada a propósito de los
contratos.
Para muchos negocios jurídicos las concepciones tradicionales deben ser revisadas y es incluso posible
que para algunos la noción careza de significado practico.
Las disposiciones citadas se refieren más bien a la causa de la obligación y no a la causa del negocio, es
explicable porque la teoría de la causa ha girado en torno a los contratos, que son, creadores de
obligaciones. Se debe tratar de la causa de la relación obligatoria que se establezca, lo que útil tener
presente para negociones que existen obligaciones reciprocas.
Se trata de una cuestión sencilla y clara: debe o no darse carácter obligatorio a cualquier obligación o
debe exigirse que ella sea licita y razonable. En la solución de esta disyuntiva intervienen cuestiones de
política jurídica. La moral formalista y la libre lucha social se enfrentan con concepciones de una moral
realista y de intervención en lo privado en aras de la protección de un interés general.
EL CONCEPTO DE LA CAUSA
126. Antecedentes Históricos
De la edad media se toma la idea de la causa final, es decir, aquello para lo que algo se hace. Los
canonistas entienden las simples promesas como obligatorias, “la palabra empeñada vale tanto como
el juramento proferido”, pero se cautela la licitud de la obligación, condenándose los actos por causa
ilícita o inmoral. La doctrina francesa establece el principio de que ningún convenio obliga sin causa.
Según Domat existen cuatro especies de convenciones:
a) Aquellas en que las partes se dan recíprocamente una cosa por otra.
b) Aquellas en que una hace algo y otra dona
c) Aquellas que una cada parte hace algo por la otra
d) Aquellas que una parte hace o dona algo y la otra nada da a cambio
En las tres primeras es un comercio en que nada es gratuito y el compromiso de uno el fundamento del
otro. Y en las convenciones mismas en que uno solo parece estar obligado, como el préstamo de
dinero, la obligación de aquel que toma en préstamo ha sido precedida por parte del otro por aquello
que debía dar para formar la convención. La obligación que se forma en beneficio de uno de los
contratantes tiene siempre su causa en otra parte; y la obligación sería nula si, en verdad, ella no
tuviese causa. “En los contratos en que uno solo da o hace, y el otro no hace ni da nada, la aceptación
forma la convención; el compromiso tiene su fundamento en algún motivo razonable y justo (ej.
Servicio prestado, merito, etc). Este motivo sirve de causa de parte de aquel que recibe y nada da. Esto
es la llamada teoría clásica de la causa. Pothier retoma los mismos conceptos: “toda obligación debe
tener una causa honesta. En los contratos de interés recíprocos la causa consiste en lo que este da a
aquel, o en la promesa, o el riesgo a que por su bien se expone. Los contratos de beneficencia la causa
está en la liberalidad de una de las partes”
127. La doctrina clásica de la causa y el código civil
Domat y Pothier
EL Código francés declara “la obligación sin causa, o sobre una falsa causa, o sobre causa ilícita, no
puede tener ningún efecto” (art. 1131). Comentaristas posteriores formulan lo que hoy se conoce
como “Teoría clásica de la causa”
Esta sostiene que la causa se encuentra en el fin perseguido por las partes, pero distingue fin y
motivos. Son individuales, propios de cada parte, tal vez desconocidos de la otra. La causa, es siempre
la misma para cada tipo de negocio No se trata de buscar los motivos porque ellos son causa remota y
no próxima, directa e inmediata.
Formulacion de la causa según los tipos de negocio:
Onerosos: obligación de cada parte tiene por causa la obligación de la otra, la ventaja que se espera
obtener del negocio. Las obligaciones se sirven recíprocamente de causa
Contratos unilaterales: alguna de las partes se obliga a devolver es porque la otra parte le ha hecho
antes la prestación de la cosa y esa entrega anterior es la causa de obligación que surge del contrato.
(Ej: comodato o mutuo)
Gratuitos: el solo animo de hacer la liberalidad sirve de causa.
Esta fue la teoría que recogió el cc chileno. El art. 1447 repite nociones típicas de esta teoría. Toda la
construcción de la técnica contractual reposa en la afirmación de los conceptos clásicos de la causa. Es
notorio en los contratos bilaterales, la idea de que la obligación de una parte sirve de causa a la
obligación de la contraparte, justifica instituciones de los arts. 1552, 1489 y otras. El art. 1552 tiene
enseñanzas de Domat. “En todas las convenciones, el compromiso de uno siendo el fundamento del
otro, el primer efecto de la convención es que cada uno de los contratantes puede obligar al otro a
ejecutar su compromiso, ejecutando el suyo por su parte”
128. La posición anticausalista
Hacia 1826, Ernst, inició una corriente doctrinaria que propugna eliminar la causa de entre los
elementos del negocio jurídico.
Se reprocha a la teoría clásica el ser históricamente falsa, supone una construcción a partir del derecho
romano, el que jamás concibió la causa en el sentido de causa final. Se agrega que es ilógica e inútil.
Ilógica porque la idea de causa es usada con variado sentido, en los contratos sinalagmáticos hace las
veces de un efecto más que de un elemento del negocio; mientras que los reales se trata más ben de
una causa eficiente, anterior a la obligación. En los negocios gratuitos, el animus donandi está
desprovisto de contenido y se confunde con el consentimiento. Por otra parte, en los contratos
sinalagmáticos las obligaciones nacen simultáneamente y así es imposible que una sirva de causa a la
otra.
Siendo la causa siempre la misma para cada tipo de negocio, no presta ninguna utilidad al juez,
confundiéndose a veces con el objeto del negocio y otras con el consentimiento.
La crítica es certeza en cuanto se refiere a los contratos reales, porque si no ha existido entrega de la
cosa, hay ausencia del objeto y así la causa no tiene utilidad como conceptos y en los contratos
gratuitos también es fundada la crítica, la intención liberal abstractamente es lo mismo que el
consentimiento.
La crítica no es fundada en los contratos sinalagmáticas. Si en ellos no existiere la causa como elemento
autónomo, la falta de la obligación de una de las partes produciría la nulidad de la obligación de la otra
parte; subsistiría la obligación contraria, lo que resulta absurdo.
Numerosas legislaciones han abandonado la exigencia de la causa como requisito del negocio.
129. Las tendencias modernas
La jurisprudencia ha utilizado la causa como medio de valoración y control moral de los negocios
jurídicos. En Francia los tribunales han utilizado la exigencia de una causa licita para anular
convenciones destinadas a graficar prestaciones inmorales, entrando en un análisis subjetivo de los
motivos. Para hacerlo han debido sobrepasar la teoría clásica, con una concepción objetiva extrema, la
ilicitud de la causa resultaría extremadamente difícil y solo aseguraría la protección de una de las
partes; pero no la protección del interés social o general del negocio.
Surgen así variadas doctrinas, que pueden agruparse en tendencias subjetivas y objetivas, aunque lo
que las separa es la mayor o menos amplitud que se deja al control judicial para calificar la licitud y
carácter del negocio.
130. Las teorías subjetivas
Existe una concepción subjetiva de la causa en la medida en que ciertos autores dejan de concebir en
forma drástica la separación entre causa y motivo que hacía la teoría clásica.
Las posiciones van desde el “subjetivismo moderado” de Capitant, hasta las posiciones
acentuadamente subjetivas (Josserand)
Capitant, manteniendo la distinción entre motivos y causa, acepta, sin embargo, ciertos motivos
individuales. La causa es definida como el motivo que las partes tienen al celebrar el negocio jurídico,
pero ese motivo no es la obligación de la contraparte en los negocios bilaterales, sino la voluntad de
obtener el cumplimiento de la obligación correlativa. Los motivos pueden ser subjetivos y variables de
persona en persona, que el derecho no puede considerar, no son conocidos por la contraparte o, si lo
son, no forman parte del negocio mismo. Es posible que esos motivos hayan sido considerados por las
partes y en función de ellos se haya celebrado el negocio. En tal caso, entra en la idea de causa.
Es así como los negocios pueden ser anulados por causa inmoral, si la causa impulsiva y determinante
es un fin no aceptado por el derecho.
Josserand va más lejos y ha propuesto dar cabida a los motivos individuales. Agregan la necesidad de
considerar, en ciertos casos, los motivos personales. La teoría de la causa se hace subjetiva y entrega al
juez una herramienta para controlar el fin del negocio y la moralidad de los propósitos perseguidos.
Ferri sostiene que la causa es el fin del negocio singular, el de la voluntad cabida en el negocio que se
analiza.
Las teorías subjetivas han surgido más bien como explicación a la práctica de los tribunales en ciertos
países.
Las concepciones subjetivas tienen graves defectos técnicos que las hacen criticables. Explican y
justifican la idea de causa ilícita, no hacen posibles situaciones de ausencia de causa al identificar causa
y motivo se llega a la conclusión de que no es posible que una voluntad no tenga un principio
determinante, es decir, un móvil.
131. El retorno a la causa objetiva
La doctrina contemporánea vuelve a las ideas objetivas.
El mantenimiento de la distinción entre causa y motivo es característica, aunque no siempre sea
absoluta.
Algunas de las tendencias tienen ideas como: causa como atribución patrimonial y la causa como
función del negocio.
La primera posición, sustentada por Jacques Maury, la causa tiene un doble rol en el negocio jurídico. A
partir de ese rol debe ser abandonada las concepciones tradicionales que partes del aspecto
conceptual de la causa. Este doble rol se aprecia en cuanto que la causa es un elemento necesario
para la existencia de la obligación y tiene como función la defensa o protección individual y, por otra
parte, es un medio para apreciar la licitud del negocio, cumpliendo una función social frente a los
excesos de la autonomía privada.
La concepción de la causa es doble, pues cada función corresponde una idea diferente de causa. Causa
como elemento de la obligación, se define combinando ideas objetivas y subjetivas, se trata de buscar
la intención, pero por medio de los elementos objetivos. Encontrar la intención por los elementos
objetivos que entregue el negocio.
Ej: los contratos a título oneroso, la causa se encuentra en la equivalencia buscada por cada parte, tal
cual existe o debe existir al momento de la formación del negocio.
En una compraventa, el comprador da su voluntad porque desea un equivalente, que es la cosa
comprada, esta cosa tiene ser apta para el uso a que se le destina, ya que de otro modo no habría
causa. Negocio gratuito, la causa será justamente “la ausencia querida de un equivalente económico”
Es menester buscar la causa en motivos más lejanos que en la simple idea de equivalencia, y la
intensidad de esa búsqueda es variable según la protección buscada: la del obligado, la de la equidad,
la de protección de la sociedad.
Un fuerte sector doctrinario pone el acento en la idea de que el derecho acepta que ciertos intereses
sean regulados por los particulares, pero para cumplir ciertos valores sociales o económicos. La causa
es entonces definida como “la función económica-juridica del negocio” o “la función económico-social
del negocio” reconocida y garantizada por el derecho.
132. Conclusión.
Uno de los defectos de las concepciones jurídicas romanistas: la excesiva preocupación por las
categorías, los conceptos, definiciones y teorías universales. Las doctrinas causales más importantes no
han sido jamás las de responder en sus soluciones a una idea universal y elaborada de la causa. Su
preocupación fundamental ha sido el control de la licitud del negocio y que responda a los intereses
sociales y a la equidad. La causa ha sido el medio técnico utilizado para ese control.
Entendemos que la causa es un elemento del negocio jurídico, en cuanto por su intermedio es posible
controlar por el juez la autonomía privada, en su licitud y en sus propósitos de lucro excesivo. Si el
negocio jurídico responde a una concepción voluntarista debe ofrecer un medio al juez para verificar
que los acuerdos de voluntad de los particulares respeten las normas y moral de equidad. Uno de esos
medios de control es la causa, porque significa que el negocio no es simplemente constatación de la
existencia de una manifestación de voluntad, tiene propósitos que se persiguen por las partes, de
índole practica y que el juez puede controlar.
Es claro que esta función de la causa no puede ser cumplida sino admitiendo una indagación de los
motivos de cada parte y el problema es señalar hasta dónde debe o puede llegar el juez en la búsqueda
de los motivos. Esta labor podrá ser hecho con ayuda de los elementos técnicos que entregan las
teorías, pero, en último termino, tendrá que estar encargada a la prudencia del juez.
La causa es siempre el fin perseguido por la voluntad, fin que presenta, más que diversas funciones,
diversos aspectos que el juez debe considerar para el control del negocio.
Mientras no se reconozca ese rol jurídico de la causa y su función de control, la teoría causalista no
tendrá mayor relevancia. Esto es lo que ha sucedido entre nosotros.
133. La teoría de la causa y el derecho chileno
Es claro que Bello siguió a Domat y Pothier, se aprecia en el art. 1467 inc.3, propio de la teoría clásica.
En el mismo sentido se han pronunciado los tribunales de justicia: “la causa de un contrato es el
interés jurídico que induce a las partes a contratar, interés que es distinto e independiente del móvil
utilitario o subjetivo y que las partes hay podido tener. En los contratos bilaterales, la causa para una
de las partes la constituye la obligación contraído por la otra, la prestación que esta debe satisfacer.”
En una compraventa la causa para cada parte está constituida por la obligación contraída por la otra
parte, siendo ese interés jurídico el que las induce a contratar; para el vendedor es el precio y para el
comprador, la cosa comprada.
Hay quienes sostienen que cuando se trata de analizar la licitud de la causa, el juez debe considerar los
motivos en concreto, los motivos individuales que han incluido al negocio. Otros están por un análisis
de los motivos, para dar a la causa el rol de herramienta.
EL ROL JURIDICO DE LA CAUSA
134. Doble rol de la causa
La causa aparece como un procedimiento técnico del derecho destinado a proteger la voluntad
negocial. No es posible en el derecho chileno que una voluntad pueda ser considerada por el juez en
forma separada de su causa.
Por excepción, existen negocios jurídicos en que se hace la separación, y el derecho atiende
exclusivamente a la voluntad manifiesta y no a su causa. Tales son los llamados negocios abiertos.
Por otra parte, la causa sirve para controlar el fin del negocio jurídico, de forma que este no atente
contra el orden público, la ley y las buenas costumbres. Por faltar a esas exigencias, se ha declarado
nulo, por ejemplo, el contrato simulado. La causa final no puede desligarse de los motivos
psicológicos que inducen a contratar, o sea, de la causa ocasional.
El art. 1445 nº1 exige que la declaración de voluntad tenga una causa, con lo cual une estrechamente la
voluntad a su causa, pide además que esa causa sea licita, el derecho entrega al juez en control de la
causa del negocio. El art. 1467 dice que no puede existir obligación sin causa real y licita, aquí señala la
causa como elemento de la obligación, está tratando de actos y declaraciones de voluntad, la exigencia
va dirigida a la unión entre voluntad y causa, y la exigencia negocial en sus fines.
135. Negocios abstractos
Excepcionalmente la ley chilena admite una separación entre voluntad y causa, considerando solo la
primera y desestimando la segunda.
Se entiende por negocio abstracto aquel en que, por artificio, se separan los efectos y la voluntad de
su causa, de forma que el fundamento de la prestación no condiciona su validez. Se separa o
independiza el negocio de su causa, se hace abstracción de ella. Se define como un artificio, porque la
verdad es que, una voluntad tiene siempre una causa, en el sentido que siempre va dirigida a un fin. En
los negocios abstractos no es no tengan causa, sino que esta no es considerada por el derecho. La
validez está fundada en la pura voluntad, de modo que la inexistencia de la causa no acarrea como
consecuencia la nulidad.
El CC chileno, descarta la posibilidad del negocio abstracto en general, aunque la hipótesis de
abstracción puede darse, por ejemplo, en el contrato de fianza particularmente en la obligación del
fiador frente al acreedor. El autor del código, en materia de causa, recoge los precedentes franceses.
EL art. 1467 dice que la causa no es necesario expresarla.
Si la causa sirve como protección de la voluntad negocial, el negocio abstracto permite una mayor
estabilidad de las transacciones al no permitir el análisis del fin del negocio y reducir la existencia
jurídica a la manifestación de voluntad separada de su causa.
Justamente en casos en que el principio de la voluntad individual debe ceder su importancia frente a la
seguridad de la transacción y la rapidez del negocio. Fuera de tales casos, recobra pleno imperio la idea
de negocio causado, porque el art. 1467 no elimina la exigencia de la causa, sino que se refiere a un
problema probatorio, al no exigir la expresión de la causa en el negocio jurídico visto como
instrumento. Indica que toda obligación debe tener una causa, pero que se presume que la causa
existe, quedando de cargo del que sostenga la nulidad del negocio por falta de causa probar su
alegación.
La utilidad del negocio abstracto se da principalmente en materia de títulos de crédito (documento
escrito en el que consta el derecho a una determinada prestación)
El negocio abstracto es siempre auxiliar o de ejecución, presupone al acto precedente creador de la
obligación que se reconoce en el acto abstracto. Así, si hubiese de preguntarse por la causa de la
obligación contenida en la letra de cambio, habría de responderse que es el fin perseguido por el
deudor de esa letra: la adquisición de la cosa comprada, la obligación del vendedor de hacer entrega de
la cosa.
La utilidad del título de crédito reside en que, como procedimiento técnico, se desliga justamente el
referido documento y su obligación del negocio que le ha dado origen y, por lo tanto, de su causa. Tal
cosa no sucede, desde luego, en términos generales, entre las partes del negocio (comprador y
vendedor, por ejemplo).
La jurisprudencia nacional bajo la ley Nº18.092, sobre letras de cambio y pagaré, tiende a reconocer en
esos títulos el carácter abstracto desde la emisión de tales documentos y por lo tanto, aun entre las
partes iniciales, aunque la CS ha vuelto a entender que la abstracción rige solo respecto de terceros
detentadores del título.
El derecho desliga la obligación contenida en el título de su causa, de forma que el tercero que lo ha
adquirido podrá cobrar la obligación sin que a él pueda serle opuesta ninguna excepción derivada de la
causa, es decir, la falta de causa o de cumplimiento de la obligación correlativa primera o de su ilicitud.
El título de crédito, en esa situación, se habrá convertido en un documento de constancia de una
obligación abstracta, en el sentido que el tercero adquiriente queda desligado de las relaciones
jurídicas existentes entre el suscriptor del documento y quien le transfirió dicho título.
136. La causa debe ser real
La causa tiene dos roles jurídicos y una de ellas es cautelar la voluntad negocial.
El art. 1467 de la exigencia de existencia de una causa. El derecho no cautela cualquier emisión de
voluntad, sino aquella destinada a cumplir un determinado rol. El negocio celebrado sin una causa que
motive la emisión de voluntad no tiene existencia (es nulo absolutamente).
137. Ausencia de causa
No parece posible la existencia de una voluntad sin causa, pero son varias las situaciones en que puede
producirse una falta de causa.
La exigencia de la causa no queda desvirtuada por la circunstancia de que el art. 1467 señale que “no
es necesario expresarla”, pues ya se ha dicho que tal disposición tiene un alcance meramente
probatorio.
Simular una causa implica hacer aparecer una cierta causa sin ser ella verdadera. Esta simulación tanto
puede ser absoluta como relativa. La primera supone que se ha celebrado un cierto negocio con una
cierta causa, cuando en realidad no existe causa alguna, por lo cual no habrá tampoco negocio. La
segunda se presenta en casos en que hay una apariencia de negocio bajo una cierta causa, aunque en
realidad la causa es distinta de la que se muestra. En este caso se ha fingido una causa ocultándose la
real.
La sanción no es necesariamente la nulidad del negocio, si la causa verdadera es licita. Debe decirse
que lo que no es necesariamente nulo es el negocio “disimulado”, el que verdaderamente se celebró,
pues en cuanto al simulado, hay una nulidad entre las partes, pues carece de causa real. Decimos
“entre las partes” porque en general, para proteger a terceros, no siempre es posible oponerles la
nulidad de ese negocio, ellos actúan en función de lo han podido conocer. El negocio disimulado está
sujeto a la observación de todos los requisitos que le son propios, que supone cumplir con las
solemnidades legales si la ley las exige.
El art. 1467 agrega que, si el negocio debe tener causa real y licita, no es necesario expresarla, aunque
se ha fallado que ella debe de algún modo desprenderse del contrato, pues en caso contrario hay
nulidad.
138. Licitud de la causa
Para controlar el fin del negocio el derecho exige la licitud de la causa (art. 1467). Es ilícita cuando es
prohibida por la ley, o contraria a las buenas costumbres o al orden público.
La ilicitud es una noción variable, como lo es la de las buenas costumbres. Ha de entenderse que la
causa es lícita a menos que se acredite la ilicitud. Es ilícita la causa del pacto de interés penal a contar
desde la fecha de suscripción de un pagaré y no desde su protesto, como lo dispone la ley (Art. 80 Ley
nº 18.092)
El problema reside, en la concepción misma de la causa, pues si se desea asignar el rol de contralor del
fin del negocio a este elemento, debe adoptarse una concepción que permita al juez indagar el
verdadero fin de las partes.
En Chile, el control del fin del negocio por medio de la licitud de la causa ha sido modesto. La doctrina
no ha dejado de tener presente el obstáculo que para este rol implica esta teoría, y por ello no faltan
quienes propugnan por que el juez tenga en cuenta los motivos concretos e individuales cuando se
trata de causa ilícita.
15 de junio 2018
Ineficacia clase
La ineficacia es el género, invalidez es una especie particularmente importante
Los negocios jurídicos se llevan a cabo para realizar ciertos efectos, si estos se consiguen el negocio es
eficaz.
El contrato por alguna anomalía puede no llegar a causar efectos. ¿Qué causas pueden determinar que
el negocio no sea eficaz?
Por ejemplo: una compra-venta y el objeto es ilícito en este caso el negocio es inválido
El negocio jurídico tiene elementos de la existencia y de validez.
Cuando las partes de mutuo acuerdo le ponen termino al negocio jurídico este deja de ser eficaz. Idea
de que “las cosas se deshacen como se hacen” a esto se le llama resciliación o mutuo acuerdo.
Las causales de ineficacia pueden ser:
-Intrínseca: es así cuando tiene que ver con la estructura del negocio jurídico, cuando algo en la
estructura es defectuoso.
Ej: una incapacidad relativa Una causal de nulidad relativa puede sanearse
Objeto ilícito afecta a la sociedad en su conjunto, por esto su nulidad es absoluta.
-Extrínsecas: aunque la estructura no tenga anomalía, circunstancias estructuras al negocio jurídico
determinan su ineficacia.
Ej: resolución del contrato
Invalidez
Lo que puede privar de eficacia es un problema estructural del negocio.
Hay diferencias entre afirmar que algo llegó a existir o si es válido
Si el contrato no llegó a existir no puede sanearse, es imprescriptible; pero si consideramos que algo es
invalido, sí puede llegar a sanearse (4 años nulidad relativa, 10 años nulidad absoluta)
Una causal de ineficacia intrínseca es la inexistencia. Tal y como está diseñado el NJ, parece evidente
que hay ciertos elementos sin los cuales no podemos hablar de NJ, la falta de voluntad no queda bien
encajada en la idea de invalidez, sino que queda más bien en inexistencia. La idea de inexistencia nace
del derecho francés y tiene que ver con el matrimonio.
En términos lógicos puede hacer sentido pensar en inexistencia e invalidez.
¿Cuáles son las consecuencias de considerar que un NJ es inexistente o de que un NJ es invalido?
A) Normalización de los efectos: si es nulo, tarde o temprano los efectos se van a normalizar, el
negocio se va a sanear; si es inexistente los efectos nunca deberían normalizarse, porque el
acto nunca llegó a existir
B) La nulidad debe ser declarada judicialmente, mientras no se declare nulo el contrato es válido,
no opera de pleno derecho, una parte debe ir y declararla judicialmente; en la inexistencia no
hay nada que declarar, opera de pleno derecho, el juez solo debe constatarlo.
¿la inexistencia está aceptado en el derecho chileno (fue acogido por el cc)?
Claro Solar estima que sí, Alessandri, en cambio, estimó que no.
Claro Solar lo estima que sí por un conjunto de artículos que lo que indican es que la falta de elementos
esenciales determina que no produzcan efectos no que sus efectos sean derrotables, sino que no llegan
a producirse. Art. 1701, 1801, 1802, 1809 cuando estos se mezclan con el 1444 las discusiones que
suscitan son acerca de algo que no llegó a producir efectos.
En los casos que no hay voluntad la sanción es nulidad absoluta; en los casos de incapacidad absoluta la
sanción es nulidad absoluta; los tribunales han fallado que las promesas que no tienen un plazo o
condición son de nulidad absoluta; la falta de objeto ha sido considerada con nulidad absoluta.
Teóricamente deberían ser tratados como inexistencia son tratados con nulidad absoluta.
Alessandri: es insensato que el legislador omitiera “inexistencia” en cambio hay un título completo que
trata de la nulidad (título xx)
Por regla general, se resuelve con cargo a la nulidad.
*El tiempo “sanea” porque en algún momento se deben sanear las apariencias en que otros deben
confiar. La gran justificación tiene que ver con la apariencia.
La inexistencia debería estar reservada para los casos en que ni si quiera hay una apariencia de
normalidad, parece ser que cuando llegamos a una apariencia la sanción va a ser la nulidad.
Nulidad
Mientras la causal está latente, el contrato tiene todos sus efectos, pero son derrotables.
La expresión nulidad se emplea para el efecto que tiene lugar una vez que esa causal sea alegado y
declarado. Nulidad se emplea para señalar una consecuencia de la anomalía estructural del negocio. La
nulidad es la perdida de efectos de un nj a consecuencia de un defecto estructural en este. Esos
defectos deben ser originarios, no sobrevenidos, es decir, deben haberse presentado al momento en
que el negocio se estaba formando. La causal debe tener lugar mientras el contrato se está formando.
Busca que las partes vuelvan al estado que estaban antes de realizar el acto
La principal clasificación es entre nulidad absoluta y nulidad relativa. El criterio es el interés
comprometido: es entre las personas o de la sociedad en su conjunto.
18 de junio 2018
La nulidad es una sanción que debe ser declarada judicialmente, antes de que el juez lo declare, no es
nulo, sino que anulable.
El vicio debe ser originario, es decir, cuando nace el acto jurídico el vicio ya está. No puede nacer
después. Cuando es un acto nulo puede llegar a ser válido, pero si nació válido no puede ser nulo.
La sanción busca dejar sin efecto el negocio.
Tipos de nulidad:
Nulidad parcial o total: El criterio depende de la longitud de la nulidad, el efecto puede afectar
al negocio jurídico completamente o solo una parte. Es parcial cuando, declarada la nulidad de
una de las cláusulas del negocio, lo demás del contrato sigue teniendo efecto (ej. Cláusulas del
testamento, contratos de adhesión –declaración de cláusula abusiva en un contrato-); Es total
porque declarada la nulidad, no existe nada más que pueda obligar (ej. precio en
compraventa)
Nulidad consecuencial: sucede al momento de anular un contrato principal, se dice que
consecuencialmente el contrato accesorio es nulo (ej. Hipoteca de compraventa). No
necesariamente es al revés.
Nulidad refleja: sucede en los negocios jurídicos que requieren de una solemnidad (Art. 1801
inc2). Al fallar la solemnidad es nulo el negocio.
Nulidad absoluta y Nulidad relativa: se diferencian en el interés que ellas protegen, en la
nulidad absoluta se protege un interés general (ley, moral, buenas costumbres y orden
publico), la nulidad relativa protege el interés de las partes. El interés repercute en quién
puede solicitar la nulidad del negocio. El efecto de ambas es el mismo.
Nulidad absoluta
Art. 1682 y 1683
-Concepto: la omisión de cualquier requisito en razón de la naturaleza de los mismos actos.
-Regla general: requisito o formalidad que las leyes prescriban para el valor de ciertos actos o contratos
en consideración a la naturaleza de ellos.
Hay un interés colectivo.
falta de objeto, falta de voluntad, falta de causa, la incapacidad absoluta
Ej: art. 1554 y 1814
-Titulares: art. 1683
a) Ministerio Publico: puede declarar la nulidad en nombre de la moral o de la ley.
b) El juez: no es que sea legitimado activo, sino que es un deber para él declarar la nulidad absoluta.
Puede actuar de oficio, es decir, sin petición de partes. Tiene ciertos requisitos: debe estar viendo la
causa, que en esa causa exista un acto o contrato que adolezca de vicio, debe aparecer de manifiesto
en el acto o contrato (leyendo el contrato pueda declarar la nulidad. Ej: compra-venta de inmueble sin
escritura pública; los intereses del mutuo).
c) cualquiera que tenga interés en ello: ¿Interés en qué? En la declaración de nulidad del acto o
contrato. La ley nada dice sobre el tipo de interés, pero la jurisprudencia dice que debe ser
pecuniario/patrimonial y actual, esto significa que debe estar al momento de que el acto o contrato
nazca para el derecho
*El interés debe ser probado.
c.1) El caso de los herederos
Para la declaración de la nulidad puede actuar en calidad de heredero o en calidad propia.
Si va en nombre del heredero, se aplica la excepción si es que sabía o debía saber del vicio
c.2) caso de los acreedores
EXCEPCIÓN: quien haya sabido o debía saber de la nulidad que padecía el acto o contrato. “nadie
puede alegar de su propia torpeza”. ¿Saber o deber qué? Aquí no se usa la regla general del art. 8, sino
que tiene que ver con un conocimiento real, efectivo del vicio. No es que yo sepa que el acto es
anulable, sino que sepa del vicio.
El transcurso de 10 años, en que nadie alegó o declaró algo, el acto pasa a ser válido.
20 de junio 2018
Nulidad relativa
Tiene lugar un interés “tutelar”, se trata de proteger a ciertas personas que, por la razón que sea,
pueden verse perjudicadas por este negocio jurídico. Queda demostrado que el interés es distinto a la
N.A (interés colectivo) en quienes tienen la legitimidad activa –titularidad- de la acción de nulidad. El
interés es más privado.
¿Cuáles son las causales de la nulidad relativa?
El 1682 nos dice que tiene que ver con la calidad o estado de las personas, es decir, tienen relación con
las personas que intervienen en él, tienen que ver con los estados mentales de las personas (vicios del
consentimiento). La regla general en chile es la nulidad relativa, la cual el legislador también denomina
como “rescisión”
La legitimidad activa, es restringido, solo aquellas personas en cuyo beneficio lo ha establecido la ley.
Solo la persona que padece el vicio puede reclamar la nulidad relativa, sus herederos y cesionarios
*cesionario: las acciones de nulidad se pueden ceder
Ejercicio de la nulidad
¿Qué puede hacer quien se ve afectado por una causal de nulidad?
Ejercer una acción de nulidad que se canaliza a través de un juicio ordinario. Se usa como ataque
¿a quién se debe involucrar? A todo a quien involucre el negocio, cuando hay más de un involucrado,
se debe demandar a todos, porque la nulidad debe producir sus efectos respecto de todos.
¿puede utilizarse la nulidad como excepción? En una demanda ejecutiva para que se entregue la cosa,
se puede responder con “la excepción” como defensa (regla del CPC). En vez de utilizar la excepción
también se puede hacer una demanda de reconvención.
En la nulidad absoluta se debe demostrar el interés; en la nulidad relativa se debe mostrar que existe
una regla.
Saneamiento de la nulidad
Tiene que haber un momento donde aquel acto que tenía un defecto estructural, deja de estar
amenazado por la nulidad.
La prescripción determina que la nulidad se sanee con el paso del tiempo.
¿Cuáles son las causales que permiten que la nulidad se sanee? El transcurso del tiempo y la
ratificación, esta última solo funciona en la nulidad relativa.
-El tiempo: El lapso de tiempo es distinto para cada nulidad. Se debe distinguir entre saneamiento (el
acto que padecía de defecto estructural es como si nunca lo hubiese tenido) y prescripción. Es
importante distinguirlo porque si hay prescripción, prescribe la acción, pero sigue existiendo la
excepción; sin embargo, si se sanea ya no queda ninguna acción ni excepción.
La nulidad absoluta puede sanearse en el plazo de 10 años, el tiempo se empieza a contar desde que se
perfeccionó el contrato
La nulidad relativa puede sanearse desde los 4 años (art. 1691), este se contará: en caso de violencia,
se contará desde el día en que este hubiere cesado (en general sostenemos que dura hasta que logre
su cometido, puede alargarse); en el caso de error o dolo, desde el día de la celebración del acto o
contrato; si proviene de una incapacidad legal, desde el día en que haya cesado esta incapacidad.
*En el caso de los disipadores se entiende que se usará el plazo máximo de 10 años.
En el caso de los herederos (Art. 1692):
a) Si fuese mayor de edad gozarán del cuadrienio entero si no hubiese empezado a correr o del
residuo si ya comenzó
b) Si fuese menor, empieza a correr el cuadrienio o residuo desde que cumple la mayoría de
edad. Pero no podrá pedir la declaración pasados 10 años de la celebración del acto o
contrato.
La ratificación se aplica solo a la nulidad relativa, de acuerdo al art. 12 del cc donde dice que se puede
renunciar a ciertos derechos.
La ratificación corresponde, en verdad, a una renuncia a ejercer la nulidad, a una renuncia a servirse de
la nulidad.
22 de junio 2018
Efectos de la nulidad
En primer lugar, debe ser declarada por juez porque el mismo artículo 1687 lo dice así. Debe ser
declarada por una sentencia judicial, los arts. 1687, 1689 y 1567 nº10 establecen que es necesaria
dicha declaración. Mientras no se declare la nulidad, produce sus efectos personales y reales, el
contrato es anulable.
Las sentencias tienen un efecto relativo entre las partes del juicio, entre quien demanda y el
demandado. Los efectos relativos tienen más aplicación en la nulidad relativa. El tercero puede ser una
parte en el negocio, tercero se refiere a que es ajeno al juicio.
Efecto de la nulidad entre las partes:
El principio general está en el art. 1687, las partes vuelven al mismo estado en el que estaban antes del
acto o contrato. Nulidad como defecto intrínseco del acto que lo hace desaparecer; es como si nunca
hubiese existido. Esto es una ficción legal, por eso tiene límites. Tiene efecto ex tunc, esto quiere decir
que, declarada la nulidad, se borran todos los efectos que sucedieron desde que se perfeccionó el
contrato.
-Acto que nunca ha generado sus efectos (art. 1687): si no ha generado ningún efecto, no se va a
volver atrás. Los efectos van hacia delante, nulidad como obstáculo al ejercicio de cualquier acción (Art.
1567 nº8). La nulidad es una excepción válida para cualquier obligación.
-Acto que sí produjo sus efectos (art. 1687 inc.2): Si hay efectos, totales o parciales, deben
desaparecer. Aquí si opera la retroactividad. Hay una acción de restitución y esta se remite a las reglas
generales.
Excepciones a las restituciones mutuas entre las partes:
1) Art. 1468, aplicación de “nemo auditor” se impide el ejercicio de la acción de el que sabía o
debía saber del vicio o causa ilícita. La parte torpe no puede pedir la restitución de lo
solicitado. Van a quedar en el mismo estado en que estaban. Las partes no se van a repartir.
2) Negocios a favor de incapaces: (art. 1688) casos en donde se omiten las formalidades
habilitantes con relación a los incapaces, no puede obtener lo dado o pagado por dicho
contrato. No se le puede exigir la restitución, solo podrá en caso de que se pruebe que el
menor se hizo “más rico”. El criterio es el empleo beneficioso o la utilidad de la cosa adquirida.
¿Qué es hacerse más rico? depende si es necesaria, se restituye; si no es necesaria, solo
restituye si subsiste y se quisiera retener.
3) Negocio de tracto sucesivo (arrendamiento, por ej): ocurre en el tiempo siempre; que
contienen una obligación de hacer. Opera el principio ex nunc (hacia el futuro), la nulidad tiene
efectos desde que se declara el acto nulo en adelante. No es posible volver al estado en que
estábamos antes del contrato. En el caso del arrendamiento, no tiene sentido que el
arrendador devuelva el dinero ya que se produce un enriquecimiento injustificado
4) Art. 907, el poseedor de buena fe.
Efectos nulidad frente a terceros
Principio dado por el art. 1689.
El que declara la nulidad tiene una acción personal contra quienes celebraron el acto nulo, y, luego
genera una acción real contra el tercero que posea la cosa, sea de buena o mala fe.
Encontramos la justificación en los requisitos para transferir el dominio; título y modo (art. 670), al
perdedor el título de dueño, el vendedor no pudo transferir el dominio a un tercero, siendo este último
solo un poseedor.
21 de junio 2018
CLASE OBJETO
El objeto es un requisito del negocio jurídico (art. 1445 nº3) señala que hay dos tipos de objeto:
El objeto y objeto licito. Sin objeto no hay negocio jurídico, si el objeto es ilícito hay negocio, pero
carece de validez.
En relación al art. 1813 y 1814.
El objeto del negocio jurídico es la obligación, el objeto de la obligación es la prestación, y el objeto de
la prestación es la cosa que se debe dar, hacer o no hacer. (ramón dominguez)
Sin embargo, cuando el cc habla del objeto se refiere a la prestación, es decir, la cosa que se debe dar,
hacer o no hacer.
*Cuando el código dice “cosas” no hace referencia a “cosas materiales” sino que es usado en sentido
amplísimo.
Concepto:
Domínguez: el concepto “objeto” es insatisfactorio. Sostiene que se debe seguir la teoría clásica. El
código se preocupa de “la cosa”.
El contenido es más que el objeto. El contenido es la reglamentación negocial. Es el conjunto de
cláusulas y disposiciones que componen el negocio.
Requisitos del objeto (Art. 1460 y sgts.)
1.Real
Obligaciones de dar 2. Comerciable
Hay que distinguir 3.Determinado o determinable
Físicamente posible
Obligaciones de hacer y no hacer Moralmente posible
Obligaciones de dar
1. Real (Art. 1813 y 1814)
“no solo los objetos que existen son comerciables, también lo son los que se espera que existan”
Art. 1814. Si se supone que existe, pero no existe a la hora de perfeccionar el contrato, en contrato no
produce efectos.
Si no existe una parte del objeto, el comprador decidirá si continua o no con el negocio.
Si el que vendió sabe que faltan cosas, debe indemnizar al comprador de buena fe (existe
parcialmente)
Contrato Cumplimiento
Art. 1813- Que no existen, pero se espera que existan. Regula la compraventa a futuro. Tiene dos
supuestos:
a) Sujeto a condición: La exigencia de la obligación queda sujeta a condición, la condición de que
exista.
b) Determinada por el azar: lo que se compra es la probabilidad de existir, por lo que mi
obligación existe inmediatamente
Ej: la compra de trigo para el próximo año.
2. Comerciable
Hay cosas que están fuera del comercio, ya sea por su naturaleza (Art. 585), destinación (bienes
fiscales). Otros tienen restricciones en su comerciabilidad, por ejemplo, órganos, drogas, armas
3. Determinado o determinable (art. 1461)
La exigencia de la determinabilidad depende, en su eficacia práctica, de una recta interpretación del
negocio y de la posibilidad de hacerla eficazmente exigible. No es propio de este requisito una
rigurosidad extrema
La cosa constituye una especie o cuerpo cierto. determinación especifica. La determinación puede
hacerse dirigiendo la voluntad hacia un objeto determinado en forma individual. Precisando cuál de
todos los objetos, de entre los similares que existen, es aquel que entre en el negocio. Para ello se
designa la cosa de un modo preciso.
Determinación genérica la voluntad puede recaer sobre individuos o cosas de un género
determinado, interesando entonces el género y la cantidad, pero no la individualidad de cada cosa.
(art.1461)
22 de junio 2018
La causa
La causa es un requisito de existencia y validez del negocio jurídico. Tiene dos funciones:
proteccionista, que los contratos no alteren el orden, las buenas costumbres; protege la voluntad
negocial.
Art.1445 nº4 (causa como requisito) se lee en relación al 1467 (la causa), 1566, 2329, 2397 todos usan
la causa como conceptos distintos.
Se habla de que existen “tipos” de causa:
-Causa material: es el por qué contrato. (Tengo sed, me compro una botella de agua)
- Causa jurídica: por qué contrato con x persona, la razón del vínculo contractual. Es la obligación de la
otra parte. Equilibrio de las prestaciones.
También hay una función de la causa:
-Conmutativa: tiene directa relación con el tipo de causa jurídica
-Control moral: esta va acompañada con la causa ilícita, ya sea cuando es contrario a la ley, a las
buenas costumbres, al orden público.
Negocio jurídico abstracto
Todo negocio debe tener causa (requisito del negocio jurídico), pero en este tipo de negocio, la causa
no es relevante. Esto quiere decir, que no juega ningún rol a efectos del cumplimiento o si la causa es
ilícita. Tiene causa, pero para efectos jurídicos no se tiene en cuenta para hablar sobre la validez del
acto.
Ej: contrato de fianza. (art. 2335)
El contrato de fianza es un contrato accesorio
Objeto ilícito
1) Contrario al dº publico (art. 1462)
2) Derecho a suceder por causa de muerte (Art. 1463) se refiere a vender el derecho a suceder
antes de que la persona muera
3) Condonación dolo futuro (Art. 1465)
4) Otros (Art. 1466): deuda que se contrae por el juego de azar, venta de libros prohibidos, etc.
5) Art. 1464: hay objeto ilícito en la enajenación
¿Qué entendemos cuando hablamos de enajenación? Hay dos sentidos:
-Restringido: solamente aquel que se transfiere el dominio
-Amplio: transferir dominio y cualquier constitucion de un dº real (ej: usufructo)
¿por qué el sentido amplio? 1. El art. 20, manda expresamente a entender las palabras en su sentido
natural y obvio; 2. Art. 23
¿es un contrato lo mismo que una enajenación? No, el contrato obliga a enajenar. El contrato es
distinto a enajenar
No es lo mismo que esté enajenando a tener el derecho a enajenar
Quien contrata no enajena, sino que se obliga a enajenar, para enajenar, por regla general, se requiere
un título y un modo de adquirir
¿Se puede vender los objetos señalados en el art. 1464? En principio sí, PERO el art. 1810 lo prohíbe
(teoría de Alessandri), el no distingue entre normas prohibitivas e imperativas. Sería una infracción al
art. 1810 en relación al art. 1464, en relación al art. 1466
Velasco Letelier: depende, el art. 1464 no aplica a todos los supuestos, no solo hay normas
prohibitivas, sino que también hay normas imperativas. Respecto a las prohibitivas serían los
numerales 1 y 2. Hay dos excepciones: nº3 y 4 permite la venta cuando el juez lo autorice. No iría
contra el art. 1810 venta no hay enajenación, entonces si hay una venta de la casa embargada, no
habría nulidad por objeto ilícito, excepto si hay entrega de la casa. (Íñigo cree esto!!!). Una promesa no
cabría dentro de esto
Tercero Parte
Inmueble (Desde
Notificacion del
que se inscribe en Mueble -->
embargo (embargo
el conservador art. Conocimiento
en sentido amplio)
297 cpc)
Lesión
Art.1888 la lesión enorme es un remedio especial de compraventa
Art. 1889 El vendedor sufre lesión enorme cuando recibe menos de la mitad del justo precio (Justo
precio es 100; justo precio dividido 2 es 50, le pagan 40); el comprador sufre lesión enorme cuando el
justo precio es menor al precio pagado dividido dos
(ej. Justo precio es 200, el precio pagado es 500, el justo precio dividido 2 es 250.
200 < 250
¿cómo se determina el justo precio? Tasación
art. 1890 si el vendedor sufre lesión, el comprador podrá consentir en ello (volver a lo que estaban
antes) o completar el justo precio deduciendo 1/10
(Ej. Justo precio es 100, el 10% de 100 es 10, debe completar a 90, o sea debe pagar 50)
Cuando la lesión está en el comprador, el vendedor puede consentir en la rescisión o restituir el exceso
del precio recibido sobre el justo precio aumentado en 1/10
Ej: justo precio es 200, el precio pagado es 500, el justo precio dividido dos es 250.
El exceso es 300 (500-200), el justo precio es 200, este aumentado en 1/10 es 220. Entonces 300-
220=80. Debe devolver 80.
Art. 1891 hay limitación a que sean ventas de bienes inmuebles; también a las ventas judiciales
(embargos)
Art. 1892
1893 si está en manos de un tercero el inmueble, ya no se puede hacer nada
1896 prescripción de lesión enorme