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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES


CENTRO DE SANTA MARIA NEBAJ

CURSO:
Introducción al Derecho l
TEMA:
Principios Procesales
CATEDRATICO:
Lic. Juan Carlos Enrique Larios
ESTUDIANTE:
Petrona Esmeralda Marcos Santiago
CARNÉ:
5079-24-16371

Guatemala, 21 de marzo de 2024


INDICE

ÍNDICE

1.INTRODUCCIÓN ................................................................................................. 1
2.NATURALEZA DEL DERECHO SUBJETIVO ..................................................... 2
2.1Sujeto y objeto del derecho subjetivo ................................................................. 2
2.2Clasificación del derecho subjetivo .................................................................... 3
2.3Derecho subjetivo según la conducta debida ............................................... 3
2.4Derecho subjetivo según sus efectos ............................................................ 3
2.5Derecho subjetivo según régimen jurídico .................................................... 3
2.6¿Cómo surge el derecho subjetivo? ................................................................... 4
2.7Modificación ....................................................................................................... 4
2.8Extinción del derecho subjetivo .......................................................................... 4
2.9¿Qué relación hay entre el derecho subjetivo y el derecho objetivo? ................ 5
3.TEORÍA DE LA VOLUNTAD ............................................................................... 6
4.TEORÍA DE INTERÉS ....................................................................................... 10
5.TEORÍA DE HANS KELSEN ............................................................................. 10
6.TEORÍA ECLÉCTICA ........................................................................................ 11
7.CONCLUSIONES .............................................................................................. 13
8.BIBLIOGRAFIA ................................................................................................. 14
INTRODUCCIÓN
En la presente investigación tiene el objeto de dar a conocer lo que es “La
Naturaleza del Derecho Subjetivo” y dentro de aquéllas se han formulado diversas
teorías: de la voluntad, del interés, de Hans Kelsen y la de ecléctica.

Podemos iniciar diciendo que este trabajo va encaminado en definir y estudiar


el concepto de Derecho Subjetivo el cual tiene una gran importancia para la
ciencia del Derecho, ya que faculta al sujeto para poner en marcha la acción
procesal y la reclamación en juicio de sus pretensiones jurídicas.

Además, también despeñan un papel relevante en el ámbito del Derecho


Público, tanto en el Derecho Penal como en el Derecho Administrativo y, sobre
todo, en el Derecho Constitucional pues los denominados derechos humanos o
fundamentales son Derechos Subjetivos.

La contraposición entre Derecho Objetivo y subjetivo obliga a establecer un


concepto diferenciado de derecho subjetivo como facultad o poder que las normas
jurídicas contribuyen a los sujetos de derecho. No obstante, este concepto debe
ser contrastado con las diferentes teorías acerca de la naturaleza y alcance del
derecho subjetivo.

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NATURALEZA DEL DERECHO SUBJETIVO
El derecho subjetivo constituye los derechos, potestades y libertades que
poseen los habitantes de un Estado. Este concepto surge del uso que se hace de
las normas y leyes que determinan los derechos y obligaciones de cada persona
en las diferentes situaciones de su vida.

Se puede clasificar según la conducta propia, el efecto y su régimen jurídico.


Una de las principales diferencias con el derecho objetivo hace referencia a la no
coercitividad.

Sujeto y objeto del derecho subjetivo

El sujeto siempre es la persona que ostenta la titularidad o poder jurídico. De


acuerdo a las diferentes situaciones, esta titularidad puede ser:

✓ Plena: le pertenece en su totalidad al sujeto en interés propio.


✓ De disfrute: es titular para el disfrute del derecho, pero el dominio le
corresponde a otro sujeto.
✓ Representativa: el sujeto gestiona el derecho subjetivo en
representación de otro que no puede o no quiere hacerlo por sí solo.
✓ Fiduciaria: el titular fiduciario tiene el derecho, pero está limitado por
los acuerdos realizados con el titular fiduciante.
✓ Cotitular o plural: los sujetos titulares del derecho subjetivo son dos
o más.

Por otro lado, el objeto del derecho subjetivo puede ser cualquier cosa
material exterior o realidad sobre las cuales sea posible ostentar un poder
jurídico.

Ejemplos:

o Dominio sobre las cosas materiales e inmateriales.


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o Concesiones con privilegios.
✓ Concesiones en exclusiva.
✓ Cualidades de las personas.
✓ Productos vinculados al espíritu humano.
o Participación en organizaciones o entidades en las cuales el
sujeto es miembro.

Clasificación del derecho subjetivo

Las formas de clasificación son tres y se basan en diferentes criterios: la


conducta debida, su efecto y su régimen jurídico.

Derecho subjetivo según la conducta debida

1. Conducta propia: se permite actuar u omitir la actuación.

2. Conducta ajena: el derecho subjetivo permite la exigencia de acción


(aspecto positivo) o de omisión (aspecto negativo) a otros.

Derecho subjetivo según sus efectos

Dependiendo el alcance de los efectos del derecho subjetivo de un sujeto, se


podrá clasificar en:

• Relativo: los sujetos ante los cuales se hace valer el derecho están
determinados de manera concreta.

• Absoluto: el derecho tiene efecto sobre toda la sociedad.

Derecho subjetivo según régimen jurídico

En este tipo de clasificación se toma como base ante quién o quiénes se


hacen valer las facultades que ostenta el titular.

1. Público: las facultades representan los límites que el Estado se impone a


sí mismo y se hacen valer ante este.

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2. Privado: en este caso las facultades surgen de las relaciones entre
particulares. Se hacen valer ante terceros o ante el Estado, si se lo
considera como un actor jurídico más, no como un ente soberano.

¿Cómo surge el derecho subjetivo?

La adquisición del derecho subjetivo se puede producir de diferentes formas:

1. Originaria: el derecho surge en el mismo momento que nace el sujeto que


se convierte en titular. Por ejemplo, se pueden mencionar el derecho a la
identidad, a la integridad, etc.

2. Derivativa: el derecho es otorgado de un sujeto a otro. Puede ser que se


transfiera tal y como lo ostentaba (traslativa), o bien que sea una
transmisión parcial (constitutiva).

Modificación

Un derecho subjetivo es susceptible de ser modificado cuando hay una


variación sin que se produzca una pérdida en su identidad.

1. Modificación objetiva: se sustituye un derecho por otro, por ejemplo, el de


recibir la prestación de un servicio por el derecho a ser indemnizado como
resarcimiento a aquella prestación.

2. Modificación subjetiva: la identidad del derecho se mantiene, pero puede


cambiar la otra parte de un contrato, por ejemplo.

Extinción del derecho subjetivo

Un derecho subjetivo puede finalizar por tres formas diferentes:

• Extinción propiamente dicha: es la finalización de ese derecho.

• Renuncia del sujeto titular: el sujeto que tiene el poder jurídico pleno hace
abandono del mismo.

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• Pérdida: el sujeto deja de ser el titular, aunque el derecho permanece igual.

¿Qué relación hay entre el derecho subjetivo y el derecho objetivo?

Ambos conceptos están sumamente relacionados entre sí.

• Para que exista el derecho subjetivo es necesario el derecho objetivo,


pues el primero son las libertades, facultades y potestades que surgen de
las normativas que conforman el segundo.

• El derecho objetivo establece las normas jurídicas, mientras que el


subjetivo las normas en relaciones particulares dentro del margen de la ley.

• Las leyes y reglas que se fijan en el derecho objetivo son coercitivas, en


el subjetivo no.

• El derecho objetivo constituye reglas, normas, leyes, reglamentos; el


subjetivo potestades, libertades y facultades.

• El derecho objetivo impone obligaciones, el subjetivo concede derechos.

• En el derecho objetivo hay un sustento legal, en el subjetivo todo se basaría


en acuerdos mutuos entre las partes con base en el anterior.
El derecho subjetivo es el concepto correlativo —opuesto— al de deber jurídico
en la relación jurídica.

El derecho no prevé la protección de los intereses de cada sujeto, sino que


atribuye a cada uno la facultad de satisfacer y autoproteger sus propios intereses,
aquellos que el propio Ordenamiento considera dignos de protección. Y lo hace a
través de la concesión del derecho subjetivo.

El derecho subjetivo es, pues, el poder concedido por el Ordenamiento


jurídico, a la persona, para la autosatisfacción de intereses dignos de protección.

Decía IHERING: el derecho encierra un doble sentido: el sentido objetivo que


nos presenta el conjunto de los principios de derecho en vigor, el orden legal de la
vida, y el sentido subjetivo, que es, por decirlo así, el precipitado de la regla
abstracta en el derecho concreto de la persona (1).

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Y añadía VON TUHR: «La noción fundamental del derecho privado es el
derecho del sujeto, el derecho subjetivo, en contraposición al derecho
objetivo, que es la norma jurídica».

NATURALEZA: TEORÍAS

Diversas teorías han explicado la naturaleza del derecho subjetivo, pretendiendo


contestar a la pregunta de qué es, en esencia, y qué naturaleza encierra. Se
pueden clasificar en teorías afirmativas y negativas y dentro de aquéllas se han
formulado diversas: de la voluntad, del interés, de Hans Kelsen y ecléctica.

TEORÍA DE LA VOLUNTAD
La teoría de la voluntad favorece y protege exclusivamente al declarante, con
el exagerado predominio que atribuye al elemento anímico, subjetivo e interno; no
tienen en cuenta la protección que también merece el destinatario de la
declaración, por las expectativas que ella genera.

La teoría de la declaración tiene el mérito de haber reaccionado contra


excesos de la teoría clásica, parcializa también el examen al proteger
exclusivamente lo declarado y al destinatario de la declaración, piensa tan solo en
el tráfico y en el amparo de la buena fe, pero deja en absoluto desamparo al autor
de la declaración, no solo en los casos de la falta de concordancia de la voluntad
con lo manifestado le es imputable, sino también en los supuestos en que no le
cabe un juicio de reproche.

La teoría de la voluntad protege al declarante y abandona a su suerte al


destinatario de la declaración, la teoría de la declaración protege exclusivamente
al destinatario de esta y deja indefenso al declarante, mientras la primera solo
repara en la función propia del negocio como instrumento de autodeterminación, la
segunda solo atiende a las necesidades del tráfico.

Hay una consideración unilateral de los intereses en juego que no dejan


prácticamente margen para la conciliación, por otro lado, ambas doctrinas sitúan la
discusión en un terreno que peca de dogmático, por cuanto ninguna de ellas se
ajusta a los preceptos que regulan la materia del derecho positivo.

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El derecho que trata de dar una justa solución a las necesidades concretas
de la vida social, no sienta reglas absolutas para que exista una coherencia
teórica. Por el contrario, se preocupa por resolver las cuestiones que se presentan
desde un punto de vista práctico, y de combinar armónicamente las exigencias
que están de por medio, mediante la conciliación de los intereses en juego.

De este modo, la teoría de la voluntad en subversión extrema, no puede


justificar la validez del negocio jurídico cuando se ha incurrido en un error
inexcusable, a su vez, la teoría de la declaración, tropieza con el inconveniente de
que, dentro de su radicalismo, no encuentra justificación para que la declaración
regular y extremamente correcta, sea insuficiente para la validez del negocio
jurídico cuando media un vicio del consentimiento como el error, el dolo o la
violencia.

Además de estas dos doctrinas tenemos la teoría de la responsabilidad, en la


que se van a establecer criterios o intentos de conciliación, en donde se impone
conciliar los aspectos rescatables de las dos teorías que ya hemos confrontado.

Cuando se asigna preeminencia a la voluntad como punto de partida, la


atemperación de la concepción voluntarista se encontró en la teoría de la
responsabilidad, la que se abrió camino con el exponente Ihering y encontró su
más alto resplandor con Winddscheid, según esta doctrina que intento corregir la
concepción clásica, en su pureza original cuando la divergencia entre lo
manifestado y la voluntad efectiva se deba a dolo o culpa del declarante,
prevalecerá la declaración la que ligará a su autor como si verdaderamente la
hubiera querido.

Cuando se adopta como principio la declaración y se piensa que ella es la que


produce los efectos jurídicos, en cuanto suscita en otros una expectativa que debe
ser amparada, la respuesta se encuentra en la doctrina de la confianza, si bien se
admite que por razones sociales tiene que reconocérsele efectos a una apariencia
de voluntad ello ocurrida según su valoración que debe hacerse de la conducta del
destinatario.

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Si este obrando sin diligencia conocido o pudo haber conocidita falta de
voluntad del declarante, debela soportar las consecuencias de la invalidez del
negocio jurídico. En caso contrario, la confianza y buena fe del destinatario debe
ser protegida y el declarante pueda vincularlo, no obstante, la divergencia entre lo
manifestado y su voluntad efectiva.

Pero la rigidez de estos esquemas teóricos tampoco se corresponde con los


ordenamientos de los derechos positivos, dentro de ellos se arbitran soluciones
que es dable fundarlas en una combinación de las doctrinas de la responsabilidad
y la confianza, cuando se hace prevalecer lo manifestado por sobre la voluntad
efectiva, en tanto en cuanto la divergencia le sea imputable al declarante y en la
medida en que el destinatario haya podido confiar, sin su culpa, en ese
comportamiento ajeno.

Así mismo aun partiendo del principio voluntarista, pueden existir excepciones
que se funden en la doctrina de la confianza, esto es, en la necesidad de proteger
la seguridad del tráfico y amparar la buena fe de los terceros con entera
prescindencia de todo juicio de reproche para el declarante.

La declinación de la teoría voluntarista, en verdad, se acuño cuando el


contrato configuraba un negocio elaborado artesanalmente por la voluntad de las
partes que le daban vida, concibiendo un reglamento hecho a la medida, para
disciplinar sus relaciones reciprocas, aparecía el contrato pues como una
experiencia jurídica plena de un rico y palpitante contenido subjetivo.

El advenimiento de la revolución industrial según se ha visto, significó la


difusión del contrato en sí, estandarizado, cuyas cláusulas son predispuestas por
el oferente en vista de la celebración del contrato de igual contenido, y en donde
los destinatarios de la propuesta solo tienen la opción de aceptarlas tal cual ha
sido concebida, sin posibilidad alguna de cambio o de decidir no contratar, a ello
se suma la aparición de un tráfico masivo caracterizado por la despersonalización
y la mayor parte de las veces en un verdadero automatismo contractual. Estos
cambios de la realidad produjeron la estipulación de la evolución del papel de la

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voluntad en el contrato y se tradujeron en un correlativo predominio del momento
objetivo de la declaración y de los valores en que esta se sustenta.

La seguridad del tráfico y el amparo de la buena fe. Si bien es cierto que la


interpretación del contrato según la tesis tradicional se sustenta en el desiderátum
de establecer cuál fue la real intención de las partes, resulta difícil en verdad,
reconstruir que pudo haber querido efectivamente cada parte contratante y tarea
casi imposible, determinar cuál fue la efectiva voluntad común de ellas.

Puede decirse que la voluntad que no se exterioriza de alguno modo resulta


irrelevante desde esta perspectiva, los denominados criterios objetivos de
interpretación, adquieren una indudable importancia.

Finalmente, la estipulación de normas jurídicas imperativas que significan


una restricción de la autonomía, determina que, en la tarea de la integración del
régimen contractual, esas disposiciones vengan a poner corto al querer en
contrario de las partes.

Cuyo ámbito se encuentra reducido, la doctrina clásica voluntarista al


considerar el régimen del contrato, colocó en el vértice de su jerarquía a la
voluntad de las partes intentando asignar a esta una fuerza expansiva suficiente a
los fines de llenar algunas lagunas de reglamentación privada que se deban las
partes.

Se excluía, en principio, salvo excepcionalmente toda de hetero integración,


hoy por el contrario se acentuó la tendencia de esta forma de integración, cuando
resulta necesaria con indicaciones provenientes del ambiente socio-económico en
que se desenvuelve el contrato, utilizando criterios fundados ya sea en a la
naturaleza de las cosas, en los usos del tráfico, en postulados éticos o en las
expectativas reales, suscitadas en el medio en que el contrato se celebre.

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TEORÍA DE INTERÉS
Teoría del interés: derecho subjetivo es el interés de un hombre o de un
grupo de hombres, jurídicamente protegido por medio del poder reconocido a una
voluntad de representarlo y de defenderlo.

Según esta teoría, el Derecho subjetivo se caracteriza como “un interés


jurídicamente protegido”, es decir, como aquel interés respaldado por una
protección jurídica cuya efectividad depende de la iniciativa del propio titular.

Hay, pues, en todo derecho subjetivo, según esta doctrina, dos elementos
básicos: el interés del sujeto y el procedimiento jurídico de defensa:

El interés del sujeto es interno y sustantivo.

El procedimiento jurídico de defensa es exterior y formal.

Pero ambos son necesarios para que pueda hablarse de derecho subjetivo,
ya que, si no se cuenta con el correspondiente procedimiento de protección,
cualquier interés seguirá siendo importante, pero no se constituirá en derecho
subjetivo.

TEORÍA DE HANS KELSEN


Es una teoría del Derecho Positivo, cuyo objeto es saber qué es y cómo es el
Derecho; no le interesa cómo debe ser el Derecho ni cómo debe formarse.

Hans Kelsen fue, entre otras cosas, un jurista que desarrolló parte de sus
ideas positivistas en su obra: Teoría Pura del Derecho.

Ésta tiene por objeto saber qué es y cómo es el Derecho, ya que Kelsen intenta
estudiarlo en su estado más puro. En consecuencia, para Kelsen únicamente es
Derecho aquello que sea producido a través del Derecho mismo, es decir, todo
aquello que se encuentre plasmado en las normas jurídicas escritas y

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positivizadas, por lo que, si alguna situación no se encuentra prevista en una
norma, no es Derecho. En igual sentido, cualquier norma que se produzca a través
del procedimiento legalmente establecido, sin importar su contenido y sin importar
si es justo o no, será Derecho.

Este es un ejemplo de los aportes positivos y negativos de Kelsen a la Ciencia


Jurídica y en este ensayo se enumerarán y criticarán los más importantes desde el
punto de vista del Derecho natural. En definitiva, el error de Kelsen fue la
radicalidad de su positivismo, ya que si después de estudiar al Derecho en su
«estado más puro» hubiera considerado nuevamente los elementos que desligó
de él, su aporte hubiera sido integral para el Derecho.

TEORÍA ECLÉCTICA
Teoría ecléctica Propuesta por Planiol y Ripert, tiene como objetivo estudiar
los derechos reales aplicando una fusión entre la teoría clásica y la teoría
personalista (teoría monista).

Describe que “el derecho real es un poder jurídico que una persona ejerce
sobre un bien determinado de manera directa e inmediata, para aprovecharlo total
o parcialmente; dicho poder es oponible a un sujeto indeterminado que tiene la
obligación de abstenerse de perturbar al primero en el ejercicio de su derecho”.

La teoría ecléctica se analiza en dos partes: la teoría clásica y la teoría


personalista (teoría monista).

En la parte correspondiente a la teoría clásica se encuentran los tres


elementos fundamentales: sujeto titular, un poder jurídico y el bien.

Tiene como base el poder del titular del derecho real sobre un bien, es decir,
la relación inmediata. Muñoz Rocha, al analizar la teoría ecléctica, menciona que
los derechos reales tienen como manifestación “la correspondiente al poder
jurídico que el titular del derecho real ejerce sobre un bien determinado que el

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derecho positivo le reconoce, para poder realizar actos jurídicos tendentes al
aprovechamiento total o parcial del objeto sometido a su poder”.

Eso permite destacar el reconocimiento de los derechos reales por parte del
derecho positivo, lo cual refleja que las fuentes de los derechos reales son
solamente las hipótesis normativas señaladas por la ley.

Respecto a la facultad de aprovechamiento que tiene el titular de un derecho


real, existen ocasiones en que se desea transmitir su titularidad de forma total o
parcial, para lo cual es necesario utilizar los actos jurídicos al caso concreto en
cuestión.

Atendiendo a lo respectivo sobre la teoría monista, específicamente a la teoría


personalista, argumenta la existencia de una relación jurídica cuando señala que
el poder del titular del derecho real es oponible a un sujeto indeterminado. El
sujeto pasivo inmediato es determinado.

Por otra parte, es detectable la prestación al mencionar que el sujeto


indeterminado tiene el deber de abstenerse de perturbar al titular en el ejercicio de
su derecho. Para el derecho real de propiedad es correcta dicha aseveración, ya
que el sujeto pasivo es la colectividad y tiene una prestación de no hacer o
abstención. Muñoz Rocha señala que es importante considerar “la relación jurídica
entre el titular del derecho real o sujeto activo y los terceros (sujetos pasivos) en
general, para que se abstengan de perturbarlo en el ejercicio y goce de su
derecho”. Pero debemos hacer una excepción para los derechos que tienen su
origen en la desmembración de la propiedad, porque en ellos existen prestaciones
de dar, hacer y no hacer.

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CONCLUSIONES
Al terminar esta investigación me di cuenta de que el derecho subjetivo son
las facultades o potestades jurídicas inherentes al hombre por razón de
naturaleza, contrato u otra causa admisible en derecho.
Es un poder reconocido por el Ordenamiento Jurídico a la persona para que,
dentro de su ámbito de, libertad actué de la manera que estima más conveniente a
fin de satisfacer sus necesidades e intereses junto a una correspondiente
protección o tutela en su defensa, aunque siempre delimitado por el interés
general de la sociedad

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BIBLIOGRAFIA
https://www.conceptosjuridicos.com/gt/derecho-
subjetivo/#:~:text=El%20derecho%20subjetivo%20constituye%20las,diferentes%2
0situaciones%20de%20su%20vida

http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/04/04_5935.pdf

http://www.saij.gob.ar/doctrina/dasa960288-fessia-
un_viejo_tema_derecho.htm#:~:text=b)%20Teor%C3%ADa%20del%20inter%C3%
A9s%3A%20derecho,de%20representarlo%20y%20de%20defenderlo

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5002035.pdf

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