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UNIDAD TEMATICA III:


PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS

PRIMERA PARTE: GENERALIDADES

I. INTRODUCCION.

A.- GENERALIDADES.

El ejercicio de la función jurisdiccional comprende las tres etapas o momentos de


conocimiento, fallo y ejecución de lo juzgado de acuerdo a lo previsto en los artículos
73 de la Constitución Política, en adelante C. Pol , y 1º del Código Orgánico de
Tribunales, en adelante el C.O.T.

Los dos primeras fases o etapas de conocimiento y fallo del ejercicio de la jurisdicción
se contemplan en todo procedimiento, sea éste meramente declarativo, constitutivo,
de condena o cautelar; y se desarrollan en los períodos de conocimiento, prueba y
fallo comprendidas en todo procedimiento.

La tercera fase de la jurisdicción correspondiente a la ejecución de lo juzgado no


siempre debe concurrir, puesto que no es necesario ejercer la acción de cosa juzgada
respecto de las sentencias meramente declarativas y de las constitutivas, dado que
éstas por su sola dictación opera sus efectos sin necesidad de una ejecución forzada; y
en el caso de las de condena no siempre será necesario requerir su cumplimiento
compulsivo, puesto que el demandado puede cumplir voluntariamente la prestación
contenida en el fallo del tribunal, sin necesidad de iniciar en ese caso un nuevo
procedimiento ejecutivo para cumplir lo resuelto.

B.- EJECUCIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES PRONUNCIADAS POR


TRIBUNALES EXTRANJEROS.

a.- Generalidades.
Las sentencias, como emanación del ejercicio de la función jurisdiccional, poseen
validez y eficacia limitadas al territorio del Estado en que se pronuncian.

Sin embargo, tanto la doctrina como la jurisprudencia, nacionales y extranjeras, están


concordes en el hecho de que los fallos y sentencias extranjeras pueden ejecutarse y
reconocerse en Estados distintos a aquellos de donde provienen por razones prácticas
evidentes: con tal de eludir sus efectos, cualquiera de los interesados escaparía al
resultado adverso de una sentencia saliendo del territorio del Estado en donde se
produjo la decisión.

Es necesario tener presente que no toda sentencia puede ser ejecutada, sino que solo
las sentencias condenatorias o las sentencias declarativas y constitutivas con
elementos condenatorios. "La práctica de someter las sentencias (simplemente) de-
clarativas y las constitutivas extranjeras al procedimiento del exequátur es equivocada
y contraria a texto legal expreso, ya que ese procedimiento solo procede para las
sentencias condenatorias, las únicas susceptibles de ejecución, y las otras sentencias
deben ser reconocidas sin necesidad de exequátur pues no se ejecutan, sólo se
reconocen".

b.- Concepto de Exequatur.


Es el acto jurídico procesal, emanado de la Corte Suprema, por el cual se autoriza a
cumplir una sentencia ejecutoriada pronunciada en el extranjero.

c.- Tribunal competente.


Es competente para conocer del asunto la Corte Suprema en Sala. ( art. 247 C.P.c. y
98 N° 10 C.O.T.).

d.- Reglas sobre la concesión del exequátur


Nuestro legislador procesal ha estructurado el sistema del exequátur partiendo de la
existencia de tratados sobre la materia, a falta de éstos, por el principio de la
reciprocidad, y, en su inexistencia, a las normas sobre regularidad internacional.
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Primera regla: Existencia de tratados.-


El artículo 242 C.P.C. nos señala que las resoluciones pronunciadas en país extranjero
tendrán en Chile la fuerza que les concedan los tratados respectivos; y para su
ejecución se seguirán los procedimientos que establezca la ley chilena, en cuanto no
aparezcan modificados por dichos tratados.

Los tratados sólo producen efectos entre los sujetos de Derecho Internacional que los
suscriben y ratifican, no siendo oponibles a los que no lo son o no lo han hecho. Resulta
lógico, entonces, suponer que se aplicará un tratado cuando sean partes tanto nuestro
país como el Estado del que emana la resolución judicial.

Ese tratado debe regular los efectos extraterritoriales de los fallos o sentencias
judiciales.

Ejemplo de tratados sobre ejecución de resoluciones judiciales vigentes en nuestra


legislación son:
1°) la Convención sobre el reconocimiento y ejecución de las sentencias
arbítrales extranjeras;
2) La Convención Ínteramericana sobre eficacia extraterritorial de las
sentencias y laudos arbitrales extranjeros.
3) la Convención interamericana sobre cumplimiento de medidas cautelares;
etc. (131) e.-

Segunda regla: Reciprocidad.


Este principio recibe aplicación solo cuando no existe un tratado bilateral o multilateral
que regule la materia.

Nuestro Código consagra el principio de la reciprocidad en términos positivos y


negativos.

En términos positivos, nos señala en el artículo 243 que si no existen tratados relativos
a esta materia con la nación de que procedan las resoluciones, se les dará la misma
fuerza que en ella se dé a los fallos pronunciados en Chile.

Por otra parte, consagrando el principio de reciprocidad en términos negativos, nos


señala el artículo 244 que si la resolución procede de un país en que no se da
cumplimiento a los fallos de los tribunales chilenos, no tendrá fuerza en Chile.

El fundamento del Principio de la Reciprocidad es muy simple: se trata de dar un


tratamiento igual a una situación frente a circunstancias similares.

Tercera regla: Regularidad internacional.


Este sistema consiste, lisa y llanamente, en que la Corte Suprema, a falta de las dos
reglas anteriores, analice, examine y estudie el fallo extranjero a la luz de ciertos
principios básicos. En esta sede nuestra legislación dista mucho de otras más
avanzadas, ya que el examen que el tribunal realiza no mira al fondo del asunto
debatido entre partes o al interés del solicitante, sino que a meros aspectos formales o
de fondo generales, de acuerdo a la materia.

Señala el artículo 245 C.P.C.: "En los casos en que no pueda aplicarse ninguno de los
tres artículos precedentes, las resoluciones de tribunales extranjeros tendrán en Chile
la misma fuerza que si se hubieran dictado por tribunales chilenos, con tal que reúnan
las circunstancias siguientes:

1 Que no contengan nada contrario a las leyes de la República. Pero no se tomarán


en consideración las leyes de procedimiento a que haya debido sujetarse en Chile la
substanciación del juicio;"

El precepto limita la congruencia con las normas chilenas a las leyes sustantivas o de
fondo. No interesa l procedimiento que en el Estado extranjero se utilizó para la
tramitación del asunto y la obtención de la resolución. El procedimiento se rige por las
normas del Estado del que emana la resolución. (lex locus regit actum).
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Dentro de las leyes sustantivas se comprende a las de derecho público y a las de


derecho privado, pero de orden público nacional, v.gr., las normas sobre Derecho de
Familia.

2° Que tampoco se opongan a la jurisdicción nacional. Se opondrían en el caso de que


el asunto fallado en el extranjero verse sobre una materia que, de acuerdo a las leyes
nacionales, debió ser conocido por tribunales chilenos. Así, v.gr.', se opone a la
jurisdicción nacional la resolución que concede la posesión efectiva en Alemania
cuando el último domicilio del causante era Quilpué.

3 Que la parte en contra de la cual se invoca la sentencia haya sido debidamente


notificada de la acción. Con todo, podrá ella probar que, por otros motivos, estuvo
impedida de hacer valer sus medios de defensa."

4 Que estén ejecutoriadas en conformidad del país en que hayan sido pronunciadas".
Esta no es más que una manifestación del N 1 de este artículo, ya que la ley que
establece cuándo una resolución se encuentra firme o ejecutoriada es una ley
procesal, y ésta es la del país en que se dicto la resolución que se trata de cumplir (lex
locus regit actum).

No comprenden las sentencias que causan ejecutoria, las que presentan un marcado
carácter eventual.

e.- Procedimiento de exequátur en negocios contenciosos.

El procedimiento es bastante sencillo:

a) Debe presentarse una solicitud ante la Corte Suprema, acompañando una copia
legalizada del fallo que se trata de ejecutar.

La sentencia es un instrumento público, por consiguiente, para que se pueda hacer


valer en este carácter en un procedimiento es menester que sea debidamente
legalizada (Artículo 17, inciso 1 C.C. en relación con el artículo 345 C.P.C.).

La solicitud, además debe cumplir con las normas comunes a todo escrito y con las
reglas de comparecencia en j juicio (Ley 18.120).

En caso de ser necesario, además del documento legalizado, debe acompañarse la


correspondiente traducción.

b) La resolución del tribunal será "traslado", acto jurídico procesal que, por ser el
primero del procedimiento debe notificarse personalmente: "En los casos de
jurisdicción contenciosa, se dará conocimiento de la solicitud a la parte contra quien
se pide la ejecución, la cual tendrá para exponer lo que estime conveniente un
término igual al de emplazamiento para contestar demandas" (Artículo 248, inciso 1
C.P.C.)

c) La parte contra quien se pide la ejecución puede contestar la presentación o no


hacer nada: "Con la contestación de la parte o en su rebeldía, y con previa audiencia del
mi nisterio publico, el tribunal declarará si debe o no darse cumplimiento a la resolución"
(Artículo 248 , inciso 2).

Señala el artículo 250 que "si el tribunal lo estima necesario, podrá abrir un término de
prueba antes de resolver en la forma y por el tiempo que este Código establece para los
incidentes". Pasado este "probatorio", el tribunal debe fallar.

f.- Procedimiento de exequátur en negocios no contenciosos.-

En principio se siguen las mismas normas vistas para los negocios contenciosos, pero
no se confiere traslado a la parte contra quien se quiere ejecutar la resolución, ya que
esta no existe, que sí es necesario hacer es dar audiencia al Ministro Público, o sea, al
Fiscal de la Corte: "En los asuntos de jurisdicción no contenciosa, el tribunal resolverá
con sólo la audiencia del ministerio público" (Artículo 249 C.P.C.).
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El tribunal, si lo estima conveniente, puede abrir un término probatorio, en la forma y


por el tiempo del probatorio en los incidentes (artículo 250). Después debe fallar.

g.- Procedimiento de exequátur en sentencias arbitrales


Existe un trámite o requisito adicional que cumplir en esta materia y es el visto bueno
u otro signo de aprobación emanado de un tribunal superior ordinario del país donde
se haya dictado el fallo. Esto, porque es la única forma de constatar su autenticidad y
demostrar su fuerza ejecutiva (eficacia). (Artículo 246 C.P.C.).

h.- Efectos de la concesión del exequátur.-


Partiendo del supuesto de que con el exequátur se persigue la homologación de una
sentencia de condena o simplemente declarativa o constitutiva con efectos de
condena; se tiene que la concesión del exequátur hace que tal resolución pueda
invocarse como título o fundamento de una ejecución posterior.

Con el reconocimiento de una resolución extranjera ésta sirve para generar la


excepción de cosa juzgada, impidiendo que en Chile se pueda renovar un juicio donde
concurra la triple identidad.

i.- Ejecución del fallo.-

"Mandada cumplir una resolución pronunciada en país extranjero, se pedirá su


ejecución al tribunal a quien habría correspondido conocer del negocio en primera o
única instancia, si el juicio se hubiera promovido en Chile ”. (Artículo 251).

El procedimiento a seguir será el que se determine en el tratado que otorga valor al fallo
extranjero y, a falta de este, el que corresponda de acuerdo a las reglas generales de la
legislación chilena.

C.- EJECUCIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES PRONUNCIADAS POR


TRIBUNALES CHILENOS.

La fase de ejecución de una sentencia pronunciada por un tribunal chileno, cuando


tiene lugar, se materializa a través de los siguientes procedimientos:

UNO.- EL PROCEDIMIENTO DENOMINADO "DE EJECUCIÓN INCIDENTAL".

a.- Reglamentación.

Este procedimiento se encuentra regulado en el Párrafo 1º, del Título XIX del Libro del
Código de Procedimiento Civil. ( arts 231 a 241).

b.- Naturaleza jurídica.


Nuestra doctrina se divide en la calificación de la naturaleza jurídica de este
procedimiento

Mientras algunos consideran que se trata de un juicio ejecutivo especial, otros piensan
que es un incidente.

Es un juicio, porque existe o puede existir una controversia, ya que el ejecutado puede
oponerse a la solicitud de cumplimiento.

Es un procedimiento ejecutivo, porque tiende al cumplimiento forzado de una


obligación o de una prestación que impone o emana de una sentencia ejecutoriada o
que causa ejecutoria.

Es un juicio ejecutivo especial, puesto que se aparta sensiblemente del juicio ejecutivo
del Libro III del Código de Procedimiento Civil, las que analizaremos oportunamente.

Otra parte de la doctrina lo califica de un procedimiento incidental, por la relativa


rapidez que presenta en su tramitación. Sin embargo, no podemos hablar de
incidente, ya que éste, por esencia, es una cuestión accesoria a una principal, y esta
cuestión principal es, precisamente, la ejecución de la resolución.
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c.- Tribunal competente.

El procedimiento de ejecución incidental tiene aplicación cuando el cumplimiento de la


sentencia definitiva o interlocutoria de condena, ejecutoriada o que causa ejecutoria,
se solicita dentro de un año contado desde que la prestación contenida en la sentencia
se haya hecho exigible, ante el tribunal que dictó la resolución en primera o en única
instancia. El plazo de un año se contará, en las sentencias que ordenen prestaciones
periódicas, desde que se haga exigible cada prestación o la última de las que se cobren.

El tribunal que dictó la resolución en primera o en única instancia es el único


competente para conocer del cumplimiento de una sentencia a través del
procedimiento incidental. En este caso nos encontramos ante una competencia
privativa o exclusiva, puesto que es competente para conocer del procedimiento de
cumplimiento incidental sólo el tribunal que dictó la resolución en primera o única
instancia de acuerdo a lo establecido en los artículos 113 del C.O.T. y en el artículo
231 del Código de Procedimiento Civil.

d.- Requisitos solicitud.

El procedimiento denominado "de ejecución incidental" se inicia cuando la parte


presenta una solicitud escrita, ante el tribunal que dictó la resolución en primera o en
única instancia, requiriendo el cumplimiento de la sentencia definitiva o interlocutoria
de condena, ejecutoriada o que causa ejecutoria, dentro de un año contado desde que
la prestación contenida en la sentencia se haya hecho exigible. El plazo de un año se
contará en las sentencias que ordenen prestaciones periódicas, desde que se haga
exigible cada prestación o la última de las que se cobren.

Los requisitos que deben concurrir para poder aplicar el procedimiento incidental para
poder ejecutar una resolución judicial miran, unos, a la naturaleza jurídica y estado de la
resolución; y otros, al impulso procesal.

Dichos requisitos son los siguientes:

1.- Solicitud de parte interesada:

Los tribunales no pueden actuar de oficio, sino que, únicamente a petición del
interesado, como se desprende del artículo 233, inciso 1 que nos señala que el
procedimiento se aplicará "cuando se solicite la ejecución" , y de los incisos 1 y 2
del artículo 237 C.P.C., precepto que hace aplicable el juicio ejecutivo, procedimiento
especial que se inicia por demanda.

2.- Sentencia definitiva o interlocutoria:

De acuerdo al artículo 175 C.P.C., sólo las sentencias definitivas o interlocutorias


generan la acción de cosa juzgada.

El artículo 176 prescribe que corresponde la acción de cosa juzgada a aquel a cuyo
favor se ha declarado un derecho en el juicio, para el cumplimiento de lo resuelto o
para la ejecución del fallo en la forma prevenida por el Título XIX de este Libro.

3°.- Las sentencias deben estar firmes o causar ejecutoria.

De acuerdo al artículo 231, se procederá a la ejecución una vez que las resoluciones
queden ejecutoriadas o causen ejecutoria en conformidad a la ley.

4°.- La ejecución debe ser actualmente exigible y solicitarse dentro del plazo
de un año desde que la ejecución se hizo exigible.

El requisito de la exigibilidad se desprende de lo previsto en el inciso 1° del artículo


233 según el cual debe solicitarse la ejecución de una sentencia ante el tribunal que
la dictó dentro del plazo de un año contado desde que la ejecución se hizo exigible…
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Conforme al inciso final e plazo de un año se contará, en las sentencias que ordenen
prestaciones periódicas, desde que se haga exigible cada prestación o la última de las
que se cobren.

Una obligación contenida en una resolución es actualmente exigible cuando no se


encuentra sujeta a un plazo, condición o modo, o cuando encontrándose sujeta a una
modalidad se ha cumplido con ella.

e.- Menciones de la solicitud y notificación.


El ejecutante en su escrito solo debe solicitar el cumplimiento de la sentencia con la
adecuada individualización de ésta, señalando que se encuentra ejecutoriada o
causando ejecutoria, y que se requiere su cumplimiento dentro del plazo de un año,
"con citación”

La providencia que sobre la solicitud decaiga será denegatoria o se concederá en la


forma solicitada. En este último caso, la resolución del tribunal será, simplemente,
"como se pide, con citación"

En este sentido, la parte final del artículo 233, inciso 1 C.P.C. nos señala que para la
ejecución de las resoluciones "si la ley no ha dispuesto otra forma especial de cumplirla,
se ordenará su cumplimiento con citación de la persona en contra de quien se pide”.

En consecuencia, en el procedimiento de cumplimiento incidental no existe el


mandamiento de ejecución y embargo como ocurre en el juicio ejecutivo para los
efectos de requerir el pago, pudiendo procederse a efectuar el embargo en los casos
en que fuere procedente con la resolución que dispone el cumplimiento de la
sentencia con citación".

Esta resolución se notificará por cédula al apoderado de la parte.

Además, el ministro de fe que practique la notificación deberá enviar la carta


certificada que establece el artículo 46 tanto al apoderado como a la parte. A
esta última, la carta deberá remitírsele al domicilio en que se le haya notificado la
demanda.

Sin embargo, en caso que el cumplimiento del fallo se pida contra un tercero, éste
deberá ser notificado personalmente.(Artículo 233, inciso 2 C .P . C. ) .

f.- Oposición del ejecutado.

De acuerdo con ello, el demandado tiene tres días fatales, no ampliables y


prorrogables, para oponerse a la ejecución contados desde la notificación
por cédula al apoderado de la parte, sin perjuicio de que debe enviarse además
carta certificada tanto al apoderado que tenga constituido en el proceso como a la
parte al domicilio en el cual se le hubiera notificado la demanda. En caso que el
cumplimiento del fallo se solicite respecto de un tercero se le deberá notificar
personalmente la solicitud de cumplimiento y la resolución recaída en ella y tiene el
plazo de diez días para formular su oposición. (Arts 233 y 234.).

Al igual que en el juicio ejecutivo, solo existirá controversia que requiera ser resuelta
mediante la dictación de una sentencia definitiva, si el ejecutado o tercero opone
excepciones dentro del plazo legal.

Los requisitos que se establecen respecto de las excepciones en el


procedimiento incidental son las siguientes:

1°.- Solo pueden oponerse las excepciones previstas por el legislador.

Al efecto, nos señala el Art. 234 que la parte vencida sólo podrá oponerse alegando
algunas de las siguientes excepciones. De acuerdo con ello, la posibilidad de defensa
está limitada a oponer las siguientes excepciones:

1.- Pago de la deuda,


2.- Remisión de la misma,
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3.- Concesión de esperas o prórrogas del plazo,


4.- Novación,
5.- Compensación,
6.- Transacción,
7.- La de haber perdido su carácter de ejecutoria, sea absolutamente o con relación a
lo dispuesto en el artículo anterior, la sentencia que se trate de cumplir,
8.- La del artículo 464 número 15, esto es, la pérdida de la cosa debida, en
conformidad a lo dispuesto en el Título XIX, Libro IV del Código Civil; y
9.- La del artículo 534, esto es, la de imposibilidad absoluta para la ejecución actual de
la obra debida.
10.-Falta de oportunidad en la ejecución
11.- El tercero en contra de quien se pida el cumplimiento del fallo podrá deducir,
además, la excepción de no empecerle la sentencia.

2°.- Todas las excepciones deben fundarse en antecedentes escritos, con


excepción de las del artículo 464 número 15, esto es, la pérdida de la cosa debida, en
conformidad a lo dispuesto en el Título XIX, Libro IV del Código Civil; y la del artículo
534, esto es, la de imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la obra debida.

3°.- Todas las excepciones deben basarse en hechos acaecidos con


posterioridad a la sentencia de cuyo cumplimiento se trata.; y

4°.- Deben aparecer revestidas de fundamento plausible sólo las


excepciones de falta de oportunidad en la ejecución, la del artículo 464 número
15, esto es, la pérdida de la cosa debida, en conformidad a lo dispuesto en el Título
XIX, Libro IV del Código Civil; y la del artículo 534, esto es, la de imposibilidad absoluta
para la ejecución actual de la obra debida,.

g.- Paralelo entre la oposición en el procedimiento incidental y en el juicio


ejecutivo.

La oposición del demandado es mucho más restringida que la del ejecutado en el


juicio ejecutivo, puesto que:

a) La oposición sólo puede efectuarse alegando las excepciones de pago de la deuda,


remisión de la misma, concesión de esperas o prórroga de plazo, novación,
compensación, transacción, la de haber perdido la sentencia su carácter ejecutoria, la
pérdida de la cosa debida conforme a lo dispuesto en el Título XIX Libro IV del Código
civil, la imposibilidad absoluta de ejecución actual de la obra debida y la falta de
oportunidad en la ejecución. El tercero en contra del cual se pide la ejecución puede
oponer además la excepción de no empecerle la sentencia. (art. 234)

En el juicio ejecutivo el ejecutado puede oponer todas las excepciones contempladas


en el artículo 464, las que son bastante más numerosas.

b) La oposición alegando alguna de las excepciones antes señaladas deben fundarse


en antecedentes escritos, salvo las de pérdida de la cosa debida y la imposibilidad
absoluta para la ejecución de la obra debida.

En el juicio ejecutivo no se exige que el ejecutado deba fundar las excepciones en


antecedentes escritos.

c) La oposición que se funde en alguna de las excepciones de falta de oportunidad en


la ejecución, la pérdida de la cosa debida conforme a lo dispuesto en el Título XIX Libro
IV del Código civil, y la imposibilidad absoluta de ejecución actual de la obra debida
requieren para ser admitidas a tramitación que aparezcan revestidas de fundamento
plausible.

En el juicio ejecutivo no es posible no admitir a tramitación las excepciones que


formule el ejecutado y que se contemplan en la ley por no aparecer ellas revestidas de
fundamento plausible.

d) El plazo para formular la oposición es más breve que en el juicio ejecutivo, y no es


susceptible de ampliarse por notificación fuera de la comuna del tribunal.
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e) Todas las excepciones al igual que en el juicio ejecutivo en el cual se solicita el


cumplimiento de una prestación contenida en una sentencia definitiva o interlocutoria
firme o que causa ejecutoria deben basarse en hechos acaecidos con posterioridad a
la sentencia de cuyo cumplimiento se trata. (art 237 inc. final)

La oposición en el procedimiento incidental que no reúnan todos los requisitos antes


señalados se rechaza de plano, sin que se confiera traslado de ella a la otra parte para
su posterior resolución por el tribunal como acontece en el juicio ejecutivo y es
requisito previo para que el tribunal se pronuncie acerca de la admisibilidad o
inadmisibilidad de ellas.

La oposición en el procedimiento incidental que reúnan todos los requisitos antes


señalados se tramita de conformidad a las reglas de los incidentes, la que es una
tramitación más breve y concentrada que la establecida respecto de las excepciones
en el juicio ejecutivo.

h.- Actitudes del tribunal frente a las excepciones opuestas.


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Frente al escrito de oposición de excepciones del ejecutado, el tribunal puede adoptar
una de dos actitudes: a) Rechazarlas de plano o b) Acogerlas a tramitación.

a) Rechazarlas de plano:

El juez adoptará esa conducta cuando las excepciones no sean de las indicadas en el
artículo 234, inciso 1 C.P.C., se opongan fuera del término fatal o no reúnan los
requisitos que las hacen admisibles, según los casos.

En esta situación, se procederá al cumplimiento de la sentencia, siempre que la ley no


haya dispuesto otra forma especial, de acuerdo con el artículo 235 C.P.C.

b) Admitirlas a tramitación:
Habiéndose opuesto las excepciones dentro del plazo legal, cumpliendo con los
requisitos legales y siendo de las enumeradas en el artículo 234 C.P.C., el tribunal
debe tramitarlas como incidentes.

"La oposición se tramitará en forma incidental, pero si las excepciones no reúnen los
requisitos exigidos por el inciso 1º, se rechazará de plano” (Artículo 234, inciso 3º
C.P.C).

De acuerdo con ello, la resolución que recaerá en las excepciones será “Traslado”, y
con las respuesta o no del ejecutante, se continuara con la tramitación del asunto,
hasta su resolución.

i.- Procedimiento de Apremio.

Las medidas de apremio para obtener el cumplimiento de la sentencia en el


procedimiento incidental se contemplan en los artículos 235 y siguientes.

De conformidad a lo previsto en el artículo 235, si no ha habido oposición al


cumplimiento de la sentencia solicitado conforme al artículo 233 o ella ha sido
desestimada por sentencia de primera o segunda instancia, se procederá a cumplirla,
siempre que la ley no haya dispuesto otra forma especial, de acuerdo con las reglas
siguientes:

1ª Si la sentencia ordena entregar una especie o cuerpo cierto, sea mueble o inmueble,
se llevará a efecto la entrega, haciéndose uso de la fuerza pública si es necesario;

2ª Si la especie o cuerpo cierto mueble no es habido, se procederá a tasarlo con arreglo


al Título Xll del Libro IV y se observarán en seguida las reglas del número siguiente;

3ª Si la sentencia manda pagar una suma de dinero debemos distinguir:


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a) Existen medidas precautorias: Si la sentencia manda pagar una suma de dinero se


ordenará, sin más trámite, hacer pago al acreedor con los fondos retenidos, hecha la
liquidación del crédito y de las costas causadas o se dispondrá previamente la
realización de los bienes que estén garantizando el resultado de la acción de
conformidad al Título V del Libro II.

b) No existen medidas precautorias Si no hay bienes que aseguren el resultado de la


acción se procederá a embargar y a enajenar bienes suficientes de la parte vencida de
acuerdo con las reglas del procedimiento de apremio, sin necesidad de requerimiento y
deberá notificarse por cédula el embargo mismo y la resolución que lo ordena;

4ª Si la sentencia obliga a pagar una cantidad de un género determinado, se procederá


de conformidad a las reglas del número anterior; pero si es necesario, se practicará
previamente su avaluación por un perito con arreglo al Título XII del Libro IV;

5ª Si la sentencia ordena la ejecución o destrucción de una obra material, la subscripción


de un instrumento o la constitución de un derecho real o de una obligación, se
procederá de acuerdo con el procedimiento de apremio en las obligaciones de hacer;
pero se aplicará lo prescrito en el número 3° de este artículo cuando sea necesario
embargar y realizar bienes, y

6ª Si la sentencia ha condenado a la devolución de frutos o a la indemnización de


perjuicios y, de conformidad a lo establecido en el inciso segundo del artículo 173, se ha
reservado al demandante el derecho de discutir esta cuestión en la ejecución del fallo, el
actor deberá formular la demanda respectiva en el mismo escrito en que pida el
cumplimiento del fallo. Esta demanda se tramitará como incidente y, de existir oposición
al cumplimiento del fallo, ambos incidentes se substanciarán conjuntamente y se
resolverán en una misma y única sentencia.

En todo lo que no esté previsto en este artículo se aplicarán las reglas que se establecen
en el juicio ejecutivo para el embargo y el procedimiento de apremio; pero la sentencia
se cumplirá hasta hacer entero pago a la parte vencedora sin necesidad de fianza de
resultas, salvo lo dispuesto en el artículo 774 y en otras disposiciones especiales.

Si la sentencia ordena el pago de prestaciones periódicas y el deudor retarda el pago de


dos o más, podrá el juez compelerlo a prestar seguridades para el pago, tal como la de
convertir las prestaciones en los intereses de un capital que se consigna al efecto, en un
Banco, Caja de Ahorros u otros establecimientos análogos. Este capital se restituirá al
deudor tan pronto como cese la obligación. Esta petición se tramitará en forma
incidental. (Art. 236. )

Cumplida una resolución, el tribunal tendrá facultad para decretar las medidas
tendientes a dejar sin efecto todo lo que se haga en contravención a lo ejecutado.

El que quebrante lo ordenado cumplir será sancionado con reclusión menor en su grado
medio a máximo. (Art. 240) .

Las reclamaciones que el obligado a restituir una cosa raíz o mueble tenga derecho a
deducir en razón de prestaciones a que esté obligado el vencedor y que no haya hecho
valer en el juicio en que se dictó la sentencia que se trata de cumplir, se tramitarán en
forma incidental con audiencia de las partes, sin entorpecer el cumplimiento de la
sentencia, salvo las excepciones legales. Art. 239.

Las apelaciones que se deduzcan contra las resoluciones que se dicten en conformidad a
lo dispuesto en los artículos precedentes de este título, se concederán sólo en el efecto
devolutivo. Tratándose de juicios de hacienda, estas apelaciones se colocarán de
inmediato en tabla y gozarán de preferencia para su vista y fallo. (Art. 241. )

j.- Cumplimiento respecto de terceros.-

Se trata de personas que, sin ser parte en el juicio declarativo anterior, tienen interés
actual en sus resultados, afectándoles, consiguientemente, la cosa juzgada del fallo.
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En general, las mismas normas vistas anteriormente se aplican al cumplimiento


respecto de terceros, salvo tres reglas especiales:
1 . La resolución que ordena el cumplimiento con citación de la persona en contra de
quien se pide, se notifica personalmente .

2. El tercero en contra de quien se pida al cumplimiento del fallo podrá deducir,


además de las excepciones indicadas en el articulo 234, inciso 1 C.P.C., la excepción
de no empecerle la sentencia.
3. La oposición debe ser formulada dentro del término fatal de diez días hábiles,
contados desde la notificación.

DOS.- EL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

El procedimiento ejecutivo se encuentra regulado en el Libro III, títulos I y II del CPC, al


que dedicaremos un extenso análisis.

Este procedimiento ejecutivo para el cumplimiento de una sentencia recibe aplicación


cuando el ejecutante no utiliza el denominado " procedimiento incidental de
ejecución", porque no quiere o porque ha transcurrido el año dentro del cual habría
debido iniciarlo.

En este caso nos encontramos ante una competencia acumulativa o preventiva,


puesto que es competente para conocer del juicio ejecutivo, a elección de la parte que
hubiere obtenido en el pleito, el tribunal que dictó la resolución en primera o única
instancia o el que sea competente en conformidad a los principios generales
establecidos en la ley según lo prescrito en el artículo 114 del C.O.T.

Para la ejecución de una sentencia es más conveniente utilizar el procedimiento


incidental que el ejecutivo por ser mas rápido en su tramitación, limitarse en mayor
forma la defensa del ejecutado; y permitir evitarse trámites del apremio como es el
embargo en caso de haber existido medidas precautorias durante el curso del
procedimiento declarativo.

Tratándose del cumplimiento de resoluciones civiles pronunciadas por los tribunales


extranjeros, es menester obtener previamente el exequátur de parte de la Corte
Suprema de acuerdo al procedimiento contemplado en el párrafo 2 del Título XIX del
Libro I del Código de Procedimiento Civil.

Una vez obtenido el exequátur en virtud del cual se manda cumplir una resolución
pronunciada en país extranjero, se pedirá su ejecución al tribunal a quien habría
correspondido conocer del negocio en primera o en única instancia, si el juicio se
hubiera promovido en Chile de acuerdo a lo establecido en el artículo 251.

Cabe destacar que el juicio ejecutivo, a diferencia del procedimiento incidental, no sólo
recibe aplicación para los efectos de exigir el cumplimiento de una sentencia definitiva
o interlocutoria condenatoria, firme o ejecutoriada, sino que también respecto de las
obligaciones contempladas en los títulos ejecutivos contemplados en el artículo 434.

TRES.- PROCEDIMIENTOS ESPECIFICOS.

Por otra parte, el legislador procesal civil, dentro del C.P.C., ha estructurado
procedimientos específicos para el cumplimiento de algunas resoluciones
judiciales.

Según la naturaleza de la prestación que va envuelta en la resolución que se trata de


ejecutar, existe un procedimiento para obtener la restitución de inmuebles en el juicio
de arrendamiento y comodato como es el lanzamiento contemplado en el artículo 595;
en el juicio de hacienda, respecto del Fisco, no cabe el cumplimiento compulsivo,
contemplándose un procedimiento administrativo para la ejecución que se materializa
11

con la dictación de un decreto supremo, previo informe del Consejo de Defensa del
Estado, de acuerdo a lo previsto en el artículo 752.

CUATRO.- PROCEDIMIENTOS SUPLETORIOS DE APREMIO

Finalmente, existen procedimientos supletorios de apremio para el cumplimiento


de las resoluciones, recibiendo aplicación toda vez que las tramitaciones anteriores no
se pueden utilizar en virtud de la naturaleza de la prestación. Estos procedimientos
consisten, lisa y llanamente, en multas que no excedan de una unidad tributaria
mensual o arrestos hasta de dos meses, los que se pueden aplicar prudencialmente
por el tribunal y en forma reiterada hasta obtener el cumplimiento de la resolución de
acuerdo a lo previsto en el artículo 238.

CINCO.- PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS ESPECIALES PARA CUMPLIR


DETERMINADAS RESOLUCIONES EN PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

Existen ciertos procedimientos ejecutivos especiales para cumplir


determinadas resoluciones en procedimientos especiales, destacándose como
los más importantes los siguientes:

a) El o los procedimientos ejecutivos en materia laboral (pago de multas,


incumplimiento de obligaciones previsionales, etc. ) ;

b) El procedimiento compulsivo del juicio de alimentos, contemplado en la Ley 14.


908 sobre abandono de familia y pago de pensiones alimenticias;

c) Los procedimientos ejecutivos especiales contenidos en el Código Tributario, etc.

SEIS.- TÍTULOS EJECUTIVOS ESPECIALES, CONTEMPLANDO RESPECTO DE


ELLOS UN PROCEDIMIENTO EJECUTIVO ESPECIAL

Finalmente, cabe destacar que el legislador se ha encargado de crear también


determinados títulos ejecutivos especiales, contemplando respecto de ellos un
procedimiento ejecutivo especial en diversas leyes para obtener el cumplimiento
de la obligación contenido en ellos, pudiendo destacarse las siguientes:

a) El procedimiento especial de realización de la prenda civil (D. L. 776);

b) El procedimiento para la realización de la prenda agraria (Ley Nº 4. 097) ;

c) El procedimiento para la realización de la prenda de valores mobiliarios en favor de


los Bancos (Ley Nº 4. 287) ;

d) El procedimiento para la realización de la prenda sin desplazamiento (Ley Nº 18.


112) ;

e) El procedimiento para la realización y ejecución de un contrato de prenda en


contratos de compraventa de cosas muebles a plazo (Ley Nº 4. 702) ;

f) El procedimiento para la realización en los Almacenes Generales de Depósito o


Warrants (D. S. Nº 178) ;

g) El procedimiento para la realización de la prenda industrial (Ley Nº 5. 687) ;

h) El procedimiento especial establecido en la Ley General de Bancos para el cobro de


préstamos hipotecarios efectuados por los bancos con la emisión de títulos de crédito
(Artículo 98) ;

II. CARACTERISTICAS DEL JUICIO EJECUTIVO

1º. Es un procedimiento de aplicación general


12

El juicio ejecutivo es un procedimiento de aplicación general, no obstante tratarse


de un juicio especial, de acuerdo a lo prescrito en los artículos 2º y 3º del C.P.C.

Decimos que es de aplicación general por cuanto es supletorio de las disposiciones de


los juicios ejecutivos especiales.

2º. No tiene como único objetivo el cumplimiento de las resoluciones


judiciales

El juicio ejecutivo, a diferencia del procedimiento incidental, no tiene como único


objetivo el cumplimiento de las resoluciones judiciales, sino que presenta el
importante fin de cumplir o ejecutar todas las obligaciones que consten en un
documento indubitado, al que se le considere como título ejecutivo por el legislador.
3º. Procedimiento de carácter compulsivo o de apremio
El juicio ejecutivo es un procedimiento de carácter compulsivo o de apremio,
donde todo conduce a la realización de bienes para los efectos de cumplir con la
obligación contenida en el título ejecutivo.

El apremio se manifiesta desde el inicio del procedimiento con el embargo, el que


conducirá, en caso de que no se opongan excepciones o que las excepciones opuestas
sean rechazadas, a la liquidación de los bienes embargados y posterior pago al
acreedor de su obligación con lo obtenido en ella.

4º. Su fundamento es la existencia de una obligación indubitada


El fundamento del juicio ejecutivo es la existencia de una obligación indubitada,
que consta de un título ejecutivo.

El legislador parte de la base de que existe una presunción de verdad acerca de la


existencia de una obligación en el hecho de constar ésta en un título ejecutivo. Esta
presunción de verosimilitud de la existencia de la obligación genera una serie de
limitaciones respecto de la defensa del demandado.

5º. Limita los medios de defensa del demandado-ejecutado


El juicio ejecutivo se caracteriza porque limita los medios de defensa del
demandado-ejecutado. Esto se manifiesta claramente en que:

5. a) El legislador enumera taxativamente las excepciones que puede oponer el


ejecutado en el artículo 464. Esto lo diferencia del juicio ordinario, donde el
demandado puede oponer todas las excepciones y defensas que estime conveniente.

5. b) El escrito en que el ejecutado opone las excepciones es eminentemente


formalista, exigiendo la ley el cumplimiento estricto de los requisitos que al respecto
establece, obligando al ejecutado a señalar las excepciones que se hacen valer, los
fundamentos de hecho y de derecho en los cuales se basan las excepciones opuestas,
y los medios de prueba de los cuales piensa valerse para acreditar la o las
excepciones.

5. c) Existe un brevísimo plazo para que el ejecutado se defienda a contar del


requerimiento de pago, término que además de ser breve ha tenido siempre el
carácter de fatal, circunstancia esta última que actualmente no reviste mayor
particularidad ante el otorgamiento a todos los plazos contemplados en el Código de
Procedimiento Civil ese carácter mediante la modificación que se introdujera al
artículo 64 del C.P.C.

5. d) Las apelaciones que el ejecutado interpone durante la tramitación del juicio


ejecutivo se conceden en el solo efecto devolutivo de acuerdo a lo establecido en el
N1 del artículo 194, lo cual significa que en ningún caso el ejercicio de ese medio de
impugnación suspenderá la tramitación del procedimiento ejecutivo, a menos que se
conceda una orden de no innovar por el tribunal de alzada.

En cambio, las apelaciones que interpone el ejecutante, por regla general, se


concederán en ambos efectos en contra de la sentencia definitiva.
13

6º. Es un procedimiento de ejecución singular.


Nuestro juicio ejecutivo es un procedimiento de ejecución singular, en el cual el
deudor se dirige en contra de su deudor independientemente de que tenga otros
acreedores y de que su patrimonio sea o no suficiente para hacer frente a su
responsabilidad.

Sin embargo, es necesario tener presente que en nuestro ordenamiento jurídico no


rige el principio de la prioridad, sino que el de la par conditio creditorum según el cual
los acreedores se pagan a prorrata de sus créditos, a menos que gocen ellos de
preferencia. Las formas que tienen los acreedores preferentes de hacer valer su
crédito preferente en un proceso ejecutivo que se sigue adelante por un acreedor
preferente de grado inferior o valista es la tercería de prelación; y la forma que tiene
un acreedor valista de concurrir al pago de su acreencia cuando el deudor no tuviere
otros bienes en un proceso ejecutivo seguido por otro acreedor es la tercería de pago.

La ejecución concursal o universal parte de la existencia de una pluralidad de


acreedores y de un patrimonio del deudor insuficiente para satisfacer todos los
créditos, persiguiéndose en el proceso que sea liquidado el patrimonio del deudor para
con su producto pagar a los acreedores que acudan al llamamiento público de verificar
sus créditos.

7°.- En caso que el ejecutado no oponga excepciones, la tramitación del


cuaderno ejecutivo o principal del juicio ejecutivo termina en el instante
mismo en que ha vencido el plazo para que el ejecutado las deduzca
En el juicio ordinario de mayor cuantía la ausencia o no comparecencia del
demandado dentro del término de emplazamiento importa que precluye su facultad de
contestar la demanda, pero el procedimiento debe proseguir con posterioridad en sus
diversos trámites, contemplándose la intervención del demandado respecto de todos
ellos hasta la dictación de la sentencia definitiva que resuelva el conflicto. La no
comparecencia del demandado dentro del termino de emplazamiento sólo genera la
preclusión de su facultad para contestar la demanda, pero no importa el término del
procedimiento.

En el juicio ejecutivo, en cambio, si el ejecutado permanece inactivo y no opone


excepciones dentro del término legal, fatal e individual se omitirá el pronunciamiento
de la sentencia definitiva y el mandamiento de ejecución y embargo hará las veces de
ésta, considerándosele ejecutoriada para todos los efectos legales. En consecuencia,
en caso de que el ejecutado no oponga excepciones, la tramitación del cuaderno
ejecutivo o principal del juicio ejecutivo termina en el instante mismo en que ha
vencido el plazo para que el ejecutado las deduzca.

La cuestión controvertida en el juicio ejecutivo versa única y exclusivamente sobre las


excepciones que opone el ejecutado, justificándose por ello que en caso de no hacerse
ellas valer termine la tramitación del cuaderno ejecutivo, y haga las veces de
sentencia ejecutoriada el mandamiento de ejecución y embargo.

8º. Se rige por las normas contenidas en los Títulos I y II del Libro III del C. P.
C y además por las "Disposiciones comunes a todo procedimiento"
Es claro que el juicio ejecutivo se rige por las normas contenidas en los Títulos I y II del
Libro III del C.P.C. Mas, no son esas las únicas disposiciones que reglamentan el
procedimiento cuyo estudio comenzamos.

En efecto, rigen también las "Disposiciones comunes a todo procedimiento" del Libro I
del C.P.C. y las reglas del Juicio Ordinario Civil de Mayor Cuantía, del Libro II del mismo
Código. Esta aplicación se establece claramente en el Artículo 3º del C.P.C.

III. CLASIFICACIÓN.

1º. De acuerdo a la naturaleza de la obligación que se trata de cumplir, se


clasifica en:
a) Juicio ejecutivo de obligación de dar;
14

b) Juicio ejecutivo de obligación de hacer;

c) Juicio ejecutivo de obligación de no hacer;

Dispone el artículo 1548 CC "la obligación de dar contiene la de entregar la cosa, y si


es de cuerpo cierto, contiene además la de conservarlo hasta la entrega, so pena de
pagar los perjuicios al acreedor que no se ha constituido en mora de recibir".

2º. De acuerdo al campo de aplicación de las normas legales.


El juicio ejecutivo se clasifica en:

a) Procedimientos ejecutivos de aplicación general, utilizables prescindiendo de la


fuente misma de la obligación, y

b) Procedimientos ejecutivos de aplicación especial, que se utilizan en razón de la


naturaleza de la obligación.

3º. De acuerdo a la cuantía el juicio ejecutivo se clasifica en:


a) Juicio ejecutivo de mayor cuantía, regulado en los Títulos I y II del Libro III del C.P.C. ,
y

b) Juicio ejecutivo de mínima cuantía, regulado en el Título XIV, Párrafo 2 del libro III
del C.P.C.

No existe un procedimiento ejecutivo de menor cuantía, el cual queda comprendido en


el de mayor cuantía.

SEGUNDA PARTE

EL JUICIO EJECUTIVO POR OBLIGACIÓN DE DAR

I. GENERALIDADES.

En primer término y como vistazo general se puede afirmar que el procedimiento


ejecutivo por obligación de dar se tramita en dos cuadernos; el ejecutivo y el
de apremio.

En el cuaderno ejecutivo o principal se contemplan todos los trámites tendientes a


la obtención de la resolución del conflicto, consistente en la oposición de las
excepciones. Es decir, en este cuaderno se comprenderán la demanda ejecutiva, la
oposición de las excepciones, la respuesta a las excepciones, la resolución que recibe
a prueba la causa, todos los trámites y actuaciones relativos a la rendición de ella, las
observaciones a la prueba rendida, la citación para oír sentencia, las medidas para
mejor resolver y la sentencia definitiva. Cabe destacar que en el juicio ejecutivo no es
procedente el trámite de la conciliación conforme a lo previsto en el artículo 242 del
C.P.C.

En el cuaderno de apremio se contienen todos los trámites destinados a obtener el


cumplimiento forzado de la obligación mediante la afección de bienes del ejecutado
para ello a través del embargo, lo que generalmente se logra mediante su liquidación
previo el retiro de los bienes embargados y posterior remate o pública subasta de los
mismos. La resolución que siempre va a estar presente y que inicia el cuaderno de
apremio es el "mandamiento de ejecución y embargo", llevándose a cabo el embargo
sin importar si el ejecutado opone o no excepciones, y procede que se continúe con su
tramitación del cuaderno de apremio luego del practicado el embargo, sólo una vez
que se haya dictado en el cuaderno ejecutivo una sentencia definitiva en la que se
rechacen las excepciones opuestas por el ejecutado.

En este cuaderno de apremio se contendrá el mandamiento de ejecución y embargo,


que lo inicia, y todas las diligencias tendientes a la realización de los bienes, las que
varían con posterioridad al embargo de acuerdo a la naturaleza de los bienes
embargados (embargo, retiro de especies, remate como procedimiento general; y
15

embargo, aprobación de tasación, aprobación de bases de remate, publicación de


avisos, acta de remate, respecto de bienes inmuebles), terminándose luego de ella
con el pago al acreedor. .

De lo expuesto, podemos desprender que existe una clara vinculación entre el


cuaderno ejecutivo y el cuaderno de apremio.

En primer lugar, al presentarse la demanda ejecutiva, si el tribunal la acoge a


tramitación dicta en el cuaderno ejecutivo la resolución “Despáchese” mandamiento
de ejecución y embargo, siendo la primera actuación que se contiene en el cuaderno
de apremio la consistente en la resolución Mandamiento de ejecución y embargo.

En segundo lugar, el embargo que es una actuación de la cual debe dejarse


constancia en el cuaderno de apremio, no puede ser impedido que se realice con
motivo de la oposición de excepciones del ejecutado. En consecuencia, si se oponen
excepciones en el cuaderno ejecutivo, ellas solo producen la paralización de la
tramitación del cuaderno de apremio con posterioridad a la realización del embargo,
suspensión de la tramitación que se mantendrá hasta la dictación de la sentencia
condenatoria en el cuaderno ejecutivo.

En tercer lugar, dictada que sea la sentencia condenatoria de remate en el juicio


ejecutivo, esta causa ejecutoria, por lo que se reiniciará la tramitación del cuaderno de
apremio para los efectos de proceder a verificar todos los trámites necesarios
destinados a la realización de los bienes embargados.

En el juicio ejecutivo pueden existir otros cuadernos, como son:


a) Los de tercería, en los cuales interviene un tercero, por lo general, excluyente del
ejecutado y del ejecutante.

Las tercerías que contempla el Código de Procedimiento Civil y que pueden dar lugar a
la formación de estos cuadernos son: la tercería de dominio, la tercería de posesión, la
tercería de prelación y la tercería de pago.

Las tercerías, cualquiera que sea la naturaleza de éstas, nunca producen el efecto de
suspender la tramitación del cuaderno ejecutivo.

Las tercerías de dominio y posesión, por regla general, no suspenden la tramitación


del cuaderno de apremio. Excepcionalmente, la tercería de dominio y posesión
suspenden la tramitación del cuaderno de apremio en los casos previstos en el artículo
522.

Las tercerías de prelación y pago no suspenden el procedimiento de liquidación de los


bienes embargados que debe verificarse en el cuaderno de apremio, sino que tan solo
el pago que debe efectuarse con el producto de dicha liquidación al ejecutante.

b) Los de incidentes, que se originan por las cuestiones accesorias que no sean de
previo y especial pronunciamiento promovidas por las partes durante el curso del
procedimiento.

II. PRESUPUESTOS DEL JUICIO EJECUTIVO.

Para que exista un juicio ejecutivo o, mejor dicho, para que pueda iniciarse un
procedimiento ejecutivo, es necesario que se reúnan una serie de requisitos o
presupuestos, los que se reducen a cuatro:

1. La existencia de un título ejecutivo donde se contenga la obligación que


se trata de cumplir;

2. La obligación debe ser líquida:

3. La obligación debe ser actualmente exigible, y

4. La obligación o el título, como expresa el Código de Procedimiento Civil,


no debe encontrarse prescrito.
16

Analizaremos los antedichos presupuestos en un orden inverso.

I.- OBLIGACIÓN NO PRESCRITA.

1º. Regla general.

El artículo 2515 del C.C. señala que las acciones para exigir la ejecución de una
obligación (acción ejecutiva) prescriben en el plazo de tres años contados desde
que la obligación se haya hecho exigible.

Sin embargo, la acción ejecutiva puede subsistir como ordinaria durante el plazo de
dos años: "La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de tres años, y
convertida en ordinaria durará solamente otros dos años" (Artículo 2515, inciso 2º del
C. C) .

En este último caso, la pretensión de cobro de la obligación ejecutiva que subsiste


como ordinaria se hace efectiva a través del juicio sumario, conforme lo preceptúa el
Art. 680, Nº 7 del C.P.C.

2º. Reglas especiales.

Existen, empero, plazos especiales de prescripción de algunas acciones


ejecutivas, tales como:

1. La acción ejecutiva en contra de los obligados al pago de una letra de cambio o


de un pagaré, tiene un plazo de prescripción de un año, contado desde el día del
vencimiento del documento (Arts. 98 y 107 de la Ley Nº 18. 092) .

El plazo de prescripción de la acción ejecutiva contra los obligados al pago de letras de


cambio y pagarés suscritos con anterioridad al 14 de abril de 1982, fecha de entrada
en vigor de la Ley Nº 18. 092, era de tres años.

2. La acción ejecutiva contra los obligados al pago de un cheque protestado y la


acción penal, prescriben en el plazo de un año, contado desde la fecha del protesto
(Art. 34 de la Ley sobre Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques D. F. L. N º 707) .

La prescripción de la acción ejecutiva, dentro del Juicio Ejecutivo, se encuentra


reglamentada en el artículo 442 del C.P.C.

De acuerdo con las reglas generales del Código Civil, la prescripción, para que sea
declarada, debe ser alegada por quien quiera aprovecharse de ella.

Frente a lo anterior, el artículo 442 constituye una clara excepción, toda vez que obliga
al tribunal a declarar de oficio la prescripción al señalarnos ese precepto que: " El
tribunal denegará la ejecución si el título presentado tiene más de tres años, contados
desde que la obligación se haya hecho exigible" (Art. 442, primera parte) .

Este examen de la prescripción de la obligación debe realizarlo el tribunal al momento


de proveer la demanda ejecutiva. Es esta la única oportunidad que tiene el tribunal
para declarar de oficio la prescripción. Si el título ejecutivo tiene más de tres años,
contados desde que la obligación se haya hecho exigible y el tribunal no haya
efectuado adecuadamente el control de la prescripción ordenando que se despache el
mandamiento de ejecución y embargo, no podrá, con posterioridad, declarar de oficio
la prescripción.

Hemos de hacer notar que el legislador ha establecido una obligación al tribunal y no


una mera facultad. Es bastante claro el texto al señalar que " el tribunal denegará. . . .
"

Si bien la prescripción no se declara de oficio fuera de la situación prevista en el Art.


442, ello no quiere decir que no pueda declararse con posterioridad en el juicio
17

ejecutivo a solicitud del ejecutado si este opone la excepción respectiva. En efecto, el


ejecutado puede oponer la prescripción como excepción conforme a lo señalado
expresamente el artículo 464, Nº 17 del C.P.C.: "La oposición del ejecutado sólo
será admisible cuando se funde en alguna de las excepciones siguientes: 17º
La prescripción de la deuda o sólo de la acción ejecutiva. . . "

Finalmente, debemos hacer notar que el Art. 442 contempla, en su segunda parte, una
institución especial respecto de la prescripción, la que se ha denominado
"mantención o subsistencia de la acción ejecutiva". Dice el precepto en cuestión
que "el tribunal denegará la ejecución si el título presentado tiene más de tres años,
contados desde que la obligación se haya hecho exigible; salvo que se compruebe
la subsistencia de la acción ejecutiva por alguno de los medios que sirven
para deducir esta acción en conformidad al Art. 434".

Lo anterior significa que nos podemos encontrar ante una obligación que consta en un
título que está prescrito por haber transcurrido más de tres años, pero respecto de la
cual se ha realizado, con posterioridad, una gestión preparatoria de la vía ejecutiva
que ha generado un nuevo título distinto al primitivo en el cual constaba la obligación.
Ejemplo: la acción ejecutiva para exigir el pago de un saldo de precio de venta consta
en una escritura pública extendida desde hace más de cuatro años, pervive si el
deudor confiesa la deuda durante una gestión preparatoria generando un nuevo título.
En este caso subsiste la acción ejecutiva por constar ella en un nuevo título que tiene
menos de tres años para los efectos de cobrar la obligación.

Esta gestión preparatoria de la vía ejecutiva que genera la mantención de la


obligación no podrá ser enervada con la excepción de prescripción del título o acción
ejecutiva.

El título no va a ser el que se encuentra prescrito sino que emanará de la gestión


preparatoria de la vía ejecutiva.

Finalmente, debemos recordar que la interrupción civil de la prescripción de la acción


ejecutiva se verifica por la notificación de la demanda ejecutiva.

Sin embargo, tratándose de la interrupción de la prescripción de la acción ejecutiva


para exigir el pago de una letra de cambio o pagaré, ella se produce no sólo por el
requerimiento de pago que importa la notificación de la demanda para que se genere
el emplazamiento dentro del juicio ejecutivo, sino que además:

a) por la notificación de toda gestión judicial necesaria o conducente a la presentación


de dicha demanda o para preparar la ejecución;

b) por la notificación de la solicitud de que se declare el extravío de la letra de cambio


o pagaré (Arts. 100 y 107 de la Ley Nº 18. 092).

II.- OBLIGACIÓN ACTUALMENTE EXIGIBLE.

El artículo 436 contempla este requisito, al señalarnos que "para que proceda la
ejecución, se requiere además que la obligación sea actualmente exigible".

Una obligación es actualmente exigible cuando no está sujeta en su nacimiento o


cumplimiento a alguna modalidad, sea una condición, plazo o modo.

Al efecto, nuestra Jurisprudencia ha declarado que “para la procedencia de la


ejecución según el artículo 437 del Código de Procedimiento Civil la obligación de que
se trata debe ser actualmente exigible y esto significa, que sea pura y simple
desde su nacimiento y no afecta a una condición, plazo o modo que pueda
modificarla o alterarla de alguna manera”.

Alguna jurisprudencia ha establecido que la exigibilidad de la obligación se refiere al


instante en que el tribunal analiza la concurrencia de los requisitos para dictar la
resolución “despáchase”, que da lugar al mandamiento de ejecución y embargo. En
este sentido se ha señalado que "para que proceda una ejecución se requiere que la
18

obligación sea exigible al tiempo de entablarse la demanda ejecutiva", sin necesidad


de la notificación.

Al efecto, el artículo 441 del C.P.C. establece que el tribunal examinará el título y
despachará o denegará la ejecución, sin audiencia ni notificación del demandado, aún
cuando se haya éste apersonado en el juicio".

Al respecto se ha señalado por la doctrina que "para la dictación del mandamiento el


tribunal debe previamente hacer un atento examen de los presupuestos procesales, la
legitimación activa y pasiva, la aptitud del libelo y si la obligación que el título
representa es actualmente exigible, líquida y no prescrita ejecutivamente. El vocablo "
examen" que emplea el texto (art. 441) así lo indica porque con el léxico él denota la
idea de " indagación y estudio que hace acerca de las cualidades y circunstancias de
una cosa o hecho" que por lo mismo impone al juez una actitud vigilante y
responsable".

Por otra parte, es menester tener presente que el control de la exigibilidad de la


obligación no puede efectuarla el tribunal de oficio. Ello porque, en primer lugar, el Art.
442 C.P.C. sólo se refiere a que el tribunal pueda declarar de oficio de prescripción de
la acción ejecutiva y no su falta de exigibilidad.

Finalmente, respecto de la exigibilidad, hemos de tener presente la regla de que "la


mora purga la mora", establecida en el Art. 1551 del C.C. : "En los contratos bilaterales
ninguno de los contratantes está en mora dejando de cumplir lo pactado mientras el
otro no lo cumple por su parte o no se allana a cumplirlo en la forma y lugar debidos".

La obligación no será exigible en los contratos bilaterales si ninguna de las partes


cumple con sus obligaciones o no se allana a dicho cumplimiento, y en tal caso el
ejecutado podrá defenderse oponiendo la excepción contemplada en el Nº 7 del
art.464 del C.P.C..

III.- OBLIGACIÓN LIQUIDA.

" Obligación líquida es aquella en que la declaración contenida en el título es


completa, en el sentido de que se baste a sí misma; es decir, debe tratarse de
obligaciones en las cuales no sea dudoso lo que se debe y su determinación
cualitativa"

"Es líquida la obligación que en el título aparece determinada y precisada con


exactitud o cuyo monto puede determinarse por medio de simples operaciones
aritméticas con los datos únicos que proporcione el título, es decir, la ley exige que en
el mismo documento se den los elementos para obtener esa cantidad, sin recurrir ni
considerar otros antecedentes; que el carácter de líquida de la obligación aparezca del
propio título que sirva de base a la ejecución"

Deuda líquida es la que se encuentra determinada en cuanto a su especie, género o


cantidad, incluyendo aquellas que puedan liquidarse por simples operaciones
aritméticas. Artículo 438 del Código de Procedimiento Civil.

Debe tratarse de obligaciones en las cuales no sea dudoso lo que se debe y su


determinación cualitativa.

Señala el Art. 438, inc. 3º que "el acreedor expresará en la demanda ejecutiva la
especie o la cantidad líquida por la cual pide el mandamiento de ejecución".

El artículo 438 del C.P.C. establece cuándo debe entenderse que una
obligación es líquida. Al respecto existen cuatro situaciones. En algunos casos la
obligación es líquida per se o por su propia naturaleza de inmediato y en otros, es
menester la previa realización de la gestión preparatoria de avaluación para que ella
adquiera el carácter de líquida.

Prescribe el Art. 438 que "la ejecución puede recaer:


19

1º Sobre la especie o cuerpo cierto que se deba y que exista en poder del
deudor;

Así, por ejemplo, se debe un automóvil de una marca determinada, modelo cierto, etc.
y se embarga en el domicilio del deudor.

Como se puede apreciar, la determinación de la cosa debida sólo puede ser precisada
cuando se trata de obligaciones de especie o cuerpo cierto y no de género para
determinar su carácter de líquida per se.

2º Sobre el valor de la especie debida y que no exista en poder del deudor,


haciéndose su avaluación por un perito que nombrará el tribunal;. . "

Es el caso de la especie o cuerpo cierto que se debe y que no está en poder del
deudor. En esta situación la ejecución va a recaer sobre el valor de lo debido, el que
deberá ser previamente determinado a través de una gestión preparatoria de
avaluación.

La gestión preparatoria de avaluación consiste en solicitar al tribunal la designación de


un perito que fije con precisión el valor de la especie sobre la que versa la obligación.

Para iniciar esa gestión preparatoria el demandante no requiere probar que la especie
no se encuentra en poder del deudor, por tratarse de un hecho negativo.

El futuro ejecutado tiene la facultad de objetar la avaluación pericial con posterioridad,


oponiendo la excepción de exceso de avalúo, contemplada en el Art. 464, Nº 8 del
C.P.C.

3º Sobre cantidad líquida de dinero. . . "

La ejecución va a recaer sobre algo que no requiere avaluación o liquidación. Esta


obligación es líquida per se.

El inc. 2º del Art. 438 prescribe que "se entenderá cantidad líquida, no sólo la que
actualmente tenga esta calidad, sino también la que pueda liquidarse mediante
simples operaciones aritméticas con sólo los datos que el mismo título ejecutivo
suministre".

4º Sobre cantidad. . . . de un género determinado cuya avaluación pueda


hacerse en la forma que establece el número anterior".

Será líquida una obligación de género cuando sea susceptible de ser sometida a la
gestión preparatoria de avaluación.

Se ha suscitado controversia respecto de aquellas obligaciones en las que el género no


es lo que debe entregarse sino que la suma de dinero equivalente a un determinado
género. Ejemplo: la suma equivalente a 500 quintales de trigo.

Interpretando el Art. 438 en su número tercero se ha establecido que la obligación es


líquida si el título establece la forma en que debe procederse a efectuar la liquidación
de la obligación. En caso contrario, la obligación no será líquida.

El art. 25 de la Ley Nº 18. 010, sobre operaciones de crédito de dinero, establece que "
en los juicios de cobro de cualquiera obligación de dinero reajustable el pago e hará en
moneda corriente liquidándose el crédito a esa fecha, por el valor que tenga el capital
reajustado según el índice pactado o la Unidad de Fomento, según corresponda.

Si el juicio fuere ejecutivo, no será necesaria avaluación previa".

Finalmente, el inciso final del artículo 438 se refiere a las obligaciones expresadas
en moneda extranjera: " Sin embargo, tratándose de moneda extranjera, no será
necesario proceder a su avaluación, sin perjuicio de las reglas que para su liquidación
y pago se expresan en otras disposiciones de este Código" (Art. 438, inc. final) .
20

La verdad es que no existen esas "otras disposiciones" de que habla el artículo


transcrito en la estructura del C.P.C. Empero, sí existen esas normas en los Arts. 20 a
24 de la Ley Nº 18. 010 sobre operaciones de crédito de dinero.

Existen dos tipos de obligaciones expresadas en moneda extranjera:

a) Las que deben pagarse en moneda extranjera en virtud de autorización de


la ley o del Banco Central de Chile, en cuyo caso "el acreedor podrá exigir su
cumplimiento en la moneda estipulada, o ejercer los derechos que para el deudor se
originan de la correspondiente autorización" (Art. 20, inc. 2º Ley 18. 010) , y

b) Las que deben pagarse en el equivalente en moneda nacional: " Las


obligaciones expresadas en moneda extranjera serán solucionadas por su equivalente
en moneda chilena según el tipo de cambio vendedor del día del pago. En el caso de
obligaciones vencidas se aplicará el tipo de cambio del día del vencimiento si fuera
superior al del día del pago. . . " (Art. 20, inc. 1º Ley 18. 010) .

Sea que se exija el cumplimiento en moneda extranjera o en su equivalente en


moneda nacional, el ejecutante tiene la obligación de acompañar con su demanda
ejecutiva un certificado de un Banco de la plaza que acredite el tipo de cambio de la
moneda extranjera: "En los juicios en que se persiga el cumplimiento de alguna de las
obligaciones señaladas en el artículo anterior, basta un certificado por un Banco de la
plaza, referido al día de la presentación de la demanda o a cualquiera de los diez días
precedentes, para los efectos de lo dispuesto por los artículos 116 y 120 del Código
Orgánico de Tribunales". (Art. 21 Ley 18. 010) .

Señala el Art. 22 de la referida ley que "el acreedor deberá indicar en su demanda o
solicitud la equivalencia en moneda corriente al tipo de cambio vendedor, de la líquida
en moneda extranjera por la cual pide el mandamiento, acompañando al efecto el
certificado a que se refiere el artículo 21 y el tribunal ordenará despacharlo por esa
equivalencia, sin que sea necesario proceder a una avaluación previa. . . " (Primera
parte) .

Al respecto, cabe tener presente que nuestra Jurisprudencia ha señalado últimamente


que " la omisión en la presentación del certificado bancario en el plazo señalado por el
liquidador no resta liquidez a la acción ejecutiva y sólo debe entenderse como una
forma de facilitar la liquidación del crédito a la fecha de la demanda

La avaluación que se efectúa en este estadio cumple con dos objetivos, a saber:

a) sirve para determinar la cuantía de la causa (Arts. 116 y 120 del C.O.T.) (170), y

b) sirve para determinar el carácter de líquida de la obligación.

IV. LA OBLIGACIÓN DEBE CONSTAR EN UN TITULO EJECUTIVO.

1º. Concepto.

La jurisprudencia de nuestros tribunales ha dado dos definiciones de título ejecutivo:

1. Título ejecutivo es el documento que da cuenta de un derecho y una obligación


indubitada y al cual la ley otorga la suficiencia necesaria para obtener el cumplimiento
de la obligación que allí aparece.

2. Título ejecutivo es la declaración solemne a la cual la ley le otorga


específicamente la fuerza indispensable para ser el antecedente de una ejecución.

3. Título ejecutivo es aquel que da cuenta de un derecho indubitable al cual la ley


otorga suficiencia necesaria para exigir el cumplimiento forzado de una obligación de
dar, hacer o no hacer en él contenida, obligación que debe además tener las
características de ser líquida, actualmente exigible y de no hallarse prescrita.
21

Existen tres aspectos que han de ser resaltados respecto de los títulos
ejecutivos:

1) Sólo pueden ser creados por la ley;

2) Tienen siempre el carácter de solemnes, y

3) En ellos debe constar la existencia de una obligación de dar, hacer o no


hacer, líquida, actualmente exigible y no prescrita.

La única fuente creadora o generadora de un título ejecutivo es la ley. La voluntad de


las partes y la resolución judicial no pueden generar directamente un título ejecutivo.

Sólo existen con el carácter de ejecutivos aquellos títulos que la ley ha señalado en
forma expresa. En nuestra legislación procesal se encarga de establecer los títulos
ejecutivos el Art. 434 del C.P.C. .

Nuestra doctrina ha definido el título ejecutivo como " el instrumento que autoriza el
empleo del procedimiento ejecutivo para la tramitación de un proceso en que deba
resolverse su exigibilidad jurisdiccional".

Título ejecutivo es el instrumento en el cual consta una obligación de dar, hacer o no


hacer, actualmente exigible, líquida y no prescrita, al cual la ley le otorga mérito
ejecutivo.

2º. Características.

1. Los títulos ejecutivos deben ser establecidos por ley.

Sólo tienen el carácter de título ejecutivo los instrumentos a los cuales la ley reconoce
como tal, no pudiendo ser ellos generados por vía convencional.

Corresponde sólo al legislador dar el carácter de título ejecutivo a los instrumentos, los
cuales se encuentran contemplados dentro del Código de Procedimiento Civil en su
artículo 434. Por otra parte, en el número 7º del artículo 434 se reconoce la exclusiva
facultad del legislador para contemplar los títulos ejecutivos al establecer que " tiene
mérito ejecutivo cualquier otro título al que las leyes den fuerza ejecutiva".

En la generación de los títulos ejecutivos nos encontramos ante una excepción al


principio de la autonomía de la voluntad contemplado en el Código Civil.

2. El título ejecutivo es autónomo.

La autonomía del título ejecutivo importa que éste se basta a sí mismo, debiendo
comprenderse en él todos los elementos que permiten el ejercicio de una acción
ejecutiva. En otras palabras, debe existir un título ejecutivo que dé cuenta de una
obligación de dar, hacer o no hacer, la que debe ser líquida o determinada,
actualmente exigible y no prescrita.

Es posible sin embargo, que nos encontremos en presencia de títulos ejecutivos


compuestos, esto es, que el título conste materialmente en dos o más instrumentos,
siempre y cuando todos los instrumentos tengan el carácter de títulos ejecutivos
considerados individualmente. "

3. El título ejecutivo debe ser perfecto.

Para los efectos de poder iniciarse una ejecución es menester contar con un título que
reúna todos los requisitos previstos por la ley para tal efecto.

En general, siguiendo lo señalado por el profesor Juan Colombo Campbell en su obra


antes citada, podemos señalar que los requisitos exigidos por la ley para que el título
sea ejecutivo son los siguientes:
22

a. Que su formalidad material se encuentre contemplada en algunos de los títulos


descritos por el artículo 434 o en una ley especial;

b. Que contenga el título los elementos propios de la acción ejecutiva, o sea, la


expresión material de una obligación de dar, hacer o no hacer, que sea líquida,
actualmente exigible y no prescrita.

c. Que los requisitos concurran al tiempo de presentarse la demanda ejecutiva y


efectuarse el requerimiento de pago.

4. Constituye un presupuesto para la iniciación del juicio ejecutivo, generando una


presunción de veracidad en favor del ejecutante y altera la carga de la prueba al
presumirse cierto lo que consta en el título.

Para poder iniciar un juicio ejecutivo es un presupuesto de éste que se acompañe a la


demanda ejecutiva un título ejecutivo que dé cuenta de una obligación cuyo
cumplimiento forzado se persigue, puesto que en caso contrario, el tribunal se
encuentra obligado a denegar la ejecución.

Al efecto, establece el artículo 441 del C.P.C. que presentada una demanda ejecutiva "
el tribunal examinará el título y despachará o denegará la ejecución, sin
audiencia ni notificación del demandado, aún cuando se haya apersonado en el juicio".

El legislador al reconocer a un instrumento el carácter de título ejecutivo, está


estableciendo que en éste se dá cuenta de una obligación prima facie indubitada, que
permite que se de lugar a al inicio de un procedimiento ejecutivo, presumiéndose por
ello dentro de éste la existencia de dicha obligación.

De acuerdo con ello, dentro del juicio ejecutivo no le corresponde al ejecutante


acreditar la existencia de la obligación que consta en el título ejecutivo como debería
acontecer de acuerdo con las reglas generales respecto del onus probandi o carga de
la prueba. De allí, que dentro del juicio ejecutivo es al demandado a quien le
corresponde la carga de demostrar la ineficacia del título, para lo cual deberá oponer
una o más de las excepciones que contempla el legislador en el artículo 464 del C.P.C.
y probarlas, para los efectos de poder obtener que en la sentencia definitiva se le
reconozca ineficacia al procedimiento o al título ejecutivo hecho valer en su contra.

3. Clasificación.

a. En cuanto a si permiten o no iniciar de inmediato la ejecución.

Los títulos ejecutivos admiten una clasificación entre títulos ejecutivos perfectos y
títulos ejecutivos imperfectos o incompletos.

Esta clasificación atiende a si se puede iniciar de inmediato el juicio ejecutivo o si es


necesario practicar previamente una gestión preparatoria de la vía ejecutiva.

a.1. Títulos ejecutivos perfectos.

Son aquellos títulos creados por la ley que se bastan a sí mismos para iniciar, de
inmediato y sin más trámite, la ejecución.

De los títulos enumerados en el artículo 434 revisten el carácter de perfectos:

- La sentencia firme o que causa ejecutoria, ya sea de definitiva o interlocutoria;

- La copia autorizada de una escritura pública;

- El acta de avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por ministro de


fe o dos testigos de actuación;

- La letra de cambio o pagaré, respecto de su aceptante o suscriptor, que haya sido


protestada personalmente, siempre que éstos en el momento del protesto no tachen
de falsa su firma; y
23

- La letra de cambio, pagarés y cheques respecto de los obligados al pago cuya firma
aparezca autorizada ante Notario o por un oficial de Registro Civil en las comunas
donde no tenga su asiento un notario.

a.2. Títulos ejecutivos imperfectos.

Son aquellos establecidos por el legislador, respecto de los cuales se exige la


realización en forma previa de una gestión preparatoria de la vía ejecutiva para
complementar los requisitos de un título preexistente o para originarlo mediante ella,
a fin de poder iniciar la ejecución.

El objetivo es que a través de la gestión preparatoria se complementa un germen de


título ejecutivo.

Sin embargo, excepcionalmente, de la gestión preparatoria se puede obtener el


nacimiento de un título ejecutivo antes inexistente ni aún en germen.

Ejemplo de título ejecutivo imperfecto que complementa un germen de título anterior


es el de la letra de cambio no protestada personalmente o en que la firma de los
obligados al pago no este autorizada ante notario, es un título ejecutivo imperfecto
que requiere la realización de la gestión preparatoria de notificación judicial del
protesto; y un ejemplo del segundo caso, en que se crea un título, es la confesión
judicial destinado a originar el título mediante la gestión preparatoria de la vía
ejecutiva.

Finalmente, debemos tener presente que " la gestión preparatoria de la vía ejecutiva,
puede referirse a la materialidad del título o la obligación que contiene. Como ejemplo
del primer grupo, encontramos la notificación judicial del protesto de letra de cambio,
cheque o pagaré; y del segundo, la gestión de avaluación que apunta al requisito de
deuda líquida".

b. En cuanto a su origen.

Los títulos ejecutivos no obstante tener que ser ellos establecidos siempre por la ley,
pueden tener su fuente mediata en actos judiciales, convencionales o administrativos.

Desde este punto de vista, podemos distinguir:

b.1. Títulos ejecutivos judiciales, son aquellos que se generan dentro de un


proceso para los efectos de poner término a éste, estableciendo una obligación en
beneficio de una de las partes.

Tienen este carácter las sentencias definitivas o interlocutorias firmes o que causan
ejecutoria; el acta de conciliación y el acta de avenimiento pasada ante tribunal
competente y autorizada por un ministro de fe o dos testigos de actuación.

b.2. Títulos ejecutivos convencionales, son aquellos en que las partes establecen
fuera del proceso en un documento indubitado para el legislador, la existencia de una
obligación en beneficio de una de las partes.

Tienen este carácter, la copia de escritura pública; la letra de cambio o pagaré


protestado notarialmente por falta de pago en forma personal, sin que se haya
opuesto fecha de falsedad a la firma en el acto del protesto; la letra de cambio, pagaré
o el cheque en que se haya autorizado la firma ante Notario de los obligados al pago.

b.3. Títulos ejecutivos administrativos, son aquellos en que la administración


genera el título en virtud del cual cobra ejecutivamente una obligación a un particular.

c. En cuanto al número de voluntades que concurren a su generación.

Desde este punto de vista, es posible distinguir títulos ejecutivos unilaterales y


bilaterales.
24

Títulos ejecutivos unilaterales son aquellos que requieren la concurrencia de la


voluntad de un sólo sujeto para que se generen.

En este caso, se encuentra la sentencia, la letra de cambio, el pagaré, el cheque y la


confesión judicial.

Títulos ejecutivos bilaterales son aquellos que requieren la concurrencia de las


voluntades de dos o más partes para que se generen.

En este caso, se encuentran el acta de avenimiento, el acta de conciliación y la


obligación que nace de un contrato que consta en una copia de escritura pública.

d. De acuerdo a la forma en que se encuentran establecidos.

Desde este punto de vista, es posible distinguir títulos ejecutivos ordinarios y


especiales.

Títulos ejecutivos ordinarios son aquellos contemplados dentro del artículo 434 del
Código de Procedimiento Civil.

Títulos ejecutivos especiales son aquellos contemplados en otras leyes.

e.- En cuanto al número de títulos que concurren a determinar la existencia


de la obligación.

Desde este punto de vista, es posible distinguir entre títulos autosuficientes y títulos
complementarios.

Los títulos autosufientes son aquellos en que la existencia de la obligación liquida y


actualmente exigible consta en un solo título.

Los títulos complementarios son aquellos en la existencia de la obligación se


determina mediante la concurrencia de dos o más títulos ejecutivos.

Sobre la materia, debe tenerse presente que la jurisprudencia ha aceptado la


existencia de títulos complementarios, esto es, que la obligación que se pretende
cobrar a un deudor pueda determinarse mediante la concurrencia de dos o más títulos
ejecutivos. En tal sentido se ha declarado que “la complementación o integración de
títulos ejecutivos no la prohíbe la ley, la que no exige que todos los requisitos que
deben dar mérito ejecutivo a un título deben constar en él, exigencia que de existir
haría perder finalidad y eficacia jurídica a instituciones reconocidas como las hipotecas
constituidas para garantizar obligaciones de terceros o las otorgadas antes de los
contratos a que acceden.

TÍTULOS EJECUTIVOS PERFECTOS.

Título ejecutivo perfecto es aquel que es suficiente para que el tribunal acceda
provisionalmente a la demanda ejecutiva, abriendo con su mérito y despachando
mandamiento de ejecución y embargo contra el ejecutado. Lo son los que contienen
intrínsecamente todos los presupuestos exigidos por la ley.

Señala el Art. 434 del C.P.C. que el "juicio ejecutivo tiene lugar en las obligaciones de
dar cuando para reclamar su cumplimiento se hace valer alguno de los siguientes
títulos:

1º. Sentencia firme, bien sea definitiva o interlocutoria.

En primer lugar, es menester tener presente que las sentencias definitivas e


interlocutorias que constituyen un título ejecutivo son las de condena, esto es,
25

aquellas que prescriben que una de las partes debe satisfacer a otra de las partes una
prestación de dar, hacer o no hacer alguna cosa.

En consecuencia, no será procedente ejecutar en vía ejecutiva las sentencias


meramente declarativas y constitutivas por satisfacerse ellas con el sólo hecho de su
dictación, y las cautelares, porque ellas están destinadas a producir sus efectos y a ser
cumplidas dentro del proceso en el que se dictaron.

Por otra parte, las sentencias interlocutorias de segunda clase desde que se
pronuncian sobre un trámite que debe servir de base a la dictación de una sentencia
definitiva o interlocutoria siempre va a ser cumplidas dentro del procedimiento en que
se dictaron y no por la vía ejecutiva en un proceso posterior.

La sentencia definitiva o interlocutoria se encuentran ejecutoriadas o firmes cuando


tiene lugar lo señalado en el Art. 174 C.P.C. : " Se entenderá firme o ejecutoriada una
resolución desde que se haya notificado a las partes, si no procede recurso alguno en
contra de ella; y, en caso contrario, desde que se notifique el decreto que la mande
cumplir una vez que terminen los recursos deducidos, o desde que transcurran todos
los plazos que la ley concede para la interposición de dichos recursos, sin que se
hayan hecho valer por las partes. En este último caso, tratándose de sentencias
definitivas, certificará el hecho el secretario del tribunal a continuación del fallo, el
cual se considerará firme desde este momento, sin más trámite".

En cuanto a su origen, cabe tener presente que constituye título ejecutivo perfecto la
sentencia definitiva o interlocutoria firme cualquiera que sea el tribunal que la dictó:
ordinario, especial o arbitral.

En todo caso, es menester tener presente que según algunos respecto de las
sentencias arbitrales si bien es cierto ellas constituyen un título ejecutivo, los árbitros
no pueden conocer del juicio ejecutivo al contemplar éste procedimiento de apremio,
los que deben ser conocidos por la justicia ordinaria (art. 635 C.P.C. )

Cuando se trata de sentencias emanadas de tribunales extranjeros es previo que se


otorgue el exequátur y entonces se podrá iniciar el juicio ejecutivo ante el tribunal sólo
que le hubiera correspondido conocer del negocio en primera o única instancia si este
se hubiera promovido en Chile.

Las sentencias definitivas o interlocutorias, para que puedan iniciar un juicio ejecutivo,
pueden ser las originales, que se encuentran en el expediente donde se pronuncian, o
una copia autorizada. Debemos tener presente que, para las copia, existe un libro
copiador de sentencias, de donde se pueden otorgar copia de ellas.

El Art. 434 sólo se refiere a las sentencias firmes o ejecutoriadas, pero no a las que
causan ejecutoria. Sin embargo, la jurisprudencia ha señalado que "entre los títulos a
que las leyes dan fuerza ejecutiva quedan incluidas las sentencias que causan
ejecutoria, es decir, aquellas que pueden cumplirse no obstante existir recursos
pendientes en su contra".

El carácter de título ejecutivo de las sentencias que causan ejecutoria está dado por el
Nº 7 del Art. 434, que señala que es título ejecutivo "cualquiera otro título a que las
leyes den fuerza ejecutiva".

Las principales disposiciones que se refieren a las sentencias que causan ejecutoria
son los artículos 192 respecto al recurso de apelación, 774 respecto al recurso de
casación y 548 del C.O.T. respecto del recurso de queja.

La orden de no innovar que se contempla en los recursos de hecho, apelación


concedida en el sólo efecto devolutivo, queja e inaplicabilidad, en caso de ser
impartida, generan la suspensión de los efectos de la sentencia que causa ejecutoria.
En consecuencia, si se llegare a invocar como título ejecutivo una sentencia respecto
de la cual estuviere vigente la orden de no innovar podría oponerse respecto de esa
ejecución la excepción contemplada en el Nª 7 del artículo 464, por no ser esa
sentencia actualmente exigible.
26

2º La copia autorizada de escritura pública"

De acuerdo a la redacción dada por la ley Nº 18.181 al N2 del artículo 434, es un
título ejecutivo perfecto la copia autorizada de escritura pública.

En la actualidad, lo que el notario debe entregar a los otorgantes de una escritura


pública es una copia autorizada de la misma. La matriz, o sea, el documento original,
se archiva en el registro notarial y no sale del oficio del Notario ni del Archivero
Judicial.

La copia autorizada es otorgada por el notario ante el que se otorgó la escritura matriz
u original o por el archivero judicial, que tenga en su poder el respectivo protocolo o
registro público.

Es necesario tener en consideración que, por expreso mandato de la ley, el título


ejecutivo perfecto es la copia autorizada de la escritura pública y no su matriz.

3º Acta de avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por un


ministro de fe o por dos testigos de actuación; contemplado en el N° 3 del
artículo 434.

Es necesario recordar, aunque de manera sucinta, a los equivalentes jurisdiccionales.

Los equivalentes jurisdiccionales son formas o maneras no jurisdiccionales de resolver


un conflicto jurídico. Estos medios son:

a) La Transacción:

El Código Civil define a la transacción como "un contrato en que las partes terminan
extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual" (Art. 2446, inc.
1º) , efectuándose concesiones recíprocas.

No será título ejecutivo si la transacción no consta en escritura pública y, en este caso,


el título no será el equivalente jurisdiccional, sino que la copia autorizada de la
escritura pública que dá cuenta de ella y contempla la existencia de una obligación
líquida, actualmente exigible y no prescrita.

b) La Conciliación:

Se ha definido a la conciliación como " una manera de poner término a los juicios
civiles, salvo las excepciones legales, mediante el acuerdo directo de las partes,
producido en razón de proposiciones de bases de arreglo formuladas por el tribunal".

Este equivalente jurisdiccional no puede incorporarse dentro del Nº 3 del Art. 434 del
C.P.C. , sino que dentro del Nº1 de éste, porque la ley le otorga el valor y carácter de
una sentencia definitiva ejecutoriada. En efecto, señala el Art. 267 C.P.C. que "de la
conciliación total o parcial se levantará acta, que consignará sólo las especificaciones
del arreglo; la cual se estimará como sentencia ejecutoriada para todos los efectos
legales".

c) El Avenimiento:

Es una convención procesal, generada a instancia de parte, dentro del procedimiento,


cuya finalidad es la de poner término, total o parcialmente, al conflicto que lo ha
originado.

Para que este equivalente jurisdiccional tenga el carácter de título ejecutivo


es menester que se cumplan dos requisitos copulativos:

a) Que el acta que da cuenta del avenimiento esté pasada ante tribunal
competente.
Esta expresión significa que el tribunal haya tomado conocimiento del acta de
avenimiento y le haya prestado su aprobación.
27

El Sr. Mosquera considera que la expresión "pasada ante tribunal competente" quiere
significar que debe existir constancia de la agregación material del avenimiento en el
expediente.

En la práctica, los tribunales no pronuncian ninguna resolución que apruebe


derechamente el avenimiento, ya que la resolución que aquellos dictarán será
"téngase presente". Con esa resolución se tiene que el avenimiento, para los efectos
legales, ha sido pasado ante tribunal competente.

En todo caso, debemos tener presente que respecto del avenimiento celebrado sobre
alimentos futuros que se deben por ley a ciertas personas se exige expresamente su
aprobación por parte del tribunal en el artículo 2. 451 del Código Civil.

b) que esa acta se encuentre autorizada por un ministro de fe o por dos


testigos de actuación.

La regla general es que el ministro de fe que autoriza el acta de avenimiento sea el


secretario del tribunal, pudiendo, asimismo, tener tal carácter un notario.

Existe, excepcionalmente, un caso en que, por lo general, el acta de avenimiento va a


ser autorizada por dos testigos de actuación. Esto ocurre cuando el avenimiento se
lleva ante árbitros arbitradores que no hayan designado ministro de fe (Art. 639
C.P.C. ) .

El avenimiento que no cumpla con cualquiera de estos dos requisitos no puede llegar
a tener el carácter de título ejecutivo, no existiendo, ni siquiera, un germen de él que
pueda ser complementado a través de una gestión o medida preparatoria de la vía
ejecutiva.

4º. Los Títulos de Crédito:

Para los efectos de determinar la existencia de título ejecutivo respecto de los títulos
de crédito hay que señalar que éstos constituyen títulos ejecutivos perfectos sólo en
dos situaciones:

a) La letra de cambio y el pagaré que haya sido protestado personalmente,


por falta de pago, por un notario, no habiendo el aceptante de la letra de
cambio o el suscriptor del pagaré opuesto tacha de falsedad, al momento de
protestarse el documento.

Al efecto, establece el artículo 434 N° 4: " Sin embargo, no será necesario este
reconocimiento respecto del aceptante de una letra de cambio o subscriptor de un
pagaré que no hayan opuesto tacha de falsedad a su firma al tiempo de protestarse el
documento por falta de pago, siempre que el protesto haya sido personal. . . "

El protesto de las letras de cambio y de los pagarés se puede efectuar por falta de
pago, por falta de fecha de aceptación y por falta de aceptación. Sólo el protesto por
falta de pago permite ejercer la acción ejecutiva inmediatamente.

El protesto es un acto solemne que se efectúa, generalmente, por un notario.


Excepcionalmente, la Ley Nº 18. 092 autorizó a los bancos y sociedades financieras a
protestar letras de cambio y pagarés que se encuentren en su poder como
beneficiarios o endosatarios y salvo instrucciones en contrario del portador del
documento.

El protesto bancario tiene una doble limitación. Por una parte, sólo pueden protestarse
letras por falta de pago y, por otro lado, el protesto efectuado de esta manera no tiene
el carácter de personal.

La ley restringe el título ejecutivo perfecto al protesto personal, y lo es cuando el


aceptante del documento o alguno de los demás obligados al pago concurre ante el
ministro de fe a ser requerido de pago en el día que haya sido citado por él.
28

b) Constituye, también, título ejecutivo perfecto la letra de cambio, pagaré o


cheque respecto de los obligados al pago cuya firma haya sido autorizada
por un notario:

Al efecto, el artículo 434 N° 4 establece que "tendrá también mérito ejecutivo, sin
necesidad de reconocimiento previo, la letra de cambio, pagaré o cheque, respecto
del obligado, cuya firma aparezca autorizada por un notario". (Art. 434, Nº 4 inc. 2º
C.P.C. ) .

Este es el único caso en que el cheque protestado es un título ejecutivo perfecto. En


este caso no se exige que se notifique previamente el protesto, que es una gestión
preparatoria, cuando la firma de los obligados al pago (librador, en los cheques,
endosantes) , haya sido autorizada por un notario, pudiéndose deducir de inmediato la
demanda ejecutiva.

5º Cualquiera otro título a que las leyes den fuerza ejecutiva" (Art. 434, Nº 7
C.P.C. ) .

Es este el último caso de los títulos ejecutivos perfectos que contempla el C.P.C.

Algunos de estos títulos ejecutivos establecidos en la ley y que no se encuentran


contemplados expresamente en el artículo 434 son:

1. La sentencia que causa ejecutoria;

2. El contrato de prenda agraria, otorgado en documento privado, cuya firma haya


sido autorizada por un notario o un oficial del Registro Civil (Art. 5º, inc. 3º de la Ley Nº
4097 sobre prenda agraria) ;

3. El contrato de prenda industrial celebrado por escritura privada, autorizada por un


notario, (Art. 27, inc. 49 de la Ley Nº 5. 687 sobre el contrato de prenda industrial) ;

4. La copia del acta de la asamblea de copropietarios válidamente celebrada,


autorizada por el Comité de Administración, o en su defecto por el administrador, en
que se acuerden gastos comunes; y los avisos de cobro de gastos comunes,
extendidos de conformidad al acta, siempre que se encuentren firmados por el
administrador. (Artículos 27 de la Ley Nº19. 537 de 16. 12. 1997 sobre Copropiedad
Inmobiliaria y 16 del Decreto Supremo 46 de 17. 6. 1998 que aprueba Reglamento
sobre Copropiedad Inmobiliaria;

5.- El contrato de compraventa de cosas muebles a plazo, otorgado en instrumento


privado, autorizado por un notario o por el Oficial del Registro Civil, cuando
corresponda (Art. 4º de la Ley Nº 4. 702 sobre compraventa de cosas muebles a plazo)
;

6. Las listas o nóminas de los deudores que se encuentren en mora del cumplimiento
de obligaciones o sanciones tributarias, en su caso (Art. 169, inc. 1º del D. L. Nº 830
sobre Código Tributario) . ;

7. Una copia del acta de la junta o del acuerdo del directorio, o la parte pertinente de
la misma, en que se haya acordado el pago de dividendo, certificada por la
Superintendencia de Valores, Seguros y Sociedades Anónimas, en las sociedades
anónimas abiertas y un notario en las cerradas; y el o los títulos de las acciones o
documento que haga sus veces, constituyen título ejecutivo contra la sociedad para
demandar el pago de esos dividendos (Art. 83 de la ley Nº 18.046 sobre Sociedades
Anónimas) ; etc.

8. Los bonos vencidos por sorteo, rescate o expiración del plazo de su vencimiento y
los cupones también vencidos tendrán mérito ejecutivo en contra del emisor. En caso
de bonos sorteados, éstos deberán figurar en el acta respectiva. (Art. 20 Ley 18. 045.
Ley de Mercado de Valores) .
29

9. Tienen mérito ejecutivo ante los juzgados de letras del trabajo las actas que den
constancia de acuerdos producidos ante los inspectores del trabajo, firmada por las
partes y autorizadas por éstos y que contengan la existencia de una obligación laboral
o sus copias certificadas por la respectiva Inspección del Trabajo (Art. 435 Código del
Trabajo) , etc.

TÍTULOS EJECUTIVOS IMPERFECTOS O INCOMPLETOS.

Título ejecutivo imperfecto: Es aquel que para lograr eficacia como título ejecutivo
requiere de una gestión preparatoria de la vía ejecutiva. La gestión preparatoria de la
vía ejecutiva puede referirse a la materialidad del título o la obligación que contiene.
Como ejemplo del primer grupo, encontramos la notificación del protesto y del
segundo, la gestión de avaluación que apunta al requisito de la liquidez de la deuda.

Como hemos dicho anteriormente, en esta clase de títulos es necesario realizar una
gestión preparatoria de la vía ejecutiva para iniciar el juicio ejecutivo.

Dentro del Código de Procedimiento Civil, las gestiones preparatorias que


dan origen o complementan, según los casos, a un título para que adquiera
fuerza ejecutiva son, fundamentalmente, las siguientes:

1) el reconocimiento de firma puesta en instrumento privado y la confesión de deuda;

2) la confrontación de títulos y cupones;

3) la notificación de protesto de letras de cambio, pagarés o cheques;

4) la avaluación; y

5) la notificación del título ejecutivo a los herederos.

La jurisprudencia de nuestros tribunales ha definido a la preparación de la vía


ejecutiva como " aquella gestión judicial contenciosa tendiente a crear un título
ejecutivo, ya sea en forma directa construyendo el título mismo, o complementando
determinados antecedentes, o bien, supliendo las imperfecciones de un título con
existencia incompleta.

Su objeto es crear un título ejecutivo que permite la entrada de este procedimiento, y


dicha finalidad se logra en alguna de estas formas: a) creándose el título por la
gestión misma, como sucede con la confesión judicial, en que no existe antecedente
previo que consigne la obligación que se trata de hacer efectiva; b) complementando,
mediante actuaciones judiciales, ciertos antecedentes que justifican la existencia de la
obligación, como en el caso de las notificaciones no personales de los protestos de las
letras de cambio, pagarés y cheques, y c) complementando las imperfecciones de un
título con determinada actuación judicial, como la gestión de avaluación".

De lo anterior aparece claramente la triple finalidad de las gestiones preparatorias de


la vía ejecutiva, a las cuales pasamos a referirnos a continuación.

1º. GESTIÓN DE RECONOCIMIENTO DE FIRMA Y CONFESIÓN DE DEUDA.

Esta gestión, cuya tramitación es similar en sus dos especies, por eso las tratamos
conjuntamente, se encuentra regulada en los Arts. 434, Nºs 4 y 5, 435 y 436 del C.P.C.

El Art. 434 del C.P.C. prescribe que el "juicio ejecutivo tiene lugar en las obligaciones
de dar cuando para reclamar sus cumplimiento se hace valer alguno de los siguientes
títulos:

4º Instrumento privado, reconocido judicialmente o mandado tener por reconocido. . .


"

5 ºConfesión judicial. . . "


30

La diferencia existente entre la gestión de reconocimiento de firma y la confesión de


deuda radica en que en aquella existe un germen de título ejecutivo que va a ser
complementado con la gestión preparatoria, mientras que en la última no existe nada
previo. El título ejecutivo en la confesión judicial va a nacer íntegramente cuando se
confiese la deuda expresa o tácitamente.

El artículo 434, Nº 4 posibilita ejercer la gestión preparatoria de reconocimiento de


firma sólo respecto de los instrumentos privados que se encuentran firmados. En caso
de que no haya firma, la vía ejecutiva deberá prepararse a través de la confesión de
deuda.

Ambas gestiones preparatorias pueden llevarse a cabo, conjunta o separadamente.

La jurisprudencia ha declarado mayoritariamente que la gestión de reconocimiento de


firma puesta en instrumento privado es un acto enteramente personal y así, ha
señalado, a título ejemplar, que no procede citar al heredero del subscriptor de un
documento para que reconozca la firma de su causante, al curador de una herencia
yacente y al mandatario que no estuviere expresamente facultado para ello, etc.

Además, la jurisprudencia ha establecido que la gestión en estudio, tratándose de


incapaces, debe efectuarse con el representante legal de éstos y no con el incapaz so
pena de declarar nula la gestión.

La tramitación de esta gestión es bastante simple: se presenta un escrito ante el


tribunal competente solicitando que se cite a una persona a reconocer la firma puesta
en un instrumento privado, que se acompaña, y/o a confesar la deuda bajo los
apercibimientos legales contemplados en los Arts. 434 Nº 4 o 5 y 435 C.P.C.

Sin el apercibimiento legal, no puede tenerse por reconocida la firma o por confesada
la deuda en caso de rebeldía o respuestas evasivas del citado. El apercibimiento es
esencial para que se tenga en esos casos por preparada la vía ejecutiva.

El escrito de solicitud se provee por el tribunal fijando una audiencia para que el
deudor concurra a reconocer la firma o a confesar la deuda, bajo el apercibimiento
legal. Si se ha acompañado el documento firmado, el tribunal ordena que se ingrese a
la custodia del secretario.

El plazo que se contempla en la resolución es de carácter judicial, susceptible, por


tanto, de ser prorrogado, de acuerdo a lo establecido en el Art. 67 C.P.C.

La gestión preparatoria tiene por objeto único y exclusivo el reconocimiento de firma o


la confesión de la deuda, para los efectos de preparar la vía ejecutiva. En
consecuencia, en esa gestión el deudor no puede hacer objeciones de fondo ni oponer
excepciones., sino que debe limitarse a reconocer o desconocer la deuda o la firma.
No obstante lo señalado, el citado podría promover en la gestión preparatoria de la vía
ejecutiva incidentes dilatorios que no digan relación con el fondo de la cuestión
debatida y así, v. gr. , el citado podría interponer el incidente de incompetencia del
tribunal o alegar de que no es de aquellas personas que están obligadas a comparecer
ante el tribunal, conforme lo establece el Art. 389 C.P.C.

Todos esos incidentes deben promoverse con anterioridad a la verificación de la


audiencia fijada por el tribunal.

Frente a la solicitud, legalmente notificada, el citado puede asumir diversas actitudes,


a saber:

a) comparecer, reconociendo la firma o confesando la deuda;

b) comparecer, dando respuestas evasivas;

c) comparecer, negando la deuda o desconociendo la firma, y

d) no comparecer.
31

A continuación analizaremos cada una de esas actitudes que puede asumir el citado
en la gestión preparatoria.

a) El citado comparece y niega la firma o la deuda:

En este caso la gestión preparatoria termina de inmediato y el acreedor carecerá de


un título ejecutivo para iniciar la ejecución.

El gestor de la medida preparatoria no tendrá título y deberá seguir un juicio ordinario


para poder tenerlo. Asimismo, aunque no es el criterio de la jurisprudencia, se podría
aplicar el procedimiento sumario, basado en lo que preceptúa el Art. 680, inc. 1º C.P.C.

La persona que ha desconocido la firma y/o negado la deuda, siendo ambas


verdaderas, no comete delito alguno, puesto que la jurisprudencia ha señalado
reiteradamente que no existe delito de perjurio en causa propia.

b) El citado comparece y reconoce la firma o confiesa la deuda:

En este caso se tiene automáticamente por preparada la vía ejecutiva y el título en el


cual constará el reconocimiento de la firma o la confesión de la deuda será el acta que
se levante de esa diligencia efectuada ante el juez, más el instrumento privado en el
caso del reconocimiento de firma.

En esta situación no será necesario que el tribunal dicte resolución alguna para tener
por preparada la vía ejecutiva.

A la audiencia de reconocimiento de firma puesta en instrumento privado o confesión


de deuda lo normal será que el deudor comparezca en forma personal. Sin embargo,
jurisprudencia minoritaria ha aceptado que se constituya mandato judicial para la
realización de esta diligencia y, en algunas ocasiones, ha permitido incluso que el
deudor comparezca por escrito confesando la deuda o desconociéndola.

La confesión y el reconocimiento de firma prestados ante el juez debe constar en un


acta, la que debe ser autorizada por el secretario del tribunal. En consecuencia en esta
diligencia, salvo respecto de la notificación que debe ser personal, no tiene
participación alguna el receptor.

Además, hemos de tener presente que nuestra jurisprudencia, al considerar que esta
gestión preparatoria tiene un objetivo único, como es el reconocimiento o
desconocimiento de la firma o de la deuda, no permite que durante el curso de la
audiencia se promueva controversia alguna.

En todo caso, es menester tener presente que nuestra jurisprudencia ha declarado


que “la circunstancia de que en la gestión de preparación de la vía ejecutiva se haya
reconocido la firma por la ejecutada, no obsta a iniciar un juicio ejecutivo, pero no
hace revivir la deuda que ya se encontraba prescrita”

c) El citado comparece, pero da respuestas evasivas:

El citado da respuestas evasivas cuando no niega o reconoce derechamente la


autenticidad de la firma o la existencia de la deuda, sino que contesta con vaguedad,
eludiendo responder en forma categórica las preguntas que se le dirigen. Se encuentra
en este caso el deudor que señala "no recuerda haber firmado" el documento que se
le presenta, el deudor que no niega categóricamente la firma, el deudor que afirma
recordar que aparentemente la deuda está saldada, etc.

Cuando el citado manifiesta esta actitud dubitativa, el ejecutante debe presentar un


escrito solicitando al tribunal que tenga por reconocida la firma o por confesa la deuda
por haberse incurrido en el apercibimiento del Art. 435 C.P.C. : Y, si el citado. . . , sólo
da respuestas evasivas, se dará por reconocida la firma o por confesada la deuda".
(inciso 2º) .

La vía ejecutiva se va a encontrar preparada cuando la resolución del tribunal que


accede a la solicitud de dar por confeso o por reconocida la firma al citado que da
32

respuestas evasivas, se encuentre ejecutoriada. Esta resolución tiene la naturaleza


jurídica de una sentencia interlocutoria de segundo grado, ya que ha de servir de base
para la dictación posterior de una sentencia interlocutoria, como es el mandamiento
de ejecución y embargo.

La jurisprudencia ha resuelto que el determinar si una respuesta es evasiva constituye


una cuestión de hecho, cuya calificación queda entregada por completo a los jueces
de la instancia. De acuerdo con ello, al tribunal del proceso le corresponderá decidir si
las respuestas son o no evasivas y resolver si se debe tener o no por preparada la vía
ejecutiva.

d) El citado no comparece:

En caso de no comparecencia del deudor que se haya debido a caso fortuito o fuerza
mayor, se encuentra éste facultado para solicitar la nulidad de todo lo obrado dentro
del plazo de tres días contados desde que hubiera cesado el impedimento. (Art. 79
C.P.C. ) .

La jurisprudencia, tomando en consideración la gravedad que importa para el citado


su no comparecencia, ha atenuado la rigidez de los aspectos procedimentales de la
diligencia y, así, ha permitido que el deudor comparezca a reconocer la firma o a
confesar la deuda antes de la audiencia fijada y, además, ha permitido que
comparezca por escrito evacuando la diligencia.

Finalmente, la jurisprudencia ha señalado que el citado tiene derecho a comparecer


durante toda la audiencia del día señalado, siendo la hora un mero punto referencial.

Si el citado no se encuentra en ninguna de las situaciones antedichas, el ejecutante


debe presentar un escrito solicitando al tribunal que tenga preparada la vía ejecutiva
en virtud de la inasistencia del deudor y por haber operado el apercibimiento del Art.
435 C.P.C. La resolución que acoge la solicitud del ejecutante, también tiene el
carácter de sentencia interlocutoria de segunda clase.

Como se trata de una sentencia interlocutoria, produce cosa juzgada y, en virtud de


ello, la jurisprudencia ha sostenido que el deudor no puede, con posterioridad a la
diligencia, durante el curso del procedimiento, oponer excepción alguna que tenga por
objeto desconocer la autenticidad de la firma o la existencia de la deuda.

De acuerdo con ello, si el deudor comparece y reconoce la firma o confiesa la deuda,


se tendrá de inmediato por preparada la vía ejecutiva, sin necesidad que se pronuncie
resolución alguna. En tal sentido, se ha declarado que la gestión preparatoria de la vía
ejecutiva a que se refiere el artículo 435 del código de procedimiento civil termina al
reconocer el demandado su firma y/o confesar la deuda y no requiere que se dicte
resolución alguna, sin perjuicio del examen que del título debe hacer el tribunal al
presentarse la demanda ejecutiva. Sólo es necesaria resolución judicial cuando el
citado no comparece o sólo da respuestas evasivas, donde el juez debe tener por
reconocida la firma o por confesada la deuda.

Puede ocurrir, y es lo normal, que se cite a una persona a que reconozca su firma y
confiese la deuda. Si el citado reconoce la firma, pero niega la deuda se tendrá
por preparada la vía ejecutiva, de conformidad a lo que establece el Art. 436 C.P.C.
: "Reconocida la firma, quedará preparada la ejecución, aunque se niegue la deuda".

2º. GESTIÓN DE CONFRONTACIÓN DE TÍTULOS Y CUPONES:

Se utiliza para cobrar los títulos al portador o nominativos, emitidos por instituciones
legalmente autorizadas para ello.

La gestión preparatoria consiste en confrontar el título con el libro-talonario de donde


se ha sacado. Si se trata de un cupón debe confrontarse el cupón con el título y éste
con el libro talonario.
33

Dice el inc. 1º del Nº 6 del Art. 434 C.P.C. que es título ejecutivo "cualesquiera títulos
al portador, o nominativos, legítimamente emitidos, que representan obligaciones
vencidas, y los cupones también vencidos de dichos títulos, siempre que los cupones
confronten con los títulos, y éstos, en todo caso, con los libros talonarios".

El legislador ha establecido una norma de protección para el titular o poseedor de


estos títulos frente a la tacha de falsedad. Dice el Art. 434, Nº 6, inc. 2º C.P.C. , que "
resultando conforme la confrontación, no será obstáculo a que se despache la
ejecución la protesta de falsedad del título que en el acto haga el director o la persona
que tenga la representación del deudor, quien podrá alegar en forma la falsedad como
una de las excepciones del juicio". El deudor, como señala la última parte del inciso
transcrito, puede oponer, con posterioridad, la excepción de falsedad del título (Art.
464, Nº 6 CPC) .

En la actualidad, esta gestión preparatoria no tiene mayor aplicación, puesto que los
bonos que constituyen el principal documento que se emite por las sociedades
privadas para el endeudamiento deben emitirse cumpliendo con las normas de la Ley
de Mercado de Valores.

De acuerdo a lo establecido en el artículo 20 de esa Ley 18. 045, los bonos constituyen
títulos ejecutivos perfectos, no siendo necesario respecto de ellos efectuar esta
gestión preparatoria.

3º. GESTIÓN DE NOTIFICACIÓN JUDICIAL DE PROTESTO DE LETRAS DE


CAMBIO, PAGARÉS Y CHEQUES

La letra de cambio, y el pagaré son títulos ejecutivos perfectos cuando han sido
protestados personalmente y no se opone tacha de falsedad a la firma en el acto del
protesto por falta de pago por el notario. Sin embargo, existe una serie de situaciones
en las cuales es necesario iniciar una gestión preparatoria para cobrar esos títulos de
crédito, por no concurrir los requisitos de la primera parte del inc. 1º del Nº 4 del Art.
434 C.P.C.

Será necesario recurrir a esta gestión:

a. Cuando se quiera cobrar al aceptante de una letra de cambio o suscriptor de un


pagaré cuyo protesto no se haya efectuado en forma personal y su firma no haya sido
autorizada ante Notario.

b. Cuando se quiera cobrar un cheque donde la firma del girador no aparece


autorizada ante notario, sea al girador u a los otros obligados al pago.

c. Cuando se quiera cobrar a cualquiera de los obligados al pago de un documento que


no sea el aceptante de una letra de cambio o suscriptor de un pagaré, sea que el
protesto de esos documentos se haya realizado en forma personal o no, cuyas firmas
no se encuentren autorizadas ante Notario.

La gestión preparatoria de la vía ejecutiva en estos casos consiste en que el


ejecutante debe presentar un escrito al tribunal correspondiente, solicitando que se
notifique judicialmente el protesto a los obligados al pago de la letra de cambio, del
pagaré o cheque, bajo apercibimiento de tenerse por preparada la vía ejecutiva en
caso que ellos no opongan tacha de falsedad a su firma dentro del plazo de tercero
día.

Esta gestión preparatoria de notificación de protesto se contempla en el artículo 434


Nº4 al señalarnos que el reconocimiento no será necesario " respecto de cualquiera de
los obligados al pago de una letra de cambio, pagaré o cheque, cuando, puesto el
protesto en su conocimiento por notificación judicial, no alegue tampoco en ese mismo
acto o dentro de tercero día tacha de falsedad".

En el escrito en que se solicita la notificación del protesto se debe copiar el acta del
protesto o se debe acompañar fotocopia de dicha acta, la que se debe entender que
forma parte integrante del escrito para los efectos de su notificación. Si no efectúa la
34

transcripción del acta de protesto mencionada en el escrito o no se acompañan ellas


en la forma señalada, la notificación del protesto será nula.

El tribunal provee esa solicitud "como se pide", o "notifíquese bajo apercibimiento


legal". Este apercibimiento consiste en tener por preparada la vía ejecutiva si no es
tachada de falsa la firma dentro del término legal y fatal de tres días.

Frente a la notificación válidamente realizada al supuesto deudor, éste puede asumir


una de dos actitudes.

a) Puede no hacer nada durante el plazo legal.

En este caso, transcurrido el término de tres días, se presenta un segundo escrito al


tribunal solicitando que se certifique por el Secretario la efectividad de que el deudor
no ha opuesto tacha de falsedad.

Con el sólo mérito de ese certificado y sin necesidad de que se dicte resolución
alguna, se tendrá por preparada la vía ejecutiva.

b) Puede comparecer y tachar de falsa su firma dentro del plazo legal.

El legislador le ha señalado al deudor dos oportunidades para tachar su firma. La


primera es en el acto de la notificación, y la segunda es dentro del plazo de tres días
fatales, contados desde que se notifica.

Si se opone la tacha en el acto de la notificación, el receptor habrá de dejar constancia


de este hecho en el expediente, de acuerdo a lo preceptuado en el Art. 57 C.P.C. .

El deudor puede concurrir y tachar de falsa su firma. En este caso, deberá darse
traslado del escrito al "ejecutante", tramitándose el asunto como incidente.

Lo normal es que este tipo de incidentes sea menester la realización de un peritaje


caligráfico. A la persona que le corresponda acreditar la autenticidad de la firma es al
demandante o solicitante.

La resolución que se pronuncia fallando el incidente es apelable en el sólo efecto


devolutivo, cuando el que apela es el deudor.

En este incidente el tribunal puede resolver que la firma es falsa, en cuyo caso habrá
fracasado la gestión preparatoria. Si, en cambio, se acredita la autenticidad de la firma
durante la tramitación, deberá declarar el tribunal este hecho, pasando a constituir el
documento un título ejecutivo.

Además, si la firma tachada resulta ser auténtica, la Ley Nº 18. 092 consagró un tipo
penal nuevo para sancionar al deudor que retarda el inicio de la ejecución. De esta
manera, el legislador trató de dar mayor seriedad a la diligencia en estudio.

En efecto, señala el Art. 110 de la Ley Nº 18. 092 que "cualquiera persona que en el
acto de protesto o en la gestación preparatoria de la vía ejecutiva tachare de falsa su
firma puesta en una letra de cambio o pagaré y resultare en definitiva que la firma es
auténtica, será sancionado con las penas indicadas en el artículo 467 del Código
Penal, salvo que acredite justa causa de error o que el título en el cual se estampó la
firma es falso". La pena es la del delito de estafa.

Esta resolución que fallando el incidente durante la gestión preparatoria establece que
la firma es autentica produce cosa juzgada formal al establecer el Art. 112 de la Ley Nº
18. 092 que "no obstante lo prescrito en el artículo anterior, el demandado en un juicio
civil y el inculpado o procesado en el juicio criminal por el delito establecido en el
artículo 110, podrá oponer como defensa o excepción la falsedad del título o la de su
firma y justificarla en dichos procesos". La resolución del tribunal civil que declara
auténtica la firma no impide que el ejecutado pueda, durante el juicio ejecutivo, volver
a alegar la falsedad de la firma, siendo en este caso eso sí la carga de la prueba del
demandado, ahora ejecutado".
35

4º. GESTIÓN DE AVALUACIÓN

Es necesario efectuar una gestión preparatoria de avaluación cuando lo que se


demanda es la especie o cuerpo cierto debida que no se encuentra en poder del
deudor o cuando se demanda la cantidad de un género determinado. (Art. 438, Nºs 2 y
3 C.P.C. ) .

El ejecutante debe presentar un escrito ante el tribunal competente acompañando el


título y solicitando que se designe un perito para efectuar la avaluación y proceder a
la liquidación, teniendo por preparada la vía ejecutiva.

El tribunal designa de inmediato al perito, sin que intervenga la voluntad de las partes.
A este respecto es menester tener presente el carácter sumario de la gestión
preparatoria del juicio ejecutivo.

Designado el perito, procede éste a la avaluación con los datos que el propio título
ejecutivo le suministre. Dicha avaluación no tiene el carácter de definitiva, según se
desprende de lo preceptuado en el Art. 440 C.P.C. : "La avaluación que, en
conformidad al artículo 438, se haga para determinar el monto de la ejecución, se
entenderá sin perjuicio del derecho de las partes para pedir que se aumente o
disminuya". De consiguiente, pueden de la avaluación efectuada por el perito reclamar
tanto el ejecutante como el ejecutado.

El ejecutante puede reclamar objetando la avaluación del perito y apelando de la


resolución que acepta la avaluación. Si esta parte no reclama de la avaluación en esa
oportunidad, la avaluación contenida en dicho informe de perito quedará firme res-
pecto de él y no podrá, con posterioridad, alegar en contra de ella.

El ejecutado puede reclamar en la misma oportunidad señalada para el ejecutante, si


ha tomado conocimiento de las gestiones iniciadas por éste. Si reclama, se genera un
incidente.

Puede el ejecutado, además, reclamar con posterioridad, durante el curso del juicio
ejecutivo, oponiendo la excepción de "exceso de avalúo", contemplado en el Art. 464
Nº 8 del C.P.C.

Una vez ejecutoriada la resolución del tribunal que aprueba la avaluación pericial, el
ejecutante puede interponer la demanda ejecutiva y solicitar que se despache
mandamiento de ejecución y embargo.

Si el ejecutante interpone la demanda ejecutiva sin que se haya efectuado la gestión


preparatoria de avaluación, el ejecutado puede oponer la excepción del Art. 464 Nº 7
C.P.C.

5º. GESTIÓN DE NOTIFICACIÓN DEL TÍTULO EJECUTIVO A LOS HEREDEROS DEL


DEUDOR

Esta gestión fluye de distintos artículos contemplados en la legislación nacional:

1. El art. 1377 del C.C. señala que "los títulos ejecutivos contra el difunto lo serán
igualmente contra los herederos; pero los acreedores no podrán entablar o llevar
adelante la ejecución sino pasados ocho días después de la notificación judicial de sus
títulos". Esta disposición se establece porque los herederos pueden verse sorprendidos
por la notificación y por eso se les otorga el plazo adicional.

2. El Art. 5º del C.P.C. prescribe que "si durante el juicio fallece alguna de las partes
que obra por sí misma, quedará suspenso por este hecho el procedimiento, y se
pondrá su estado en noticia de los herederos para que comparezcan a hacer uso de su
derecho en un plazo igual al de emplazamiento para contestar demandas, que
conceden los artículos 258 y 259".

Analizando ambas disposiciones se concluye que puede llegar a existir una


superposición de ambas. El juego de las disposiciones nos lleva a las siguientes
posibilidades:
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1. El deudor fallece antes de iniciarse la ejecución:

Aún no existe juicio ejecutivo, por lo tanto, no es aplicable el Art. 5º C.P.C. sino única y
exclusivamente el Art. 1377 C.C. Por ello se deberá notificar el título ejecutivo a los
herederos del deudor y se debe esperar el transcurso del término de ocho días para
iniciar la ejecución.

2. El deudor fallece durante el curso del procedimiento.

En este caso es menester efectuar una previa distinción:

2. a) El deudor obraba personalmente en el procedimiento;

Aquí prima la disposición del Art. 5º C.P.C. sobre la del Art. 1377 C.C. En consecuencia,
es necesario notificar a los herederos de la persona que actuaba personalmente en el
juicio, quedando éste paralizado durante el término de emplazamiento del juicio
ordinario.

La verdad es que, por la profesionalización de la defensa que quiso incorporar la Ley


Nº 18. 120 sobre comparecencia en juicio, la defensa personal de una de las partes
actualmente es excepcionalísima.

2. b) El deudor actuaba en el procedimiento por medio de apoderado:

Esta situación no está contemplada dentro del Art. 5º C.P.C. y, por tanto, rige en
plenitud el Art. 1377 C.C. , o sea, se debe notificar a los herederos del deudor y no
puede llevarse adelante la ejecución sino después de transcurrido un plazo de ocho
días contados desde la notificación del título.

La notificación a que se refiere la ley es la personal, incluyendo la posibilidad de


emplear las notificaciones sustitutivas de la personal, esto es, la del Art. 44 del C.P.C. y
la notificación por avisos.

Siempre se debe notificar a los herederos, aun cuando exista albacea con tenencia de
bienes.

Si el deudor fallece después del plazo para oponer excepciones en el juicio ejecutivo,
los herederos no pueden oponer nuevas excepciones. El derecho para oponerlas ha
precluído indefectiblemente. El legislador sólo suspende el procedimiento y no lo deja
sin efecto.

6°. GESTIÓN PREPARATORIA PARA EL COBRO POR VÍA EJECUTIVA DE UNA


FACTURA. (NOTIFICACIÓN JUDICIAL PARA PONER EN CONOCIMIENTO DEL
OBLIGADO AL PAGO DE LA O LAS COPIAS DE LA FACTURAS, Y/O SUS GUÍAS
CON TODOS LOS REQUISITOS LEGALES Y DEL RECIBO DE LAS MERCADERÍAS O
DE LA CONFORMIDAD CON LA PRESTACIÓN DE LOS SERVICIOS.)

La Ley 19.983, publicada en el Diario Oficial de 15 de Diciembre de 2004, regulo la


transferencia de la factura y señalo los casos en los cuales una factura podía llegar a
tener mérito ejecutivo.

De acuerdo a lo previsto en el artículo 1° de la Ley 19.983, en toda operación de


compraventa, de prestación de servicios, o en aquellas en que la ley asimile tales
operaciones, en que el vendedor o prestador del servicio esté sujeto a la obligación de
emitir factura, deberá emitir una copia, sin valor tributario, de la factura original, para
los efectos de su transferencia a terceros o cobro ejecutivo, según lo dispuesto en la
ley.

III.- TRAMITACIÓN DEL JUICIO EJECUTIVO.

Hemos indicado que el juicio ejecutivo se desenvuelve a través de dos cuadernos o


ramos.
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Uno es el cuaderno ejecutivo, que contiene la gestión preparatoria, en su caso, la


demanda ejecutiva, las excepciones que el ejecutado opone, la contestación del
ejecutante, la prueba rendida y la sentencia.

El segundo cuaderno es el cuaderno de apremio, que se inicia con la interlocutoria


"mandamiento de ejecución y embargo", y contiene todos los actos necesarios para
embargar los bienes del deudor, la administración y posterior realización de los
mismos. Este cuaderno de apremio se tramita paralelamente con el ejecutivo más se
suspende su prosecución cuando se oponen excepciones, luego de haberse verificado
el embargo, y podrá reiniciarse para la liquidación de los bienes embargados luego de
dictada una sentencia condenatoria de remate en el cuaderno ejecutivo.

PÁRRAFO 1º
TRAMITACIÓN DEL CUADERNO EJECUTIVO

I. GENERALIDADES.

El juicio ejecutivo puede comenzar por la interposición de la correspondiente demanda


ejecutiva en caso de contarse con un título ejecutivo perfecto o por una gestión
preparatoria de la vía ejecutiva en caso de no contarse con un título ejecutivo o
contarse con un titulo ejecutivo imperfecto.

Si el juicio ejecutivo comienza por demanda, se rige, como tal, por las normas de la
competencia relativa, incluyendo la distribución de causas. En cambio, si el
procedimiento se inicia por gestión preparatoria de la vía ejecutiva, por expresa
disposición de la ley, la demanda no va a distribución de causas sino que se presenta
directamente ante el tribunal que conoció de la gestión preparatoria (Art. 178 C.O.T. )

La situación del ejecutado es diversa dentro del procedimiento, así:

1. Durante las gestiones preparatorias de la vía ejecutiva el futuro demandado sólo


puede intervenir cuando la ley así lo establece. Por ejemplo, en la confesión de deuda,
en el reconocimiento de firma puesta en instrumento privado, etc.

Según la opinión de la doctrina mayoritaria, todas las intervenciones del futuro


ejecutado son personalísimas no pudiendo realizarse por intermedio de mandatario.

2. Como consecuencia de esta intervención limitada, el ejecutado podría prorrogar la


competencia. Sin embargo, la ley establece expresamente que el demandado, al
intervenir en las gestiones preparatorias, no prórroga la competencia por su
comparecencia, pudiendo siempre oponer la excepción de incompetencia del tribunal.

Al efecto, el artículo 465, inc. 2º establece que " no obstará para que se deduzca la
excepción de incompetencia, el hecho de haber intervenido el demandado en las
gestiones del demandante para preparar la acción ejecutiva.

3. En virtud del Art. 441 C.P.C., "el tribunal examinará el título y despachará o
denegará la ejecución, sin audiencia ni notificación del demandado, aun cuando se
haya éste apersonado en el juicio.

Las gestiones que en tal caso haga el demandado no embarazarán en manera alguna
el procedimiento ejecutivo, y sólo podrán ser estimadas por el tribunal como datos
ilustrativos para apreciar la procedencia o improcedencia de la acción.

Si denegado el mandamiento de ejecución, se interpone apelación de este fallo y ha


lugar a ella, el tribunal elevará el proceso al superior, también sin notificación del
demandado".

En definitiva se prohíbe, como se puede desprender de lo expuesto, expresamente al


ejecutado realizar cualquiera gestión que perturbe la dictación del mandamiento de
ejecución y embargo: el demandado no debe ni siquiera ser oído.
38

La importancia de la prohibición de intervención del ejecutado radica en el hecho de


que no obstante ser el mandamiento de ejecución y embargo una sentencia
interlocutoria de segundo grado, el demandado no tiene derecho de apelar de ella,
siendo su única vía de defensa la oposición de las excepciones que establece el
Código. En este sentido se ha declarado que “ el legislador ha reglamentado
determinadamente la única forma de redacción de la resolución que despacha un
mandamiento de ejecución y embargo en el artículo 464 del Código de Procedimiento
Civil. En consecuencia, no procede a su respecto la impugnación ordinaria de la
apelación. ”

En cambio, según tendremos oportunidad de ver más adelante, la regla general es que
las sentencias interlocutorias son esencialmente apelables.

Sobre la materia se ha señalado que " la impugnación del mandamiento de ejecución


por el recurso de apelación es tema que ha motivado opiniones y fallos
contradictorios. Nuestra postura es negativa y postulamos que el mandamiento
solamente puede ser impugnado por la oposición del demandado, mediante las
excepciones que la ley ha previsto en el artículo 464.

II. LA DEMANDA EJECUTIVA.

La demanda ejecutiva debe cumplir con los siguientes requisitos:

1. Los comunes a todo escrito:

a) debe presentarse en papel competente;


b) por conducto del secretario del tribunal correspondiente y encabezada con una
suma que indique su contenido, y
c) acompañada, en papel simple, de tantas copias cuantas sean las partes a quienes
haya de ser notificada.

2. Los comunes a toda demanda:

a) la designación del tribunal ante quien se entable;


b) el nombre, domicilio y profesión u oficio del demandante y de las personas que lo
representen, y la naturaleza de la representación;
c) el nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado;
d) exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya, y
e) la enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión de las peticiones que se
sometan al fallo del tribunal.

“La petición concreta de la demanda consistirá en que el tribunal despache


mandamiento de ejecución y el tribunal accederá o no a ello con el mérito de la
demanda y el título, estándole vedado dictar resoluciones tendientes a la agregación
de antecedentes que no hayan sido aportados por el actor, como lo tiene resuelto
acertadamente la Corte Suprema en fallo de 7 de Septiembre de 1989. Si a la
expresada petición concreta abunda el actor con la solicitud de ordinaria ocurrencia "
de que se siga adelante la ejecución hasta hacer completo pago de capital, intereses y
costas", ciertamente robustece el acto, pero su omisión no constituye defecto que
haga inepto el libelo o que en su momento pueda esgrimirse como causal de casación
en la forma. Antigüa jurisprudencia de la Corte Suprema se adscribe a este
planteamiento que es también el de la doctrina procesal. "

3. Los que habilitan para demandar en juicio ejecutivo y que son:

a) existencia de un título ejecutivo;

b) obligación líquida, "el acreedor expresará en la demanda ejecutiva la especie o la


cantidad líquida por la cual pide el mandamiento de ejecución". (Art. 438, inc. 3º C.P.C.
);

c) obligación actualmente exigible, y

d) que la pretensión (acción) ejecutiva no se encuentre prescrita.


39

4. La demanda debe cumplir con las normas de la Ley Nº 18. 120 sobre
comparecencia en juicio, esto es, debe contar con el patrocinio de un abogado
habilitado para el ejercicio de la profesión, y designar a un mandatario judicial.

En cuanto al poder, se puede otorgar mandato judicial respecto de las letras de


cambio y pagarés mediante el simple endoso con la cláusula "valor en cobro" o "en
cobranza". Esta es una modificación introducida por la Ley Nº 18.092. Lo anterior es
procedente, salvo que el endosatario no sea abogado, en cuyo caso, comparece la
persona como mandatario, pero de todos modos habrá de conferir poder y contar con
el patrocinio de un abogado.

Cuando el juicio ejecutivo comience por una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, a
juicio del Sr. Mosquera, el mandato otorgado para tal gestión es suficiente para
proseguir la tramitación de la demanda, no siendo necesario volver a conferir poder.
Lo anterior se desprende claramente de la interpretación del Art. 7º C.P.C. , precepto
que emplea la expresión "para todo el juicio", siendo la gestión preparatoria una de las
vías a través de las cuales se inicia el juicio.

En todo caso, como medida de seguridad, es conveniente que en un otrosí de la


demanda ejecutiva se solicite al tribunal que tenga presente que el patrocinio con que
se goza y el poder conferido en la gestión preparatoria, se dan por reproduci dos en la
demanda.

III. EL MANDAMIENTO DE EJECUCION Y EMBARGO.

1º. Concepto.

Cuando la demanda cumpla con todos los requisitos antes indicados, lo normal es que
el tribunal dicte la resolución que ordena despachar el mandamiento de ejecución y
embargo, esto es, "Despáchase mandamiento de ejecución y embargo" o simplemente
"Despáchase".

La Corte Suprema ha señalado que "los requisitos para que un título goce de mérito
ejecutivo, deben existir al momento de proveerse la demanda ejecutiva".

Si la demanda se provee favorablemente para el ejecutante, la resolución que dicta el


tribunal lleva envuelta dos ideas: una, referente al cuaderno ejecutivo, y la otra,
relativa al cuaderno de apremio, el que, precisamente, se inicia con la resolución
indicada. Tal resolución es "despáchese".

La resolución "despáchese" es una verdadera autoorden que se da al tribunal para la


dictación de la otra resolución "mandamiento de ejecución y embargo", la que
constituye la primera actuación del cuaderno de apremio y con la cual se efectuará el
requerimiento de pago al deudor.

Puede ocurrir que el tribunal no de curso a la demanda por no cumplir con los
requisitos exigidos por la ley. Si el vicio se refiere a la prescripción de la acción
ejecutiva, el tribunal, de oficio, no dará curso a la ejecución (Art. 442 C.P.C. ) .

El tribunal también puede no dar curso a la demanda ejecutiva, al igual que respecto
de la demanda del juicio ordinario, si no se cumplen los requisitos signados con las
letras a, b y c de las normas comunes a toda demanda (Art. 256 C.P.C. ) .

Asimismo, el tribunal puede no dar curso a la demanda cuando no se constituye el


patrocinio y mandato correctamente, aplicando la sanción correspondiente.

Finalmente, se ha sostenido por la doctrina que " para la dictación del mandamiento
de ejecución y embargo el tribunal debe previamente hacer un atento examen de los
presupuestos procesales, la legitimación activa, la aptitud del libelo y si la obligación
que el título ejecutivo representa es actualmente exigible, líquida y no prescrita
ejecutivamente. El vocablo " examen" que emplea el texto (art. 441) así lo indica
porque acorde con el léxico él denota la idea de " indagación y estudio que se hace
acerca de las cualidades y circunstancias de una cosa o hecho" que por lo mismo
40

impone al juez una actitud vigilante y responsable. Lo confirman la sentencia de la


Corte Suprema de 29 de Enero de 1987 (Fallos del Mes N 338 p. 967) y el fallo de la
Corte de Apelaciones de Valparaíso de 24 de noviembre de 1988 (Gaceta Jurídica. N
101 p. 47) .

2º. Características.

La resolución "mandamiento de ejecución y embargo" presenta las siguientes


características:

1. Se trata de una resolución judicial y, por tanto, debe cumplir con todos los
requisitos comunes a toda resolución (Art. 169 C.P.C. ) .

2. Esta resolución judicial de mandamiento de ejecución y embargo tiene su origen en


la providencia "Despáchase" que recae en la demanda ejecutiva, siendo ésta una
verdadera "auto-orden del tribunal" para despachar el mandamiento de ejecución y
embargo. Es el tribunal quien a través del despachase se ordena a sí mismo dictar la
resolución de mandamiento de ejecución y embargo.

3. Tiene la naturaleza jurídica de sentencia interlocutoria de segundo grado, porque


sirve de base a la dictación de una sentencia definitiva. Incluso, cuando no se
oponen excepciones en el cuaderno ejecutivo, se omite la sentencia definiti-
va y el mandamiento de ejecución y embargo se convierte procesalmente, en
la sentencia final del juicio. Al efecto, establece el artículo 472 que " si no oponen
excepciones, se omitirá la sentencia y bastará el mandamiento de ejecución para que
el acreedor pueda perseguir la realización de los bienes embargados y el pago, de
conformidad a las disposiciones del procedimiento de apremio. "

Nuestra jurisprudencia ha señalado que "si no se oponen excepciones en el juicio


ejecutivo y, por consiguiente, se omite dictar sentencia, el mandamiento de ejecución
pasa a tener el mérito de una sentencia de término toda vez que la falta de oposición
extingue en forma irrevocable los derechos que pudiera ejercer el ejecutado. ". Como
se puede apreciar, la importancia del mandamiento transciende al de un mero trámite.

3º. Menciones del mandamiento de ejecución y embargo.

El mandamiento de ejecución y embargo, pese a ser una sentencia interlocutoria,


debe cumplir con una serie de requisitos y puede contener otros tantos.

El mandamiento de ejecución y embargo debe contener algunas menciones de


carácter esencial.

Las menciones esenciales se señalan en el Art. 443 C.P.C. , al disponer que el


mandamiento de ejecución y embargo debe contener:

1º La orden de requerir de pago al deudor por el capital, intereses y costas (Art. 443,
Nº 1 C.P.C. ) ;

2º La orden de embargar bienes suficientes del deudor en cantidad suficiente para


cubrir la deuda con sus intereses y costas, si éste no paga en el acto del requerimiento
(Art. 443, Nº 2 C.P.C. ) , y

3º La designación de un depositario provisional.

Este depositario es fundamental en la tramitación del juicio ejecutivo, toda vez que el
embargo se entiende perfeccionado por la entrega real o simbólica de los bienes
embargados que el ministro de fe hace al depositario. (. Art. 443, Nº 3) .

El ejecutante podrá pedir que no se designe depositario, pero esta petición sólo tiene
efecto hasta el momento del embargo, ya que por definición, no hay embargo sin
depositario. De acuerdo con ello, es posible omitir la designación de depositario,
atendido a que ello se puede verificar con posterioridad en el proceso. Es por ello, que
se ha declarado que la falta de designación de depositario provisional no produce la
41

nulidad del embargo por no constituir un elemento esencial del mismo, pudiendo
incluso no hacerse tal designación.

La ley también permite que se designe depositario al deudor, resguardando al


ejecutante con el establecimiento de un tipo penal especial.

Además, el mandamiento de ejecución y embargo puede contener algunas


menciones de la naturaleza.

Las menciones de la naturaleza se señalan en el Art. 443 C.P.C., al disponer que el


mandamiento de ejecución y embargo puede contener:

1º La designación de los bienes sobre los cuales puede recaer el embargo y que hace
el propio ejecutante en su demanda.

Este señalamiento de los bienes se transforma en un señalamiento que el


mandamiento debe contener cuando se persigue la ejecución sobre un cuerpo cierto
que está en poder del deudor, y

2º La solicitud de auxilio de la fuerza pública.

Esta sólo puede intervenir cuando la parte ejecutante lo pide, no pudiendo el tribunal,
de oficio, ordenar tal intervención. Así se ha fallado.

IV. EL REQUERIMIENTO DE PAGO.

1º. Forma de notificación.

En el juicio ejecutivo, la relación jurídica procesal se perfecciona por el requerimiento


de pago, para lo cual debe entregarse al notificado copia de la demanda ejecutiva, la
providencia que sobre ella recae y del mandamiento de ejecución y embargo.

La notificación de la demanda y de esas resoluciones es una


"notificación-requerimiento", por cuanto, a través de ella lo que se persigue es
pedir o exigir que el deudor pague la deuda y, en el evento de que éste no lo haga en
el acto del requerimiento, se proseguirá en su contra la tramitación del juicio ejecutivo
mediante el embargo de los bienes en cantidad suficiente para cubrir la deuda,
intereses y costas.

Para determinar adecuadamente la forma en que se realiza el requerimiento de pago


es menester efectuar una distinción:

1. La demanda ejecutiva constituye el primer escrito que se ha presentado en el juicio.


En tal situación, como toda primera notificación, la que recaiga sobre ese escrito y
sobre la resolución habrá de efectuarse personalmente. Empero, en esta materia, es
menester efectuar una importante distinción:

a) Si el deudor es habido, el requerimiento de pago debe hacérsele


"personalmente". (Art. 443, Nº 1, inc. 1º primera parte) .

La expresión "personalmente" que emplea el precepto, según algunos, quiere


significar que ha de notificarse al demandado en persona y no a su mandatario.
Empero, la cátedra considera que esa expresión significa que la notificación debe ser
la personal que contempla el Art. 40 CPC)

Al respecto, la jurisprudencia de los tribunales ha sido vacilante. En efecto, mientras


algunas sentencias expresan que "el requerimiento de pago puede hacerse al
mandatario del ejecutado, sin que la palabra "personalmente", empleada en el Nº 1 de
la disposición, signifique la necesidad de que el deudor mismo sea requerido", otras,
en cambio, establecen categóricamente que "el requerimiento de pago debe hacerse
personalmente al deudor".

En esta materia debemos recordar que el artículo 41 dispone en su inciso primero que
" en los juicios ejecutivos, no podrá efectuarse el requerimiento de pago en público y,
42

de haberse notificado la demanda en un lugar o recinto de libre acceso público, se


estará a lo establecido en el Nº1 del artículo 443. "

De acuerdo con ello, en el juicio ejecutivo sólo puede efectuarse la notificación de la


demanda ejecutiva en un lugar o recinto de libre acceso público, pero no es posible
practicar al deudor en ese lugar el requerimiento de pago, debiendo en tal caso el
receptor procederle a entregar una citación para el día, hora y lugar que fije el
ministro de fe para practicar el requerimiento. No concurriendo a esta citación el
deudor, se hará inmediatamente y sin más trámite el embargo"

b) Si el deudor no es habido, el requerimiento de pago se verifica a través de una


notificación especial, que se denomina "cédula de espera", que es una citación a la
oficina del receptor, en cuyo caso el requerimiento se efectúa en la oficina de dicho
auxiliar de la "administración de justicia".

Señala el Art. 443, Nº 1, inc. 1º, segunda parte del C.P.C. que, en el requerimiento de
pago, si el deudor "no es habido, se procederá en conformidad al artículo 44,
expresándose en la copia a que dicho artículo se refiere, a más del mandamiento, la
designación del día, hora y lugar que fije el ministro de fe para practicar el
requerimiento. No concurriendo a esta citación el deudor, se hará inmediatamente y
sin más trámite el embargo".

Como se trata de la notificación sustitutiva del Art. 44 del C.P.C., será necesario
solicitar al tribunal que esa forma de notificación sea practicada, previa certificación
del receptor de los requisitos que la hacen procedente y que se contemplan en ese
precepto.

El lugar donde se efectúa el requerimiento de pago tiene singular importancia, dado


que, según sea el lugar donde se efectúe, va a ser el plazo mayor o menor que tenga
el deudor para oponer excepciones. En este caso de notificación mediante cédula de
espera como en el caso de que se verifique la notificación de la demanda ejecutiva en
un lugar o recinto de libre acceso público, el requerimiento de pago se entiende
practicado en la oficina del receptor" y en el día señalado por este para efectuar el
requerimiento, sea que se haga personalmente o en rebeldía del ejecutado.

En relación con esta materia es importante tener presente que se ha declarado que la
notificación ficta del inciso segundo del artículo 55 del Código de Procedimiento civil
no recibe aplicación respecto del requerimiento de pago. Al efecto, se ha resuelto que
“ declarada la nulidad de la notificación de la demanda ejecutiva y del requerimiento,
el artículo 55 inciso 2º sólo se aplica a la primera y no al requerimiento, puesto que
éste no constituye propiamente una resolución sino que una diligencia que debe ser
efectuada por un ministro de fe y que debe cumplir con las formalidades que
establece la ley. ” y que “ declarada la nulidad de lo obrado en un juicio ejecutivo, por
no haberse emplazado válidamente a una de las demandadas, su notificación por el
sólo ministerio de la ley en virtud de lo dispuesto en el inciso 2º del artículo 55 del
Código de Procedimiento Civil, no ha podido producir el efecto de tenerla requerida de
pago. ”

2. La demanda ejecutiva no constituye el primer escrito del juicio, sino que


éste se ha iniciado por gestión preparatoria de la vía ejecutiva.

En este caso ya no procede utilizar la notificación personal ni la cédula de espera, ya


que no se trata de la primera notificación.

La notificación de la demanda ejecutiva y del requerimiento de pago se va a efectuar


por cédula si el deudor ha designado domicilio durante el trámite de la
gestión preparatoria de la vía ejecutiva. Así lo señala expresamente el Art. 443,
Nº 1, inc. 2º del C.P.C. : "Cuando el deudor haya sido notificado personalmente o con
arreglo al artículo 44 para otra gestión anterior al requerimiento, se procederá a éste y
a los demás trámites del juicio, en conformidad a lo establecido en los artículos 48 a
53. La designación del domicilio, exigida por el artículo 49, deberá hacerse en tal caso
por el deudor dentro de los dos días subsiguientes a la notificación, o en su primera
gestión si alguna hace antes de vencido este plazo".
43

Si el deudor no fija domicilio, según sabemos, todas las resoluciones se le


notificarán por el estado diario (Art. 53 C.P.C. ) .

2º. Actitudes del ejecutado frente al requerimiento.

Frente al requerimiento de pago, válidamente efectuado, el deudor puede optar por


adoptar una de las siguientes actitudes:

1. Pagar en el acto en que se le practica el requerimiento de pago.

En este caso, el juicio ejecutivo va a terminar por haberse solucionado el total del
capital, los intereses y las costas.

Es menester tener presente que el deudor puede pagar antes de que se le practique el
requerimiento o, en el caso de la cédula de espera, antes de concurrir al oficio del
ministro de fe. En ambos casos, el juicio ejecutivo llegará a su término cuando el
ejecutado pague el capital, los intereses del crédito y las costas en que el ejecutante
haya incurrido.

2. No pagar frente al requerimiento.

En esta situación, la actitud del ejecutado dará lugar a que se proceda a practicar el
embargo de sus bienes en cantidad suficiente para cubrir el capital, intereses y costas;
y a partir del requerimiento de pago, se contará el plazo para que el ejecutado ejerza
efectivamente su posibilidad de defensa dentro del juicio ejecutivo.

La única posibilidad de defensa del demandado se reduce a la oposición de las


excepciones que taxativamente señala la ley en el artículo 464 del C.P.C. y que
oportunamente estudiaremos. Si, en cambio, el demandado no se defiende,
transcurridos los plazos legales, se omite la sentencia ejecutiva y el mandamiento de
ejecución y embargo hará sus veces para todos los efectos legales.

V. EL EMBARGO. -

Señala el Nº 2 del Art. 443 del C.P.C. que el mandamiento de ejecución debe contener
la orden de "embargar bienes del deudor en cantidad suficiente para cubrir la deuda
con sus intereses y las costas, si no paga en el acto" del requerimiento.

La vinculación entre el cuaderno de apremio y el requerimiento de pago es notoria. En


efecto, el embargo ordenado en el mandamiento se hace efectivo cuando el deudor no
pague el capital, intereses y costas al efectuarse el requerimiento.

En el cuaderno de apremio se va a llegar siempre y necesariamente al embargo, si el


deudor no paga, cualquiera que sea la actitud que asuma dentro del cuaderno
ejecutivo.

En efecto, si el demandado opone excepciones, el cuaderno de apremio se va a


suspender a partir del embargo, hasta que se dicte sentencia condenatoria en el
cuaderno ejecutivo. En cambio, si el ejecutado no se defiende, sigue adelante la
tramitación del cuaderno de apremio, porque el mandamiento de ejecución y embargo
hará las veces de sentencia definitiva.

La oposición de excepciones por parte del ejecutado no impide que se practique el


embargo.

Dado que el embargo es la primera actuación del cuaderno de apremio, cuando


tratemos éste volveremos sobre aquél.

VI. LA DESIGNACIÓN DE UN DEPOSITARIO.

El último de los requisitos, mejor dicho, la última de las menciones que debe contener
el mandamiento de ejecución y embargo dice relación con la designación de un
depositario provisional. En efecto, señala el Art. 443, Nº 3 que el mandamiento de
ejecución contendrá "la designación de un depositario provisional que deberá recaer
44

en la persona que, bajo su responsabilidad, designe el acreedor o en persona de


reconocida honorabilidad y solvencia. El acreedor podrá designar como depositario al
mismo deudor o pedir que no se designe depositario.
No podrá recaer esta designación en empleados o dependientes a cualquier título de]
tribunal ni en persona que desempeñe el cargo en tres o más juicios seguidos ante el
mismo juzgado".

La designación de depositario provisional es una facultad que, en principio, compete


exclusivamente al acreedor. Sólo a él compete la designación del depositario,
designación que puede recaer en la persona del propio deudor o en la de un terce ro
extraño. El legislador, como tendremos oportunidad de ver más adelante, ha
resguardado los derechos del acreedor con el establecimiento de un tipo penal
especial.

A falta de la designación por el acreedor nace la facultad del tribunal de designar


como depositario a "una persona de reconocida honorabilidad y solvencia", con las
limitaciones señaladas en el inciso 2º del Nº 3 del artículo 443. Esa designación
también puede recaer en la persona del deudor.

De los términos del Artículo 443 se ha establecido que "la designación de un


depositario provisional no constituye una mención esencial del mandamiento de
ejecución y embargo".

La importancia del depositario está vinculada a la perfección del embargo; por lo cual
lo trataremos al referirnos a éste más adelante.

VII. LA DEFENSA DEL EJECUTADO.

Hemos indicado que una de las actitudes que puede asumir el ejecutado frente al
requerimiento de pago es la de defenderse de la ejecución. Esta defensa tiene un
carácter restrictivo, toda vez que su fundamento es un título ejecutivo, documento al
que el legislador ha dotado de una presunción, simplemente legal, de veracidad, de
autenticidad.

Lo anterior se manifiesta en el hecho de que el deudor sólo puede oponer alguna de


las excepciones que taxativamente se contemplan en el Art. 464 del C.P.C. , y en la
circunstancia de que dicha defensa es eminentemente formalista, ya que debe
efectuarse dentro de un término fatal y en un escrito que debe cumplir una serie de
requisitos para que las excepciones sean admisibles.

Al respecto se ha señalado que " el único modo prescrito por la ley para que el
ejecutado impugne el mandamiento es la oposición que éste puede formular. Esta
oposición se dirige propiamente al mandamiento, pero como éste se funda en el título
ejecutivo indirectamente ataca también al título.

“La oposición genera una fase de conocimiento inserta en el procedimiento y por ello
adquiere el carácter de juicio y no de pura ejecución. Como se funda en excepciones
taxativamente establecidas en el art. 464 del Código y se previenen varias
limitaciones en el debate, esa fase de conocimiento es sumaria, superficial y en
cuanto superficial y provisional, debido a que se abre la posibilidad, según se verá, de
la apertura de una fase de conocimiento plenario posterior al fallo firme o
ejecutoriado.

“No es sustentable que la oposición sea contestación de la demanda, criterio que


constituye una pervivencia del régimen propio del juicio ordinario de conocimiento. La
demanda ejecutiva no se contesta, puesto que se falla con el mandamiento sin
audiencia del ejecutado, " inaudita pars", ruptura del principio de audiencia que se
explica por el necesario aparejamiento del título ejecutivo.

VIII. OPORTUNIDAD PROCESAL PARA OPONER LAS EXCEPCIONES.

La ley señala que el plazo para oponer las excepciones comienza a correr
desde el día en que se efectúa el requerimiento de pago. La duración de dicho
45

término va a depender del lugar en que el deudor ha sido requerido de pago. (Art.
462, inc. 1º C.P.C. ) .

El término dentro del cual el ejecutado debe oponer las excepciones es fatal (Art. 463
C.P.C. ) e individual , y para su cómputo es menester efectuar la siguiente distinción:

1º. EL REQUERIMIENTO SE PRACTICA DENTRO DEL TERRITORIO DE LA


REPÚBLICA:

Aquí es menester efectuar una nueva división, según el lugar donde se efectuó el
requerimiento:

1. Si se efectúa en la comuna que sirve de asiento del tribunal que conoce


del juicio ejecutivo, el deudor "tendrá el término de cuatro días útiles para oponerse
a la ejecución" (Art. 459, inc. 1º C.P.C. ) .

2. Si se efectúa dentro del territorio jurisdiccional en que se promueve el


juicio, pero fuera de la comuna asiento del tribunal, el deudor tiene el término
de ocho días. Así lo expresa el Art. 459, inc. 2º C.P.C. "Este término se ampliará con
cuatro días, si el requerimiento se hace dentro del territorio jurisdiccional en que se ha
promovido el juicio, pero fuera de la comuna del asiento del tribunal".

La expresión "asiento del tribunal" debe entenderse como la comuna donde funciona
el tribunal.

3. Si se efectúa fuera del territorio jurisdiccional del tribunal ante quien se


ha promovido el juicio, el legislador concede una alternativa al ejecutado, dado que
el requerimiento se efectuará vía exhorto.

El deudor puede oponer las excepciones:

3. a. Ante el tribunal exhortado, en cuyo caso "los plazos serán los mismos que
establece el artículo anterior". (Art. 460, inc. 1º, segunda parte) , o sea, será de cuatro
o de ocho días, según si el requerimiento se haya verificado dentro o fuera de la
comuna que sirve de asiento al tribunal exhortado.

Ninguna calificación de las excepciones opuestas puede hacer e] tribunal exhortado,


cuando el ejecutado ejerza su derecho a defensa ante éste. Así lo señala
categóricamente el inc. 2º del Art. 460 C.P.C. : "El tribuna] exhortado se limitará a
remitir la solicitud de oposición al exhortante para que éste provee sobre ella lo que
sea de derecho".

3. b. El deudor puede oponer las excepciones ante el tribunal exhortante, situación


en la cual "deberá formular su oposición en el plazo fatal de ocho días, más el
aumento del término de emplazamiento en conformidad a la tabla que trata el artículo
259" (Art. 460, inc. 1º, parte final) .

2º. EL REQUERIMIENTO SE PRACTICA FUERA DEL TERRITORIO DE LA


REPÚBLICA:

A esta situación se refiere el Art. 461 C.P.C. , en los siguientes términos: "Si se verifica
el requerimiento fuera del territorio de la República", el término para deducir oposición
será el que corresponda según la tabla a que se refiere el artículo 259, como aumento
extraordinario del plazo para contestar una demanda".

La jurisprudencia ha señalado que "el término para deducir la oposición en el


juicio ejecutivo es un plazo individual. Por lo tanto, dicho término se cuenta para
cada demandado desde el día que se le requiere de pago, sin que obste a ello la
circunstancia de emanar la acción directa e inmediatamente de un mismo hecho y de
haber opuesto todos ellos idénticas excepciones o defensas". Esta es una diferencia
importante respecto al juicio ordinario, puesto que en éste, el término para contestar
la demanda, es común para todos los demandados.
46

Finalmente, respecto de esta materia, hemos de señalar que el legislador ha impuesto


una obligación al ministro de fe que practique el requerimiento de pago dentro del
territorio de la República. En efecto, "si el requerimiento se verifica dentro de la
República, el ministro de fe hará saber al deudor, en el mismo acto, el término que la
ley concede para deducir la oposición, y dejará testimonio de este aviso en la
diligencia. La omisión del ministro de fe le hará responsable de los perjuicios que
puedan resultar, pero no invalidará el requerimiento" (Art. 462, inc. 2º C.P.C. ) .

"Los términos que se expresan en los cuatro artículos anteriores son fatales" (Art. 463
C.P.C. ) .

IX. REQUISITOS FORMALES DE LA OPOSICIÓN DE EXCEPCIONES.

El escrito en que el ejecutado, hace valer las excepciones debe cumplir con tres
requisitos básicos, a saber:

1. El ejecutado debe oponer todas las excepciones en el mismo escrito, sean


ellas dilatorias o perentorias.

Respecto de las excepciones que se opongan en escritos posteriores procede la


sanción procesal de la preclusión, manifestada a través de la inadmisibilidad. Ello es
consecuencia de haberse ya ejercitado validamente la facultad procesal en el tiempo y
en la forma establecida por la ley.

2. El escrito de oposición sólo va a poder contener aquellas excepciones que


contempla el Art. 464 C.P.C., existiendo, claramente, una limitación en cuanto a los
medios de defensa del ejecutado.

Cuando el título ejecutivo es la sentencia, el ejecutado sólo podrá oponer las


excepciones que no haya podido hacer valer en el procedimiento anterior, o sea, el
que dio origen a la sentencia. Así lo establece el Art. 237, inc. final del C.P.C. . En los
juicios a que dé lugar la ejecución de las resoluciones a que se refiere este artículo
(sentencias que ordenen prestaciones de dar) , no se admitirá ninguna excepción que
haya podido oponerse en el juicio anterior".

3. En el escrito deben expresarse "con claridad y precisión los hechos que


sirven de fundamento a las excepciones y los medios de prueba de que el
deudor intente valerse para acreditarlas". (Art. 465, inc. 1º C.P.C. ) .

Si el ejecutado no expone con claridad y precisión los hechos en que fundamente sus
excepciones, deberán éstas ser declaradas inadmisibles. En ese sentido se ha
declarado que la excepción es el medio que dispone el demandado para defenderse
de una acción que se ha interpuesto en su contra. Ese medio debe estar
individualizado con precisión, de manera que la contraparte tenga la información
suficiente para establecer si la excepción se ajusta a la verdad y el juez pueda en
definitiva decidir si la acoge o la rechaza. De acuerdo a lo establecido en el artículo
465 del CPC, no basta que el ejecutado se limite a enunciar las excepciones que
opone, sino que debe precisar además, los hechos que le sirven de fundamento
inmediato. Respecto del señalamiento de los medios de prueba, la jurisprudencia ha
indicado que "cumple con lo dispuesto en el artículo 465 del Código de Procedimiento
Civil, el escrito de excepciones en que se dice que se usará de todos los medios de
prueba que acuerda la ley, salvo la testimonial; no es menester determinar uno a uno
dichos medios, que ese mismo cuerpo de leyes señala expresamente en su artículo
341. Esta interpretación se ajusta a la letra y al espíritu del referido Código, el que,
fuera de algunos casos muy especiales, no exige el uso de fórmulas o términos
sacramentales".

Cuando no se oponen excepciones en el cuaderno ejecutivo, se omite la


sentencia definitiva y el mandamiento de ejecución y embargo se convierte
procesalmente, en la sentencia final del juicio. Al efecto, establece el artículo
472 que " si no oponen excepciones, se omitirá la sentencia y bastará el mandamiento
de ejecución para que el acreedor pueda perseguir la realización de los bienes
embargados y el pago, de conformidad a las disposiciones del procedimiento de
apremio. "
47

Nuestra jurisprudencia ha señalado que "si no se oponen excepciones en el juicio


ejecutivo y, por consiguiente, se omite dictar sentencia, el mandamiento de ejecución
pasa a tener el mérito de una sentencia de término toda vez que la falta de oposición
extingue en forma irrevocable los derechos que pudiera ejercer el ejecutado. ". De
acuerdo al artículo 472 del CPC, si el ejecutado no se opone a la ejecución en el plazo
fatal que tiene para hacerlo, se extinguen irrevocablemente sus derechos, bastando el
mandamiento de ejecución para que el acreedor prosiga el apremio y realización de
los bienes embargados hasta el cumplimiento total de la obligación, pasando el
mandamiento de ejecución a tener el carácter de sentencia definitiva, el cual si no ha
habido oposición del deudor en el cuaderno ejecutivo, tiene autoridad de cosa
juzgada. En cuanto al alcance de la cosa juzgada que emana del mandamiento de
ejecución y embargo si no se oponen excepciones, se ha declarado que el artículo 472
del CPC permite atribuir al mandamiento de ejecución y embargo el carácter de
sentencia, pero sólo para los efectos de la realización de los bienes embargados y el
plazo de la deuda respectiva, sin que resulte procedente extender aquel efecto a
situaciones como lo es, que existió incumplimiento de una de las partes, pues en tal
caso se requiere de la existencia de una sentencia propiamente tal. Si se hubieren
opuesto excepciones, el mandamiento de ejecución que se despacha en el juicio
ejecutivo se dispone tan sólo como aceptación a tramitación de la respectiva demanda
ejecutiva, para requerir de pago al deudor y de embargarle bienes en caso de no
hacerlo, de manera tal que él no importa fallo de la litis, la cual debe terminar con una
sentencia en que se resuelve si debe o no llevarse adelante la ejecución

X. DIFERENCIAS ENTRE LAS EXCEPCIONES DEL JUICIO ORDINARIO Y LAS


EXCEPCIONES DEL JUICIO EJECUTIVO.

1. Las excepciones que se pueden hacer valer en el juicio ejecutivo se


encuentran enumeradas taxativamente por la ley.

En cambio, en el juicio ordinario de mayor cuantía, existe una enumeración taxativa


pero genérica respecto de las excepciones dilatorias; y no se formula enumeración
alguna respecto de las excepciones que pueden hacerse valer como perentorias,
pudiendo oponerse con el carácter de tales todas aquellas que el demando estime
conveniente y capaces de enervar la pretensión hecha valer en su contra.

2. El plazo para oponer las excepciones en el juicio ejecutivo es fatal (Art.


463 C.P.C. ) .

El plazo es también fatal para interponer las excepciones dilatorias y perentorias en el


juicio ordinario, pero no existe un plazo de esa naturaleza respecto de las excepciones
anómalas establecidas en el artículo 310 C.P.C. , las que pueden interponerse en
cualquier estado del juicio.

3. En el juicio ejecutivo, todas las excepciones, sean dilatorias o perentorias,


deben oponerse en un mismo escrito.

En el juicio ordinario, en cambio, sólo excepciones dilatorias deben oponerse en un


mismo escrito dentro del término de emplazamiento y antes de contestar la demanda.
Las excepciones perentorias se hacer valer en el escrito separado de contestación de
la demanda y una vez que se hayan fallado las excepciones dilatorias.

4. En el escrito de oposición de excepciones en el juicio ejecutivo deben


señalarse los medios de prueba de los cuales el ejecutado piensa valerse
para acreditar los hechos que se fundamentan dichas excepciones.

En el juicio ordinario, el demandado no tiene la obligación de señalar los medios de


prueba de que intentará valerse para acreditar los hechos en que funda las
excepciones hechas valer.

El demandado debe en el juicio ordinario ofrecer la prueba dentro del término


probatorio que es fatal para estos efectos, y rendirla en la oportunidad prevista por la
ley.
48

XI. EXCEPCIONES DEL JUICIO EJECUTIVO.

El Art. 464 del C.P.C. contempla una lista de excepciones que el ejecutado puede
oponer, enunciación que tiene el carácter de taxativa. Más, esa enumeración tiene el
carácter de taxativa genérica, toda vez que respecto de una de las excepciones,
existe una multitud de situaciones que la hacen procedente, según veremos
oportunamente.

La jurisprudencia ha señalado que "la enumeración taxativa de las distintas


excepciones que pueden oponerse en un juicio ejecutivo, consignada en el artículo
464 del Código Procedimiento Civil, es meramente genérica o fundamental y no
singulariza ni determina los casos especiales que pueden hallarse comprendidos en
cada uno de los diversos números que la componen.

Para suplir esta indeterminación de la ley, el artículo 465 del mismo Código exige al
ejecutado que, al formalizar las excepciones, exprese con claridad y precisión no sólo
los hechos o circunstancias particulares que les sirven de fundamento, sino también
los medios de prueba de que intente valerse para acreditarlas. Y cuando esos hechos
o circunstancias son de distinta índole y se fundan en antecedentes jurídicos
diferentes, cada uno de ellos constituye en derecho una excepción diversa, aun
cuando se encuentren comprendidos en el mismo número de la clasificación genérica
del citado artículo 464".

En este sentido, se ha declarado que “ el tribunal debe examinar cuidadosamente el


título al momento de proveer la demanda y si ordena despachar mandamiento de
ejecución y embargo, la competencia del juez queda restringida al análisis de las
excepciones que según el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil pueda
deducir el ejecutado.

En cumplimiento de lo anterior el tribunal debe limitarse exclusivamente a los hechos


concretos que el ejecutado invoque como fundamento de sus excepciones como se
desprende del artículo 435 del mismo Código, que obliga al deudor a expresar con
claridad y precisión los hechos en que funda sus defensas. ”

La doctrina ha clasificado las excepciones del Art. 464 C.P.C. en dilatorias y


perentorias, clasificación que en este caso no tienen ninguna trascendencia para
determinar la oportunidad para hacerlas valer, ya que respecto de todas ellas y sin
importar su naturaleza, se contempla una sola oportunidad.. No correspondiendo
innovar sobre esta materia, comenzaremos con el estudio de las excepciones
dilatorias.

1º- EXCEPCIONES DILATORIAS.

Señala el Art. 464 C.P.C. que "la oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se
funde en alguna de las excepciones siguientes:

1º.- La incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la


demanda;"

Este numeral debe ser concordado con el Art. 465 inc. 2º C.P.C. que expresa "no
obstará para que se deduzca la excepción de incompetencia, el hecho de haber
intervenido el demandado en las gestiones del demandante para preparar la acción
ejecutiva". Esto quiere decir que el ejecutado no prorrogó la competencia del tribunal
al concurrir en la gestión preparatoria de la vía ejecutiva.

La jurisprudencia ha señalado que "la circunstancia de no haberse alegado la


incompetencia del tribunal en la gestión de preparación de la vía ejecutiva, no impide
que esta excepción pueda oponerse dentro del juicio ejecutivo".

Esta excepción presenta una característica, signada en la parte final del Art. 465, inc.
1 del C.P.C. : " Deducida esta excepción, podrá el tribunal pronunciarse sobre ella
desde luego (que se haya opuesto) , o reservarla para la sentencia definitiva".
49

Si el tribunal acoge la excepción de incompetencia debe abstenerse de pronunciarse


sobre las demás que se hubieren hecho valer. Es la misma regla que, para las
excepciones dilatorias en el juicio ordinario del Libro II del C.P.C., establece el Art. 306
C.P.C.

2º La falta de capacidad del demandante o de personería o representación


legal del que comparezca en su nombre.

Esta excepción sólo se refiere a la falta de capacidad del demandante y no a la del


demandado. En este caso, si se quiere alegar la falta de personería, capacidad o repre-
sentación del demandado, debe encuadrarse dicha excepción en el N° 7 del Art. 464
C.P.C.

3º La litis pendencia ante tribunal competente, siempre que el juicio que le


da origen haya sido promovido por el acreedor, sea por vía de demanda o de
reconvención;"

La litis pendencia es una excepción consistente en que existe un juicio diverso al que
se opone, entre las mismas partes, con el mismo objeto y con igual causa de pedir.

Como sabemos, la excepción en comento no tiene diferencias formales profundas con


la excepción de cosa juzgada "ambas procuran impedir que siga adelante un juicio
que, en definitiva, provocará resultados gravosos: si las dos sentencias (la del juicio
anterior y la del nuevo juicio) son iguales, la segunda es innecesaria; si son distintas,
aparejarán la colisión de dos decisiones pasadas en cosa juzgada".

Esta excepción presenta una particularidad respecto de la que con igual denominación
encontramos en el juicio ordinario del Libro II (Art. 303 C.P.C. ) . En efecto, mientras en
éste la excepción será procedente cualquiera que haya sido la parte que lo haya
incoado, en aquél sólo procederá cuando sea el ejecutante quien lo haya iniciado, sea
por vía de demanda o de reconvención.

La jurisprudencia ha señalado que "el juicio iniciado por el deudor no puede servirle
para fundar en él la excepción de litispendencia y enervar la acción ejecutiva".

4º La ineptitud del libelo por falta de algún requisito legal en el modo de


formular la demanda, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 254".

Hay que señalar que cualquier error en la formulación de la demanda ejecutiva debe
ser subsanado por el ejecutante con anterioridad a que se efectúe el requerimiento de
pago. Al respecto, nuestra jurisprudencia ha establecido que "si la omisión de la
individualización de las partes es salvada antes de practicarse el requerimiento, queda
frustrada la posibilidad de oponer la excepción de ineptitud del libelo".

Además, la jurisprudencia ha establecido que en caso de que proceda acoger la


excepción de ineptitud del libelo el tribunal deberá abstenerse de pronunciarse acerca
del resto de las excepciones opuestas en el proceso. Para que exista juicio es
necesaria una demanda válida.

2º. EXCEPCIONES PERENTORIAS.

"La oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se funde en alguna de las
excepciones siguientes:

5º.- El beneficio de excusión o la caducidad de la fianza;"

Respecto del primero, beneficio de excusión; creemos que correspondería más a una
excepción dilatoria que a una perentoria propiamente tal, ya que con su interposición
no se enerva la pretensión deducida, sino que retarda el inicio del juicio respecto del
sujeto pasivo, en caso de que dicho beneficio no sea procedente.

Este número cinco ha de ser concordado con los Arts. 2381 y 2358 del C.C. , el
primero de los cuales señala que; "la fianza se extingue, en todo o parte, por los
mismos medios que las otras obligaciones según las reglas generales, y además:
50

1º Por el relevo de la fianza en todo o parte, concedido por el acreedor al fiador:

2º En cuanto al acreedor por hecho o culpa suya ha perdido las acciones en que el
fiador tenía derecho de subrogarse;

3º Por la extinción de la obligación principal en todo o en parte".

El Art. 2358 C.C. enumera las condiciones que deben concurrir para poder gozar del
beneficio de excusión, del que carecen los fiadores y los deudores solidarios.

Los libradores, endosantes y avalistas, conjuntamente con los aceptantes de una letra
de cambio o de un pagaré son solidariamente responsables del pago del documento o
título de crédito respectivo, en virtud del principio de la "solidaridad cambiaria" (Arts.
79 y ss. de la Ley 18. 092 sobre letras de cambio y pagarés) .

6º La falsedad del título;"

Esta excepción se refiere a los casos en que el título no ha sido otorgado por las
personas que en él aparecen o en la forma que en él se indica.

Este numeral ha de ser concordado con lo que establece el Art. 167 C.P.C. : "Cuando la
existencia de un delito haya de ser fundamento preciso de una sentencia civil o tenga
en ella influencia notoria, podrán los tribunales suspender el pronunciamiento de ésta
hasta la terminación del proceso criminal si en éste se ha deducido acusación o
formulado requerimiento , según el caso.

Esta suspensión podrá decretarse en cualquier estado del juicio, una vez que se haga
constar la circunstancia mencionada en el inciso precedente. . . " Ejemplo: si se sigue
un juicio criminal por falsificación de instrumento privado mercantil, ha de esperarse el
resultado de éste, suspendiéndose el juicio civil si en el antedicho procedimiento
criminal se hubiere formulado acusación.

7º La falta de alguno de los requisitos o condiciones establecidos por las


leyes para que dicho título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea
con relación al demandado;"
Este precepto deja la puerta abierta para agregar nuevas excepciones. Todas las
excepciones que no se puedan encuadrar en las excepciones del Art. 464 C.P.C.
pueden, de una u otra manera, ser incorporadas en el número en comento. Para tal
efecto, es necesario relacionar el número en estudio con todos los preceptos legales
que consagren exigencias para que un título tenga fuerza ejecutiva.

En consecuencia, los casos en que se puede oponer esta excepción son innumerables.
Ejemplos:

a) procede si no se ha efectuado en forma perfecta la cesión de un título de crédito;

b) si se pretende cobrar en virtud de una sentencia una suma de dinero a una


persona que no ha sido parte en el proceso en el que se dictó dicho fallo;

c) en los casos en que es perjudicada una letra de cambio o un pagaré por protesto
extemporáneo;

d) si se ha iniciado un juicio ejecutivo sin la previa notificación a los herederos;

e) si se pretende cobrar una letra de cambio o pagaré por el cual no se ha enterado el


impuesto de timbres y estampillas correspondiente:

f) si la letra de cambio que sirve de base al título ejecutivo no contiene copia íntegra
del documento mismo de su aceptación y endoso etc.

Al efecto y en este mismo sentido se ha señalado que el " repertorio de excepciones


que previene el art. 464 del Código se amplió, especialmente por la de su Nº 7 que la
jurisprudencia ha extendido a la obligación que el título representa y a su exigibilidad
51

y no solamente al instrumento mismo, como ha ocurrido significativamente con la


excepción del contrato no cumplido (art. 1552 del Código Civil) ; o porque la obligación
exigida estaba sujeta a condición; o porque la obligación no era líquida; o porque sin
haber podido el comprador inscribir en el competente registro público la escritura de
compraventa el vendedor inició el cobro ejecutivo del precio, etc, antigua tendencia
que en alguna medida lesiona la índole de la fase de conocimiento insertada en el
proceso ejecutivo.

8º El exceso de avalúo en los casos de los incisos 2º y 3º del artículo 438;"


"La excepción de exceso de avalúo sólo procede en los casos en que la ejecución
recae sobre el valor de la especie debida y que no exista en poder del deudor, o sobre
cantidad líquida de dinero o de un género determinado que puedan liquidarse por
medio de un perito".
9º El pago de la deuda;"
10º La remisión de la misma;
11º La concesión de esperas o la prórroga del plazo;
12º La novación;
13º La compensación;
14º La nulidad de la obligación;
15º La pérdida de la cosa debida, en conformidad a lo dispuesto en el Título
XIX, Libro IV del Código Civil;
16º La transacción;
17º La prescripción de la deuda o sólo de la acción ejecutiva; y
18º La cosa juzgada".

Dice el inciso final del Art. 464 C.P.C. que "estas excepciones pueden referirse a
toda la deuda o a una parte de ella solamente".

Las excepciones son totales cuando afectan íntegramente toda la obligación.

XIII. ACTITUD DEL TRIBUNAL Y RESPUESTA DEL ACTOR A LA OPOSICION DE


LAS EXCEPCIONES POR EL EJECUTADO.

Opuestas las excepciones en la forma y plazo señalados precedentemente, el tribunal


conferirá traslado de aquellas al ejecutante para que las responda dentro del término
fatal de cuatro días: "Del escrito de oposición se comunicará traslado al ejecutante,
dándosele copia de él, para que dentro de cuatro días exponga lo que juzgue
oportuno". (Art. 466. inc. 1º ) .

Dentro de ese término, el ejecutante debe dar respuesta a las excepciones opuestas
haciendo presente todas las observaciones que estime pertinentes, a su juicio, y que,
en definitiva, hará que el tribunal las desestime.

"Vencido este plazo, haya o no hecho observaciones el demandante, se pronunciará el


tribunal sobre la admisibilidad o inadmisibilidad de las excepciones alegadas" (Art. 466
inc. 2º C.P.C. )

Pasado el término de cuatro días, el tribunal debe dictar una resolución, cuyo tenor va
a depender del examen que él va a practicar acerca de la excepción o excepciones
que se hayan opuesto y de la necesidad de que se rinda prueba para acreditarlos
hechos en los cuales se fundamentan. No es una resolución-tipo, sino que es propia
del examen del expediente.

El tribunal puede dictar una de dos resoluciones, a saber:

a) si las excepciones opuestas son de aquellas enumeradas en el Art. 464 C.P.C., se


han hecho valer cumpliendo los requisitos legales y se han opuesto dentro del plazo
fatal respectivo, las declarará admisibles.

b) si no concurren copulativamente los requisitos indicados anteriormente, el tribunal


declarará inadmisible las excepciones opuestas.
52

Señala el Art. 466, inc. final del C.P.C. que "si las estima inadmisibles, o si no considera
necesario que se rinda prueba para resolver, dictará desde luego sentencia definitiva.
En caso contrario, recibirá a prueba la causa".

El hecho de que el tribunal declare admisible las excepciones opuestas sólo significa
que se ha dado cumplimiento a los requisitos formales examinados, pero no significa
que en definitiva ellas serán acogidas. Esto se va a determinar en la sentencia
definitiva.

La resolución que declara inadmisibles las excepciones opuestas es una sentencia


interlocutoria que pone término al juicio o hace imposible su continuación. En este
sentido, se ha declarado que En ese sentido se ha declarado que una vez declaradas
admisibles las excepciones se recibe la causa a prueba a cuyo término se dicta
sentencia definitiva, la que acogerá o rechazará las excepciones hechas valer. En
concordancia con ello, la resolución que declara admisibles las excepciones opuestas
es una sentencia interlocutoria, pues se pronuncia sobre un trámite que sirve de base
para la dictación de la sentencia definitiva, y como tal produce cosa juzgada .

XIV. LA PRUEBA EN EL JUICIO EJECUTIVO.

Sólo va a existir fase de prueba en los casos en que el tribunal declare admisibles las
excepciones y estime necesario que se rinda prueba para acreditar los hechos en que
éstas se fundan. Si el tribunal declara admisibles las excepciones, pero estima que no
es necesario rendir prueba respecto de ellas, va a proceder a dictar sentencia
definitiva de inmediato en la causa, omitiendo el término probatorio.

La resolución que recibe la causa a prueba en el juicio ejecutivo tiene las


mismas características que la del juicio ordinario, con las siguientes
excepciones:

1. De acuerdo al Art. 469 C.P.C., "la prueba se rendirá del mismo modo que en el juicio
ordinario, y el fallo que de lugar a ella expresará los puntos sobre que deba recaer".

Como se puede apreciar, en el juicio ejecutivo, la resolución que recibe la causa a


prueba debe fijar "puntos" de prueba y no "hechos". En la práctica, empero, los
tribunales fijan "hechos" y no puntos de prueba.

2. Los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos en el juicio ejecutivo se van a


vincular única y exclusivamente con las excepciones opuestas.

Hemos dicho anteriormente que el conflicto en el procedimiento ejecutivo va a estar


constituido por las excepciones opuestas. La prueba recae sólo sobre los hechos que
configuran la excepción.

3. El término probatorio en el juicio ejecutivo es de diez días, siendo fatal para la


prueba de testigos (Art. 468, inc. 1º C.P.C. ) .

4. En el juicio ejecutivo sólo existe término probatorio extraordinario cuando el


ejecutante lo pide, o lo solicitan ambas partes de común acuerdo: "Podrá ampliarse
este término hasta diez días más, a petición del acreedor. La prórroga deberá
solicitarse antes de vencido el término legal, y correrá sin interrupción después de
éste.

Por acuerdo de ambas partes, podrán concederse los términos extraordinarios que
ellas designen" (Art. 468, inc. 2º y 3º C.P.C. ) .

Los Arts. 468 y 469 del C.P.C. sólo se refieren a los términos ordinario y extraordinario,
más nada dicen respecto del término especial.

La doctrina y la jurisprudencia han interpretado que los términos especiales tienen


plena aplicación en el juicio ejecutivo, no obstante no ser mencionados en los artículos
pertinentes. Ello es procedente en virtud de lo que establece el Art. 3º del C.P.C. , el
que consagra la supletoriedad de las normas del juicio ordinario de mayor cuantía.
53

La prueba se rinde en la misma forma que en el juicio ordinario, conforme lo señala el


Art. 469 C.P.C. Al respecto, ha establecido la jurisprudencia que "la frase" la prue ba se
rendirá del mismo modo que en el juicio ordinario', empleada en el artículo 469 del
Código de Procedimiento Civil, tiene un alcance restringido; sólo se refiere a las
formalidades' de la rendición y no a que sea menester presentar lista de testigos".

"Vencido el término probatorio, quedarán los autos en la secretaría por espacio de seis
días a disposición de las partes, antes de pronunciar sentencia. Durante este plazo
podrán hacerse por escrito las observaciones que el examen de la prueba
sugiera, y una vez vencido, háyanse o no presentado escritos, y sin nuevo trámite, el
tribunal citará a las partes para oír sentencia". (Art. 469 C.P.C. ) . Es el mismo
trámite de observaciones a la prueba que se contempla en el juicio ordinario.

Mediante la Ley 18. 705 se modificó el artículo 469 del C.P.C. , introduciéndose el
trámite de la citación para oír sentencia, resolución que produce los mismos efectos
que en el juicio ordinario, y debe dictarse luego de vencido el plazo de seis días para
que las partes hagan observaciones a la prueba rendida.

XV. LA SENTENCIA EJECUTIVA.

"La sentencia definitiva deberá pronunciarse dentro del término de diez días, contados
desde que el pleito quede concluso" (Art. 470 C.P.C. ) . Esta es, en la práctica, una
disposición meramente "programática", ya que en la practica el término es bastante
mayor.

La sentencia definitiva debe fallar todas las excepciones que haya opuesto el
ejecutado, como lo ha resuelto la Corte Suprema en fallo de recurso de queja de
17 de abril de 1986 y de 1 de diciembre de 1988 y por su forma se rige por lo
establecido en el art. 170 del Código y el autoacordado sobre la forma de las
sentencias de la Corte Suprema de 30 de Septiembre de 1920. Debemos tener
presente que en el juicio ejecutivo la cuestión controvertida queda determinada en los
escritos fundamentales del pleito, esto es, la demanda y la oposición. En los juicios
declarativos los falladores deben analizar el derecho deducido, sus fundamentos y
comprobación, aún cuando el demandado no se excepcione. Tratándose del juicio
ejecutivo, los mismos deben analizar exclusivamente las excepciones opuestas y sólo
por los hechos concretos en las que se funda, según se desprende del artículo 465 del
Código de Procedimiento Civil.

La sentencia ejecutiva admite la misma clasificación de que es objeto la sentencia


definitiva del juicio criminal, esto es, puede ser absolutoria o condenatoria.

Sentencia absolutoria es aquella que acoge alguna de las excepciones opuestas por
el ejecutado, desecha la demanda ejecutiva y ordena alzar el embargo.

Sentencia condenatoria es aquella que acoge la demanda ejecutiva, desecha total


o parcialmente todas las excepciones opuestas y ordena seguir adelante con la
ejecución.

La sentencia de condena o condenatoria admite una subclasificación en:

a) Sentencia condenatoria de pago; Es aquella sentencia ejecutiva condenatoria


que da lugar a la ejecución cuando el embargo ha recaído en la especie o cuerpo
cierto debida o en una suma determinada de dinero. En ella no es necesario realizar
trámite alguno para la realización de los bienes.

b) Sentencia condenatoria de remate; Es aquella sentencia ejecutiva


condenatoria que se pronuncia cuando el embargo ha recaído sobre bienes distintos
de la especie o cuerpo cierto debido o sobre bienes que no sean dinero.

La importancia de esta subclasificación de las sentencias condenatorias en de pago o


de remate puede ser analizada desde dos puntos de vista:

1.- En lo que respecta a la determinación del momento desde el cual se


puede cumplir la sentencia:
54

La sentencia de pago sólo va a poder cumplirse una vez que ella se encuentre
ejecutoriada por haberse fallado el recurso de apelación deducido o en su contra por
el ejecutado. Por excepción, el ejecutante podrá solicitar el cumplimiento de la
sentencia cuando, existiendo apelación pendiente, se caucionen las resultas del
recurso (Art. 475 C.P.C. )

La sentencia de remate, en cambio, puede cumplirse desde que ella se encuentra


notificada, pero no puede hacerse pago el ejecutante con el producto del remate
mientras la resolución no se encuentre ejecutoriada. El Art. 481 C.P.C. prescribe que
"notificada que sea la sentencia de remate, se procederá a la venta de los bienes
embargados, de conformidad a los artículos siguientes".

Por consiguiente, notificada la sentencia de remate puede llevarse adelante el


procedimiento de la realización de los bienes, pero, mientras la sentencia no se
encuentre ejecutoriada, el ejecutante no puede hacerse pago con el producido. Señala
el Art. 510 C.P.C. que "ejecutoriada la sentencia definitiva y realizados los bienes
embargados, se hará la liquidación del crédito y se determinarán, de conformidad al
artículo 471, las costas que deben ser de cargo del deudor, incluyéndose las causadas
después de la sentencia.

Lo dispuesto en este artículo tendrá también aplicación en el caso previsto en el inciso


segundo del artículo 509".

El inciso segundo del precepto transcrito se refiere al caso de existir una apelación
pendiente deducida en contra de la sentencia de remate, significándose con ello que
el ejecutante no podrá pagarse hasta tanto no se encuentre ejecutoriada la sentencia
recurrida.

2º En lo que respecta a la determinación de la responsabilidad en el pago de


las costas de la causa:

En cuanto a la condena en costas que debe contener la sentencia, ésta se aparta del
criterio subjetivo que atiende al motivo plausible para litigar que establecen los arts.
144 inc. 1º y 145 del Código de Procedimiento Civil y recoge preferentemente el
criterio objetivo de la derrota.

Es menester efectuar tres distinciones en lo que respecta a las costas para determinar
la parte a quien le corresponde efectuar su pago:

a) En primer lugar, si se dicta una sentencia ejecutiva absolutoria, las costas del juicio
serán de exclusivo cargo del ejecutante;

b) En segundo término, si en el juicio ejecutivo se dicta una sentencia de condena, las


costas serán de exclusivo cargo del ejecutado, y

c) Por último, si se acoge parcialmente una o mas excepciones opuestas, el tribunal


puede distribuir proporcionalmente las costas entre ambas partes o imponerlas
totalmente al ejecutado cuando, a su juicio, haya motivo para hacerlo. En esta
situación se atenúa el criterio objetivo y puede jugar el criterio subjetivo en perjuicio
del ejecutado.

Cuando hablamos de que se acoge parcialmente una excepción, nos estamos


refiriendo al caso en que una excepción específica es acogida parcialmente y no a la
situación en que se acoge una de las tantas excepciones opuestas y se rechacen las
demás. Si se acoge totalmente una de las varias excepciones que se opusieron, la
sentencia será de absolución. Este criterio ha sido compartido por la Corte Suprema en
sentencia de 5 de Noviembre de 1991 publicada en la revista Fallos del Mes Nº396 pp.
670 y 671, al señalar acogiendo un recurso de queja que incurren en falta por falta al
infringir el inciso segundo del artículo 471 del C.P.C. , los jueces que disponen que al
no haber sido vencida totalmente la parte ejecutante, por haberse acogido sólo una de
las excepciones opuestas y rechazado las demás, cada una de las partes pagaría sus
costas. En el mismo sentido, se ha señalado que la norma sobre condenación en
costas en el juicio ejecutivo, que contiene el artículo 471 del CPC, es absoluta ya que
55

no permite eximir al ejecutante de ellas, aún en el evento de haberse rechazado una


de las excepciones opuestas 70

Señala el Art. 513 C.P.C. , que establece una de las más importantes reglas en esta
materia, que " sin estar completamente reintegrado el ejecutante, no podrán aplicarse
las sumas producidas por los bienes embargados a ningún otro objeto que no haya
sido declarado preferentemente por sentencia ejecutoriada.

Las costas procedentes de la ejecución gozaran de preferencia aun sobre el crédito


mismo".

Recordemos que si la sentencia es de remate, una vez que ésta se encuentra


ejecutoriada, se efectúa la liquidación del crédito sobre el producido del remate y se
determinan las costas que deben ser de cargo del deudor "incluyéndose las causadas
después de la sentencia" (Art. 510, inc. 2º C.P.C. )

En cuanto a la parte de la sentencia que se pronuncia sobre la condenación en costas


se ha declarado que no reviste el carácter de sentencia definitiva, pues se trata de
una medida de carácter económico que no forma parte del asunto controvertido, razón
por la cual tal pronunciamiento no tiene el carácter de sentencia definitiva inapelable,
ni de interlocutoria que ponga fin al juicio o haga imposible su prosecución y por ello el
recurso de casación que se deduzca en su contra resulta improcedente.

XVI. RÉGIMEN DE RECURSOS.

La sentencia dictada en el juicio ejecutivo admite diversos recursos. Tales son:

1º. Recurso de aclaración, rectificación y enmienda:

En primer término, aplicando las normas comunes a todo procedimiento, del Libro I del
C.P.C., contra la sentencia ejecutiva es procedente el recurso de aclaración rectifi -
cación y enmienda, regulado por los Arts. 182 y siguientes del C.P.C.

Interpuesto que sea este recurso, el tribunal lo fallará de plano o después de oír a la
parte recurrida; "y mientras tanto suspenderá o no los trámites del juicio o la ejecución
de la sentencia, según la naturaleza de la reclamación". (Art. 183 C.P.C. ) .

"Las aclaraciones, agregaciones o rectificaciones mencionadas en los tres artículos


precedentes, podrán hacerse no obstante la interposición de recursos sobre la
sentencia a aquellas se refieren". (Art. 185 CPC) .

La interposición de este recurso no suspende el plazo para interponer el recurso de


apelación (Art. 190, inc. 1º C.P.C. ) .

2º. Recurso de apelación:

Este recurso procede en contra de la sentencia de primera instancia que se dicta en el


juicio ejecutivo.

A través de la interposición del recurso de apelación el tribunal de segunda instancia


sólo tendrá competencia para conocer y pronunciarse acerca de las excepciones que
se hubieren opuesto en primera instancia. Nunca podrá el ejecutado aprovechar la
apelación para hacer valer excepciones no hechas valer en la oportunidad legal.

Para determinar los efectos de la interposición del recurso en la ejecución del fallo es
menester distinguir según si haya sido el ejecutado o el ejecutante quien lo ha hecho
valer:

El recurso es intentado por el ejecutado:

En esta situación hemos de distinguir según si la sentencia recurrida es de pago o de


remate.
56

Si se recurre en contra de una sentencia de pago, se aplica el Art. 475 C.P.C. ;


"Si se interpone apelación de la sentencia de pago, no podrá procederse a la ejecución
de esta sentencia, pendiente el recurso, sino en caso que el ejecutante caucione las
resultas del mismo".

Si se recurre en contra de una sentencia de remate recibe aplicación el Art. 194,


Nº 1 del C.P.C. En efecto, señala este precepto que "sin perjuicio de las excepciones
expresamente establecidas en la ley, se concederá apelación sólo en el efecto
devolutivo:

1º De las resoluciones dictadas contra el demandado en los juicios ejecutivo y


sumario;. "

La apelación concedida en el sólo efecto devolutivo no suspende el cumplimiento de la


resolución recurrida, cosa que, tratándose del juicio ejecutivo, viene a confirmarse con
lo dispuesto en los Arts. 481 y 510 C.P.C. El primero de ellos señala que notificada que
sea la sentencia de remate se puede ésta ejecutar, pero, agrega el segundo de los
preceptos, no se puede hacer pago con el producido de la realización el ejecutado
mientras la sentencia no se encuentre ejecutoriada.

b) El recurso es intentado por el ejecutante:

Si la sentencia ejecutiva causa agravio al ejecutante, puede éste recurrir de apelación,


el que se concederá en el doble efecto, esto es, tanto en el devolutivo y en el
suspensivo. Ello se desprende de la falta de norma expresa sobre el particular,
recibiendo aplicación el Art. 195 del C.P.C. , en cuya virtud, "fuera de los casos
determinados en el artículo precedente, la apelación deberá otorgarse en ambos
efectos".

El cumplimiento de la sentencia, en esta situación, quedará suspendido y el embargo


no se alzará mientras se encuentre pendiente la apelación.

3º. Recurso de casación, en la forma y en el fondo:

Por regla general, el recurso de casación no suspende la ejecución de la sentencia,


salvo cuando su cumplimiento haga imposible llevar a efecto lo que se dicte si se
acoge el recurso (Art. 774, inc. 1º C.P.C. ) . Además, el derecho de que
excepcionalmente la parte vencida puede pedir que no se lleve a efecto la sentencia,
según lo previsto en el inciso 2º de ese artículo, no puede ser ejercido por el
ejecutado.

En contra del fallo de primera instancia del juicio ejecutivo no procede el recurso de
casación en el fondo de acuerdo a lo prescrito en el artículo 767 del C.P.C. , por
encontrarnos en presencia de una sentencia apelable, y además seguramente
pronunciada por el juez de letras .

4º. Recurso de Queja

No procede el recurso de queja en contra de la sentencia definitiva que se pronuncie


en el juicio ejecutivo, puesto que en contra de ella proceden recursos ordinarios y
extraordinarios conforme a lo establecido en el artículo 545 del C.O.T. .

XVII. LA COSA JUZGADA EN EL JUICIO EJECUTIVO.

Según lo preceptúa el Art. 175 del C.P.C. , toda sentencia definitiva firme o
ejecutoriada produce acción y excepción de cosa juzgada. En lo que respecta al juicio
ejecutivo, la sentencia ejecutiva produce cosa juzgada respecto de cualquier otro
procedimiento en que se vuelva a discutir un asunto respecto del cual concurre la
triple identidad.

Sin embargo, la cosa juzgada en el juicio ejecutivo produce ciertos efectos


particulares. Así lo entendió el Mensaje con que el Ejecutivo presentó el Proyecto de
Código de Procedimiento Civil a la aprobación del Congreso Nacional: "Ha sido materia
de duda el valor de cosa juzgada que corresponda a las sentencias de los juicios
57

ejecutivos con relación a la acción ordinaria en que se ventilan los mismos derechos, y
ha parecido oportuno consignar reglas precisas que resuelvan aquella duda".

De acuerdo al Art. 478, inc. 1º C.P.C. "la sentencia recaída en el juicio ejecutivo
produce cosa juzgada en el juicio ordinario, tanto respecto del ejecutante como del
ejecutado".

"El mismo efecto debe atribuirse al mandamiento de ejecución cuando el ejecutado no


hizo oposición legal a dicha resolución en el plazo respectivo.

" Con todo, surge la interrogante de si la autoridad de cosa juzgada de dichos fallos es
idéntica a la autoridad de cosa juzgada de la sentencia firme pronunciada en el
proceso ordinario de conocimiento, supuesto en éste que el demandado no tiene las
limitaciones para excepcionarse que tiene el ejecutado en el juicio ejecutivo conforme
al artículo 464 del Código de Procedimiento Civil. Podría, así, surgir la hipótesis de que
la sentencia recaída en el juicio ejecutivo solamente hace cosa juzgada en relación con
las excepciones que el ejecutado invocó o pudo invocar dentro de las restricciones que
derivan del precepto antes referido y, por la inversa, que no hace cosa juzgada
respecto de aquella que no estuvo en la posibilidad de alegar. "

Empero, la cosa juzgada en el procedimiento eje cutivo presenta dos aspectos de


interés:

1. La sentencia dictada en el juicio ejecutivo produce cosa juzgada respecto de


cualquiera otro juicio ejecutivo, haciendo excepción a esta regla la denominada
"renovación de la acción ejecutiva" que contempla el Art. 477 C.P.C. , y

2. La sentencia dictada en un juicio ejecutivo, produce cosa juzgada con relación a un


juicio ordinario, haciendo excepción a esta regla la "reserva de acciones y
excepciones" que puede solicitar tanto el demandante como el ejecutado y ambos
en una oportunidad común.

XVII. LA RENOVACIÓN DE LA ACCIÓN EJECUTIVA.

La sentencia pronunciada en juicio ejecutivo produce cosa juzgada respecto


de otro juicio ejecutivo. Esto significa, v. gr. que acogida o rechazada que sea una
excepción, no podrá volver a repetirse un nuevo procedimiento entre las mismas
partes, con el mismo objeto y con igual causa.

Sin embargo, puede ocurrir la situación de que, pese a ser acogida una excepción,
perviva la posibilidad de volver a demandar ejecutivamente. Cuando ello ocurre
hablamos de "renovación de la acción ejecutiva".

Esta circunstancia, verdaderamente excepcional, no procede en cualquier caso, sino


solamente en aquellas situaciones explícitamente indicadas por el legislador, esto es,
cuando la demanda ejecutiva es rechazada por haberse acogido las excepciones de:
1.- Incompetencia del tribunal,
2.- Incapacidad,
3.- Ineptitud del libelo, o
4.- Falta de oportunidad en la ejecución

Al efecto, señala el Art. 477 C.P.C. que "la acción ejecutiva rechazada por
incompetencia del tribunal, incapacidad, ineptitud del libelo o falta de oportunidad en
la ejecución, podrá renovarse con arreglo a los preceptos de este Título".

Como se puede apreciar, lógico y justo fue el establecimiento por parte del legislador
de la renovación de la acción ejecutiva, ya que otorga la posibilidad de que el
ejecutante pueda intentar nuevamente una ejecución, antes fracasada, cuando ella lo
fue a consecuencia sólo del incumplimiento de determinados requisitos formales que,
en caso alguno, afectan el fondo de la acción ejecutiva hecha valer. Justo es que, una
vez subsanado el vicio formal, pueda el ejecutante reiniciar un procedimiento.

Respecto de la excepción de "falta de oportunidad en la ejecución" es menester


expresar que, en un principio, se interpretó con un carácter restrictivo, limitándola al
58

tiempo en que se hubiera deducido la demanda. De acuerdo a ello, la renovación de la


acción ejecutiva sólo podía materializarse cuando la demanda se hubiera rechazado
por tratar de ejecutar una obligación no exigible o que contemplara una condición no
cumplida.

Sin embargo, posteriores interpretaciones han dado mayor amplitud a la excepción en


estudio. En efecto, se ha fallado que "la falta de oportunidad de que puede adolecer
una ejecución se refiere no sólo al tiempo, sino que también a las demás condiciones o
requisitos externos que debe reunir el título para tener mérito ejecutivo y que pueden
ser subsanados por los medios que la ley indica, puesto que la palabra oportunidad,
conforme a su sentido natural y obvio, significa conveniencia de razón, tiempo y lugar,
y es oportuno "lo que se hace o sucede en tiempo, a propósito y cuando conviene".

De acuerdo con ello, se puede renovar la acción ejecutiva no sólo cuando el defecto
formal deja relación con el tiempo en el cual ella se hizo valer, sino que también por la
concurrencia de otros defectos formales que puedan ser subsanados, como puede ser
la falta de pago de impuesto respecto del título.

"Es así, por consiguiente, que si se acogen las excepciones a que se refiere el precepto
transcrito, el actor puede corregir el defecto conduciendo la nueva demanda al
tribunal competente, supliendo la incapacidad, redactando un libelo apto, esperando
que se cumpla el plazo o la condición que obstaban a la exigibilidad de la ejecución,
subsanando la falta de personería o representación legal y, en general, salvando
cualquier reparo que no afecte al fondo, es decir, a la obligación que se trata de
cumplir ejecutivamente.

“La renovación de la acción ejecutiva opera por el solo ministerio de la ley, sin
necesidad de reserva que pueden pedir las partes y decretar el tribunal, situación
diversa a la reserva de acciones y excepciones. "

XIX. LA RESERVA DE ACCIONES Y EXCEPCIONES.

La sentencia dictada en juicio ejecutivo, en principio, produce excepción de cosa


juzgada en un juicio ordinario posterior. Esa situación no acaece cuando el tribunal ha
otorgado la reserva de las acciones o de las excepciones.

La reserva de acciones y excepciones puede ser solicitada dentro del juicio ejecutivo
por el ejecutante, por el ejecutado o por ambos en un término común.

1º. Reserva de acciones del ejecutante.

Para solicitar dicha reserva, el ejecutante goza de dos oportunidades procesales.

La primera de oportunidad es la que se posee en el momento de responder a las


excepciones opuestas.

Señala el Art. 467 C.P.C. que "el ejecutante podrá sólo dentro del plazo de cuatro días
que concede el inciso 1º del artículo anterior, desistirse de la demanda ejecutiva, con
reserva de su derecho para entablar acción ordinaria sobre los mismos puntos que han
sido materia de aquella.

Por el desistimiento perderá el derecho para deducir nueva acción ejecutiva, y


quedará ipso facto sin valor el embargo y demás resoluciones dictadas. Responderá el
ejecutante de los perjuicios que se hayan causado con la demanda ejecutiva, salvo lo
que se resuelva en el juicio ordinario".

Esta reserva del Art. 467 C.P.C. es un desistimiento especial de la demanda por las
siguientes razones:

1º Este derecho sólo puede hacerse valer dentro del escrito de respuesta a las
excepciones.

El desistimiento normal puede hacerse valer en cualquier estado del juicio.


59

2º El desistimiento del Art. 467 C.P.C. deja a salvo, para interponerse en un juicio
ordinario posterior, la acción respecto de la cual se haya ejercido la reserva(cosa
juzgada formal) .

El incidente especial de desistimiento de la demanda no deja a salvo acción alguna,


extingue todas las pretensiones y excepciones que se hubieren hecho valer en el juicio
por el demandante. (cosa juzgada substancial)

3º A esta reserva de acciones del ejecutante debe dársele lugar de plano por el
tribunal. En cambio, en el incidente de desistimiento de la demanda, debe este ser
tramitado conforme a las normas del procedimiento incidental.

Hemos de hacer notar que el ejecutante no tiene plazo expreso para hacer valer en
juicio ordinario las acciones respecto de las cuales se haya otorgado la reserva. Existe,
empero, un plazo tácito, constituido por el término necesario para que opere la
prescripción extintiva.

La segunda oportunidad procesal para solicitar la reserva de acciones está


constituida por la oportunidad común a que se refiere el Art. 478 C.P.C. , al que luego
aludiremos.

2º. Reserva de excepciones por el ejecutado:

El ejecutado también goza de dos oportunidades para hacer valer la reserva de


excepciones.

La primera, es una oportunidad exclusiva para el ejecutado, se encuentra regulada


en los artículos 473 y 474 C.P.C, y se presenta al momento de oponerse a la ejecución.
La segunda, es la oportunidad común del Art. 478 C.P.C.

Señala el Art. 473 C.P.C. que "si, deduciendo el ejecutado oposición legal, expone en el
mismo acto que no tiene medios de justificarla en el término de prueba, y pide que se
le reserve su derecho para el juicio ordinario y que no se haga pago al acreedor sin
que caucione previamente las resultas de este juicio, el tribunal dictará sentencia de
pago o remate y accederá a la reserva y caución pedidas".

En consecuencia, la reserva debe ser formulada por el ejecutado en el escrito de


oposición de excepciones; para ello, basta con que el ejecutado mencione las
excepciones que opone, mas que no indique los hechos en los cuales se fundamentan
y los medios de prueba de que intenta valerse para acreditarlas. Así lo ha establecido
la jurisprudencia.

Formulada la reserva en la forma y plazo indicados, el tribunal debe proceder a dictar


de inmediato sentencia de pago o de remate en la causa y acceder a la reserva de
excepciones y caución requerida respecto del cumplimiento de la sentencia.

En este sentido se ha señalado que “ la sentencia que se pronuncie en el caso de la


reserva del artículo 473 del Código de Procedimiento Civil, no puede resolver sobre el
fondo de las excepciones cuya reserva se solicita para el juicio ordinario, y si así lo
hiciere, incurrirá en vicio de nulidad por ultrapetita. De conformidad al artículo 473 del
C.P.C. procede que el tribunal dicte sentencia definitiva, de pago o de remate,
accediendo a la reserva y caución pedidas, sin someter a tramitación las excepciones
y sin recibirlas a prueba toda vez que el ejecutado debe justificarlas en el juicio
ordinario correspondiente. ”

Dos son los efectos principales de esta reserva, sindo ellos a saber:

1º.- El ejecutado puede iniciar un juicio ordinario ejercitando como acción las mismas
excepciones que haya opuesto en el juicio ejecutivo.

2º.- No se procederá a ejecutar la sentencia de pago o de remate dictada en el juicio si


el ejecutante no rinde caución de resultas.
60

Señala, por su parte, el Art. 474 C.P.C. , que "si en el caso del artículo precedente, no
entabla el deudor su demanda ordinaria en el término de quince días, contados desde
que se le notifique la sentencia definitiva, se procederá a ejecutar dicha sentencia sin
previa caución, o quedará ésta ipso facto cancelada, si se ha otorgado".

El legislador ha sido bastante más severo con el ejecutado, puesto que si éste no
deduce su demanda ordinaria dentro de quince días, quedará de pleno derecho
cancelada la fianza de resultas constituida por el ejecutante o no será necesario
constituirla para poder cumplir con la sentencia de pago o de remate.

Ha señalado la jurisprudencia que "el término para interponer la nueva demanda que
señalan los artículos 474 y 478 del Código de Procedimiento Civil, se debe contar
desde la notificación del "cúmplase" de la sentencia definitiva". Esto es, que el plazo
de quince días se cuenta desde que se ha notificado al ejecutado el "cúmplase" de la
sentencia o desde que hayan transcurrido los plazos para interponer los recursos en
contra de la sentencia de primera instancia. Lo anterior ocurre porque si se inicia el
juicio ordinario sin que se encuentre terminado el juicio ejecutivo se podría interponer
la excepción dilatoria de litis-pendencia.

3º. Oportunidad común para la reserva de acciones y excepciones:

Se encuentra establecida en el Art. 478, incs. 2º y 3º C.P.C. , los que expresan que
"con todo, si antes de dictarse sentencia en el juicio ejecutivo, el actor o el reo
piden que se reserven para el ordinario sus acciones o excepciones, podrá el tribunal
declararlo así, existiendo motivos calificados, Siempre se concederá la reserva
respecto de las acciones y excepciones que no se refieran a la existencia de la
obligación misma que ha sido objeto de la ejecución.

En los casos del inciso precedente, la demanda ordinaria deberá interponerse dentro
del plazo que señala el Art. 474, bajo pena de no ser admitida después. "

La reserva de acciones y excepciones debe efectuarse por el ejecutante o por el


ejecutado antes de que se dicte sentencia definitiva de primera instancia. Conforme al
Art. 478 C.P.C. , no procede efectuar la reserva en la segunda instancia, según lo ha
declarado la Corte Suprema, porque en tal caso la Corte de Apelaciones estaría
fallando un asunto en única instancia, apartándose con ello de los casos en que la ley
señala a la Corte actuar de esa manera.

Para que se acceda a la reserva de acciones y excepciones que se refieran a la


existencia misma de la obligación ejecutiva es necesario que existan motivos
justificados, los que serán calificados por el tribunal. Si la reserva no se refiere a la
existencia misma de la obligación, el tribunal deberá acceder siempre a ella.

Los efectos de la reserva en la oportunidad común son los mismos tanto para el
ejecutante como para el ejecutado, según veremos a continuación.

La parte que haya solicitado y obtenido la declaración judicial de la reserva, deberá


interponer la demanda ordinaria dentro del plazo de quince días, contados desde la
notificación de la sentencia o del cúmplase.

Existen dos aspectos comunes a las tres clases de reservas, a saber:

1º la reserva de excepciones sólo puede referirse a aquellas que el ejecutado haya


opuesto en tiempo y forma dentro del juicio ejecutivo.

2º la reserva de acciones y de excepciones siempre debe ser resuelta en la sentencia


definitiva que se dicta en el juicio ejecutivo.

Sólo puede efectuarla el tribunal en la sentencia definitiva y cuando ella hubiera sido
solicitada durante el curso del juicio por una de las partes y nunca de oficio.
61

Si el tribunal, de oficio, hiciera reserva de acciones y/o excepciones, esa sentencia


sería nula, susceptible de ser atacada por vía del recurso de casación en la forma por
el vicio de ultra petita.

PÁRRAFO 2º:
TRAMITACIÓN DEL CUADERNO DE APREMIO

I. INICIO.

En el cuaderno de apremio se van a contener todas las actuaciones y trámites que


permitirán al ejecutante obtener el cumplimiento compulsivo de la obligación en el
patrimonio de su deudor.

Este cuaderno se inicia con el mandamiento de ejecución y embargo y comenzará a


tramitarse cuando el ejecutado no pague la deuda al momento de requerírsele de
pago. En esa oportunidad, el receptor va a embargar bienes suficientes del deudor
para asegurar el resultado del juicio.

La primera actuación que, en definitiva, se va a consignar en el cuaderno de apremio,


luego de dictado el mandamiento de ejecución y embargo y de requerido de pago el
deudor si no paga, será el embargo.

Si el ejecutado opone excepciones en el cuaderno ejecutivo se paraliza la tramitación


del cuaderno de apremio a partir del embargo, y sólo podrán realizarse los tramites
para la liquidación de los bienes embargados una vez que se hubiere dictado
sentencia de remate en el cuaderno ejecutivo, que es una sentencia que causa
ejecutoria.

II. EL EMBARGO.

El embargo es un acto jurídico procesal que tiene por objeto asegurar el resultado de
la pretensión deducida, afectando determinados bienes al cumplimiento de la sen-
tencia que en el procedimiento ejecutivo se dicte.

El argentino Ramiro Podetti define el embargo como medida judicial que afecta un
bien o bienes determinados de un deudor o presunto deudor al pago eventual de un
crédito, individualizándolo y, limitando las facultades de disposición y goce.

La institución en estudio, conjuntamente con las medidas precautorias,


doctrinariamente pertenecen al género de las denominadas providencias cautelares.
Pese a que, en Chile el embargo es una especie de medida precautoria (Art. 235 Nº 3
C.P.C. ) , es conveniente restringir aquél término al juicio ejecutivo, como es tradicional
en todas las exposiciones sistemáticas que sobre la materia se han realizado.

El embargo es una medida cautelar de aseguramiento de la futura ejecución forzada


porque "sirve para facilitar el resultado práctico de una ejecución forzada, impidiendo
la dispersión de los bienes que puedan ser objeto de la misma.

El aseguramiento no solo es jurídico sino que también material, siendo, cuando se


trata de bienes raíces, uno de los más eficaces mecanismos con que cuenta el
ejecutante para exigir su crédito

Jurisprudencialmente se ha dicho que "embargo, en el concepto jurídico de esta


institución procesal, es la aprehensión material o simbólica que por mandato de la
justicia se hace de determinados bienes de un deudor y que se entregan a un
depositario para que tome la tenencia de ellos, cesando desde ese momento la que
antes ejercía el dueño o ejecutado, con el objeto preciso e inmediato de enajenarlos
para aplicar su valor al pago de la deuda, con sus intereses y costas".

Desde el punto de vista de sus efectos, se ha definido el embargo como “ una


actuación que tiene por objeto sustraer un bien del comercio humano, el que previo el
cumplimiento de los trámites de rigor, debe ser rematado en pública subasta, para
obtener el acreedor el pago de su acreencia, sin perjuicio del derecho que asiste al
62

ejecutado para solicitar que determinados bienes se excluyan del embargo, cuando de
los antecedentes aparece que el valor de estos excede con creces al monto del crédito
cuyo cobro se persigue.

El embargo es una actuación compleja que se perfecciona por "la entrega real o
simbólica de los bienes al depositario que se designe, aunque éste deje la especie en
poder del mismo deudor". (Art. 450, inc. 1º C.P.C. ) .

En nuestro derecho, se discute acerca de si el embargo que se practica dentro del


juicio ejecutivo es únicamente expresión del poder de imperio del Estado ejercido por
los jueces, dirigido a la realización coactiva del derecho del ejecutado, o si tiene un
doble carácter coactivo y cautelar.

En nuestro derecho, la mayoría de la doctrina se inclina por la tesis de poseer el


embargo un doble carácter de coactivo y cautelar.

En todo caso, es menester hacer presente que el embargo debe recaer sobre bienes
que sean de propiedad del ejecutado o sobre los cuales éste aparezca como poseedor.
En efecto, si así no fuera, el verdadero dueño o poseedor de los bienes embargados
podría intentar las correspondientes tercerías, no cumpliendo el embargo la función
que le es propia. "El embargo debe recaer sobre los bienes del deudor, entendiéndose
por tales los que realmente sean suyos o que por poseerlos pueda ser reputado su
dueño".

Para los efectos de cautelar que los bienes a embargarse sean del ejecutado y no de
terceros, se ha señalado que la orden de embargar contiene la facultad de trabar
embargo si a requerimiento no paga el ejecutado sobre bienes de propiedad del
deudor. Por lo que debe tratarse de bienes propios de aquél, pues tal es la orden
emanada del juez que fija atribuciones, derechos y obligaciones del funcionario
judicial. Tanto la jurisprudencia como la doctrina están contestes en que en el juicio
ejecutivo la preexistencia de los bienes en el patrimonio del deudor es indispensable
para que puedan ser señalados en el embargo. El ministro de fe encargado del
embargo debe proceder con cautela, tratando de cerciorarse prudentemente que los
bienes sobre los cuales recaerá pertenecen efectivamente al deudor y cuando
ostensiblemente aparezca lo contrario o se deduzca oposición plausible por terceros,
deberá abstenerse de llevar a cabo la diligencia

III. BIENES INEMBARGABLES.

El principio general, sentado por el artículo 2465 C.C. , es que el acreedor puede
perseguir su crédito sobre todos los bienes del deudor, raíces o muebles, presentes o
futuros, pero no sobre aquellos que la ley ha declarado inembargables.

El legislador sustantivo y el procesal, fundados en un mínimo de solidaridad social,


han establecido la inembargabilidad de determinados bienes con el fin de no dejar al
deudor en condiciones precarias de subsistencia o interrumpir el funcionamiento de
servicios necesarios para la población.

Los bienes inembargables son los que menciona taxativamente el Art. 445
C.P.C. : "No son embargables:

1ºLos sueldos, las gratificaciones y las pensiones de gracia, jubilación, retiro y


montepío que pagan el Estado y las Municipalidades (inc. 1º ) ;

2ºLas remuneraciones de los trabajadores en la forma que determina el artículo 56


Código del Trabajo.

En ambos numerales existen excepciones a la inembargabilidad de los sueldos:

a) los sueldos, gratificaciones, pensiones de gracia, jubilaciones, retiros y montepíos


son embargables hasta el 50% tratándose de deudas que provengan de pensiones
alimenticias decretadas judicialmente (Art. 445, Nº 1, inc. 2º) ;
63

b) los sueldos de los trabajadores son embargables hasta el 50% para dar
cumplimiento al pago de las pensiones alimenticias a las que fueren condenados
judicialmente;

c) también son embargables hasta en un 50% los sueldos de los trabajadores, cuando
éstos hubieren cometido defraudación, hurto o robo en contra del empleador en el
ejercicio de su cargo.

d) cuando el trabajador, de su sueldo, haya de pagar remuneraciones adeudadas a


otros trabajadores, también se le puede embargar hasta un 50% , y

e) "podrán ser embargadas las remuneraciones en la parte que excedan de cincuenta


y seis Unidades de Fomento" (Art. 56, inc. 1º Código del Trabajo) .

3º Las pensiones alimenticias forzosas;

4º Las rentas periódicas que el deudor cobre de una fundación o que deba a la
liberalidad de un tercero, en la parte que estas rentas sean absolutamente necesarias
para sustentar la vida del deudor, de su cónyuge y de los hijos que viven con él y a
sus expensas;

5º Los fondos que gocen de este beneficio, en conformidad a la Ley Orgánica del
Banco del Estado de Chile y en las condiciones que ella determine;

6º Las pólizas de seguro sobre la vida y las sumas que, en cumplimiento de lo


convenido en ellas, pague el asegurador. Pero, en este último caso, será embargable
el valor de las primas pagadas por el que tomó la póliza;

7º Las sumas que se paguen a los empresarios de obras públicas durante la ejecución
de los trabajos. Esta disposición no tendrá efecto respecto de lo que se adeude a los
artífices u obreros por sus salarios insolutos y de los créditos de los proveedores en
razón de los materiales u otros artículos suministrados para la construcción de dichas
obras;

8º El bien raíz que el deudor ocupa con su familia, siempre que no tenga un avalúo
fiscal superior a de cincuenta unidades tributarias mensuales o que se trate de una
vivienda de emergencia, y sus ampliaciones, a que se refiere el artículo 5° del D. L. 2.
552 de 1979; los muebles de dormitorio, de comedor y de cocina de uso familiar y la
ropa necesaria para el abrigo del deudor, su cónyuge y los hijos que vivan a sus
expensas. (La cifra de 50 UTM fue fijada por la Ley 19. 594, publicada en el Diario
Oficial de 1 de Diciembre de 1998 y la inclusión de las viviendas de emergencia y sus
ampliaciones se efectuó por la Ley 19. 515, publicada en el Diario Oficial de 30 de
Agosto de 1997.)

La inembargabilidad establecida en el inciso precedente no regirá para los bienes


raíces respecto de los juicios en que sean parte el Fisco, las Cajas de Previsión y
demás organismos regidos por la ley del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo;

9º Los libros relativos a la profesión del deudor hasta el valor de cincuenta unidades
tributarias mensuales, a elección del mismo deudor. . (La cifra de 50 UTM fue fijada
por la Ley 19. 594, publicada en el diario Oficial de 1. 12. 1998) .

10º Las máquinas e instrumentos de que se sirve el deudor para la enseñanza de


alguna ciencia o arte, hasta dicho valor y sujetos a la misma elección;

11º Los uniformes y los equipos de los militares, según su arma y grado;

12º Los objetos indispensables al ejercicio personal del arte u oficio de los artistas,
artesanos y obreros de fábrica; y los aperos, animales de labor y material de cultivo
necesarios al labrador o trabjador de campo para la explotación agrícola, hasta la
suma de de cincuenta unidades tributarias mensuales, a elección del mismo deudor. .
(La cifra de 50 UTM fue fijada por la Ley 19. 594, publicada en el diario Oficial de 1.
12. 1998) .
64

13º Los utensilios caseros y de cocina, y los artículos de alimentos y combustibles que
existan en poder del deudor, hasta concurrencia de lo necesario para el consumo de la
familia durante un mes:

14º La propiedad de los objetos que el deudor posee fiduciariamente;

15º Los derechos cuyo ejercicio es enteramente personal, como los de uso y
habitación;

16º Los bienes raíces donados o legados con expresión de no embargables, siempre
que se haya hecho constar su valor al tiempo de la entrega por tasación aprobada
judicialmente; pero podrán embargarse por el valor adicional que después adquieran;

17º Los bienes destinados a un servicio que no pueda paralizarse sin perjuicio del
tránsito o de la higiene pública, como los ferrocarriles, empresas de agua potable o
desagüe de las ciudades, etc. ; pero podrá embargarse la renta líquida que produzcan,
observándose en este caso lo dispuesto en el artículo anterior; y

18º Los demás bienes que leyes especiales prohiban embargar. "

Ejemplo de este caso es el usufructo del marido sobre los bienes de la mujer casada
bajo el régimen de sociedad conyugal; el usufructo del padre o madre sobre los bienes
del hijo de familia; los bienes destinados al funcionamiento de los servicios
administrativos y médicos del Servicio de Seguro Social, etc.

El inciso segundo del Art. 445 finaliza diciendo que "son nulos y de ningún valor los
contratos que tengan por objeto la cesión, donación o transferencia en cualquier
forma, ya sea a título gratuito u oneroso, de las rentas expresadas en el número 1º de
este artículo o de alguna parte de ellas".

"Frente a la norma general de que toda obligación personal da al acreedor el derecho


de perseguir su ejecución sobre todos los bienes del deudor, la propia ley consigna
excepciones fundadas en razones superiores de solidaridad social en orden a evitar
que, mediante un procedimiento compulsivo, pueda dejarse a una persona en la
indigencia, en la imposibilidad de trabajar o sin los bienes fundamentales para
subsistir juntamente con su familia".

En caso de que los bienes mencionados en el Art 445 C.P.C. fueran, no obstante,
embargados al ejecutado queda la posibilidad de impetrar el respectivo incidente de
exclusión del embargo (Art. 519, inc. 2º C.P.C. ) .

La inembargabilidad es un derecho que, por regla general, se establece en beneficio


sólo del deudor, pudiendo éste renunciarla, sea expresa sea tácitamente (Art. 12 C.C. )
.

La renuncia será expresa cuando, v. gr. , en el contrato que consigna la obligación se


ha excluido de la inembargabilidad uno o más bienes.

La renuncia será tácita cuando embargado un bien que, de acuerdo al Art. 445 C.P.C. ,
no puede serlo, el deudor no opone el incidente de exclusión del embargo en tiempo y
forma.

Existen, empero, casos en que la inembargabilidad no es renunciable, puesto que


aquella no sólo mira al interés particular del renunciante sino que también al de su
familia o en el de la sociedad. Por ejemplo, es el caso de los números octavo, décimo
tercero, etc. , del Art. 445 C.P.C. La inembargabilidad se establece en beneficio de la
comunidad en los números uno y séptimo del Art. 445 C.P.C.

IV. LA PRÁCTICA DEL EMBARGO.

La diligencia del embargo se lleva a cabo por el ministro de fe receptor, dando


cumplimiento a la orden del tribunal contenida en el mandamiento de ejecución y
embargo, con el auxilio de la fuerza pública si llegare a ser necesario (Art. 443. Inc.
final C.P.C. )
65

Orden en que debe verificarse el embargo de bienes del ejecutado .

Los bienes sobre los cuales va a recaer el embargo tienen establecido un orden dentro
de nuestra legislación, tal es:

1ºEl embargo recaerá sobre el cuerpo cierto debido designado en el mandamiento


(Art. 443, inc. 3º) ;

2ºEl embargo recaerá sobre los bienes que el ejecutante haya señalado en su
demanda ejecutiva o en el acto de practicarse la diligencia del embargo (Art. 443, inc.
3º y 447 C. P. C) .

3ºSi el ejecutante no señala bienes sobre los que habrá de practicarse el embargo,
éste deberá recaer en los bienes que indique el deudor "si, en concepto del ministro
de fe encargado de la diligencia, son suficientes o si, no siéndolo, tampoco hay otros
conocidos": (Art. 448 C.P.C. )

4º"Si no designan bienes el acreedor ni el deudor, el ministro de fe guardará en el


embargo el orden siguiente:

1º Dinero;
2º Otros bienes muebles;
3º Bienes raíces; y
4º Salarios y pensiones".

Requisitos que debe cumplir el embargo.

El embargo es una actuación judicial y, como tal, debe cumplir con una serie de
requisitos. Ellos son:

1. Debe realizarse en días y horas hábiles, pudiéndose, no obstante, solicitarse la


habilitación de día y hora (Arts. 59 y 60 C.P.C. ) .

En cuanto al lugar en que debe practicarse el embargo se ha señalado que “


tratándose de bienes muebles las normas atinentes del Código de Procedimiento Civil
no autorizan, en modo alguno, la práctica del embargo en otro lugar que no sea aquel
en que dichas especies se encuentran ubicadas y, precisamente, por esta razón es
que todas las que se contienen en dicho Código sobre esta materia discurren sobre
esta premisa: el embargo debe realizarse materialmente en el lugar en que se
encuentran ubicadas.

2. Debe practicarse previa notificación del mandamiento de ejecución y embargo al


ejecutado, esto es, debe realizarse en forma previa el requerimiento de pago.

Empero, es posible que antes del requerimiento de pago se solicite una medida
prejudicial en el procedimiento ejecutivo, medida que puede tener el carácter de
precautoria impidiendo, de esta forma al ejecutado, que pueda disponer de los bienes
(Art. 279 en relación al Art. 3º C.P.C. ) .

3. De la diligencia debe levantarse un acta, suscrita por el ministro de fe que practicó


la diligencia y por el depositario, acreedor o deudor que concurran al acto y que desee
firmar.

En el acta se deben expresar el lugar y hora en que se trabó el embargo, la expresión


individual y detallada de los bienes embargados, si actuó con auxilio de la fuerza
pública o no, individualizando a los funcionarios que participaron en la diligencia; (Arts.
61 y 450, inc. 2º, primera parte C.P.C. ) . Además, a partir de la modificación
introducida por la Ley 19. 411 al inciso segundo del artículo 450 del C.P.C. , debe
dejarse constancia de toda alegación que haga un tercero invocando la calidad de
dueño o poseedor del bien embargado.

Tratándose del embargo de bienes muebles, el acta deberá indicar su especie, calidad
y estado de conservación y todo otro antecedente o especificación necesarios para su
66

debida singularización, tales como marca, número de fábrica y de serie, colores y


dimensiones aproximadas, según ello fuera posible. En el embargo de bienes
inmuebles, estos se individualizarán por su ubicación y datos de la respectiva
inscripción de dominio.

4. Debe expresarse en el acta que los bienes embargados se han entregado real o
simbólicamente al depositario.

Este requisito es de suma importancia desde un doble punto de vista. En efecto, en


primer lugar, civilmente, es un requisito esencial del embargo, puesto que éste se
entiende verificado con la entrega real o simbólica del bien al depositario. (art. 450
inc. 1º y 451)

Por otro lado, desde la perspectiva penal, es un presupuesto necesario e indispensable


para configurar el delito de depositario alzado.

5. El acta de embargo que levanta el receptor debe ser firmada obligatoriamente por
él, por el depositario, y por el acreedor y el deudor, si concurrieren.

Si el depositario no sabe escribir o si alguna de las partes se niega a firmar, se


expresarán estas circunstancias (Art. 450, incs. 2º y 3º C.P.C. ) .

En un fallo, bastante discutible, la Corte de Apelaciones de Santiago declaró que el


requisito de la firma "no es aplicable al caso que el acreedor haya optado por designar
en ese mismo cargo al deudor".

6. El Ministro de Fe debe mandar carta certificada al ejecutado comunicándole el


embargo, sin que su omisión afecte validez de la actuación (art. 450 incisos penúltimo
y último)

Si el deudor, por cualquier motivo, se niega a que se practique el embargo, impidiendo


el acceso del receptor al lugar en que se encuentran los bienes o la entrega de ellos al
depositario, esta diligencia se va a llevar a efecto con el auxilio de la fuerza pública;
solicitándose ello en un escrito posterior. La resolución, en caso de que sea
procedente, será "ofíciese".

El embargo se perfecciona con la entrega al depositario provisional.

El depositario provisional deberá, por su parte, entregar esos bienes al depositario


definitivo que las partes designen de común acuerdo o, a falta de éste, por el propio
tribunal (Art. 451, inc. 1º C.P.C. ) .

En la práctica, los tribunales jamás designan depositarios definitivos y sólo designan


como depositario provisional al deudor.

Si los bienes embargados se encuentran en territorios jurisdiccionales distintos o


consisten en especies de diversa naturaleza, podrá designarse a más de un
depositario.

Si el embargo recae sobre dinero, alhajas, joyas o especies preciosas o efectos


públicos, el depósito de la cosa o cosas embargadas deberá hacerse en alguna
oficina del Banco del Estado a la orden del tribunal respectivo (Art. 451 inc. final C.P.C.
en relación con el Art. 507 C.O.T.) .
El certificado que acredite e] depósito se agregará al expediente (Art. 451) .

"Si la ejecución recae sobre el simple menaje de la casa habitación del deudor, el
embargo se entenderá hecho permaneciendo las especies en poder del mismo deudor,
con el carácter de depositario, previa facción de un inventario en que se expresen en
forma individual y detallada el estado y la tasación aproximada de las referidas
especies que practicará el ministro, de fe ejecutor. La diligencia que deberá
extenderse será firmada por el ministro de fe que la practique, por el acreedor, si
concurre, y por el deudor, quien, en caso de substracción, incurrirá en la sanción
prevista en el numero 1º del artículo 471 del Código Penal" (Art. 444, inc. final C.P.C.)
67

"Si la ejecución recae sobre una empresa o establecimiento mercantil o


industrial, o sobre cosa o conjunto de cosas que sean complemento indispensable
para su explotación, podrá el juez, atendidas las circunstancias y la cuantía del
crédito, ordenar que el embargo se haga efectivo, o en los bienes designados por el
acreedor, o en otros bienes del deudor, o en la totalidad de la industria misma, o en
las utilidades que ésta produzca, o en parte cualquiera de ellas.

Embargada la industria o las utilidades, el depositario que se nombre tendrá las


facultades y deberes del interventor judicial; y para ejercer las que correspondan al
cargo de depositario, procederá en todo caso con autorización del juez de la causa".
(Art. 444, incs. 1º y 2º C.P.C. ) .

"Si el deudor no concurre a la diligencia de embargo o si se niega a hacer la entrega al


depositario, procederá a efectuarla el ministro de fe". (Art. 452 C.P.C. )

"Cuando la cosa embargada se halle en poder de un tercero que se oponga a


la entrega alegando el derecho de gozarla a otro título que el de dueño, no se
hará alteración en este goce hasta el momento de la enajenación, ejerciendo mientras
tanto el depositario sobre la cosa los mismos derechos que ejercía el dueño.

Lo cual se entiende sin perjuicio del derecho que corresponda al tenedor de la cosa
embargada para seguir gozándola después de su enajenación" (Art. 454 C.P.C. ) .

Una vez que se haya practicado el embargo, el receptor debe entregar


"inmediatamente" el acta en la secretaría del tribunal, y el secretario pondrá
testimonio del día en que la recibe (Art. 455, inc. 1º) .

V. LOS EFECTOS DEL EMBARGO.

Para estudiar las consecuencias que la práctica del embargo genera es menester que
las distingamos en cuanto al bien embargado, en cuanto al dueño del bien y respecto
de los demás acreedores.

1º. Efectos en cuanto al bien embargado

De acuerdo al Art. 1464 del C.C., hay objeto ilícito en la enajenación de "las cosas
embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o el acreedor
consienta en ella".

Lógico resulta para el legislador resguardar eficazmente el crédito del acreedor y la


medida por la ley señalada para su cautela.

El problema que se presenta es en la configuración del objeto ilícito respecto de los


inmuebles y de los muebles.

Respecto de los bienes inmuebles, en el Mensaje con que el Ejecutivo envió el


Proyecto de Código al Congreso Nacional se lee: "En el juicio ejecutivo se ha creído
conveniente dar cabida a una reforma reclamada tiempo ha, que exige la inscripción
en el conservador del embargo de bienes raíces para que pueda afectar a terceros.
Con ello se llenan los propósitos que se tuvieron en vista al establecer el Registro de
Conservadores, reuniendo allí y haciendo públicos todos los gravámenes que pesen
sobre la propiedad raíz"

En vista a lo anterior, el Art. 453 C.P.C. señala que "si el embargo recae sobre bienes
raíces o derechos reales constituidos en ellos, no producirá efecto alguno legal
respecto de terceros sino desde la fecha en que se inscriba en el respectivo registro
conservatorio en donde estén situados los inmuebles.

El ministro de fe que practique el embargo, requerirá inmediatamente su inscripción y


firmará con el conservador respectivo y retirará la diligencia en el plazo de
veinticuatro horas".
68

Agrega el inciso segundo del Art. 455 que el acta o "diligencia" del embargo de bienes
raíces también debe entregarse en la secretaría y "esta entrega se verificará inme-
diatamente después de practicada la inscripción de que "el Art. 453 trata.

Ahora, tratándose de los bienes muebles, a falta de regla expresa, se aplica lo


dispuesto en el inc. 2º del Art. 297 C.P.C. : "Cuando verse sobre cosas muebles, sólo
producirá efecto respecto de los terceros que tengan conocimiento de ella al tiempo
del contrato; pero el demandado será en todo caso responsable de fraude, si ha
procedido a sabiendas".

2º. Efectos en cuanto al dueño:

El embargo no priva al dueño del bien del derecho de propiedad que tiene sobre él,
limitándolo simplemente en lo que respecta a la facultad de disposición.

En efecto, el dueño puede usar y gozar de la cosa embargada, mas no puede disponer
de ella toda vez que en su enajenación existe objeto ilícito, según acabamos de ver.

Lo anterior, lógicamente, si el ejecutado reviste la calidad de depositario, ya que si


éste es un tercero, la actuación judicial del embargo privará al dueño de todas las
facultades que el derecho de propiedad confiere, sin perder en todo caso la titularidad
del dominio.

Si, estando en poder del ejecutado el bien embargado en calidad de depositario,


dispone de él, o sea si se "alza", comete el delito de depositario alzado, penado en el
Art. 444, inc. final con la pena del Art. 471 del Código Penal.

Si el embargo recae sobre las utilidades de una empresa, el depositario sólo tendrá
facultades de interventor judicial (art. 444 y 294) y para efectuar actos de
administración, requirirá actuación del juez de la causa.

3º. Efectos en cuanto a los acreedores:

Dentro de la legislación nacional, el embargo no constituye una causal de preferencia


para el pago, puesto que no aparece mencionado dentro de los créditos preferentes o
de los privilegios contemplados en el Título XLI. Libro IV del Código Civil.

Tampoco es una causal que mejore los derechos de los acreedores preferentes.

Para efectuar el pago con el producido del bien embargado se aplican las reglas sobre
prelación de créditos del Código Civil y no importa para nada la fecha del embargo
practicado. Para el pago sólo se mira a la naturaleza de la obligación sustancial y no a
la fecha de la realización de la actuación procesal.

Hay que tener presente, no obstante, que existe una medida que otorgada como
precautoria, establece preferencia para el pago. Esa es el denominado "derecho legal
de retención", el que se asimila a la hipoteca o a la prenda para los efectos de
solucionar las deudas. (Art. 546 C.P.C. ) .

VI. EL REEMBARGO.

El embargo que se traba sobre un bien determinado no impide que, con posterioridad,
se traben otros embargos sobre el mismo. Ello, debido a que el embargo, si bien,
produce el efecto de configurar el objeto ilícito del Art. 1464, N 3 C.C. , no saca del
comercio humano el bien sobre que recae.

Al efecto, nuestra jurisprudencia ha declarado que “ es procedente el reembargo de un


bien y su posterior realización en el procedimiento de ejecución que esté preparado
para ello. Decretado un embargo en una ejecución y trabado éste sobre un bien del
deudor, otros acreedores pueden trabar un nuevo embargo sobre el mismo bien y la
realización de él es legalmente posible en cualquiera de las ejecuciones que llegue
primero a la etapa de venta, sin perjuicio de que los demás acreedores hagan uso de
los derechos que les confieren los artículos 527, 528 y 529 del Código de
Procedimiento Civil.
69

Además, el hecho que se haya interpuesto una tercería de prelación respecto de un


determinado bien embargado no constituye obstáculo para que ese bien sea
reembargado y vendido, sin perjuicio de efectuarse el pago con el producto de la
realización al acreedor preferente si éste ganase la tercería. Al efecto, se ha señalado
que “ es procedente el reembargo de un bien y su posterior realización en el
procedimiento de ejecución que llegue primero a la etapa de venta, cuyo producto se
retendrá hasta que recaiga sentencia firme en la tercería de prelación interpuesta.

Esta institución se conoce con el nombre de "reembargo", siendo regulado por los Arts.
527 y 528 del C.P.C.

Si uno de los muchos acreedores que un deudor tiene ha sido diligente y por su
actuación se ha trabado embargo sobre uno o más bienes, los demás acreedores
deben iniciar por su cuenta otros juicios en contra del ejecutado.

Para obtener el pago de sus acreencias, los acreedores tienen dos vías:

1. una consiste en la comparecencia ante el juicio entablado por el acreedor diligente


interponiendo la correspondiente tercería de pago o de prelación, según corresponda,
o

2. solicitar al tribunal ante el cual se esta ventilando el juicio ejecutivo por él iniciado,
que oficie al juez que ordenó el embargo en primer lugar para que no se pague el
primer acreedor hasta tanto no se haya caucionado su crédito (Art. 528 C.P.C. ) .

No obstante lo anterior, el primer depositario debe permanecer en el carácter de tal,


aún cuando se haya trabado posteriormente otro embargo (Art. 528, inc. 2º C.P.C. )

El Art. 529 C.P.C. contempla la posibilidad de que el acreedor que opuso una tercería
de pago solicite la remoción del depositario. Los terceristas pueden actuar como
coadyuvantes del ejecutante.

Nuestra jurisprudencia ha fallado que no existe objeto ilícito en la enajenación que se


efectúa en pública subasta de los bienes que se encuentran reembargados, aun
cuando no exista autorización de los diversos tribunales que han ordenado la práctica
de estas medidas cautelares.

Empero, en la práctica, y sobre todo tratándose de la realización de bienes raíces, para


proceder a su remate en pública subasta, siempre se oficia por el tribunal que va a
practicar la subasta a los tribunales que han ordenado la práctica de embargos para
que autoricen su enajenación.

VI. INSTITUCIONES VINCULADAS AL EMBARGO.

Existen cinco instituciones vinculadas al embargo de bastante importancia. Tales son:

1. La exclusión del embargo;

2. La ampliación del embargo;

3. La reducción del embargo;

4. La sustitución del embargo, y

5. La cesación del embargo.

Veamos cada una en particular:

1º. LA EXCLUSIÓN DEL EMBARGO.


70

Consiste en la facultad que el ejecutado tiene para solicitar que se alce o se deje sin
efecto el embargo que hubiera recaído sobre bienes que, según la ley, tienen el
carácter de inembargables.

"Se tramitará como incidente la reclamación del ejecutado para que se excluya del
embargo alguno de los bienes a que se refiere el artículo 445" (Art. 519, inc. 2º C.P.C. )

2º. LA AMPLIACIÓN DEL EMBARGO.

Consiste en la facultad que la ley confiere al ejecutante para solicitar que se


incorporen al embargo verificado nuevos bienes porque los ya embargados resultan
insuficientes para cubrir el capital, intereses y costas adeudados (Art. 456 C.P.C. )

En cuanto equivale a una medida precautoria, el embargo tiene por objeto asegurar o
cautelar el efectivo cumplimiento de la obligación que se trata de ejecutar. Este
objetivo no se cumple si los bienes embargados no son suficientes para cubrir el
capital, intereses y costas adeudados.

El Art. 456 C.P.C. contempla dos situaciones que hacen procedentes la ampliación:

a) los motivos para conceder la ampliación del embargo se entrega por la


ley al criterio del tribunal: "Puede el acreedor pedir ampliación del embargo en
cualquier estado del juicio, siempre que haya justo motivo de temer que los bienes
embargados no basten para cubrir la deuda y las costas" (inciso 1º )

En este caso el tribunal debe realizar un juicio de oportunidad calificando la


procedencia o improcedencia de la ampliación.

b) Los motivos para conceder la ampliación del embargo son calificados


como suficientes por la propia ley: "El haber recaído el embargo sobre bienes
difíciles de realizar, será siempre justo motivo para la ampliación. Lo será también la
introducción de cualquiera tercería sobre los bienes embargados" (Art. 456, inc. 2º
C.P.C. ) .

Por consiguiente, constituirá un agravio y una falta o abuso del tribunal si al concurrir
las circunstancias establecidas por la ley en el inciso segundo del Art. 456 C.P.C. , no
da lugar a la solicitud presentada por el ejecutante pidiendo la ampliación del
embargo. Dicha resolución puede ser atacada por medio recurso de apelación.

Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de un embargo que haya recaído en una cuota de
una comunidad hereditaria que es propiedad del deudor.

El Art. 22, Nº 1 de la Ley 18. 010 sobre operaciones de crédito de dinero contempla
otro caso en que la ley califica la procedencia de la ampliación. Dice el precepto: "Se
considerará justo motivo para solicitar la ampliación del embargo, el mayor valor que
experimente en el mercado la moneda extrajera adeudada".

El inciso final del Art. 456 C.P.C. establece que "pedida la ampliación después de la
sentencia definitiva, no será necesario el pronunciamiento de nueva sentencia para
comprender en la realización los bienes agregados al embargo".

En consecuencia, la resolución que recae sobre la solicitud de ampliación,


acogiéndola, será por sí sola título suficiente para embargar nuevos bienes.

3º. LA REDUCCIÓN DEL EMBARGO.

Consiste en la facultad concedida por la ley al ejecutado para solicitar que se alce el
embargo de alguno de los bienes sobre los cuales aquél ha recaído, por ser excesivos
para asegurar cumplidamente la obligación y las costas.

El embargo debe limitarse a los bienes necesarios y suficientes para obtener el


cumplimiento de la obligación y no debe constituir un arma de presión en manos del
ejecutante. El abuso del derecho se torna en ilicitud manifiesta.
71

El Art. 447 C.P.C. señala que "puede el acreedor concurrir al embargo y designar, si el
mandamiento no lo hace, los bienes del deudor que hayan de embargarse, con tal
que no excedan de los necesarios para responder a la demanda, haciéndose
esta apreciación por el Ministro de fe encargado de la diligencia, sin perjuicio de lo
que resuelva el tribunal a solicitud de parte interesada".

4º. LA SUSTITUCIÓN DEL EMBARGO.

En el primitivo texto del Código de Procedimiento Civil no se contemplaba la


institución de la sustitución del embargo, por lo que el deudor no podía reemplazar los
bienes embargados por otros, lo cual resultaba absurdo toda vez que el embargo es
una medida cautelar y como tal puede y debe comprender la sustitución de los bienes
en la medida que caucionen las resultas del juicio.

Es por ello que por una modificación se incluyó la substitución del embargo como una
facultad del ejecutado, más no en términos amplios, puesto que presenta las
siguientes limitaciones:

a) la substitución sólo puede hacerse por dinero, y

b) la substitución no opera cuando el embargo ha recaído sobre la especie o cuerpo


cierto debida.

De acuerdo al Art. 457 C.P.C. , el ejecutado puede solicitar la substitución en cualquier


estado del juicio.

En la práctica, la substitución será solicitada por el ejecutado cuando el embargo haya


recaído sobre bienes que él desee administrar o disponer libremente.

En los casos en que procede la substitución del embargo, el ejecutado no está


pagando la obligación que se le demanda, sino que sólo reemplazando las garantías
que aseguran el cumplimiento de la sentencia. En consecuencia, cuando exista la
substitución del embargo al ejecutante sólo podrá pagársele la obligación una vez que
se encuentre ejecutoriada la sentencia que en la causa se dicte.

El ejecutado debe hacer presente que la suma de dinero que acompaña al tribunal
tiene por objeto substituir el o los bienes embargados y no pagar la deuda.

Mediante la Ley 19. 411 de 20 de septiembre de 1995, se agregó un inciso segundo al


artículo 521 del Código de Procedimiento Civil, contemplándose también respecto del
tercerista la facultad de solicitar la sustitución de los bienes embargados.

5º. LA CESACIÓN DEL EMBARGO.

En la substitución el ejecutado pone dinero a disposición del tribunal sin renunciar a


las excepciones ejercitadas ni con la intensión de pagar la obligación demandada, sino
que con la única finalidad de cambiar el objeto embargado. Esto debe ser
expresamente manifestado a momento de efectuar el reemplazo a fin de que lo que se
deposita no sea imputado a la deuda. En la substitución del embargo, el juicio
ejecutivo continúa adelante, existiendo sólo un cambio respecto de los bienes sobre
los cuales recae el embargo.

En la cesación del embargo, en cambio, el ejecutado deposita dinero en la cuenta


corriente del tribunal para pagar la obligación que se demanda, con el objeto de que
se deje sin efecto el embargo que hubiese recaído sobre los bienes constitutivos de su
patrimonio (Art. 490 CPC) poniéndose término al juicio ejecutivo.

El Art. 490 C.P.C. ha creado problemas a la doctrina respecto del momento hasta el
cual se pueden liberar los bienes embargados. Dice el precepto que "antes de
verificarse el remate, puede el deudor libertar sus bienes pagando la deuda y las
costas".
72

Nuestra jurisprudencia, interpretando el artículo en forma armónica con otros


preceptos, ha señalado que la facultad de hacer cesar el embargo precluye en el
momento en que se extiende el acta de remate.

Si el ejecutado no expresa en su escrito que el dinero que deposita tiene por objeto la
sustitución, la consignación se va a tomar como cesación y, en consecuencia, también
como un desistimiento de las excepciones opuestas.

Todas las instituciones mencionadas se tramitan como incidentes, en el cuaderno de


apremio y nunca van a paralizar el curso del cuaderno ejecutivo o principal.

"Se formará ramo separado con las diligencias relativas al embargo, a su ampliación y
al procedimiento de apremio, que tiene por objeto realizar los bienes embargados y
hacer pago al acreedor.

Se pondrá testimonio en el ramo principal, de la fecha en que se practiquen el


embargo y la ampliación.

Este cuaderno se tramitará independientemente del cuaderno ejecutivo, sin que la


marcha del uno se retarde por los recursos que en el otro se deduzcan". (Art. 458
C.P.C. )

VI. ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS.

Corresponde, por regla general, al depositario provisional que designa el ejecutante en


el mandamiento de ejecución y embargo o el juez en subsidio (Art. 443 Nº 3 en
relación con el Art. 479 C.P.C. ) .

El depositario provisional ejerce el cargo hasta que se designe depositario definitivo en


la causa, el cual debe nombrarse en audiencia verbal, por las partes de común
acuerdo o por el tribunal, a falta de éste (Art. 451, inc. 1 C.P.C.) . Sin embargo, hay
que tener presente que en la práctica lo normal es que nunca se designe depositario
definitivo.

Respecto del bien o bienes embargados el depositario sólo puede ejercitar


facultades de administración. En consecuencia, va a poder realizar todos los actos
que tengan por objeto la conservación, explotación y reparación de los bienes que se
han puesto a su cuidado.

En todo caso, es menester tener presente que por el mero depósito no se confiere al
depositario la facultad de usar la cosa (arts. 2200 y 2250 C. Civil) .

Por excepción, el depositario tiene facultades de disposición, las que se


pueden ejercer sólo con la previa autorización del tribunal (Art . 483 C.P.C. ) . Señala
el precepto que "venderá el depositario en la forma más conveniente, sin previa
tasación, pero con autorización judicial, los bienes muebles sujetos a corrupción, o
susceptibles de próximo deterioro, o cuya conservación sea difícil o muy dispendiosa".

El Art. 515 C.P.C. establece la obligación del depositario de poner a disposición del
tribunal todos los dineros que reciba con motivo del ejercicio de su cargo, tan pronto
como lleguen a su poder, debiendo cancelar intereses por los que entregue atrasados.

Las cuestiones que se susciten con motivo de la administración serán resueltas por el
tribunal en audiencias verbales (Art. 480 C.P.C. )

El depositario debe rendir cuenta de las gestiones que haya realizado durante el
desempeño de su cargo (Art. 514 C.P.C. ) . La cuenta la rinde de la misma forma en
que lo ha en los tutores y curadores (Art. 415 C.C. )

Excepcionalmente, el tribunal puede ordenar al depositario que rinda cuentas


parciales antes que termine de desempeñar su cargo.

Las cuentas que rinde el depositario se deben poner en conocimiento de las partes, las
que tienen el término de seis días para examinarlas. Si transcurrido ese plazo ninguna
73

de las partes formula objeciones, la cuenta se tiene por aprobada; en caso contrario se
generara el correspondiente incidente. (Art. 514 C.P.C. ) .

Tanto el depositario provisional como el definitivo son remunerados. Esta


remuneración es fijada por el tribunal una vez que el depositario haya rendido cuenta
y ésta haya sido aprobada, tomando en consideración la responsabilidad y trabajo que
el cargo le haya impuesto (Art. 516) .

Del producto de la realización de los bienes embargados se pagan, en primer lugar, y


a prorrata, las costas y la remuneración del depositario; y luego se paga el crédito.

Por excepción, existen depositarios que no tienen derecho a remuneración, siendo los
indicados por el Art. 517 C.P.C. :
"No tienen derecho a remuneración:

1º El depositario que, encargado de pagar el salario o pensión embargados, haya


retenido a disposición del tribunal la parte embargable de dichos salarios o pensión; y

2º El que se haga responsable de dolo o culpa grave.

VII. CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA EJECUTIVA.

Sabemos que el cuaderno de apremio siempre puede llegar hasta el embargo,


paralizándose en este cuando se han opuesto excepciones en el cuaderno ejecutivo.
Pero, si las excepciones no se han opuesto, el mandamiento de ejecución y embargo
hace las veces de sentencia definitiva y se podrá continuar con los trámites necesarios
para la realización de los bienes embargados.

Supuesto que ya hemos pasado toda la tramitación del cuaderno ejecutivo, se puede
dictar sentencia condenatoria en contra del ejecutado. Para el cumplimiento de la
sentencia condenatoria es menester efectuar una distinción según si la sentencia es
de pago o de remate.

Una vez que la sentencia de pago está ejecutoriada o, sin estarlo, se han
caucionado las resultas del juicio, el ejecutante debe solicitar que se proceda a la
liquidación del crédito y a la tasación de las costas. (Art. 510 C.P.C. )

"Practicada la liquidación a que se refiere el artículo precedente, se ordenará hacer


pago al acreedor con el dinero embargado. . .

Si la ejecución fuere en moneda extranjera, el tribunal pondrá a disposición del


depositario los fondos embargados en moneda diferente a la adeudada sobre los
cuales haya recaído el embargo y los provenientes de la realización de bienes del
ejecutado en cantidad suficiente, a fin de que, por intermedio de un Banco de la plaza,
se conviertan en la moneda extranjera que corresponda. Esta diligencia podrá también
ser cometida al secretario". (Art. 511 C.P.C. ) .

Ahora bien, "si el embargo se ha trabado sobre la especie misma que se demanda,
una vez ejecutoriada la sentencia de pago, se ordenará su entrega al ejecutante". (Art.
512 C.P.C. ) .

Como se puede apreciar, el cumplimiento de la sentencia de pago es casi automático,


toda vez que no es necesario realizar ningún otro trámite que no sea la liquidación del
crédito y de las costas.

Situación distinta es la de la sentencia de remate. En efecto, como ésta se dicta


cuando el embargo ha recaído sobre bienes que no son dinero ni la especie o cuerpo
cierto debida, será menester convertir en dinero los bienes que cautelan el resultado
del juicio.

La apelación que se interponga contra esta sentencia se concede en el sólo efecto


devolutivo y, en consecuencia, puede, de todos modos, procederse a la realización de
los bienes, mas no puede hacerse pago al ejecutante con el producido mientras la
sentencia no se encuentre ejecutoriada, conforme a lo establecido en el Art. 510 C.P.C.
74

La sentencia de remate causa ejecutoria para todos los efectos de que se realicen los
bienes, pero todo lo que en su virtud se efectúe queda sujeto a la condición de que la
resolución sea confirmada.

En la sentencia de remate será necesario recurrir a un procedimiento que permita


reducir a dinero los bienes embargados. El Código denomina a este procedimiento
como "procedimiento de apremio" (Art. 458, inc. 1º C.P.C. )

VII. EL PROCEDIMIENTO DE APREMIO (REALIZACIÓN DE BIENES) .

Para los efectos de convertir en dinero los bienes embargados, o sea, para la
realización de los mismos, el legislador ha debido clasificarlos en las cuatro categorías,
a saber:

1º. Bienes muebles sujetos a corrupción, susceptibles de próximo deterioro o de difícil


o dispendiosa conservación

Estos bienes son vendidos por el depositario, con autorización judicial y sin necesidad
de que previamente se practique una tasación.

Según la doctrina, esta venta puede efectuarse por el depositario durante la


tramitación del juicio y aun antes de que se dicte sentencia en la causa.

2º. Efectos de comercio realizables en el acto

Típico ejemplo es el de las acciones de sociedades anónimas (abiertas, según la


terminología de la Ley 18. 046 sobre sociedades, ya que éstas transan sus acciones en
la Bolsa de Comercio) .

El Art. 484 C.P.C. señala que los efectos de comercio realizables en el acto, se
venderán sin previa tasación por un corredor de la Bolsa nombrado de acuerdo al
procedimiento que la ley reserva para la designación de los peritos. (Art. 414 C.P.C. ) .

3º. Bienes muebles no comprendidos en las situaciones anteriores:

El Art. 482 C.P.C. , sustituido por el Art. 26 de la Ley Nº 18. 118 de 22 de mayo de
1982, señala que los "bienes muebles embargados se venderán en martillo, siempre
que sea posible, sin necesidad de tasación. La venta se hará por el martillero
designado por el tribunal que corresponda".

La ley 18. 118 regula la actividad de martillero público, estableciendo un


procedimiento para el remate judicial de especies muebles en su Título IV, Arts. 19 a
22, inclusives.

En la práctica, la designación del martillero se solicita al tribunal conjuntamente con el


escrito de retiro de especies. En dicha presentación se pide que se faculte al martillero
designado para fijar la fecha del remate y el número de avisos que estime necesarios
para publicitar tal remate. Además, en un otrosí, se pide el auxilio de la fuerza pública
en caso de que el ejecutado se oponga al retiro de las especies.

En caso que hubiere oposición del deudor para hacer entrega de los bienes
embargados al depositario provisional o definitivo designado en el proceso, deberá
procederse a cumplir esa diligencia con el auxilio de la fuerza pública. En caso que el
depositario provisional de los bienes fuere el deudor, sólo podrá efectuarse el retiro de
especies embargadas con el auxilio de la fuerza pública una vez que se hubiere
dictado una sentencia de remate, la que se puede cumplir no obstante que el deudor
hubiere deducido el recurso de apelación o de casación en su contra.

Según el inciso segundo del artículo 455,el retiro de las especies no podrá
decretarse sino hasta transcurridos que sean diez días desde la fecha de la
traba del embargo, a menos que el juez, por resolución fundada, ordene otra
cosa.
75

Y del inciso cuarto del artículo 393 del C.O.T., los receptores solo podrán hacer uso de
la fuerza pública que decrete un tribunal para la realización de determinada diligencia
respecto de la cual fue autorizado. En consecuencia, si se hubiere decretado por el
tribunal el auxilio de la fuerza pública para la realización del embargo, se deberá
solicitar que se decrete nuevamente el auxilio de la fuerza pública para efectuar el
retiro de especies.

El uso no autorizado o el anuncio o amenaza de uso del auxilio de la fuerza pública sin
estar decretado, será sancionado en la forma prevista en el Nº 4 del artículo 532 del
C.O.T.

En algunas ocasiones, el ejecutante puede tener interés en adjudicarse el bien que se


remata con cargo a su crédito. En este caso, hay que presentar un escrito al tribunal
solicitando autorización para participar en el remate con cargo a su crédito,
oficiándose al efecto al martillero designado.

4º. Bienes que requieren previa tasación

Este es el procedimiento más complejo de realización y debe comprender los trámites


que se analizan a continuación.

VIII. BIENES QUE REQUIEREN PREVIA TASACIÓN.

De acuerdo al Art. 485 C.P.C. , los bienes que requieran de previa tasación se van a
vender en pública subasta, ante el tribunal que conoce de la ejecución o ante el
tribunal dentro de cuyo territorio competencial están situados los bienes, cuando así
se resuelve a solicitud de parte y por motivos fundados.

Los bienes que requieren de previa tasación para su realización son:

a) Todos los bienes raíces, y

b) Algunos bienes muebles que no quedan comprendidos en la situaciones señaladas


precedentemente, ejemplo de lo cual son los derechos en sociedad de personas.

Nuestro legislador tiene un respeto reverencial por los bienes raíces, y es por ello que
el procedimiento establecido para la realización de éstos es solemne y complejo, con
el cumplimiento de una serie de trámites.

Las principales etapas que establece el Código de Procedimiento Civil para la subasta
pública de los inmuebles en el juicio ejecutivo son:

a. Tasación

b. Fijación de día y hora para la subasta

c. Bases del remate

d. Purga de Hipotecas

e. Autorización para enajenar bien raíz embargado.

f. Publicación de avisos

g. Subasta del inmueble

h. Otorgamiento de escritura pública

La purga de hipotecas no es precisamente un trámite del procedimiento de realización


del inmueble sino que un efecto del mismo. Pero, sistemáticamente es conveniente
tratarla en el lugar indicado por las razones que luego veremos.

Cerrará esta parte el párrafo XVI referente a la nulidad del remate, que no es una
etapa de la subasta, sino que la consecuencia de un vicio acaecido en ella.
76

1º. TASACIÓN: (art. 486 y 487 C.P.C. ) . :

La tasación del bien raíz será aquella que figure en el rol de avalúos que esté vigente
para los efectos del pago de la contribución territorial, a menos que el ejecutado
solicite que se practique nueva tasación.

En la práctica, se presenta un certificado emanado del Servicio de Impuestos Internos


constatando el avalúo del inmueble, solicitándose al tribunal que se tenga por
aprobado, con citación. En esta situación, el ejecutado tiene un plazo de tres días,
como en todo documento público, para objetar el avalúo y requerir una nueva tasación
del inmueble.

Requerida la nueva tasación del inmueble, se deberá citar a las partes para dentro de
segundo día, con el fin de que se designe perito tasador. En caso que la designación
del perito la efectúe el tribunal, ésta no puede recaer en empleados o dependientes de
ese tribunal.

El perito debe practicar todos los trámites necesarios para hacer la tasación y
presentar el informe de ella al tribunal.

Presentado que sea el informe del perito, debe éste ser puesto en conocimiento de las
partes, teniendo ellas un plazo de tres días para impugnarlo. De la impugnación que
efectúe una de las partes se dará traslado por tres días a la contraparte.

Transcurrido este plazo de tres días, sea que se haya evacuado o no el traslado, el
tribunal puede optar por los siguientes caminos:

a. aprobar la tasación.

b. ordenar que se rectifique la tasación por el mismo perito que evacuó el informe, o
por otro; o c. fijar el tribunal por sí mismo el justiprecio de los bienes.

Estas resoluciones son inapelables.

"Si el tribunal manda rectificar la tasación, expresará los puntos sobre que deba caer
la rectificación; y practicada ésta, se tendrá por aprobada, sin aceptarse nuevos
reclamos". (Art. 487, inc. 2º) .

2º. FIJACIÓN DE DÍA Y HORA PARA EL REMATE. ART. 488 C. PC.

"Aprobada la tasación, se señalará día y hora para la subasta" (Art. 488 C.P.C. )

Para realizar la subasta es previa la realización de los siguientes actos:

a. publicación de avisos, dándose cuenta del día y hora en que el remate se va a


realizar y el lugar donde se efectuará. La publicación debe efectuarse en un diario de
la comuna en que tenga su asiento el tribunal o de la capital de provincia o de la
capital de región, si en aquella no lo haya , debiendo el primero de ellos publicarse a lo
menos quince días antes del remate, sin descontar los días inhábiles (Art. 489, inc.
1º) ; asimismo, las publicaciones deben practicarse en la misma forma y plazos, en el
lugar donde se encuentre el inmueble;

b. aprobación de las bases del remate; y

c. acompañamiento de un certificado de gravámenes y prohibiciones respecto del


inmueble.

En consecuencia, la fijación del día del remate debe hacerse en un plazo tal que se
tenga tiempo para hacer todos estos trámites: generalmente un mes o un mes y
medio después de aprobada la tasación.

3º. LAS BASES DEL REMATE.


77

La aprobación de las bases del remate, es decir, de las condiciones en que debe
procederse a la venta del inmueble, debe efectuarse por las partes de común acuerdo.

El ejecutante debe presentar un escrito en el cual propone al tribunal las bases o


condiciones en que haya de efectuarse el remate. El tribunal proveerá el escrito en
que se presenten dichas bases "como se pide, con citación", indicando que se
aprueban las bases del remate si el ejecutado no se opone a ellas dentro del plazo de
tres días, contados desde la notificación de la resolución. (Art. 491)

Si no existe acuerdo, las bases del remate deben ser determinadas por el
tribunal, teniendo éste presente las siguientes limitaciones:

a. el precio en el cual se va a vender el inmueble no puede ser inferior a los dos


tercios de su tasación;

b. el precio deberá pagarse de contado, a menos que el tribunal, por motivos


fundados, resuelva otra cosa (art. 491) ; y

c. las personas interesadas en participar en la subasta deberán otorgar una garantía


de seriedad de la oferta, cuyo monto será equivalente a un 10% del valor en que los
bienes van a ser subastados.

En las bases del remate se deben contemplar las siguientes cláusulas:

1. especificación del bien que se va a vender (ubicación) ;


2. precio que se pide como mínimo;
3. forma en que el precio se va a pagar;
4. garantías que se pueden otorgar para caucionar el pago a plazo del saldo de precio;
5. la fecha en que se efectuará la entrega del inmueble;
6. la facultad del ejecutante de participar en el remate con cargo a su crédito. A este
respecto tenemos que tener presente que el ejecutante no puede adjudicarse el
inmueble si es acreedor valista (se paga prorrata) ; y que tampoco puede adjudicarse
el inmueble cuando se ha interpuesto una tercería de pago.
7. también deben contemplarse la situación de los insumos atrasados: Luz, agua,
electricidad, etc. Si en las bases del remate nada se dice respecto de esta cláusula, los
gastos que ocasionaren serán de cuenta del adjudicatario.

4º. LA PURGA DE LAS HIPOTECAS (Arts. 2428 C.C. y 492 CPC)

La purga de las hipotecas consiste en la extinción de las hipotecas, que se produce


cuando concurren tres requisitos copulativos:

1. que el inmueble sea vendido en pública subasta;


2. que los acreedores hipotecarios sean citados; y
3. que haya transcurrido entre la citación de los acreedores hipotecarios y la subasta
el término de emplazamiento del juicio ordinario (Art. 3º C.P.C. ) .

Una vez efectuada la subasta se extinguen todas las hipotecas constituidas sobre el
bien raíz.

El art. 2428 del C.C. establece que "la hipoteca da al acreedor el derecho de perseguir
la finca hipotecada, sea quien fuere el que la posea, y a cualquier título que la haya
adquirido.

Sin embargo, esta disposición no tendrá lugar contra el tercero que haya adquirido la
finca hipotecada en pública subasta, ordenada por el juez.

Mas para que ésta excepción surta efecto a favor del tercero, deberá hacerse la
subasta con citación personal, en el término de emplazamiento, de los acreedores que
tengan constituidas hipotecas sobre la misma finca; los cuales serán cubiertos sobre el
precio del remate en el orden que corresponda.

El juez entre tanto hará consignar el dinero".


78

El art. 492 del C.P.C. modificó el precepto antes transcrito, estableciendo que en el
caso de que un inmueble sea perseguido por un acreedor hipotecario de grado
posterior, el acreedor hipotecario de grado preferente tiene derecho a exigir el pago
de su crédito en el orden que corresponda o la mantención de su crédito en caso de
que éste aún no se encuentre devengado.

La jurisprudencia nacional ha establecido ocasionalmente que la forma en que los


acreedores hipotecarios tienen que hacer exigible su pago preferente es a través de la
interposición de la correspondiente tercería de prelación. La mayoría de la
jurisprudencia acepta que basta con que el acreedor presentara un escrito señalando
cuál es su crédito para convenir el pago.

5º. AUTORIZACION PARA ENAJENAR BIEN RAÍZ EMBARGADO.

Si el inmueble que se va a rematar se encuentra embargado por orden de otro


tribunal donde se está siguiendo otro juicio, dicho bien raíz no puede venderse sin
previa autorización del tribunal que lo decretó.

En consecuencia, hay que presentar un escrito al tribunal solicitando que dirija un


oficio al tribunal que haya dispuesto el embargo, para los efectos de que autorice la
venta en pública subasta. Sin perjuicio de ello, debemos tener presente, que se ha
declarado que cuando el artículo 1464 N° 3 del Código Civil sanciona con objeto ilícito
las enajenaciones que menciona, sólo incluye aquellas voluntarias, mas no a las
enajenaciones forzadas realizadas por el ministerio de la justicia.

El hecho de que un inmueble tenga o no hipotecas constituidas o embargos


decretados se acredita con un certificado e prohibiciones y gravámenes emanados del
Conservador de Bienes Raíces, documentos que se deberán acompañar al expediente.

En consecuencia:

a. si se remata el inmueble sin haberse citado a los acreedores hipotecarios, se


mantienen vigentes todas las hipotecas;

b. si el que ejecuta el inmueble es el primer acreedor hipotecario y no se ha citado a


los acreedores de grado posterior, el adjudicatario del inmueble se subrogará en los
derechos del primer acreedor hipotecario, de acuerdo a lo que preceptúa el artículo
1610 Nº 2 del Código Civil.

6. PUBLICACIÓN DE AVISOS.

Deben efectuarse en la forma que establece el art. 489 C.P.C. precepto que debe ser
concordado con el art. 502 del mismo cuerpo legal.

"El remate, con el señalamiento del día y hora en que debe tener lugar, se anunciará
por medio de avisos publicados, a lo menos cuatro veces, en un diario de la comuna o
de la capital de provincia o de la capital de región, si en aquella no lo haya. Los avisos
podrán publicarse también en días inhábiles. El primero de los avisos deberá ser
publicado con quince días de anticipación, como mínimo, sin descontar los inhábiles, a
la fecha de la subasta.

Si los bienes están en otra comuna, el remate se anunciará también en ella o en la


capital de la respectiva región, si fuere el caso, por el mismo tiempo y en la misma
forma.

Los avisos serán redactados por el secretario y contendrán los datos necesarios para
identificar los bienes que van a rematarse".

La ley no exige que se deje constancia en el expediente del hecho de haberse


publicado los avisos, pero como la liquidación de los bienes raíces es un trámite
solemne, debe dejarse constancia de los avisos en el expediente para que no se
declare la nulidad del remate. En consecuencia, debe presentarse un escrito al tribunal
solicitando que el secretario certifique en el proceso el tenor de los avisos, la fecha de
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publicación y el diario donde lo fueron. En la práctica se agrega a la certificación un


recorte del diario donde aparece el aviso del remate.

7º. REMATE DEL INMUEBLE.

Al respecto es menester distinguir dos situaciones:

1. Existen postores en el remate:

En primer término, el tribunal ha de calificar la caución que los interesados deben


rendir para participar en la subasta.

Realizada la calificación, se procede a efectuar el remate partiendo del mínimo y se


adjudicará el inmueble a la persona que presente la mejor postura.

Efectuada la adjudicación, se deberá levantar un acta de remate, documento


eminentemente solemne que hace las veces de escritura pública para los efectos
prescritos en el art. 1801 del C.C. , el que en su inciso segundo establece que "la
venta de los bienes raíces, servidumbres y censos, y la de una sucesión hereditaria, no
se reputan perfectas ante una ley, mientras no se ha otorgado escritura pública".

En consecuencia, la compraventa (porque eso es, en definitiva, la venta en pública


subasta, pero con la particularidad que una de las partes en el contrato va a ser
representada por el tribunal) , se reputa perfecta desde el momento en que extiende
el acta del remate, documento que deberá ser firmado por el juez de la causa, por el
rematante o adjudicatario del inmueble y por el secretario del tribunal.

Conforme al art. 496 del C.P.C. , "en el acta de remate podrá el rematante indicar la
persona para quien adquiere; pero mientras ésta no se presente aceptando lo obrado,
subsistirá la responsabilidad del que ha hecho las posturas.

Subsistirá también la garantía constituida para tomar parte en la subasta, de


conformidad al artículo 494".
Además, debemos tener presente que nuestra jurisprudencia ha señalado que de
conformidad a lo que dispone el artículo 671 del Código Civil, en las ventas forzadas
que se hacen por decreto judicial a petición de un acreedor, en subasta, el juez actúa
como representante legal del tradente, de tal modo que actuando con esa calidad, es
también encargado de cumplir con la obligación esencial del contrato de compraventa
de entregar la cosa tradida y que el juez al hacer lugar a la petición de lanzamiento
del ejecutado y hacer entrega del inmueble subastado al acreedor que se lo adjudicó,
ha procedido en forma que se ajusta a derecho. La entrega material es en definitiva, el
cumplimiento de lo resuelto por la sentencia ejecutiva, ya que hacer íntegro pago al
acreedor significa, en el caso descrito, entregarle el inmueble que se adjudicó como
pago de su acreencia

2. No existen postores en el remate:

Soluciona este problema el art. 499 C.P.C. , al establecer que "si no se presentan
postores en el día señalado, podrá el acreedor solicitar cualesquiera de estas dos
cosas, a su elección:

1a. Que se le adjudiquen por los dos tercios de la tasación los bienes embargados; y

2a. Que se reduzca prudencialmente por el tribunal el avalúo aprobado. La reducción


no podrá exceder de una tercera parte de este avalúo.

Si el acreedor escoge por esta segunda vía, es decir, por un nuevo remate, y no hay
postores se resuelve la situación por lo prescrito en el art. 500 C.P.C. : "Si puestos a
remate los bienes embargados por los dos tercios del nuevo avalúo, hecho de
conformidad al número 2º del artículo anterior, tampoco se prestan postores, podrá el
acreedor pedir cualquiera de estas tres cosas, a su elección.

1a. Que se le adjudiquen los bienes por los dichos dos tercios;
80

2a. Que se pongan por tercera vez a remate, por el precio que el tribunal designe; y

3a. Que se le entreguen en prenda pretoria.

Si la ejecución fuere en moneda extranjera, para hacer uso del derecho que confiere el
número 1º del artículo anterior e igual número del presente artículo, el ejecutante
deberá hacer liquidar su crédito en moneda nacional, al tipo medio de cambio libre
que certifique un Banco de la plaza".

La prenda pretoria o anticresis judicial "es un contrato en cuya virtud, por el ministerio
del tribunal, se entregan al acreedor bienes embargados, sean raíces o muebles, para
que se pague con sus frutos

Para la prenda pretoria rigen los artículos 501 a 507 del C.P.C. : Art. 501.
Cuando el acreedor pida, conforme a lo dispuesto en el artículo anterior, que se le
entreguen en prenda pretoria los bienes embargados, podrá el deudor solicitar que se
pongan por última vez a remate. En éste caso no habrá mínimum para las posturas.

Art. 502. Cuando haya de procederse a un nuevo remate en los casos


determinados por los tres artículos precedentes, se observará lo dispuesto en el
artículo 489, reduciéndose a la mitad los plazos fijados para los avisos. No se hará, sin
embargo, reducción alguna de estos plazos, si han transcurrido más de tres meses
desde el día designado para el anterior remate hasta aquel en que se solicite la nueva
subasta.

Art. 503. La entrega de los bienes en prenda pretoria se hará bajo inventario
solemne.

Art. 504. El acreedor a quien se entreguen bienes muebles o inmuebles en prenda


pretoria, deberá llevar cuenta exacta, y en cuanto sea dable documentada, de los
productos de dichos bienes. Las utilidades líquidas que de ellos obtenga se aplicarán
al pago del crédito, a medida que se perciban.

Para calcular las utilidades se tomarán en cuenta, a más de los otros gastos de
legítimo abono, el interés corriente de los capitales propios que el acreedor invierta y
la cantidad que el tribunal fije como remuneración de los servicios que preste como
administrador. No tendrá, sin embargo, derecho a esta remuneración el acreedor que
no rinda cuenta fiel de su administración, o que se haga responsable de dolo o culpa
grave.

Art. 505. Salvo estipulación en contrario, podrá el deudor, en cualquier tiempo, pedir
los bienes dados en prenda pretoria pagando la deuda y las costas, incluso todo lo que
el acreedor tenga derecho a percibir en conformidad a lo dispuesto en el último inciso
del artículo precedente.

Podrá también el acreedor, en cualquier tiempo, poner fin a la prenda pretoria y


solicitar su enajenación o el embargo de otros bienes del deudor, de conformidad a las
reglas de este Título.

Art. 506. El acreedor que tenga bienes en prenda pretoria, deberá rendir cuenta de
su administración, cada año si son bienes inmuebles y cada seis meses si se trata de
muebles, bajo la pena, si no lo hace, de perder la remuneración que le habría
correspondido, de conformidad al inciso final del artículo 504, por los servicios
prestados durante el año.

Art. 507. Salvo lo dispuesto en los cuatro artículos precedentes, la prenda pretoria
queda sujeta a las reglas del Título XXXIX, Libro IV del Código Civil.

Cuando se constituya en bienes muebles, tendrá además, sobre ellos, el que los
reciba, los derechos y privilegios de un acreedor prendario.

8º. OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA.


81

El Código de Procedimiento Civil establece con posterioridad al acta de remate debe


extenderse la escritura pública definitiva. Si bien es cierto que el acta de remate hace
las veces de escritura pública para los efectos del Art. 1801, inc. 2º del C.P.C. , o sea,
desde que es firmada por el juez, el rematante y el secretario se reputa perfecta la
venta; no es menos cierto que dicha acta no es un título suficiente para los efectos de
practicar la tradición del inmueble, cosa que, como sabemos, se produce al inscribirse
en el Registro de Propiedades del Conservador de Bienes Raíces la escritura pública de
compraventa, que deberá extender el juez como representante del deudor.

Dice el Art. 497 que "para los efectos de la inscripción, no admitirá el conservador sino
la escritura definitiva de compraventa. Dicha escritura será subscrita por el rematante
y por el juez como representante legal del vendedor, y se entenderá autorizado el
primero para requerir y firmar por sí solo la inscripción en el Conservador, aún sin
mención expresa de esta facultad".

El juez debe ordenar que se extienda la escritura definitiva a petición de parte y


dentro de tercer día de efectuado el remate (Art. 495, inc. 2º) . Este plazo de tres días,
pese a la redacción del precepto, no es un plazo fatal ni genera la caducidad del
derecho a otorgarse la escritura de compraventa definitiva. La Jurisprudencia de
nuestros tribunales ha establecido que "el plazo de tres días dentro del cual debe
reducirse a escritura pública el acta de remate a que se refiere el Art. 495 del Código
de Procedimiento Civil, no constituye un requisito o formalidad que la ley exija para su
valor, en consideración a la naturaleza, sino un plazo que no es fatal y, por tanto,
puede otorgarse la escritura pública fuera de él

Esta escritura de compraventa en pública subasta, que se extiende por orden del
tribunal, no es una escritura corriente. De acuerdo con lo que preceptúa el Art. 495 en
relación con el 497, en la escritura de compraventa deben insertarse los siguientes
antecedentes:

1. Todos los antecedentes relativos a la validez del juicio en que se produjo el remate,
v. gr. , el requerimiento de pago; el certificado de que no se opusieron excepciones o,
si se trata de la sentencia dictada en la causa, el certificado de ejecutoriada de dicha
resolución que fijó el día y la hora de la subasta; la publicación de los avisos; la
certificación del secretario de que dichos avisos fueron publicados; y, en general todos
los antecedentes que permitan demostrar a terceros que se cumplieron los
presupuestos o requisitos necesarios para la validez del juicio.

2. Todos los antecedentes relativos al remate o a la venta misma, v. gr. , el acta de


remate; las autorizaciones otorgadas por el tribunal en caso de que hubieren existido
otros embargos, para la venta del inmueble en pública subasta, etc.

3. Deberán insertarse todos los antecedentes que permitan demostrar la purga de las
hipotecas que hubieren afectado al inmueble.

En la práctica, es íntegramente transcrito en la escritura el juicio ejecutivo, esto por


razones de seguridad.

La escritura de remate (adjudicación) debe ser extendida por el juez una vez que se
encuentre ejecutoriada la resolución que ordene extenderla.

Puede suceder, sin embargo, que la persona que se adjudicó la cosa en el


remate se desista de efectuar la compra o sea, que no se realice nunca la
adjudicación. A este respecto, se ha suscitado una discrepancia en la doctrina:

1. Un sector sostiene que el adjudicatario tiene la obligación de comprar el


inmueble, por cuanto la venta se reputa perfecta y conforme a lo que
establece el Art. 495 C.P.C.

Además, de acuerdo a la historia fidedigna del establecimiento de la ley, en las actas


de la Comisión Revisora de Diputados y Senadores se dejó constancia que el acta de
remate constituía un título ejecutivo que hacía obligatorio para el adjudicatario
suscribir la escritura de compraventa.
82

En consecuencia, haciendo valer el acta de remate como título ejecutivo, se puede


demandar el cumplimiento de esa obligación de hacer el adjudicatario.

A nuestro juicio esta posición sería la correcta porque, en primer lugar, la venta en
pública subasta es tan venta como la que se realiza sin el ministerio de la justicia. Al
establecer la ley procesal que el acta de remate constituye una escritura pública para
los efectos de reputar perfecta la venta, no hace sino aplicar las norma de que los
bienes raíces se compran o venden por escritura pública.

En segundo lugar, la obligación de reducir los trámites de la subasta a una escritura


pública propiamente tal está establecida por la ley para los efectos de inscribir la
venta en el Registro del Conservador de Bienes Raíces y no para perfeccionar una
venta ya perfecta. Así se desprende de lo establecido en el Art. 497 C.P.C. , al expresar
que para "su inscripción, no admitirá el Conservador sino la escritura definitiva de
compraventa".

Admitir la posibilidad de que el adjudicatario o adquirente dejara sin efecto la


adjudicación y no quisiere suscribir la escritura pública sería aceptar que los contratos
pueden dejarse sin efecto con la sola voluntad de una de las partes fuera de los casos
expresamente indicados por la ley, cosa que atenta contra el espíritu de la legislación
sustancial civil (Art. 1545 C.C. ) .

2. Otro sector sostiene que el adjudicatario tiene derecho a desistirse de


suscribir la escritura de compraventa consistiendo la sanción aplicable en la
pérdida de la suma de dinero que haya depositado como garantía de
seriedad de la oferta, de acuerdo con lo que señala el Art. 494, inc. 2º C.P.C.

Sobre la materia nuestra, se ha declarado que “ el legislador ha previsto en el artículo


494 inciso segundo del Código de Procedimiento Civil una sanción específica por
incumplimiento del subastador que no consigna el precio del remate en la oportunidad
fijada en las bases, razón por la que no cabe acudir a las normas del contrato bilateral,
específicamente al artículo 1489 del Código Civil que consagra la condición
resolutoria, y constando en autos que en su oportunidad se extendió la escritura
pública, precluyó la única forma de sanción que en estos casos prevé el legislador,
esto es, que el remate quedara sin efecto y se hiciera efectiva la sanción. ”

Además, señalan, el acta de remate no constituye un título ejecutivo, porque la ley en


ninguna disposición le ha otorgado expresamente ese carácter. En tal caso, el
cumplimiento de la obligación de suscribir la escritura de adjudicación debería
perseguirse en un juicio ordinario.

En la práctica, se adopta este segundo criterio, lo que podría permitir al ejecutado


hacer uso de esta circunstancia a través de un tercero para paralizar o dilatar el
procedimiento, constituyendo esto notoria mala fe.

XVI. LA NULIDAD DE LA SUBASTA.

Hemos visto que la pública subasta es un procedimiento complejo, en el cual se


entremezclan normas sustanciales y normas instrumentales. La validez de la subasta,
en consecuencia, va a estar supeditada al cumplimiento estricto de los requisitos que
esas dos regulaciones jurídicas imponen.

Como corolario de lo anterior, la pública subasta puede se atacada desde un doble


punto de vista: como nulidad procesal o como nulidad substancial.

1º Nulidad procesal:

La nulidad procesal de la subasta se producirá cuando el vicio que la origina sea de


carácter procedimental, debiendo ser solicitada y ser declarada durante el curso del
juicio ejecutivo.

La Corte Suprema ha señalado que "siendo requisito esencial la tasación de los bienes
raíces embargados para su licitación, ella debe corresponder al valor que tenga cada
uno de los inmuebles que sean materia del embargo.
83

En el presente caso, en la tasación sólo se consideró el avalúo de dos lotes de terreno


sin considerar el valor que corresponde a lo edificado en el terreno.

En estas condiciones, la tasación es nula, careciendo, en consecuencia, de eficacia el


remate practicado sobre la base de una tasación errónea.

La jurisprudencia nacional ha señalado que la nulidad por vicios procesales puede


alegarse sólo hasta que se encuentre ejecutoriada la resolución que ordena extender
la escritura de subasta. Empero, otra jurisprudencia ha declarado que la nulidad
procesal incluso puede solicitarse después de ejecutoriada la referida resolución.

2º Nulidad sustancial:

Es la que se produce a consecuencia de un vicio vinculado al acto de la compraventa


en la subasta. De esta nulidad sustancial se debe reclamar en un juicio ordinario
posterior, en el cual lo que se demandará será la nulidad de una venta.

La procedencia del juicio ordinario es obvia. La adquisición de un bien raíz en pública


subasta es un contrato de compraventa. La nulidad de un contrato debe tramitarse de
acuerdo a las reglas del procedimiento establecido en el Libro II del C.P.C. , por ser
materia de lato conocimiento. Si la adquisición en pública subasta es un contrato,
entonces el procedimiento que ha de seguirse sobre su eventual nulidad será el
ordinario de mayor cuantía.

XVII. REALIZACIÓN DEL DERECHO DE GOZAR UNA COSA O DE PERCIBIR SUS


FRUTOS.

Regula esta materia el Art. 508 C.P.C. , que debe relacionarse con los Arts. 503 y 507
del mismo cuerpo legal.

Dice el precepto: "Si los bienes embargados consisten en el derecho de gozar una
cosa o percibir sus frutos, podrá pedir el acreedor que se dé en arrendamiento o que
se entregue en prenda pretoria este derecho.

El arrendamiento se hará en remate público, fijadas previamente por el tribunal, con


audiencia verbal de las partes, las condiciones que hayan de tenerse como mínimum
para las posturas.

Se anunciará al público el remate con anticipación de veinte días, en la forma y en los


lugares expresados en el artículo 489".

Una vez que se realizan los bienes embargados los fondos que resulten "se
consignarán directamente por los compradores, o por los arrendatarios en el caso del
artículo anterior, a la orden del tribunal que conozca de la ejecución en la forma
dispuesta en el artículo 507 del Código Orgánico de Tribunales.

Si se ha interpuesto apelación de la sentencia, no podrá procederse al pago al


ejecutante, pendiente el recurso, sino en caso de que caucione las resultas del mismo
(Art. 509 C.P.C.C. ) .

Una vez realizados los bienes en virtud de la sentencia de remate, se aplican las reglas
seguidas cuando la sentencia es de pago, o sea, el ejecutante va a pedir que se
liquiden el crédito y las costas que deben ser de cargo del deudor, incluyéndose las
causadas después de la sentencia.

Practicada la liquidación, el tribunal ordenará hacer pago al acreedor con el dinero que
resulte de la realización de los bienes de otra clase comprendidos en la ejecución (Art.
511, inc. 1º C.P.C. ) .
Finalmente, hemos de indicar que las costas procedentes de la ejecución y la
remuneración gozan de un pago preferente con el producido de la realización, incluso
respecto del crédito que los ha originado (Arts. 513, inc. 2º y 516, inc. 2º) .
84

Al efecto, es menester tener presente que nuestra jurisprudencia ha señalado que la


preferencia contemplada en el inciso 2º del art. 513 del C.P.C. se refiere a todas las
costas generadas en el juicio, sea en el cuaderno ejecutivo o las tercerías. “ Cuando el
legislador se refiere a que las costas procedentes de la ejecución gozarán de
preferencia aun sobre el crédito mismo, no está haciendo distinción entre el crédito del
ejecutante y el del tercerista, abarcando a ambos, haciéndose énfasis en ello con el
empleo del adverbio “ aún”

PÁRRAFO 3º:
LAS TERCERIAS EN EL JUICIO EJECUTIVO

I. GENERALIDADES.

En el Párrafo tercero del Título I del Libro III del C.P.C. , el legislador ha regulado la
situación de los terceros y su intervención en el juicio ejecutivo, normas de
extraordinaria importancia práctica toda vez que, en algunos casos, tal intervención
puede llegar a suspender el procedimiento de apremio.

II. CONCEPTO DE TERCERO.

Tercero es el sujeto de la relación procesal que si bien no es parte originaria del juicio,
interviene en éste para proteger alguna pretensión o interés que puede llegar a
afectar la sentencia que se dicte.

Se ha dicho que los terceros son aquellos sujetos que, sin ser parte en el juicio, tienen
un interés actual en sus resultados.

La regla general sobre la intervención de los terceros en un juicio se encuentra


establecida en los artículos 22 y 23 C.P.C. El primero de los preceptos indicados
estatuye lo que se denomina "tercero excluyente", que es aquel que sustenta
pretensiones, posiciones o peticiones opuestas a las del demandante y del
demandado, es decir, es aquel que hace valer su propio y exclusivo interés.

Dice la disposición que "si durante la secuela del juicio se presenta alguien
reclamando sobre la cosa litigada derechos incompatibles con los de las otras partes,
admitirá al tribunal sus gestiones en la forma establecida en el artículo 16 y se
entenderá que acepta todo lo obrado antes de su presentación, continuando el juicio
en el estado en que se encuentre".

La segunda clase de terceros se denomina "coadyuvantes", y son los que


procesalmente adhieren a la posición jurídica y de hecho de alguna de las partes. El
Art. 23, inc. 1º C.P.C. señala que "los que, sin ser parte directas en el juicio, tengan
interés actual en sus resultados, podrán en cualquier estado de él intervenir como
coadyuvantes, y tendrán en tal caso los mismos derechos que concede el artículo 16 a
cada una de las partes representadas por un procurador común, continuando el juicio
en el estado en que se encuentre".

Por último, el Art. 23, inc. 3º C.P.C. señala quiénes son los terceros "independientes":
"Si el interés invocado por el tercero es independiente del que corresponde en el juicio
a las dos partes, se observará lo dispuesto en el artículo anterior", o sea, tercero
independiente es aquel que tiene un interés que no es coincidente, pero que tampoco
es opuesto al de las partes principales.

Una vez que el tribunal ha admitido la intervención del tercero "independiente", sus
gestiones deben regirse por las reglas del artículo 16 "y se entenderá que acepta todo
lo obrado antes de su presentación, continuando el juicio en el estado en que se
encuentre".

La intervención de terceros, en el juicio ejecutivo, es eminentemente excluyente, lo


que no obsta a que, en alguna oportunidad sea coadyuvante. Por ejemplo: la tercería
de pago.

III. LAS TERCERIAS.


85

En el juicio ejecutivo "sólo es admisible la intervención de terceros, en la forma


prescrita en los artículos 518 y siguientes del Código de Procedimiento Civil.
De modo que, frente al escrito de un tercero que hace presente al tribunal que si el
ejecutante persevera en embargar bienes en el domicilio indicado por ella interpondrá
la respectiva tercería, no puede dársele tramitación incidental, debiendo ser
desechada de plano, por no ser parte en el juicio" y que en el juicio ejecutivo sólo es
admisible la intervención de terceros en la forma prescrita en los artículos 518 y
siguientes del CPC. De modo que frente al escrito de un tercero que hace presente al
tribunal que si el ejecutante persevera en embargar bienes en el domicilio indicado
por ella interpondrá la respectiva tercería, no puede dársele tramitación incidental,
debiendo ser desechada de plano por no ser parte en el juicio

El Art. 518 C.P.C. enumera las tercerías y dice "En el juicio ejecutivo sólo son
admisibles las tercerías cuando el reclamante pretenda:

1º Dominio de los bienes embargados;


2ª Posesión de los bienes embargados;
3º Derecho para ser pagado preferentemente; o
4º Derecho para concurrir en el pago a falta de otros bienes.

En el primer caso la tercería se llama de dominio, en el segundo de posesión, en el


tercero de prelación y en el cuarto de pago".

Los requisitos que deben concurrir para poder hacer valer una tercería en el juicio
ejecutivo son:

a. Que exista un juicio ejecutivo


b. Que comparezca un tercero haciendo valer alguna de las tercerías que se
contemplan en el artículo 518.

Uno de los aspectos mas controvertidos en relación con las tercerías consiste en
determinar si las tercerías constituyen un proceso de naturaleza independiente al
juicio ejecutivo dentro del cual se promueven o solo constituyen un incidente dentro
de él.

Según algunos, las tercerías no serían mas que incidentes dentro del juicio ejecutivo,
que requieren ser resueltos en forma previa para los efectos de poder concluir con la
tramitación de un cuaderno de apremio dentro de un juicio ejecutivo.

Para otros, las tercerías constituirían procesos independientes por tener diversas
partes, objeto pedido y causa de pedir que el juicio ejecutivo dentro del cual se
promueven, las que deben ser tramitadas dentro de él por mandato del legislador y de
acuerdo con el procedimiento que éste establece, como son el juicio ordinario sin
escritos de réplica y duplica para la de dominio, y de acuerdo con las normas de los
incidentes para las restantes tercerías.

IV. TERCERÍA DE DOMINIO.

Cuando se traba embargo sobre un bien puede éste encontrarse en una de cuatro
situaciones jurídicas y de hecho:

1. Se traba de un bien de propiedad del ejecutado y que éste posee. En esta situación,
el embargo es inatacable.

2. Se traba de un bien que está en poder de un tercero y que pertenece al deudor. A


esta situación ya nos hemos referido y la trata el Art. 454.

El embargo será también inatacable, ya que el tercero quedará en calidad de


depositario del mismo.
86

3. Se trata de un bien que el ejecutado posee pero que no le pertenece. Aquí se aplica
la presunción del art. 700, inc. 2º, reputándosele dueño mientras otro no lo acredite.

4. Se trata de un bien sobre el que el ejecutado no tiene ningún derecho y que está en
posesión o es de dominio de un tercero.

En esta última situación se superponen dos posibilidades de tercerías, porque el


tercero del bien puede ser poseedor (tercería de posesión) y puede o no tener el
dominio de él (tercería de dominio) .

Si el tercero es dueño del bien embargado, puede preservar su derecho por la vía de la
tercería del dominio. Pero, dada la estructura jurídica de la propiedad, tal derecho será
extraordinariamente difícil de probar tratándose de bienes muebles, toda vez que su
adquisición normalmente va precedida de un contrato consensual. Decimos
"normalmente" y no siempre, porque hay casos en que existe una constancia escrita
del contrato, como ocurre por ejemplo, con la compraventa de automóviles autorizada
por un notario.

La tercería de dominio se tramita en cuaderno separado, con el ejecutante y


el ejecutado como sujetos pasivos aplicándose a su respecto las normas
completas del juicio ordinario, omitiéndose los escritos de réplica y dúplica
(Art. 521 C.P.C. ) .

La demanda de tercería de dominio debe cumplir con todos los requisitos que para tal
escrito señala el Art. 254 C.P.C. , ya que el Art. 523,inc. 1º señala que "no se dará
curso a la tercería de dominio si no contiene las enunciaciones que indica el artículo
254. . . ".

Sabemos que, en el juicio ordinario, el tribunal puede, de oficio, no dar curso a la


demanda que no cumple con las indicaciones ordenadas en los tres primeros números
del Art. 254 C.P.C. , de acuerdo a lo dispuesto en el Art. 256 del mismo cuerpo legal.
En la tercería de dominio, la demanda que no cumple con todas las enunciaciones no
debe ser admitida a tramitación, aumentando considerablemente el ámbito de
aplicación del Art. 256 C.P.C.

Al interponer la demanda, el tercerista debe presentar:

a) Los documentos fundantes de la misma. Este documento puede tener el carácter de


público o privado, debiendo ser capaz de acreditar el dominio.

Si se trata de un instrumento público, que tiene un origen anterior al de la demanda


ejecutiva, la demanda de tercería va a poder suspender el procedimiento de apremio.

b) Un escrito, solicitando al tribunal que, con el mérito del instrumento público


acompañado en la demanda se suspenda la tramitación del cuaderno de apremio, ya
que la tercería de dominio se tramita en cuaderno separado.

La tercería de dominio no influye en el cuaderno de apremio, puesto que por regla


general, no suspenderá su tramitación, salvo que se funde "en instrumento público
otorgado con anterioridad a la fecha de presentación de la demanda ejecutiva" (Art.
523, inc. 1º C.P.C. )
“La suspensión del procedimiento de apremio por la interposición de una tercería de
dominio constituye una excepción que sólo procede cuando dicha tercería se apoya en
documentos públicos; luego la norma que la dispone debe ser interpretada
restrictivamente.

La regla general es que no se suspenda el procedimiento de apremio y se suspenderá


si los documentos fundantes dan cuenta de un derecho real de dominio, en forma
directa. En el mismo sentido se ha señalado que la tercería de dominio que se apoya
en instrumentos públicos da lugar a que, en conformidad a lo que dispone el artículo
523 del CPC se suspenda el procedimiento de apremio, sin que obste para ello el que
se haya apoyado la respectiva solicitud en una norma jurídica diferente, ni que la
copia autorizada de la sentencia en que se ha reconocido el dominio se haya
87

pronunciado en un juicio en que no fue parte el demandante, pues tal exigencia no se


contiene en la norma citada.

La sentencia definitiva deberá proceder a acoger la tercería de dominio si es que el


tercerista acredita su carácter de dueño ya sea sobre la totalidad o parte del
inmueble, debiendo alzarse el embargo sobre la totalidad o parte del bien que sea de
propiedad del tercerista. En este sentido, se ha declarado por nuestra jurisprudencia,
que procede acoger una tercería de dominio y ordenar alzar el embargo sobre el 50 %
del inmueble embargado si ella es deducida por el cónyuge haciendo valer el pacto de
separación total de bienes conforme a lo previsto en los artículos 1699, 1700 y 1723 el
Código Civil.

En el supuesto de que se haya interpuesto una tercería de dominio sin que se haya
pedido, por no proceder, la suspensión del cuaderno de apremio, "el remate se llevará
a cabo, entendiéndose que la subasta recaerá sobre los derechos que el deudor tenga
o pretenda tener sobre la cosa embargada". (Art. 523 inc. 2º C.P.C. ) .

En cuanto a la apelación, hay que tener presente que existe una norma especial en lo
que respecta a su concesión. Indica el inc. 3º del Art. 523 que "las resoluciones que se
dicten son apelables y la apelación se concederá en el efecto devolutivo".

Los arts. 519 y 520 C.P.C. regulan ciertas situaciones vinculadas a derechos de
terceros y copropietarios que si se hacen valer, han de hacerlo por vía de la tercería
de dominio.

Prescribe el Art. 519, inc. 1º que "se substanciará en la forma establecida para las
tercerías de dominio la oposición que se funde en el derecho del comunero sobre la
cosa embargada".

Agrega el Art. 520 que "podrán también ventilarse conforme al procedimiento


de las tercerías los derechos que haga valer el ejecutado invocando una
calidad diversa de aquella en que se le ejecuta. Tales serían, por ejemplo, los
casos siguientes:

1º El del heredero a quien se ejecute en este carácter para el pago de las deudas
hereditarias o testamentarias de otra persona cuya herencia no haya aceptado;

2º El de aquél, que sucediendo por derecho de representación, ha repudiado la


herencia de la persona a quien representa y es perseguido por el acreedor de ésta;

3º El del heredero que reclame del embargo de sus bienes propios efectuado por
acción de acreedores hereditarios o testamentarios que hayan hecho valer el beneficio
de separación de que trata el Título XII del Libro III del Código Civil y, y no traten de
pagarse del saldo a que se refiere el Art. 1383 del mismo Código. Al mismo
procedimiento se sujetará la oposición cuando se deduzca por los acreedores
personales del heredero; y

4º El del heredero beneficiario cuyos bienes personales sean embargados por deudas
de la herencia, cuando esté ejerciendo judicialmente alguno de los derechos que
conceden los artículos 1261 a 1263 inclusivo del Código Civil.

El ejecutado podrá, sin embargo, hacer valer su derecho en estos casos por medio de
la excepción que corresponda contra la acción ejecutiva, si a ello ha lugar".

V. TERCERÍA DE POSESIÓN.

Hemos visto que la tercería de dominio se aplica cuando el tercero es dueño del bien
embargado. Pero, si el dueño no puede acreditar adecuada y exitosamente su
derecho, es preferible que utilice la tercería de posesión.

Como en Chile no se compran los bienes muebles por escritura pública u otro
instrumento público, la prueba del dominio será muy difícil. Para tratar de salvar este
grave problema en las compraventas consensuales es que la jurisprudencia creó la
tercería de posesión, fundándose en que:
88

1º El poseedor es reputado dueño, mientras otro no justifique serlo (Art. 700, inc. 2º
C.C.).

Esta presunción de dominio es simplemente legal, por lo que altera la carga de la


prueba.

En efecto, acreditada que sea la tenencia material de una cosa con ánimo de señor o
dueño, o sea, la posesión, se reputará dueño al poseedor. Para destruir la presunción,
el interesado deberá acreditar que no se presenta el hecho en que ella se funda.
"Mientras no se declare judicialmente que el dueño de una cosa mueble no es su
actual poseedor sino otra persona, aquél es ante la ley el verdadero dueño y no puede
por consiguiente embargársele lo que es de su dominio, por deudas ajenas.

2º El embargo debe recaer sobre bienes del deudor. Si las cosas embargadas no son
del dominio o posesión del ejecutado, lógico es suponer que el titular tiene todo el
derecho de solicitar que el apremio no se cumpla a su respecto.

La jurisprudencia ha señalado que "la tercería de posesión es la intervención de un


tercero en el juicio ejecutivo, por la vía incidental, a fin de obtener que se alce el
embargo y se respete su posesión, porque al momento del embargo de los bienes en
que recayó la traba se encontraban en su poder debiendo presumirse su dominio". En
el mismo sentido, se ha señalado que “ la tercería de posesión es la intervención de
un tercero en un juicio ejecutivo quien por vía incidental solicita el alzamiento de un
embargo y que se respete su posesión porque al momento de dicho embargo los
bienes se encontraban en su poder por lo que debe presumirse que son de su dominio.

La tercería de posesión se tramita como incidente y producirá el efecto de


suspender la tramitación del cuaderno de apremio si se acompañan
antecedentes que constituyan a lo menos presunción grave de la posesión
que se invoca. (Art. 522)

La primera resolución del incidente será "traslado y autos".

Surge el problema de determinar qué categoría de notificación ha de utilizarse para


informar de la resolución y darle eficacia.

En cuanto incidente, la resolución debiera notificarse por el estado diario. Sin


embargo, los tribunales han adoptado la tesis de ordenar la notificación por cédula.

Notificada que sea la resolución, que comprenderá la solicitud de exclusión de


embargo y la suspensión del procedimiento compulsivo, el cuaderno de apremio no
podrá proseguir en su tramitación hasta tanto no se haya fallado la incidencia.

La notificación de la resolución ha de realizarse al mandatario, de acuerdo al Art. 7º,


inc. 1º C.P.C.

La tramitación de la tercería se somete en todo a las reglas de los incidentes. Así, v. gr.
, la lista de testigos debe presentarse dentro de segundo día contado desde la
notificación que recibe la causa a prueba.

Respecto a esa resolución es menester tener presente que el hecho que deberá
acreditarse por el tercerista se limita a la comprobación de los elementos que
constituyen la posesión respecto del bien embargado.

A este respecto, nuestra jurisprudencia ha declarado que “ las boletas y facturas


acompañadas a la tercería dan fe de operaciones de venta de bienes muebles a que
se refieren. Si a ello se agrega que las especies embargadas se encontraban en el
domicilio del tercerista y son aquellas que normalmente guarnecen la casa habitación,
cabe presumir que se encontraban en posesión de aquél en forma exclusiva, dado su
carácter de jefe de hogar y padre de familia. ”

Tratándose de bienes inmuebles es menester para los efectos de acoger una tercería
de posesión que el inmueble se encuentre inscrito a nombre del tercero y no del
89

deudor. Al efecto, se ha declarado por nuestra Jurisprudencia que “encontrándose


vigente la inscripción de dominio a favor de uno de los ejecutados a la época de
practicarse el embargo, no puede estimarse poseedor del predio embargado a un
tercero que carece de posesión inscrita, la que para tal propósito debiera ser posterior
y cancelatoria de la primera inscripción. ”

El tercerista de dominio y posesión tienen el derecho en caso de haber perdido la


tercería al mismo derecho que el artículo 457 confiere al deudor principal conforme a
lo establecido en el inciso final del artículo 521 agregado por la Ley N° 19. 411, esto
es, a que no se decrete el retiro de especies sino hasta diez días desde la fecha de la
traba del embargo, a menos que el juez por resolución fundada, ordene otra cosa".

VI. TERCERÍA DE PRELACIÓN.

En la demanda de tercería de prelación lo que el tercerista invoca es un derecho,


privilegio, prenda o hipoteca, para ser pagado preferentemente, conforme a las reglas
de prelación de créditos del Código Civil.

"El interés del tercero no es suspender el procedimiento ni entrabarlo, sino que la


ejecución continúe, y una vez realizados los bienes y consignados los dineros
obtenidos a la orden del tribunal, se suspenda la entrega al ejecutante del producto
del remate, hasta que recaiga sentencia ejecutoriada o firme en la tercería".

Los requisitos de procedencia de esta tercería son:

1) La existencia de un título ejecutivo, y


2) Como instrumento fundante básico, debe señalarse el instrumento o circunstancia
que justifica el derecho del tercerista de ser pagado preferentemente.

Ambos numerales indican la presencia de documento fundantes en la tercería, salvo,


claro está, que la situación del privilegio no dependa de un documento. Ejemplo: el
crédito del posadero sobre los efectos del deudor introducidos por éste en la posada
(Art. 2473, Nº 1 C.C. ) .

En la demanda de tercería de prelación debe exponerse la razón por la cual el


tercerista no es acreedor valista, común o quirografario, indicando, además, cuál es la
preferencia o privilegio de que goza.

En la parte petitoria del escrito se solicita que el tribunal ordene que se pague al
tercerista con preferencia al demandante ejecutivo del producto de los bienes del
deudor.

El estudio de los efectos de la tercería de prelación se limita al análisis de los que


sucede con el cuaderno de apremio, dado que ninguna tercería va a afectar el
cuaderno ejecutivo. La interposición de la tercería de prelación no va a suspender la
tramitación del cuaderno de apremio sino que solamente va a suspender el pago al
ejecutante.

La tercería de prelación se tramita como incidente, siendo de previo y especial


pronunciamiento sólo en lo que respecta a la distribución, pago o giro de los fondos. Al
momento de distribuirse los dineros obtenidos está pendiente la resolución sobre lo
que debe recibir cada cual. Indica el Art. 525 que "si la tercería es de prelación,
seguirá el procedimiento de apremio hasta que quede terminada la realización de los
bienes embargados.

Verificado el remate, el tribunal mandará consignar su producto hasta que recaiga


sentencia firme en la tercería".

En los demás casos no suspende la tramitación del cuaderno de apremio. Conforme al


Art. 526 C.P.C. , tampoco afecta la situación de aquellos bienes embargados no
comprendidos en la tercería: "Si se han embargado o se embargan bienes no
comprendidos en la tercería, seguirá sin restricción alguna respecto de ellos el
procedimiento de apremio".
90

La demanda de tercería de prelación normalmente se notificará por el estado diario, o


por cédula cuando el tribunal, en uso de sus facultades, mejore la calidad de la
notificación, conforme lo dispone el Art. 48, inciso final C.P.C.

VII. TERCERÍA DE PAGO.

Como requisito sine qua non hemos de tener presente que la tercería de pago sólo
nace a la vida jurídica cuando el deudor carece de bienes embargables, aparte de los
ya embargados, para cumplir sus obligaciones.

La tercería de pago consiste en la concurrencia prorrata de los acreedores valistas en


los fondos que arroje el remate.

El segundo de los requisitos de procedencia es la disposición de un título ejecutivo por


parte del tercerista. Si carece de él es imposible optar directamente por esta clase de
tercería.

En lo que respecta a la tramitación, hemos de indicar que el acreedor valista dispone


de dos vías o caminos por los cuales seguir:

1) No existiendo más que un solo juicio ejecutivo en que se han embargado los últimos
bienes embargables, siendo el tercerista y el ejecutante acreedores valista del
ejecutado; el tercerista de pago concurre a ese procedimiento interponiendo su
tercería, a la que se le da tramitación incidental.

Como con la interposición de esta tercería lo que interesa es la distribución prorrata en


el momento del pago, la tercería de pago no suspende la tramitación del cuaderno de
apremio. Sólo se va a suspender al momento del pago.

El producto de la realización de los últimos bienes embargables se distribuirá en


proporción a los créditos de cada acreedor.

2) Existiendo contra el mismo deudor dos o más juicios ejecutivos, estando uno de
ellos más adelantado que el o los otros (por ejemplo, uno está en estado de
liquidación de los bienes, el otro con el cuaderno de apremio suspendido por la
oposición de excepciones y otro se está notificando el mandamiento de ejecución y
embargo) , sin existir más bienes embargables; en razón del riesgo que afecta al
demandante posterior, el Art. 528 permite la aplicación de un procedimiento
simplísimo: cuando la pretensión del segundo acreedor se deduzca ante diverso
tribunal, podrá pedir que se dirija un oficio al tribunal que esté conociendo de la
primera ejecución para que retenga del producto de la realización de los bienes
embargados la cuota que proporcionalmente corresponda a dicho acreedor.

Aparte de solicitar el oficio, el Art. 529 concede al tercerista la importante facultad de


hacerse parte en el primer juicio en calidad de coadyuvantes del ejecutante; "Podrá
también el tercerista intervenir en la realización de los bienes, con las facultades de
coadyuvante. Con las mismas facultades podrá obrar el primer acreedor en la
ejecución que ante otro tribunal deduzca el segundo" (inc. 2º) .

El oficio, normalmente los jueces lo acompañan con citación, siendo notificado por el
estado diario. Si no existe oposición, se tiene automáticamente por interpuesta la
tercería.

En nuestra legislación, es un importante argumento en favor de la existencia del


reembargo la disposición del Art. 528, inc. 2º C.P.C. : "si existe depositario en la
primera ejecución, no valdrá el nombramiento en las otras ejecuciones. El ejecutante
que a sabiendas de existir depositario, o no pudiendo menos que saberlo, hace retirar
las especies embargadas en la segunda ejecución por el nuevo depositario, será
sancionado con las penas asignadas al delito de estafa.

En un segundo juicio ejecutivo puede existir colusión procesal entre el segundo


ejecutante y el ejecutado. Para evitar esta situación y no para solucionar el problema
de la existencia del reembargo, los Arts. 528 y 529 C.P.C. reglamentan la situación del
segundo depositario.
91

Indica el Art. 529 que "el tercerista de pago podrá solicitar la remoción del depositario
alegando motivo fundado; y decretada la remoción, se designará otro de común
acuerdo por ambos acreedores, o por el tribunal si no se aviniesen" (inc. 1º) .

VIII. OPORTUNIDAD PROCESAL PARA INTERPONER LAS TERCERIAS.

Sabemos que todas las tercerías se tramitan incidentalmente, pero, para los efectos
de determinar la oportunidad procesal en que pueden ser deducidas, es menester
efectuar una distinción:

1º. Tercerías de dominio y posesión:

Ambas tercerías pueden hacerse valer desde el momento en que se embargan los
bienes que no sean del dominio o de la posesión del ejecutado, hasta el instante en
que se ha hecho tradición al adquirente del referido bien en el remate del
bien:

i. si se trata de bienes muebles, la tradición de ellos se realizará por el martillero, y

ii. tratándose de los bienes raíces, se puede interponer la tercería correspondiente


hasta que se ha extendido el acta de adjudicación, que hace las veces de escritura
pública de compraventa. Aquí no hay tradición, sino que sólo se ha configurado el
título que habilita para practicarla.

2º. Tercerías de prelación y pago:

Eventualmente, como oportunidad procesal inicial, estas tercerías pueden


interponerse desde el momento que se han embargado los bienes, culminando la
liquidación en una suma de dinero. La oportunidad procesal final se extiende hasta
antes de hacerse pago al ejecutante con el producido.

TERCERA PARTE:
JUICIO EJECUTIVO POR OBLIGACIÓN DE HACER

I. GENERALIDADES.

Cuando nos encontramos frente a una obligación de hacer, el acreedor tiene derecho
para obtener su cumplimiento de cualquiera de las tres formas o modalidades que le
otorga el Art. 1553 C.C. : "Si la obligación es de hacer y el deudor se constituye en
mora, podrá pedir el acreedor, junto con la indemnización de la mora, cualquiera de
estas tres cosas, a elección suya:

1º Que se apremie al deudor para la ejecución del hecho convenido;

2ª Que se le autorice a él mismo para hacerlo ejecutar por un tercero a expensas del
deudor;

3ª Que el deudor le indemnice de los perjuicios resultantes de la infracción del


contrato".

A través del juicio ejecutivo por obligación de hacer no se puede perseguir la


indemnización de perjuicios, ya que para ello es menester que previamente se hubiera
determinado la procedencia del pago y su monto por una sentencia dictada en juicio
ordinario. Esto se refiere al tercer caso.

Los otros dos derechos o facultades de que goza el acreedor de una obligación de
hacer si se pueden ejercer a través de juicio ejecutivo, siempre y cuando consten en
un título ejecutivo.

Este procedimiento perseguirá los siguientes objetivos:

1. que se apremie al deudor para que cumpla con su obligación, o


92

2. que se autorice al acreedor para hacer ejecutar la obra o el hecho por un tercero,
con cargo al deudor.

II. REQUISITOS DE PROCEDENCIA.

Para que pueda perseguirse el cumplimiento de una obligación de hacer en juicio


ejecutivo, es necesario que se cumplan los siguientes requisitos:

1. que exista un título ejecutivo,

2. que la obligación no se encuentre prescrita;

3. que la obligación sea actualmente exigible y

4. que la obligación se encuentre determinada, o sea, debe encontrarse


suficientemente precisado el objeto sobre el cual recae la obligación de hacer.

III. CLASIFICACIÓN EN CUANTO AL OBJETIVO PERSEGUIDO.

En cuanto al objetivo perseguido, la obligación de hacer puede consistir en:

a. la suscripción de un contrato o en la constitución de una obligación, o


b. la ejecución de una obra material.

IV. PROCEDIMIENTO EJECUTIVO POR OBLIGACIÓN DE HACER CONSISTENTE EN


LA SUSCRIPCIÓN DE UN CONTRATO O EN LA CONSTITUCIÓN DE UNA
OBLIGACIÓN.

En este caso, el procedimiento es idéntico al del juicio ejecutivo por obligación de dar,
con la excepción de que lo que se persigue es la suscripción de un determinado
documento por el deudo dentro del término que se fija y, en el caso de que el deudor
no cumpla, que sea subscrito por el juez en representación del deudor.

El requerimiento que se practica al deudor consiste en apercibirlo para que


suscriba el documento o constituya la obligación dentro del plazo que el juez
fije.

Frente a este requerimiento, el ejecutado puede adoptar una de las siguientes


actitudes:

a) oponer excepciones:

En caso de que el deudor oponga excepciones no va a poderse suscribir el documento


o constituirse la obligación mientras no se encuentre ejecutoriada la sentencia dictada
en el procedimiento ejecutivo.

b) No oponer excepciones:

En caso de que el ejecutado no oponga excepciones o en el de encontrarse


ejecutoriada la sentencia pronunciada en la causa, se llevará a efecto la ejecución.
Para tal efecto, se requerirá al deudor que firme el documento, la escritura o
constituya la obligación dentro del plazo que el tribunal le señale. Si el deudor no firma
o no constituye la obligación en ese término, el ejecutante deberá solicitar al juez que
sea éste, en representación del obligado, quien cumpla con esa obligación.

V. PROCEDIMIENTO EJECUTIVO POR OBLIGACIÓN DE HACER CONSISTENTE EN


LA EJECUCION DE UNA OBRA MATERIAL.

En este caso, el mandamiento ejecutivo contendrá:

1. La orden de requerir al deudor para que cumpla la obligación, y


93

2. El señalamiento de un plazo prudente para que dé principio al trabajo. (Art. 533


C.P.C. )

Frente al requerimiento, el ejecutado puede adoptar una de dos actitudes:

a) oponer excepciones:

Si opone excepciones, el ejecutado, además de las excepciones indicadas en el Art.


464 C.P.C., puede oponer la de "imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la
obra debida" (Art. 534 C.P.C. ) .

b) no oponer excepciones:

Si el ejecutado no opone excepciones o se encuentra ejecutoriada la sentencia


condenatoria, nacen para el acreedor ejecutante dos derechos:

1. Puede solicitar que se le autorice para efectuar la obra a través de un


tercero, con cargo al ejecutado, cuando éste deje transcurrir el término
indicado en el Art. 533, Nº2 C.P.C. (Art. 536 C.P.C. )

En este caso, el ejecutante debe presentar debidamente, al tribunal un presupuesto


de lo que importa la ejecución de las obligaciones que reclama.

Este presupuesto debe ponerse en conocimiento del ejecutado, quien, si nada expresa
dentro del tercer día de notificado, se entenderá que acepta.

Si el ejecutado deduce objeciones, "se hará el presupuesto por medio de peritos,


procediéndose en la forma que establecen los artículos 486 y 487 para la estimación
de los bienes en el caso de remate". (Art. 537 C.P.C. ) .

"Determinado el valor del presupuesto del modo que se establece en el artículo


anterior, será obligado el deudor a consignarlo dentro de tercero día a la orden del
tribunal, para que se entreguen al ejecutante los fondos necesarios, a medida que el
trabajo lo requiera". (Art. 538 C.P.C. ) .

"Si el deudor no consigna a la orden del tribunal los fondos decretados, se procederá a
embargarle y enajenar bienes suficientes para hacer la consignación, con arreglo a lo
establecido en el Título precedente, pero sin admitir excepciones para oponerse a la
ejecución". (Art. 540 CPC)

2. Puede solicitar que se apremie al deudor para que él efectúe la obra, sea
porque le satisface más o porque se trata de una obligación personalísima.

Señala el Art. 542 CPC que "si el acreedor no puede o no quiere hacerse cargo de la
ejecución de la obra debida, de conformidad a las disposiciones que preceden, podrá
usar de los demás recursos que la ley concede para el cumplimiento de las
obligaciones de hacer, con tal que no haya el deudor consignado los fondos exigidos
para la ejecución de la obra, ni se hayan rematado bienes para hacer la consignación
en el caso del artículo 541"

A los apremios se refiere el Art. 543, consistiendo éstos en la imposición por parte del
tribunal de arresto hasta por quince días o multa proporcional, y repetir estas medidas
para obtener el cumplimiento de la obligación. "Cesará el apremio si el deudor
paga las multas y rinde además caución suficiente, a juicio del tribunal, para
asegurar la indemnización completa de todo perjuicio al acreedor" (Art. 543,
inc. 2 CPC)

CUARTA PARTE:
JUICIO EJECUTIVO POR OBLIGACIÓN DE NO HACER

TRAMITACIÓN.
94

En principio, se aplican a este procedimiento las reglas de la ejecución de las


obligaciones de hacer, con algunas modificaciones.

Para que proceda el cumplimiento ejecutivo de una obligación de no hacer a través de


este juicio es imperioso que pueda destruirse la cosa hecha y que su
destrucción sea necesaria para el objetivo que se tuvo en vista al celebrar el
contrato. (Art. 544 CPC)

Asimismo, es menester que la obligación conste en un título ejecutivo, que no esté


prescrita, que sea actualmente exigible y que se encuentra determinada.

En este procedimiento, el ejecutado tiene derecho a alegar en forma incidental que la


obligación puede cumplirse por otros medios que no importen la destrucción de la
obra.

"Pudiendo destruirse la cosa hecha, y siendo su destrucción necesaria para el objeto


que se tuvo en mira al tiempo de celebrar el contrato, será el deudor obligado a ella, o
autorizado el acreedor para que la lleve a efecto a expensas del deudor.

Si dicho objeto puede obtenerse cumplidamente por otros medios, en este caso será
oído el deudor que se allane a prestarlo". (Art. 1555, incs. 2 y 3 CC)

Si la cosa hecha no puede destruirse, el deudor tiene la obligación de indemnizar


perjuicios al acreedor, lo que se perseguirá a través de un juicio ordinario y no de uno
ejecutivo.

Ejecutoriada la resolución que ordena destruir la obra, el ejecutante puede optar


porque la destrucción la realice directamente el deudor, aplicándose a este respecto
las normas de ejecución de obligaciones de hacer.

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