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I. INTRODUCCION.
A.- GENERALIDADES.
Los dos primeras fases o etapas de conocimiento y fallo del ejercicio de la jurisdicción
se contemplan en todo procedimiento, sea éste meramente declarativo, constitutivo,
de condena o cautelar; y se desarrollan en los períodos de conocimiento, prueba y
fallo comprendidas en todo procedimiento.
a.- Generalidades.
Las sentencias, como emanación del ejercicio de la función jurisdiccional, poseen
validez y eficacia limitadas al territorio del Estado en que se pronuncian.
Es necesario tener presente que no toda sentencia puede ser ejecutada, sino que solo
las sentencias condenatorias o las sentencias declarativas y constitutivas con
elementos condenatorios. "La práctica de someter las sentencias (simplemente) de-
clarativas y las constitutivas extranjeras al procedimiento del exequátur es equivocada
y contraria a texto legal expreso, ya que ese procedimiento solo procede para las
sentencias condenatorias, las únicas susceptibles de ejecución, y las otras sentencias
deben ser reconocidas sin necesidad de exequátur pues no se ejecutan, sólo se
reconocen".
Los tratados sólo producen efectos entre los sujetos de Derecho Internacional que los
suscriben y ratifican, no siendo oponibles a los que no lo son o no lo han hecho. Resulta
lógico, entonces, suponer que se aplicará un tratado cuando sean partes tanto nuestro
país como el Estado del que emana la resolución judicial.
Ese tratado debe regular los efectos extraterritoriales de los fallos o sentencias
judiciales.
En términos positivos, nos señala en el artículo 243 que si no existen tratados relativos
a esta materia con la nación de que procedan las resoluciones, se les dará la misma
fuerza que en ella se dé a los fallos pronunciados en Chile.
Señala el artículo 245 C.P.C.: "En los casos en que no pueda aplicarse ninguno de los
tres artículos precedentes, las resoluciones de tribunales extranjeros tendrán en Chile
la misma fuerza que si se hubieran dictado por tribunales chilenos, con tal que reúnan
las circunstancias siguientes:
El precepto limita la congruencia con las normas chilenas a las leyes sustantivas o de
fondo. No interesa l procedimiento que en el Estado extranjero se utilizó para la
tramitación del asunto y la obtención de la resolución. El procedimiento se rige por las
normas del Estado del que emana la resolución. (lex locus regit actum).
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4 Que estén ejecutoriadas en conformidad del país en que hayan sido pronunciadas".
Esta no es más que una manifestación del N 1 de este artículo, ya que la ley que
establece cuándo una resolución se encuentra firme o ejecutoriada es una ley
procesal, y ésta es la del país en que se dicto la resolución que se trata de cumplir (lex
locus regit actum).
No comprenden las sentencias que causan ejecutoria, las que presentan un marcado
carácter eventual.
a) Debe presentarse una solicitud ante la Corte Suprema, acompañando una copia
legalizada del fallo que se trata de ejecutar.
La solicitud, además debe cumplir con las normas comunes a todo escrito y con las
reglas de comparecencia en j juicio (Ley 18.120).
b) La resolución del tribunal será "traslado", acto jurídico procesal que, por ser el
primero del procedimiento debe notificarse personalmente: "En los casos de
jurisdicción contenciosa, se dará conocimiento de la solicitud a la parte contra quien
se pide la ejecución, la cual tendrá para exponer lo que estime conveniente un
término igual al de emplazamiento para contestar demandas" (Artículo 248, inciso 1
C.P.C.)
Señala el artículo 250 que "si el tribunal lo estima necesario, podrá abrir un término de
prueba antes de resolver en la forma y por el tiempo que este Código establece para los
incidentes". Pasado este "probatorio", el tribunal debe fallar.
En principio se siguen las mismas normas vistas para los negocios contenciosos, pero
no se confiere traslado a la parte contra quien se quiere ejecutar la resolución, ya que
esta no existe, que sí es necesario hacer es dar audiencia al Ministro Público, o sea, al
Fiscal de la Corte: "En los asuntos de jurisdicción no contenciosa, el tribunal resolverá
con sólo la audiencia del ministerio público" (Artículo 249 C.P.C.).
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El procedimiento a seguir será el que se determine en el tratado que otorga valor al fallo
extranjero y, a falta de este, el que corresponda de acuerdo a las reglas generales de la
legislación chilena.
a.- Reglamentación.
Este procedimiento se encuentra regulado en el Párrafo 1º, del Título XIX del Libro del
Código de Procedimiento Civil. ( arts 231 a 241).
Mientras algunos consideran que se trata de un juicio ejecutivo especial, otros piensan
que es un incidente.
Es un juicio, porque existe o puede existir una controversia, ya que el ejecutado puede
oponerse a la solicitud de cumplimiento.
Es un juicio ejecutivo especial, puesto que se aparta sensiblemente del juicio ejecutivo
del Libro III del Código de Procedimiento Civil, las que analizaremos oportunamente.
Los requisitos que deben concurrir para poder aplicar el procedimiento incidental para
poder ejecutar una resolución judicial miran, unos, a la naturaleza jurídica y estado de la
resolución; y otros, al impulso procesal.
Los tribunales no pueden actuar de oficio, sino que, únicamente a petición del
interesado, como se desprende del artículo 233, inciso 1 que nos señala que el
procedimiento se aplicará "cuando se solicite la ejecución" , y de los incisos 1 y 2
del artículo 237 C.P.C., precepto que hace aplicable el juicio ejecutivo, procedimiento
especial que se inicia por demanda.
El artículo 176 prescribe que corresponde la acción de cosa juzgada a aquel a cuyo
favor se ha declarado un derecho en el juicio, para el cumplimiento de lo resuelto o
para la ejecución del fallo en la forma prevenida por el Título XIX de este Libro.
De acuerdo al artículo 231, se procederá a la ejecución una vez que las resoluciones
queden ejecutoriadas o causen ejecutoria en conformidad a la ley.
4°.- La ejecución debe ser actualmente exigible y solicitarse dentro del plazo
de un año desde que la ejecución se hizo exigible.
Conforme al inciso final e plazo de un año se contará, en las sentencias que ordenen
prestaciones periódicas, desde que se haga exigible cada prestación o la última de las
que se cobren.
En este sentido, la parte final del artículo 233, inciso 1 C.P.C. nos señala que para la
ejecución de las resoluciones "si la ley no ha dispuesto otra forma especial de cumplirla,
se ordenará su cumplimiento con citación de la persona en contra de quien se pide”.
Sin embargo, en caso que el cumplimiento del fallo se pida contra un tercero, éste
deberá ser notificado personalmente.(Artículo 233, inciso 2 C .P . C. ) .
Al igual que en el juicio ejecutivo, solo existirá controversia que requiera ser resuelta
mediante la dictación de una sentencia definitiva, si el ejecutado o tercero opone
excepciones dentro del plazo legal.
Al efecto, nos señala el Art. 234 que la parte vencida sólo podrá oponerse alegando
algunas de las siguientes excepciones. De acuerdo con ello, la posibilidad de defensa
está limitada a oponer las siguientes excepciones:
a) Rechazarlas de plano:
El juez adoptará esa conducta cuando las excepciones no sean de las indicadas en el
artículo 234, inciso 1 C.P.C., se opongan fuera del término fatal o no reúnan los
requisitos que las hacen admisibles, según los casos.
b) Admitirlas a tramitación:
Habiéndose opuesto las excepciones dentro del plazo legal, cumpliendo con los
requisitos legales y siendo de las enumeradas en el artículo 234 C.P.C., el tribunal
debe tramitarlas como incidentes.
"La oposición se tramitará en forma incidental, pero si las excepciones no reúnen los
requisitos exigidos por el inciso 1º, se rechazará de plano” (Artículo 234, inciso 3º
C.P.C).
De acuerdo con ello, la resolución que recaerá en las excepciones será “Traslado”, y
con las respuesta o no del ejecutante, se continuara con la tramitación del asunto,
hasta su resolución.
1ª Si la sentencia ordena entregar una especie o cuerpo cierto, sea mueble o inmueble,
se llevará a efecto la entrega, haciéndose uso de la fuerza pública si es necesario;
En todo lo que no esté previsto en este artículo se aplicarán las reglas que se establecen
en el juicio ejecutivo para el embargo y el procedimiento de apremio; pero la sentencia
se cumplirá hasta hacer entero pago a la parte vencedora sin necesidad de fianza de
resultas, salvo lo dispuesto en el artículo 774 y en otras disposiciones especiales.
Cumplida una resolución, el tribunal tendrá facultad para decretar las medidas
tendientes a dejar sin efecto todo lo que se haga en contravención a lo ejecutado.
El que quebrante lo ordenado cumplir será sancionado con reclusión menor en su grado
medio a máximo. (Art. 240) .
Las reclamaciones que el obligado a restituir una cosa raíz o mueble tenga derecho a
deducir en razón de prestaciones a que esté obligado el vencedor y que no haya hecho
valer en el juicio en que se dictó la sentencia que se trata de cumplir, se tramitarán en
forma incidental con audiencia de las partes, sin entorpecer el cumplimiento de la
sentencia, salvo las excepciones legales. Art. 239.
Las apelaciones que se deduzcan contra las resoluciones que se dicten en conformidad a
lo dispuesto en los artículos precedentes de este título, se concederán sólo en el efecto
devolutivo. Tratándose de juicios de hacienda, estas apelaciones se colocarán de
inmediato en tabla y gozarán de preferencia para su vista y fallo. (Art. 241. )
Se trata de personas que, sin ser parte en el juicio declarativo anterior, tienen interés
actual en sus resultados, afectándoles, consiguientemente, la cosa juzgada del fallo.
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Una vez obtenido el exequátur en virtud del cual se manda cumplir una resolución
pronunciada en país extranjero, se pedirá su ejecución al tribunal a quien habría
correspondido conocer del negocio en primera o en única instancia, si el juicio se
hubiera promovido en Chile de acuerdo a lo establecido en el artículo 251.
Cabe destacar que el juicio ejecutivo, a diferencia del procedimiento incidental, no sólo
recibe aplicación para los efectos de exigir el cumplimiento de una sentencia definitiva
o interlocutoria condenatoria, firme o ejecutoriada, sino que también respecto de las
obligaciones contempladas en los títulos ejecutivos contemplados en el artículo 434.
Por otra parte, el legislador procesal civil, dentro del C.P.C., ha estructurado
procedimientos específicos para el cumplimiento de algunas resoluciones
judiciales.
con la dictación de un decreto supremo, previo informe del Consejo de Defensa del
Estado, de acuerdo a lo previsto en el artículo 752.
8º. Se rige por las normas contenidas en los Títulos I y II del Libro III del C. P.
C y además por las "Disposiciones comunes a todo procedimiento"
Es claro que el juicio ejecutivo se rige por las normas contenidas en los Títulos I y II del
Libro III del C.P.C. Mas, no son esas las únicas disposiciones que reglamentan el
procedimiento cuyo estudio comenzamos.
En efecto, rigen también las "Disposiciones comunes a todo procedimiento" del Libro I
del C.P.C. y las reglas del Juicio Ordinario Civil de Mayor Cuantía, del Libro II del mismo
Código. Esta aplicación se establece claramente en el Artículo 3º del C.P.C.
III. CLASIFICACIÓN.
b) Juicio ejecutivo de mínima cuantía, regulado en el Título XIV, Párrafo 2 del libro III
del C.P.C.
SEGUNDA PARTE
I. GENERALIDADES.
Las tercerías que contempla el Código de Procedimiento Civil y que pueden dar lugar a
la formación de estos cuadernos son: la tercería de dominio, la tercería de posesión, la
tercería de prelación y la tercería de pago.
Las tercerías, cualquiera que sea la naturaleza de éstas, nunca producen el efecto de
suspender la tramitación del cuaderno ejecutivo.
b) Los de incidentes, que se originan por las cuestiones accesorias que no sean de
previo y especial pronunciamiento promovidas por las partes durante el curso del
procedimiento.
Para que exista un juicio ejecutivo o, mejor dicho, para que pueda iniciarse un
procedimiento ejecutivo, es necesario que se reúnan una serie de requisitos o
presupuestos, los que se reducen a cuatro:
El artículo 2515 del C.C. señala que las acciones para exigir la ejecución de una
obligación (acción ejecutiva) prescriben en el plazo de tres años contados desde
que la obligación se haya hecho exigible.
Sin embargo, la acción ejecutiva puede subsistir como ordinaria durante el plazo de
dos años: "La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de tres años, y
convertida en ordinaria durará solamente otros dos años" (Artículo 2515, inciso 2º del
C. C) .
De acuerdo con las reglas generales del Código Civil, la prescripción, para que sea
declarada, debe ser alegada por quien quiera aprovecharse de ella.
Frente a lo anterior, el artículo 442 constituye una clara excepción, toda vez que obliga
al tribunal a declarar de oficio la prescripción al señalarnos ese precepto que: " El
tribunal denegará la ejecución si el título presentado tiene más de tres años, contados
desde que la obligación se haya hecho exigible" (Art. 442, primera parte) .
Finalmente, debemos hacer notar que el Art. 442 contempla, en su segunda parte, una
institución especial respecto de la prescripción, la que se ha denominado
"mantención o subsistencia de la acción ejecutiva". Dice el precepto en cuestión
que "el tribunal denegará la ejecución si el título presentado tiene más de tres años,
contados desde que la obligación se haya hecho exigible; salvo que se compruebe
la subsistencia de la acción ejecutiva por alguno de los medios que sirven
para deducir esta acción en conformidad al Art. 434".
Lo anterior significa que nos podemos encontrar ante una obligación que consta en un
título que está prescrito por haber transcurrido más de tres años, pero respecto de la
cual se ha realizado, con posterioridad, una gestión preparatoria de la vía ejecutiva
que ha generado un nuevo título distinto al primitivo en el cual constaba la obligación.
Ejemplo: la acción ejecutiva para exigir el pago de un saldo de precio de venta consta
en una escritura pública extendida desde hace más de cuatro años, pervive si el
deudor confiesa la deuda durante una gestión preparatoria generando un nuevo título.
En este caso subsiste la acción ejecutiva por constar ella en un nuevo título que tiene
menos de tres años para los efectos de cobrar la obligación.
El artículo 436 contempla este requisito, al señalarnos que "para que proceda la
ejecución, se requiere además que la obligación sea actualmente exigible".
Al efecto, el artículo 441 del C.P.C. establece que el tribunal examinará el título y
despachará o denegará la ejecución, sin audiencia ni notificación del demandado, aún
cuando se haya éste apersonado en el juicio".
Señala el Art. 438, inc. 3º que "el acreedor expresará en la demanda ejecutiva la
especie o la cantidad líquida por la cual pide el mandamiento de ejecución".
El artículo 438 del C.P.C. establece cuándo debe entenderse que una
obligación es líquida. Al respecto existen cuatro situaciones. En algunos casos la
obligación es líquida per se o por su propia naturaleza de inmediato y en otros, es
menester la previa realización de la gestión preparatoria de avaluación para que ella
adquiera el carácter de líquida.
1º Sobre la especie o cuerpo cierto que se deba y que exista en poder del
deudor;
Así, por ejemplo, se debe un automóvil de una marca determinada, modelo cierto, etc.
y se embarga en el domicilio del deudor.
Como se puede apreciar, la determinación de la cosa debida sólo puede ser precisada
cuando se trata de obligaciones de especie o cuerpo cierto y no de género para
determinar su carácter de líquida per se.
Es el caso de la especie o cuerpo cierto que se debe y que no está en poder del
deudor. En esta situación la ejecución va a recaer sobre el valor de lo debido, el que
deberá ser previamente determinado a través de una gestión preparatoria de
avaluación.
Para iniciar esa gestión preparatoria el demandante no requiere probar que la especie
no se encuentra en poder del deudor, por tratarse de un hecho negativo.
El inc. 2º del Art. 438 prescribe que "se entenderá cantidad líquida, no sólo la que
actualmente tenga esta calidad, sino también la que pueda liquidarse mediante
simples operaciones aritméticas con sólo los datos que el mismo título ejecutivo
suministre".
Será líquida una obligación de género cuando sea susceptible de ser sometida a la
gestión preparatoria de avaluación.
El art. 25 de la Ley Nº 18. 010, sobre operaciones de crédito de dinero, establece que "
en los juicios de cobro de cualquiera obligación de dinero reajustable el pago e hará en
moneda corriente liquidándose el crédito a esa fecha, por el valor que tenga el capital
reajustado según el índice pactado o la Unidad de Fomento, según corresponda.
Finalmente, el inciso final del artículo 438 se refiere a las obligaciones expresadas
en moneda extranjera: " Sin embargo, tratándose de moneda extranjera, no será
necesario proceder a su avaluación, sin perjuicio de las reglas que para su liquidación
y pago se expresan en otras disposiciones de este Código" (Art. 438, inc. final) .
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Señala el Art. 22 de la referida ley que "el acreedor deberá indicar en su demanda o
solicitud la equivalencia en moneda corriente al tipo de cambio vendedor, de la líquida
en moneda extranjera por la cual pide el mandamiento, acompañando al efecto el
certificado a que se refiere el artículo 21 y el tribunal ordenará despacharlo por esa
equivalencia, sin que sea necesario proceder a una avaluación previa. . . " (Primera
parte) .
La avaluación que se efectúa en este estadio cumple con dos objetivos, a saber:
a) sirve para determinar la cuantía de la causa (Arts. 116 y 120 del C.O.T.) (170), y
1º. Concepto.
Existen tres aspectos que han de ser resaltados respecto de los títulos
ejecutivos:
Sólo existen con el carácter de ejecutivos aquellos títulos que la ley ha señalado en
forma expresa. En nuestra legislación procesal se encarga de establecer los títulos
ejecutivos el Art. 434 del C.P.C. .
Nuestra doctrina ha definido el título ejecutivo como " el instrumento que autoriza el
empleo del procedimiento ejecutivo para la tramitación de un proceso en que deba
resolverse su exigibilidad jurisdiccional".
2º. Características.
Sólo tienen el carácter de título ejecutivo los instrumentos a los cuales la ley reconoce
como tal, no pudiendo ser ellos generados por vía convencional.
Corresponde sólo al legislador dar el carácter de título ejecutivo a los instrumentos, los
cuales se encuentran contemplados dentro del Código de Procedimiento Civil en su
artículo 434. Por otra parte, en el número 7º del artículo 434 se reconoce la exclusiva
facultad del legislador para contemplar los títulos ejecutivos al establecer que " tiene
mérito ejecutivo cualquier otro título al que las leyes den fuerza ejecutiva".
La autonomía del título ejecutivo importa que éste se basta a sí mismo, debiendo
comprenderse en él todos los elementos que permiten el ejercicio de una acción
ejecutiva. En otras palabras, debe existir un título ejecutivo que dé cuenta de una
obligación de dar, hacer o no hacer, la que debe ser líquida o determinada,
actualmente exigible y no prescrita.
Para los efectos de poder iniciarse una ejecución es menester contar con un título que
reúna todos los requisitos previstos por la ley para tal efecto.
Al efecto, establece el artículo 441 del C.P.C. que presentada una demanda ejecutiva "
el tribunal examinará el título y despachará o denegará la ejecución, sin
audiencia ni notificación del demandado, aún cuando se haya apersonado en el juicio".
3. Clasificación.
Los títulos ejecutivos admiten una clasificación entre títulos ejecutivos perfectos y
títulos ejecutivos imperfectos o incompletos.
Son aquellos títulos creados por la ley que se bastan a sí mismos para iniciar, de
inmediato y sin más trámite, la ejecución.
- La letra de cambio, pagarés y cheques respecto de los obligados al pago cuya firma
aparezca autorizada ante Notario o por un oficial de Registro Civil en las comunas
donde no tenga su asiento un notario.
Finalmente, debemos tener presente que " la gestión preparatoria de la vía ejecutiva,
puede referirse a la materialidad del título o la obligación que contiene. Como ejemplo
del primer grupo, encontramos la notificación judicial del protesto de letra de cambio,
cheque o pagaré; y del segundo, la gestión de avaluación que apunta al requisito de
deuda líquida".
b. En cuanto a su origen.
Los títulos ejecutivos no obstante tener que ser ellos establecidos siempre por la ley,
pueden tener su fuente mediata en actos judiciales, convencionales o administrativos.
Tienen este carácter las sentencias definitivas o interlocutorias firmes o que causan
ejecutoria; el acta de conciliación y el acta de avenimiento pasada ante tribunal
competente y autorizada por un ministro de fe o dos testigos de actuación.
b.2. Títulos ejecutivos convencionales, son aquellos en que las partes establecen
fuera del proceso en un documento indubitado para el legislador, la existencia de una
obligación en beneficio de una de las partes.
Títulos ejecutivos ordinarios son aquellos contemplados dentro del artículo 434 del
Código de Procedimiento Civil.
Desde este punto de vista, es posible distinguir entre títulos autosuficientes y títulos
complementarios.
Título ejecutivo perfecto es aquel que es suficiente para que el tribunal acceda
provisionalmente a la demanda ejecutiva, abriendo con su mérito y despachando
mandamiento de ejecución y embargo contra el ejecutado. Lo son los que contienen
intrínsecamente todos los presupuestos exigidos por la ley.
Señala el Art. 434 del C.P.C. que el "juicio ejecutivo tiene lugar en las obligaciones de
dar cuando para reclamar su cumplimiento se hace valer alguno de los siguientes
títulos:
aquellas que prescriben que una de las partes debe satisfacer a otra de las partes una
prestación de dar, hacer o no hacer alguna cosa.
Por otra parte, las sentencias interlocutorias de segunda clase desde que se
pronuncian sobre un trámite que debe servir de base a la dictación de una sentencia
definitiva o interlocutoria siempre va a ser cumplidas dentro del procedimiento en que
se dictaron y no por la vía ejecutiva en un proceso posterior.
En cuanto a su origen, cabe tener presente que constituye título ejecutivo perfecto la
sentencia definitiva o interlocutoria firme cualquiera que sea el tribunal que la dictó:
ordinario, especial o arbitral.
En todo caso, es menester tener presente que según algunos respecto de las
sentencias arbitrales si bien es cierto ellas constituyen un título ejecutivo, los árbitros
no pueden conocer del juicio ejecutivo al contemplar éste procedimiento de apremio,
los que deben ser conocidos por la justicia ordinaria (art. 635 C.P.C. )
Las sentencias definitivas o interlocutorias, para que puedan iniciar un juicio ejecutivo,
pueden ser las originales, que se encuentran en el expediente donde se pronuncian, o
una copia autorizada. Debemos tener presente que, para las copia, existe un libro
copiador de sentencias, de donde se pueden otorgar copia de ellas.
El Art. 434 sólo se refiere a las sentencias firmes o ejecutoriadas, pero no a las que
causan ejecutoria. Sin embargo, la jurisprudencia ha señalado que "entre los títulos a
que las leyes dan fuerza ejecutiva quedan incluidas las sentencias que causan
ejecutoria, es decir, aquellas que pueden cumplirse no obstante existir recursos
pendientes en su contra".
El carácter de título ejecutivo de las sentencias que causan ejecutoria está dado por el
Nº 7 del Art. 434, que señala que es título ejecutivo "cualquiera otro título a que las
leyes den fuerza ejecutiva".
Las principales disposiciones que se refieren a las sentencias que causan ejecutoria
son los artículos 192 respecto al recurso de apelación, 774 respecto al recurso de
casación y 548 del C.O.T. respecto del recurso de queja.
De acuerdo a la redacción dada por la ley Nº 18.181 al N2 del artículo 434, es un
título ejecutivo perfecto la copia autorizada de escritura pública.
La copia autorizada es otorgada por el notario ante el que se otorgó la escritura matriz
u original o por el archivero judicial, que tenga en su poder el respectivo protocolo o
registro público.
a) La Transacción:
El Código Civil define a la transacción como "un contrato en que las partes terminan
extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual" (Art. 2446, inc.
1º) , efectuándose concesiones recíprocas.
b) La Conciliación:
Se ha definido a la conciliación como " una manera de poner término a los juicios
civiles, salvo las excepciones legales, mediante el acuerdo directo de las partes,
producido en razón de proposiciones de bases de arreglo formuladas por el tribunal".
Este equivalente jurisdiccional no puede incorporarse dentro del Nº 3 del Art. 434 del
C.P.C. , sino que dentro del Nº1 de éste, porque la ley le otorga el valor y carácter de
una sentencia definitiva ejecutoriada. En efecto, señala el Art. 267 C.P.C. que "de la
conciliación total o parcial se levantará acta, que consignará sólo las especificaciones
del arreglo; la cual se estimará como sentencia ejecutoriada para todos los efectos
legales".
c) El Avenimiento:
a) Que el acta que da cuenta del avenimiento esté pasada ante tribunal
competente.
Esta expresión significa que el tribunal haya tomado conocimiento del acta de
avenimiento y le haya prestado su aprobación.
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El Sr. Mosquera considera que la expresión "pasada ante tribunal competente" quiere
significar que debe existir constancia de la agregación material del avenimiento en el
expediente.
En todo caso, debemos tener presente que respecto del avenimiento celebrado sobre
alimentos futuros que se deben por ley a ciertas personas se exige expresamente su
aprobación por parte del tribunal en el artículo 2. 451 del Código Civil.
El avenimiento que no cumpla con cualquiera de estos dos requisitos no puede llegar
a tener el carácter de título ejecutivo, no existiendo, ni siquiera, un germen de él que
pueda ser complementado a través de una gestión o medida preparatoria de la vía
ejecutiva.
Para los efectos de determinar la existencia de título ejecutivo respecto de los títulos
de crédito hay que señalar que éstos constituyen títulos ejecutivos perfectos sólo en
dos situaciones:
Al efecto, establece el artículo 434 N° 4: " Sin embargo, no será necesario este
reconocimiento respecto del aceptante de una letra de cambio o subscriptor de un
pagaré que no hayan opuesto tacha de falsedad a su firma al tiempo de protestarse el
documento por falta de pago, siempre que el protesto haya sido personal. . . "
El protesto de las letras de cambio y de los pagarés se puede efectuar por falta de
pago, por falta de fecha de aceptación y por falta de aceptación. Sólo el protesto por
falta de pago permite ejercer la acción ejecutiva inmediatamente.
El protesto bancario tiene una doble limitación. Por una parte, sólo pueden protestarse
letras por falta de pago y, por otro lado, el protesto efectuado de esta manera no tiene
el carácter de personal.
Al efecto, el artículo 434 N° 4 establece que "tendrá también mérito ejecutivo, sin
necesidad de reconocimiento previo, la letra de cambio, pagaré o cheque, respecto
del obligado, cuya firma aparezca autorizada por un notario". (Art. 434, Nº 4 inc. 2º
C.P.C. ) .
5º Cualquiera otro título a que las leyes den fuerza ejecutiva" (Art. 434, Nº 7
C.P.C. ) .
Es este el último caso de los títulos ejecutivos perfectos que contempla el C.P.C.
6. Las listas o nóminas de los deudores que se encuentren en mora del cumplimiento
de obligaciones o sanciones tributarias, en su caso (Art. 169, inc. 1º del D. L. Nº 830
sobre Código Tributario) . ;
7. Una copia del acta de la junta o del acuerdo del directorio, o la parte pertinente de
la misma, en que se haya acordado el pago de dividendo, certificada por la
Superintendencia de Valores, Seguros y Sociedades Anónimas, en las sociedades
anónimas abiertas y un notario en las cerradas; y el o los títulos de las acciones o
documento que haga sus veces, constituyen título ejecutivo contra la sociedad para
demandar el pago de esos dividendos (Art. 83 de la ley Nº 18.046 sobre Sociedades
Anónimas) ; etc.
8. Los bonos vencidos por sorteo, rescate o expiración del plazo de su vencimiento y
los cupones también vencidos tendrán mérito ejecutivo en contra del emisor. En caso
de bonos sorteados, éstos deberán figurar en el acta respectiva. (Art. 20 Ley 18. 045.
Ley de Mercado de Valores) .
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9. Tienen mérito ejecutivo ante los juzgados de letras del trabajo las actas que den
constancia de acuerdos producidos ante los inspectores del trabajo, firmada por las
partes y autorizadas por éstos y que contengan la existencia de una obligación laboral
o sus copias certificadas por la respectiva Inspección del Trabajo (Art. 435 Código del
Trabajo) , etc.
Título ejecutivo imperfecto: Es aquel que para lograr eficacia como título ejecutivo
requiere de una gestión preparatoria de la vía ejecutiva. La gestión preparatoria de la
vía ejecutiva puede referirse a la materialidad del título o la obligación que contiene.
Como ejemplo del primer grupo, encontramos la notificación del protesto y del
segundo, la gestión de avaluación que apunta al requisito de la liquidez de la deuda.
Como hemos dicho anteriormente, en esta clase de títulos es necesario realizar una
gestión preparatoria de la vía ejecutiva para iniciar el juicio ejecutivo.
4) la avaluación; y
Esta gestión, cuya tramitación es similar en sus dos especies, por eso las tratamos
conjuntamente, se encuentra regulada en los Arts. 434, Nºs 4 y 5, 435 y 436 del C.P.C.
El Art. 434 del C.P.C. prescribe que el "juicio ejecutivo tiene lugar en las obligaciones
de dar cuando para reclamar sus cumplimiento se hace valer alguno de los siguientes
títulos:
Sin el apercibimiento legal, no puede tenerse por reconocida la firma o por confesada
la deuda en caso de rebeldía o respuestas evasivas del citado. El apercibimiento es
esencial para que se tenga en esos casos por preparada la vía ejecutiva.
El escrito de solicitud se provee por el tribunal fijando una audiencia para que el
deudor concurra a reconocer la firma o a confesar la deuda, bajo el apercibimiento
legal. Si se ha acompañado el documento firmado, el tribunal ordena que se ingrese a
la custodia del secretario.
d) no comparecer.
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A continuación analizaremos cada una de esas actitudes que puede asumir el citado
en la gestión preparatoria.
En esta situación no será necesario que el tribunal dicte resolución alguna para tener
por preparada la vía ejecutiva.
Además, hemos de tener presente que nuestra jurisprudencia, al considerar que esta
gestión preparatoria tiene un objetivo único, como es el reconocimiento o
desconocimiento de la firma o de la deuda, no permite que durante el curso de la
audiencia se promueva controversia alguna.
d) El citado no comparece:
En caso de no comparecencia del deudor que se haya debido a caso fortuito o fuerza
mayor, se encuentra éste facultado para solicitar la nulidad de todo lo obrado dentro
del plazo de tres días contados desde que hubiera cesado el impedimento. (Art. 79
C.P.C. ) .
Puede ocurrir, y es lo normal, que se cite a una persona a que reconozca su firma y
confiese la deuda. Si el citado reconoce la firma, pero niega la deuda se tendrá
por preparada la vía ejecutiva, de conformidad a lo que establece el Art. 436 C.P.C.
: "Reconocida la firma, quedará preparada la ejecución, aunque se niegue la deuda".
Se utiliza para cobrar los títulos al portador o nominativos, emitidos por instituciones
legalmente autorizadas para ello.
Dice el inc. 1º del Nº 6 del Art. 434 C.P.C. que es título ejecutivo "cualesquiera títulos
al portador, o nominativos, legítimamente emitidos, que representan obligaciones
vencidas, y los cupones también vencidos de dichos títulos, siempre que los cupones
confronten con los títulos, y éstos, en todo caso, con los libros talonarios".
En la actualidad, esta gestión preparatoria no tiene mayor aplicación, puesto que los
bonos que constituyen el principal documento que se emite por las sociedades
privadas para el endeudamiento deben emitirse cumpliendo con las normas de la Ley
de Mercado de Valores.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 20 de esa Ley 18. 045, los bonos constituyen
títulos ejecutivos perfectos, no siendo necesario respecto de ellos efectuar esta
gestión preparatoria.
La letra de cambio, y el pagaré son títulos ejecutivos perfectos cuando han sido
protestados personalmente y no se opone tacha de falsedad a la firma en el acto del
protesto por falta de pago por el notario. Sin embargo, existe una serie de situaciones
en las cuales es necesario iniciar una gestión preparatoria para cobrar esos títulos de
crédito, por no concurrir los requisitos de la primera parte del inc. 1º del Nº 4 del Art.
434 C.P.C.
En el escrito en que se solicita la notificación del protesto se debe copiar el acta del
protesto o se debe acompañar fotocopia de dicha acta, la que se debe entender que
forma parte integrante del escrito para los efectos de su notificación. Si no efectúa la
34
Con el sólo mérito de ese certificado y sin necesidad de que se dicte resolución
alguna, se tendrá por preparada la vía ejecutiva.
El deudor puede concurrir y tachar de falsa su firma. En este caso, deberá darse
traslado del escrito al "ejecutante", tramitándose el asunto como incidente.
En este incidente el tribunal puede resolver que la firma es falsa, en cuyo caso habrá
fracasado la gestión preparatoria. Si, en cambio, se acredita la autenticidad de la firma
durante la tramitación, deberá declarar el tribunal este hecho, pasando a constituir el
documento un título ejecutivo.
Además, si la firma tachada resulta ser auténtica, la Ley Nº 18. 092 consagró un tipo
penal nuevo para sancionar al deudor que retarda el inicio de la ejecución. De esta
manera, el legislador trató de dar mayor seriedad a la diligencia en estudio.
En efecto, señala el Art. 110 de la Ley Nº 18. 092 que "cualquiera persona que en el
acto de protesto o en la gestación preparatoria de la vía ejecutiva tachare de falsa su
firma puesta en una letra de cambio o pagaré y resultare en definitiva que la firma es
auténtica, será sancionado con las penas indicadas en el artículo 467 del Código
Penal, salvo que acredite justa causa de error o que el título en el cual se estampó la
firma es falso". La pena es la del delito de estafa.
Esta resolución que fallando el incidente durante la gestión preparatoria establece que
la firma es autentica produce cosa juzgada formal al establecer el Art. 112 de la Ley Nº
18. 092 que "no obstante lo prescrito en el artículo anterior, el demandado en un juicio
civil y el inculpado o procesado en el juicio criminal por el delito establecido en el
artículo 110, podrá oponer como defensa o excepción la falsedad del título o la de su
firma y justificarla en dichos procesos". La resolución del tribunal civil que declara
auténtica la firma no impide que el ejecutado pueda, durante el juicio ejecutivo, volver
a alegar la falsedad de la firma, siendo en este caso eso sí la carga de la prueba del
demandado, ahora ejecutado".
35
El tribunal designa de inmediato al perito, sin que intervenga la voluntad de las partes.
A este respecto es menester tener presente el carácter sumario de la gestión
preparatoria del juicio ejecutivo.
Designado el perito, procede éste a la avaluación con los datos que el propio título
ejecutivo le suministre. Dicha avaluación no tiene el carácter de definitiva, según se
desprende de lo preceptuado en el Art. 440 C.P.C. : "La avaluación que, en
conformidad al artículo 438, se haga para determinar el monto de la ejecución, se
entenderá sin perjuicio del derecho de las partes para pedir que se aumente o
disminuya". De consiguiente, pueden de la avaluación efectuada por el perito reclamar
tanto el ejecutante como el ejecutado.
Puede el ejecutado, además, reclamar con posterioridad, durante el curso del juicio
ejecutivo, oponiendo la excepción de "exceso de avalúo", contemplado en el Art. 464
Nº 8 del C.P.C.
Una vez ejecutoriada la resolución del tribunal que aprueba la avaluación pericial, el
ejecutante puede interponer la demanda ejecutiva y solicitar que se despache
mandamiento de ejecución y embargo.
1. El art. 1377 del C.C. señala que "los títulos ejecutivos contra el difunto lo serán
igualmente contra los herederos; pero los acreedores no podrán entablar o llevar
adelante la ejecución sino pasados ocho días después de la notificación judicial de sus
títulos". Esta disposición se establece porque los herederos pueden verse sorprendidos
por la notificación y por eso se les otorga el plazo adicional.
2. El Art. 5º del C.P.C. prescribe que "si durante el juicio fallece alguna de las partes
que obra por sí misma, quedará suspenso por este hecho el procedimiento, y se
pondrá su estado en noticia de los herederos para que comparezcan a hacer uso de su
derecho en un plazo igual al de emplazamiento para contestar demandas, que
conceden los artículos 258 y 259".
Aún no existe juicio ejecutivo, por lo tanto, no es aplicable el Art. 5º C.P.C. sino única y
exclusivamente el Art. 1377 C.C. Por ello se deberá notificar el título ejecutivo a los
herederos del deudor y se debe esperar el transcurso del término de ocho días para
iniciar la ejecución.
Aquí prima la disposición del Art. 5º C.P.C. sobre la del Art. 1377 C.C. En consecuencia,
es necesario notificar a los herederos de la persona que actuaba personalmente en el
juicio, quedando éste paralizado durante el término de emplazamiento del juicio
ordinario.
Esta situación no está contemplada dentro del Art. 5º C.P.C. y, por tanto, rige en
plenitud el Art. 1377 C.C. , o sea, se debe notificar a los herederos del deudor y no
puede llevarse adelante la ejecución sino después de transcurrido un plazo de ocho
días contados desde la notificación del título.
Siempre se debe notificar a los herederos, aun cuando exista albacea con tenencia de
bienes.
Si el deudor fallece después del plazo para oponer excepciones en el juicio ejecutivo,
los herederos no pueden oponer nuevas excepciones. El derecho para oponerlas ha
precluído indefectiblemente. El legislador sólo suspende el procedimiento y no lo deja
sin efecto.
PÁRRAFO 1º
TRAMITACIÓN DEL CUADERNO EJECUTIVO
I. GENERALIDADES.
Si el juicio ejecutivo comienza por demanda, se rige, como tal, por las normas de la
competencia relativa, incluyendo la distribución de causas. En cambio, si el
procedimiento se inicia por gestión preparatoria de la vía ejecutiva, por expresa
disposición de la ley, la demanda no va a distribución de causas sino que se presenta
directamente ante el tribunal que conoció de la gestión preparatoria (Art. 178 C.O.T. )
Al efecto, el artículo 465, inc. 2º establece que " no obstará para que se deduzca la
excepción de incompetencia, el hecho de haber intervenido el demandado en las
gestiones del demandante para preparar la acción ejecutiva.
3. En virtud del Art. 441 C.P.C., "el tribunal examinará el título y despachará o
denegará la ejecución, sin audiencia ni notificación del demandado, aun cuando se
haya éste apersonado en el juicio.
Las gestiones que en tal caso haga el demandado no embarazarán en manera alguna
el procedimiento ejecutivo, y sólo podrán ser estimadas por el tribunal como datos
ilustrativos para apreciar la procedencia o improcedencia de la acción.
En cambio, según tendremos oportunidad de ver más adelante, la regla general es que
las sentencias interlocutorias son esencialmente apelables.
4. La demanda debe cumplir con las normas de la Ley Nº 18. 120 sobre
comparecencia en juicio, esto es, debe contar con el patrocinio de un abogado
habilitado para el ejercicio de la profesión, y designar a un mandatario judicial.
Cuando el juicio ejecutivo comience por una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, a
juicio del Sr. Mosquera, el mandato otorgado para tal gestión es suficiente para
proseguir la tramitación de la demanda, no siendo necesario volver a conferir poder.
Lo anterior se desprende claramente de la interpretación del Art. 7º C.P.C. , precepto
que emplea la expresión "para todo el juicio", siendo la gestión preparatoria una de las
vías a través de las cuales se inicia el juicio.
1º. Concepto.
Cuando la demanda cumpla con todos los requisitos antes indicados, lo normal es que
el tribunal dicte la resolución que ordena despachar el mandamiento de ejecución y
embargo, esto es, "Despáchase mandamiento de ejecución y embargo" o simplemente
"Despáchase".
La Corte Suprema ha señalado que "los requisitos para que un título goce de mérito
ejecutivo, deben existir al momento de proveerse la demanda ejecutiva".
Puede ocurrir que el tribunal no de curso a la demanda por no cumplir con los
requisitos exigidos por la ley. Si el vicio se refiere a la prescripción de la acción
ejecutiva, el tribunal, de oficio, no dará curso a la ejecución (Art. 442 C.P.C. ) .
El tribunal también puede no dar curso a la demanda ejecutiva, al igual que respecto
de la demanda del juicio ordinario, si no se cumplen los requisitos signados con las
letras a, b y c de las normas comunes a toda demanda (Art. 256 C.P.C. ) .
Finalmente, se ha sostenido por la doctrina que " para la dictación del mandamiento
de ejecución y embargo el tribunal debe previamente hacer un atento examen de los
presupuestos procesales, la legitimación activa, la aptitud del libelo y si la obligación
que el título ejecutivo representa es actualmente exigible, líquida y no prescrita
ejecutivamente. El vocablo " examen" que emplea el texto (art. 441) así lo indica
porque acorde con el léxico él denota la idea de " indagación y estudio que se hace
acerca de las cualidades y circunstancias de una cosa o hecho" que por lo mismo
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2º. Características.
1. Se trata de una resolución judicial y, por tanto, debe cumplir con todos los
requisitos comunes a toda resolución (Art. 169 C.P.C. ) .
1º La orden de requerir de pago al deudor por el capital, intereses y costas (Art. 443,
Nº 1 C.P.C. ) ;
Este depositario es fundamental en la tramitación del juicio ejecutivo, toda vez que el
embargo se entiende perfeccionado por la entrega real o simbólica de los bienes
embargados que el ministro de fe hace al depositario. (. Art. 443, Nº 3) .
El ejecutante podrá pedir que no se designe depositario, pero esta petición sólo tiene
efecto hasta el momento del embargo, ya que por definición, no hay embargo sin
depositario. De acuerdo con ello, es posible omitir la designación de depositario,
atendido a que ello se puede verificar con posterioridad en el proceso. Es por ello, que
se ha declarado que la falta de designación de depositario provisional no produce la
41
nulidad del embargo por no constituir un elemento esencial del mismo, pudiendo
incluso no hacerse tal designación.
1º La designación de los bienes sobre los cuales puede recaer el embargo y que hace
el propio ejecutante en su demanda.
Esta sólo puede intervenir cuando la parte ejecutante lo pide, no pudiendo el tribunal,
de oficio, ordenar tal intervención. Así se ha fallado.
En esta materia debemos recordar que el artículo 41 dispone en su inciso primero que
" en los juicios ejecutivos, no podrá efectuarse el requerimiento de pago en público y,
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Señala el Art. 443, Nº 1, inc. 1º, segunda parte del C.P.C. que, en el requerimiento de
pago, si el deudor "no es habido, se procederá en conformidad al artículo 44,
expresándose en la copia a que dicho artículo se refiere, a más del mandamiento, la
designación del día, hora y lugar que fije el ministro de fe para practicar el
requerimiento. No concurriendo a esta citación el deudor, se hará inmediatamente y
sin más trámite el embargo".
Como se trata de la notificación sustitutiva del Art. 44 del C.P.C., será necesario
solicitar al tribunal que esa forma de notificación sea practicada, previa certificación
del receptor de los requisitos que la hacen procedente y que se contemplan en ese
precepto.
En relación con esta materia es importante tener presente que se ha declarado que la
notificación ficta del inciso segundo del artículo 55 del Código de Procedimiento civil
no recibe aplicación respecto del requerimiento de pago. Al efecto, se ha resuelto que
“ declarada la nulidad de la notificación de la demanda ejecutiva y del requerimiento,
el artículo 55 inciso 2º sólo se aplica a la primera y no al requerimiento, puesto que
éste no constituye propiamente una resolución sino que una diligencia que debe ser
efectuada por un ministro de fe y que debe cumplir con las formalidades que
establece la ley. ” y que “ declarada la nulidad de lo obrado en un juicio ejecutivo, por
no haberse emplazado válidamente a una de las demandadas, su notificación por el
sólo ministerio de la ley en virtud de lo dispuesto en el inciso 2º del artículo 55 del
Código de Procedimiento Civil, no ha podido producir el efecto de tenerla requerida de
pago. ”
En este caso, el juicio ejecutivo va a terminar por haberse solucionado el total del
capital, los intereses y las costas.
Es menester tener presente que el deudor puede pagar antes de que se le practique el
requerimiento o, en el caso de la cédula de espera, antes de concurrir al oficio del
ministro de fe. En ambos casos, el juicio ejecutivo llegará a su término cuando el
ejecutado pague el capital, los intereses del crédito y las costas en que el ejecutante
haya incurrido.
En esta situación, la actitud del ejecutado dará lugar a que se proceda a practicar el
embargo de sus bienes en cantidad suficiente para cubrir el capital, intereses y costas;
y a partir del requerimiento de pago, se contará el plazo para que el ejecutado ejerza
efectivamente su posibilidad de defensa dentro del juicio ejecutivo.
V. EL EMBARGO. -
Señala el Nº 2 del Art. 443 del C.P.C. que el mandamiento de ejecución debe contener
la orden de "embargar bienes del deudor en cantidad suficiente para cubrir la deuda
con sus intereses y las costas, si no paga en el acto" del requerimiento.
El último de los requisitos, mejor dicho, la última de las menciones que debe contener
el mandamiento de ejecución y embargo dice relación con la designación de un
depositario provisional. En efecto, señala el Art. 443, Nº 3 que el mandamiento de
ejecución contendrá "la designación de un depositario provisional que deberá recaer
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La importancia del depositario está vinculada a la perfección del embargo; por lo cual
lo trataremos al referirnos a éste más adelante.
Hemos indicado que una de las actitudes que puede asumir el ejecutado frente al
requerimiento de pago es la de defenderse de la ejecución. Esta defensa tiene un
carácter restrictivo, toda vez que su fundamento es un título ejecutivo, documento al
que el legislador ha dotado de una presunción, simplemente legal, de veracidad, de
autenticidad.
Al respecto se ha señalado que " el único modo prescrito por la ley para que el
ejecutado impugne el mandamiento es la oposición que éste puede formular. Esta
oposición se dirige propiamente al mandamiento, pero como éste se funda en el título
ejecutivo indirectamente ataca también al título.
“La oposición genera una fase de conocimiento inserta en el procedimiento y por ello
adquiere el carácter de juicio y no de pura ejecución. Como se funda en excepciones
taxativamente establecidas en el art. 464 del Código y se previenen varias
limitaciones en el debate, esa fase de conocimiento es sumaria, superficial y en
cuanto superficial y provisional, debido a que se abre la posibilidad, según se verá, de
la apertura de una fase de conocimiento plenario posterior al fallo firme o
ejecutoriado.
La ley señala que el plazo para oponer las excepciones comienza a correr
desde el día en que se efectúa el requerimiento de pago. La duración de dicho
45
término va a depender del lugar en que el deudor ha sido requerido de pago. (Art.
462, inc. 1º C.P.C. ) .
El término dentro del cual el ejecutado debe oponer las excepciones es fatal (Art. 463
C.P.C. ) e individual , y para su cómputo es menester efectuar la siguiente distinción:
Aquí es menester efectuar una nueva división, según el lugar donde se efectuó el
requerimiento:
La expresión "asiento del tribunal" debe entenderse como la comuna donde funciona
el tribunal.
3. a. Ante el tribunal exhortado, en cuyo caso "los plazos serán los mismos que
establece el artículo anterior". (Art. 460, inc. 1º, segunda parte) , o sea, será de cuatro
o de ocho días, según si el requerimiento se haya verificado dentro o fuera de la
comuna que sirve de asiento al tribunal exhortado.
A esta situación se refiere el Art. 461 C.P.C. , en los siguientes términos: "Si se verifica
el requerimiento fuera del territorio de la República", el término para deducir oposición
será el que corresponda según la tabla a que se refiere el artículo 259, como aumento
extraordinario del plazo para contestar una demanda".
"Los términos que se expresan en los cuatro artículos anteriores son fatales" (Art. 463
C.P.C. ) .
El escrito en que el ejecutado, hace valer las excepciones debe cumplir con tres
requisitos básicos, a saber:
Si el ejecutado no expone con claridad y precisión los hechos en que fundamente sus
excepciones, deberán éstas ser declaradas inadmisibles. En ese sentido se ha
declarado que la excepción es el medio que dispone el demandado para defenderse
de una acción que se ha interpuesto en su contra. Ese medio debe estar
individualizado con precisión, de manera que la contraparte tenga la información
suficiente para establecer si la excepción se ajusta a la verdad y el juez pueda en
definitiva decidir si la acoge o la rechaza. De acuerdo a lo establecido en el artículo
465 del CPC, no basta que el ejecutado se limite a enunciar las excepciones que
opone, sino que debe precisar además, los hechos que le sirven de fundamento
inmediato. Respecto del señalamiento de los medios de prueba, la jurisprudencia ha
indicado que "cumple con lo dispuesto en el artículo 465 del Código de Procedimiento
Civil, el escrito de excepciones en que se dice que se usará de todos los medios de
prueba que acuerda la ley, salvo la testimonial; no es menester determinar uno a uno
dichos medios, que ese mismo cuerpo de leyes señala expresamente en su artículo
341. Esta interpretación se ajusta a la letra y al espíritu del referido Código, el que,
fuera de algunos casos muy especiales, no exige el uso de fórmulas o términos
sacramentales".
El Art. 464 del C.P.C. contempla una lista de excepciones que el ejecutado puede
oponer, enunciación que tiene el carácter de taxativa. Más, esa enumeración tiene el
carácter de taxativa genérica, toda vez que respecto de una de las excepciones,
existe una multitud de situaciones que la hacen procedente, según veremos
oportunamente.
Para suplir esta indeterminación de la ley, el artículo 465 del mismo Código exige al
ejecutado que, al formalizar las excepciones, exprese con claridad y precisión no sólo
los hechos o circunstancias particulares que les sirven de fundamento, sino también
los medios de prueba de que intente valerse para acreditarlas. Y cuando esos hechos
o circunstancias son de distinta índole y se fundan en antecedentes jurídicos
diferentes, cada uno de ellos constituye en derecho una excepción diversa, aun
cuando se encuentren comprendidos en el mismo número de la clasificación genérica
del citado artículo 464".
Señala el Art. 464 C.P.C. que "la oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se
funde en alguna de las excepciones siguientes:
Este numeral debe ser concordado con el Art. 465 inc. 2º C.P.C. que expresa "no
obstará para que se deduzca la excepción de incompetencia, el hecho de haber
intervenido el demandado en las gestiones del demandante para preparar la acción
ejecutiva". Esto quiere decir que el ejecutado no prorrogó la competencia del tribunal
al concurrir en la gestión preparatoria de la vía ejecutiva.
Esta excepción presenta una característica, signada en la parte final del Art. 465, inc.
1 del C.P.C. : " Deducida esta excepción, podrá el tribunal pronunciarse sobre ella
desde luego (que se haya opuesto) , o reservarla para la sentencia definitiva".
49
La litis pendencia es una excepción consistente en que existe un juicio diverso al que
se opone, entre las mismas partes, con el mismo objeto y con igual causa de pedir.
Esta excepción presenta una particularidad respecto de la que con igual denominación
encontramos en el juicio ordinario del Libro II (Art. 303 C.P.C. ) . En efecto, mientras en
éste la excepción será procedente cualquiera que haya sido la parte que lo haya
incoado, en aquél sólo procederá cuando sea el ejecutante quien lo haya iniciado, sea
por vía de demanda o de reconvención.
La jurisprudencia ha señalado que "el juicio iniciado por el deudor no puede servirle
para fundar en él la excepción de litispendencia y enervar la acción ejecutiva".
Hay que señalar que cualquier error en la formulación de la demanda ejecutiva debe
ser subsanado por el ejecutante con anterioridad a que se efectúe el requerimiento de
pago. Al respecto, nuestra jurisprudencia ha establecido que "si la omisión de la
individualización de las partes es salvada antes de practicarse el requerimiento, queda
frustrada la posibilidad de oponer la excepción de ineptitud del libelo".
"La oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se funde en alguna de las
excepciones siguientes:
Respecto del primero, beneficio de excusión; creemos que correspondería más a una
excepción dilatoria que a una perentoria propiamente tal, ya que con su interposición
no se enerva la pretensión deducida, sino que retarda el inicio del juicio respecto del
sujeto pasivo, en caso de que dicho beneficio no sea procedente.
Este número cinco ha de ser concordado con los Arts. 2381 y 2358 del C.C. , el
primero de los cuales señala que; "la fianza se extingue, en todo o parte, por los
mismos medios que las otras obligaciones según las reglas generales, y además:
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2º En cuanto al acreedor por hecho o culpa suya ha perdido las acciones en que el
fiador tenía derecho de subrogarse;
El Art. 2358 C.C. enumera las condiciones que deben concurrir para poder gozar del
beneficio de excusión, del que carecen los fiadores y los deudores solidarios.
Los libradores, endosantes y avalistas, conjuntamente con los aceptantes de una letra
de cambio o de un pagaré son solidariamente responsables del pago del documento o
título de crédito respectivo, en virtud del principio de la "solidaridad cambiaria" (Arts.
79 y ss. de la Ley 18. 092 sobre letras de cambio y pagarés) .
Esta excepción se refiere a los casos en que el título no ha sido otorgado por las
personas que en él aparecen o en la forma que en él se indica.
Este numeral ha de ser concordado con lo que establece el Art. 167 C.P.C. : "Cuando la
existencia de un delito haya de ser fundamento preciso de una sentencia civil o tenga
en ella influencia notoria, podrán los tribunales suspender el pronunciamiento de ésta
hasta la terminación del proceso criminal si en éste se ha deducido acusación o
formulado requerimiento , según el caso.
Esta suspensión podrá decretarse en cualquier estado del juicio, una vez que se haga
constar la circunstancia mencionada en el inciso precedente. . . " Ejemplo: si se sigue
un juicio criminal por falsificación de instrumento privado mercantil, ha de esperarse el
resultado de éste, suspendiéndose el juicio civil si en el antedicho procedimiento
criminal se hubiere formulado acusación.
En consecuencia, los casos en que se puede oponer esta excepción son innumerables.
Ejemplos:
c) en los casos en que es perjudicada una letra de cambio o un pagaré por protesto
extemporáneo;
f) si la letra de cambio que sirve de base al título ejecutivo no contiene copia íntegra
del documento mismo de su aceptación y endoso etc.
Dice el inciso final del Art. 464 C.P.C. que "estas excepciones pueden referirse a
toda la deuda o a una parte de ella solamente".
Dentro de ese término, el ejecutante debe dar respuesta a las excepciones opuestas
haciendo presente todas las observaciones que estime pertinentes, a su juicio, y que,
en definitiva, hará que el tribunal las desestime.
Pasado el término de cuatro días, el tribunal debe dictar una resolución, cuyo tenor va
a depender del examen que él va a practicar acerca de la excepción o excepciones
que se hayan opuesto y de la necesidad de que se rinda prueba para acreditarlos
hechos en los cuales se fundamentan. No es una resolución-tipo, sino que es propia
del examen del expediente.
Señala el Art. 466, inc. final del C.P.C. que "si las estima inadmisibles, o si no considera
necesario que se rinda prueba para resolver, dictará desde luego sentencia definitiva.
En caso contrario, recibirá a prueba la causa".
El hecho de que el tribunal declare admisible las excepciones opuestas sólo significa
que se ha dado cumplimiento a los requisitos formales examinados, pero no significa
que en definitiva ellas serán acogidas. Esto se va a determinar en la sentencia
definitiva.
Sólo va a existir fase de prueba en los casos en que el tribunal declare admisibles las
excepciones y estime necesario que se rinda prueba para acreditar los hechos en que
éstas se fundan. Si el tribunal declara admisibles las excepciones, pero estima que no
es necesario rendir prueba respecto de ellas, va a proceder a dictar sentencia
definitiva de inmediato en la causa, omitiendo el término probatorio.
1. De acuerdo al Art. 469 C.P.C., "la prueba se rendirá del mismo modo que en el juicio
ordinario, y el fallo que de lugar a ella expresará los puntos sobre que deba recaer".
Por acuerdo de ambas partes, podrán concederse los términos extraordinarios que
ellas designen" (Art. 468, inc. 2º y 3º C.P.C. ) .
Los Arts. 468 y 469 del C.P.C. sólo se refieren a los términos ordinario y extraordinario,
más nada dicen respecto del término especial.
"Vencido el término probatorio, quedarán los autos en la secretaría por espacio de seis
días a disposición de las partes, antes de pronunciar sentencia. Durante este plazo
podrán hacerse por escrito las observaciones que el examen de la prueba
sugiera, y una vez vencido, háyanse o no presentado escritos, y sin nuevo trámite, el
tribunal citará a las partes para oír sentencia". (Art. 469 C.P.C. ) . Es el mismo
trámite de observaciones a la prueba que se contempla en el juicio ordinario.
Mediante la Ley 18. 705 se modificó el artículo 469 del C.P.C. , introduciéndose el
trámite de la citación para oír sentencia, resolución que produce los mismos efectos
que en el juicio ordinario, y debe dictarse luego de vencido el plazo de seis días para
que las partes hagan observaciones a la prueba rendida.
"La sentencia definitiva deberá pronunciarse dentro del término de diez días, contados
desde que el pleito quede concluso" (Art. 470 C.P.C. ) . Esta es, en la práctica, una
disposición meramente "programática", ya que en la practica el término es bastante
mayor.
La sentencia definitiva debe fallar todas las excepciones que haya opuesto el
ejecutado, como lo ha resuelto la Corte Suprema en fallo de recurso de queja de
17 de abril de 1986 y de 1 de diciembre de 1988 y por su forma se rige por lo
establecido en el art. 170 del Código y el autoacordado sobre la forma de las
sentencias de la Corte Suprema de 30 de Septiembre de 1920. Debemos tener
presente que en el juicio ejecutivo la cuestión controvertida queda determinada en los
escritos fundamentales del pleito, esto es, la demanda y la oposición. En los juicios
declarativos los falladores deben analizar el derecho deducido, sus fundamentos y
comprobación, aún cuando el demandado no se excepcione. Tratándose del juicio
ejecutivo, los mismos deben analizar exclusivamente las excepciones opuestas y sólo
por los hechos concretos en las que se funda, según se desprende del artículo 465 del
Código de Procedimiento Civil.
Sentencia absolutoria es aquella que acoge alguna de las excepciones opuestas por
el ejecutado, desecha la demanda ejecutiva y ordena alzar el embargo.
La sentencia de pago sólo va a poder cumplirse una vez que ella se encuentre
ejecutoriada por haberse fallado el recurso de apelación deducido o en su contra por
el ejecutado. Por excepción, el ejecutante podrá solicitar el cumplimiento de la
sentencia cuando, existiendo apelación pendiente, se caucionen las resultas del
recurso (Art. 475 C.P.C. )
El inciso segundo del precepto transcrito se refiere al caso de existir una apelación
pendiente deducida en contra de la sentencia de remate, significándose con ello que
el ejecutante no podrá pagarse hasta tanto no se encuentre ejecutoriada la sentencia
recurrida.
En cuanto a la condena en costas que debe contener la sentencia, ésta se aparta del
criterio subjetivo que atiende al motivo plausible para litigar que establecen los arts.
144 inc. 1º y 145 del Código de Procedimiento Civil y recoge preferentemente el
criterio objetivo de la derrota.
Es menester efectuar tres distinciones en lo que respecta a las costas para determinar
la parte a quien le corresponde efectuar su pago:
a) En primer lugar, si se dicta una sentencia ejecutiva absolutoria, las costas del juicio
serán de exclusivo cargo del ejecutante;
Señala el Art. 513 C.P.C. , que establece una de las más importantes reglas en esta
materia, que " sin estar completamente reintegrado el ejecutante, no podrán aplicarse
las sumas producidas por los bienes embargados a ningún otro objeto que no haya
sido declarado preferentemente por sentencia ejecutoriada.
En primer término, aplicando las normas comunes a todo procedimiento, del Libro I del
C.P.C., contra la sentencia ejecutiva es procedente el recurso de aclaración rectifi -
cación y enmienda, regulado por los Arts. 182 y siguientes del C.P.C.
Interpuesto que sea este recurso, el tribunal lo fallará de plano o después de oír a la
parte recurrida; "y mientras tanto suspenderá o no los trámites del juicio o la ejecución
de la sentencia, según la naturaleza de la reclamación". (Art. 183 C.P.C. ) .
Para determinar los efectos de la interposición del recurso en la ejecución del fallo es
menester distinguir según si haya sido el ejecutado o el ejecutante quien lo ha hecho
valer:
En contra del fallo de primera instancia del juicio ejecutivo no procede el recurso de
casación en el fondo de acuerdo a lo prescrito en el artículo 767 del C.P.C. , por
encontrarnos en presencia de una sentencia apelable, y además seguramente
pronunciada por el juez de letras .
Según lo preceptúa el Art. 175 del C.P.C. , toda sentencia definitiva firme o
ejecutoriada produce acción y excepción de cosa juzgada. En lo que respecta al juicio
ejecutivo, la sentencia ejecutiva produce cosa juzgada respecto de cualquier otro
procedimiento en que se vuelva a discutir un asunto respecto del cual concurre la
triple identidad.
ejecutivos con relación a la acción ordinaria en que se ventilan los mismos derechos, y
ha parecido oportuno consignar reglas precisas que resuelvan aquella duda".
De acuerdo al Art. 478, inc. 1º C.P.C. "la sentencia recaída en el juicio ejecutivo
produce cosa juzgada en el juicio ordinario, tanto respecto del ejecutante como del
ejecutado".
" Con todo, surge la interrogante de si la autoridad de cosa juzgada de dichos fallos es
idéntica a la autoridad de cosa juzgada de la sentencia firme pronunciada en el
proceso ordinario de conocimiento, supuesto en éste que el demandado no tiene las
limitaciones para excepcionarse que tiene el ejecutado en el juicio ejecutivo conforme
al artículo 464 del Código de Procedimiento Civil. Podría, así, surgir la hipótesis de que
la sentencia recaída en el juicio ejecutivo solamente hace cosa juzgada en relación con
las excepciones que el ejecutado invocó o pudo invocar dentro de las restricciones que
derivan del precepto antes referido y, por la inversa, que no hace cosa juzgada
respecto de aquella que no estuvo en la posibilidad de alegar. "
Sin embargo, puede ocurrir la situación de que, pese a ser acogida una excepción,
perviva la posibilidad de volver a demandar ejecutivamente. Cuando ello ocurre
hablamos de "renovación de la acción ejecutiva".
Al efecto, señala el Art. 477 C.P.C. que "la acción ejecutiva rechazada por
incompetencia del tribunal, incapacidad, ineptitud del libelo o falta de oportunidad en
la ejecución, podrá renovarse con arreglo a los preceptos de este Título".
Como se puede apreciar, lógico y justo fue el establecimiento por parte del legislador
de la renovación de la acción ejecutiva, ya que otorga la posibilidad de que el
ejecutante pueda intentar nuevamente una ejecución, antes fracasada, cuando ella lo
fue a consecuencia sólo del incumplimiento de determinados requisitos formales que,
en caso alguno, afectan el fondo de la acción ejecutiva hecha valer. Justo es que, una
vez subsanado el vicio formal, pueda el ejecutante reiniciar un procedimiento.
De acuerdo con ello, se puede renovar la acción ejecutiva no sólo cuando el defecto
formal deja relación con el tiempo en el cual ella se hizo valer, sino que también por la
concurrencia de otros defectos formales que puedan ser subsanados, como puede ser
la falta de pago de impuesto respecto del título.
"Es así, por consiguiente, que si se acogen las excepciones a que se refiere el precepto
transcrito, el actor puede corregir el defecto conduciendo la nueva demanda al
tribunal competente, supliendo la incapacidad, redactando un libelo apto, esperando
que se cumpla el plazo o la condición que obstaban a la exigibilidad de la ejecución,
subsanando la falta de personería o representación legal y, en general, salvando
cualquier reparo que no afecte al fondo, es decir, a la obligación que se trata de
cumplir ejecutivamente.
“La renovación de la acción ejecutiva opera por el solo ministerio de la ley, sin
necesidad de reserva que pueden pedir las partes y decretar el tribunal, situación
diversa a la reserva de acciones y excepciones. "
La reserva de acciones y excepciones puede ser solicitada dentro del juicio ejecutivo
por el ejecutante, por el ejecutado o por ambos en un término común.
Señala el Art. 467 C.P.C. que "el ejecutante podrá sólo dentro del plazo de cuatro días
que concede el inciso 1º del artículo anterior, desistirse de la demanda ejecutiva, con
reserva de su derecho para entablar acción ordinaria sobre los mismos puntos que han
sido materia de aquella.
Esta reserva del Art. 467 C.P.C. es un desistimiento especial de la demanda por las
siguientes razones:
1º Este derecho sólo puede hacerse valer dentro del escrito de respuesta a las
excepciones.
2º El desistimiento del Art. 467 C.P.C. deja a salvo, para interponerse en un juicio
ordinario posterior, la acción respecto de la cual se haya ejercido la reserva(cosa
juzgada formal) .
3º A esta reserva de acciones del ejecutante debe dársele lugar de plano por el
tribunal. En cambio, en el incidente de desistimiento de la demanda, debe este ser
tramitado conforme a las normas del procedimiento incidental.
Hemos de hacer notar que el ejecutante no tiene plazo expreso para hacer valer en
juicio ordinario las acciones respecto de las cuales se haya otorgado la reserva. Existe,
empero, un plazo tácito, constituido por el término necesario para que opere la
prescripción extintiva.
Señala el Art. 473 C.P.C. que "si, deduciendo el ejecutado oposición legal, expone en el
mismo acto que no tiene medios de justificarla en el término de prueba, y pide que se
le reserve su derecho para el juicio ordinario y que no se haga pago al acreedor sin
que caucione previamente las resultas de este juicio, el tribunal dictará sentencia de
pago o remate y accederá a la reserva y caución pedidas".
Dos son los efectos principales de esta reserva, sindo ellos a saber:
1º.- El ejecutado puede iniciar un juicio ordinario ejercitando como acción las mismas
excepciones que haya opuesto en el juicio ejecutivo.
Señala, por su parte, el Art. 474 C.P.C. , que "si en el caso del artículo precedente, no
entabla el deudor su demanda ordinaria en el término de quince días, contados desde
que se le notifique la sentencia definitiva, se procederá a ejecutar dicha sentencia sin
previa caución, o quedará ésta ipso facto cancelada, si se ha otorgado".
El legislador ha sido bastante más severo con el ejecutado, puesto que si éste no
deduce su demanda ordinaria dentro de quince días, quedará de pleno derecho
cancelada la fianza de resultas constituida por el ejecutante o no será necesario
constituirla para poder cumplir con la sentencia de pago o de remate.
Ha señalado la jurisprudencia que "el término para interponer la nueva demanda que
señalan los artículos 474 y 478 del Código de Procedimiento Civil, se debe contar
desde la notificación del "cúmplase" de la sentencia definitiva". Esto es, que el plazo
de quince días se cuenta desde que se ha notificado al ejecutado el "cúmplase" de la
sentencia o desde que hayan transcurrido los plazos para interponer los recursos en
contra de la sentencia de primera instancia. Lo anterior ocurre porque si se inicia el
juicio ordinario sin que se encuentre terminado el juicio ejecutivo se podría interponer
la excepción dilatoria de litis-pendencia.
Se encuentra establecida en el Art. 478, incs. 2º y 3º C.P.C. , los que expresan que
"con todo, si antes de dictarse sentencia en el juicio ejecutivo, el actor o el reo
piden que se reserven para el ordinario sus acciones o excepciones, podrá el tribunal
declararlo así, existiendo motivos calificados, Siempre se concederá la reserva
respecto de las acciones y excepciones que no se refieran a la existencia de la
obligación misma que ha sido objeto de la ejecución.
En los casos del inciso precedente, la demanda ordinaria deberá interponerse dentro
del plazo que señala el Art. 474, bajo pena de no ser admitida después. "
Los efectos de la reserva en la oportunidad común son los mismos tanto para el
ejecutante como para el ejecutado, según veremos a continuación.
Sólo puede efectuarla el tribunal en la sentencia definitiva y cuando ella hubiera sido
solicitada durante el curso del juicio por una de las partes y nunca de oficio.
61
PÁRRAFO 2º:
TRAMITACIÓN DEL CUADERNO DE APREMIO
I. INICIO.
II. EL EMBARGO.
El embargo es un acto jurídico procesal que tiene por objeto asegurar el resultado de
la pretensión deducida, afectando determinados bienes al cumplimiento de la sen-
tencia que en el procedimiento ejecutivo se dicte.
El argentino Ramiro Podetti define el embargo como medida judicial que afecta un
bien o bienes determinados de un deudor o presunto deudor al pago eventual de un
crédito, individualizándolo y, limitando las facultades de disposición y goce.
ejecutado para solicitar que determinados bienes se excluyan del embargo, cuando de
los antecedentes aparece que el valor de estos excede con creces al monto del crédito
cuyo cobro se persigue.
El embargo es una actuación compleja que se perfecciona por "la entrega real o
simbólica de los bienes al depositario que se designe, aunque éste deje la especie en
poder del mismo deudor". (Art. 450, inc. 1º C.P.C. ) .
En todo caso, es menester hacer presente que el embargo debe recaer sobre bienes
que sean de propiedad del ejecutado o sobre los cuales éste aparezca como poseedor.
En efecto, si así no fuera, el verdadero dueño o poseedor de los bienes embargados
podría intentar las correspondientes tercerías, no cumpliendo el embargo la función
que le es propia. "El embargo debe recaer sobre los bienes del deudor, entendiéndose
por tales los que realmente sean suyos o que por poseerlos pueda ser reputado su
dueño".
Para los efectos de cautelar que los bienes a embargarse sean del ejecutado y no de
terceros, se ha señalado que la orden de embargar contiene la facultad de trabar
embargo si a requerimiento no paga el ejecutado sobre bienes de propiedad del
deudor. Por lo que debe tratarse de bienes propios de aquél, pues tal es la orden
emanada del juez que fija atribuciones, derechos y obligaciones del funcionario
judicial. Tanto la jurisprudencia como la doctrina están contestes en que en el juicio
ejecutivo la preexistencia de los bienes en el patrimonio del deudor es indispensable
para que puedan ser señalados en el embargo. El ministro de fe encargado del
embargo debe proceder con cautela, tratando de cerciorarse prudentemente que los
bienes sobre los cuales recaerá pertenecen efectivamente al deudor y cuando
ostensiblemente aparezca lo contrario o se deduzca oposición plausible por terceros,
deberá abstenerse de llevar a cabo la diligencia
El principio general, sentado por el artículo 2465 C.C. , es que el acreedor puede
perseguir su crédito sobre todos los bienes del deudor, raíces o muebles, presentes o
futuros, pero no sobre aquellos que la ley ha declarado inembargables.
Los bienes inembargables son los que menciona taxativamente el Art. 445
C.P.C. : "No son embargables:
b) los sueldos de los trabajadores son embargables hasta el 50% para dar
cumplimiento al pago de las pensiones alimenticias a las que fueren condenados
judicialmente;
c) también son embargables hasta en un 50% los sueldos de los trabajadores, cuando
éstos hubieren cometido defraudación, hurto o robo en contra del empleador en el
ejercicio de su cargo.
4º Las rentas periódicas que el deudor cobre de una fundación o que deba a la
liberalidad de un tercero, en la parte que estas rentas sean absolutamente necesarias
para sustentar la vida del deudor, de su cónyuge y de los hijos que viven con él y a
sus expensas;
5º Los fondos que gocen de este beneficio, en conformidad a la Ley Orgánica del
Banco del Estado de Chile y en las condiciones que ella determine;
7º Las sumas que se paguen a los empresarios de obras públicas durante la ejecución
de los trabajos. Esta disposición no tendrá efecto respecto de lo que se adeude a los
artífices u obreros por sus salarios insolutos y de los créditos de los proveedores en
razón de los materiales u otros artículos suministrados para la construcción de dichas
obras;
8º El bien raíz que el deudor ocupa con su familia, siempre que no tenga un avalúo
fiscal superior a de cincuenta unidades tributarias mensuales o que se trate de una
vivienda de emergencia, y sus ampliaciones, a que se refiere el artículo 5° del D. L. 2.
552 de 1979; los muebles de dormitorio, de comedor y de cocina de uso familiar y la
ropa necesaria para el abrigo del deudor, su cónyuge y los hijos que vivan a sus
expensas. (La cifra de 50 UTM fue fijada por la Ley 19. 594, publicada en el Diario
Oficial de 1 de Diciembre de 1998 y la inclusión de las viviendas de emergencia y sus
ampliaciones se efectuó por la Ley 19. 515, publicada en el Diario Oficial de 30 de
Agosto de 1997.)
9º Los libros relativos a la profesión del deudor hasta el valor de cincuenta unidades
tributarias mensuales, a elección del mismo deudor. . (La cifra de 50 UTM fue fijada
por la Ley 19. 594, publicada en el diario Oficial de 1. 12. 1998) .
11º Los uniformes y los equipos de los militares, según su arma y grado;
12º Los objetos indispensables al ejercicio personal del arte u oficio de los artistas,
artesanos y obreros de fábrica; y los aperos, animales de labor y material de cultivo
necesarios al labrador o trabjador de campo para la explotación agrícola, hasta la
suma de de cincuenta unidades tributarias mensuales, a elección del mismo deudor. .
(La cifra de 50 UTM fue fijada por la Ley 19. 594, publicada en el diario Oficial de 1.
12. 1998) .
64
13º Los utensilios caseros y de cocina, y los artículos de alimentos y combustibles que
existan en poder del deudor, hasta concurrencia de lo necesario para el consumo de la
familia durante un mes:
15º Los derechos cuyo ejercicio es enteramente personal, como los de uso y
habitación;
16º Los bienes raíces donados o legados con expresión de no embargables, siempre
que se haya hecho constar su valor al tiempo de la entrega por tasación aprobada
judicialmente; pero podrán embargarse por el valor adicional que después adquieran;
17º Los bienes destinados a un servicio que no pueda paralizarse sin perjuicio del
tránsito o de la higiene pública, como los ferrocarriles, empresas de agua potable o
desagüe de las ciudades, etc. ; pero podrá embargarse la renta líquida que produzcan,
observándose en este caso lo dispuesto en el artículo anterior; y
18º Los demás bienes que leyes especiales prohiban embargar. "
Ejemplo de este caso es el usufructo del marido sobre los bienes de la mujer casada
bajo el régimen de sociedad conyugal; el usufructo del padre o madre sobre los bienes
del hijo de familia; los bienes destinados al funcionamiento de los servicios
administrativos y médicos del Servicio de Seguro Social, etc.
El inciso segundo del Art. 445 finaliza diciendo que "son nulos y de ningún valor los
contratos que tengan por objeto la cesión, donación o transferencia en cualquier
forma, ya sea a título gratuito u oneroso, de las rentas expresadas en el número 1º de
este artículo o de alguna parte de ellas".
En caso de que los bienes mencionados en el Art 445 C.P.C. fueran, no obstante,
embargados al ejecutado queda la posibilidad de impetrar el respectivo incidente de
exclusión del embargo (Art. 519, inc. 2º C.P.C. ) .
La renuncia será tácita cuando embargado un bien que, de acuerdo al Art. 445 C.P.C. ,
no puede serlo, el deudor no opone el incidente de exclusión del embargo en tiempo y
forma.
Los bienes sobre los cuales va a recaer el embargo tienen establecido un orden dentro
de nuestra legislación, tal es:
2ºEl embargo recaerá sobre los bienes que el ejecutante haya señalado en su
demanda ejecutiva o en el acto de practicarse la diligencia del embargo (Art. 443, inc.
3º y 447 C. P. C) .
3ºSi el ejecutante no señala bienes sobre los que habrá de practicarse el embargo,
éste deberá recaer en los bienes que indique el deudor "si, en concepto del ministro
de fe encargado de la diligencia, son suficientes o si, no siéndolo, tampoco hay otros
conocidos": (Art. 448 C.P.C. )
1º Dinero;
2º Otros bienes muebles;
3º Bienes raíces; y
4º Salarios y pensiones".
El embargo es una actuación judicial y, como tal, debe cumplir con una serie de
requisitos. Ellos son:
Empero, es posible que antes del requerimiento de pago se solicite una medida
prejudicial en el procedimiento ejecutivo, medida que puede tener el carácter de
precautoria impidiendo, de esta forma al ejecutado, que pueda disponer de los bienes
(Art. 279 en relación al Art. 3º C.P.C. ) .
Tratándose del embargo de bienes muebles, el acta deberá indicar su especie, calidad
y estado de conservación y todo otro antecedente o especificación necesarios para su
66
4. Debe expresarse en el acta que los bienes embargados se han entregado real o
simbólicamente al depositario.
5. El acta de embargo que levanta el receptor debe ser firmada obligatoriamente por
él, por el depositario, y por el acreedor y el deudor, si concurrieren.
"Si la ejecución recae sobre el simple menaje de la casa habitación del deudor, el
embargo se entenderá hecho permaneciendo las especies en poder del mismo deudor,
con el carácter de depositario, previa facción de un inventario en que se expresen en
forma individual y detallada el estado y la tasación aproximada de las referidas
especies que practicará el ministro, de fe ejecutor. La diligencia que deberá
extenderse será firmada por el ministro de fe que la practique, por el acreedor, si
concurre, y por el deudor, quien, en caso de substracción, incurrirá en la sanción
prevista en el numero 1º del artículo 471 del Código Penal" (Art. 444, inc. final C.P.C.)
67
Lo cual se entiende sin perjuicio del derecho que corresponda al tenedor de la cosa
embargada para seguir gozándola después de su enajenación" (Art. 454 C.P.C. ) .
Para estudiar las consecuencias que la práctica del embargo genera es menester que
las distingamos en cuanto al bien embargado, en cuanto al dueño del bien y respecto
de los demás acreedores.
De acuerdo al Art. 1464 del C.C., hay objeto ilícito en la enajenación de "las cosas
embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o el acreedor
consienta en ella".
En vista a lo anterior, el Art. 453 C.P.C. señala que "si el embargo recae sobre bienes
raíces o derechos reales constituidos en ellos, no producirá efecto alguno legal
respecto de terceros sino desde la fecha en que se inscriba en el respectivo registro
conservatorio en donde estén situados los inmuebles.
Agrega el inciso segundo del Art. 455 que el acta o "diligencia" del embargo de bienes
raíces también debe entregarse en la secretaría y "esta entrega se verificará inme-
diatamente después de practicada la inscripción de que "el Art. 453 trata.
El embargo no priva al dueño del bien del derecho de propiedad que tiene sobre él,
limitándolo simplemente en lo que respecta a la facultad de disposición.
En efecto, el dueño puede usar y gozar de la cosa embargada, mas no puede disponer
de ella toda vez que en su enajenación existe objeto ilícito, según acabamos de ver.
Si el embargo recae sobre las utilidades de una empresa, el depositario sólo tendrá
facultades de interventor judicial (art. 444 y 294) y para efectuar actos de
administración, requirirá actuación del juez de la causa.
Tampoco es una causal que mejore los derechos de los acreedores preferentes.
Para efectuar el pago con el producido del bien embargado se aplican las reglas sobre
prelación de créditos del Código Civil y no importa para nada la fecha del embargo
practicado. Para el pago sólo se mira a la naturaleza de la obligación sustancial y no a
la fecha de la realización de la actuación procesal.
Hay que tener presente, no obstante, que existe una medida que otorgada como
precautoria, establece preferencia para el pago. Esa es el denominado "derecho legal
de retención", el que se asimila a la hipoteca o a la prenda para los efectos de
solucionar las deudas. (Art. 546 C.P.C. ) .
VI. EL REEMBARGO.
El embargo que se traba sobre un bien determinado no impide que, con posterioridad,
se traben otros embargos sobre el mismo. Ello, debido a que el embargo, si bien,
produce el efecto de configurar el objeto ilícito del Art. 1464, N 3 C.C. , no saca del
comercio humano el bien sobre que recae.
Esta institución se conoce con el nombre de "reembargo", siendo regulado por los Arts.
527 y 528 del C.P.C.
Si uno de los muchos acreedores que un deudor tiene ha sido diligente y por su
actuación se ha trabado embargo sobre uno o más bienes, los demás acreedores
deben iniciar por su cuenta otros juicios en contra del ejecutado.
Para obtener el pago de sus acreencias, los acreedores tienen dos vías:
2. solicitar al tribunal ante el cual se esta ventilando el juicio ejecutivo por él iniciado,
que oficie al juez que ordenó el embargo en primer lugar para que no se pague el
primer acreedor hasta tanto no se haya caucionado su crédito (Art. 528 C.P.C. ) .
El Art. 529 C.P.C. contempla la posibilidad de que el acreedor que opuso una tercería
de pago solicite la remoción del depositario. Los terceristas pueden actuar como
coadyuvantes del ejecutante.
Consiste en la facultad que el ejecutado tiene para solicitar que se alce o se deje sin
efecto el embargo que hubiera recaído sobre bienes que, según la ley, tienen el
carácter de inembargables.
"Se tramitará como incidente la reclamación del ejecutado para que se excluya del
embargo alguno de los bienes a que se refiere el artículo 445" (Art. 519, inc. 2º C.P.C. )
En cuanto equivale a una medida precautoria, el embargo tiene por objeto asegurar o
cautelar el efectivo cumplimiento de la obligación que se trata de ejecutar. Este
objetivo no se cumple si los bienes embargados no son suficientes para cubrir el
capital, intereses y costas adeudados.
El Art. 456 C.P.C. contempla dos situaciones que hacen procedentes la ampliación:
Por consiguiente, constituirá un agravio y una falta o abuso del tribunal si al concurrir
las circunstancias establecidas por la ley en el inciso segundo del Art. 456 C.P.C. , no
da lugar a la solicitud presentada por el ejecutante pidiendo la ampliación del
embargo. Dicha resolución puede ser atacada por medio recurso de apelación.
Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de un embargo que haya recaído en una cuota de
una comunidad hereditaria que es propiedad del deudor.
El Art. 22, Nº 1 de la Ley 18. 010 sobre operaciones de crédito de dinero contempla
otro caso en que la ley califica la procedencia de la ampliación. Dice el precepto: "Se
considerará justo motivo para solicitar la ampliación del embargo, el mayor valor que
experimente en el mercado la moneda extrajera adeudada".
El inciso final del Art. 456 C.P.C. establece que "pedida la ampliación después de la
sentencia definitiva, no será necesario el pronunciamiento de nueva sentencia para
comprender en la realización los bienes agregados al embargo".
Consiste en la facultad concedida por la ley al ejecutado para solicitar que se alce el
embargo de alguno de los bienes sobre los cuales aquél ha recaído, por ser excesivos
para asegurar cumplidamente la obligación y las costas.
El Art. 447 C.P.C. señala que "puede el acreedor concurrir al embargo y designar, si el
mandamiento no lo hace, los bienes del deudor que hayan de embargarse, con tal
que no excedan de los necesarios para responder a la demanda, haciéndose
esta apreciación por el Ministro de fe encargado de la diligencia, sin perjuicio de lo
que resuelva el tribunal a solicitud de parte interesada".
Es por ello que por una modificación se incluyó la substitución del embargo como una
facultad del ejecutado, más no en términos amplios, puesto que presenta las
siguientes limitaciones:
El ejecutado debe hacer presente que la suma de dinero que acompaña al tribunal
tiene por objeto substituir el o los bienes embargados y no pagar la deuda.
El Art. 490 C.P.C. ha creado problemas a la doctrina respecto del momento hasta el
cual se pueden liberar los bienes embargados. Dice el precepto que "antes de
verificarse el remate, puede el deudor libertar sus bienes pagando la deuda y las
costas".
72
Si el ejecutado no expresa en su escrito que el dinero que deposita tiene por objeto la
sustitución, la consignación se va a tomar como cesación y, en consecuencia, también
como un desistimiento de las excepciones opuestas.
"Se formará ramo separado con las diligencias relativas al embargo, a su ampliación y
al procedimiento de apremio, que tiene por objeto realizar los bienes embargados y
hacer pago al acreedor.
En todo caso, es menester tener presente que por el mero depósito no se confiere al
depositario la facultad de usar la cosa (arts. 2200 y 2250 C. Civil) .
El Art. 515 C.P.C. establece la obligación del depositario de poner a disposición del
tribunal todos los dineros que reciba con motivo del ejercicio de su cargo, tan pronto
como lleguen a su poder, debiendo cancelar intereses por los que entregue atrasados.
Las cuestiones que se susciten con motivo de la administración serán resueltas por el
tribunal en audiencias verbales (Art. 480 C.P.C. )
El depositario debe rendir cuenta de las gestiones que haya realizado durante el
desempeño de su cargo (Art. 514 C.P.C. ) . La cuenta la rinde de la misma forma en
que lo ha en los tutores y curadores (Art. 415 C.C. )
Las cuentas que rinde el depositario se deben poner en conocimiento de las partes, las
que tienen el término de seis días para examinarlas. Si transcurrido ese plazo ninguna
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de las partes formula objeciones, la cuenta se tiene por aprobada; en caso contrario se
generara el correspondiente incidente. (Art. 514 C.P.C. ) .
Por excepción, existen depositarios que no tienen derecho a remuneración, siendo los
indicados por el Art. 517 C.P.C. :
"No tienen derecho a remuneración:
Supuesto que ya hemos pasado toda la tramitación del cuaderno ejecutivo, se puede
dictar sentencia condenatoria en contra del ejecutado. Para el cumplimiento de la
sentencia condenatoria es menester efectuar una distinción según si la sentencia es
de pago o de remate.
Una vez que la sentencia de pago está ejecutoriada o, sin estarlo, se han
caucionado las resultas del juicio, el ejecutante debe solicitar que se proceda a la
liquidación del crédito y a la tasación de las costas. (Art. 510 C.P.C. )
Ahora bien, "si el embargo se ha trabado sobre la especie misma que se demanda,
una vez ejecutoriada la sentencia de pago, se ordenará su entrega al ejecutante". (Art.
512 C.P.C. ) .
La sentencia de remate causa ejecutoria para todos los efectos de que se realicen los
bienes, pero todo lo que en su virtud se efectúe queda sujeto a la condición de que la
resolución sea confirmada.
Para los efectos de convertir en dinero los bienes embargados, o sea, para la
realización de los mismos, el legislador ha debido clasificarlos en las cuatro categorías,
a saber:
Estos bienes son vendidos por el depositario, con autorización judicial y sin necesidad
de que previamente se practique una tasación.
El Art. 484 C.P.C. señala que los efectos de comercio realizables en el acto, se
venderán sin previa tasación por un corredor de la Bolsa nombrado de acuerdo al
procedimiento que la ley reserva para la designación de los peritos. (Art. 414 C.P.C. ) .
El Art. 482 C.P.C. , sustituido por el Art. 26 de la Ley Nº 18. 118 de 22 de mayo de
1982, señala que los "bienes muebles embargados se venderán en martillo, siempre
que sea posible, sin necesidad de tasación. La venta se hará por el martillero
designado por el tribunal que corresponda".
En caso que hubiere oposición del deudor para hacer entrega de los bienes
embargados al depositario provisional o definitivo designado en el proceso, deberá
procederse a cumplir esa diligencia con el auxilio de la fuerza pública. En caso que el
depositario provisional de los bienes fuere el deudor, sólo podrá efectuarse el retiro de
especies embargadas con el auxilio de la fuerza pública una vez que se hubiere
dictado una sentencia de remate, la que se puede cumplir no obstante que el deudor
hubiere deducido el recurso de apelación o de casación en su contra.
Según el inciso segundo del artículo 455,el retiro de las especies no podrá
decretarse sino hasta transcurridos que sean diez días desde la fecha de la
traba del embargo, a menos que el juez, por resolución fundada, ordene otra
cosa.
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Y del inciso cuarto del artículo 393 del C.O.T., los receptores solo podrán hacer uso de
la fuerza pública que decrete un tribunal para la realización de determinada diligencia
respecto de la cual fue autorizado. En consecuencia, si se hubiere decretado por el
tribunal el auxilio de la fuerza pública para la realización del embargo, se deberá
solicitar que se decrete nuevamente el auxilio de la fuerza pública para efectuar el
retiro de especies.
El uso no autorizado o el anuncio o amenaza de uso del auxilio de la fuerza pública sin
estar decretado, será sancionado en la forma prevista en el Nº 4 del artículo 532 del
C.O.T.
De acuerdo al Art. 485 C.P.C. , los bienes que requieran de previa tasación se van a
vender en pública subasta, ante el tribunal que conoce de la ejecución o ante el
tribunal dentro de cuyo territorio competencial están situados los bienes, cuando así
se resuelve a solicitud de parte y por motivos fundados.
Nuestro legislador tiene un respeto reverencial por los bienes raíces, y es por ello que
el procedimiento establecido para la realización de éstos es solemne y complejo, con
el cumplimiento de una serie de trámites.
Las principales etapas que establece el Código de Procedimiento Civil para la subasta
pública de los inmuebles en el juicio ejecutivo son:
a. Tasación
d. Purga de Hipotecas
f. Publicación de avisos
Cerrará esta parte el párrafo XVI referente a la nulidad del remate, que no es una
etapa de la subasta, sino que la consecuencia de un vicio acaecido en ella.
76
La tasación del bien raíz será aquella que figure en el rol de avalúos que esté vigente
para los efectos del pago de la contribución territorial, a menos que el ejecutado
solicite que se practique nueva tasación.
Requerida la nueva tasación del inmueble, se deberá citar a las partes para dentro de
segundo día, con el fin de que se designe perito tasador. En caso que la designación
del perito la efectúe el tribunal, ésta no puede recaer en empleados o dependientes de
ese tribunal.
El perito debe practicar todos los trámites necesarios para hacer la tasación y
presentar el informe de ella al tribunal.
Presentado que sea el informe del perito, debe éste ser puesto en conocimiento de las
partes, teniendo ellas un plazo de tres días para impugnarlo. De la impugnación que
efectúe una de las partes se dará traslado por tres días a la contraparte.
Transcurrido este plazo de tres días, sea que se haya evacuado o no el traslado, el
tribunal puede optar por los siguientes caminos:
a. aprobar la tasación.
b. ordenar que se rectifique la tasación por el mismo perito que evacuó el informe, o
por otro; o c. fijar el tribunal por sí mismo el justiprecio de los bienes.
"Si el tribunal manda rectificar la tasación, expresará los puntos sobre que deba caer
la rectificación; y practicada ésta, se tendrá por aprobada, sin aceptarse nuevos
reclamos". (Art. 487, inc. 2º) .
"Aprobada la tasación, se señalará día y hora para la subasta" (Art. 488 C.P.C. )
En consecuencia, la fijación del día del remate debe hacerse en un plazo tal que se
tenga tiempo para hacer todos estos trámites: generalmente un mes o un mes y
medio después de aprobada la tasación.
La aprobación de las bases del remate, es decir, de las condiciones en que debe
procederse a la venta del inmueble, debe efectuarse por las partes de común acuerdo.
Si no existe acuerdo, las bases del remate deben ser determinadas por el
tribunal, teniendo éste presente las siguientes limitaciones:
Una vez efectuada la subasta se extinguen todas las hipotecas constituidas sobre el
bien raíz.
El art. 2428 del C.C. establece que "la hipoteca da al acreedor el derecho de perseguir
la finca hipotecada, sea quien fuere el que la posea, y a cualquier título que la haya
adquirido.
Sin embargo, esta disposición no tendrá lugar contra el tercero que haya adquirido la
finca hipotecada en pública subasta, ordenada por el juez.
Mas para que ésta excepción surta efecto a favor del tercero, deberá hacerse la
subasta con citación personal, en el término de emplazamiento, de los acreedores que
tengan constituidas hipotecas sobre la misma finca; los cuales serán cubiertos sobre el
precio del remate en el orden que corresponda.
El art. 492 del C.P.C. modificó el precepto antes transcrito, estableciendo que en el
caso de que un inmueble sea perseguido por un acreedor hipotecario de grado
posterior, el acreedor hipotecario de grado preferente tiene derecho a exigir el pago
de su crédito en el orden que corresponda o la mantención de su crédito en caso de
que éste aún no se encuentre devengado.
En consecuencia:
6. PUBLICACIÓN DE AVISOS.
Deben efectuarse en la forma que establece el art. 489 C.P.C. precepto que debe ser
concordado con el art. 502 del mismo cuerpo legal.
"El remate, con el señalamiento del día y hora en que debe tener lugar, se anunciará
por medio de avisos publicados, a lo menos cuatro veces, en un diario de la comuna o
de la capital de provincia o de la capital de región, si en aquella no lo haya. Los avisos
podrán publicarse también en días inhábiles. El primero de los avisos deberá ser
publicado con quince días de anticipación, como mínimo, sin descontar los inhábiles, a
la fecha de la subasta.
Los avisos serán redactados por el secretario y contendrán los datos necesarios para
identificar los bienes que van a rematarse".
Conforme al art. 496 del C.P.C. , "en el acta de remate podrá el rematante indicar la
persona para quien adquiere; pero mientras ésta no se presente aceptando lo obrado,
subsistirá la responsabilidad del que ha hecho las posturas.
Soluciona este problema el art. 499 C.P.C. , al establecer que "si no se presentan
postores en el día señalado, podrá el acreedor solicitar cualesquiera de estas dos
cosas, a su elección:
1a. Que se le adjudiquen por los dos tercios de la tasación los bienes embargados; y
Si el acreedor escoge por esta segunda vía, es decir, por un nuevo remate, y no hay
postores se resuelve la situación por lo prescrito en el art. 500 C.P.C. : "Si puestos a
remate los bienes embargados por los dos tercios del nuevo avalúo, hecho de
conformidad al número 2º del artículo anterior, tampoco se prestan postores, podrá el
acreedor pedir cualquiera de estas tres cosas, a su elección.
1a. Que se le adjudiquen los bienes por los dichos dos tercios;
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2a. Que se pongan por tercera vez a remate, por el precio que el tribunal designe; y
Si la ejecución fuere en moneda extranjera, para hacer uso del derecho que confiere el
número 1º del artículo anterior e igual número del presente artículo, el ejecutante
deberá hacer liquidar su crédito en moneda nacional, al tipo medio de cambio libre
que certifique un Banco de la plaza".
La prenda pretoria o anticresis judicial "es un contrato en cuya virtud, por el ministerio
del tribunal, se entregan al acreedor bienes embargados, sean raíces o muebles, para
que se pague con sus frutos
Para la prenda pretoria rigen los artículos 501 a 507 del C.P.C. : Art. 501.
Cuando el acreedor pida, conforme a lo dispuesto en el artículo anterior, que se le
entreguen en prenda pretoria los bienes embargados, podrá el deudor solicitar que se
pongan por última vez a remate. En éste caso no habrá mínimum para las posturas.
Art. 503. La entrega de los bienes en prenda pretoria se hará bajo inventario
solemne.
Para calcular las utilidades se tomarán en cuenta, a más de los otros gastos de
legítimo abono, el interés corriente de los capitales propios que el acreedor invierta y
la cantidad que el tribunal fije como remuneración de los servicios que preste como
administrador. No tendrá, sin embargo, derecho a esta remuneración el acreedor que
no rinda cuenta fiel de su administración, o que se haga responsable de dolo o culpa
grave.
Art. 505. Salvo estipulación en contrario, podrá el deudor, en cualquier tiempo, pedir
los bienes dados en prenda pretoria pagando la deuda y las costas, incluso todo lo que
el acreedor tenga derecho a percibir en conformidad a lo dispuesto en el último inciso
del artículo precedente.
Art. 506. El acreedor que tenga bienes en prenda pretoria, deberá rendir cuenta de
su administración, cada año si son bienes inmuebles y cada seis meses si se trata de
muebles, bajo la pena, si no lo hace, de perder la remuneración que le habría
correspondido, de conformidad al inciso final del artículo 504, por los servicios
prestados durante el año.
Art. 507. Salvo lo dispuesto en los cuatro artículos precedentes, la prenda pretoria
queda sujeta a las reglas del Título XXXIX, Libro IV del Código Civil.
Cuando se constituya en bienes muebles, tendrá además, sobre ellos, el que los
reciba, los derechos y privilegios de un acreedor prendario.
Dice el Art. 497 que "para los efectos de la inscripción, no admitirá el conservador sino
la escritura definitiva de compraventa. Dicha escritura será subscrita por el rematante
y por el juez como representante legal del vendedor, y se entenderá autorizado el
primero para requerir y firmar por sí solo la inscripción en el Conservador, aún sin
mención expresa de esta facultad".
Esta escritura de compraventa en pública subasta, que se extiende por orden del
tribunal, no es una escritura corriente. De acuerdo con lo que preceptúa el Art. 495 en
relación con el 497, en la escritura de compraventa deben insertarse los siguientes
antecedentes:
1. Todos los antecedentes relativos a la validez del juicio en que se produjo el remate,
v. gr. , el requerimiento de pago; el certificado de que no se opusieron excepciones o,
si se trata de la sentencia dictada en la causa, el certificado de ejecutoriada de dicha
resolución que fijó el día y la hora de la subasta; la publicación de los avisos; la
certificación del secretario de que dichos avisos fueron publicados; y, en general todos
los antecedentes que permitan demostrar a terceros que se cumplieron los
presupuestos o requisitos necesarios para la validez del juicio.
3. Deberán insertarse todos los antecedentes que permitan demostrar la purga de las
hipotecas que hubieren afectado al inmueble.
La escritura de remate (adjudicación) debe ser extendida por el juez una vez que se
encuentre ejecutoriada la resolución que ordene extenderla.
A nuestro juicio esta posición sería la correcta porque, en primer lugar, la venta en
pública subasta es tan venta como la que se realiza sin el ministerio de la justicia. Al
establecer la ley procesal que el acta de remate constituye una escritura pública para
los efectos de reputar perfecta la venta, no hace sino aplicar las norma de que los
bienes raíces se compran o venden por escritura pública.
1º Nulidad procesal:
La Corte Suprema ha señalado que "siendo requisito esencial la tasación de los bienes
raíces embargados para su licitación, ella debe corresponder al valor que tenga cada
uno de los inmuebles que sean materia del embargo.
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2º Nulidad sustancial:
Regula esta materia el Art. 508 C.P.C. , que debe relacionarse con los Arts. 503 y 507
del mismo cuerpo legal.
Dice el precepto: "Si los bienes embargados consisten en el derecho de gozar una
cosa o percibir sus frutos, podrá pedir el acreedor que se dé en arrendamiento o que
se entregue en prenda pretoria este derecho.
Una vez que se realizan los bienes embargados los fondos que resulten "se
consignarán directamente por los compradores, o por los arrendatarios en el caso del
artículo anterior, a la orden del tribunal que conozca de la ejecución en la forma
dispuesta en el artículo 507 del Código Orgánico de Tribunales.
Una vez realizados los bienes en virtud de la sentencia de remate, se aplican las reglas
seguidas cuando la sentencia es de pago, o sea, el ejecutante va a pedir que se
liquiden el crédito y las costas que deben ser de cargo del deudor, incluyéndose las
causadas después de la sentencia.
Practicada la liquidación, el tribunal ordenará hacer pago al acreedor con el dinero que
resulte de la realización de los bienes de otra clase comprendidos en la ejecución (Art.
511, inc. 1º C.P.C. ) .
Finalmente, hemos de indicar que las costas procedentes de la ejecución y la
remuneración gozan de un pago preferente con el producido de la realización, incluso
respecto del crédito que los ha originado (Arts. 513, inc. 2º y 516, inc. 2º) .
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PÁRRAFO 3º:
LAS TERCERIAS EN EL JUICIO EJECUTIVO
I. GENERALIDADES.
En el Párrafo tercero del Título I del Libro III del C.P.C. , el legislador ha regulado la
situación de los terceros y su intervención en el juicio ejecutivo, normas de
extraordinaria importancia práctica toda vez que, en algunos casos, tal intervención
puede llegar a suspender el procedimiento de apremio.
Tercero es el sujeto de la relación procesal que si bien no es parte originaria del juicio,
interviene en éste para proteger alguna pretensión o interés que puede llegar a
afectar la sentencia que se dicte.
Se ha dicho que los terceros son aquellos sujetos que, sin ser parte en el juicio, tienen
un interés actual en sus resultados.
Dice la disposición que "si durante la secuela del juicio se presenta alguien
reclamando sobre la cosa litigada derechos incompatibles con los de las otras partes,
admitirá al tribunal sus gestiones en la forma establecida en el artículo 16 y se
entenderá que acepta todo lo obrado antes de su presentación, continuando el juicio
en el estado en que se encuentre".
Por último, el Art. 23, inc. 3º C.P.C. señala quiénes son los terceros "independientes":
"Si el interés invocado por el tercero es independiente del que corresponde en el juicio
a las dos partes, se observará lo dispuesto en el artículo anterior", o sea, tercero
independiente es aquel que tiene un interés que no es coincidente, pero que tampoco
es opuesto al de las partes principales.
Una vez que el tribunal ha admitido la intervención del tercero "independiente", sus
gestiones deben regirse por las reglas del artículo 16 "y se entenderá que acepta todo
lo obrado antes de su presentación, continuando el juicio en el estado en que se
encuentre".
El Art. 518 C.P.C. enumera las tercerías y dice "En el juicio ejecutivo sólo son
admisibles las tercerías cuando el reclamante pretenda:
Los requisitos que deben concurrir para poder hacer valer una tercería en el juicio
ejecutivo son:
Uno de los aspectos mas controvertidos en relación con las tercerías consiste en
determinar si las tercerías constituyen un proceso de naturaleza independiente al
juicio ejecutivo dentro del cual se promueven o solo constituyen un incidente dentro
de él.
Según algunos, las tercerías no serían mas que incidentes dentro del juicio ejecutivo,
que requieren ser resueltos en forma previa para los efectos de poder concluir con la
tramitación de un cuaderno de apremio dentro de un juicio ejecutivo.
Para otros, las tercerías constituirían procesos independientes por tener diversas
partes, objeto pedido y causa de pedir que el juicio ejecutivo dentro del cual se
promueven, las que deben ser tramitadas dentro de él por mandato del legislador y de
acuerdo con el procedimiento que éste establece, como son el juicio ordinario sin
escritos de réplica y duplica para la de dominio, y de acuerdo con las normas de los
incidentes para las restantes tercerías.
Cuando se traba embargo sobre un bien puede éste encontrarse en una de cuatro
situaciones jurídicas y de hecho:
1. Se traba de un bien de propiedad del ejecutado y que éste posee. En esta situación,
el embargo es inatacable.
3. Se trata de un bien que el ejecutado posee pero que no le pertenece. Aquí se aplica
la presunción del art. 700, inc. 2º, reputándosele dueño mientras otro no lo acredite.
4. Se trata de un bien sobre el que el ejecutado no tiene ningún derecho y que está en
posesión o es de dominio de un tercero.
Si el tercero es dueño del bien embargado, puede preservar su derecho por la vía de la
tercería del dominio. Pero, dada la estructura jurídica de la propiedad, tal derecho será
extraordinariamente difícil de probar tratándose de bienes muebles, toda vez que su
adquisición normalmente va precedida de un contrato consensual. Decimos
"normalmente" y no siempre, porque hay casos en que existe una constancia escrita
del contrato, como ocurre por ejemplo, con la compraventa de automóviles autorizada
por un notario.
La demanda de tercería de dominio debe cumplir con todos los requisitos que para tal
escrito señala el Art. 254 C.P.C. , ya que el Art. 523,inc. 1º señala que "no se dará
curso a la tercería de dominio si no contiene las enunciaciones que indica el artículo
254. . . ".
En el supuesto de que se haya interpuesto una tercería de dominio sin que se haya
pedido, por no proceder, la suspensión del cuaderno de apremio, "el remate se llevará
a cabo, entendiéndose que la subasta recaerá sobre los derechos que el deudor tenga
o pretenda tener sobre la cosa embargada". (Art. 523 inc. 2º C.P.C. ) .
En cuanto a la apelación, hay que tener presente que existe una norma especial en lo
que respecta a su concesión. Indica el inc. 3º del Art. 523 que "las resoluciones que se
dicten son apelables y la apelación se concederá en el efecto devolutivo".
Los arts. 519 y 520 C.P.C. regulan ciertas situaciones vinculadas a derechos de
terceros y copropietarios que si se hacen valer, han de hacerlo por vía de la tercería
de dominio.
Prescribe el Art. 519, inc. 1º que "se substanciará en la forma establecida para las
tercerías de dominio la oposición que se funde en el derecho del comunero sobre la
cosa embargada".
1º El del heredero a quien se ejecute en este carácter para el pago de las deudas
hereditarias o testamentarias de otra persona cuya herencia no haya aceptado;
3º El del heredero que reclame del embargo de sus bienes propios efectuado por
acción de acreedores hereditarios o testamentarios que hayan hecho valer el beneficio
de separación de que trata el Título XII del Libro III del Código Civil y, y no traten de
pagarse del saldo a que se refiere el Art. 1383 del mismo Código. Al mismo
procedimiento se sujetará la oposición cuando se deduzca por los acreedores
personales del heredero; y
4º El del heredero beneficiario cuyos bienes personales sean embargados por deudas
de la herencia, cuando esté ejerciendo judicialmente alguno de los derechos que
conceden los artículos 1261 a 1263 inclusivo del Código Civil.
El ejecutado podrá, sin embargo, hacer valer su derecho en estos casos por medio de
la excepción que corresponda contra la acción ejecutiva, si a ello ha lugar".
V. TERCERÍA DE POSESIÓN.
Hemos visto que la tercería de dominio se aplica cuando el tercero es dueño del bien
embargado. Pero, si el dueño no puede acreditar adecuada y exitosamente su
derecho, es preferible que utilice la tercería de posesión.
Como en Chile no se compran los bienes muebles por escritura pública u otro
instrumento público, la prueba del dominio será muy difícil. Para tratar de salvar este
grave problema en las compraventas consensuales es que la jurisprudencia creó la
tercería de posesión, fundándose en que:
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1º El poseedor es reputado dueño, mientras otro no justifique serlo (Art. 700, inc. 2º
C.C.).
En efecto, acreditada que sea la tenencia material de una cosa con ánimo de señor o
dueño, o sea, la posesión, se reputará dueño al poseedor. Para destruir la presunción,
el interesado deberá acreditar que no se presenta el hecho en que ella se funda.
"Mientras no se declare judicialmente que el dueño de una cosa mueble no es su
actual poseedor sino otra persona, aquél es ante la ley el verdadero dueño y no puede
por consiguiente embargársele lo que es de su dominio, por deudas ajenas.
2º El embargo debe recaer sobre bienes del deudor. Si las cosas embargadas no son
del dominio o posesión del ejecutado, lógico es suponer que el titular tiene todo el
derecho de solicitar que el apremio no se cumpla a su respecto.
La tramitación de la tercería se somete en todo a las reglas de los incidentes. Así, v. gr.
, la lista de testigos debe presentarse dentro de segundo día contado desde la
notificación que recibe la causa a prueba.
Respecto a esa resolución es menester tener presente que el hecho que deberá
acreditarse por el tercerista se limita a la comprobación de los elementos que
constituyen la posesión respecto del bien embargado.
Tratándose de bienes inmuebles es menester para los efectos de acoger una tercería
de posesión que el inmueble se encuentre inscrito a nombre del tercero y no del
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En la parte petitoria del escrito se solicita que el tribunal ordene que se pague al
tercerista con preferencia al demandante ejecutivo del producto de los bienes del
deudor.
Como requisito sine qua non hemos de tener presente que la tercería de pago sólo
nace a la vida jurídica cuando el deudor carece de bienes embargables, aparte de los
ya embargados, para cumplir sus obligaciones.
1) No existiendo más que un solo juicio ejecutivo en que se han embargado los últimos
bienes embargables, siendo el tercerista y el ejecutante acreedores valista del
ejecutado; el tercerista de pago concurre a ese procedimiento interponiendo su
tercería, a la que se le da tramitación incidental.
2) Existiendo contra el mismo deudor dos o más juicios ejecutivos, estando uno de
ellos más adelantado que el o los otros (por ejemplo, uno está en estado de
liquidación de los bienes, el otro con el cuaderno de apremio suspendido por la
oposición de excepciones y otro se está notificando el mandamiento de ejecución y
embargo) , sin existir más bienes embargables; en razón del riesgo que afecta al
demandante posterior, el Art. 528 permite la aplicación de un procedimiento
simplísimo: cuando la pretensión del segundo acreedor se deduzca ante diverso
tribunal, podrá pedir que se dirija un oficio al tribunal que esté conociendo de la
primera ejecución para que retenga del producto de la realización de los bienes
embargados la cuota que proporcionalmente corresponda a dicho acreedor.
El oficio, normalmente los jueces lo acompañan con citación, siendo notificado por el
estado diario. Si no existe oposición, se tiene automáticamente por interpuesta la
tercería.
Indica el Art. 529 que "el tercerista de pago podrá solicitar la remoción del depositario
alegando motivo fundado; y decretada la remoción, se designará otro de común
acuerdo por ambos acreedores, o por el tribunal si no se aviniesen" (inc. 1º) .
Sabemos que todas las tercerías se tramitan incidentalmente, pero, para los efectos
de determinar la oportunidad procesal en que pueden ser deducidas, es menester
efectuar una distinción:
Ambas tercerías pueden hacerse valer desde el momento en que se embargan los
bienes que no sean del dominio o de la posesión del ejecutado, hasta el instante en
que se ha hecho tradición al adquirente del referido bien en el remate del
bien:
TERCERA PARTE:
JUICIO EJECUTIVO POR OBLIGACIÓN DE HACER
I. GENERALIDADES.
Cuando nos encontramos frente a una obligación de hacer, el acreedor tiene derecho
para obtener su cumplimiento de cualquiera de las tres formas o modalidades que le
otorga el Art. 1553 C.C. : "Si la obligación es de hacer y el deudor se constituye en
mora, podrá pedir el acreedor, junto con la indemnización de la mora, cualquiera de
estas tres cosas, a elección suya:
2ª Que se le autorice a él mismo para hacerlo ejecutar por un tercero a expensas del
deudor;
Los otros dos derechos o facultades de que goza el acreedor de una obligación de
hacer si se pueden ejercer a través de juicio ejecutivo, siempre y cuando consten en
un título ejecutivo.
2. que se autorice al acreedor para hacer ejecutar la obra o el hecho por un tercero,
con cargo al deudor.
En este caso, el procedimiento es idéntico al del juicio ejecutivo por obligación de dar,
con la excepción de que lo que se persigue es la suscripción de un determinado
documento por el deudo dentro del término que se fija y, en el caso de que el deudor
no cumpla, que sea subscrito por el juez en representación del deudor.
a) oponer excepciones:
b) No oponer excepciones:
a) oponer excepciones:
b) no oponer excepciones:
Este presupuesto debe ponerse en conocimiento del ejecutado, quien, si nada expresa
dentro del tercer día de notificado, se entenderá que acepta.
"Si el deudor no consigna a la orden del tribunal los fondos decretados, se procederá a
embargarle y enajenar bienes suficientes para hacer la consignación, con arreglo a lo
establecido en el Título precedente, pero sin admitir excepciones para oponerse a la
ejecución". (Art. 540 CPC)
2. Puede solicitar que se apremie al deudor para que él efectúe la obra, sea
porque le satisface más o porque se trata de una obligación personalísima.
Señala el Art. 542 CPC que "si el acreedor no puede o no quiere hacerse cargo de la
ejecución de la obra debida, de conformidad a las disposiciones que preceden, podrá
usar de los demás recursos que la ley concede para el cumplimiento de las
obligaciones de hacer, con tal que no haya el deudor consignado los fondos exigidos
para la ejecución de la obra, ni se hayan rematado bienes para hacer la consignación
en el caso del artículo 541"
A los apremios se refiere el Art. 543, consistiendo éstos en la imposición por parte del
tribunal de arresto hasta por quince días o multa proporcional, y repetir estas medidas
para obtener el cumplimiento de la obligación. "Cesará el apremio si el deudor
paga las multas y rinde además caución suficiente, a juicio del tribunal, para
asegurar la indemnización completa de todo perjuicio al acreedor" (Art. 543,
inc. 2 CPC)
CUARTA PARTE:
JUICIO EJECUTIVO POR OBLIGACIÓN DE NO HACER
TRAMITACIÓN.
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Si dicho objeto puede obtenerse cumplidamente por otros medios, en este caso será
oído el deudor que se allane a prestarlo". (Art. 1555, incs. 2 y 3 CC)