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Disfagia:

Es la dificultad para deglutir. El trastorno se debe a un obstáculo en el transporte


de líquidos o de sólidos de la faringe al estómago. No debe confundirse disfagia
con sensación de globo (una impresión de tener un nudo en la garganta), que no
es un trastorno de la deglución y no se relaciona con un problema en el transporte
de los alimentos.

Etiología:

La disfagia se clasifica en bucofaríngea o esofágica según su localización.

Disfagia bucofaríngea:

La disfagia bucofaríngea es la dificultad para impulsar el material de la


bucofaríngea al esófago; se debe a una alteración funcional proximal al esófago.
Los pacientes pueden referir dificultad para iniciar la deglución, regurgitación nasal
y aspiración traqueal seguida de tos.

La mayoría de las veces, la disfagia bucofaríngea afecta a pacientes con


trastornos neurológicos o de los músculos esqueléticos

Disfagia esofágica

La disfagia esofágica es la dificultad para transportar alimentos por el esófago. Se


debe a un trastorno de la motilidad o a una obstrucción mecánica

Complicaciones

La disfagia orofaríngea puede conducir a la aspiración traqueal de material


ingerido o secreciones orales. La aspiración puede causar una neumonía aguda;
con el tiempo, la aspiración recurrente puede inducir una enfermedad pulmonar
crónica. A menudo, la disfagia prolongada determina una nutrición inadecuada y
pérdida de peso.

La disfagia esofágica puede provocar pérdida de peso, desnutrición, aspiración


traqueal del material ingerido y, en casos graves, retención de alimentos. La
impactación de alimentos pone a los pacientes en riesgo de perforación esofágica
espontánea, que puede provocar sepsis e incluso la muerte.
Signos de alarma

Cualquier tipo de disfagia plantea preocupación, pero ciertos hallazgos indican


mayor urgencia:

Síntomas de obstrucción completa (p. ej., babeo, incapacidad para


deglutir cualquier cosa)
Disfagia que causa pérdida de peso
Déficit neurológico focal de aparición reciente, en particular cualquier
debilidad objetiva
Neumonía aspirativa recurrente

Estudios complementarios

Endoscopia alta
Trago de bario (radiografía de esófago, estómago y duodeno con
contraste de bario)
Los pacientes con disfagia siempre deben ser sometidos a
endoscopia alta, que es extremadamente importante para descartar
cáncer. Durante la endoscopia, también se deben realizar biopsias
esofágicas para investigar esofagitis eosinófilo.
Se debe realizar un estudio de deglución con bario (con un bolo
sólido, en general un malvavisco o un comprimido) si el paciente no
puede ser sometido a una endoscopia alta o si la endoscopia alta
con biopsia no identifica una causa.
Si el estudio de deglución con bario es negativo y la endoscopia alta
es normal, se deben practicar estudios de motilidad esofágica. Se
indican otros estudios para causas específicas según sugieran los
hallazgos.

Tratamiento de la Disfagia

El tratamiento de la disfagia depende de la enfermedad responsable. En general,


si una persona tiene problemas para tragar debe:

Comer en posición sentada completa (90º) con la cabeza


ligeramente hacia adelante.
Mantenerse sentada o de pie hasta unos minutos después de haber
acabado la comida.
Mantenerse concentrada en la actividad de comer evitando hablar
con la boca llena.
Partir la comida en trozos pequeños y masticarla lentamente.
Tragar en varias ocasiones hasta que todo el contenido de la boca
haya pasado hacia el estómago.
Machacar las pastillas antes de ingerirlas. Dado que no todas las
pastillas pueden ser machacadas, hable con su médico.
Modificar la consistencia de los alimentos. Puede ser necesaria
una dieta blanda o incluso una dieta pasada por la batidora. En las
disfagias funcionales, puede ser conveniente evitar el consumo de
líquidos para evitar el paso de los mismos hacia el tracto respiratorio.
Por este motivo, se deben administrar líquidos en forma de
gelatinas o mezclándolos con polvos que los melifican y los hacen
más sólidos.
En situaciones donde sea imposible tragar, se puede insertar una
sonda nasogástrica muy fina por la nariz y proceder a alimentación
enteral o incluso abrir un orificio en la pared abdominal para pasar la
comida directamente al estómago (gastrostomía).
Cuidados de enfermería

Cómo cuidar al paciente con disfagia:

A continuación, mostramos una serie de recomendaciones generales para


el cuidado del paciente con disfagia durante las comidas:

Modificación del ambiente:

Ambiente tranquilo. Evitar distracciones, conversaciones o cualquier


estímulo que produzca risa, llanto, etc.
No dar de comer si el paciente está somnoliento.
Presentar en el plato pequeñas cantidades y utilizar cuchara de postre para
dar de comer.
Colocarnos enfrente para imitación.
Evitar alimentación con jeringa.
No ofrecer líquidos en botella ni en pajitas.
Dar tiempo suficiente para comer, minimizar la fatiga y la frustración.
No forzar si hay rechazo insistente (posponer).
Evitar contacto de cuchara con los dientes para no desencadenar el reflejo
de morderla.
No mezclar consistencias líquidas con sólidas.
Respetar gustos y experimentar sabores nuevos condimentados.
Enriquecer los alimentos para que las cantidades pequeñas aporten más
nutrientes: carbohidratos (sémola, tapioca), grasas (nata, aceite de oliva,
mantequilla), proteínas (queso rallado, clara de huevo, suplementos
proteicos en polvo).
Cepillado suave de la boca antes y después de las comidas.
Limpieza con gasa impregnada en colutorio (en paciente no colaborador).
DIAGNOSTICO :

DETERIORO DE LA DEGLUCION

MANIFESTADO POR :

TOS

PROBLEMA PARA TRAGAR

DOLOR DE GARGANTA
PIROSIS :  
(popularmente agruras, acidez gástrica o acidez estomacal) es una sensación de
dolor o quemazón en el esófago, justo debajo del esternón, que es causada por
la regurgitación de jugo gástrico. El dolor se origina en el pecho y puede radiarse
al cuello, a la garganta o al ángulo de la mandíbula. La pirosis se ha identificado
como una de las causas de la tos crónica, e incluso pueden confundirse con asma.

Los síntomas que aparecen de forma más frecuente son:

Se trata del síntoma más frecuente. Se define como una sensación


de quemazón producida por el ácido gástrico el estómago.
Regurgitación. Este es el síntoma más característico. Se trata del
reflujo de alimentos parcialmente digeridos desde el estómago de
vuelta al esófago.
dificultad para deglutir.
Este síntoma nos estaría indicando que puede haber una
complicación. Se define como una deglución dolorosa.

Se puede diagnosticar fácilmente el reflujo gastroesofágico únicamente con base


en sus síntomas. Cuando el estado clínico no es muy claro, se pueden hacer otras
pruebas para confirmar el diagnóstico o para excluir otras enfermedades. Algunas
pruebas de confirmación incluyen:

Monitoreo ambulatorio del pH

se puede colocar un tubo a través de la nariz hacia el esófago para grabar el nivel
de acidez del esófago bajo. Ya que una variación ligera en la acidez es normal,
pequeños eventos de reflujo son comunes y este tipo de monitoreo debe correrse
al menos durante 24 horas para confirmar el diagnóstico. Este examen es
particularmente útil cuando los síntomas del paciente pudieran estar relacionados
con episodios de aumento en la acidez esofágica.

Serie gastrointestinal superior

se toma una serie de rayos X del sistema digestivo superior tras haber tomado una
solución de bario. Esto puede conllevar al reflujo del bario en el esófago, que
sugeriría la posibilidad de enfermedad. Para mayor precisión, se puede usar
una fluoroscopia, a fin de detectar el reflujo en tiempo real.

Manometría

en este examen se utiliza un sensor de presión (manómetro) que se pasa por


la boca hacia el esófago y mide directamente la presión del esfínter esofágico.
Endoscopia

se puede visualizar la mucosa esofágica directamente al introducir un tubo


delgado e iluminado, con una cámara integrada (endoscopio) a través de la boca
para examinar el esófago y el estómago. De este modo, se puede detectar la
evidencia de inflamación esofágica y, si es necesario, tomar una biopsia. Ya que la
endoscopía le permite al doctor inspeccionar visualmente el tracto digestivo
superior, este procedimiento le puede ayudar a identificar daños adicionales que
no se habrían detectado de otro modo.

Biopsia

se toma una pequeña muestra del tejido del esófago para estudiarla y revisar
alguna inflamación o presencia de cáncer o algún otro problema.

Prevención

La higiene alimentaria es muy importante para evitar el reflujo, como puede ser
evitar beber comiendo, no realizar comidas copiosas, masticar cada bocado de 15-
20 veces (de este modo se evitará comer en exceso), también se deben evitar
alimentos irritantes de la mucosa gástrica (picantes, café, alcohol, etcétera) y
comidas con exceso de grasas. Además, no se debe ir a la cama tras la ingesta,
debiendo esperar unas dos horas antes de hacerlo.

Si el ardor se desencadena mientras se está acostado, se debe alzar la cabeza


con almohadas o sentarse, lo que alivia las molestias frecuentemente, aunque se
debe tener cuidado de no hacer demasiado esfuerzo con el cuello. Se deben evitar
cierto tipo de alimentos (Ej: grasas) poco antes de ir a la cama y se aconseja
también para evitar ataques futuros en el esófago que puedan provocar cáncer
gástrico.

Entre estas medidas o cuidados de enfermería podemos encontrar:

Promover que el paciente siga una dieta adecuada. La dieta debe contener


una cantidad adecuada de proteínas y ser una dieta hipocalórica. Lo ideal
sería distribuir las comidas a lo largo del día, realizando de 5 a 6 ingestas
poco copiosas.
Evitar el sobrepeso
Siguiendo con el tema de la alimentación, es importante señalar que hay
una serie de alimentos que favorecen que se produzca el reflujo ya que
actúan disminuyendo el tono del esfínter esofágico inferior. Entre estos
alimentos encontramos el tabaco, el alcohol, las xantinas, las grasas, las
especias, bebidas carbonatadas, el chocolate, los cítricos, el tomate, etc.
Insistir en la importancia de mantener una postura adecuada tras las
ingestas. El cabecero de la cama debe estar elevado, la posición adecuada
sería en anti trendelemburg. De nada sirve colocar almohadas debajo de la
cabeza, ya que no único que se consigue de estar forma es flexionar el
cuello cuando lo que nos interesa es inclinar todo el tronco.
Evitar el estrés. El objetivo es que el paciente este lo más relajado posible,
conseguir un ambiente tranquilo puede favoreces la patología. También
podríamos instruir al paciente en alguna técnica de relajación con la que se
sienta cómodo y que pueda realizar con relativa facilidad.
Evitar esfuerzos tras las ingestas. Esta medida estaría relacionada con la
anterior, no está recomendado hacer ejercicio inmediatamente después de
comer, ni otras actividades que supongan un esfuerzo extra.
No acostarse tras las ingestas. Las siestas no estarían recomendadas en
este tipo de pacientes. Deben dejar transcurrir al menos dos horas desde la
última ingesta antes de dormir. Esta medida debe tenerse en cuenta
especialmente cuando se decida a qué hora cenar.

TRATAMIENTO:

Para evitar la acidez estomacal, se recomienda no acostarse hasta al menos 2


horas después de comer. Evitar las grasas, el chocolate y los cítricos también
puede ayudar. Los medicamentos antiácidos pueden aliviar los síntomas de
inmediato. Otros medicamentos, como el omeprazol y la ranitidina, tardan más en
actuar, pero pueden brindar un alivio más eficaz.

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