Está en la página 1de 5

La ansiedad es una respuesta normal a una amenaza o una situación de estrés

psicológico. Está relacionada con la sensación de miedo y cumple una


importante función en la supervivencia. Cuando alguien tiene que afrontar una
situación peligrosa, la ansiedad desencadena una respuesta de lucha o huida.
Esta respuesta proporciona al cuerpo, a través de distintos cambios fisiológicos
como el incremento del flujo sanguíneo en los músculos y en el corazón, la
energía y la fuerza necesarias para afrontar situaciones amenazantes para la
vida, como huir de un animal agresivo o enfrentarse a un atracador.

Sin embargo, la ansiedad se considera un trastorno cuando

 Ocurre en momentos inapropiados

 Ocurre con frecuencia

 Es de tal intensidad y duración que interfiere en el desarrollo de la actividad


habitual de la persona.

Los trastornos de ansiedad incluyen

 Trastorno de ansiedad generalizada


 Crisis de angustia y trastorno de angustia
 Fobias específicas

Causas de los trastornos de ansiedad


Las causas de los trastornos de ansiedad no son totalmente conocidas, pero
pueden estar implicados los siguientes factores:

 Factores genéticos (incluidos antecedentes familiares de trastorno por


ansiedad)

 Factores ambientales y del entorno (como el hecho de experimentar estrés


o un acontecimiento traumático)

 Perfil psicológico

 Estado físico

FACTORES DE LA ANSIEDAD

Las causas pueden ser muy diversas, pudiendo ser pasajeras o patológicas.
Problemas familiares, mal de amores, demasiado estrés laboral, la soledad, tener
un hijo, cambiar de escuela, comenzar en un trabajo, etc, son factores que,
aunque para otras resulten cosas banales, pueden hundir en una ansiedad muy
profunda a una persona.
También hay que tener en cuenta los factores hereditarios o genéticos, los
factores hormonales (menopausia, post-parto, problemas de tiroides, etc.), el estilo
de vida y la personalidad de cada sujeto.

Otros factores que también se suman son los ambientales, incluyendo en estos el
aprendizaje de cada uno o el apoyo emocional con el que cuente cada persona.
También influyen los factores climatológicos, asociándose a un número mayor de
población depresiva cuando hay menos horas de luz.

A su vez, existen factores estimulantes que pueden agravar la ansiedad, como el


alcohol, la cafeína, la teína, la cocaína o el tabaco.

Es importante recordar que el estilo de vida de cada persona marca, en gran


parte, el estrés o la ansiedad padecida, siendo aconsejable mantener un buen
estilo y estado de salud, realizar ejercicio frecuente, pasar tiempo al aire libre o
hacer técnicas de relajación o meditación.

Enfermería debe analizar y comprender el motivo por el que cada paciente padece
la ansiedad, siendo así más sencillo poder ponerle freno e intentar solucionar el
problema.

SÍNTOMAS DE LA ANSIEDAD

Los síntomas de esta patología son muy diferentes y variados de unas personas a
otras. Las personas que sufren ansiedad suelen tener estadios de forma crónica y
fluctuante a lo largo del tiempo. Lo habitual es que el paciente sufra un
desasosiego generalizado. Los síntomas más habituales son:

 Tristeza.
 Ideas de muerte o suicidio.
 Dolor de espalda o cuello debido a la presión ejercida por la tensión
acumulada.
 Cambios repentinos de tensión arterial.
 Tensión muscular y agarrotamiento.
 Cefaleas continuas, leves o crónicas.
 Temblores.
 Taquicardia.
 Vértigos o mareos.
 Molestias digestivas.
 Falta de apetito o comidas copiosas, en función de cada persona.
 Sensación de miedo o pánico.
 Sensación de cansancio o debilidad generalizada.
 Náuseas y/o vómitos.
 Sudoración excesiva.
 Disfagia.
 Diarreas o estreñimiento.
 Xerostomía.
 Falta de concentración.
 Mal humor.
 Problemas sexuales.
 Negatividad.
 Insomnio.
 Pesadillas.
 Pérdida de memoria.

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO PARA LA ANSIEDAD

Normalmente, la población suele ser reacia en acudir al médico de cabecera


cuando está sometida a situaciones de estrés prolongada, siendo por el contrario
el principal facultativo que ayuda y trata de controlarlo, y en caso de que él no
pudiera, realizará una derivación a un especialista.

Hoy día existe un excesivo consumo de ansiolíticos que no se asocia a un


aumento del nivel de salud ni calidad de vida en este tipo de pacientes. Este
excesivo consumo ha provocado fenómenos de tolerancia, dependencia y,
consecuentemente, de abstinencia. Para tratar los trastornos ansiosos, el médico
de familia cuenta con una lista de recursos, no sólo farmacológicos sino también
no farmacológicos, que combinados aumentarán la efectividad y conseguirán una
mayor implicación del paciente en su proceso y tratamiento.

Si finalmente, el médico considera que es oportuno poner en tratamiento al


paciente, el cumplimiento del mismo es sumamente importante, puesto que el
abandono o la toma inadecuada de la medicación puede desembocar en una
recaída peligrosa y aún más dura que el comienzo.

Los fármacos más usados en la ansiedad son:

 Benzodiacepinas
 Antidepresivos
 Inhibidos de la recepción de serotonina.

ATENCIÓN DE ENFERMERÍA A PACIENTES CON ANSIEDAD

Valoración: es importante conocer cuál es el conflicto del paciente y el significado


de su sintomatología para realizar un adecuado diagnóstico y actividades de
Enfermería. Para ello, llevaremos a cabo una entrevista amplia, en un ambiente
cómodo, privado y tranquilo. Es fundamental que Enfermería muestre empatía,
calidez, respeto y concreción. El objetivo de la entrevista será valorar el estado de
alerta actual, objetivar signos y síntomas de ansiedad e identificar los principales
problemas y factores que desencadenan la respuesta ansiosa en el paciente.

Si es posible, es aconsejable entrevistar a familiares o personas cercanas al


paciente para la obtención de datos.

Observación: la observación del paciente es la principal clave para identificar el


estado de ánimo y signos y síntomas físicos de ansiedad, siendo una herramienta
a mantener a lo largo de la atención del paciente.

ACCIONES ASERTIVAS DE ENFERMERÍA HACIA EL PACIENTE ANSIOSO

Es importante que Enfermería sepa llevar a cabo una serie de acciones


afirmativas que lleguen al paciente. Estas acciones serán:

 Aplicar el tratamiento según prescripción médica observando posibles


reacciones adversas
 Mostrar seguridad y comodidad al paciente.
 Mantener una conducta adecuada ante el paciente
 Atender los planteamientos del paciente.
 Mantener una escucha activa y asumir una actitud de aceptación.
 Aceptar las estrategias de afrontamiento para reducir la ansiedad del
paciente en lugar de intentar modificarlas.
 No dejar que el paciente se aísle por completo.
 Mantener en todo momento la ética y el secreto profesional, evitando
comentarios relacionados con la problemática del paciente con el resto del
equipo
 No mostrar cambios de ánimo ni traer problemas personales al trabajo, pues
esto hace que los pacientes pierdan la seguridad y confianza que les debe
inspirar cada miembro del equipo.

CONSEJOS DE ENFERMERÍA PARA MINIMIZAR LA ANSIEDAD

 Existen pautas que ayudan a minimizar los efectos que producen la ansiedad
o el estrés en las personas, como por ejemplo:
 Alimentación saludable y equilibrada.
 Tiempo libre.
 Realizar trabajos manuales.
 Escuchar música relajante.
 Evitar el alcohol, tabaco, cocaína, teína, cafeína y cualquier sustancia
adictiva e irritante.
 Practicar ejercicio que relaje como pilates, taichí, yoga, meditación, natación,
salir a caminar, etc.
 Comer con calma y sin prisas realizando las cinco comidas diarias.
 Dormir y descansar bien.
 Conducción tranquila y relajada, tanto en automóvil como en motocicleta.
 Hacer descansos en la jornada laboral.
 Existen fármacos que inducen al estrés o a la ansiedad, en caso de
sospecha lo más adecuado es consultarlo al médico de cabecera.
 Tomar infusiones relajantes, como Tila, Melisa, etc.
 Masajes relajantes.

APOYO Y EDUCACIÓN A LA FAMILIA

Enfermería tiene un papel clave en la integración de la familia en la rehabilitación


del paciente. Es fundamental facilitar la entrevista de familiares con el resto del
equipo y mantenerles informados de la situación actual de su familiar. Se debe
educar a la familia sobre la patología y explicarles de forma clara algunas
reacciones que pudiera manifestar el paciente. Explicarles de forma detallada en
qué consiste la terapia a seguir y cómo ellos pueden participar y contribuir en la
rehabilitación es algo que es muy necesario llevar a cabo. También es importante
explicarles y aclarar dudas sobre el tratamiento farmacológico y sus efectos
colaterales.

También podría gustarte