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TEMA:

CURACIÓN DE HERIDAS

NOMBRE:

VICTORIA MICHELL ZAMBRANO ITURRALDE

MATERIA:

ENFERMERÍA APLICADA

DOCENTE:

ANDREA STEFANÍA NORONA CABRERA

FECHA: 1/07/22
OBJETIVO GENERAL

Adquirir el conocimiento de la técnica correcta de curación de heridas, para infecciones

secundarias al paciente por un mal manejo de curación de herida, así como el poder identificar

los diferentes tipos de herida y manejo correcto.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

1. Aprender la técnica correcta de curación de heridas.

2. Identificar los distintos tipos de heridas.

3. Distinguir las posibles dificultades del mal manejo de las heridas.

4. Explicar por medio didáctico, la técnica adecuada para la curación de heridas.


CURACIÓN DE HERIDAS

El cuidado de las heridas es una técnica estéril, por lo que previamente a su realización se

deberá realizar lavado de manos y colocación de guantes. Además, es fundamental informar al

paciente sobre el procedimiento ya que en ocasiones es desagradable o doloroso, y preservar su

intimidad cortinas, biombos.

El cuidado de la herida se realizará en la posición más adecuada para el mismo, según la

localización de la herida y dependerá de las características de la lesión: extensión, profundidad,

zonas afectadas.

TIPOS DE HERIDAS
Las heridas se clasifican según su extensión, localización, profundidad, gravedad, pronóstico y

agente causal.

Una de las clasificaciones más habituales de las heridas es la siguiente:

Abiertas. Cuando muestran una abertura en la piel.

 Contusas. Son lesiones de los tejidos sin solución de continuidad en la piel.

 Incisas. Producidas por objetos cortantes.

 Penetrantes. Las que entran en una cavidad corporal.

 Punzantes. Causadas por instrumentos punzantes.

Heridas agudas

La causa más frecuente de heridas agudas es el bisturí del cirujano. En las intervenciones

quirúrgicas, las incisiones son lineales para tener acceso a las estructuras subyacentes. Las

incisiones se hacen en condiciones de asepsia y procurando producir el menor traumatismo

posible a los tejidos circundantes. Terminada la intervención, se utilizan suturas para aproximar

los bordes cutáneos. De esta forma, queda minimizado el trabajo de reparación de los nuevos

tejidos.

Algunas heridas producen complicaciones graves en los pacientes, pero lo habitual es que si

reciben un tratamiento adecuado se curen y no dejen secuelas. Uno de los problemas de las

heridas agudas es el aspecto estético. Hay heridas que clínicamente están bien cicatrizadas, pero

que afean el aspecto de la persona, lo que reduce su calidad de vida. En lo posible, hay que

seguir técnicas de intervención y curación que no sólo conduzcan a la cicatrización, sino

también a la menor desfiguración posible. Una laceración o erosión facial, después de curada,

supone una grave complicación para el paciente, ya que puede comportar una desfiguración

permanente, con problemas psicológicos y complicaciones familiares, emotivas y laborales.


Un porcentaje de heridas experimenta complicaciones. Durante el proceso de curación pueden

producirse necrosis, dehiscencia de la sutura, hematomas e infecciones. Las infecciones y los

hematomas producen hinchazón y aumento de la tensión en la herida suturada. La tensión

reduce el aporte sanguíneo, por lo que la cicatrización es más lenta y puede incluso llegar a

producirse la muerte celular, es decir, la necrosis, que es la complicación más grave de las

heridas, tenga o no un origen quirúrgico.

Heridas pequeñas y erosiones

Hay heridas que se reducen a arañazos, rozaduras o cortes superficiales, que suelen ser

producidas por elementos cortantes limpios, como cuchillos y hojas de afeitar. En estos casos

basta secar las gotas de sangre y aplicar una tira, que será de plástico cuando el corte se haya

producido en los dedos o las manos y se deba tocar agua con cierta frecuencia. Si la herida

superficial es consecuencia de una caída, puede ser poco sangrante pero con pérdida de una

cierta porción de piel. Este tipo de heridas requiere una limpieza y desinfección a fondo para

eliminar los restos de suciedad que hayan podido quedar adheridos a los bordes de la herida y

para evitar el riesgo de infecciones y las reacciones que retrasarían la cicatrización. Las he ridas

producidas por instrumentos de labranza o por caídas en jardines, campos y cuadras tienen un

elevado riesgo de producir tétanos. Debe consultarse al médico para que éste decida si es

conveniente la administración de la vacunación antitetánica.

La gravedad de las quemaduras aumenta cuando resultan afectadas áreas amplias de piel

o cuando la lesión es profunda

Heridas incisas profundas


Las heridas superficiales pueden ser tratadas sin necesidad de la asistencia de un médico. Por el

contrario, las heridas profundas siempre deben ser tratadas por facultativos. Algunas caídas y

golpes producen heridas incisas de pequeño tamaño pero muy profundas. Las heridas de arma

blanca suelen presentar un corte exterior pequeño y una gran profundidad, por lo que son muy

peligrosas. Según el tamaño de la herida, será conveniente la aplicación de algunos puntos de

sutura después de que se haya procedido a la desinfección de la herida.

Quemaduras

Después de una quemadura se produce una lesión por coagulación y desnaturalización de las

proteínas celulares. Las quemaduras se deben al contacto directo con una llama, con un objeto

caliente o con líquidos a temperaturas elevadas, por radiación causada por una fuente de calor o

por el paso de la corriente eléctrica.

La gravedad de las quemaduras aumenta cuando resultan afectadas áreas amplias de piel o

cuando la lesión es profunda. El tamaño es muy importante, pues determina el volumen de

líquido perdido.

La quemadura es más profunda cuanto mayor haya sido la temperatura causante de la lesión.

Además de la tradicional clasificación en grados, las quemaduras se clasifican según su

profundidad:

 Superficial parcial. Curará sin cicatriz.

 Profunda parcial. Al curar puede dejar una cicatriz significativa.

 Profunda total. Siempre deja como secuela una cicatriz significativa.

 
Las más dolorosas son las primeras, porque resultan afectados los receptores nerviosos. Las

segundas y las terceras son más graves, pero menos dolorosas, porque han resultado destruidos

los receptores nerviosos.

La pérdida de líquido, cuando es considerable, puede implicar riesgos de insuficiencia renal.

Otra posible complicación de las quemaduras son las infecciones: al quemarse la piel se pierden

las defensas ante los gérmenes. La infección resultante puede ser local o generalizada si pasa al

torrente sanguíneo.

Algunos grupos de personas son propensos al riesgo de sufrir quemaduras: niños, epilépticos,

alcohólicos, drogadictos, ancianos y pacientes que tienen alterada su conciencia y sensibilidad.

Si la quemadura se ha producido por agua hirviente, vapor, aceite caliente o con una plancha,

hay que colocar cuanto antes la parte afectada bajo un chorro de agua fría. Es muy aconsejable

aplicar cubitos de hielo dentro de un pañuelo. Se consigue bajar la temperatura de la parte

quemada, reducir la inflamación y disminuir la aparición de ampollas. Además, el frío tiene un

efecto anestésico. Cuando la causa de la quemadura ha sido el fuego, hay que actuar de forma

similar. Debe cubrirse la parte quemada con una venda, incluso con una sábana limpia si la zona

afectada es muy grande, y trasladar al enfermo a un hospital para que reciba el tratamiento

adecuado.

Úlceras

Las úlceras son zonas heridas que curan lentamente. Su cicatrización es difícil y requieren

atención continuada durante mucho tiempo. Se trata de heridas crónicas en las que ha resultado

impedida la restauración de los tejidos afectados. Es habitual que aparezcan en personas

postradas y en enfermos crónicos, sobre todo en ancianos. Si el paciente permanece mucho

tiempo en la cama o sentado en una silla de ruedas, la presión que los huesos ejercen sobre la

piel produce un bloqueo de los vasos sanguíneos y la consiguiente degeneración de los tejidos.

El riesgo aumenta en presencia de humedad, ya sea causada por el sudor o por la incontinencia.
Para prevenir la aparición de úlceras es necesario cambiar de posición a los enfermos cada 2-3

horas y con una frecuencia mayor cuando permanecen sentados, ya que el riesgo es mayor. Se

deben hacer masajes en las partes afectadas por la presión de los huesos, con alcohol o con una

crema hidratante. El masaje no debe realizarse si ya existen lesiones ulcerosas. La piel debe

mantenerse seca y limpia, empleando un jabón de pH 5. Las sábanas deben estar secas y sin

arrugas. El bienestar del enfermo mejora con el uso de cojines situados entre la piel del enfermo

y la cama. En caso de incontinencia es imprescindible una limpieza muy estricta y frecuente, así

como la utilización de protectores impermeabilizados que eviten el contacto de las lesiones con

la humedad. 

HERIDAS NO QUIRÚRGICAS

El objetivo de la limpieza de heridas es retirar restos orgánicos e inorgánicos presentes.

Existe un código de colores llamado RAN (rojo-amarillo-negro) en cuanto al cuidado de

heridas:

Heridas con fondo rojo: Se trata de heridas limpias y con tejido de granulación que se deben

proteger y manipular poco. Se limpiarán con un agente limpiador sin ejercer presión y nunca se

retirarán los restos del agente limpiador con gasas secas.

Heridas con fondo amarillo: Son heridas que tienen esfacelos y placa semisólida. Se tomará

cultivo si procede. Se limpiarán con suero fisiológio, retirando el tejido no deseado y limpiando

por arrstre con gasa seca.

Heridas con fondo negro: Indican rejido necrótico y deben ser desbridadas.

ACTUACIÓN DE ENFERMERÍA EN EL CUIDADO DE LAS HERIDAS

Dejar al aire la herida. Retirar el apósito anterior en el caso de que existiera. Es aconsejable

humedecerlo para facilitar su retirada sin causar mayor daño en la herida.


Lavar con agua y jabón y aclarar abundantemente con agua, posteriormente secar bien.

Lavar a chorro la herida con suero fisiológico, favoreciendo el arrastre de los posibles

materiales extraños y restos (desde el centro de la herida a los extremos y desde la zona más

limpia a la menos limpia). Se evitará el uso de antisépticos, que son citotóxicos para el nuevo

tejido y su absorción sistémica puede causar problemas.

Para el desbridamiento de heridas en ocasiones será necesario aplicar anestésicos locales tópicos

en el lecho de la herida 30 minutos antes de la cura. El desbridamiento cortante es el método

más rápido de eliminar el tejido desvitalizado, pero también el más agresivo y no siempre es

adecuado. En heridas en los talones no está indicado.

En función de las condiciones de humedad y temperatura necesarias para la cura de la herida,

utilizaremos diferentes tipos de apósitos:

Los apósitos de poliuretano, hidrofílicos o hidro celulares. Pueden usarse con cualquier

producto como agentes enzimáticos, hidrogeles, antibacterianos…

Los apósitos de cura en ambiente húmedo. Los alginatos, no deben usarse en necrosis secas ni

heridas no exudativas, hidrogeles, hidrocoloides, poliuretanos y apósitos de plata.

HERIDA QUIRÚRGICA

Dejar al aire la herida

Retirar apósito

Observar el apósito y la herida (comprobando exudado, estado de la sutura, separación entre los

bordes, signos de infección, sangrado, etc.

Limpieza de la herida.

Desinfección de la herida con antiséptico indicado y aplicar fármaco o tópico si está prescrito.

Colocar apósito estéril.


La retirada de suturas y grapas se realizará de manera estéril. Entre las suturas absorbibles

encontramos el catgut, ácido poliglicólido y polidioxanona, y entre las no absorbibles

encontramos la seda, el nailon, el polipropileno y el poliéster.

ANTISÉPTICOS MÁS UTILIZADOS

La clorhexidina es un antiséptico orgánico que pertenece al grupo de las biguanidas. Es de

amplio espectro de actividad antimicrobiana frente a bacterias gram positivas como

gramnegativas, incluyendo algunos virus como el VIH y algunos hongos y levaduras. Actúa

alterando la permeabilidad de la membrana celular, produciendo su rotura, y coagulando el

contenido citoplasmático celular. Es un compuesto de acción rápida, cuyo tiempo mínimo

necesario de actuación es corto, de pocos minutos.

TÉCNICA PREVIO AL PROCEDIMIENTO

 Realice la valoración de la persona.

 Complemente la información de la persona con los datos de la ficha.

 Realice valoración de la herida.

 Explique el procedimiento a realizar a la persona.

 Prepare a la persona para el procedimiento. 1. Lavado de manos

 Retire anillos y reloj dejando los brazos descubiertos.

 Realice la técnica de lavado de manos con agua y jabón 2. Recolección y preparación de los

elementos de la curación El material que será utilizado en la curación debe estar almacenado

en superficies limpias, secas, cerradas con acceso restringido y de uso exclusivo. Se debe
realizar un control periódico de las fechas de vencimiento de esterilización. Recomendaciones:

 Elija el área para dejar los elementos

 Reúna el material necesario

 Verifique las condiciones de esterilidad de los materiales

 Coloque los materiales de curación sobre una superficie limpia, seca y segura

MATERIALES

 Bandeja para colocar el material

 Equipo de curación

 Riñón estéril

 Lebrillo

 Guantes estériles

 Suero fisiológico

 Jeringa de 20cc

 Agujas optativo para irrigación

 Tela adhesiva

 Apósitos

 Gasas

 Apósito hidrocoloide ó hidrogel (de acuerdo con el requerimiento de la curación) 3. Postura

de guantes 4. Retiro de apósitos

 Desprenda los extremos de la cinta quirúrgica respetando la dirección del vello.


 Retire el apósito y observe si contiene material de drenaje valorando calidad y cantidad de

exudado.

 Elimine el apósito en la bolsa de desechos o recipiente adecuado para el desecho de material

contaminado. 5. Retiro de guantes contaminados

 Retírelos cogiéndolos por la cara palmar a la altura de la muñeca, con cuidado de no tocar

nada más que el guante.

 Tire por completo del primer guante, de manera que quede al revés o enrollado de dentro a

fuera.

 Sujete el guante que se ha quitado al revés con los dedos de la mano que permanece

enguantada.

 Ponga los dos primeros dedos de la mano sin guante por dentro del guante que queda a la

altura de la muñeca.

 No debe tocar la parte externa del segundo guante sucio con la mano desnuda.

 Tire el segundo guante hasta los dedos, sacándolo al revés, de esta forma, el primer guante

queda por dentro del segundo.

 Tire los guantes en una bolsa o recipiente de desechos

 Si no utilizo la técnica anterior para el retiro de los guantes debe lavarse nuevamente las

manos. 6. Postura de guantes estériles (técnica abierta)

 Ponga el paquete de guantes sobre una superficie limpia y seca (Los guantes presentan un

envoltorio externo e interno).

 Abra el envoltorio externo sin contaminar los guantes ni el envoltorio interno.

 Abra el envoltorio interno sin contaminar los guantes.


 Póngase el primer guante en la mano dominante.

 Coja el guante por el puño, en la cara palmar, con el pulgar e índice de la mano no dominante

tocando solamente el interior del puño.

 Introduzca la mano dominante en el guante y tire de él.

 Mantenga el puño doblado.

 Coja el otro guante con la mano enguantada introduciendo los dedos enguantados bajo el

doble del puño.

 Adapte cada guante a las manos y desdoble los puños con cuidado, para lo cual se introducen

los dedos bajo el doblez del puño. 7. Curación

 Lávese las manos.

 Colóquese guantes (técnica abierta)

 Retire cuidadosamente la cinta quirúrgica siguiendo la dirección del vello. Mientras más lento

es la remoción de la cinta, menos es el daño y la incomodidad del paciente

 Retire el apósito y elimínelo en receptáculo.

 Lávese las manos.

 Colóquese guantes estériles (técnica abierta).

 Reciba y ordene material presentado por el colaborador preservando su esterilidad: o Riñón

estéril que recibirá el contenido del lavado de la herida. o Equipo de curación. o Suero

fisiológico en riñón del equipo de curación, la cantidad necesaria. o Jeringa (aguja optativa). o

Apósitos y gasas.

 Prepare campo de curación y delimite áreas.

 Realice el procedimiento
 Realice arrastre mecánico irrigando con la jeringa con suero fisiológico.

 Reciba el material de lavado en riñón que ha acomodado para tal efecto.

 Debride el tejido susceptible de ser retirado y de acuerdo con el grado de adherencia que

esté presente.

 Limpie con gasa húmeda desde los bordes hacia el centro.

 Revise cavidades que no tengan residuos de tejido que se pueda retirar.

 Coloque apósito interactivo en caso de presencia de tejido granulatorio que deba preservar,

considere presencia de exudado.

 Aplique gel debridante en caso de presencia de tejido. esfacelado o necrótico y sobre este

coloque gasa húmeda en SF para fijar el gel y favorecer su acción.

 Coloque apósito absorbente en caso de exudado moderado a abundante.

 Coloque apósito antimicrobiano en caso de infección local.

 Verifique indemnidad de los bordes y proteja de la humedad

 Cubra con apósito secundario.

 Coloque cinta quirúrgica sobre la piel limpia y seca. HERIDA CERRADA

 Impregnar la gasa con el antiséptico adecuado.

 Limpiar suavemente, empezando en la parte superior de la incisión, de arriba hacia abajo, en

un solo movimiento. Si la herida estuviera contaminada, limpiar siempre desde la zona limpia a

la contaminada.

 Desechar la gasa.

 Repetir el mismo procedimiento hasta que la herida esté completamente limpia.


 Secar la herida utilizando la misma técnica.

 Aplicar algún tipo de pomada, si estuviera indicado en el tratamiento.

 Si es herida limpia, se puede dejar al aire. Si no es así, proteger la herida con el apósito,

evitando ser excesivamente generosos en la zona a cubrir.

 Sujetar con gasa porosa o esparadrapo hipoalergénico, de manera que cubra el apósito y

sobresalga del mismo 1 cm.

 Utilizar malla tubular elástica si el paciente fuera alérgico a cualquiera de estos dos

materiales y la herida lo requiriese, por su tamaño o situación.

 Si el paciente es portador de un drenaje, siempre que sea posible, se mantendrá aislado de la

herida y se limpiará en último lugar con suero fisiológico, de dentro hacia fuera. Secar sin

friccionar, aplicar antiséptico en la misma forma y cubrir con un apósito estéril, evitando el

acodamiento del drenaje.

 Cuando esté indicado, se procederá a la retirada de suturas: o Retirada de puntos separados:

Sujetar el punto con las pinzas, tirar de él hacia fuera para que la porción de hilo que está por

debajo quede visible. Cortar por debajo del nudo el cabo más cercano a la piel. Cada punto se

extrae suavemente, sujetando la piel al mismo tiempo con la otra mano, para evitar la tracción

y molestia al paciente. o Retirada de sutura continua: Movilizar ambos extremos de la sutura.

Cortar uno de los extremos y tirar del otro suavemente, sujetando la piel al mismo tiempo con

la otra mano, hasta que salga todo el hilo de la sutura. o Retirada da grapas: Enganchar la

grapa por su centro con el extractor de grapas, presionando hasta el fondo en un solo

movimiento. La grapa sale sola enganchada en el extractor. o Retirada de agrafes: Proceder de

la misma forma que para la retirada de grapas con el quita agrafes.

 Volver a limpiar la incisión con antiséptico. HERIDA ABIERTA


 Impregnar la gasa con suero fisiológico y limpiar suavemente la piel de alrededor.

 Desechar la gasa y secar sin friccionar.

 Irrigar la herida con suero fisiológico, si existe exudado o supuración.

 Limpiar la herida con gasas impregnadas en antiséptico, en sentido circular, desde dentro

hacia fuera.

 Secar correctamente con gasas estériles, utilizando la misma técnica.

 Aplicar el producto que esté indicado, según las características de la herida.

 Colocar un apósito estéril. 8. Postura de apósitos y cintas quirúrgicas

 Seleccione el apósito adecuado para la herida y solicite al colaborador que lo abra.

 Coloque el apósito utilizando pinzas o guantes estériles.

 Aplique la cinta quirúrgica sobre la piel limpia y seca, colóquela desde el centro del apósito

hacia los lados aplicando una tensión adecuada y uniforme.

 Retírese los guantes y elimínelos en la bolsa o recipiente adecuado.

 Lávese las manos y registre el procedimiento.

 Retire materiales y deje a la persona cómoda.


Bibliografía
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https://fm.uacam.mx/view/download?file=174/adjuntos/CURACION_DE_HERI

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