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Huertos Campos Paola America

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CARACTERISTICAS DE LA VIDA ADULTA

20. Cambio y desarrollo durante la adultez y la vejez


1. frecuente hacer una fragmentación de la adultez y la vejez en unos
agrupamientos de edades que permiten hablar de adultez temprana
(típicamente, desde los 25 a los 40 años), de adultez media (típicamente, de
los 40 a los 65 años), de adultez tardía o vejez inicial (típicamente, de los 65
a los 75 años) y de vejez tardía (típicamente, por encima de los 75 años). Sin
embargo, es bastante relativo
2. Las influencias normativas relacionadas con la edad tienen que ver con
factores que afectan al desarrollo psicológico en relación relativamente
estrecha con la edad, de manera que conociendo la edad de una persona
podemos hacer predicciones razonablemente acertadas sobre algunos de
sus procesos evolutivos
3. Las influencias normativas relacionadas con la historia afectan a todas las
personas que viven en una época y una sociedad determinadas, pero no a
quienes han vivido o vayan a vivir en otra época y otra sociedad
4. experiencias no normativas, es decir, de experiencias por las que se sabe
que no pasan todos los que tienen una determinada edad o los que
pertenecen a una determinada generación.
5. parte del proceso de envejecimiento está programado en nuestro propio
sistema biológico, es decir, resulta inevitable bajo cualquiera de las
circunstancias individuales y ambientales.
6. el cuerpo humano está diseñado y programado para morir; nuestro
organismo tiene un potencial de vida importante, pero limitado en el tiempo:
se estima que el máximo potencial se sitúa entre los 110 y los 120 años.
7. A partir de un cierto nivel de envejecimiento, la mayor lentitud de transmisión
de información en el interior del sistema nervioso puede dar lugar a tiempos
de reacción algo más largos, a una disminución de reflejos, a una ejecución
psicomotriz más lenta y a un funcionamiento psicológico general que tal vez
no tenga la rapidez y la flexibilidad de edades anteriores
8. algunas enfermedades aumentan algo su probabilidad con el paso de los
años, pero otras se relacionan tan estrechamente con estilos de vida o con
factores de riesgo individual, que no es adecuado relacionarlas de manera
lineal con el envejecimiento.
9. durante estas etapas de la vida humana hay elementos de estabilidad, como
sostenían los viejos estereotipos, pero hay también muchos elementos de
cambio; tales cambios suelen presentarse en línea de continuidad con todo
el desarrollo anterior y 540 Desarrollo psicológico en la adultez y la vejez no
como ruptura o desintegración de las adquisiciones precedentes.
10. «Después de la adolescencia, es muy probable que el apego se convierta en
un patrón básico poco modificable, aunque se puede aumentar el
autoconocimiento de las propias características del apego, el autocontrol de
sus efectos y el aprendizaje de habilidades sociales para relacionarse de
manera eficaz a partir del propio estilo de apego»

22. El desarrollo de la personalidad en la adultez y la vejez


1. Desarrollarse es diferenciarse. La diversidad en dimensiones de
personalidad en los adultos adquiere una varianza no imaginable en los
bebés y en los niños pequeños.
2. Desarrollarse es diferenciarse. La diversidad en dimensiones de
personalidad en los adultos adquiere una varianza no imaginable en los
bebés y en los niños pequeños.
3. forma parte del desarrollo y madurar adulto el despliegue de estrategias de
afrontamiento funcionales, ajustadas al medio, a la realidad de cada
individuo, mecanismos más o menos deliberados de adaptación a las nuevas
circunstancias en los momentos de crisis y de transición.
4. No existe, pues, algo así como un patrón típico de comportamiento adul to,
unos rasgos característicos de la personalidad adulta por contraposición a
otras edades. En la edad adulta se da psicológicamente de todo.
5. En los años adultos la adaptación viene a consistir, con más claridad que en
años anteriores, en emprender actividades que permitan alcanzar satis 573
22. El desarrollo de la personalidad en la adultez y la vejez facción consigo
mismo y en las relaciones con los demás.
6. En la vida adulta no hay, ni de lejos, tanta estabilidad como antes pudo
creerse. Es una edad, también ella, de transformaciones. Es verdad que el
cambio se hace más pausado, a ritmo menos rápido que en la infancia o en
la adolescencia.
7. El envejecimiento se ve entonces como el deterioro de un organismo maduro
como resultado de cambios ligados al tiempo, esencialmente irreversibles y
comunes a todos los miembros de la especie.
8. La conducta de la persona que envejece sigue siendo plástica, cambiante. s.
En particular, se ha hallado gran estabilidad en dimensiones de extraversión,
neuroticismo, lugar de control y estilos cognitivos; por el contrario, aparecen
cambios en estilos de afrontamiento, estilos de defensa, actitudes y valores,
autoconcepto y autoestima, motivación de logro, aspiraciones y variables
afectivas, como ansiedad y depresión.
9. Con la mayor edad se adquiere o más bien se agudiza la conciencia del fin
próximo. Esta conciencia puede vivenciarse de modos diferentes: con
rebeldía, al modo estentóreo de Unamuno en su puro grito por no querer
morir; con la serenidad del estoico o de quien ve esta vida como valle de
lágrimas.
10. La edad adulta es una edad cambiante y no de inmovilidad psicológica. En
ella siguen produciéndose procesos significativos que afectan a la
personalidad y la transforman. Eventualmente, hay hechos críticos y crisis
personales que han de afrontarse como tareas o de safíos que la vida y la
realidad traen consigo.

23. Desarrollo social a partir de la mitad de la vida

1. El de ciclo vital es un concepto muy amplio que puede traducirse en


diferentes cursos o trayectorias vitales. Dichas trayectorias se refieren al
conjunto ordenado de acontecimientos que vive cada individuo.
2. Las normas de edad, o estructuras sociales normativas, son sistemas de
control social que determinan la socialización durante la edad adulta y la
vejez; estas normas regulan el proceso de socialización en la etapa adulta
y la vejez. A su vez, la socialización permite ubicar a las personas en la
estructura social.
3. Las personas adultas siguen teniendo una vida sexual activa no muy
diferente de la que tenían en los primeros años de la madurez, siendo la
actividad sexual durante la edad adulta una parte vital de la existencia.
4. Así, entre las personas mayores de ambos sexos la tasa de enfermedad
y muerte es más alta entre divorciados, tal vez porque se trate de
personas que viven solas y que no disponen de los apoyos y los
programas de asistencia social necesarios.
5. Algunos estudios indican que los viudos experimentan más problemas de
salud, mayor aislamiento social, mayor reducción en los lazos
emocionales con la familia y que son mucho menos afectivos que las
viudas.
6. El trabajo define la etapa de madurez de una persona, siendo un factor
que, además de organizar nuestra actividad, nos ayuda a formar nuestro
autoconcepto, pues da significado a lo que somos para nosotros mismos
y para los demás.
7. La mitad de la vida puede también coincidir con el momento en el que
algunas personas experimentan una re-evaluación de sí mismos con
motivo de la crisis de la mitad de la vida, lo que puede estar en el origen
de una nueva vocación.
8. La mitad de la vida es también el momento en que el éxito profesional
puede no ser tan atrayente como lo era en la juventud. Esto ocurre en
aquellas personas que no han alcanzado las metas profesionales que
habían anticipado cuando se preparaban para el ejercicio de una
actividad.
9. La jubilación es un símbolo social de transición a la vejez, constituyendo
para el individuo y para la sociedad un signo de que algo importante ha
cambiado y siendo uno de los acontecimientos más importantes de la vida
de una persona que con tribuye al significado de la vejez en nuestra
sociedad
10. Las relaciones sociales afectan a todos los ámbitos de la vida de las
personas mayores, contribuyendo al desarrollo de hábitos sociales y a la
configuración de su personalidad, pues tienen que desarrollar nuevos
hábitos para hacer frente a las circunstancias sociales en que se mueven.
11. Suele haber más esposas que esposos ejerciendo el rol de cuidador de
su pareja por dos razones principales: los hombres suelen morir antes
que sus mujeres y la sociedad sigue viendo a la mujer en el rol de
«cuidadora».

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