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Actividad 6-2

En esta unidad estaremos aprendiendo sobre el desarrollo social y emocional en la edad


adulta y la vejez, para esto estaremos llenando esta guía de pregunta la cual estaremos
socializando en clase.

¿Qué es el desarrollo adulto?

Se llama adultez a la etapa del desarrollo humano que prosigue a la juventud y antecede a la
vejez. Es la etapa en que se obtiene la plena madurez física e intelectual del individuo, y se
obtiene la plenitud de los derechos y deberes sociales y legales. Comúnmente se la
enmarca entre los 21 y los 60 años, y se entiende como una meseta intermedia en
la vida humana.

En términos biológicos, la adultez se corresponde con el estado de imago de los animales, es


decir, con la madurez sexual, fisiológica y social del individuo. Sin embargo, dada la
complejidad vital del ser humano, estas equivalencias son siempre tentativas.
La adultez de los seres humanos llega luego de la etapa de cambios vertiginosos de
la adolescencia. No sólo trae consigo esta plenitud biológica y fisiológica, sino también una
estabilidad emocional y psicológica relativa, junto a una mayor carga
de responsabilidades y autonomías de cara a la cultura y la sociedad.

Describe los principios claves de la teoría de Baltes y Smisth sobre el estudio del
desarrollo de la vida.

1. El desarrollo dura toda la vida. El desarrollo es un cambio que ocurre durante toda la vida.
Cada etapa recibe la influencia de lo que pasó antes y afectará lo que venga. Cada una de ellas
tiene características y valores únicos; ninguna es más o menos importante que otra.
2. El desarrollo es multidimensional. Ocurre en muchas dimensiones que interactúan:
biológicas, psicológicas y sociales, que se desenvuelven cada una con ritmos distintos.
3. El desarrollo es multidireccional. Cuando una persona avanza en un área, puede perder en
otra, a veces, al mismo tiempo. Los niños crecen por lo general en una dirección (hacia arriba)
tanto en estatura como en capacidades. Luego, de manera paulatina, el equilibrio sufre
modificaciones. Por lo común, los adolescentes refuerzan sus capacidades físicas, pero pierden
facilidad para aprender un idioma. Algunas capacidades, como la de enriquecer el léxico,
aumentan durante toda la etapa adulta; otras disminuyen, como la habilidad para resolver
problemas desconocidos. Es posible que con la edad se incrementen algunos atributos nuevos,
como la competencia. Las personas tratan de llevar al máximo sus ganancias concentrándose en
lo que hacen bien y de reducir las pérdidas aprendiendo a manejarlas o compensarlas.
4. La influencia relativa de la biología y la cultura cambia durante el ciclo vital. La biología y
la cultura influyen en el desarrollo, pero el equilibrio entre estas influencias cambia. Las
capacidades biológicas, como la agudeza de los sentidos y el vigor y la coordinación muscular,
se debilitan con los años, pero las bases culturales , como la educación, las relaciones y los
entornos tecnológicos de los mayores, compensan ese deterioro.
5. El desarrollo implica modificar la distribución de los recursos. Los individuos invierten de
diversas maneras sus recursos de tiempo, energía, talento, dinero y apoyo social. Los recursos
pueden usarse para el crecimiento, para mantenimiento o recuperación o para enfrentar una
pérdida cuando el mantenimiento o la recuperación no son posibles. La asignación de recursos a
estas funciones cambia durante la vida a medida que se reduce el fondo de recursos disponibles.
En la niñez y la adultez temprana, el grueso de los recursos se destina al crecimiento; en la
vejez, a regular las pérdidas. A mitad de la vida, la asignación se reparte equilibradamente entre
las tres funciones.
6. El desarrollo muestra la plasticidad. Muchas capacidades, como la memoria, la fuerza y la
resistencia, mejoran de manera notable con el entrenamiento y la práctica, incluso a edades
avanzadas. Sin embargo, aun en los niños la plasticidad tiene límites que dependen en parte de
las influencias que se ejercen sobre el desarrollo. Una de las tareas de la investigación del
desarrollo es descubrir en qué medida se modifican las clases particulares de desarrollo a
diversas edades.
7. El contexto histórico y cultural influyen en el desarrollo. Toda persona se desarrolla en
múltiples contextos: circunstancias o condiciones definidas en parte por la maduración y en
parte por el tiempo y el lugar. Los seres humanos no sólo influyen, sino que también son
influidos por su contexto histórico y cultural. Los científicos del desarrollo han detectado
diferencias notables en las cohortes; por ejemplo, en el funcionamiento intelectual , en el
desarrollo emocional de las mujeres a la mitad de la vida y en la flexibilidad de la personalidad
en la adultez tardía.

Describe el periodo de la adultez.

No obstante, la adultez es una etapa muy larga y se puede dividir en 3 etapas, todas ellas
bastante diferenciadas entre sí en aspectos diversos, por lo que es conveniente que las
expliquemos con mayor detenimiento.
1. La adultez temprana (18-40 años)
La primera de las etapas de la adultez es la que se conoce como adultez temprana, un periodo
que comienza tras finalizar la etapa de desarrollo de la adolescencia, abarcando un rango de
edad que va desde los 18 años, coincidiendo con el comienzo de la mayoría de edad
aproximadamente, hasta los 40 años. No obstante, muchos expertos consideran que la adultez de
forma evolutiva comienza a los 21 años, al ser la edad en la que finaliza normalmente el periodo
de desarrollo adolescente. Por lo tanto, el comienzo de la adultez oscila entre los 18 y los 21
años.
2. La adultez media (40-60 años)
Otras de las etapas de la adultez es la adultez media, que comienza cuando las personas cumplen
los 40 años y finaliza al cumplirse los 60 años aproximadamente, siendo la etapa previa a la
adultez tardía o la vejez.
A grandes rasgos, en este periodo evolutivo de la vida de las personas es característico que se
centren en la educación de sus hijos, EN su trabajo, e incluso la preparación de un futuro retiro,
en los últimos años de esta etapa. No obstante, esto puede variar entre unas personas y otros, así
como también de una generación a otra.
Cabe destacar que tanto el declive a nivel cognitivo como a nivel físico que suele comenzar a lo
largo de la adultez media puede variar considerablemente en función de cada persona
dependiendo de diversos factores, entre los que cabe destacar su estilo de vida, sus hábitos de
alimentación, el nivel de actividad física que suelan llevar a cabo en su día a día, así como
también otros hábitos muy importantes para mantener la mente activa como puede ser la lectura
diaria o el hecho de tener un trabajo que requiere ejercitar mucho la mente.
3. La adultez tardía (desde los 60 años en adelante)
Por último, entre las principales etapas de la adultez podemos encontrar la adultez tardía, que
comienza en torno a los 60 años, una fase que por algunos teóricos es considerada como la de la
vejez y, en las edades más avanzadas como la etapa de la ancianidad o la tercera edad.
Esta etapa comienza con la preparación de las personas para su jubilación, una experiencia de
transición que no es bien recibida por todos, ya que muchas personas no encuentran la forma de
ocupar el tiempo libre que le ha quedado tras concluir su etapa laboral. Por ello, es fundamental
que las personas se vayan preparando poco a poco durante sus últimos años de vida laboral y
que encuentren actividades que les resulten agradables para mantenerse activos y ocupados.

¿De qué trata el enfoque Bioecologico?

El modelo bioecológico se basa en la idea de que las relaciones de los niños con sus padres y
cuidadores influyen en su desarrollo, y que estas relaciones se ven afectadas por el entorno
laboral, escolar y comunitario, que a su vez se ve afectado por condiciones sociales, culturales y
políticas más amplias.

Describe el estudio de la adultez y la vejez en psicología del desarrollo.

Estudio de la adultez y la vejez en psicología del desarrollo. Ni el desarrollo adulto ni el


envejecimiento encajaban en la idea de desarrollo psicológico (implicaba cambios positivos y
relacionados con la edad) al que se dedicaban los estudios hasta mediados del siglo XX.

La vida adulta.

En el período de adulto maduro los cambios son más evidentes, tanto en la apariencia física
como en el funcionamiento del cuerpo. La adultez está caracterizada sobre todo por factores
sociales, y en consecuencia se considera maduro/adulto al sujeto que es capaz de vivir
independientemente, sin la necesidad de ser tutelado emocional, social, afectiva y
económicamente, aunque la independencia es más una posibilidad que una realidad total. Una
de las cuestiones que subyace a esta investigación es intentar conocer si los jóvenes de hoy en
día pueden pasar de la adolescencia a la adultez e incluso madurar psicológicamente desde una
posición de cohabitación con sus padres, manteniendo ciertas dependencias de ellos. Es decir, si
se puede adquirir la identidad, la responsabilidad y la independencia afectiva, como
características de la persona adulta y madura, desde una posición vital de sujeto en parte
dependiente.

Los avances cognitivos durante la vida adulta y la vejez.

El estudio del cambio cognitivo en la edad adulta y la vejez es bastante reciente y plantea
problemas y dificultades específicas diferentes a las que se plantean en el estudio de los
periodos clásicos de la psicología del desarrollo (infancia y adolescencia):
La edad adulta (25-30 hasta 65 años) y la vejez (a partir de 65 años) se extienden mucho en el
tiempo.
Las características comunes en la conducta de los individuos durante la edad adulta y, en menor
medida, en la vejez son menos obvias que en la infancia o la adolescencia debido: durante la
vida adulta la similitud y constancia en las conductas de los individuos disminuye debido a que
la variabilidad socio- personal se incrementa y los cambios físicos y cerebrales son menos
generales. Durante la vejez aumenta gradualmente la similitud en la conducta individual; los
factores biológicos y sociales comunes vuelven a ser determinantes de la conducta individual.

Desarrollo epistemológico durante la vida adulta.

Organicismo
Está en esa etapa, está intentando ser independiente. La mayoría de los niños en esta edad están
muy interesados en definir su independencia y es una etapa del desarrollo por la que hay que
pasar. Ya que Miguel quiere la golosina, la cuestión es si, realmente, su madre puede parar esa
rabieta. Hay que esforzarse porque Miguel prosiga su desarrollo.
Mecanicismo, Formismo
Se centra en las conexiones ente las partes de un conjunto. Hay un conjunto específico y
discreto de relaciones causales para cada fenómeno.
Contextualismo
depende de varias cosas; probablemente está hambriento. Estamos al final de la tarde y los niños
pequeños a esa hora están hambrientos. Las circunstancias tienen mucho que ver en estas cosas
y no puede decirse mucho más con los datos disponibles. se clasifican los objetos en categorías
discretas y bien delimitadas. Son fundamentales las nociones de similitud y prototipo.
(Ejemplos: Platón, Aristóteles, la Escolástica.)
Mecanicismo
Piensa que así puede conseguir la golosina. Los niños aprenden de la experiencia lo que pueden
y no pueden lograr. Probablemente Miguel ya lo ha hecho en anteriores ocasiones y ha
aprendido que si grita bastante en el supermercado conseguirá la golosina. Piensa que así puede
conseguir la golosina. Los niños aprenden de la experiencia lo que pueden y no pueden lograr.
Probablemente Miguel ya lo ha hecho en anteriores ocasiones y ha aprendido que si grita
bastante en el supermercado conseguirá la golosina.
Formismo
Es un niño difícil. Algunos niños son más difíciles de conducir que otros y Miguel parece de
esta clase de niños, muy caprichosos y con ataques de cólera cuando no consiguen lo que
quieren.
Organicismo
Se reconoce que las partes de un organismo se influyen mutuamente. Son conceptos propios de
este enfoque los de síntesis e integración.
Contextualismo
Se centra en lo subjetivo y en el momento histórico con el fin de situar cada fenómeno en su
contexto. El significado no tiene vida aparte del contexto y del observador, los significados son,
pues, múltiples y relativos Estas formulaciones relativistas, aplicadas sobre sí mismas se
refutan, es decir, son proposiciones que se autor refutan. El relativista, pues, no debería formular
su doctrina de tal modo que, aplicada a sí misma, ella misma demuestre que es falsa. Debe
evitar las formulaciones simples que se refutan ellas solas. Decía Wittgenstein, «no se puede
cagar desde más arriba del culo». Un relativista no puede decir que todas las creencias humanas
son subjetivas. Sólo decir que cree que todas las creencias humanas son subjetivas. No puede
excluirse de la suerte a la que condena a los otros.
Aunque la afirmación relativista por excelencia es: «Todo es subjetivo». El relativista piensa
que todo es subjetivo salvo, precisamente, esa afirmación. El propio juicio de la relatividad o
condicionalidad no puede aplicarse al propio juicio de la relatividad. Todos estos aspectos que
venimos considerando cognición, afecto, personalidad pueden conducir a las personas a tener
que reformular los marcos conceptuales previos (implícitos, inconscientes) sobre los que se
asienta su concepción general del mundo. Es el marco epistemológico con sus variadas
dimensiones. La realidad, la verdad, el azar, el error, el cambio, el conocimiento, la idea de
principio. Al parecer, a lo largo de la vida Adulta, cambian las concepciones generales que
tenemos sobre estas dimensiones epistemológicas. Se pasa de concepciones unidimensionales a
concepciones más pluridimensionales.
Las operaciones dialécticas. Son operaciones que se centran en el aspecto cambiante y fluido de
la realidad, en su movimiento constante. Es la antigua idea presocrática de que no podemos
bañarnos dos veces en el mismo río. Se trataría, pues, de otro relativismo, el que es sensible al
contexto social, histórico. No niega que haya verdades universales, ni duda de la fuerza de la
razón, pero lo hace de un modo que no descarta las variaciones individuales, sociales o
históricas. Lo que dice es que las verdades generales se expresan de un modo específico o
propio a la situación en la que se aplican.

La violencia en la familia.

La violencia familiar es un término utilizado para describir la violencia y el abuso de familiares


o una pareja íntima, como un cónyuge, ex cónyuge, novio o novia, ex novio o ex novia, o
alguien con quien se tiene una cita. Otros términos utilizados para la violencia familiar incluyen
los siguientes:

• Maltrato de pareja íntima.


• Violencia doméstica.
• Maltrato infantil.
• Abuso físico.
• Violencia en el noviazgo.
• Violación marital.
• Violación perpetrada por una persona con la que se tiene una cita.
• Acoso.
La violencia familiar puede adoptar muchas formas, pero involucra el uso de la intimidación y
amenazas o conductas violentas para ejercer poder y control sobre otra persona. En general, la
persona abusiva es de sexo masculino y las mujeres a menudo son las víctimas; sin embargo, la
violencia familiar también se produce contra los hombres. El maltrato infantil, de personas
mayores y de hermanos también se considera violencia familiar.
Matrimonio, conflicto y separación.

La separación es un acto por el cual una pareja o matrimonio acuerdan la ruptura de la relación.
Es una de las consecuencias de las crisis de pareja o matrimonios. A diferencia del divorcio y la
nulidad del matrimonio, la separación no extingue el vínculo matrimonial.
El conflicto es una situación en la cual dos o más personas con intereses distintos entran en
confrontación, oposición o emprenden acciones mutuamente antagonistas, con el objetivo de
dañar, eliminar a la parte rival o arrebatarle poder de algún tipo en favor de la propia persona o
grupo.
El matrimonio es una institución social, presente en gran cantidad de culturas, que establece un
vínculo conyugal entre personas, reconocido y consolidado por medio de prácticas comunitarias
y normas legales, consuetudinarias, religiosas o morales.

El adulto en el mundo actual

El papel que tienen las personas mayores en la sociedad está cambiando, tanto en número como
en participación; más que nunca se hace necesaria la educación en cómo llevar una vida
saludable y participativa para prevenir por un lado la dependencia y, por otro, los problemas de
discriminación por edad o “Edadismo”. Según datos de la Organización Mundial de la salud
(OMS) el “Edadismo” es el problema más severo en la sociedad actual, por encima del Sexismo
y del Racismo.
Las personas mayores tienen derechos fundamentales, entre los que se encuentran su
participación en la sociedad y la obtención de ingresos adecuados para la vejez. En esta
ponencia se anima a las personas mayores a buscar y utilizar la información para gestar un
pensamiento crítico, distinto y unido a la participación de forma activa en las plataformas que
luchan por sus derechos. Hay que ser conscientes, estar preparados y comprometidos, como los
grandes aventureros y descubridores, que “como no sabían que era imposible ¡Lo hicieron!”

La vida adulta y la vejez: Transición y conceptos breves.

La adultez está caracterizada sobre todo por factores sociales, y en consecuencia se considera
maduro/adulto al sujeto que es capaz de vivir independientemente, sin la necesidad de ser
tutelado emocional, social, afectiva y económicamente, aunque la independencia es más una
posibilidad que una realidad total.

En la transición a la vida adulta hay algunos aspectos que se han revelado como importantes a la
hora de acelerar o retrasar el momento y el orden de ocurrencia de los demás acontecimientos
sociales relevantes, y que denotan diferencias interculturales y sociales. La clase social de
pertenencia condiciona hoy en día las expectativas y aspiraciones formativas y, específicamente,
cuanta más alta es la clase social mayores probabilidades existen de que se retrase la transición
de la adolescencia a la vida adulta. Por ejemplo, la progresiva incorporación de la mujer a la
formación académica superior y al mundo laboral está asociado con un retraso en la edad del
matrimonio y el nacimiento del primer hijo. Por otro lado, las facilidades de acceso a la vivienda
para los jóvenes, sea en residencia, piso en alquiler o en propiedad, diferencian unas sociedades
de otras y permiten realizar diversas experiencias de vida independiente.

La vejez suele ser un período lleno de transiciones (p. ej., retiro, mudanza) y de adaptaciones a
pérdidas. Algunas personas deciden retirarse, ya que desde hace tiempo deseaban dejar de
trabajar, mientras que otros son obligados a hacerlo . Los adultos mayores pueden tener que
mudarse varias veces en esta etapa, por ejemplo, a una vivienda para mayores con servicios
deseados, a una vivienda más pequeña para reducir el costo de mantenimiento, al hogar de
hermanos o hijos adultos o a una residencia para ancianos. Las personas que viven solas tienen
aislamiento social, y depresión, suelen responder mal ante una mudanza. Los hombres toleran
esta situación menos que las mujeres.

Las personas deben adaptarse al nuevo ambiente por adelantado. Debido a complicaciones
financieras, sociales y de otra índole, algunos adultos mayores sienten que deben permanecer en
las casas o barrios problemáticos a pesar de su deseo de trasladarse. Los trabajadores sociales
pueden ayudar a esas personas a evaluar sus opciones para la reubicación o modificación del
hogar. La muerte de un esposo o esposa afecta a las mujeres y a los hombres en forma diferente.

Durante los 2 años siguientes a la muerte de una esposa, la tasa de mortalidad masculina tiende
a aumentar, en especial si la muerte fue inesperada. En las mujeres que pierden a su esposo, los
datos son menos contundentes, pero en general no indican un aumento de la tasa de mortalidad.

Los adultos mayores constituyen el 13% de la población, pero representan el 20% de todos los
suicidios, y la tasa de suicidios entre los hombres mayores es 5,25 veces mayor que entre las
mujeres mayores. Los adultos mayores a menudo no dan advertencias sobre el suicidio y rara
vez buscan tratamiento de salud mental. Es menos probable que los médicos ofrezcan
tratamiento para la depresión a pacientes mayores que a pacientes más jóvenes. Aunque los
adultos mayores intentan suicidarse con menor frecuencia que los de otros grupos de
edad, tienen una tasa de finalización mucho más alta debido a la alta probabilidad de usar armas
de fuego en el intento , así como a más problemas de salud y fragilidad, a que evitan
intervenciones y tienen menor probabilidad de vivir con otras personas que puedan detectar y
responder a intentos de suicidio. Por lo tanto, el riesgo de suicidio entre adultos mayores con
ideación suicida es muy alto.

Relaciones familiares en la vida adulta y la vejez.

El enamoramiento
• Pasión: Componente motivacional y de activación del amor. Es la expresión de
deseos y necesidades.
• Intimidad: Componente emocional del amor. Supone la comunicación íntima
con la otra persona, la preocupación por el otro y la entrega de uno mismo.
• Compromiso: Componente cognitiva del amor. Decisión de amar a la otra
persona y mantener ese amor a lo largo del tiempo.
• De la combinación de estos elementos surgen diferentes formas de amor:
Gusrse, Enamoramiento, Amor Vacío, Amor Romántico, Amor Fatuota, Amor
Compañero, Amor Consumado.

El matrimonio y los hijos


Los primeros años de convivencia se convierten en la etapa más feliz de la pareja, al
mismo tiempo que el momento en el que más divorcios se producen. Es el momento de
hacer frente a la necesidad de acomodarse el uno al otro, establecer modelos de
comunicación y adopción de decisiones comunes, de buscar una estabilidad laboral y
recursos económicos suficientes para mantener el nuevo hogar, lograr que éste sea
confortable, etc. Una vez que la pareja supera las primeras fases de ajuste y ha logrado
estabilidad en los estilos de relación y económica, suele venir la llegada de los hijos.
La transición a la maternidad y a la paternidad
Es uno de los hitos evolutivos más importantes de la adultez y afecta tanto a los roles
sociales de las personas como a su personalidad a través de cambios en las actitudes y
en los comportamientos adultos. El nacimiento de los hijos e hijas no es, para la
mayoría, un momento para reforzar el vínculo de pareja.

Tras el nacimiento del hijo, los miembros de la pareja radicalizan sus roles
tradicionales:

• Madres: trabajen o no fuera de casa, dedican cada vez más tiempo al cuidado de
la prole y del hogar.
• Padres: se centran más en la búsqueda de recursos y desempeño profesional,
participando en las labores diarias del hogar, menos que cuando no tenían hijos.

Las personas que mejor se ajustan a esta transición son aquellas que disponen de más
recursos económicos y fundamentalmente de apoyo social.

El nido vacío
Nido Vacío: Momento en el que los hijos se van del hogar familiar. Las reacciones de
los padres dependen de:

• Los roles que se hayan desempeñado durante la vida de los hijos:


• En los modelos tradicionales de patriarcado.
• Las mujeres que han dedicado su trabajo y preocupaciones a la crianza, cuando
este centro de atención desaparece puede quedar la sensación de no saber
exactamente qué hacer con su vida. Sensación de vacío.
• Los hombres pueden sentir culpa al considerar que no estuvieron todo lo
disponible que fue necesario durante su educación.
• Sin embargo, en la mayor parte de las ocasiones es visto como un auténtico
alivio y no como una pérdida.
• El momento en el que los hijos se independizan: la culpa y el sentimiento de
vacío es más fácil que aparezcan si la descendencia decide independizarse:
• Cuando aún son jóvenes y más difícil cuando ocurre cerca o entrados en la
década de los treinta.
• Los padres continúan con su rol de padres ya que frecuentemente deben ayudar a
sus hijos recién emancipados económicamente, y posteriormente en el cuidado
de la descendencia: los nietos.

La salida de los hijos del hogar al contrario de lo que ocurría con el nacimiento de los
mismos, coincide con una renegociación y flexibilización de los roles en la pareja, que
se acentuará con la llegada de los nietos:

• Varón: puede querer ocupar con los nietos el papel que no ocupó con sus hijos.
• Mujer: aprovecha que ya no tiene la presión de la crianza para lograr realizar
tareas pendientes que no pudo hacer en su momento.

La generación Sandwich
Los adultos que aún están cuidando de sus hijos, deben comenzar a cuidar de sus
padres. Esto se debe a la actual longevidad de los padres y a que los hijos tardan más en
salir de casa.

El porcentaje de personas mayores institucionalizadas es muy bajo. Los hijos adultos,


ayudan a padres mayores aportando:

• Apoyo emocional
• Apoyo instrumental
• Intermediarios entre la sociedad y los ancianos.

Estas tareas suelen recaer en las mujeres y son realizadas por:

• Solidaridad familiar: “quiero a mi padre y él lo necesita”


• Reciprocidad: “ellos lo han dado todo por mí”
• Obligación o imperativo social: aunque no quieran a la persona que los necesita,
no tengan una buena relación con ella o no sientan reciprocidad de las
mismas, realizan estas tareas debido a la presión social que considera a la
mujer como natural proveedora de cuidados dentro de la familia.

El convertirse en cuidador informal, sobre todo en casos en que la dependencia dura


mucho tiempo, influye en la salud física y psíquica del cuidador.

La vida laboral
El mundo laboral es un entorno que ayuda a formar nuestra propia identidad. Esto se
transparenta claramente en la vida cotidiana en la que es fácil identificarse con la profesión que
se ejerce.
Uno de los principales objetivos del adulto joven es encontrar un trabajo que permita la
generatividad y suficiente dinero para vivir independientemente de los padres. Los adultos
jóvenes escogen puestos de trabajo bien remunerados, relegando a un segundo lugar la
satisfacción con el mismo. Los adultos mayores prefieren ocupar puestos menos remunerados
pero que les permitan mayor satisfacción laboral.
Influencia de la familia de origen en la búsqueda de trabajo del joven:

• De forma directa:
• Utilizando a su red social de apoyo para conseguir la contratación del hij@.
• Instándole a ocupar un determinado puesto laboral o rol profesional.
• De forma indirecta:
• Facilitando el acceso a la formación (o lo contrario).
• Promoviendo el compromiso y la laboriosidad(o dando ejemplo de lo contrario).
• A través de los valores propios del estatus social.
• Padres de clase media o alta, con trabajos que requieren de autonomía, iniciativa y
creatividad, valoran y apoyan la iniciativa e independencia en los hijos.
• Padres obreros, que necesitan de la obediencia a la autoridad en sus oficios, tienden a
valorar la obediencia y la conformidad en sus hijos.
Así los padres enseñan a sus hijos los valores y las actitudes propias de su rol social, lo que
facilitará que éstos adopten dicho rol y busquen trabajos acordes al mismo.
El grado de transmisión de valores relativos a la profesión de padres a hijos es mayor en el caso
de profesiones liberales que en el caso de familias obreras, lo que facilitaría el cambio social.

La vida laboral.

La vida laboral de una persona es el tiempo que ha acumulado de trabajo en empresas u


organismos oficiales durante toda su vida activa, que en España es entre los 16 y 65 años. Para
conocer el tiempo que has estado trabajando en diferentes puestos laborales se puede solicitar el
informe de vida laboral. Este informe de vida laboral es un documento oficial en el que se
recogen todos los periodos en los que una persona ha estado cotizando a la Seguridad Social.
Para las personas que quieran solicitar la jubilación o la jubilación anticipada es un documento
muy importante, ya que en él se pueden ver el número de días cotizados.

Enfrentamiento de la muerte.

Las personas son el producto singular de su biografía y tiene una permanente vocación de
felicidad y plenitud (Bayés): la persona es el conjunto de situaciones que ha experimentado a los
largo de la vida, de las decisiones que ha tomado, de las relaciones personales que ha tenido,
todo ello dentro de un entorno específico y en busca de una felicidad constante que, a veces, se
escapa.
Momento evolutivo:
Cuando el fallecimiento ocurre en un momento no normativo(a edades tempranas), la familia
del fallecido sufre más y es más difícil la recuperación.
Adolescentes y adultos jóvenes: la muerte no preocupa, ya que es cosa que ocurre a otros y a
ancianos (fábula personal). Las conductas de riesgo son frecuentes y la accidentalidad con
resultados mortales elevada.
Adultos: con el matrimonio y la llegada de hijos comienzan a preocuparse por su salud física
por ellos mismos y por el sentido de responsabilidad de tener que estar ahí para los otros (ser
queridos).
A partir de la década de los 30: la experiencia real con la muerte aumenta (sufren pérdidas de
familiares o amigos) Entre los 30 y los 60 años el principal temor de las personas es fallecer
dejando cuestiones inconclusas.
Ancianos: piensan más en la muerte, pero la temen menos, sintiendo menos ansiedad que los
jóvenes ante la misma. Prefieren (al igual que otras personas de otras edades que tiene cerca la
muerte) estar cerca de los seres queridos, resolver antiguas rencillas y recordar la importancia
que las personas queridas han tenido a lo largo de la vida.
Plenitud alcanzada: Aquellas personas que han alcanzado la sabiduría (Erikson) afrontarán la
muerte con mayor serenidad que quienes no han llegado a la plenitud.
Significado cultural: Especial importancia de los aspectos normativos relacionados con la
historia ante la muerte. No afrontan la muerte de la misma manera un budista que un católico o
un ateo.
Describe el modelo del desarrollo del ciclo vital del desarrollo cognoscitivo descrito
por Schaie.

Este modelo considera el uso del intelecto dentro de un contexto social y comprende de siete
etapas, en las cuales el objetivo de aprendizaje cambia del “lo que necesito saber” al “¿por qué
debo saber?” pasando por “cómo usar lo que sé”.

¿A qué se refiere la inteligencia emocional y cuales autores hablaron de esto?

“Es la capacidad de sentir, entender y aplicar eficazmente el poder y la agudeza de las


emociones como fuente de energía humana, información, conexión e influencia” (Robert K
Cooper).

“Es un subconjunto de la inteligencia social que comprende la capacidad de controlar los


sentimientos y emociones propios, así como los de los demás, de discriminar entre ellos y
utilizar esta información para guiar nuestro pensamiento y nuestras acciones” (Peter Salovey,
Marc A. Brackett y John D. Mayer).

“Es la capacidad para reconocer los sentimientos propios y los de los demás, motivarnos a
nosotros mismos, para manejar acertadamente las emociones, tanto en nosotros mismos como
en nuestras relaciones humanas” (Daniel Goleman).

Todas ellas inciden, de una forma u otra, en los mismos aspectos.

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