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EL CULTIVO DEL CLAVEL

1. Taxonomía y origen
2. Morfología
2.1. Clasificación de los primeros cultivares
3. Requerimientos edafoclimáticos
4. Propagación
5. Técnicas de cultivo
6. Plagas y enfermedades
6.1. Plagas
6.2. Enfermedades
7. Recolección
8. Clasificación
9. Postcosecha

1. TAXONOMÍA Y ORIGEN

Familia Caryophillaceae
Género Dianthus
Especie D. caryophyllus
Nombre común Clavel

Este género es originario de la cuenca mediterránea. Comprende


alrededor de 250 especies entre las que destaca principalmente Dianthus
caryophyllus.
Clavel. Foto: Keith Williamson

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Los primeros claveles adaptados a la producción de flor cortada, fueron


seleccionados en Lyon en el año 1845. A partir de 1942, William Sim
obtuvo por hibridaciones y selecciones una serie de claveles que llevan
su nombre "Clavel Sim o Clavel Americano", que han dado origen al
espectacular desarrollo de la producción en invernadero y bajo túneles.

En la actualidad, se conocen numerosas variedades debido a las


diversas técnicas de hibridación y procesos de selección.

2. MORFOLOGÍA

Es una planta perenne de día largo, con base leñosa y tallos de hasta
80cm de longitud.

- Raíces: Presenta un sistema radicular fibroso. Sus raíces son de gran


longitud, pudiendo alcanzar los 30cm de profundidad.

- Tallos: Presentan varios vástagos largos (hasta 80cm de altura),


glabros y con nudos muy pronunciados. Al final de cada vástago se
forma una flor terminal.
Clavel. Foto: Jan Hallbaeck

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- Hojas: Las hojas son lineales (0,8-1,5cm de longitud), planas,


acuminadas y glaucas. De cada nudo brotan dos hojas opuestas, cuya
base envainadora envuelve al mismo.

- Flores: Aparecen en inflorescencias en panícula o cima laxa, a veces


solitarias o en grupos de cinco, muy olorosas. El epicáliz presenta de 4-6
brácteas anchas, abruptamente acuminadas, mucho más cortas que el
cáliz. El cáliz es de 2,5-3cm de longitud y presenta dientes triangulares.
La corola está formada por pétalos dentados de forma irregular, no
barbados, de 1-1,5cm de longitud y de color rosado-púrpura (especies
silvestres).
Clavel. Foto: mbkestell

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2.1. Clasificación de los primeros cultivares


Los cultivares se clasifican atendiendo al número de flores y tamaño de
las mismas:

- Clavel uniflora o estándar: Presenta una flor terminal de gran tamaño


en cada tallo.

- Clavel multiflora, spray o en ramillete: Presenta abundantes flores


pequeñas que brotan desde los nudos superiores laterales.

Variedades principales

- Clavel de Niza: Son cada vez menos cultivados; `Legión d' Honneur´
(rojo), `BB´ (rosa), `Candide´ (blanco).

- Clavel americano o Sim: Mono o uniflor, son cada vez menos


cultivados; `Scania 3C´ (rojo), `Le Rêve´ (rosa), `Florence´ (blanco),
`Harvest Moon´ (naranja).

- Clavel miniatura, multiflores (a veces uniflores) o `Spray´: `New Elsy´


(rojo), `Tony´ (naranja), `White Elegance´ (blanco), `Tip-Top´ (estriado),
`Castillo´ (naranja), `River Orange´ (naranja), `Silver Pink´ (rosa), `Teddy´
(rosa). En este caso, se pretende que el clavel tenga mayor número de
botones florales. Los pedúnculos de Spray no deben ser muy largos
porque se pierde la flor.

- Clavel mediterráneo o claveles híbridos uniflores o estándar: Son


cada vez más cultivados y tolerantes a fusariosis: `Amapola´ (rojo),
`Ronja´ (rosa), `Candy´ (amarillo), `Happy Candy´ (bicolor), `Virginia´
(blanco). La flor debe ser proporcional a la longitud de la vara, la cual
debe ser paralela respecto al tallo. En el caso de claveles estándar, son
mejores las variedades con menos tendencia a emitir brotes laterales.
Sin embargo, en el caso del clavel spray, se seleccionan variedades
capaces de emitir brotes laterales.

3. REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS
- Temperatura: El clavel tolera temperaturas de hasta -4ºC. Sin
embargo, cuando las temperaturas son inferiores a 8ºC, la formación de
yemas florales se paraliza.

Temperaturas inferiores a 8ºC y superiores a 25ºC merman la


producción, ya que alteran la velocidad de crecimiento, la altura de las
flores, la capacidad reproductiva, el contenido de agua y la duración de la
vida post-cosecha de la flor cortada.

Variaciones bruscas en las temperaturas diurnas respecto a las


nocturnas, provocan la apertura del cáliz. Este fenómeno es frecuente en
cultivos bajo plástico o con calefacción anti-helada. Por el contrario, esta
reacción es menor en claveles de zonas con clima mediterráneo.

Por tanto, las temperaturas óptimas para el cultivo del clavel son:
Temperaturas óptimas
Diurna (ºC) Nocturna (ºC)
Invierno 15-18 10-12
Verano 21 12

- Humedad: El rango óptimo de humedad relativa oscila entre el 60-70%.


Valores de humedad relativa por encima del óptimo, incrementan la
incidencia de enfermedades criptogámicas. Por el contrario, valores por
debajo del mismo provocan el desecamiento de la planta y favorecen la
incidencia de araña roja.

- Luz: Se trata de un factor predominante para el crecimiento vegetativo


de la planta, la rigidez del tallo, así como del tamaño y número de
flores. El valor óptimo de intensidad lumínica se encuentra en torno a los
40000 lux.

Si la iluminación es insuficiente, se desarrollan brotes débiles, tallos


largos y delgados y numerosos brotes laterales. Por el contrario, si la
iluminación es excesiva y las temperaturas elevadas, los tallos son cortos
y con menor número de brotes laterales.
- Sustrato: Prefieren suelos sueltos, porosos y con buen drenaje para
evitar el encharcamiento, ya que éste favorece el desarrollo de
enfermedades y la asfixia radicular. El pH debe estar comprendido entre
6,5 y 7,5.

El clavel puede soportar altos niveles de salinidad, tanto de suelo como


de agua de riego, aunque el grado de salinidad óptimo se encuentra en
torno a 2dS/m. Valores superiores a éste repercuten negativamente en la
calidad de la flor.

- Riego: Prefiere riegos cortos y frecuentes mediante riego por goteo.


Los aportes de agua dependen de la época y del sustrato. No obstante,
es importante que el sustrato se encuentre húmedo en todo momento
(evitando el encharcamiento).

Un déficit de riego influye negativamente en el desarrollo y calidad de la


flor, así como en el crecimiento de las hojas. En estas condiciones, las
hojas son de menor tamaño y consistencia. Por el contrario, un exceso
de riego provoca clorosis generalizada en la planta.

4. PROPAGACIÓN

La propagación del clavel se realiza principalmente mediante esquejes


procedentes de plantas madre y por micropropagación in vitro. La
multiplicación por semilla solo se emplea para hibridaciones.

- Propagación por esquejes: Esta técnica se realiza tomando esquejes


de plantas madre cultivadas en invernaderos independientes con
extremas medidas de sanidad vegetal.

Para que un esqueje sea de buena calidad, se debe obtener de la parte


media del tallo (debido a que los nudos basales son menos vegetativos y
los superiores dan lugar a un crecimiento prematuro) con una longitud de
10cm aproximadamente y con 5-6 pares de hojas. La consistencia de los
esquejes no debe ser ni excesivamente leñosa ni excesivamente
herbácea.
La recolección de los esquejes debe efectuarse a mano, para evitar la
diseminación de enfermedades, y durante las horas más frescas de la
mañana.

Los esquejes de plantas madre jóvenes enraízan más rápidamente y su


desarrollo es mejor. Los límites de duración del cultivo para plantas
madre se encuentran entre doce y quince meses como máximo.

Una vez recolectados, se deben colocar en invernaderos de


multiplicación con instalación fog-system para mantener la humedad
relativa en torno al 95% y sobre sustrato esterilizado a una temperatura
de 20ºC aproximadamente. En estas condiciones, el enraizado tiene
lugar a las tres semanas.

Los esquejes, también se pueden conservar en frío (0,5-1ºC). La


duración del almacenaje es de unos 15 días para esquejes enraizados y
de 2 meses para no enraizados.

5. TÉCNICAS DE CULTIVO

- Preparación del terreno: El clavel requiere suelos porosos con buena


capacidad de drenaje para evitar encharcamientos y así, enfermedades
criptogámicas o asfixias radiculares.

Es importante desinfectar el suelo, únicamente (para evitar la aparición


de patógenos más agresivos por realizar desinfecciones innecesarias) si
han aparecido graves problemas de patógenos.

El pH debe mantenerse a 6,5 aproximadamente. Si el suelo tiene un pH


muy ácido, será necesaria la realización del encalado. Por el contrario, si
el suelo es básico, se podrá manejar mediante fertirrigación empleando
productos de reacción ácida.

Antes de la plantación, el suelo se debe preparar en camas de 30-40cm


de altura (favorecer el drenaje y ventilación) y correctamente niveladas, a
las cuales se les debe aportar materia orgánica para que queden bien
mullidas.

Una vez preparadas las camas, se pueden incorporar los abonos


correspondientes en función de previos análisis de suelo.

Finalmente, se debe realizar un riego de pre-plantación.

- Plantación: Se utilizan camas de plantación de 1m de ancho y 30-


40cm de profundidad, separadas por pasillos de 0,5m.

Antes de proceder a la plantación debe colocarse una malla tutor, que


normalmente es de 12,5x12,5cm. Actualmente, se suele plantar al
tresbolillo, obteniendo una densidad de plantación de 32plantas/m2.

Antes de colocar los esquejes se recomienda la desinfección de los


mismos para prevenir la aparición de posibles enfermedades. Además, a
la hora de colocarlos sobre el terreno, no se deben enterrar por encima
del cuello. De este modo, se evita una posible infección por Rhizoctonia.

Una vez establecida la plantación, durante los primeros días, se deben


realizar riegos por aspersión para mantener el ambiente húmedo y evitar
así la deshidratación de los esquejes. Además, es conveniente también
colocar mallas de sombreo durante el día para evitar fuertes
insolaciones.

La duración del cultivo suele ser de dos años, aunque si la fusariosis


provoca daños importantes en el suelo, se reduce a uno.

- Entutorado: Para entutorar plantas de clavel se pueden utilizar mallas


de distintos materiales. Las más utilizadas son mallas prefabricadas, de
alambre o nylon.

Se colocan normalmente cinco mallas de distinto tamaño cada 20cm.


Pueden ser de 12,5x12,5cm, 15x15cm ó 7,5x7,5cm. Estas mallas se
sujetan mediante unas estructuras llamadas “escalerillas”, que son dos
soportes, normalmente de madera, donde se fijan y tensa las mallas.

La primera malla que se debe colocar es la de 7,5x7,5cm para evitar que


los tallos se doblen. El resto de mallas (12,5x12,5cm ó 15x15cm) se
deben colocar antes de que el tallo alcance su altura final. Es importante
que las mallas estén lo suficientemente tensas para conseguir ese efecto
tutor que se comentaba.

Conforme avanza el cultivo, conviene pasar los tallos de clavel por los
orificios de las mallas correspondientes, pues las brotaciones mal
colocadas ejercen presión sobre las mallas, provocando el destensado
de las mismas.

- Pinzamiento: Es una técnica que consigue que la planta ramifique. De


este modo, el número de flores por planta es mayor y se modificar la
fecha de floración.

El primer pinzado consiste en realizar un corte, normalmente con la


mano, por encima del quinto nudo. Se suele realizar a las 4-6 semanas
de la plantación. Cuanto más alto se efectúa el pinzado, el número de
flores a obtener será mayor, pero la calidad de éstas probablemente
disminuya.

Los pinzados que se pueden realizar son: simples, pinzado y medio o


doble pinzado. En todo caso, la posibilidad de realizar pinzados en el
clavel depende de la variedad, de la época de plantación y del momento
en que interesa la recolección.

- Pinzado simple: Consiste en cortar únicamente el tallo principal,


dejando que crezcan los brotes laterales. Con este pinzamiento se
consiguen flores de buena calidad.

- Pinzado y medio: Consiste en realizar el primer pinzamiento normal


sobre el tallo principal, y una vez que se hayan desarrollado los brotes,
se pinzan la mitad de ellos. Con este pinzamiento se reduce el número
de flores, pero la producción es más constante a lo largo del primer año.
- Pinzado doble: Consiste en realizar el primer pinzado sobre el tallo
principal, y un segundo pinzamiento tardío de todos los brotes resultantes
del primero.

La primera floración después de esta técnica, es aproximadamente a los


sesenta días en verano y a los noventa días en invierno.

- Desyemados: Esta técnica será diferente dependiendo del tipo de


clavel que desee.

En variedades estándar, se deben eliminar todos los brotes secundarios


que acompañan al botón central una vez formado el botón floral. Por el
contrario, en variedades multiflora, se debe eliminar el botón principal
dejando únicamente los brotes laterales.

Esta labor debe llevarse a cabo de forma continua durante el cultivo y


realizarse a mano para no dañar las hojas.

- Fertilización: Los principales macroelementos que inciden en el


desarrollo del clavel son el nitrógeno, fósforo y potasio.

El fósforo es esencial, sobre todo en las primeras fases de desarrollo, ya


que potencia el crecimiento del sistema radicular.

El potasio mejora el aspecto del clavel y aumenta el vigor de las plantas.


Su carencia ocasiona la formación de tallos débiles de escasa
consistencia y flores pequeñas.

En el clavel, un exceso de nitrógeno se traduce en una mayor


sensibilidad a enfermedades y en el incremento de las brotaciones
axilares.

Las aportaciones nutricionales se deben llevar a cabo como:

- Aportaciones de fondo: Después de un desfondado de 50cm de


profundidad, se pueden incorporar:
1. Superfosfato: 100-200g/m2
2. Sulfato de potasa: 20-50g/m2
3. Sulfato de magnesio: 100-150g/m2

- Aportaciones de mantenimiento: Se pueden realizar mediante


fertirrigación. Por ejemplo: Para 1000 litros de agua, las cantidades a
aplicar serían las siguientes:
1. 400g de nitrato amónico
2. 400g de fosfato amónico
3. 1200g de nitrato potásico

La frecuencia de estas aportaciones de mantenimiento es de 1


aportación/mes en invierno y de 4 aportaciones/mes en verano.

El clavel no es muy susceptible a presentar carencias de cobre,


manganeso y/o cinc. Si éstas se presentan, para corregirlas lo más
rápido posible, es conveniente optar por la aplicación foliar.

La deficiencia de boro puede plantear algún problema, especialmente en


variedades de color rosa. Los síntomas en estos casos son: flores mal
conformadas y con pocos pétalos. Si el nivel foliar desciende a 30ppm,
se debe aportar un fertilizante con aporte de boro.

La deficiencia de hierro es muy común, especialmente en variedades


amarillas y naranjas, pero se corrige fácilmente mediante la utilización de
quelatos de hierro.

- Poda: La poda tiene como objetivo retrasar la floración hacia una época
de mayor demanda, por lo que la fecha de ésta dependerá de la fecha en
la que se desee reiniciar la producción.

Se efectúa cortando las plantas uniformemente a una altura entre 10 y


20cm. Finalmente, las brotaciones resultantes de la poda se pinzan
atendiendo a la técnica del segundo pinzamiento.
6. PLAGAS Y ENFERMEDADES

6.1. Plagas

- Minadores (Psedonapomyza dianthicola): Son dípteros, cuyas larvas


forman galerías en las hojas, provocando así el debilitamiento de las
mismas.

El control de la plaga se efectúa por medio de tratamientos químicos


localizados con productos autorizados.

- Tortrix europeo (Cacoecimorpha pronubana) y tortrix


surafricana (Epichoristodes acerbella): Se trata de lepidópteros, cuyas
larvas se alimentan de hojas y perforan los botones florales.

Se puede emplear Bacillus thuringiensis para el control de la plaga.

El control químico se realiza mediante tratamientos de forma localizada


con productos químicos autorizados.

- Pulgón (Myzus persicae): Aparece normalmente en condiciones de frío.


Se trata de una plaga muy común en el cultivo de clavel. Provoca
deformaciones en hojas y flores al alimentarse de los azúcares que se
transportan por el floema. Además, provocan daños indirectos debido a
que segregan melaza donde se instala el hongo “negrilla”.

Para el control de esta plaga, se deben aplicar medidas preventivas.


Cuando la población es baja, la lucha biológica resulta efectiva. Adalia
bipunctata y Aphidius colemani son buenos depredadores de esta plaga.

Se debe recurrir al control químico, con productos autorizados y


compatibles con la fauna auxiliar, cuando la población existente es
elevada.

- Araña roja (Tetranychus urticae): Se presenta cuando la humedad


ambiental disminuye. Los síntomas que se manifiestan son pequeñas
punteaduras amarillentas con posterior abarquillamiento y caída de la
hoja. Además, se observan pequeñas telarañas en el envés del limbo
foliar.

Para el control de dicha plaga se debe aumentar la humedad relativa,


evitando así el desarrollo de la misma. Si el ataque es severo, se debe
recurrir al control químico con productos ricos en azufre.

Otro método de control es la lucha biológica medio la utilización del ácaro


depredador Phytoseiulus persimilis.

- Mosca blanca: Se presenta principalmente cuando las temperaturas


alcanzan los 25ºC. Los síntomas son manchas amarillas y
marchitamiento de las hojas.

Para evitar/prevenir el ataque severo de mosca blanca, se deben colocar


trampas cromotrópicas de color amarillo.

Cuando aparecen los primeros individuos, se recomienda recurrir a la


lucha biológica. Para el control de Bemisia tabaci se realiza la suelta
de Eretmoderus mundus y para Trialeurodes vaporariorum la suelta
de Encarsia formosa. Amblyseius swirskii es eficiente tanto para T.
vaporariorum como para B. tabaci.

Cuando la incidencia es mayor, es necesario recurrir al tratamiento


químico con productos fitosanitarios compatibles con la fauna auxiliar.

- Trips (Frankliniella occidentalis): Aparecen manchas blanquecinas en


las hojas de un típico aspecto plateado-plomizo y rodeadas de motitas
negras correspondientes a sus excrementos.

La utilización de trampas adhesivas de color azul y la introducción


de Amblyseius swirskii u Orius, son medidas preventivas que resultan
efectivas en cultivo en invernadero. El control químico es difícil en este
caso, debido al pequeño tamaño del insecto.
6.2. Enfermedades

- Fusariosis (Fusarium oxysporum f.sp. dianthi): Es una de las


enfermedades más graves del clavel. Se trata de un hongo de suelo que
progresa desde las raíces a la parte aérea. Al inicio de la infección, las
raíces permanecen sanas, pero conforme avanza la enfermedad, las
raíces se pudren. De esta forma, al arrancar una planta, ésta se rompe
por el cuello, quedando parte de las raíces en el sustrato. En estados
más avanzados, el tallo se agrieta por la parte exterior, tomando aspecto
de leña seca.

No existe ningún método de desinfección del suelo que sea eficiente, por
lo que cada vez se realizan más plantaciones en sustrato o cultivo
hidropónico.

Debido a que el control químico resulta deficiente para esta enfermedad,


la realización de medidas preventivas es de gran importancia. Medidas a
destacar son la utilización de plantas resistentes, desinfección de
sustratos, herramientas de poda, agua de riego, etc.

- Roya (Uromyces caryophillinus): Este hongo aparece principalmente en


primavera y otoño. Los síntomas que produce son manchas
pulverulentas sobre tallos y hojas.

Se deben eliminar las plantas infectadas, evitar el mojado del follaje,


favorecer la ventilación y evitar el exceso de nitrógeno.

Si el ataque es severo, se recomienda la realización de tratamientos con


fungicidas autorizados.

- Mancha foliar (Pseudomonas andropogonis (Smith) Stapp): Es una


bacteria gram-negativa con forma de bastoncillo, que se desarrolla a 25-
32ºC y que no tolera temperaturas de 37ºC.

Los síntomas se manifiestan en el follaje al formarse lesiones circulares o


irregulares con el centro de color marrón y borde pardo-rojizo, con o sin
halos cloróticos. Estas lesiones suelen aparecer a lo largo de los nervios
de la hoja. También es habitual que se necrose el borde de éstas.
Además, pueden aparecer arrugas sobre la superficie y defoliación.

En condiciones de elevada y prolongada humedad en las hojas, las


lesiones foliares pueden ser de color negro.

Para evitar la incidencia de esta enfermedad, se recomienda eliminar las


plantas con síntomas, evitar el riego por aspersión, y en caso de
utilizarlo, regar cuando el secado del follaje sea más rápido.

- Rhizoctonia solani: Se desarrolla principalmente en plantaciones con


suelos encharcados y mal drenados o con exceso de materia orgánica.
Los síntomas que se manifiestan son podredumbre del cuello y manchas
concéntricas y oscuras.

Para evitar la incidencia de esta enfermedad, se deben realizar las


camas bien niveladas y con buena capacidad de drenaje y la plantación
superficial, utilizar material vegetal sano, desinfectar los utensilios, etc.

- Mosaicos foliares (Virus del jaspeado del clavel o Carnation Mottle


Carmovirus (CarMV)) y (Virus de las manchas anilladas del clavel
o Carnation Ringspot Dianthovirus (CRSV)):

Los virus del jaspeado (CarMV) y de las manchas anulares (CRSV) son
pequeños virus isométricos de ARN. Aunque parece que las flores
resultan poco afectadas, se ha comprobado una atenuación de la
coloración en algunos cultivares de flor roja.

En condiciones de cultivo intensivo en invernadero, el CarMV y el CRSV,


que son transmisibles mecánicamente, se propagan fácilmente de planta
a planta por las heridas.

Para su control, se recomienda la utilización de plantas sanas obtenidas


por cultivo de meristemos.
- Variegado floral (Virus del mosaico de las nerviaciones del clavel
o Carnation Vein Mottle Potyirus (CVMV)): Se trata de un Potyvirus
que provoca, sobre los cultivares americanos, un jaspeado foliar difuso
localizado cerca de las nerviaciones. Estos síntomas quedan
enmascarados en invierno.

El CVMV es transmisible mecánicamente y por pulgones bajo la forma no


persistente. La incidencia de este virus es menos habitual en
invernadero.

Para evitar la incidencia de este virus, se debe utilizar material vegetal


sano, evitar la contaminación por transmisión mecánica y llevar a cabo
un cierto control de pulgones.

Para el control de pulgones, se recomienda la suelta de depredadores


como Coccinella septempunctata y Chrysopa o parásitos
como Aphelimus mali. Si la presencia de esta plaga es severa, se debe
recurrir al control químico con productos sistémicos.

- El grabado o etched ring (Virus del jaspeado del clavel o Carnation


Etched Ring Virus (CERV)): Este virus infecta únicamente a las plantas
de la familia Caryophyllaceae. Esta enfermedad se propaga por los
esquejes cosechados de plantas infectadas. El pulgón (Myzus persicae)
también actúa como vector en la forma semipersistente.

El grabado del clavel se manifiesta como pequeñas manchas necróticas


en líneas o anillos sobre el limbo, recordando los daños ocasionados por
los trips. En ocasiones, las zonas necrosadas se van ensanchando,
formando así unas manchas bordeadas de color pardo o púrpura, las
cuales están situadas en el ápice de las hojas, provocando
deformaciones en el limbo.

Los síntomas son más o menos severos en función de la variedad y las


temperaturas. Por otro lado, la enfermedad puede agravarse
considerablemente si la infección es doble debido a la incidencia del
CarMV.
Para el control de esta enfermedad se debe evitar la contaminación por
transmisión mecánica y llevar a cabo el control del vector durante la
producción.

- El debilitamiento o stunt del clavel: El causante de esta enfermedad


es un viroide llamado Carnation stunt associated viroid (CarSAVd). Es
considerado el responsable potencial de los síntomas de debilitamiento
que presenta la planta.

Las plantas enfermas toman un aspecto vegetativo achaparrado, siendo


frecuente la ausencia total de floración.

Para el control de esta virosis se recomiendan tratamientos con


termoterapia (37ºC durante varios meses).
Se recomienda el cultivo in vitro de ápices meristemáticos para su
propagación. De esta manera, se obtiene material vegetal sano.

7. RECOLECCIÓN

El clavel comercial debe producir entre 10-20 tallos/año.

Se considera “flor” solamente al botón floral que deja ver el color de los
pétalos o despunta color, independientemente del número de botones
florales que tenga la vara.

Las características que determinan la calidad de un clavel son:


1. La rigidez y longitud del tallo. Los tallos deben ser erectos y sin
deformaciones.
2. La capacidad que tengan los tallos para emitir brotes laterales.
3. El número de flores por vara.
4. La definición del punto de corte, de acuerdo con el número de flores
consideradas como válidas.

Para claveles uniflora, la recolección se debe realizar cuando el botón


floral presenta pétalos exteriores abiertos. Preferentemente, las flores
deben ser cortadas algo abiertas (nunca excesivamente cerradas). El
punto de corte debe ser aproximadamente un centímetro por debajo del
nudo del tallo floral con 5-6 pares de hojas.

Para los claveles multiflora, la recolección se efectúa cuando tres flores


terminales comienzan a abrirse (corte similar a las uniflora, pero tirando
el tallo hacia abajo con el objetivo de no destruir los brotes contra la
malla).

En todo caso, el momento de corte dependerá de la especie, el cultivar,


el mercado y en general, de los objetivos del agricultor.
Estados de
Características
desarrollo
Botón floral cerrado y estrella con el color de los
I
pétalos en la parte superior
II Pétalos sobresalen 0,5cm del cáliz
Pétalos paralelos al cáliz. Algunas variedades
III
presentan un pétalo libre
IV Flor completamente abierta

- Claveles Estándar

La madurez a la cual los claveles deben ser cosechados depende de las


exigencias del mercado de destino. Los botones en estado de estrella
`Star-stage buds´ (estado I) son ideales para el almacenamiento durante
largo tiempo. Los botones florales con los pétalos orientados hacia arriba
(estado II), tienen la particularidad de abrir rápidamente. Las flores
destinadas a un uso inmediato, se cosecharán, generalmente entre los
estados III y IV.

- Claveles Múltiples (Spray carnations)

Los claveles múltiples son normalmente cosechados con al menos una


flor en estado III en cada grupo de botones.

Para minimizar la dispersión de enfermedades, se debe evitar la cosecha


de plantas con síntomas obvios de enfermedad.

8. CLASIFICACIÓN

Los claveles estándar y miniatura se clasifican atendiendo a: 1) rigidez


(La rigidez del tallo se determina tomando el tallo horizontalmente en un
punto localizado 25,5mm por encima del largo mínimo establecido por el
grado de calidad correspondiente), 2) longitud del tallo, 3) diámetro de la
flor y 4) ausencia de defectos.

Una vez clasificados, inmediatamente se deben hidratar introduciéndolos


en una solución preservante para prolongar su vida post-cosecha.
Posteriormente, se procede al embalaje para ser comercializados o bien
al almacenamiento.

En función de la longitud del tallo, se clasifican en:


Longitud tallo (cm)
Select 65-55cm
Fancy 54-45cm
Standard 44-35cm
Short < 35cm

Si la desviación de la cabeza de la flor es superior a 30º de la horizontal


(con la curvatura natural hacia abajo), la flor se considera defectuosa.
Otros defectos incluyen: botón plano, cabezas de toro, cabeza
abombada, flores únicas, apariencia marchita, partiduras, decoloraciones
y daños por plagas y enfermedades.

9. POSTCOSECHA

Los tratamientos post-cosecha tienen como objeto conseguir alargar la


vida útil de la flor una vez cortada y así mejorar la comercialización.

La senescencia de los claveles cortados está asociada a un incremento


en la producción de etileno. Por tanto, los inhibidores de la síntesis de
etileno son de gran importancia para prolongar la longevidad de las flores
climatéricas, entre las que se encuentra el clavel.

El tiosulfato de plata (STS), es un inhibidor del etileno. Las flores son


tratadas antes de ser comercializadas para retrasar la senescencia con
tratamientos de pulsación con STS. Sin embargo, el STS es un potente
productor de daños ambientales y muchos países han prohibido su uso
recientemente. En España, este producto permanece vigente. No
obstante, estos residuos deben ser minimizados y tratados
adecuadamente, garantizando las concentraciones máximas de plata
exigidas por la legislación nacional, previos al vertimiento. Actualmente
hay muy pocas alternativas al STS.

Los claveles estándar y miniatura se han beneficiado enormemente del


uso del STS, el cual puede incrementar la vida post-cosecha de dos a
tres veces. Los claveles pueden ser almacenados más tiempo que
cualquier otra flor y los botones florales pueden permanecer bastante
apretados aún cuando están abiertos, dando lugar por tanto a flores de
alta calidad.

Algunos ciclopronanos sintéticos se enlazan al receptor del etileno y


previenen la acción fisiológica de éste durante periodos más o menos
amplios. Estos productos también han sido utilizados para prolongar la
longevidad de los claveles, aunque su eficacia es menor que la del
tiosulfato de plata.

También resulta efectivo el etanol para incrementar la vida útil en


claveles. El etanol se transforma en acetaldehído en los tejidos
vegetales, siendo éste el agente causante del retardo de la senescencia.
Sin embargo, su uso potencial como tratamiento post-cosecha es escaso
debido a la ineficiencia de los tratamientos de pulsación.

El aminotriazol (ATA) es otro compuesto que inhibe la producción de


etileno y prolonga la vida útil de las flores. Sin embargo, el ATA ha sido
clasificado como potencialmente carcinógeno, por lo que su uso
comercial como conservante de flor cortada es peligroso.
Las técnicas post-cosecha que se emplean en claveles son:

- Técnicas de conservación:
1. Tratamientos químicos
2. Antimicrobianos
3. Antitranspirantes
4. Inhibidores de la producción hormonal (Ag+)

- Métodos físicos:
1. Mediante cámaras frigoríficas: Consiste en someter a los claveles, en
cámaras frigoríficas, a una temperatura entre 3-4ºC y a una humedad
relativa del 90-95%.
2. Mediante cámaras de atmósfera controlada: Este método consiste en
introducir los claveles en cámaras en las que se regula la temperatura,
humedad relativa, nitrógeno, oxígeno y dióxido de carbono. De este
modo, se consiguen disminuir los procesos de respiración y
transpiración, y consecuentemente aumentar la vida post-cosecha de los
claveles.

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