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EL CULTIVO DEL GLADIOLO

1. Taxonomía y origen
2. Morfología
3. Requerimientos edafoclimáticos
4. Propagación
5. Técnicas de cultivo
5.1. Producción de cormos
5.2. Producción de flor cortada
6. Plagas y enfermedades
6.1. Plagas
6.2. Enfermedades
7. Cosecha y postcosecha

1. TAXONOMÍA Y ORIGEN

Familia Iridaceae
Género Gladiolus
Gladiolus cardinalis
Gladiolus primulinus
Gladiolus psittacinus
Especie
Gladiolus purpureoauratus
Gladiolus saundersii
Gladiolus tristis
Nombre común Gladiolo

El género Gladiolus comprende unas 250 especies originarias del área


mediterránea europea, Asia, África tropical y Sudáfrica.
Gladiolo. Fotografía: Alejandro Bayer Tamayo

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Gladiolus cardinalus. Fotografía: Peganum

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Gladiolus saundersii. Fotografía: Peganum

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Existen cruzamientos entre estas especies que han dado lugar a


numerosas variedades híbridas de flores grandes y pequeñas.

2. MORFOLOGÍA

Los gladiolos se caracterizan por su inflorescencia en espiga y sus cormos


de renovación anual, que durante el curso de la vegetación dan lugar a
multitud de “bulbillos”.
Plantación de gladiolo. Fotografía:Juantiagues

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- Cormo: Es un tubérculo caulinar de orientación vertical. Su estructura es


sólida y su forma redondeada y algo achatada, con el ápice de crecimiento
en el centro de la zona superior, la cual suele estar algo deprimida. Puede
durar uno o varios años, renovándose sobre el cormo anterior, cuyos
restos permanecen en la base del nuevo. Esta estructura está formada por
varios nudos, de cuyas yemas axilares se forman nuevos cormos.

- Tallo: El tallo del gladiolo puede alcanzar 1-2m de altura, recubiertos de


hojas en su parte inferior y sosteniendo la inflorescencia.

- Hoja: Las hojas son alargadas, paralelinervias, lanceoladas y están


cubiertas por una cutícula cerosa. La parte inferior de las hojas están
reducidas a vainas, las cuales envuelven al tallo. Todas las hojas nacen
de la base.

- Flores: Presentan un tallo floral en cuyo extremo se asientan las


inflorescencias en forma de espiga larga con 12-20 flores y de coloración
variable. Las flores son bisexuales, sésiles, cada una rodeada por una
bráctea y una bracteola. El perianto es simétrico bilateralmente y tubular o
infundibuliforme, con 6 lóbulos algo desiguales. El androceo se compone
de tres estambres que nacen desde el tubo del perianto. El ovario es
ínfero, con tres lóculos y estilo filiforme y trífido.

El gladiolo florece en verano-invierno (en climas templados pueden


florecer todo el año).

- Frutos: Son cápsulas con semillas aladas.


2.1. Clasificación de variedades de gladiolos

- Variedades de gladiolos en función de su precocidad

Las variedades suelen tener sus ciclos en función del cultivo que se trate
(cultivo al aire libre o de invernadero).

Otro factor que influye en la precocidad del cultivo es el tamaño del corno,
siendo más corto cuando el calibre del mismo es mayor.

Duración media del


Clasificación Cultivar
cultivo
Muy precoces <68-70 días `Joli Coeur´
Precoces 70-74 días `Life Flame´
Medianamente `Princesse des
75-79 días
precoces Neiges´
Medios 80-84 días `Spic and Span´
Medianamente tardíos 85-90 días `Sans Souci´
Tardíos 91-99 días `Scarlet Pimpernel´
Muy tardíos >100 días `Albert Schweitzer´

- Variedades de gladiolos de flores grandes:

Clasificación Cultivar
`Friendship´, `Hunting Song´, `Eurovisión´,
Tempranas
`Cordula´, `Saga´, `Artist´, `Plomel´, `Nova lux´...
Semitempranas `Oscar´, `Peter Pears´, `Ploher´, `Memorial Day´
`Spic and Span´, `Flower Song´, `Plomel´, `Duram´,
Tardías
`Saga´

- Variedades de gladiolos en función del color:

Clasificación Cultivar
`Amterdam´, `White Prosperity´,`White
Color blanco
Friendship´
Color rojo `Carthago´, `Chinon´, `Mascagni´
Color rosa y `Friendship´, `Jessica´, `Priscilla´, `Rose
salmón Supreme´

3. REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS

- Temperatura: La temperatura óptima del suelo oscila entre 10-12ºC. En


cuanto a la temperatura ambiental, el rango óptimo para el desarrollo se
encuentra en torno a 10-15ºC por la noche y 20-25ºC por el día. Para la
formación del tallo floral, la temperatura óptima oscila entre 12-22ºC.

Temperaturas superiores a 30ºC son perjudiciales para la planta, ya que


pueden dar lugar al aborto de flores durante el periodo de diferenciación
floral. Así mismo, las temperaturas excesivas en el suelo, pueden provocar
daños en los cormos.

Al contrario de lo que ocurre en el cultivo del tulipán, la inducción y


diferenciación floral se producen después de la plantación de los bulbos,
cuando aparece la tercera o cuarta hoja. Pueden transcurrir de 4-8
semanas en función de la temperatura.

La temperatura mínima biológica (cero de vegetación) es de 5-6ºC.

- Humedad: Requieren de una humedad relativa del 60-70%. Humedades


inferiores al 50% provocan un desarrollo más lento. Por el contrario,
humedades superiores al óptimo, provocan un exceso en el crecimiento
del tallo y la aparición de pudriciones.

- Luz: El gladiolo es una planta heliófila (requieren radiación solar directa).

La iniciación floral se lleva a cabo en la oscuridad, donde la temperatura


representa un factor determinante. Este periodo tiene una duración de 8
semanas aproximadamente después de la plantación de los cormos, que
generalmente se inicia con la aparición de la tercera hoja y termina con la
hoja siete.

La inducción y diferenciación floral tienen lugar con un fotoperiodo de día


largo (igual o superior a 12 horas). En este periodo crítico, la radiación total
no debe ser inferior a 1000J/m2.

Si la luz es insuficiente, la planta no florece. Por el contrario, si la


iluminación es muy elevada, el tallo queda reducido.

- Sustrato: Es poco exigente en cuanto a suelo, pero prefiere los arenosos


con aportaciones de materia orgánica. También se pueden cultivar en
suelos arcillosos, siempre y cuando tengan un buen drenaje para evitar
encharcamientos y enfermedades.

Por lo general, requieren de suelos con buena estructura, buen drenaje


y pH entre 6 y 7.

Se pueden realizar aportes de cal y materia orgánica humificada.

- Riego: Requiere bastante humedad en el sustrato. Especialmente es


importante en el momento de la iniciación floral (cuando aparece el
segundo par de hojas) para generar una vara de buena calidad.

Se pueden emplear tres sistemas de riego: a manta, aspersión y/o goteo.

El riego por aspersión es el preferido para grandes extensiones ya que no


es necesario hacer caballones, aunque favorece la aparición de
enfermedades criptogámicas en invierno. Si el agua de riego es salina se
emplea el riego por goteo. El riego a manta es el que requiere menor coste
de instalación si el terreno está nivelado.

El suelo se debe mantener constantemente fresco siguiendo la cadena de


riego. Normalmente cada 4-5 días, especialmente a partir de la formación
de la inflorescencia.

Riesgo de toxicidad específica de algunos iones contenidos en el


agua de riego en cultivos ornamentales
Nivel de riesgo (meq/l)
Ión Ninguno Mínimo Moderado Alto Severo
HCO3+ <2 2-3 3-4 4-6 >6
Cl- Foliar <3
Cl- Raíz <4 4-6 6-10 >10
Na+ Foliar <3
Na+ Raíz <3 3-9 >9
B (ppm) <0,3 0,3-0,5 0,5-1,0 1,0-2,0 >3,0

4. PROPAGACIÓN

- Propagación por semilla: Se utiliza para la obtención de nuevos


cultivares. Con este método se obtienen bulbos de 2-3cm de contorno.

- Propagación por cormos: Esta técnica consiste en la separación de


cormos, obteniéndose varias decenas por cada unidad. Para ello, se
cultivan los cormos durante un determinado periodo de tiempo, con el
objetivo de que engruesen y alcancen un tamaño comercial.

5. TÉCNICAS DE CULTIVO

5.1. Producción de cormos

- Plantación: La plantación de cormos se puede realizar de varias formas:

1) Líneas separadas 25-40cm y bulbillos distanciados entre sí 1cm.

2) Líneas paralelas separadas 70-80cm y bulbillos distanciados entre sí


1cm.

En todo caso, la profundidad de plantación debe ser de 5-7cm y la


densidad máxima de plantación de cormos de calibres 1/2 y 2/3 de 3-5
millones/ha. En la recolección, los cormos alcanzan un calibre de 2/4,4/6,
6/8 e incluso mayores.

El segundo año, se procede a la nueva plantación de los cormos


recolectados el año anterior. La densidad de plantación debe ser de
300000-600000 cormos/ha y serán colocados a una profundidad de 6-
10cm.
A continuación, después de haber realizado un control varietal y
fitosanitario, se procede a la eliminación de la vara floral, tanto de forma
mecánica como manual. Esta labor se debe realizar para favorecer el
desarrollo de los cormos por migración de los productos fotosintéticos
presentes en las hojas. Si no se realiza, la pérdida de peso de los cormos
puede llegar al 20%. Finalmente, se procede a la recolección de los
cormos comerciales, cuyos calibres serán de 8/10, 10/12, 12/14 y 14/+.

- Desinfección de los cormos: Deben ser desinfectados en una solución


a base de fungicidas.

- Secado de los cormos: Esta labor tiene la finalidad de promover la


formación de la peridermis (tejido protector).

Normalmente, se lleva a cabo en cámaras o secadores especializados. En


estas cámaras, se someten a una corriente de aire de 35ºC (temperaturas
superiores pueden producir daños en los cormos), durante 2-3 horas.
Seguidamente, se baja la temperatura a 33ºC. La humedad debe oscilar
en torno al 90%. Este proceso finaliza al cabo de 6-8 días, cuyos cormos
han perdido el 10% de su peso inicial. Las pérdidas superiores al 25% de
su peso inicial, ocasionan daños en la floración.

- Limpieza de los cormos: Consiste en la separación del cormo antiguo


del nuevo. Se recomienda realizar el secado antes de la limpieza, puesto
que pierden menor porcentaje del peso.

- Clasificación: Consiste en la separación de cormos según su calibre.


Los más empleados para la obtención de plantas destinadas a flor cortada
son:

- 14/+, (perímetro de 14 ó más centímetros).


- 12/14, (perímetro entre 12 y 14cm).
- 10/12, (perímetro entre 10 y 12cm).
- 8/10, (perímetro de 8 a 10cm).

- Almacenamiento: El almacenamiento sometido a bajas temperaturas


puede romper el letargo y retrasar la brotación (técnica de retardo) tanto
de los cormos en letargo como de los que ya han vencido este periodo.

Los cormos que se desean almacenar un largo periodo de tiempo (4-6


meses) se deben mantener en cámaras frigoríficas a 3-4ºC si están en
letargo y 4-6ºC si no lo están y a una humedad relativa del 70-90%.
Deben estar sometidos a estas condiciones hasta que aparecen las
primeras raíces. Si permanecen durante un largo periodo de tiempo
pueden producir flores de baja calidad.

Es conveniente que desde que abandonan el periodo de almacenamiento


hasta la plantación, pasen por un periodo de aclimatación a 20-25ºC
durante 1-2 semanas. En cormos que se han almacenado sin letargo, las
oscilaciones bruscas de temperatura provocan flores de mala calidad.

- Inhibición del letargo: La duración del letargo depende del manejo


después de la recolección (temperatura de conservación), así como de la
variedad y el tamaño del cormo.

La inhibición del letargo consiste en someter a los cormos a temperaturas


iguales o inferiores a 15ºC, o bien a temperaturas entre 20-30ºC de forma
progresiva. Una vez que el letargo se haya eliminado, las bajas
temperaturas inhiben o retardan la brotación, mientras que altas favorecen
el crecimiento, de manera que en cuanto se formen las primeras raíces,
se debe proceder a la plantación lo antes posible.

- Técnicas de aceleración y retardo: Consisten en tratamientos


específicos para poder ofrecer cormos durante cualquier época del año.

Para técnicas de aceleración se suelen emplear cormos de 12/14 y de


14/+. Tras el secado y limpieza, se deben someter a un tratamiento de
altas temperaturas y humedad, para así eliminar el letargo. Con esta
técnica se pretende tener disponibles cormos para las plantaciones de
diciembre-enero (España). Esta técnica presenta varias desventajas
como: condiciones climáticas muy concretas, período corto de tiempo
desde la salida del almacenamiento hasta la plantación (no deben
transcurrir 12 días), rápida brotación de los cormos, los cuales
consecuentemente, quedan expuestos a malas condiciones climáticas.

Las técnicas de retardo se suelen emplear en los cormos destinados a


plantaciones de verano (junio-octubre en España). Dicha técnica se realiza
entre los meses de diciembre-enero, dependiendo de la variedad. Consiste
en someter a los cormos (una vez que han pasado el periodo de letargo)
a una temperatura de 3-4ºC, humedad en torno al 90% y deben estar
expuestos a corrientes de aire leves, para así, retrasar el comienzo de su
brotación.

5.2. Producción de flor cortada

- Preparación del suelo: Previamente a la preparación del suelo se ha de


realizar un análisis del suelo para incorporar o no los nutrientes necesarios.
De manera general, se suele aplicar azufre en suelos básicos y Sulfato de
Magnesio en ácidos. Como enmienda orgánica, se recomienda aplicar
estiércol bien fermentado. Además, en suelos donde exista alto riesgo de
presencia de patógenos, se debe proceder a la desinfección del mismo.

- Plantación: En climas mediterráneos, el cultivo al aire libre se realiza en


plantaciones escalonadas desde finales de febrero hasta agosto. Por el
contrario, el cultivo en invernadero se lleva a cabo desde septiembre hasta
febrero.

Los cormos, una vez recibidos, deben plantarse lo antes posible o


proceder a su conservación en un lugar fresco (generalmente a 5ºC) y
seco. El calibre más utilizado para flor cortada es de 12/14 o 14/+.

La plantación puede realizarse de distintas formas dependiendo de la


época del año, calibre y tipo de suelo:

- Plantación en líneas separadas 50-70cm y cormos dispuestos a lo largo


de las mismas a unos 5-6cm distancia.

- Plantación en caballón con doble línea distanciadas 20cm entre sí. La


separación entre caballones oscila entre 75-90cm respecto al centro del
mismo. La distancia entre cormos debe ser de 5-10cm.
- Para plantaciones al aire libre, se recomienda una separación de 30cm
entre líneas y 10-15cm entre cormos.

En cuanto a la profundidad de plantación varía entre 5-15cm dependiendo


del tipo de suelo y de la época del año. Por lo general, la profundidad es
mayor en suelos ligeros y en periodos de mayor temperatura.

En cuanto a plantaciones al aire libre, se recomienda una profundidad de


siembra de 7-10cm para asegurar una mayor resistencia al viento y para
que las plantas no se tumben en la floración.

Después de la plantación conviene dar un riego abundante.

- Entutorado: Esta labor es fundamental para mantener la vara floral


erguida. Para ello, se suelen utilizar mallas metálicas de alambre o hilos.
En plantaciones a una o dos líneas se emplean hilos, mientras que en el
cultivo en banqueta se emplean mallas tutoras, las cuales son colocadas
previamente a la plantación, sirviendo así de marco de plantación.

- Deshijado: Esta labor se realiza cuando los brotes tienen entre 10-15cm
de longitud. Consiste en la eliminación de los brotes que salen de los
cormos, dejando uno. En cormos de calibre superior a 14 se deben dejar
dos, dependiendo de la variedad.

Cuanto más tiempo permanecen en almacenamiento y más antiguos sean


los cormos, tendrán mayor tendencia a producir brotes.

- Fertilización: Esta planta no es muy exigente en cuanto a grandes


aportaciones de fertilizante, pues obtienen gran parte de sus necesidades
del cormo. Se debe empezar a fertilizar a partir de que la planta tenga dos
hojas, puesto que las raíces nuevas no toleran las concentraciones salinas
altas.

El equilibrio recomendado es de 1-0,3-1. Se aconseja fraccionar la


fertilización tal que así:
- Aparición de la segunda hoja.
- Aparición de la cuarta hoja.
- Aparición de la espiga floral entre las hojas.

Época de
Nitrógeno (kg/ha) Fósforo (kg/ha) Potasio (kg/ha)
fertilización
Aparición de la
150 150 150
segunda hoja
Aparición de la
150 150 150
cuarta hoja
Aparición de la
- - 50
espiga floral

En caso de terrenos francos, es recomendable aplicar 600-700 kg/ha de


un abono 6-18-28.

El gladiolo es un cultivo exigente en nitrógeno pero su exceso favorece el


desarrollo vegetativo en detrimento del tamaño de las inflorescencias,
acentuándose el problema en variedades con tendencia a arquearse. Por
otra parte, la carencia de nitrógeno se traduce en un menor número de
flores e inflorescencias más pequeñas. En casos extremos las hojas se
decoloran y amarillean.

En cuanto al fósforo es fundamental su aplicación en una relación


equilibrada con el nitrógeno. Un exceso de este elemento puede provocar
una coloración violácea en las hojas.

Los abonos de liberación lenta maximizan la absorción de nitrógeno, al


mismo tiempo que tienen muy bajo efecto salinizante.

En caso de emplear fertirrigación, la dosis de abonado disminuye


considerablemente, variando el equilibrio de abonado según las diferentes
fases de desarrollo del cultivo. Al principio debe ser rico en fósforo (1-3-
0,5), posteriormente se aumenta el nitrógeno (1-0,5-1) y a la salida de la
espiga se incrementa el potasio (1-0-2). Las cantidades totales a aportar
se reducen hasta un máximo de 70-50-80 UF/ha. La concentración de
fertilizante no debe superar los 0,2g/l de nitrógeno.

En cuanto a los microelementos, la deficiencia más común es la de hierro.


Se debe corregir con la aplicación de quelatos. La deficiencia de boro hace
que las hojas sean quebradizas por los bordes y que disminuya el tamaño
de la inflorescencia.

El gladiolo es muy sensible al exceso de fluoruros. La toxicidad se


manifiesta por el pardeamiento de las puntas de las hojas y de la espiga.
La caliza neutraliza los efectos perjudiciales de los fluoruros.

En suelos ácidos no se puede emplear el superfosfato, por lo que como


fuente de fósforo habría que recurrir al fosfato amónico.

6. PLAGAS Y ENFERMEDADES

6.1. Plagas

- Trips (Taeniothrips simplex): Se trata de un insecto con aparato bucal


picador-chupador que provoca decoloraciones en las hojas y flores.

Para el control de esta plaga, es conveniente la realización de medidas


preventivas. Entre ellas destacan la colocación de trampas adhesivas
azules a la altura del cultivo, eliminación de malas hierbas, empleo de
mallas antitrip, etc.

Es conveniente también realizar tratamientos preventivos a los cormos


unas cinco semanas antes de la plantación aproximadamente. También es
aconsejable pulverizar a modo preventivo con aceites minerales y otros
productos químicos autorizados.

Para el control biológico de esta plaga resulta efectivo el ácaro


depredador Amblyseius barkeri,el cual se alimenta de larvas de trips.

6.2. Enfermedades

- Fusariosis (Fusarium oxysporum f.sp. gladioli): Este hongo provoca una


de las enfermedades más importantes en el cultivo del gladiolo. Los
síntomas que se manifiestan son: amarillamiento de hojas, reducción del
número de flores, podredumbre de los cormos, etc.

Para evitar la incidencia de enfermedades se recomienda rotar los cultivos


durante cinco años, secado rápido de cormos, encalado de suelos y
tratamientos preventivos con productos químicos autorizados.

- Estromatiniosis (Stromatinia gladioli): Los síntomas de esta enfermedad


se manifiestan como clorosis sobre las hojas, y podredumbre de la base
del tallo. Las medidas preventivas para su control son idénticas a las de la
fusariosis.

- Penicillium sp.: Se trata de un hongo que aparece principalmente


durante el almacenaje. Prolifera a temperaturas inferiores a 17ºC y elevada
humedad relativa. Los síntomas se manifiestan como manchas necróticas
en las escamas de los bulbos. Por debajo de esta zona adquiere una
tonalidad parda que deriva posteriormente en un color blancuzco de
textura esponjosa. Los bulbos afectados dan lugar a brotes cortos.

Para evitar la incidencia de este hongo, debe mantenerse durante el


almacenaje una temperatura y ventilación adecuada, así como una
humedad relativa por debajo del 70%.

- Botrytis glandiolorum: Se trata de un hongo bastante frecuente y de


gravedad que se desarrolla bajo condiciones de humedad ambiental y
temperatura elevadas.

Los síntomas pueden aparecer en hojas y peciolos, siendo fácilmente


identificables en campo por su esporulación característica gris y vellosa
sobre el haz de las hojas y las flores.

El control de este hongo es muy importante debido a su capacidad para


sobrevivir como saprófito. Se debe evitar el exceso de humedad, ya sea
disminuyendo la dosis y frecuencia de riego, espaciando las plantas o
ventilando. También es conveniente retirar tejidos enfermos, cortándolos
a ras de tallo y utilizando herramientas desinfectadas.

Si el ataque es severo, se recurrirá al control químico. Se recomienda


hacer un uso alterno de los diferentes grupos sistémicos de productos
autorizados.
- Curvularia gladioli: Los síntomas se manifiestan como necrosis en los
cormos de algunos cultivares.

- Roya transversa (Uromyces transversalis): Los síntomas de esta


enfermedad se manifiestan con la aparición de protuberancias de color
anaranjadas dispuestas transversalmente respecto a la nerviación del
follaje. Conforme avanza la enfermedad, éstas se tornan pardas.

Las plantas muy afectadas por esta enfermedad no llegan a florecer.

Para el control de esta enfermedad se deben realizar una serie de medidas


preventivas tales como: eliminar material vegetal infectado, evitar
encharcamientos, eliminar malas hierbas y evitar el exceso de fertilización
nitrogenada. Además se recomienda realizar tratamientos preventivos con
fungicidas autorizados, y a partir de los primeros síntomas, tratar con
productos químicos autorizados.

- Virus del mosaico amarillo de la judía o Bean Yellow Mosaic Virus


(BYMV): Los síntomas de este virus son claramente visibles en las hojas
de las plantas jóvenes desde el comienzo de la vegetación. Se manifiestan
como manchas decoloradas alargadas paralelamente a las nerviaciones.

Dependiendo del cultivar, afectan, en mayor o menor medida, tanto al


follaje como al escapo y brácteas florales. Posteriormente, dichos
síntomas se difuminan e incluso, pueden desaparecer. En un gran número
de cultivares, aparecen también estrías negras o pardo violáceas en los
pétalos. La intensidad del color de las estrías varía con la temperatura,
pudiéndose producir enmascaramiento a temperaturas elevadas.

Esta infección viral no afecta demasiado al vigor de las plantas, cuyo


aspecto vegetativo permanece normal. Además los síntomas no se
intensifican en las multiplicaciones sucesivas.

- Virus del mosaico del pepino o Cucumer Mosaic Virus (CMV): Se


trata del virus más perjudicial en el cultivo del gladiolo. Se manifiesta como
pequeñas manchas rectangulares muy numerosas y visibles por las dos
caras del limbo, estando limitadas por las nerviaciones. Estas manchas
son en un principio cloróticas y se vuelven necróticas con frecuencia, se
desecan los tejidos y la severidad de los síntomas varía mucho según los
cultivares.

Normalmente, los síntomas en las hojas vienen acompañados de grandes


manifestaciones en las flores. En los cultivares sensibles, la floración
queda muy afectada por decoloraciones y deformaciones de las flores, las
cuales se abren mal. Los pétalos presentan manchas ovaladas, de color
blanco, rosa o amarillo según cultivares, toman un aspecto arrugado y
abarquillado, presentan a veces excrecencias y las inflorescencias se
quedan cortas y malformadas.

Las plantas atacadas son menos vigorosas, acentuándose el enanismo


año tras año. El engrosamiento de los cormos queda asimismo afectado.

Control:
- La selección masal solo es recomendable si se aplica durante la
vegetación y la floración y si está dirigida contra el CMV.

- En el caso del BYMV las re-contaminaciones se pueden controlar de


forma preventiva con relación a los pulgones vectores, mediante la
utilización de redes protectoras no tejidas, superficies reflectantes o
pulverización con aceites minerales.

- El test serológico ELISA permite detectar fácilmente el CMV en cualquier


tejido vegetal infectado, incluso en los bulbos. Pero, aparecen dificultades
en el caso del BYMV, debido a la débil concentración de los virus en la
zona seccionada.

7. COSECHA Y POSTCOSECHA

Para obtener flores de calidad, el momento de la cosecha depende del


clima, la fecha de plantación y el calibre de los cormos.

El momento óptimo de recolección es cuando sobresalen un centímetro


los pétalos de las dos primeras flores y cada una de ellas debe presentar
al menos cinco hojas. Esta labor conviene realizarla por la mañana,
cuando las temperaturas son bajas y la humedad alta.
En cuanto al corte, puede realizarse de dos formas dependiendo del
propósito. Si se desea reutilizar el cormo, el corte se lleva a cabo a 10cm
aproximadamente sobre el suelo, dejando un par de hojas en la planta. Si
por el contrario, no se desea reutilizarlo, el corte se realiza desde la base
del cormo, extrayendo la planta del suelo.

Inmediatamente después de la cosecha, las varas florales deben


colocarse en cámaras a una temperatura entre 4-5ºC. Es importante
mantener los gladiolos en posición vertical para evitar el doblado de los
extremos de la vara floral. Además, el gladiolo muestra un fuerte
geotropismo negativo (siempre se orienta hacia arriba).

El embalaje depende del destino del mercado. Para el mercado local, se


suelen formar paquetes de 10-12 varas dispuestas en papel de envolver.
Por el contrario, para mercados a mayor distancia, se deben realizar
paquetes de 10 varas, con la parte de la espiga envuelta en papel. Éstos,
a su vez, se disponen en cajas de cartón estándar (120-130 x 60-30) y
nuevamente se protegen con papel.

El tipo de empomado (disposición de las flores dentro del pomo) en


gladiolo es "a cabeza". Se consigue igualando la longitud del tallo,
cortándolo según la medida de la calidad correspondiente.

Categorías de flor cortada:

Categoría Longitud de vara (cm) Número de flósculos


Extra >100 >12
I 80 8
II 60 6

Para su almacenamiento y consiguiente conservación, los gladiolos deben


introducirse antes y después de su clasificación en cámaras frigoríficas a
2-5ºC y a una humedad relativa en torno al 70-80%. Es conveniente que
estén en agua o en solución conservante, así como también en posición
vertical. En estas condiciones, se mantendrán en buen estado durante 1-
2 semanas.

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