Está en la página 1de 3

2. Clase social y conocimiento escolar (Anyon).

El trabajo de Anyon recorre algunos centros escolares, situados en distintos barrios, a


los que acuden estudiantes de familias de distinta clase socioeconó mica. Muestra có mo algunas
variables está n estrechamente relacionadas con la clase social a partir de la exploració n de los
centros, los dirigentes de los mismos, las familias, el profesorado y los estudiantes. A lo largo de
la exposició n de las ideas, en términos generales, parece que a mayor clase social la educació n
es mejor o al menos la implicació n del profesorado es má s adecuada y, a su vez, la respuesta de
los estudiantes es má s positiva. Los alumnos de los colegios que provienen de familias
trabajadoras son calificados por la autora como “resistentes”, los segundos, de clase media,
como “posibles”, los acomodados como “narcisistas”, y los ú ltimos, los denominados élite como
“excelentes”. Los primeros se resisten al profesorado, enuncian frases que les contraponen a
ellos y señ alan que la educació n no es correcta; los segundos creen tener posibilidades de
continuar su educació n posteriormente en la universidad; los terceros son educados para
potenciar sus habilidades creativas y personales con el fin de poder desempeñ arse en un futuro;
y los ú ltimos reciben una educació n rigurosa y de alto nivel, piensan en acudir a la universidad y
alcanzar puestos de gran relevancia. Aparece, en los resultados presentados por la autora, una
relació n directa entre clase social, ambició n y enseñ anza. Aquellos estudiantes que provienen
de clases sociales má s desfavorecidas creen que es má s complicado acceder a la universidad o a
un buen puesto laboral, y los profesores confían menos en sus habilidades y potencialidades y
ofrecen una educació n má s bá sica. En el resto de colegios, de mayor clase social, se aprecia, de
forma creciente, que los estudiantes son má s ambiciosos y que el profesorado también ofrece
una educació n má s exigente, que reclama y fomenta la creatividad, la racionalidad, el
pensamiento crítico, el pensamiento personal, la investigació n. Existe una relació n entre las
ambiciones de los estudiantes y los puestos de las familias en la escala social, es decir, que los
estudiantes ambicionan llegar a aquellos lugares que han llegado sus familias. Los padres, de
hecho, confían en esos centros educativos porque creen que así sus hijos alcanzará n esas
posiciones. El profesorado también está sujeto al mismo criterio, esto es, los profesores de los
colegios de clase media-alta han sido formados en centros con má s reputació n que los que
ejercen su labor en las escuelas de clase trabajadora.

Respecto a la forma en la que se imparten las clases y el conocimiento, encontramos en


el trabajo, como se ha mencionado, que los colegios de clase media-alta ofrecen, en principio,
una educació n má s rigurosa y exigente, y que los criterios de seguimiento, evaluació n y
motivació n son distintos en esas escuelas que en las de clases trabajadoras. Se invita al alumno
a pensar, a racionalizar, a encontrar respuestas por sí mismo, a preguntarse cú al es la solució n
de un problema. Puede que los resultados extraídos en esas escuelas concretas inviten a pensar
que a má s clase social mejor educació n, al menos por la preparació n del profesorado que
imparte las clases en cada centro, sin embargo, creo que no tiene por qué ser la realidad de
cualquier escuela, aunque los datos de esa regió n estadounidense así lo señ alen. Quiero decir, el
nivel de exigencia puede ser mayor en aquellos colegios llamados a la excelencia o a alcanzar
puestos elevados en la escala social, pero no quiere decir que la educació n, por parte de los
profesores, tenga que ser má s favorable. El hecho de que los profesores de las escuelas de clase
media-alta hayan estudiado en universidades privadas no quiere decir que estén má s
preparados para la formació n que aquellos que han estudiado en universidades pú blicas.
Respecto a los alumnos, es posible que, desde la familia, se inste a los jó venes a heredar lo que
familiarmente es valorable y a trabajar por alcanzar y mantener la clase social que la familia
detenta, y puede ello derivar en un trabajo mayor por parte de los jó venes (ademá s de que las
oportunidades que éstos tienen frente a los trabajadores son mucho mayores y pueden
dedicarse exclusivamente a ello sin tener que cubrir ninguna necesidad familiar), pero no creo
que la realidad de las escuelas en las que estudian jó venes de familias trabajadoras sea aquella
en la que no existen ambiciones ni que el denominador comú n de la situació n sea la resistencia
a la formació n.

Sin embargo, sí que es concluible, a partir de las exposiciones del texto y las
subjetividades de los profesores y alumnos que ahí aparecen, que la clase social es
determinante en el desempeñ o de los jó venes en la escuela, así como en la educació n que
reciben por parte de la misma. Que la clase social se hereda y las oportunidades está n ligadas a
ella. Que los jó venes encuentran una mejor formació n cuando tienen medios econó micos para
ello.

También podría gustarte