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4. La instrucción integral (Bakunin).

El autor señ ala en el texto que la educació n está dividida entre dos o má s formas, entre
la que se imparte a aquellos privilegiados de clase heredada y la que se ofrece a los obreros.
Apunta que la inteligencia del hombre, en términos generales, es la misma en todos los casos y
que el problema se encuentra en que la educació n hace de algunos, privilegiados, hombres con
posibilidades y capacidades, y convierte a otros en ignorantes. Propone que una verdadera
educació n, que sirva para emancipar a las clases trabajadoras, tiene que partir del principio de
igualdad absoluta, es decir, que tiene que ofrecer la misma instrucció n para todos los hombres,
con independencia de la clase a la que pertenece. Esta educació n tiene que contar con
instrucciones de tipo intelectual y también manual, de cará cter científico y cotidiano. Los
hombres deben contar con herramientas suficientes para poder crear lazos que les unan en una
misió n compartida y solidaria.

Sin embargo, cuando habla de una educació n integral para todos, encuentra que no
basta con formar a todos por igual, sino que es necesario transformar las bases sociales,
políticas y jurídicas de toda la sociedad con el fin de que una educació n integral pueda servir
para alcanzar la libertad. Cuando la educació n es igual para todos, pero la estructura que
determina la sociedad se mantiene intacta, esta ú ltima ejerce una fuerza mayor sobre los
hombres instruidos y finalmente consigue mantener las cosas tal como se presentan. Es decir,
que no basta con instruir a los hombres para que éstos por sus propios medios alcancen la
emancipació n, sino que hay que emancipar primero a los hombres para que se desempeñ en en
un medio natural y social con arreglo a aquellas disposiciones que nacen de sus libertades.

Por ello el autor sostiene que el camino no es dotar de una nueva moral a los hombres,
sino crear y proyectar una moral de la que los hombres futuros puedan participar. Cuando los
hombres se encuentren en la línea entre lo natural y lo social, dentro de una moral que les
confiere libertad y un sentido de la vida distinto, entonces, será n libres de elegir entre las
posibilidades que el mundo ofrece. Podrá n elegir qué materia estudiar, qué carrera escoger, e
incluso encontrará n un aprendizaje provechoso en el error.

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