En este texto se comienza explicando cómo las escuelas elementales a pesar de poseer un

currículo bastante generalizado y normalizado existen dentro de ellas grandes diferencias que
suponen implicaciones en el cambio social y movilización social . Así, este autor divide las
escuelas en cuatro tipos :Escuelas de clases trabajadoras , escuelas de clase media, escuelas
profesionales para familias acomodadas y escuelas de élite para ejecutivos.

El primero de estos tipos, la escuela de clases trabajadoras, se caracteriza porque la mayoría

de los padres de los estudiantes tienen trabajos no cualificados o semicualificados y sus
estudiantes son heterogéneos tanto dentro de la misma raza blanca como en la inclusión de
estudiantes de otras razas. Asimismo, la mayoría de los docentes son procedentes de la misma
ciudad aunque muchos de barrios diferentes al de la escuela, habiéndose graduado en
escuelas universitarias locales, existiendo una mayor parte de docentes masculinos que
femeninos y encontrándose gran parte de ellos en situación de soltería. En su investigación,
Anyon, presenta alguna de las opiniones de los profesores de estas escuelas acerca de lo que
se debe enseñar y de los propios alumnos, pudiéndose vislumbrar cómo estos docentes
coinciden en que los estudiantes no están preparados para asumir contenido reflexivo por lo
que únicamente se les imparten informaciones básicas que conlleven procedimientos
concretos. Asimismo, el autor resalta la resistencia del alumnado dentro de este tipo de
escuelas, afirmando como existen acciones activas que intentan impedir el buen
funcionamiento de las clases, tanto pasivas mediante una inactividad en estas.

Por otro lado, la escuela de clases medias se caracterizan por unos progenitores con trabajos
manuales, de oficina cualificados o profesionales de clase media tradicionales, así como
docentes que suelen vivir en el propio vecindario de la escuela, en algunos casos casados con
otros docentes del mismo centro y licenciados en una escuela de magisterio estatal local y en
las que las posibles diferencias entre alumnos intentan ser subsanadas mediante trabajo y
actividades en equipo. En este caso, el autor observa cómo los profesores sí confían en la
posibilidad de sus alumnos para aprender y ponen énfasis en la comprensión de la materia y
no tanto en el procedimiento. Mientras que en el caso anterior se daba importancia a la
resistencia del alumnado, en estos casos se opta por las numerosas posibilidades de los
alumnos, implicando así ciertos valores como el pluralismo cultural, la etnicidad o los
derechos como ciudadanos.

En el caso de de las escuelas profesionales para familias acomodadas, los padres de los
estudiantes poseen trabajos bien remunerados , pudiéndose encontrar no obstante tanto algún
número de familias menos adineradas y otras tantas que superan esta media de recursos
económicos. Los docentes proceden de diferentes lugares del estado, de clase media alta,
siendo la mayor parte mujeres casadas con otros profesionales . Estos profesores opinan que
la importancia de la educación está en la propia realización personal de los alumnos, en su
creatividad así como el descubrimiento y reflexividad individual. Según, Anyon, este tipo de
escuelas pueden caer en la búsqueda de un individualismo extremo, y aunque asumen y
reflexionan acerca de problemas sociales existentes, puede basarse demasiado en la propia
persona y no en lo ajeno.

Por último, encontramos la escuela de élite para ejecutivos, en la que los padres de los
estudiantes son altos ejecutivos, se caracteriza por un homogeneidad de los estudiantes y un
rechazo a lo diferente siendo de gran importancia la pertenencia a la clase social. Los
docentes proceden de clases medias altos, no obstante, de clase inferior a la de sus alumnos,
siendo en su gran mayoría mujeres casadas con profesionales o hombres de negocios. Estos
docentes dan importancia al razonamiento y a la resolución de problemas por parte de sus
estudiantes, así como a la preparación para las mejores escuelas y trabajos. Así, este tipo de
escuelas se basan en la excelencia y para ello una gran autodisciplina y control de las reglas.