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Francisco Manuel Ramírez López

Ensayo. “ El reparto agrario en Yucatan, durante el cardenismo”

Siendo el año 2020 y a 83 años de la reforma agraria cardenista que se dio en el


Estado de Yucatan, me dio una gran inquietud por adentrarme un poco más al tema, ya
que el problema de las comunidades indígenas y los pueblos agricultores en México
aún siguen teniendo graves problemas, aún no han contado con un gran apoyo por
parte del gobierno para poder obtener una vida digna y que se les vea como parte de
país. Se les ha dejado de lado y no se les ha proporcionado de gran herramientas para
que puedan realmente salir adelante, y de esto se han aprovechado en tiempos
contemporáneos los intermediarios para que ellos tengan la mayor ganancia beneficio
de la agricultura.

Es por esto qué me ha surgido la duda de como fue que se dio el reparto agrario en
México durante el mandado de Lázaro Cárdenas, ya que no me podía enfocar en todo
el paìs, pues sería muy extenso, decidí enfocarme en el Estado de Yucatán, ya que ahí
se había dado la famosa guerra de Castas entre los años de 1847-1901, por lo tanto
los indígenas que habitaban esas zonas eran mayas, descendientes de los mayas que
lucharon en la guerra de Castas.

Bajo el mando del presidente Lázaro Cárdenas se hizo la mayor repartición de tierras
en el país y no cabe duda alguna que la base social en la que Cárdenas tenía el apoyo,
era de los obreros y del campesinado, el les dio una mayor fuerza política y social, no
me atrevería a decir económica, pero claro que se preocupaba por sus bases obreras y
campesinas para una mejor vida. Es por eso que el sector campesino tuvo una amplia
simpatía por Cárdenas, y este tenía que aplicar la Reforma Agraria, en favor de los
pueblos agricultores.

En el periodo presidencial de Cárdenas la reforma agraria tomó un matiz importante,


como una operación estratégica, económica, social y política. Se encaminó con romper
la estructura de las haciendas, y se le quería dotar al ejidatario (ex peones, ex
comuneros, peones libres) del poder para que él mismo transformara su entorno y
disminuir las desigualdades sociales que existía. Se quería, que el ejido fuera el
sistema básico de la producción agrícola del país.
Sin embargo, cabe mencionar que antes de que Cárdenas llevara a cabo esta reforma
agraria, que por cierto, esta estaba planteada en la llamada Ley Agraria de 1915. En
donde en Yucatán se llevó a cabo ese mismo año bajo el gobierno de Salvador
Álvarado con una liberación de peones de 60 000 siervos. Y años más tarde fue Felipe
Carrillo Puerto quien repartió más de 600 000 hectáreas de tierra, que correspondían a
terrenos nacionales o tierras de comunidades que carecían de documentación para
demostrar que eran de su propiedad. 1 En ninguno de estos dos gobiernos se
expropiaron tierras de hacendados que estuvieran ocupadas.

Regresando al tema de las haciendas, no es para nada un secreto que en estas los
trabajadores vivían en plena miseria, los peones acasillados eran los que sufrían en las
haciendas, si vivían ahí, vivían de una forma deplorable, sus ingresos venían por parte
del hacendado y se les cedía una pequeña parcela para sembrar, realmente era una
forma de esclavitud. Y para los años de 1930, se calcula que había alrededor treinta mil
campesinos henequeneros considerados peones acasillados. 2

Para los trabajadores yucatecos, las cosas no eran tan distintas que para los peones
acasillados, ya que no había mucho trabajo en la zona y los que tenían la suerte de
encontrar un trabajo ganaba 74 centavos al día, si consideramos que el salario mínimo
oficial para los años de 1935-1936 era de $1.50 a $3.00 al día 3, pues vemos que
ganaban menos de la mitad del salario mínimo mas bajo.
Esto nos da una perspectiva que los trabajadores del campo vivían en una absoluta
miseria, no tenían garantías de vida digna, ya que ni siquiera alcanzaban a tener un
salario mínimo con cual pudieran vivir de una forma digna, algo que desgraciadamente
no a cambiado mucho desde entonces.
1 Sierra Villarreal, José Luis; Paoli Bolio, José Antonio. Cárdenas y el reparto de los
henequenales. Secuencia, [S.l.], n. 06, p. 033, ene. 1986. ISSN 2395-8464. Disponible en:
<http://secuencia.mora.edu.mx/index.php/Secuencia/article/view/152/141>. Fecha de acceso: 09 jul. 2020
2 Sierra Villarreal, op cit. p 35
3 Sierra Villarreal, op cit. p 40
El reparto agrario era algo que se tenía que lograr en el país, no se podía seguir
postergando ya que si no sé hacia, muy probablemente se vería afectada la
tranquilidad que gozaba el país.

Era claro que la clase privilegiada en este caso los hacendados, para nada estarían de
acuerdo en esta reforma agraria ya que esta fraccionaria sus propiedades y la
sustituiría por los ejidos.

Los hacendados sabían que no podían evitar el reparto de tierras pero sí podían
negociar algunos de los términos del como y cuando se haría este reparto de tierras.
Crearon la Asociación de Defensa de la Industria Henequera para crear una estrategia
a fin de orquestar sus esfuerzos a una sola causa. Su círculo de esta asociación se
rodeo con relaciones de organizaciones políticas y relación con funcionarios públicos
de alto nivel.
Las distintas organizaciones anarquistas veían el reparto agrario, como una
transformación del campesino que lo llevaba a un al aburguesamiento, convirtiéndolo
en un apoyo corporativo del Estado, por lo cual apoyaban a los hacendados en esta
lucha en contra del repartimiento de tierras.4

A parte de que los hacendados no querían que se les quitaran sus tierras, tenían otro
problema, ya que, el Banco Nacional de Crédito Ejidal asumiría el control de la
producción, en el cual tomarían el total control de la producción y aparte de que pasaría
la producción de manos privadas a manos del Estado, este ultimo tomaría todas las
decisiones y se reprimiría el proceso de politización por parte de los trabajadores
rurales.5
Peones acasillados fueron movilizados por parte de los dueños de las haciendas,
manipulándolos para que pelearan junto con ellos contra el reparto agrario, que este
último provocaría la pérdida de sus tierras, trabajo, familias y “bienes”. Claro, creo que

4 Sierra Villarreal, op cit. p 42


5Baños Ramírez, O. (1988). Los nuevos campesinos de México : el caso de Yucatán. Estudios
Sociológicos De El Colegio De México, 6(17), 309-335. Recuperado a partir de
https://estudiossociologicos.colmex.mx/index.php/es/article/view/1036
para los peones acasillados, que no tenían otra forma de vivir más que en la hacienda,
tenían miedo que los ejidatarios les hicieran perder lo poco que tenían y fue lo que los
alentó a estar en favor de los hacendados y aparte es que creo que no tenían muchas
otras opciones.

En contraparte, el gobierno cardenista se apoyó en distintas organizaciones políticas


que fueran en contra de los intereses de los hacendados, profesionistas, maestros
estudiantes, líderes obreros y líderes gremiales, estuvieron del lado del gobierno
cardenistas. Por otra parte militantes del PCM de Yucatán y líderes sindicales
formarían la Federación Sindical Independiente 6.

De nuevo Cárdenas veía en las masas populares su gran apoyo para poder tener un
contrapeso de poder, en contra de los hacendados. Le fue muy importante el apoyo de
estos sectores de la población de Yucatán para poder nulificar de cierta forma el poder
que tenían los hacendados.

En conjunto el gobierno federal, estatal y la FSI, pudieron llegar y ampliar la influencia


de los peones acasillados, algunos se cambiaron de bando, ya que los hicieron
consientes de que los hacendados solamente estaban protegiendo sus intereses, y que
ellos como desde siempre, sólo estaban siendo utilizados, con lo que violentaron el
tradicional modo de vida que tenían los peones acasillados y estos siguieron
contagiando a otros.

Lo que hasta aquí me ha hecho reflexionar sobre la reforma agraria es el ¿Por qué,
algunos peones, campesinos, trabajadores, apoyaban a los hacendados o bien todavía
no tomaban partido por uno o por el otro? ¿No todos querían una reforma agraria? ¿No
veían en ésta una mejoramiento en sus condiciones de vida?
A lo que yo pensaría, que sí. Con una dotación de tierra a que se le otorgará a un
campesino, o trabajador de la tierra, creo que bien podría mejorar sus condiciones de
vida. Pero como lo dije anteriormente, el control de la producción pasaría al Banco de

6 Sierra Villarreal, op cit. p 43


Nacional de Crédito Ejidal, por lo tanto, esto me hace pensar que seguirían trabajando
para otro patrón, que esta vez, seria el Estado. Lo que me hace reflexionar que esos
fueron algunos de los motivos por los cuales no veían con buenos ojos la repartición de
las tierras.

El ejido colectivo no era bien visto por algunos trabajadores y hacendados, pero
tampoco por algunos de los ex peones acasillados, ya que ellos solamente sabían
trabajar para el hacendado, y no tenían una idea de una organización colectiva para la
producción.

Por otro lado los trabajadores y sus sindicatos solo querían mejoras laborales, no veían
en el ejido una vía para una mejor calidad de vida, por lo que a veces se podía llegar a
confundir su lucha con una alianza con los hacendados. Tenían la duda de seguir
trabajando como jornaleros y obtener un mejor contrato colectivo o volverse
propietarios de una tierra que no les garantizaba tener éxito.
Pero la repartición se hizo, estuvieron muchos a favor y muchos otros en contra, pero
el gobierno necesitaba llevar a cabo la reforma agraria. Cárdenas a mi parecer sentía
que era su deber como revolucionario el hacer esta repartición de tierra.

En mi pensar y con los textos que leí para ayudarme a hacer este ensayo, me doy
cuenta que es de esas buenas acciones que se hacen, pero que no fueron muy bien
planteadas, del como se deberían de hacer, ya que no solo se trataba de entregar
tierras por el simple hecho de una buena voluntad o porque uno pensaba que era lo
mejor para la comunidad, se tenía que dotar al campesino, trabajador, ex peón
acasillado de herramientas para poder lograr una buena repartición, para que pudieran
sacar provecho a las tierras que se les estaban otorgando. Creo que al presidente
Cárdenas y sus colaboradores, tuvieron la buena intención pero que no lograron cuajar
el proyecto, se les olvidó una pequeña gran cosa, que a las personas que se les doto
de tierra, no tengo la duda de que sabían trabajarla, sabían explotarla, pero no sabían
como administrarla, no tenían una idea de como trabajarla colectivamente.
Se les dio tierras a algunos ejidatarios, pero muchas de estas tierras estaban sobre
explotadas, algunos no obtuvieron créditos agrícolas, algunos otros no tenían una gran
experiencia laboral, administraban mal su dinero, o las tierras de las que fueron
dotados eran muy tiernas para poder plantar.7

Es claro que fallaba el programa del presidente Cárdenas, con la realidad social ,
económica y política del Estado de Yucatán. Me parece que no se pusieron a pensar
que a los ciudadanos que se les dio la tenencia de la tierra no tenían una idea de como
administrarla en todo su conjunto, solo la sabían trabajar.

Por todo ello los ex hacendados regresaron a la lucha con su cooperativa “ Henequeros
de Yucatán” con ayuda del gobernador Canto Echeverria, que esta cooperativa se
conformaría de productores privados y ejidales. Esto sin duda fue un duro golpe para lo
que tenía planteado el programa agrarista, ya que “272 ejidos y cerca de 50 000
ejidatarios quedaron formalmente incluidos en ese gran ejido” 8. Con esta gran
empresa, los ejidatarios se volverían a convertir en simples trabajadores de una gran
hacienda, en donde se les pagaría de acuerdo al trabajo realizado.

Esta gran hacienda - corporación, estaría en manos de la burocracia, los funcionarios


de esta corporación eran en su gran mayoría ex-administradores y ex- hacendados.
Esto hizo que se formara una nueva organización aparte de los ejidatarios, una
redistribución de poder que ya no solo quedaba en manos de Banco Ejidal, sino de esta
nueva corporación que se conformó en base de los intereses de la burocracia local. En
donde los trabajadores volvían al mismo método de pago antes de la reforma agraria
ya que los “Henequeros” hacían el pago directo al trabajo y no a la producción. 9

Cabe mencionar que según cifras oficiales “en 1938, había en la zona henequenera 31
310 ejidatarios beneficiados y 13 000 en espera de su correspondiente dotación de
henequenales. En 1943 “Henequeneros de Yucatán” reportó solo la participación de 23

7 Lapointe, Marie, “La reforma agraria de Cardenas en Yucatán (1935-1940) p 42


8 Baños, Othón, op cit. p 320
9 Baños, Othón, op cit, p 321
800 ejidatarios”10 Queda claro que los ejidatarios veían mas viable la opción de seguir
siendo trabajadores, que cultivar su propia tierra por aparte y rendir cuentas al Banco.

Otro datos nos da que en el año de 1940 los trabajadores agrícolas estaban divididos
en dos categorías: “ los que se quedaron bajo el control de los hacendados,
asalariados, y los convertidos en propietarios, convertidos en propietarios colectivos,
sin sindicatos eficientes. Estos dos cuando no habían escogido antes la migración“ 11

Bien podría llegar a la conclusión de que la reforma agraria en el Estado de Yucatán, el


problema no era solamente la tenencia de la tierra por parte de los hacendados y pasar
a dársela a los trabajadores, se tenía que dotar de mas herramientas a los campesinos
para poder haber hecho funcionar el ejido que planteaba el programa agrario de de
Cárdenas.
Creo que no fue bien estudiado este programa, ya que como pude observar, realmente
no era una petición colectiva el repartimiento de la tierra, por parte de los trabajadores y
de los peones acasillados, se podría decir que, los quisieron convertir en campesinos
por imposición, ademas que se les doto realmente de un poder autónomo que les
permitiese controlar su propia organización y su producción que estaba en manos del
Banco Nacional de Crédito Ejidal, que era el que controlaba la producción de
henequén, los créditos y los pagos.
No escucharon a los trabajadores que solo pedían una mejora de salario, que tal vez
con eso los hubieron podido ayudar más hacerlos sentir más seguros, y dándoles a
entender que se conformaran con el reparto de la tierra, y no podrían demandar otra
cosa, como si la tenencia de la tierra se resolverían todos su problemas.
Con la reforma agraria creo que se hizo con una buena intención como lo dije antes,
pero también como un hecho para ponerle fin a la revolución mexicana, con esto
cumplirían una de las demandas mas importantes de la revolución. Fue algo favorable
para el gobierno, ya que logró uno de sus cometidos, pero para nada creo que
solucionó los problemas de los trabajadores agrícolas.

10 Baños, Othón, op cit, p 328


11 Lapointe, Marie, “La reforma agraria de Cardenas en Yucatán (1935-1940) p 47
Como se pudo observar, se regresó a la hacienda pero de una manera disfrazada, y sin
ninguna reforma laboral en favor de los trabajadores y de los peones acasillados.
Los más rico volvieron a tener el control de las tierras y de los trabajadores, los
indigenas pobres se aglutinaban con la “Henquenera de Yucatán”, o dependían
económicamente del Estado, solo cambiaron de patrón.

Fuentes utilizadas

Baños Ramírez, O. (1988). Los nuevos campesinos de México : el caso de


Yucatán. Estudios Sociológicos De El Colegio De México, 6(17), 309-335. Recuperado
a partir de https://estudiossociologicos.colmex.mx/index.php/es/article/view/1036

Lapointe, Marie, “La reforma agraria de Cardenas en Yucatán (1935-1940), disponible


en https://www.colmich.edu.mx/relaciones25/files/revistas/021/MarieLapointe.pdf

SIERRA VILLARREAL, José Luis; PAOLI BOLIO, José Antonio. Cárdenas y el reparto
de los henequenales. Secuencia, [S.l.], n. 06, p. 033, ene. 1986. ISSN 2395-8464.
Disponible en:
<http://secuencia.mora.edu.mx/index.php/Secuencia/article/view/152/141>. Fecha de
acceso: 21 de junio. 2020

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