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LA HEPATITIS

325 millones de personas en el mundo, tienen algún tipo de hepatitis. Aprende a


reconocer sus síntomas y conoce cómo es la más peligrosa.

Hace un par de años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un


comunicado donde informaba el número de muertes por hepatitis alrededor del
mundo se ha incrementado, al punto de que las cifras ya son comparables a los
fallecimientos debidos al VIH o sida (virus de inmunodeficiencia humana).

La diferencia está, en que mientras las muertes por VIH han ido disminuyendo, el
número de personas que han muerto por hepatitis han ido aumentando.

En este punto, es necesario precisar que la OMS en ese mismo comunicado


indicó la generalización de la vacuna contra la hepatitis B en la década del 2000,
redujo la manifestación de esta forma del virus de un 4.7% a un 1.3% en los
niños menores de cinco años.

De lo anterior, se deduce que tanto la información suministrada al público en


general, como la implementación de la vacuna, fueron variantes que favorecieron
a la reducción del porcentaje.

Resulta entonces imprescindible que conozcamos algunos detalles puntuales de


la misma.

¿Qué es la hepatitis y por qué se presenta?


El dolor
abdominal es uno de los síntomas de la hepati ti s.
La hepatitis es una enfermedad inflamatoria del hígado que imposibilita su
correcto funcionamiento, limitando así muchas funciones vitales. Puede ser
aguda, es decir, con un inicio y un fin claramente definido o crónico, que es
cuando la enfermedad perdura en el tiempo con una lenta progresión.

Esta enfermedad hepática, puede darse como efecto secundario por el contacto
con sustancias químicas tóxicas, como el alcohol o las drogas.

También puede ser infecciosa, causada por la intromisión de algún


microorganismo. Se cinco cepas distintas del virus que causa la hepatitis: A, B,
C, D y E.

Tipos de hepatitis

A continuación, se detallan los tipos de hepatitis de acuerdo con los síntomas


que provocan, sus causas y el tratamiento que en particular.

Hepatitis A
La
vacunación temprana, es la mejor manera de prevenir la hepati ti s A.
La hepatitis tipo A, es el tipo más infeccioso de esta enfermedad inflamatoria del
hígado. Sus síntomas incluidos, entre otros, náuseas, dolor de estómago, fatiga y
coloración amarillenta en la piel.

Es aguda, esto quiere decir, que aparece de repente pero dura relativamente
poco tiempo y luego desaparece, sin dejar ningún daño permanente en el hígado.
Puede llegar a durar hasta dos meses.

Puede surgir en forma de brotes epidémicos esporádicos en poblaciones de todo


el mundo y persistir en el tiempo durante meses, a través del contacto directo de
persona a persona o contaminación de alimentos o bebidas.

Por suerte, casi todos los pacientes se recuperan fácilmente e inmunidad por el
resto de sus vidas. Se puede prevenir con la vacunación.

Causas

Las causas principales de contagio de la hepatitis A, son el consumo de agua


insalubre y de alimentos contaminados con las heces o sangre de una persona
infectada.
Esto puede ocurrir, cuando por ejemplo alguien va al baño, realiza algún tipo de
evacuación y seguidamente se dedica a la manipulación y preparación de
alimentos, sin tener que lavar las manos.

Otras vías de contagio son:

 El uso de drogas intravenosas con inyectadoras compartidas.


 Comer mariscos crudos (podrían estar contaminados).

Es preferible
comer mariscos frescos y que hayan sido muy bien cocinados.
 El contacto directo con una persona que tiene el virus, aún cuando no
presenta síntomas.
Síntomas

Los síntomas de la hepatitis A, normalmente se manifiestan entre las dos y seis


semanas luego del contagio, sin embargo, en ocasiones pueden cursar sin
presentar ninguna sintomatología.

Cuando lo hace, son los siguientes:

 Coloración amarillenta de la piel y los ojos, conocida como ictericia.


 Orina oscura.
 Náuseas y vómitos repentinos.
 Dolor abdominal.
 Fatiga constante.
 Evacuaciones del color de la arcilla.
Tratamiento

Se aconseja reposo durante el tiempo que dure la enfermedad, una  dieta


nutricional recomendada para el caso del paciente en particular,  evitar el alcohol
por completo y no automedicarse con  antieméticos  o pastillas para los vómitos.

Prevención

En el caso de la hepatitis A, la vacuna es el mejor método de prevención contra


la enfermedad.

También, lavar las manos antes y después de ir al baño y al manipular alimentos


disminuyen la posibilidad de contagio.

Hepatitis B

Esta es una infección grave del hígado, porque puede llegar a ser crónica y durar
hasta seis meses, en el cual los riesgos de sufrir insuficiencia hepática, cirrosis o
cáncer en el hígado están siempre presentes.

En este tipo de hepatitis, la edad es un factor relevante que predispone a la


cronificación de la misma. Así, mientras más joven sea el paciente (bebés y niños
pequeños), más posibilidad tiene que su padecimiento se haga crónico.

Lamentablemente, aunque existe una vacuna para prevenirla, una vez que se ha
contraído, si llega a hacerse crónica, puede durar toda la vida generando
complicaciones serias que pueden propiciar la necesidad de un  trasplante
hepático  , aunque no siempre es el caso y el niño se recupera por completo.

Causas

El modo de transmisión de la hepatitis B es por medio del contacto directo con la


sangre, el semen o las secreciones vaginales cuando tienen relaciones sexuales
con una persona infectada.

También existen otras formas de contagio, como compartir agujas intravenosas y


de la madre al hijo durante el parto.
Otra ruta de contagio de este tipo de hepatitis, es a través de pinchazos
accidentales con una aguja infectada. Este tipo de contagio afecta a los
trabajadores en el área de salud.

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