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FACULTAD DE MEDICINA
T E S I S
P R E S E N T A
1
ÍNDICE:
TÍTULO
RESUMEN
MARCO TEÓRICO
PLANTEAMINETO DEL PROBLEMA
JUSTIFICACIÓN
HIPÓTESIS
OBJETIVOS
MATERIAL Y METODOS
o DISEÑO EXPIREMENTAL
o POBLACIÓN DE ESTUDIO
o MUESTRA DE ESTUDIO
o TAMAÑO DE MUESTRA
o GRUPO DE ESTUDIO
o CRITERIOS DE SELECCIÓN
o VARIABLES
o DESCRIPCIÓN DE PROCEDIMIENTOS
o ANÁLISIS ESTADÍSTICO
o CONSIDERACIONES ETICAS
o CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
o RECURSOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ANEXOS
2
TÍTULO DE TESIS:
Correlación entre el sistema Ti-rads y la citología, en la detección de nódulos
tiroideos sospechosos de malignidad.
RESUMEN:
MARCO TEÓRICO:
El esqueleto del cuello está constituido por las vértebras cervicales, el hueso
hioides, el manubrió del esternón y las clavículas. La región cervical de la columna
vertebral se encuentra formada por siete vertebras cervicales (C1 a C7), las cuales
rodean y protegen la médula espinal y las meninges. Los cuerpos vertebrales
tienen una función de sostén de la cabeza, así mismo, los espacios
intervertebrales que en su interior contienen a los discos intervertebrales proveen
estructuralmente la flexibilidad y movilidad al cuello (17).
Las vertebras cervicales presentan una división conocida la cual esta dada por su
morfología, las vertebras típicas dentro de las que se encuentran C3, C4, C6 y las
atípicas las cuales son C1, C2 y C7. Las vertebras cervicales típicas se
caracterizan por que su cuerpo vertebral es pequeño y mas largo en su eje latero-
lateral, su cara superior es cóncava mientras que la cara inferior es convexa. El
agujero vertebral es grande y tiene una morfología circular. Las apófisis
transversales de todas las vértebras cervicales, tanto típicas como atípicas
excepto C7, cuentan con agujeros transversos para los vasos vertebrales por los
que pasan las venas vertebrales y las arterias vertebrales. Las apófisis espinosas
son cortas, cabe mencionar que en personas de ascendencia europea es mas
común observar que estas apófisis sean bífidas de forma normal. Al hablar de las
vértebras atípicas como se menciona anteriormente se hace referencia a C1, C2 y
C7, las cuales tienen algunas particularidades individuales. C1 o mejor conocida
como “atlas” es una vertebra con forma de anillo arriñonado que carece de apófisis
espinosas y de cuerpo, por lo que su estabilidad estructural esta formada por la
presencia de dos arcos, un arco anterior y otro posterior, además de que su
caseta superior es cóncava debido a que recibe los cóndilos occipitales. Por otro
lado tenemos a C2 o también conocido como axis la cual se caracteriza por tener
desde su cuerpo un apófisis en forma de clavija los cual es conocido de forma mas
habitual como apófisis odontoides. Por ultimo dentro de las vertebras cervicales
atípicas se encuentra C7, también conocida como vértebra prominente, la cual es
3
llamada así debido a su larga apófisis espinosa, la cual nunca debera ser bífida, a
su vez sus apófisis transversas son grandes con agujeros transversos
pequeños(18). (Figura 1).
El hueso hioides, es un hueso movil y el cual se sitúa en la parte anterior del cuello
a nivel de la tercera vertebra cervical, justo en el ángulo entre la mandíbula y el
cartílago tiroides. El hioides se encuentra suspendido por músculos que los
conectan a la mandíbula, las apófisis estiloides, el cartílago tiroides, el manubrio y
a las escápulas. El hueso hioides se considera único debido a que este hueso
tiene la particularidad de estar separado tanto del esqueleto axial como del
esqueleto apendicular y por lo tanto no se encuentra articulado con ningún otro
hueso. Morfológicamente el hueso hioides se le llama así debido a que tiene forma
de “U”, este se compone de un cuerpo, dos astas mayores y dos astas menores,
4
funcionalmente el hioides sirve de inserción para los músculos anteriores del
cuello y como apoyo para mantener la vía aérea abierta (18). (Figura 2).
5
tráquea y el esófago. En su interior también se encuentras los músculos digástrico
y omohioideo. La lámina prevertebral
de la fascia cervical profunda forma una vaina tubular para la columna vertebral y
los músculos asociados a la columna cervical de forma anterior, los escalenos en
los extremos laterales y los músculos profundos del cuello en sus limites
posteriores. Cabe mencionar que en sus limites laterales se fusiona la vaina axilar
rodeando a los vasos axilares y a el plexo braquial (14). (Figura 3).
6
asocia con vasos y nervios que se dirigen o retornan de los miembros
superiores(18). (Figura 4).
7
músculos infrahioideos son el omohioideo, esternohioideo, tirohioideo y
esternotiroideo (18). (Figura 5).
El triángulo posterior del cuello se encuentra sobre la cara lateral del cuello y se
continua directamente con el miembro superior como ya se mencionó
anteriormente. Por su parte, el triángulo posterior del cuello se subdivide en base
al cruce del vientre inferior músculo omohioideo dividiéndolo en un triángulo
subclavio o omoclavicular y el triángulo occipital el cual es mucho mas grande. En
el interior del triangulo posterior se encuentran la vena yugular externa, la vena
subclavia, la arteria subclavia y sus ramas, la arterias cervical transversa y
supraescapular, así como el nervio accesorio (IX) y el plexo braquial (17). (Figura 6).
8
Figura 6.- Subdivisión del triángulo posterior
Drake, R. L., Vogl, W., & M., M. A. W. (2015). Gray anatomía para estudiantes: Tercera Edición. Elsevier.
9
- El nivel IV comprende desde la cara inferior del cricoides hasta la punta del
manubrio del esternón y anterior al borde posterior del músculo
esternocleidomastoideo.
- El nivel V esta delimitado posteriormente al esternocleidomastoideo y
anterior al músculo trapecio, encima del nivel de la clavícula.
- El nivel VI se encuentra inferior al hueso hioides y por encima de la
escotadura yugular del esternón en la línea media.
- El nivel VII se ubica por debajo del nivel de la escotadura yugular del
esternón. (Figura 7).
11
anterolaterales de la tráquea, el cartílago cricoides y la parte inferior del cartílago
tiroides, ademas presenta un istmo que conecta los lóbulos laterales y cruza las
superficies anteriores del segundo y tercer cartílago traqueal (14). (Figura 9).
12
incluyendo los polos inferiores de la tiroides. Posteriormente las arterias
superiores e inferiores derechas e izquierdas se anastomosan ampliamente dentro
de la misma tiroides, asegurando su correcta irrigación, además de proporcionar
un circulación colateral entre las arterias subclavias y carótidas externas (19).
13
paratraqueales drenan en los nódulos cervicales profundos inferiores . (Figura
(18)
11).
14
tienen una forma escamosa a cilíndrica baja y esta variación depende de los
estímulos endocrinos. Estas células tienen un núcleo redondo con dos nucleolos y
citoplasma basófilo. El retículo endoplasmático rugoso se observa distendido y
muestra zonas sin ribosomas. También poseen múltiples lisosomas localizados
apicalmente, sus mitocondrias son en forma de bastón y aparato de Golgi
supranuclear con numerosas vellosidades que se extienden al coloide. El yodo es
esencial para la síntesis de las hormonas tiroideas; la yodación ocurre en los
folículos, en la interfaz coloide-célula folicular (23). (Figura 12)
Características ecográficas:
15
En condiciones normales, la tiroides se identifica como una estructura homogénea
de mayo ecogenicidad a los músculos, sus bordes son bien definidos, resultando
del resto de las estructuras de la región anterior del cuello (24).
16
delgadas anteriores a la glándula con un patrón estriado, lateral a la glándula se
observan los músculos esternocleidomastoideos como bandas ovaladas y más
grandes, a su vez en la región central y dividiendo cada lóbulo se encuentra la
traquea observada como una imagen hipoecoica con una sombra sucia debida a
que la reverberancia ocasionada por el aire en su interior, en las regiones
posteriores adyacentes a la tráquea y por lo general ubicada a la derecha se
observa una estructura cilíndrica que corresponde a el esófago y que durante lo
movimientos de deglución este puede moverse de lado a lado. También es
importante mencionar que lateral a cada lóbulo se observa dos estructuras
anecoicas tubulares que llevan un trayecto longitudinal que corresponden a la
arteria carótida común y la vena yugular interna (14,24). (Figura 14).
17
almacenando en el coloide en cantidades tales que en situaciones de deficiencia
de yodo estas se pueden seguir secretando de forma normal hasta por 100 días.
La peroxidasa tiroidea es una hemoproteína glicosilada, unida a la membrana
apical del lado extra celular de los folículos tiroideos Esta enzima cataliza dos tipos
de reacciones, la primera uniendo a una molecula de monoyodotirosina con una
de diyodotirosina para formar T3 y la unión de dos moléculas de diyodotirosina
para formar T4, previo a esta catalización el yoduro tiene que ser oxidado,
realizándose a través del peróxido de hidrógeno (25). (Figura 15).
18
célula objetivo, una vez aquí esta empieza su acción, siendo utilizada lentamente
con un periodo de acción prolongado (23, 25).
Otra función de las hormonas tiroideas es estimular casi todas las fases del
metabolismo de los hidratos de carbono, por ejemplo, una de las funciones de
mayor relevancia es la captación de glucosa por las células, aumento de la
glucólisis y el incremento de la gluconeogenia, a nivel digestivo incrementa la
secreción de insulina. El metabolismo de los lípidos también se ve afectado por
las hormonas tiroideas, provocando una incremento de la movilización del tejido
adiposo, lo que disminuye los depósitos de grasas del organismo. A nivel
plasmático esta movilización de lípidos induce un descenso de la concentración
plasmática de colesterol y triglicéridos, pero como consecuencia aumenta la
oxidación celular y aumenta la cantidad de ácidos grasos libres. Por el contrario
en pacientes con hipotiroidismo crónico no controlado condiciona que el paciente
presente aumento de los depósitos de grasa a nivel hepático y también una
arteriosclerosis grave. Al conocer estos últimos aspectos mencionados es fácil de
entender que los pacientes que se encuentran con un incremento del numero de
hormonas tiroideas circulantes tienden a perder peso, mientras que las personas
que presenta disminución de estas hormonas, tienden a incrementar su peso
corporal (23).
19
A nivel sistémico, las hormonas tiroideas presentan múltiples funciones. En el
sistema cardiovascular se observa un aumento del flujo sanguíneo y del gasto
cardiaco, aumento de la frecuencia cardiaca, aumento de la fuerza cardiaca, y de
forma consiguiente presenta una elevación sistémica de la presión arterial. A nivel
pulmonar se observa un aumento de la frecuencia respiratoria y el esfuerzo
respiratorio incrementando la formación de CO2 y las necesidades de O2. Por
otro lado, en el sistema digestivo, aumento la actividad peristáltica de forma
difusa, por lo que secundariamente aumenta el apetito y el consumo de
alimentos, a nivel gástrico aumenta la cantidad de acido clorhídrico producido. En
el sistema nervioso central se aprecia una aceleración de la función cerebral pero
también puede provocar problemas de concentración. A nivel muscular se
desencadena una reacción muscular importante, sin embargo cuando los niveles
aumentados persisten elevados, debido al incremento del catabolismo de las
proteínas se observado una importante pérdida muscular, al incrementar la
función de la contracción muscular, esto ejerce un efecto de agotamiento
muscular y al aumentar la función cerebral por lo general los pacientes cursan
con problemas de conciliación del sueño (25). (Figura 16).
20
En orden de que el cuerpo permanezca en homeostasia, y se mantenga una
actividad metabólica normal, el organismo controla las cantidades de hormonas
tiroideas secretadas, para poder regular esto existen mecanismos de
retroalimentación negativa en la que intervienen el hipotálamo y la adenohipófisis,
controlando así la secreción tiroidea. El hipotálamo produce la hormona liberadora
de tirotropina (TRH) la cual se encarga de estimular a la hipófisis y que por su
parte esta produzca tiroropina (TSH), esta por su parte será secretada y
estimulara a la glándula tiroidea para la producción de las hormonas tiroideas. Al
aumentar la concentración de hormonas tiroideas estos es captado mediante un
sistema de retroalimentación negativa por la adenohipófisis inhibiendo la secreción
de TSH en esta misma glándula y la producción de TRH a nivel hipotálamico(17).
(Figura 17).
Dentro de las teorías que describen el inicio y desarrollo de los diferentes tipos de
cáncer se encuentras 5 tipos principales de teorías, la primera teoría descrita fue
en 1911 por Peyton Rous el cual describió la “teoría viral del cancer”, la cual
menciona que u virus exógeno podía causar la aberración de la mitosis y así la
etiología del cáncer, esto se empezó a estudiar ya que en aquel entonces se
observo que un grupo de pacientes con leucemia tendían una infección viral en
común, sin embargo, alrededor de 1959 esta teoría fue parcialmente desechada
debido a que también se empezaron a observar pacientes con leucemia con
antecedentes de exposición a radiación ionizante.
21
La teoría del oncogén por su parte fue descrita en 1971 por Nixon quien retoma la
teoría originada por Rous, pero discrepa al decir que el virus no es el determinante
en el origen de una neoplasia, si no mas bien que el virus mas bien puede llegar a
ser el portador de una proteína que denomino como pp60, y que esta fuera la
verdadera causa de una mutación genómica y así originar a una incorrecta
mutación celular. A su ves, al continuar con los estudios, se demostró que estas
células que portaban el genoma ya se encontraban en el cuerpo del paciente y no
era algo adquirido si no mas bien era, algo que estaba latente y esperando a ser
activado por un factor circunstancial (26).
No fue hasta 1984 cuando se descubrió los tan llamados hoy en día como anti-
oncogénes, los cuales fueron descritos a partir de que se empezó a observar que
algunos carcinomas hereditarios como el retinoblastoma no se expresaba en todos
los pacientes, y se observó que molecularmente estos tenían una falta o
inactivación de dos alelos de un gen determinado para este tipo de cáncer,
frenando el origen natural de la enfermedad (26).
Por otro lado esta una de las teorías mas recientes que denominan como la teoría
de la inflamación o micro ambiente, la cual llega a complementar la teoría anterior
mas que a sustituirla , ya que esta menciona que los diferentes tipos de cáncer
son multifactoriales y que una de las causas propuestas es que el sistema
inmunológico juega un papel muy relevante, debido a que se observó que en
ocasiones una persona puede tener una falla en la reproducción celular y originar
una célula neoplásica, sin embargo, el sistema inmune puede detectarla y
eliminarla impidiendo su reproducción y mutación, pero en ocasiones estas células
neoplásicas pueden permanecer inactivas y pasar desapercibidas por el sistema
inmune por mucho tiempo, hasta que llega un determinado momento en que son
detectadas y por consiguiente también activadas, para continuar su acelerada
división celular (26).
22
mundial cerca de 300,000 casos nuevos de cáncer de tiroides, siendo que 270,000
de estos casos pertenecían al sexo femenino. En México según la INEGI durante
el año 2012 se tuvo alrededor de 2,361 casos nuevos de cáncer de tiroides (27).
23
ha propuesto que este tipo de radiación activa o causa una mutación de este gen,
volviéndose una etiología relevante. Ademas de las causas ya mencionadas
anteriormente, en años recientes se ha observado un aumento en el numero de
casos de neoplasias de esta glándula en personas con problemas nutricionales,
dentro de estos los mas relevantes son las personas con una disminución en su
ingesta de Yodo en su dieta diaria, por lo cual en muchos países dentro de los
que se encuentra méxico, la sal de mesa se encuentra por norma oficial
adicionada con Yodo, por otro lado dentro este espectro de causas nutricionales
se encuentra también la alta incidencia de obesidad en la población en general, lo
cual se ha asociado también con un aumento de la incidencia de cancer de
tiroides (15).
La patologías mas frecuentes encontradas dentro de este rubro son las imágenes
quísticas y las imágenes solidas dentro de las que entran los adenomas. Los
quistes son nódulos completamente anecoicos, con bordes regulares bien
definidos, sin embargo, los quistes coloides suelen acompañarse de una zona
ecogenica periférica, a pesar de esto, cuando se observa una quiste complejo, los
cuales se caracterizan por tener septos o por zonas hipoecoicas en su interior,
estos usualmente se someten a biopsias. Por otro lado los adenomas son nódulos
sólidos que suelen ser únicos, con mayor ecogenicidad a la glándula, usualmente
24
son nódulos rodeados por una cápsula fibrosa hipoecoica, con una vascularidad
periférica al Doppler color (14).
La mayoría de los nódulos tiroideos son benignos, el verdadero desafío del médico
radiologo que evalúa un nódulo es el de distinguir los pocos nódulos malignos (3).
Los adenomas tiroideos representan del 5 al 10% de todos los nódulos tiroideos,
los cuales son hasta 7 veces mas vistos en paciente del sexo femenino. Cobran
cierta relevancia debido a que hasta el 10% de estos adenomas diagnosticados
pueden provocar una glándula hiperfuncionante, desarrollando autonomía y
causando tirotoxicosis. En general los adenomas tiroideos son nódulos
considerados como neoplasias benignas. Al ser evaluados por medio de un
ultrasonido se catalogan como masas sólidas generalmente isoecoicas aunque
pueden llegar a ser hiperecoicas o hipoecoicas, por lo general se asocian a un
halo periférico hipoecoico grueso y liso, a la aplicación de Doppler color estos
nódulos tienen la característica de ser vascularizados en su periferia y en
ocasiones esta vascularización periférica se puede observar como se centraliza en
la lesión, lo cual se asocia con aquellos adenomas hiperfuncionantes,
considerándose estos como el signo de “rayo y rueda” (3, 14, 15). (Figura 18).
25
Figura 18.- Nódulo hiperplásico adenomatoso
Rumack CM, Levine D. Capitulo 19 / La glándula tiroides. In: Diagnostic Ultrasound. 5th ed. Philadelphia, PA: Elsevier;
2018. p. 691–728. (III; vol. 1).
26
diagnostico de sospecha de malignidad de una carcinoma folicular, son observar
los márgenes tumorales irregulares, un halo grueso hipoecoico e irregular que a
diferencia del adenoma era liso, la vascularización interna es desorganizada. A
diferencia del carcinoma papilar este raramente presenta diseminación linfática por
lo que la afectación ganglionar es rara, por lo cual es mayormente observado una
27
asocia al síndrome de neoplasia endocrina múltiples tipo II. Este subtipo
histológico de carcinoma presenta una mayor incidencia de implicación
metastásica; ultrasonográficamente es similar al carcinoma papilar, observando un
nódulo sólido hipoecoico que a diferencia del papilar este muestra calcificaciones
gruesas en su interior, la cuales también son observadas en su afectación
ganglionar e incluso en las lesiones metastásicas hepáticas (6,14). (Figura 21).
28
El linfoma a representa casi el 4% de todas las malignidades tiroideas. La gran
mayoría han demostrado ser por parte del linfoma no Hodgkin, siendo mas común
en mujeres de la tercera edad a diferencia de los otros tipos de carcinoma
anteriormente abordados. Se caracteriza por un crecimiento muy rápido que
provoca síntomas de obstrucción. En la mayoría de los los casos es de forma
secundaria a una tiroiditis linfocítica crónica (tiroiditis de Hashimoto). Durante el
estudio sonográfico se encuentra como una masa marcadamente hipoecoica y
multilobulada, en ocasiones se pueden observar áreas grandes de necrosis
quística, así como afectación de los vasos adyacentes del cuello en los cuales la
lesión los envuelve pero no los invade a diferencia de otros carcinomas. Al
Doppler la masa se observa hipovascular, sin embargo, se observa una reacción
hipevascular caótica con zonas de fístulas arteriovenosas (14,16). (Figura 23).
Las metástasis a la tiroides son poco frecuentes, cuando se pueden observar, por
lo general son atribuidas a enfermedades neoplásicas. Las neoplasias más
comúnmente asociadas a metástasis tiroidea son el melanoma el cáncer de mama
y el carcinoma de células renales. Las características se dan como nódulos
solitarios y bien circunscritos, sólidos, hipoecoicos, homogéneos, sin
calcificaciones (14). (Figura 24).
29
Figura 24.- Metastasis tiroidea en el contexto de un paciente con carcinoma de células renales
Rumack CM, Levine D. Capitulo 19 / La glándula tiroides. In: Diagnostic Ultrasound. 5th ed. Philadelphia, PA: Elsevier;
2018. p. 691–728. (III; vol. 1).
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Por otro lado, también se puede considerar los flujos de las arterias tiroideas, a
nivel de los pedículos ya sea superior o inferior, aunque el pedículo de la arteria
tiroidea superior usualmente tiene mayor especificidad, a su vez tambien se
pueden utilizar los vasos perinodulares, por lo que velocidades pico sistólicas por
encima de los 40 cm/s suelen ser predictivo de actividad neoplásica, a pesar de
que este datos se considera inconstante en las neoplasias, cuando este se
encuentra tiene un valor positivo importante (24). (Figura 26).
Figura 26.- Doppler espectral de un vaso perinodular, en donde se muestran VPS de 41.5 cm/s
Rumack CM, Levine D. Capitulo 19 / La glándula tiroides. In: Diagnostic Ultrasound. 5th ed. Philadelphia, PA: Elsevier;
2018. p. 691–728. (III; vol. 1).
Ti-Rads
El Ti-Rads (Thyroid Imaging Reporting and Data System) por sus siglas en ingles,
es una clasificación propuesta en el 2009 por el Colegio Americano de Radiología
(ACR), en el cual se clasifica las lesiones nodulares encontradas en la glándula
tiroides, otorgándoles un puntaje de acuerdo a las características morfológicas
encontradas durante la exploración sonográfica (2). Se evalúan 5 características
31
por el Ti-Rads en cada nódulo tiroideo observado, las cuales son composición,
ecogenicidad, forma, márgenes y focos ecogénicos interiores (2).
Una vez que se le asigna un puntaje a cada uno de los 5 aspectos morfológicos
evaluados en un nódulo tiroideo, lo siguiente es realizar la sumatoria de estos
para así clasificarlo de acuerdo a su puntaje en Ti-Rads 1 = a nódulos con puntaje
de 0, Ti-Rads 2 a nódulos con puntaje de 1 a 2 puntos, Ti-Rads 3 a nódulos con
puntaje de 3, Ti-Rads 4 a nódulos con puntaje de 4 a 6 y por último Ti-Rads 5 a
nódulos con puntaje de 7 o más (4). Es muy importante resaltar que esta
clasificación se realiza a cada nódulo observado por separado (2). El Ti-Rads 1 se
le considera como un glándula normal sin hallazgos nodulares, el Ti-Rads 2 son
aquellos hallazgos nodulares de aspecto benigno con 0% de malignidad, el Ti-
Rads 3 son los nódulos considerados como probablemente benignos y que tienen
un porcentaje de malignidad < 5%, el Ti-Rads 4 son aquellos nódulos con
sospecha de malignidad con un porcentaje de malignidad que va del 5 al 80%,
mientras que el Ti-Rads 5 son nódulos con alta sospecha de malignidad, >80%,
cabe mencionar que existe un Ti-Rads 6 en el cual se consideran los nódulos a
los cuales se confirmó por medio de estudios histopatológicos su malignidad (9).
Una vez clasificado cada nódulo de acuerdo a su sospecha de benignidad o
malignidad es necesario conocer el abordaje que se realizara a cada uno de
estos, siendo que al Ti-Rads 1 y 2 es considerado como una glándula normal o
con hallazgos de benignidad se le realizara otro ultrasonido solo si el medico
32
tratante lo considera necesario en un futuro, por otra parte, el nódulo que se
clasifique en Ti-Rads 3 se le dará seguimiento a través del tiempo cada 6 meses
durante 2 años si es que persiste su clasificación en este rubro, si este evoluciona
hacia una puntaje mas avanzado en cualquier momento se realizara lo necesario
en dicho rubro, mientras que si por 2 años persiste en el mismo rubro sin cambios
significativos, este se considerará como un Ti-Rads 2; posteriormente el Ti-Rads 4
y 5 al ser considerado como un nódulo tiroideo con probabilidad de malignidad a
estos se le realizara preferentemente una biopsia por aspirado con aguja fina
(BAAF), en la cual se determinara si ya se considerará como un proceso
neoplásico y por lo tanto iniciar su tratamiento inmediato, o por el contrario si es
necesario realizar una BAAF adicional o seguir vigilando a través del tiempo dicho
nódulo (2,13).
33
Por otro lado es de alta relevancia considerar que la prevalencia de encontrar un
nódulo tiroideo incrementa con la edad y aún mas en el sexo femenino. Impotante
tener en cuenta que un porcentaje bajo de los nódulos tiroideos encontrados son
malignos, considerándose un rango aproximado de 1.6 a 12 % de malignidad de
todos los nódulos encontrados (14).
Sistema Bethesda
Durante los últimos años la biopsia por aspirado con aguja fina (BAAF) ha
demostrado ser el método más útil para el estudio de un nódulo tiroideo, no solo
como método de cribado, sino también para seleccionar los pacientes candidatos
a tratamiento quirúrgico. La BAAF es una técnica avanzada dentro de la radiología
34
intervencionista, la cual consiste en realizar una serie de punciones de un nódulo a
la vez que se aspira el contenido celular obtenido, el cual es guiado mediante
ultrasonido, posteriormente a la obtención de estas muestras, estas son colocadas
en un porta objetos y fijadas regularmente con alcohol o citospray para su
posterior procesamiento y valoración por un servicio de histopatología. (Figura 28).
A lo largo de los años el reporte histopatológico de estas biopsias no tenían una
estructura sistematizada, la cual ayudaría a un mejor entendimiento y comparación
con estudios previos. Esto cambio en el 2007 cuando se origino el sistema
Bethesda el cual fue aceptada de forma generalizada por patológos,
posteriormente en el 2018 este sistema recibió algunas modificaciones, las cuales
hasta la actualidad son las consideradas de forma internacional para un correcta
descripción. Esta clasificación establece 6 categorías diagnósticas e indica en
cada categoría el riesgo de malignidad y el manejo clínico-terapéutico del paciente
(14)
.
35
La categoría 2 se trata de patología benigna, es la conclusión mas frecuente (60-
70%), dentro de esta categoría se encuentran la hiperplasia nodular, nódulo
adenomatoide, quiste coloide, nódulos de la enfermedad de Graves, la tiroiditis
linfocítica, tiroiditis granulomatosa, tiroiditis aguda, y la tiroiditis de Riedel. La
hiperplasia nodular, el adenoma y el quiste coloide son las conclusiones mas
frecuentes en esta categoría. Aquí existe un riesgo de malignidad menor del 3%.
(Figura 29).
JUSTIFICACIÓN:
37
epidemiología de las diferentes patologias es de suma importancia por lo que se
considera fundamental el realizar un proceso estadistico que mencione la
relevancia del cáncer de tiroides, debido a que la población del ISSSTE en el
estado de Baja california sur es una población añosa y que sumado a esto, el
estado tiene una mayor prevalencia de cáncer marcando así la importancia de
conocer la incidencia del cáncer de tiroides en una población con estas
caracteristicas.
HIPÓTESIS:
OBJETIVOS:
- Objetivos generales:
o Definir la sensbilidad de la escala de Ti-Rads.
o Realizar un proceso estadistico relevante de los casos de cáncer de
tiroides en el hospital general Issste La Paz.
o Realizar una correlación entre hallazgos ultrasonográficos e
histopatológicos de los nódulos tiroideos.
- Obejtivos secundarios:
o Identificar elementos morfológicos de importancia que no son
considerados actualmente en el Ti-Rads.
MATERIAL Y MÉTODOS:
- Tipo de investigación:
Este estudio se realizará como un estudio prospectivo transversal.
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- Universo y población:
- Tamaño de muestra:
- Grupo de estudio:
- Criterios de inclusión:
- Criterios de exclusión:
- Criterios de eliminación:
- Operalización de variables:
39
REFERENCIAS:
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“CORRELACIÓN ENTRE EL SISTEMA TI-RADS Y LA
CITOLOGÍA, EN LA DETECCIÓN DE NÓDULOS
TIROIDEOS SOSPECHOSOS DE MALIGNIDAD”
T E S I S
P R E S E N T A
PEDRO ALAN MERCADO WHITNEY
ASESOR DE LA TESIS
DR. BERNABE MEZA ARAIZA
ASESOR METODOLÓGICO
DRA. SANDRA GÓMEZ FUENTES
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