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UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL LISANDRO ALVARADO.

DECANATO EXPERIMENTAL DE HUMANIDADES Y ARTES.

PROGRAMA DE LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA.

NEUROBIOLOGÍA DE LA CONDUCTA Y DE LA MOTIVACIÓN.

Autores:

Borregales, Gloriangely C.I:29.513.749

Flores, Yuleidy C.I:30528749

Puertas, Shantal C.I: 29.607.703

Sifontes, Willibeth C.I: 29.997.054

Dixmar Torres. C.I: 28.419.248

Asignatura: Neurociencias II

Prof. Waldemar Piña

BARQUISIMETO, JULIO DEL 2022.


NEUROBIOLOGÍA DE LA CONDUCTA Y DE LA MOTIVACIÓN

La neurobiología de la conducta, se encarga del estudio de los procesos cerebrales que inciden

en está, también de los cambios producidos en el comportamiento después de haber sufrido por

una lesión cerebral. Conocemos que el ser humano busca adaptar la conducta según la demanda

del medio, a su vez que estas son reacciones producidas por el entorno, así mismo que hay

diversos elementos que dirigen la conducta, por ejemplo, de manera externa tenemos la sociedad

y el ambiente, es decir la relación que mantiene el individuo con el ambiente físico y social,

ahora bien, de manera interna, están los elementos biológicos, estos vienen vinculados con la

genética, la alimentación, entre otros. De modo idéntico existen los factores fundamentales que

promueven o ayudan en la conducta, que son la motivación (permite la movilización por un

objetivo), el fin (es el objetivo o sentido determinado), y la causalidad (que es la causa

determinada).

Sabemos que cada individuo está compuesto por más de cien millones de neuronas en el

cerebro, las cuales están interconectadas en los diferentes sistemas que nos ayudan con la

percepción que tenemos del mundo exterior, a su vez con las emociones, el aprendizaje, etc. Es

muy importante saber ¿Cómo está vinculado el cerebro con la conducta humana?

Se podría decir que tanto el cerebro como la conducta, se complementan mutuamente, debido

a que el cerebro es un componente físico y biológico, mientas que la conducta es un componente

mental y psicológico. Por ende, trabajan como un dualismo, permítanme explicarles, el cerebro

tiene primero que percibir, segundo pensar, tercero razonar, y cuarto aprender, para

posteriormente dirigir la conducta.

En contraposición a lo mencionado anteriormente, “Tomas Willis, contemporáneo de

Descartes, fue el primero en sugerir que el cerebro era el asiento de la mente y que diferentes
partes daban origen a funciones cognitivas específicas”. Las funciones cognitivas no poseen una

sola ubicación, al contrario, que se encuentra en diversas partes, donde desarrollan funciones

específicas, estás están compuestas por una red de circuitos que interactúan entre sí, produciendo

así un cerebro único para cada individuo.

Al mismo tiempo, las experiencia sensorial son un requisito fundamental para la formación de

sinapsis efectivas entre neuronas, los estímulos sensoriales por sí mismos no son suficientes para

establecer un circuito activo. Está científicamente comprobado que se producen mayores

conexiones sinápticas en los individuos que se encuentran en ambientes enriquecedores, a

comparación de los que se encuentran en ambientes empobrecidos. De la misma manera, varios

investigadores coinciden en la idea de que existen periodos críticos durante nuestro desarrollo, se

conoce, que el comportamiento humano es el reflejo directo de la fisiología del sistema nervioso

central.

Nuestro cerebro tiene la capacidad de adaptarse a los cambios del ambiente y de poder

almacenar memoria. Ottersen y Hello (2002), mencionan qué “Uno de los mayores desafíos de la

neurobiología, es responder a la pregunta de si esta plasticidad del cerebro adulto, depende del

reordenamiento de las conexiones entre las células nerviosas.” Por su parte, Trachtenberg et al.

(2002), expresa que “Los cambios neuronales son producto de la experiencia en el adulto”; es

decir, no dependen de modificaciones en la ramificación de dendritas o cambios en los axones.

De acuerdo a estos autores, los periodos críticos son ventanas temporales en el desarrollo

post-natal, donde la experiencia influye profundamente en la organización final de los contactos

neuronales. No obstante a lo mencionado anteriormente, Gmtzendler et al. (2002, citados por

Ottersen y Helm, 2002), postulan que las "espinas dendríticas se generan producto de la
experiencia, son estables en el tiempo y son las responsables de la memoria a largo plazo; por lo

que el aprendizaje y la conducta tendrían como base cambios en las sinapsis ya existentes.”

Asimismo la motivación, la podemos definir como aquello que nos mueve a realizar y

culminar acciones, donde la voluntad y el interés cumplen un rol fundamental, asimismo está

involucra aspectos afectivos y cognitivos. La motivación se lleva a cabo por un estímulo y en

algunos casos por una recompensa tras la ejecución de dicha acción.

A su vez, tenemos al circuito cerebral de la motivación, que es la representación del proceso

cerebral motivacional, en el que participa la sustancia negra, él área tegmental ventral, la

amígdala, el núcleo accumbens, el estriado y el Cortex cerebral, cada uno de ellos cumple

funciones particulares e individuales que a su vez repercuten en conjunto en la motivación y en

la realización de las tareas.

Es importante hablar sobre los procesos de recompensa; su fin es reforzarnos a repetir

conductas, las estructuras involucradas en este proceso son el área tegmental ventral y el núcleo

accumbens, estos liberan la dopamina, el cual es un neurotransmisor que nos genera placer, y es

de los más importantes en el sistema de recompensa, también en este procesos son liberados el

glutamato, la serotonina, la acetilcolina y los opioides.

ciencias se interesaron por el estudio de la motivación, intentando descifrar a qué se debía o

que componentes eran partícipes de ella. La psicología tuvo grandes hallazgos en esta área, hubo

teorías psicológicas que concibieron a la motivación como un impulso que parte del sujeto, como

lo planteó el psicoanálisis y Sigmund Freud, su centro de estudio es el “ello”, es decir, el

inconsciente del individuo y sus deseos, impulsos e instintos más profundos. Esta teoría estipula,

que la motivación viene del deseo interno y la fuerza inconsciente de la persona, y que para
poder conocer el centro de las motivaciones humanas, es necesario buscarlas en las

profundidades del inconsciente.

También, Dollar y Miller (1950), postulaban que la motivación estaba arraigaba a un estímulo

proveniente de una necesidad o incomodidad, y lo denominaron “impulso”. La acción de reducir

este impulso se vuelve un reforzador y por tanto el individuo repite esta acción con el objetivo de

aliviar la tensión creada por los impulsos intensos, se han denominado dos tipos de impulsos; los

primarios, aquellos vinculados a las necesidades básicas, por ejemplo, hambre, sed, sueño, entre

otros, y los secundarios, que son un tipo de “condicionamiento” en base a influencias sociales, y

están mediados por los impulsos primarios, ejemplo; el deseo de ingerir refrescos en lugar de

agua para la sed.

Posteriormente tenemos a Maslow, que estipuló en 1987 su teoría jerárquica, en donde

empleó el contexto de una pirámide para representar que la motivación puede alcanzarse al

liberar estados de tensión y estrés, y para esto debe obtenerse satisfacción al cumplir con las

necesidades básicas y biológicas del ser humano. Para ello, utilizo la pirámide y en cada nivel de

esta ubicó lo que para él eran las necesidades a cumplir.

Como también hay teorías que abordaron este tema coincidiéndolo de manera diferente, la

neurociencias se unió a esta causa para complementar los vacíos que la psicología y las otras

ciencias no habían abarcado. Se proponen tres tipos de motivaciones; La extrínseca, está

asociada a la acción por cualquier tipo de recompensa externa. El segundo tipo, la intrínseca, se

refiere a la significación o valor que la persona le brinda a una acción, y el bienestar o placer

interno que le provoca ejecutarla, independientemente de la recompensa externa, y el tercer tipo,

la motivación trascendental, aquella que busca un interés o conveniencia grupal, bien sea de su

familia o amigos, dejando de lado los intereses propios.


REFERENCIAS:

Mesurado, B. (Julio del 2008). Explicaciones psicológicas sobre la motivación y el sustrato

neurobiológico que posibilitan la misma. Psicologia y Psicopedagogía. Año VII N,19.

Raggi, L. Rojas, I. (Septiembre del 2006). Avances en Neurobiología de la conducta –

Advances in Neurobiology of Behavior. SUMMA Psicologic UST. Vol 3. N,1. 43-47.

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