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E INIF 48
DOCENTE: JOEL NUÑEZ CORTEZ
ÁREA DE CIENCIAS SOCIALES 4 TO SEC.
EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE N.º 04
“MOTIVÁNDONOS PARA SUPERAR DIFICULTADES”
APELLIDOS Y NOMBRES: _________________________________________ GRADO Y SECCION: ______
SESION N° 03: Importancia de la higiene física y emocional.
Higiene en el baño
Lávate las manos después de usar el baño. Frota con jabón durante 20 a 30 segundos y asegúrate de limpiar entre los
dedos, en la parte posterior de las manos y debajo de las uñas. Enjuágate con agua tibia y seca con una toalla limpia.
Si no tienes cerca agua corriente o jabón, un desinfectante para manos a base de alcohol también funcionará. Usa uno
que sea al menos 60% alcohol.
Higiene en la ducha
La preferencia personal puede determinar con qué frecuencia deseas ducharte, pero la mayoría de las personas se
beneficiarán de una ducha al menos cada dos días. Ducharte con jabón ayuda a eliminar las células muertas de la piel,
las bacterias y los aceites.
También debes lavarte el cabello al menos dos veces por semana. El champú ayuda a eliminar la acumulación de piel
y protege contra los residuos grasos que pueden irritar la piel.
¿Qué acciones fundamentadas podrías proponer para una mejor higiene física? Responde en tu cuaderno.
LA HIGIENE EMOCIONAL
Tiene la misma relevancia que la higiene física son un conjunto de estrategias para prevenir el malestar, la infelicidad
y las enfermedades mentales.
Cuidamos de nuestra dieta, atendemos nuestra salud, practicamos deporte y sin embargo, la mayoría descuidamos un
aspecto básico y prioritario: la higiene emocional. Atender nuestras lesiones psicológicas, esas que podemos sufrir en
el día a día, así como saber prevenirlas, protegiéndonos de determinadas cosas, facilitará que podamos disfrutar de una
auténtica calidad de vida.
Este término, higiene mental, fue “creado” por el Dalai Lama en el 2016 en una conferencia que dio en la India. Según
el líder religioso, la falta de esta dimensión conduce al ser humano al malestar y a comportamientos desajustados. Así,
más allá de limitarnos a aprender un estándar de higiene física e incluso financiera, es necesario que desarrollemos
hábitos basados en la confianza, el amor y el respeto.
Cuerpo y mente siempre unidos
A diario estás expuesto a muchísimos estímulos (noticias, compañeros de trabajo, familia…) que te provocan cantidad
de pensamientos. Éstos hacen que tu organismo «ingiera» diariamente un montón de sentimientos y emociones.
Si en tu día a día generas muchos pensamientos negativos de preocupación, ansiedad, tristeza., esto ocasionará que tu
organismo pierda su equilibrio a nivel interno. Te aleja de los estados de bienestar y felicidad que obtienes cuando tus
pensamientos son positivos: aceptación, paz interior, alegría…
La higiene emocional consiste en ser consciente de las emociones que tu cuerpo está sintiendo, y cuidar que las
emociones con efectos negativos no se estanquen en ti. Si esto ocurre, pasan de ser emociones (que todas son buenas,
porque te avisan de algo) a ser estados emocionales, más prolongados en el tiempo, y de los que es más difícil salir.
I.E INIF 48
DOCENTE: JOEL NUÑEZ CORTEZ
ÁREA DE CIENCIAS SOCIALES 4 TO SEC.
Algunos hábitos para cuidar tu higiene emocional:
Dedicar unos minutos a relajarte y observar cómo te sientes. Si te sientes mal, evalúa qué ha podido ocasionar
esos sentimientos. Puedes vincularlo, por ejemplo, con momentos en que cuidas tu higiene corporal: a la hora
de ducharte, lavarte los dientes… Si te animas con la meditación, te ayudará muchísimo.
Permitirte expresar tus emociones y sentimientos. Muchos tendemos a ser más racionales que emocionales.
Digamos que hemos desarrollado más nuestro hemisferio izquierdo, el más racional. Si comienzas a darle más
importancia a tus emociones y tus intuiciones, podrás conectar más con lo que sientes y no tanto con los
«deberías». Esto mejorará tu relación cuerpo-mente y tendrás más información para detectar aquello que no le
sienta tan bien a tu organismo.
Evitar mucho contacto con personas que se quejan demasiado, que son negativas… Las ideas que te
transmiten se convierten en pensamientos que ocasionan sentimientos en tu cuerpo, aunque no seas consciente
de ellos.Si una persona ha entrado en un estado emocional negativo y no hace nada por salir de él, su
compañía puede resultarte muy tóxica. No le haces un favor a ella ni a ti mismo acompañándola y reforzando
su toxicidad. Entiendo que cada situación es distinta; encuentra tu equilibrio.
Detectar y depurar aquellos pensamientos que te ocasionan sentimientos negativos. Si tienes pensamientos
recurrentes negativos, por ejemplo, sobre tu trabajo, te vendrá bien cambiar el enfoque. Deja de valorar la
situación centrándote en lo que no te gusta. Encuentra puntos que tengan algo positivo o, al menos, que te
motiven para hacer un cambio en ese terreno y seguir evolucionando. Si dentro del tiempo habrá sido algo
positivo, ¿por qué no verlo así desde ahora?
Escuchar música que te haga conectar con emociones de felicidad, tranquilidad, amor… Trata de ir
descubriendo nueva música dentro de los estilos que te gustan. Una música adecuada es una gran ayuda en tu
higiene emocional. No te prives de ella por vagancia. Seguro que encuentras momentos en los que puedes
acompañarte de buena música.
¿Qué acciones fundamentadas podrías proponer para una mejor higiene emocional? Responde en tu
cuaderno.
Qué hábitos podrías practicar en tu vida diaria parea tener una mejor higiene física y emocional.
METACOGNICIÒN