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UNIVERSIDAD DE LA CUENCA DEL PLATA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA, EDUCACIÓN Y RELACIONES HUMANAS

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

Carrera:

Licenciatura en Psicología

Cátedra: Clínica Psicoanalítica I

Comisión: C

Alumnos:

Bonasoni, Juan Cruz.

Francesconi Mayra

Kisaiti Rocío Harumi

Molina,Evelyn Rocio

Nardes Jimena Carolina

Neris Pauser Nahuel

Docente: Pozzobon, Franco

Adscriptos: Camila Pistan, Gimena Mazacote

TRABAJO PRÁCTICO Nº 2
Pelicula Tan fuerte, Tan cerca

Sinopsis:

La película tan fuerte, tan cerca trata sobre Oskar Schell, un niño de once años que
tras la muerte de su padre en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en a ciudad de
Nueva York, Estados Unidos, Oskar encuentra un misterioso sobre con una llave en el closet
de su padre y se lanza a la búsqueda de la cerradura que esa llave puede abrir.
A raíz de está búsqueda Oskar comienza a salir solo a la calle y a relacionarse con las
personas. Se pudo observar el pánico que el niño tenía al transporte público y a los puentes,
siempre prefería ir caminando, le molestaba que hubieran tanta cantidad de gente y también
como los ruidos fuertes le molestaban ya que se tapaba para no escucharlos. Cuando se
encontraba en estas situaciones utilizaba una pandereta para calmarse, la cual llevaba cada
vez que salía a la calle. Oskar comenta que le llaman raro y a causa de eso le habían realizado
estudios para saber si tenía Síndrome de asperger pero que el diagnóstico no fue seguro y
definitivo.
También se puede observar que el niño se autolesiona reiteradas veces en la zona de
la panza precisamente cuando intentaba realizar algo y no le salía como esperaba, en sus
momentos de frustración y también en una escena donde discute con su mama.
En relación a sus salidas en búsqueda de los “Black”, Oskar asegura que cada vez que
sale del departamento se tranquiliza porque se siente más cerca de su padre pero que a su vez
más “pesado” porque se aleja de su madre, suele preguntarle si de verdad lo ama y tambien le
suele reclamar a la mama por su ausencia lo que les lleva a una discusión.

Desarrollo

Teniendo en cuenta los aspectos más significativos en relación al personaje principal,


un niño de 11 años llamado Oskar, quien fue diagnosticado con Síndrome de Asperger, se
tomará lo que plantea la autora Tendlarz, S. E. (2013) en su libro ¿Qué es el autismo?
El autismo, está relacionado con tres características fundamentales como la alteración
de la interacción social, alteración a la comunicación y los comportamientos estereotipados.
En lo que respecta a la alteración en la interacción social concierne a la afectación de la
práctica de los comportamientos no verbales, entendiendo por tales el contacto ocular, la
expresión facial, las posturas y gestos corporales. Incapacidad para desarrollar actitudes
sociales, esto varía según la edad los niños más pequeños se aíslan y no se interesan por la
relación con otros, falta reciprocidad social que implica que no siente placer por intereses
compartidos ni ningún interés en la interacción con otros.
Con lo que respecta a la alteración en la comunicación refiere aquí al habla que en el
autismo, en el cual se caracteriza por un retraso en el lenguaje y por una alteración en la

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habilidad para sostener una comunicación, con manifestaciones de uso estereotipados del
lenguaje.
En relación a la característica del comportamientos estereotipados se incluyen aquí la
preocupación absorbente por determinado objeto a los cuales tienen que estar pegados o
cerca siempre o determinada actividad repetitiva, los rituales y los manierismos motores
como el rocking o balanceo. La autora Cecchi (2016) también menciona los signos autistas
como el aislamiento, desapego, bizarrías, autoagresiones, trastornos en el lenguaje como
mutismo o ecolalia.
El primer momento en el que Lacan aborda el cuadro clínico del autismo fue a partir
del caso Dick de Melanie Klein en el año 1950, es en este periodo en el que Lacan centra su
atención con que no hay llamado, por este motivo en el autismo no hay constitución del Otro
y del lenguaje ya que el llamado implicaría la constitución del Otro. Así el sujeto produce el
pasaje del lenguaje a la palabra y construye el anudamiento entre los registros simbólico,
imaginario y real. Entonces, el grito del niño en forma de displacer no es sancionado por el
Otro que le da una respuesta significativa, ya que se recibe del Otro su propio mensaje
invertido que no es recibido en el autismo, puesto que aquí el grito no se constituye en
llamado. Ocurre que este niño no pronuncia ningún llamado, el sistema por el que el sujeto
llega a situarse en el lenguaje está interrumpido a nivel de la palabra, el niño hasta cierto
punto es dueño del lenguaje, pero no habla, es un sujeto que no responde, ya que la palabra
no le ha llegado.
A partir de la teorización previa de Lacan sobre el grito y el no llamado al Otro junto
con las dos mecanismo de causación del sujeto, las dos operaciones lógicas de la alienación y
separación mencionadas por Lacan en el seminario once, se advertirá en el año 1960 que el
autismo se pudo rearticular tomando las operaciones lógicas, mencionando así que la
alienación se rechaza ya que este según Miller escogería el ser vacío del sujeto, ya que aquí
el sujeto elige no consentir a la alienación, no quedando así del lado del sentido sino de la
petrificación del S1, perdiendo la articulación con el S2 de la cadena significante.
Relacionando junto con la película, esto quiere decir que el grito de un bebé Oskar no fue
recibido como llamado al Otro, puede hacer uso del lenguaje, pero no hay habla de palabra,
ya que hay un rechazo a la operación lógica de la alienación, es decir un ser vacío de sujeto.
Siguiendo con la autora Tendlarz (2013), hace alusión al Trastorno de Asperger, diagnóstico
que se le otorga a Oskar el protagonista de la película. Para definir acerca de este trastorno, la
autora menciona la relación que tiene con el autismo, en relación a la alteración grave de la
interacción social, con los comportamientos no verbales, la ausencia de disfrutes
compartidos, ausencia de reciprocidad social y emocional, así como también las conductas e
intereses repetitivas o estereotipadas. Pero no comparten el trastorno a nivel de la
comunicación puesto que el habla y la capacidad cognoscitiva está desarrollada normalmente,
es por esto que son hábiles en la parte cognitiva, se especializan en temas determinados. Pero
con las características de lo que podemos llamar el rechazo al Otro.

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Por otra parte se tomará a otros autores que observaron e investigaron en lo que
respecta al Síndrome de Asperger, como el Dr. Bauer (2006), un pediatra especializado en
problemas del desarrollo, en el cual a lo largo de su carrera participó en equipos
interdisciplinarios dedicados a la evaluación de niños con diferentes trastornos del desarrollo.
En sus investigaciones sobre el Síndrome de Asperger, se refiere a un término utilizado para
describir la parte más moderada y con mayor grado de funcionamiento en lo que se conoce
como el trastorno del espectro autista (T.E.A). Se cree que el Asperger es un trastorno del
desarrollo con base neurobiológica, de causa desconocida en la mayoría de los casos.
En 1944, Hans Asperger un pediatra vienés inicia su desarrollo sobre lo que más
adelante se llamó síndrome de asperger. A partir de la investigadora británica en 1981 Lorna
Wing que denomino a este síndrome como reconocimiento de lo ya mencionado por
Asperger en su artículo, el síndrome de asperger: un relato clínico, desafiaba el modelo
previamente aceptado de autismo, presentado por Leo Kanner en 1943, ya que Hans Asperger
identificó un trastorno de personalidad que afectaba a algunos niños pero él sentía que estaba
imperfectamente descrito por el término autismo.
A fines de los ochentas y comienzo de los noventas la obra de Hans alcanzó mayor
relevancia debido a las investigaciones de Wing y la reciente traducción fidedigna de los
trabajos de Asperger, llevada a cabo por Uta Frith. Llevando así a la inclusión del nombre en
el CIE-10 en 1993, y en el DSM-IV en 1994, en el cual se agrupa en la clasificación de
trastornos generalizados del desarrollo ubicados junto con el autismo. El autismo es el más
desarrollado descriptivamente en ese momento ya que el asperger es una variación.
En el DSM-V se elimina la clasificación de trastorno generalizado del desarrollo para
dar lugar a la categoría de trastornos del espectro autista. (Tendlarz, 2013).
A continuación se expondrán algunas similitudes así como también diferencias, teniendo en
cuenta la película “Tan fuerte, tan cerca” (2011), en relación a lo expuesto sobre el autismo y
el Síndrome de Asperger, relacionándolo con los autores ya mencionado como Tendlarz
(2013), así como también otros autores dados en la cátedra como Cecchi, V. (2016) y Tustin,
F. (2006).
Comenzando con lo que plantea la autora Tustin, F (2006), la misma expone que los
niños autistas son distintos a todo otro niño que vemos, la mayoría en edades más pequeñas
pueden ser mudos y los mayores pueden tener ecolalia. La característica más llamativa que
los diferencia de cualquier otro tipo de paciente es que evitan relacionarse con la gente. Esto
sucedía con Oskar debido a que presentaba esta dificultad para socializar, entonces su padre
para que el niño pueda enfrentar al mundo de una manera menos agresiva le ayuda con
pictogramas, esquemas, que ellos llamaban “expediciòn de conocimientos”, de esta manera
Oskar buscaba cosas por la ciudad, con un juego de exploración para ir reconociendo cada
vez más el lugar donde habita. Este juego de búsqueda le ayuda a enfrentarse con encuentros
sociales.

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La falta de sociabilidad, parece ser, en parte, porque solo tienen una conciencia muy
tenue de que tengan alguna existencia. Parecen tener poca o ninguna conciencia de que tiene
un cuerpo de carne y hueso, ya sea como objeto total o como objeto parcial. Expone que
parecen estar rodeados de un caparazón que evita que nos pongamos en contacto con
ellos,dicho caparazón impide la entrada de toda conciencia de otros cuerpo, como también
del propio. Oskar, no solía salir a la calle, se rige por horarios, reglas y datos, con la muerte
de su padre, encuentra una llave que le hizo ir en busca de personas relacionadas a ella, los
“Black”.
También se puede observar en la película el aislamiento, como propone la autora
Cecchi (2016) como uno de los principales signos del autismo, Oskar solía aislarse de la
interacción con los otros por momentos, la presencia del otro le es insoportable. En la escena
del baño (Tan fuerte, tan cerca, 2011, 31m27s), donde Oskar está encerrado pensando sobre
la mujer a la cual le tomó la foto y su madre trata de entrar, se puede visualizar como ella, sin
querer, invade el encapsulamiento autista de Oskar. Dicho concepto es abordado por Bayón y
Tendlarz (2013), lo caracterizan por una indiferencia afectiva, la ritualización de ciertas
acciones, es la construcción de un borde, de diferenciación yo/no yo, pero que no cuenta con
un agujero o su borde. Tustin (Bayón y Tendlarz, 2013) lo define como una modalidad
defensiva en la cual el autista protege sus vulnerabilidades con la ilusión de una envoltura
exterior de su cuerpo, similar a una cáscara dura, la madre sin querer, perturbó este
encapsulamiento autista al insistir en entrar en el baño.
Bayón y Tendlarz (2013) exponen que el niño autista, por dicha perturbación,
experimenta “todo aquello que ocurre en el Otro como una irrupción de goce insoportable”
(p. 82). Ante unos mínimos cambios, se produce una crisis de excitación, Oscar, por ejemplo,
se tapa los oídos con angustia para no escuchar la voz de su madre y desde su perspectiva los
ruidos se intensifican, siendo las gotas de agua casi insoportables, además de llegar a
imaginar, al ver caer una de las gotas, una persona cayendo desde lo alto, en referencia al 11
de septiembre cuando las personas, en un intento de salvarse, saltaban al vacío desde el
edificio. Los autores aclaran que este caparazón no está absolutamente cerrado, sino que
puede incluir objetos, incluso dejar ingresar personas como los padres del niño o ciertas
personas en particular, inclusive el propio analista puede incluirse dentro del borde como un
lazo transferencial.
Tendlarz (2013) menciona que en el síndrome Asperger no se comparte con el
autismo el trastorno a nivel de la comunicación puesto que la capacidad cognoscitiva está
desarrollada normalmente, es por esto que son hábiles en la parte cognitiva, inteligencia
normal o en ocasiones superior, con conocimientos particular de temas específicos, que
impresiona como por encima de lo esperado para la edad, ya que como se mencionó
previamente, en el Asperger se tienen tanto conductas como intereses repetitivos que le llevan
a la especialización de un tema determinado. Como lo hace Oskar enfocando toda su atención
a la hora de la exploración de la expedición de reconocimiento,en dicha búsqueda, se puede

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apreciar el proceso de ritualización de las acciones que anteriormente se nombró. Se ve a lo
largo de toda la expedición que hace Oskar cómo este inspecciona guías telefónicas buscando
y contabilizando todas las personas de apellido “Black”, llegando a anotar 472 personas,
luego, decide visitar a cada una de estas personas los días sábado llegando a la conclusión, a
través de procesos matemáticos, que tardaría aproximadamente tres años visitar a todas las
personas. Más adelante en la película, cuando el inquilino de su abuela decide acompañarlo
en su búsqueda se pueden ver más elementos de esta ritualización, como el tener
cronometrado todos los movimientos que se pueden hacer para no perder el tiempo, por
ejemplo, sólo se puede tener 19 minutos para comer; además, de entregarle una serie de
preguntas al inquilino que deberá contestar para poder conocerlo mejor, una condición que
Oskar le impone para poder acompañarlo.
Como se mencionó al comienzo, Oskar siempre llevaba consigo una pandereta, la cual
utilizaba moviendola constantemente cuando se encontraba en una crisis o nervioso, el
mismo cuenta que ayuda a calmarlo al moverla y hacerla sonar. La utilización o
manipulación de un objeto, denominados “objetos autistas” por Bayón y Tendlarz (2013), le
sirven al niño para protegerse de “ataques corporales o de la aniquilación total” (p. 81), es
decir, impide el contacto con otros seres humanos.
Eric Laurent (como se lo cita en Bayón y Tendlarz, 2013) expone que: Este objeto de
goce fuera del cuerpo marca la categoría del objeto a. El cuerpo del sujeto está con él en una
relación de pegamento incesante, tentativa de situarse en relación a él, tanto de pegarse como
de echarlo. Este objeto, ya sea pelota, la caja, el cubilete, la computadora, es esencial. Es
inseparable del cuerpo. (p. 84). Respecto a esto, Tustin (2006) expone que los objetos autistas
funcionan como, pero no igual, al objeto subjetivo denominado por Winnicott, no son objetos
en un sentido objetivo, sino que son sentidos como siendo partes del propio cuerpo del sujeto,
estos objetos son apretados contra sí o estrujados fuertemente, de manera tal que deja una
huella tras de sí y le dan sensación al niño. Suelen llevarlos a todos lados porque creen que es
parte de él y también sirven para manejar los terrores asociados a la gente y comenzar la falta
de conexión emocional con ella, tanto se enfoca la atención en estos objetos estereotipados y
repentinos que prácticamente se ignora a la gente, es decir, las conexiones táctiles asumen
una importancia predominante.
En relación a lo expuesto por Tendlarz (2013) de acuerdo con las últimas enseñanzas
de Lacan en 1970 se articulará el desplazamiento del lugar que se concede al Otro, se produce
confrontación con la falta del Otro que permite indicar que el Otro no existe, falta el Otro del
Otro. Lacan indica que se encuentra el Uno, hay Uno, pero no hay cuerpo, es decir que no
hay constitución del Otro pero si hay Uno del goce. A raíz de esto se produce una
modificación a nivel del esquema de la comunicación que lleva del diálogo al monólogo de la
pulsión. Miller establece distinción entre querer decir y querer gozar. El querer decir implica
la estructura de la palabra que conlleva un diálogo, es decir que hay una intención de
significación que se dirige a otro, en el cual se recibe la respuesta del Otro de su propio

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mensaje invertido. El querer gozar y lo que llamó aparato de goce refiere a que el lenguaje no
solo sirve para comunicar sino también para gozar, ya que el lenguaje es considerado como
aparato de goce, la pulsión de la lengua tiene una finalidad de goce, no de comunicación,
porque solo está inscripto en el autista el S1, es decir no hay frase articulada. Entonces, en la
lengua no hay diálogo ni comunicación porque no hay Otro, pero si hay goce. Esto es el goce
del autismo. Así mismo haciendo alusión a la película, esto pudo visualizarse cuando Oskar
se autoagrede rascándose el abdomen hasta el punto de provocarse heridas en su cuerpo, esto
tiene el propósito de calmar el malestar, este daño en la piel produce un dolor fìsico que no lo
siente y le ocupa la mente, ya que lo distrae de sentir el sentimiento de malestar que no le
puede poner nombre, entonces donde no se puede poner en palabras, se goza, en este caso
con el cuerpo que no hay, por eso es que no registra dolor alguno, ante las heridas de
autoagresión autoinfligidas por este.
La autora Cecchi (2016), a diferencia de los otros autores ubica al autismo como una
psicosis, y nos invita a reflexionar sobre el autismo infantil, esta menciona que el autista es
un ser nacido psicótico y por lo tanto es abordable desde el psicoanálisis, es decir que se
considera un trastorno psicológico no orgánico. En el autismo se revela en todo su ser, es el
único protector de sí, evita la mirada porque el mundo es hostil, existe una aparente
indiferencia que lo aísla esto es el mecanismo de defensa del delirio megalomaníaco del
autista con sus bizarrías que lo llevan al aislamiento, esto se observa en Oskar ya que los
niños autistas se separan fácilmente de su madre, no es un problema para estos niños la no
interacción social.
En cuanto a las función materna y función paterna, en primer lugar en relación a la
primera, el vínculo con la madre donde se va constituyendo un aparato psíquico que se
encuentra siempre demasiado expuesto frente a los estímulos internos y externos. También se
hace referencia a la inermidad del recién nacido, al mundo externo como masa en
movimiento y al otro, el asistente ajeno experimentado como el que va a intermediar para que
se conforme el aparato psíquico del niño asistiendolo en sus necesidades, significandolas,
protegiéndolo del exceso de cargas internas y externas. En el caso del autismo ese otro no
significa de manera adecuada las sensaciones del infans, que queda sumido en el desamparo.
Este asistente repite su propia experiencia de no haber sido adecuadamente significado.
Queda expuesto a situaciones de dolor, tanto internas como externas que dificultan la
formación de un yo con buen funcionamiento, regulador, inhibidor de las facilitaciones.
Existe un distanciamiento afectivo como defensa frente a los sentimientos hostiles hacia el
hijo. Este distanciamiento impide que cumpla adecuadamente con su función de protegerlo de
exceso de estímulos y significarlos. Se podría decir que en estos niños había una falla en el
proceso de libidinización de parte del asistente externo.
En cuanto a la función paterna, que implica rescatarlo del vínculo con la madre,
también es fallida debido a su propia hostilidad. Los niños autistas nacieron en momentos no
adecuados y a su vez sus padres padecieron situaciones críticas. Si la paternidad implica la

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reelaboración del ser hijo, estos padres “maltratados” reviven en este hijo el vínculo
patológico con sus propios progenitores.
Entonces, se podrá mencionar que Linda, la madre de Oskar no ha cumplido con la
función esencial de erotizar al ser de manera adecuada ya que esta no parece haber mostrado
afecto, caricias, besos, cantos, atención a las necesidades fisiologicas y psicologicas que
demanda el bebé que le permitiría la potencialidad de crear un yo piel en oskar, en el
momento en el que esté más la necesitaba, debido al desvalimiento inicial en el ser.
Por otra parte el padre Thomas, podría estar cumpliendo con ambas funciones, es
decir función materna y paterna. Ya que Thomas es con el que juega a lo que denominan
como “expedición de reconocimiento” con Oskar y le fomenta la exploración, de manera que
el padre de Oskar lo estimula en la adquisición de conocimientos y así lo lleva a ir
representando nuevos objetos y diferenciándolos entre sí. También es con su padre con el que
pasa mayor tiempo acompañando al trabajo, desayunando junto con él y en el momento de
acostarse es Thomas quien lo cobija.
Oskar ha podido superar muchas de sus fobias y miedos con la ayuda de su padre y en
equilibrio con una familia integrada. De esta forma se observa en la película, cuando él padre
de Oskar seguía vivo, le ayudó a salir adelante y de esa manera enseñarle a sobrevivir
mediante cualquier circunstancia.
Mientras Linda pareciera estar ocupándose de las cuentas, las adversidades de la
vida, y no pareciera poner demasiada atención a su hijo. De hecho Linda expresa a Thomas,
mientras este está planeando las aventuras del juego que luego le dará a Oskar, sobre lo que
Thomas le dice si piensa en qué clase de adulto se convertirá Oskar y ella expresa que no
sabe, para eso te tengo a ti.
La madre de Oskar, a pesar de todo lo que él niño fue investigando y todos los barrios
que fue recorriendo, estaba al tanto de cada una de sus visitas, ya que en una parte de la
película ella encontró los mapas e investigaciones del hijo, a lo que ella se adelantó y antes de
que él hijo saliera a su recorrido ella visitó a cada una de las personas que se llamaban Black
y le comentó que Oskar iría a visitarlo seguidamente y que le brindaran algún tipo de
información para poder ayudar con la búsqueda de una persona llamada Black que él padre le
había dejado escrito en un papel. Se logra ver que luego de que él padre de Oskar falleció la
madre se hizo presente de una u otra manera aunque en un principio parecía ausente, fue
sorpresivo al final todo lo que ella había logrado armar sin comentarle a su hijo, además no
interrumpiendo con la investigación hasta llegar al final.
Para poder concluir con lo expuesto, teniendo en cuenta al personaje principal Oskar,
si se presentara un caso así desde el ámbito clínico, se podría intervenir desde lo que expone
Beatriz Janin en intervenciones en la clínica psicoanalítica con niños (2019) donde plantea
que detectar dificultades implica poder descubrir qué es lo que ese niño tiene para decir, que
conflictos está manifestando y que lo grave en un niño responde a un malestar que se impone
cuando algo no encaja en lo esperable, cuando no responde a expectativas o cuando un

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funcionamiento perturba. Es sumamente habitual que la gravedad de un trastorno se mida
más por aquello que resulta insoportable a los adultos que por el sufrimiento del niño, a veces
más que un sujeto parecer ser una plata, es por esto que la principal tarea del analista será
humanizarlo. Expone que tolerar idas y vueltas, sostener la conexión posibilitar a un niño
regresiones y progresiones es parte de la tarea analitica, el camino es subjetivarlo, alejarlo de
la robotización donde lo importante es la conducta.
La cuestión es entonces, más allá de los rótulos, determinar las conflictivas en juego,
siendo fundamental conocer los momentos de constitución psíquica y tener en cuenta que
armar una trama es diferente de develar una historia.
Las intervenciones del analista tienen que ver con crear las condiciones para que el
aparato psíquico se constituya, marcado por los deseos y la represión. Intervenir muchas
veces significa accionar, dibujar, modelar, jugar.
Ofrecer al paciente la imagen de la elaboración, situando lo que él nos ofrece dentro
de un espacio aireado. Dar un continente a sus contenidos y dar un contenido a sus
continentes. Las intervenciones tienen un valor estructurante cuando:
-Sostiene el vínculo a pesar de la desconexión del otro, partiendo de un armado
envoltura que se arma con palabras, a veces contenciones físicas acompañado de palabras.
-Cuando se arma un ritmo compartido, a partir de ruidos o golpe, vamos haciendo con
diversos recursos, a veces comenzamos con secuencias de sonidos que el niño hizo y así
vamos repitiendo sus ruidos o movimientos intentando crear una secuencia compartida. Esto
sobre todo se da con niños que no tienen lenguaje, ni juegan , ni dibujan.
- Cuando posibilita el registro de sus propios afectos a través de un funcionamiento
empático, esto es una conexión empática ya que se deberá cumplir con la función de
“reverie” de Bion, esto es metabolizar los excesos pulsionales del niño, esto metabolizado
requiere de un otro que ya lo haya digerido para así devolverle un producto que pueda ser
asimilado por el niño.
-Va estableciendo diferencias yo-no yo y sosteniendolas. A veces reubicamos a los
niños en términos de ¿Quién tiene miedo? o ¿Quién quiere eso?, así vamos generando un
espacio-otro en el que posibilitan la detección de los propios deseos, temores, pensamientos.
-Abre a un mundo fantasmático, armando un espacio lúdico en el que se pueden ir
anudando metáforas.

Aproximación diagnóstica: Es Síndrome de Asperger, una variante del Trastorno Espectro


Autista. Ya que comparte varios rasgos semiológicos como es la no interacción social y
carencias de habilidades para socialización, es por esto que existe ausencia de disfrutes
compartidos y ausencia de reciprocidad emocional, también manifiesta conductas
estereotipadas como lo tiene Oskar, la diferencia entre el diagnóstico de Autismo y Asperger
es que en el Asperger no hay trastorno en la comunicación ya que la capacidad cognoscitiva
está desarrollada normalmente. Puesto que el habla está desarrollada normalmente, como lo

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muestra Oskar, él se comunica en el momento de la exploración de la “expedición de
reconocimiento”, esta aventura que lleva a cabo en el desarrollo de la película a partir del
descubrimiento de una llave en el closet de su difunto padre en el que le ocupa todo su
tiempo, el cual despliega toda la variedad de signos Asperger, como lo es la especialización
en un tema de interés específico, o como los comportamientos estereotipados de autoagresión
ante un evento causante de malestar, junto con su objeto autista pandereta que le permite
calmarse creando un cascarón protector que lo aísla.

Bibliografía:
Cecchi, V. (2016). Los otros creen que no estoy; autismo y otras psicosis infantiles. Los
otros creen que no estoy; autismo y otras psicosis infantiles.
Freud, S. (2006). El yo y el ello, tomo XIX. Buenos Aires, Amorrortu.
Janin, B. (2019). Intervenciones en la clínica psicoanalítica con niños (Vol. 32). Noveduc.
Tendlarz, S. E., & Bayón, P. A. (2013). ¿Qué es el autismo? Colección Diva. Buenos
Aires.
Tustin, F. (2006). El cascarón protector en niños y adultos. Amorrortu.

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